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Crisis de angustia y crisis de


pánico: es lo mismo? 
10/03/2013
 
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Sensación de ahogo, dolor abdominal, alteración del tránsito intestinal (diarrea),
mareos, pérdida de fuerza, visión borrosa y hormigueo en las extremidades son
algunos de los síntomas de la crisis de angustia, respuesta emocional y física
frente a un estímulo interno y/o externo que suele durar pocos minutos.

El doctor Alejandro Koppmann, psiquiatra de Clínica Alemana, explica que este


episodio puede afectar a cualquier persona, siempre y cuando se combinen un
estímulo poderoso o específico (amenaza para la vida, incertidumbre, sufrimiento
objetivos, entre otros) con determinadas características y predisposición
personales.

Angustia o pánico
Como, generalmente, estos cuadros tienden a confundirse, el especialista
comenta que la principal diferencia entre ellos es la frecuencia. Cuando una crisis
de angustia se repite, de manera habitual, puede derivar en una crisis de pánico.
Por eso, una buena entrevista debiera precisar de qué tipo se trata.

“En todos estos casos se debe hacer una evaluación clínica que descarte la
presencia de alguna enfermedad física capaz de manifestar síntomas similares.
Normalmente, se solicitan exámenes básicos de laboratorio, pruebas tiroideas,
electrocardiograma y electroencefalograma. Con esos resultados, es posible
comenzar con un tratamiento psiquiátrico y/o psicológico adecuado y seguro”,
explica el especialista. Agrega que “estos estudios deben repetirse periódicamente
si los síntomas persisten, a pesar de cumplir con una terapia”.

Cómo tratar estos episodios 


En el caso de la crisis de angustia, el psiquiatra explica que basta con aislar a la
persona de la fuente de conflicto y, en algunas oportunidades, usar algún
ansiolítico. Sin embargo, si el diagnóstico es crisis de pánico, el tratamiento debe
ser combinado, es decir, descartar alguna patología y luego trabajar en conjunto
con un psiquiatra y un psicólogo. “La terapia debe incluir el uso de antidepresivos
serotoninérgicos, en dosis bajas, ya que tienen un buen efecto ansiolítico. Solo si
es necesario, es posible utilizar benzodiacepinas, ya que al ser de acción muy
rápida, pueden generar dependencia”, comenta el doctor Koppmann.

De forma paralela, se indica el manejo de psicología cognitivo-conductual que


permita desarrollar estrategias para enfrentar los síntomas ansiosos que generan
temor en el paciente. Esta terapia permite disminuir, poco a poco, el uso de
fármacos y no debiera durar más de ocho o 12 meses

Cuál es la diferencia entre la ansiedad y


los ataques de pánico
 Redacción

 BBC Mundo

7 junio 2016
Pie de foto, 
Cuatro de cada 100 personas sufren ansiedad, según investigadores de la Universidad de
Cambridge.
La ansiedad es una afección más común de lo que se piensa, por lo que se le
debería prestar más atención.
Eso es lo que concluye un estudio recién publicado por la Universidad de
Cambridge,en Reino Unido.
De acuerdo a los investigadores que lo llevaron a cabo, los principales afectados
son los menores de 35 años, las mujeres y aquellos con otros problemas de salud.
Esto es, cuatro de cada 100 personas sufre de ansiedad, aseguran.
Y señalan que, pese a ello, los profesionales no le dan la prioridad que le otorgan
a otras afecciones mentales.
Final de Quizás también te interese
Una de las razones por las que no se la toma tan en serio es porque con
frecuencia se confunde con ataques de pánico.
Te explicamos cuál es la diferencia entre ambos y también qué puedes hacer
cuando empieces a sentir ansiedad.
¿Qué es la ansiedad?
El miedo y la ansiedad son parte de la vida, dice la página web MedlinePlus de la
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. 
Puedes sentirse ansioso antes de presentar una prueba o al caminar por una calle
oscura. Este tipo de ansiedad es útil ya que puede permitirle estar más alerta o ser
más cuidadoso, según señala dicha página.

A algunos la ansiedad no les deja salir de casa.


Esa sensación suele terminar poco tiempo después de salir de la situación que la
provocó. 
Pero para millones de personas la ansiedad no desaparece y empeora con el
tiempo.
Pueden sentir dolores en el pecho y tener pesadillas. Hasta pueden tener miedo
de salir de sus casas. 
"El baño es mi refugio": cómo es vivir con ansiedad social
Estas personas tienen trastornos de ansiedad.
¿Es lo mismo un ataque de pánico?
No, la ansiedad y los ataques de pánico son dos fenómenos distintos.
Aunque no siempre es fácil distinguir los síntomas de cada uno de ellos.
Los ataques de pánico ocurren cuando el sistema nervioso se siente bajo
amenaza o en peligro.

FUENTE DE LA IMAGEN, THINKSTOCK
El ataque de pánico suelen terminar una vez superada la situación que lo provocó.
Puedes llegar a sentir que estás al borde del colapso, con las palpitaciones
aceleradas y que te falta el aliento.
Y la sensación puede durar minutos, incluso horas.
Pero la ansiedad no es momentánea. Persiste.
Estas preguntas pueden ayudarte a identificarla:

 ¿Te sientes ansioso o preocupado la mayor parte del tiempo, al borde del
colapso?

 ¿Te generan ansiedad situaciones que otros sobrellevan con facilidad?

 ¿Has empezado a evitar las situaciones que te generan ansiedad?

 ¿Te sientes débil, mareado y te cuesta concentrarte constantemente?

 ¿Te irritas con facilidad?

 ¿Empiezas a tener tics, temblores y las manos no te dejan de sudar?

 ¿No puedes dejar de llorar y te inunda una sensación de desesperanza?

 ¿Está esto afectando a tu día a día?

Si las respuestas son afirmativas, lo más probable es que sufras de ansiedad.


¿Qué hacer si la sufres?
La británica Courtney Lee Deakin se dio cuenta de que cumplía con todas esas
condiciones mientras estudiaba en la universidad.
"Creo que la ansiedad siempre estuvo ahí, pero fue en el segundo año de carrera
cuando se hizo más grave", cuenta a la BBC.
"Cuando un estudiante universitario sufre ansiedad la explicación natural es que
se debe a la carga de trabajo y al estrés", dice.
Pero su ansiedad se manifestó de una forma distinta: "Empecé a sentirme
incómoda en grupo y a perder buenos amigos".
Se terminó aislando, mientras los amigos que le quedaban le insistían en que
tenía que buscar ayuda.
Hoy, recuperada, recomienda seguir estos pasos a los que se encuentren en la
misma situación que ella durante sus años de universidad:
 Respira hondo. Ser capaz de controlar tu respiración te ayudará a calmar tu
mente y tu cuerpo.

 Haz una lista de las cosas que te preocupan y escribe cómo vas a hacerles
frente.

 Cuenta a tu familia y amigos que sufres ansiedad.

 Trata de salir de la situación que te provoca incomodidad.

 Piensa de forma positiva sobre ti mismo.

 No te mortifiques por los comentarios negativos. Esto minará la confianza


en ti mismo y los ataques de ansiedad se multiplicarán.

 Duerme bien y controla el estrés.

 Escucha música alegre y elige películas que no te hagan sufrir.

 Cuenta hasta diez.

 Si todo esto no te funciona y la ansiedad de acompaña en el día a día,


consulta a tu médico.

¿Sabes la diferencia entre ansiedad, ataques de pánico y angustia? El objetivo principal de

este escrito es conseguir que las personas dejen de usar los términos de ansiedad y

angustia como sinónimos.

Por otro lado, me encantaría que entendieras que la ansiedad en un inicio no es mala ni

patológica. ¿Cómo nos explicamos que haya tantas personas que crean que la ansiedad

es algo malo? ¿Son cosas de las industrias farmacéuticas? De manera muy fácil y sencilla te

explico estos conceptos psicológicos. ¡Empezamos!

El Miedo, la sensación común de nuestras inseguridades


 El miedo es la emoción más importante que tenemos, frente a la percepción de peligro
o amenaza. Nos garantiza la supervivencia. Es la única que responde en milésimas de
segundos. Sin él no existiríamos. Tenerlo es sano; nos salva la vida.
 El problema es cómo reaccionamos frente a él.
 Es una percepción que nos activa una serie de reacciones fisiológicas como: aumento
presión arterial, ritmo cardíacos, sudoración, etc.
 Nos prepara para el ataque y la huida.
¿Qué es la ansiedad?
 El miedo activa la ansiedad que es una reacción fisiológica de nuestro organismo
que se expresa con: aceleración de la frecuencia cardiaca, dificultad en respirar,
dolores de cabeza, sudoración, etc.
 Cuando la reacción fisiológica del miedo dura más de unas milésimas de
segundos llamamos ansiedad. Es decir, cuando el conjunto de las reacciones
psicofisiológicas del miedo se mantiene por un tiempo prolongado y más de la
inmediata respuesta del estímulo es definido por ansiedad.
 No es una reacción patológica pero si supera un cierto umbral se llega al pánico, es
decir a tener un ataque de pánico.

¿Qué es un ataque de pánico?


 Cuando los síntomas fisiológicos de la ansiedad sobrepasan un umbral y la persona
siente miedo a perder el control o enloquecer o miedo a morirse en ese momento.
 Un ataque de pánico es una paradoja a nivel psicofisiológico. Como se
descontrolan las reacciones físicas del cuerpo por la percepción de peligro, el
sujeto intenta controlarlas, pero más intenta controlar los síntomas de la
ansiedad y más se descontrolan.
 Para protegerse del pánico se realizan evitaciones y peticiones de ayuda que
acaban por empeorar el problema
 Ciertas personas que han sufrido ataques de pánico si sienten un nivel de ansiedad lo
viven con temor y como el preludio de una escalada psicofisiológica que los llevará al
pánico. Otras que como tienen una percepción permanente de amenaza temen que la
sensaciones puedan explotar al pánico en cualquier momento.

Miedo y ansiedad se influencian de manera circular. La una es el efecto de la otra, pero el

efecto puede transformarse en la causa.

Si se le enseña a un sujeto a gestionar el miedo se controla también la ansiedad, mientras si

por el contrario uno solo se centra en reducir la ansiedad no se elimina el miedo. Y en

palabras de Damasio “si una persona afectada de miedo patológico se le sedan las

reacciones de ansiedad, se le bloquean las activaciones fisiológicas pero no se elimina

la percepción de miedo”. Seria como lo que sucede cuando se trata la ansiedad únicamente

con tratamiento farmacológico donde es como si enyesáramos a la persona; y encima

exponerle

a estímulos peligrosos, donde no podrá reaccionar pero sentirá el miedo. Y además, la

sedación farmacológica a través de ansiolíticos puede provocar unos meses después efectos

paradójicos, alimentando la ansiedad en vez de reducirla. Lo mismo sucede con los


tratamientos de la ansiedad basados con las relajaciones o meditaciones porque si una

persona consigue aplicarla con este problema de exceso de miedo, la relajación puede

controlar la reacción psicofisiológica pero no cambia la percepción del miedo.

¿Qué es la angustia?
 Ansiedad o estar ansioso es distinto a angustia o estar angustiado.
 Angustia: es un estado de malestar que no tiene una activación positiva como la
ansiedad que se convierte en patológica en cierto umbral. Sino que se trata de
un estado de expectativa negativa respecto a los eventos del futuro, no
solamente de un hipotético pesimismo, sino de la certeza que las cosas irán
peor sin posibilidad de hacer nada. Percepción que se debe de combatir una cosa
que no podemos o no sabemos como combatir ni ganar.
 Se siente que tiene una condena de la que no puede huir y vive en un estado de
opresión a la espera que se realice la condena.
 La sensación de impotencia convierte más trágica la expectativa del futuro y convierte
al sujeto en indefenso e impotente y propenso a sufrir cuadros depresivos.
 Los síntomas pueden ser: opresión constante, estado depresivo, efectos
psicosomáticos y alteración del sueño. Como he comentado antes se asocia más a la
depresión.

La Terapia Breve Estratégica es la mejor terapia para tratar los trastornos fóbicos y

obsesivos en la actualidad con un 96% eficacia. Gracias a su método de intervención de

“Conocer el problema a través del cambio” se puede afirmar que los tratamientos

psicológicos para la ansiedad y la angustia son totalmente distintos y así, deben de

serlo para resultar efectivos.

Crisis y trastorno de pánico ¿Cómo se


identifican y abordan?
Se estima que en Chile cerca de un 5% de la población ha sufrido de una crisis de pánico, las que suelen
aparecer inicialmente alrededor de los 20 a 30 años y con más frecuencia en mujeres.
A diferencia de otros cuadros, la crisis de pánico suele presentarse como una angustia súbita, sin ninguna
señal o aviso, lo que aumenta el temor de volver a sufrirlo.
Según explica el doctor Daniel Elgueta Muñoz, psiquiatra de Clínica Dávila, la principal característica de
este trastorno es la sensación súbita de muerte inminente.
“El paciente puede estar realizando cualquier actividad cotidiana cuando, de manera repentina, comienza a
sentir sudoración, mareo, palpitaciones, dolor en el pecho, ahogo, nausea y temblores, seguidos por un miedo
extremo a morir o perder el control”, comenta el profesional. La sensación es tan intensa que la primera
consulta se realiza muchas veces pensando que se está sufriendo un infarto cardiaco.
Si bien no son peligrosos y suelen extenderse solo por algunos segundos o minutos, pueden llegar a ser
invalidantes e implicar un deterioro en la calidad de vida de una persona, en especial ante el miedo constante
de volver a sufrirlos y evitar por ello ciertas situaciones o lugares. Además, si se vuelven recurrentes
(repetidos), se podría estar frente a un trastorno de pánico, por lo que se debería consultar a la brevedad a un
especialista.
¿Por qué se producen?
El doctor Elgueta Muñoz explica que cualquiera puede presentar una crisis de pánico. Si bien no se conoce la
causa exacta, se cree que son factores gatillantes el actual estilo de vida, sumado a factores hereditarios en
personas estresadas, con mucho trabajo. También se ha visto que es más frecuente en personas que han
sufrido situaciones traumáticas en la niñez, depresión, trastornos de ansiedad o bipolaridad, o cuando hay
abuso de alcohol o drogas.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico es realizado por el especialista tras un examen físico y una evaluación psicológica que permita
descartar otros problemas de salud que estén produciendo estos síntomas.
En general, el tratamiento contempla el uso de medicamentos, como antidepresivos, que ayudan a disminuir
los síntomas y su frecuencia, y la psicoterapia, para aprender a superar el miedo, controlar los síntomas de las
crisis y comprender por qué se producen. También se puede incluir técnicas de relajación.
¿Cómo reaccionar frente a una crisis de pánico?
Las siguientes son algunas recomendaciones para actuar frente a una crisis o cómo ayudar a alguien que la
presente:
 Si se encuentra en un lugar con mucha gente, se debe salir en busca de más aire y espacio.
 Respirar lento y profundo y esperar a que pase, no intentar reprimirlo.
 Concentrarse en el hecho de que nada malo va a pasar y no pensar en lo negativo que podría suceder.
 Una vez finalizada la crisis, retomar la actividad de manera gradual y relajada.

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