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ESTADOS UNIDOS:

LA GRAN BONANZA DEL DECENIO 1920-1930

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Lowe, N. (1999). Guía ilustrada de la historia moderna. Fondo de Cultura Económica.

Imagen 1 Imagen 2
La mecanización del trabajo sería cuestionada por
El taylorismo aumentó los niveles de
su efecto deshumanizante. El cine se encargaría
producción considerablemente.
de ese cuestionamiento.

Tras un comienzo lento en tanto el país volvía a la normalidad después de la guerra, la


economía empezó a crecer nuevamente: la producción industrial aumentó hasta niveles
sin precedente, y lo mismo ocurrió con las ventas, utilidades y salarios. Había una gran
variedad de artículos novedosos que comprar: aparatos radiorreceptores, refrigeradoras,
lavadoras de ropa, aspiradoras, atractivas ropas modernas, motocicletas y, sobre todo,
vehículos automotrices; al finalizar la guerra había ya 7 millones de automóviles en los
Estados Unidos, pero para 1929 su número se aproximaba a 24 millones; Henry Ford
encabezaba la industria con su Modelo T. Quizás el lujo más apreciado de toda la nueva
producción eran las películas que la industria cinematográfica de Hollywood exportaba
a todas partes del mundo, realizando enormes ganancias.

a) ¿Cuál fue la causa del auge?


1. En cierto sentido éste era la culminación de la gran expansión industrial que tuvo
lugar en las postrimerías del siglo XIX, cuando los Estados Unidos alcanzaron a sus dos
rivales más importantes: la Gran Bretaña y Alemania. La guerra dio a la industria
norteamericana un impulso tremendo: países cuyas industrias y cuyas importaciones de
Europa se habían visto trastornadas, empezaron a comprar productos estadounidenses, y
continuaron haciéndolo después de terminada la guerra. Estados Unidos era, en
consecuencia, el verdadero ganador de la guerra.
2. Las políticas económicas de los gobiernos republicanos contribuyeron a la
prosperidad inmediata con su táctica de laissez-faire, pero hubo dos acciones
trascendentales: la tarifa arancelaria Fordney-McCumber (1922) elevó los derechos de
importación sobre productos extranjeros al nivel más alto hasta entonces, protegiendo
así a la industria norteamericana y alentando a los ciudadanos a comprar productos
nacionales; y una reducción general de las tasas del impuesto sobre la renta en 1926 y
1928 que dejó a la gente con más dinero para gastar en tales productos.
3. Al aumentar las utilidades aumentaron también los salarios (si bien no en la misma
escala); entre 1923 y 1929 el salario promedio para los trabajadores industriales subió
en 8 por ciento. Aunque esto no era una cantidad enorme, era suficiente para que

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algunos de ellos estuviesen en condiciones de comprar, frecuentemente a crédito, los
nuevos bienes de consumo, empujados por la amplia difusión de la publicidad y los
anuncios comerciales radiofónicos. La mecanización, especialmente la banda de
ensamble, ayudó a aumentar la productividad y satisfacer la demanda.
4. El propio vehículo automotriz estimuló la expansión en diversas industrias conexas
tales como: construcción de carreteras, llantas, baterías, petróleo para gasolina, talleres
de reparación y turismo.

b) Los problemas detrás de la prosperidad.


Los observadores perspicaces se daban cuenta de que aun cuando el auge era
impresionante, tenía al mismo tiempo algunos aspectos poco placenteros; pero en el
embriagador optimismo de los años veinte la mayoría de la gente podía darse el lujo de
cerrar los ojos a fastidiosos detalles como los siguientes:
1. Los granjeros no estaban compartiendo la prosperidad general. Les había ido bien
durante la guerra, más a partir de 1920 los precios de los productos del agro habían
decaído gradualmente; la ganancia de los granjeros disminuyó y los jornales de los
peones en el oeste medio y el sur agrícola a menudo eran menores que la mitad de los
sueldos de los obreros industriales en el noreste. La causa del problema era simple: con
sus nuevas cosechadoras mecánicas, los granjeros estaban produciendo demasiados
comestibles, más de los que el mercado nacional podía absorber; esto sucedía en un
momento en que la agricultura europea se estaba recuperando de la guerra y en que
había una intensa competencia por parte de Canadá, Rusia y Argentina en los mercados
mundiales, lo que impedía la exportación de grandes volúmenes. EI gobierno con su
postura de laissez faire no ayudaba mucho; incluso cuando el Congreso aprobó el
Proyecto de Ley McNary-Haugen, de acuerdo con el cual el gobierno habría comprado
las cosechas excedentes, Coolidge interpuso su veto dos veces (1927 y 1928),
fundándose en que los agricultores podrían sentirse inclinados a aumentar la producción
y así agravarían el problema.
2. La población negra estaba excluida del bienestar general. En el sur, donde vivían la
mayoría de los negros, los granjeros blancos solían despedir a los trabajadores de color
antes que a nadie; cerca de tres cuartos de millón de estos emigraron al norte durante el
decenio de 1920-1930 en busca de empleo en la industria, pero casi siempre tenían que
conformarse con los trabajos peor pagados, las pésimas condiciones laborales y las
miserables viviendas
arrabaleras. También debían
sufrir la persecución del Ku
Klux Klan, la célebre sociedad
racista cuyos miembros, que en
1924 sumaban alrededor de
cinco millones, se identificaban
por sus capuchas blancas. Los
asaltos, azotes y linchamientos
eran comunes, y aunque el Klan
decayó gradualmente a partir de
1925, el prejuicio y la
discriminación contra los
negros y contra otras gentes de
color y grupos minoritarios
persistieron.

Imagen 3
El Ku Klux Klan, nacido durante la guerra civil
3. Se observó un aumento en la violencia y los crímenes perpetrados por hampones, lo
que en parte se debía a la Prohibición (la proscripción de la manufactura, importación y
venta de toda bebida alcohólica, implantada en 1919). Esta era resultado de los
esfuerzos durante la Primera Guerra Mundial de un grupo activista, bien intencionado,
que creía que una patria "seca" equivaldría a una patria más eficiente y moral. Empero,
resultó imposible eliminar a los bootleggers (fabricantes y traficantes ilegales de
licores), quienes protegían sus dominios contra rivales mediante el empleo de pandillas
de gangsters que se enfrentaban a tiros. Los gangsters llegaron a ser parte del panorama
estadounidense, particularmente en Chicago, donde Al Capone hizo una fortuna, gran
parte de la cual provenía del tráfico ilegal de licores. En 1933 el gobierno admitió su
error y levanto la prohibición, con lo que el crimen disminuyó puesto que el tráfico
ilegal ya no era necesario.
4. La industria fue acaparada cada vez más por enormes monopolios o supercompañías,
tanto que para 1929, 5% de las empresas más ricas se quedaban con más del 84% de los
ingresos corporativos totales. Aunque los monopolios aumentaban la eficiencia, no hay
duda de que mantenían los sueldos más bajos y los precios más elevados de lo
necesario; asimismo, debilitaron a los sindicatos prohibiendo a los trabajadores afiliarse
a ellos. Una vez más, los Republicanos, en favor de los negocios y el laissez-faire, se
abstuvieron de limitar el crecimiento de la supercompañía ya que el sistema parecía
funcionar bien. Sin embargo, una prosperidad fincada en tales cimientos no podía durar:
"America the Golden" (La dorada Norteamérica) se hallaba en vísperas de sufrir una
crisis profunda.

Referencias de imágenes:

 Imagen 1:
Recuperado el 31 de mayo de 2021 de
http://www.claseshistoria.com/entreguerras/imagenes/%2Bfabricaford.jpg
 Imagen 2:
Recuperado el 31 de mayo de 2021 de https://www.radiosefarad.com/tiempos-modernos-de-charles-
chaplin-1936/
 Imagen 3:
Recuperado el 31 de mayo de 2021 de https://timeline.com/why-does-the-ku-klux-klan-burn-crosses-
they-got-the-idea-from-a-movie-75a70f7ab135

Complemente la información del texto observando el siguiente video: https://w


ww.youtube.com/watch?v=4AFnP_Pa0FQ

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