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PREGUNTAS SOBRE EL HIJO DE DIOS

“Si Jesús no podía pecar porque era Dios hecho


carne…

¿Cómo entonces pudo morir?


Porque Dios no puede pecar y mucho menos morir.”

Responde un hermano de nuestras asambleas.

Es una pregunta que está relacionada con la Obra de


la Redención.

La cual no fue algo que Dios tuvo que implementar


cuando Adán cayó en pecado y sumió a su
descendencia en la ruina total, como está escrito:

Rom_3:23 por cuanto todos pecaron, y están


destituidos de la gloria de Dios,

…sino que la Obra de la Redención, fue planeada


mucho antes de la fundación del mundo, donde el
Hijo de Dios vendría en carne, en la Persona de
Jesús, como el Cordero de Dios, leemos:

1Pe 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra


vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros
padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

1Pe 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como


de un cordero sin mancha y sin contaminación,

1Pe 1:20 ya destinado desde antes de la fundación


del mundo, pero manifestado en los postreros
tiempos por amor de vosotros,

Y la sangre fue el elemento dado por Dios para la


expiación de nuestros pecados. Leemos:
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre
está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el
altar por vuestras almas; y la misma sangre hará
expiación de la persona.

De manera que en la Obra de la Redención la


voluntad de Dios (Mt.26:39) para quitar el pecado del
mundo, fue que Dios se hiciese Hombre en la Persona
de su Hijo.

Y que este Hombre fuese el Cordero de Dios, que


menciona el apóstol Pedro.

La justificación del ser humano, delante del Trono de


Dios, ha sido lograda por medio del Sacrificio del Hijo
de Dios a favor nuestro. Leemos:

2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo


hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.

¿Quién es el que no conoció pecado? = Jesús, el Hijo


de Dios.

¿Qué significa la expresión “LO HIZO PECADO”?

Significa que todos nuestros pecados fueron puestos


sobre el Santo Cuerpo del Señor en el Altar de la
Cruz, tal como aprendemos de las siguientes
escrituras:

Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como


ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová CARGÓ EN ÉL EL PECADO DE TODOS
NOSOTROS.

Lev_16:21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la


cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él
todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus
rebeliones Y TODOS SUS PECADOS, PONIÉNDOLOS
ASÍ SOBRE LA CABEZA DEL MACHO CABRÍO, y lo
enviará al desierto por mano de un hombre destinado
para esto.

¿Sí? Pero ahí contemplamos al macho cabrío vivo,


con todas las rebeliones y pecados del pueblo de
Dios, siendo sacado vivo, fuera del campamento
hacia el desierto.

Instructiva observación.

Son dos sacrificios que muestran el doble aspecto de


la Obra de la Redención.

1. Lev 16:6 Y hará traer Aarón el becerro de la


expiación que es suyo, y hará la reconciliación
por sí y por su casa.

https://www.stempublishing.com/magazines/bt/BT
12/1878_008_Day_Atonement.html
es por la fe y esta fe  es tan sólo una verdad
secundaria, subsidiaria de otra verdad de alcance
más amplio y de una importancia más trascendental.
Leemos:

Rom_4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por


gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su
descendencia; no solamente para la que es de la ley,
sino también para la que es de la fe de Abraham, el
cual es padre de todos nosotros

La Gracia de Dios, es la base del Cristianismo, allí


donde la ley de Moisés es la base del Judaísmo

Entonces tenemos aquí dos elementos que nos


justifican, la Fe y la Gracia, pero falta un tercer
elemento y es la sangre de la Expiación, leemos:

Heb_9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con


sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace
remisión.

La sangre la ha escogido Dios, y en el contexto de la


Expiación significa la muerte de una víctima inocente
que paga en su Persona los pecados del ofrendante.

Resumiendo:

Somos «justificados por la gracia», «justificados por


la fe», «justificados por la sangre» —esto es, por la
muerte de Cristo en su aplicación a nosotros, porque
tal es el significado de la figura sacrificial de la que la
palabra «sangre» es la expresión en el Nuevo
Testamento.

De manera que estas Escrituras explican por sí


mismas:

“Si Jesús no podía pecar porque era Dios hecho


carne…

¿Cómo entonces pudo morir?


Porque Dios no puede pecar y mucho menos morir”

La gracia es el principio por el que Dios justifica al


pecador; la fe es el principio por el que se recibe el
beneficio; y la muerte de Cristo es la única base sobre
la que todo esto es posible: somos «justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús»

2Co_5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando


consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación.

La muerte de Cristo satisface plenamente las


demandas de la ley de Dios... que jamás nadie pudo
cumplir.

La Ley de Dios ha quedado magnificada por la muerte


de UNO que no dejó ni una tilde ni una jota, sin dejar
de cumplir.

"YO PAGUÉ POR ELLOS"

Todos nuestros pecados fueron puestos en el santo


cuerpo del Señor Jesucristo en su condición de
Cordero de Dios.

Isa 49:24 ¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será


rescatado el cautivo de un tirano?

Isa 49:25 Pero así dice Jehová: Ciertamente el


cautivo será rescatado del valiente, y el botín será
arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo
salvaré a tus hijos.

"TU PLEITO CON DIOS POR TUS PECADOS, YO LO


PLEITEARÉ"

Y los que estamos justificados de esta manera tan


sublime, no podemos pretender esta beneficio sobre
una base de mérito personal, guardando una ley
mosaica que ya fue satisfecha por Cristo.

Esta pretensión anula la Obra de Cristo a favor


nuestro.

Porque por medio de la obediencia a la ley nadie será


justificado, no es por obras personales, para que
nadie se gloríe, es por Cristo.

El fin de la ley es Cristo para Justicia a todo aquel que


cree.

Rom_3:31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En


ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

Si el ser humano pudiese ganar el derecho a ser


justificado por sus propios méritos, por demás murió
Cristo.
En tal caso no habría necesidad de redención.

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