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En sus propias palabras

Reflexiones inconclusas, búsquedas y posibles


territorios

Este libro cartonero pertenece a


la biblioteca rural itinerante:
Hacer las cosas uno mismo
Hay quien ha sentido alguna vez en su vida que tiene una historia muy
importante para ser contada, pero no lo hace porque cree que no puede
narrar bien y mucho menos escribir. ¿Te ha pasado? Este libro es una
invitación a atreverse a hacerlo. ¡Todos podemos contar historias!
Aquí traemos algunas ideas para amasar la imaginación, buscar las palabras
y atrevernos a narrar. Lo importante es reconocer qué queremos contar,
organizar nuestras ideas y ponerlas por escrito. Si no podemos escribir en
este libro también es posible buscar a alguien que pase a escrito nuestras
palabras orales.
Las historias que escribamos son parte principal de la biblioteca. Y este libro
y todos los demás que encuentras en el kit son una provocación para que así
sea.
¿Qué es eso del “territorio” del que todos hablan?, ¿acaso es ese todo espacial
que suponemos ver y tocar, los árboles, los animales, la tierra, una cerca, el
límite de una jurisdicción?, ¿eso que podemos vender y comprar, arrendar y
ceder?, ¿eso donde llegamos o de donde nos sacan, a las buenas, a las malas?
Acaso, ¿eso que construimos cada día cuando nos relacionamos con nuestro
entorno? Y en todo caso, ¿qué es eso del entorno? ¿es donde nos asentamos,
vivimos, morimos? Quizá si fuera solo eso pocos hablarían de ello.

Entonces…
¿Qué es el territorio para ti?
¿Qué cosas lo componen?
¿El territorio nos determina o nosotros a él?
¿Cuál es el sentido de hablar de territorio, de protegerlo, de defenderlo?
El tejido de tejidos

¿Estarías de acuerdo si digo que el territorio


es un lugar de encuentro de múltiples universos,
de tejidos diversos que crean un tejido más grande?
Un lugar de encuentro de múltiples afectos que suscitan
vínculos de cariño irrompibles donde la palabra,
la memoria y la escritura tiene una íntima relación
de pertenencia mutua entre las comunidades y su
ambiente, donde no hablamos solo de arraigo sino
sobre todo, de la necesidad de ser con los otros,
con el otro, con nosotros?
Un tejido que es lenguaje, que es lectura y escritura,
que es lectura de la tierra,
de las formas y sonidos, de texturas y de olores,
de sabores y sinsabores,
de las huellas que esculpen el río y el bosque,
el mar y los vientos, la garra y el hombre,
que es lectura del gran libro al que llaman naturaleza,
que es lectura de uno mismo y lectura de los otros.
Pero también es escritura, un tejido toma formas
cuando se empieza a escribir, cuando se enlazan
diversas formas de entender y narrar el mundo,
cuando decimos nuestra propia historia,
cuando el recuerdo y el olvido confluyen en la memoria,
cuando el silencio y el grito se encuentran violentamente
danzando entre los hilos de la paciencia,
cuando encontramos en la mirada del otro el recuerdo de nosotros
y entendemos claramente que somos hijos de la misma huella.

¿Estarías de acuerdo si digo que eso es el territorio?

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