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El documento discute la obra Zen en el arte del tiro con arco de Eugen Herrigel. Expresa gratitud por la valiosa información que proporciona la obra y cómo atrae rápidamente al lector. También reflexiona sobre cómo la manifestación de "ello" a través de la creación literaria puede tocar y transformar muchos corazones.
El documento discute la obra Zen en el arte del tiro con arco de Eugen Herrigel. Expresa gratitud por la valiosa información que proporciona la obra y cómo atrae rápidamente al lector. También reflexiona sobre cómo la manifestación de "ello" a través de la creación literaria puede tocar y transformar muchos corazones.
El documento discute la obra Zen en el arte del tiro con arco de Eugen Herrigel. Expresa gratitud por la valiosa información que proporciona la obra y cómo atrae rápidamente al lector. También reflexiona sobre cómo la manifestación de "ello" a través de la creación literaria puede tocar y transformar muchos corazones.
Me gustaría agradecer primeramente al maestro David, por la tan
increíble obra que nos proporcionó, creo que innegablemente posee una valiosa cantidad de información que rápidamente atrapa al lector, en mi caso la experiencia de leer esta obra fue maravillosa sin duda un antes y después.
Pareciera que “ello” nos coloca en el tiempo y espacio preciso, se me
hace algo maravilloso el pensar en la concepción de la obra con un fundamento consciente del “arte sin artificio”, y como la magna doctrina sigue en-cordando (muchas veces inconscientemente) la consciencia colectiva. El pensar en la manifestación de “ello” en la concepción, y todas las líneas de temporalidad que toca y transforma, solo me deja pensando en el poder de la creación del que somos acreedores y del cual debemos reconocer su valor.
¿Cuántos corazones ha tocado, abrazado y transformado, la
manifestación de “ello” a través de este breve texto?
En el momento en el que el maestro accede a dar clases, no tiene en
cuenta la cantidad de vidas que cambiará, la empoderación del espíritu que brindará, tampoco tiene intenciones con los alumnos porque para él son una misma unidad, pero desde la fuerza del amor incondicional ante la incertidumbre de la vida, pone toda la atención de
Alejandro Colín Rodríguez
su cosmos en la creación del “arte sin artificio” porque es consciente de la grandeza, poder y posición del espíritu ante la vida.
Disfruto la forma en la que se describe la experiencia, me parece muy
buena la manera en que se interiorizan las artes del Zen, pero creo que el trabajo del “arte sin artífico” se debería hacer consciente en cada aspecto de la vida, tratando de permanecer en el vacío y agradeciendo la compañía del “hijo” (como realidad perceptual), domando al cronos que vive devorando el afuera con prejuicios al por mayor.
También me agrado cuando el maestro cambia la rutina y los hace
consciente de que el estado de consciencia que pide para tirar no es propio de la técnica del arco, sino el fundamento de cada acción en la espiritualización del presente.
A mí me gusta pensar el ejercicio musical único en esencia, dual en
manifestación y triple en acción, el texto me ayudó a clarificar algunas premisas que utilizo para posicionarme ante el fenómeno musical.
Único en esencia como la unidad fundamental que le da movimiento a
los números, la unidad del sueño como experiencia única, y todo lo perceptible materializado en los opuestos complementarios, desde aquí me permito dejar de ser los prejuicios para profundizar en las impresiones y reconocer su camino en el cuerpo, generando instintos que después al igual que en el arte de la espada, esperando el momento preciso para contraatacar (pasado, presente y futuro) o en la tensión de la cuerda, que libera los dedos para tirar la flecha, crean la realidad tridimensional.
Alejandro Colín Rodríguez
Asumo que es de gran importancia el reflexionar en las consecuencias de la tergiversación de conocimientos tan vitales para la experiencia como este, que ayuda enormemente en la empoderación del espíritu y por consiguiente un futuro mucho menos obstaculizado, también creo que debemos de olvidar el mito de que el afuera define el adentro, no porque seas oriental vas a ser zen, a mi no parece que sea un tema olvidado en occidente , yo creo que muchos de los que ahora consideramos los mejores artistas de la historia estuvieron trabajando en al “arte sin artificio” plenamente, guardianes de un conocimiento antiquísimo, que no tenían que la necesidad de hablar con otras personas sobre la eternidad, porque la experimentaban en plenitud, sin intención, desde el amor más puro ante la creación. Pienso que la espiritualización del presente puede llegar a ser tomada como una intención, yo creo que la manifestación de “ello” es inseparable de la existencia, la energía del “error” no es mas que el universo en expansión, la memoria de un sueño colectivo en el que no podríamos ser más sino la relación de los que fueron, los que somos y los que seremos.
Me gustaría continua, pero considero que no debo hacerlo, no tengo
las vivencias y mucho menos las palabras para ahondar en el tema, al igual que el maestro da por terminada la sesión cuando “ello” se hace presente lo dejare hasta aquí para no ensuciar con historia personal.