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Viernes 10 de mayo

Universidad Nacional de Rio Cuarto

Facultad de ciencias humanas

Licenciatura en filosofía

Primer año

“MI PROYECTO DE VIDA”

Introducción a la problemática filosófica

Profesor: José San Martin

Josefina Vargas

-2019-
Fundamentación general de la actividad

En el siguiente trabajo voy a exponer mi programa/proyecto de vida consigna que surgió


luego de la lectura “De la lógica del niño a la lógica del adolescente” obra de Inhelder, B.,
& Piaget, J. (1985). Donde explica -no solo de manera evolutiva de filiación biologicista
sino, desde una perspectiva con tintes filosóficos y psicológicos- que hay un cambio de
pensamiento que no solo está ligado a procesos neurológicos necesarios para la maduración
de los instrumentos cerebrales que permiten asimilar el medio, sino también a factores
sociales que parecen tener una incidencia fundamental en este cambio de pensamiento que
nos permiten distinguir al niño y al adolescente.

Cuando Piaget habla de un “cambio de pensamiento”, quiere decir que hay una cierta
evolución en el que lo lleva a la transformación, debido a esto expone la principal
diferencia en el pensamiento del niño, que en un primer momento no puede distinguir su
yo, por lo tanto no puede diferenciar entre un sujeto, un objeto y el mismo, el niño para
Piaget no tiene en esta primera etapa la capacidad de reflexión. En una segunda etapa,
adquiere la capacidad del lenguaje, gracias a una descentración (la descentración es la que
le permite superar la indiferencia propia de la niñez) puede reconocer su yo, pero le siguen
pareciendo indiferentes ciertos rasgos afectivos de las ideas, cuando el sujeto puede no ser
indiferente hacia ellas, puede decirse que entra a la adolescencia (esta sensibilidad ante las
ideas no depende de la pubertad). La adolescencia es característica por su egocentrismo en
un nivel superior -Piaget lo denomina como tercer egocentrismo- el adolescente se sirve de
estas herramientas culturales para desarrollar su capacidad de reflexión más allá (ya que
está capacitado para hacerlo) y crear teorías basadas en ideales sobre la sociedad que lo
atraviesa en dirección abstracta o adherir a la teoría de alguna otra persona.

Este pensamiento, es llamado “formal” en su obra, es la fuente de acciones vividas las


cuales están impregnadas de afectividad. A esto se debe que los adolescentes pasen a ser
capaces de razonar sobre las distintas posibilidades de una situación, aunque no tengan una
existencia real y concreta. Son proclives por tanto a interrogar a la realidad, imaginando
otras situaciones posibles a la presente y conjeturando sobre las consecuencias derivadas de
esas otras posibilidades.
Fundamentación especifica de la actividad

Junto a la necesidad de sentirse igual a los adultos y participar en la sociedad también, dice
Piaget, se debe tener en cuenta que al adolescente le es indispensable reformular y crear sus
concepciones sobre el mundo -además por la actitud mesiánica característica de la edad-
para poder afirmar su identidad, no debemos olvidar que el adolescente está construyendo
su personalidad, aprendiendo a dominar el yo y pensando en su futuro. El proyecto de vida
es fundamental para la formación de la personalidad.

“…Un plan de vida es, ante todo, una escala de valores

Que colocara ciertos ideales por encima de otros y subordinara

Los valores- medios a los fines que considera permanentes…”

Con la cita anterior quiero explicitar que el proyecto de vida tiene el objetivo de plantear de
manera intelectual esas valoraciones que para mí son vitales. Esto puede ser abandonado o llevado
a cabo en el trabajo que es aquello que nos ayuda a abandonar la adolescencia para insertarnos en el
mundo adulto.
Desarrollo
Mi proyecto de vida o lo que yo creo que quiero para mi vida, no puedo describirlo como si
fuera una lista de cosas para realizar, cuando recibí la consigna pensé ¿Quién soy? ¿Qué es
lo que realmente quiero? Me resulto muy difícil pensarlo y no estoy segura si realmente es
lo que quiero y eso me defina quién soy. Pero si de algo estoy segura es que – como
mencione en la actividad anterior- la filosofía es algo que no tengo bien en claro pero no
puedo evitarla. No puedo aunque lo intente querer salirme de ella porque en situaciones
límite cuando creía que todo en mi vida estaba tranquilo y ordenado llegaba algo que me
hacía replantearme cuestiones de mi existencia y del fundamento de las cosas.

Quizás no tenga bien en claro el papel que tenga ella en mi vida, pero se que voy a vivir
buscando fundamentos que quizás no encuentre pero seguiría insistiendo hasta el hartazgo
en encontrarlos porque sé que incluso cuando ya no la quiera o sin importar cuantas veces
la maldiga por no encontrarle sentido ella ahí va a estar, porque siento que me atraviesa en
todo lo que hago. Intente encontrar esos fundamentos en la psicología y quizás encontré
algunos de los que me siento totalmente agradecida, pero siento que no fueron suficientes y
por ahora, en este contexto estoy convencida en que la filosofía me dará no la respuesta
sobre la verdad –o quizás si- pero tengo la certeza de que me motiva a buscar día a día
incluso cuando no me doy cuenta.

En mi programa de vida, y considerando que esto es un escrito que puede modificarse con
el correr del tiempo y de las experiencias que voy a vivenciar y que también vivencie en el
presente donde pensaba en esta línea que por cierto el tiempo ya se fue como agarrar el
agua con las manos. Puedo asegurar que la filosofía jugara un papel muy importante,
realmente espero que así sea, porque sin ella no podría desarrollar mis inquietudes vitales,
sin ella no podría querer cambiar las cosas que ahora me incomodan, sin ella sería un sujeto
totalmente pasivo al que no le importaría el tiempo, el ser incluso cosas tan cotidianas como
el levantarme cada día y reflexionar sobre eso. No intento exponer una visión al estilo de
Epicuro, donde solo se valoran las cosas simples como el levantarse cada día entre otras
cosas sino que quiero acceder a un nivel más profundo que ponga en tensión mis principios
y mi existir todos los días. No quiero seguir un patrón todos los días sin preguntarme
porque lo sigo o porque no puedo abandonarlo, quiero intentar dejar de ser tan estructurada
y abordar en la complejidad que ella conlleva o que pienso que ella conlleva.

No quiero que mis pretensiones se presten a confusión, yo no considero que la filosofía es


un mero conjunto de respuestas que “nadie se preguntó” o que quiero saber algo que “pocos
saben”, y aunque mi deseo es conocer sobre ella también quiero intentar realmente adoptar
sus principios y quizás poder interpretar nuevos, aunque en mi proyecto declaro que una de
mis metas es ser docente, no pretendo enseñarla como si fuera una asignatura que a los
demás les hace falta aprender, solo quiero enseñar y aprender desde ella para lograr
entender realmente que visión tengo del mundo y si realmente viví parte de mi vida
equivocada.

Sobre todo a pesar de lo compleja que me parezca, no quiero que se malinterprete mi


interés por acumular conocimiento, o por un mero capricho solo que realmente deseo
entenderla y quizás intentar poder aportarle tanto como considero que ella me aporta a mí.
No intento idolatrarla o considerarla como algo superior a otras disciplinas/áreas de
conocimiento solo quiero dejar en claro que no se trata de una expectativa muy alta que
puse en ella, sino más bien, que al no poderla evitar la considero como parte constitutiva de
mi vida y lo que quiero para ella (esto no quiere decir, que las personas no puedan buscar
su respuesta en otro lugar).

Cuando comencé a escribir esto, pensé en que todo lo que quería para mi vida estaba en
cosas materiales o quizás algo superficiales para mí, pero me di cuenta que lo que más me
costó es admitir que es muy difícil reflexionar sobre uno mismo, pero ahí estaba otra vez y
ya no aparecían en mi cabeza “ser una gran docente” “tener un buen auto” “ser feliz”
“quero ser la mejor en el trabajo” “encontrarlo para pagar una casa”. Cosas que también son
mis metas pero hay algo más, algo que quizás me conduzca a cosas mucho más atractivas
que esas.

porque pienso que aunque me interese por ella casi por resignación, en realidad estaba ante
algo que estuvo todo el tiempo ahí pero yo no lo vi, porque para mí, tuvo la capacidad en
que yo intente pensar en algo que no vi, en algo más profundo que me hizo pensar en
muchas cosas que jamás me hubiera sentido capaz.
Bibliografía

Inhelder, B., & Piaget, J. (1985). De la lógica del niño a la lógica del adolescente.
Barcelona: Paidós (original publicado en 1955).

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