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EL RECASAMIENTO

Don Sergio Gálvez pregunta:

El recasamiento es un tema que ha traído mucha


polémica.

¿Cómo ve usted este tema del recasamiento?

Responde don Samuel Rojas:

- Bueno hermano, en estos casos siempre es mejor ir


a lo que dice el Libro. Dijo el Señor: “¿Cómo lees?”

Y también “Escrito está”. Esa es la palabra final.


Vamos abrir nuestras biblias en:

1Co 7:17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y


como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en
todas las iglesias.

Él lo repite en los versículos:

1Co 7:20 Cada uno en el estado en que fue llamado,


en él se quede.

Él lo vuelve a mencionar:

1Co 7:24 Cada uno, hermanos, en el estado en que


fue llamado, así permanezca para con Dios.

Entonces el versículo 26 al final, también lo repite:

1Co 7:26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la


necesidad que apremia; que hará bien el hombre en
quedarse como está.

1Co 7:27 ¿Estás “LIGADO” a mujer? No procures


soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte.

Esta palabra “LIGADO”, este verbo, tiene la misma


raíz gramatical del verbo que está en el versículo 15:
1Co 7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese;
pues NO ESTÁ EL HERMANO O LA HERMANA SUJETO A
SERVIDUMBRE en semejante caso, sino que a paz nos
llamó Dios.

Yo no estoy diciendo algo contrario a la Palabra, eso


es la realidad. Chequéelo con un interlineal si quiere,
o sea, estoy hablando a todos:

“¿ESTÁS LIGADO A MUJER?”

Esa ligadura es la ligadura matrimonial.

… “No procures soltarte”

Literalmente esta expresión significa:

“NO ESTÉS BUSCANDO DIVORCIO”, es decir,


“mantente casado”.

¿ESTÁS LIBRE DE MUJER?

La palabra “libre” aquí, es libre por divorcio.

Puede chequearlo. Pregunte al Dr. Robertson, al Dr.


Thayer, si quiere me pide, yo le doy varios nombres
de doctores en el griego del Nuevo Testamento. Y
puede corroborar la información.

“ESTÁS LIBRE DE MUJER”

Es “suelto” por divorcio.

“NO PROCURES CASARTE”

Versículo 28:

1Co 7:28 MAS TAMBIÉN, SI TE CASAS, NO PECAS;

Entiendo, por esta Escritura, que si una persona, sea


hombre o mujer, viene del mundo a Cristo, ha sido
salvado por el Señor, pero viene del mundo con un
matrimonio perdido, totalmente sin esperanza, es
decir, viene divorciado, en tal caso, el apóstol dice:

“ESTÁS LIBRE DE MUJER, NO PROCURES CASARTE”

“MAS TAMBIÉN, SI TE CASAS, NO PECAS”.

Ahora, sabemos que tenemos una formación católica


romana por estos lados de América.

En los países de habla inglesa, es una formación


Anglicana.

Y la “santa madre iglesia” no ha dado autoridad para


que haya divorcio sino matrimonio. El divorcio lo
conceden en algunos casos que ellos consideran y
aprueban.

Entonces tenemos allá en el trasfondo, NO CON


VISIÓN BÍBLICA, no un “ESCRITO ESTÁ” sino lo que
hemos oído de otros, pero si estudiamos la palabra
de Dios, estamos claros. Y estoy agradecido al Señor,
porque tenemos luz suficiente para enfrentar los
casos que ahora son múltiples.

Uno no puede predicar el evangelio de la gracia de


Dios y decir:

“Miren, los que están divorciados o tienen


matrimonios fracasados,

el evangelio no es para ustedes”

Uno predica el evangelio, el Señor salva las almas y


entonces se presentan estos casos, hay múltiples
casos que uno tiene que enfrentar.

Entonces, para mí es suficiente, que a la luz del


contexto, a la luz de estos versículos, creo entender,
con todo respeto a todos los que no tengan el mismo
parecer; creo entender que el evangelio llegó, Dios
los llamó con un matrimonio perdido “libre de
mujer”= divorciado.

Viene a Cristo, bueno, el consejo que él está dando a


los solteros, a los viudos, es que mejor se queden
como él está, pero sí quiere casarse, no peca, con tal
que sea en el Señor, leemos:

1Co 7:28 MAS TAMBIÉN, SI TE CASAS, NO PECAS;

Ahora, yo sé que tengo que tener cuidado en decirlo,


no porque creo que estoy interpretando mal las
Escrituras, y lo digo honestamente delante de Dios,
después de largas horas de estudio, de
consideración, de leer, releer y considerar los
argumentos de otros y después de discutirlo con
otros, he llegado a esta convicción delante de Dios,
pero uno no quiere ser causa de tropiezo o de
escándalo al pueblo del Señor.

Entonces uno aconseja a los ancianos de una


asamblea:

“Si ustedes, el cuerpo de ancianos, el presbiterio, no


está unido en una misma mente y en un mismo
parecer, no hablan lo mismo, mejor es no decidir,
mejor es seguir orando a ver si el Señor les da esa
unidad de pensamiento y de convicción en este caso”

Cada caso hay que considerarlo con sus


características. No es que vamos a adaptar la Biblia,
la Palabra de Dios, a los casos que se nos presenten.
No señor. Tenemos que informarnos bien y traer cada
caso con sus características a la luz del Libro, a ver si
Dios lo acepta o no lo acepta.

En una parte bien lejos, de aquí dónde estoy, en una


ocasión los ancianos de una asamblea, me pidieron,
que fijara posición en un caso de divorcio y nuevo
matrimonio.

En esos casos, yo no me expreso, hasta que esté bien


informado del caso en sí.

Entonces hablé con el hombre, el querido hermano, el


que era la víctima de la infidelidad sexual continuada
y obstinada de su cónyuge, su primer cónyuge.

Yo lo escuché.

Escuché también a los ancianos de la asamblea dónde


él fue salvado, donde él fue bautizado, donde él
estuvo en comunión, donde él se casó la primera vez.

Escuché el presbiterio de dos o tres más asambleas


que conocían el caso.

Escuché el parecer, la opinión de los siervos del


Señor, mis consiervos que conocían el caso
directamente.

PERO ME FALTABA ESCUCHAR A LA SEÑORA.

Y cuando los ancianos me pidieron mi parecer:

¿Qué dice usted hermano?

Yo no soy Arzobispo. Ya ellos habían tomado una


decisión en el caso, pero estaban dándose cuenta que
se habían equivocado.

Uno tiene que respetar lo que es una asamblea.

Nadie está por encima de una asamblea sino el Señor


glorificado.

La Palabra de Dios es la que manda más que una


asamblea.

Pero como ellos demandaron mi parecer, pensé:


“Bueno, ya escuché esta parte del esposo víctima, yo
necesito escuchar la otra parte”

- “Ah, pero la persona está en otro continente”

Por favor, contesté, yo quiero hablar con ella.

Me consiguieron el teléfono, estaba en Francia, y


hablé con ella, dos veces hablé con ella y ya con esa
información:

“A confesión de partes, relevo de pruebas”

Pasé el informe a los hermanos, esto y esto, lo que he


podido saber del caso, me parece entonces, a la luz
de la Palabra de Dios, esto, esto y esto.

Pasaron siete años y fue después de este tiempo que


los hermanos hicieron lo que este servidor les había
aconsejado a la luz de la Palabra, siete años antes.

Uno tiene que respetar, tiene que ser muy cuidadoso


con la Palabra del Señor, es nuestro deber decir lo
que uno encuentra en la Palabra de Dios, entonces
cada quién es responsable de hacer.

Por eso hermano, le estoy diciendo con todo respeto


y con temor y temblor:

“ESTÁS LIBRE DE MUJER, (libre por divorcio) NO


PROCURES CASARTE”

“MAS TAMBIÉN, SI TE CASAS, NO PECAS”.

Entonces don Sergio, yo aprendí distinto, desde


pequeño escuché de los mayores la tradición, lo que
ellos creían y habían aprendido de otros, pero
estudiando las Escrituras, estudiando ya el griego del
NT he llegado a algunas conclusiones personales.
Y en este capítulo siete de 1 de Corintios, a lo menos
hay tres casos de divorcio y nuevo matrimonio.

Pero en este caso es uno que viene a Cristo, Dios lo


ha llamado, con un matrimonio perdido:

“ESTÁS LIBRE DE MUJER, (libre por divorcio) NO


PROCURES CASARTE”

“MAS TAMBIÉN, SI TE CASAS, NO PECAS”.

Bueno, no sé cómo lo ve usted hermano, de todas


maneras me gustaría escucharlo.

Don Sergio Gálvez responde:

- “Estoy conforme con lo explicado”.

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