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La reciente moda de los "superalimentos" empezó de alguna

manera con la quinoa o quinua, ese pseudocereal de origen


andino que de repente parecía el alimento imprescindible que
había que probar sí o sí. No hay que atribuirle poderes mágicos
pero la quinoa sí es un producto muy saludable que, además,
puede ser deliciosa. El problema es que no siempre la cocinamos
bien.

; estos son los trucos para cocinar siempre una quinoa perfecta y


muy sabrosa.

Ni sosa, ni a  garras vestigiales —espuelas— en las patas anteriores y a


veces en las posteriores. Algunas de estas razas, como el perro pastor catalán, pueden
presentar un espolón doble en una o más patas. En algunos casos, se les quitan esas garras
para evitar que el animal se las arranque sin querer durante la persecución de una presa, pero
esta práctica es ilegal en algunos países.

Sentidos[editar]
Los sentidos del olfato y del oído del perro son superiores a los del humano en muchos
aspectos. Algunas de sus habilidades sensoriales han sido utilizadas por los humanos, como
por ejemplo el olfato en los perros de caza, perros buscadores de explosivos o perros
buscadores de drogas. Además son capaces de diferenciar e identificar sonidos concretos
como palabras y asociarlos a estímulos externos, como por ejemplo un premio.
Vista[editar]
La visión del perro parece adaptada para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles,
pero tienen excelente percepción de movimientos. Tiene excelente visión nocturna o
crepuscular, debido al uso del tapetum lucidum —una pantalla reflectiva dentro del ojo—.34El
campo visual del perro se encuentra entre los 240 y los 250 grados, mucho mayor que el del
ser humano que es de aproximadamente 180 grados.

La visión del perro es sensible a los objetos en movimiento o con desplazamiento repentino, y cuenta
con una excelente visión nocturna o crepuscular.
Tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopia que en los humanos se
considera

guada: la mejor quinoa es esponjosa


y ligeramente crujiente

Aunque se compara con el arroz, el bulgur o el cuscús, la quinoa


no es un cereal como tal. Se considera un pseudocereal porque
realmente es una semilla, y eso la diferencia con características
nutricionales únicas. Destaca por su contenido en proteínas
vegetales de alta calidad y aminoácidos esenciales; además es
saciante, rica en friba, minerales y vitaminas, y posee un bajo
índice glucémico.

Pero esta hasta dejarla en su punto, como el arroz o la pasta. Sin


embargo, 
Una quinoa realmente sabrosa tiene que presentar el grano
ligeramente suelto, esponjoso y que presente una suave
resistencia al morder. No queremos una papilla de textura gomosa
o blanda, sosa y triste; solo en contadas excepciones nos
interesará obtener un acabado más cremoso.

Pensemos en el arroz o la misma pasta, ¿no hay un abismo de


sabor entre el arroz bien cocido, con el grano suelto, y la pasta al
dente? Con la quinoa sucede lo mismo. Y puede que por sí sola
sea algo insípida, pero exactamente lo mismo pasa con otros
cereales o cualquier pasta cocida.

No siempre hay que lavarla


previamente
Cuando empezamos a cocinar con quinoa aprendimos que
era imprescindible lavarla muy bien antes de usarla. Los granos
están cubiertos de saponina, una sustancia natural que ingerida
en grandes cantidades podría ser tóxica, aunque también se están
estudiando sus propiedades beneficiosas y aplicaciones.

Sería muy difícil intoxicarse por ingerir un exceso de saponina a


través de los alimentos; sin embargo, tiene un sabor muy amargo.
Cuando empezó a comercializarse la quinoa directamente de
plantaciones andinas seguramente sí llegaba sin tratar, pero hoy
en día casi todas las marcas han lavado los granos previamente
para eliminar ese amargor de cara al consumidor.

Hoy en día casi toda la quinoa se


comercializa ya lavada
En cualquier caso, lo mejor es leer las instrucciones del fabricante
y probar la quinoa antes y después de cocinarla. Si aún contiene
altas cantidades de saponina, se notará al chupar un grano crudo.
En caso contrario lo mejor es ahorrarse este paso, no solo por la
pérdida de tiempo y agua, también porque dificultará un poco el
cocinado.

Tuesta la quinoa cruda antes de


cocerla

Este truco me gusta hacerlo también, según la receta, con otros


cereales, legumbres crudas o cocidas o incluso con semillas. Si
hemos prelavado la quinoa es además un paso casi
imprescindible para eliminar por completo esa primera
humedad, y además lograremos un mejor sabor, con tonos de
nuez o fruto seco.

Lo ideal es usar una cazuela o sartén de fondo grueso, que


transmita bien el calor, a fuego fuerte. Podemos usar un poco de
aceite para evitar que se pegue y para enriquecerla aún más,
pero queda muy bien tostándola sola. Dependiendo del plato
también puede ser aconsejable dorarla junto con especias,
molidas o enteras, como alcaravea, comino o cúrcuma.

Tostando previamente la quinoa en


crudo obtendremos mejor sabor y
textura
Si la cocinamos el tiempo suficiente a temperatura muy
alta incluso podremos “inflarla” un poco, como si fueran diminutas
palomitas. Solo hay que tener mucho cuidado de que no salte y
no quemarla.

Otra buena opción es sofreírla con otros ingredientes, tal y


como haríamos al preparar, por ejemplo, un arroz. Es tan sencillo
como pochar algo de cebolla, ajo y tomate, incorporar la quinoa
cruda con algunas especias y sofreír el conjunto dos o tres
minutos antes de añadir el agua.

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