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I. INTRODUCCIÓN:
Todos los que estamos aquí hemos iniciado un camino de fe, por eso hemos
respondido al llamado que el Señor nos ha hecho en el día de hoy. Sin importar el
tiempo que tengamos en este caminar, a veces las fuerzas se van agotando. Como
cuando vamos en la carretera hacia un pueblo, y la gasolina del vehículo se va
acabando, y entonces toca recargar. Hoy a través de este tema, el Señor viene a
recargar nuestra fe, a darnos un nuevo ánimo, a restaurar la alegría, a darnos el
empujoncito que nos hace falta para permanecer en su caminar: hablaremos sobre la
perseverancia en la fe.
Romanos 2, 7: “Él dará vida eterna a los que perseverando en las buenas obras
buscan la gloria, el honor y la inmortalidad.
Hebreos 12, 1: “Desprendámonos de cualquier carga y del pecado que nos acorrala,
corramos con constancia la carrera que nos espera”.
En ese camino, tenemos un punto de partida y una meta. El objetivo es llegar hasta la
meta. La perseverancia nos garantiza el llegar.
V. TRES VERTIENTES:
No basta con haber aceptado al Señor y “estar” en al vida de fe: hay que
CRECER. No podemos darnos el lujo de quedarnos como enanos espirituales.
Herramientas:
- La Palabra de Dios.
- Pedir al Señor que aumente la fe.
- Ser sostenidos por la esperanza.
- Estar enraizado en la fe de la Iglesia.
1º EL DESÁNIMO
Eclesiástico 30, 21-25: “No te dejes vencer por la tristeza, ni te atormentes por tus
culpas: alegría de corazón es vida del hombre, el gozo alarga sus años; consuélate,
recobra el ánimo, aleja de ti la pena, porque a muchos ha matado la tristeza, y no se
gana nada con la pena. Celos y enojos acortan los años, las preocupaciones hacen
viejo antes de tiempo. Corazón alegre es como un gran banquete que hace provecho
al que lo come”.
De este texto se desprenden diferentes áreas que pueden verse afectadas por el
desánimo:
- 159 CIC: “Quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por
escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiando por la
mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son”.
- Hoy el Señor te dice: “¡Esfuérzate y sé valiente” (Josué 1, 9), “no sea que
después de predicar a otros, quedes descalificado” (1 Corintios 9, 27).
- Emocionalismo.
- Examinemos cómo están nuestras armas y tomemos las decisiones que hagan falta:
Oración, vida sacramental, lectura de la Palabra, enseñanza de la Iglesia, vida
comunitaria.
VIII: MI TESTIMONIO.
IX: ORACIÓN