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Familias cambiantes:

Este tipo de familia se cambia constantemente de domicilio, esto es un


fastidio para la construcción de la personalidad de los hijos, pues no se
puede afianzar ni construir el Yo, se hace necesario por lo menos pasar 21
años en el mismo domicilio.
 
 Los hijos de este tipo de familia experimentan pérdida de sistemas de
apoyo, familiares o comunitarios, como consecuencia la familia queda
aislada, ya no hace amigos, ni vínculos.

 El niño puede presentar disfuncionalidades escolares y sociales.

 Cada cambio de domicilio, implica crisis para el niño. Como


consecuencia la personalidad del niño es inestable. El niño puede ser
reactivo o poco reactivo, agresivo, impulsivo, enojado, rebelde o apático.

LAS FAMILIAS CAMBIANTES


Algunas familias cambian de domicilio constantemente.

También el cambio puede estar referido a la composición misma de la familia, tal


es el caso del progenitor que cambia de pareja una y otra vez.

En lo referente a las variaciones de domicilio, hay pérdida de sistemas de apoyo,


tanto familiares como de la comunidad.

La familia queda aislada

Los niños han perdido su red de compañeros, deben ingresar en un contexto


escolar nuevo y pueden desarrollar disfuncionalidad.

Resulta esencial, no dar por supuesto que la crisis es una es producto de una
patología existente en la familia, pues, esta forma parte de un contexto más vasto
cuanto este último se altera también la familia manifestará distorsiones por tratarse
de un sistema abierto.
Familia reconstituida: posibles problemas y soluciones
egún los datos del INE, ya en 2011 el 7,4% de las familias eran
reconstituidas. Cada vez son más las parejas que se separan después
de años de relación y forman una nueva familia con una nueva pareja
y los hijos o hijas de sus anteriores relaciones. Este cambio puede
implicar que surjan problemas entre los miembros de la nueva familia.
Las dificultades más comunes y retos a superar van desde los
cambios en la organización y las rutinas, hasta los celos. Por eso en
este artículo de Psicología-Online queremos hablarte de los más
habituales problemas en la familia reconstituida y las soluciones
adecuadas a cada uno de ellos.
Qué es una familia reconstituida
Una familia reconstituida o familia ensamblada es aquella formada
por una pareja en la que al menos uno de los miembros aporta un
hijo o hija de una relación anterior.
Para que se de la familia reconstituida es necesario que se produzca
una ruptura de una familia anterior ya sea por la separación o por el
fallecimiento de uno de los miembros de la pareja.
En las familias reconstituidas aparecen nuevos roles como el de
madrastra, padrastro, hermanastra, hermanastro o “medio hermano/a”
(cuando la nueva pareja tiene descendencia en común).
Tipos familias reconstituidas
Existen diferentes tipos de familias reconstituidas.

 Madre o padre viudo. En este tipo de familia el padre o madre


se queda al cargo de los hijos o hijas cuando su pareja fallece e inicia
una nueva relación.
 Madre o padre separado. El padre o la madre aporta hijos o
hijas a la nueva relación después de la separación de ambos
progenitores.

 Familia compleja. Ambos miembros de la nueva pareja aportan


hijos o hijas en su nueva relación.

 Con hijos comunes. En este tipo de familia, además de aportar


hijos de anteriores relaciones, la nueva pareja tiene hijos comunes.
Sería una familia reconstituida y con nuevo hijo.
Ventajas y desventajas de la familia reconstituida
Las relaciones entre los miembros de una familia reconstituida no
suelen ser fáciles. Sin embargo tiene algunas ventajas respecto a la
familia tradicional o a la monoparental.

Ventajas

 La economía familiar suele ser mejor que si la familia es


monoparental. Aunque el padrastro o madrastra no tiene obligación
de ocuparse de los hijastros/as, el hecho de que los dos miembros de
la pareja aporten a los gastos del hogar resulta beneficioso.

 Nuevos apoyos. Si la relación entre la nueva pareja del padre o


la madre y los hijos es buena, surge complicidad entre ellos/as.

 Compañía y trabajo en equipo. Los miembros de la nueva


pareja se sienten más acompañados y disminuye la carga de la
crianza de los hijos en soledad. Ya sea consultando opiniones o
repartiendo las tareas, las tareas y responsabilidades se hacen más
llevaderas.
 Aumento de tolerancia y respeto. En general al convivir con
personas nuevas se desarrolla más tolerancia y respeto a los demás.

 Madurez. Todos lo miembros de la nueva familia desarrollan su


madurez para adaptarse a una nueva situación en la que pueden y
suelen surgir complicaciones en la convivencia, sobre todo al
comienzo.

 Desarrollo de habilidades sociales. Aquí puedes ver qué son


las habilidades sociales con ejemplos prácticos.
Pero no todo es positivo en las familias reconstituidas.

Desventajas

 Celos. La buena relación entre padrastro o madrastra e hijastro


suele provocar celos en los hijos.

 Rebeldía ante una nueva autoridad. Algunos niños y niñas no


aceptan que la nueva pareja de su progenitor les de órdenes o
decidan sobre sus vidas. Esto se suele complicar más en la
adolescencia. Aquí encontrarás las etapas de la adolescencia y sus
características.

 Vida dividida. Si los padres comparten la custodia, los hijos


viven en dos casas con todo lo que eso conlleva: dos rutinas, dos
sistemas de normas, dos celebraciones, etc. Esa situación puede
llegar a ser agotadora.

 Problemas con la expareja. No es fácil llegar a acuerdos con la


expareja sobre la educación y el cuidado de los hijos y si añadimos
hijos de la nueva pareja se vuelve más complicado por lo que puede
crear conflictos. En este artículo encontrarás más información para
gestionar la situación correctamente con las ex parejas cuando hay
hijo/as en común: Cómo manejar la relación de mi pareja con su ex.

 Adaptación. La adaptación a la nueva familia suele resultar


difícil sobre todo para los niños y niñas.

Problemas y soluciones de las familias reconstituidas


En los días que corren encontramos muchas tipologías de familias y
cada vez hay más familias reconstituidas, sobre todo por el aumento
de divorcio. El concepto no es nuevo, pero antes la más habitual era la
de madre o padre viudo y ahora es la de madre o padre divorciado. De
hecho, este tipo de familia está aumentando tanto que dentro de poco
podría ser la más habitual sobrepasando a la familia tradicional.
Pero, ¿es sencillo convivir en una familia reconstituida? Vamos a ver
los problemas que pueden surgir en estas uniones, así como las
posibles soluciones para que funcione lo mejor posible.

Rechazo de los hijos hacia la nueva pareja


Que los hijos/as rechacen a la nueva pareja de su progenitor y que no
lo acepten como miembro de la familia es uno de los problemas más
frecuentes en las familias reconstituidas.
La solución es comprender que la nueva pareja tiene un nuevo rol en
la familia reconstituida, el de madrastra o padrastro, por lo tanto, no
debe intentar sustituir al padre o la madre de los hijastros. Aquí
hablamos más sobre qué hacer cuando un hijo no acepta a la pareja
del padre o madre.

Mala relación con la expareja


Para que esto no sea un problema, es conveniente que el contacto
con la expareja se centre únicamente en las cuestiones relacionadas
con los hijos o hijas en común. Un diálogo correcto y
una comunicación asertiva contribuyen a un mejor entendimiento. Si
esto no fuera posible, el trabajo con un profesional puede ayudar a
solventar las diferencias y a tomar las mejores decisiones para los
hijos. En este artículo puedes leer más sobre cómo llevar la relación
con la ex pareja cuando hay hijos.

Nuevas normas de convivencia


En las familias complejas, en las que cada miembro de la nueva pareja
aporta hijos a la familia reconstituida, las normas de convivencia
anteriores pueden diferir y crear conflictos.
Solución: establecer un nuevo sistema que tenga en cuenta las
normas de convivencia anteriores, así como unas nuevas comunes,
puede facilitar la adaptación. Se trata de llegar a acuerdos en los que
todos cedan en algo para ajustarse a una nueva convivencia.

Cambios de domicilio
Cambio de domicilio de los hijastros al domicilio de la nueva pareja de
su progenitor. En esta situación, sobre todo si la nueva pareja aporta
sus propios hijos o hijas, los nuevos convivientes se pueden sentir
desplazados o fuera de lugar.
Solución: establecer espacios propios si fuera posible para cada uno
de los hijos. Si es necesario que compartan habitación, crear espacios
separados similares dentro de la misma habitación.

Celos entre hermanastros/as


La educación, los privilegios y la atención hacia los distintos hijos e
hijastros puede diferir. Si esto ocurre, es muy probable que aparezcan
los celos entre ellos.
Solución: en la nueva familia se debe llegar a un acuerdo en el que los
miembros disfruten de privilegios y educación similares en la
medida de lo posible. Esto no suele ser fácil de adaptar sobre todo
cuando los hijos son más mayores. Pero la atención de la pareja a
cada uno de los hijos e hijastros si debe ser pareja para que ninguno
se sienta excluido. Es bueno fomentar la realización de actividades
de ocio en familia y mejor si son actividades nuevas para todos. Así
se fortalecen los vínculos y se crean nuevos recuerdos y anécdotas
para la nueva familia.

Familias reconstituidas, una realidad cada vez más numerosa


Las familias reconstituidas ocupan un lugar cada vez más importante y numeroso en
nuestra sociedad.
Son familias donde una pareja se construye con la característica de que o bien uno,
o ambos, incorporan a su relación hijos de relaciones pasadas y relaciones de pareja
finalizadas.
En las películas o en las series suelen pintar a estas familias reconstituidas con un
carácter divertido de originalidad, respeto y hasta humor, pero siendo sinceros, las
familias reconstituidas son espacios relacionales de gran vulnerabilidad donde es
frecuente la tensión, las crisis y conflictos, y la necesidad de reajustes constantes. 
En una familia que se crea de cero las crisis son parte de su evolución, pero en las
familias reconstituidas hay infinidad de motivos para que pueda estallar un conflicto
y que no se manejen las herramientas para resolverlas adecuadamente.
Traigamos aquí algunos de los problemas más frecuentes que nos encontramos en
la consulta con las familias reconstituidas, que suelen ser dos principalmente: los
hijos y los ex.
En el apartado de hijos podemos encontrar que estos falten al respeto, se comparen
con los otros hijos, o simplemente boicotean la relación por lealtad al otro
progenitor, pensando que si se llevan bien con la pareja del padre o de la madre
están fallando o dejando de querer al otro progenitor.
La realidad es que en las familias reconstituidas las parejas deben de ser parejas y
no tratar de sustituir las figuras de los otros progenitores. No es su papel,
responsabilidad, ni carga.
Por otro lado suele ser bastante frecuente las tensiones y conflictos con las ex
parejas que parecen acabar interponiéndose y dificultando la relación de pareja
actual, por la que se quiere apostar y que tiene que mantenerse estable ante una

inmensidad de adversidades.

Retos de las familias reconstituidas


Las familias reconstituidas pueden ser más vulnerables que una familia que
comienza su trayectoria sin mochilas afectivas, pero la realidad es que cada vez hay
más familias reconstituidas y que las personas que constituyen una nueva pareja
parten de la experiencia de creación, desarrollo y ruptura de una relación afectiva
anterior, pero normalmente son ineptos en cuanto al convivir con las mochilas
afectivas del otro que siguen estando presentes. Estas relaciones construidas en el
pasado frecuentemente dificultan la relación de pareja y muchas familias
reconstituidas se acaban rompiendo, sintiendo tanto adultos como hijos un
sentimiento de fracaso y pérdida de nuevo y un profundo sufrimiento.
Por todo ello la pareja en la familia reconstituida es la parte más expuesta y frágil,  y
la que más fácilmente se puede romper, lo cual conlleva que sea necesaria la
búsqueda de ayuda profesional para fortalecerla sin tener la sensación de tener que
elegir, como muchas veces sucede, entre pareja e hijos.
Es necesario que esta ayuda no se solicite tarde, cuando la pareja ya está hecha
jirones y solo existe el conflicto permanente, desconfianza y pesadumbre.
Son los miembros de la pareja los que requieren mayor apoyo psicoterapeutico,
responsabilidad e implicación para poder fortalecer los cimientos de la familia
reconstituida y ser capaces de recolocar las situaciones problemáticas con
perspectiva, para salir adelante, no dejando que su amor sea abatido, ni
renunciando a su espacio como padres o madres.

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