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Introducción

El término dorso se aplica a la parte posterior vértice del pulmón y la cúpula pleural se extien-
del tronco, e incluye piel, músculos, columna den hasta C-7. Con frecuencia, la espina de la
vertebral, médula espinal así como vasos y ner- escápula está en la misma línea de la vértebra
vios. La columna vertebral se extiende en direc- D-3, y el manubrio esterna) suele estar frente a D-3
ción caudal, de la base del cráneo al vértice del y D-4. La tráquea se divide al nivel de D-S a D-7
cóccix. Además de proteger a la médula espi- cuando el sujeto está en posición erecta. El án-
nal, la columna soporta el peso corporal y lo gulo inferior de la escápula se encuentra con
transmite a la pelvis y los miembros inferiores. frecuencia al nivel de la apófisis espinosa de
Como la mayor parte del peso está por delante D-7,
de ella, está reforzada por atrás por músculos La articulación xifosternal está aproxima-
potentes insertados en palancas resistentes damente frente a D-10. Por lo general, el plano
(apófisis espinosas y transversas). La presencia transpilórico corta a la vértebra L-1, y la médu-
de la médula espinal dentro del armazón consti- la espinal suele terminar entre L-1 y L-2. El pla-
tuido por la columna vertebral produce con fre- no supracrestilio (que pasa por los puntos más
cuencia manifestaciones neurológicas y esquelé- altos de las crestas iliacas) está al nivel de LAy
ticas combinadas en estados anormales como la se emplea como punto de referencia para prac-
espina bifída. ticar una punción lumbar; también a este nivel
Los niveles vertebrales que se resumen a con- se divide la aorta. Las espinas illacas anterosu-
tinuación son de gran utilidad. En el individuo perior y posterosuperior (esta última señalada
vivo, las apófisis espinosas de las vértebras C-6, con frecuencia por una pequeña depresión) es-
C-7 y D-1 suelen verse al flexionar el cuello. El tán al nivel de S-2.

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48
Columna vertebral

Las 24 vértebras presacras móviles se agru- turas dorsa] y sacra se llaman primarias por se-
pan en 7 cervicales, 12 dorsales o torácicas y 5 guir la misma dirección que la curvatura princi-
lumbares. Las cinco vértebras situadas inme- pal de la columna vertebral del embrión. Las
diatamente por debajo de las lumbares, fusio- curvaturas primarias se deben a diferencias de
nadas en el adulto, forman el sacro. Las cuatro altura entre las caras anteriores y las posteriores
más inferiores, que se fusionan más tarde, for- de los cuerpos vertebrales. Las secundarias, cer-
man el cóccix. Por lo general se puede identifi- vical y lumbar, se inician antes del nacimiento y
car a las vértebras de cada grupo por presentar se deben principalmente a diferencias de grosor
características especiales, e incluso hay vér- entre las partes anteriores y posteriores de los
tebras individuales que presentan caracteristi- discos intervertebrales. Las curvaturas secunda-
cas distintivas. rias son cóncavas hacia atrás y con ello com-
La columna vertebral es flexible por estar pensan y contrarrestan a las primarias, que per-
formada por muchos componentes ligeramente sisten en las regiones dorsal y sacra. La curvatura
móviles, las vértebras. Su estabilidad depende cervical se hace notable cuando el lactante em-
de sus ligamentos y músculos, así como de su pieza a sostener y a girar la cabeza, y luego se
forma y la de sus componentes. De la cabeza a acentúa junto con la lumbar al adoptar la pos-
la pelvis, la columna soporta cada vez más peso. tura erecta.
Las vértebras se agrandan progresivamente has- El ángulo lumbosacro, que no es una de las
ta llegar al sacro, y luego se van haciendo cada curvaturas, es el que se forma entre el eje longi-
vez menores. Cada vértebra de las situadas por tudinal de la porción lumbar de la columna ver-
encima de la última lumbar es más alta que la tebral y el del sacro, y varia de 130% a 160%.!
que se encuentra inmediatamente por encima de La acentuación patológica de una curvatura
ella. La longitud de la columna vertebral repre- de la columna vertebral cóncava hacia adelante
senta alrededor de las dos quintas partes de la (curvatura primaria) se llama gifosis (joroba),
altura total del cuerpo. en tanto que la de una curvatura cóncava hacia
atrás (secundaria) se llama /ordosis,
Una curvatura lateral de la columna (a la de-
CURVATURAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL recha o a la izquierda) se denomina escoliosis, y
puede ser funcional o estructural. La funcional
La columna vertebral del adulto presenta cua- o fisiológica se encuentra en la región dorsal o
tro curvaturas anteroposteriores: dorsal o torá- torácica, pero sólo aparece hasta la mitad o el
cica y sacra, cóncavas hacia adelante, y cervical final de la infancia. Generalmente es cóncava a
y lumbar, cóncavas hacia atrás (fig. 48-1), evi- la izquierda, con curvaturas compensadoras por
dentes en las radiografías laterales. Las curva- arriba y por abajo. Sin embargo, estas curvatu-

593
594 DORSO

ras aparecen a menudo invertidas en los zurdos


y en los casos de inversión visceral.? Se ha atri-
buido esto a desigualdad de las acciones muscu-
lares durante la marcha, pero también puede
deberse a diferencias de peso entre las dos mita-
des del cuerpo. También en la región lumbar
suele encontrarse cierto grado de incurvación y
torsión laterales.
La escoliosis estructural es anormal. Aparece
durante la infancia y se acentúa progresjvamen-
te, al parecer por crecimiento desigual de algu-
nas vértebras. La deformidad puede ser muy
pronunciada, y en la mayor parte de los casos se
desconoce su causa.

COMPONENTES DE LA COLUMNA VERTEBRAL

Partes de una vértebra típlea

Una vértebra típica se compone de cuerpo,


arco vertebral y siete apófisis para inserciones
de músculos y de elementos articulares (figs. 48-2
y 48-3).
Cada vértebra tiene tres palancas o apófisis
relativamente cortas (dos apófisis transversas y
una apófisis espinosa), y 12 de las vértebras es-
tán articuladas cada una con dos palancas lar-
gas (costillas). Como sobre cada palanca actúan
varios músculos o fascículos musculares, resul:
ta que sobre la columna vertebraj en conjunto
actían varios centenares de ellos.
1. El cuerpo de la vértebra es la parte que le
Fig. 48-1. Curvaturas primarias y secundarias de la co-
confiere resistencia y soporta el peso. En su ma-
lumna vertebral. Las curvaturas primarias son dorsal (1) y yor parte está formado de hueso esponjoso que
sacra (2). Las secundarias son cervical (3) y lumbar (4). contiene médula roja. El hueso compacto de los

Arco Cuerpo
Apólisis: . ——————_—_ ———=
0 Articular Pediculo
Lamina
> Espinosa o

Árco Transversal —--


— Artiecular O 28)

Agujero OPT
vertebral A
Cuerpo
Espinosa

Nervko raquídeo
Escotadura
Imervertebral

Fig. 48-2. Partes de una vértebra (D-6) vistas desde arriba y desde la derecha. Las escotaduras intervertebrales adyacentes for-
man los agujeros de conjunción para el paso de los nervios.
Cap. 48. COLUMNA VERTEBRAL 595

Apótisis
Y. 0-5 y carílla Apófisis articular Y. L-3
articulares v. D-6 superior
superloras Semicarlila para la
*, tabeza de la costilla

Apófisis ..... >


lransversa
Carllla para 3%
el tubérculo”
costal q
Apállsis -¿ Escotadura * Porción
espinosas (4 vertobral 5 interarticular
inferior Apáfisis
articular
Inferiar

Agujero
ansvorso Vubércuio
3 amtenor Bara
z / CUStOTINSVENS3 v. D5

+ Tubérculo
posterior /
) Caria ==-Pedículo
articular Apáñisis
. superlor A IANSVerSa
"-. Agujero
SH
vertebral Tubérculo. 3
, 5 v.C-5 coria sora accesorio
pófisis
'Tubérculo”
lespinosa
p bífida sl tubérculo
costal mamilar

Tubércula Carilla ariicular superior


mamilar :
Carilla ;
arca ÓN,
===3»-"""" suparlor

Tubérculo.-5
accesarlo -
Porclón -”
Interarticular ,
Apófisis 3D
articular”
Interior
Flg. 48-3. Vértebras C-5, D-6 y L-3 vistas por sus caras lateral, superior y posterior.

bordes de las caras superior e inferior es más vertebrales. Algunas de estas venas son tan grue-
grueso que el del resto del cuerpo y forma un sas que forman escotaduras en las partes ante-
anillo. El cuerpo está separado de los de las vér- rior y posterior del cuerpo, como se observa en
tebras suprayacentes e infrayacentes por los dis- radiografías laterales, especialmente de niños.*
cos intervertebrales. Dentro del anillo formado 2. Por atrás del cuerpo está el arco vertebral
por la elevación del borde, el hueso está perfo- que, junto con la cara posterior del cuerpo, forma
rado por agujeros vasculares de calibre varia- las paredes del agujero vertebral, que encierra y
ble, También hay orificios en el resto del cuer- protege a la médula espinal. El arco vertebral
po, sobre todo en su cara posterior, donde los está formado por los pedículos y las láminas de-
mayores sirven para la salida de las venas basi- rechos e izquierdos. La parte inferior de la cara
596

serva una escotadura vertebral profunda, y en


el borde superior del mismo, otra menos marcada.
SIA
Dos escotaduras adyacentes, junto con el cuer-
Apólisis ---"gÉ Apófisis == po y el disco intervertebrai correspondientes,
espinosa transversa forman un agujero de conjunción O agujero in-
tervertebral, que da paso a un nervio raquídeo y
los vasos que le acompañan.
Las radiografías para observar las vértebras
suelen tomarse en proyecciones posterior y late-
rales. En las posteriores se observan las apófisis
espinosas como sombras elipsoidales algo alar-
gadas, y los pedículos como sombras elisoidales
(fig. 48-5). Se puede medir la distancia entre los
pedículos, y con ello se obtiene la anchura del
conducto raquídeo. En las proyecciones laterales
son claramente visibles los cuerpos vertebrales y
su estructura esponjosa, así como las zonas ra-
diolúcidas ocupadas por los discos interverte-
brales. Pueden necesitarse proyecciones obli-
cuas para observar los agujeros de conjunción,
las articulaciones entre las carillas articulares
y la porción interarticular (fig. 48-6). En las
proyecciones posteriores, las vértebras cervica-
les superiores quedan ocultas por la sombra del
maxilar inferior cuando la boca está cerrada. El
atlas y el axis, y en especial la apófisis odontoides
y las articulaciones occipitoatloideas pueden
observarse con más claridad en una radiografía
tomada con la boca abierta (fig. 60-9). En la ac-
tualidad se emplea cada vez más la tomografía
axil computadorizada.
A B
Fig. 48-4, Posiciones, longitudes y direcciones de las Vértebras cervicalesio
apófisis espinosas (A) y las apófisis lransversas (B). Las vér-
tebras cn negro señalan los niveles en que tienen lugar los Son las que se encuentran entre el cráneo y el
cambios de dirección de las curvaturas.
tórax. Se caracterizan por presentar un agujero
en cada apófisis transversa. Recibe el nombre
de agujero transverso y da paso a la arteria ver-
lebral (excepto en C-7), las venas vertebrales y
interna de las láminas presenta con frecuencia un plexo simpático. La primera y segunda vér-
espiculas óseas. En columnas vertebrales intac- tebras cervicales, atlas y axis, son vértebras es-
tas, la serie de agujeros vertebrales forman en pecializadas, y la séptima es una vértebra de
conjunto el conducto vertebral o raquideo. La transición. Las vértebras C-3 a C-6 son conside-
apófisis espinosa se proyecta hacia atrás a par- radas como típicas.
vir del arco vertebral, en la unión de las dos lá- Atlas. Es la primera vértebra cervical, sobre
minas (fig. 48-4,4). Las apófisis transversas se la cual se apoya el cráneo. Recibe su nombre del
proyectan a ambos lados a partir de la unión del gigante Atlas, que según la mitología griega
pediculo con la lámina (fig. 48-4,B). A cada sostenía el universo. El atlast carece de apófisis
lado, entre las apófisis transversas, las laminas espinosa y de cuerpo (fig. 48-7). Está formado
y las apófisis espinosas, existe un canal para los por dos masas laterales unidas por un arco inte-
músculos profundos del dorso (fig. 49-9). Las rior corto y otro posterior más largo. Es la más
apóJisis articulares superior e inferior de cada ancha de las vértebras cervicales.
lado presentan las carillas articulares superior e El arco anterior, que mide más o menos la
inferior respeclivamente. mitad de la longitud del posterior; presenta un
En el borde inferior de cada pediculo se ob- tubérculo anterior por delante para la inserción
Cap. 48. COLUMNA VERTEBRAL 597

Fig. 48-5, Vértebras dorsales (también se incluyen C-7 y L-1). Obsérvense los cuerpos, los pedículos, las apófisis transver-
- sas y espinosas, y las articulaciones costotransversas, (Cortesía de V. €. Johnson, M.D., Detroit, Michigan.)

- del ligamento vertebral común anterior. Por atrás bién por el primer nervio cervical, en sv cara su-
presenta una carilla articular para la apófisis perior. El borde inferior de la membrana occipi-
odontoides del axis, El ligamento transverso del toallorwdea posterior, que pasa a manera de puen-
atlas se inserta a cada lado en un tubérculo si- te sobre el surco, puede osificarse y convertir el
ado en la unión de la cara posterior del arco surco en un orificio para el paso de la arteria y
con la correspondiente masa lateral. el nervio mencionados. Esta característica es
-Elarco posterior, que corresponde a las lámi- familiar y genética. Por atrás, el arco posterior
nas de las demas vértebras, presenta un amplio presenta un pequeño tubérculo posterior para
surco para la arteria vertebral, ocupado tam- la inserción del ligamento cervical posterior. El
Fig. 48-6. Proyección oblicua de las vértebras Idorsales. Obsérvense la articulación costotransversa (flecha superior) y la
articulación entre Jas apófisis articulares flecha inferior). (Cortesta de Claude Snead, M.D., Oak Park, [Mlínois.)
Cop. 48 COLUMNA VERTEBRAL 599

Carilla Ligamento transverso de la apófisis odontoides al borde anterior de!


articular Tubérculo anterior agujero occipital; los ligamentos occipitoodon-
superior Apótisis odontoides toides laterales (alares) lo unen a los bordes la-
Apótisis Recta anterlor menor terales. A cada lado de la apófisis odontoides,
transversa de la cabeza
fiecto lateral el cuerpo del axis presenta una carilla para la
de la cabeza correspondiente carilla inferior de la masa late-
Obllcuo ral del atlas.
menor de La cara inferior del axis se asemeja a la de
; la cabeza
una vértebra cervical típica. Presenta dos ca-
Anteria vertebral
rillas para articularse con la tercera vértebra,
orientadas hacia adelante y abajo, como las de
Rama dorsal ¿2 Recto posterior menor las vértebras cervicales inferiores.
(nervio de la cabeza
suhoccipital) Tubérculo
La gruesa apófisis espinosa bífida se puede
palpar inmediatamente por abajo de la protu-
Primer nervio cervical posterior
berancia occipital externa.
Fig. 48-7, Atlas visto por arriba. En el lado derecho se Las apófisis transversas del axis son las más
ilustran los orígenes musculares y la arteria vertebral, (Ba-
pequeñas de las pertenecientes a las vértebras
sado en Frazer.)
cervicales, y cada una presenta un tubérculo en
su extremo.

agujero de conjunción para el segundo nervio


cervical está formado por una escotadura de la
cara inferior de este arco, junto con la corres- Apófisis odontoldes
pondiente del axis,
Cada masa fateral presenta una carilla articu-
lar superior alargada para el correspondiente cón-
dilo del occipital, y otra inferior circular para
Surco para el ligamento
articularse con el axis. Las carillas superiores,
transvarso Carilla para
que facilitan los movimientos de balanceo de la el atlas
cabeza en las articulaciones occipitoatloideas,
suelen presentar un estrechamiento en su parte Cuerpo
media. Apófisis
Las apófisis transversas, que se relacionan espinoss
con las venas yugulares internas y los nervios Apátisis
espinales o accesorios, son largas, y sus extre- transversa
Apólisis y carilla
mos se corresponden con los tubérculos poste- articulares inferiores
riores de las apófisis transversas de las vértebras
cervicales típicas. El vértice de cada una se LATERAL
puede palpar a través de la piel por presión pro-
funda en el punto medio de la distancia entre el Apófisis odomtoidas
vértice de la apófisis mastoides y el ángulo del
maxilar inferior (inmediatamente por debajo
del pabellón auricular).
Axis. Es la segunda vértebra cervical, y recibe
su nombre por constituir un eje alrededor del Agujero
cual gira el atlas, y con él la cabeza. El axis, o transverso
epistrófeo, se caracteriza por presentar la apófi-
sis odontoides, que se proyecta hacia arriba a
partir del cuerpo. Esta apófisis parece ocupar el
lugar del cuerpo del atlas, se articula por delan-
te con el arco anterior del mismo, y por detrás
suele estar separada del ligamento transverso
del allas por una bolsa serosa. El ligamento oc- POSTEROSUPERIOR
ciptoodontoldeo medio (apical) une el vértice
500 DORSO

Tercera a sexta vértebras cervicales. Cada termina en un tubérculo que da inserción al li-
una de ellas presenta un cuerpo ancho y pequeño gamento cervical posterior, Se le conoce como
y un gran agujero vertebral triangular (fig. 48- vértebra prominente por su misma apófisis es-
3). Las apófisis espinosas son cortas (fig. 48-4), pinosa. Por lo general son visibles tres apófisis
y sus extremos bifidos suelen ser palpables. En espinosas en el ser humano vivo (C-6, C-7 y D-1),
la unión de los pediculos y las láminas, cada en especial si el cuello está flexionado.!%
vértebra presenta pilares formados por las apó- La apófisis transversa es grande, la apófisis
fisis articulares superiores e inferiores. Estas costal pequeña, el tubérculo anterior con fre-
apófisis presentan carillas articulares, orienta- cuencia no existe y el agujero transverso es pe-
das en posición más bien horizontal que verti- queño y a veces falta. Cuando existe da paso a
cal. Las superiores miran hacia arriba y atrás, y venas pequeñas, a veces a una vena vertebral
las inferiores hacia abajo y adelante. accesoria, y en raras ocasiones a la arteria ver-
Cada apófisis transversa está perforada por tebral. La apófisis costal se puede desarrollar
un agujero transverso y termina hacia afuera en por separado y formar una costilla cervical.
dos tubérculos, anterior y posterior, unidos
entre sí por un puente óseo que presenta un surco, Vértebras dorsales o torácicas
la laminilla intertubercular. El tubérculo ante-
rior de la sexta vértebra cervical es grande y se Las vértebras dorsales (figs. 48-5 y 48-6) se
llama tubérculo carotídeo porque la arteria ca- articulan con las costillas y generalmente son
rótida primitiva se puede comprimir contra él. 12. De la segunda a la octava tienen característi-
La mayor parte de lo que se describe en una cas semejantes y se les puede considerar como
apófisis transversa, incluso los tubérculos y la típicas. La primera, y de la novena a la duodéci-
laminilla intertubercular, corresponde a una cos- ma, presentan características especiales que las
tilla.? En la cara superior de las laminillas inter- distinguen de las vértebras típicas.
tuberculares se observan surcos para las ramas Primera vértebra dorsal. Se asemeja a una
anteriores de los nervios raquideos. vértebra cervical. El borde superior de su cuer-
La inclinación de los surcos para los nervios po está elevado por atrás y a los lados forma el
está en relación con la dirección de las ramas límite anteñor del agujero de conjunción para
anteriores de éstos. Los surcos de la tercera y la el octavo nervio cervical.
cuarta vértebras se inclinan más hacia adelante, La cabeza de la primera costilla se articula
y los de la quinta y la sexta lo hacen hacia aba- con una carilla articular superior, completa y
30.2 Cada una de las laminillas intertuberculares circular, próxima al borde superior. La cabeza
de las últimas cinco vértebras cervicales presen- de la segunda costilla se articula con la pequeña
tan con frecuencia un tubérculo escalénico medio carilla inferior del borde inferior, y con la supe-
para la inserción de una porción del músculo es- rior de la segunda vértebra dorsal.
caleno medio.? La apófisis espinosa, que es algo más horl-
Los bordes superiores de los cuerpos apare- zontal que las de las vértebras dorsales tipicas,
cen elevados por atrás, y en especial a los lados, puede ser más prominente que la de C-7.
y deprimidos por delante. A los bordes elevados Segunda a octava vértebras dorsales. Son las
se les llama a veces apófisis semilunares o unci- vértebras dorsales típicas (fig. 48-3). El contor-
formes. no del cuerpo es reniforme y el del agujero ver-
El primer nervio cervical emerge entre el crá- tebral es circular. Con frecuencia se observa
neo y el atlas, y cada nervio cervical, excepto el una impresión de la aorta en la parte lateral de
octavo, abandona el conducto raquídeo por arri- los cuerpos de D-5 a D-7 o D-8,
ba de la vértebra que le corresponde en número. En los bordes superior e inferior de la unión
El octavo emerge por encima de la primera vér- del cuerpo con el arco se localizan las carillas
tebra dorsal. Los restantes nervios raquídeos lo costales superior e inferior de forma sernilunar.
hacen por debajo de las vértebras correspondien- La superior, más grande, junto con el disco in-
tes numéricamente, La rama anterior de cada ner- tervertebral situado por arriba de ella y la ca-
vio cervical pasa por atrás del agujero transverso rilla costal inferior de la vértebra suprayacente,
(y por tanto atrás de la arteria vertebral) en las forman una cavidad para la cabeza de la costilla
vértebras cervicales típicas. La rama posterior correspondiente.
rodea la cara anterior de la apófisis articular. Los pedículos son cortos y aplanados en sen-
Séptima vértebra cervical, Se caracteriza por tido lateral. Las laminas se inclinan hacia abajo
su apófisis espinosa larga que no se bifurca, pero y atrás. Cada una se superpone a la lámina de la
Cop. 48. COLUMNA VERTEBRAL

Fig. 48-9, Vértebras lumbares y pelvis femeninas,


Fig. 48-10. Proyección oblicua de las vértebras lumbares. Obsérvense la 12a. costilla muy corta, las articulaciones enire
las apófisis articulares de las vértebras lumbares (la flecha señala la que hay entre L-l y L-2), y el sacro. En esta proyección
se forma la silueta de un perrito por la apófisis transversa (hocico, superpuesto al cuerpo vertebral), la apófisis articular su-
pertor (oreja) y la apófisis articular inferior (pata delantera). El cuello del perro corresponde a la importante porción inter-
articular, cuyas lesiones pueden producir espondilolistesis.
Cop. 48. COLUMNA VERTEBRAL 603

vértebra subyacente. La apófisis espinosa, larga articulares inferiores se asemejan a las de las
y delgada, se inclina hacia abajo y atrás y se su- vértebras lumbares. La apófisis espinosa es cor-
perpone a la de la vértebra situada por abajo (fig. ta y horizontal. En lugar de la apófisis transver-
48-4). Termina en un tubérculo pequeño, fácil- sa se encuentran tres apófisis o tubérculos: 1) el
mente palpable, que se localiza más o menos al tubérculo mamilar por arriba, 2) el tubérculo
nivel del disco situado por debajo de la vértebra accesorio por abajo, y 3) la apófisis costal en el
subyacente. Las apófisis transversas, que se ex- pedículo.'? Los tres corresponden a los que exis-
tienden hacía afuera, atrás y arriba, son largas, en en las vértebras Ilnmbares.
redondeadas y resistentes. La carilla costal si- A causa de.su posición transicional, la vérte-
tuada en la cara anterior del extremo volumino- bra D-12, y a veces también la D-11, presentan
350 de cada una se articula con el tubérculo de la características de vértebras dorsales y lumbares
costilla. a la vez, El tubérculo mamilar de D-12 es mayor
Las carillas de las apófisis articulares se si- y está en un plano diferente del de L-1, y se pro-
túan principalmente en un plano frontal; las su- yecta dorsalmente por detrás de la apófisis arti-
periores se encuentran más adelante que las in- cular superior.!* Al igual que los demás cuerpos
feriores. mamilares, sirve para inserciones musculares. Las
Novena vértebra dorsal. Posee una sola ca- carillas articulares de D-11 y D-12 son asimétri-
rilla costal a cada lado del cuerpo. Cada una de cas. Por lo general, la derecha es plana, en tan-
estas carillas se articula con la mitad inferior to que la izquierda es cóncava y se asemeja a las
de la cabeza de la novena costilla. En ocasiones de las vértebras lumbares.!* Una de las carillas
se encuentra una pequeña carilla inferior semi- cóncavas suele tener una forma tal que, al arti-
lunar. cularse con la de la vértebra subyacente forma
Décima vértebra dorsal. Presenta una gran una articulación que se dispone de manera se-
carilla costal semicircular para la décima cos- mejante a un ensamblaje por espiga en carpin-
tilla, pero ninguna para la undécima. La canilla tería.'6
costal de la apófisis transversa mira hacia arrl- Con frecuencia se observan espiculas óseas
ba. A veces, su apófisis espinosa (o la de D-11 o en los ligamentos amarillos que unen las vérte-
D-)2**) es corta, por lo que se observa una lige- bras dorsales. Estas espículas, que se proyectan
ra depresión por detrás de ella.!? hacia abajo a partir de la lámina, se encuentran
Undécima vértebra dorsal. El cuerpo de esta casi exclusivamente en las vértebras dorsales,
vértebra se asemeja al de una vértebra lumbar. sobre todo en la décima,!* *” y se les conoce como
En su parte superior se observan carillas costa- apófisis paraarticulares.
les completas y circulares que incluso invaden el
pedículo. No presenta carillas costales en las Vértebras lumbares
apófisis transversas.
Duodécima vértebra dorsal. Presenta carillas Estas vértebras (figs. 48-9 y 48-10) son las que
costales completas y circulares que se localizan se encuentran entre el tórax y el sacro y se dís-
principalmente en los pedículos. Sus apófisis finguen por su gran tamaño, la ausencia de carillas

Fig. 48-11. A, Espondilolístesis,


esto es, deslizamiento vertebral, de
L-5 sobre el sacro. Obsérvese la frac-
tura de la porción interarticular. B,
vista oblicua para mostrar mejor la
Tractura de la porción interarticular.
La zona sombreada con líncas adop-
ta la silueta de un perrito en que el
hocico es la apófisis transversa, la
oreja es la apófisis articular supe-
rior, el cuello es la porción interarti-
cular, la pata delantera es la apófisis
articular inferior y la trasera es la
apófisis espinosa. Compárese con la
fig. 48-10. (Basado en parte en
Kobler y Zimmer.)
604 DORSO

Apólisis
Promontorio articulares
lllaco
Apófisis articular superiores Ligamento
Ligamento sacroiliacopostarlor
superior
sacrelllaco anterior
Ligamento
sacroiliaco
inieróseo
Cresta sacra
media "
. ze /Erector de
Cresta sacra ME la columna
lateral Muitifido
Porción lateral del raquis
ar Cresta sacra Agujero
Plramidal Agujero intermedia s3cro
sacro anteriar posterior
Ligamenta Línea Hato Ligamento
sacroclático menor transversal sacraciático mayor
Ásta del sacro
Isqulococcígso Glúteo mayor
Asta del cóccix
Elevador del ano Esfínter
externo
del ano

Promontario

Superlicia auricular

Tuberosidad
Astas del
cóccix

(
Fig. 48-12, Sacro y cóccix femeninos. Caras anterior o pélvica (4) y posterior (8) con sus inserciones musculares y liga-
mentosas. La porción señalada coma orígen del erector de la columna es en realidad el origen del multífido del raquís, que
está cubierto por el erector de la columna. C, Cara lateral en posición anatómica.

costales y de agujeros transversos, sus delgadas horizontalmente hacia atrás, y sus bordes infe-
apófisis transversas y sus apófisis espinosas riores se hallan más o menos al nivel de la cara
cuadriláteras (fig. 48-3). Representan gran parte inferior del cuerpo. Las carillas articulares su-
del grosor del tronco en el plano medio (de 1/3 periores son cóncavas hacia dentro, y las infe-
a 1/2 del mismo en individuos delgados). riores, convexas hacia fuera, por lo que las arti-
Las vértebras lumbares presentan las siguien- culaciones entre ellas se sitúan en un plano casi
tes características comunes. Los cuerpos tienen sagital, Los tubérculos mamilares se proyectan
forma de riñón, cuya concavidad mira hacia el hacia atrás a partir de las apófisis articulares su-
agujero vertebral triangular. Los pediculos son periores. Las apófisis Iransversas o costales,
cortos y gruesos. Las láminas también son cor- largas y delgadas, comparables a las costillas, se
tas, gruesas y relativamente desiguales, y se ex- extienden hacia afuera y algo hacia atrás (fig.
tienden por abajo del nivel de los pedículos. La 48-4). Los pequeños tubérculos accesorios se
porción de la lámina situada entre las apófisis proyectan hacia abajo a partir de la cara infe-
articulares superior e inferior se llama porción rior de las apófisis transversas en su unión con
interarticular (fig. 48-11). Las apófisis espino- los pedíiculos.
sas cuadriláteras, en forma de hacha, se extienden Es relativamente fácil distinguir las vértebras
Cop. 48. COLUMNA VERTEBRAL 605

lumbares entre si y colocarlas en el orden ade-


cuado cuando se consideran en conjunto, pero
es mucho más dificil identificar una vértebra
lumbar específica cuando está aislada de las de-
más.'$ La primera tiene los tubérculos acceso-
rios más notables, las apófisis transversas más
pequeñas y los pedículos más estrechos. La quin-
FEMENINO
ta tiene cuerpo en forma de cuña, apófisis trans-
versas gruesas y rugosas, apófisis articulares 1n- Cresta! Apófisis articular
feriores ampliamente separadas y una apófisis Conducto sacro media superior
espinosa más pequeña y redondeada. De la se-
gunda a la cuarta, los pedículos se hacen más
gruesos y los tubérculos mamilares más peque-
ños, la anchura del cuerpo aumenta y las cari-
llas articulares se hacen más variables.!” 2% La
asimetría de las carillas y los trastornos de las
articulaciones entre ellas y las otras carillas pue-
den ser causas de dolor en la región lumbar.
Promantorío
Quinta vértebra lumbar, Suele ser la mayor Parción
de las vértebras. Se distingue por sus apófisis MASCULINO lateral
transversas grandes y recias, cada una de las cua- Fig. 48-13, Sacros femenino y masculino vistos por arriba.
les se une a todo el pediculo adyacente e incluso La cara superior de la porción lateral constituye la aleta,
invade el cuerpo. El cuerpo es más grueso por
delante que por detrás, forma que se relaciona
con la prominencia del ángulo ltumbosacro. Las
apófisis articulares inferiores están muy separa- cuerpos vertebrales fusionados, es cruzada por
das uma de otra y sus carillas miran hacia ade- cuatro líneas transversales, que señalan la fu-
lante y afuera. Las articulaciones entre ellas y sión e indican la situación de los discos interver-
las carillas superiores del sacro se encuentran tebrales, cuyos vestigios suelen ser visibles en
aproximadamente en un plano frontal. Sin em- los cortes sagitales. Por delante, los cuatro pa-
bargo, estas carillas con frecuencia son asimé- res de agujeros sacros unteriores, situados en
(ricas. los extremos de las líneas, dan paso a las ramas
anteriores de los cuatro primeros nervios sacros
Sacro y los vasos que les acompañan,
2. La cara posterior, convexa y rugosa, mira
El sacro (figs. 48-12 y 48-13) está formado hacia atrás y arriba. Las apófisis espinosas de
por cinco vértebras (a veces seis?!) que se fu- las tres o cuatro vértebras sacras superiores se
sionan en el adulto para formar un hueso en modifican para formar la cresta sacra media, de
forma de coña que es palpable por debajo de la prominencia variable. La apófisis espinosa más
parte inferior de dorso. La fusión es tal que los superior es por lo general la mayor, la segunda
elementos transversos y costales de cada vér- se fusiona a menudo con la tercera y la cuarta es
tebra se unen con las correspondientes partes de rudimentaria. El surco del sacro situado a cada
las vértebras adyacentes por fuera de los agujeros lado de la cresta representa a las láminas fu-
de conjunción y forman los agujeros sacros, ro- sionadas. Las apófisis articulares fusionadas
deados por completo de hueso o cartilago. El sa- forman, por fuera del surco, la cresta 3acra in-
cro se articula hacia arriba con la quinta vérte- termediía, por fuera de la cual se encuentran los
bra lumbar y a los lados con los huesos iliacos. cuatro pares de agujeros Sacros posteriores que
Presenta caras anterior o pélvica y posterior, dan paso a las ramas posteriores de los nervios
dos bordes laterales, base y vértice. El centro de sacros y los vasos que les acompañan. Las cres-
gravedad del cuerpo está aproximadamente a 1 cm tas sacras intermedias se proyectan hacia abajo
por detrás del promontorio del sacro, variando para formar las astas o cuernos del sacro (apó-
de 0.5 em por delante a 4cm por detrás.2 fisis articulares de la quinta vértebra sacra), que
l. La cara anterior o pélvica, cóncava y lisa, limitan el Arato sacro. Este, situado inmediata-
|
mira hacia abajo y adelante. Su porción media, mente por abajo de la cresta sacra media, es un
que representa las caras anteriores de los cinco espacio en forma de Y invertida donde no se
606 DORSO

forman las láminas ni la apófisis espinosa de la cix por un disco intervertebral, aunque ambos
vértebra S-5 y sólo se encuentra una membrana, pueden fusionarse.
Las astas se articulan con las del cóccix. El hia- Es rara la ausencia congénita (agenesia) del
to sacro varia considerablemente en profundi- sacro, y por lo general se relaciona con otras
dad, en parte porque las láminas y la apófisis anormalidades esqueléticas.? Los grados me-
espinosa de S-4 pueden ser incompletas o no nores de falta de desarrollo son más frecuentes y
existir. pueden relacionarse con defectos neurológicos.
Se pueden inyectar anestésicos a través del Diferencias sexuales (fig, 48-13). La curvatu-
hiato sacro, procedimiento que se conoce como ra sagital del sacro masculino es muy uniforme,
anestesia caudal (fig. 50-5).22 Al difundirse ha- mientras que la del femenino es más pronun-
cia arriba en el espacio extradural, el anestésico ciada hacia abajo. El sacro femenino es más
actúa directamente sobre los nervios raquideos. ancho y corto y su cara anterior mira más hacia
La altura a la que asciende se puede controlar abajo. La superficie auricular del sacro mascu-
por la cantidad inyectada y la posición del pa- lino incluye las vértebras S-1 a S-3, mientras
ciente. También se pueden inyectar anestésicos que la del femenino puede estar limitada a las
por los agujeros sacros posteriores. vértebras S-1 y S-2, Sin embargo, no se puede
3. La porción o masa lateral del sacro es la confiar por completo en las diferencias mencio-
que se encuentra por fuera de los agujeros sa- nadas para la identificación positiva del sexo
cros. Se forma por la fusión de las apófisis del sujeto.
transversas y sus elementos costales. Las apófi-
sis transversas están indicadas por una serie de Cóccix
elevaciones que forman la cresta sacra lateral,
inmediatamente por fuera de los agujeros sa- El cóccix? se encuentra ligeramente por arri-
cros posteriores. La porción superior de la masa ba del ano. Al igual que el sacro, es cuneiforme
lateral presenta una superficie irregular, a veces y presenta caras anterior o pélvica y posterior,
plana y a menudo en forma de oreja, llamada dos bordes laterales, base y vértice. Por lo gene-
superficie auricular que se articula con el lion. ral consta de cuatro segmentos (vértebras), a
Lá tuberosidad sacra, en la que se insertan los veces cinco en ocasiones tres. El primero tiene
ligamentos sacroiliacos interóseos, limita por apófisis transversas cortas que se unen con el
atrás a la superficie auricular. Con mucha fre- sacro, y dos astas o cuernos del cóccix que se ar-
cuencia existen carillas accesorias por arriba y ticulan con las del sacro. La fusión del primer
atrás de la superficie auricular,?* que forman segmento con el sacro es con frecuencia parcial
articulaciones sinoviales con carillas similares y a veces total. El segundo segmento, que tiene
del jlion. astas rudimentarias, sé puede desplazar sobre el
4. La base o cara superior presenta el pro- primero, y este movimiento se conserva aunque
montorio (borde anterior de la cara superior del el primero esté fusionado con el sacro, lo que
cuerpo de S-1), el conducto sacro. Las aletas constituye una caracteristica importante para el
derecha e izquierda (caras superiores de las por- parte.
ciones laterales) y dos apófisis articulares supe- El tercero y el cuarto segmentos son rudj-
riores con tubérculos mamilares. El promontorio mentarios. La articulación entre el segundo y el
es la porción sacra de las lineas terminales (fig. tercero a veces es móvil; la del tercero y el cuarto
40-1). Las apófisis articulares y sus carillas va- lo es sólo ocasionalmente.
rían como las de la vértebra L-5. El conducto
sacro, que empieza en la base y termina en el
hiato, está limitado por los cuerpos y los arcos DESARAOLLO” Y OSIFICACION* DE LA
modificados. En los cortes transversales, este COLUMNA VERTEBAAL
conducto presenta contorno triangular por arri-
ba, pero es aplanado de adelante hacia atrás Las vértebras empiezan a desarrollarse du-
por abajo. Cuatro grandes orificios a cada lado rante el periodo embrionario como condensa-
se bifurcan y terminan como agujeros sacros ciones del mesénquima alrededor de la notocor-
anteriores y posteriores, da (fig. 48-14). Más tarde, las condensaciones
El conducto sacro contiene el conducto dural, del mesénquima se condrifican, y el cartílago
la porción inferior de la cauda equina y el filum asi formado es a su vez sustituido por hueso. El
terminale. modelo de osificación está sujeto a grandes va-
5. El vértice del sacro está separado del cóc- riaciones, tanto entre cada individuo como en-
Cop. 48. COLUMNA VERTEBRAL 607

Arco
caciones se considera la presencia de dos cen-
vertebral tros en cada mitad de) arco neural, ha quedado
Arco neural
establecido que sólo hay uno.”
En el momento del nacimiento, la última vér-
tebra sacra y las coccigeas pueden seguir siendo
cartilaginosas por completo, y en este caso em-
piezan a osificarse durante la infancia.
La fusión ósea se nicia durante la primera in-
fancia y se efectúa en dos lugares: 1) en cada ar-
ticulación neurocentral, por la fusión de los
centros del arco neural y el cuerpo (centrum), y
Articulación
neurocentra!
2) en la unión de los dos centros del arco neural
por atrás, de donde se extiende la osificación
Centrum ¿ Cuergo hacia la apófisis espinosa. Los arcos neurales de
Fig. 48-14, Representación esquemática del arco neural y las vértebras sacras y el arco posterior del atlas
el centrum del cuerpo vertebral (mitad izquierda de la figu- no se fusionan con sus respectivos centros sino
ra), y del arco y el cuerpo vertebrales (mitad derecha). Los hasta el final de la infancia, y a veces lo hacen
térroigos centrum y arco neural se refieren específicamente a
las partes de una vértebra que se Osifican a partir de los cen-
de manera defectuosa. También durante la prij-
tros primarios. Los términos arco y cuerpo vertebrales son mera infancia, los elementos costales que se
descriptivos, aplicados por lo general a las vértebras adul- desarrollan de manera independiente (cervicales
tas. El cuerpo vertebral comprende el centrum y parte del y sacros) se fusionan con Jos cuerpos de sus res-
arco neural. Obsérvese que la costilla se articula con el arco
pectivas vértebras,
neural y no con el centrurn.
Más o menos en la pubertad aparece un cen-
tro secundario de osificación en el borde de cada
lámina de crecimiento (láminas de cartílago hia-
lino localizadas en las caras superior e inferior
tre las diferentes reglones de la misma colum- del cuerpo), y se llama epífisis anular. Este
na vertebral. suele unirse con el cuerpo vertebral al principio
La mayor parte de las vértebras empiezan a de la edad adulta, aunque se puede presentar un
osificarse durante el periodo fetal, cuando apa- pequeño aumento en la altura de los cuerpos ver-
recen tres O más centros primarios de osifica- tebrales entre los 20 y los 45 años. La unión da
ción en cada vértebra cartilaginosa (general- como resultado un característico borde liso y ele-
mente uno en el cuerpo y uno en cada mitad del vado que rodea los bordes de las caras superior
arco neural). A pesar de que en muchas publi- e inferior del cuerpo vertebral.

CERVICAL DORSAL LUMBAR SACRAL

CENTRUM ARCO NEURAL ELEMENTO


0 COSTAL
Fig. 48-15. Representación esquemática de cortes horizontales de las vérlebras, que muestran la posible correspondencia
de sus distintas partes, Adviértase que el elemento costal forma parte de la apófisis transversa de una vértebra cervical, la
costilla en la región dorsal y la mayor parte de la apófisis lransversa en la región lumbar y de la porción lateral del sacro, En
la vértebra cervical, el tubérculo posterior de la apófisis transversa probablemente también debería estar sombreada como
parte del elemento costal.
608 DORSO

También más o menos en la pubertad apare- Las vértebras atípicas, atlas, axis y sacro?
cen con frecuencia centros secundarios en el presentan modelos especiales de osificación. Se
cartílago del vértice de las principales apófisis, han descrito unos 56 a 58 centros primarios y
los cuales suelen unirse al principio de la edad secundarios en el sacro.
adulta, aunque sus tiempos de fusión son muy
variables, Una epífisis persistente se confunde a
veces con una fractura en las radiografías.*! HOMOLOGIAS SECUENCIALES

En una secuencia de varias series repetidas de


elementos como las vértebras, algunas homolo-
glas pueden ser obvias. Por ejemplo, las apofi-
sis espinosas son comparables. Sin embargo, es
más dificil establecer homologías entre las apó-
a a a
O O U fisis transversas. Se admite en general que du-
A Oo UU rante las primeras etapas del desarrollo se for-

Ss ca CE
-
E mmm
v. C-7AS E AS
v.¡UA67 rar
a man dos apófisis en la región de la apófisis
a a transversa. En el tórax, una de ellas (elemento
costal) se transforma en costilla, y la otra (ele
O Ú O mento transverso), en apófisis transversa. La
O [MS mayor parte de la apófisis transversa de una
Ka O O vértebra cervical corresponde a una costilía
O O al (fig. 48-15). Se cree que la “apófisis transversa”
LJ O al de una vértebra lumbar se desarrolla a partir del
UU Q OD elemento costal y por lo tanto es homóloga de
O Ol O una costilla. También se cree que los tubérculos
QQ A LJ mamilar y accesorio se desarrollan a partir del
O Ll elemento transverso. La porción lateral del sa-
e AN cro también es compuesta, y se desarrolla a par-
PA tir de los elementos costales y transversos. No
se han podido comprobar adecuadamente las
homología de las diversas porciones de las apó-
fisis transversas por medio de estudios embrio-
lógicos.

VARIACIONES” Y ANOMALIAS

Influyen en las variaciones de las vértebras,


la raza y el sexo, así como factores genéticos y
ambientales. Por ejemplo, las columnas con más
vértebras son más frecuentes en los varones, y
Fig. 48-16. Variaciones vertebrales. El esquema centra) con un número menor, en las mujeres.
representa la disposición habitual de las vértebras y de las
Muchas variaciones son congénitas, y com-
costillas la. y 12a. En el esquema de la izquierda, que mues-
tra una variación en la porción craneal, hay trece costillas, prenden, por ejemplo, variaciones en número,
Una de ellas se articula con la séptima vértebra cervical y la forma y posición (fig. 48-16). Por ejemplo, casi
12a. costilla dorsal está reducida de tamaño. La quinta vér- todas las columnas tienen 24 vértebras presa-
tebra lumbar está parcialmente incorporada al sacro; en al- cras, pero algunas tienen 23 y otras 25.35 No
gunos casos se incorpora por completo. Hay segmentación
parcial del segmento inferior del sacro, El esquema de la
obstante, en columnas con el número habitual,
derecha muestra variación en sentido caudal, La duodécima algunas tienen más de cinco vértebras lumbares
costilla dorsal es más grande y hay una costilla lumbar pe- (y una disminución compensadora en el número
queña. Las apófisis transversas de la cuarta vértebra lum- de vértebras dorsales), y otras tienen menos de
bar están aumentadas de tamaño, y las de la quinta muy
cinco vértebras lumbares (y aumento compen-
disminuidas. El primer segmento sacro está parcialmente
separado del resto del hueso 1 - veces lo está por completo. sador en el número de vértebras dorsales). Sin
El segmento superior del cóc.É se ha incorporado al sacro. embargo, el número de vértebras cervicales es
(Basado en Schinz y col.) relativamente estable, Para caracterizar una va-
Cop. 48. COLUMNA VERTEBRAL 609

riación O determinar el número total de vér- C. Whntney, Amer, ]. phwa. Anthrop , 9.451, 1926
POR. Dawn, ]) Amat, $9:370. 1955
tebras se deben considerar las regiones dorsal y FL Nathan. Anat. Rec. 133 605, 1959
lumbar en conjunto. Una radiografía que sólo E. Fawcett. J. Anat. 66.381. 1932.
J EF Braisford, Brut J Surg. 16:562, 1929 P ON, B. Odgers,
abarque la región lumbar de la columna verte-
TI Anat... 67:301. 1933
bral es inadecuada a este respecto. Y Pnuttiand D Longróseina, Chtr. Organ Mos, 23.317 1938
Algunas razas presentan una variación mucho C. E. Badglev, $ Bone Je Surg 233481 1941.
O 5 Hewnsand] E kernch, Amer. ] phv< Anthrop 367
mayor en la columna vertebral y liene mayor 1947
tendencia al aumento en el número de vértebras B Akertblom. Standag and Sutme Posture, AB Nordisha
presacras.** Según informes, los africanos orien- Bokhandela. Stockholm. 1948,
23 M Trotter and GS Letterman, Sorg Gvme Obstet 78419.
tales son quienes con mayor frecuencia presen- 1941 6. 9 Letterman and M Trotrer Surg. Genec Obstet.
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