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PRIMER MÓDULO 15
Nuevas posibilidades en la educación
Necesidad de educar las emociones en la institución escolar 17
Un aprendizaje prioritario 17
Objetivos deseados versus paradigmas vigentes 18
Mitología escolar y social 21
Las buenas intenciones y la alegoría de la caverna 22
Moderna hechicería o educación de las emociones 25
“¿Dónde está el conocimiento que perdemos en la información?
¿Dónde está la sabiduría que perdemos en el conocimiento?” 26
Posibilidad de educar las emociones en la institución escolar 28
El optimismo realista 28
Nuevos paradigmas científicos para la educación socioemocional 29
El desafío 29
La Ley de la Palanca 30
Experiencias alentadoras 31
Giros copernicanos 33
La comprensión de la complejidad 36
Cuando el Oráculo se equivoca 36
Integración de saberes: cómo construir continentes a partir de islas 38
La transdisciplinariedad: clave de bóveda para la educación actual 40
SEGUNDO MÓDULO 43
Matrices de aprendizaje
Qué son las matrices de aprendizaje 45
La educación socioemocional puede modificar las matrices de aprendizaje 49
Vivir es atribuir significados a la experiencia 51
Los sistemas de creencias en el aula 53
Cómo nacen los sistemas de creencias 56
¿Qué aprendemos cuando aprendemos?
¿Qué enseñamos cuando enseñamos? 59
Cómo reconocer las creencias disfuncionales 61
Algunas creencias disfuncionales 62
Aprender a conocer a nuestros alumnos 63
Creencias funcionales y logros evolutivos 65
Los esquemas maladaptativos tempranos 65
Algunos tipos de esquemas maladaptativos tempranos 67
Los enfoques cognitivo-constructivistas 68
Aplicación a la educación emocional y social 70
El conflicto socio-afectivo-cognitivo 71
TERCER MÓDULO 77
El paradigma sistémico. El efecto mariposa 79
Importancia de la interacción sistémica 80
Los aportes de la perspectiva sistémica y su aplicación práctica 81
Implicancias educativas del enfoque sistémico 83
1. La interacción con los otros 83
2. El escenario áulico 84
3. Los encuentros personificantes 85
4. Los relatos compartidos 87
5. Los diálogos interiores en el sistema intrapersonal 88
6. Desequilibrio y aprendizaje 89
7. La integración de teoría y práctica educativa 93
8. El poder del efecto mariposa 93
Los contextos comunicacionales de los aprendizajes 95
Aprender y enseñar a comunicarnos 96
“Disciplina” y comunicación en el aula: los metamensajes contradictorios 102
Rótulos y etiquetas: más metamensajes contradictorios 107
Propuestas educativas 108
La educación emocional
El Noveno Mó dulo contiene relatos de experiencias en las aulas a través de las cuales
aprendimos el desarrollo de este proceso. Los alumnos protagonistas de estos casos reales nos
enseñ aron que el desequilibrio de los sistemas de creencias es fundamental, pues posibilita el
crecimiento y la construcció n de mejores modelos internos de aprendizaje y vínculo.
Cuando una situació n de interacció n social nos impacta y no encontramos respuestas a ella
dentro de nuestro repertorio habitual, estamos frente a un indicador de que nuestra matriz de
aprendizaje está en crisis. Cuando un niñ o inhibido o egocéntrico puede empezar a desempeñ ar
un rol activo y a expresar sus pensamientos y emociones, está revelando que está superando el
desequilibrio inicial mediante un trabajo de cambio de las matrices con las que aprendió a
mirarse a sí mismo y a interactuar.
La discrepancia entre las nuevas experiencias de aprendizaje y sus percepciones previas
produce la modificació n de la perspectiva del alumno. Muchas veces, basta una experiencia para
que los cambios empiecen a producirse. Sin embargo, otras veces, la resistencia al cambio se
expresa en forma de recaídas, avances, retrocesos o reorganizaciones sucesivas, pues el
aprendizaje no es una secuencia lineal sino espiralada.
La repetició n de las nuevas formas de interacció n, mediante una variedad de propuestas
didácticas, afianza las incipientes emociones asociadas a ellas y permite el nacimiento de nuevos
sentimientos, creencias y valores.
El obrar para resolver un conflicto interno produce el cambio en nuestro modo de percibir el
mundo. Cuando las nuevas concepciones de la realidad se afianzan, generan renovadas maneras
de sentir e interactuar.
Mediación de la trascendencia
Docentes y alumnos son co-constructores de matrices de aprendizaje. Toda conducta docente
tiene siempre una repercusió n emocional y consecuencias en la construcció n de las creencias de
los chicos. La intervenció n docente puede, voluntaria o involuntariamente, generar o reforzar,
en los alumnos, atribuciones de significados funcionales o disfuncionales.
La mayor riqueza de los logros que se alcancen mediante las técnicas de aprendizaje
dependerá en gran medida de la mediació n docente para que los alumnos logren:
La metacognición: la reflexió n y la auto-observació n dirigida a lograr el conocimiento de los
propios pensamientos y emociones (por ejemplo: "Siento enojo").
La metacomprensión: la comprensió n de la mutua vinculació n causal entre comportamientos,
emociones y pensamientos: "Actué desconsoladamente y grité porque sentí enojo debido a que
pensé que mi compañ ero hizo eso para perjudicarme".
Una metacomprensión más completa y profunda: relacionar conductas, pensamientos y
emociones con los sistemas de creencias subyacentes: "Actué, sentí y pensé de esa manera porque
todos quieren perjudicarme”. O "Grité porque ésa es la única forma de ser escuchado y de sacarse
el enojo".
Una transferencia de los aprendizajes a la realidad, para que los alumnos:
- perciban la relació n de los nuevos saberes y creencias con las conductas y los hechos de la
vida cotidiana;
- descubran los modos concretos de aplicarlas.
Flexibilidad y apertura
Los objetivos y las estrategias didácticas deben preverse y fijarse con claridad. Sin embargo,
la flexibilidad del docente permite percibir los momentos en que la dinámica interaccional
favorece el logro de otros objetivos no planificados inicialmente. Esta actitud abre valiosas e
imprevistas puertas hacia nuevos aprendizajes.
La posibilidad de construir un espacio emocional só lo puede darse si existe un
reconocimiento del alumno como un legítimo otro en la convivencia. Esto implica, desde el rol
docente, una fijació n de reglas claras y un cumplimiento de los límites. Pero, a la vez, involucra
la necesidad de declinar la expectativa de dominio y posesió n absoluta de la voluntad de ese
otro que, necesariamente, goza de las características propias de ser persona: singularidad-
creatividad, autonomía-libertad y apertura-comunicació n (V. GARCÍA HOZ).
En una diná mica interpersonal educativa, todos tienen su propia singularidad (sus talentos,
sus rasgos ú nicos, originales e irrepetibles) y gozan de espacios para el aprendizaje de la
comunicació n y del ejercicio de una creciente libertad responsable.
A través de las experiencias, aprendimos que algunos de los cambios má s significativos se
produjeron justamente cuando los alumnos percibieron que eran reconocidos y respetados
como personas. Fue lo que nos enseñ ó Octavio (ver, en el Noveno Mó dulo, "El caso de los
elefantes recortados").
Después de negarse repetidamente a cumplir una consigna, Octavio al fin la ejecutó con
variantes elegidas por él, segú n sus capacidades y su estilo propio. La expresió n sorprendida,
casi estupefacta, de su rostro fue la respuesta ante mi entusiasta confirmació n de su obra, ante
su propia vivencia del reconocimiento de su singularidad y de su lugar para la libertad creadora.
La inmediata transformació n de su conducta desafiante en nuevos comportamientos de
participació n alegre, cooperativa y respetuosa, recordó la expresió n piagetiana; "El paso del
Caos al Cosmos".
Esta experiencia, y la metamorfosis que derivó de ella, dejaron una huella tan duradera que,
tres añ os después, al encontrarme en alguna galería de su escuela, Octavio me miró con
expresió n de complicidad y exclamó : "¡Hooola! ¿Se acuerda de los elefantes?".
La flexibilidad del docente permite que la diná mica de la interacció n grupal produzca
conflictos socio-afectivo-cognitivos mejoradores, no só lo en los alumnos sino también en sí
mismo. La actitud de apertura posibilita que el educador realice continuamente nuevos
aprendizajes, revise y modifique sus propios sistemas de creencias, y construya otros má s
fructíferos para sí y para sus alumnos.
Durante las experiencias llevadas a cabo, en repetidas ocasiones surgieron sorprendentes
aprendizajes socioemocionales en los alumnos. Estos evidentes progresos entraron en colisió n
con las previas creencias escépticas de los docentes, quienes así transitaron hacia un paradigma
de optimismo educativo.
En el mundo de las emociones, cada experiencia de aprendizaje promueve un viaje ú nico e
irrepetible, que puede llevarnos por caminos diferentes de los planificados, pues al iniciar ese
viaje no sabremos con certeza qué nos permitirá descubrir, qué puentes o pantanos nos saldrá n
al paso, qué inesperados tesoros hallaremos, qué "ciudades magníficas y naciones libres
hallaremos en nuestra ruta", qué nos asombrará , frustrará o maravillará . Pero también en esa
marcha podemos encontrar lo má s valioso de la esencia misma de ser educadores.
Cada docente tiene el poder de ayudar a escribir el guió n de las biografías de sus alumnos.