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Libro Rojo de Aves de Colombia Volumen II
Libro Rojo de Aves de Colombia Volumen II
SOBRE EL LIBRO
Este libro es el segundo de dos volúmenes,
resultado de una investigación iniciada en el
año 2008. En el primer volumen se presenta-
ron los resultados de los análisis de riesgo de
extinción de las especies de aves de los bosques LA SERIE DE LIBROS ROJOS DE ESPECIES AMENAZADAS
húmedos de los Andes y de la costa pacífica. DE COLOMBIA HA SIDO LIDERADA POR LAS SIGUIENTES INSTITUCIONES:
En este volumen se presentan los resultados LOS AUTORES
de las especies de ecosistemas abiertos, secos,
insulares, acuáticos continentales, marinos,
tierras altas del Darién, Sierra Nevada de Santa
Luis Miguel Renjifo,
Marta y bosques húmedos del centro, norte y
oriente del país. Esta obra se basa, en gran me-
Ángela María Amaya-Villarreal,
dida, en ciencia ciudadana. Los análisis de ries- Jaime Burbano-Girón
go de extinción se apoyan en las síntesis de y Jorge Velásquez-Tibatá
VOL. II ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
información escritas por numerosos autores
(104 para este volumen, 155 en total para los ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS,
volúmenes I y II) y en modelos originales de TIERRAS ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA
distribución y pérdida e idoneidad de hábitat DE SANTA MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL
procesados con base en información aportada CENTRO, NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
por 6 instituciones y 141 colaboradores (para
los volúmenes I y II). Los modelos y las esti-
maciones de tamaños poblacionales y de las
tasas de cambio fueron hechos por el grupo de
autores principales de la obra y las evaluacio-
nes de riesgo de extinción estuvieron a cargo
del primer autor. Esta obra está acompañada
de ilustraciones originales del artista Robin H.
Schiele y de fotografías tomadas por 20 cola-
boradores.
LIBRO ROJO
DE AVES
DE COLOMBIA
VOLUMEN II.
ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS, TIERRAS
ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA DE SANTA
MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL CENTRO,
NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
Luis Miguel Renjifo,
Ángela María Amaya-Villarreal,
Jaime Burbano-Girón y Jorge Velásquez-Tibatá
LIBRO ROJO
DE AVES
DE COLOMBIA
VOLUMEN II.
ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS, TIERRAS
ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA DE SANTA
MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL CENTRO,
NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
reservados todos los derechos Primera edición: 2016
© Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, D. C.
© Instituto de Investigación de Recursos isbn: 978-958-716-980-5
Bogotá, D. C. Javegraf
inp 15/11/2016
Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana
y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
Agradecimientos 11
Prólogo 17
Presentación 19
Acrónimos y siglas 21
Introducción 23
Métodos 27
Síntesis de resultados 45
Guía de lectura 50
especies extintas
Podiceps andinus 55
especies amenazadas
Chauna chavaria 59
Oressochen jubatus 64
Sarkidiornis melanotos 71
Anas georgica 76
Anas cyanoptera 81
Netta erythrophthalma 86
Oxyura jamaicensis 90
Crax alberti 97
Crax daubentoni 104
Crax globulosa 109
Odontophorus dialeucos 115
Podiceps occipitalis 119
Phoenicopterus ruber 124
Sula granti 133
Sula leucogaster 139
Egretta rufescens 145
Vultur gryphus 151
Circus cinereus 159
Rallus semiplumbeus 164
Porphyriops melanops 170
Creagrus furcatus 178
Leptotila jamaicensis 184
Zentrygon goldmani 188
Heliangelus zusii 192
Anthocephala floriceps 196
Anthocephala berlepschi 200
Oxypogon stubelii 205
Oxypogon cyanolaemus 211
Eriocnemis godini 216
Campylopterus phainopeplus 219
Amazilia castaneiventris 223
Goethalsia bella 228
Lepidopyga lilliae 232
Capito hypoleucus 237
Veniliornis callonotus 241
Bolborhynchus ferrugineifrons 245
Pyrrhura viridicata 252
Ara militaris 257
Clytoctantes alixii 261
Xenornis setifrons 265
Grallaria bangsi 269
Scytalopus sanctaemartae 274
Scytalopus panamensis 278
Scytalopus perijanus 282
Clibanornis rufipectus 287
Margarornis bellulus 291
Asthenes perijana 295
Polystictus pectoralis 300
Pseudocolopteryx acutipennis 306
Phylloscartes lanyoni 311
Muscisaxicola maculirostris 315
Myiotheretes pernix 320
Vireo caribaeus 325
Vireo crassirostris 330
Eremophila alpestris 335
Troglodytes monticola 341
Cistothorus apolinari 345
Thryophilus sernai 353
Thryophilus nicefori 358
Myadestes coloratus 363
Tangara fucosa 367
Chlorospingus inornatus 371
Ammodramus savannarum 375
Arremon schlegeli 380
Cardinalis phoeniceus 384
Myiothlypis basilica 388
Myiothlypis conspicillata 392
Basileuterus ignotus 397
Icterus icterus 401
Icterus leucopteryx 406
Molothrus armenti 411
Spinus cucullatus 417
Apéndices 475
Bibliografía 493
Perfiles profesionales de los autores 547
Aportes de los autores a esta obra 549
Índice de nombres científicos por especie (vols. I y II) 551
Índice de nombres comunes en español 557
Índice de nombres comunes en inglés 561
AGRADECIMIENTOS
11
libro rojo de aves de colombia
12
agradecimientos
síntesis de información (fichas) de las especies Richard Johnston-González, Carlos Esteban Lara,
(104 colaboradores para este segundo volumen, Jairo Lasso-Zapata, Oscar Laverde, Alexander
155 en total para los volúmenes I y II), quienes C. Lees, Arne Lesterhuis, Juan Pablo López-O.,
compartieron con nosotros los registros (141 co- Mateo López-Victoria, Sergio Losada-Prado,
laboradores para los volúmenes I y II) para el de- María Lozano-Jaramillo, Diana Carolina Macana,
sarrollo de los modelos de nicho de las especies, y Thomas McNish Merril (Q.E.P.D), Isabel Melo
quienes nos enviaron las fotografías de las especies Vásquez, Carolina Montealegre-Talero, Andrea
(97 colaboradores para los volúmenes I y II). Morales Rozo, María Isabel Moreno, Noemí
Expresamos nuestra gratitud a quienes Moreno Salazar, Miguel Moreno-Palacios, Joaquín
recopilaron la información y escribieron las Moya, Claudia Múnera, Cristóbal Navarro, Ángela
fichas de síntesis de información de las especies Patricia Navas-Berdugo, Margarita Nieto Restrepo,
evaluadas, su trabajo comprometido y riguroso Natalia Ocampo-Peñuela, José Manuel Ochoa-
constituyó uno de los pilares de información Quintero, Christian Olaciregui, Hugo Oliveros-
sobre los cuales se apoya esta obra, ellos son: Salas, Rubén Darío Pacheco, Jorge Enrique Parra,
Orlando Acevedo-Ch., Marta Sofía Agudelo, Juan L. Parra, Gerson Peñuela, Jorge Posada-
Gustavo Alarcón Nieto, Silvia Álvarez, Juan García, Paulo C. Pulgarín R., Sebastián Restrepo
Fernando Alzate, Juan David Amaya-Espinel, Calle, Johana Reyes, Alejandro Rico-Guevara,
David J. Anderson, Sandra Arango Caro, David Héctor Fabio Rivera, Diego Rodríguez-Gacha,
Arenas, Diana Arzuza Buelvas, Fernando Ayerbe- Néstor Roncancio, Loreta Rosselli, Carlos José
Quiñones, Jorge Enrique Avendaño, Marcela Ruiz-Guerra, Juan Miguel Ruiz-Ovalle, Fausto
Beltrán, Henry David Benítez-Castañeda, Johana Sáenz Jiménez, Diego Soler-Tovar, Adriana Sua
Andrea Borras, Jorge Eduardo Botero, Esteban Becerra, Jaime Andrés Suárez, Nubia Suárez,
Botero-Delgadillo, Carlos Daniel Cadena, Juan Lázaro Toro, Ana María Umaña-Villaveces,
Giannina Cadena, Ángela Patricia Caguazango, Luis Eduardo Urueña, Gabriel Utria, Sandra V.
Sergio Chaparro Herrera, Pedro Arturo Camargo Valderrama, Yurgen Vega, Daira Ximena Villagrán,
Martínez, Giovanni Cárdenas, Laura Cárdenas, Johana Edith Zuluaga-Bonilla y Santiago Zuluaga.
Ghislaine Cárdenas-Posada, Angélica Carvajal- La mayoría de estas personas aparecen en
Rueda, Katherine Certuche, Giovanni Alberto este libro como autores de las fichas. Sin em-
Cháves Portilla, Yanira Cifuentes-Sarmiento, bargo, algunos de ellos escribieron la síntesis de
Robert Clay, Sergio Córdoba-Córdoba, Oswaldo información de especies que no resultaron estar
Cortés-Herrera, Andrés M. Cuervo, Juan Carlos amenazadas después de hacer el análisis de riesgo
De las Casas, Alexandra Delgadillo, Christian y que por lo tanto no están incluidas en este libro.
Devenish, María Ángela Echeverry-Galvis, Néstor Las personas que contribuyeron con dichas sínte-
Raúl Espejo-Delgado, Rocío Espinosa, Felipe A. sis de información y las especies sobre las cuales
Estela, Juan Freile, Eduardo Gallo-Cajiao, María escribieron se encuentran en la Tabla 1.
Fernanda Gómez, Camila Gómez-Montes, Natalia
Gutiérrez-Pinto, Alejandro Hernández-Jaramillo,
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libro rojo de aves de colombia
Tabla 1. Especies evaluadas y categorizadas en preocupación menor (LC) y especies que no fueron evaluadas (NE) con los
correspondientes autores de fichas. Los símbolos junto a algunas de las especies indican: *** Tiene menos de 2 % de su po-
blación mundial en el país, +++ No está confirmada su presencia en el país, ** Es de amplia distribución o común, °°° No es
residente ni estacional ni permanente en Colombia, (LC) Especie categorizada en Preocupación Menor.
Picidae Melanerpes pulcher (LC) Johana Andrea Borras y Luis Eduardo Urueña
En los últimos años, se ha avanzado conside- especies del presente volumen: Juan David Ama-
rablemente en el conocimiento de la distribución ya-Espinel, Diana Esther Arzuza, Jorge Eduardo
de las especies de aves en Colombia. Sin embar- Botero, Giannina Cadena, Felipe A. Estela, Jairo
go, una muy buena parte de la información sobre Lasso Zapata, Mateo López Victoria, Christian
la avifauna colombiana se encuentra dispersa en Olaciregui, Daira Ximena Villagrán. Por su parte,
libros, artículos científicos, informes y literatura Carlos José Ruiz-Guerra y Yanira Cifuentes nos
gris, observaciones personales no publicadas, así enviaron registros de algunas especies acuáticas de
como en colecciones públicas y privadas. Estos la base de datos del Censo Nacional de Aves y el
registros, junto con las capas de información cli- Censo Neotropical de Aves Acuáticas en Colom-
mática, fueron la base con la cual se desarrollaron bia: 2002-2011, publicados en la Red Nacional de
los modelos de distribución de las especies en los Observadores de Aves (RNOA), SiB Colombia, Ca-
cuales se apoya esta obra. En el volumen I agrade- lidris - Invemar y observaciones personales.
cimos a las 133 personas que nos enviaron regis- Carol Andrea Franco, Jorge Velásquez Ti-
tros del conjunto de especies de los volúmenes I y batá, Jaime Burbano Girón, Ana María Umaña,
II; en esta ocasión queremos agradecer a las perso- María Fernanda Gómez y Ángela María Amaya-
nas que nos enviaron registros adicionales para las Villarreal, se encargaron de la curaduría exhausti-
14
agradecimientos
15
PRÓLOGO
17
libro rojo de aves de colombia
orgullo patrio, tales como “Colombia el país más interferencias, vigilar estrechamente a los actores,
rico en aves” y “Colombia potencia hídrica”. La monitorear las poblaciones de aves afectadas y,
riqueza interpretada como mera abundancia con- donde y cuandoquiera que sea necesario, cues-
duce en ambos casos, más que al legítimo orgullo tionar y plantear frentes críticos a unas entidades
y al esmero en la protección, al despilfarro y even- oficiales cada vez más alejadas de la tierra cuyo
tualmente a la destrucción y al empobrecimiento, cuidado les fue encomendado.
si no se soporta con una clara conciencia de su El Libro rojo de aves seguirá siendo la he-
fragilidad ante los atropellos ambientales. rramienta fundamental en esta monumental tarea.
La conservación de la avifauna y sus hábitats
en todo el país requiere ya mismo de organiza-
ciones ornitológicas y conservacionistas en gene- Humberto Álvarez-López
ral, fortalecidas para detectar oportunamente las Abril, 2016
18
presentación
19
libro rojo de aves de colombia
necesarias con el fin de conservar la biodiversidad de conservación dirigidos a especies focales han
de la avifauna del país. Los resultados de este tra- beneficiado a sus poblaciones. Aunque la tenden-
bajo ofrecen una herramienta indispensable para cia general es desalentadora, estos casos positivos
avanzar en la legislación sobre la biodiversidad, tienen un gran valor al ser un reconocimiento de
las vedas, restricciones y prohibiciones relaciona- la posibilidad de reversar el camino hacia la extin-
das con el uso de las especies. Debemos recordar ción, en algunas ocasiones gracias a la efectividad
que los principales factores que ponen en riesgo de medidas de conservación.
a las aves son la pérdida, transformación y degra-
Al celebrar la publicación de este magnífico
dación de hábitats, así como la cacería para trá-
trabajo y felicitar al profesor Renjifo Martínez y a
fico ilegal de especies. En este contexto, el libro
todo el equipo que participó en su elaboración,
permite al lector conocer el conjunto de factores
unimos nuestra voz a la de todos aquellos que de
que amenazan la avifauna, relacionados directa-
mente con las actividades humanas intensificadas tantas maneras se esfuerzan por llamar la atención
que generan cambios en el uso del suelo, la defo- sobre el cuidado que requiere esta “casa común”,
restación para dar paso a cultivos y ganadería, la tal como lo ha hecho el papa Francisco en su
contaminación y la cacería. No obstante, también encíclica Laudato si’. Se trata de un patrimonio
permite conocer algunos casos en los que el cam- invaluable que debemos preservar y disfrutar, te-
bio de porcentaje de hábitat es positivo, y otros niendo siempre presente que constituye el mejor
en los que se pone de manifiesto que los planes legado para las futuras generaciones.
20
Acrónimos y siglas
21
libro rojo de aves de colombia
22
INTRODUCCIÓN
23
libro rojo de aves de colombia
La evaluación del riesgo de extinción es a escala local, como las Áreas Clave para la Bio-
fundamental para la planeación y el ejercicio de diversidad, las AICAS y sitios RAMSAR (Eken et ál.
la conservación de especies. Estas evaluaciones 2004). En el caso colombiano, la designación de
de riesgo se documentan en listas rojas o libros las AICAS se desarrolló a partir de criterios naciona-
rojos (Rodrigues et ál. 2006). La utilidad de los les, a partir del Libro rojo de aves de Colombia del
libros rojos se fundamenta en que, además de de- año 2002 (Franco et ál. 2009). En algunos casos
terminar cuáles especies están en riesgo, proveen la evaluación de riesgo de extinción ha llevado a
la gran riqueza de información en la que se basan la toma de medidas de conservación concretas por
las evaluaciones, información esencial para saber parte de autoridades ambientales regionales. Por
dónde están operando los factores de amenaza ejemplo, en el proceso de evaluación de riesgo de
y cómo combatirlos: requerimientos ecológicos, extinción de las aves de Colombia del año 2002
distribución geográfica, tamaño y tendencias po- (que tuvo como resultado el Libro rojo, Renjifo et
blacionales, amenazas y acciones de conservación ál. 2002) se determinó que el Arrierito Antioque-
(Rodrigues et ál. 2006, Vié et ál. 2008). Por tal ño (Lipaugus weberi), endémico de los bosques
razón, estos libros son utilizados como soporte del norte de la cordillera Central, se encontraba
de una variedad de acciones relacionadas con la en peligro crítico de extinción y se recomendó la
conservación de las especies amenazadas. Por protección de su hábitat. Esto llevó, poco tiem-
ejemplo, se tienen en cuenta para desarrollar y po después de la publicación del libro, al estable-
priorizar planes de conservación (Baillie et ál. cimiento de La Reserva Forestal Protectora La
2004; Farrier et ál. 2007; Vié et ál. 2008), para la Forzosa por parte de Corantioquia, con la mo-
declaración de áreas protegidas (Rodrigues et ál. tivación explícita de proteger esta y otras especies
2006), para la formulación de políticas (Baillie amenazadas en Anorí, Antioquia.
et ál. 2004; Vié et ál. 2008), para la asignación de La información de los libros rojos es utili-
recursos económicos para la conservación (Rodri- zada también para orientar la legislación nacional
gues et ál. 2006), e incentivan actividades de edu- o internacional sobre especies amenazadas, por
cación y concientización sobre la vulnerabilidad ejemplo, para informar en acuerdos multilaterales
de la naturaleza (Baillie et ál. 2004). Estos libros como la Convención sobre el Comercio Interna-
también incrementan la motivación de los inves- cional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
tigadores para mejorar el conocimiento de las es- Silvestres, CITES, la Convención de especies Mi-
pecies amenazadas. No obstante, es importante gratorias, la convención RAMSAR y la Convención
reconocer que el valor intrínseco y las utilidades sobre Diversidad Biológica, CBD (Baillie et ál.
prácticas de las listas rojas, no son el único crite- 2004; Vié et ál. 2008). Las listas subregionales
rio para determinar las prioridades en acciones de algunas veces tienen datos de mayor calidad que
conservación, pues para maximizar la efectividad los de las listas globales y son muy importantes
de estas es necesario tener en cuenta factores fi- para las políticas regionales y nacionales (Rodrí-
nancieros, culturales, logísticos, biológicos, éticos guez et ál. 2000). En Colombia, los libros rojos
y sociales (Miller et ál. 2006). son una herramienta para facilitar el cumplimien-
La información sobre distribución y requeri- to de las funciones de control de las autoridades
mientos ecológicos puede ser usada para detectar administrativas, policivas y judiciales (MMA 2002).
vacíos en la cobertura de especies amenazadas por Así, el Ministerio de Medio Ambiente, mediante
áreas protegidas y, por lo tanto, para determinar la resolución 584 de 2002, declaró oficialmente
prioridades espaciales en aras de conservar la bio- las especies de los “Libros rojos de especies ame-
diversidad (Rodrigues et ál. 2004; Hoffman et ál. nazadas de Colombia” como especies amenaza-
2008). Por ejemplo, es utilizada como apoyo en das en el territorio nacional (MMA 2002). Hoy,
la identificación de prioridades de conservación la resolución 192 de 2014 del Ministerio de Am-
24
introducción
biente y Desarrollo Sostenible es el acto admi- describió cómo fue el proceso de investigación y
nistrativo vigente que establece el listado de las colaboración conducente a la publicación de ese
especies silvestres amenazadas que se encuentran volumen caracterizado en cinco fases que condu-
en Colombia (MADS 2014). La designación oficial jeron a la publicación del volumen I. Este volu-
de las especies incluidas en el Libro rojo de aves de men II culmina una investigación que comenzó
Colombia como especies amenazadas constituye en el año 2008. Aquí analizamos el riesgo de ex-
una herramienta concreta para orientar la actua- tinción de las especies de todas las regiones y eco-
ción de las autoridades ambientales. sistemas no cubiertos en el volumen I (ecosistemas
Es necesario hacer evaluaciones periódicas
abiertos, secos, insulares, acuáticos continentales
para monitorear el progreso o retroceso en el es-
y marinos, tierras altas del Darién y Sierra Neva-
tado de conservación de las especies y, por tan-
da de Santa Marta y bosques húmedos de tierras
to, de las políticas de conservación (Farrier et ál.
bajas del centro, norte y oriente del país). Para
2007; Butchart 2008; Amaya-Espinel et ál. 2011).
mayor detalle sobre este punto, véase la sección
El presente libro es el segundo de una obra de
dos volúmenes que remplaza totalmente el libro Síntesis de resultados. Anhelamos que la obra ins-
rojo del año 2002 (Renjifo et ál. 2002). En la in- pire a los investigadores de manera que estimule
troducción del primer volumen de este libro rojo el desarrollo de un conocimiento más profundo
(Renjifo et ál. 2014) se hizo una síntesis del desa- de estas especies, a las autoridades ambientales y
rrollo de los libros rojos en el mundo, del desarro- la sociedad civil para orientar medidas efectivas de
llo del sistema actualmente vigente de categorías conservación, y a la ciudadanía para infundir un
y criterios de la UICN, y del desarrollo de las listas mayor aprecio y compromiso por la conservación
y libros rojos de aves en Colombia. Así mismo se de nuestro patrimonio avifaunístico.
25
MÉTODOS
27
libro rojo de aves de colombia
y Soatá (durante el XXIII ENO) y se organizó un una guía editorial para la preparación de las fichas.
simposio sobre “Ecología y conservación de es- Una vez recibida cada ficha, esta se revisó para de-
pecies de aves amenazadas en Colombia” en el terminar si contenía el tipo de información reque-
contexto del III Congreso Nacional de Ornito- rida como apoyo en el proceso de evaluación de
logía, en Medellín. El propósito central de estos riesgo de extinción: ecología de la especie, infor-
eventos fue invitar a la comunidad ornitológica mación sobre densidad poblacional, vulnerabili-
del país a vincularse al proyecto de diversas ma- dad a cambios ambientales u otras presiones, me-
neras. Esta invitación tuvo la doble finalidad de didas de conservación tomadas o propuestas, etc.
generar apropiación por parte de los ornitólogos Usualmente cada ficha pasó por una o varias re-
y observadores de aves, y recopilar información de visiones con el fin de asegurar que contuvieran la
manera colaborativa para darle solidez al proceso información necesaria. Una vez evaluado el riesgo
de evaluación. de extinción, las fichas de las especies incluidas en
La colaboración de la comunidad ocurrió de alguna categoría de amenaza, casi amenazadas o
diferentes modos. La primera fue a través de talle- insuficientes de datos pasaron por un proceso de
res en los cuales se discutió con los asistentes una edición para velar por la unidad de estilo y breve-
lista inicial de 212 especies que iban a ser objeto dad sin perder información valiosa.
de análisis detallados de riesgo de extinción. Esta Previo a la designación de autores de fichas
lista fue retroalimentada para incluir o excluir es- se hizo un trabajo de búsqueda de información en
pecies. Durante los talleres se hizo evidente que artículos científicos sobre historia de vida, abun-
en ese registro de partida se habían pasado por dancia relativa, densidad poblacional y longevidad
alto algunas especies que podrían estar en riesgo, de las especies. Esta información fue enviada a los
pero también se habían incluido otras resilientes autores designados. Una cuarta forma de cola-
a los procesos de transformación del paisaje, las boración altamente participativa de este proyec-
cuales debían ser removidas de la lista. Una se- to fue la obtención de fotografías de las especies
gunda forma de cooperar consistió en proveer amenazadas. Para esto se hizo una nueva invita-
datos de registros biológicos (observaciones o da- ción a través de la RNOA y de NEOORN-L dirigida a
tos de especímenes) a través de una plataforma de fotógrafos profesionales o aficionados que quisie-
captura de información en línea (EVARIX) desarro- ran enviar sus fotografías. Una vez compiladas las
llada para este fin o a través de correo electrónico. fotos se hizo un proceso de selección de acuerdo
Una tercera forma de colaboración fue es- a su calidad.
cribir las fichas de síntesis de información para Finalmente, una quinta forma de colabo-
cada una de las especies. Con el objetivo de iden- ración consistió en la realización de dos talleres
tificar personas interesadas en escribir las fichas con expertos en aves acuáticas en asocio con el
se hizo una invitación abierta a investigadores a Instituto Alexander von Humboldt y Calidris. En
través de la lista de discusión de la Red Nacional dichos talleres, los expertos convocados (ver agra-
de Observadores de Aves (RNOA) y se consultó el decimientos) utilizaron la herramienta BioMode-
interés durante los talleres, así como la existen- los (biomodelos.humboldt.org.co) para registrar
cia de nuevos estudios e investigadores que es- su opinión respecto a los umbrales que mejor
tuvieran trabajando en las especies que iban a ser representaban la distribución de las especies, las
evaluadas. De manera complementaria, invitamos áreas de sobrepredicción de los modelos y las pre-
directamente a investigadores que habían hecho ferencias de hábitat de las especies.
estudios sobre algunas especies para que escribie-
ran sobre ellas. Los responsables fueron designa-
dos según su experiencia, disponibilidad de tiem-
po e interés. A los autores designados se les envió
28
métodos
29
libro rojo de aves de colombia
diante la inclusión de la cobertura vegetal actual ** Nivel 2: el registro tiene originalmente datos
donde habita la especie para determinar el área de de coordenadas con minutos, segundos y al-
ocupación (AOO). titud
** Nivel 3: el registro tiene solo datos de coor-
Registros de especies y georreferenciación denadas
Los datos de presencia de las especies fueron ** Nivel 4: el registro fue ubicado con base en
compilados a partir del proceso participativo des- un topónimo y con descripción de ubicación
crito en la sección anterior, la literatura ( Collar ** Nivel 5: el registro fue ubicado en una cabe-
et ál. 1992; Renjifo et ál. 2002), bases de datos cera municipal por falta de información carto-
de registros biológicos (Biomap, Dataves, Xeno- gráfica o descripción de localidad muy vaga.
canto, Cenicafé, SELVA), e informes de las explo- ** Nivel 6: la descripción del registro no es su-
raciones del grupo GEMA del I. Humboldt. Todos ficiente para asignar coordenadas al nivel de
los registros biológicos fueron revisados cuida- municipio.
dosamente para constatar su validez y precisión Para el modelamiento de la distribución de
geográfica, y después se unificaron en una base de las especies se utilizaron solo los registros con un
datos que se convirtió en insumo básico para el nivel de precisión de 1 a 4. En este sentido resul-
desarrollo de los modelos. taron particularmente valiosos los registros recien-
Compilamos más de 7000 registros con tes enviados por investigadores y observadores de
un nivel de precisión geográfica diverso. Para aves, ya que su precisión era alta (niveles 1 a 3).
asignar coordenadas a los registros y/o verificar
Variables climáticas
la calidad de la georreferenciación se utilizaron
diversas fuentes, tales como mapas topográficos Para obtener predicciones mensuales de variables
(escala 1:25 000 a 1:500 000 IGAC), gaceteros en climáticas a lo largo del territorio colombiano,
línea (GEONet Names Server), National Imagery se interpolaron datos promedio mensuales de
and Mapping Agency (NIMA) y literatura (Payn- temperaturas máximas, mínimas y precipitación
ter 1997), así como la base cartográfica del IGAC acumulada provenientes de la red de estaciones
para identificar límites político-administrativos y climáticas del IDEAM para el periodo 1970-2009,
modelos de elevación digital a 30 y 90 metros de a una resolución de 1 km2. Dichas interpolaciones
resolución (https://lta.cr.usgs.gov/SRTM). fueron obtenidas por medio de la técnica estadís-
En el proceso de revisión de los registros se tica thin-plate smoothing splines (Wood 2003),
unificó el sistema de coordenadas y se integraron efectuada en el paquete fields del software R (R
en un sistema de información geográfica. Para Core Team 2011).
esto se comparó la descripción de localidad (de- Esta técnica fue escogida debido a su uso
partamento, municipio, topónimo político, topó- amplio para interpolación de datos climáticos, y
nimo geográfico y localidad), datos de altitud y porque mostraba un buen desempeño en com-
observaciones de hábitat, con la cartografía dis- paraciones de modelos y eficiencia computacional
ponible para confirmar su ubicación o determinar (Hijmans et ál. 2005). Para la interpolación de
sus coordenadas con el mayor nivel de precisión los parámetros temperatura máxima y mínima se
posible de acuerdo a la descripción original de la empleó la altitud como covariable, extraída a par-
localidad. Una vez ubicado y validado cada regis- tir de un modelo de elevación digital a una reso-
tro, se categorizó en un nivel de precisión según lución de 1 km. En el caso de la precipitación se
los siguientes criterios: interpoló sin el uso de la altitud, ya que el uso de
** Nivel 1: las coordenadas del registro fueron esta variable redujo el desempeño predictivo de
tomadas directamente con GPS las interpolaciones (Tabla 2).
30
métodos
Modelamiento
En total se obtuvieron 36 capas climáticas
para la superficie continental colombiana (3 pará- Para el modelamiento de distribución de especies
metros climáticos por 12 meses). A partir de estas se utilizó el software MAXENT (Phillips et ál. 2006),
capas se derivaron las 19 variables bioclimáticas el cual usa un método basado en el principio de
descritas en Hijmans et ál. (2005) (Tabla 3), las máxima entropía. MAXENT estima la distribución
cuales fueron utilizadas para el desarrollo de los de probabilidad de máxima entropía (más cercana
modelos. a una distribución uniforme) de cada variable am-
biental en el área de estudio, bajo la condición de
Tabla 3. Variables utilizadas en el modelamiento de que el valor esperado de los momentos de la distri-
distribución de especies. bución de probabilidad estimada (promedio, va-
rianza, covarianza, entre otros) sea igual a los mo-
Variable climática
mentos empíricos generados a partir de los datos
Temperatura promedio anual de distribución de especies (Phillips et ál. 2006).
Rango diurno de temperatura MAXENT está particularmente recomendado para el
Isotermalidad modelamiento de la distribución de especies con
Estacionalidad de la temperatura datos de solo presencia como los de este estudio,
Máxima temperatura del mes más cálido
y ha sido evaluado consistentemente como una
de las mejores técnicas para este propósito (Elith
Mínima temperatura del mes más frío
et ál. 2006).
Rango de temperatura anual
En MAXENT, se utilizaron los puntos georre-
Temperatura promedio del trimestre más húmedo ferenciados categorizados como válidos (nivel de
Temperatura promedio del trimestre más seco precisión de 1 a 4), y se eliminaron aquellos con
Temperatura promedio del trimestre más cálido menos de 10 km de distancia entre sí, con el fin
Temperatura promedio del trimestre más frío de disminuir el sesgo geográfico en la colección de
datos de algunas especies (por ejemplo, grupos de
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libro rojo de aves de colombia
32
métodos
Figura 1. Representación del procesamiento de los modelos. Los puntos rojos muestran las observaciones de presencia de la
especie Myrmeciza palliata y las áreas de color ocre corresponden a la distribución potencial generada con el uso de cada uno
de los umbrales basados en percentiles. En este caso, el percentil que mejor se ajustó a la distribución conocida de la especie
fue el percentil 30. Sin embargo, en este escenario se sobrestimaba el área de presencia conocida de la especie, por lo que se
requirió un ajuste manual según el criterio experto, con base en la cota de altura (100-1900 m) y las localidades para las que
existían observaciones, de esta manera se delimitó la distribución original al área sombreada de color gris oscuro.
33
libro rojo de aves de colombia
Figura 2. Representación del cálculo de un polígono mínimo convexo (tomado de IUCN 2001). En A se muestran lugares
de presencia conocidos, inferidos o proyectados para la especie, y en B el polígono mínimo convexo generado de acuerdo con
A. En el lado derecho se muestra el polígono mínimo convexo generado para Myrmeciza palliata (polígono azul) de acuerdo
al cálculo de la distribución original de la especie (en gris oscuro).
Estimación del Área de Ocupación calas, puede ser necesario estandarizar las estima-
(AOO) ciones aplicando un factor de corrección de escala.
Es difícil dar un método estricto de cómo llevar a
El área de ocupación (AOO) es definida como “el
cabo la estandarización” (IUCN 2001).
área dentro de la extensión de presencia que es
El área de ocupación real es desconocida
ocupada por un taxón, excluyendo los casos de ac-
para la mayor parte de las especies del mundo, y
tividades asociadas al deambular. La medida refleja
ciertamente lo es para todas las especies de aves
el hecho de que un taxón comúnmente no apare-
en Colombia. En esta obra, tomamos como base
cerá en toda el área de su extensión de presencia,
para el cálculo de AOO el área del hábitat rema-
ya que puede contener hábitats no ocupados o in-
nente para las especies dentro de su distribución
adecuados. En algunos casos (p. ej. los lugares de
actual (ver siguiente sección). Ya que interpretar
nidificación colonial irremplazables o los sitios de
la totalidad del área de hábitat remanente dentro
alimentación cruciales para taxones migratorios) el
de la distribución original de una especie como
área de ocupación es el área más pequeña esencial
AOO puede resultar en una sobrestimación de
para la supervivencia de las poblaciones existentes
ese valor, ponderamos el área de hábitat remanen-
de un taxón, cualquiera que sea su etapa de desa-
te con el índice de idoneidad de hábitat2 resultan-
rrollo. El tamaño del área de ocupación será una
te del modelamiento con MAXENT, en los casos en
función de la escala en que esta se mida, y debe
que se disponía de este. Específicamente, el AOO
darse a una escala apropiada para los aspectos bio-
lógicos relevantes del taxón, la naturaleza de las
amenazas y la información disponible. Para evitar
2 Índice de idoneidad de hábitat: índice de 0 a 1 re-
inconsistencias y sesgos en la evaluación debido a sultante del modelamiento con MAXENT que mide la
la estimación del área de ocupación a diferentes es- idoneidad del hábitat basada en las variables ambien-
tales.
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métodos
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libro rojo de aves de colombia
finalmente a 1 km de modo que coincidiera con la en los pixeles con información. Se extrapoló en
resolución espacial de los modelos desarrollados. las regiones sin información dentro de la capa de
La presencia de nubosidad en las imágenes cobertura del año más reciente de cada especie,
Landsat usadas en la construcción de las capas de un valor de área correspondiente a la proporción
bosque era alta en la región del Pacífico para el de cambio entre la distribución original y la re-
año 2000 y, para el 2010, en las zonas altas de los manente. De esta manera el hábitat remanente
Andes. La imagen del 2000 fue corregida usando ajustado correspondió a la cantidad de hábitat
la imagen de 2010, particularmente en la zona cuantificada al año 2010 y 2007 respectivamente,
del Pacífico, ya que el uso de imágenes Radar en más un valor extrapolado del área de los pixeles
2010 permitió sortear la presencia de nubes ca- sin información en proporción a la tasa de cam-
racterística de esta región. Se infirió entonces que bio entre la distribución original y la remanente
la presencia de bosque en el 2010 era producto de de acuerdo a la siguiente ecuación:
la presencia de bosque 10 años atrás, y se asumió
que un bosque no se habría regenerado en un pe- HR
HRAJ = HR + × HRSI
riodo inferior a 10 años. De esta manera, todos DO
los pixeles que en el 2000 pertenecían a la cate-
goría sin información y que en el 2010 aparecían Se calculó la pérdida de hábitat de la especie
como bosque, fueron tomados como pixeles de en dos momentos: desde su distribución original,
bosque en el 2000 (53 % de los pixeles sin infor- y en los últimos 10 años (según la información
mación fueron convertidos a bosque, mayormen- disponible), de acuerdo a los criterios de evalua-
te en la región Pacífica). ción para el riesgo de extinción (IUCN 2001, 2012,
Las coberturas asociadas a las especies con 2013). El cálculo desde su distribución original se
otros hábitats además de bosque (incluidas las hizo restando al área de distribución original, el
especies acuáticas), fueron extraídas de las capas área del hábitat remanente de la especie. A su vez,
generadas en el proyecto de implementación de el cálculo de la pérdida de hábitat en 10 años se
la metodología Corine Land Cover en Colombia hizo restando al área de hábitat de la especie en
para los años 2001 (construido con fuentes de in- la fecha más reciente de cada capa (2000 y 2001
formación del periodo 2000-2002) y 2007 (cons- respectivamente) el área de hábitat de la especie
truido con fuentes de información del periodo remanente (2001 y 2007 respectivamente).
2005-2009) (IDEAM, 2010; IDEAM et ál. 2012). Debido a que las fechas promedio de las ca-
Estas capas fueron generadas a escala 1:100 000 pas de cobertura Corine Land Cover tenían una
a través de la clasificación de imágenes satelita- diferencia de 6 y no de 10 años (2001 y 2007), se
les LandSat y SPOT, y contienen la descripción calculó la tasa de cambio del hábitat de la especie
de la cobertura y uso de la tierra en Colombia en el periodo de 6 años (2001-2007) y se extra-
(Tabla 4). Para su uso en el análisis de la pérdida poló el área de hábitat de la especie al año 2011
de hábitat las capas fueron convertidas a formato (4 años más) siguiendo la siguiente ecuación:
raster a una resolución de 1 km2.
Debido a la existencia de regiones sin infor- H − H 2001
mación, tanto en las capas de bosque y no-bosque H 2011 = H 2007 + 2007 × ( 2011 − 2007 )
H 2001
como en las de Corine Land Cover, se decidió
hacer un ajuste al valor del hábitat remanente, es
decir, a la capa del año más reciente (2010 y 2007 Donde el área de hábitat de la especie al 2011
respectivamente). Para esto se asumió que la pro- H2011 corresponde al área hábitat al 2007 H2007 ,
porción de cambio de hábitat en los pixeles sin más la tasa de cambio entre el periodo 2007 y
información era igual a la proporción de cambio 2001 H 2007 − H 2001 extrapolada hasta el año 2011
H 2001
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métodos
(multiplicada por 4 años: 2011-2007). Cuando se convierte en una resta, siguiendo la relación con
existe pérdida de hábitat para la especie, el área de la pérdida de hábitat. Si por el contrario existe una
hábitat en el 2001 es mayor que en el 2007, lo ganancia en el hábitat de la especie, el área de há-
que convierte la tasa de cambio en un valor nega- bitat en el 2001 es menor que en el 2007, lo que
tivo. Cuando esto ocurre, la suma de la ecuación convierte la tasa de cambio en un valor positivo.
Tabla 4. Leyenda de unidades de coberturas de la tierra de acuerdo con la metodología corine Land Cover escala
1:100 000 adaptada para Colombia. Imagen tomada de IDEAM (2010).
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libro rojo de aves de colombia
38
métodos
Cuando se analiza el riesgo de extinción de un El criterio A está diseñado para identificar especies
taxón, se determina si lo datos disponibles son que han experimentado una disminución sustan-
adecuados y suficientes. Si no lo son, la especie cial en el tamaño de sus poblaciones en el pasado o
es asignada a la categoría de datos insuficientes se proyecta dicha disminución en el futuro, o una
(DD). Si los datos son adecuados, se determina si combinación entre lo que ha ocurrido en el pasado
la especie se encuentra extinta (EX) o extinta en y lo que se proyecta en el futuro. El criterio se di-
vida silvestre (EW). Si no lo está se considera la vide en cuatro subcriterios que abarcan diferentes
posibilidad de que se encuentre en una categoría momentos en el tiempo (véase Tabla 5). El lapso
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libro rojo de aves de colombia
de tiempo para el cual se evalúa el porcentaje de sencia (EOO) y el área de ocupación (AOO). Así
reducción de población es tres generaciones o diez mismo, utilizamos los mapas de distribución y
años, cuando se desconoce la duración de una ge- pérdida de hábitat para determinar si una especie
neración. Es preciso identificar si la reducción de tenía una distribución severamente fragmentada
la población se basa en a) una observación directa, (bien sea su distribución original o la resultante
b) un índice de abundancia apropiado para la es- de los procesos de pérdida de hábitat) y las medi-
pecie, c) una disminución en el área de ocupación, ciones de cambio de hábitat en 10 años para iden-
extensión de presencia y/o calidad de hábitat, d) tificar si la especie está experimentando pérdida
niveles actuales o potenciales de explotación, e) el de hábitat e inferir disminuciones poblacionales.
efecto de especies introducidas, hibridación, pató- Para algunas especies se contaba con información
genos, contaminantes, competidores o parásitos sobre la desaparición en algunas localidades don-
(IUCN 2014). de previamente se encontraba.
Los cambios de la proporción de hábitat de Bajo el criterio C se determina si las especies
la especie dentro de su área de distribución original tienen poblaciones pequeñas y están disminuyen-
nos permitieron determinar el porcentaje de pérdi- do o podrían disminuir en el futuro cercano. Para
da o ganancia de hábitat en 10 años. Para las espe- considerar que una especie se encuentra amena-
cies en las cuales tres generaciones corresponden a zada bajo este criterio debe estar por debajo del
más de 10 años estimamos el porcentaje de cambio umbral de una categoría y cumplir con uno de
de hábitat en tres generaciones asumiendo una tasa dos subcriterios (véase Tabla 5).
constante. Utilizamos la información ecológica de Para obtener estimaciones poblacionales
las especies para inferir si la tasa de reducción po- de las especies utilizamos el área de ocupación
blacional era mayor o menor al ritmo de cambio ponderada por idoneidad de hábitat para esti-
del hábitat. Por ejemplo, para especies sensibles a la mar un área efectivamente ocupada por la especie
degradación de hábitat, vulnerables a presiones se- (AOO). Al multiplicar esta área por la densidad
lectivas como la cacería o sujetas a comercio, el rit- poblacional reportada para la especie, estimamos
mo de disminución poblacional puede ser superior el tamaño de la población. Cuando se contaba
al de pérdida de hábitat. Para determinar el tiempo con varias estimaciones de densidad poblacional
generacional de las especies se utilizó información para una especie se utilizó la más conservadora
suministrada por BirdLife International. (la más baja). Para muchas especies no se contaba
El criterio B sirve para identificar especies con estimaciones de densidades poblacionales, en
con distribuciones restringidas o severamente estos casos utilizamos como sustitutos densida-
fragmentadas, por lo que experimentan una dis- des obtenidas para especies del mismo género o
minución continua y/o fluctuaciones extremas. con atributos ecológicos similares (por ejemplo,
Las dimensiones de la distribución se miden con la densidad poblacional de un águila de bosque
respecto a la extensión de presencia (EOO) para el como sustituto de la densidad poblacional de
subcriterio B1 y el área de ocupación (AOO) para otra águila de bosque). De nuevo, si se contaba
el subcriterio B2. Si una especie cae por debajo de con varias estimaciones se utilizó la densidad po-
los umbrales de estas mediciones de distribución, blacional reportada más baja. Esta aproximación
debe cumplir con dos de tres opciones para ser probablemente lleva a obtener umbrales máximos
considerada como amenazada: a) la distribución de tamaño poblacional, lo cual nos condujo a tra-
debe ser severamente fragmentada o existir en tar esta información con cautela, pero sirvió para
pocas localidades, b) disminución continua, o c) obtener estimaciones de tamaños poblacionales
fluctuaciones extremas (IUCN 2014, véase tabla 4). ecológicamente informadas.
Para el caso colombiano utilizamos los mé- Bajo el criterio D se evalúan especies que
todos ya descritos al estimar la extensión de pre- tienen poblaciones muy pequeñas o muy restrin-
40
métodos
gidas y existe una amenaza antrópica o natural (colombiana) es objeto de inmigración desde las
posible (IUCN 2014, véase Tabla 5). Utilizamos regiones vecinas. Si la especie no es objeto de in-
los métodos descritos en los criterios B y C para migración o no se sabe con certeza, no se modifi-
obtener estimaciones del área de distribución y ca la categoría obtenida. Si la especie sí es objeto
del tamaño poblacional, información de las fichas de inmigración, se analiza si se espera que esta
elaboradas por los colaboradores, o nos basamos inmigración disminuya con el tiempo. Si se con-
en el conocimiento del evaluador para determinar sidera que no se reducirá la inmigración, se dis-
la existencia de una amenaza posible. minuye la categoría de amenaza en un nivel (por
Por último, para que una especie califique ejemplo de EN a VU). Por otro lado, si se estima
como amenazada bajo el criterio E debe tener que habrá disminución en la inmigración o no se
una alta probabilidad de extinción en un análisis sabe que ocurrirá con esta, se debe analizar si la
cuantitativo, como por ejemplo un análisis de via- población colombiana es un sumidero. Si la po-
bilidad poblacional. Para ninguna especie de ave blación colombiana fuera un sumidero se aumen-
colombiana se cuenta con suficiente información taría la categoría en un nivel. Si no es sumidero o
para este tipo de análisis. En consecuencia, el cri- no se sabe, la categoría inicial no se modifica. En
terio E no fue utilizado en esta obra. general, no se sabe si las poblaciones colombianas
son sumideros porque no se tienen datos precisos
Ajuste regional que indiquen si la tasa de natalidad es inferior a la
de mortalidad.
Una vez evaluada una especie de acuerdo al pro- Por otra parte, para las especies migratorias
cedimiento descrito anteriormente, se verificó si visitantes (migratorias que no se reproducen en
es endémica de Colombia o no. Cuando la espe- Colombia), se analiza si las condiciones fuera de
cie es endémica del país su evaluación de riesgo Colombia se están deteriorando. Si hay un dete-
corresponde a una evaluación global y por lo tan- rioro o no se sabe, no hay cambio en la categoría
to no requiere de un ajuste de carácter regional. obtenida con respecto a la categorización a escala
Para las especies compartidas con otros países la global. Si no hay un deterioro de condiciones por
probabilidad de extinción en Colombia puede no fuera de Colombia, se analiza si dentro del país
ser independiente de lo que está ocurriendo con se están deteriorando las condiciones. Si esto está
las poblaciones de la especie en las regiones veci- ocurriendo, no se modifica la categoría. Si no hay
nas y por esto es necesario hacer un ajuste de eva- un deterioro en el país o este es poco probable, se
luación de carácter regional. Con este propósito examina si la población reproductora podría resca-
se siguieron los lineamientos para la aplicación de tar la población regional en caso de que esta de-
las categorías y criterios de listas rojas a niveles crezca. Si no es el caso o no se sabe, no se modifica
regionales y nacionales versión 4.0 (IUCN 2012). la categoría, pero si dicho rescate es probable, se
De manera sintética el procedimiento utili- disminuye la categoría en un nivel.
zado fue el siguiente. Una vez evaluada la especie Al final del ajuste regional se escribe el códi-
de acuerdo a los criterios globales, se determinó go que describe cada categoría, criterios, subcrite-
si la especie es migratoria o no. Para las especies rios y calificadores para cada uno de los niveles de
no migratorias se analizó si la población regional amenaza en que se encuentra la especie.
41
libro rojo de aves de colombia
A. Reducción del tamaño poblacional. Reducción poblacional (se mide considerando el periodo más largo, ya
sea 10 años o 3 generaciones) basada en cualquiera de A1 a A4
En Peligro Crítico (CR) En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
A1 ≥ 90 % ≥ 70 % ≥ 50 %
A2, A3 y A4 ≥ 80 % ≥ 50 % ≥ 30 %
42
métodos
43
libro rojo de aves de colombia
E. Análisis cuantitativo
En Peligro Crítico
En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
(CR)
≥ 50 % en 10 años o 3 ≥ 20 % en 20 años o 5
Indica que la probabi-
generaciones, el que sea generaciones, el que sea
lidad de extinción en ≥ 10 % en 100 años
más largo (100 años más largo (100 años
estado silvestre es:
máximo) máximo)
3 Tomado y traducido de: iucn Standards and Petitions Subcommittee. 2013. Guidelines for Using the iucn Red List Ca-
tegories and Criteria. Version 10. Prepared by the Standards and Petitions Subcommittee. Downloadable from http://
www.iucnredlist.org/documents/RedListGuidelines.pdf.
44
SÍNTESIS DE RESULTADOS
45
libro rojo de aves de colombia
46
síntesis de resultados
es tan precaria como en la mayor parte de su dis- podrían en cualquier momento barrer las pobla-
tribución suramericana. ciones de estas dos especies.
Crax alberti es un paujil endémico de El cucarachero de pantano (Cistothorus apo-
Colombia, severamente afectado por la pérdida y linari) es una especie endémica de Colombia con
fragmentación de bosques y la cacería. Su distribu- poblaciones muy reducidas y localizadas en los
ción hoy es relictual, especialmente en los piede- márgenes de humedales altoandinos con juncales
montes de la Sierra Nevada de Santa Marta y de las o eneales. Como muchas otras especies se ha vis-
cordilleras Central y Oriental. La especie no solo to muy negativamente afectada por la pérdida de
debería ser protegida de modo más efectivo en los estos hábitats. Al igual que todo el conjunto de
sitios en los que aún existe, sino que debería ser re- especies de humedales altoandinos requiere de la
introducida en sitios seguros con hábitat de buena recuperación de los humedales tanto en extensión
calidad como el cañón del río Claro en Antioquia. como en calidad de aguas, hábitats y control de
Podiceps occipitalis es un zambullidor con especies invasoras. Esta especie requiere del con-
una población también extremadamente reducida trol poblacional de ratas, gatos, perros y chamones
y fragmentada. La especie requiere de un mane- (Molothrus bonariensis). Para evitar su extinción se
jo activo que involucre la recuperación de lagos requiere de un manejo activo, pero la inacción de
altoandinos oligotróficos y la erradicación de las las autoridades ambientales responsables de su pro-
truchas introducidas, en especial aquellos cerca- tección la llevará a su extinción en el corto plazo
nos a donde se encuentran aún poblaciones de la en la Sabana de Bogotá, el valle de Ubaté, el Lago
especie, por lo tanto de fácil recolonización. de Tota, etc. Las poblaciones asociadas a hume-
El cóndor de los Andes (Vultur gryphus), a dales de páramo están disminuyendo menos rápi-
pesar de ser el ave emblema del país y de haber damente, pero de no tomarse medidas efectivas su
sido objeto de procesos de reintroducción y va- extinción es solo cuestión de tiempo. Como todas
rias investigaciones, ha pasado de estar en peligro las especies endémicas del país en peligro crítico su
a estar en peligro crítico. De seguir esta tendencia recuperación debe recibir una prioridad máxima.
no hay duda de que se extinguirá en pocas genera- Pseudocolopteryx acutipennis tiene una situa-
ciones. Las medidas de conservación de la especie ción muy similar a la especie anterior (poblaciones
deben ser mucho más asertivas involucrando no muy reducidas y localizadas en los márgenes de
solo la protección y reintroducción de la especie, humedales altoandinos con juncales o eneales) y
sino también la recuperación de hábitat y en es- se vería favorecida de las mismas iniciativas de ma-
pecial la reintroducción de las poblaciones de las nejo activo para la conservación del cucarachero
especies silvestres de la cuales se alimenta (como el de pantano.
venado cola blanca Odocoileus virginianus). Esto Thryophilus nicefori es una especie endé-
requerirá la implementación sin dilación de medi- mica de los bosques secos de los cañones de los
das efectivas de control de cacería en los páramos ríos Chicamocha y Suárez. El conocimiento de la
que albergan poblaciones de cóndores y de rein- ecología de la especie y de oportunidades para su
troducción de las especies de grandes mamíferos conservación ha mejorado de manera muy impor-
silvestres en donde hayan desaparecido. tante en la última década y media. Debe proce-
Tanto Leptotila jamaicensis como Icterus derse sin dilación en el mejoramiento del hábitat
leucopteryx se encuentran en el territorio colom-
de la especie.
biano exclusivamente en la isla de San Andrés (la
primera representada por una subespecie endémi-
síntesis global
ca). La vulnerabilidad intrínseca de estas especies
de resultados
con una distribución muy reducida se ha visto
agravada por la extensa pérdida de hábitat en la En esta obra (volumen I y volumen II) se analiza
isla y la vulnerabilidad a los huracanes, los cuales el riesgo de extinción de la totalidad de las espe-
47
libro rojo de aves de colombia
cies de aves residentes en Colombia permanente La primera tiene poblaciones locales en los volca-
o estacionalmente. Seguimos el sistema de cate- nes del sur de Nariño y se encuentra ampliamente
gorías y criterios de la IUCN (2014) y utilizamos distribuida a lo largo de los Andes hasta el sur
los lineamientos regionales (IUCN, 2012) en las de Bolivia. La segunda anida en el cayo Cangrejo
evaluaciones de aquellas especies que no son en- frente a la isla de Providencia, pero tiene una am-
démicas del país. plia distribución en el mar Caribe.
Utilizamos criterios de filtrado de especies Para el proceso de la evaluación generamos
(IUCN 2012) para decidir si analizar o no algunas datos originales sobre velocidad de cambio en la
de ellas. No evaluamos especies transeúntes, las cobertura de los hábitats de cada especie (como
cuales pasan por el país en algún momento de su un referente para estimar la velocidad de cambio
migración y continúan hacia otras regiones. Tam- en el tamaño poblacional), distribución geográfi-
poco evaluamos aquellas especies residentes en el ca y tamaño poblacional. Estos datos se encuen-
país para las cuales consideramos que la población tran en la sección “Situación de la Especie”. Pro-
nacional constituye menos de un 2 % de la pobla- veer explícitamente los datos permite que estos
ción global, tal como ha sido sugerido por la UICN puedan ser evaluados por otros autores.
en algunos documentos (IUCN 2012). Tampoco En Colombia una especie se encuentra ex-
hicimos análisis de riesgo a nivel de subespecie o tinta (endémica), 140 se encuentran en alguna ca-
poblaciones regionales. Las subespecies incluidas tegoría de amenaza (55 endémicas): 3 en peligro
en este libro (por ejemplo Ammodramus savan- crítico-probablemente extintas (2 endémicas), 14
narum caucae) son taxones endémicos de Co- en peligro crítico (7 endémicas), 56 en peligro
lombia. Seguimos como autoridad taxonómica el (23 endémicas) y 67 son vulnerables (23 endémi-
South American Classification Committee (SAAC). cas). Adicionalmente, 28 especies se consideran
No obstante, en unas pocas excepciones divergi- casi amenazadas (3 endémicas) y 9 son insuficien-
mos del comité (véase Apéndice 4). Los cambios tes de datos (véase Apéndice 3).
taxonómicos y la manera apropiada de escribir los Para las especies endémicas de Colombia
nombres científicos se presentan en el Apéndice 4. esta obra constituye el análisis más profundo y
Estos criterios de filtrado y de autoridad detallado de riesgo de extinción, por lo tanto sus
taxonómica son indispensables, pero no están conclusiones deben ser consideradas la categoría
exentos de implicaciones. Específicamente, algu- global de dichas especies. La evaluación de riesgo
nas subespecies endémicas o casi endémicas del de las especies casi endémicas de Colombia tam-
país no se encuentran en este Libro rojo a pesar bién debería ser ajustada con base en los análisis
de estar seriamente amenazadas. Por ejemplo, de aquí presentados. Algunos de estos cambios son
acuerdo a la información disponible de la garcita muy significativos. A manera de ejemplo, Arami-
Ixobrychus exilis bogotensis, endémica de los hume- des wolfi ha sido considerada por décadas una es-
dales del altiplano cundiboyacense, consideramos pecie amenazada. No obstante, la información re-
que se encuentra en peligro crítico de extinción. ciente ha permitido determinar que efectivamente
No obstante, la especie cuenta con poblaciones de esta especie no cumple con los criterios para ser
otras subespecies en tierras bajas de otras regiones considerada como tal ni se acerca a cumplirlos.
del país, y al evaluar la especie como un todo, esta Algunas especies amenazadas en Renji-
no se encontraría amenazada. Es posible que en el fo et ál. (2002) no han sido consideradas como
futuro taxones como Pyrrhura picta caeruleiceps y parte de la avifauna amenazada residente en Co-
Pyrrhura picta subandina sean consideradas espe- lombia en esta obra (Renjifo et ál. 2014; Renji-
cies válidas y pasarían a ser especies amenazadas. fo et ál. 2016) por diversas razones. Crypturellus
El filtrado de porcentaje de población presente en columbianus y Crypturellus saltuarius, previamen-
el país hace que especies como Oreomanes fraseri te consideradas especies endémicas del país, son
y Puffinus lherminieri no hayan sido analizadas. ahora consideradas como parte de Crypturellus
48
síntesis de resultados
erythropus. Pterodroma phaeopygia es una especie tañosos del Darién o parques nacionales en cada
transeúnte (Apéndice 3). No se conoce una pobla- una de estas montañas. Las montañas del Darién
ción residente de Acestrura bombus en el país. Por albergan (junto con la Sierra Nevada de Santa
último, se sabe que Sporophila insulata no es una Marta) la mayor concentración de especies ame-
especie endémica sino un híbrido entre S. telasco y nazadas de toda Colombia. No obstante, no se
S. minuta (De las Casas et ál. 2004). encuentran incluidas dentro del Sistema Nacional
Por último, queremos destacar la enorme de Parques Nacionales.
responsabilidad que tienen las autoridades am- Buena parte de las Corporaciones Autóno-
bientales de evitar la extinción de las especies en mas Regionales (CAR) del país tienen en su juris-
sus respectivas jurisdicciones. Parques Nacionales dicción especies en peligro crítico de extinción y
debería establecer bien sea un gran parque nacio- tienen como responsabilidad tomar medidas efecti-
nal que proteja el conjunto de los sistemas mon- vas para evitar su inminente desaparición (Tabla 6).
Tabla 6. Especies en peligro crítico de extinción y las CAR responsables de su protección (especies endémicas con asterisco).
CAR Especie
CAM Vultur gryphus
CAR Buteogallus solitarius, Cistothorus apolinari*, Crypturellus obsoletus*, Pseudocolopteryx
acutipennis, Vultur gryphus
CARDER Hapalopsittaca fuertesi*, Vultur gryphus
CAS Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Thryophilus nicefori*, Vultur gryphus
CDMB Thryophilus nicefori*, Vultur gryphus
CORALINA Icterus leucopteryx, Leptotila jamaicensis
CORANTIOQUIA Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Lipaugus weberi*
CORDECHOCÓ Buteogallus solitarius
CORNARE Crax alberti*
CORPAMAG Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Netta erythrophthalma, Vultur gryphus
CORPOAMAZONÍA Buteogallus solitarius, Pseudocolopteryx acutipennis
CORPOBOYACÁ Pseudocolopteryx acutipennis, Cistothorus apolinari*, Thryophilus nicefori*
CORPOCALDAS Hapalopsittaca fuertesi*, Vultur gryphus
CORPOCESAR Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Vultur gryphus
CORPOCHIVOR Buteogallus solitarius
CORPOGUAJIRA Buteogallus solitarius, Crax alberti* (posiblemente), Vultur gryphus
CORPOGUAVIO Buteogallus solitarius
CORPOMACARENA Buteogallus solitarius
CORPONARIÑO Podiceps occipitalis, Vultur gryphus
CORPONOR Vultur gryphus
CORPOURABÁ Crax alberti*
CORTOLIMA Hapalopsittaca fuertesi* (posiblemente), Podiceps occipitalis, Vultur gryphus
CRC Buteogallus solitarius, Eriocnemis isabellae*, Podiceps occipitalis, Vultur gryphus
CRQ Hapalopsittaca fuertesi*, Podiceps occipitalis (posiblemente),Vultur gryphus
CSB Crax alberti*
CSV Crax alberti*
49
libro rojo de aves de colombia
GALBULA PASTAZAE
JACAMAR COBRIZO 2
3 COPPERY-CHESTED JACAMAR
2 SÍNTESIS DE INFORMACIÓN 4
ÁNGELA MARÍA AMAYA-VILLARREAL
ECOLOGÍA AMENAZAS
7
5
Habita bosque nublado premontano y mon- La principal amenaza para este jacamar es la
tano bajo, se encuentra frecuentemente en pérdida de hábitat por deforestación en las la-
bordes de bosque y en vegetación secundaria deras bajas de los Andes orientales, para darle
(Collar et ál. 1992; Stattersfield et ál. 1998). paso a la agricultura, especialmente de café y
té (López-Lanús 2002; BirdLife International
Se posa en parejas en los estratos bajos como
2011; Itziar Olmedo 2011). Por otro lado, en
otros jacamares (Poulsen y Wege 1994;
mayo del 2008 el Concejo Municipal de Orito
Ridgely y Greenfield 2001). Es de distribu-
aprobó varios megaproyectos, entre los cuales
ción restringida entre 600-1700 m (Hilty y está la carretera que uniría los municipios de
Brown 1986; Collar et ál. 1992; Stattersfield Orito, Putumayo e Ipiales, Nariño (Sitio Ofi-
et ál. 1998); la mayor parte de su área de dis- cial de Orito en Putumayo-Colombia, 2009).
tribución está en Ecuador, en Colombia solo Aunque a finales del 2009 no había ningún
se conoce en El Carmen, Nariño, donde en informe de ejecución en la página web del
1970 se colectaron cuatro especímenes (Fitz- municipio, se puede inferir que los bosques
patrick y Willard 1982) y en la estación de de los valles de Guamuez y Sucio (Putumayo
bombeo Guamuez, Putumayo (Salaman et y Nariño) quedarán cada vez más expuestos a
ál. 2002). la explotación, lo que amenaza la superviven-
cia del Jacamar Cobrizo.
6 POBLACIÓN
HISTORIA DE VIDA 8
Generalmente está cerca a corrientes de agua,
No hay información para la especie.
senderos o árboles caídos, es poco común
(Ridgely y Greenfield 2001), y existen subpo- MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
blaciones pequeñas localizadas (BirdLife In- TOMADAS 9
ternational 2011). Se estima que hay 1.1-1.8
Las localidades donde se ha registrado en Co-
individuos por km2 (BirdLife International lombia no tienen ninguna figura de protección.
2011). El Jacamar Cobrizo forrajea en ban- En Ecuador existen importantes poblaciones en
dadas mixtas y se alimenta de escarabajos, el Parque Nacional Podocarpus y en las reservas
avispas y mariposas nocturnas (Salaman et ál. ecológicas Cayambe Coca y Antisana (Itziar Ol-
2002; López-Lanús 2002. medo 2011; BirdLife International 2011).
guía de lectura
1. Nombre científico: esta obra de la Unión de Ornitólogos ejemplo pérdida de hábitat,
sigue los nombres y el orden Americanos. cacería, comercio, contami-
taxonómico del Comité de 4. Autor o autores de la ficha de nación, etc.
Clasificación de Aves Surame- síntesis de información. 8. En esta sección se incluyen da-
ricanas (SACC) de la Unión de tos (si existen) sobre la historia
5. En esta sección se incluyen los
Ornitólogos Americanos. de vida utilizados para el pro-
hábitos de la especie, ámbito
2. Nombre común en español ceso de evaluación de riesgo
altitudinal, tipo de hábitat,
según Hilty y Brown (2001); tales como longevidad, edad
abundancia relativa, dieta, pe-
en algunos casos los siguientes de primera reproducción, etc.
riodo reproductivo, densidad
nombres han sido compilados 9. Información sobre acciones de
poblacional, etc.
por los autores de cada ficha, conservación que han sido to-
especialmente para aquellas 6. Estimaciones del tamaño po-
madas para proteger a la espe-
especies descritas después de blacional de la especie, en los
cie, como programas de cría
2001. casos en que existe tal infor- en cautiverio, inclusión en un
3. Nombre en inglés según el mación. apéndice de cites, etc. Indica
Comité de Clasificación de 7. Descripción de las amenazas también si la especie se en-
Aves Suramericanas (SACC) que enfrenta la especie, por cuentra en áreas protegidas.
50
guía de lectura
10
13
GALBULA PASTAZAE
CRITERIO A EOO
densidad más baja habría 4045 in-
13 183 KM2 dividuos en el país < 10 000 indivi-
Esta especie ha perdido el 12.8 % de ÁREA DE HÁBITAT duos maduros. Dado que el hábitat
su hábitat, 0.8 % de este entre los REMANENTE
de la especie está en disminución se
4692 KM2
años 2000 y 2010. La especie no estima que lo mismo está ocurriendo
ÁREA REMANENTE
experimenta una rápida reducción PONDERADA POR con la población de la especie. Apa-
de sus poblaciones, por lo cual no se IDONEIDAD DE HÁBITAT rentemente existe una sola pobla-
aproxima a los umbrales del criterio. (AOO ESTIMADA)
ción continua en el país.
3677 KM2
VU C2a(ii)
CRITERIO B PORCENTAJE DE CAMBIO
2000-2010
12 B1 EOO = 13 183 km2 < 20 000 km2
DE HÁBITAT
-0.81 % AJUSTE REGIONAL 14
pero no se encuentra severamente PORCENTAJE TOTAL DE
La especie es un taxón residente re-
PÉRDIDA DE HÁBITAT
fragmentado. Hay una disminución 12.8 % productor, aparentemente es objeto
continua en extensión y/o calidad UNA GENERACIÓN de inmigración, no se sabe si la inmi-
de hábitat (iii). 6.2 AÑOS gración disminuirá por la deforesta-
NT B1ab(iii). 3 GENERACIONES ción cerca a la frontera y la población
18.6 AÑOS
B2 Área de hábitat remanente= 4692 regional no parece ser un sumidero.
km2; AOO = 3677 km2 > 2000 km2 No cambia la categoría regional.
CRITERIO C CONCLUSIÓN 15
Se estima que la densidad poblacional de la espe- VU C2a(ii)
cie es 1.1 a 1.8 ind/km2. Teniendo en cuenta la NT B1ab(iii)
16
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
86
10. Categoría de amenaza nacio- califica como amenazada en 15. Conclusión del análisis de
nal, siguiendo los criterios de cada criterio y subcriterio. riesgo de extinción que mues-
la uicn 2013. En algunos ca- 13. Datos utilizados durante el aná- tra los criterios, subcriterios
sos la especie califica en más y calificadores por los cuales
lisis de riesgo. EOO= área de
de una categoría. La categoría se considera la especie como
extensión de presencia, AOO=
apropiada es la que represen- amenazada o casi amenazada.
área de ocupación, porcentaje
ta mayor riesgo de extinción 16. El mapa de la izquierda pre-
de cambio de hábitat en un
la cual se indica en el primer senta la distribución de la espe-
periodo de 10 años, porcenta-
renglón del código que sin- cie: en rojo el hábitat perdido
tetiza la evaluación del riesgo je total de pérdida de hábitat
y en verde el hábitat rema-
de la especie. y tiempo de tres generaciones.
nente. El mapa de la dere-
11. Autores de la sección “Situa- 14. El ajuste regional indica la in- cha presenta la idoneidad de
ción de la especie” Renjifo, L. formación utilizada para rea- hábitat; en la escala el rojo es
M., Amaya-Villarreal, A. M., justar la categoría obtenida y si alta idoneidad y el azul es baja
Burbano-Girón, J., y Velás- es el caso alcanzar una catego- idoneidad.
quez-Tibatá, J. ría final de riesgo de extinción
12. En esta sección se documenta de la especie a nivel regional.
el proceso de categorización. Para las especies endémicas no
Se explican las causas por las es necesario ajustar la catego-
cuales la especie califica o no ría obtenida.
51
especies extintas
podiceps andinus
© robin h. schiele
podiceps andinus
Zambullidor Cira
Colombian Grebe
síntesis de información
ángela maría amaya-villarreal y luis miguel renjifo
ecología amenazas
Actualmente extinto, el Zambullidor Cira era Se cree que, en febrero de 1977, R. Ridgely
endémico de Colombia y tenía una distribu- fue la última persona en ver a esta especie, en
ción restringida en los departamentos de Cun- el Lago de Tota (Fjeldså 1993; Renjifo et ál.
dinamarca y Boyacá, a elevaciones entre 2500 y 2002). Sin embargo, C. Pérez afirma haber
3015 m. Habitaba lagunas y lagos con juncales visto una pareja anidando en el lago Socha-
densos en sus orillas. En Cundinamarca se en- gota a finales de los años ochenta (Renjifo
contraba en la Laguna de Fúquene, Laguna de et ál. 2002). La última estimación poblacional
Cucunubá, Laguna de La Florida, Laguna de fue hecha por M. K. Rylander, quien calculó
La Herrera, embalse del Muña, La Caro, Mos- trescientos individuos en Tota en 1968 (King
quera y Sabana de Bogotá (Collar et ál. 1992). 1978-1979 en Collar et ál. 1992). El esfuerzo
En la década de1960 existía en el Lago de de un posterior trabajo en campo para buscar
Tota la planta acuática Potamogeton illinoensis, a P. andinus en Cundinamarca y Boyacá du-
muy importante para el Zambullidor Cira por- rante septiembre de 1981, no consiguió nue-
que albergaba presas para la alimentación de vos registros de la especie ni evidenció condi-
este. Sin embargo, en 1981 esta planta había ciones favorables del hábitat (Fjeldså 1993).
sido remplazada por Elodea canadense, la cual Los humedales de la sabana bogotana y
impedía a este zambullidor sumergirse (Collar los asociados con el río Bogotá en la laguna
et ál. 1992). Esta especie era de hábitos gre- de La Florida se drenaron casi completamen-
garios, se solía observar en grupos de 10 a 30 te en 1981. Por otro lado, también desde ese
individuos en el Lago de Tota (Borrero in litt. entonces las lagunas de La Herrera, Fúquene
en Fjeldså 1993). Lo único que se sabe sobre y Cucunubá se convirtieron en hábitats inade-
sus hábitos reproductivos es que las hembras cuados para P. andinus por su contaminación,
ponían huevos en agosto y que construían sus erosión, drenaje y deterioro de la calidad del
nidos flotantes en juncos (Collar et ál. 1992). agua (Renjifo et ál. 2002).
55
situación de la especie EX
renjifo et ál. 2016
ajuste regional
Era un taxón endémico de Colombia por lo cual no
es necesario hacer un ajuste regional.
conclusión
EX. Registros
56
especies amenazadas
chauna chavaria
© daniel uribe
chauna chavaria
chavarría
northern screamer
síntesis de información
johana edith zuluaga-bonilla y ana maría umaña
59
chauna chavaria
pantano. La nidada se compone lidades donde ha sido registrada, por creencias populares (C. Ruiz
de entre 2 y 7 huevos (Del Hoyo encontrándose poblaciones de y F. Estela com. pers.), de hue-
et ál. 1992; Botero 2002). hasta 50 individuos (Zuluaga- vos, cría en cautiverio (J. M. Ruiz
Se tienen diferentes regis- Bonilla 2009), aunque en sitios com. pers.) y semicautiverio (J. E.
tros en los valles bajos de los ríos históricamente registrada como Zuluaga-Bonilla obs. pers.), en
Magdalena, Atrato y Sinú (Hilty VP Isla de Salamanca (Botero diferentes edades (Zuluaga-Sán-
y Brown 2001), así como en los 2002) no se ha vuelto a reportar chez et ál. 2007; J. E. Zuluaga-
humedales de la llanura del Ca- desde el 2002 (C. Ruiz y F. Es- Bonilla obs. pers.), ya sea como
ribe, donde ha sido observada tela com. pers.). mascota, para alimento, vigi-
constantemente. Se han registra- lancia (casa, fincas o negocios)
do varios individuos en las Cié- amenazas contra depredadores y en raras
naga de Ayapel (Botero 2002) ocasiones para comercializarlos
La principal amenaza de la espe-
y en la Ciénaga de Baño se ha (Zuluaga-Sánchez et ál. 2007;
cie es la pérdida de hábitat por
observado un grupo de 6 indivi- Zuluaga-Bonilla 2009), pueden
modificación y contaminación,
duos perchados a 14 m de altu- estar afectando directamente a la
debido a la desecación de hume-
ra, sobre árboles de matarratón especie.
dales con el fin de incrementar
(Gliricidium sepium), otro gru-
la frontera agrícola y ganadera
po de 4 individuos perchados historia de vida
(Prada et ál. 2004; Zuluaga-
a 25 m de altura en árboles de
Sánchez et ál. 2007; C. Ruiz y F. Según pobladores locales de San
campano (Samanea saman) y un
Estela com. pers.), hecho que se Martín y San Alberto (Cesar) a
grupo de 12 individuos alimen-
presenta fuertemente en las cié- los 8 meses de edad el individuo
tándose en las zonas anegadas
nagas de la llanura Caribe (A. M. presenta su plumaje completo
formadas por las lluvias en los
Umaña y M. Álvarez obs. pers.) de adulto.
potreros cerca al espejo de agua
y Magdalena Medio (J. E. Zu-
(J. M. Ruiz com. pers.). En mayo
luaga-Bonilla obs. pers). Otras medidas de
de 2009 se observaron alrede-
causas de la transformación del conservación
dor de 6 parejas que vocalizaban
hábitat son la tala para extracción
constantemente, perchadas a tomadas
de madera artesanal o industrial
diferentes alturas en los alrede-
(Castillo y Johnston 2002), la La especie se encuentra en el
dores de las ciénagas formadas
construcción de camellones para PNN Los Katíos (Botero 2002) y
por el río San Jorge (A. M. Uma-
evitar el flujo de agua, el con- el DMI Bahía de Cispatá (Baptis-
ña y M. Álvarez obs. pers.). En
trol del caudal de los ríos que te y Franco 2006). Así mismo, la
noviembre de 2010 se observó
afecta la llegada de agua dulce a mayoría de sitios donde se regis-
una pareja vocalizando constan-
las ciénagas y caños, y el verti- tra la especie son AICA (Franco-
temente en los alrededores de la
miento de desechos domésticos Maya y Bravo 2005) y pertene-
Charca de Guarinocito (J. E. Zu-
y agrícolas en las aguas (J. M. cen a jurisdicción de diferentes
luaga-Bonilla obs. pers.).
Ruiz com. pers.). En la Ciénaga corporaciones autónomas regio-
de Palagua-Boyacá, el espejo nales, aunque esta situación no
población ha garantizado la protección del
de agua se encuentra altamente
La población de esta especie contaminado por residuos deri- hábitat y la especie.
en el país ha sido estimada entre vados del petróleo, producto de En la Ciénaga de Palagua-
los 2000 y los 10 000 individuos dos petroleras (Zuluaga-Bonilla Boyacá y Montería-río Sinú,
(Rose y Scott 1997; Botero y Macana 2009). algunos individuos se localizan
2002). Posiblemente su abun- Factores como la cacería de en dos fincas, en las cuales se
dancia varía en las diferentes loca- subsistencia, consumo de carne encuentra totalmente prohibida
60
chauna chavaria
61
chauna chavaria
ajuste regional
conclusión
La especie es un taxón residente reproductivo.
VU C2a(i).
Dada la presencia de importantes barreras geográfi-
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
62
oressochen jubatus
© félix uribe
oressochen jubatus
pato carretero
orinoco goose
síntesis de información
jorge enrique parra, marcela beltrán, alexandra delgadillo y carlos ruiz-guerra
64
oressochen jubatus
debe ser también estudiado en los Llanos Orien- Varios estudios han registrado la especie a lo
tales colombianos. No obstante, cabe anotar que largo del departamento de Casanare. El 30 de julio
individuos observados en octubre de 2014 en al- de 2012, durante un recorrido de 22 km, se obser-
gunas localidades del Valle del Cauca como la La- varon un total de 1500 parejas a lado y lado de la
guna de Sonso (Buga) probablemente correspon- carretera en un sector conocido como Las Taparas,
den a aves escapadas (Ruiz-Guerra obs. pers.). De ubicado en la cuenca del río Guachiría en jurisdic-
acuerdo con estudios realizados por la Asociación ción del municipio de Paz de Ariporo (Casanare).
Calidris, entre los meses de julio a octubre, se En este sitio se contabilizó un número menor de
pueden observar parejas en la sabana inundable individuos durante la época seca, lo cual evidencia
del Casanare defendiendo un territorio (Ruiz- posibles movimientos de la especie (Ruiz-Guerra
Guerra et ál. 2014). Algunas parejas pueden en- et ál. 2014). El 13 de marzo de 2013 se contabi-
contrarse cerca de otras especies como la Iguasa lizaron 1972 individuos de Pato Carretero, en su
común (Dendrocygna autumnalis), Iguasa Careta mayoría adultos, congregados a orillas de un hu-
(Dendrocygna viduata), Pato Yaguaso (Ama- medal ubicado en el hato El Boral, jurisdicción del
zonetta brasiliensis), así como garzas e ibis. Los municipio de Trinidad (Casanare). En esa misma
morichales, esteros y bajos de la sabana inunda- fecha y en el mismo municipio, también se obser-
varon 2623 individuos de Pato Carretero congre-
ble son de los hábitats más comúnmente usados
gados a orillas de un humedal conocido como El
por el Pato Carretero, pero es posible observarlo
Lagunazo rodeado de abundantes palmas de mo-
también al borde de carreteras y en potreros que
riche (Mauritia fluxuosa), Reserva Natural de la
comparte con chigüiros (H. hydrochaeris), vacas,
Sociedad Civil (RNSC) Lagunazo. En este sitio se
cerdos y aves de corral, o incluso algunos indivi-
observaron polluelos bajo el cuidado de un adul-
duos de esta especie se pueden observar cerca de
to, así como varios grupos de individuos jóvenes.
diferentes tipos de construcciones humanas. Sin
Igualmente, en marzo de 2015 en el humedal La
embargo, el Pato Carretero es fácilmente ahuyen-
Cristalina, perteneciente a la RNSC Chaviripa, ubi-
tado por la presencia de personas a una distancia
cada en el municipio de Paz de Ariporo (Casana-
menor a los 100 m (C. Ruiz-Guerra obs. pers.).
re), se encontraron 902 individuos que incluían fa-
En la época seca tiene lugar la temporada
milias con polluelos y grupos de individuos adultos
reproductiva entre diciembre y marzo, principal-
que utilizaban las orillas de este cuerpo de agua y
mente en enero en Colombia y Venezuela (Kriese morichales cercanos. En la RNSC La Aurora en el
2004). Las parejas realizan despliegues de cortejo municipio de Hato Corozal (Casanare), 125 in-
en las orillas de las lagunas, donde los machos cui- dividuos fueron observados, varios de los cuales
dan de sus parejas con graznidos y aleteos ante la correspondían a familias con polluelos y jóvenes.
presencia de rivales (J. E. Parra obs. pers.). Anidan Oressochen jubatus se ha registrado en época
en huecos de árboles que recubren con plumón seca sobre la Laguna de Tinije entre los municipios
donde ponen de 6 a 10 huevos de color crema de Aguazul y Maní en el departamento del Casana-
pálido (Delacour 1954). Existe evidencia de pa- re, donde se observaron aproximadamente 40 in-
rasitismo reproductivo intraespecífico, con nida- dividuos en enero de 2009 (J. E. Parra obs. pers.).
das de más de 34 huevos (Kriese 2004). Uno de También existen registros sobre los ríos Guayabero
sus predadores naturales es la anaconda Eunectes y Duda en el departamento del Meta (Renjifo et ál.
murinus (Rivas 2000); en sitios de anidación en 2002). Entre julio de 2012 y abril de 2015, la Aso-
Trinidad, Casanare, el Guaraguaco común (Ca- ciación Calidris ha registrado el Pato Carretero en
racara cheriway) y la babilla (Caiman crocodilus) los municipios del Casanare: Hato Corozal, Maní,
son también depredadores de huevos, polluelos y Nunchía, Paz de Ariporo, San Luis de Palenque y
jóvenes (C. Ruiz-Guerra obs. pers.). Trinidad (Ruiz-Guerra et ál. 2014).
65
oressochen jubatus
66
oressochen jubatus
de aves sean también pocos co- mismo, los humedales ubicados medidas de
nocidos, lo cual se suma a los en el municipio de Trinidad, se
conservación
fuertes procesos de transforma- caracterizan por presentar abun-
ción que enfrenta la Orinoquia
tomadas
dantes morichales, los cuales en
colombiana, procesos motivados la Orinoquia, constituye en mu- Dentro del área de distribución
por el establecimiento de em- chos casos, la única fuente de del pato carretero en Colombia,
prendimientos productivos de agua permanente para la fauna se encuentran dos AICA: el hu-
gran extensión. Igualmente, as- de la sabana durante el periodo medal La Lipa (Arauca) y el PNN
pectos como el cambio en los re- de sequía (Lasso et ál. 2013), El Tuparro (Vichada) (BirdLife
gímenes de propiedad de las tie- entre los que se incluye al Pato International y Conservation
rras, la transformación de áreas Carretero. Sin embargo, los mo- International 2005). En 2009,
naturales a cultivos o plantacio- la Asociación Becarios del Casa-
richales de la Orinoquia colom-
nes forestales, y la consecuente nare (ABC), en convenio de coo-
biana tienen una situación crítica
alteración de dinámicas de fue- peración con la Gobernación de
por las amenazas actuales y po-
gos e inundación pueden ge- Casanare, realizó una caracteri-
tenciales de los grandes desarro-
nerar fuertes impactos sobre las zación biológica de la Laguna de
llos agrícolas y energéticos (gas
comunidades de aves (Restrepo- Tinije con el objeto de ampliar
y petróleo) (Lasso et ál. 2013).
Calle et ál. 2010). Esto resulta el conocimiento de su biodiver-
El Pato Carretero presenta sidad en los hábitats que la ro-
aun más preocupante si se tiene
una alta pérdida de huevos du- dean. Con este estudio se propu-
en cuenta la baja representativi-
rante la incubación principal- sieron varias recomendaciones a
dad de la sabana inundable en
mente por la acción de depre- la gobernación acerca del mane-
el sistema de áreas protegidas en
dadores (Kriese 2004). Una alta jo, protección y uso de la laguna,
el Orinoco colombiano. Todo
sobrevivencia de polluelos pue- sitio donde se reproduce el Pato
lo anterior pone de manifiesto
de ser uno de los factores más Carretero (J. E. Parra obs. pers.).
que aunque el Pato Carretero es
importantes para asegurar un En la actualidad, el predio
particularmente abundante en el
nororiente del departamento del suficiente reclutamiento para el Lagunazo, ubicado en la ve-
mantener poblaciones estables reda Porvenir de Guaichiría, es
Casanare, los procesos de trans-
de la especie. De esta manera, una Reserva Natural de la Socie-
formación de los ecosistemas
la conservación de hábitats cla- dad Civil. Debido a las grandes
han afectado probablemente su
ves como los morichales y otro concentraciones de individuos
distribución original y en la ac-
tipo de humedales rodeados de de Pato Carretero en los muni-
tualidad las mayores poblacio-
pasto patero proporcionan áreas cipios de Paz de Ariporo, Trini-
nes se restringen precisamente
ideales para la alimentación, el dad y Hato Corozal, el Institu-
a aquellas áreas menos pobladas
levante de polluelos y la muda de to Alexander von Humboldt y
por humanos en las cuales cier-
BirdLife International han de-
tas actividades extractivas se han los adultos.
signado las AICA Reservas de la
llevado a cabo en menor grado.
vereda Altagracia que incluye a
De hecho, hasta el 2014 en los historia de vida
la RNSC El Lagunazo, el AICA La
sectores de Las Taparas, El La-
No hay información para la Aurora, el AICA Chaviripa-Rubí y
gunazo, el Boral, La Cristalina y
especie. el AICA Las Taparas.
la Aurora no existen cultivos de
palma aceitera (Elaeis guianen-
sis) y la ganadería extensiva es
la principal actividad económica
(Ruiz-Guerra et ál. 2014). Así
67
oressochen jubatus
criterio a eoo
criterio c
554 874 km2
El porcentaje total de pérdida de há- La población combinada de Colom-
área de hábitat
bitat se desconoce pues no se cuenta remanente
bia y Venezuela se estima entre 5000
con información precisa de la distri- 5478 km 2
a 10 000 individuos (T. McNish in
bución histórica de los humedales porcentaje de cambio litt. en Birdlife International 2015c)
de hábitat 2001-2011
del país. Por otra parte dentro de y en disminución por pérdida de há-
-38.7 %
la distribución actual de la especie bitat y cacería. Por lo tanto, se estima
porcentaje total de
se presentó una importante pérdi- pérdida de hábitat que la población nacional se encuen-
da de hábitat estimada en 38.7 % a desconocido tra por debajo del umbral de 10 000
lo largo de 10 años (se consideran una generación individuos maduros. Dado que esta
7.8 años
hábitats de la especie lagunas, lagos especie tiene una gran capacidad de
3 generaciones
y ciénagas naturales, ríos, vegeta- 23.4 años vuelo y que realiza migraciones in-
ción acuática sobre cuerpos de agua tratropicales, se considera que toda la
y zonas pantanosas). La población población colombiana hace parte de
se ha venido reduciendo como consecuencia de una misma subpoblación.
la pérdida de hábitat y la cacería. Si se toma en VU C2a(ii).
cuenta la pérdida de hábitat como un indicador
de reducción poblacional y se considera adicio- criterio d
nalmente que la especie es objeto de cacería, la La especie no califica como amenazada bajo el
población parece haberse reducido en más de un criterio D.
30 % en 3 generaciones (23 años) y se proyecta
que esta tendencia continuará por lo menos en el ajuste regional
futuro cercano.
Las poblaciones colombiana y venezolana hacen
VU A2cd+4cd.
parte de una misma población regional, por lo
tanto, están vinculadas por un intenso intercam-
criterio b
bio de individuos. Adicionalmente, la población
B1 EOO = 554 874 km2 >> 20 000 km2. La especie venezolana está siendo afectada por el mismo tipo
no califica como amenazada bajo el subcriterio B1. de amenazas que afectan a la población colombia-
B2 Área de hábitat remanente dentro de la na. En consecuencia, no resulta apropiado reducir
distribución de la especie = 5478 km2 > 2000 km2. la categoría de la especie en un paso. Por lo tanto,
La especie no califica como amenazada bajo el se mantiene la categoría obtenida en la evaluación.
subcriterio B2.
conclusión
VU A2cd+4cd; C2a(ii).
68
oressochen jubatus
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
69
sarkidiornis melanotos
© juan carlos marín marmolejo
sarkidiornis
melanotos
Pato brasileño
Comb Duck
síntesis de información
yanira cifuentes-sarmiento, juan david amaya-espinel y felipe a. estela
71
sarkidiornis melanotos
72
sarkidiornis melanotos
73
sarkidiornis melanotos
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
74
anas georgica
© félix uribe
anas georgica
Pato Pico de Oro
Yellow-billed Pintail
síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones
76
anas georgica
laguna, de 153 individuos por km2 (intervalo de Junto con el deterioro del hábitat, la cacería
confianza del 95 %= 94-249) (Wildlife Conserva- y el saqueo de nidos fueron las posibles causas de
tion Society, datos no publicados). la extinción de A. g. niceforoi (Borrero 1952; Ne-
Es relativamente común en los humedales gret 2001). Las poblaciones de A. g. spinicauda
altoandinos de Nariño-Putumayo, pero es esca- pueden ser susceptibles a estas actividades. En el
sa e inconstante en los humedales del PNN Com- río Guamúez y el Valle de Sibundoy se ha docu-
plejo Volcánico Doña Juana-Cascabel y Puracé. mentado cacería de esta especie. Por otra parte,
También es rara en el valle alto del Cauca; ahí a pesar de que las nidadas son de hasta 10 hue-
se observaron 42 individuos en enero de 2004 vos, el registro de grupos familiares compuestos
(Ayerbe-González y Lehmann-Albornoz 2005) por apenas 2 pichones indica que puede darse
correspondientes a A. g. spinicauda (no a A. g. una depredación de aves jóvenes o huevos que se
niceforoi como indican Ayerbe-González y Leh- encuentran muy expuestos a personas y animales
mann-Albornoz 2005). domésticos (perros y gatos) que habitan en áreas
agrícolas y ganaderas que rodean los humedales.
amenazas
historia de vida
Se estima un área de ocupación en el país de 99 km2
No hay información para la especie.
(Naranjo 2002b). Los principales humedales donde
se ha registrado (La Cocha y el Valle de Sibundoy)
se encuentran rodeados por áreas agrícolas y gana-
medidas de conservación
deras, en las que se practica el drenaje de humeda- tomadas
les para expansión del terreno cultivable y de pas- Se encuentra en el PNN Puracé, aunque no de
toreo, lo cual ha eliminado casi la totalidad de los manera constante. Hay pocos registros en el PNN
humedales del Valle de Sibundoy. Tiene un bajo Complejo Volcánico Doña Juana-Cascabel y en el
grado de tolerancia a la transformación del paisaje, AICA Haciendas ganaderas del norte del Cauca. Es
pues depende estrictamente de humedales poco más frecuente en los SFF La Corota y Galeras, y en
profundos que generalmente poseen abundante las AICA Laguna de La Cocha y Cumbal (BirdLife
vegetación emergente. International 2011).
77
anas georgica
78
anas georgica
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
79
anas cyanoptera
© daniel uribe
anas cyanoptera
pato colorado
cinnamon teal
síntesis de información
yanira cifuentes-sarmiento, ghislaine cárdenas-posada y giovanni cárdenas
81
anas cyanoptera
La determinación del es- cacería deportiva son sin duda las molecular y morfológica. Este
tado actual de la población del mayores amenazas a las pobla- proyecto ha contado con el
VGRC se complica por la presen- ciones de esta especie (Borrero apoyo de la Iniciativa de Espe-
cia ocasional de la subespecie 1972; Fernández 2004; Cárde- cies Amenazadas de la Funda-
migratoria del Neártico, A. c. nas et ál. 2008). De igual forma ción Omacha. Su objetivo fue
septentrionalis (Sibley 2000, CVC la escasez de sitios de reproduc- evaluar el estado poblacional,
2007a), pero se han estimado ción y la pobre calidad de los estimar el tamaño poblacional
hasta 392 individuos/mes (Ci- sitios de alimentación, principal- de las dos subespecies presentes
fuentes-Sarmiento 2009). Otro mente en el VGRC, pueden estar en el VGRC, así como determinar
estudio estimó una densidad de relacionados con la disminución la distribución espacio-temporal
10 ind/km2 y un tamaño pobla- de sus poblaciones (Green 1996; del Pato Colorado en la región.
cional de 450 individuos para los Gale 2001; Renjifo et ál. 2002). Por su parte Wildlife Con-
humedales del VGRC (Cárdenas servation Society (WCS) - Pro-
et ál. 2008). Para el Huila se han medidas de grama Colombia, llevó a cabo
estimado 60 individuos (J. Sán- conservación el proyecto “Iniciativa de eva-
chez com. pers.), 40 individuos tomadas luación para aves amenazadas y
en la Ciénaga Grande de Santa endémicas del valle medio del
El Instituto Humboldt, en con- río Cauca”, (Cárdenas et ál.
Marta (Duks Unlimited-Rivera
venio con la CVC, clasificó a A. 2008) con el objetivo de eva-
2005) y cinco individuos en
cyanoptera como una de las 48 luar el estado de las poblaciones
Nariño (Wetlands International
especies de aves con prioridad en varios humedales y revisar el
2003; Ruiz-Guerra et ál. 2007). media de conservación en este estado de su hábitat, por medio
En el Chocó solo se han reporta- departamento (CVC 2007a). En de registros históricos, explora-
do tres individuos en un hume- el documento “Planes de ma- ciones e información secundaria
dal del río Juná (J. Zuluaga com. nejo para 18 vertebrados ame- recolectada por organizaciones
pers.). Existen registros esporá- nazados del departamento del locales. En esta iniciativa se re-
dicos de varios individuos en el Valle del Cauca” (CVC 2007b) se gistraron 163 individuos del
Meta (McNish 2007). incluye al Pato Colorado como Pato Colorado en 12 humeda-
una de las especies priorizadas les, de los cuales siete fueron
historia de vida para el Valle del Cauca (Cárde- nuevas localidades.
Alcanza la madurez sexual al año nas y Ávila 2007). En un plano
de vida y puede vivir aproxima- local (en el Valle del Cauca), el
damente 12 años (Clapp et ál. Pato Colorado se considera en
1982). La supervivencia de ju- Peligro Crítico (S1-S1S2) se-
veniles e individuos de segundo gún el Centro de Datos para la
Conservación (CDC), de la Cor-
año (anillados en California) es
poración Autónoma Regional
de 29 % y 46 % respectivamente
del Valle del Cauca (CVC) (CVC
(Kozlik 1972).
2007a).
A partir de esto, en el
amenazas
VGRC, la Asociación Calidris
El drenaje, la eutrofización, la ha liderado el proyecto “Estado
contaminación y la colmatación actual de la especie en peligro
de los humedales (Restrepo y Anas cyanoptera (Pato Colo-
Naranjo 1987, Cárdenas y Ávila rado)” y ha apoyado investiga-
2007, Cárdenas et ál. 2008) y la ciones sobre la caracterización
82
anas cyanoptera
83
anas cyanoptera
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
84
netta erythrophthalma
© robin h. schiele
netta erythrophthalma
pato negro
southern pochard
síntesis de información
juan f. freile, arne j. lesterhuis, robert p. clay y luis miguel renjifo
86
netta ery throphthalma
en África (Johnsgard 1978; King 1981; Madge y donde se ha documentado una sola localidad con
Burn 1988). No obstante, Lehmann (1957) re- más de 1000 individuos (Antas y Resende 1983).
portó que fue abundante en algunos humedales En los censos neotropicales de aves acuáticas de-
en Valle del Cauca, con bandadas de hasta 200 sarrollados durante los últimos 15 años (Blanco y
individuos. Carbonell 2001), se documentan poquísimos
conteos superiores a 100 ejemplares. La población
población máxima estimada para toda la región de los Andes,
Caribe, Cauca, Magdalena y Pacífico (Venezuela,
La especie ha declinado dramáticamente en Co-
Colombia, Ecuador y Perú), apenas alcanzaría
lombia, incluso en Valle del Cauca, donde fue
1000-2000 individuos (Freile et ál. 2016).
presuntamente abundante seis décadas atrás (Le-
hmann 1957), y en la sabana de Bogotá, donde
amenazas
también se reportó como abundante (Olivares
1969). Los últimos registros documentados con Las causas de la rápida disminución poblacional en
especímenes datan de 1976 (Ciénaga Grande de Colombia no son claras, pero se cree que la cace-
Santa Marta) y 2001 (Paso de la Torre), mientras ría y el deterioro de humedales son las principales
que las últimas observaciones provienen de Enga- amenazas. La sedimentación de humedales por el
tivá, en las inmediaciones de Bogotá (1977) (Hilty estado de deforestación de sus alrededores oca-
y Brown 1986) y Ciénaga Grande de Santa Mar- siona el deterioro de hábitats acuáticos y reduc-
ta (2012). Este último registro, el más reciente, ción del tamaño y profundidad del humedal (Kear
comprende 4 individuos observados por Richard 2005). Otras causas de pérdida o deterioro de há-
Johnston y un grupo de funcionarios del SFF Cié- bitat son el drenaje y polución por la expansión
naga Grande de Santa Marta en la localidad Rin- de las fronteras industrial, urbana y agropecuaria,
cón Guapo, el 4 de marzo de 2012 (Ruiz-Guerra principalmente la conversión de humedales en cul-
et ál. 2012). No se registró en los censos anuales tivos de arroz. También es probable que la cacería
de aves acuáticas entre 2002 y 2013 (Cifuentes- haya diezmado considerablemente sus poblacio-
Sarmiento y Castillo-Cortés 2013). nes (Callaghan y Green 1993; Botero 2002).
Las estimaciones poblacionales para la re-
gión neotropical son imprecisas debido a la falta historia de vida
de información cuantitativa incluso en escalas lo-
No existe información sobre esta especie.
cales. Hace dos décadas, Rose y Scott (1994) es-
timaron un máximo de 25 000-50 000 individuos
medidas de conservación
en la región. Estimativos más recientes sugieren
una población neotropical menor, pero solo brin- tomadas
dan datos para la población del este y sureste de La localidad de donde proviene el último registro
Brasil (10 000-25 000 individuos) y Venezuela de esta especie (cuatro individuos observados en
(<2500 individuos) (Delany y Scott 2002; Wet- 2012) está protegida dentro del SFF de la Ciénaga
lands International 2006, 2015). Grande de Santa Marta.
Estos estimativos podrían estar sobrestiman-
do la población real de la especie en Suramérica,
87
netta ery throphthalma
situación de la especie CR D
renjifo et ál. 2016
ajuste regional
Registros
Es un taxón residente. Dado que la especie está
en una situación igualmente precaria a través de
su distribución en Suramérica, es poco probable
88
oxyura jamaicensis
© daniel uribe
oxyura jamaicensis
pato andino
ruddy duck
síntesis de información
loreta rosselli y henry david benítez-castañeda
90
oxyura jamaicensis
91
oxyura jamaicensis
(obs. pers.) contaron entre 15 y 18 individuos en los cazadores por su buen sabor y ser una buena
Jaboque en el censo de aves acuáticas de 2009 y fuente de proteína (Macana 2007), La Herrera (S.
una visita en enero de 2010. Según los datos de Maldonado com. pers.) y ocasionalmente en Ti-
los conteos navideños de la ABO en Juan Amari- bitoc (J.V. Sánchez com. pers.). En Fúquene los
llo, después de finalizar la obra de construcción pobladores también colectan los huevos (Morales-
de un lago en el tercio alto del humedal la pobla- Rozo et ál. 2007). E. Constantino (com. pers.)
ción ascendió de 10 individuos en el 2003 a 45 también considera la cacería como una posible
en el 2004 y 70 en el 2005. En el 2006 solo se amenaza para el Pato Andino en el sector del PNN
contaron 23 individuos, en el 2009 A. Paz (com. Los Nevados así como la contaminación de lagunas
pers.) dice haber visto máximo 5 y L. Rosselli no y pozas con pesticidas de los cultivos de papa aleda-
observó ninguno en varias visitas. Sin embargo, ños, pisoteo de ganado y la presencia de perros de
durante una visita realizada en enero de 2010, las fincas vecinas (O. Castellanos en prensa).
Benítez-Castañeda (obs. pers.) observó alrededor En la Laguna del Otún los elementos de pesca
de 28 individuos en este humedal, lo cual indica (nylon y anzuelos) dejados por pescadores presen-
que tal vez la especie no permanece en el sitio y es tan un peligro para la especie. O. Castellanos (en
importante monitorear más de cerca su población. prensa) encontró 11 individuos muertos por esta
En algunas de las gravilleras del valle del río causa entre 2005 y 2010. La presencia de visitantes
Siecha en Guasca (Cundinamarca), la población y pescadores también causan destrucción de huevos
ha disminuido hasta el punto de registrar números y abandono de nidos. En Tota, Macana y Zuluaga-
menores a diez. Esta situación también se atribu- Bonilla (datos no publicados) también mencionan
ye a la reducción del nivel del agua, a causa del los trasmallos de los pescadores y las basuras que
intenso verano causado por el fenómeno del niño son arrojadas al lago como amenaza para especies
en 2009 y en 2010 (Benítez-Castañeda obs. pers). como esta que forrajean en agua abierta.
En marzo de 2006 L. Rosselli observó 11 indivi- Una buena parte de la población de O. ja-
duos en la Laguna de Suesca. maicensis está en estanques de fincas privadas de
Durante una visita realizada en noviembre de manera que una amenaza potencial es el manejo
2012 a la laguna de La Herrera (Cundinamarca), que los dueños le den a esos cuerpos de agua. Re-
Benítez-Castañeda, registró tan solo cuatro indi- cientemente (2008) la mayor parte de la Laguna
viduos en uno de los sectores que aún conservaba del Salitre (Hacienda Timaná, en el municipio de
un pequeño espejo de agua; lo anterior, debido Guasca) fue secada por los propietarios, lo cual
a la fuerte sequía durante ese periodo de tiempo. prácticamente acabó con la población de O. ja-
En la Laguna del Otún, O. Castellanos (en maicensis, pues en los conteos navideños anuales
prensa) observó entre 75 y 156 en 13 censos en- de la ABO se venía registrando un promedio de 21
tre el 2001 y el 2010, promedio 129.8 ± 25.6 d.e., ind (± 16 d.e., n=9) entre el 2000 y el 2008, y en
algo inferior a lo registrado en 25 censos anterio- el conteo navideño del 2009 no se vio ninguno.
res (141.6 ± 26.3) Botero (2002). Rosselli (2011) observó máximo 2 individuos en
En 2010 E. Constantino (com. pers.) informó varias visitas en el 2009 y ninguno en marzo de
sobre un grupo de más de 10 individuos que se ha 2010; cabe anotar que este pequeño cuerpo de
establecido y ha permanecido por varios meses en agua fue habilitado para la recreación y pesca de-
el sector norte de la laguna de La Cocha. portiva por los propietarios actuales.
La presencia de ratas, así como de perros y ga-
amenazas tos en los humedales también representa factores
de amenaza para individuos adultos, juveniles y
Para esta especie la cacería es un factor de amenaza
polluelos así como para los huevos. Esta situación
directa en las lagunas de Fúquene (Morales-Rozo
es común en humedales del Distrito, en donde
et ál. 2007) y de Tota, en donde es preferida entre
92
oxyura jamaicensis
en algunos casos, pese a la vigi- ción del PNN Los Nevados haya soteo del ganado y recuperar la
lancia ejercida, se hace difícil el establecido una serie de normas vegetación de la ronda de los hu-
control de este tipo de animales para controlar adecuadamente la medales (Castellanos en prensa).
(Benítez-Castañeda obs. pers.). actividad de ecoturismo y cuidar En la Sabana de Bogotá, el
Se han observado disputas los sectores críticos (Castellanos pantano de Tibitoc anexo a la
territoriales entre O. jamaicensis en prensa). Entre el 2006 y el planta de tratamiento Tibitoc
y Fulica americana. Esta última 2007, el área de Ecosistemas del de la EAAB está manejado por
intimida constantemente a los Ministerio de Ambiente, Vivien- la Concesionaria Tibitoc S.A. y
individuos de O. jamaicensis, da y Desarrollo Territorial hizo tiene acceso restringido, lo cual
especialmente a las hembras, en la gestión para proponer esta garantiza la conservación de la
humedales como Juan Amarillo, importante área de humedales población de O. jamaicensis en
La Conejera en Bogotá, y en como zona Ramsar, designación el sitio. La otra población impor-
Neuta en Soacha. No obstante, que fue aprobada en el 2008 tante de la laguna de La Herre-
pese a que O. jamaicensis res- (Castellanos en prensa; Galeano ra se ha visto beneficiada por las
ponde a las agresiones de F. ame- 2008). Uno de los argumentos acciones solitarias y voluntarias
ricana, esta situación puede es- más importantes para la desig- de S. Maldonado, un ciudada-
tar generando desplazamientos nación de este complejo de hu- no conservacionista que recorre
(Benítez-Castañeda obs. pers.). medales como zona de interés continuamente la laguna, con-
La laguna de La Herrera, ambiental para la humanidad trola la invasión de la vegetación
el humedal más grande de los fue precisamente la presencia flotante con remoción manual,
que quedan en la Sabana (Van de la población del Pato Andi- crea espejos de agua y diversifica
der Hammen 2003) y que alo-
no (Oxyura jamaicensis andina) hábitats.
ja una importante población de
según el criterio 6: “Un hume- El manejo de los humedales
O. jamaicensis además de otras
dal deberá ser considerado de distritales a través de su admi-
aves acuáticas, está en avanzado
importancia internacional si sus- nistración por parte de organi-
grado de deterioro por la des-
tenta de manera regular el 1 % de zaciones no gubernamentales
trucción de los cerros aledaños
los individuos de una población financiadas por la EAAB, aunque
para explotación de canteras y
de una especie o subespecie de intermitente, ha sido beneficioso
la contaminación de aguas. No
aves acuáticas” (Ramsar 2009). mediante la remoción de vegeta-
hay acciones visibles por parte
En 2008, según Decreto 233 ción para diversificar hábitats y el
de las autoridades ambientales
de enero del 2008 de Minam- control de perros en estos eco-
para conservarla.
biente, el complejo de lagunas sistemas. Un ejemplo ilustrador
de Chingaza, en donde está la es el del humedal de Tibanica.
historia de vida
especie, también fue declarado Tras meses de ausencia de admi-
No hay información para la sitio Ramsar. Otras medidas de nistración se había perdido todo
especie. conservación tomadas incluyen el espejo de agua por invasión de
la prohibición de las actividades vegetación acuática en el 2009 y
medidas de de pesca deportiva en esta y otras no había ningún Pato Andino. A
conservación áreas protegidas a partir del año mediados del 2010 nuevamen-
tomadas 2008 con base en la ley segunda te fue activado un contrato de
de 1959 y el aislamiento, con la administración que empezó a
El conocimiento sobre la ecolo-
colaboración de los propietarios, trabajar en la remoción de vege-
gía de la reproducción de las aves
de ocho humedales habitados tación acuática y en pocos meses
acuáticas en la Laguna del Otún
por aves acuáticas, con el fin de llegaron nuevamente algunos
ha llevado a que la administra-
disminuir el efecto nocivo del pi- individuos (Rosselli et ál. 2010).
93
oxyura jamaicensis
En Jaboque la Asociación para el Desarrollo Social miento de una población del Pato Andino deben
y Ambiental ADESSA ha mantenido manualmen- ser estudiadas a fondo para no repetir errores.
te espejos de agua en el sector del Brazo de Villa De otro lado, pese a que O. jamaicensis es
Gladys, gracias a lo cual ha sido posible que allí una especie exclusiva de aguas abiertas, se hace
se concentre y mantenga la principal población de necesario una estructura compleja de vegetación
Patos Andinos en este humedal. acuática que sirva como soporte de nidos y refu-
gio para las aves. Se sugiere contemplar amplias
medidas de conservación zonas de vegetación a manera de islas o parches en
propuestas riberas y otras zonas de humedales que favorezcan
la reproducción de esta y otras especies. El mane-
Sería importante que las Corporaciones Autóno-
jo que también se le da a la vegetación acuática
mas Regionales con autoridad en los sitios don-
de se encuentra la especie tuvieran más control en algunos humedales del Distrito, así como en
e información sobre los cuerpos de agua en sus la Laguna de Fúquene, deberá considerar medi-
jurisdicciones e informaran a los finqueros sobre das de control para no arrasar con nidos o redu-
la importancia de las aves presentes en sus pro- cir dicha vegetación con el fin de habilitar grandes
piedades. En particular, faltan acciones efectivas espejos de agua que en algunos casos pueden
en la laguna de La Herrera, el último relicto de resultar ineficaces para el sostenimiento de aves
humedal de importancia en la Sabana (Van der acuáticas. Un ejemplo de esta situación ocurrió
Hammen 2003) y el humedal de Gualí, en el que en el humedal La Florida y específicamente en la
no hay medidas visibles de protección de la biota. laguna que queda ubicada en el parque del mismo
Los planes de manejo de los humedales distri- nombre. Para el año 2000 se estimaba una pobla-
tales deberían tener medidas y objetivos específicos ción de cerca de 30 individuos y posteriormente el
para el aumento y mantenimiento de las poblacio- número descendió hasta tal punto que no se vol-
nes de especies amenazadas como O. jamaicensis, vieron a registrar individuos en diferentes jornadas
sin perder de vista las otras. El caso de Juan Ama- de censos, conteos y múltiples visitas realizados en
rillo puede proveer una importante lección de ma- un periodo de alrededor de diez años (Benítez-
nejo; las razones de su falla en lograr el estableci- Castañeda obs. pers.).
94
oxyura jamaicensis
una generación
EN B2ab(iii,v).
6.2 años ajuste regional
3 generaciones
criterio c 18.6 años La subespecie O. j. andina es un
taxón residente endémico de Co-
La recopilación de tamaños poblacio-
lombia, por lo tanto no es necesario
nales en las diferentes localidades en
hacer un ajuste regional.
las que se encuentra la especie a través de su distri-
bución presentadas por Rosselli y Benítez- Casta-
conclusión
ñeda en la síntesis de información indican que la
población es inferior a 2500 individuos maduros EN B2ab(iii,v); C2a(ii).
y sigue disminuyendo. La mayor parte (> 95 %) de
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
95
crax alberti
© daniel uribe
crax alberti
paujil colombiano,
PAUJIL DE PICO AZUL,
PAVÓN COLOMBIANO
blue-billed curassow
síntesis de información
josé manuel ochoa-quintero, isabel melo vásquez y miguel moreno-palacios
97
crax alberti
fragmentos de bosque tan pe- los árboles (lo cual representa cuentan los frutos de Iryanthera
queños podría depender de su bosques viejos) y la densidad ulei, Virola sebifera, Pseudolme-
conectividad con bosques ale- poblacional de C. alberti en la dia laevis, Protium heptaphilum,
daños. La especie puede cruzar reserva El Paujil (Moreno-Pala- Dialium guianense, Inga sp.
pequeñas áreas abiertas como cios 2007). (Moreno-Palacios 2007; Urue-
carreteras y servidumbres de Los nidos se han obser- ña 2008), Margaritaria nobilis
oleoductos (Cuervo et ál. 1999; vado en bordes de bosque en y Pouroma bicolor (Moreno-
Moreno-Palacios 2007). los que abundan lianas y beju- Palacios 2007); y flores de Grias
El conocimiento de la eco- cos (Cuervo et ál. 1999; Ochoa foetidissima (Moreno-Palacios
logía de la especie está princi- et ál. 2005; Rodríguez 2008; 2007; Urueña 2008).
palmente restringido a la época Moreno-Palacios 2007). Los
reproductiva que, por lo general, nidos son ubicados a alturas población
se extiende de diciembre a abril entre 1.9 y 8 m (Ochoa et ál.
C. alberti ha sido considerado
coincidiendo con la época más 2005; Urueña 2008) y se estima
como una especie poco común
seca del año (Cuervo et ál. 1999; un periodo de incubación de 30
y con distribución restringida
Ochoa et ál. 2005; Rodríguez a 32 días (Ochoa et ál. 2005).
(Hilty y Brown 1986; Cuervo
2008), aunque hay registros de Los polluelos son nidífugos
(Medina y Castañeda 2005). 2002). Strahl et ál. (1994 cita-
machos emitiendo vocalizacio-
nes de cortejo desde noviembre Los paujiles suelen visi- do por BirdLife Internacional
(Moreno-Palacios 2007) y se ha tar pequeñas quebradas en el 2000), estimaron que esta espe-
reportado un nido activo en sep- bosque durante la época seca cie tendría una población total
tiembre (Quevedo et ál. 2008). (Cuervo 2002). Pasan la noche entre 1000 y 2500 individuos.
Estas observaciones provienen en dormideros que son ocupa- Posteriormente, Cuervo y co-
de zonas de bosque húmedo dos por individuos solitarios laboradores (1999) estimaron
tropical. (Urueña 2008), parejas (Mo- que la población total de la es-
La mayoría de los registros reno-Palacios 2007) o grupos pecie no superaría los 1500 in-
consisten en machos emitiendo de tres individuos (Ochoa et ál. dividuos, cálculo que se obtuvo
pujidos de cortejo (p. ej. 60 % 2005; Urueña 2008). Los cam- sin una metodología específica y
de las observaciones en Ochoa pesinos reconocen zonas donde fue únicamente basado en ob-
et ál. 2005 y 70 % de Melo et ál. los paujiles toman baños de are- servaciones recientes de la espe-
2008). También se han repor- na o aserrín de troncos en des- cie del nororiente de Antioquia.
tado hembras solitarias, parejas composición y áreas donde re- Melo y colaboradores (2008)
adultas y grupos conformados mueven la hojarasca para buscar estimaron 1350 individuos en
hasta por seis individuos (Ochoa alimento (Urueña 2008). un área que representaba 30 %
et ál. 2005; Moreno-Palacios Esta especie tiene una dieta del área potencial remanente en
2007; Rodríguez 2008). No amplia que incluye frutos, plán- 2002 en el nororiente de Antio-
hay información precisa sobre el tulas, anélidos, grandes artrópo- quia, usando la densidad pobla-
uso de hábitat, pero se observan dos, animales en descomposi- cional estimada por González
en el interior y el borde del bos- ción (Cuervo y Salaman 1999) (2004) en esa región del país.
que (Ochoa et ál. 2005; Rodrí- y flores (Moreno-Palacios 2007; Rodríguez (2008) estimó 7448
guez 2008), así como en todos Urueña 2008) que busca en el individuos en el área de hábitat
los estratos del bosque (Cuervo suelo (Cuervo 2002; Urueña potencial remanente reportada
2002; Rodríguez 2008). Sin 2008). Se han identificado 15 por Cuervo et ál. 2002 usan-
embargo, existe una correlación especies vegetales en la dieta do las densidades poblacionales
positiva entre el diámetro de de C. alberti, entre las que se obtenidas en la reserva El Paujil.
98
crax alberti
La densidad poblacional 1981 citado por Cuervo 2002) de polluelos para mantenerlos
de esta especie se ha estimado han sido fuertemente deforesta- en cautiverio o para comerciali-
en tres reservas regionales. En das (Cuervo 2002). En un área zarlos es otra práctica que afecta
el cañón del río Alicante (depar- que representa el 16.5 % de la a las poblaciones (Cuervo et ál.
tamento de Antioquia), en dos extensión de presencia calculada 1999; Ochoa et ál. 2005). Los
áreas de los municipios de Maceo para la especie en el 2002 (Cuer- efectos sinérgicos de estas dos
y Puerto Berrío, se obtuvieron vo et ál. 2002) se ha estimado amenazas pueden generar ex-
densidades de 1.66 ind/km2 y una pérdida de área de distri- tinciones locales de la especie en
0.78 ind/km (González 2004).
2
bución mayor al 80 % similar a poblaciones aisladas. La conta-
En la reserva El Paujil, municipio la que se presenta a nivel nacio- minación por actividades como
de Puerto Boyacá, se han obte- nal, con una tasa de deforesta- la fumigación de cultivos ilícitos
nido densidades de 3.1 ind/km2 ción anual de 2.4 % (Melo et ál. (Moreno-Palacios com. pers.) y
(Rodríguez 2008) y 2.8 ind/ 2008). La deforestación trae la extracción de oro, practicada
km2 (Rodríguez 2008). En el consigo la fragmentación de los en gran parte del río Magdalena
Ecoparque Los Besotes (depar- bosques y consecuentemente el y sus afluentes, podría estar afec-
tamento de Cesar) se obtuvo un aislamiento de las poblaciones. tando las fuentes de agua en zo-
valor de 1.1 ind/km2 (Mendoza- Sin embargo, un estudio sobre nas donde habita la especie. Sin
Polo com. pers.). la genética de las poblaciones en embargo, no se tiene informa-
el norte de la cordillera Central, ción acerca de los efectos de es-
amenazas no reveló diferencias asociadas tas actividades sobre los paujiles.
Las amenazas consisten en pér- al aislamiento de las poblacio-
dida y fragmentación del hábitat nes (L. A. Ramírez com. pers.), historia de vida
potencial, disminución de la ca- posiblemente debido al corto Las especies del género Crax
lidad del hábitat, cacería y con- periodo de tiempo que lleva el alcanzan su edad reproductiva a
taminación (Cuervo et ál. 2002; aislamiento. La cacería de sub- los 3 años de edad.
Toro y Cuervo 2002; Moreno- sistencia es una práctica genera-
Palacios 2007; Melo et ál. 2008; lizada en zonas donde aún hay medidas de
Cabarcas et ál. 2008; Quevedo poblaciones de paujiles (Ochoa
conservación
et ál. 2008). La disminución de et ál. 2005; Melo et ál. 2008;
Cabarcas et ál. 2008). En tres
tomadas
área de los bosques en los alre-
dedores del río Magdalena en municipios del departamento El Paujil Colombiano se en-
donde habita la especie es posi- de Antioquia se estimó que en- cuentra en varias reservas re-
blemente la principal amenaza. tre los años 2002 y 2003 se ca- gionales como el cañón del río
Las principales causas de la de- zaron 57 individuos (Melo et ál. Alicante (6300 ha) y Bajo Cauca
forestación son la extensión de 2008). Esta amenaza es posible- Nechí (129 000 ha) en el de-
la frontera agrícola y en algunas mente mayor para los machos partamento de Antioquia, crea-
zonas los cultivos ilícitos, como durante la época reproductiva, das por Corantioquia (Ochoa
la coca y la marihuana. Zonas pues las vocalizaciones facilitan et ál. 2005). Igualmente, se
como la serranía de San Jacin- su ubicación por los cazado- encuentra en la reserva El Pau-
to (Haffer 1975 en Collar et ál. res (Cuervo et ál. 1999; Ochoa jil (1200 ha), ubicada entre los
1992), la parte baja del PNN Pa- et ál. 2005). Por lo tanto, la ca- departamentos de Boyacá y San-
ramillo, el valle medio del Mag- cería podría estar alterando la tander, creada por la Fundación
dalena, la SNSM (Cuervo 2002; proporción de sexos de las po- Proaves y designada como reser-
Strewe y Navarro 2004) y Puer- blaciones aisladas. Además, el va regional por Corpoboyacá.
to Valdivia (Paynter y Traylor saqueo de nidos y la recolecta Gran parte de la información
99
crax alberti
generada sobre esta especie proviene de estas tres Entre ellos vale la pena mencionar la distribución
zonas protegidas. La primera evidencia sobre su de material didáctico y charlas en escuelas en el
presencia en el PNN Paramillo proviene de indi- nororiente de Antioquia (Corantioquia 2000;
viduos cautivos en fincas de la región (Cuervo y Corantioquia 2002; Corantioquia 2005); el
Salaman 1999). Sin embargo, desde el 2005 se programa de educación ambiental ejecutado por
han obtenido registros visuales y auditivos de la la Fundación Proaves en el corregimiento de Puer-
especie en la vereda La Oscurana, zona de amor- to Pinzón y varias veredas aledañas a la reserva El
tiguamiento del PNN Paramillo (I. Mendoza-Polo Paujil donde se han llevado a cabo talleres, char-
com. pers). Actualmente (2010) se está ejecu- las informativas, difusión de información en me-
tando en esta región un proyecto de evaluación dios de comunicación y donde se está ejecutando
de la ecología y amenazas del paujil, por la Cor- anualmente el festival del paujil (Machado 2008).
poración Autónoma Regional de los Valles del Como medidas ex situ para la conservación
Sinú y San Jorge (CVS) y la Fundación Proaves de esta especie se tiene información de tres pro-
(I. Mendoza-Polo com. pers.). En el norte de gramas de reproducción en Colombia liderados
Colombia la especie se encuentra en el ecoparque por la Fundación Zoológico de Cali, La Fun-
Los Besotes (3555 ha), declarada como Santua- dación Ecolombia y La Fundación Botánica y
rio de Vida Silvestre por la Corporación Autóno- Zoológica de Barranquilla (Cuervo et ál. 1999).
ma Regional del Cesar, Corpocesar y Fundebes A nivel internacional, se tiene información de un
(Fundación ecoparque Los Besotes). Las reservas programa de cría en cautiverio en el Zoológico
Cañón del río Alicante (CO038), Bajo Cauca Ne- de Houston y aparentemente hay más individuos
chí (CO035), el ecoparque Los Besotes (CO010) en los zoológicos de San Diego (Estados Unidos)
y el PNN Paramillo (CO022) han sido además y Nogeyama (Japón) (ISIS 1999 y Weber 1998,
declaradas como AICA (Franco y Bravo 2005). citados por Cuervo et ál. 1999). En el 2002 se
Aparentemente, aún persisten algunos individuos diseñó un plan de conservación para la especie
en el PNN Tayrona, y observaciones en 1999 in- que fue entregado por Corantioquia a la Fun-
dican que la especie aún subsiste en el valle de dación Proaves Colombia. Este plan culminó en
San Salvador, ubicado en el PNN SNSM (C. Nava- el 2010 y sus esfuerzos han sido focalizados en la
rro com. pers). Además, se tienen ciertos indicios reserva El Paujil, y solo ha incluido tangencial-
de su presencia en el SFF Los Colorados (Cuervo mente al marco de instituciones que fueron con-
2002; Corantioquia 2005). vocadas inicialmente en el diseño del mismo. Por
En varias de las zonas donde se han realizado último, es importante mencionar que la especie
proyectos de investigación sobre la especie, se han se encuentra incluida en el apéndice III de CITES
ejecutado también programas de sensibilización. (UNEP-WCMC 2015).
CR A2cd+4cd
situación de la especie EN C2a(i)
renjifo et ál. 2016 VU B2ab(i,ii,iii,iv,v)
criterio a
regiones en donde se encuentran las últimas po-
Esta especie, endémica de Colombia, tuvo una blaciones de la especie y de las cuales se tienen
amplia distribución a través de casi toda la costa registros recientes de la especie (piedemontes de
caribe colombiana al oriente del Sinú y los valles diferentes sistemas montañosos). Sin duda los mo-
interandinos del Cauca y Magdalena. Los modelos delos son una gran subestimación de la distribu-
de distribución de la especie que aquí se presen- ción histórica de la especie, no obstante, son una
tan muestran un importante sesgo hacia aquellas buena representación de la distribución reciente
100
crax alberti
101
crax alberti
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
102
crax daubentoni
© tom friedel
crax daubentoni
Pavón Moquiamarillo,
Paujil Piquiamarillo
Yellow-knobbed Curassow
síntesis de información
ángela caguazango y josé oswaldo cortés herrera
104
crax daubentoni
corredores arbóreos en donde abundaba el guá- los asentamientos humanos, los cuales están en
cimo (Guazuma ulmifolia), para moverse entre crecimiento, pero se desconoce cómo esto afecta
los fragmentos de bosques. Un par de hembras la supervivencia de esta especie (Franco-Maya y
tenía su nido en un área abierta, cercana al borde Renjifo 2002). La cacería en áreas no protegidas
del bosque; se registraron frecuentemente en po- puede tener un alto impacto por la baja calidad
treros con árboles de mango (Manguifera indica) del hábitat y la facilidad de ser detectados y caza-
y merecure (Licania pyrifolia), cuyos frutos son
dos (Bertsch y Barreto 2008a).
consumidos por los paujíes (Bertsch y Barreto,
datos no publicados).
medidas de conservación
amenazas tomadas
En Colombia y en especial en el PNN El Cocuy Está incluida en el Apéndice III de CITES (UNEP-
la caza de subsistencia es una amenaza, pero WCMC 2015). En Colombia está presente en el
no ha sido cuantificada. En Colombia, los bos- PNN El Cocuy pero se desconoce el estado de las
ques de gran parte de la distribución de la es- poblaciones (Franco-Maya y Renjifo 2002; Cor-
pecie están fragmentados por la agricultura y tés-Herrera y Buitrago-Briceño 2007).
105
crax daubentoni
106
crax daubentoni
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
107
crax globulosa
© robin h. schiele
crax globulosa
pavón moquirrojo,
pavón carunculado
wattled curassow
síntesis de información
gustavo alarcón-nieto
109
crax globulosa
Las cuatro subpoblaciones colombianas co- et ál. 2007), mientras en el bajo río Caquetá exis-
nocidas se encuentran en islas en las que las inun- ten actualmente entre 200 y 250 individuos en
daciones periódicas aportan nutrientes (Bennett tres subpoblaciones separadas (Alarcón-Nieto y
2000) y favorecen la presencia de poblaciones con Palacios 2008), con probabilidades de encontrar
densidades mayores a las encontradas en otros otras más en islas y bosques de varzea en las orillas
países (Bennett y Franco-Maya 2002). Según los del río. Luna (2009) observó algunos individuos
resultados de dos estudios (Alarcón-Nieto y Pala- en la ribera del río, justo en frente de la isla El
cios 2008; Luna 2009), las poblaciones del bajo Brazuelo, los cuales podrían haber atravesado el
río Caquetá presentan mayores tasas de encuentro estrecho canal que separa la isla de la orilla; sin
y densidades más altas que las registradas en Bo- embargo, esto no implica que se haya establecido
livia (Aranibar-Rojas y Hennessey 2006) y Perú una población en este lugar.
(Yahuarcani et ál. 2009). Las primeras estimacio-
nes son de aproximadamente 29 ind/km2 en la amenazas
isla de Amaure, 19 ind/km2 en la isla Mirití y 11
Al igual que en todas las zonas donde se encuen-
ind/km2 en la isla de Amaure (Alarcón-Nieto y
tra, la principal amenaza para las poblaciones co-
Palacios 2008). Sin embargo Luna (2009) sugie-
lombianas es la cacería (Bennett y Franco-Maya
re que estos valores podrían ser mayores. Aunque
2002; Alarcón-Nieto y Palacios 2005; 2008). En
estas aves pueden hallarse en toda el área de las
la isla Mocagua ha sufrido una disminución de su
islas, es evidente una diferencia en la utilización
población desde mediados de la década de 1950
del hábitat en cada una de estas. Luna (2009) re-
(Bennett y Franco-Maya 2002), mientras que en
gistró variación en la densidad, entre 3 y 54 ind/
el bajo río Caquetá ha desaparecido de áreas don-
km2, en tres zonas de la isla Mirití. Estas diferen-
de su presencia era reconocida por los pobladores
cias no pudieron ser explicadas por variaciones en
locales, como la isla de Los Ingleses (Alarcón-
la estructura de los bosques, pero pueden estar
Nieto y Palacios 2008). Aunque no son una pre-
relacionadas con la cercanía a los cuerpos de agua
sa usual para los cazadores de la zona, estas aves
en el interior de las islas (Luna 2009), lo que re-
pueden suplir las necesidades de alimento de los
itera la especialización en el uso del hábitat y la
pescadores durante su permanencia en las islas.
vulnerabilidad de esta especie a la pérdida y trans-
Dado que los suelos de las islas son compa-
formación del bosque en que habita.
rativamente ricos en nutrientes gracias al aporte
de las inundaciones periódicas de los ríos de aguas
población
blancas, estas áreas son especialmente apreciadas
En Colombia, llegó a considerarse como desapa- para cultivos de subsistencia. A esto debe sumarse
recido (BirdLife International 1992), pero su pre- la extracción de maderas que, aunque sea a pe-
sencia en la isla Mocagua (Bennett 2000) y en el queña escala, tiene un efecto marcado, especial-
bajo río Caquetá (Alarcón-Nieto y Palacios 2005) mente en islas con áreas reducidas (Alarcón-Nieto
confirmaron su supervivencia en el límite norte y Palacios 2008) como las islas de Amaure y El
de su distribución. Sin embargo, a pesar de las Brazuelo, en el río Caquetá, cada una de las cuales
nuevas subpoblaciones encontradas, su estado en tiene 1.2 km2.
Colombia sigue siendo crítico (Alarcón-Nieto y En 2006, luego de la realización de activi-
Palacios 2008), con un tamaño poblacional redu- dades con cinco comunidades indígenas, se re-
cido y una distribución muy restringida, que se conoció que hay un escaso conocimiento de la
limita a 20 km2 aproximadamente (Alarcón-Nieto especie y su hábitat por parte de los pobladores
y Palacios 2008). del bajo río Caquetá (G. Alarcón-Nieto, datos no
En la isla Mocagua, en el río Amazonas, publicados). La mayor parte de los miembros de
podría haber hasta 200 individuos (Ruiz-García las comunidades indígenas cercanas al hábitat del
110
crax globulosa
paujil, confunde al Pavón Moquirrojo con otras conocimiento como especie importante para los
especies de paujiles presentes en la zona, mientras habitantes de la zona.
que la información sobre su biología y ecología,
proviene de la extrapolación del conocimiento medidas de
de otras especies más comunes. Sin embargo, conservación propuestas
se pudo establecer que, además del consumo de
A pesar de los avances hechos por Luna (2009) en
su carne, esta especie es cazada para fines tradi-
el conocimiento del hábitat de la especie y su rela-
cionales y culturales. Las plumas ventrales de los
ción con este, es necesario esclarecer aún más las
machos son utilizadas, al igual que las de Crax
condiciones mínimas para su supervivencia. Los
alector, para la elaboración de trajes en rituales
resultados de Ruiz-García et ál. (2007) sugieren
tradicionales de bautismo de la etnia Yucuna (N.
además que la principal estrategia de conservación
Neira, com pers.).
debe ser la protección de las poblaciones rema-
nentes y su hábitat, ya que la capacidad de recupe-
medidas de conservación
ración de estas, aún a partir de pocos individuos,
tomadas
puede por sí misma garantizar la supervivencia de
En 2005 la isla Mirití y las islas de Mocagua y poblaciones genéticamente viables. Esto reduce
Zaragocilla fueron declaradas como AICA, reco- la necesidad de pensar en programas de repro-
nociendo su importancia para la conservación de ducción ex situ, aunque no se debe descartar este
esta y otras especies de fauna (BirdLife 2009u, método, que resultaría útil para la repoblación de
2009w), aunque aún carecen de una figura de áreas donde la especie ha desaparecido.
protección legal que asegure la supervivencia de El bajo río Caquetá alberga posiblemente un
estas. En el año 2000, con apoyo del Instituto cuarto o más de la población mundial, así como las
Humboldt, se inició el Proyecto Piuri en la isla áreas con mayores densidades de esta especie. Es
Mocagua (Bennett 2003), con el cual se hizo una necesario ampliar la cobertura del AICA isla Mirití
alianza activa del PNN Amacayacu con seis comu- para que cubra todas las subpoblaciones del bajo
nidades indígenas que tienen influencia sobre la río Caquetá, así como las áreas donde posible-
isla. En 2003, se consolidó un plan de manejo mente habita la especie (Alarcón-Nieto y Palacios
para la isla, que establece una veda de caza para 2008). Adicionalmente se debe buscar una figura
toda la fauna y otras pautas para el uso de los re- de protección legal para estas áreas que provea de
cursos naturales allí presentes. Esta normatividad herramientas y sirva como base para un plan de
local ha sido implementada y mantenida gracias a conservación. La población de la isla Mocagua
la presencia de monitores comunitarios que hacen debe ser igualmente protegida, a través de las au-
presencia permanente en la zona (BirdLife Inter- toridades ambientales del Perú, para garantizar la
national 2010c). supervivencia de la especie en las islas de Cacao y
Por su parte, Conservación Internacional Yaumas (Ruiz-García et ál. 2007).
Colombia ha apoyado la realización de actividades Es necesario que las autoridades ambien-
de educación ambiental en cinco comunidades tales (principalmente Corpoamazonia, ya que
cercanas a la Isla Mirití y otras islas donde habi- todas las subpoblaciones conocidas están en su
ta la especie en el bajo río Caquetá (G. Alarcón- jurisdicción) tomen las medidas necesarias para
Nieto, datos no publicados; Luna 2009). Hasta el la protección del hábitat de esta especie. Se debe
momento, se han realizado actividades de identi- controlar el uso de las áreas insulares para agricul-
ficación de amenazas y usos de la especie, talleres tura, vivienda y otras actividades extractivas, así
de educación ambiental, así como planteamiento como implementar un sistema de control y vigi-
de propuestas locales para la conservación de este lancia que involucre a los pobladores locales en el
paujil, que actualmente cuenta con un mayor re- cuidado y protección de esta especie.
111
crax globulosa
criterio a criterio c
C. globulosa es una especie con una población re- Existen varias estimaciones de densidad pobla-
lictual tanto en Colombia como a lo largo de su cional de la especie en Colombia: 29 ind/km2 en
distribución. Anteriormente fue una especie am- la isla de Amaure, 19 ind/km2 en la Isla Mirití y
pliamente distribuida en las islas y bosques inun- 11 ind/km2 en la isla de Amaure (Alarcón-Nieto y
dables de los ríos blancos de la cuenca amazónica. Palacios 2008). Adicionalmente el tamaño de las
Su distribución original en el país es pobremente subpoblaciones ha sido estimado en “hasta 200
entendida, por lo que no es posible estimar el por- individuos” en la isla Mocagua, en el río Ama-
centaje total de pérdida de hábitat, como tampoco zonas, (Ruiz-García et ál. 2007) y entre 200 y
cuál es el porcentaje de hábitat que se encuentra 250 individuos en tres subpoblaciones separadas
hoy vacío como consecuencia de la cacería. Su en el bajo río Caquetá (Alarcón-Nieto y Palacios
distribución actual se encuentra reducida a unas 2008). Esto indica que la población de la especie
pocas islas en el bajo Caquetá y en el Amazonas, en el país está entre 400 y 450 individuos. El nú-
en las cuales sí hay algo de pérdida de hábitat, pero mero de individuos en cada subpoblación es infe-
no está ocurriendo rápidamente y tampoco está rior a 250 individuos maduros.
ocurriendo una rápida disminución de la pobla- EN C2a(i).
ción como resultado de la cacería. La especie no
califica como amenazada bajo el criterio A. criterio d
La especie tiene menos de 1000 individuos ma-
criterio b
duros en el país, su hábitat está siendo degradado
B1 EOO = 108 km2 < 5000 km2. La especie tiene y es altamente susceptible a la cacería, la cual es
una distribución severamente fragmentada (a) y una amenaza latente permanente.
en disminución (b) como consecuencia de la ca- VU D1.
cería y pérdida de hábitat. Se estima que continúa La especie se encuentra en 4 localidades de las
declinando en cuanto a extensión y/o calidad de cuales podría ser fácilmente eliminada por cacería.
hábitat (iii) y número de islas ocupadas (iv). Esta VU D2.
especie se encuentra muy cerca del umbral para
calificar como en peligro crítico bajo ajuste regional
el subcriterio B1 EOO < 100 km2. EOO
108 km2
La especie es un taxón residente
EN B1ab(iii,iv).
área de hábitat reproductivo. En Colombia existen
B2 Área de hábitat remanente
remanente dos subpoblaciones (bajo Caquetá y
= 45.6 km < 500 km . La especie
2 2
46.5 km2
Amazonas). Las subpoblaciones no
tiene una distribución severamente porcentaje de cambio
parecen recibir inmigración desde
fragmentada (a) y en disminución de hábitat 2001-2011
desconocido los países vecinos. Por estas razones
(b) como consecuencia de la cacería
porcentaje total no se recomienda cambiar la cate-
y pérdida de hábitat. Se estima que de pérdida de hábitat goría.
la especie continúa declinando en desconocido
112
crax globulosa
Distribución
Distribución
113
odontophorus dialeucos
© robin h. schiele
odontophorus
dialeucos
perdiz katía, corcovado
del takarkuna
tacarcuna wood-quail
síntesis de información
juan miguel ruiz-ovalle
ecología población
Esta especie se distribuye en el noroccidente La población estimada se encuentra entre
del Chocó y el Darién en Panamá. Habita en el 10 000 y 20 000 individuos (Wege y Renjifo
suelo en bosques húmedos premontanos entre 2002a; BirdLife Internacional 2010a).
1200 y 1450 m de elevación (Wetmore 1968;
Pearman 1993; Wege y Renjifo 2002a), pero amenazas
puede encontrarse en tierras bajas (Ridgely
Esta especie puede ser afectada por cacería,
y Gwyne 1989; Rangel 2004; Álvarez et ál.
destrucción del hábitat y minería (BirdLife
2000 en Wege y Renjifo 2002a). Es común
Internacional 2016c). La fragmentación del
en el extremo oriental de Panamá (Wetmore
bosque en la serranía del Darién por el avance
1968; BirdLife Internacional 2010a), pero en
de las fronteras agrícola y ganadera podría es-
Colombia es poco común (Rodríguez-Mahe-
tar disminuyendo sus poblaciones (D. A. Or-
cha 1982).
tegón, S. Tavera y J. M. Ruiz, datos no publi-
Se observa en parejas o grupos de 3 a
cados), particularmente en el cerro Takarkuna
8 individuos (Wetmore 1968; Pearman 1993
(J. M. Ruiz y A. Hurtado, datos no publica-
en Renjifo et ál. 2002), consumiendo frutos,
dos). La construcción de la carretera Pana-
semillas y en ocasiones insectos (Rodríguez-
mericana podría estar afectando a esta y otras
Mahecha 1982; Wege y Renjifo 2002a).
especies de importancia en la región (Wege y
El único dato reproductivo es un inmaduro
Renjifo 2002a).
colectado en junio (Carroll 1994 en Wege y
Renjifo 2002a).
115
odontophorus dialeucos
116
odontophorus dialeucos
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
117
podiceps occipitalis
© gregory e yvonne dean
podiceps occipitalis
zambullidor plateado
Silvery Grebe
síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones, paulo c. pulgarín-restrepo y felipe a. estela
119
podiceps occipitalis
dato es tomado de estimaciones durante todo el año a excepción nios de viejos indígenas cazado-
anteriores hechas por Fjelsdå de los 2 a 4 individuos continua- res se sabe que esta especie ha
(1981, 1982) y O’Donnell y mente observados en la laguna sido cazada con frecuencia. Ade-
Fjelsdå (1997). Por la reducción de La Herradura. Es muy posible más la introducción de la trucha
de hábitat a lo largo de su dis- que se encuentre en los humeda- arcoiris (Oncorhynchus mykiss)
tribución es bastante improbable les altoandinos inexplorados del también se ha planteado como
que este número poblacional PNN Las Hermosas. una causa de su declive poblacio-
permanezca constante y muy se- Un estudio genético en cur- nal básicamente por la compe-
guramente ha disminuido. so sugiere que las poblaciones tencia por recursos alimenticios.
En el ámbito nacional no colombianas de P. o. juninensis De corroborarse que los in-
existen datos poblacionales para representan un grupo aparte y dividuos colombianos de la sub-
la especie, pero la distribución están bien diferenciadas de las especie P. o. juninensis represen-
y número de registros sugieren poblaciones de Perú y Argentina tan un linaje diferente al resto de
que es un ave con poblaciones (Van Tuinen, en prep.), lo cual Suramérica, su grado de amenaza
pequeñas en Colombia. Wildlife sugiere que su estatus taxonómi- cambiaría radicalmente en el con-
Conservation Society (WCS) ade- co podría cambiar en un futuro texto nacional e internacional. El
lantó estimativos poblacionales cercano. monitoreo y estado de sus pobla-
de aves acuáticas en la laguna de ciones en el sur de Colombia es
La Cocha recientemente (WCS crucial para tomar medidas en el
amenazas
2011) y no se registró esta es- corto y mediano plazo.
pecie. Es importante tener en Es un ave mansa y de muy fácil
cuenta que este es el humedal detección, lo que la hace vulne- historia de vida
más grande en el área de distri- rable a cazadores. En una visi-
Aparentemente alcanza la ma-
bución de esta especie en el país ta a la laguna de La Herradura
durez sexual al tercer año de
y donde hay registros históricos (Cauca) en diciembre de 2009
vida y a partir de ahí se reprodu-
de su presencia. se constató la presencia de caza-
ce anualmente (Fjelsdå 2005).
En el PNN Complejo Vol- dores en el borde de la laguna
No se conoce su longevidad ni
cánico Doña Juana-Cascabel y se sabe de jornadas de caza
otros detalles de su ciclo de vida.
solo se tiene el registro de un llevadas a cabo ahí en la década
individuo en la base del volcán de los noventa por habitantes de
medidas de
Doña Juana en la laguna de El Popayán, quienes mataban con
conservación
Silencio (Nariño), durante la escopeta a Oxyura jamaicensis y
implementación de la línea base Anas andium (F. Ayerbe-Qui- tomadas
del proceso de declaratoria del ñones, datos no publicados). Algunas de las lagunas donde
Parque Nacional (Ayerbe-Qui- Según Negret (1997) la habita esta especie se encuen-
ñones 2006). La mayoría de especie ha disminuido notable- tran protegidas en los PNN Pura-
avistamientos hechos reciente- mente en todas las lagunas del cé y Complejo Volcánico Doña
mente en el Cauca indican una Parque Puracé y el Macizo Co- Juana-Cascabel, además del SFF
población pequeña y distribuida lombiano. No se conocen con La Corota. Adicionalmente hay
en pocas lagunas altoandinas, en total certeza las causas de esta registros en las Aicas La Cocha
las que la especie no es constante disminución, pero por testimo- y Cumbal.
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podiceps occipitalis
121
podiceps occipitalis
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
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phoenicopterus ruber
© daniel uribe
phoenicopterus ruber
flamenco caribeño, Flamenco
rosado, Tococo, Chicloco
american flamingo
síntesis de información
diego rodríguez-gacha y andrea morales-rozo
124
phoenicopterus ruber
en planos fangosos, en humeda- preferido (Zweers et ál. 1995). grupo, caminando, nadando, en
les costeros salobres o estuarinos, Dentro de estos límites bastantes forma de garza, y a veces se dan
en lagunas someras salinas y en amplios, las aves pueden filtrar la vuelta como los patos gran-
salinas, incluyendo algunas que lodo orgánico, muchos inverte- des. Con el pico y la lengua for-
son explotadas comercialmen- brados acuáticos, entre los que man un ingenioso mecanismo
te (Voous 1983; Hilty y Brown se incluyen pequeños crustá- de filtración que utilizan mien-
2001; Brown et ál. 2005). En ceos, moluscos, anélidos y larvas tras hacen movimientos con la
Colombia, la especie ocupa una de Díptera y otros insectos, así cabeza (Voous 1983). Aparen-
serie de humedales naturales como semillas de plantas y posi- temente, los grupos de alimen-
costeros que son salinos, salo- bles peces pequeños, por lo que tación y la conducta alimentaria
bres, permanentes o temporales. los flamencos pueden tener una indican la ubicación del alimen-
Igualmente se alimenta en los dieta relativamente variada (del to a sus congéneres y proporcio-
concentradores de la empresa Hoyo et ál. 1992). nan información sobre la calidad
Salinas Marítimas de Manaure, la Pantaleón-Lizarazú y Ro- del parche, lo que les permite
cual fue construida en la década dríguez-Gacha (2003) llevaron alimentarse de manera óptima
de los años setenta (Rooth 1976; a cabo un estudio sobre la eco- (Arengo y Baldassarre 2002).
Correa 1994; Barliza 1999). logía alimentaria del Flamenco En Colombia se desconoce
Salinas Marítimas de Manau- en dos humedales de La Guajira, el efecto que podrían tener los
re es un hábitat artificial impor- y encontraron que los anélidos, coletazos de los huracanes en la
tante para el Flamenco Caribe- las semillas de Ruppia mariti- población de flamencos y en la
ño en La Guajira, porque ofrece ma y los anfípodos fueron los disponibilidad de alimento de los
oportunidades de alimentación ítems alimenticios potenciales humedales. Sin embargo, se cree
permanente cuando las lagunas más abundantes en el sustrato que la precipitación es uno de los
naturales están secas o con una de Navío Quebrado (99 %) y las factores que influye en la distri-
baja oferta de alimento (Panta- Salinas Marítimas de Manau- bución de esta especie en la Gua-
león-Lizarazú y Rodríguez-Ga- re (93 %) en el año 2002. En la jira (R. Franke com. pers. en C.
cha 2003). A pesar de las ven- Península de Yucatán, Arengo Angulo-Ríos et ál., en prensa).
tajas que brindan estos sistemas y Baldassarre (1995, 1999) en- El ciclo de reproducción de
artificiales, en la península de contraron que el alimento del los flamencos es bien conocido
Yucatán, se determina que las sa- Flamenco Caribeño se distribuye y depende de un sitio apropiado
linas son solo un complemento irregularmente, en parches cuya para la anidación, de una óptima
del hábitat natural y no pueden abundancia y disponibilidad va- temperatura y de la precipita-
sustituirlo. Asimismo, se encon- ría según la dinámica hidroló- ción. La población de flamencos
tró que más del 60 % del total gica de los humedales. Las aves del norte de Suramérica tiene co-
del área cubierta por las salinas realizan movimientos de corta y lonias de anidación en Bonaire y
no es utilizada por los flamencos larga distancia a lo largo de la Pe- Venezuela. En el caso de Bonai-
(Arengo y Baldassarre 1998). nínsula para evaluar la calidad de re, la actividad de reproducción
Los Flamencos Caribeños los hábitats y el cambio continuo empieza a menudo en marzo,
se alimentan con un sistema entre las zonas permite que los abril, mayo o julio, o no ocurre
de filtración de partículas entre suministros de alimento en las en absoluto (Rooth 1975; de
0.5 mm y 6.0 mm, con una máxi- áreas abandonadas se recuperen Boer 1979), mientras que en
ma selección de ítems alimenta- temporalmente (Baldassarre y Venezuela hay colonias de ani-
rios entre 2.0-4.0 mm, y con Arengo 2000). dación de abril a septiembre.
alguna capacidad de discrimi- Los flamencos son aves muy En Bonaire, la laguna don-
nar si está disponible el tamaño sociales que se alimentan en de el Flamenco Caribeño se re-
125
phoenicopterus ruber
producía fue transformada para Para que en Colombia exis- tado se encontró que la pobla-
la extracción industrial de sal ta nuevamente una colonia de ción de flamencos varió entre
hacia mediados de 1960. Sin anidación, además de evitarse 737 y 6291 individuos a lo largo
embargo, los conservacionistas cualquier perturbación huma- del departamento, congregados
convencieron a la compañía Sali- na, la zona debe cumplir con las principalmente en Soruipa, Sali-
nas de AISCO para establecer una siguientes condiciones: disponi- nas de Musichi y Navío Quebra-
reserva de 55 hectáreas para la bilidad de barro en la consisten- do (Barliza 1999).
reproducción de estas aves. Los cia adecuada para la construc- En la península de La Gua-
flamencos aceptaron rápidamen- ción de nidos, un nivel estable jira, se han obtenido registros al
te el lugar, pero la modificación de agua que evite la inundación norte en Bahía Hondita con 786
causó la disminución de alimen- de los nidos y suficiente alimen- individuos en 2006 (A. Morales-
to disponible para los flamencos, to para el desarrollo de los juve- Rozo. obs. pers.), y en general
lo cual probablemente benefició niles (Kristensen 1976). se ha estimado una población
los desplazamientos hacia Co- de 5818 individuos aproxima-
lombia y Venezuela (del Hoyo población damente (Troncoso, 2002). En
et ál. 1992). En Venezuela, una el año 2008 se proponen 3000
colonia de anidación fue esta- Para el caso específico del nor- individuos en el departamen-
blecida en 1987, y más de 2000 te de Suramérica, se ha estima- to de La Guajira (Ruiz-Guerra
parejas se reprodujeron con éxi- do una población de ca. 34000 et ál, 2008). En marzo del 2012
to, la primera reproducción en el individuos en Bonaire y Vene- se registraron cerca de 3100
país por lo menos en 40 años. La zuela (The Flamingo Resource flamencos en el Santuario de
colonia se ubica al noroccidente Centre 2010). Fauna y Flora Los Flamencos
de la Ciénaga Los Olivitos (del En Colombia existen regis- (Franke-Ante et ál. 2013). Para
Hoyo et ál. 1992). tros de individuos y congrega- esta misma época se registró P.
Colombia se consideraba un ciones en diferentes localidades ruber como una de las especies
sitio alternativo de reproducción del Caribe (Dugan 1947; Oli- vadeadoras más abundantes
de la especie. Según los registros vares 1973; Sprunt 1976; Serna en la Ciénaga Grande de San-
y la información suministrada 1984; Andrade 1986; Andrade y ta Marta con 1900 individuos
por los pobladores locales, los Morales 1988; Pantaleón-Liza- (Ruiz-Guerra et ál. 2012). De
flamencos anidaron aparente- razú y Rodríguez-Gacha 2003; esta forma y, si se tiene en cuen-
mente en los Playones del Des- Hilty y Brown 2001; Rodríguez- ta la abundancia total estimada
cocotado, los esteros del río Gacha et ál. 2007). De acuerdo para la especie, en Colombia se
Magdalena, Ciénaga Grande de con Andrade y Morales (1988) presenta menos del 1 % de la po-
Santa Marta, bahía Camarones, la población de flamencos en La blación (Troncoso 2002).
Carrizal, Musiche, bahía Porte- Guajira puede alcanzar de 2500 Además, existen registros de
te, bahía Honda y bahía Hon- a 3000 individuos. los avistamientos de la especie en
dita (Allen 1956; Olivares 1973; Entre el 16 de noviembre el Caribe, considerados acciden-
Sprunt 1976; Naranjo 1979; de 1997 y 13 de diciembre de tales, en el embalse San Francisco
Serna 1984; Andrade 1987; Hil- 1998, los pobladores locales de en Caldas, Laguna del Sonso en
ty y Brown 2001). Sin embargo, la Guajira llevaron a cabo censos el Valle del Cauca y PNN San-
en la década de los años ochenta, simultáneos de flamencos, en el quianga en Nariño (Ruiz-Guerra
ante la ausencia de evidencia de marco de un proyecto apoyado et ál. 2008). En el caso de los fla-
reproducción, se confirma la au- por la UAESPNN, por CORPOGUA- mencos, son frecuentes los repor-
sencia de colonias de anidación JIRA y por la Agencia Española tes de individuos en lugares ines-
de flamencos en el país (Serna de Cooperación Internacional perados, pero muchos de ellos
1984; Andrade 1987). para el Desarrollo. Como resul- son indudablemente escapes,
126
phoenicopterus ruber
pues es muy común que esta ave se mantenga en ban flamencos, pero dicha actividad se minimizó
cautiverio (del Hoyo et ál. 1992). Por otro lado, con la presencia del INDERENA (Andrade y Mora-
resulta factible que en ciertos casos los individuos les 1988). Actualmente las personas que habitan
pertenezcan a la colonia de Galápagos, debido a la en el santuario cuidan a los flamencos de posibles
cercanía de este lugar con algunos de los sitios de intentos de extracción ilegal (D. Rodríguez-Ga-
los avistamientos accidentales en Colombia. cha y A. Pantaleón-Lizarazú obs. pers.).
La población de Flamencos de las Islas Ga- Por otra parte, esporádicamente se pueden
lápagos es fuente de cierta controversia taxonómi- apreciar algunos individuos maltratados y aislados
ca. Aunque generalmente se incluyen dentro de la en las piscinas de concentración de las Salinas Ma-
raza ruber del Caribe, algunos autores consideran rítimas de Manaure, posiblemente lastimados du-
que sus pequeñas diferencias morfológicas, bási- rante la faena de captura que las personas realizan
camente la menor longitud de ala, pico y tarsos, durante la noche, con el uso de redes de pesca y
junto con la coloración más pálida en general, y en linternas (Pantaleón-Lizarazú y Rodríguez-Gacha
particular por sus características ecológicas, sugie- 2003). Otra posible razón de los individuos lesio-
ren que podría ser una subespecie separada. Uno nados, puede ser la colisión de las aves en vuelo
de los aspectos que más diferencia a esta pobla- contra las líneas de tensión que están presentes en
ción es su tendencia a vivir en pequeños grupos. la región de Boca de San Juan y Salinas Marítimas
Incluso cuando se reproducen, algunas colonias de Manaure, y que en algunos casos ha resultado
constan solo de tres parejas y llegan a un máximo mortal (Andrade y Morales 1988).
de 50, hábito que no tiene paralelo dentro de esta En Colombia, el Flamenco y sus hábitats
familia altamente gregaria (del Hoyo et ál.1992). son considerados atractivos turísticos que benefi-
cian la economía de la comunidad local (Angulo-
amenazas Ríos et ál. en prensa), pero esta actividad puede
perturbar a las aves cuando faltan controles e
Dentro del área actual de distribución del Fla-
infraestructuras apropiadas (Brown et ál. 2005).
menco Caribeño en Colombia, se encuentran dos
En el año 2002, se observó, por ejemplo, que
zonas legalmente protegidas, el SFF Los Flamen-
algunos pescadores en la Guajira interrumpieron
cos y el SFF Ciénaga Grande de Santa Marta. Un
repetidamente la alimentación de los flamencos
enfoque de protección dirigido hacia estas áreas
con actividades de persecución para que la especie
no asegura la conservación de la especie en el país,
pudiera ser apreciada por los turistas (Pantaleón-
porque los flamencos no se limitan a estas zonas.
Lizarazú y Rodríguez-Gacha 2003).
Por esto mismo, el enfoque de protección y plani-
El Flamenco Caribeño es una especie sen-
ficación debe hacerse a la escala en que la especie
sible al paso de helicópteros y al sobrevuelo de
usa los recursos, y de esta forma garantizar que
avionetas que las hacen desbandar inmediatamen-
existan hábitats disponibles para su alimentación.
te (Serna 1984). Los pobladores locales de La
Desafortunadamente, en ciertas zonas de La
Guajira comentan la perturbación que las aero-
Guajira, continúa la captura ilegal de flamencos,
naves de la fuerza pública de Colombia generan
con fines comerciales para la exhibición en zooló-
cuando pasan a baja altura, lo cual afecta las acti-
gicos o colecciones privadas. En los últimos años,
vidades de los flamencos y que en otros países ha
la policía ambiental ha incautado individuos en la
afectado las colonias de anidación (Voous 1983,
troncal del Caribe, los cuales estaban camuflados
Baldassarre y Arengo 2000).
en maletas y tubos de PVC. Finalmente, los indi-
No se sabe la razón por la cual los flamencos
viduos fueron liberados después del proceso de
dejaron de reproducirse en Colombia, sin embar-
rehabilitación llevado a cabo por la Corporación
go se sabe que cualquier interferencia en los sitios
Autónoma de la región (El Tiempo 2008). An-
de reproducción puede ser fulminante, porque las
teriormente, en el SFF Los Flamencos se captura-
127
phoenicopterus ruber
aves desaparecen y no vuelven en semanas, meses Manaure y bahía Portete como zonas especiales
o incluso años (Kristensen 1976). De esta forma, para la protección y el estudio de la especie, me-
para que se presente nuevamente una colonia de diante el acuerdo 34 de 1977 (INDERENA 1977;
anidación en el país, es necesario evitar la pertur- Olivares 1973). En el año 2004, el complejo de
bación en las zonas de anidación por intervención humedales costeros de La Guajira fue reconocido
humana o por la introducción de animales como como AICA, entre otros motivos por ser hábitat
los perros, gatos, entre otros. primordial para flamenco y otras aves acuáticas
(Franco-Maya y Bravo 2005).
historia de vida En cautiverio, la especie se ha reproducido
en el zoológico de Cali y también en el Parque
La edad promedio de vida está entre 20-30 años,
Jaime Duque en Bogotá (diciembre de 2003), lo
pero no es raro que puedan vivir más de 50 años,
cual puede beneficiar la reintroducción en el há-
debido a la baja depredación de los adultos (Ogil-
bitat natural (El Tiempo 1998).
vie y Ogilvie 1986; del Hoyo et ál. 1992). En
cautiverio, se conoce de un individuo en el Zoo-
medidas de conservación
lógico de Filadelfia que murió a la edad de 44
años (Kear y Duplaix-Hall 1975). Los flamencos propuestas
en su medio natural tardan entre 5 y 7 años para Se sugiere que la implementación de los planes
su primera reproducción, mientras que en cauti- de conservación del Flamenco Caribeño cumplan
verio se han registrado casos de reproducción a con las necesidades de la especie a largo plazo e
partir de los dos años (Kear y Duplaix-Hall 1975). incluyan la protección y el manejo integral del
complejo de humedales, el control de la captura
medidas de conservación ilegal, programas de educación ambiental y la par-
tomadas ticipación concertada de los diferentes actores del
lugar en cada uno de los procesos que se lleven a
El Flamenco Caribeño está incluido en el Apéndi-
cabo (miembros de la población local, autoridades
ce II de CITES (UNEP-WCMC 2015), el cual limita el
locales y miembros de organizaciones ambientales
comercio de ejemplares. En Colombia era legal-
gubernamentales y no gubernamentales).
mente comercializado debido a su gran demanda
Es recomendable establecer un plan de
y alto valor comercial en los mercados internacio-
manejo turístico asociado a la observación de
nales, lo que provocó una disminución en la po-
flamencos para minimizar la perturbación que
blación y obligó al gobierno a expedir dos resolu-
genera esta actividad y que incluya programas de
ciones (Correa 1994). La primera fue emitida por
educación a los operadores turísticos y a los visi-
el Ministerio de Agricultura (N. 0673 de 1971),
tantes sobre la ecología del área, los flamencos,
en la cual queda prohibida la exportación de la
los potenciales efectos del disturbio humano y el
especie y se establece la veda de caza en el terri-
manejo de residuos.
torio de los departamentos del Bolívar, Atlántico,
Asimismo, sería deseable implementar en Co-
Magdalena y Guajira (Olivares 1973). La segunda
lombia un programa de monitoreo y de anillamien-
resolución fue emitida por el INDERENA (Nº 72 de
to del Flamenco Caribeño a largo plazo, articula-
julio 24 de 1969) y establece la veda permanente
do a los programas internacionales y con el apoyo
de caza para el flamenco (INDERENA 1977).
de la inversión estatal y privada. De esta manera
Por otra parte, el gobierno nacional, en pro
se podrá adquirir conocimiento sobre la dinámica
de la conservación del flamenco y de sus hábitats,
poblacional de la especie, su distribución, su com-
creó el SFF Los Flamencos en la Guajira, mediante
portamiento, la selección de hábitat, la ecología ali-
el acuerdo 30 de 1977, y declaró la región com-
mentaria (que incluya la oferta alimentaria de la co-
prendida por la concesión de Salinas Marítimas de
lumna de agua), la implicación de la precipitación y
128
phoenicopterus ruber
análisis de riesgo
La evaluación del riesgo de los flamencos es particularmente compleja debido a que se trata de una espe-
cie que en la actualidad tiene una población estacional de varios miles de individuos procedentes de las
colonias de anidación de Bonaire y Venezuela. Hasta hace solo unas pocas décadas tenía varias colonias
de anidación en el país. En consecuencia, no puede ser tratada como una especie estrictamente migra-
toria, pues en un lapso de tiempo de tres generaciones se reproducía en varias localidades colombianas.
129
phoenicopterus ruber
130
phoenicopterus ruber
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
131
sula granti
© felipe a. estela
sula granti
piquero de nazca,
alcatraz de nazca
nazca booby
síntesis de información
felipe a. estela, mateo lópez-victoria y david j. anderson
133
sula granti
ahora dos picos reproductivos: uno entre marzo y con la incorporación de valores más precisos de la
abril, y el otro entre julio y septiembre, este últi- superficie de Malpelo, estimaron la población de
mo de mayor intensidad (López-Victoria y Estela adultos en 80 000 individuos. Recientemente, la
2007; López-Victoria et ál. 2009). En la colonia población se ha estimado entre 80 000 y 100 000
de Isla Española la reproducción inicia en octubre individuos, mediante un método estandarizado de
y noviembre, y termina en mayo. marcaje, captura y recaptura en un área focal (Es-
El Piquero de Nazca no tiene depredadores tela y Anderson datos no publicados). Aunque to-
conocidos en su adultez, al menos en tierra. En das estas estimaciones tienen algún sesgo y más
cambio, existe evidencia, en forma de mordedu- de una fuente de error, sin duda la población ron-
ras en las patas (membrana y dedos), de ataques da los 80 000 individuos adultos. Por este motivo
de peces grandes a aves que, presumiblemente, Malpelo constituye la mayor colonia de reproduc-
se encontraban posadas en el agua (C. Zavalaga ción de esta especie en el planeta, pues alberga más
et ál. 2012). En sus etapas tempranas de vida exis- del 70 % de la población total de la especie.
te depredación por parte de animales terrestres: Aparte de la colonia de Malpelo y Galápagos,
en el caso de Malpelo, lagartos (Diploglossus mille- el Piquero de Nazca tiene colonias reproductivas
punctatus) y cangrejos (Johngarthia malpilensis) en la isla La Plata, en el PNN Machalilla (Ecuador),
consumen huevos, polluelos y volantones aban- con una población de unos 1000 individuos. En el
donados (López-Victoria et ál. 2009); en Galápa- Archipiélago de Galápagos sus principales colonias
gos los polluelos son depredados por el Gavilán se sitúan en Española, donde se encuentran apro-
de Galápagos (Buteo galapagoensis) y por fragatas ximadamente 20 000 individuos, y también en
(Fregata minor y F. magnificens), mientras que los Darwin, Wolf y en San Cristóbal (Punta Pitt). De
huevos descuidados son consumidos por cucuves estas últimas colonias no se tiene un dato estimado
(Nesomimus spp.) y pinzones (Geospiza spp.). de cantidad de aves, pero muy probablemente to-
das ellas sobrepasan el millar de individuos. Otras
población colonias menores de Galápagos se encuentran en
Daphne, Santa Fe y en el islote Gardner cercano a
Determinar con precisión el tamaño de la pobla-
Floreana. Adicionalmente existen registros de al-
ción del Piquero de Nazca en Malpelo es comple-
gunas pocas parejas reproduciéndose en islas del
jo, ya que, pese a la reducida superficie de la isla
Perú (Lobos de Afuera y Lobos de Tierra), Méxi-
(apróx. 1.2 km2), su topografía y accidentado re-
co (Las Islas de Revillagigedo) y Clipperton (ato-
lieve hacen imposible realizar conteos que cubran
lón francés frente a las costas de México).
la totalidad de su superficie. Adicionalmente, la
abundancia de aves es muy alta y cualquier estima-
amenazas
tivo tiene un error de cálculo muy grande. Sin em-
bargo, en los últimos 80 años se han hecho varias No existen amenazas actuales claramente identifi-
estimaciones a través de distintos métodos. Mur- cadas. Sin embargo, el hecho de reproducirse en
phy (1945) estimó la población en más de 20 000 colonias y, además, en islas oceánicas de reducida
aves, a partir de un censo visual realizado desde superficie, hacen que esta especie pueda ser vulne-
un barco, durante los primeros meses del año. Pit- rable a la pérdida de hábitat y a especies introduci-
man y Jehl (1998) obtuvieron un valor similar de das (depredadores terrestres o patógenos). Algu-
24 000 aves, mediante el conteo de aves en foto- nos problemas ambientales de gran escala podrían
grafías aéreas de alta resolución. López-Victoria y afectar también a este piquero, como por ejemplo
Estela (2007) calcularon que la población sobre- el deterioro de poblaciones de peces debido al
pasa los 50 000 individuos, a partir de un análi- efecto de pesquerías.
sis de densidad de nidos. López-Victoria y Rozo El impacto que pueden tener las pesquerías
(2007), con un método similar al anterior, pero sobre los piqueros es difícil de determinar, ya que
134
sula granti
se necesitan evaluaciones de los tosa ninguna pareja en la colonia los pollos, hasta que vuelan por
recursos existentes de pesca y sus de Punta Cevallos en Isla Espa- primera vez (Humphries et ál.
posibles cambios históricos. Esta ñola. Sin embargo, estos efectos 2006), y posteriormente un mes
información no existe y es extre- son menos drásticos que los que más de cuidado parental (Maness
madamente costosa de obtener. se presentan en otras especies de et ál. 2011). Presentan una alta
Además, hay que tener en cuen- piqueros, como por ejemplo el filopatría, pues una vez los juve-
ta que los sitios de alimentación Piquero de Patas Azules (Sula niles dejan la colonia, regresan
de estos piqueros se encuentran nebouxii), en el cual, como ya fue cuando alcanzan la madurez re-
alrededor de las colonias, a una dicho, se presenta mortalidad de productiva, a los cuatro o cinco
distancia de entre 100 y 500 ki- adultos por inanición durante ese años de edad (Huyvaert y Ander-
lómetros (F. A. Estela y D.J. An- fenómeno. El efecto de los fe- son 2004). Después de que es-
derson datos no publicados), y nómenos Niño-Niña no ha sido tas aves regresan como adultos,
estas zonas de forrajeo no hacen evaluado en la colonia de Malpe- por lo general se encuentran en
parte de las áreas protegidas. En lo. No obstante, observaciones la colonia todos los años subsi-
general el efecto de las pesquerías preliminares sugieren cambios en guientes, y tratan de reproducir-
es negativo para las aves marinas la frecuencia de las nidadas y, en se. Su éxito depende de factores
en dos sentidos: hay una obvia ocasiones, abandono de los nidos tales como la posibilidad de en-
reducción de las poblaciones de (F. A. Estela y López-Victoria, contrar pareja, las condiciones
peces disponibles como presas datos no publicados.) ambientales y también su edad,
y se pueden presentar capturas ya que hay un marcado descenso
incidentales que ocasionen la historia de vida en el éxito reproductivo después
muerte de las aves. Para el caso Los piqueros son aves longevas, de los 18 años, lo cual evidencia
del Piquero de Nazca, las presas que pueden vivir más o menos 30 un proceso de senilidad (Ander-
predominantes en su dieta al- años (Nelson 1978). En el caso son y Apanius 2003).
rededor de Malpelo (voladores del Piquero de Nazca existen in- A partir de los 20 años de
y mediospicos) no son objeto dividuos marcados como adultos edad se nota un descenso en la
principal de pesca, razón por la hace 27 años por D. J. Anderson presencia de estas aves en la co-
cual, en este caso, el efecto de las en la colonia de Española. Esta lonia durante la época reproduc-
pesquerías no sería tan relevante. especie pone entre uno y dos tiva. Dado que estas aves son
Por otra parte, no hay evidencia huevos (Anderson 1989b). En altamente filopátricas y siempre
de capturas incidentales de pi- el caso de posturas dobles siem- se reproducen en la misma colo-
queros cuando se emplean líneas pre se presenta fratricidio entre nia, se asume que esta ausencia es
de pesca superficiales. En ambos las crías, y generalmente sobrevi- ocasionada por mortalidad. Las
casos hace falta realizar estudios ve el polluelo que nace primero causas de esta mortalidad no es-
que corroboren o descarten estos (Anderson 1989b). La capacidad tán claramente identificadas, en
posibles impactos. para poner uno o dos huevos por parte porque estas muertes su-
Existe documentación de parte de las hembras está deter- ceden principalmente por fuera
los efectos negativos de fenóme- minada por la disponibilidad de de la colonia. La mortalidad de
nos meteorológicos y oceanográ- comida en el ambiente (Clifford adultos, atribuible a causas rela-
ficos de gran escala en el Piquero y Anderson 2001). El ciclo re- cionadas con el tiempo que pasan
de Nazca, como por ejemplo El productivo toma más de seis en la isla (en tierra) en la colo-
Niño (Anderson 1989a). El Niño meses (Apanius et ál. 2008; Ma- nia de Malpelo es de alrededor
afecta gravemente el éxito repro- ness y Anderson 2007), e inclu- de 1.4 % año, si se considera una
ductivo de este piquero, porque ye 43 días de incubación de los población de 80 000 individuos
causa que en esos años no sea exi- huevos, 120 de crecimiento de (López-Victoria et ál. 2009).
135
sula granti
situación de la especie VU D2
renjifo et ál. 2016
criterio a criterio d
En Colombia esta especie se reproduce única- S. granti se encuentra en una sola localidad en el
mente en la isla de Malpelo y dicha población país (en un área de unas 59 hectáreas) y podría ex-
constituye el 70 % de la población mundial. La perimentar una disminución en su base de alimen-
tendencia poblacional en la isla parece ser estable tación como consecuencia de las pesquerías. No
o por lo menos no hay indicios de una rápida dis- obstante la amenaza más seria para este piquero
minución en el tamaño poblacional (véase sínte- en Malpelo es la introducción accidental o inten-
sis de información). No califica como amenazada cional de especies invasoras como gatos, ratas o
bajo el criterio A. perros. Desde 1986 existe en la isla una guarni-
ción militar permanente (von Prahl 1990), la cual
criterio b recibe un suministro regular de provisiones por
B1 EOO = 727 433 km2 > 20 000 km2. La especie barco. La isla también recibe visitas de barcos tu-
no califica como amenazada bajo el subcriterio B1. rísticos interesados en la observación de cardúme-
B2 Área de ocupación 0.59 km < 10 km . La
2 2 nes de peces martillo. La introducción accidental
especie cuenta con una única colonia reproducti- de ratas por los barcos o la eventual introducción
va en el país. Por otra parte no está de gatos o perros como mascotas pondrían de in-
experimentando una disminución mediato en riesgo la única población
poblacional ni experimenta fluctua-
eoo
nacional. Califica como vulnerable
727 433 km2
ciones extremas. No califica como bajo el criterio D.
área de la colonia
amenazada bajo el subcriterio B2. de anidación VU D2.
0.59 km2
136
sula granti
las subpoblaciones de la especie (F. Estela com. pers.). Por esta razón se recomienda no cambiar la cate-
goría. Si se toma en cuenta que Malpelo alberga la mayor parte de la población de la especie, es de vital
importancia evitar cualquier introducción de depredadores intencional o accidental.
conclusión
VU D2.
Distribución
Distribución
137
sula leucogaster
© daniel uribe
sula leucogaster
piquero café
brown booby
síntesis de información
felipe a. estela, giannina cadena y jairo lasso-zapata
139
sula leucogaster
estos autores reportan cinco de hay algunas otras pequeñas colo- una evidencia directa de estos
estas colonias en territorios co- nias en el Darién panameño. De rumores.
lombianos, con una población hecho, esta subespecie se con- En el archipiélago de San
aproximada de 1000 parejas. In- sideraba especie aparte y se lla- Andrés y Providencia se han re-
dependientemente de la preci- maba Piquero Colombiano (ver gistrado históricamente colonias
sión del valor total presentado Murphy 1936). en cinco cayos (ver Bond y Me-
por cada uno de estos autores, En la parte continental del yer de Schauensee 1947; Bond
la realidad es que las poblaciones Caribe colombiano existen re- 1950 y Chirivi-Gallego 1988;
han disminuido históricamente gistros de colonias reproducti- McNish 2003). La presencia de
y las principales causas son trans- vas en al menos dos sitios: Isla estas colonias se ha reportado
formaciones en el hábitat de ani- Aguja en el Parque Tayrona (F. desde hace mucho tiempo, sus
dación, lo cual ha llevado a la Estela y A. Chaves-Fonnegra, números siempre han sido va-
desaparición de varias colonias datos no publicados) y el islo- riables y por lo general se han
en muchas partes de esta región. te Pilón de Azúcar en el Ura- considerado en varios miles de
En Colombia se encuen- bá chocoano (López-Victoria y individuos. A continuación se
tran dos subespecies: S. l. etesiaca Werding 2010). La colonia de presenta una relación de los da-
en el Pacífico y S. l. leucogaster en Isla Aguja ha desaparecido, era tos de presencia, en algunos ca-
el Caribe. En el Pacífico la ma- presumiblemente de unos 30 ni- sos con tamaños poblacionales
yor población se encuentra en el dos (W. Naranjo com. pers.) y históricos, reportados para esta
PNN Gorgona, en donde se re- en la actualidad algunos de estos especie en los cinco cayos don-
produce en las rocas satélites de piqueros (50-80) descansan en de se encuentra y la cantidad de
la isla principal, en los islotes ro- una roca pequeña frente a esta individuos observados en visitas
cosos cercanos a Gorgonilla y isla, llamada el Ojo de La Aguja a estos sitios en los últimos cin-
en algunos de sus acantilados. (F. Estela, obs. pers.). La colo- co años por JLZ. En todos estos
La colonia en general alcanza nia en Urabá constaba de unos casos se evidencia que las pobla-
los 300 individuos y se ha esti- 400 individuos en 1977, pero ciones han disminuido notoria-
mado un total de 100 parejas este es un estimado de acuerdo mente en las últimas décadas.
reproductivas (Cadena y Naran- al área de la isla, la cual se repor- Quitasueño y Albuquerque:
jo 2010). En cada islote se pue- tó “cubierta por nidos de la es- su presencia siempre se ha re-
den encontrar entre dos y veinte pecie” en 1977, pero no se hizo portado en estos dos cayos, en
nidos. Adicional a esta colonia un conteo efectivo en campo de noviembre de 2009 y junio de
se encuentran algunas otras po- la cantidad de nidos. Adicional- 2010 se registraron ocho indivi-
blaciones reproductivas peque- mente existen rumores, no do- duos en cada isla, la mayoría de
ñas en islas rocosas del norte del cumentados ni corroborados, estos individuos eran juveniles.
Chocó, como los centinelas de de una colonia de anidación en Serrana: en el cayo suroes-
Jurubidá, Cabo Corrientes y las la Isla Pajarales del archipiélago te se han reportado 15 000 in-
Rocas de Octavia (Naranjo et ál. del Rosario (Naranjo 1979). De dividuos (ver Ortega Ricaurte
1998). Los números de estas co- acuerdo a los pobladores de la 1941), en septiembre de 2007
lonias no son conocidos, pero zona, esta especie anidaba en el se observaron 12 juveniles y no
por las pequeñas dimensiones de suelo de la isla y había unos 20- se registraron nidos. En el cayo
estas rocas se estima que no su- 30 nidos. Luego de muchas vi- Norte se tienen datos descripti-
peran el tamaño de la población sitas por múltiples observadores vos de la anidación de piqueros
de Gorgona. Esta subespecie de aves y ornitólogos a estas islas (Sula sp.) (Díaz et ál. 1996), en
está prácticamente restringida al en los años siguientes a la publi- septiembre de 2007 se observa-
Pacífico colombiano, ya que solo cación de Naranjo, no se tiene ron 202 individuos, que incluían
140
sula leucogaster
cinco juveniles y cinco polluelos. que existe la posibilidad de que En la isla Gorgona, donde
En una visita posterior a este cayo la colonia de Urabá siga activa. se encuentra la población más
en septiembre de 2011 se obser- Incluso podría haber más de una grande actualmente, hay peligros
varon 174 individuos, 92 nidos y colonia, ya que hay varias islas posibles por cambios en el nivel
98 polluelos. Es importante ano- similares a Pilón de Azúcar. En del mar, ya que algunos de los
tar que en el año 2007 este cayo el caso que la colonia de Pajara- islotes donde anida son muy ba-
estaba inundado por el paso del les, es claro que fue erradicada jos. Adicionalmente estos islotes
huracán Félix, por lo cual es pro- totalmente posiblemente por la pequeños son propensos a des-
bable que no hubiera reproduc- urbanización casi total que han trucción de hábitat por catástro-
ción ese año. sufrido las islas de este archi- fes naturales, especialmente en
Serranilla: en este banco piélago con fines turísticos. En una zona tan activa geológica-
se han registrado hasta 2000 pi- el caso de Isla Aguja la pérdida mente como esta región del Pa-
queros, con 1000 parejas ani- de la colonia está posiblemente cífico. De hecho existe evidencia
dantes (ver Bond y Meyer de relacionada con la introducción de dos cambios significativos en
Schauensee 1944), pero en visitas de cabras a esta isla en la década la fisionomía de estos islotes y de
recientes no se ha observado esta de los años 70 por parte de los Gorgona en las últimas décadas.
especie. Lee y Mackin (2012) la pescadores de Taganga (W. Na- En el terremoto de diciembre
consideran extinta en este banco. ranjo com. pers.). Las cabras fue- de 1979 se perdió la conexión
Roncador: esta es la colo- ron removidas por el personal de que existía en marea baja entre
nia con mayor información de Parques Nacionales en los años Gorgona y Gorgonilla. Recien-
todas las del archipiélago, Chirivi 80, pero al parecer la vegetación temente en el terremoto de sep-
(1988) registró 800 individuos de la isla cambió totalmente lue- tiembre de 2007, El Viudo, una
en 400 nidos, con muchos po- go de esta perturbación, ya que de las rocas más famosas de la
lluelos y huevos. En julio de actualmente es un pastizal dis- isla, se fracturó y perdió al me-
2005 se observaron 50 indivi- tinto a la vegetación de bosque nos la mitad de su área emergida.
duos, diez nidos, dos huevos y seco de las zonas costeras de este
cinco polluelos. Posteriormen- parque (F. Estela obs. pers.).
te en septiembre de 2007 se en-
historia de vida
Entre las principales ame-
contraron 26 individuos y dos nazas para las colonias de este Esta especie se reproduce una
nidos. Finalmente en septiembre piquero en los cayos y bancos de vez al año, la primera reproduc-
de 2011 la colonia se componía Archipiélago de San Andrés, se ción sucede entre los dos y cua-
de 112 individuos, 35 nidos, de encuentran el paso de huracanes tro años de vida, y los individuos
los cuales 18 estaban activos. y los posibles efectos que tenga lo hacen durante toda su vida
un ascenso en el nivel del mar adulta. Este piquero pone por
amenazas por cambio climático. Las áreas lo general dos huevos, y en la
Esta especie anida en pequeños circundantes a estos cayos están mayoría de los casos (90 %) pre-
islotes y sus poblaciones son pe- en proceso de exploración y ex- senta reducción de nidada por
queñas, no sobrepasan en mu- plotación petrolera, por lo cual siblicidio (Schreiber y Norton
chos casos unas pocas decenas las condiciones naturales pueden 2002). Se conoce que las pobla-
de nidos. Se tiene evidencia de cambiar drásticamente debido a ciones de Hawaii son filopátri-
varios factores que han afectado la contaminación. No se pueden cas como muchas otras especies
esta especie en el país. En el caso descartar problemas por intro- de piqueros (Nelson 1978). La
del Caribe continental, se desco- ducción de especies a los cayos, máxima edad que se ha regis-
noce si actualmente se reproduce por parte del personal de la Ar- trado para esta especie es de 24
en algún lugar de la costa, aun- mada Nacional. años (Schreiber y Norton 2002).
141
sula leucogaster
medidas de conservación
das las poblaciones del Parque Corales del Rosa-
tomadas
rio y San Bernardo y Tayrona, aunque en el caso
La principal población del Pacífico colombiano del primero es importante recordar que la gran
se encuentra protegida en el PNN Gorgona. Otras mayoría de ese parque es submarino. También se
pequeñas poblaciones se encuentran en parques debe tener en cuenta que en estos parques hubo
como Utría, Uramba-Bahía Málaga y Sanquian- colonias y lo que hay actualmente son congrega-
ga. En el Caribe también se encuentran protegi- ciones de descanso de estas aves.
142
sula leucogaster
Distribución
Distribución
143
egretta rufescens
© daniel uribe
egretta rufescens
Garza Rojiza, Garza Borracha
Reddish Egret
síntesis de información
carlos ruiz-guerra, yanira cifuentes-sarmiento y felipe a. estela
145
egretta rufescens
(C. Ruiz-Guerra obs. pers.) o Perú (I. Liff com. Su reproducción en Colombia fue evidencia-
pers.). da en el municipio de Manaure (La Guajira), en
En Colombia se ha registrado en el SFF Los enero de 2008, en una colonia ubicada en manglar
Flamencos y otras localidades de La Guajira (Ruiz- que compartía con Nyctanassa violacea y Nyctico-
Guerra et ál., 2008), en la ecorregión Ciénaga Gran- rax nycticorax (Ruiz-Guerra, datos no publicados).
de de Santa Marta y en en el PNN Tayrona en el Este hallazgo corrobora lo que Sprunt (1976) asu-
departamento del Magdalena (Estela y López- mió al observar individuos jóvenes de esta garza en
Victoria 2005; Moreno-Bejarano y Álvarez-León, Manaure en enero de 1974.
2003; Reyes 2003; Hilty y Brown 2001) y en la Típicamente anida en islas o en las costas
Ciénaga de La Virgen y de Juan Polo en Bolívar (Y. (Paul 1991). Los nidos son generalmente construi-
Cifuentes-Sarmiento, datos no publicados). Tam- dos a menos de tres metros por encima del agua
bién se ha observado en el delta del río Sinú, depar- o el suelo, pero pueden llegar a estar a seis metros
tamento de Córdoba y en Barranquilla (Atlántico). (McMurray 1971; Stevenson y Anderson 1994).
En el Pacífico se ha registrado en Buenaventura Algunas veces los nidos son ubicados en el sue-
(Hilty y Brown 2001), en el PNN Sanquianga (C. lo entre la vegetación baja o en barras de arena
Ruiz-Guerra, datos no publicados.) y en el bajo La (Bent 1926; McMurray 1971; Simersky 1971;
Cunita en la Bocana de Iscuandé (C. Ruiz-Guerra Paul et ál. 1979; Paul 1991; Toland 1991; Ste-
y Y. Cifuentes-Sarmiento obs. pers.). venson y Anderson 1994).
Los morfos blancos y oscuros han sido re- Generalmente esta garza anida en colonias
gistrados indistintamente en Manaure, SFF Los mixtas con otras especies de garzas, pero puede
Flamencos y VIPIS. Morfos blancos solo han sido anidar solitaria o en pequeños grupos aparte de
observados en la Bahía de Cispatá (Córdoba) y otras zancudas (Paul 1996). En Colombia se des-
morfos oscuros en PNN Sanquianga y La Cunita conoce cuál es el periodo de anidación, pero se
(C. J. Ruiz-Guerra y Y. Cifuentes-Sarmiento obs. presume que puede ser desde diciembre hasta
pers.). Los morfos blancos son frecuentemente marzo (C. Ruiz-Guerra obs. pers.).
confundidos con Ardea alba, Egretta thula y ju-
veniles de Egretta caerulea, y los morfos oscuros población
con Ardea herodias, lo cual permite creer que la
En Colombia, se han registrado 1500 individuos
falta de registros en algunas localidades del Cari-
de la especie (Morales 2000) y, en la única colo-
be y Pacífico colombianos puede estar relacionada
nia reportada para el país, ubicada en Manaure (La
con errores de identificación.
Guajira), se encontraron 50 nidos activos (Ruiz-
Las áreas con mayores registros de esta es-
Guerra, datos no publicados). Lo anterior indica
pecie son VIPIS y SFF Los Flamencos, en donde
que el AICA Complejo de Humedales Costeros de
esta especie es común pero de hábitos solitarios.
La Guajira alberga el 1 % de la población de la sub-
Según Ruiz-Guerra et ál. (2008), esta especie es
especie E. r. rufescens.
más abundante en La Guajira media, en especial
en el SFF Los Flamencos y las salinas de Manaure
amenazas
que hacen parte del AICA complejo de humedales
costeros de La Guajira. Esta especie está bajo la categoría de casi amena-
Aunque no es frecuente encontrarla fuera de zada pues a pesar de su amplia distribución en el
la costa, en noviembre 2006, en el municipio de continente, se restringe a hábitats costeros no con-
Andes, Antioquia, a 2600 m fue encontrado un in- tinuos y se asume que presenta una disminución
dividuo muerto de esta garza con anillo numerado moderada a baja de sus poblaciones (BirdLife In-
y un radiotransmisor que habían sido puestos en ternational 2016a). Según UICN las poblaciones de
junio del mismo año en Texas (ProAves 2006). esta garza fueron muy utilizadas como fuente de
146
egretta rufescens
alimento a finales del siglo XIX y les son enemigos naturales de la Por otra parte la presencia
comienzos del siglo XX. Actual- Garza Rojiza, se trata de especies de poblaciones humanas cerca
mente, las fluctuaciones se pre- que aumentan sus tamaños po- de colonias de anidación causa
sentan en algunas colonias, apa- blacionales donde hay activida- el abandono de nido, huevos y
rentemente relacionadas con la des antrópicas, aumentando así polluelos por parte de los adul-
presencia de depredadores que la incidencia de su depredación tos, con lo cual aquellos quedan
pueden causar disminuciones rá- en las colonias de esta garza. desprotegidos ante los depreda-
pidas. La recuperación ha sido En Colombia, en especial en La dores. Algunas colonias urbanas
observada a partir del control Guajira, los anteriores depreda- toleran en bajo nivel el tráfico
de depredadores. Las amenazas dores son comunes, pero no se aéreo, otras son menos toleran-
para esta especie no se conocen tiene evidencia de que esto sea tes (Lowther y Paul 2002). Por
muy bien, pero es probable que, realmente una amenaza para la todo esto es necesario hacer la
en parte de su área de distribu- especie (C. J. Ruiz- Guerra y Y. evaluación de las poblaciones que
ción, se deba al desarrollo co- Cifuentes-Sarmiento obs. pers.) anidan en los humedales costeros
mercial de las costas. de La Guajira, en donde existen
En Colombia, se conoce
En Norteamérica la pérdi- asentamientos humanos cerca-
muy poco de la especie y la in-
da de hábitat es la principal ame- nos a las áreas de anidación.
formación existente es bastante
naza para esta especie debido al
limitada. No obstante, a partir
desarrollo costero, operaciones historia de vida
de la información de los conteos
de dragado y alteraciones hidro-
realizados en 2008 en la región El plumaje de adulto se obtiene
lógicas (Paul 1991; Paul 1996; al segundo año y la reproduc-
Caribe se puede asumir que La
Muehter 1998). Sus áreas de ción se inicia en el segundo o,
Guajira media es el área con ma-
anidación están siendo conver- más usualmente, al tercer año.
yor concentración de individuos
tidas en hábitats para la cría de Aunque se conoce que vive al
y donde su reproducción, se ha
ganado en algunas islas y la tala menos once años, la superviven-
confirmado hasta el momento
de manglar. Aunque la especie cia juvenil-adulto es desconocida
(Ruiz-Guerra et ál. 2008). Así
se ha recuperado, actualmente (Paul 1991). El tamaño de la ni-
mismo, la relación evidente en-
el aumento de las actividades dada es de dos a cuatro huevos
tre los manglares como sitios de
de recreo en los hábitats coste- con un periodo de incubación de
ros es un problema grave y de reposo, alimentación y repro-
ducción para E. rufescens per- 26 días, ambos parentales cuidan
igual manera la caza ilegal de a los pollos por tres semanas, los
subsistencia amenaza algunas miten afirmar que la principal
cuales dejan el nido a las cuatro o
poblaciones de aves acuáticas amenaza para las poblaciones
cinco semanas. Los jóvenes vue-
(Kushlan et ál. 2002). residentes de esta especie en Co-
lan a las seis semanas pero son
Entre los depredadores co- lombia es la pérdida de hábitat
alimentados por los adultos hasta
nocidos en Norteamérica están por la reducción del manglar en
las nueve semanas (Paul 1991).
Coragyps atratus, que se alimenta buena parte de la región Caribe.
de huevos y pollos, Leucophaeus Los humedales costeros junto al
medidas de
atricilla, que come los huevos y manglar son los principales há-
conservación
Quiscalus mexicanus que rompe bitats para esta especie que han
sufrido un gran deterioro, como tomadas
los huevos pero no se ha obser-
vado que coma su contenido ha ocurrido en la ecorregión Se ha registrado en varias áreas
(McMurray 1971), Procyon sp. Ciénaga Grande de Santa Marta protegidas de Colombia como
y perros domésticos (Paul 1991; desde la construcción de la ca- en el SFF Flamencos, vipis, PNN
Paul 1996). Si bien estos anima- rretera en 1977 (Reyes 2003). Tayrona, PNN Sanquianga y en
147
egretta rufescens
tres AICA del Caribe colombiano: Reserva de Biós- nariñense, en el Delta del río Iscuandé que hace
fera Ramsar Ciénaga Grande, Isla de Salamanca parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves
y Sabanagrande (Magdalena), la Zona deltaica- Playeras (RHRAP). Es una especie gregaria clave
estuarina del río Sinú (Córdoba) y el Complejo para aplicar a los criterios AICA Internacional A4
de Humedales Costeros de La Guajira (La Guaji- y nacional CO4 (BirdLife International y Conser-
ra). También se ha registrado en la costa pacífica vación International 2005).
148
egretta rufescens
conclusión
VU C2a(ii).
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
149
vultur gryphus
© rodrigo gaviria obregón
vultur gryphus
Cóndor, Cóndor de los Andes,
Cóndor Andino
Andean Condor
síntesis de información
sandra arango caro, david arenas, santiago zuluaga y fausto sáenz jiménez
151
vultur gryphus
vos por nidada (Wallace y Tem- Nevada de Santa Marta, Serranía de Santa Marta (32), serranía de
ple 1988). El periodo de incu- de Perijá y el páramo de Cáchira) Perijá (15), páramo de Cáchira
bación es de aproximadamente y sur del país (Nariño límite con (10), macizo de Santurbán (5-
dos meses (Lint 1951; Dekker Ecuador) (Negret 2001; MAVDT 10), páramo del Almorzadero
1967; Del Hoyo et ál. 1994; y CORPOBOYACÁ 2006). Entre los (15) y Sierra Nevada del Co-
Ferguson y Christie 2001). Los años 1991 y 1993 se observaron cuy (4-7) (IAvH y BIOCOLOMBIA
polluelos pueden volar a los seis ocasionalmente cóndores en la 1997; MAVDT y CORPOBOYA-
meses y dependen de sus padres Sierra Nevada del Cocuy, Chita CÁ 2006; Sáenz et ál. 2014; F.
por varios meses más (Meiri y o Güican (Negret 2001). Pos- Sáenz obs. pers.). Además, hay
Yom-Tov 2004). En Colombia teriormente, a partir de 2000, observaciones de juveniles en el
se considera que la reproduc- se han evidenciado registros de departamento de La Guajira (ju-
ción probablemente ocurre en- la especie en nuevas localidades, nio 2006) (C. Navarro y Y. Vega
tre abril y diciembre, y existe un en donde la especie había estado obs. pers.), norte del departa-
registro histórico del nacimiento ausente por lo menos durante mento de Boyacá (2006-2014)
de un polluelo en julio (Hilty y 10 años (macizo de Santurbán (MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
Brown 1986; Ferguson y Chris- y páramo del Almorzadero) F. Sáenz obs. pers.), departa-
tie 2001; Rodríguez-Mahecha (Rodríguez-Mahecha y Orozco mento del Cesar (febrero 2008)
y Orozco 2002). Dos registros 2002, Sáenz et ál. 2014). Esto (M. Pacheco obs. pers.) y en
recientes de nacimiento de po- sugiere una eventual recupera- el departamento de Santander
lluelos de cóndores reintrodu- ción de las poblaciones, posible- (febrero y marzo 2014) (Sáenz
cidos en el PNN Los Nevados se mente a partir de un proceso de et ál. 2014). Es importante acla-
realizaron en diciembre de 2008 redispersión desde el nororiente rar que actualmente no se puede
y 2013 (Zuluaga et ál. 2014; hacia el centro-oriente del país. establecer si estos juveniles son
Restrepo y Betancur 2013). En el año 2002 se estimó crías de cóndores silvestres o de
La baja tasa reproductiva se que la población total de cóndo- individuos reintroducidos.
debe en parte a: (1) un periodo res para Colombia no superaba En las poblaciones reintro-
largo de interacción de la pareja los 60 individuos (Rodríguez- ducidas sobreviven actualmente
antes de la puesta que puede ser Mahecha y Orozco 2002). Ac- entre 35-40 cóndores, a los cua-
de 8 a 9 meses, (2) disponibili- tualmente, aunque no se han les se les ha hecho seguimiento
dad de alimento que puede ser realizado estudios sistemáticos en los últimos 6 años. Se desco-
impredecible, (3) un tamaño de de las poblaciones en el país, se noce la situación de otros 12-17
postura pequeño, (4) un largo estima que existen por lo me- que no han tenido seguimiento.
periodo de incubación, (5) una nos 130 individuos según los Se tienen registros de 12 indi-
larga permanencia del juvenil en registros de la población nati- viduos muertos y la probable
el nido, (6) un largo periodo de va, los cóndores sobrevivientes migración de 5 individuos a los
dependencia de los juveniles y del proceso de reintroducción páramos del Ecuador (Barrera-
(7) madurez sexual posterior a
y las nuevas evidencias de re- Rodríguez y Feliciano-Cáceres
los 6 a 8 años de edad (Del Hoyo
producción (MAVDT y CORPOBO- 1994; Sáenz y Ciri 2013). A
et ál. 1994; Lambertucci 2007).
YACÁ 2006; Sáenz y Ciri 2013; continuación se presenta el nú-
Zuluaga et ál. 2014). La po- mero de individuos reportados
población blación nativa no supera los 90 en cada núcleo de repoblación:
En el inicio de la década de los individuos, distribuidos en las en el PNN Chingaza y San Caye-
80 la población de Cóndor Andi- siguientes localidades (entre pa- tano 11 (4 con marquilla, 2 sin
no en Colombia había quedado réntesis el número aproximado marquilla, 2 juveniles y 3 suba-
restringida al nororiente (Sierra de individuos): Sierra Nevada dultos) (Barrera y Ciri 2010);
152
vultur gryphus
en Puracé 11 (5 con marquilla, Colombia, se han estimado dis- próximas liberaciones contribu-
2 sin marquilla, 2 juveniles y 2 tancias de desplazamiento de 80 yan a balancear la proporción de
subadultos) (Morales 2010; Ba- a 170 km (F. Sáenz obs. pers.). sexos (Lambertucci et ál. 2012),
rrera y Ciri 2010); en Chiles 6 Se considera que las pobla- sigan teniendo éxito reproducti-
(2 con marquilla, una hembra ciones de la especie siguen siendo vo y la mortalidad sea baja (Ba-
juvenil, un macho juvenil y 2 reducidas en número y restringi- rrera y Ciri 2010).
individuos subadultos) (Barrera das a localidades generalmente
y Ciri 2010; Martínez y Ortega aisladas (MAVDT y CORPOBOYACÁ amenazas
2014); en el PNN Los Nevados 2006; Barrera y Ciri 2010). Sin
El Cóndor enfrenta amenazas
8 (4 adultos sin marquillas, dos embargo, cabe destacar que una debidas principalmente al de-
con marquilla y dos juveniles) de las hembras del núcleo de terioro y transformación de los
(CORPOCALDAS y FUMSOL 2008; repoblación en Siscunsí ha sido hábitats como consecuencia de
Aponte Moreno y Cardona Be- observada en localidades como los asentamientos humanos y la
tancur 2009; Zuluaga 2010; Mutíscua, Norte de Santander, expansión de la frontera agríco-
Zuluaga et ál. 2014); en el PNN PNN El Cocuy y páramos del SFF
la hacia los bosques andinos y
Cocuy 3 (todos con marquilla); Guanentá Alto Río Fonce en- páramos (Olivares 1963; Rodrí-
y en el páramo de Siscunsí 8 (la tre 2008 y 2010 (F. Ciri y M. guez-Mahecha y Orozco 2002;
mayoría sin marquilla, no existe Barrera obs. pers). Igualmente, Márquez et ál. 2005; MAVDT y
evidencia de reproducción local) una de las hembras liberadas en CORPOBOYACÁ 2006).
(F. Ciri y M. Barrera obs. pers.; el PNN Cocuy ha sido observada La pérdida directa de indi-
MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006; en Santander, en la parte alta viduos se debe a la cacería, por
Fundación Neotropical 2010). del municipio de Enciso (mayo considerarse equivocadamente
Es difícil determinar si los de 2014) y Cerrito (octubre de que esta especie es una amenaza
cóndores sin marquilla corres- 2014) (O. Gutiérrez y F. Sáenz para el ganado (Olivares 1963;
ponden a individuos reintro- obs. pers.), lo cual sugiere una Cuesta 2000; Rodríguez-Mahe-
ducidos o a cóndores silvestres posible conexión entre las pobla- cha y Orozco 2002; Lambertuc-
que han migrado de otras lo- ciones de cóndores del corredor ci 2007) y al tráfico de animales
calidades. Esto se debe a que nororiental de páramos del país. silvestres (FZC-CREA 2005). Indi-
el seguimiento de los cóndo- La evidencia de reproduc- rectamente, los cóndores mue-
res reintroducidos no ha sido ción en los núcleos de reintro- ren al consumir restos de anima-
continuo y a que varios de los ducción sugiere que a largo les envenenados que se usan para
individuos perdieron sus mar- plazo estas poblaciones pueden controlar depredadores del gana-
quillas alares poco tiempo des- llegar a ser viables. Este es el do, como zorros, pumas y perros
pués de ser liberados (F. Sáenz caso en el PNN Nevados, donde cimarrones (Barrera-Rodríguez
obs. pers.). Tampoco se puede se liberaron 14 cóndores en- y Feliciano-Cáceres 1994; Cues-
asegurar que los juveniles sean tre 1997 y 1999, y se registró ta 2000; L. Aponte Moreno y D.
resultado de reproducción en el nacimiento de dos polluelos M. Hurtado Zapata obs. pers.).
el núcleo de repoblación don- en 2009 y 2013 respectivamen- La cacería deportiva también
de se encuentran, cuando no se te. Lastimosamente el polluelo puede atentar contra la supervi-
tiene conocimiento de los nidos nacido en 2013 murió al caer vencia de los Cóndores si estos
donde nacieron. En Argenti- prematuramente del nido (Zu- consumen restos de animales ca-
na se han registrado desplaza- luaga 2010; Restrepo y Betan- zados con municiones de plomo
mientos diarios de juveniles y cur 2013). Las poblaciones (MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
adultos que superan los 300 km reintroducidas pueden llegar a Lambertucci 2007). Otra fuente
(Lambertucci et ál. 2014). En ser viables siempre y cuando las de mortalidad, principalmente de
153
vultur gryphus
juveniles que están aprendiendo Colombia desde 1994, es po- (Finch 1990; Botero 2006; Mar-
a volar, es la colisión con estruc- sible que todavía se presenten tínez 2006).
turas como líneas de transmisión consecuencias deletéreas en esta
eléctrica y torres de comunica- especie como se sugiere en otros medidas de
ción (Cuesta 2000; FZC-CREA países andinos (Cuesta 2000). conservación
2005; J. Zuluaga obs. pers.). Las Este plaguicida disminuye la re- tomadas
rutas de vuelo de aerolíneas pue- sistencia de la cáscara del huevo,
den afectar la especie, ya que en lo que incrementa la posibili- En 1989, el entonces INDERE-
NA, con el apoyo de la Sociedad
algunas ocasiones coinciden con dad del rompimiento durante
la incubación (Cuesta 2000). Zoológica de San Diego, inició
las mismas rutas de vuelo de los
Este es el caso del Cóndor de un proceso de reintroducción de
cóndores (Cuesta 2000). Final-
California, para el cual se han Cóndor Andino en Colombia
mente, se cree que algunas par-
encontrado posibles evidencias con un resultado a la fecha de
tes del cuerpo del Cóndor tienen
recientes de contaminación de 69 ejemplares liberados en siete
propiedades curativas, lo que ha
DDT, aunque el uso de este pes-
núcleos de repoblación (Lieber-
conducido a la captura de indivi-
ticida se prohibió en 1972 (The man et ál. 1993; MAVDT y COR-
duos (Olivares 1963; McGahan
POBOYACÁ 2006; F. Sáenz y S.
1973). Sin embargo, no hay in- New York Times 2011).
Otros factores que amena- Zuluaga obs. pers.). Los núcleos
formación reciente que indique
con el número de individuos li-
que en Colombia todavía se lleva zan el éxito alcanzado con el
berados y el año de liberación se
a cabo este tipo de actividad. repoblamiento y conservación
presentan a continuación: PNN
La reducción de los hábitats de la especie son la ausencia de
Chingaza (13, 1989 y 1994),
naturales resulta en la dismi- un seguimiento continuo de las
Resguardo Indígena de Puracé
nución de fuentes de alimento poblaciones naturales y reintro-
(12, 1990), Resguardo Indí-
como los grandes mamíferos ducidas, la escasez de programas
gena de Chiles (8, 1990), PNN
silvestres (venado y danta). Esta educativos para la conservación
Los Nevados (14, 1997-1999),
defaunación se intensifica en al- de la especie y la falta de aten-
páramo de San Cayetano (2,
gunas regiones por la cacería ción a las necesidades básicas
2001 y 4, 2003), páramo de
deportiva y la presencia de com- de las comunidades locales que
Siscunsí (11, 2004-2009) y área
petidores, por ejemplo, de perros comparten las zonas de distribu-
de influencia del PNN Cocuy
cimarrones. Igualmente, la pre- ción del Cóndor (Cuesta 2000;
(4, 2011-2014) (Barrera-Rodrí-
MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
sencia de carreteras hace que los guez y Feliciano-Cáceres 1994;
cóndores dediquen más tiempo a Morales 2010; Barrera y Ciri
MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
vigilar el lugar donde se alimen- 2010; L. Aponte Moreno y D.
Sáenz y Ciri 2013; Zuluaga
tan, con lo cual se reduce la ener- M. Hurtado Zapata obs. pers.).
et ál. 2014). Se debe aclarar que
gía que pueden invertir en ali- el proceso de repoblación en el
mentarse (Speziale et ál. 2008). historia de vida
páramo de Belmira (3, 2000)
La reproducción del Cón- El Cóndor alcanza la madu- fracasó y los dos Cóndores so-
dor se ve limitada por factores rez sexual a los 6 años, pero la brevivientes fueron capturados
como el deterioro de hábitats primera puesta, que puede ser y liberados posteriormente en el
para la anidación y la contami- infértil, puede retrasarse hasta páramo de San Cayetano.
nación del agua por agroquími- los 8 años de edad (Barrera- Parte de la reproducción en
cos, ganado y carroña (FZC-CREA Rodríguez y Feliciano-Cáceres cautiverio con fines de repobla-
2005). Por ejemplo, aunque el 1994; Márquez et ál. 2005; Bo- ción se llevó a cabo en el Zoo-
uso del DDT (diclorodifeniltri- tero 2006; Lambertucci 2007). lógico de Cali, donde también
cloroetano) está prohibido en La longevidad es de 50-75 años se produjo el video documental
154
vultur gryphus
“Yakaira el Cóndor de los Andes” con la colabo- núcleos de repoblamiento de Chingaza, Puracé,
ración del Instituto Alexander von Humboldt Chiles y Los Nevados (CORPOCALDAS y FUMSOL
(FZC-CREA 2005). Actualmente el Ministerio de 2008, 2009; Aponte Moreno y Cardona Betan-
Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Asociación cur 2009; Barrera y Ciri 2010; Morales 2010).
Colombiana de Parques Zoológicos, Acuarios y Se han logrado caracterizar lugares estratégicos
Afines (ACOPAZOA) están desarrollando el progra- para el seguimiento de cóndores, zonas de dis-
ma de cría en cautiverio del Cóndor Andino en tribución, sitios propicios para cebaderos, zonas
Colombia. Este programa importó a Colombia tres y rutas de vuelo, posibles lugares de anidación y
parejas de cóndores donadas por la Unión de Orni- disponibilidad de oferta alimenticia. Se ha iden-
tólogos de Chile con el fin de reproducirlos en cau- tificado la conformación de parejas reproducti-
tiverio, para que en un tiempo no mayor a 10 años vas y la dinámica de distribución y migración de
se pueda contar con individuos viables para liberar cóndores liberados. Se ha capacitado a líderes
en futuras reintroducciones en el medio natural. comunitarios, por ejemplo, a auxiliares técnicos
Este programa pretende traer varias parejas de campo, como apoyo para el seguimiento de la
de cóndores de Argentina y Chile con el fin de especie y puente comunicativo con las comunida-
reproducirlos en cautiverio, para que en un tiem- des locales. Finalmente, se han realizado talleres
po no mayor a 10 años se pueda contar con in- educativos a más de mil niños y jóvenes. Sin em-
dividuos viables en futuras reintroducciones en el bargo, es importante mencionar que el Plan de
medio natural. Acción no se ha cumplido en todos los núcleos
En 2005 a partir de un trabajo participativo de repoblamiento ni para todas las actividades (S.
se diseñó el Plan de Acción 2006-2016 del Pro- Zuluaga obs. pers.).
grama Nacional para la Conservación del Cóndor La especie se encuentra en zonas con algún
Andino en Colombia (MAVDT y CORPOBOYACÁ grado de protección como: PNN Sierra Nevada de
2006). Este programa busca trabajar de forma Santa Marta, PNN Tayrona, PNN Tamá, PNN Chin-
conjunta y articulada con los diferentes actores gaza, PNN Cocuy, PNN Nevado del Huila, PNN
institucionales, nacionales e internacionales, co- Puracé, PNN Los Nevados, Resguardos Indígenas
munitarios y educativos para promover la investi- de Puracé y Chiles, y Reserva Forestal Protectora
gación, la conservación y el aprovechamiento sos- Nacional Río Algodonal (Rodríguez-Mahecha y
tenible del Cóndor y su hábitat. El Plan de Acción Orozco 2002; MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006; Mo-
sigue las políticas de la Dirección de Ecosistemas rales et ál. 2007).
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Soste- Esta especie se encuentra protegida bajo el
nible en cuanto a gestión ambiental y manejo de Apéndice I de CITES (UNEP-WCMC 2015). En el
especies focales, y se lleva a cabo por regiones con ámbito nacional está incluida en la lista de espe-
una coordinación nacional. cies amenazadas, establecida por la Resolución
Varias instituciones han seguido líneas es- Nº 192 de 2014 del Ministerio de Ambiente y
tratégicas del Plan de Acción y han aunado es- Desarrollo Sostenible en la que se cataloga como
fuerzos para el estudio del Cóndor Andino en los una especie en peligro.
155
vultur gryphus
156
vultur gryphus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
157
circus cinereus
© gregory e yvonne dean
circus cinereus
aguilucho cenizo
cinereous harrier
síntesis de información
santiago zuluaga, maría ángela echeverry-galvis y diego soler-tovar
159
circus cinereus
nadería, las plantaciones de pino y eucalipto, y el son similares a los de otras especies del género,
drenaje de los pantanos (Jaksic y Jiménez 1986 pero difieren de las demás en la existencia de nidi-
citados en Figueroa y Corales 1999). Ferguson- ficación colonial, defensa colectiva de los nidos y
Lees y Christie (2001) sugieren que el uso de ausencia de agresividad entre los ejemplares de la
plaguicidas afecta la calidad del hábitat y la dispo- colonia (Saggese y De Lucca 1995).
nibilidad de presas.
medidas de conservación
historia de vida tomadas
La información existente sobre la especie es es- Se encuentra incluida en el Apéndice II de CITES
casa. Se considera que los hábitos reproductivos (UNEP-WCMC 2015).
160
circus cinereus
161
circus cinereus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
162
rallus semiplumbeus
© daniel uribe
rallus semiplumbeus
Rascón Andino, Tingua Bogotana
Bogota Rail
síntesis de información
loreta rosselli, andrea morales-rozo y juan david amaya-espinel
164
rallus semiplumbeus
algunas antiguas gravilleras en de 2002 en zona de juncal. Esta humedales en el 2007 y 3 indi-
el río Siecha (Guasca, Cundina- zona se encontraba en relativo viduos en dos humedales en el
marca) (G. Stiles y L. Rosselli buen estado respecto de otras 2008 (J. Zuluaga- Bonilla com.
obs. pers.). cercanas, recientemente quema- pers.). En febrero de 2010, J.R.
L. Agudelo y P. Camargo das. En Suesca en el 2006, L. Salamanca (com. pers.) observó
(com. pers.) observaron un in- Rosselli observó 4 individuos. diez individuos en la laguna de
dividuo construyendo un nido En Lago de Tota, Benítez- Pachacual, zona amortiguadora
con kikuyo seco, cerca del borde Castañeda et ál. (2005) en- del PNN Cocuy. Rosselli y Stiles
del humedal de Jaboque a finales contraron un promedio de (2012) y Rosselli et ál. (2010)
de enero de 2010. Zerda et ál. 53.8 individuos (rango=46-62, encontraron 2 y 6 individuos
(2005) también registraron ani- DS=2.33) en 6 muestreos y diez respectivamente en los hume-
dación de R. semiplumbeus en estaciones entre 2004 y 2005, y dales de Torca y Guaymaral en
Jaboque. Macana (2007) en una densidad de 6.8 ind. /10 ha el D.C.; entre 8 y 28 en Neu-
julio de 2006 observó en el sec- en el área vital que para la lagu- ta (Soacha), La Colina y Ceuta
tor El Desaguadero del Lago de na corresponde a la porción de (Funza) y Tibitoc (Zipaquirá);
Tota una pareja construyendo vegetación acuática de 175 ha. entre 30 y 62 en La Conejera,
un nido en un juncal. Zuluaga- Se calcula que la población total
Tibanica, Jaboque y Juan Ama-
Bonilla (com. pers.) también en puede estar cerca a las 40 o 50
rillo (D. C.); cerca de 80 en la la-
Tota presenció comportamien- parejas, como lo encontraron
guna de La Herrera (Mosquera)
to reproductivo en marzo del Varty et ál. (1986), aunque infe-
2006. Junto con los datos de y cerca de 180 en Gualí (Funza).
rior a los 400 individuos calcu-
Lozano (1993, 2002), estos da- Registros anteriores al 2002
lados en 1991 por J. Fjeldså (in
tos muestran que la especie pro- muestran que la laguna de La
litt. en Lozano 2002).
bablemente anida durante todo Herrera podía tener una pobla-
Los censos realizados por
el año. Según Lozano (2002) ción estimada de 50 territorios
la Asociación Ornitológica de
en Tota se encontraron nidos en 1991, lo que representaba la
Boyacá-Ixobrychus entre 2007 y
sobre aglomeraciones de Typha segunda población más grande
2009 registraron de 9 a 29 indi-
(en una de estas áreas se mezcla- conocida (J. Fjeldså in litt. en
viduos en recorridos que cubrie-
ba con Scirpus). Los nidos con- Lozano 2002). En 33 ha del
ron alrededor del 60 % del Lago
sistían en plataformas ovaladas de Tota (J. Zuluaga-Bonilla humedal de La Florida (dentro
localizadas en la parte baja del com. pers.); en el lago Sochago- del parque de La Florida) se es-
juncal (Scirpus californicus). ta se registraron 3 individuos en timaba una población de c.a. 20
febrero de 2006 y 2 individuos parejas (F. G. Stiles in litt. 1992
población en febrero de 2007. A pesar que en Collar et ál. 1992). En 1992,
Recientemente Macana y Zu- estos censos han seguido reali- en la totalidad del humedal de
luaga-Bonilla (datos no publica- zándose, la especie no se ha vuel- La Florida (61 ha), la población
dos) calcularon 346 individuos to a registrar (J. Zuluaga-Bonilla fue estimada en 54 parejas (este
en Lago de Tota y Morales-Ro- com. pers.). Entre 2007 y 2008 censo se realizó con base en con-
zo et ál. (2007) estiman un ta- J. Zuluaga-Bonilla hizo observa- teos auditivos mensuales duran-
maño poblacional de 200 indivi- ciones en 11 humedales del área te un año) (I. E. Lozano obs.
duos para la Laguna de Fúquene de Tunja que incluían desde pe- pers. 1992). En un pantano de
y menos de 20 para Palacio y queños y naturales hasta reservo- unas 6 ha cerca de Funza se ob-
Cucunubá. Allí L. M. Renjifo rios medianos artificiales de agua servaron cinco aves en noviem-
y J. D. Amaya (com. pers.) ob- para el ganado, y encontró dos bre de 1991 (F. G. Stiles com.
servaron 5 individuos en febrero individuos de esta especie en dos pers. 1992).
165
rallus semiplumbeus
166
rallus semiplumbeus
criterio a criterio c
eeo
El porcentaje total de pérdida de há- 51 079 km2 Benítez-Castañeda et ál. (2005) es-
bitat se desconoce, pues no se cuenta área de hábitat
timaron una densidad poblacional
con información precisa de la distri- remanente
de 68 ind/ km2 en Tota. Pero no se
164.6 km 2
bución histórica de los humedales ha encontrado la especie en dicha
porcentaje de cambio de
del país. Por otra parte, dentro de la hábitat 2001-2011 localidad a pesar de los muestreos
distribución actual de la especie no 38.9 %
que allí se han hecho recientemen-
se presentó pérdida de hábitat en 10 porcentaje total de
te. La estimación del tamaño pobla-
pérdida de hábitat
años (se consideran como hábitats desconocido cional de la especie es compleja. Por
de la especie canales, lagunas, lagos y una generación una parte es evidente que la especie
ciénagas naturales, turberas, vegeta- 4.6 años puede alcanzar densidades poblacio-
ción acuática sobre cuerpos de agua 3 generaciones nales altas, por otra, es evidente que
13.8 años
y zonas pantanosas). La población está ausente de áreas importantes de
de la especie se ha reducido en el hábitat remanente y adicionalmente
largo plazo como consecuencia de la la especie se encuentra en pequeños
pérdida de hábitat, la depredación por perros y la humedales de páramo como aquellos que se en-
contaminación de humedales en varias partes de cuentran en el PNN Chingaza (N. Moreno y P.
su distribución. Si se toma en cuenta la pérdida de Camargo com. pers.) los cuales no son detectados
hábitat como un indicador de reducción pobla- a la escala de análisis utilizada en este estudio. Si
cional, la especie no parece estar experimentando se supone que un 50 % del hábitat remanente de
una rápida disminución en su tamaño poblacional la especie está ocupado, con la densidad poblacio-
aunque es evidente que otras amenazas si están nal estimada en Tota, la población de la especie
afectando su población. No califica como amena- sería cercana a 5600 individuos. Es claro que hay
zada bajo el criterio A. un alto grado de incertidumbre en esta estima-
ción, pero sugiere que la población de la espe-
cie se encuentra por debajo de 10 000 individuos
criterio b
maduros. Se sabe además que la población está
B1 EOO = 51 079 km2 > 20 000 km2. No califica disminuyendo. La mayor parte de la población de
como amenazada bajo el subcriterio B1. la especie se encuentra en el altiplano cundibo-
B2 Área de hábitat remanente dentro de la yacense a una distancia relativamente corta entre
distribución = 164.6 km2 < 500 km2. Tiene una sitios con poblaciones locales de la especie. Por
distribución fragmentada como consecuencia de esto se estima que la mayor parte de la población
la destrucción de su hábitat (aunque la magni- de la especie haga parte de una misma subpobla-
tud de esta pérdida no pueda ser cuantificada a ción (>95 % de la población). Es posible que en
la fecha), la depredación por perros y la contami- las poblaciones del extremo norte de la distribu-
nación especialmente en la Sabana de Bogotá y ción, como la población en la zona de amortigua-
el Lago de Tota (a). Se estima una disminución ción del PNN Cocuy tengan poca conexión con
continua en cuanto a área de ocupación (ii), ex- las poblaciones más al sur. Por estas razones se
tensión y/o calidad de hábitat (iii) y número de considera que la especie es vulnerable respecto al
individuos maduros (v). criterio C.
EN B2ab(ii,iii,v). VU C2a(ii).
167
rallus semiplumbeus
criterio d conclusión
La especie no califica como amenazada bajo el EN B2ab(ii,iii,v).
criterio D. VU C2a(ii).
ajuste regional
Es un taxón endémico de Colombia, por lo tan-
to no es necesario hacer un ajuste regional de la
especie.
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
168
porphyriops melanops
© daniel uribe
porphyriops melanops
polla sabanera
spot-flanked gallinule
síntesis de información
loreta rosselli, johana zuluaga-bonilla y henry david benítez-castañeda
170
porphyriops melanops
2007; Rodríguez-Grisales 2007; entre diciembre y abril, Cely et te durante un año por Rosselli
Rosselli 2011; Zuluaga-Bonilla ál. (2005) registraron actividad et ál. (2010) solo encontraron
2004, 2007, 2008; Zuluaga- reproductiva para dos parejas evidencias de reproducción en
Bonilla y Macana 2008, 2009), entre marzo y mayo, y una entre Jaboque en diciembre.
en donde comparte hábitat con octubre y noviembre de 2003 en En la Laguna de Fúque-
otras especies acuáticas, aun con Fúquene. Becerra et ál. (2005) ne, para la elaboración de sus
Fulica americana, especie más estimaron el periodo de repro- nidos, utilizó plantas como jun-
grande y agresiva que puede li- ducción entre marzo y septiem- co (Schoenoplectus californicus),
mitar su ocupación (Rodríguez- bre. Y Zuluaga-Bonilla (2007), hierba de sapo (Polygonum hy-
Grisales 2007). en tres años de estudio en Tunja, dropiperoides), enea (Typha sp.)
Casi siempre andan en pa- observó reproducción desde di- y buchón (Limnobium laeviga-
rejas y en Fúquene se ocultan en ciembre hasta mayo y desde junio tum) (Cely et ál. 2005). El jun-
los juncos ante la presencia de per- a octubre, con algunas posturas co y la enea son trozados por la
sonas (Morales-Rozo et ál. 2007; extras casi de inmediato para re- pareja y al parecer, sirven como
Rodríguez-Grisales 2007); oca- poner nidadas no exitosas. En base de anclaje y para tapizar el
sionalmente también se sumer- otro estudio en Fúquene Benítez- nido; los trozos son utilizados en
gen ante la presencia humana, Castañeda et ál. (2005a), pese tiras largas para formar el tren-
botes y/o animales domésticos, a hacerle seguimiento a parejas zado con el que se forma una
esto fue evidente en Fúquene, el conformadas, no hallaron eviden- estructura como una canasta; el
Lago de Tota y en el humedal Ja- cia de reproducción para la espe- buchón sirve como soporte para
boque (Benítez-Castañeda et ál., cie entre noviembre de 2004 a la copa en donde la hembra colo-
2005a, 2005b). Es una especie septiembre de 2005. Rodríguez- ca los huevos y la hierba de sapo,
rara en los humedales distritales; Grisales (2007) encontró juveni- es utilizada para fortalecer la es-
allí recientemente sólo se han re- les en septiembre y octubre en 5 tructura del nido, a la vez que la
gistrado pocos individuos en sec- lagunas rurales en Guasca y La pareja dispone de ramas enteras
tores localizados de Córdoba, La Calera con áreas entre 1200 m2 o trozos de esta planta para hacer
Conejera, Guaymaral, Jaboque y 1.8 ha (en ausencia de Fulica un enredado a manera de parasol
y Tibanica, asociados a sectores americana, especie territorial o techo que cubre el nido. En
con espejos de agua o vegetación que puede generar perturbación Tunja, Zuluaga-Bonilla (datos
flotante (Loaiza 2006; Rosselli a los individuos reproductivos) y no publicados) observó nidos de
2011). Sin embargo, en las zo- sugiere que prefiere reproducirse y sobre pasto kikuyo (Pennise-
nas rurales tolera disturbios por en lagunas pequeñas con vege- tum clandestinum) en cercanías
intervención agrícola y ganadera, tación de borde que le ofrezca a la orilla. En La Herrera, Pedra-
e inclusive de viviendas en baja protección. Cely et ál. (2005) za (2001) y J. Cely (com. pers.)
densidad como lo demuestran no registraron evidencias de re- determinaron plantas como el
los hallazgos de Rodríguez- producción en la Laguna de La botoncillo (Bidens laevis), junco
Grisales (2007), y la población Herrera durante 2003 y tampo- (S. californicus), lengua de vaca
presente en la Universidad de co observaron comportamientos (Rumex obtusifolius) y barbasco
Ciencias Aplicadas y Ambienta- asociados. No obstante, en sep- (Polygonum punctatum) como
les UDCA en un laguito de 125 m2 tiembre del mismo año registra- materia prima en la elaboración
(L. Rosselli obs. pers.). ron un individuo juvenil, lo cual de los nidos. Ocasionalmente
La especie aparentemente permitió suponer que al menos puede anidar sobre estructuras
se reproduce a lo largo de todo el una pareja se reprodujo entre ju- hechas por el hombre como un
año. Morales-Rozo et ál. (2007) nio y julio. De 5 humedales dis- embarcadero en el embalse de
observaron parejas con juveniles tritales estudiados mensualmen- Neusa (Cadena 2002b).
171
porphyriops melanops
Cely et ál. (2005) registraron cinco nidos Rodríguez-Grisales (2007) encontró entre
con huevos en proceso de incubación en el año 1 y 7 individuos en 24 lagunas en el sector rural
2003, cuatro en la laguna de Fúquene y uno en la de Guasca y La Calera con el dato sobresaliente de
Laguna El Salitre; no obstante, al parecer el cons- 30 individuos en una laguna de 0.8 ha (Castilla).
tante desplazamiento de botes pudo afectar la re- Estudios realizados entre el 2003 y 2006 por Zu-
producción (Benítez-Castañeda et ál. 2005a). El luaga-Bonilla (datos no publicados), en un hume-
número de huevos por nidada oscila entre cuatro dal artificial de 353 m2 en Tunja, revelan la convi-
y siete (Zuluaga-Bonilla 2007). vencia de hasta 12 individuos de un mismo grupo
En el Lago de Tota, Benítez-Castañeda et ál. familiar. J. Zuluaga-Bonilla y C. Macana (datos no
(2005b) observaron dos juveniles, uno de cuatro publicados) registraron en 2007-2008 entre 1 y 7
semanas en el sector Playa Blanca en marzo de individuos en 11 humedales de Tunja, siendo el
2005 y uno subadulto en Santa Inés en septiembre humedal con mayor número de individuos el de la
del mismo año. El de Playa Blanca estaba junto a Finca el Capitolio.
ambos progenitores mientras que el de Santa Inés Rosselli y Stiles (2012) reportaron 4 indivi-
se halló solo y, aunque opaco, su tamaño era si- duos en el humedal de Neuta, 29 en el humedal La
milar al de un adulto, pero el color café desteñido Conejera, 19 en la Laguna del Salitre, 14 en Gravi-
del plumaje de la cabeza y cuello, además del color llera del río Siecha, 25 en Colina, 41 en Gualí, 26
amarillo pálido tanto del escudete como del pico, en el humedal de Guaymaral y 15 en Jaboque. En
parecían características de un inmaduro. Al pare- la Hacienda Los Laureles y la Laguna La Herrera,
cer, se trataba de un individuo ya independiente de cerca de 50 individuos y en un sector de espejo de
aproximadamente ocho semanas de edad. agua del humedal de Córdoba se registró por pri-
mera vez un individuo en diciembre de 2009, pero
población no se estableció (L. Rosselli obs. pers.).
En el río Bogotá se han observado consecu-
Las poblaciones han descendido de manera preo-
tivamente durante los últimos seis años entre tres y
cupante durante la última década (Cadena 2002b),
cinco individuos hacia la margen que limita con el
ya que son pequeñas, aún en grandes humedales
Parque La Florida, a escasos 100 metros del puen-
como Fúquene, en donde Morales-Rozo et ál.
te vehicular sobre el río que conduce de Engati-
(2007) calculan cerca de 100 individuos y Be-
vá hacia el Parque (Benítez-Castañeda obs. pers.;
nítez-Castañeda et ál. (2005a), un promedio de
Benítez-Castañeda 2004). A pesar de registrar
19.25+ 7.58 ind/conteo (n = 4 conteos); Cucu-
nuevos datos, es razonable suponer que la pobla-
nubá y Palacio con menos de 20 individuos (Mo-
ción ha seguido disminuyendo a través de todo su
rales-Rozo et ál. 2007); en Tota C. Macana y J.
estrecho ámbito de distribución (Cadena 2002b).
Zuluaga-Bonilla (datos no publicados) estimaron
un total de 118 individuos mientras que Benítez-
amenazas
Castañeda et ál. (2005a) encontraron un prome-
dio de 29.17 + 0.94 ind/conteo (n = 6 conteos). Aparentemente la contaminación que lleva a la
Adicionalmente, Benítez-Castañeda et ál. (2005a) disminución de los principales hábitats para la es-
calcularon densidades de 4.26 ind/10 ha en Fú- pecie, es decir, los espejos de agua y el fino tapete
quene y 5.75 ind /10 ha en Tota. Estas densida- cubierto por pequeñas plantas flotantes (Lemna
des se restringen al área vital de la especie en las gibba y Azolla filiculoides), constituye la principal
lagunas equivalentes a su hábitat, que en el Lago amenaza, pues cuando estos hábitats son recrea-
de Tota es de cerca de 175 ha (no para el área dos, la especie aumenta o aparece otra vez como
total de las lagunas que incluyen zonas de espejo ha ocurrido en Tibanica y Córdoba. El aumento
de agua a veces muy profundas en las que no se ha de contaminación puede causar la invasión de ve-
registrado la especie). getación flotante de mayor porte (Eichhornia cras-
172
porphyriops melanops
sipes). Entre tal tipo de vegetación y la especie en Salitre (Hacienda Timaná, municipio de Guasca)
cuestión, Rodríguez-Grisales (2007) encontró una fue secada por los propietarios lo cual produjo la
relación negativa, que se extiende también a otros disminución de la población a la mitad de lo que
tipos de vegetación invasora no apta para la espe- se venía viendo en años pasados (F. Stiles y L. Ros-
cie. El reemplazo de la vegetación acuática nativa selli obs. pers.). En épocas de sequía, muchos de
tipo pleustofítica y helofítica por otra foránea (por estos reservorios en fincas son aprovechados para
ejemplo, Elodea sp.), considerada una de las posi- riego, por lo que bajan los niveles de sus aguas
bles causas que condujo a la extinción de Podiceps hasta el punto de afectar su presencia (L. Rosselli
andinus (Fjeldsa 1993), puede afectar de alguna obs. pers.). En 2008 el humedal de la vereda la
manera la reproducción de la especie si se tiene en Esperanza de Paipa fue secado totalmente para dar
cuenta que está asociada a parches de vegetación paso a ganadería (A. Gutiérrez obs. pers.).
nativa exclusivamente y esta otra vegetación afecta La disminución de la especie en Tunja ha
su locomoción (Benítez-Castañeda et ál. 2005 a, sido notoria desde que se activó la carretera cir-
b; Cely et ál. 2005). cunvalar. Esta carretera va de sur a norte, de modo
Stiles y Rosselli (2012) encontraron que la que impacta todos los humedales, incluso es po-
urbanización es una amenaza para esta especie, sible encontrar animales atropellados. Sumado a
ya que fue el factor significativo más importante esto, está la cacería por parte de perros y perso-
que se relaciona negativamente con su presencia y nas (J. Zuluaga-Bonilla y C. Macana obs. pers.).
abundancia en los humedales de la Sabana. El caso más urgente se viene presentando desde
La presencia de perros y ratas, comunes so- mediados del 2009: una empresa de buses loca-
bre todo en los humedales distritales (Calderón- les rellenó con tierra un caño que formaba parte
Reyes 2008), representa una amenaza para hue- del humedal de la finca el Capitolio, con lo cual se
vos, jóvenes y adultos (Pedraza 2001; Becerra et redujo el hábitat. En el 2010 el lago se encontra-
ál. 2005). La cacería con perros entrenados o con ba sin agua por causa de la fuerte temporada seca,
armas, la quema de juncal para dar paso a la fron- así que no se registró ni un solo individuo. Una
tera agrícola, pastos para ganado, basuras domés- situación semejante se presentó en el resto de hu-
ticas, vertimientos de residuos son una amenaza medales tunjanos (J. Zuluaga-Bonilla y C. Macana
para la población de la especie en el Lago de Tota, obs. pers.).
el lago 1 Termopaipa III y el humedal de la ve- De otra parte, y aunque aparentemente en
reda la Esperanza-Paipa (Benítez-Castañeda et ál. menor medida (no hay datos suficientes al respec-
2005a, 2005b; Cely et ál. 2005; Gutiérrez 2007; to), la cacería de la especie para consumo domés-
Macana 2007; Zuluaga-Bonilla 2008; Zuluaga- tico, se suma a los factores de amenaza, al me-
Bonilla y Macana 2008, 2009). nos en la laguna de Fúquene (Benítez-Castañeda
La Laguna de la Herrera, que aloja una im- et ál, 2005; Benítez-Castañeda obs. pers.)
portante población de la especie, así como de otra
gran variedad de aves acuáticas, está en avanzado historia de vida
grado de deterioro por la destrucción de los cerros
No hay información para la especie.
aledaños para explotación de canteras y contami-
nación de aguas. No hay acciones visibles por parte
medidas de conservación
de las autoridades ambientales para conservarla.
Como la mayor parte de la población está en tomadas
humedales y estanques rurales presentes en fincas El manejo de los humedales distritales a través de
privadas, una amenaza potencial es el manejo que la administración de organizaciones no guber-
los dueños le den a esos cuerpos de agua. Recien- namentales financiadas por la Empresa de Acue-
temente (2008) la mayor parte de la Laguna del ducto y Alcantarillado de Bogotá y la Secretaría
173
porphyriops melanops
Distrital de Ambiente ha sido queros sobre la importancia de tratamiento por parte de las au-
beneficioso, pues mediante la las aves presentes en sus propie- toridades ambientales, hay que
remoción de vegetación se han dades. En particular, la Laguna considerar que, para ejecutar
diversificado los hábitats y se ha de la Herrera, el último relicto cualquier proceso de manejo y
controlado la presencia de perros natural de humedal de impor- extracción de vegetación acuáti-
en estos ecosistemas. Sin embar- tancia en la Sabana (Van der ca o de dragado, como los que
go, en algunos casos las interven- Hammen 2003) está desprovista se realizan en el Lago de Tota, y
ciones no tienen en cuenta los de vigilancia, control y manejo las lagunas de Fúquene, La He-
datos de poblaciones de aves y por parte de la CAR. rrera, el humedal de Gualí o los
sus requerimientos de hábitat, y Los planes de manejo de humedales del Distrito Capital,
tienen efectos adversos, como el los humedales distritales deberían debe realizarse previamente una
caso del tercio alto del humedal tener medidas y objetivos especí- evaluación de las zonas en don-
de Juan Amarillo y la profundi- ficos para el aumento y mante- de se observa la especie, para
zación del canal de Torca, que nimiento de las poblaciones de comprobar si hay o no nidadas
efectivamente drenó gran parte especies amenazadas como la po- o territorios exclusivos de ali-
del humedal. lla sabanera. Algunas recomen- mentación y refugio, y así evitar
S. Maldonado, un ciuda- daciones se pueden consultar en perturbar a las aves.
dano conservacionista, recorre Van der Hammen et ál. (2008). Dentro de los planes de
continuamente la Laguna de la De acuerdo con esta fuente, manejo y conservación, tanto de
Herrera y controla la invasión de como también lo expresan Be- las especies amenazadas como
la vegetación flotante con remo- nítez-Castañeda et ál. (2005a, de sus hábitats en la altiplanicie
ción manual. La consecuencia de cundiboyacense, deberán dise-
2005b) y Cely et ál. (2005), es
esta práctica es la creación de es- ñarse e implementarse progra-
importante el manejo dado a la
pejos de agua y la diversificación mas de educación ambiental en
vegetación que provee el hábitat
de hábitats. los que se incluya directamente
esencial para la especie (plantas
La Asociación Ornitológi- a la sociedad, a partir del cono-
flotantes y plantas acuáticas en-
ca de Boyacá-Ixobrychus, con fi- cimiento de la avifauna y de la
raizadas), ya sea como sustento
nanciación de CORPOBOYACÁ, ha biota en general, así como de las
alimenticio, soporte para nidos
realizado en el Lago de Tota ta- funciones de los humedales, sus
y perchas de residencia. Desde
lleres de sensibilización ambiental usos, importancia, prioridades y
este punto de vista, las acciones
con niños de diversos planteles necesidades de conservación.
encaminadas a la conservación,
educativos de la zona (Zuluaga-
deben centrarse principalmente
Bonilla 2008; Zuluaga-Bonilla y
en el manejo, protección y con-
Macana 2009).
servación de sus hábitats, con es-
pecial atención de la vegetación
medidas de
asociada a las actividades y su-
conservación
pervivencia de los individuos. De
propuestas igual forma, se sugiere mantener
Sería importante que las corpo- control y/o vigilancia de las ac-
raciones autónomas regionales tividades antrópicas que se desa-
con autoridad en los sitios donde rrollan en cada localidad donde
se encuentra la especie tuvieran existan registros recientes, y mo-
más control e información sobre nitorear las poblaciones.
los cuerpos de agua en sus juris- Respecto a los ecosistemas
dicciones e informaran a los fin- acuáticos que reciben cierto
174
porphyriops melanops
175
porphyriops melanops
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
176
creagrus furcatus
© andy y gill swash
creagrus furcatus
GAVIOTA RABIHORCADA, GAVIOTA
TIJERETA, GAVIOTA DE LAS GALÁPAGOS
swallow-tailed gull
síntesis de información
mateo lópez-victoria y felipe a. estela
178
creagrus f urcatus
(F. magnificens y F. minor, según la colonia e incluso llegan has- en su compendio sobre las aves
López-Victoria y Rozo 2006; ta islas costeras o al continente marinas de Malpelo, estimaron
López-Victoria et ál. 2009). Sal- (Snow y Snow, 1968). Aunque una población adulta de 100 in-
vo cangrejos anfibios, (Grapsus especímenes de esta especie son dividuos, a partir de visitas rea-
grapsus) que roban ocasional- ocasionalmente avistados en la lizadas en la segunda mitad del
mente pollos pequeños descui- segunda mitad de los trayectos año (en distintos años). Ya que
dados, no existen depredadores entre Buenaventura y Malpe- se trata de una gaviota noctur-
terrestres de importancia para lo (a < 250 km de la Isla; M. na con un patrón de coloración
esta gaviota en las Galápagos, López y F. Estela obs. pers.), críptico (de día su dorso gris
donde se ha sugerido que la ma- se han registrado al menos dos no se distingue de los acantila-
yor presión es ejercida por de- individuos adultos cerca de las dos grises), solo un muestreo
predadores aéreos, en particular costas continentales de Colom- sistemático alrededor de la isla
fragatas (Hailman, 1964; Snow y bia, en la isla Gorgona (Estela y muy cerca de los acantilados,
Snow 1968) y el Gavilán de Ga- et ál. 2007; Estela y Zamudio permitió recientemente conteos
lápagos (Buteo galapagoensis) (F. 2007); uno de esos individuos más precisos. La población total
Estela obs. pers.). se encontró moribundo sobre actual de Malpelo oscila entre
una roca y fue depositado en la 250 y 300 individuos adultos
población colección del Instituto Alexan- (López-Victoria y Estela 2007;
der von Humboldt. M. López-Victoria, datos no
La población total de la Gaviota
Registros históricos de la publicados). Hay que tener en
Rabihorcada oscila entre 10 000
presencia y anidación de esta ga- cuenta que estas estimaciones
y 11 000 individuos adultos (re-
viota en Malpelo sugieren que la dan cuenta de los individuos
productivos). Aunque desactua-
población fluctúa a lo largo del presentes en la colonia y no con-
lizadas, las estimaciones hechas
año, pero que se ha manteni- sideran individuos juveniles du-
en Galápagos, donde se concen-
do constante durante el último rante sus primeros años de vida
tra el grueso de la población,
siglo: Townsend (1895) fue el ni adultos en proceso de muda
están alrededor de los 10 000
primero en registrar su presencia (durante la muda, entre ciclos
individuos (Harris 1973). Las
en la isla; de acuerdo con él, se reproductivos, los adultos se ale-
estimaciones realizadas en Mal-
trataba de una especie “abun- jan de la colonia, según Snow y
pelo, donde el reducido tamaño
dante”, de la que colectó cuatro Snow 1967, Harris 1970).
de la isla y de los islotes permite
conteos directos totales, sugie- individuos en marzo de 1891.
Bond y Meyer de Schauensee amenazas
ren que la población reproduc-
tiva oscila entre 250 y 300 indi- (1938), basados en observa- No existen amenazas directas
viduos (López-Victoria y Estela ciones y colectas realizadas por y actuales claramente identifi-
2007; M. López-Victoria, datos R. Smith en febrero de 1937, cadas. Sin embargo, el hecho
no publicados). Pese al reduci- mencionan la presencia de una de reproducirse en colonias y,
do tamaño de la población de colonia de 30 individuos (dos además, en islas oceánicas de
Malpelo, su importancia radica adultos y un polluelo fueron reducida superficie, hacen que
en ser la única colonia repro- colectados). Murphy (1945) co- esta especie pueda ser vulnera-
ductiva de esta gaviota por fuera lectó cinco especímenes y men- ble a la pérdida de hábitat y a
de las islas Galápagos. cionó que la población consistía especies introducidas (depre-
Los juveniles e inmaduros en unos pocos individuos (quizá dadores terrestres o patógenos,
de esta especie, una vez pres- en comparación a la gran abun- Clavero et ál. 2009). Algunos
cinden del cuidado parental, dancia de otras aves que habitan fenómenos ambientales de gran
pasan sus primeros años lejos de Malpelo). Pitman et ál. (1995), escala, que operan en el ámbito
179
creagrus f urcatus
regional o global, pueden afec- (Harris 1970; M. López-Victo- dad reproductiva en una de sus
tar también a esta gaviota, como ria y F. Estela obs. pers.). Se trata tres visitas a la isla (diciembre
por ejemplo el deterioro de po- de una especie monógama, cuyo 1985); López-Victoria y Estela
blaciones de peces debido al ciclo reproductivo tarda entre (2007) registraron actividades
efecto de pesquerías, el calenta- nueve y diez meses, tras los cua- reproductivas durante distintos
miento global o los fenómenos les el único juvenil criado aban- meses de distintos años, en los
de La Niña y El Niño (Ander- dona la colonia, para pasar sus que se abarcaron todas las épo-
son 1989). La distribución de primeros años lejos de las islas cas climáticas.
los nidos en Malpelo, hacia los oceánicas en las que nació (Snow
márgenes de los acantilados y en y Snow 1967; Snow y Snow medidas de
los islotes, reduce considerable- 1968; Harris 1970). La edad de conservación
mente el posible efecto deleté- abandono de la colonia se pre-
tomadas
reo de la presencia del hombre senta alrededor de tres a cuatro
en la isla (representada por una meses después de la eclosión y Las únicas colonias de repro-
pequeña guarnición militar esta- los adultos alimentan a sus crías ducción de la Gaviota Rabihor-
blecida en 1986). al menos hasta el momento de cada (islas Galápagos y Malpelo)
partir (no hay observaciones so- se encuentran protegidas bajo
historia de vida bre lo que sucede una vez aban- varias figuras de conservación.
donan la colonia, según Snow y En el caso de Colombia, la isla
En Malpelo, esta gaviota anida
en bordes de acantilados y pa- Snow 1967; Harris 1970). A los Malpelo y un sector marino ale-
redes rocosas escarpadas desde cinco años de edad aproxima- daño de radio 20 millas náuticas
muy cerca del mar hasta unos damente se presenta la primera son parte del SFF Malpelo. La
70 m de altura, donde constru- reproducción, pero no hay datos isla también es AICA (reconoci-
ye nidos rudimentarios com- confiables de la longevidad de da por Birdlife International y el
puestos de pequeñas rocas y esta gaviota (Harris 1970). Ya Instituto Alexander von Hum-
mudas de cangrejos que ubica que presenta un ciclo reproduc- boldt), Área Marina Especial-
sobre porciones de suelo de re- tivo tan demorado, las colonias mente Sensible (declarada por
lieve plano, en las que deposita se encuentran activas, en alguna la OMI) y Patrimonio Natural
un solo huevo (Hailman, 1965; fase reproductiva, durante todo de la Humanidad (reconocido
López-Victoria y Rozo, 2006; el año, y no parece existir una por la UNESCO). Por su parte,
López-Victoria y Estela 2007). sincronización en las posturas de en las islas Galápagos, la gran
La distribución de sus nidos en toda la colonia (Snow y Snow mayoría de las colonias de esta
Malpelo abarca casi todo el pe- 1967; Harris 1970). En la colo- gaviota se encuentran dentro de
rímetro de la Isla y la mayoría nia de Malpelo, R. Smith colectó las porciones terrestres del PNN
de los islotes (López-Victoria en febrero de 1937 dos adultos Galápagos, el cual también es
y Rozo, 2006). Las cópulas se y un polluelo (Bond y Meyer Patrimonio Natural de la Hu-
realizan en la proximidad de los de Schauensee, 1938); Pitman manidad (reconocido por la
nidos, a diferentes horas del día et ál. (1995) encontraron activi- UNESCO) y AICA.
180
creagrus f urcatus
situación de la especie EN D
renjifo et ál. 2016 VU D2
181
creagrus f urcatus
Distribución
Distribución
182
leptotila jamaicensis
© mikko pyhälä
leptotila jamaicensis
tortolita caribeña,
paloma caribeña
caribbean dove
síntesis de información
angélica carvajal-rueda
184
leptotila jamaicensis
lita Caribeña es la depredación la UNESCO como Reserva de la gen los hábitats de varias especies
por animales domésticos. Los Biosfera Seaflower. Esta reserva de aves migratorias, residentes y
fenómenos climáticos como hu- tiene un área protegida que está endémicas, entre los que se in-
racanes y sequías podrían afectar conformada por la cuenca El cluyen los de la Tortolita Cari-
las poblaciones de L. j. neoxena. Cove y los bosques de manglar. beña. Tal organización también
Estos últimos funcionan como adelanta anualmente en la isla el
historia de vida zona amortiguadora al rodear el Festival de las Aves Endémicas
área y zona de transición hacia las del Caribe, en el que se desa-
No hay información para la
áreas urbanas y de intervención rrollan actividades de educación
especie.
antrópica alta (Coralina 2002). ambiental.
criterio a eoo
distribución restringida a la isla de
43.4 km 2 San Andrés (a). Se encuentra princi-
Esta especie ha perdido el 22.9 % de área de hábitat palmente en áreas boscosas de la isla
su hábitat históricamente. Si se toma remanente
y con menos frecuencia en manglar
la pérdida de hábitat como un indi- 21 km2
(véase síntesis de información de la es-
porcentaje total
cador de la disminución de la pobla- pecie). Dada la progresiva reducción
de pérdida de hábitat
ción, no se acerca a los umbrales de 22.9 % de estos tipos de hábitat en la isla, se
amenaza bajo el criterio A. una generación estima que la especie está experimen-
4.2 años
tando una reducción en el área o cali-
criterio b 3 generaciones
12.6 años.
dad de su hábitat (iii) y en el número
B1 EOO = 43.4 km2 < 100 km2 La de individuos maduros (v).
subespecie L. j. neoxena tiene una EN B2ab(iii, v).
distribución restringida a la isla de San Andrés
(a). Se encuentra principalmente en áreas bosco- criterio c
sas de la isla y con menos frecuencia en manglar No hay información que permita hacer una esti-
(véase síntesis de información). Dada la progresi- mación razonablemente precisa del tamaño de la
va reducción de estos tipos de hábitat en la isla, población. Es necesaria una evaluación del tama-
se estima que la especie está experimentando una ño y tendencia poblacional.
reducción en el área o calidad de su hábitat (iii) y
en el número de individuos maduros (v). criterio d
CR B1ab(iii, v).
B2 Área de hábitat remanente = 21 km2 San Andrés se encuentra en una región frecuente-
< 500 km2. La subespecie L. j. neoxena tiene una mente afectada por huracanes, lo cual se constituye
185
leptotila jamaicensis
Distribución
Distribución
186
zentrygon goldmani
© robin h. schiele
zentrygon goldmani
paloma-perdiz cabecicanela
russet-crowned quail-dove
síntesis de información
juan miguel ruiz-ovalle
ecología
En Colombia esta especie se encuentra entre el ron cuatro individuos a 1412 m de altura, en el
nivel del mar y los 1650 m, pero en Panamá ha flanco oriental del cerro Tacarcuna (J. M. Ruiz
sido reportada desde 750 m (Parker et ál. 1996 y A. Hurtado, datos no publicados).
en Renjifo et ál. 2002; Rangel 2004; Birdlife
Internacional 2008d; IUCN 2009). Se observa amenazas
en el suelo y en el sotobosque de bosques hú- Se encuentra afectada por la deforestación y la
medos y bosques de niebla (Wetmore 1968; fragmentación de los bosques en las faldas de
Hilty y Brown 1986; IUCN 2009; J. M. Ruiz, la serranía del Darién que ha producido la ex-
datos no publicados). Habita en el Darién, en pansión de la frontera agrícola y ganadera (A.
los cerros Tacarcuna, Aspavé y Limón (Hernán- Hurtado, J. M. Ruiz, R. Sagardía y M. Rubio,
dez-Camacho et ál. 1992c). En octubre fue ha- datos no publicados). La construcción de la
llado un juvenil en el río Juradó, departamento carretera Panamericana podría fragmentar aun
del Chocó (Meyer de Schauensee 1950). más su hábitat (Dinerstein et ál. 1995; Stta-
Existen dos subespecies, Z. goldmani en tersfield et ál. 1998; IUCN 2009).
las provincias de San Blas y Darién y en el no-
roeste de Colombia, así como Z. oreas en el historia de vida
cerro Chucantí y la serranía de Majé (Birdlife
No hay información para la especie.
Internacional 2008d; IUCN 2009). La especie
es localmente común (Ridgely y Gwyne 1989).
medidas de conservación
Fue observada frecuentemente en el PNN Katíos
tomadas
en marzo de 1995 y febrero de 1998, en el ca-
mino que conduce al salto el Tilupo (P. Flórez Se encuentra en el PNN Los Katíos. En su área
com. pers). En noviembre de 2008 se registra- de distribución existen territorios indígenas
188
zentrygon goldmani
Emberá y un resguardo indígena Tule (Cuna) que pueden ser parte de una estrategia de conservación local
(A. Hurtado com. pers.).
189
zentrygon goldmani
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
190
heliangelus zusii
© robin h. schiele
heliangelus zusii
heliangelus de bogotá
bogota sunangel
síntesis de información
juan l. parra
192
heliangelus zusii
193
heliangelus zusii
Distribución
194
anthocephala floriceps
© daniel uribe
anthocephala floriceps
colibrí cabecicastaño de santa marta
santa marta blossomcrown
síntesis de información
andrea morales-rozo, alejandro rico-guevara,
miguel moreno-palacios y maría lozano-jaramillo
196
anthocephala floriceps
mente permanece el 15 % de la vegetación original protegidas y que las corporaciones de cada región
en la SNSM. en conjunto con las alcaldías elaboren y ejecuten
planes de manejo que incluyan el objetivo especí-
historia de vida fico de cuidado y seguimiento de las poblaciones
de esta especie.
No hay información para la especie.
197
anthocephala floriceps
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
198
anthocephala berlepschi
© craig brooks
anthocephala
berlepschi
colibrí cabecicastaño
del tolima
tolima blossomcrown
síntesis de información
alejandro rico-guevara, andrea morales-rozo, miguel moreno-palacios
y maría lozano-jaramillo
200
berlepschi
pero completamente ausente en bargo existen épocas en las que Toche), sería importante eva-
épocas de escasez (F. G. Stiles esta especie migra altitudinal- luar, en conjunto con las cor-
com. pers.; M. Moreno-Palacios mente hacia áreas no protegidas poraciones autónomas regio-
obs. pers.). que han de ser identificadas para nales, la posibilidad de brindar
asegurar su subsistencia. protección legal a fragmentos
amenazas de bosque dentro de estas loca-
medidas de lidades. Tal protección se puede
En el caso de los Andes centra-
conservación ofrecer a través de la adquisición
les la expansión de la agricultu-
propuestas de tierras, así como mediante la
ra y reforestación con especies
elaboración de planes de mane-
exóticas de árboles (por ejem- Es necesario recolectar más in- jo y conservación de esta y otras
plo, pino y eucalipto), desde la formación sobre la ecología de especies, no solo en extensio-
década de los años cincuenta esta especie ya que dada su dis- nes de bosque, sino también en
del siglo pasado, han transfor- tribución, sus poblaciones po- paisajes rurales contiguos, que
mado los bosques. Los parches drían encontrarse enfrentadas a podrían actuar como zonas de
de bosque maduro secundario distintas amenazas. amortiguación ante los efectos
están dispersos y la vegetación Sugerimos que las AICAS de borde y la fragmentación.
natural ha disminuido cerca Cañón del Río Combeima y
del 85 % entre 1900 y 3200 m Cuenca del Río Toche (Ibagué,
(BirdLife International 2009l). comentarios
Tolima), sean designadas como
En Tolima, la reciente construc- áreas protegidas, y que las cor- A. berlepschi fue recientemente
ción de proyectos hidroeléctri- poraciones regionales, junto con separada de A. floriceps (Loza-
cos en Amoyá y Planadas, ha las alcaldías, elaboren y ejecuten no-Jaramillo et ál. 2014; Rem-
llevado a la remoción de vegeta- planes de manejo que incluyan sen et ál. 2015). Su distribución
ción nativa y consecuente frag- como objetivo específico el cui- se encuentra restringida a la cor-
mentación del hábitat, lo cual dado y seguimiento de las pobla- dillera Central, desde el sur del
podría incidir negativamente en ciones de A. berlepschi. De igual Huila hasta el norte del Tolima,
la persistencia de las poblaciones modo, áreas tradicionalmente entre los 1200 y 2300 m (Hilty
de la especie. intervenidas, como las cuen- y Brown 1986; Salaman y Ren-
cas de los ríos Cucuana y San jifo 2002). Actualmente se ha
historia de vida Marcos (Roncesvalles, Tolima), reportado que existen factores
No hay información para la requieren de la implementación ecológicos (por ejemplo, inte-
especie. de estrategias de manejo (por racciones bióticas) o factores
parte del Estado, de la comuni- históricos, que pueden limitar
medidas de dad y de la empresa privada), en la expansión de su área de dis-
las que se analice la posibilidad tribución (Lozano-Jaramillo et
conservación
de aumentar la conectividad es- ál. 2014). A. berlepschi es uno
tomadas de los miembros de un distinti-
tructural del paisaje.
Como todas las especies de coli- Dado que en varias regio- vo ensamblaje de taxa restringi-
bríes, está incluida en el apéndice nes de Colombia la distribución do a un área de endemismo en
II de CITES (UNEP-WCMC 2015). conocida de este colibrí coinci- el departamento de Tolima y
A. berlepschi ha sido registra- de con áreas de AICAS estable- Huila (Stattersfield et ál. 1998;
da en las siguientes reservas: RN cidas, que involucran sectores Krabbe et ál. 2005; Lozano-
Meremberg (Huila), Reservas de bosque continuo, así como Jaramillo et ál. 2014). Se han
Comunitarias de Roncesvalles y zonas rurales y urbanas (e.g. Ca- registrado individuos en ambas
RN Ibanasca (Tolima). Sin em- ñón del Combeima, Cañón de vertientes de la cordillera Cen-
201
berlepschi
tral, únicamente hacia el sur de su distribución (incluyendo registros en el Cauca). Es notable la ausencia
de reportes en Valle del Cauca y Quindío.
202
berlepschi
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
203
oxypogon stubelii
© daniel uribe
oxypogon stubelii
chivito de páramo
Buffy Helmetcrest
síntesis de información
jorge eduardo botero y óscar castellanos sánchez
Chivito de Páramo es el nombre común con pocos reportes en el sector de los libaderos del
el cual esta especie es conocida en la región Hotel Termales del Ruiz, a 3491 m, y en los
del Parque Nacional Natural Los Nevados alrededores de Laguna Negra (ahora conoci-
(PNN Los Nevados). Ya que en la literatura da como Reserva Tucurrumbí) a 3760, ambos
científica aún no se le ha otorgado un nombre en el municipio de Villamaría (F. Salgado y F.
en español a esta especie, podría ser adoptado Arias com. pers.). Parecería por lo tanto que si
este nombre común que recibe en su área de bien existen registros que abarcan un ámbito
distribución. amplio por encima y debajo del páramo, las
densidades mayores se encuentran en las zo-
ecología nas de páramo. El área total del bioma de pá-
Ayerbe-Quiñones (2015) propone que la es- ramo y superpáramo, en el PNN Los Nevados,
pecie se encuentra en un amplio ámbito alti- ocupa poco más de 45 000 ha, lo que equivale
tudinal entre 3200 y 4600 m. En Tolima, Pa- poco menos del 80 % del área total del área
rra Hernández et ál. (2007) lo han reportado protegida (Parques Nacionales Naturales de
para un ámbito entre 3500 y 4000 m en los Colombia 2007). Este sería por lo tanto el ta-
páramos del municipio de Ibagué. Funcio- maño de la principal área de distribución de
narios de Parques Nacionales Naturales de Oxypogon stubelii.
Colombia lo han registrado en 10 localidades En el PNN Los Nevados, Oxypogon
en las partes altas de las cuencas de los ríos stubelii se encuentra principalmente en zonas
Chinchiná (Caldas), Campo Alegre, Otún de páramo en aceptable estado de conserva-
(Risaralda), Quindío (Quindío) y Gualí (To- ción, caracterizadas por una vegetación arbus-
lima). Según esos registros, habita sectores de tiva en asociación con frailejonales (Espeletia
páramo entre los 4000 y 4300 m de altura y es hartwegiana). La especie ha sido reportada en
la especie de colibrí más frecuentemente regis- zonas dominadas por asociaciones de frailejo-
trada en ese ámbito altitudinal. Existen unos nales con pajonales (Calamagrostris effusa),
205
oxypogon stubelii
Pino Velillo (Hypericum laricifolium), Pino de Pá- la parte alta de la Reserva de Río Blanco, en el
ramo o Guarda Rocío (Hypericum strictum), Ro- municipio de Manizales (Verhelst et ál. 2001) a
damonte (Escallonia myrtilloides), Espino de Oro 3750 m. Esta última localidad, la más alejada, se
(Berberis quinduensis), Chilco (Areratina sp.), encuentra a 20 km al norte del límite del PNN Los
Pentacalia (Pentacalia vaccinioides), Romeros Nevados. Hay urgencia de confirmar su presencia
(Diplostephium floribundum, Diplostephium schul- hacia el norte, a lo largo de la parte más alta de la
tzii, Diplostephium eriophorum, Diplostephium ru- cordillera Central, que comprende sectores de los
pestre, Diplostephium revolutum), Árnicas (Senecio municipios de Neira, Aranzazu, Salamina, Maru-
formosus y Senecio niveoaureus) y Bracita (Casti- landa y Pensilvania.
lleja ficifolia). En las listas de chequeo de observadores de
En los sectores de Brisas, Aguacerales y el aves, que aparecen en e-Bird, ocho de un total
paramillo de Santa Rosa, este colibrí se ha ob- de 52 (se excluyen aquellas que parecen haber
servado libando en flores de Frailejón (Espeletia sido elaboradas por otros miembros de un mismo
hartwegiana), Árnica Morada (Senecio formosus), grupo), se refieren a observaciones realizadas fue-
Pentacalia (Pentacalia vaccinioides), Romero ra del parque: en el Alto de Letras, en la Reserva
Morado (Diplostephium schultzii) y Árnica Ama- de Río Blanco, en Termales del Ruiz y en la vía
rilla (Senecio niveoaureus) (Velásquez et ál. 2000; a Murillo. También aparece un registro realizado
Ayerbe-Quiñones 2015), también forrajeando en el Parque Natural Regional Ucumuarí, pero
cerca al suelo y entre la necromasa de los frailejo- este debe ser un error de localización, porque la
nes en busca de pequeños insectos (Oscar Caste- cota más alta de ese parque esta a sólo 2600 m. El
llanos obs. pers.). Los cambios estacionales en la resto de esas listas tiene como coordenadas geo-
floración de las especies de plantas arriba mencio- gráficas localidades dentro del Parque, según se
nadas podrían producir variaciones importantes aprecia en el mapa de e-Bird.
en la disponibilidad de alimento para Oxypogon Su presencia al sur del PNN Los Nevados pa-
stubelii, y suscitar a su vez migraciones altitudi- rece estar descartada, pero requiere ser investiga-
nales o regionales. Existe urgencia en avanzar en da. En el PNN Las Hermosas, situado en la cima
el estudio de la ecología y el comportamiento de de la cordillera Central en los departamentos de
la especie. Valle del Cauca y Tolima, su existencia no ha sido
Un estudio de la ecología de su congéne- registrada (D. Bravo y D. Quijano, funcionarios
re, Oxypogon guerinii, en el Páramo de Siscunsí, PNN Las Hermosas, com. pers.). No existen, sin
en la cordillera Oriental, documentó preferencia embargo, inventarios de aves en las zonas de pá-
por las flores de varias especies de frailejones (Es- ramo de ese parque debido principalmente a los
peletia spp.) y por artrópodos (Salamanca-Reyes problemas de orden público que desde hace va-
2011). Se encontró además que cuando dismi- rias décadas se han presentado en esa región. Ade-
nuye la floración, durante la estación seca (no- más, también hay que considerar que los páramos
viembre a febrero), ocurre una aparente migra- entre estos dos parques nacionales no presentan
ción hacia otras áreas de páramo y/o a bosques continuidad espacial.
altoandinos. Este tipo de movimientos no ha sido Su distribución altitudinal también debe ser
documentado para Oxypogon stubelii, pero podría precisada, para determinar más exactamente su
estar ocurriendo también. área total de distribución.
Existe evidencia, aunque muy limitada, de
su presencia en sectores externos al norte del PNN población
Los Nevados. En Caldas, fue registrado en el
Se desconoce tanto el tamaño de su población
Páramo de Letras, a 3721 m (Vélez y Velásquez
como su distribución geográfica precisa. Ayerbe-
1998), y en el sector del Desquite, situado en
Quiñones (2015) propuso que solo era conocido
206
oxypogon stubelii
en el PNN Los Nevados, lo cual implicaría que su forestales ocurridos en los últimos 10 años y el
área de distribución es muy restringida y el tamaño pastoreo de ganado bovino, equino y ovino. La
de la población sería por lo tanto muy pequeño. potrerización del páramo afecta sus características
Su densidad en la zona de páramo en el par- ecológicas y su fauna y flora. Es muy posible que
que no parece uniforme. La especie parece ser re- estos procesos tengan serios efectos en la conser-
lativamente común en los sectores con vegetación vación de Oxypogon stubelii.
arbustiva asociada a frailejonales, que han tenido
un bajo impacto de la ganadería. McMullan y Do- historia de vida
negan (2014) sugieren que la especie es común
Existe muy poca información. En julio de 2004,
localmente en sectores de páramos con musgos y
una hembra fue encontrada empollando dos hue-
frailejones, y Velásquez et ál. (2000) la pudieron
vos en un nido construido adherido a una roca,
observar en los cuatro días de sus observaciones
en la zona aledaña a la Laguna del Otún (4º 46'
continuas en el sector de Brisas. Se desconoce, sin
29.64"N; -75º 24' 55.69"W), a una altura de
embargo, la densidad en esas localidades o el ta-
3932 m (Oscar Castellanos obs. pers.). Este nido,
maño de su población. En los censos navideños de
que fue colectado ya vacío dos meses más tarde y
aves, a lo largo de la carretera entre Las Partidas, en
depositado en el Museo de Historia Natural de la
la Esperanza, a 3670 m y el Centro de Visitantes de
Universidad de Caldas, parecía estar formado por
Brisas en el PNN Los Nevados, a 4138 m, Oxypogon
una capa exterior construida con material vegetal
stubelii ha sido registrado en cuatro de los ocho
más grueso y una cubierta interior en la que se usó
años consecutivos en los que el censo se ha reali-
lo que parece ser fibras de la lana de los frailejones.
zado (2007 – 2014). Para esos cuatro censos, el
promedio de individuos registrados fue de 1.5. Los
medidas de conservación
individuos fueron registrados en el extremo supe-
rior del transecto en Brisas, a 4138 m de altitud. tomadas
Un primer análisis de cerca de 50 listas de che- El área principal de distribución conocida para esta
queo que aparecen en e-Bird y que incluyen el nú- especie comprende sectores del PNN Los Nevados
mero de Oxypogon stubelii observado, indica que la (Ayerbe-Quiñones 2015), un área con un estatus
especie no es numerosa en ninguna localidad. En de conservación formal y oficialmente reconocido.
la mayoría de las listas, el número de individuos En la elaboración del último plan de manejo de ese
observados varía entre 1 y 5, pero generalmente parque, esta especie no fue incluida entre los obje-
entre 1 y 2. En unos contados casos, el número tos de conservación, debido a que en ese momento
reportado ascendió a 6, 8, 10 y 12. era reconocida como una de las cuatro subespecies
de una especie con una amplia distribución geográ-
amenazas fica. Es muy posible, sin embargo, que el próximo
plan de manejo, que pronto estará en elaboración,
Los frailejonales asociados a los arbustales, que
considere la inclusión de la especie en esa lista de
conforman una de las principales coberturas ve-
objetos de conservación. De esta manera, se podría
getales de los páramos del PNN Los Nevados, es
esperar que la conservación de esta especie reciba
el principal hábitat de Oxypogon stubelii. Sin em-
mayor atención. El PNN Los Nevados aún no ha
bargo, las actividades de ganadería y los incendios
sido inscrito en las AICAS de Colombia, pero es una
generan daños graves a los ecosistemas de pára-
opción que debería ser considerada.
mo, pues producen cambios en su fisonomía y los
convierten en pajonales. Según datos logrados en
2014 para la actualización del plan de manejo del comentarios
PNN Los Nevados, el 45 % de los páramos de ese Oxypogon stubelii conformaba hasta hace pocos
parque se encuentra afectado por los incendios años una de las cuatro subespecies de la especie
207
oxypogon stubelii
Oxypogon guerinii (Collar y Salaman 2013), a las siderado casi endémico de Colombia, Oxypogon
que se denominaba vulgarmente como Barbudito stubelii es una especie endémica de Colombia que
de Páramo. Estas cuatro subespecies son ahora re- debe ser incluida en la lista propuesta por Chapa-
conocidas como especies diferentes. En contraste rro-Herrera et ál. (2013).
con el antiguo Oxypogon guerinii, que era con-
208
oxypogon stubelii
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
209
oxypogon cyanolaemus
© robin h. schiele
oxypogon cyanolaemus
colibrí barbudito barbiazul,
Colibrí barbudito de la Sierra,
Nevada de Santa Marta
Blue-bearded Helmetcrest
síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera y daira ximena villagrán chavarro
211
oxypogon cyanolaemus
Colibri coruscans, Chaetocercus astreans, Rampho- de páramo que persistan, lo cual afectaría las ru-
micron dorsale y Metallura tyrianthina (O. Cortes- tas migratorias de esta especie y los procesos de
Herrera y X. Villagrán obs. pers. 2014). dispersión natural (O. Cortés-Herrera obs. pers.
2014).
población Finalmente, la falta de educación ambiental
y el manejo del uso del suelo en las comunidades
El tamaño poblacional es desconocido (Collar y
indígenas (Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa)
Salaman 2013). Al parecer la especie fue abundan-
de la SNSM suponen la mayor de las amenazas que
te en los años de 1940 a 1946, donde fueron colec-
llevaría al detrimento de la población de este raro
tados 62 individuos de algunas zonas de la SNSM,
colibrí (O. Cortés-Herrera y X. Villagrán obs.
entre las cuales destaca el Páramo de Mamancana-
pers. 2014).
ca donde se colectaron 17 ejemplares (de los 62)
en una sola salida de campo (Biomap 2013; Collar historia de vida
y Salaman 2013). Con base en densidades de O.
guerinii (10 ind/ha, Salamanca Reyes, 2011) y O. No hay información para la especie.
stubelii (4 ind/ha, O. Cortés-Herrera obs. pers.
2014), bajo un escenario optimista, puede pensar- medidas de conservación
se que la población de O. cyanolaemus tenga unos tomadas
cientos de individuos (ver tamaño poblacional en La SNSM es un área protegida, enmarcada en un
la sección de evaluación de riesgo). plan de manejo de escala regional e incluso hace
parte de un AICA. Actualmente la Fundación
amenazas ProAves, con el apoyo de American Birding Con-
Grandes extensiones de páramo y subpáramos servancy, lidera exploraciones para buscar nuevas
de la SNSM han sido seriamente afectadas por la poblaciones de este colibrí.
ganadería extensiva, rebaños de ovejas, cultivos
agrícolas, quemas de vegetación de páramos para comentarios
pastos y el uso de los tallos de frailejones para la Oxypogon cyanolaemus fue elevado al estatus de
construcción de casas para comunidades indíge- especie, basado en un reciente estudio taxonómi-
nas (Collar y Salaman 2013; O. Cortés-Herrera co en el que se utilizaron datos sobre biometría y
y X. Villagrán obs. pers. 2014). Esto ha contri- plumaje y grabaciones de vocalizaciones (Collar y
buido notablemente a la reducción de su hábitat Salaman 2013). Hay cuatro subespecies distintas
y recursos florales (O. Cortés-Herrera y X. Villa- de Oxypogon guerinii (cyanolaemus en la SNSM,
grán obs. pers. 2014). Por lo tanto, a medida que lindenii en los Andes venezolanos, guerinii en los
la degradación de hábitat avanza, las poblaciones Andes del este de Colombia y stubelii en los An-
de colibríes quedarán en los pocos fragmentos des Centrales de Colombia).
criterio a
poblaciones de Oxypogon, sigue siendo identifica-
La pérdida de hábitat de esta especie es difícil ble como un herbazal abierto en imágenes de sa-
de cuantificar dado que, si bien un páramo pue- télite. Aun así la pérdida total de páramo y subpá-
de ser degradado al punto de no poder albergar ramo en la región ha sido de 10.6 % (se consideran
212
oxypogon cyanolaemus
213
oxypogon cyanolaemus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
214
eriocnemis godini
© robin h. schiele
eriocnemis godini
zamarrito gorjiturquesa
turquoise-throated puffleg
síntesis de información
juan pablo lópez-o., josé oswaldo cortés herrera y natalia ocampo-peñuela
ecología
Eriocnemis godini se conoce por tres especí- (Collar et ál. 1992; Tobias et ál. 2006; San-
menes en el American Natural Museum of tander et ál., datos no publicados). Se cree
Natural History y uno en el British Museum que está asociado a zonas subtropicales entre
of Natural History que forman parte de las 2100-2300 m, posiblemente en bosque hú-
famosas “pieles de Bogotá”. Existe una ob- medo o seco, así como en bordes de arbusta-
servación sin confirmar en cercanías de Quito, les (Restall et ál. 2006).
en el valle de los Chillos, de 1976 (BirdLife
International y Conservation International amenazas
2005; Santander et ál., datos no publicados).
Lo que se conjetura que constituyó el hábitat
Graves (1996) sugiere que E. godini repre-
nativo de la especie ha sido destruido casi por
senta una población híbrida entre E. vestita y
completo en el valle del río Guayllabamba y la
otra especie del género Eriocnemis, también se
poca vegetación remanente está restringida a
sospecha que podría ser una subespecie de E.
quebradas y terrenos muy pendientes (BirdLife
vestita (Ridgley y Greenfield 2001). El holoti-
International y Conservation International
po proviene del valle de Guayllabamba, norte
2005; Santander et ál., datos no publicados).
de Ecuador y es la única localidad conocida
con certeza.
historia de vida
Las exploraciones alrededor de la lo-
calidad tipo han tenido resultados negativos No hay información para la especie.
216
eriocnemis godini
Distribución
217
campylopterus phainopeplus
© robin h. schiele
campylopterus
phainopeplus
alas de sable de santa marta
santa marta sabrewing
síntesis de información
laura cárdenas-ortiz y josé oswaldo cortés herrera
219
phainopeplus
conservación en el neotrópico, estableció tres es- tado proyectos que involucran a la población local
taciones de anillamiento en tres altitudes diferen- en el aviturismo sostenible para lograr identificar
tes desde el 2009 con el fin de aportar informa- la presencia de este colibrí en la región. Entre las
ción relacionada con las estrategias de migración reservas que contribuyen a la conservación de há-
de especies migratorias neotropicales. Gracias a la bitats en esta región se encuentra el PNN Sierra
implementación de este proyecto fue posible ob- Nevada de Santa Marta, el AICA Cuchilla de San
tener el primer registro fotográfico de la especie Lorenzo, la Reserva de la Biosfera Sierra Neva-
además y algunas medidas morfométricas. Adicio- da de Santa Marta de la UNESCO (Boyla y Estrada
nalmente, entidades como la Fundación Ornito- 2005), la RN de las Aves el Dorado y la finca cafe-
lógica Sierra Nevada (FOSIN), Fundación ProAves, tera La Victoria, la cual tiene parches de bosque
Alianza para Ecosistemas Críticos y la Fundación destinados a la conservación.
Pro-Sierra Nevada de Santa Marta han implemen-
220
phainopeplus
criterio d
La especie no califica como amenazada bajo el
criterio D.
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
221
amazilia castaneiventris
© daniel uribe
amazilia
castaneiventris
Amazilia Ventricastaña
chestnut-bellied hummingbird
síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera, giovanni alberto chaves portilla
y alejandro hernández jaramillo
223
amazilia castaneiventris
(cuyos destellos son visibles) año, pero no se presenta muda extensiones de suelo y limitan la
(Parra et ál. 2006; Cortés-He- durante los meses de diciembre colonización y crecimiento de
rrera 2006). a febrero (O. Cortés-Herrera plantas nativas que son el recurso
En diciembre de 2006 y obs. pers. 2008). En marzo de floral para el colibrí (O. Cortés-
enero de 2007 en el municipio 2008 se recapturó un indivi- Herrera obs. pers. 2010).
de Soatá se encontraron dos duo en Soatá que fue anillado
nidos de A. castaneiventris con a 10 km de esta localidad (O. historia de vida
dos huevos atendidos por una Cortés-Herrera obs. pers. 2008)
No hay información para la
hembra, en cercanías a la que- En censos adelantados en
especie.
brada Molinos (Cortés-Herrera el municipio de Soatá se regis-
2006) y se obtuvo otro registro traron densidades poblacionales
medidas de
de anidación en enero del 2008 que varían entre 0.6 ± 0.34 y
conservación
en la misma región (Beckerns 1.4 ± 0.23 ind/ha. En los me-
ses de febrero y marzo (2006) la tomadas
com. pers. 2008). Al parecer,
la reproducción está ligada a la especie no se registró, posible- La especie está incluida dentro
floración de T. gigantea y S. xe- mente por la ausencia de flores del Apéndice II de CITES (UNEP-
ropapillosa que se presenta entre de T. gigantea (Cortés-Herrera WCMC 2015). Hay poblaciones
noviembre y enero, periodo que 2006). protegidas en la Reserva Natu-
corresponde a la temporada de ral de las Aves Cucarachero de
lluvias en Soatá (Cortés-Herrera amenazas Chicamocha (municipio de Za-
2006). Durante los últimos me- patoca), con una extensión de
Dado que se han afectado gran-
ses de los años 2006, 2007 y 1400 hectáreas. En la reserva
des extensiones de bosques en la
2008 se capturaron individuos comunitaria del municipio de
cuenca del río Chicamocha (Jan-
con protuberancia cloacal y par- Soatá (Boyacá), de 700 hectá-
zen 1988; Albesiano et ál. 2003;
che de incubación (O. Cortés- reas, gracias al trabajo liderado
Cárdenas 2005), para agricultu-
Herrera obs. pers. 2009). Esto por la Corporación Ambiental
ra, cría de ganado, urbanización
coincide con lo reportado a par- Ocotea y la Fundación Colibrí
y construcción de infraestructura
tir de ejemplares de museo (Co- con el proyecto Quincha de
y la alta actividad minera y de
llar et ál. 1992). Soatá, se protege una población
cultivos ilícitos en la serranía de
En noviembre de 2008 se de A. castaneiventris (J. Her-
San Lucas, se ha reducido drásti-
observó un lek de cinco machos nández obs. pers. 2008). En
camente el hábitat de este colibrí
(reconocibles por la intensidad Soatá desde el año 2006 se vie-
(Cortés et ál. 2004; Parra et ál.
de la coloración castaño oscuro nen adelantando censos, avitu-
2006; Cortés-Herrera 2006).
de su vientre) en un rastrojo, los rismo y programas de educación
Además se ha documentado que
cuales hacían despliegues dirigi- ambiental para la conservación
mensualmente mueren cinco co-
y protección de la especie y la
dos a una hembra presente en libríes de esta especie por la prác-
avifauna en general (Hernández
el sitio (O. Cortés-Herrera obs. tica de cacería con cauchera (O.
et ál. 2006a; Hernández et ál.
pers. 2008). Cortés-Herrera obs. pers. 2010).
2006b).
Con base en 25 individuos Otra amenaza identificada en las
capturados en 2008, la muda se poblaciones de Soatá, Susacón
presenta entre julio y septiem- y Tipacoque es la presencia de
bre (O. Cortés-Herrera obs. plantas invasoras como Penni-
pers. 2008). Al parecer la muda setum clandestinum, Kalanchoe
se relaciona con los picos flora- pinnata y Kalanchoe daigremon-
les de T. gigantea de mitad del tiana, las cuales ocupan grandes
224
amazilia castaneiventris
225
amazilia castaneiventris
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
226
goethalsia bella
© diego calderón franco
goethalsia bella
colibrí pirreño
pirre hummingbird
síntesis de información
gerson peñuela díaz
228
goethalsia bella
229
goethalsia bella
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
230
lepidopyga lilliae
© daniel uribe
lepidopyga lilliae
colibrí cienaguero
sapphire-bellied hummingbird
síntesis de información
juan luis parra, marta sofía agudelo y juan carlos de las casas
232
lepidop yga lilliae
trucción de diques, carreteras y canales, lo que a detallados con información molecular, fenotípica
su vez ha provocado la muerte de extensas zonas y ecológica de las tres especies de Lepidopyga que
de manglar (Parra y Agudelo 2002) y la conse- ocurren en simpatría en la región, que permitan
cuente fragmentación del paisaje. resolver la situación taxonómica de este linaje.
Los rellenos por parte de fincas ganaderas y El futuro de los ecosistemas asociados a esta
asentamientos humanos, la destrucción del ecosis- especie depende fundamentalmente de las comu-
tema para producir carbón de mangle y la recien- nidades locales. Se recomienda la implementación
te expansión de zonas turísticas (e.g., Palomino) de programas de educación ambiental enfocados
también han traído como consecuencia la pérdi- en estas comunidades, así como de programas de
da y fragmentación de amplias áreas de manglar orientación para el desarrollo y aplicación de prác-
(Parra y Agudelo 2002; De Las Casas 2009; C. ticas de ecoturismo (el aviturismo, por ejemplo,
Navarro com. pers.). Incluso áreas dentro de la VP es cada vez mayor en la región de Santa Marta
Isla de Salamanca y el SFF Ciénaga Grande de San- y en la VP Isla de Salamanca y Ciénaga Grande
ta Marta enfrentan amenazas constantes debido deberían incluirse entre los lugares ofertados).
a la tala ilegal de mangle, a los incendios inten- Además, dada la incertidumbre relacionada con la
cionales y a la falta de vigilancia y monitoreo en situación taxonómica de L. lilliae, se recomienda
la zona (De Las Casas obs. pers.). En marzo del el desarrollo de programas rigurosos de monito-
2015 funcionarios de Parques Nacionales realiza- reo e investigación, entre otros.
ron muestreos aéreos y visitas a los sitios afectados, En los últimos años, y como resultado del
en los cuales se verificó el nivel y magnitud de la conflicto por la utilización de los recursos bió-
construcción ilegal de diques y terraplenes, y la ticos presentes en la VP Isla de Salamanca, se ha
tala de bosques de manglar para el establecimiento enfatizado la necesidad de una mayor regulación
de tierras agrícolas y de pastoreo (Benjumea Brito y vigilancia estatal en la zona, y dentro de las alter-
2015). Adicionalmente, el puerto carbonero y el nativas propuestas, en mayo de 2015, se decidió el
incremento acelerado de la infraestructura hotele- cierre temporal de 6000 hectáreas del parque para
ra en los alrededores de Santa Marta y el Rodade- controlar los incendios intencionales frecuentes en
ro también han ocasionado la pérdida de hábitat
la VP Isla de Salamanca (El Heraldo 2015). Espe-
relacionado con el Colibrí Cienaguero que, según
cíficamente, se necesitan esfuerzos conjuntos en la
registros históricos, habitaba estas zonas (Todd y
restricción de la comercialización del mangle y en
Carriker 1922).
la consolidación de operativos para contrarrestar
el comercio ilegal del mangle y productos relacio-
medidas de conservación
nados, mediante compromisos multilaterales entre
propuestas las instituciones gubernamentales (Ministerio de
La conservación del Colibrí Cienaguero depende Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Na-
de un mejor conocimiento de la historia natural y cionales Naturales de Colombia), regionales (De-
la situación taxonómica de la especie, junto con partamento Técnico y Administrativo del Medio
un manejo adecuado de los hábitats utilizados por Ambiente de Barranquilla, Corporación Autóno-
esta. Aunque ha sido reconocida por algunos au- ma Regional del Atlántico y Magdalena) y las fuer-
tores como una especie válida (Del Hoyo y Collar zas públicas (Policía Nacional, Ejército Nacional y
2014; Chaparro-Herrera et ál. 2013), todavía Guardacostas del Atlántico y Magdalena), acom-
existen dudas acerca de la validez taxonómica de pañados del desarrollo e implementación de pro-
Lepidopyga lilliae (Donegan et ál. 2015), en gran yectos alternativos para la población que depende
medida debido a la falta de estudios bien funda- de la extracción de almejas y la venta de carbón
mentados. Son necesarios estudios poblacionales vegetal como medios de sustento económico.
233
lepidop yga lilliae
234
lepidop yga lilliae
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
235
capito hypoleucus
© juan david ramírez rpo.
capito hypoleucus
torito capiblanco
white-mantled barbet
síntesis de información
claudia múnera
237
capito hypoleucus
dos en áreas agrícolas o ganaderas, especialmente rífera, los cultivos ilícitos, la tala indiscriminada y
en las tierras bajas del valle medio del Magdalena. los proyectos de desarrollo están causando la pér-
La minería es otra amenaza para esta especie. Se dida acelerada de cobertura vegetal y biodiversi-
estima que C. hypoleucus ha perdido el 85 % de dad (Salaman y Donegan 2001). La construcción
su hábitat original (Laverde et ál. 2005). El área de embalses también es una amenaza que ha cau-
de la serranía de Las Quinchas es uno de los re- sado pérdida de bosques en los departamentos de
manentes más importantes de bosque, pero en la Antioquia y Caldas.
parte sur quedan menos de 3600 ha (IAvH 2002)
y las cuencas de los ríos Ermitaño y Minero están historia de vida
siendo sometidas a tala artesanal (O. Laverde y C.
No hay información para la especie.
Múnera obs. pers.). La posible explotación mine-
ra (petróleo y esmeraldas), los cultivos ilícitos en
medidas de conservación
algunas zonas de la serranía así como la posible
adecuación y pavimentación de la carretera entre tomadas
Puerto Boyacá y Otanche son amenazas para el Existen nueve AICA en el área de distribución del
hábitat de esta especie. Los registros recientes en Torito Capiblanco (Franco et ál. 2009). Recien-
Santander en el extremo noroccidental de su área temente esta especie fue reportada en el área de
de distribución, se obtuvieron en el límite inferior amortiguación del PNN Sierra de los Yariguíes
(1700 m) de los bosques remanentes de la región (Huertas y Donegan 2006). Está presente en la
y por debajo de ese límite altitudinal solo quedan Reserva El Paujil, de 974 ha, pero esta reserva no
potreros (J. Avendaño, datos no publicados). El sobrepasa los 750 m de elevación y no cubre las
área de amortiguación en la vertiente occidental áreas altas de la serranía de las Quinchas donde
del PNN Sierra de los Yariguíes puede ser un espa- el Torito Capiblanco es más abundante (Laverde
cio que preserve remanentes importantes de bos- et ál. 2005). Igualmente se encuentra en la RNA
que para la conservación de esta especie, pero la Reinita Azul (209 ha) en el área de amortiguación
producción de cacao y café podrían suponer una del PNN Sierra de los Yariguíes en Santander y en
amenaza. En el nororiente de Antioquia y sur de la RNA Arrierito Antioqueño (312 ha) y la RN La
Bolívar (serranía de San Lucas) la explotación au- Forzosa, en el departamento de Antioquia.
238
capito hypoleucus
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
239
veniliornis callonotus
© robin h. schiele
veniliornis
callonotus
carpintero escarlata
carpinterito rojo
del patía
scarlet-backed woodpecker
síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones
ecología amenazas
Se distribuye en Colombia, Ecuador y Perú. El valle alto del río Patía está considerable-
En Colombia se encuentra principalmente en mente intervenido. La cobertura boscosa na-
los bosques secos al sur del alto río Patía (Ne- tiva del enclave subxerofítico en la porción sur
gret 2001). Es relativamente frecuente en los del valle ha sido eliminada principalmente para
relictos de vegetación seca nativa en las riberas actividades ganaderas y agrícolas. Otra amena-
de los ríos Patía, Mayo y Juanambú. En el res- za es la práctica tradicional de prender fuego
to del valle del Patía es una especie rara. a la vegetación durante los periodos de sequía
En el sector sur del valle alto del Patía (Negret 2001; Ayerbe y Ramírez 2008).
(entre las localidades de Mojarras y Remoli-
nos), donde la especie es más frecuente, existen historia de vida
aproximadamente 25 000 ha de bosque seco y
No hay información para la especie.
matorrales altos (C. Ríos com. pers.) que no
cuentan con protección alguna, y que repre-
medidas de conservación
sentan la más grande y última área de hábitat
propicio para V. callonotus en Colombia. tomadas
En un área de 1000 ha distribuidas a lo No hay medidas de conservación dirigidas es-
ancho de la porción plana central del valle alto pecíficamente para esta especie, aunque los
del Patía donde predomina la ganadería, se bosques secos del alto Patía son un área priori-
registraron en 2008 apenas dos individuos de taria de conservación a mediano plazo para el
V. callonotus (ambos en zonas riparias arbola- Sistema de Parques Nacionales de Colombia.
das) durante observaciones hechas en 30 tran-
sectos de 100 m.
241
veniliornis callonotus
242
veniliornis callonotus
se encuentra totalmente aislada de la población de los bosques secos costeros en Ecuador y Perú. Por lo
tanto no se debe cambiar la categoría.
conclusión
EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i).
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
243
bolborhynchus ferrugineifrons
© daniel uribe
bolborhynchus
ferrugineifrons
periquito de los nevados,
periquito frentirrufo,
periquito paramero,
lorito cadillero
rufous-fronted parakeet
síntesis de información
rocío espinosa, jorge eduardo botero y néstor roncancio
245
bolborhynchus ferrugineifrons
quien observó en la Reserva debidos a fluctuaciones tempo- Camacho com. pers. en Collar
Biológica Carpanta a un grupo rales de su recurso alimenticio et ál. 1992; Verhelst et ál. 2002;
de periquitos que podrían per- o a aspectos comportamentales Quevedo et ál. 2005; Espinosa
tenecer a esta especie. Los datos asociados a la temporada repro- 2006; Bejarano-Bonilla y Jimé-
existentes sobre sus poblaciones ductiva (Espinosa 2006). nez-Bonilla 2009). Se observa
podrían estar incompletos. A pe- No existen estudios ni evi- con frecuencia alimentándose
sar de que ha sido considerada dencia concreta que muestren el en el suelo (Collar et ál. 1992;
en general como una especie rara grado de tolerancia de esta espe- Rodríguez-Mahecha y Hernán-
(Collar et ál. 1992; Parker et ál. cie a la transformación de su há- dez-Camacho 2002; Verhelst
1996; Hilty y Brown 2001), hay bitat. Sin embargo, son varios los et ál. 2002), principalmente de
localidades dentro del PNN Los- indicios que podrían señalar que frutos de Cadillo (Acaena elon-
Nevados donde es común e in- esta especie se ha adaptado a las gata), razón por la cual los po-
cluso muy común (Graves y Gi- perturbaciones de su medio, por bladores de la zona de influencia
raldo 1987; Collar et ál. 1992). ejemplo, observaciones que indi- del PNN Nevados lo denominan
Es posible que esto se deba a can abundancias altas en zonas Lorito Cadillero. Observacio-
que las abundancias locales a lo intervenidas (Collar et ál. 1992; nes sobre su dieta han mostrado
largo de su área de distribución Verhelst et ál. 2002; Verhelst y además variaciones temporales
no sean uniformes y por lo tan- Renjifo 2002; Espinosa 2006) y en su composición. Es posible
to existan zonas donde sea más la inclusión en su dieta de espe- que estas variaciones estaciona-
abundante y allí pueda observar- cies características de áreas abier- les se deban a la fenología de las
se más frecuentemente. tas y alteradas como Anthoxan- especies vegetales que son fuente
Estudios sobre la abun- tum odoratum, Bidens pilosa y de alimento del periquito y/o a
dancia relativa y densidad de esta Acaena elongata, entre otras. variaciones en sus abundancias
especie en una zona del PNN Los Su dieta es diversa y se com- (Espinosa 2006).
Nevados muestran estimativos pone de semillas, flores, frutos y Sobre el comportamiento
mayores en zonas de subpáramo. cogollos de plantas (Verhelst et reproductivo del Periquito de
Verhelst et ál. (2002) obtuvie- ál. 2002; Espinosa 2006). Inclu- los Nevados se han hecho algu-
ron índices de abundancia de 0.7 ye especies que son relativamen- nos avances, pero la información
y 4.4 ind/km2 en el subpáramo y te comunes en áreas empleadas aún es incompleta. La única in-
páramo respectivamente, mien- para ganadería, cultivos y cercas formación que existía al respecto
tras que Espinosa et ál. (datos no vivas, como también especies hace referencia a un macho co-
publicados) encontraron densi- propias de las zonas de páramo. lectado con testículos desarro-
dades de 65.2 ind/km2 en sub- Entre las especies que se han re- llados, en el departamento del
páramo (IC95%= 27.9-152.1), gistrado en su dieta además de Cauca. Su periodo reproductivo
y de 5.2 ind/km2 en páramo las anteriormente descritas, se fue ubicado entonces en el pri-
(IC95%= 0.6-44.8). Los resul- encuentran: Vallea stipularis, mer trimestre del año (Forshaw
tados para bosque fueron de 0 Espeletia hartwegiana, Hyperi- 1973; Collar et ál. 1992). Esta
en ambos estudios y el estimati- cum lancioides, Polylepis sericea, información concuerda con el
vo de densidad global estimado Baccharis tricuneata, Buddleja hallazgo de un nido activo rea-
para la zona fue de 23.5 ind/km2 bullata, Hesperomeles ferruginea, lizado por Proaves en febrero de
(IC95%= 10.6-51.9). Adicio- Lachemilla orbiculata, Taraxa- 2007 en el departamento del To-
nalmente estos estudios encon- cum officinale, Trifolium repens, lima (Proaves 2008). Sin embar-
traron cambios estacionales en Usnea sp y Oreopanax discular, go, los estudios y observaciones
la población, los cuales pueden entre otras (Graves y Giraldo realizadas en el PNN Los Neva-
deberse a movimientos locales 1987; Renjifo 1991; Hernández- dos (Espinosa 2006; Bejarano-
246
bolborhynchus ferrugineifrons
Bonilla 2010) señalan un periodo diferente a este. esto se asumieron una densidad 1 ind/km2 y una
Estos datos confirman que la reproducción es es- distribución desde el Nevado del Ruiz hasta el
tacional, pero ubican el periodo reproductivo en volcán Puracé (Graves y Giraldo 1987). Este cál-
el segundo trimestre entre los meses de abril y ju- culo fue considerado posteriormente como opti-
lio, periodo en el cual se observaron eventos de mista a causa de la degradación del páramo (Co-
cortejo y apareamiento (Espinosa 2006; Bejarano- llar et ál. 1992). Sin embargo, el aumento en los
Bonilla 2010), señalando el periodo de anidación avistamientos y en las localidades, la evidencia de
a comienzos del tercer trimestre. Esta información zonas donde se pueden observar más de 50 indi-
coincide con el hallazgo de una colonia de loritos viduos en pocos kilómetros (Verhelst et ál. 2002;
anidando en el mes de agosto (Bejarano-Bonilla Espinosa 2006) y las observaciones que indican
2010). Estos datos podrían indicar que existen que la especie presenta mayores abundancias en
diferencias regionales en el periodo reproductivo zonas con algún grado de deterioro e interven-
entre las diferentes poblaciones o que este periodo ción, llevaron a pensar que el tamaño de la pobla-
puede presentar variaciones interanuales. ción podría sobrepasar fácilmente los 2000 indi-
No existe mucha información sobre la ani- viduos (Verhelst y Renjifo 2002). Cálculos más
dación de la especie. Inicialmente se presumía recientes han propuesto que su población es el
que anidaba en cavidades ubicadas en barrancos o doble de la inicialmente señalada, entre los 2000
riscos (Collar et ál. 1992). Sin embargo, fue solo y 4000 individuos, con una tendencia poblacional
hasta el 2008 que David Bejarano (Bejarano-Bo- decreciente (Birdlife 2006).
nilla 2010) encontró nidos en las cavidades de una
pared rocosa a 4100 m en el PNN Los Nevados. El amenazas
número de individuos observados por nido estu-
La reducción y degradación del hábitat es quizá
vo entre 2 y 8 loros. A diferencia de este, el pri-
la principal amenaza a la que se enfrenta la espe-
mer nido encontrado (descubierto un año antes a
cie. En general, los páramos han sido uno de los
3000 m), se encontraba en el dosel de un árbol de
ecosistemas más vulnerables, afectados por fenó-
guayabo (Myrcianthes sp.) a 18 metros de altura y
menos como la deforestación, la expansión de la
construido sobre musgo (Proaves 2008). Existen
frontera agrícola, el pastoreo y las quemas (Van
además varios reportes por parte de campesinos de
der Hammen 1995; Castaño-Uribe 2002), ade-
esa zona que mencionan el uso de oquedades en
más de otros problemas como el turismo mal diri-
árboles secos como sitios de anidación. Sin embar-
gido, la minería y el cambio climático global (Ho-
go este dato no ha sido confirmado hasta la fecha.
fstede 2003). Sin embargo, aún no es claro cómo
Esta es una especie gregaria, que ha sido
la transformación del páramo está afectando a las
observada en grupos que alcanzan los 50 indivi-
poblaciones del Periquito de los Nevados. Se ha-
duos (Verhelst et ál. 2002; Espinosa 2006), con
cen necesarios estudios puntuales que respondan
un promedio entre 10 y 13 individuos por banda-
a este interrogante (Verhelst y Renjifo 2002).
da (Espinosa 2006; Bejarano-Bonilla y Jiménez-
Los incendios forestales llegaron a magnitu-
Bonilla 2009) y con variaciones temporales en el
des alarmantes durante uno de los anteriores fenó-
tamaño de grupo (Espinosa 2006). Su agremia-
menos de El Niño, periodo en el cual se registra-
ción en dormideros comunales ya fue descrita por
ron incendios de hasta 2200 ha en tan solo los seis
Bejarano y Jiménez (2009), quienes descubrieron
primeros días del 2010 (Ministerio del Interior y
un dormidero para una colonia de 150 individuos.
de Justicia 2010). Muchos de estos incendios afec-
taron áreas de parques naturales y particularmente
población
áreas de distribución del Periquito de los Nevados.
El tamaño poblacional de esta especie se estimó Ejemplo de ello ocurrió en julio del 2006, cuando
inicialmente entre 1000 y 2000 individuos, para un incendio forestal en el PNN los Nevados afectó
247
bolborhynchus ferrugineifrons
más de 2300 ha (Velasco-Linares 2007). El incen- para la especie, aunque Graves y Giraldo (1987)
dio, que se esparció entre los 3700 y los 4000 m reportaron que los campesinos residentes en las
aproximadamente, provocó la muerte de algunos zonas cercanas al municipio de Santa Isabel y la
individuos de la especie (Castellanos com. pers.), región del Nevado del Tolima mantenían a B. fe-
pero el mayor daño se presentó en la vegetación rrugineifrons en cautiverio. Los registros que se
del parque. Este incendio afectó principalmente el tienen sobre la tenencia de la especie como masco-
ámbito en el que se registraron las menores fre- ta son escasos y aislados. Al parecer no se adaptan
cuencias de observación de esta especie (Espino- bien al cautiverio de acuerdo con los lugareños.
sa 2006) y no se han observado cambios notables
en las poblaciones que se encuentran en el parque historia de vida
(Castellanos com. pers.). Sin embargo habría sido
conveniente realizar monitoreos que hubieran per- No hay información para la especie.
mitido establecer si este hecho afectó a las pobla-
ciones del periquito. medidas de conservación
Si bien parte del área de distribución se en- tomadas
cuentra en zonas de Parques Naturales y áreas Varios esfuerzos se han concentrado inicialmente
protegidas, los controles ejercidos, principalmen- en obtener información sobre la especie. Los es-
te en las zonas de amortiguación, no son del todo tudios sobre su ecología, que fueron iniciados por
efectivos. El manejo que se le ha dado tradicio-
el Programa Biología de la Conservación de Ce-
nalmente al páramo en estas y otras áreas podría
nicafé, han proseguido con la realización de una
estar contribuyendo de forma drástica al deterioro
tesis de pregrado y otra de doctorado, el trabajo
de este ecosistema a causa de las quemas previas
de investigación de la Fundación Proaves, princi-
para la preparación del suelo para la siembra, el
palmente con el Proyecto cordillera Central, y del
sobrepastoreo y la tala para subsistencia. Este fac-
recientemente creado Proyecto Lorito Cadillero
tor se acrecienta debido a que la recuperación de
impulsado por David Bejarano. Gracias a todos
la vegetación paramuna es lenta, lo que dificul-
estos esfuerzos, se ha adelantado no solo en la
ta los procesos de regeneración (Velasco-Linares
consecución de información sobre la especie que
2007). Dentro de las actividades que están con-
ha ayudado a llenar vacíos de información, sino
tribuyendo primordialmente a su degradación
que también se han incluido acciones en campos
se encuentran la ganadería y el cultivo de papa
(Morales-Betancourt 2006). como la educación ambiental. A estas iniciativas se
Aunque el cambio climático global aún no le suma la elaboración del Plan de Acción Nacional
es uno de los criterios tenidos en cuenta para es- para la Conservación de los Loros Amenazados de
tablecer el grado de amenaza de las especies, este Colombia (Botero–Delgadillo y Páez 2010), que
puede representar una seria amenaza especialmen- plantea las directrices para encaminar esfuerzos de
te para aquellas especies de área restringido, como conservación para varias especies de loros amena-
es el caso del Periquito de los Nevados. En el aná- zados de Colombia.
lisis realizado por Velásquez-Tibatá (2010) sobre Además su área de distribución se encuen-
el efecto del cambio climático en las especies ame- tra representada por áreas de protección como los
nazadas, se proyecta en general para estas especies PNN Nevados, Las Hermosas, Nevado del Huila
un desplazamiento superior en sus ámbitos de dis- y Puracé, y nueve sitios AICA en todo el país. En
tribución entre 180 a 230 m de elevación para los el PNN los Nevados, Las Hermosas y el Nevado
próximos 50 años (Velásquez-Tibatá 2010). del Huila, esta especie ha sido identificada como
En la actualidad, el tráfico de mascotas no especie objeto de conservación (UAESPNN 2005b,
representa una amenaza de repercusiones notables 2005c, 2007b).
248
bolborhynchus ferrugineifrons
249
bolborhynchus ferrugineifrons
conclusión
VU B1ab(iii)+2ab(iii).
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
250
pyrrhura viridicata
© daniel uribe
pyrrhura viridicata
periquito serrano
santa marta parakeet
síntesis de información
hugo oliveros-salas, esteban botero-delgadillo y christian olaciregui
252
p yrrhura viridicata
253
p yrrhura viridicata
2009, Botero-Delgadillo y Páez 2011); no obstante, el éxito de dicha medida o los efectos sobre sus
poblaciones deben ser estudiados a futuro.
254
p yrrhura viridicata
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
255
ara militaris
© rodrigo gaviria obregón
ara militaris
guacamaya militar,
guacamaya verde oscura
military macaw
síntesis de información
joaquín moya, cristóbal navarro, juan alzate y yurgen vega
257
ara militaris
258
ara militaris
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
259
clytoctantes alixii
© luis eduardo urueña
clytoctantes alixii
hormiguero pico de hacha
recurve-billed bushbird
síntesis de información
oscar laverde-r.
261
cly toctantes alixii
262
cly toctantes alixii
conclusión
VU B2ab(iii).
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
263
xenornis setifrons
© björn anderson
xenornis setifrons
hormiguero de tacarcuna
spiny-faced antshrike
síntesis de información
luis miguel renjifo y sergio losada-prado
265
xenornis setifrons
266
xenornis setifrons
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
267
grallaria bangsi
© tom friedel
grallaria bangsi
tororoi de santa marta
santa marta antpitta
síntesis de información
katherine certuche y ángela p. caguazango
269
grallaria bangsi
270
grallaria bangsi
271
grallaria bangsi
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
272
scytalopus sanctaemartae
© daniel uribe
scytalopus
sanctaemartae
tapaculo de santa marta
santa marta tapaculo
síntesis de información
ángela patricia navas-berdugo y carlos daniel cadena
274
scy talopus sanctaemartae
de daño ambiental producto de SNSM, además de varias reservas estas presenten en relación con
la fumigación de cultivos ilícitos naturales privadas que protegen el nivel de intervención de há-
comunes en la zona (Strewe y su hábitat como la RN El Dora- bitat. Es necesario el monitoreo
Navarro 2004b). do de la Fundación ProAves, RN de las áreas protegidas en las que
Buena Vista, RN El Congo de la se encuentra la especie así como
historia de vida Fundación Pro-Sierra Nevada, la ampliación de las reservas y
entre otras. parques existentes para el man-
No hay información para la
tenimiento de sus poblaciones y
especie.
medidas de de otras especies endémicas que
conservación tienen distribución geográfica y
medidas de
propuestas altitudinal similar, como Cliba-
conservación nornis rufipectus.
tomadas Es importante hacer estimativos
del tamaño poblacional, las po-
En el ámbito de distribución de
blaciones y las fluctuaciones que
la especie se encuentra el PNN
275
scy talopus sanctaemartae
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
276
scytalopus panamensis
© robin h. schiele
scytalopus panamensis
tapaculo cejiblanco
tacarcuna tapaculo
síntesis de información
carolina montealegre-talero y adriana sua-becerra
278
scy talopus panamensis
criterio c conclusión
No hay estimaciones de densidades poblacionales VU C2a(ii).
para la especie pero sí las hay para varias especies NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v).
279
scy talopus panamensis
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
280
scytalopus perijanus
© juan pablo lópez o.
scytalopus perijanus
Tapaculo de Perijá
Perija Tapaculo
síntesis de información
jorge enrique avendaño y natalia gutiérrez-pinto
282
scy talopus perijanus
existe la posibilidad de una zona de contacto al sur en áreas antiguamente cubiertas por bosque al-
de la Serranía de los Motilones con S. griseicollis, toandino (Avendaño et ál. 2015).
que se encuentra en los alrededores de Ocaña,
Norte de Santander (Avendaño y Donegan 2015). medidas de conservación
tomadas
población
Actualmente, en la porción colombiana de la Se-
No existe información sobre estimaciones pobla-
rranía de Perijá solo existe una reserva privada, la
cionales.
Reserva Natural de las Aves Chamicero de Perijá,
la cual abarca cerca de 749 ha de bosques andinos
amenazas
y páramos, e incluye la localidad tipo de la espe-
La principal amenaza que enfrenta el Tapaculo de cie en Manaure (Cesar). Aparte de esta reserva,
Perijá es la pérdida y fragmentación de su hábitat, no existe ninguna figura de carácter nacional (e.g.
producto de la extracción de madera y de activi- Parque Nacional Natural) que garantice la conser-
dades agrícolas y ganaderas, o en el pasado por
vación a corto o largo plazo de esta y otras especies
la presencia de cultivos ilícitos y pesticidas (Fjeld-
endémicas y/o amenazadas de Perijá (López-O.
så et ál. 2005). Como resultado de estas activi-
et ál. 2014). En la región existe la figura de Zona
dades, la mayor parte de los bosques por debajo
de Reserva Forestal de la Serranía de los Motilo-
de 2000 m de elevación han sido extirpados a lo
nes, que abarca la parte sur de la Serranía de Perijá
largo de la vertiente colombiana de la Serranía
de Perijá (Strewe 2004; López-O. et ál. 2014), y de la cual solo quedan algunos relictos boscosos
mientras que cerca de 73 % de los bosques andi- (CI 2006). En Venezuela, el Parque Nacional Sie-
nos (>2600 m) y páramos subsisten como peque- rra de Perijá cubre cerca de 295 000 ha entre los
ños parches aislados (Rangel-Ch. 2007). Actual- 300 m y 3400 m de elevación (Hilty 2003). Este
mente, las principales amenazas sobre el hábitat Parque y la RNA Chamicero de Perijá constituyen
remanente para la especie incluyen la ganadería de las únicas figuras de conservación para la especie a
subsistencia, quemas y procesos de paramización escala global.
criterio a criterio b
Esta especie ha perdido históricamente 64.7 % del B1 EOO = 1 818 km2 < 5000 km2. Scytalopus
hábitat (se consideran como hábitats diferentes ti- perijanus se encuentra exclusivamente en la Se-
pos de bosque y arbustales). En un periodo de 10 rranía de Perijá en la frontera entre Colombia y
años (2001 – 2011) experimentó un incremento Venezuela, en donde su distribución además de
del 26.7 % de su hábitat. Si se toma la reducción reducida ha sido severamente fragmentada por
del hábitat como un indicador de reducción po- la transformación de hábitat (a). En 10 años
blacional, la especie no se acerca a los umbrales de experimentó una recuperación de hábitat como
amenaza bajo el criterio A. consecuencia del desplazamiento forzado de los
283
scy talopus perijanus
284
scy talopus perijanus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
285
clibanornis rufipectus
© robin h. schiele
clibanornis rufipectus
rastrojero de santa marta
santa marta foliage-gleaner
síntesis de información
christian olaciregui y gabriel utria
287
clibanornis rufipectus
288
clibanornis rufipectus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
289
margarornis bellulus
© robin h. schiele
margarornis bellulus
corretroncos hermoso
beautiful treerunner
síntesis de información
sergio córdoba-córdoba
291
margarornis bellulus
292
margarornis bellulus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
293
asthenes perijana
© luis eduardo urueña
asthenes perijana
rastrojero de perijá
perija thistletail
síntesis de información
juan pablo lópez-o. y andrés m. cuervo
295
asthenes perijana
mentado con pastos y cultivos, bos- de hábitat 2001-2011 B1 EOO = 215 km2 < 5000 km2. A.
8.1 % perijana se encuentra exclusivamen-
que fragmentado con vegetación
secundaria, herbazal denso, arbustal
porcentaje total de te en la Serranía de Perijá en la fron-
pérdida de hábitat
denso y arbustal abierto). En un pe- 3.6 % tera entre Colombia y Venezuela.
riodo de 10 años (2001 – 2011) ex- una generación
De acuerdo a la distribución de su
perimentó un incremento del 8.1 %
3.76 años hábitat, su distribución además de
de su hábitat. Al tomar la reducción
3 generaciones reducida podría estar naturalmente
11.3 años
del hábitat como un indicador de re- fragmentada (a). Dentro de su limi-
tada distribución evidentemente ha
296
asthenes perijana
ocurrido pérdida de hábitat, por lo cual se estima mente por pérdida de hábitat. De acuerdo al mo-
que la especie está disminuyendo por lo menos en delo de distribución del hábitat, al menos el 90 %
cuanto a extensión y/o calidad de hábitat (iii), y de la poblacion de la especie se encuentra en una
número de individuos maduros (v). sola subpoblación a(ii).
EN B1ab(iii,v). CR C2a(ii).
B2 Área de hábitat remanente = 78 km2 <
500 km2. La especie se encuentra exclusivamente criterio d
en la Serranía de Perijá en la frontera entre Co-
La población de la especie en el país se estima en
lombia y Venezuela. De acuerdo a la distribución
menos de 250 individuos maduros y existen ame-
de su hábitat, su distribución además de reducida
nazas actuantes sobre esta población.
podría estar naturalmente fragmentada (a). Den-
EN D.
tro de su limitada distribución evidentemente ha
ocurrido pérdida de hábitat, por lo cual se estima
ajuste regional
que la especie está disminuyendo por lo menos en
cuanto a extensión y/o calidad de hábitat (iii), y La especie es un taxón residente reproductivo,
número de individuos maduros (v). dada la continuidad de hábitat con Venezuela se
EN B2ab(iii,v). estima que la población nacional es objeto de in-
migración de individuos capaces de subsistir en
criterio c Colombia. No se espera que la inmigración dis-
minuya por lo menos en el futuro cercano. Por
No hay estimaciones de densidad poblacional,
lo tanto se recomienda disminuir la categoría en
pero se sabe que su hábitat es muy reducido
un paso.
(78 km2 en el país) y que dentro de su hábitat la
especie es escasa (véase síntesis de información).
conclusión
Por esta razón, se estima que la población nacio-
nal podría ser inferior a 250 individuos maduros EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii); D.
y que dicha población está disminuyendo lenta-
297
asthenes perijana
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
298
polystictus pectoralis
© juan miguel ruiz-ovalle
polystictus pectoralis
tachurí barbado,
atrapamoscas barbado
bearded tachuri
síntesis de información
ángela maría amaya-villarreal
300
polystictus pectoralis
las zonas secas de este ecosiste- persos, asociados a cultivos de por cambios en el uso del suelo.
ma (Collar y Wege 1995), Par- Kudzú (Pueraria sp.), entre los De manera similar en Paraguay
ker y Willis (1997) reportan que surcos de siembra (Ruiz-Ovalle solo se puede ver en áreas no dis-
esta especie usa más el área hú- y Chaparro-Herrera 2016). Se turbadas (Gressler 2008; Smith
meda del pastizal, debido a que puede asumir que esta especie y Clay 2008; Devenish et ál.
las partes secas son frecuente- utiliza con preferencia los par- 2009). En Colombia, una fuerte
mente destruidas. En general el ches dispersos con el tipo de evidencia de esta baja tolerancia
hábitat de esta especie se carac- vegetación descrita, acorde a la a la pérdida del hábitat es que
teriza por la presencia de agua, captura de individuos durante las no hay reportes de la subespe-
así sea solamente en una zona dos estaciones del año (lluviosa cie bogotensis (registrada en los
cercana (Collar y Wege 1995). en julio y seca entre enero y fe- “pantanos de Suba”, dónde ac-
Su hábitat en el nororiente del brero) (Ruiz-Ovalle y Chaparro- tualmente está erigida parte de la
Meta comprende tanto saba- Herrera 2016). ciudad) desde hace aproximada-
nas abiertas con pastos altos del En Colombia esta especie mente 70 años, pues ya en 1994
género Andropogon y arbustos es escasa y muy local (Hilty y Ridgely y Tudor afirmaron que
aislados (S. Furniss en Hilty Brown 1986; Collar y Wege no había sido encontrada en los
y Brown 1986, Ruiz-Ovalle y 1995), pero hace más de dos dé- últimos 50 años. Dos especíme-
Chaparro-Herrera 2016), así cadas se consideraba común en nes que reposan en el museo de
como la cobertura herbácea de el nororiente del Meta (S. Fur- La Salle fueron aparentemente
las márgenes de las lagunas (F.G. niss en Hilty y Brown 1986). Sin colectados en la década de 1950
Stiles com. pers.). En Cundina- embargo, el comportamiento tí- (F. G. Stiles com. pers.). Enton-
marca se observó revoloteando mido de la especie puede llevar ces, se puede inferir que esta
mientras se alimentaba sobre a presumir que la frecuencia de subespecie ya está extinta (Fran-
las grandes masas de vegetación su observación está subestima- co y Bravo 2005).
flotante más allá de la franja de da (Collar y Wege 1995). Es El Tachurí Barbado es so-
eneas y juncos a la orilla de la La- difícil observarla incluso desde litario, aunque a veces se puede
guna La Herrera (L. G. Naranjo cualquier distancia y rara vez se ver en pareja o con otros insectí-
com. pers.). Se encuentra prin- percha a un metro del suelo o voros de pastizales como cucara-
cipalmente entre 150 y 1350 m, del agua dando saltos repenti- cheros (Cistothorus) o semilleros
excepto los registros de la Saba- nos cortos y suaves (F. G. Stiles como Sporophila plumbea o Sica-
na de Bogotá a 2600 y 2700 m com. pers.). En mayo de 2013, lis luteola (Collar y Wege 1995;
(Hilty y Brown 1986; Collar y en San Martín y Puerto López, Krügel et ál. 2008). Se alimenta
Wege 1995). Durante el proyec- O. Cortés-Herrera observó en de insectos que recoge saltando
to “Diseño de conservación para promedio 3 hembras y un macho de arbusto en arbusto o a través
el predio de Aceites Manuelita en recorridos de 1 km, en pastos de la hierba y el pasto bajo (Par-
en Casanare, Colombia”, lidera- de los géneros Andropogon sp., ker y Willis 1997). Ha sido visto
do por The Nature Conservancy Brachiaria sp. y Axonopus sp. alimentándose de pequeños es-
(TNC) y financiado por Aceites (O. Cortés-Herrera com. pers.). carabajos que encuentra en las
Manuelita, se capturaron entre Parece ser una especie alta- inflorescencias de los pastizales
julio de 2011 y febrero de 2012 mente sensible a la transforma- (O. Cortés-Herrera com. pers).
tres adultos y dos juveniles en un ción de su hábitat y al fuego. Por Los comportamientos re-
cultivo de palma de aceite (Elaeis ejemplo, en la Guyana Francesa productivos se conocen por ob-
guineensis de dos años de edad) y en el sur de Brasil, esta es una servaciones de Holland (1893)
con macollas de pastos nativos de las especies más afectadas por en Argentina. Durante la época
(Andropogon sp.) y arbustos dis- la transformación del paisaje y reproductiva el macho es más
301
polystictus pectoralis
agresivo, aleja de su territorio a cualquier indivi- llanos colombianos se caracteriza por tener una alta
duo extraño de su misma especie o con un fuerte variabilidad tanto espacial como temporal. Entre
ruido con las alas intimida a quien lo observa (Ho- los años 2000 y 2008, se quemaron un promedio
lland 1893 en Collar y Wege 1995). En el Meta de 2.75 ± 0.5 millones de hectáreas de vegetación
hay registros de actividad reproductiva en junio cada año en las sabanas de los llanos colombianos
(S. Furniss en Hilty y Brown 1986). con diferentes frecuencias de eventos de quemas
(Romero-Ruiz et ál. 2010). Si se tiene en cuen-
amenazas ta que el Tachurí Barbado es un ave restringida a
pastizales y que anida en pastos altos o arbustos,
La mayor amenaza para esta especie es la transfor-
las quemas frecuentes amenazan su supervivencia
mación de su hábitat y el fuego. Ridgely y Tudor
porque reducen las zonas de forrajeo y anidación
(1994) documentaron desde hace más de una dé-
(Fuhlendorf et ál. 2006; Azpiroz y Blake 2009).
cada que la intensa actividad de pastoreo y quemas
frecuentes han reducido considerablemente el há- historia de vida
bitat de este atrapamoscas. Sin embargo, en el mis-
mo año (1994) F. G. Stiles consideró que el área No hay información para la especie.
del Meta donde habita esta especie no había sido
medidas de conservación
afectada a la fecha (F. G. Stiles com. pers.). Actual-
mente, la situación parece ser diferente, ya que en
tomadas
los últimos años grandes áreas del Orinoco (donde El PNN El Tuparro (Vichada) es la única área del
el Tachurí Barbado fue registrado alguna vez) han Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) del
sido usadas para la agricultura intensiva y las saba- Orinoco colombiano. Por otro lado el humedal
nas se han convertido en pastizales, plantaciones de Laguna La Herrera, donde esta especie fue regis-
palma de aceite y cultivos (Etter et ál. 2010; Rome- trada en 1988 (L. G. Naranjo com. pers.) hace
ro-Ruiz et ál. 2010). Estos cambios en el uso del parte del AICA Humedales de la Sabana de Bogotá
suelo alteran la frecuencia de los fuegos, que en los (Franco y Bravo 2005).
302
polystictus pectoralis
criterio c conclusión
303
polystictus pectoralis
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
304
pseudocolopteryx acutipennis
© daniel uribe
pseudocolopteryx
acutipennis
Doradito Oliváceo
Subtropical Doradito
síntesis de información
henry david benítez-castañeda y josé oswaldo cortés herrera
306
pseudocolopteryx acutipennis
des (ABO 2000; Cadena 2002a; O. Cortés-Herre- bido a la alteración que ha sufrido el humedal en el
ra y D. Beltrán obs. pers. 2010). sector aledaño al río Bogotá por las construcciones
Un registro de volantones en el humedal de aledañas (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).
Jaboque en septiembre de 1993 (ABO 2000; Stiles
com. pers.) podría indicar que la época reproduc- amenazas
tiva de la especie difiere de las poblaciones de Ar-
Los humedales de la Sabana de Bogotá y el Lago
gentina, para las cuales la época reproductiva inicia
de Tota han sido sometidos a presiones antrópicas
en diciembre (Ortiz et ál. 2006). Mediante regis-
que han afectado a las poblaciones de P. acuti-
tros adicionales en septiembre de 2015, se eviden-
pennis (Van Der Hammen 2003; Calvachi 2003).
ció una continua actividad vocal de la especie en
Algo similar ocurre en el humedal La Florida. Las
el humedal Parque La Florida de tres individuos;
actividades de recreación activa, viveros y fábri-
al parecer esta conducta podría estar indicando un
cas que generan un alto impacto en el ecosistema
comportamiento tipo lek.
afectan a la avifauna residente (Benítez-Castañe-
da 2001; Benítez-Castañeda et ál. 2004; Calva-
población
chi 2003).
Según la recopilación de datos presentados por Estas actividades han reducido la cobertura
Cadena (2002), en la última década del siglo pasa- y tamaño del junco (Scirpus californicus) que al
do la especie fue registrada en pequeños números parecer favorece la presencia y abundancia de la es-
en la Sabana de Bogotá en la localidad de La Flo- pecie, dado que los registros con mayor abundan-
rida y una pareja fue observada en varias oportu- cia de la especie han sido en el humedal La Flori-
nidades en el humedal de La Conejera entre 1996 da, donde la cobertura del junco es mayor a dos
y 2000. En septiembre de 2015 se observaron tres hectáreas respecto a otros humedales de la sabana
individuos de la especie y en noviembre de 2015, de Bogotá (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).
un individuo en los meandros aledaños al río Bo-
gotá, cerca de la Vía Indumil (Soacha) (O. Cor- historia de vida
tés-Herrera obs. pers.). En cercanías de Medellín
No hay información para la especie en el país.
la especie no ha vuelto a ser observada, como tam-
poco en la región de Salento.
medidas de conservación
Más recientemente, a pesar de haber sido
visitado frecuentemente, solo se ha logrado el tomadas
avistamiento de un individuo en el humedal Juan Los humedales Jaboque y Juan Amarillo, consi-
Amarillo (Sabana de Bogotá) (O. Cortés-Herrera, derados como Parques Ecológicos Distritales de
D. Beltrán y O. Acevedo obs. pers. 2010). Los Humedal, desde hace unos años, reciben protec-
registros recientes de esta especie para el hume- ción por parte de la EAAB y la Secretaría Distrital
dal La Florida corresponden a la pequeña franja de Ambiente, por lo cual cuentan con vigilancia,
de juncos (S. californicus) que se ha mantenido programas de mantenimiento y educación am-
en la margen que limita con el río Bogotá. En el biental así como de participación social y cultural.
humedal Jaboque (adyacente al anterior), los re- Sin embargo, al término de las administraciones,
gistros se hicieron en años anteriores en la zona estos humedales quedan nuevamente sin atención
que limita con el río Bogotá y en el sector aledaño oportuna; de otra parte, debido a su tamaño, y a
a la institución educativa localizada en Engativá en que algunas zonas cuentan con un encerramiento
la vía que conduce al Parque La Florida (Benítez- poco útil y otras no lo tienen, en ambos humedales
Castañeda 2004). Sin embargo, durante salidas aún se presentan problemas como el vertimiento
efectuadas en marzo y septiembre (2015) no se de basuras y escombros, pastoreo, acceso de perros
registró nuevamente la especie, posiblemente de- y de otros animales domésticos, además de quema
307
pseudocolopteryx acutipennis
ción colombiana fue confirma- una generación amenazada bajo el subcriterio B1.
3.6 años B2 Área de hábitat rema-
do en 1993 cuando Gary Stiles
3 generaciones nente dentro de la distribución de
observó un adulto alimentando 10.8 años
a un volantón en el humedal de la especie = 211 km2 < 500 km2.
Jaboque (Cadena 2002a). No La especie parece estar au-
obstante existe la posibilidad de criterio a sente en la mayoría de los hume-
que algunos individuos migra- dales frecuentemente visitados
Renjifo et ál. (2002) estimaron por ornitólogos. En donde ha
torios australes lleguen al país.
que los humedales altoandinos habido avistamientos, se han ob-
Esto podría explicar la dispa-
han sido reducidos en un 88 %. servado muy pocos individuos.
ridad de hábitats en que se ha
encontrado la especie. Las loca- Más recientemente, a la esca- Por otra parte, utiliza pequeños
lidades donde es observada con la en que fue hecho el análisis humedales que no son repre-
regularidad (la población resi- para este libro no se encontró sentables a la escala de análisis
dente) corresponde a vegetación pérdida de hábitat en un perio- utilizada en este trabajo. Por eso
en los márgenes de humedales, do de 10 años (se consideran inferimos que el área de ocu-
pero existen registros tanto his- como hábitats de la especie la- pación de la especie es efectiva-
tóricos (Cadena 2002a) como gunas, lagos y ciénagas natura- mente inferior a 500 km2. Tiene
recientes (un avistamiento de la les, vegetación acuática sobre una distribución naturalmente
especie en Filandia, Quindío, P. cuerpos de agua y zonas pan- fragmentada y el grado de frag-
C. Caycedo com. pers.) en ar- tanosas). A pesar de este dato, mentación ha sido acrecentado
bustales no asociados a hume- es evidente que la población de como consecuencia de la des-
dales. La condición migratoria la especie ha disminuido como trucción de hábitat (a). Se esti-
de este tipo de registros aún consecuencia de la pérdida de ma una disminución continua en
debe ser aclarada. hábitat y las pocas poblaciones cuanto a área de ocupación (ii),
308
pseudocolopteryx acutipennis
extensión y/o calidad de hábitat (iii) y número de alcanzar 50 individuos. De nuevo resulta evidente
individuos maduros (v). Es evidente que resulta que es necesario investigar los requerimientos de
necesario investigar los requerimientos de hábitat hábitat de la especie, su distribución y tamaño po-
de la especie, su distribución, tamaño poblacional blacional en el país.
en el país y el eventual estatus de poblaciones mi- CR C2a(i).
gratorias.
EN B2ab(ii,iii,v). criterio d
No califica como amenazada bajo el criterio D.
criterio c
Al juzgar por la baja densidad poblacional en los ajuste regional
sitios en donde se conoce la especie, por ejem-
Es un taxón residente y se desconoce si existe in-
plo en el parque de La Florida, y lo limitado del
migración de individuos con posibilidades de re-
hábitat remanente, se estima que la especie tiene
producción en el país. Por lo tanto no se cambia
una población muy por debajo del umbral de 250
la categoría obtenida en el proceso de evaluación.
individuos maduros. Se desconoce su estructura
poblacional y su capacidad para desplazarse entre
conclusión
localidades. Las observaciones recientes son en los
mismos lugares, lo cual sugiere que las poblacio- CR C2a(i).
nes son muy localizadas y en ningún caso parecen EN B2ab(ii,iii,v).
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
309
phylloscartes lanyoni
© robin h. schiele
phylloscartes lanyoni
tiranuelo antioqueño
antioquia bristle-tyrant
síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera
ecología amenazas
El Tiranuelo Antioqueño es endémico de Co- En la reserva Bellavista (Victoria-Caldas) se ve
lombia, con una distribución restringida al va- amenazada por colonización, proyectos de in-
lle medio del Magdalena (Caldas, Antioquia y fraestructura, así como por el deterioro y pér-
Cundinamarca) entre 450 y 1090 m (Cuervo dida del bosque.
y Toro 2001; Gómez y Amaya-Espinel 2002;
Fitzpatrick 2004). Se encuentra en bosques historia de vida
pluviales premontanos, bosques caducifolios
No hay información para la especie.
de piedemonte, bosques muy húmedos pre-
montanos y bosques secundarios (Cuervo y
medidas de conservación
Toro 2001; Gómez y Amaya-Espinel 2002).
tomadas
En la región de Victoria (Caldas) se registra
en remanentes de bosque secundario con el Se encuentra en la reserva Bellavista, en el mu-
estrato inferior a cinco metros (O. Cortés- nicipio de La Victoria (Caldas), de 22 ha que
Herrera obs. pers. 2010). cuenta con apoyo comunitario (Valenzuela-
Su principal fuente de alimentación son Pérez et ál. 1999) y en la reserva natural de Río
los insectos, que captura al vuelo o buscán- Claro (Antioquia), iniciativa privada que se
dolos entre los líquenes, hojas, ramas o inflo- inició en 1970 que apoya la protección de los
rescencias (Stiles et ál. 1999). Se integra en bosques húmedos tropicales en el cañón del
ocasiones a bandadas mixtas (Cuervo y Toro río Claro. En estas dos localidades se han con-
2001; O. Cortés-Herrera obs. pers.). centrado la mayoría de registros de P. lanyoni.
311
phylloscartes lanyoni
312
phylloscartes lanyoni
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
313
muscisaxicola maculirostris
© gregory e ivonne dean
muscisaxicola
maculirostris
dormilona chica
spot-billed ground-tyrant
síntesis de información
johana edith zuluaga-bonilla
315
muscisaxicola maculirostris
Es un ave escasa, local y en evidente dismi- registrada en la zona (De las Casas et ál. 2006).
nución en el altiplano cundiboyacense (ABO 2000; El hábitat de la especie en la región de los vol-
Hilty y Brown 2001; Cadena y Renjifo 2002) de- canes Azufral, Chiles y Cumbal, y la Laguna de
bido al deterioro de su hábitat (Cadena y Renjifo la Cocha estaban en buen estado a principios del
2002). En el SFF Iguaque se tiene un registro de 15 siglo XXI (Cadena y Renjifo 2002).
a 20 individuos (J. E. Zuluaga-Bonilla obs.pers.).
En Nariño M. m. rufescens no parece ser común, historia de vida
a pesar de haber sido buscada en la Laguna de la
Cocha y el volcán Chiles, donde hay hábitat po- No hay información para la especie.
tencial (Cadena y Renjifo 2002). Las subespecies
que se registran en Colombia son residentes, las medidas de conservación
otras subespecies son migratorias australes (Fjeldså tomadas
y Krabbe 1990). Está presente en el SFF Iguaque. En Nariño fue
observada en el SFF Galeras; la región del volcán
amenazas Chiles y Cumbal donde podría encontrarse, se en-
Ha perdido una proporción importante de su há- cuentra sin protección (Cadena y Renjifo 2002).
bitat, ya que la vegetación típica de los enclaves
secos en el altiplano cundiboyacense ha sido mo- medidas de conservación
dificada desde hace muchos años, por la introduc- propuestas
ción del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum),
establecimiento de canteras, urbanización, pasto- Se propuso crear una reserva natural en la planicie
reo de ganado vacuno y ovino, vertedero de basu- del sur del embalse de Tominé con el fin de pro-
ras (Cadena y Renjifo 2002), explotación minera teger a esta y otras especies amenazadas (Cadena
(L. Rosselli y F. G. Stiles com. pers.) e incendios y Renjifo 2002), iniciativa que no se ha concreta-
forestales (J. E. Zuluaga-Bonilla obs.pers.). do a la fecha. Se debe evaluar la presencia, estado
Los barrancos que formaban las gravilleras de la población y ecología de la especie en sitios
cubiertas por agua en el valle del río Siecha eran con explotación minera, con el fin de realizar un
hábitat potencial para la especie. Sin embargo, re- manejo adecuado de acuerdo con leyes ambien-
cientemente se encontró que allí solo quedaba un tales (L. Rosselli y F. G. Stiles com. pers.). La in-
humedal artificial. Los barrancos estaban cubier- formación en Nariño es deficiente, por lo cual se
tos por pasto kikuyo, lo que disminuye notoria- necesita determinar con urgencia el estado actual
mente el hábitat disponible y por lo cual no fue y grado de amenaza (Cadena y Renjifo 2002).
316
muscisaxicola maculirostris
317
muscisaxicola maculirostris
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
318
myiotheretes pernix
© daniel uribe
myiotheretes pernix
atrapamoscas de santa marta
santa marta bush-tyrant
síntesis de información
esteban botero-delgadillo y christian olaciregui
320
myiotheretes pernix
(Fitzpatrick 2004; E. Botero- abundancia del alimento (Bote- el total de la población se encon-
Delgadillo obs. pers.). Tras un ro-Delgadillo 2011). traría entre las 1000 a 2499 aves
año de conteos entre los 2000 y Los aspectos de su biología re- (BirdLife International 2014c).
2700 m de altitud, la abundancia productiva se desconocen. Aun- Teniendo en cuenta su distribu-
promedio de la especie fue de un que podría pensarse que la tem- ción restringida y su rareza, es
individuo por kilómetro recorri- porada reproductiva de la especie probable que el total se acerque
do (E. Botero-Delgadillo, datos coincide con la mayoría de aves al límite inferior de este intervalo.
no publicados). En el alto valle residentes en San Lorenzo, en-
del río Frío, tres individuos fue- tre noviembre y junio, no hay amenazas
ron observados en un recorrido evidencia de esto, ni siquiera a
Esta es una de las tres especies de
de 2.5 km en el dosel abierto partir de los pocos individuos
aves más amenazadas de la SNSM
capturados en redes de niebla (E.
de bosques maduros en abril de según la UICN. La principal ame-
Botero-Delgadillo obs. pers.).
2001 (Strewe y Navarro 2004b). naza que enfrenta es la pérdida
No se han sugerido movimien-
Como otros aspectos de su bio- de la vegetación y la destrucción
tos estacionales para esta especie
logía, su dieta y ecología de fo- de su hábitat debido a la defo-
(Fitzpatrick 2004), sin embar-
rrajeo son poco conocidos. Por restación (Salaman et ál. 2002).
go, otros atrapamoscas en San
lo general, estas aves permane- En San Lorenzo, una porción
Lorenzo exhiben cambios en de su hábitat se encuentra se-
cen perchadas durante largos
la abundancia asociados a mo- veramente fragmentada debido
periodos para capturar insectos
vimientos altitudinales, como a las actividades de ganadería
al aire (ver Salaman et ál. 2002). Elaenia frantzii y Myiotheretes
Con frecuencia se localizan en de alta montaña que se practi-
striaticollis (E. Botero-Delga- can. Igualmente, la presencia y
una percha expuesta, como ár- dillo obs. pers.), por lo que no expansión de plantaciones de
boles secos o ramas prominentes debe descartarse esta posibilidad. especies no nativas (p. ej., Pinus
en el borde de los bosques des- Los fragmentos de bosque se- patula) afecta a esta especie en
de donde atacan a sus presas; de cundario que la especie frecuenta el mismo sitio mencionado; no
cualquier manera, este atrapa- varían considerablemente en ex- se ha observado alimentándose
moscas también captura insectos tensión, desde cañadas de menos en estas plantaciones (BirdLife
del envés de las hojas e incluso de 3 ha rodeadas por potreros International 2014c).
del suelo con un comportamien- arbolados, hasta parches de más
to relativamente estereotipado de 100 ha; igualmente sucede historia natural
(Botero-Delgadillo 2011). Si con fragmentos y vegetación na-
bien los insectos que captura tiva en otros estados sucesionales No hay información para la
son, por lo general, de tamaño (Botero-Delgadillo 2011). especie.
reducido, algunas veces pueden
capturar Coleópteros y Homóp- población medidas de
teros de considerable talla y que conservación
Debido a que la especie no ha
demandan mayores tiempos de sido objeto de estudios centra-
tomadas
manipulación (Botero-Delgadi- dos en su biología y ecología, La SNSM es una Reserva de la
llo 2011). Es posible que como no se tienen estimados precisos Biosfera de la Unesco desde
en otros miembros de su familia, de su densidad o tamaño pobla- 1979 y se encuentra protegida
e incluso en congéneres, ocu- cional. Sin embargo, debido a la parcialmente por el PNN del mis-
rran variaciones temporales en el continua pérdida de hábitat, la mo nombre declarado como tal
comportamiento y en la consti- tendencia poblacional inferida es en 1964. Sin embargo, esto no
tución de la dieta asociadas a la decreciente y se ha sugerido que ha sido suficiente para la protec-
321
myiotheretes pernix
ción de los ecosistemas naturales en todo el macizo año 2008, la Reserva Natural “La Cumbre” pro-
(Renjifo y Salaman 2002). Recientemente la SNSM tege fragmentos de bosque nativo en distintos
ha sido identificada como un sitio de la Alianza estados sucesionales entre los 2400 y los 2600 m
para la Cero Extinción o AZE (por sus siglas en de altitud, donde es más frecuente registrarla (E.
inglés) (Ricketts et ál. 2005), y Myiotheretes pernix Botero-Delgadillo y C. Olaciregui obs. pers.).
es una de las tres especies de aves en serio peligro o En el valle del Río Frío, donde recientemente se
“trigger” (BirdLife International 2014c).
descubrió una población de este atrapamoscas, aún
El establecimiento de la RN “El Dorado” en el
persisten grandes extensiones de bosques por en-
2006 y la protección de la Estación Experimental
cima de los 2000 m (Strewe y Navarro 2004). Se
de San Lorenzo del PNN SNSM, beneficia la conser-
desconoce el estado del bosque en la localidad tipo
vación de esta especie en la cuchilla de San Loren-
zo. Acciones de conservación en áreas vitales para de M. pernix. Sin embargo, cabe aclarar que estas
la especie incluyen la restauración de los hábitats dos localidades se encuentran dentro del PNN SNSM.
naturales iniciada por la Fundación ProAves en la La especie se encuentra presente en tres AICA:
cuchilla de San Lorenzo, especialmente la elimi- Valle de San Salvador (CO004), Cuchilla de San
nación de los árboles introducidos y reforestación Lorenzo (CO005) y Valle del Río Frío (CO007)
con especies nativas. En la misma zona, desde el (Franco y Bravo 2005).
322
myiotheretes pernix
cuanto a la extensión y/o calidad de hábitat (iii) y vuelo de la especie y la cercanía de los bloques de
número de individuos maduros (v). hábitat remanente se estima que la mayor parte de
EN B2ab(iii,v). su población hace parte de una misma población
interconectada por individuos que se dispersan.
criterio c EN C2a(ii).
Aunque en la síntesis de información de la especie
se informa sobre frecuencias de detección a lo lar-
criterio d
go de transectos en varias localidades de la Sierra La especie no califica como amenazada bajo el
Nevada no se ofrece información sobre densidad criterio D.
poblacional, pero se indica que es una especie apa-
rentemente poco común. Si se asume una densidad ajuste regional
poblacional similar a la de sus congéneres M. stri-
La especie es endémica de Colombia por lo cual
aticollis y M. fumigatus de unas pocas parejas por
no es necesario hacer un ajuste regional.
kilómetro cuadrado (L. M. Renjifo obs. pers.) la
población de la especie estaría claramente por de-
conclusión
bajo del umbral de 2500 individuos. La tendencia
poblacional es decreciente, dada la capacidad de EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
323
vireo caribaeus
© daniel uribe
vireo caribaeus
Vireo de San Andrés
San Andres Vireo
síntesis de información
camila gómez-montes, maría isabel moreno y christian devenish
325
vireo caribaeus
población islas, son las especies introdu- guido se dio inicio a un proce-
cidas y los eventos estocásticos so educativo en la isla sobre la
En 1998 se estimaron entre 8206 como huracanes, incendios o importancia de Vireo caribaeus
y 14792 individuos (Rosselli epidemias (Woodworth 1997; (Moreno y Devenish 2003).
1998; Rosselli y Estela 2002). Franco y Bravo 2005; Bird- Este proyecto, apoyado por el
Esta cifra no tiene en cuenta di- Life International 2009t). En Jardín Botánico de la Universi-
ferencias en la detección de la San Andrés hay preocupación dad Nacional de Colombia sede
especie según el hábitat. particularmente en cuanto a dos San Andrés y CORALINA, generó
especies introducidas: la María un compromiso institucional de
amenazas Mulata (Quiscalus mexicanus) difundir información y promo-
Dada la falta de conocimiento y el Lobo Pollero (Tupinam- ver localmente la conservación
bis teguixin) (Coralina 2010). de la especie (P. D. Lowy com.
sobre los requerimientos ecoló-
Aunque no hay estudios que pers.).
gicos de la especie, la transfor-
demuestren efectos negativos Paralelamente, el desarrollo
mación del paisaje podría ser la
sobre la población del Vireo de de estudios particulares sobre
mayor amenaza para el Vireo de
San Andrés, es necesario enten- la biología (Rosselli 1998) y la
San Andrés. Particularmente el
der los impactos que las especies ecología reproductiva (Gómez-
bosque ralo, hábitat de mayor
introducidas tienen en la biodi- Montes 2004; Gómez y More-
extensión en la isla y donde se
versidad nativa y tomar medidas no 2008; Gómez et ál. 2010;
ha visto que prefiere anidar, está
de mitigación (Rosselli y Estela Gómez 2011) y el Programa de
destinado a usos varios, sobre
2002; Franco et ál. 2009). Monitoreo y Conservación de
todo agrícolas, y carece de po-
Especies Migratorias de la Fun-
líticas definidas de protección
historia de vida dación ProAves (2003 – 2008)
(Coralina 2010). Esto no quiere
contribuyeron a aumentar el
decir que la agricultura sea ne- El estimado de supervivencia conocimiento sobre la ecología
cesariamente incompatible con anual del Vireo de San Andrés básica e historia natural de la es-
la sobrevivencia de la especie, es 0.249 para adultos y 0.217 pecie y han propuesto recomen-
pero se necesitan estudios que para inmaduros. Según este es- daciones para su conservación.
sirvan de apoyo para diseñar las timado la expectativa de vida El establecimiento de la Re-
medidas de uso y manejo apro- de los adultos es 3.6 años y de serva Natural de las Aves Chin-
piadas (Rosselli y Estela 2002; los inmaduros 3.1 años (cálculo cherry en 2006 fue otra acción
Gómez y Moreno 2008). De realizado con datos de captura en pro de la conservación de la
la misma forma, la pérdida de y recaptura de Vireo caribaeus, especie por la Fundación ProA-
conectividad entre hábitats en base de datos en línea de Fun- ves, la cual adquirió un lote ubi-
San Andrés, impulsada por un dación ProAves, revisada el 8 de cado al sur oriente de la isla en
cambio acelerado en el uso de diciembre de 2008). inmediaciones del manglar de
la tierra, puede ser una amena- Smith Channel.
za potencial para la población medidas de
de Vireo caribaeus, en especial medidas de
conservación
cuando la especie parece tener
tomadas conservación
movimientos estacionales signi-
ficativos entre hábitats a lo largo En el año 2000, el Archipiéla-
propuestas
del año (Rosselli y Estela 2002; go de San Andrés, Providencia Es necesario hacer estudios de-
Moreno y Devenish 2003). y Santa Catalina fue declarado tallados para conocer el estado
Otras amenazas, comu- como Reserva de Biosfera Sea- actual y las dinámicas pobla-
nes a especies que habitan en flower por la UNESCO. Acto se- cionales de Vireo caribaeus. Se
326
vireo caribaeus
debe profundizar en temas como los movimien- Se recomienda evaluar el efecto que las dife-
tos estacionales y los requerimientos y calidad de rentes iniciativas educativas sobre Vireo caribaeus
hábitat a lo largo de todo el ciclo de vida. han tenido en San Andrés para diseñar estrategias
Igualmente hay que evaluar el potencial im- de larga duración, como por ejemplo la inclusión
pacto de las especies introducidas sobre la pobla- de currículos especiales en las instituciones edu-
ción de Vireo caribaeus. cativas.
situación de la especie VU D2
renjifo et ál. 2016
327
vireo caribaeus
Distribución
Distribución
328
vireo crassirostris
© robin h. schiele
vireo crassirostris
Verderón Piquigrueso,
Vireo de Providencia
Thick-billed Vireo
síntesis de información
sebastián restrepo calle y thomas mcnish merril
330
vireo crassirostris
331
vireo crassirostris
Program of Man and the Bios- considerado como conspecífico, islas de las Bahamas; Vireo crassi-
phere (Programa del Hombre y Vireo alleni fue descrito Cory en rostris stalagium (Buden 1985)
la Biosfera, MAB) de la UNESCO. 1886 para la isla Gran Caimán. en varias islas Caicos y Vireo
Esta es una figura importante En 1884 Ridgway registró Vireo crassirostris tortugae (Cory) en
para pensar procesos de gestión crassirostris en Old Providen- las Islas Caimán.
territorial que mantengan la ri- ce, Colombia, y en 1886 Vireo Vireo crassirostris approxi-
queza natural de la isla frente a crassirostris flavescens en el cayo mans (Ridgway), de la isla de
sus dinámicas productivas. Al- Rum e isla Concepción en las Ba- Providencia y Santa Catalina, se
gunos proyectos, como los de hamas. En 1917 Richmond des- cita como miembro de esta es-
Mosaicos de Conservación del cribió a Vireo crassirostris tortu- pecie, pero basado en su canto
Fondo Patrimonio Natural, han gae en la isla Tortuga, Haití. En se considera una raza de Vireo
avanzado en planes de restaura- 1956 Bond cita a tortugae, ap- pallens (Barlow 1990; Sibbley y
ción y uso de algunas áreas de proximans y crassirostris, aunque Monroe 1990). Las referencias
interés en la zona de influencia como subespecies de esta última, más recientes continúan dándo-
de The Peak.
incluyó a la población de Gran le un tratamiento ambiguo: Vi-
Caimán. Buden (1985) descri- reo crassirostris approximans en
comentarios bió una nueva raza, Vireo crassi- Clements Checklist (Clements
El estatus taxonómico de este rostris stalagmium, de las Islas 2015), Vireo pallens approxi-
vireo no está resuelto en el mo- Caicos, y, después de estudiar mans en Howard and Moore
mento de la publicación de este un gran número de especímenes Checklist (Dickinson 2003),
libro. La especie Vireo crassi- previamente no disponibles ni Vireo pallens approximans en
rostris fue primero descrita por examinados por otros investiga- Handbook of the Birds of the
Bryant en 1857, quien asignó a dores, realizó una revisión de to- World (Del Hoyo, 2010) y fi-
la isla de New Providence de las das las poblaciones conocidas de nalmente Vireo approximans en
Bahamas como localidad tipo. Vireo crassirostris: Vireo crassiros- el IOC World Bird Names (Gill
Más tarde, otro taxón, ahora tris crassirostris (Bryant) en varias y Donsker 2016).
criterio a eoo
solo 150 m de distancia, por lo tanto
27.9 km2 puede considerarse que se encuen-
Ha perdido 4.9 % de su hábitat his- área de hábitat tra en una sola localidad (a). No hay
tóricamente. Si se toma la pérdida de remanente
evidencia que indique una reducción
21 km2
hábitat como un indicador de la dis- en la extensión de presencia, área de
porcentaje total de
minución de la población, no se acer- pérdida de hábitat ocupación, hábitat o número de in-
ca a los umbrales de amenaza bajo el 4.9 % dividuos maduros. No experimenta
criterio A. una generación
fluctuaciones poblacionales extremas.
4.2 años
3 generaciones
B2 Área de hábitat remanente =
criterio b 21 km2 < 500 km2. V. crassirostris tie-
12.6 años
B1 EOO = 27.9 km < 100 km
2 2 ne una distribución restringida a las
V. crassirostris tiene una distribu- islas de Providencia y Santa Catalina,
ción restringida a las islas de Providencia y Santa las cuales se encuentran separadas por solo 150 m
Catalina, las cuales se encuentran separadas por de distancia, por lo tanto puede considerarse que
332
vireo crassirostris
se encuentra en una sola localidad (a). No hay evi- blación. Se encuentra amenazada bajo el subcri-
dencia que indique una reducción en la extensión terio D2 y podría estarlo bajo el subcriterio D1.
de presencia, área de ocupación, hábitat o número Es necesaria una evaluación de campo del tamaño
de individuos maduros. La especie no experimen- poblacional de la especie.
ta fluctuaciones poblacionales extremas. La espe- VU D1+2.
cie no califica como amenazada bajo el criterio B.
ajuste regional
criterio c
Este es un taxón endémico de Colombia, por lo
V. crassirostris es aparentemente la especie más cual no se requiere hacer un ajuste regional.
abundante en las islas de Providencia y Santa
Catalina, en donde se encuentra en todo tipo de conclusión
hábitats (véase síntesis de información). No exis-
VU D1+2.
ten estimaciones de densidad poblacional para la
especie en Providencia, pero sí en las Bahamas
(22.6 ind/km2). Por otra parte, hay estimacio- Distribución
nes de densidad poblacional de 1270 ± 754 ind/
km2 para Vireo caribaeus en San Andrés (Moreno
y Devenish 2003). Si se toman como referentes
estas dos densidades poblacionales y el área de há-
bitat remanente, la población global de la especie
estaría entre 475 y 26 670 individuos. No obs-
tante, hay una reducción en el tamaño de la po-
blación observada o proyectada. No califica como
amenazada bajo el criterio C.
criterio d
La estimación más conservadora del tamaño po-
blacional de la especie indica que estaría por de-
bajo del umbral de 1000 individuos. Además, se
encuentra en una única localidad. Aunque no hay
evidencia de una reducción en el tamaño pobla-
cional, Providencia y Santa Catalina están en una
región afectada con frecuencia por huracanes, lo
cual se constituye en una amenaza posible con un
impacto severo sobre la población de la especie. Distribución
Por otro lado el incremento de la actividad turís-
tica en la isla podría eventualmente llevar a una
paulatina pérdida de hábitat y por tanto de po-
333
eremophila alpestris
© robert lewis
eremophila alpestris
Alondra Cornuda
Horned Lark
síntesis de información
johana edith zuluaga-bonilla y diana carolina macana
335
eremophila alpestris
en diciembre (Arbeláez y Restrepo com. pers.), en población grande en la extensión total de cultivos
el Lago de Tota se observó en junio comporta- de cebolla de esta localidad. Sin embargo en años
miento de cortejo (Macana y Zuluaga-Bonilla sucesivos de conteos navideños la especie ha sido
2006) y en julio se hallaron dos nidos con dos observada en un sector muy localizado, sin regis-
pichones cada uno, en las zonas semiáridas del tros en otras áreas (J. E. Zuluaga-Bonilla y D. C.
río Siecha (De las Casas et ál. 2006). La especie Macana obs. pers.).
anida en huecos en el suelo cerca de macollas al-
tas de pasto, rocas, arbustos (Valencia 2002; De amenazas
las Casas et ál. 2006) y a veces cerca de heces de Las zonas semiáridas del altiplano cundiboyacense
ganado, las cuales son fuente de alimento y estabi- han sido afectadas por actividades humanas desde
lidad térmica del nido, ya que este permanece solo hace cientos de años (Cadena 2002c). Los pasti-
durante largos periodos de tiempo (Botia-Becerra zales nativos, hábitat típico de la especie, fueron
y Echeverry-Galvis 2010b). erradicados en la década de 1930 tras la introduc-
ción del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum)
población en las sabanas altoandinas (Cadena 2002c). Son
Esta especie tiene en la actualidad una distribución pocos los lugares con poblaciones viables, los cua-
muy localizada y es bastante escasa en los sitios les están amenazados por actividades agrícolas, ga-
donde se encuentra (Cadena 2002c). Se tiene un naderas (Valencia y Armenteras 2004) y mineras
estimado de 0.28 ha por cada individuo (De las (L. Rosselli y F. G. Stiles com. pers.).
Casas et ál. 2006). Cadena (2002c) registra una La especie huye de los cultivos cuando estos
población cercana a los de 2500 individuos, pero empiezan a crecer vigorosamente (Valencia y Ar-
Valencia y Armenteras (2004) estiman que para la menteras 2004; Macana y Zuluaga-Bonilla 2006).
misma área solo se encuentra una población cer- Esto interrumpe sus ciclos de anidación (Valencia
cana a los 1002 individuos. Aunque el área de su y Armenteras 2004) por daños a nidos o depre-
distribución no ha disminuido considerablemente, dación de huevos y polluelos, debido al continuo
el porcentaje ocupado es tan solo del 2 %, y existe tránsito de personas, perros y ganado (ABO 2000;
en muchas localidades pero con pocos individuos, Valencia 2002; Valencia y Armenteras 2004; De
por lo que son escasos los sitios con poblaciones las Casas 2006; Botia-Becerra y Echeverry-Galvis
viables (Valencia y Armenteras 2004). 2010b; Macana y Zuluaga-Bonilla 2006). En las
En 40 localidades censadas se observaron un zonas semiáridas del valle del río Siecha, se pre-
poco más de 400 individuos, la mitad de los cuales sentan además de las anteriores, otras amenazas,
se registraron en el parque El Tunal, Bojacá, Tun- como el ascenso del nivel del agua del embalse
ja-Soracá, Firavitoba, laguna de La Copa y plani- de Tominé que genera cubrimiento de gran parte
cies semiáridas del río Siecha al sur del embalse de del área del hábitat de la especie, así como intro-
Tominé. Estas dos últimas son las poblaciones más ducción de maquinaria pesada para la remoción
grandes, con 64 a 77 individuos respectivamente de vegetación acuática, fogatas y práctica de mo-
(Valencia y Armenteras 2004) y 87 individuos (De tociclismo en las inmediaciones, que pueden cau-
las Casas et ál. 2006). En la Copa se registraron al sar la muerte de estas alondras (De las Casas et ál.
menos cien individuos de los cuales hay un adulto 2006). Esta especie podría verse afectada por el
por cada diez juveniles (D. Cadena y D.C. Macana parasitismo social del chamón Molothrus bonarien-
obs. pers.), la cual podría ser actualmente la po- sis, el cual está establecido en el altiplano cundibo-
blación más grande de la especie (D. Cadena com. yacense (Cadena 2002c).
pers.). En el Lago de Tota, Macana y Zuluaga-Bo-
historia de vida
nilla (2006) encontraron 10 individuos en un tran-
secto de 500 m, por lo que se presume que hay una No hay información para la especie.
336
eremophila alpestris
337
eremophila alpestris
338
eremophila alpestris
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
339
troglodytes monticola
© robin h. schiele
troglodytes
monticola
cucarachero de
santa marta
santa marta wren
síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera y maría fernanda gómez
341
troglody tes monticola
(2013) presenta un número estimado de 50-249 historia natural, distribución y uso de hábitat li-
individuos maduros. mitan una adecuada gestión en planes de manejo
para su conservación.
historia de vida
La especie tiene un tiempo generacional de 4 medidas de conservación
años (BirdLife International 2013). Se encuentra en el PNN Sierra Nevada de Santa
Marta y en reservas de agrupaciones indígenas
amenazas Koguis e Ijka. Estas áreas presentan bosques de
En el valle del Río Frío, se encuentran parches niebla y páramos en diferentes estados de regene-
forestales aislados como consecuencia de la ac- ración. Los páramos de San Pedro de la Sierra se
tividad antrópica en la zona, lo cual contribuye encuentran dentro del AICA 036 Sierra Nevada de
al aislamiento de las poblaciones de este cucara- Santa Marta (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2013).
chero. Los páramos aledaños a San Pedro de la La Fundación ProAves adelantó exploraciones
Sierra (Magdalena) están siendo sometidos a las para la ubicación de poblaciones de esta ave para
actividades de quema para adecuarlos como pasti- iniciar estudios de tamaño poblacional y uso de
zales para el ganado (O. Cortés-Herrera obs. pers. hábitat con el fin de realizar un plan de manejo de
2015). Por otra parte, el desconocimiento de su la especie (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).
criterio b
criterio c
B1 EOO = 2007 km2 < 5000 km2. La especie tie-
No existen estimaciones de densidad poblacional
ne una distribución severamente fragmentada (a) y
para T. monticola. No obstante para T. solstitialis,
en disminución (b) como consecuencia de pérdida
una especie cercanamente emparentada, se han en-
de hábitat. Se estima que la especie continúa de-
contrado densidades de 60 ind/km2 en bosque pri-
clinando en cuanto a extensión de ocurrencia (i),
mario y 10 ind/km2 en bosque secundario en los
área de ocupación (ii), extensión y/o calidad de
342
troglody tes monticola
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
343
cistothorus apolinari
© josé oswaldo cortés herrera
cistothorus apolinari
cucarachero de apolinar
apolinar’s wren
síntesis de información
loreta rosselli, johana edith zuluaga-bonilla, alejandro hernández-jaramillo
y henry david benítez-castañeda
345
cistothorus apolinari
profundidades inferiores a las de de Bogotá estaban asociadas a tro et ál. 2007; J. Castro, datos
C. a. apolinari (<1 m, Morales- humedales rodeados por alisos no publicados; H. Benítez-Cas-
Rozo y De La Zerda 2004). (Alnus acuminata), el hecho de tañeda y J. Castro, datos no pu-
El Cucarachero de Apolinar que todavía haya poblaciones en blicados.).
vive en grupos de 2 a 12 indi- humedales en donde ya no hay La subespecie hernandezi es
viduos. Estos grupos incluyen alisos indica que el junco es más relativamente común en el hábi-
machos, hembras y juveniles y importante para su superviven- tat apropiado, mientras que C. a.
son bastante estables y sedenta- cia (Morales-Rozo y De La Zer- apolinari resulta muy localizada
rios. Los grupos se componen da 2004). y está en disminución en los hu-
de una pareja reproductora y un C. a. hernandezi anida a 90- medales en donde aún persiste.
número variable de ayudantes, 165 cm del suelo en chuscales Su poca movilidad, la estabilidad
que cooperan en la alimentación densos de 1-2 m de altura do- de los grupos y los hábitos se-
de los pichones y en la defensa minados por Chusquea tesellata dentarios lo hacen vulnerable a
de territorios (Stiles y Caycedo y Sphagnum sp. cerca de lagu- cualquier deterioro de los junca-
2002; Morales-Rozo y De La nas. En el páramo de Siscunsí en les y humedales. Las poblaciones
Zerda 2004). diciembre de 2009 se encontra- más grandes están en cuerpos
Esta especie no parece tener ron 3 nidos situados en C. tese- de agua grandes como Cucunu-
capacidad de colonizar nuevos llata, a una altura de 165 cm, bá (3000 ha) y Tota (6000 ha),
humedales. En las gravilleras construidos a una distancia de pero se pueden encontrar pobla-
abandonadas del río Siecha que 10 a 12 m del cuerpo de agua. ciones remanentes en juncales
fueron explotadas en las décadas Los nidos de C. a. apolina- de unos pocos metros cuadrados
de 1980 y 1990 (Van der Ham- ri se encuentran en juncos y son (L. Rosselli obs. pers.).
men et ál. 2008) se han estable- mucho más escondidos y difíciles
cido juncales y otras especies de de encontrar (Stiles y Caycedo población
aves de humedal amenazadas 2002; Morales-Rozo 2005). En Las poblaciones de C. a. her-
(Rallus semiplumbeus, Oxyura el humedal de Jaboque, Benítez- nandezi parecen ser más den-
jamaicensis), pero el Cucarache- Castañeda (2004) y Zerda et ál. sas (3-6 ind/ ha) y los grupos
ro de Apolinar no ha colonizado (2005) observaron nidos y una más grandes (5-12 individuos)
(Morales-Rozo y De La Zerda pareja en el proceso de construc- que las de la subespecie apoli-
2004; L. Rosselli obs. pers.). Por ción. Algo similar se observó en nari (Stiles y Caycedo 2002;
otra parte, otra evidencia que el humedal La Conejera, en una Espinosa-Blanco et ál. 2009;
sugiere que la especie tiene poca de las lagunas habilitadas desde Zuluaga-Bonilla et ál. 2010).
movilidad es una pequeña pobla- el año 2007. No obstante, nin- Morales-Rozo y De La Zerda
ción de 3 individuos observados guno de los nidos tuvo éxito, en (2004) encontraron 73 indivi-
por primera vez en 1991 que ha- el primer caso al parecer por per- duos de C. a. hernandezi en los
bía sido reducida a un macho en turbación humana y en el segun- alrededores de las lagunas de
el 2001 en un juncal de 2500 m2 do por hallarse en inmediaciones Chisacá y La Virginia. En 2008
seco e invadido por pasto kikuyo de una zona donde abundaban A. Hernández contó 86 indivi-
cerca de Tabio (Cundinamarca), las garzas del ganado (Bubulcus duos en 14 parches dominados
el cual era probablemente re- ibis). En ambos nidos se hallaron por D. revolutum y C. tessellata
manente de un área y población evidencias de parasitismo por en los cerros de Usme-Pasca, lo
más grandes. chamones (Molothrus bonarien- cual constituye la población más
Aunque Borrero (1953) sis) que se mantenían posados grande de C. a. hernandezi. En
comentó que las poblaciones entre la vegetación circundante el parque de Pisba se registró
de C. apolinari de la Sabana (Benítez-Castañeda 2004; Cas- en 2008 y 2009 un promedio
346
cistothorus apolinari
347
cistothorus apolinari
348
cistothorus apolinari
altiplano y las poblaciones de la Parte del páramo de Sis- pecto a la conservación de las
Sabana de Bogotá son más pe- cunsí (5887 ha) en el municipio dos especies de ave endémicas
queñas y por lo tanto más vul- de Sogamoso (Boyacá), en don- y amenazadas de la Sabana de
nerables, es posible que el ries- de la especie fue registrada en Bogotá (Rallus semiplumbeus
go de amenaza de la subespecie 2006, es un área natural protegi- y C. apolinari). Sería deseable
apolinari sea más crítico que el da (Reserva Municipal Siscunsí) que la Corporación Autónoma
de hernandezi (Cadena 2003). (Espinosa-Blanco et ál. 2009). Regional de Cundinamarca,
Los recientes datos genéti- Las poblaciones de Pisba, Chi- CAR, en conjunto con la alcaldía
cos que implican niveles de va- sacal y Cocuy están protegidas municipal desarrollaran planes
riabilidad extremadamente ba- en los PNN Sumapaz, Pisba y de manejo que incluyan el ob-
Cocuy, Güicán y Chita respec- jetivo específico de cuidado y
jos pueden indicar poblaciones
tivamente. Estas poblaciones seguimiento de sus poblaciones.
diezmadas y bajo fuertes efectos
aparentemente están en buen Todos los autores coinci-
antrópicos y posibles cuellos de
estado ya que no hay Molothrus den en la importancia del con-
botella, lo cual representa una
bonariensis en estas elevaciones, trol de Molothrus bonariensis.
amenaza adicional.
su hábitat no está alterado y no sin embargo, faltan estudios
se planea llevar a cabo activida- sobre la forma más efectiva para
historia de vida des que pudieran afectarlo, aun- realizar el control.
No hay información para la es- que la protección no está total- Los planes de manejo de
pecie. mente garantizada. En 2008 en los pocos humedales distritales
el área Usme-Pasca, el Sindicato con presencia del Cucarachero
medidas de de Productores de Bogotá, SIN- de Apolinar deberían tener me-
TRAPARB, con asesoría de la Se-
conservación didas y objetivos específicos para
cretaría Distrital de Ambiente
tomadas el aumento y mantenimiento de
delimitó y declaró un área espe-
sus poblaciones. Ya que la que-
Los humedales del Distrito Ca- cial para la conservación de C.
ma de los humedales distritales
pital han mejorado su situación apolinari, lo que a corto plazo
no es un fenómeno raro (ade-
de conservación gracias al ma- evita la intervención de la zona
más de Tibanica también se pre-
nejo mediante convenios de para cultivos de papa o ganadería
senta en Techo (L. Rosselli obs.
administración apoyado por la (Hernández-Jaramillo 2008).
pers.), sería importante que el
EAAB en convenio con la Secre-
manejo incluya un plan de ca-
taría Distrital de Ambiente. Este medidas de
pacitación, prevención, control
manejo incluye cerramientos en conservación inmediato y recuperación para
funcionamiento en algunos hu- propuestas estos eventos.
medales y su construcción en Aunque no está compro-
La medida más urgente con
otros, vigilancia y monitoreo respecto a C. a. apolinari es la bada la capacidad de coloniza-
de la vida silvestre. Sin embargo conservación de las poblaciones ción de C. a. apolinari, la siem-
los contratos de administración conocidas y existentes, y de su bra y cuidado de parches de S.
son muy limitados en recursos hábitat, en particular las de hu- californicus en cercanías de si-
y tiempo (tienen duraciones de medales como Gualí en las que tios conocidos de la presencia
menos de un año) y los humeda- no hay acciones de conserva- de la especie podría ayudar al
les quedan sin protección duran- ción ni estudio por parte de las aumento de poblaciones.
te las temporadas de meses entre autoridades ambientales. Este Espinosa-Blanco et ál. (2009)
la terminación de un contrato y humedal en Funza ha revelado sugieren la expansión del área
el inicio del siguiente. una gran importancia con res- protegida de la Reserva Munici-
349
cistothorus apolinari
pal de Siscunsí en Sogamoso a los municipios de Aquitania, Mongua y Monguí, en donde todavía hay
hábitat apropiado para la especie.
350
cistothorus apolinari
tre localidades desde 0.04 ind/ de individuos maduros en cada Nota: la especie se encuentra en
ha hasta 6 ind/ha (Stiles y subpoblación es inferior a 250 el límite entre peligro crítico y
Caycedo 2002; Espinosa-Blan- individuos. De hecho es muy en peligro bajo el subcriterio
co et ál. 2009; Zuluaga-Bonilla inferior en la mayoría de subpo- B2, por precaución se mantie-
et ál. 2010; Rosselli 2011). Las blaciones con la posible excep- ne a esta especie en la categoría
poblaciones más importantes de ción de Tota. más alta.
la especie se encuentran en Fú- EN C2a(i).
quene y Tota en donde fueron conclusión
estimadas ya hace varios años en criterio d
CR B2ab(ii,iii,iv,v).
cerca de 200 y 350 individuos
Se estima que el área de ocupa- EN C2a(i).
respectivamente (es probable
ción de la especie es inferior a VU A2cde+3cde+4cde; D2.
que en la actualidad haya pobla-
20 km2.
ciones más reducidas). Por esta
VU D2.
razón se estima que la población
de la especie es inferior a 2500
ajuste regional
individuos maduros y con una
disminución continua observada Es un taxón endémico de Co-
en el pasado y proyectada en el lombia, por lo tanto, no es ne-
futuro. Se estima que el número cesario hacer un ajuste regional.
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
351
thryophilus sernai
© daniel uribe
thryophilus sernai
Cucarachero Paisa
Antioquia Wren
síntesis de información
carlos esteban lara, andrés m. cuervo y carlos daniel cadena
353
thryophilus sernai
354
thryophilus sernai
355
thryophilus sernai
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
356
thryophilus nicefori
© daniel uribe
thryophilus nicefori
Cucarachero de Nicéforo,
Cucarachero del Chicamocha
Niceforo’s Wren
síntesis de información
jorge enrique parra, sandra v. valderrama y marcela beltrán
358
thryophilus nicefori
ordorata) y karate (Bursera si- dividuos invierten 60 % del tiem- ejemplo, los gatos (Valderrama
maruba), y árboles perennifo- po en la búsqueda de artrópodos 2005). En el municipio de San
lios como gallinero (Pithecello- (Valderrama 2005). La época re- Gil, donde la especie fue descrita
bium unguis-cati), uña de gato productiva varía entre julio y oc- y en donde se reportaron siete
(Zanthoxylum fagara), tachuelo tubre. Anida cerca de avisperos, parejas en 2004, varias han des-
(Fagara rhoifolia) y castañeto posiblemente como una estrate- aparecido como resultado de la
(Thevetia peruviana). En este gia antidepredatoria (Valderrama expansión del casco urbano (Pa-
tipo de bosque se ha registrado et ál. 2007b). rra et ál. 2008). La pérdida de
durante la época lluviosa una Debido a la fragmentación territorios y parejas también se
gran abundancia de hierbas de su hábitat, tiene una distri- ha detectado en las veredas Bu-
anuales de la familia Verbena- bución discontinua. Aunque taregua y Macaregua debido a la
ceae (e.g. Bouchea sp., Lantana puede subsistir en paisajes con- expansión de los cultivos de ta-
sp.) y especies como Commelina siderablemente transformados, baco y potreros para la ganadería
erecta y Peperomia pellucida. Al- su sobrevivencia depende de la (S. Valderrama obs. pers.).
gunas epífitas encontradas tanto permanencia y conectividad de
en bosques de galería como en relictos de bosque a lo largo medidas de
bosques subxerofíticos, incluyen de cursos de agua (Valderrama conservación
las bromelias Tillandsia flexuosa, 2005; Parra et ál. 2006). tomadas
T. juncea y T. recurvada. Entre
Desde 2003, se está estudiando
las enredaderas más abundantes población y trabajando en la conservación
están Smilax cumanenses, Serja-
Se ha estimado que sobreviven del Cucarachero de Nicéforo a
nia sp. y Aristolochia maxima (S.
entre 50 y 100 individuos (Val- través del proyecto Chicamo-
Valderrama, datos no publica-
derrama et ál. 2007b). Sin em- cha, una iniciativa de estudiantes
dos). Finalmente, el cucarachero
bargo, nuevos registros sugieren de biología patrocinada por The
ha sido observado en cultivos de Conservation Leadership Pro-
que el tamaño total de la pobla-
café de sombrío y cacao cerca gramme (CLP). El proyecto ha
ción podría ser próximo a 250
de quebradas (Parra et ál. 2006; realizado estudios sobre la distri-
individuos.
Valderrama et ál. 2007b). bución, historia de vida y reque-
El Cucarachero de Nicéfo- rimientos ecológicos de T. nice-
amenazas
ro es una especie monógama. fori. Además, implica actividades
Las parejas defienden territorios Todas las poblaciones conocidas de concientización ambiental
de 1 a 4 hectáreas, a lo largo de enfrentan una progresiva pér- con las comunidades locales y
quebradas y ríos, y se ha calcu- dida de hábitat causada por la el establecimiento de áreas pro-
lado un individuo por cada dos transformación de los bosques tegidas para la conservación de
hectáreas de hábitat (Valderrama en tierras de cultivo, la presión la especie en el cañón del Chi-
2005). Son difíciles de observar, de la ganadería caprina, los in- camocha (Parra et ál. 2005; Pa-
pero pueden ser identificados cendios forestales y el deseca- rra et ál. 2006; Valderrama et
fácilmente por sus cantos, que miento de las quebradas y los ál. 2007a, 2007b; Vargas 2007;
evocan el sonido de una flau- ríos (Parra et ál. 2006). Estas Valderrama et ál. 2008; Parra et
ta. Ocupan el estrato bajo del actividades han generado una ál. 2008). Gracias a esta iniciativa
bosque entre el suelo y 7 m de masiva destrucción de la vegeta- se ha logrado: (1) conocimiento
altura. Con frecuencia usan per- ción y han impedido su regene- de la biología, distribución y
chas altas para cantar y las acti- ración. En cercanías de viviendas requerimientos ecológicos del
vidades de forrajeo tienen lugar están expuestos a la depredación Cucarachero de Nicéforo; (2)
sobre la hojarasca, donde los in- por animales domésticos, por reconocimiento del área como el
359
thryophilus nicefori
AICA Bosques Secos del Valle del río Chicamocha cuenca del río Umpala en Santander, a través de
(Franco y Bravo 2005); (3) el desarrollo de una la Alianza Chicamocha, liderada por la Fundación
estrategia de conservación de los bosques secos del Neotropical.
Chicamocha llamada “Corredor de conservación En el municipio de Soatá en Boyacá, la orga-
Guantivá – La Rusia – Iguaque”; (4) obtener in- nización ambiental OCOTEA, el grupo de aves de la
formación base para el establecimiento de la Reser- Universidad Distrital Francisco José de Caldas y la
va Natural de Aves Cucarachero de Chicamocha Fundación Ecodiversidad han adelantado trabajos
en Zapatoca, Santander, por parte de la Funda- sobre conservación e investigación de T. nicefori.
ción ProAves; (5) la consolidación de la Alianza En esta localidad existe un fuerte trabajo de con-
Chicamocha para la conservación de la biodiver- servación de la biodiversidad a través de la creación
sidad del cañón del Chicamocha, conformada por de grupos ecológicos y la primera reserva comuni-
entidades gubernamentales, ONG, la comunidad taria sobre el cañón del Chicamocha (Hernández
local, institutos de investigación y universidades; et ál. 2006a, 2006b).
y (6) la creación de una reserva comunitaria en la
CR C2a(i)
situación de la especie EN B2ab(ii,iii,v)+D
renjifo et ál. 2016 VU B1ab(ii,iii,v)
360
thryophilus nicefori
criterio d conclusión
Se estima que la población de la especie es inferior CR C2a(i).
a 250 individuos y es evidente que se encuentra EN B2ab(ii,iii,v)+D.
bajo amenaza. VU B1ab (ii,iii,v).
EN D.
ajuste regional
Es endémica de Colombia por lo cual no se requie-
re hacer un ajuste regional.
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
361
myadestes coloratus
© jurgen beckers
myadestes coloratus
solitario enmascarado
varied solitaire
síntesis de información
noemí moreno salazar y pedro camargo martínez
criterio a criterio b
Esta especie ha perdido el 9.94 % de su hábi- B1 EOO = 884.8 km2 < 20 000 km2. La espe-
tat históricamente y en diez años recuperó un cie tiene una distribución naturalmente frag-
1.7 %. Tomando la pérdida de hábitat como un mentada (a), la cual está disminuyendo (b) al
indicador de la disminución de la población la menos en cuanto a área y/o calidad de hábitat
especie no se acerca a los umbrales de amenaza (iii) y en número de individuos maduros (v).
bajo el criterio A. EN B1ab(iii,v).
363
myadestes coloratus
364
myadestes coloratus
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
365
tangara fucosa
© robin h. schiele
tangara fucosa
tangara nuquiverde
green-naped tanager
síntesis de información
jorge posada-garcía y juan miguel ruiz-ovalle
ecología amenazas
Tiene distribución restringida en la serranía del Los bosques en su área de distribución han
Darién en la región fronteriza entre Panamá y disminuido por el avance de la frontera agrí-
Colombia (Sttatersfield et ál. 1998; Franco y cola y ganadera en la parte baja de la serra-
Bravo 2005). Ha sido registrada en el flanco nía del Darién en el flanco colombiano (A.
oriental de los cerros Pirre y Mali, en la serranía Hurtado, J. M. Ruiz, R. Sagardía y M. Rubio,
de Jungurudó, y ambos flancos del cerro Ta- datos no publicados) y por los cultivos ilícitos
carcuna (Robbins et ál. 1985; Pearman 1993; (Córdoba y Renjifo 2002) y la minería. Varios
Isler e Isler 1999; Córdoba y Renjifo 2002; megaproyectos como el canal interoceánico
Rangel 2004; Ruiz y Hurtado com. pers). Se Atrato-Truandó, la continuación de la carre-
encuentra en el bosque húmedo montano bajo tera Panamericana y el canal bahía Candelaria-
desde 1000 hasta 2000 m (Pearman 1993), en bahía Cupica (Córdoba y Renjifo 2002) po-
ocasiones por debajo de 940 m (BirdLife In- drían ser el mayor riesgo para la conservación
ternational 2010d). de los bosques de la serranía del Darién (A.
Se encuentra en bosques bien conser- Hurtado com. pers).
vados que superan las 50 000 ha (J. M. Ruiz
obs. pers.). Es poco frecuente y se observa for- historia de vida
mando bandadas mixtas (Robbins et ál. 1995; No hay información para la especie.
Pearman 1993 en Córdoba y Renjifo 2002; J.
M. Ruiz y A. Hurtado, datos no publicados). medidas de conservación
Se observó una pareja construyendo un nido
tomadas
en agosto de 1997 (Christian 2001).
La RFP del Darién protege el hábitat de esta espe-
cie, la cual limita con el PNN Darién en Panamá.
367
tangara f ucosa
años recuperó un 2 % del hábitat per- cunae en 4902 individuos, para una
porcentaje de cambio
dido. Tomando la pérdida de hábitat de hábitat 2000-2010 especie con un hábitat de 163.4 km2
como un indicador de la disminu- 2 %
y para Chlorospingus inornatus en
ción de la población la especie no porcentaje total de
1752 individuos, para una especie
pérdida de hábitat
se acerca a los umbrales de amenaza 11.1 % con un hábitat de 58.4 km2. Por su
bajo el criterio A. una generación parte, Tangara fucosa tiene un hábi-
3.6 años
tat remanente de 90 km2, por lo que
criterio b 3 generaciones
se estima que la población de la es-
10.8 años
B1 EOO = 214.5 km2 < 5000 km2. pecie debe ser inferior a 2000 indi-
La especie tiene una distribución viduos en Colombia. Se estima que
naturalmente fragmentada en las serranías de la hay una declinación continua de la población dado
frontera colombopanameña (a) y parece haber que hay pérdida de hábitat (C2) y que la Serranía
ocurrido alguna pérdida de hábitat. La especie del Darién alberga más del 95 % de la población
está declinando (b) al menos en cuanto a área y/o de la especie (véanse mapas de distribución de la
calidad de hábitat (iii) y en número de individuos especie) (a(ii)).
maduros (v). EN C2a(ii).
EN B1ab(iii,v).
B2 Área de hábitat remanente = 90 km2 < criterio d
500 km2. La especie tiene una distribución natu-
La especie no califica como amenazada bajo el cri-
ralmente fragmentada en las serranías de la fronte-
terio D.
ra colombopanameña (a) y parece haber ocurrido
alguna pérdida de hábitat. La especie está decli-
ajuste regional
nando (b) al menos en cuanto a área y/o calidad
de hábitat (iii) y en número de individuos madu- La especie es un taxón residente que se reproduce
ros (v). en el país. Su población nacional hace parte de un
EN B2ab(iii,v). mismo continuo geográfico con las poblaciones
panameñas, por esto se estima que sí es objeto
criterio c de inmigración desde ese país. No se espera que
la inmigración disminuya dado que los bosques
La especie es considerada poco común dentro de
en la frontera de los dos países se encuentran en
su distribución (Angehr y Dean 2010; L. M. Ren-
buen estado. Por tal razón se recomienda dismi-
jifo obs. pers. 2010). No hay estimaciones de den-
nuir la categoría de la especie en un paso.
sidades poblacionales para la especie que puedan
ser utilizadas para estimar su tamaño poblacional.
conclusión
No obstante, la especie es, por mucho, menos
abundante que las especies del género Chloros- VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).
368
tangara f ucosa
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
369
chlorospingus inornatus
© robin h. schiele
chlorospingus
inornatus
montero de pirré
pirre bush-tanager
síntesis de información
jorge enrique avendaño
371
inornatus
rretera entre Colombia y Panamá, la cual facilitaría la colonización del Urabá antioqueño-chocoano, la
creación de vías secundarias y la deforestación.
historia de vida
No hay información para la especie.
síntesis de información de la
criterio a eoo
especie). Por otra parte, existen
381.4 km2
Esta especie ha perdido el 3.6 % estimaciones de densidad pobla-
área de hábitat
de su hábitat histórico y en diez remanente cional para algunos congéneres
años recuperó un 16.5 % del 58.4 km2 en los bosques montanos. La
hábitat perdido. Tomando la porcentaje de cambio densidad de C. ophtalmicus va-
de hábitat 2000-2010
pérdida de hábitat como un in- ría entre 9 ind/km2 en áreas con
16.5 %
dicador de la disminución de la porcentaje total de
bajo disturbio, 84 ind/km2 en
población la especie no se acerca pérdida de hábitat disturbio medio y 175 ind/km2
a los umbrales de amenaza bajo 3.4 % en disturbio alto. Por su par-
una generación
el criterio A. te C. pileatus tiene densidades
3.6 años
de 345 ind/km2 en áreas con
3 generaciones
criterio b bajo disturbio, 423 ind/km2 en
10.8 años.
disturbio medio y 46 ind/km2
B1 EOO = 381.4 km2 < 5000
en disturbio alto (Gomes et ál.
km2. La especie tiene una distri- (a) y parece haber ocurrido al- 2008). En Ecuador se estimó
bución naturalmente fragmenta- guna pérdida de hábitat. La es- una densidad de 30 ind/km2
da entre altos del Niqué y el cerro pecie está declinando (b) al me- (en matorral secundario) para
Quía (a) y parece haber ocurrido nos en cuanto a área y/o calidad C. parvirostris (Cresswell et ál.
alguna pérdida de hábitat. La es- de hábitat (iii) y en número de 1999). Sabiendo que la especie
pecie está declinando (b) al me- es localmente común o muy co-
individuos maduros (v).
nos en cuanto a área y/o calidad mún podría asumirse una densi-
EN B2ab (iii,v).
de hábitat (iii) y en número de dad poblacional de 30 ind/km2,
individuos maduros (v). lo cual implicaría que la pobla-
criterio c
EN B1ab (iii,v). ción de la especie en Colombia
B2 Área de hábitat rema- No hay estimaciones de den- sería de unos 1752 individuos
nente = 58.4 km2 < 500 km2. La sidad poblacional de la especie < 2500 individuos (58.4 km2 x
especie tiene una distribución en el campo. No obstante, se 30 ind/km2 = 1752 ind). Se esti-
naturalmente fragmentada entre sabe que la especie es localmen- ma que la población de la especie
altos del Niqué y el cerro Quía te común o muy común (véase está disminuyendo (C2) debido
372
inornatus
a la pérdida de hábitat y que un 95 % de los indi- mismo continuo geográfico con las poblaciones
viduos hacen parte de una misma población (véase panameñas, por esto se estima que sí es objeto
mapa de distribución de la especie) (a(ii)). de inmigración desde ese país. No se espera que
EN C2a(ii). la inmigración disminuya dado que los bosques
en la frontera de los dos países se encuentran en
criterio d buen estado. Por tal razón se recomienda dismi-
nuir la categoría de la especie en un paso.
La especie probablemente no califica como ame-
nazada bajo el criterio D.
conclusión
ajuste regional VU B1ab(iii,v)+2ab (iii,v); C2a(ii).
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
373
ammodramus savannarum
© fernando ayerbe-quiñones
ammodramus
savannarum
sabanero grillo
grasshopper sparrow
síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones, juan pablo lópez-o. y giovanni cárdenas
375
ammodramus savannarum
degradadas con presencia de arbustos bajos (< 1 m), en 30 transectos de 100 m establecidos en hábitats
densamente distribuidos en algunos potreros. contiguos a potreros. En 90 h de observación en
Se le ha visto vocalizando desde el suelo, en 3000 m de transectos se registraron 15 individuos
ramas expuestas, cercos vivos y postes de alam- de A. s. caucae y 61 individuos de A. humeralis.
bradas. Camina sobre el suelo alimentándose de
insectos y semillas de gramíneas. Anida en el sue- amenazas
lo. En el alto Patía, Ayerbe-Quiñones y López- Hay evidencias de declinación poblacional de otras
Ordóñez (2011) observaron en enero de 2008 un subespecies de A. savannarum, especialmente en
nido activo construido con hojas secas de pasto, Norteamérica (Whitmore 1979; Askins 1993). De
con dos polluelos de aproximadamente 3 días de acuerdo al Breeding Bird Survey, la población del
nacidos, los cuales eran alimentados por dos indi- Sabanero Grillo ha declinado en más del 60 % du-
viduos adultos que les llevaban ortópteros y larvas rante los últimos 25 años (Slater 2004).
de lepidópteros. También en el alto Patía, en ene- Todas las poblaciones conocidas en el país se
ro de 2009 se registraron un volantón y varios in- encuentran en zonas de producción agropecuaria
dividuos inmaduros de Ammodramus sp., además y no existen iniciativas de conservación del hábi-
de un subadulto de A. s. caucae, mientras que en tat relacionado con A. s. caucae. Debido a que la
junio de 2006 se capturó un individuo inmaduro especie depende de ambientes asociados con la ga-
de Ammodramus sp. en las mesetas de Mercade- nadería extensiva, el cambio de esta actividad pro-
res (Ayerbe-Quiñones y Ramírez 2008). ductiva representa una amenaza directa. La mayor
En el sector central del valle alto del Pa- amenaza es la expansión del monocultivo extensi-
tía (entre las localidades de La Barca, Galíndez, vo de caña de azúcar (además de otros como piña,
Mercaderes y Patía), donde la especie es más fre- sorgo, arroz y viñedos) que ha exterminado casi
cuente, existen aproximadamente 20 000 ha de completamente las grandes extensiones conocidas
hábitat óptimo para A. s. caucae en propiedades de hábitat idóneo para A. s. caucae, especialmente
privadas. Esta especie no había sido registrada en en el valle del río Cauca al sur de Risaralda donde la
esta región antes del año 2000 a pesar de haberse especie tiende a extinguirse (Álvarez 2002).
llevado a cabo varias exploraciones ornitológicas Otra actividad que ha causado la pérdida
(Ayerbe-Quiñones y Ramírez 2008). Esto sugiere paulatina de hábitat es el crecimiento de ciudades
la posibilidad de que haya ocurrido una coloni- como Jamundí, Cali, Yumbo y Palmira, que hasta
zación por parte de poblaciones provenientes del hace tres décadas estaban rodeadas por áreas gana-
valle del río Cauca, desplazadas por la implemen- deras de las que se tienen registros históricos para
tación de cultivos extensivos de caña de azúcar. la especie (F. Ayerbe, J. P. López y G. Cárdenas
obs. pers.). En el valle alto del Patía, los incendios
población practicados durante los periodos secos del año
son una amenaza para los nidos y periódicamente
No existen estimaciones poblacionales de A. s. cau- para los hábitats de la especie (Ayerbe-Quiñones
cae para toda su área de distribución en Colombia. y Ramírez 2008). Sin embargo a largo plazo esta
En un área de 1000 ha en la porción plana central actividad puede ayudar a mantener y extender este
del valle alto del Patía (donde la especie es más tipo de hábitats abiertos, con lo cual se beneficia a
frecuente), se llevó a cabo en 2008 un muestreo2 A. s. caucae tal y como sucede con A. s. cracens en
el noreste de Nicaragua (Arguedas 2001).
2 Proyecto: “Investigación de la Reinita Cerúlea
en Colombia durante la Estación de Invierno del
Los sistemas agropecuarios donde se en-
2007 – 2008”. Financiado por USDA Forest Service, cuentra A. savannarum están relacionados ade-
The Nature Conservancy, NCASI (National Council for más con un incremento del uso de plaguicidas
Air and Stream Improvement) y NFWF (National Fish
and Wildlife Foundation’s).
(Ridgely y Gwynne 1989; Ridgely y Tudor 1989).
376
ammodramus savannarum
Los plaguicidas pueden reducir considerablemen- por animales como gatos y perros. Debido a un
te el alimento de A. s. caucae, producir efectos ejemplar decomisado en la galería de Santa He-
letales por acumulación en los pichones que son lena (Cali) y depositado en el INCIVA (no. cat.
alimentados con insectos y además tener efectos 3174), Álvarez (2002) sugiere que por lo menos
subletales en los adultos, reflejados en una dismi- ocasionalmente A. s. caucae puede ser objeto de
nución de la longevidad y capacidad reproductiva tráfico ilegal de fauna silvestre.
(Slater 2004).
Las amenazas naturales no son bien cono- historia de vida
cidas en Colombia. En Norteamérica se reporta
No hay información para la especie.
un bajo nivel de parasitismo por Molothrus ater
(Smith 1968), pero se desconoce si A. s. caucae medidas de conservación
es parasitado por M. bonariensis. Otra potencial
tomadas
amenaza es la depredación de nidos los cuales
son construidos en el suelo y pueden ser atacados Ninguna específicamente dirigida a A. s. caucae.
377
ammodramus savannarum
donde se ha sugerido el uso de quemas anuales blacional quizás indicarían que podría encontrarse
para mantener pastizales abiertos preferidos por en peligro crítico.
la especie (Whitmore 1981; Walsh et ál. 1995). EN C2a(i).
Wiens (1973) encontró densidades poblacionales
de 92.7 pares/km2 = 185.4 ind/km2 en la Florida. criterio d
No obstante, la baja tasa de encuentro reporta-
En la actualidad se conoce con certeza una pobla-
da por Ayerbe-Quiñones y colaboradores en la ción de la especie en el valle del Patía y posible-
síntesis de información indica que la densidad po- mente quede una población relictual en el norte
blacional es muy inferior en la única localidad en del Valle del Cauca.
donde se ha hecho una estimación de abundancia VU D2.
en Colombia. Al tomar en cuenta que el área de
ocupación estimada para la especie es de 273 km2, ajuste regional
la población es probablemente inferior a 2500 in-
dividuos maduros. Se estima que la población de La subespecie Ammodrammus savannarum cau-
la especie continuará disminuyendo y que el núme- cae es endémica de Colombia y se encuentra ais-
lada geográficamente de otras subespecies por lo
ro de individuos en cada subpoblacion es inferior a
cual no es necesario hacer un ajuste regional.
250 individuos (a(i)) (probablemente muy inferior
dado que nunca se ha encontrado una población
de la especie de este tamaño). Concluimos que la
conclusión
especie se encuentra en peligro EN C2a(i), pero EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i).
estudios detallados del tamaño y distribución po- VU B1ab(i,ii,iii,iv,v); D2.
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
378
arremon schlegeli
© daniel uribe
arremon schlegeli
pinzón alidorado
golden-winged sparrow
síntesis de información
marcela beltrán, jorge enrique parra y alexandra delgadillo
380
arremon schlegeli
amenazada debido a que habita Guajira; Valle de San Salvador, en Santander. Existe una alianza
fragmentos de bosque similares Magdalena; Río Frío, Magda- entre entidades gubernamenta-
a los de Thryophilus nicefori. Los lena, PNN Tayrona, Magdalena; les, ONG, la comunidad local e
principales factores que podrían Ecoparque Los Besotes, Cesar; institutos de investigación, para
afectar a su población son la Bosques Secos del Valle del Río la conservación de la biodiversi-
pérdida de hábitat por tala, la Chicamocha, Santander y Boya- dad del cañón del Chicamocha,
ganadería caprina, la agricultu- cá (BirdLife International 2009q llamada “Alianza Chicamocha”
ra y los incendios forestales, los y 2009r). Desde el 2003, el pro- (Parra et ál. 2008). Actualmen-
cuales han fragmentado los eco- yecto Chicamocha trabaja en la te, el sistema de parques na-
sistemas secos. Los potenciales conservación de la biodiversidad cionales naturales avanza en la
efectos de estas amenazas no del cañón del Chicamocha. Gra- consolidación del PNN Serranía
han sido evaluados. cias a las investigaciones realiza- del Perijá donde se encuentra la
das por el proyecto, la fundación especie. Las fundaciones Con-
historia de vida ProAves estableció la Reserva serva, Ecoparque los Besotes,
Natural de Aves Cucarachero del Neotropical, ProAves, Natura,
No hay información para la
Chicamocha, en Zapatoca, San- Jardín Botánico Eloy Valenzue-
especie.
tander. El proyecto Chicamocha la de Bucaramanga, ProSierra y
igualmente trabaja en educación Fosin trabajan en proyectos de
medidas de
ambiental y estudios de la bio- conservación en áreas habitadas
conservación diversidad en la zona. También por la especie.
tomadas hay reservas comunitarias sobre
La especie se encuentra en las el Chicamocha en Soatá, Boya-
siguientes AICA: PNN Macuira, cá y la cuenca del río Umpala,
381
arremon schlegeli
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
382
cardinalis phoeniceus
© daniel uribe
cardinalis phoeniceus
cardenal guajiro, iicho
Vermilion Cardinal
síntesis de información
andrea morales rozo y ángela patricia navas-berdugo
384
cardinalis phoeniceus
385
cardinalis phoeniceus
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
386
myiothlypis basilica
© daniel uribe
myiothlypis basilica
arañero de santa marta
santa marta warbler
síntesis de información
sergio córdoba-córdoba
388
myiothlypis basilica
389
myiothlypis basilica
cercanamente emparentadas en bosques montanos del hábitat se estima que las poblaciones locales al-
así: 10 y 100 ind/km2 para Myiothlypis nigrocristata bergan menos de 250 individuos.
y M. luteoviridis respectivamente (Cresswell et ál. EN C2a(i).
1999) y para Basileuterus melanogenys 59, 37 y
5 ind/km2 (en disturbio bajo, intermedio y alto criterio d
respectivamente, según Gomes et ál. 2008). Asu- La especie no califica como amenazada bajo el
miendo conservadoramente las densidades pobla-
criterio D.
cionales más bajas para las especies cercanas (5 ind/
km2 y 10 ind/km2) y el área de hábitat remanente ajuste regional
(462 km2), la población de la especie estaría entre
2300 y 4600 individuos, claramente por debajo del La especie es endémica de Colombia por lo cual
umbral de 10 000 individuos maduros y probable- no es necesario hacer un ajuste regional.
mente por debajo del umbral de 2500 individuos
conclusión
maduros. Se estima que la población de la especie
continúa disminuyendo y debido a lo fragmentado EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i).
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
390
myiothlypis conspicillata
© daniel uribe
myiothlypis
conspicillata
arañero embridado
white-lored warbler
síntesis de información
christian olaciregui y esteban botero-delgadillo
392
myiothlypis conspicillata
productiva se han hecho en- Esta especie está ausente La regeneración natural forma
tre abril-junio (Hilty y Brown de áreas donde no hay sotobos- rastrojos y arbustales densos en
1986; Asociación Selva, datos que continuo, por lo cual prácti- sus primeras sucesiones que ofre-
no publicados); un individuo fue cas como la ganadería extensiva cen hábitats apropiados para el
observado realizando un desplie- afectan sus poblaciones (BirdLi- uso del Myiothlypis conspicillata
gue de ala rota, lo que suele ser fe International 2009f; C. Olaci- y contribuyen a la conectividad
un fuerte indicio de anidación, a regui obs. pers.). En la Cuchilla entre los ecosistemas alterados y
principios de abril (C. Olaciregui de San Lorenzo la presencia de los bosques nativos.
obs. pers.). plantaciones de árboles exóticos Otra experiencia que ha
e invasores también perjudican sido beneficiosa para Myiothlypis
amenazas a esta ave debido a la ausencia conspicillata involucra el mane-
de sotobosque (C. Olaciregui jo de un corredor de conserva-
En 1998 se estimó que solo
obs. pers.). ción en la cuenca del río Tori-
quedaba 15 % de la cobertura
vegetal original de la SNSM. Esta bio, liderado por la Alianza para
situación fue resultado de los in- historia de vida Ecosistemas Críticos y diseñado
tensos procesos de deforestación dentro de un gradiente altitudi-
No hay información para la
y alteración de la vegetación nal de 300 hasta 2600 m, como
especie.
asociados a prácticas agrícolas interconexión de mosaicos de
inadecuadas y cultivos ilícitos. ecosistemas naturales y agrofo-
medidas de
Al igual que para las otras espe- restales. La implementación del
conservación
cies endémicas de la Sierra, estos corredor se realizó a través del
tomadas establecimiento de viveros de es-
procesos de deforestación en
varios de los flancos del macizo, La especie se encuentra protegi- pecies nativas, maderables y fru-
especialmente en la cara suro- da en varias áreas de conserva- tales para la diversificación de los
riental, constituyen una amena- ción de índole estatal y privada: agroforestales y para la reforesta-
za para su supervivencia (López- PNN SNSM, RNA El Dorado, Esta- ción de áreas críticas. El proyecto
Lanús y Renjifo 2002b). Luego, ción Experimental San Lorenzo, ha manejado 69 nacimientos de
la Fundación Prosierra (2004) Reserva La Cumbre, Santuario agua, 308 ha de cultivos agrofo-
con información satelital obteni- de Vida Silvestre Los Besotes, restales con sombra diversificada,
da entre los años 2001 a 2003 Reserva El Congo, Reserva Fo- 101 ha de áreas de reforestación
pudo evidenciar el estado de la restal Protectora Jirocasaca y y 182 ha de áreas liberadas para
conservación de los bosques y la Reserva Forestal Productora la recuperación y la conservación
rastrojos en el cinturón medio y Protectora Jirocasaca. de hábitat.
alto del macizo con una marca- La eliminación de árboles La SNSM ha sido identifica-
da recuperación en la cara suro- introducidos (Pinus spp. y Cu- da como uno de los sitios más
riental y una degradación de los pressus lusitanica) en la cuchilla importantes para proteger en el
mismos en la ladera surocciden- de San Lorenzo, llevada a cabo mundo, según la Alianza para la
tal. Se observó una cobertura de por la Fundación ProAves en la Cero Extinción o AZE (por sus
bosque cercana a 32 % en todo el Reserva El Dorado, ha propicia- siglas en inglés) (Ricketts et ál.
macizo. Sin embargo, cabe acla- do la restauración de los hábitats 2005), por lo cual se espera
rar que una parte de los hábitats nativos a través de la regenera- que el manejo del PNN SNSM y la
y ecosistemas ocupados por esta ción natural y reforestación con protección y restauración de sus
especie se encuentran desprote- especies nativas (p. ej. Ceroxylon áreas de amortiguación se con-
gidos y corresponden al área de ceriferum, Clusia sp., Croton sp. solide. Myiothlypis conspicillata
amortiguación del PNN SNSM. y Paragynoxys martingrantii). se encuentra dentro de cuatro
393
myiothlypis conspicillata
AICA:
Valle de San Salvador (CO004), Cuchilla de San Lorenzo (CO005), Valle del Río Frío (CO007) y
Ecoparque Los Besotes (CO010) (Franco y Bravo 2005).
394
myiothlypis conspicillata
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
395
basileuterus ignotus
© robin h. schiele
basileuterus ignotus
arañero del pirré
pirre warbler
síntesis de información
sergio córdoba-córdoba y luis miguel renjifo
397
basileuterus ignotus
EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)
situación de la especie VU D1
renjifo et ál. 2016 NT D2
398
basileuterus ignotus
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
399
icterus icterus
© daniel uribe
icterus icterus
turpial real
venezuelan troupial
síntesis de información
néstor raúl espejo, johana edith zuluaga-bonilla y ángela maría amaya-villarreal
401
icterus icterus
en el año 2013, una pareja a orillas del río Magdalena península de Paraguaná y en la península de Maca-
en Puerto Nare (J. E. Zuluaga-Bonilla obs. pers.). nao (Isla Margarita), Venezuela, los tamaños de ni-
En San Luis de Palenque, Casanare, existen regis- dada son de 2.83±0.41 (N=6) (Lindell y Bosque
tros del 2012 de una pareja escapada, que habita 1999). En las poblaciones de la Orinoquia (icte-
parques y plazas en medio del casco urbano (S. Suá- rus y metae) es más común la piratería de nidos y
rez com. pers.). remoción de huevos y polluelos de otras aves, es-
Las poblaciones de los Llanos colombovene- pecialmente de Pitangus sulphuratus, Cacicus sp.
zolanos (Icterus icterus icterus e I. icterus metae), y Phacellodomus rufifrons (Skutch 1969; Pearson
habitan bosques de galería, áreas abiertas con ár- 1974; Hilty y Brown 1986; Cruz y Andrews 1989;
boles aislados cerca al agua y plantaciones frutales, Lindell y Bosque 1999; Ridgely y Tudor 2009).
principalmente de mango (Manguifera indica) y Es una especie tolerante a la transformación
zapote de carne (Manilkara zapota) (Hilty 2003; del paisaje y modificación del hábitat (Parker et ál.
McNish 2007). En el norte de Colombia y Vene- 1996) y en la mayoría de su distribución es local-
zuela (I. i. ridgwayi), es muy abundante en mato- mente común (Hilty y Brown 1986; Hilty 2003).
rrales xerofíticos con cactus arborescentes (Meyer El tamaño de la población global no ha sido
de Schauensee y Phelps Jr 1978; Hilty y Brown cuantificada (Bird Life International 2014b), pero
1986; Hilty 2003). Se ha registrado en áreas abier- existen estimativos de su densidad poblacional en
tas con arbustos dispersos, cultivos, parques y jar- matorrales secos en las siguientes localidades del
dines (Restall et ál. 2007). norte de Venezuela: las penínsulas de Paraguaná
Forrajea en parejas o grupos pequeños, in- (0.43±0.11 ind/ha) y Macanao (0.53±0.13 ind/
cluso con otras especies como Icterus nigrogula- ha), tierras bajas de Lara (0.43±0.12 ind/ha) y Fal-
ris, principalmente en estratos medios y altos, y a cón (0.66±0.15) (Rodríguez-Ferraro 2008; Ro-
veces en zonas abiertas (Ridgely y Tudor 2009) dríguez-Ferraro y Blake 2008). Para Colombia no
y cactáceas (Hilty y Brown 1986; Zuluaga-Boni- hay dichas estimaciones, pero en las poblaciones de
lla 2006). Su amplia dieta está constituida por néc- los Llanos (estero del Lipa, Arauca), se observa-
tar de flores de árboles (Pithecellobium saman y ron, en salidas de 15 días entre marzo y mayo, tasas
Erythrina spp.) y cactus (Cereus), frutos silvestres de detección mensuales de ca. 1.62±0.5 individuos
(Opuntia) y cultivados (p.e. Annona, Carica), se- por salida (N. Espejo, datos no publicados).
millas de pastos (p.e. Andropogon), artrópodos (co-
amenazas
leópteros e himenópteros) y pequeños vertebrados
(Skutch 1969; Hilty y Brown 1986; Hilty 2003.). En Venezuela, se encuentra entre las especies favo-
Su temporada reproductiva ocurre entre mar- ritas de aves enjauladas (Hilty 2003; McNish 2007;
zo y diciembre, tanto en época seca como de llu- Restall et ál. 2007; Ridgely y Tudor 2009), pero
vias (Thomas 1979). Es territorial y probablemente no hay mucha información sobre el posible impac-
monógama, por lo que el cuidado y alimentación to que tenga su captura y comercialización sobre
de los polluelos es realizado por ambos sexos (Lin- las poblaciones silvestres (J. Pérez Emán com.
dell y Bosque 1999; Ascanio 1997). Es el único ic- pers.). En el departamento de Arauca, Colombia,
térido que no duerme en medio de la vegetación, es una especie muy perseguida para ser usada como
sino en dormitorios (Skutch 1996). La subespecie mascota (McNish 2007; N. Espejo obs. pers.). Es
ridwayi construye un nido poco profundo de fibras posible que los individuos observados en Soatá,
vegetales en cactus (Stenocereus griseus) o arbustos Bogotá y Tunja sean escapados de jaula (Zuluaga-
(Acacia sp., Crescentia cujete), aunque eventual- Bonilla 2006), producto del tráfico ilegal.
mente puede utilizar nidos abandonados de otras
historia de vida
especies (p.e. Sinallaxis albescens, Mimus gilvus e
I. nigroularis) (Skutch 1969; Lindell 1996). En la No hay información para la especie.
402
icterus icterus
403
icterus icterus
estima que el efecto combinado ajuste regional gración desde ese país podría
de la pérdida de hábitat y el tráfi- verse disminuida. Se recomienda
co han ocasionado una reducción Es un taxón residente repro- no reducir la categoría obtenida.
poblacional estimada en mucho ductivo, dada la continuidad de
más del 10 % en 10 años. Se con- hábitat con Venezuela se esti- conclusión
sidera como vulnerable bajo este ma que la población nacional VU A2cd+3cd+4cd; C1.
criterio, pero información de es objeto de inmigración de in-
campo podría indicar que podría dividuos capaces de subsistir en
encontrarse en peligro. Colombia. Dado que la especie
VU C1. es objeto de tráfico también en
ese país y que dicho tráfico ha re-
criterio d ducido la densidad de población
No se encuentra amenazada bajo en algunas regiones (Rodríguez-
el criterio D. Ferraro y Blake 2008), la inmi-
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
404
icterus leucopteryx
© daniel uribe
icterus leucopteryx
turpial jamaiquino,
turpial caribeño
jamaican oriole
síntesis de información
jaime andrés suárez mejía y diego a. carantón
406
icterus leucopteryx
ma de bolsa, tejido de materiales flexibles como está restringida, podría resultar en una rápida re-
fibras de hojas de palmas, pelos de caballo y hojas ducción en el número de individuos.
de Tyllandisia usneoides, generalmente suspendi-
do de una rama o entre dos ramas paralelas (Fra- amenazas
ga 2011b). Las hembras ponen de tres a cinco
La isla de San Andrés presenta una presión muy
huevos y los polluelos son alimentados por ambos
fuerte sobre los hábitats naturales, debido a la
padres (Fraga 2011b).
alta densidad poblacional humana. Estas presio-
En Jamaica es reportada como presa de con-
nes afectan la fauna, especialmente a las especies
sumo por parte de Tyto alba, sin embargo, lo es con distribución restringida, como es el caso de
en una proporción muy baja (McFarlane y Garrett Icterus leucopteryx. La extensión de los hábitats
1989); en San Andrés no se conocen depredado- naturales de la isla que aún se mantienen es muy
res naturales. pequeña y aquellos que no han sido urbanizados
No se conocen estudios sobre su densidad o transformados con proyectos turísticos, han
poblacional, pero durante censos sobre la avifauna sido alterados para actividades agrícolas como el
de la isla de San Andrés, entre diciembre de 2001 cultivo de palma de coco (Birdlife 2015d).
y marzo del 2002, se registraron 74 individuos a Las amenazas más fuertes sobre los eco-
través de puntos de conteo, con un porcentaje de sistemas en San Andrés son la deforestación, las
detección de 78 %. Hasta cinco individuos fueron quemas de coberturas vegetales, la contaminación
reportados por día y, aunque se observó en todos con residuos sólidos y líquidos, las especies intro-
los ecosistemas, el mayor número de registros se ducidas, el turismo intensivo y en menor medi-
obtuvo en el manglar (Moreno y Devenish 2003; da la ganadería (Pacheco 2012; Birdlife 2015d).
Moreno com. pers.). Al parecer el manglar es el Además los hábitats naturales están altamente
hábitat que presenta mejores condiciones en San fragmentados (Birdlife 2015d). También se deben
Andrés debido a la oferta constante de alimento considerar las eventuales catástrofes naturales que
y agua dulce (Pacheco 2012). En la isla se siguió son comunes en el Caribe (Franco y Bravo 2005).
un programa de monitoreo y anillamiento entre Se considera que los sectores del sur de la isla de
los años 2003 y 2010 con 21 estaciones de mues- San Andrés requieren mayor atención y se encuen-
treo permanentes; durante este lapso de tiempo tran en mayor riesgo por el aumento de proyectos
se anillaron 121 individuos de I. leucopteryx en turísticos (Pacheco 2012).
los diferentes hábitats. Los sexos y las edades
de la mayoría no fueron determinados (Pacheco historia de vida
2012). Durante el I Curso Avanzado de Técnicas
No hay información para la especie.
de Anillamiento de Aves Silvestres realizado en
San Andrés del 25 de octubre al 7 de noviembre
medidas de conservación
de 2005, 4 individuos fueron capturados y anilla-
dos en una de las estaciones ubicada en bosque tomadas
ralo (D. Carantón obs. pers). El archipiélago de San Andrés, Providencia y San-
La especie es susceptible a la deforestación y ta Catalina hace parte desde el año 2000 de la
a la destrucción de su hábitat, amenazas que lle- Reserva de la Biosfera Seaflower (Birdlife 2015d).
varon a la extinción de la población de Gran Cai- Las reservas de la biosfera están reconocidas inter-
mán (Johnston 1969; Birdlife 2015d). El hecho nacionalmente y permanecen bajo la soberanía de
de que se extinguiera en esta isla que cuenta con cada país. Entre los criterios de selección científico,
una extensión mayor a la de San Andrés podría se encuentra la presencia de algunas especies de
indicar que una reducción en la disponibilidad de aves endémicas y/o con distribución restringida
recursos en la isla colombiana, donde la especie como es el caso del Turpial Jamaiquino, además la
407
icterus leucopteryx
zona está establecida como un AICA (Franco y Bravo 2005). Desde el año 2006 existe la Reserva Natural
Chincherry (Pacheco 2012).
408
icterus leucopteryx
Distribución
Distribución
409
molothrus armenti
© robin h. schiele
molothrus armenti
Chamón del Caribe, Golofio,
Jolofio
bronzed cowbird
síntesis de información
diana arzuza buelvas, christian olaciregui, johana reyes,
héctor fabio rivera-gutiérrez
411
molothrus armenti
Berrocal 2002). En general, es una especie de zo- sitios de búsqueda de alimento. Se ha visto ali-
nas abiertas, como todos sus congéneres (Ridgely mentándose asociada con M. bonariensis y Quis-
y Tudor 2009), y por lo tanto la perturbación calus mexicanus (Fraga 2011a).
del hábitat y la deforestación podrían estimular Aunque no se tienen datos definitivos con
su expansión. La especie utiliza predominante- respecto a los hábitos reproductivos, es considera-
mente los estratos más bajos de los hábitats en los do un parásito de cría al igual que otros Molothrus
cuales ha sido reportada, siendo observada prin- y sus huéspedes aún son desconocidos (Dugand y
cipalmente en el suelo y en árboles de porte bajo Eisenmann 1983; Hernández-Camacho y Rodrí-
(Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002). guez-Mahecha 1986; Rada 2002; Fraga 2011a).
Además, se sabe que utiliza el estrato medio de Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal (2002)
árboles de uvito (Cordia dentata) y trupillo (Pro- encontraron que el pico de su reproducción se
sopis juliflora) como dormidero (Núñez-Santa- presenta entre los meses mayo y julio, marcado
maría y Rodríguez-Berrocal 2002). por el inicio de los cortejos y el aumento en el
Se le ha considerado poco común y local a número de individuos de ambos sexos. Esta época
lo largo de la costa Caribe del norte de Colombia coincide con una época seca a mediados del año.
(Ridgely y Tudor 2009). De igual forma, los re- Rada (2002) ha señalado en la reseña anterior que
gistros más recientes sugieren que es un residente se notaron indicios de cortejo en el mes de junio.
no habitual o un visitante ocasional debido a la Además colectaron hembras con ovarios desarro-
baja frecuencia de encuentro (Estela y López-Vic- llados (mayores de 11 mm) entre mayo y junio.
toria 2005; Freeman et ál. 2012). Sin embargo, Igualmente en julio se capturaron hembras con
para distintas localidades del departamento del huevos en el oviducto.
Atlántico se reportan abundancias de hasta 800 El chamón del Caribe es considerado como
individuos (Núñez-Santamaría y Rodríguez-Be- raro en la zona tropical seca de la costa Caribe de
rrocal 2002; R. Borja com. pers.). Colombia (Dugand 1947; Hilty y Brown 1986;
La especie forrajea en o cerca del suelo en Ridgely y Tudor 2009), pero puede ser común en
grupos de hasta 40 individuos. Es una especie om- hábitats apropiados (Rada 2002).
nívora. Debido a su asociación con agroecosiste-
mas, la especie ha sido observada alimentándose población
principalmente de gramíneas como el hatico (Ixo-
En la zona del Parque Ecológico Crocodilia,
phorus unisetus) y el pasto negro (Paspalum plica-
Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal (2002),
tulum) y de arroz (Oryza sativa) presente en cas-
reportan una variación estacional en la población
carillas que son utilizadas como aislante en granjas
de la especie con un rango de 200-800 indivi-
(Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002).
duos. En el área de la Escuela Naval de suboficia-
También ha sido observado cerca del suelo consu-
les ARC de Barranquilla se han observado grupos
miendo insectos, por ejemplo, odonatos, ortópte-
de hasta 200 individuos (R. Borja com. pers.).
ros, dípteros, hemípteros y lepidópteros (Núñez-
Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002).
amenazas
Aunque no se tiene información detallada
sobre interacciones con otras especies, Núñez- La transformación y disminución del hábitat
Santamaría y Rodríguez-Berrocal (2002) repor- donde ha sido registrado M. armenti es la mayor
taron que M. armenti coexiste con otras aves: amenaza que enfrenta esta especie. El 75 % del zo-
Bubulcus ibis, Egretta thula, Egretta tricolor y nobioma seco tropical del caribe colombiano ha
Crotophaga ani, con las cuales comparte dormi- sido transformado, mientras que el halobioma del
deros. De igual forma, la especie ha sido observa- Caribe, el cual incluye los manglares, ha sufrido
da en conjunto con Chrysomus icterocephalus en una transformación del 19 %. Esta transformación
412
molothrus armenti
está asociada al uso de la tierra el medio silvestre (Klimkiewicz y res y cuáles son sus requerimien-
y con el incremento en la den- Futcher 1989). tos de hábitat (Rada 2002).
sidad de la población humana. El SFF Ciénaga Grande de
, siendo estos dos ecosistemas medidas de Santa Marta, donde también
entre los más poblados del país conservación hay registros de M. armenti y
(IAvH 2012). tomadas el VP Isla de Salamanca se en-
La tasa anual de desapari-
En la actualidad no existen pro- cuentran dentro de la Reserva
ción de manglar está entre el 1
gramas específicos de conserva- de la Biosfera Ramsar Ciénaga
y 2 % en el mundo (Duke et ál.
2007). Esto está en gran medida ción para la especie. Sin embar- Grande de Santa Marta, Isla de
relacionado con los cambios cli- go, en su ámbito de distribución Salamanca y Sabanagrande, sitios
máticos a escala global, la urba- y localidades donde ha sido re- que también han sido denomi-
nización y los cambios en el uso gistrada se ubican áreas protegi- nados como AICAS (Rada 2002;
del suelo (Harpern et ál. 2007). das y se han tomado medidas de Núñez-Santamaría y Rodríguez-
En la Ciénaga Grande de Santa conservación del hábitat, lo cual
Berrocal 2002; Borja com. pers.;
Marta, aunque se han desarro- ofrece una protección para la
Franco et ál. 2009) y reciben
llado acciones para recuperar especie. La única investigación
reconocimiento y protección del
el manglar, la variación en los enfocada en la especie en tiem-
pos recientes es la realizada por hábitat.
niveles de salinidad entre 2001
Núñez-Santamaría y Rodríguez- Existen registros únicos en
y 2004 ocasionó la muerte del
Berrocal (2002) en dos zonas el PNN Tayrona (Schmitt 2012
manglar (INVEMAR et ál. 2004).
de humedales en el delta del río en eBird) y en el AICA Comple-
Magdalena, en el departamento jo de Humedales Costeros de
historia de vida
del Atlántico. la Guajira (SFF Los Flamencos),
Aunque no hay estudios que En el VP Isla de Salamanca, específicamente en el sector de
evalúen el éxito reproductivo en donde se registra a la especie con Camarones (Franco et ál. 2009;
la especie, datos presentados por mayor frecuencia, se han imple-
Freeman et ál. 2012). Posible-
Núñez-Santamaría y Rodríguez- mentado medidas para la recu-
Berrocal (2002) indican que el mente habría presencia de la es-
peración de los manglares desde
número de individuos sexual- pecie también en la parte baja de
1995 por medio del dragado de
mente indeterminados (posible- algunos caños procedentes del la Reserva de la Biosfera UNESCO-
mente juveniles) puede llegar a río Magdalena, lo cual ha favo- MAB y PNN Sierra Nevada de San-
413
molothrus armenti
que no se ha registrado en el SFF El Corchal “El Mono Hernández”, esta área protegida se encuentra en
zona potencial para su distribución.
Otro lugar que cuenta con cierto grado de manejo ambiental es el Parque Ecológico Crocodilia
(muy cerca al puerto de Sabanagrande, Atlántico), donde esta especie utiliza los árboles como dormidero
(Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002). Actualmente este parque se encuentra abandonado
pero no se están realizando prácticas que modifiquen su hábitat en el sitio (C. Olaciregui obs. pers.).
414
molothrus armenti
criterio d conclusión
La especie no se encuentra amenazada bajo el cri- VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).
terio D. NT A2c+3c+4c.
ajuste regional
La especie es un taxón endémico de Colombia por
lo cual no se requiere hacer un ajuste regional.
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
415
spinus cucullatus
© robin h. schiele
spinus cucullatus
Jilguero rojo, Cardenalito
Red Siskin
síntesis de información
rubén d. pacheco y silvia j. álvarez
417
spinus cucullatus
418
spinus cucullatus
calidad de hábitat (iii) y número país es de 485 km2 y que allí es ajuste regional
de individuos maduros (v). una especie escasa, se estima
EN B2ab(ii,iii,v). que su población es ciertamente Es un taxón residente repro-
ductivo. Dada la continuidad
inferior a 2500 individuos ma-
criterio c de hábitat con Venezuela se es-
duros, probablemente inferior
tima que la población nacional
Esta especie ha sido negativa- a 250 individuos maduros y en
es objeto de inmigración de in-
mente afectada por el comer- descenso. Dada la cercanía geo-
dividuos capaces de subsistir en
cio internacional desde princi- gráfica entre los remanentes de Colombia. No se espera que la
pios del siglo XIX (Renjifo et ál. hábitat probablemente la mayor inmigración disminuya por lo
2002), amenaza que se ha visto parte de los individuos hacen menos en el futuro cercano. Por
intensificada por la pérdida de parte de una misma población. lo tanto se recomienda dismi-
hábitat. La especie es rara en su CR C2a(ii). nuir la categoría en un paso.
reducida área de distribución en
el país. En las búsquedas que se criterio d conclusión
han hecho el grupo más grande
que se ha encontrado ha sido Se estima que la población de EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v);
de 4 individuos a pesar de tra- la especie en el país es inferior a C2a(ii); D.
tarse de un ave gregaria (véase 250 individuos maduros y se en-
síntesis de información). Dado cuentra en descenso.
que el hábitat remanente en el EN D.
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
419
especies casi amenazadas
anas bahamensis
pato cariblanco
white-cheeked pintail
síntesis de información
carlos ruiz-guerra y felipe a. estela
Actualmente se reconocen tres Borrero (1961) afirmó que la ma para su anidación (Reyes
subespecies: Anas bahamensis especie era abundante entre y Ruiz-Guerra 2001). Puede
bahamensis, propia del Caribe, Barranquilla y Cartagena, y ob- frecuentar áreas intermareales,
residente en las Bahamas, Anti- tuvo especímenes en el Canal manglares y humedales de in-
llas Mayores, norte de las Antillas del Dique (Bolívar) y Bocas de terior como pantanos y lagunas
Menores, islas de la costa norte Ceniza (Atlántico). Así mismo, de agua dulce. Se une a peque-
de Venezuela, Antillas Holande- Franky y Rodríguez (1977) in- ñas bandadas de Anas discors en
sas, este de Trinidad y Tobago, cluyeron al Pato Cariblanco en humedales salobres de VP Isla de
costa Caribe colombiana, costa el listado de especies de Isla de Salamanca y utiliza humedales
norte de Venezuela, Islas Galápa- Salamanca (Magdalena). Para superficiales en planos lodosos
gos, costa Pacífica de Suramérica Hilty y Brown (2001) el Pato intermareales para dormir en
desde Ecuador hasta norte de Cariblanco es una especie resi- horas de la noche (Ruiz-Guerra
Chile y oriente de Suramérica dente que se distribuye hasta los obs. pers.). También puede ser
desde las Guayanas, Brasil hasta 100 m en el norte de los depar- encontrado en humedales con
el centro de Argentina y Uru- tamentos de Bolívar, Atlántico, abundante Typha sp. Según
guay (Kear 2005). Esta subespe- Magdalena y probablemente Ruiz-Guerra (datos no publi-
cie ha sido reportada en Florida en La Guajira. Su presencia en cados) este pato se encontró
y como accidental en zonas del este departamento fue confir- comúnmente entre septiembre
golfo de México y la costa este mada por Pantaleón-Lizarazú y de 2008 y septiembre de 2009
de Estados Unidos (Kear 2005). Rodríguez-Gacha (2003) en el en humedales cercanos a la ca-
Se distribuye hasta 3900 m de SFF Los Flamencos. Adicional- rretera en VP Isla de Salamanca
altura en Ecuador (Restall et ál. mente, Estela y López-Victoria desde el kilómetro 22 hasta el
2006). Las otras dos subespecies (2005) registraron seis indivi- 50. En los meses de abril y mayo
son Anas bahamensis galapagen- duos en el bajo Sinú (Córdoba), se registró la mayor abundancia
sis, residente de las Islas Galápa- la localidad más al occidente del (65 individuos), pero en el resto
gos (Johnsgard 2010) y Anas Caribe suramericano en la dis- de los meses no se encontraron
bahamensis rubirostris, la cual se tribución del Pato Cariblanco. más de nueve individuos.
distribuye en Bolivia, Brasil, Pa- Se alimenta de material
raguay, Uruguay, Argentina y ecología vegetal como semillas, hojas y
Chile (Johnsgard 2010). En Colombia, A. bahamensis plantas acuáticas, así como de
Dugand (1939 y 1945) muestra preferencia por hume- material animal, por ejemplo,
dio a conocer la primera infor- dales superficiales de agua salo- invertebrados acuáticos y peces
mación sobre la presencia del bre o salada (Reyes 2003; Estela (del Hoyo et ál. 1992).
Pato Cariblanco en el Caribe y López-Victoria 2005; Ruiz- La mayoría de los machos
colombiano con individuos Guerra et ál. 2008). Descansa en son monógamos, pero un pe-
encontrados cerca de Barran- las orillas de estos y es probable queño porcentaje tiene dos pa-
quilla y a la Laguna del Guája- que utilice sitios con abundan- rejas cada año (Sorenson 1992).
ro (Atlántico). Posteriormente te vegetación de Batis mariti- Según Sorenson (1994), antes
423
anas bahamensis
424
anas bahamensis
del sistema trajeron consigo un deterioro sig- de mangle de VP Isla Salamanca ha sido afectado
nificativo de la calidad del agua, aumento de la por frecuentes incendios provocados pero se igno-
salinidad y de manera consecuente, muerte gene- ra cómo los hábitats de anidación de esta especie
ralizada de manglar, disminución de poblaciones han sido afectados.
de peces, moluscos y crustáceos acompañada de
otros problemas ambientales como eutrofización, historia de vida
contaminación por agroquímicos, sobrepesca y
No hay información para la especie.
sobreexplotación de aguas subterráneas (MAVDT y
CORPAMAG 2002). A pesar de los esfuerzos de res-
medidas de conservación
tauración y la recuperación del manglar (Bautista
et ál. 2010), la conexión hidrológica entre la CGSM tomadas
y el río Magdalena ha sido de nuevo afectada ne- Aunque está presente en tres áreas protegidas del
gativamente. Esta ecorregión se ve amenazada por Caribe colombiano: SFF Ciénaga Grande de Santa
la posible ampliación de calzada de la carretera Ba- Marta, SFF Los Flamencos y VP Isla de Salamanca,
rranquilla–Tasajera y la ampliación agroindustrial no existe ninguna medida de conservación dirigi-
del departamento del Magdalena (Guitart 2004; da específicamente a esta especie.
Villardy 2007). Durante 2014 y 2015 el bosque
425
anas bahamensis
conclusión
NT A2cd+4cd; B2ab(iii,v); C2a(ii).
426
morphnus guianensis
águila moñuda
crested eagle
síntesis de información
maría ángela echeverry-galvis, santiago zuluaga y diego soler-tovar
ecología población
Habita selvas húmedas por debajo de 600 m con Es considerada una especie rara a poco común a lo
observaciones aisladas hasta 1000 m (Bierregaard largo de toda su distribución (Bierregaard 1994,
1994), con preferencia cerca de ríos o la costa BirdLife International 2009k; GRIN 2010c). En la
(Lehmann 1943). Los registros para el país se Guayana Francesa se estima un individuo por cada
concentran en las selvas bajas del Chocó, sur de 10 000 ha (Thiollay 1989). En 2001, a partir de
datos indirectos, Ferguson-Lees y Christie (2001)
Córdoba, serranía de Perijá, zonas húmedas de la
estimaron una población total entre 1000-10 000
Guajira (M. Pacheco com. pers.) y oeste de Meta
individuos.
y Caquetá (Hilty y Brown 1986). Se distribuye
desde Guatemala hasta el norte de Paraguay (Fer- amenazas
guson-Lees y Christie 2001).
Esta especie es cazada a lo largo de su distribu-
Su dieta está constituida principalmente por
ción por considerarse un peligro para las aves de
reptiles (Brown y Amadon 1989) y otros vertebra-
corral (Trinca-Trapé et ál. 2008; GRIN 2010c). La
dos como Psophia crepitans (Bierregaard 1984),
pérdida de hábitat propicio con árboles de gran
pavas (Sick 1993), guacamayas (M. A. Echeverry- porte para anidar es una de las mayores amenazas
Galvis obs. pers.), micos tití (Saguinus mystax y (Robinson 1999; GRIN 2010c). En Colombia y
Saguinus fuscicollis) (Oversluijs y Heymann 2001), Centro América algunas de las zonas con registros
monos araña (Ateles paniscus) (Julliot 1994) y al- históricos se encuentran actualmente severamente
gunos anfibios (Lehmann 1943). transformadas y no hay registros recientes de la
Anida en árboles emergentes donde cons- especie (Bierregaard 1994; Thiollay 1996).
truye nidos masivos que albergan uno o dos hue-
vos (Bierregard 1984; Kiff et ál. 1989). Se han historia de vida
registrado nidos activos en febrero (Raine 2007), No hay información para la especie.
marzo (Bierregaard 1984) y mayo (Whitacre et ál.
2002) pero no hay información para Colombia. medidas de conservación
El tiempo estimado de incubación para la especie tomadas
es de 40 a 50 días en Brasil (Bierregaard 1984), Esta especie esta listada dentro del Apéndice II
mientras en Guatemala el periodo se extiende de CITES (UNEP-WCMC 2015). En Colombia se ha
hasta por 105 días (Whitacre et ál. 2002), con registrado en tres AICAS: Serranía de los Churum-
un cuidado que se prolonga por 80 días tras la belos, PNN Ensenada de Utría y PNN Amacayacu
eclosión (Bierregaard 1984). (Franco y Bravo 2005).
427
morphnus guianensis
428
morphnus guianensis
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
429
harpia harpyja
arpía
harpy eagle
síntesis de información
maría ángela echeverry-galvis, santiago zuluaga y diego soler-tovar
430
harpia harp yja
E. Constantino com. pers.). Los años de edad (Bierregaard 1994) se liberó en el Parque Paramillo
juveniles son cazados más fre- y tienen un polluelo cada dos o en Córdoba y cuatro años más
cuentemente pues muestran cu- tres años (Vargas et ál. 2006). tarde fue observada nuevamente
riosidad por las actividades de la Especímenes en cautiverio alcan- (Márquez et ál. 2005). Para
gente (Vargas et ál. 2006). Así zan una longevidad de hasta 50 2005, en el Centro de Rehabili-
mismo, la extracción selectiva de años (Carillo et ál. 2003). tación de Aves Rapaces de Ville-
maderas valiosas constituye una ta, se tenía un plan de reproduc-
amenaza para la reproducción de medidas de ción en cautiverio con fines de
la arpía, pues se seleccionan árbo- conservación reintroducción (Márquez et ál.
les de gran porte que son vitales 2005). Dos de las águilas que se
tomadas
para la construcción de sus nidos encontraban allí han sido trasla-
Guevara y Campos (2003) in- dadas al Bioparque La Reserva
(Vargas et ál. 2006).
cluyeron esta especie como prio- (Cota, Cundinamarca), donde
ritaria para la ecorregión entre apoyan programas de educa-
historia de vida
Panamá-Colombia y Ecuador. ción y conservación de la espe-
Las arpías son monógamas a lo Se encuentra como objeto de cie (D. Soler obs. pers.). A nivel
largo de su vida (Muñiz com. conservación en el plan de ma- global esta especie se encuentra
pers.), alcanzan la primera re- nejo del PNN Utría (UAESPNN dentro del Apéndice I de CITES
producción entre los 4 y los 5 2007a). Una pareja rehabilitada (UNEP-WCMC 2015).
431
harpia harp yja
pareja por 13-63 km2 (véase sín- nuyendo dado que los procesos lombiana es probablemente ob-
tesis de información de la espe- que afectan a la especie no dan jeto de inmigración de individuos
cie). Estas estimaciones indican muestra de detenerse en el futu- capaces de establecerse y subsistir
una densidad de 0.025 ind/ ro previsible. Probablemente la en el país. No se espera que la in-
km2 a 0.15 ind/km2. Teniendo mayor parte de la población de migración disminuya, dado que
en cuenta estas densidades y la esta águila en Colombia haga hay una extensa continuidad de
extensión del hábitat, la pobla- parte de una misma población las poblaciones de la especie con
ción en Colombia estaría entre conectada por individuos que se las de los países vecinos tanto al
11 344 y 68 063 individuos. No dispersan. oriente como al occidente de
obstante, se estima que la pobla- VU C2a(ii). los Andes. Por lo tanto, se reco-
ción nacional es inferior a 10 000 mienda disminuir la categoría de
individuos maduros, debido a criterio d la especie en un paso.
que es improbable que todo el
La especie no califica como ame-
hábitat de la especie se encuentre conclusión
nazada bajo el criterio D.
ocupado y a la sensibilidad de la
NT A2cd+4cd; C2a(ii).
especie tanto a la destrucción de
ajuste regional
hábitat como a la cacería y entre-
saca de madera. Se estima que La especie es un taxón residente
la población continuará dismi- reproductor. La población co-
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
432
patagioenas leucocephala
paloma coroniblanca
white-crowned pigeon
síntesis de información
felipe a. estela, sebastián restrepo-calle y juan david amaya-espinel
433
patagioenas leucocephala
situación es menos grave que en las islas pequeñas estén conectadas y la probabilidad de intercambio
donde la presión supone mayores impactos (ver de individuos entre poblaciones sea baja.
Flórez y Etter 2003 para Múcura y Tintipán).
Además, las islas del Caribe están sometidas, con historia de vida
alguna frecuencia, al impacto de huracanes que
No hay información para la especie.
alteran sus ecosistemas y por ende a las poblacio-
nes de aves (Estela et ál. 2005).
medidas de conservación
Un problema adicional para esta paloma es la
presión selectiva que existe sobre el árbol Metopium tomadas
toxiferum, el cual es un recurso clave para su repro- Esta especie ha sido registrada en áreas protegidas
ducción. Este árbol es alergénico, lo que ha llevado como los parques nacionales Corales del Rosario,
a su exterminio en la mayoría de zonas habitadas San Bernardo y Old Providence McBean Lagoon.
de estas islas del Caribe (Bangcroft et ál. 2000). Este último ha sido igualmente designado como
En Providencia se encuentra Metopium brownei, el AICA para el país así como Reserva de la Biosfera
cual está restringido a parches de bosques seco del Sea Flower y también parte de reservas regionales
interior de la isla (Ruiz y Fandiño-Orozco 2007), como The Peak en Providencia. Es importante te-
donde no se descarta que por ser altamente urti- ner en cuenta que el Parque Corales del Rosario
cante, sea erradicado por los lugareños. y San Bernardo conservan principalmente ecosis-
Dada la capacidad de dispersión relativamen- temas marinos y solo cuatro islas hacen parte de
te baja que tiene esta paloma (de 20 a 25 km), para la reducida porción terrestre que se encuentra
ser una especie insular (Strong y Bancroft 1994), protegida.
es probable que las poblaciones en Colombia no
eoo
país no indica que esta sea par- criterio c
77 103 km2
área de hábitat
ticularmente intensa. La tasa de
remanente disminución poblacional no se No existe información que per-
52.2 km2 acerca a los umbrales de amena- mita hacer una estimación razo-
porcentaje total za bajo el criterio A. nable de su tamaño poblacional.
de pérdida de hábitat
A la fecha, la especie no es eva-
12.3 %
criterio b luable en Colombia para el cri-
una generación
6 años terio C.
B1 EOO = 77 103 km2 > 20 000
3 generaciones
18 años km2 No califica como amenaza- criterio d
da bajo el subcriterio B1.
B2 Área de hábitat rema- Probablemente no califica como
criterio a amenazada bajo el criterio D.
nente = 52.2 km2 < 500 km2. La
Ha perdido el 12.3 % de su há- especie tiene un hábitat natural-
bitat históricamente, lo cual in- mente fragmentado (a), y está ajuste regional
dica una reducción poblacional disminuyendo muy lentamente La especie es un taxón residente
muy paulatina. Aunque expe- (b), al menos en cuanto a área reproductor del país. Su pobla-
rimenta presión de cacería, la y/o calidad de hábitat (iii). ción nacional hace parte de un
información disponible para el VU B2ab(iii).
434
patagioenas leucocephala
Distribución
Distribución
435
metallura iracunda
METALURA DE PERIJÁ
Perija Metaltail
síntesis de información
juan pablo lópez-o. y andrés m. cuervo
436
metallura iracunda
NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(ii)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
437
metallura iracunda
conclusión
NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(ii).
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
438
pyrilia pyrilia
cotorra cabeciamarilla, churica cabeciamarilla
saffron-headed parrot
síntesis de información
andrés m. cuervo, juan lázaro toro y orlando acevedo-charry
439
p yrilia p yrilia
y charlas guiadas (L. G. Mosquera y V. A. Díaz, giones, por ejemplo, la zona de amortiguación del
datos no publicados). Puede ser considerada una PNN El Cocuy en el sector oriental, piedemonte de
especie carismática y fortalecer procesos de edu- Arauca (Tame, Saravena y Fortul) (O. Acevedo-
cación ambiental y conservación en diferentes re- Charry y F. G. Stiles, en preparación).
NT C2a(ii)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
440
p yrilia p yrilia
conclusión
el norte de Colombia. Se recomienda no cambiar
la categoría. NT C2a(ii).
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
441
synallaxis fuscorufa
rastrojero serrano
rusty-headed spinetail
síntesis de información
cristóbal navarro, juan alzate, yurgen vega y joaquín moya
442
synallaxis f uscorufa
ción principalmente de los bosques montanos, concertada con los líderes de las comunidades indígenas.
También, sería recomendable ampliar los límites del PNN SNSM para incluir todo el gradiente altitudinal,
en los tres departamentos con jurisdicción en la sierra (Córdoba y Renjifo 2002).
NT B1ab(iii)+2ab(iii)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
443
synallaxis f uscorufa
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
444
aphanotriccus audax
mosquero piquinegro
black-billed flycatcher
síntesis de información
eduardo gallo-cajiao
445
aphanotriccus audax
446
aphanotriccus audax
NT B2ab(ii,iii,v)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
447
chlorospingus tacarcunae
montero de tacarcuna
tacarcuna bush-tanager
síntesis de información
jorge enrique avendaño
448
chlorospingus tacarcunae
449
chlorospingus tacarcunae
Distribución
Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información
450
arremonops tocuyensis
pinzón guajiro
tocuyo sparrow
síntesis de información
jorge enrique parra, marcela beltrán y alexandra delgadillo
población
Se cree que la tendencia de las poblaciones es es-
table debido a que habita un área de distribución
NT A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)
situación dela especie
renjifo et ál. 2016
criterio a
Esta especie ha perdido históricamente 76 % del hábitat (se consideran hábitats bosque denso alto, bajo;
bosque abierto alto, abierto bajo, fragmentado con vegetación secundaria, arbustal denso; bosque frag-
mentado con pastos y cultivos). En un periodo de 10 años (2001 – 2011) perdió 43.4 % de su hábitat. Por
451
arremonops tocuyensis
cercano. 3255 km2
criterio c
área remanente
VU A2c+4c.
ponderada por No existen estimaciones de densidad
idoneidad de hábitat
poblacional que permitan hacer una
criterio b (aoo estimada)
2062 km2 estimación del tamaño poblacional
B1 EOO = 14 411 km2 < 20 000 km2. porcentaje de cambio de la especie.
La especie tiene una distribución se- de hábitat 2001-2011
- 43.4 %
veramente fragmentada como conse- criterio d
porcentaje total
cuencia de la pérdida de hábitat (a). de pérdida de hábitat
De acuerdo a los análisis de pérdida 76 %
La especie no se encuentra amenaza-
de hábitat encontramos que la especie una generación
da bajo el criterio D.
está disminuyendo en cuanto a área de 2.9 años
452
arremonops tocuyensis
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
453
especies con datos insuficientes
coturnicops notatus
polluela moteada
speckled rail
síntesis de información
juan david amaya-espinel y felipe a. estela
457
coturnicops notatus
DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
análisis de riesgo
Coturnicops notatus es una especie muy pobremente conocida a través de su distribución y particular-
mente en Colombia. Desde la publicación del anterior libro rojo (Renjifo et ál. 2002), no ha mejorado
el estado de conocimiento sobre esta lo cual impide determinar si se encuentra amenazada o no. Esta
especie califica como insuficiente de datos, DD.
Distribución
Registros
458
mustelirallus colombianus
polluela pizarra
colombian crake
síntesis de información
santiago zuluaga
DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
análisis de riesgo
Esta es una especie muy pobremente conocida a través de su distribución y en Colombia en particular.
Desde la publicación del anterior libro rojo (Renjifo et ál. 2002), no ha mejorado el estado de conoci-
miento sobre la especie lo cual impide determinar si se encuentra amenazada o no. Califica como insufi-
ciente de datos, DD.
459
mustelirallus colombianus
Distribución
Registros
460
gallinago imperialis
Caica Imperial
Imperial Snipe
síntesis de información
richard johnston-gonzález, néstor raúl espejo-delgado y nubia suárez-sanabria
461
gallinago imperialis
DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
A diferencia de otras especies del género Galli- del Verjón, en límites entre Bogotá y Choachí,
nago asociadas a humedales, G. imperialis es pre- las cuales fueron depositadas en el Museo de La
dominantemente de bosques, específicamente, Salle y destruidas por un incendio del 9 de abril
próxima al límite altitudinal superior del bosque de 1948 durante el Bogotazo. En los años 80 del
y ocasionalmente observada en humedales de pá- siglo pasado, hubo unos avistamientos en el PNN
ramo (véase síntesis de información). La especie Chingaza y, más recientemente, en el 2012 la es-
es muy pobremente conocida en Colombia. Exis- pecie podría haber sido vista en varias ocasiones en
tieron unas pocas pieles colectadas en el páramo el PNN Cocuy (véase síntesis de información).
Distribución
Registros
Registro dudoso
462
cypseloides lemosi
vencejo pechiblanco
white-chested swift
síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones
463
cypseloides lemosi
1800 m) y es difícil de observar cuentra en una región con una cañones de los ríos y quebradas
en las demás áreas interandinas intensa intervención antrópica en localidades históricas y la
de los ríos Cauca y Patía. manifestada a través de variados búsqueda de nuevas localidades
usos del suelo, principalmente en las áreas asociadas con este
amenazas relacionados con ganadería y vencejo en el valle interandino
agricultura, actividades que im- Cauca-Patía.
Las amenazas para esta especie
plican uso de compuestos agro-
son difíciles de evaluar (Collar historia de vida
químicos que pueden afectar
et ál. 1992), debido a que no las poblaciones del vencejo por No hay información para la
es especialista de un hábitat que disminución de la cantidad de especie.
esté en peligro, no es objeto de presas o por un posible envene-
cacería ni otro tipo de explo- namiento a través del consumo medidas de
tación y sus áreas de anidación de las mismas (López y Renjifo
conservación
(aunque no confirmadas) pro- 2002).
bablemente son de difícil ac- tomadas
Se recomienda adelantar
ceso. Por otra parte, el área de investigaciones en las áreas po- No existen medidas específicas
distribución en Colombia se en- tenciales de anidación en los de conservación para la especie.
situación de la especie DD
renjifo et ál. 2016
criterio a criterio b
criterio d
Dentro de la distribución de la B1 EOO = 68 617 km2 > 20 000 km2
La especie no parece encontrar-
especie ha ocurrido una pérdida B2 Área de hábitat rema-
se amenazada con respecto al
del 82.3 % de los bosques histó- nente = 4114 km2; AOO estimada
criterio D.
ricamente y en diez años la de- = 1013 km2 < 2000 km2. No obs-
464
cypseloides lemosi
conclusión
La información que se tiene de la especie es muy limitada como para permitir una evaluación razonable
del grado de fragmentación de distribución, tamaño poblacional y tendencias de cambio. Por esta razón
la especie es considerada como insuficiente de datos, DD.
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
465
tachornis furcata
vencejo enano
pygmy swift
síntesis de información
diana arzuza buelvas y christian devenish
466
tachornis f urcata
tiene claridad si esta especie se ve afectada por los tegida en Colombia, sin embargo, el registro más
activos procesos de deforestación que tienen lu- cercano se encuentra a 20 km del PNN Catatumbo
gar en su reducida área de distribución (Renjifo Barí, por lo cual se puede inferir que la especie
et ál. 2002). podría estar dentro del parque o en la zona de
amortiguamiento.
historia de vida No se conoce ninguna acción de conser-
vación específica para este vencejo. Collins et ál.
No hay información para la especie.
(2010) opinan que en Venezuela la especie no
requiere estatus especial de protección ni esfuer-
medidas de conservación
zos de conservación, dado su baja sensibilidad a la
tomadas alteración severa de hábitat y su presencia en áreas
La especie tiene un área de distribución menor con asentamientos humanos. La dependencia de
a 25 000 km2 y está entre las 12 especies que de- este vencejo a especies de palmas grandes para su
finen el Área de Endemismo de Aves “Caribe ciclo reproductivo podría ser un factor que la hace
colombiano y venezolano” No. 35 (Stattersfield más sensible a los cambios de su hábitat y amerita
et ál. 1998). Los registros conocidos hasta la fe- mayor estudio, al igual que el estado y tamaño de
cha no corresponden a ninguna AICA o área pro- sus poblaciones en Colombia.
DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
eoo del 8 %. No obstante, lo poco das. Por esta razón la especie
6275 km2 que se sabe de la ecología de la no tiene un área de ocupación
área de hábitat especie indica que la redución severamente fragmentada. No
remanente
1537 km2
en la cobertura boscosa no es un califica como amenazada bajo el
área remanente
buen indicador del ritmo de re- subcriterio B1.
ponderada por ducción poblacional. No hay in- B2 Área de hábitat remanen-
idoneidad de hábitat formación que permita afirmar te = 1537 km2; AOO estimada
(aoo estimada)
837 km2 con cierto grado de certeza cuá- = 837 km2 < 2000 km2. No obs-
porcentaje de cambio de
les son las tendencias y magni- tante este vencejo no es una es-
hábitat 2000-2010 tud de cambio en la población, pecie dependiente del interior
-8 % aunque el efecto combinado de de bosque. En la síntesis de in-
porcentaje total de
la transformación de los ecosis- formación dice que se encuentra
pérdida de hábitat
64.4 % temas naturales hace pensar que en zonas deforestadas. Por esta
una generación la población de la especie podría razón la especie no tiene un área
7.3 años estar disminuyendo. de ocupación severamente frag-
3 generaciones mentada. No califica como ame-
21.6 años
criterio b nazada bajo el subcriterio B2.
467
tachornis f urcata
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
468
falco deiroleucus
Halcón Pecho Anaranjado
Orange-breasted Falcon
síntesis de información
santiago zuluaga y maría fernanda gómez
469
falco deiroleucus
DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
Distribución
Registros
470
synallaxis cherriei
rastrojero gorguicastaño
chestnut-throated spinetail
síntesis de información
eduardo gallo-cajiao y alexander c. lees
471
synallaxis cherriei
DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016
criterio b
B1 EOO 102 531 km2 >> 20 000 km2. No califica
como amenazada bajo el subcriterio B1.
472
synallaxis cherriei
Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información
473
apéndice 1. lista de especies
por categorías (vol. ii)
475
libro rojo de aves de colombia
476
apéndice 2. lista de especies
extintas, amenazadas,
casi amenazadas y con datos
insuficientes, en orden
taxonómico (vol. ii)
477
libro rojo de aves de colombia
478
apéndice 2
479
apéndice 3. listado
general de especies
extintas, amenazadas, casi
amenazadas y con datos
insuficientes de colombia,
en orden taxonómico
(vols. i y ii)
481
libro rojo de aves de colombia
482
apéndice 3
483
libro rojo de aves de colombia
484
apéndice 3
485
libro rojo de aves de colombia
486
apéndice 3
487
apéndice 4. especies con
cambios taxonómicos u
ortográficos 2002-2016
(vols. i y ii)
La nomenclatura taxonómica de la primera columna sigue al SACC (febrero, 2016). Además de los cam-
bios con respecto a los libros rojos de 2002 y 2014, se incluyen también las especies que fueron descritas
como especies nuevas para la ciencia después de la publicación Renjifo et ál. (2002), y las que tuvieron
cambios debido a fusiones o separaciones taxonómicas.
Familia y especie
Renjifo et ál. 2014 Renjifo et ál. 2002
(nombre actual, SACC 2016)
Anhimidae
Chauna chavaria Chauna chavarria
Anatidae
Oressochen jubatus Neochen jubata
Accipitridae
Spizaetus isidori Oroaetus isidori
Cryptoleucopteryx plumbea Leucopternis plumbea
Buteogallus solitarius Harpyhaliaetus solitarius
Rallidae
Coturnicops notatus Coturnicops notata
Mustelirallus colombianus Neocrex colombianus
Porphyriops melanops Gallinula melanops
Columbidae
Zentrygon goldmani Geotrygon goldmani
489
libro rojo de aves de colombia
Familia y especie
Renjifo et ál. 2014 Renjifo et ál. 2002
(nombre actual, SACC 2016)
Trochilidae
Anthocephala berlepschi 1
Oxypogon stubelii 2
Oxypogon cyanolaemus 2
Eriocnemis isabellae+
Coeligena orina 3
Psittacidae
Touit stictopterus Touit stictoptera
Pyrilia pyrilia Pionopsitta pyrilia
Ara ambiguus Ara ambigua
Grallaridae
Grallaria urraoensis +
Rhinocryptidae
Scytalopus sanctaemartae 4
Scytalopus rodriguezi +
Scytalopus stilesi +
Scytalopus perijanus +
Scytalopus canus 5
Furnariidae
Clibanornis rufipectus 6
Asthenes perijana Schizoeca perijana
Pipridae
Chloropipo flavicapilla Xenopipo flavicapilla Chloropipo flavicapilla
Vireonidae
Vireo crassirostris 7
Corvidae
Cyanolyca pulchra Cyanolica pulchra
Troglodytidae
Troglodytes monticola *8
Thryophilus sernai+
Thryophilus nicefori Thryothorus nicefori
Henicorhina negreti +
Emberizidae
Atlapetes blancae +
490
apéndice 4
Familia y especie
Renjifo et ál. 2014 Renjifo et ál. 2002
(nombre actual, SACC 2016)
Parulidae
Setophaga cerulea Dendroica cerulea
Myiothlypis basilica Basileuterus basilicus
Myiothlypis conspicillata Basileuterus conspicillatus
Myiothlypis cinereicollis Basileuterus cinereicollis Basileuterus cinereicollis
Icteridae
Molothrus armenti 9
Fringillidae
Spinus cucullatus Carduelis cucullatus
+
Especies que fueron descritas como especies nuevas para la ciencia después de la publicación Renjifo
et ál. 2002.
1
Considerada como una especie separada de A. floriceps (SACC 2016).
2
Consideradas como especies separadas de O. guerinii (SACC 2016).
3
Reconocida como una especie válida después de la publicación Renjifo et ál. 2002 (SACC 2016).
4
Considerada como una especie separada de S. femoralis (SACC 2016).
5
Anteriormente se consideraba que este taxón tenía dos subespecies: S. canus canus y S. canus opacus,
ahora consideradas especies separadas (SACC 2016).
6
Considerada como una especie separada de Clibanornis rubiginosus (SACC 2016).
7
No está resuelta la situación taxonómica de esta especie. Considerado por Ridway (1884) como “grupo
V. approximans” de Providencia y Santa Catalina, aparte del “grupo V. crassirostris” de Las Bahamas. En
este libro la tratamos como V. crassirostris, de acuerdo a la lista de AOU (2016).
8
Considerada como una especie separada de A. solstitialis (SACC 2016).
9
El estatus taxonómico de Molothrus armenti es asunto de debate. El SACC (2016) considera la especie
como una subespecie de Molothrus aeneus pero la evidencia es muy débil. Otras opiniones (Frank Gill y
Richard Webster in litt. 2013) sugieren mantener este taxón como una especie válida, consejo que hemos
seguido en este libro por criterio de precaución.
491
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bibliografía
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perfiles profesionales
de los autores
547
libro rojo de aves de colombia
548
aportes de los
autores a esta obra
549
índice de nombres
científicos por especie
(VOLS. I y II)
Accipiter collaris [V. I] 369-371, 414, 415 [V. II] Ara ambiguus [V. I] 160-163, 413, 416 [V. II]
482 484, 490
Amazilia castaneiventris [V. II] 46, 193, 223- Véase también Ara ambigua
226, 380, 475, 478, 483 Ara militaris [V. I] 160 [V. II] 257-259, 476,
Ammodramus savannarum [V. II] 48, 375-378, 478, 484
475, 479, 486 Arremon schlegeli [V. II] 380-382, 476, 479, 486
Ampelion rufaxilla [V. I] 115, 252-254, 414, 417 Arremonops tocuyensis [V. II] 451-453, 476, 479,
[V. II] 485 486
Anas bahamensis [V. II] 423-426, 476, 477, 481 Asthenes perijana [V. II] 295-298, 475, 479, 485,
Anas cyanoptera [V. II] 81-84, 475, 477, 481 490
Anas georgica [V. I] 26 [V. II] 76-79, 476, 477, Véase también Schizoeca perijana
481 Atlapetes blancae [V. I] 49, 50, 336-338, 413, 417
Andigena hypoglauca [V. I] 39, 40, 42, 144-146, [V. II] 486, 490
149, 414, 416 [V. II] 484 Atlapetes flaviceps [V. I] 328-330, 414, 417 [V. II]
Andigena laminirostris [V. I] 148-150, 388, 413, 486
416 [V. II] 484 Atlapetes fuscoolivaceus [V. I] 332-334, 414, 417
Andigena nigrirostris [V. I] 144, 149, 390, 391, [V. II] 486
414, 416 [V. II] 484 Attila torridus [V. I] 244, 245, 414, 417 [V. II]
Anthocephala berlepschi [V. II] 45, 46, 197, 200- 485
203, 476, 478, 483, 490 Bangsia aureocincta [V. I] 292, 293, 296-300,
Anthocephala floriceps [V. II] 45, 196-198, 201, 414, 417 [V. II] 486
476, 478, 483, 491 Bangsia edwardsi [V. I] 297, 399-401, 414, 417
Aphanotriccus audax [V. II] 445-447, 476, 479, [V. II] 486
485 Bangsia melanochlamys [V. I] 292-294, 298, 414,
Ara ambigua [V. II] 490 417 [V. II] 486
Véase también Ara ambiguus Basileuterus basilicus [V. II] 491
551
libro rojo de aves de colombia
Véase también Myiothlypis basilica Chlorospingus inornatus [V. II] 368, 371-373,
Basileuterus cinereicollis [V. I] 404-406, 414, 417 476, 479, 486
[V. II] 491 Chlorospingus tacarcunae [V. II] 368, 448-450,
Véase también Myiothlypis cinereicollis 476, 479, 486
Basileuterus conspicillatus [V. II] 491 Circus cinereus [V. II] 159-162, 475, 478, 482
Véase también Myiothlypis conspicillata Cistothorus apolinari [V. II] 47, 49, 166, 345-
Basileuterus ignotus [V. II] 397-399, 475, 479, 351, 475, 479, 486
487 Clibanornis rufipectus [V. II] 46, 275, 287-289,
Bolborhynchus ferrugineifrons [V. II] 245-250, 476, 479, 485, 490
476, 478, 484 Clytoctantes alixii [V. II] 261-263, 476, 478, 484
Bucco noanamae [V. I] 383-385, 414, 416 [V. II] Coeligena orina [V. I] 49, 134-136, 413, 416
483 [V. II] 483, 490
Buteogallus solitarius [V. I] 50, 109-111, 413, 415 Coeligena prunellei [V. I] 50, 378-380, 414, 416
[V. II] 49, 482, 489 [V. II] 483
Véase también Harpyhaliaetus solitarius Contopus cooperi [V. I] 392-394, 414, 416 [V. II]
Buthraupis wetmorei [V. I] 249, 302-304, 414, 485
417 [V. II] 486 Coturnicops notata [V. II] 489
Cacicus uropygialis [V. I] 49, 411, 412, 414, 417 Véase también Coturnicops notatus
[V. II] 487 Coturnicops notatus [V. II] 457, 458, 476, 478,
Campephilus gayaquilensis [V. I] 152-154, 413, 482, 489
416 [V. II] 484 Véase también Coturnicops notata
Campylopterus phainopeplus [V. II] 219-221, 476, Crax alberti [V. II] 46, 49, 97-102, 104, 105,
478, 483 106, 475, 477, 481
Capito hypoleucus [V. I] 142, 389 [V. II] 237-239, Crax daubentoni [V. II] 104-107, 475, 477, 482
475, 478, 484 Crax globulosa [V. II] 109-113, 475, 477, 482
Capito quinticolor [V. I] 386, 387, 414, 416 Crax rubra [V. I] 85-88, 413, 415 [V. II] 481
[V. II] 484 Creagrus furcatus [V. II] 178-182, 475, 478, 483
Capito squamatus [V. I] 141, 142, 414, 416 Creurgops verticalis [V. I] 288-290, 414, 417
[V. II] 484 [V. II] 486
Cardinalis phoeniceus [V. II] 384-386, 476, 479, Cryptoleucopteryx plumbea [V. I] 372, 373, 414,
486 415 [V. II] 482, 489
Carduelis cucullatus [V. II] 491 Véase también Leucopternis plumbea
Véase también Spinus cucullatus Crypturellus kerriae [V. I] 68-70, 413, 415 [V. II]
Cephalopterus penduliger [V. I] 262-266, 413, 481
417 [V. II] 485 Crypturellus obsoletus castaneus [V. I] 50, 63-66,
Chauna chavaria [V. II] 59-62, 476, 477, 481, 413 [V. II] 481
489 Cyanolica pulchra [V. II] 490
Véase también Chauna chavarria Véase también Cyanolyca pulchra
Chauna chavarria [V. II] 489 Cyanolyca pulchra [V. I] 280-282, 414, 417
Véase también Chauna chavaria [V. II] 486, 490
Chlorochrysa nitidissima [V. I] 306-309, 414, 417 Véase tambien Cyanolica pulchra
[V. II] 486 Cypseloides cherriei [V. I] 409, 410, 414, 415
Chloropipo flavicapilla [V. II] 485, 490 [V. II] 483
Véase también Xenotipo flavicapilla Cypseloides lemosi [V. II] 463-465, 476, 478, 483
Chlorospingus flavovirens [V. I] 340-342, 414, 417 Dacnis berlepschi [V. I] 315-317, 413, 417 [V. II]
[V. II] 486 486
552
índice de nombres científicos por especie
Dacnis hartlaubi [V. I] 311-313, 414, 417 [V. II] Grallaria urraoensis [V. I] 49, 223-225, 413, 416
486 [V. II] 484, 490
Dacnis viguieri [V. I] 402, 403, 414, 417 [V. II] Hapalopsittaca amazonina [V. I] 187-190, 414,
486 416 [V. II] 484
Dendroica cerulea [V. I] 344-346, 414, 417 Hapalopsittaca fuertesi [V. I] 50, 174, 192-196,
[V. II] 491 324, 413, 416 [V. II] 49, 484
Véase también Setophaga cerulea Haplophaedia lugens [V. I] 376, 377, 414, 416
Diglossa gloriosissima [V. I] 319-321, 414, 417 [V. II] 483
[V. II] 486 Harpia harpyja [V. II] 430-432, 476, 478, 482
Doliornis remseni [V. I] 247-250, 303, 413, 417 Harpyhaliaetus solitarius [V. I] 50 [V. II] 489
[V. II] 485 Véase también Buteogallus solitarius
Dysithamnus occidentalis [V. I] 202-204, 414, 416 Heliangelus zusii [V. II] 46, 192-194, 475, 478,
[V. II] 484 483
Egretta rufescens [V. II] 145-149, 476, 477, 482 Heliodoxa gularis [V. I] 381, 382, 414, 416
Eremophila alpestris [V. II] 335-339, 475, 479, [V. II] 483
486 Henicorhina negreti [V. I] 49, 284-286, 414, 417
Eriocnemis godini [V. II] 46, 216, 217, 475, 478, [V. II] 486, 490
483 Hypopyrrhus pyrohypogaster [V. I] 357-360, 414,
Eriocnemis isabellae [V. I] 49, 50, 126-128, 413, 417 [V. II] 487
416 [V. II] 49, 483, 490 Icterus icterus [V. II] 401-404, 476, 479, 487
Eriocnemis mirabilis [V. I] 130-132, 413, 416 Icterus leucopteryx [V. II] 47, 49, 406-409, 475,
[V. II] 483 479, 487
Falco deiroleucus [V. II] 469, 470, 476, 478, 484 Lepidopyga lilliae [V. II] 232-235, 475, 478, 483
Galbula pastazae [V. I] 138, 139, 413, 416 [V. II] Leptosittaca branickii [V. I] 172-176, 324, 414,
483 416 [V. II] 484
Gallinago imperialis [V. II] 461, 462, 476, 478, Leptotila conoveri [V. I] 113-116, 413, 415 [V. II]
483 483
Gallinula melanops [V. II] 489 Leptotila jamaicensis [V. II] 47, 49, 184-186, 475,
Véase también Porphyriops melanops 478, 483
Geotrygon goldmani [V. II] 489 Leucopternis plumbea [V. II] 489
Véase también Zentrygon goldmani Véase también Cryptoleucopteryx plumbea
Glaucidium nubicola [V. I] 41, 122-124, 413, Lipaugus weberi [V. I] 51, 268-270, 413, 417
415 [V. II] 483 [V. II] 24, 49, 485
Goethalsia bella [V. II] 228-230, 473, 478, 483 Macroagelaius subalaris [V. I] 352-355, 413, 417
Grallaria alleni [V. I] 210-213, 413, 416 [V. II] [V. II] 487
484 Margarornis bellulus [V. II] 291-293, 476, 479,
Grallaria bangsi [V. II] 269-272, 476, 478, 484 485
Grallaria gigantea [V. I] 206-208, 414, 416 Metallura iracunda [V. II] 436-438, 476, 478,
[V. II] 484 483
Grallaria kaestneri [V. I] 215-217, 413, 416 Micrastur plumbeus [V. I] 156-158, 413, 416
[V. II] 484 [V. II] 484
Grallaria milleri [V. I] 227-230, 413, 416 [V. II] Molothrus aeneus [V. II] 414, 491
485 Véase también Molothrus armenti
Grallaria rufocinerea [V. I] 219-221, 414, 416 Molothrus armenti [V. II] 411-415, 476, 479, 487
[V. II] 484 Véase también Molothrus aeneus
553
libro rojo de aves de colombia
Morphnus guianensis [V. II] 427-429, 476, 478, Oxyura jamaicensis [V. II] 90-95, 120, 346, 475,
482 477, 481
Muscisaxicola maculirostris [V. II] 315-318, 475, Patagioenas leucocephala [V. II] 433-435, 476,
479, 485 478, 483
Mustelirallus colombianus [V. II] 459, 460, 476, Pauxi pauxi [V. I] 90-93, 413, 415 [V. II] 482
478, 482, 489 Penelope ortoni [V. I] 72-75, 413, 415 [V. II] 481
Véase también Neocrex colombianus Penelope perspicax [V. I] 74, 77-83, 257, 413, 415
Myadestes coloratus [V. II] 363-365, 476, 479, 486 [V. II] 46, 217, 481
Myiotheretes pernix [V. II] 320-323, 475, 479, 485 Phoenicopterus ruber [V. II] 124-131, 475, 477,
Myiothlypis basilica [V. II] 388-390, 475, 479, 482
487, 491 Phlogophilus hemileucurus [V. I] 374, 375, 414,
Véase también Basileuterus basilicus 416 [V. II] 483
Myiothlypis cinereicollis [V. II] 487, 491 Phylloscartes lanyoni [V. II] 311-313, 475, 479,
Véase también Basileuterus cinereicollis 485
Myiothlypis conspicillata [V. II] 392-395, 476, Pionopsitta pyrilia [V. II] 490
479, 487, 491 Véase también Pyrilia pyrilia
Véase también Basileuterus conspicillatus Pionus fuscus [V. I] 198-200, 413, 416 [V. II] 484
Neochen jubata [V. II] 489 Pipreola chlorolepidota [V. I] 395, 396, 414, 417
Véase también Oressochen jubatus [V. II] 485
Neocrex colombianus [V. II] 489 Podiceps andinus [V. I] 26 [V. II] 55, 56, 173,
Véase también Mustelirallus colombianus 475, 477, 482
Neomorphus radiolosus [V. I] 118-120, 413, 415 Podiceps occipitalis [V. II] 47, 49, 119-122, 475,
[V. II] 483 477, 482
Netta erythrophthalma [V. II] 46, 49, 86-88, 475, Polystictus pectoralis [V. II] 300-304, 476, 479,
477, 481 485
Odontophorus atrifrons [V. I] 366-368, 414, 415 Porphyriops melanops [V. II] 170-176, 475, 478,
[V. II] 482 482, 489
Odontophorus dialeucos [V. II] 115-117, 475, 477, Véase también Gallinula melanops
482 Psarocolius cassini [V. I] 348-350, 413, 417 [V. II]
Odontophorus melanonotus [V. I] 95-97, 413, 415 487
[V. II] 482 Pseudocolopteryx acutipennis [V. II] 47, 49, 306-
Odontophorus strophium [V. I] 99-102, 413, 415 309, 475, 479, 485
[V. II] 482 Pyrilia pyrilia [V. II] 439-441, 476, 478, 484,
Ognorhynchus icterotis [V. I] 50, 165-170, 413, 490
416 [V. II] 484 Véase también Pionopsitta pyrilia
Oressochen jubatus [V. II] 64-69, 476, 477, 481, Pyroderus scutatus [V. I] 256-260, 414, 417
489 [V. II] 485
Véase también Neochen jubata Pyrrhura calliptera [V. I] 178-181, 414, 416
Oroaetus isidori [V. I] 105 [V. II] 489 [V. II] 484
Véase también Spizaetus isidori Pyrrhura viridicata [V. II] 252-255, 475, 478,
Ortalis erythroptera [V. I] 363-365, 414, 415 454
[V. II] 481 Rallus semiplumbeus [V. II] 164-168, 346, 349,
Oxypogon cyanolaemus [V. II] 46, 211-214, 475, 475, 478, 482
478, 483, 490 Saltator cinctus [V. I] 174, 323-326, 414, 417
Oxypogon stubelii [V. II] 46, 205-209, 475, 478, [V. II] 486
483, 490
554
índice de nombres científicos por especie
Sarkidiornis melanotos [V. II] 71-74, 475, 477, Thlypopsis ornata [V. I] 397, 398, 414, 417 [V. II]
481 486
Schizoeca perijana [V. II] 490 Thryophilus nicefori [V. II] 47, 49, 354, 355, 358-
Véase también Asthenes perijana 361, 380, 381, 475, 479, 486, 490
Scytalopus canus [V. I] 49, 240-242, 413, 416 Véase también Thryothorus nicefori
[V. II] 485, 490 Thryophilus sernai [V. II] 46, 353-356, 475, 479,
Scytalopus panamensis [V. II] 278-280, 476, 479, 486, 490
485 Thryothorus nicefori [V. II] 490
Scytalopus perijanus [V. II] 46, 282-285, 476, Véase también Thryophilus nicefori
479, 485, 490 Tinamus osgoodi [V. I] 59-61, 413, 415 [V. II]
Scytalopus rodriguezi [V. I] 49, 232-234, 414, 416 481
[V. II] 485 Touit stictoptera [V. II] 490
Scytalopus sanctaemartae [V. II] 46, 274-276, Véase también Touit stictopterus
476, 478, 485, 490 Touit stictopterus [V. I] 183-185, 414, 416 [V. II]
Scytalopus stilesi [V. I] 236-238, 413, 416 [V. II] 484, 490
485, 490 Véase tambien Touit stictoptera
Semnornis ramphastinus [V. I] 148, 388-391, Troglodytes monticola [V. II] 46, 341-343, 475,
414, 416 [V. II] 484 479, 486, 490
Setophaga cerulea [V. II] 487, 491 Veniliornis callonotus [V. II] 241-243, 475, 478,
Véase también Dendroica cerulea 484
Spinus cucullatus [V. II] 417-419, 475, 479, 487, Vireo caribaeus [V. II] 325-328, 333, 476, 479,
491 485
Véase también Carduelis cucullatus Vireo crassirostris [V. II] 330-333, 476, 479, 485,
Spizaetus isidori [V. I] 104-107, 110, 111, 290, 490
413, 415 [V. II] 482, 489 Vireo masteri [V. I] 276-278, 414, 417 [V. II] 485
Véase también Oroaetus isidori Vultur gryphus [V. II] 47, 49, 151-157, 475, 477,
Sula granti [V. II] 133-137, 181, 476, 477, 482 482
Sula leucogaster [V. II] 139-143, 475, 477, 482 Xenopipo flavicapilla [V. I] 272-274, 414, 417
Synallaxis cherriei [V. II] 46, 471-473, 476, 479, [V. II] 490
485 Véase también Chloropipo flavicapilla
Synallaxis fuscorufa [V. II] 442-444, 476, 479, Xenornis setifrons [V. II] 265-267, 476, 478, 484
485 Zentrygon goldmani [V. II] 188-190, 476, 478,
Tachornis furcata [V. II] 466-468, 476, 478, 483 483, 489
Tangara fucosa [V. II] 367-369, 476, 479, 486 Véase también Geotrygon goldmani
555
índice de nombres
comunes en español
especies extintas
Zambullidor cira 55
especies amenazadas
Chavarría 59
Pato carretero 64
Pato brasileño 71
Pato pico de oro 76
Pato colorado 81
Pato negro 86
Pato andino 90
Paujil colombiano, Paujil de pico azul, Pavón colombiano 97
Pavón moquiamarillo, Paujil piquiamarillo 104
Pavón moquirrojo, Pavón carunculado 109
Perdiz katía, Corcovado del Takarkuna 115
Zambullidor plateado 119
Flamenco caribeño, Flamenco rosado, Tococo, Chicloco 124
Piquero de Nazca 133
Alcatraz de Nazca 133
Piquero café 139
Garza rojiza, Garza borracha 145
Cóndor, Cóndor de los andes, Cóndor andino 151
Aguilucho cenizo 159
Rascón andino, Tingua bogotana 164
557
libro rojo de aves de colombia
558
índice de nombres comunes en español
559
índice de nombres
comunes en inglés
especies extintas
Colombian Grebe 55
especies amenazadas
Northern Screamer 59
Orinoco Goose 64
Comb Duck 71
Yellow-Billed Pintail 76
Cinnamon Teal 81
Southern Pochard 86
Ruddy Duck 90
Blue-Billed Curassow 97
Yellow-Knobbed Curassow 104
Wattled Curassow 109
Tacarcuna Wood-Quail 115
American Flamingo 124
Nazca Booby 133
Brown Booby 139
Reddish Egret 145
Andean Condor 151
Cinereous Harrier 159
Bogota Rail 164
Spot-Flanked Gallinule 170
Swallow-Tailed Gull 178
561
libro rojo de aves de colombia
562
índice de nombres comunes en inglés
563
Luis Miguel Renjifo,
VOL. II Ángela María Amaya-Villarreal,
CON APOYO DE: Jaime Burbano-Girón
y Jorge Velásquez-Tibatá
SOBRE EL LIBRO
Este libro es el segundo de dos volúmenes,
resultado de una investigación iniciada en el
año 2008. En el primer volumen se presenta-
ron los resultados de los análisis de riesgo de
extinción de las especies de aves de los bosques LA SERIE DE LIBROS ROJOS DE ESPECIES AMENAZADAS
húmedos de los Andes y de la costa pacífica. DE COLOMBIA HA SIDO LIDERADA POR LAS SIGUIENTES INSTITUCIONES:
En este volumen se presentan los resultados LOS AUTORES
de las especies de ecosistemas abiertos, secos,
insulares, acuáticos continentales, marinos,
tierras altas del Darién, Sierra Nevada de Santa
Luis Miguel Renjifo,
Marta y bosques húmedos del centro, norte y
oriente del país. Esta obra se basa, en gran me-
Ángela María Amaya-Villarreal,
dida, en ciencia ciudadana. Los análisis de ries- Jaime Burbano-Girón
go de extinción se apoyan en las síntesis de y Jorge Velásquez-Tibatá
VOL. II ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
información escritas por numerosos autores
(104 para este volumen, 155 en total para los ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS,
volúmenes I y II) y en modelos originales de TIERRAS ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA
distribución y pérdida e idoneidad de hábitat DE SANTA MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL
procesados con base en información aportada CENTRO, NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
por 6 instituciones y 141 colaboradores (para
los volúmenes I y II). Los modelos y las esti-
maciones de tamaños poblacionales y de las
tasas de cambio fueron hechos por el grupo de
autores principales de la obra y las evaluacio-
nes de riesgo de extinción estuvieron a cargo
del primer autor. Esta obra está acompañada
de ilustraciones originales del artista Robin H.
Schiele y de fotografías tomadas por 20 cola-
boradores.