Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante.
Filipenses 3:13-14 dice: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Este versículo es importantísimo para nuestra vida diaria, ya que nos enseña que en muchas ocasiones es necesario dejar lo que ya pasó, en el pasado; es pesadísimo cargar día tras día todo lo que se va acumulando de problemas, angustias, desanimo, desamor, sustos, etc. Una anciana de 87 años aún lloraba con mucha amargura al recordar como de niña su madre la golpeaba, esto era casi a diario, se lamentaba por las malas experiencias que había vivido. Es muy triste ver como se daña el alma de las personas, sus emociones quedan lastimadas y su cerebro, entendimiento y razonamiento quedan en alerta, porque creen que en cualquier momento van a ser víctimas de maltrato o problemas; esto lleva a la persona a formar en su mente patrones de pensamiento, conductas que la llevarán a pensar o actuar de una manera depresiva, obsesiva, insegura, a la defensiva, a sentir que va a fracasar en lo que emprenda, nunca llegan a ser plenamente felices y lo más triste es que por una percepción equivocada del amor de Dios, creen que Él no les ama.
El Señor Jesucristo vino a dar libertad a los cautivos.
Son muchos los que no pueden olvidar el daño que recibieron de otros; pero también hay quienes no se perdonan a sí mismos sus errores y esto es una carga mental pesadísima.
Pero no debemos confundirnos, si usted dejo abandonado un hijo(a),
familia o padres, deberá tomar su responsabilidad y ver por su bienestar; si a alguien robó o despojo de sus bienes, deberá restituirlo; pedir perdón a quien se haya ofendido siempre será necesario; así como cuando se dijo un falso testimonio de alguien, deberá buscar la manera de corregirlo. Dios tiene preparada Libertad emocional para sus hijos; Él no quiere verlo(a) atormentado(a) por pensamientos que están controlando sus emociones, pensamientos del pasado, pensamientos que vienen a su mente como dardos de fuego, culpándole o haciéndole sentir víctima; es necesario que tome la decisión de luchar por la Libertad que Nuestro Señor Jesucristo tiene para usted, esto no va a ser a través de decretos o ejercicios mentales, sino con la Preciosa Sangre del Señor Jesucristo de Nazaret.
Un himno de hace muchísimos años dice: La Sangre de Cristo tiene
poder para deshacer lo malo en mi ser, la Sangre de mi Buen Jesús, Poderosa Sangre carmesí, que derramó haya en la Cruz, suficiente ha sido para mí.
Muchísimas veces hemos cantado este himno, pero es necesario creer
que Él Señor Jesucristo con su Sangre nos SANA, RESTAURA, LIBERTA, SALVA Y LIMPIA NUESTRAS CONCIENCIAS DE TODA OBRA MUERTA, es decir, de todas aquellas cosas que están en nuestra conciencia que no van a dar vida, sino muerte, sufrimiento, quebranto, destrucción y ataduras. La Palabra de Dios es viva y eficaz; en Hebreos 9:14 dice: ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a si mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo. Es necesario Orar y Ayunar pidiendo a Dios por la Libertad de su alma, de su mente.