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Por: Damiery Custodio M:118-6535

CAPITULO IV, PLANEAMIENTO Y PRESUPUESTO DE LA PRODUCCION:


TRANSCRIBIR LOS OBJETIVOS ESPECIFICOS.
Objetivos específicos
Establecer los nexos entre los objetivos mercantiles y las diversas decisiones atinentes
al campo fabril: programación de la producción, administración de inventarios,
planeación del abastecimiento, control de la calidad, desarrollo industrial de productos
y gestión del mantenimiento
Destacar corno la selección de las alternativas existentes en cuanto a los campos de
acción encomendados á la gerencia de la producción, planeamiento, control de
calidades y cantidades, exigencias de mano de obra, movimiento de inventarios y
distribución de la planta física, tienen implicaciones financieras y se reflejan en las
proyecciones presupuéstales.
Señalar la ubicación de la gestión productiva en el proceso del planeamiento
empresarial, indicando sus fuentes de información y los caminos mediante los cuales
las políticas de producción influyen las decisiones sobre finanzas y abastecimiento
Describir cómo se programa la producción de los diferentes ítems de la mezcla
comercial, previo estudio de las restricciones productivas (capacidad práctica) del
comportamiento histórico de las ventas (análisis; de temporadas) y de los costos de los
diferentes planes de producción a los que puede acudir la gerencia.
Desarrollar planes de producción que, además de apoyar las decisiones relacionadas
con su distribución en el tiempo, suministran valiosa información; sobre los costos de
subcontratación, reconocimiento de horas extras, contratación y licenciamiento de
personal.
Explicar las fórmulas matemáticas utilizadas en la cuantificación de los costos de los
planes de producción: costos de producción, de mantenimiento de existencias, de
oportunidad por despachos no atendidos, etc.
Destacar la manera como el comportamiento cíclico de las ventas, de normal:
ocurrencia en muchos negocios, requiere enfoques matemáticos para analizar, de
acuerdo con los costos en que se incurrió, la conveniencia o inconveniencia financiera
de políticas sobre la estabilidad o la fluctuación de los niveles de producción, las
existencias de inventarios finales y la plantilla laboral o, mano de obra directa.
Presentar el marco conceptual y los modelos matemáticos diseñados para minimizar
los costos generados por la administración de inventarios, debido á que la periodicidad
de la producción y las pautas trazadas sobre existencias de seguridad tienen
implicaciones de tipo presupuesta que la gerencia no puede ignorar al planear las
compras y la producción
TRANSCRIBIR EL MARCO CONCEPTUAL.
Marco conceptual
La pregunta que se deben hacer las empresas es: ¿producir o comprar? La
investigación de mercados, que culmina en la cuantificación de las ventas que la
empresa puede alcanzar durante el periodo de planeamiento fijado por la gerencia y
que considera la percepción de las capacidades empresariales y de las manifestaciones
del entorno, proporciona la información fundamental para la formulación y ejecución
posterior de las políticas fabriles. En efecto, a partir del conocimiento de las ventas
surgen diversas decisiones que integran el plan manufacturero y convergen en el
alcance de metas, como la cobertura integral de las exigencias comerciales, el pleno y
óptimo empleo de los recursos productivos, el desarrollo de productos que
proporcionen el máximo beneficio a los consumidores, la minimización de costos y la
sincronización adecuada de los flujos de materiales. Las incidencias de las decisiones
tomadas en el campo productivo sobre los diferentes objetivos se muestran en la
figura 4.1.
Al ubicar las decisiones fabriles en el tiempo, el diseño de un sistema de producción a
largo plazo (véase la figura 4.2) abarca los siguientes frentes de acción, resultantes del
estudio de los mercados de consumos, los mercados de insumos y la ingeniería de los
proyectos de inversión:
Investigación y desarrollo de productos.
Selección y diseño de productos. La selección es crucial para concretar los insumos
que intervendrán en los procesos de transformación o ensamble y para indagar sobre
los asuntos técnicos a considerar en la fabricación.
Selección de los procesos y equipos. La selección de los procesos determina cómo
acometer el trabajo productivo, en tanto que la escogencia de los equipos define con
cuáles recursos tecnológicos se ejecutará la producción, de manera que los productos
a obtener guarden armonía con el prototipo o muestra.
Diseño de tareas. Corresponde a la organización básica del trabajo, mediante la cual se
fijan criterios sobre la intensidad del mismo, el número de operarlos y las destrezas
que deben poseer y la coordinación de actividades.
Distribución interna de instalaciones. Los equipos básicos y auxiliares, los depósitos y
los laboratorios y almacenes deben ubicarse según postulados de funcionalidad que
propicien el menor espacio recorrido, la menor manipulación de materiales y la menor
inversión posible en instalaciones.
TRANSCRIBIR LOS EQUEMAS DE LA PAGUINAS 150 , 151, 155, 157 Y 161
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TRANSCRIBIR EL CONCEPTO PLANEAMIENTO DE LA PRODUCCUION.

Planeamiento de la producción
El planeamiento de la producción comprende un conjunto de reglas básicas que
ordenan las tareas del sistema productivo. Para que estas reglas aseguren la máxima
productividad del sistema deben basarse en la información proveniente del estudio de
mercados y en las decisiones que regulan las existencias de bienes terminados. Así
mismo deben evaluarse a la luz de las restricciones de la capacidad productiva
práctica, concebida como el nivel al que la planta puede operar con la mayor eficiencia
y que puede cuantificarse así: unidades físicas de producción, horas de mano de obra
directa, valor de venta de los artículos producidos, peso total, horas-máquina o
importancia cuantitativa del insumo principal (metros, número de piezas, centímetros
cúbicos, gramos o litros utilizados).
El dilema de cómo programar la producción se centra en determinar las tasas de
producción que, además de cumplir los requerimientos del campo comercial, permita
minimizar los costos causados por la estabilización o la fluctuación de la mano de obra
y las existencias, aunque algunos expertos recomiendan que la producción no debe
someterse a cambios permanentes, dados los siguientes beneficios reportados por su
estabilidad.-
• Estabilidad del empleo. Los beneficios pueden visualizarse por medio de un mayor
sentido de pertenencia institucional, de una menor rotación del personal y de la
reducción sistemática de los gastos ocasionados por el enganche y adiestramiento de
operarios.
• Economía en las adquisiciones de insumos. Cuando se programan cantidades de
producción uniformes, se facilita el suministro de materias primas y disminuyen los
riesgos de inventarios.
• Mejor el aprovechamiento de instalaciones. Un flujo de producción constante reduce
la capacidad ociosa en temporadas de bajas ventas.
Una producción estable subsana los problemas que suscitan los despidos periódicos de
personal o la contratación del mismo, favorece la ejecución de los programas de
mantenimiento y contribuye a planear mejor los recursos materiales inmersos en el
control de la calidad.
El camino escogido para manipular variables como el ritmo de producción, los niveles
de inventarios, la plantilla laboral y la mezcla de productos factibles de fabricar o
ensamblar cuando la capacidad es limitada, da lugar a dos clases de estrategias para
definir el plan de producción. Cuando se trata de estrategias puras, el volumen de
producción se sostiene a costa de modificar una de las variables enunciadas o se
modifica sin introducir cambios en las existencias o en el número de operarios. La
estrategia pura se aplica en especial al caso de productos cuya ubicación en el
mercado está sujeta a ciclos o tendencias, y es importante para atender la demanda
mediante la reducción de existencias en épocas de altas ventas o la acumulación de las
mismas ai disminuir el consumo. En el caso de estrategias mixtas, se modifican dos o
más variables simultáneamente, como la disminución de la mano de obra y el nivel de
producción para responder al decrecimiento de la demanda. Aunque por iniciativa,
limitaciones internas o influencia del entorno económico, algunas empresas son
pasivas ante la demanda, lo usual en el ámbito comercial es que las compañías
persistan en apoderarse de porciones mayores del mercado y procuren adaptarse a
las condiciones cambiantes del medio económico.
Los principales mecanismos empleados para fomentar la demanda son la agresividad
en las prácticas comerciales, la elección de productos contracíclicos y la creación de
carteras de pedidos. Con estos mecanismos, la empresa no es pasiva ante la caída de la
demanda, sino que establece procedimientos para evitar el subempleo de sus
recursos, reducir el reconocimiento de horas extras en jornadas laborales diferentes de
las consignadas en los contratos y procurar que el tamaño de la plantilla laboral no
varíe según el comportamiento de la demanda, al tiempo que prevé estrategias
comerciales que coadyuven al uso constante y regular de los medios técnicos y
humanos disponibles.
Para diferenciar las actitudes pasivas de las activas, se destaca que las empresas
situadas en el segundo grupo reaccionan ante los descensos de la demanda acudiendo
a estrategias que van desde un mayor trabajo promocional hasta las reducciones de
los precios. Igualmente, y como la demanda de la gama de productos está ligada a las
temporadas, un camino para estabilizar la producción consiste en fabricar artículos
durante el tiempo en que su demanda decrece. Además, con la creación de cartera de
pedidos.se busca convencer al cliente para que acepte la entrega de productos con
anterioridad a la fecha convenida, con el fin de mantener un ritmo regular de
producción. La persuasión también tiene la modalidad de descuentos especiales y
otros incentivos, siempre y cuando los tratos comerciales se basen en cláusulas de
penalización por entregas excesivamente tardías.
Las conductas activas o pasivas, así como las estrategias implantadas para producir con
la mayor eficiencia, deben converger a la satisfacción integral del cliente en cuanto a
cantidades, precios y fechas de entrega previstas.
La determinación del plan de producción más favorable para los intereses financieros
de la empresa se realiza después de estimar las ventas y desarrollar las etapas
siguientes: establecimiento de la política de inventarios, ajuste de la demanda a las
capacidades productivas, selección de la mezcla óptima de productos y selección del
plan.

TRANSCRIBIR EL CONCEPTO AJUSTE DE LA DEMANDA A LA CAPACIDAD PRODUCTIVA.


Ajuste de la demanda a la capacidad productiva
La estimación de la demanda potencial para el siguiente periodo de actividad mercantil
no siempre obligará a que la empresa cubra a plenitud la demanda calculada, ya que la
capacidad de producción instalada puede ser un limitante. Si las ventas estimadas en
unidades superan el volumen máximo de producción estimada para jornadas de
trabajo expresadas en días y horas, la empresa tendrá que evaluar la conveniencia
económica de equiparar la demanda y su oferta, mediante la exploración financiera de
las opciones siguientes: cubrir los faltantes mediante la subcontratación, suplir los
déficit con la adquisición de equipos o atender la producción insuficiente con el
aumento de turnos u horas extra. Para establecer si financieramente conviene o no
captar la demanda, ante el convencimiento de una producción menor, deberán
confrontarse en cada caso los siguientes resultados financieros:
Subcontratación: en este caso la empresa desempeña una función de intermediaria,
normalmente ejecutada con la adquisición de componentes del producto final, cuando
se dispone de recursos tecnológicos para elaborar tales componentes y su producción
interna es inferior a la requerida para cubrir los pronósticos de ventas por artículo. La
decisión de subcontratación se sustenta al comparar las utilidades esperadas de la
producción rallante con la diferencia entre los costos de adquisición y los costos de
producción internos. Si las utilidades son mayores que esta diferencia, la
subcontratación es procedente, y si las utilidades son inferiores, no tendría que acudir
a ella porque esto acarrearía pérdidas al comercializar la producción faltante.
Adquisición de equipos: si la brecha entre la demanda estimada y la producción no es
de carácter temporal, sería conveniente eliminarla mediante el incremento de la
capacidad instalada, en cuyo caso la evaluación financiera de esta alternativa se
centrará en medir la rentabilidad futura del proyecto de inversión complementario.
Establecimiento de turnos adicionales u horas extra: esta opción conlleva el
enfrentamiento de las utilidades previstas con la ubicación en el mercado de la
producción alcanzada en jornadas de trabajo adicionales y la remuneración extra
generada por la contratación de operarios y supervisores o por el pago de salarios por
horas extra de trabajo.
Después del análisis económico de estas alternativas, la empresa resolverá cuál
porción del mercado cubrirá con cada uno de sus productos. En teoría, con el juego de
inventarios de cada uno de los productos finales y los niveles ideales de existencias de
seguridad, pueden conciliarse con facilidad la producción y la demanda calculada para
la próxima vigencia. Sin embargo, como los márgenes de contribución difieren entre
productos y los tiempos de utilización de las máquinas de las estaciones de trabajo
varían de un producto a otro, la determinación de la mezcla óptima de productos,
como fase posterior al ajuste de la demanda, incide en la programación de la
producción.
TRANSCRIBIR EL CONCEPTO DE ESTABLECIMIENTO DE LA MEZCLA OPTIMA DE
PRODUCTOS.
Establecimiento de la mezcla óptima de productos
La técnica matemática de la programación lineal incorpora el método símplex como
herramienta que ayuda a seleccionar la mezcla óptima de productos que coadyuvará a
optimizar el uso de recursos limitados. En términos hipotéticos, la empresa debería
centrar sus esfuerzos en la producción y comercialización de los productos que
proporcionan las mayores tasas de utilidades unitarias y pensar en la venta de
productos con menores márgenes de ganancia sólo como medida financiera para
emplear al máximo la capacidad instalada. En la práctica, esta norma puede aplicarse
tácitamente, siempre que cada producto de la línea requiera las mismas capacidades
para la transformación de los insumos o el ensamble de partes. Sin embargo, la
realidad fabril indica que en la producción casi siempre la demanda de horas máquina
es diferente para cada artículo procesado o ensamblado.
Considérese, por ejemplo, la situación de una empresa que comercializa los productos
A, B y C, y cuyas contribuciones (precios - costos primos o directos) al beneficio son de
$300, $200 y $100, respectivamente. Si los tres productos requieren el mismo tiempo
de transformación en los mismos equipos, la labor productiva haría énfasis en el
producto A, plantearía la posibilidad de comercializar el B si hay sobrantes de
capacidad, y se tendría en cuenta el C si después de sumar las capacidades empleadas
al producir A y B, aún queda capacidad para explotar. De este modo, el resultado sería
la mezcla de productos que maximizarán las ganancias.
Cuando el requisito de tiempos idénticos no se cumple, el resultado de mezcla óptima
no es tan fácil de precisar. A manera de ilustración supongamos que el producto A
demanda tres veces el tiempo de máquina exigido por B. En tales circunstancias, sí se
decide no producir A en beneficio de B, entonces la no comercialización del primero
evitará la obtención de utilidades unitarias por $300, en tanto que la ubicación en el
mercado de cada unidad del segundo reportará ganancias por $600 (3 veces por $200).
Así se demuestra cómo la cantidad de capacidad requerida para lograr la producción
terminada incide en la solución de los problemas de mezcla.
Antes de explicar las técnicas utilizadas para calcular la mezcla óptima de productos, es
importante referirse al tipo de información financiera que debe contemplarse en el
análisis. Al respecto, en el momento de fijar los precios por producto, la empresa
aspira a que ellos excedan los costos directos de mano de obra y materiales, cubran los
gastos indirectos e involucren algún margen de utilidad. En cuanto a los costos, para
propósitos de planeación, los correspondientes a mano de obra y materiales por
producto son fijos independientemente del volumen de producción, por cuanto los
primeros se basan en tasas salariales acordadas con antelación en estándares sobre las
horas-operario demandadas por producto, y los segundos consultan los costos
unitarios de cada insumo y la composición de cada producto final. En consecuencia, el
costo directo unitario no se afecta por los cambios en el ritmo o los volúmenes de
producción. Como el costo directo unitario es fijo y el precio se establece según cierto
nivel de actividad productiva, el financiamiento de los gastos indirectos y la
generación de utilidad corresponderá a la diferencia entre los precios de venta y los
costos directos unitarios totales, y constituirá el valor monetario a involucrar en la
solución de los problemas relativos a la mezcla óptima de productos, ya que la
programación lineal sólo puede efectuarse cuando se cumple el requisito de utilidades
lineales. En otras palabras, según Howard Timms3
, "El desplazamiento de cualquier cantidad de un producto en el programa maestro por
una cantidad de otro producto, generará un cambio de la contribución total a los
gastos indirectos y la utilidad directamente proporcional a las contribuciones unitarias
a los gastos indirectos y utilidad de los productos en cuestión". Así, la mezcla óptima
de productos es la que genere los mayores márgenes de absorción, compuestos por
(as utilidades y los gastos indirectos de fabricación.
Además de la linealidad de las utilidades y los gastos indirectos de fabricación, corno
fruto de modificar la combinación de productos, la programación lineal puede
aplicarse si se satisface lo siguiente: establecimiento explícito de los objetivos de
"minimizar costos o maximizar la contribución o márgenes de absorción", solución del
problema con base en cursos de acción alternativos, disposición de recursos limitados
para la producción y correlación lineal de todas las variables implícitas en el problema.
Para resolver los problemas de combinación de productos, cuando éstos son asunto de
procesamiento o ensamble en varias estaciones de trabajo, la programación lineal se
fundamenta en el uso del método gráfico, cuando la empresa sólo comercializa dos
clases de productos, y del método símplex, si la labor mercantil se desarrolla con más
de dos productos
TRANSCRIBIR CON LOS CUADROS PLANEAMIENTO DE LAS VENTAS Y LA PRODUCCION.
Planeamiento de las ventas y la producción
La gerencia de Rexil, Ltda. Considera aconsejable estudiar las opciones siguientes: a)
mantener la producción y cambiar los niveles de inventario, y b) contemplar
fluctuaciones en la producción y estabilizar los inventarios. Para planificar la
producción se considera inicialmente que los ciclos de ventas no experimentarán
cambios frente a la tendencia de los últimos años reflejada en los datos siguientes:
TRANSCRIBIR EL CONCEPTO DE SELECCION DEL PLAN PRODUCTIVO OPTIMO.
Selección del plan productivo óptimo
A partir de los resultados obtenidos sobre mezcla óptima de productos y con
fundamento en las alternativas evaluadas, es importante para la empresa decidir
corno se distribuirá la producción durante el periodo de planeamiento.
Al respecto, recuérdese que con el método gráfico se resuelve el problema de cuántos
productos de la línea pueden fabricarse estudiando las limitaciones de la demanda por
producto, sus contribuciones para la cobertura de los gastos indirectos de fabricación y
las utilidades, y las capacidades productivas expresadas en horas en cada estación de
trabajo. De igual modo, con base en los pronósticos de ventas, inventarios y
producción.
Se tienen elementos de juicio para establecer de manera aproximada la periodicidad
de las ventas por artículo y para deducir, al comparar la demanda estimada con la
solución óptima de mezcla, si es económicamente favorable cubrir la totalidad de la
demanda mediante proyectos de inversión complementarios, adquiriendo
componentes faltantes o implantando jornadas de trabajo adicionales.
Del mismo modo, los inventarios de seguridad de productos terminados, a menudo
cuantificados como un porcentaje de la demanda correspondiente al periodo en que
se mantendrán las existencias de seguridad, también interceden al formular
alternativas sobre los planes de producción, teniendo en cuenta que su tamaño tiene
incidencia directa sobre los costos de mantenimiento, el capital invertido y los costos
de oportunidad por pedidos no atendidos debido al agotamiento de existencias.
El proceso lógico para seleccionar el plan productivo por bien será el que ocasione los
menores costos al considerar las variables de plantilla laboral (costos de salarios,
contratación, adiestramiento y despido), de la excesiva producción (costos de
mantenimiento de existencias y tasa de rendimiento sobre el capital invertido en
productos terminados), de la producción deficitaria (costos de utilidades no obtenidas
por la satisfacción parcial de la demanda) y de la instauración de jornadas de trabajo
adicionales para igualar las producciones requeridas y alcanzadas con un número
insuficiente de operarios (costos de sálanos a reconocer por horas extra o turnos
sumados al normal).

CUADRO
MAS
ABAJO
TRANSCRIBIR LA TABLA 4.6 DE LA PAGINAS 180 Y 181.

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