En la sección seleccionada, se nos dice que Husserl habla de la fenomenología
como un proceso de descripción simple en el que no se revela ni se indaga. Ve la fenomenología como una psicología descriptiva en la que las cosas son como son. Nosotros no somos determinados por causalidades, no somos parte individual del todo, porque al ser parte de él ya somos el todo. Y yo entonces me pregunto, ¿si la causa tiene un efecto y el efecto una causa, y yo no soy efecto de una causalidad, será entonces que como parte de un todo, soy causa y soy efecto? Pues creo que si. El saber visto desde el punto de vista fenomenológico viene dado por las visiones y las experiencias. El todo de la ciencia mora sobre el mundo vivido y si deseo verla en un contexto aislado tengo que primero que despertar a la experiencia del mundo, de la cual es derivada la ciencia. Es el mundo percibido el que me permite explicar y determinar a la ciencia. Comparto la opinión del autor cuando comenta que nosotros no podemos ser considerados como seres vivientes, con una consciencia, ni partes de la rama de una ciencia, somos simplemente la fuente absoluta. Cuando formamos parte del todo, ya somos el todo y no es concebible el hecho de separación, de allí el concepto de unidad que nos une inequívocamente formando el todo. Yo no soy lo que a mi antecede, simplemente soy. Es la fuente la que busca los medios y soy yo quien hace esto por mí. “Soy yo quien hace ser para mi” y soy yo el único que puede darle sentido a ser. No somos un momento del mundo ni en el mundo, como pretende hacernos entender la visión de la ciencia, ya que más allá de ella, existe la visión de la consciencia y es ésta consciencia la que arma mi mundo de redor y es cuando empieza a existir el mundo para mí. “Volver a las cosas mismas” como define Husserl la fenomenología, es volver a este mundo antes de saber lo sabido, y es que acaso ¿cuando hablamos de volver no implica ya en sí un retorno? ... un retorno implica haber ya venido y si ya he venido pues ya lo he sabido. Volver a las cosas mismas no es retornar a la consciencia… pues nunca nos hemos ido. Descartes y Kant, hablan de sujeto o consciencia, haciéndolas ver como partes diferentes, inclusive hablan de desvinculación, pero volvemos a hacernos la pregunta ¿es posible desvincularme del todo si formo parte inequívoca de él? No lo creo. Dicen a demás que “no podría aprehender nada como existente si, primero, no me sintiera existente en el acto de aprehenderlo”. Con esta frase comulgo, ya que primero tengo que sentir que existo en algo, para luego dar por hecho lo existido. No existe nada en absoluto sino tengo certeza de mí para mí, que es la consciencia. Vincular sin el mundo que vincula no existe, no tiene razón de ser, es como cuando decimos que el mundo existe porque lo percibimos… y todo aquello a lo que somos completamente indiferentes deja lentamente de existir. Kant sostiene que la unidad de la consciencia es igual de contemporánea que la unidad del mundo y esto para mi es válido, solo si al ser yo consciente como unidad, soy consciente del mundo como unidad. El análisis a partir de nuestra experiencia del mundo es remontado al sujeto, pero al sujeto como algo distinto de él… y si yo soy algo distinto de mi, ¿Cómo puedo entonces experimentar el mundo desde mi? Hablan de síntesis universal como algo sin lo cual no podría haber mundo… pero es que el mundo no existe a partir de una síntesis… existe a partir de él, a partir de su todo y de su propia conciencia de él. El mundo existe antes del análisis… de cualquier análisis. No puedo hacer que el mundo provenga de una síntesis en la que se entrelaza a las sensaciones con el sujeto, al ser estos productos del análisis; y si son productos de éste, no puedo concebirlos entonces antes del mundo. Hablan de que la reflexión se vehicula a si misma y que está mas acá del ser y el tiempo. Pero si asociamos el ser al sujeto, diríamos que el sujeto se da a si mismo y no por el mundo que es dado al sujeto. La realidad describe al igual que la fenomenología y no construye. Nuestra percepción está plagada de reflejos, de fisuras, de impresiones, las cuales no puedo vincular dentro del contexto de lo percibido. Pero estos reflejos, fisuras e impresiones son situados en mi mundo y no debo confundirlas con mis ensueños. La percepción del mundo debe ser limpia, libre de lo que yo creo que es y ceñida a lo que es. Comparto la opinión de que sueño con sujetos y cosas compatibles con mi contexto, pero que no se mezclan con mi mundo, porque son el mundo de mis ensueños. Pero… si yo soy el todo, por ser parte de él, también mis sueños son parte de mi… y al ser parte de mi, son parte de mi consciencia… y entonces ¿será que solo tengo que tener la certeza de ser consciente de que mis sueños puedan formar parte de mi mundo para que así sea? Esta pregunta no me la puedo responder, pero debo sentir primero que existo en mis sueños para que luego los sueños existan en mí. El autor comenta que los sueños no se mezclan con el mundo porque lo preceden… pero si algo precede a otra cosa… entonces… ¿no es una derivación de él? Dice que los sueños están en el teatro de lo imaginario… pero ¿es que acaso no imaginamos antes de ser? o ¿somos y luego imaginamos ser? la verdad que no lo sé, pero al yo formar parte de la fuente misma… ¿qué importancia tiene quien precede a quien?, lo importante es no dejar de preguntarme, sin importar si me ha de importar responder. El autor dice que: si la realidad de mi percepción solo se basara en la coherencia de mis representaciones, estaría sujeto a las probables conjeturas que yo hiciera, deshaciendo a cada instante las síntesis ilusorias y reintegrando a la realidad, fenómenos que yo mismo excluí de mi propia realidad. Pienso que el autor estaría de acuerdo conmigo en lo que respecta a los sueños, ya que él habla de la realidad y de percepciones… y ¿es que acaso mis sueños no pueden ser parte de mis percepciones? Y si lo son… son una forma entonces de percibir mi realidad… y como sujeto consciente que soy, puedo decir entonces que, como “Soy yo quien hace ser para mi” y soy yo el único que puede darle sentido a ser… entonces me estoy dando respuesta a mi pregunta: ¿será que solo tengo que tener la certeza de ser consciente de que mis sueños puedan formar parte de mi mundo para que así sea? Definitivamente SI. Luego dice que la realidad es un tejido sólido y que este tejido no espera por nosotros para anexar fenómenos sorprendentes, ni que rechaza nuestras imaginaciones más inverisímiles, entonces… mi pregunta de los sueños no hubiese sido posible de formular, sin haber tenido antes su certeza. He dicho antes: Yo no soy lo que a mi antecede, simplemente soy. Entonces también soy mis sueños y de ahora en adelante soñare a ser. El autor destaca que el mundo es un medio natural y que es el campo de todos mis pensamientos y de todas mis percepciones. Entonces… si yo construyo mi mundo como un mundo ideal y en mi condición de formar parte del todo… ¿no crees que entonces tu mundo comenzaría a ser también ideal al contagiarse con el mío? Experimentaremos, de hoy en adelante, para hacer no solo de mi mundo un mundo mejor, sino también del tuyo y el de los otros. Dice que la verdad no habita al hombre interior, que no hay hombre interior, que el hombre está en el mundo… es por eso que yo también siento que más que un sujeto, soy un sujeto brindado al mundo… simplemente soy.
Desde la esencia como núcleo, encontrando “lo que es”,
voy detrás de las cosas mismas manifestando todo aquello a lo que he atribuido “ser”, simplemente aparezco mediante la percepción y me abro al mundo de la vida… y es entonces cuando vuelvo a las cosas mismas experimentando el mundo, redescubro que somos la fuente absoluta y que no soy nada de lo que a mí me antecede, pues me renuevo a mi misma en cada instante y en el instante “este” ya no soy “aquel que era”. Somos nosotros quienes volamos a aquello que nos antecedió sólo para mantenerlo, al “ya no ser” siendo yo quien hace “ser” para mí. Me conozco al estar en el mundo y me brindo a él y comienzo… comienzo regresando a éste espacio manifestado en el aquí y en el ahora… esto sólo para darme cuenta de que en verdad sólo estoy egresando. Giuse.