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EN MÉXICO

Coordinado por
BEATRIZ ARACIL Y MÓNICA RUIZ

AmERicA sin nomBRE


Boletín de la Unidad de Investigación de la Universidad de Alicante: «Recuperaciones
del mundo p r e c o l o m b i n o y colonial en el siglo X X hispanoamericano»
Domingo Adame Hernández
Beatriz Aracil Varón
Elizabeth Araiza Hernández
lleana Azor
Blanca Cárdenas Fernández
Karina Castro Santana
Óscar Armando García Gutiérrez
Mariza Mendoza Zaragoza
Alejandro O r t i z Bullé-Goyri
Armando Partida
Octavio Rivera Krakowska
Ménica Ruiz Bañuls
AMERICA SIN NOMBRE es el Boletín de la Unidad
de Investigación de la Universidad de Alicante
«Recuperaciones del mundo precolombino y colonial
en el siglo XX hispanoamericano» (Proyectos
MCYT BFF 2002-01058, GV GRUPOS05/023 y
MEC HUM2005-04177/FILO). Este número ha
sido publicado por el programa de financiación
Boletín de la Unidad de Investigación de la
de revistas del Vicerrectorado de Investigación, Universidad de Alicante: «Recuperaciones del mundo
Desarrollo e Innovación de la UA.
precolombino y colonial en el siglo XX hispanoamericano»
Director: José Carlos Rovira N° 8, diciembre de 2006 - 8€
Subdirectora: Carmen Alcmany Bay
Secretaria: Remedios Mataix Azuar

Consejo editorial:
Beatriz Aracil Varón (UA, coordinadora)
Miguel Ángel Auladell Pérez (UA)
Eduardo Becerra Grande (Universidad Autónoma
de Madrid)
Teodosio Fernández Rodríguez (Universidad
Autónoma de Madrid)
Virginia Gil Amate (Universidad de Oviedo)
Aurelio González (El Colegio de México)
Rosa Maria Grillo (Universidad de Salerno)
Ramón Lloréns García (UA)
Francisco José López Alfonso (UV)
Sonia Mattalía (UV)
María Águeda Méndez (El Colegio de México)
Pedro Mendiola Oñate (UA)
Francisco Javier Mora Contreras (UA)
Ramiro Muñoz Haedo (UA)
Nelson Osorio Tejeda (Universidad de Santiago de
Chile)
Ángel Luis Prieto de Paula (UA)
José Rovira Collado (Universidad de Salerno)
Enrique Rubio Cremades (UA)
Francisco Tovar Blanco (Universítat de Lleida-
Estudi General)
Eva Ma Valero Juan (UA)
Abel Villaverde Pérez (I.B. Bahía Blanca de Alicante)

Colaboradores:
Claudia Comes Peña
Mónica Ruiz Bañuls
José Ramón Albarrán
David García Vergara
Francisco Molla Ruiz
Elena Pellús Pérez
Rafael Sellers Espasa
Paola Madrid Moctezuma

Foto portada:
Diablo. «Danza de las mascaritas» realizada por
indios mixtéeos en Santa Catarina Mechoacán
(Oaxaca). Autora: Darina Robles.

Este boletín está asociado a la actividad del CENTRO


DE ESTUDIOS IBEROAMERICANOS «MARIO
BENEDETTI»

ISSN: 1577-3442
Depósito Legal: MU-2335-1999

Composición e impresión:
COMPOBELL, S.L. Murcia
sumario
Beatriz Aracil
y Mónica Ruiz 3 Editorial

Beatriz Aracil Varón 5 Reflexiones para una historia de la teatralidad religiosa popular en
México

Domingo Adame 18 Teatralidad india y comunitaria en México. Un acercamiento desde la


Hernández complejidad

Elizabeth Araiza 27 La fiesta verdadera: ¿una realización feliz en el teatro? Luces y sombras
Hernández de los encuentros de teatro comunitario en México

Mónica Ruiz Bañuls 36 La devoción popular guadalupana en la teatralidad mexicana

Óscar Armando García 43 Abraham e Isaac, personajes de una Epifanía en una comunidad
Gutiérrez indígena de Yucatán

Mariza Mendoza 51 En busca de la bienaventuranza: fiesta del Niñopan, fiesta


Zaragoza representacional

Ileana Azor 58 Los carnavales en México. Teatralidades de la fiesta popular

Armando Partida 68 La teatralidad actual de la Pasión en Iztapalapa

Octavio Rivera 75 Notas sobre la fiesta y la representación teatral en la Semana Santa de


Krakowska Santa María Tonantzintla

Karina Castro Santana 86 El Juego de la Conquista de San Agustín Tlacotepec (Oaxaca. México)

Alejandro Ortiz 93 Aproximaciones a Los Tecuanes, danza-drama de origen náhuatl del


Bullé-Goyri Estado de Guerrero

Blanca Cárdenas 100 Ch'anantskua (Juego de la madurez)


Fernández
AMÉRICA SIH NOIHBR

Fiesta religiosa y teatralidad popular en México


Tradición, identidad, presencia indígena
Beatriz Aracil y Mónica R u i z

A lo largo de siglos, el teatro ha sido para el ser humano una forma privilegiada de contem-
plarse y comprenderse a sí mismo en relación con la sociedad que le rodea. En las formas tradicio-
nales de teatralidad popular pervive ese sentido profundo del teatro como expresión esencial de la
comunidad; en México, además, esas ricas y múltiples formas de teatralidad, insertas en el marco más
amplio de la fiesta (fundamentalmente de la fiesta religiosa), nos hablan sobre todo de una expresión
de identidad en el ámbito indígena.

Si el teatro propiamente mexicano nace como u n discurso sincrético, fruto del encuentro entre
la tradición del medioevo europeo y la indígena prehispánica, en la evolución de este mestizaje,
esencial para entender la identidad cultural mexicana, las comunidades indígenas han conservado,
transformándolas, manifestaciones ancestrales de teatralidad pero, sobre todo, han asumido formas
de la cultura y la religión cristianas, enriqueciéndolas con cosmogonías propias, una reinterpretación
del pasado histórico y legendario y un intento de comprensión de los nuevos contextos sociales y
políticos en los que se han visto inmersas.

A partir de un concepto amplio de «teatro» que apela, como proponen numerosos teóricos
actuales, a su propia etimología (del griego Séaxpov, de 8 e a a 6 a i , mirar), centrado en la interacción
entre el actor y el público ante el que éste se muestra y vinculado a su vez al concepto de «teatrali-
dad» como cualidad pre-estética de representación, el presente número de América sin nombre se
centra en esas formas tradicionales de teatralidad en México que, por alejarse de los modelos cultural
y socialmente dominantes del teatro profesional, son todavía excluidas, en buena medida, de los
estudios teatrales o relegadas al ámbito de lo «folklórico», en muchas ocasiones incluso desde una
acepción peyorativa del término.

Los trabajos que presentamos están divididos en lo que podríamos considerar tres vertientes o
fases de estudio. La primera de ellas consiste en analizar desde diversas perspectivas teórico-metodo-
lógicas (historiografía teatral, ciencias religiosas, teoría teatral, antropología...) los rasgos que defi-
nen este tipo de manifestaciones teatrales, trazar algunas claves de su evolución hasta nuestros días y
señalar las implicaciones sociales, ideológicas y culturales de las mismas en el marco actual de lo que
podríamos definir de forma amplia (pero también algo ambigua) como «teatro popular mexicano».
Ofrecemos a continuación un panorama de dichas formas de teatralidad popular a través de ejemplos
significativos, pertenecientes a diferentes zonas geográficas del país y vinculados a fechas señaladas
del calendario litúrgico cristiano (Navidad, Semana Santa, festividades de los santos patronos...), que
se han convertido en una forma de expresión no sólo religiosa sino también identitaria de la comuni-
dad. Por último, hemos querido dar cabida asimismo a estudios sobre las que podrían definirse como
formas de pervivencia de una teatralidad prehispánica, aunque influenciada - c o m o no podía ser de
otro modo— por la religiosidad cristiana.
La iniciativa de elaborar el presente volumen se inscribe en un marco más amplio de colabora-
ción entre la Universidad de Alicante y la Universidad Nacional Autónoma de México que ha dado
como resultado la celebración de diversos seminarios y una serie de publicaciones sobre distintos as-
pectos del teatro mexicano entre las que cabe destacar ahora, por su vinculación con el tema que nos
ocupa, el volumen colectivo Fiesta y teatralidad de la pastorela mexicana (México, UNAM, 2004),
del que en cierto modo este proyecto es una continuación.
Deseamos expresar un sincero agradecimiento a los investigadores de las universidades mexi-
canas que han participado en nuestro número de América sin nombre y dedicar el mismo a quien,
desde ese rinconcito de México en Francia que es Perpignan (o Perpitlán), ha favorecido durante años
la fructífera cooperación entre investigadores teatrales europeos y americanos: el Dr. Daniel Meyran,
a quien tanto debemos los estudiosos actuales del teatro mexicano.
Beatriz Aracil Varón
Doctora en Filología Hispánica pol-
la Universidad de Alicante (Espa-
ña). Especialista en teatro hispano-
americano colonial, se ha dedicado
asimismo en los últimos años a
la recuperación de la Crónica de
Indias en la novela y el teatro lati-
noamericanos del siglo XX. Entre
sus publicaciones cabe destacar
El teatro evangelizador. Sociedad,

REFLEXIONES PARA UNA HISTORIA cultura e ideología en la Nueva Es-


paña del siglo XVI (Roma. Bulzo-
ni, 1999), Abel Posse: de la crónica
al mito de América (Universidad de
DE LA TEATRALIDAD RELIGIOSA Alicante, 2004) y la coedición del
libro Fiesta y teatralidad de la pas-
torela mexicana (UNAM, 2004),
POPULAR EN MÉXICO así como numerosos artículos que
forman paite de obras colectivas
editadas en España, Francia y
BEATRIZ ARACIL VARÓN México. Actualmente es profesora
de Literatura Hispanoamericana
en la Universidad de Alicante y
Responsable Académica del área
de América Latina en la Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes.

RESUMEN

Las actuales manifestaciones del teatro religioso popular son fruto de un proceso de evolución,
adaptación y transformación de formas dramáticas que fueron surgiendo, en muchos casos, a lo largo
del período colonial. El presente artículo pretende centrarse en dicho proceso y, más concretamente,
en los vínculos que cabría establecer entre formas contemporáneas de teatralidad (en especial del
ámbito indígena) ligadas al calendario litúrgico cristiano y las del denominado «teatro evangeliza-
d o s , impulsado por los misioneros españoles desde las primeras décadas de la conquista con el fin
de instruir en la nueva fe a los naturales.
A partir de una revisión crítica de conceptos como «tradición», «discurso» o «documento», se
intentarán trazar claves para la comprensión de una línea evolutiva que se nos revela discontinua,
llena de modificaciones, rupturas, nuevas incorporaciones o recuperaciones de modelos teatrales,
debidas a muy diversas causas históricas, sociales y culturales.

REFLECTIONS FOR A HISTORY OF POPULAR RELIGIOUS


HISTRIONICS IN MÉXICO

ABSTRACT

The present representations of popular religious theatre have emerged from an evolutionary,
adaptation and transformation process of dramatic forms which in many cases appeared during
the colonial era. This article intends to concéntrate on this process and, more concretely, on the
possible links between contemporary dramatic forms (especially from indigenous backgrounds)
linked to the Christian liturgical calendar and those from what is known as 'evangelist theatre'
promoted by Spanish missionaries in the first decades following the conquest and aimed at tea-
ching natives the new faith.
Keys to understanding an evolutionary path will beplotted via a critical revisión ofconcepts such as
'tradition', 'discourse' or 'document', revealing a discontinuity fullof changes, ruptures, new additions to
or recoveries of theatre models due to extremely diverse historical, social and cultural reasons.

INTRODUCCIÓN (1979), Rene Acuña definía el «teatro popu-


lar» o «teatro folklórico» como «un conjunto Reflexiones para una historia
En el prefacio a su libro El teatro popular de piezas dramáticas (...) por lo común anó- de la teatralidad religiosa popular
en México
en Hispanoamérica. Una bibliografía anotada nimas, que se conservan por tradición oral o
BKATRIZ ARACIL VARÓN
escrita, y que se suelen representar ocasional este tipo de actividad teatral como objeto de
o periódicamente»', y planteaba, entre otras los estudios historiográficos, que la excluyen
cuestiones, dos problemas importantes para precisamente por su carácter marginal. Como
su estudio: en primer lugar, «su existencia explicaba recientemente Juan Villegas,
marginal a los documentos históricos y civi-
les»2 y, en segundo lugar, la constatación de El discurso crítico, no consciente de sus propios
Máscaras para una danza de que, a fines de los 70, el teatro popular no fundamentos ideológicos ni de su dependencia cul-
moros y cristianos. Morelos.
había encontrado aún «la puerta por la cual tural, ha producido una historia parcial, en la cual se
ingresar al recinto universitario»3. han privilegiado textos estéticamente europeizantes
1
Rene Acuña, El teatro popular
Aunque volveré inmediatamente a la defi- e ideológicamente convenientes a los sectores socia-
en Hispanoamérica. Una biblio- nición propuesta por Acuña para confrontarla les en el poder. Al mismo tiempo, ha dejado fuera
grafía anotada, México, U N A M , a otras acepciones de lo «popular» aplicadas enormes espacios de producción de textos teatrales
1979, pág. 9.
al teatro, lo que me interesa destacar ahora es que han sido automáticamente discriminados y mar-
2 la utilización en la misma del término «tradi- ginados8.
Id
ción», que lleva a su vez al autor a partir de
las «raíces peninsulares y autóctonas» de estas Ahora bien, la constatación de estas limi-
tbidem, pág. 10.
manifestaciones dramáticas: el tipo de teatro taciones o lagunas en la investigación teatral
popular al que se refiere el investigador gua- puede (y debe) ser también un acicate para la
Cf., entre otros, A treasure of temalteco es fruto de la apropiación (y, por imprescindible incorporación de las actuales
Mexican Folkways, New York,
Crown Publishers, 1947. tanto, de una sucesiva variación) de formas manifestaciones del teatro religioso popular
dramáticas a lo largo incluso de siglos, y cual- a una historia del teatro (en nuestro caso, del
Entre los que cabría citar Folklo-
quier acercamiento al mismo hace necesarios, teatro mexicano) no sólo por su importancia
re de San Pedro Piedra Corda, por tanto, una búsqueda de las «raíces» y un como producto cultural y testimonio privile-
Zacatecas (¡unto a Virginia R.R.
de Mendoza, México, Instituto
estudio de su desarrollo. giado de los grupos sociales que las generan si-
Nacional de Bellas Artes, 1952) El investigador que intente trazar el re- no también por el hecho de constituirse como
y Folklore de la región central de corrido histórico por estas formas tradicio- documentos que nos informan sobre la activi-
Puebla (México, Centro Nacional
de Investigación, Documentación nales de teatralidad hallará en la actualidad dad teatral de épocas anteriores en la medida
e Información Musical Carlos prácticamente los mismos problemas plan- en que son fruto de un proceso de evolución,
Chávez, 1991) o sus ediciones
de «La Danza de la Conquista»
teados por Acuña hace casi tres décadas: el adaptación y transformación de formas de tea-
[Anuario de la Sociedad Folklóri- carácter marginal de dichas manifestaciones tralidad que se remontan, en algunos casos, al
ca de México, 1944, vol. IV, págs.
155-186); «Drama de la Pasión
dramáticas (que le llevará a enfrentarse con período precolombino o al colonial.
como se representa en Milpa Al- la problemática del documento) y la escasez Mi objetivo en el presente artículo es cen-
ta D.F. Manuscrito de Adalberto de estudios críticos sobre las mismas, no sólo
Fuentes Cruz» [Anuario de la
trarme en dicho proceso evolutivo, y, más con-
Sociedad Folklórica de México, desde la perspectiva del folklore (hacia la cretamente, en los vínculos que cabría establecer
1949, vol. VI, págs. 249-371); que apuntaba Acuña) sino también, y quizá entre ciertas formas contemporáneas de teatra-
Una Adoración de Pastores en
Chilpancingo (México, U N A M ,
de forma más acusada, desde la historiogra- lidad en el ámbito indígena y las de ese primer
1950); «Drama tradicional. Mo- fía teatral: por lo que respecta en concreto teatro propiamente mexicano, sincrético, que
risma de Zacatecas que se repre-
senta el 24 de junio» [Anuario de
al ámbito mexicano, contamos con intere- fue el impulsado por los misioneros españoles
la Sociedad Folklórica de México, santes trabajos realizados por folkloristas para la evangelización de los naturales desde las
1954, vol. VIII, págs. 141-162). como Francés Toor4 y Vicente T. Mendoza5 primeras décadas de la conquista.
o etnógrafos como Fernando Horcasitas6, y He señalado ya en algún trabajo previo
Para un recorrido por la obra con la existencia de algún valioso estudio de que, frente a la postura defendida por Fer-
de este autor puede consultarse
la «Reseña bibliográfica de Fer-
conjunto como el de Warman sobre la danza nando Horcasitas, para quien, a excepción del
nando Horcasitas» en Fernando de moros y cristianos7, en el que se aunan las ciclo de la Pasión, las pastorelas y el ciclo de
Horcasitas, Teatro náhuatl II, co-
perspectivas histórica y antropológica, pero Santiagos, Moros y Cristianos y Pilatos, «no
o r d . por María Sten y Germán
Viveros, México, U N A M , 2004, en general todavía resulta difícil encontrar existe el menor vestigio del teatro misionero
págs. 4 2 9 - 4 3 7 .
entre los indígenas modernos»9, en mi opi-
nión son precisamente esas «excepciones», tan
Arturo W a r m a n , La danza de destacadas en el contexto de la fiesta popular
moros y cristianos, México, SEP-
Setentas, 1972.
en América Latina, Buenos A i - para quien el teatro evangeli- mexicana, las que permitirían hablar de cier-
res, Galerna, 2 0 0 5 , pág. 24. zado^ absorbido y transfor-
mado en el ámbito indígena,
ta continuidad (entendida en cualquier caso
Juan Villegas, Historia multicultu-
acabó «disolviéndose en sus- como un complejo y discontinuo proceso)
Fernando Horcasitas, El tea- tancia folklórica, forma en que del teatro evangelizador entre la población
ral del teatro y las teatralidades
tro náhuatl, México, U N A M , ha sobrevivido hasta nuestros
1974, pág. 163-164. días» (José Juan A r r o m , El indígena hasta la actualidad»10.
Reflexiones para una historia teatro de Hispanoamérica en Serán por ello, sobre todo, esas formas
de la teatralidad religiosa popular la época colonial, La Habana,
en México Esta tesis fue ya defendida, en- Anuario Bibliográfico Cubano, de teatralidad (con sus rasgos peculiares de
BEATRIZ ARAC1I, VARÓN tre otros, por José Juan A r r o m , 195Ó, pág. 50). evolución) las que me servirán de base para
algunas reflexiones sobre las características, hoy día aunque en grado cada vez más
las etapas y los parámetros de análisis de esas mermado» y el surgimiento en América
líneas de continuidad; reflexiones que parten Latina, y concretamente en México, de
necesariamente a su vez de una revisión de un «nuevo teatro popular» (ampliamen-
conceptos básicos ya citados (lo popular, lo te estudiado por el investigador estado-
tradicional, lo indígena, discurso marginal, unidense) que «existe de, por y para las
documento...) que continúan siendo aprove- clases populares», aunque «incorpora
chados y replanteados desde diversas discipli- elementos del teatro popular tradicional,
nas y perspectivas críticas. reinterpretándolos de acuerdo con la
situación vital del pueblo»15.
UNA CUESTIÓN DE CONCEPTOS Debido a esta ambivalencia del tér-
mino, resulta necesaria una delimitación
En los años en que Rene Acuña definía el del primer tipo de teatro señalado por
«teatro popular» a partir de la idea de tradición Frischmann (que es el que nos ocupa)
y como sinónimo de «teatro folklórico», el respecto de las nuevas formas de teatro Programa de las fiestas patronales de Ang-
director brasileño Augusto Boal escribía diver- popular que han surgido en México. Y ahuan (Michoacán) 1994.
sos trabajos en los que, desde un planteamiento parece claro que, aun cuestionando la
marxista basado en la dicotomía opresor/opri- validez de una definición como la de
11
mido, advertía que, «para ser popular, el teatro Acuña, dicha delimitación deberá incorporar Augusto Boal, Técnicas latinoa-
debe abordar siempre los temas según la pers- como conceptos esenciales los de «tradición» mericanos de teatro popular:
una revolución copernicana al
pectiva del pueblo, vale decir, de la transfor- y «folklore», o al menos asumir parcialmente revés, Buenos Aires, Corregidor,
mación permanente, de la desalienación, de la la reflexión teórica que en torno a ambos con- 1975, pág. 28.
lucha contra la explotación, etc.»", y establecía ceptos (y más allá de su aplicación al teatro)
12
diversas categorías y técnicas de creación de un se ha venido desarrollando durante décadas Véase ibídem, págs. 82-92.
teatro popular entre las que citaba el aprove- desde diversas disciplinas, una reflexión que
13
chamiento, con los fines citados, de las fiestas será de gran ayuda a la hora de analizar tanto Donald Frischmann, El nuevo
12
y tradiciones populares . la realidad actual como la evolución de las teatro popular en México, Méxi-
co, INBA, 1990, pág, 28.
La propuesta de Boal resulta representati- formas de teatralidad vinculadas al calendario
va de una línea ampliamente difundida en la festivo. 14
Cf. Juan Villegas, Para un mo-
práctica y en la crítica teatral latinoamericana El origen de la palabra «folklore» está
delo de historia del teatro, Irvi-
de las últimas décadas que Donald Frisch- vinculado a lo popular y lo tradicional: su ne (California), Gestos, 1997,
mann ha explicado del siguiente modo: inventor, el inglés William J. Thoms, formó págs. 169-172.

el término a partir de las voces folk (pueblo)


...el término [«teatro popular»] ha llegado a significar y lore (saber, conocimiento) y afirmó que Frischmann, op. cit., pág. 42.

algo más que un teatro folklórico de autor anónimo «el Folklore estudiaría únicamente el saber 16
perpetuado a través de la tradición escrita u oral, tal tradicional de las clases populares»16. Ya en la José María Arguedas, «Qué es
el Folklore» [ 1 9 6 4 ] , en Mildred
cual lo entienden Englekirk y Acuña. Hoy día, dentro década de los sesenta, e intentando superar
Merino de Zela (comp.), Ensa-
del panorama del nuevo arte popular latinoamericano, los conflictos teóricos entre folkloristas y yos sobre folklore peruano, Li-
como resultado de nuevas condiciones económicas, etnógrafos, el peruano José María Arguedas ma, Universidad Ricardo Palma,
1999, pág. 39.
sociales y culturales (...), el término evoca antes que definía el folklore como «el arte del pueblo»
nada la idea de un teatro no comercial, creado por y el Folklore como la ciencia que «estudia, 17
Arguedas en ibidem, pág. 42.
y para las clases populares, un teatro de recursos de modo general, las artes tradicionales de Nótese, sin embargo, la margi-
materiales limitados, y cuyo propósito de promover cualquier pueblo»17. Por su parte, Efraín nalidad del teatro en este tipo
los valores culturales populares generalmente se com- Moróte, en los ochenta, al definir el Folklore de trabajos, tal como denun-
ciaba Acuña, ya que Arguedas
plementa con otros de tipo político y social13. como «un sector específico de las Ciencias continúa delimitando el ámbito
Histórico-Sociales que busca determinar las de estudio del Folklore a «muy
particularmente sus cuentos, le-
A pesar de los problemas metodológi- leyes del surgimiento, desarrollo y extinción yendas, danzas y canciones»
cos que plantea una definición ideológica de de las tradiciones populares», añadía que esta (id.).
lo «popular» aplicada a la actividad teatral, definición «demanda, cuando menos, una 18
acrecentados por la ambigüedad del propio explicación nítida del criterio con que se ma- Efraín Moróte, «Sobre el folklo-
término «popular»14, lo cierto es que cualquier nejan dos categorías capitales y concurrentes: re» [ 1 9 8 5 ] , en ibidem, pág.
6 7 (cf. sobre ambos conceptos
acercamiento actual al «teatro popular» deberá Tradiciones y Populares»'*. Más recientemen- págs. 67-71).
tener presente, como propone Frischmann, te, Mildred Merino señalaba como dos de los
la doble vertiente del término, esto es, la elementos esenciales del hecho folklórico su
existencia de «un teatro popular tradicional carácter popular o colectivo y su cualidad tra- Reflexiones para una historia
de la teatralidad religiosa popular
y folklórico de raíces indígenas y europeas y dicional o generacional (su transmisión oral en Méxieo
de tipo histórico y religioso» que «sigue vivo de padres a hijos). Merino, en cualquier caso, BEATRIZ ARACIL VARÓN
19 matizaba el sentido de estos dos elementos ...un teatro de raíces profundas en el tiempo (anti-
Véase Mildred Merino, «Prólo-
go» a ibidem, págs. 1 6 - 2 1 . aclarando, en primer lugar, que, dadas las dis- güedad) y en el individuo (inconsciencia), transmi-
tintas acepciones del término «popular», no tiéndose sin enseñanzas organizadas (no-institucio-
20
Ramón Menéndez Pidal, Roman-
todo lo popular es folklórico, pero «todo lo nalización), respondiendo a necesidades psicológicas
cero hispánico (hispano-portu- folklórico sí es popular» y, en segundo lugar, (funcionalismo) del hombre de todas partes del globo
gués, americano y sefardí), Ma-
haciendo derivar de lo tradicional a su vez untiversalismo
drid, Espasa-Calpe, 1968, tomo
I, p á g . XV. otros rasgos como la plasticidad (ductilidad,
asimilación que permite variaciones sin trans- para Domingo Adame, en cambio, se trata de
21
Ibidem, p. 4 5 . formación de lo esencial) y el anonimato (por un teatro que
convertirse en creación colectiva)19.
22
Ibidem, p. 46.
En realidad, la utilización, por parte de Me- ...toma elementos culturales populares, indígenas
rino, de los conceptos «popular» y «tradicio- o mestizos, rurales o urbanos, insertándolos en un
23
nal» no difiere demasiado de la formulada por contexto cultural distinto al que surgen, dando por
Recordemos las propias dificul-
tades de los folkloristas para Ramón Menéndez Pidal hace varias décadas en resultado un producto híbrido distanciado de sus
delimitar no sólo su objeto de sus estudios sobre el Romancero español e his- fuentes, sus realizadores y sus receptores; es decir, un
estudio sino sobre todo su apa-
rato teórico-metodológico, sobre panoamericano. Recordemos que Menéndez objeto para el consumo espectacular o la propagación
el cual advertía Moróte: «no po- Pidal proponía entonces sustituir «el nombre de una visión de lo «autóctono»25.
demos por menos que reconocer
que el ingente trabajo realizado
tan arraigado de poesía popular (...) por el
hasta hoy en la esfera del Fo- concepto y el nombre más científico de poesía Parece, pues, adecuado aceptar como con-
lklore, con todo lo plausible que
tradicional»20. Su explicación, perfectamente cepto predominante el de «teatro tradicional»,
pueda parecemos, ha contri-
buido poco, casi nada, al esta- aplicable al teatro, se basaba en el hecho de lo cual no invalida, como ya se ha apuntado,
blecimiento de Conceptuaciones que lo tradicional implica un grado superior a el aprovechamiento de reflexiones teóricas
Básicas relativas a la esencia de
la propia disciplina» (Moróte en lo popular en la medida en que no sólo supone en torno al folklore y al teatro folklórico.
Merino, op. cit., pág. 64). «aceptación» sino también «asimilación», esto En este sentido, y acudiendo a los autores ya
24
es, «la acción continuada e ininterrumpida de citados, es oportuno recordar al menos dos
Paulo de Carvalho-Neto, «Con- las variantes»21. Para el erudito español, aspectos señalados por Carvalho esenciales
cepto y realidad del teatro folkló-
rico latinoamericano», Folklore
para comprender la evolución de este tipo de
Americano (México), 1977, núm. Entre una y otra categoría hay, pues, una diferencia manifestaciones teatrales: su inserción en el
23 (junio), págs. 101-102. cuantitativa, porque la tradición supone una popu- marco más amplio de la fiesta y la «desapa-
25 laridad continua, prolongada y más extensa; pero rición constante y progresiva de la 'palabra'»
Domingo Adame, Teatros y tea- hay también una diferencia cualitativa, pues la obra en las mismas a lo largo del tiempo26. De igual
tralidades en México. Siglo XX,
Xalapa, Universidad Veracruza-
tradicional, al ser asimilada por el pueblo-nación, es modo, resulta interesante volver a la caracte-
na, 2 0 0 4 , págs. 105-106. reelaborada en su transmisión y adquiere por ello un rización realizada por Merino para apuntar
estilo propio de la tradicionalidad; no es sólo anóni- otro rasgo básico del hecho folklórico, el
26
Véase Carvalho, op. cit., págs. ma, sino que es impersonal22. de su funcionalidad: la vigencia de cualquier
102-103. fenómeno folklórico (y, por tanto, también
27 Asumiendo los presupuestos de Menéndez del teatro) está en estrecha vinculación con la
Véase Merino, op. cit., págs. Pidal, un teatro tradicional se definiría como manera en que sirve y refleja «los intereses,
21-22.
el que es considerado patrimonio común, con ideales, hábitos y costumbres» de una co-
28 amplia difusión durante largo tiempo en la munidad27. Como explica Warman respecto
W a r m a n , op. cit., págs. 62-63.
comunidad, que, debido a su asimilación por a la danza dramática de moros y cristianos,
ésta, es «impersonalizado» y continuamente si una representación folklórica pervive (en
transformado, ajustado a los sucesivos con- el caso de las morismas «desde sus orígenes
textos culturales. La pertinencia del término medievales hasta la actualidad»), «debe eso a
«teatro tradicional» vendría dada entonces su función (...), a la capacidad de satisfacer una
tanto por la implicación de los rasgos señala- necesidad cultural vigente»28.
dos como por su unicidad de sentido, frente La funcionalidad del teatro tradicional es
a la plurisignificación del concepto «teatro mayor en las zonas rurales: su aislamiento, su
popular» (en el que, como ya se ha señalado, mermado desarrollo económico, su carácter
se aunan la ambigüedad del propio adjetivo conservador, suelen hacer de ellas espacios
«popular» y su ambivalencia en el ámbito de la favorables a la pervivencia de costumbres
investigación teatral) o incluso del de «teatro ancestrales que refuerzan los rasgos identita-
folklórico», respecto al que también encontra- rios de la comunidad y la participación de sus
mos una diversidad de interpretaciones críti- individuos. El propio Menéndez Pidal insistía
Reflexiones para una historia cas23; cito a este propósito sólo dos ejemplos: en que la difusión extensa de la tradición
de la teatralidad religiosa popular
en México
mientras Paulo de Carvalho-Neto definía el (concretamente del canto tradicional) se debía
BEATRIZ ARACIL VARÓN teatro folklórico como a que había llegado «a arraigar en las clases
rurales, las menos propensas a los cambios crítico hegemónico»34; advierte además que,
de la moda»29. En México, esas comunidades por muy diversos motivos, un discurso teatral
rurales vienen a identificarse, en general, con hegemónico puede acabar siendo marginal
los grupos indígenas, lo que nos sitúa ante un (de hecho, «la historia del teatro no es sino,
nuevo concepto de difícil definición porque, precisamente, la historia de discursos despla-
como explica Warman, en la actualidad, el zados desde su posición de hegemonía»35) o
término indígena «no implica en ningún caso convirtiéndose en un discurso subyugado, es
prehispánico, ni una lengua, ni un traje o una decir, prohibido o censurado por el sistema
clasificación étnica» sino que en el poder.
Las categorías establecidas por Villegas
...es un nombre para reconocer un tipo de sociedad (discurso hegemónico, marginal, desplazado
y cultura. La historia nos hace referir ese término y subyugado), sin pretender ser fijas o ex-
a grupos que llevaron el mismo nombre en épocas clusivas, dan cuenta de la pluralidad de los
pasadas, y a partir de que dos culturas diferenciadas discursos teatrales a partir de su historicidad
se enfrentaron y se reconocieron como extraños30. y de su contexto de producción, resultando
especialmente útiles en su aplicación al teatro
Partiendo de parámetros sociales y cultu- religioso tradicional mexicano, en primer
rales (y no étnicos o lingüísticos), podremos lugar, porque nos recuerdan la pertinencia de
considerar que es su conciencia diferencial recuperar este tipo de discurso marginal como
respecto a la cultura dominante la que per- parte de la historia del teatro: como explica
mite definir como «indígenas» a estos grupos Villegas, «historizar» significa, entre otras 29
Menéndez Pidal, op. cit., pág.
que sustentan todavía, en el medio rural en el cosas, «investigar tanto los discursos teatrales 45.
que viven (o en la traslación de éste al ámbito dominantes como los marginales o subordi-
30
urbano: el barrio), tradiciones creadas por y nados, conceder importancia a los marginados
W a r m a n , op. cit, pág. 165.
para los indígenas del período colonial. N o y explicar las causas estéticas y sociales de
es sólo, pues, el carácter rural (como en otros su marginación»36. En segundo lugar, y en 31
Maclovio Ariza Acevedo, El tea-
lugares) sino también, y de manera especial, la estrecha relación con lo anterior, esta catego- tro de evangelización en Chi-
conciencia de la diferencia, de la marginalidad, rización puede servir para explicar el proceso lapa, Guerrero, Chilpancingo,
Universidad Autónoma de Gue-
el rasgo esencial de estas culturas en las que de evolución del teatro evangelizador colonial rrero, 1990, pág. 33.
encontramos formas tradicionales de teatrali- hacia las formas actuales de teatro tradicional
dad, tal como recuerda Ariza Acevedo en su como configuración de un «discurso despla- 32
Es decir, «como un acto de co-
estudio sobre la pervivencia de un teatro evan- zado» (de la hegemonía a la marginalidad o municación entre un emisor y
gelizador colonial en Chilapa (Guerrero): incluso la subyugación): si, para el propio un destinatario (receptor) en una
situación específica, en el cual
Villegas, «el teatro de los franciscanos cons- el emisor utiliza una pluralidad
Hoy en día, todas las piezas de teatro que se en- tituía en ese momento histórico el discurso de signos (...) para construir un
imaginario social y comunicar
cuentran en la región, son conservadas gracias a los teatral hegemónico dirigido a un sector social un mensaje a sus receptores»
campesinos (...). Y la razón de la subsistencia del [y] culturalmente marginal»37, esas mismas (Villegas, Historia multicultural...,
manifestaciones teatrales, en manos ya de las op. cit, pág. 15).
teatro evangelizante en esta región no es otra sino
el olvido y el atraso en que se encuentran en estas comunidades indígenas, se fueron «despla- 33
regiones marginadas (...). Es como si los campesinos zando», convirtiéndose en discursos teatrales Ibidem, pág. 24.

que las conservan siguieran viviendo como hace marginales (llegando a ser prohibidas en oca- 34
cuatrocientos años31. siones, al menos durante el período colonial, Ibidem, pág. 25.
por mostrar una apropiación heterodoxa de la
35
Ahora bien, esta última consideración religión cristiana). Villegas, Para un modelo..., op.
cit, pág. 128.
permitiría a su vez observar el teatro religioso Paradójicamente, este carácter marginal,
tradicional de las comunidades indígenas co- como señalaba Ariza Acevedo, debió favore- 36
Ibidem, pág. 59.
mo un «discurso teatral marginal», tal como cer en buena medida la pervivencia de mani-
este concepto ha sido definido por Juan Ville- festaciones teatrales, pero también ha dificul- 37
gas. En efecto, entendiendo el teatro como un tado la conservación de documentos sobre su Ibidem, pág. 159.

tipo de discurso32, Villegas propone distinguir existencia. En cualquier caso, ésta es sólo una
discursos teatrales «producidos por los sec- de las vertientes de la problemática que nos
tores culturalmente hegemónicos, aunque su plantean los documentos con los que traba-
destinatario puede pertenecer a sectores de jamos, una problemática que se inicia con la
otros grupos culturales»33, y discursos teatra- delimitación misma de lo que entendemos por
les marginales, esto es, «manifestaciones tea- «documento» y de los parámetros básicos que Reflexiones para una historia
de la teatralidad religiosa popular
trales que no coinciden con los códigos estéti- deberá tener en cuenta el investigador en el en México
cos e ideológicos de los emisores del discurso manejo del mismo. BEATRIZ ARAC1L VARÓN
Para abordar este último APUNTES PARA EL ESTUDIO DE LA
concepto, me parece per- TEATRALIDAD RELIGIOSA TRADI-
tinente acudir a los plan- CIONAL DESDE UNA PERSPECTIVA
teamientos de Marco De HISTORIOGRÁFICA
Marinis38, quien, buscando
la confluencia entre la se- Como he indicado al inicio de estas páginas,
miótica y la historiografía la propuesta de trabajo que esbozo en ellas es la
teatral, define el documento de trazar líneas de evolución desde las formas
como un objeto de cultura teatrales implantadas por los misioneros en el
construido en cuanto tal por territorio mexicano durante el primer siglo de
el historiador y nos advierte la colonia hasta determinadas manifestaciones
sobre algunos aspectos esen- de teatralidad religiosa en las actuales comuni-
Pasión de Tzintzuntzan (Michoacán). 1995. Foto de Osear ciales del mismo y su trata- dades indígenas. Parto de la hipótesis de que
Armando García.
miento, entre los que cabría es posible establecer tales líneas de evolución
destacar los siguientes: en primer lugar, que el a pesar de que éstas se nos puedan revelar dis-
documento suele consignar lo excepcional (lo continuas, llenas de modificaciones, rupturas,
cual nos obligará a tener mucho cuidado de nuevas incorporaciones o recuperaciones de
38
tomar como norma la excepción); en segundo modelos teatrales, y propongo precisamente
Véase Marco De Marinis, Com- lugar, que ni la presencia ni la ausencia de un una profundización en esa problemática frente
prender el teatro: lineamientos
documento es casual, como tampoco lo son las a las dos posturas más comunes en torno a la
de una nueva teatroíogía, Bue-
nos Aires, Galerna, 1997, págs. lagunas, los silencios de éste; y, en tercer lugar, posible vinculación entre el teatro evangeliza-
38-53. que el historiador es quien rescata e interpreta dor y el teatro religioso tradicional actual: el
39 el documento: éste nunca habla por sí sólo, es rechazo de la misma por parte de estudiosos
Ibidem, pág. 45. una pura potencialidad que adquiere su sen- destacados de este teatro (comenzando por el
40
tido en la medida en que es interpretado por propio Horcasitas) y el hecho de haberse cons-
Ibidem, pág. 38. el investigador; en dicha interpretación será tituido como lugar común de trabajos sobre
fundamental «leer los documentos relacionán- determinadas manifestaciones teatrales hasta el
41
Villegas, Para un modelo..., op. dolos con otros documentos, iluminándolos y punto de convertirse en afirmación hueca, no
cit, pág. 5 1 . completándolos recíprocamente»39 y que esta fundamentada, en torno a los orígenes remotos
42 relación, además, pueda realizarse entre docu- de estas representaciones. Ahondar en las for-
Los fastos eran espectáculos ce- mentos directos (teatrales) e indirectos (exter- mas y motivaciones de este proceso evolutivo
lebrativos con los que la ciudad
agasajaba a sus reyes; en ellos
nos, pero evidenciadores de una cultura). resulta absolutamente necesario para la confi-
se llevaban a cabo torneos, jus- Siguiendo las directrices señaladas, el in- guración en México de esa historia del teatro
tas, juegos de juglares y, como plural y contextualizada que propone Villegas
un elemento muy destacado,
vestigador que estudie la evolución de la
enfrentamíentos entre moros y teatralidad religiosa tradicional deberá inda- y a la que están contribuyendo numerosos
cristianos que evocaban los epi-
gar, por ejemplo, los motivos por los que en investigadores actuales.
sodios de la cruzada contra el
Moro, en especial a través de la determinados períodos encontramos un vacío En la determinación de esas líneas de con-
toma de un castillo o de batallas en los documentos, tomar en consideración tinuidad, podríamos distinguir tres temáticas
de galeras (cf. Joan Oleza, «Las
transformaciones del fasto me- las posibles motivaciones no religiosas de un básicas que hunden sus raíces en el teatro eu-
dieval», en Teatro y espectáculo documento inquisitorial sobre una determi- ropeo medieval, tal como éste fue trasladado
en la Edad Media, Instituto de
Cultura Juan Gil-Albert, Dipu-
nada representación o buscar las razones por a la Nueva España por los misioneros espa-
tación de Alicante y Ajuntament las que determinado cronista quiso consignar ñoles: las referentes a la Navidad y la Pasión
d'Elx, 1992, págs. 47-51). (los dos festejos fundamentales del calendario
cierto hecho teatral; del mismo modo, deberá
43 acudir de forma imprescindible a las fuentes litúrgico cristiano) y la tradición de «moros
Sobre las implicaciones político- primarias «indirectas» que nos informen so- y cristianos» (en sus distintas variantes), que
religiosas de este tipo de repre-
sentaciones en el México del XVI,
bre otras manifestaciones artísticas o sobre la tiene sus orígenes en los fastos cortesanos me-
véase Beatriz Aracil, El teatro religiosidad de los grupos indígenas en dis- dievales42 y que fue incorporada al contexto
evangelizados Sociedad, cultura
tintas épocas, pero también sobre la realidad mexicano tanto por los conquistadores (como
e ideología en la Nueva España
del siglo XVI, Roma, Bulzoni, política, social, cultural mexicana de cada pe- parte de la «cultura de conquista») como por
1999, págs. 449-519. ríodo: dichos documentos permitirán lo que los frailes, quienes la difundieron entre la
De Marinis considera un «análisis contextual población indígena como un eficaz medio de
de los hechos teatrales»40 o, como diría Ville- evangelización (al tiempo que de justificación
gas, «historizar» en el sentido de «establecer de la conquista militar y de incorporación de
la contextualidad del discurso teatral. Es decir, los naturales al Imperio español)43.
Reflexiones para una historia la producción del significado dentro del con- Mientras la pertenencia concreta al ciclo
de la teatralidad religiosa popular
en México
texto social y político de la época en que fue litúrgico fijó las fechas de las representaciones
BEATRIZ ARACIL VARÓN producido o representado»41. de Navidad (la adoración de los Reyes el día
de la Epifanía y, sobre todo, la adoración de de fechas muy tempranas48; por
los pastores en Nochebuena, que derivaría otro lado, algunos documentos
hacia la actual pastorela) y de Semana Santa inquisitoriales demuestran la
(con la escenificación de la Pasión de Cristo), amplia difusión de estas piezas
los festejos de «moros y cristianos», tanto en zonas como el Valle de Méxi-
en España como en México y otras zonas co en una etapa bien avanzada
de América, se desarrollaron en el ámbito del período colonial49; a su vez,
popular como parte de la celebración de las numerosas representaciones ac-
fiestas en honor a la Virgen y los santos pa- tuales en muy diferentes estados
tronos, tanto si éstos se relacionaban de algún del país atestiguan asimismo la
modo con la idea de conquista (Santiago, San pervivencia del tema, pero, aun
Miguel...) como si no. En México además, en el caso de las dramatizaciones
durante el período colonial, los santos (a me- con una mayor tradición, resulta
nudo evocadores de algún dios prehispánico) difícil remontar los textos dra-
se convirtieron en «el símbolo principal que máticos más allá de mediados
identificaba y unificaba a cada entidad socio- del siglo XIX50. En definitiva,
política [indígena]»44, de manera que, como casi podríamos atrevernos a afir- ¿o adoración de los pastores. Giorgio Vasari. 1554
explica Lockhart, «el día que se celebraba el mar que lo que se ha mantenido ca. Oleo sobre piedra.
santo patrono de la unidad era la ocasión más como tradición en México du-
importante del año para toda la población rante siglos (como en otros muchos países),
(...); en dicha celebración participaban todos más que una posible reelaboración de mo-
y en ella se mostraba la fuerza y organización delos ancestrales, ha sido la costumbre de
cristo en el barrio mexicano de
interna de la entidad»45. La incorporación de representar las escenas de la Pasión de Cristo Coyoacán: «Año 4-caña. 1587
las danzas de moros y cristianos a esta fiesta durante la Semana Santa siguiendo el esquema (...). Este mismo año por primera
vez se hizo una representación
principal demuestra el arraigo que este tipo de argumental de los Evangelios, que han cons- de la pasión de Nuestro Señor
representaciones adquirió en las comunidades treñido siempre de forma necesaria los argu- Jesucristo en el Viernes Santo
en Coyohuacan» (Francisco de
indígenas, arraigo vinculado a su vez, entre mentos fueran o no la fuente directa de la obra San Antón Muñoz Chimalpahin,
otros aspectos, a esa demostración identitaria Relaciones originales de Chalco
que era, y continúa siendo, la fiesta del santo Amaquemecan, México, FCE,
1965, págs. 290-291).
patrono.
49
Aunque continúen desarrollándose en ese Como el expediente inquisitorial
44 cuánta perfección los hacen [los
mismo marco festivo, es evidente que las re- sobre «las representaciones tea-
James Lockhart, ios nahuas indios], y señaladamente les he
presentaciones que tienen lugar hoy día han después de la conquista. His- notado muchas veces que en
trales de la Pasión y muerte de
Ntro. Redentor» que se ejecuta-
sufrido necesariamente un proceso evolutivo toria social y cultural de la representar el descendimiento
ban cada año en la jurisdicción
población indígena del México de la cruz y recibir el cuerpo
(recordemos que no existe tradicionalidad central, siglo XVI-XVlll, Méxi- del Salvador Nuestra Señora
de Chalco (1768), en el que
los miembros del Santo Oficio
sin apropiación y, por tanto, transformación) co, FCE, 1999, pág. 3 4 0 . en su regazo, que llamamos
dieron su opinión sobre este tipo
la quinta angustia, tienen gra-
que hace difícil reconocer sus posibles raíces 45 cia especial» (Bartolomé de las
de representaciones e incluso
se adjuntaron textos dramáticos
coloniales. Y, sin embargo, muy a menudo Ibidem, pág. 3 4 2 . Casas, Apologética historia de
concretos (véase «Las represen-
las Indias, M a d r i d , BAE, 1958,
dichas raíces existen a incluso explican el taciones teatrales de la Pasión»,
46 cap. 6 2 , vol. 1, pág. 206); en
sentido último de algunas escenificaciones Sobre este problema en el ám- la memoria del cacique don
Boletín del Archivo General de la
Nación, 1934, tomo V, núm. 3,
actuales. Veamos a grandes rasgos qué infor- bito español cf. Antonio Sán- Toribio de Sandoval parece
págs. 3 3 2 - 3 5 6 ; cf. Juan Leyva,
chez del Barrio, «Algunas no- entreverse la representación
mación aportan las fuentes conocidas hasta ticias sobre el tiempo de Pasión anual de un neixcuitilli sobre
ed., La Pasión de Ozumba. El
teatro religioso tradicional en el
ahora sobre cada una de las líneas temáticas Tradicional: El caso concreto la Pasión «Aquí comienza
siglo XVIII novohispano, México,
de Medina del Campo», Re- de cómo se hacía la pasión
señaladas: visto de Folklore, 1987, tomo de Nuestro Dios; no era sólo
U N A M , 2001).

En el caso de las piezas sobre la Pasión, 7, núm. 8 3 , pág. 169. como diversión; de cómo lo
50
humillaron; para que nosotros
la necesaria fidelidad a unos Evangelios que 47 recordemos cómo se hizo...;
Así, por ejemplo, la represen-
tación actual de la Pasión de
describen con detalle estos hechos de la vida cf. Christian Duverger, l a con- y para que recordemos cómo
Iztapalapa, una de las más fa-
de Jesús hace muy complicado situar el mo- versión de los indios de Nueva murió nuestro Dios, así se man-
mosas de México y con más
España, México, FCE, 1993, dará hacer en su memoria»
mento de elaboración del texto dramático y su de un siglo de antigüedad, se
pág. 162 o Armando Parti- (cit. en Horcasitas, El teatro
desarrolla de acuerdo a un texto
posible reelaboración en el tiempo46. Lo cierto d a , Teatro de evangelización náhuatl, op. cit., pág. 336). Ya
que poco tiene que ver con los
en náhuatl, México, Consejo a fines del XVI, el franciscano
es que, contra la opinión de aquellos investi- Nacional para la Cultura y las fray Francisco de Gamboa or-
consignados en el siglo XVIII, ya
que está basado en la novela
gadores para los que el sacrificio de Cristo no Artes, 1992, pág. 127. ganizaba representaciones de romántica El mártir del Cólgota
pasos de la Pasión en las que
debió ser un tema conveniente en las primeras 48 colaboraron fray Juan de Tor-
de Pérez Escrich.

décadas de la evangelización (por su posible Las Casas informó sobre repre- quemada y fray Juan Bautista e
evocación de ritos prehispánicos)47, las cró- sentaciones de la Pasión que él incluso se consigna en la Sép- Reflexiones para una historia
mismo había presenciado: «Los tima Relación de Chimalpahin de la teatralidad religiosa popular
nicas registran la puesta en escena habitual de misterios e historias de nuestra la puesta en escena de Lo en México
este tema de conocida tradición medieval des- Redención es maravilla con Pasión de Nuestro Señor Jesu- BEATRIZ ARACIL VARÓN
en cuestión (y precisamente por ello, como que, por tanto, podemos asegurar el origen
ya he apuntado, enmascaran en ocasiones las medieval de las pastoradas actuales, que po-
influencias de muy diverso tipo que reciben drían considerarse como diversas variantes,
las representaciones). tras el discurrir de siglos, de ese modelo me-
Por lo que respecta al ciclo navideño, y dieval transmitido por tradición oral52.
más concretamente a las famosas pastorelas, la De ser cierta la hipótesis de Trapero, la
existencia, por un lado, de testimonios sobre pastorela mexicana sería también una varian-
representaciones con este tema a lo largo del te de ese modelo medieval, introducido en la
período colonial y durante el siglo XIX y, por Nueva España fundamentalmente en dos
otro, la configuración actual de una estructura líneas paralelas: en primer lugar, como parte
dramática bastante fija y diferenciada que de las representaciones misioneras destina-
puede ser rastreada en etapas anteriores per- das a la población indígena, según parecen
mitiría aventurar algunas hipótesis sobre un apuntar testimonios como el del franciscano
Indumentaria del ángel en fray Pedro de Gante sobre los cantos esce-
proceso evolutivo bastante complejo.
Pastorela de los siete vicios. Di-
bujo: Vicente T. Mendoza. En esencia, el origen de la pastorela (una nificados en la Navidad de 152653 o la des-
tradición muy arraigada no sólo en México cripción del coloquio pastoril representado
sino también en otros países latinoamerica- en la misión jesuita de San Felipe (Sinaloa)
nos), como el de las pasturadas que aún hoy en 1595 conservada en las Cartas Anuas de
se representan en España (en especial en la la Compañía 54 ; en segundo lugar, incorpora-
región castellano-leonesa), se remonta a los do al ámbito culto, tal como atestiguan los
inicios del teatro medieval peninsular; en textos conservados de distintos autores a lo
51 concreto, al ciclo del Officium pastorum. Por largo del período colonial, desde Juan Ci-
Pepe Rey, «Rasgos teatrales de la
música de los cancioneros medie-
lo que respecta a la península, Pepe Rey ha gorondo hasta Cayetano Javier de Cabrera
vales», en Teatralidad medieval y señalado cómo las primeras manifestaciones y Quintero 55 . Ambas tradiciones debieron
su supervivencia, Alicante, Ajun-
tament d'Elx / Instituto defCultura
dramáticas pastoriles desembocaron hacia el convivir durante el período colonial e in-
Juan Gil-Albert, 1998, pág. 92. siglo XV en tres formas diferentes: la pasto- cluso recibir fuertes influencias mutuas en
rada, el auto y la ensalada, siendo la pastorada el siglo XIX, cuando autores teatrales como
52
Véase Maximiano Trapero, La «la forma más tradicional»51. El hecho de que Fernández de Lizardi, Fernández Villa o
pastorada leonesa. Una pervi- la estructura dramática de la actual pastorada Mariano Osorno se acercaron no al género
vencia del teatro medieval, Ma-
drid, Sociedad Española de Musi-
leonesa, centrada en el anuncio del ángel y las culto pastoril sino a las formas populares de
cología, 1982 (en especial págs. siguientes disputas entre pastores (elementos las pastorelas, que por entonces ya eran «en-
10Ó-111); opiniones contrarias
básicos a los que se añaden otros como villan- diabladas, llenas de impropiedades violen-
al medievalismo de la pastorada
las encontramos en autores como cicos, presentaciones, ofrecimientos al Niño, tas, arrastradas en su falta de invención»56,
Ángel Gómez Moreno (cf. «Tea- despedidas...) no difiera del esquema habitual para proponer una peculiar revitalización (y
tro medieval», en Carlos Alvar
et al., ía prosa y el teatro en de los autos de Navidad de los siglos XV a depuración) de éstas.
la Edad Media, Madrid, Taurus, XVII (que amplificaron a su vez el Officium Es precisamente en el siglo XIX cuando
1 9 9 1 , pág. 193).
pastorum) ha llevado a autores como Maxi- encontramos las primeras piezas teatrales
53 miano Trapero a defender que las pastoradas fijadas textualmente en las que se muestran
Véase Carta de fray Pedro de
no nacieron como forma de popularización los elementos definidores del género actual:
Gante al rey don Felipe II. San
Francisco de México, 1558, en de un texto culto sino que, por el contrario, el diálogo jocoso de los pastores en el que se
Joaquín García Icazbalceta, Nue- tienen un modelo anterior común a éstos y citan ya las profecías en torno al nacimiento
va Colección de documentos para
la historia de México, México, de Cristo, la intervención del Demonio para
Salvador Chávez Hayhoe, 1 9 4 1 , tentarlos, la llegada del ángel (san Miguel)
II, págs. 206-207.
para enfrentarse a Luzbel y vencerlo, la anun-
54 ciación y la adoración ante el pesebre con
Véase Carta anua jesuíta de el siglo XVI, fue publicada 5ó
por primera vez en Othón
cantos y danzas. Contamos, sin embargo, con
1596, en Mariano Cuevas, His- Nota de Fernández de Lizardi
toria de ¡a Iglesia en México, 5 Arróniz, Teatro de evange- a su Pastorela en dos actos, testimonios que demuestran que el paso a este
vols., México, Editorial Patria, lizarían en Nueva España, ed. de Luis de Tavira en Autos, tipo de estructura dramática no fue ni mucho
1946, II, pág. 413. México, U N A M , 1 9 7 9 , págs. pastorelas y dramas religiosos.
1 8 7 - 2 3 8 ; Cayetano Javier de 1817-1862, México, Consejo
menos lineal: si, por un lado, se ha encontra-
55 Cabrera y Quintero escribió Nacional para la Cultura y las do documentación que podría remontar su
en el siglo XVIII un Coloquio
La obra de Juan de Cigorondo
Égloga pastoril al nacimien- al nacimiento de Nuestro Se-
Artes, 1995, pág. 80.
origen a la segunda mitad del siglo XVIII 57 ,
to del niño Jesús, escrita en ñor para ser representado 57 por otro, hay constancia manuscrita, todavía
en el Colegio de San Miguel Véase Alejandro Ortiz Bullé-
de Bethlem de México que
a comienzos del siglo XX, de pastorelas que,
Goyri, «Notas a propósito de
ha sido publicado en Joel la pastorela en México hacia alejadas de esa estructura popularizada en
Romero Salinas, La pastorela el silo XVIII», en Beatriz Aracil el siglo XIX, mantenían vigentes elementos
Reflexiones para una historia
mexicana: origen y evolución, et al., Fiesta y teatralidad de la
de la teatralidad religiosa popular
en México SEP-Cultura/FONART, Méxi- pastorela mexicana, México,
destinados a reforzar la fe e instruir en la
BEATRIZ ARACII. VARÓN
co, 1 9 8 4 , págs. 1 2 9 - 1 4 1 . U N A M , 2 0 0 4 , págs. 13-22. doctrina cristiana a las comunidades indi-
genas muy similares a los que debieron em- derivaría a su vez, entre la población
plearse en el primer siglo de la colonia58. autóctona, hacia formas más propia-
En cuanto a las muy diversas danzas de mente indígenas como las danzas de
«moros y cristianos» que se realizan en Méxi- chichimecas), y el de La destmcáón
co, sobre las que continúa siendo imprescin- de Jerusalén, que tuvo una presencia
dible el ya citado trabajo de Arturo Warman, destacada en la literatura y el teatro
tal vez resulte más sencillo que en las formas medieval europeo62 y que se debió
anteriores -al menos en algunos casos- estable- trasladarse asimismo a la Nueva Es-
cer el modo en que se han ido transformando paña en el primer siglo de la colonia,
desde su introducción en el territorio, siempre como demuestra la pieza en náhuatl
y cuando se trabajen las distintas variantes en conservada sobre este tema63 (cuya es-
sí mismas y en relación con el resto. Pondré critura puede ser de fines del XVII o
solamente un ejemplo: entre los textos de comienzos del XVIII, pero probable-
representaciones religiosas tradicionales que mente es copia de un pieza del XVI64).
logró reunir en la región de Chilapa (Guerrero) De hecho, el manuscrito mexicano de
a fines de los 80, Ariza Acevedo incluye el de La destrucción de Jerusalén, a pesar de Santiago.
Colorado.
Danza de los Chareos de San Juan
Detalle foto de Darina Robles.
una danza de Los Moros Santiagos en la que, no incluir al apóstol Santiago como
junto a Santiago y el Rey Moro, aparecen Ves- personaje, comienza con las siguientes palabras:
pasiano y Poncio Pilatos, aspecto sobre el cual «Aquí se asienta la vida del Señor Santiago, de ed., Colección de autos, farsas
comenta este investigador: cómo sucedió que destruyó a la gran ciudad de y coloquios del siglo XVI [1901 ] ,
4 vols., Hildesheim-Nueva York,
Jerusalén, a los judíos y a Pilatos»65, palabras Gerg Olms Verlag, 1979, IV, pág.

...esta versión de los Moros Santiagos desarrolla una que, más que un «engañoso título», como 211); en España se conserva asi-
mismo una pieza teatral, el Auto
historia más que basada en la fantasía, basada en plantea Horcasitas, pueden ser reflejo de esa de la destrucción de Jerusalén,
la ingenuidad, en lo intemporal. En ella conviven confluencia temática que venimos comentando recogida en el Códice de Autos
Viejos [ibidem, I, auto XXX, págs.
personajes de distintas épocas, por ejemplo en la y que en la representación de Chilapa se da ya 502-524), que pudo componerse
escuadra mora aparece Pilatos, un personaje real de forma evidente. a finales del XVI.

y contemporáneo de Cristo, de hace veinte siglos, Aunque todavía no estemos en condicio- 63


lidiando con Santiago, un mito de la reconquista nes de explicar las fases de dicha confluencia, La obra fue publicada por pri-
española que debió hacer su aparición por lo menos mera vez por Francisco del Paso
parece lógico pensar que guarda a su vez re-
y Troncoso [Destrucción de Jeru-
mil años después de Pilatos. Esto nos da una idea de lación con una temprana identificación, en el salén. Auto en lengua mexicana
que la intención del anónimo juglar de esta pieza, contexto novohispano, entre los judíos y los {anónimo} escrito en letra del
siglo XVII, Florencia, Tipografía
no fue la de contar un testimonio histórico, sino el moros como enemigos de la verdadera fe66, de Salvador Landi, 1907) y más
interés de propagar la fe cristiana, de una manera tarde por Horcasitas [El teatro ná-
huatl, op. cit., págs. 465-495).
entretenida, sin complicaciones, ni de fechas ni de
nacionalidades59. 58 61
64
En un trabajo anterior expliqué Cf. la introducción de Paso y
Luis Weckmann, La herencia
ya cómo, por ejemplo, la Pas- Troncoso (op. cit., págs. 134-
medieval de México, México,
Sin negar la evidente finalidad catequiza- torela de viejos (para el año de El Colegio de México-FCE,
135 y Horcasitas, El teatro ná-
dora de la pieza, lo cierto es que la aparente 1912), hallada en Quinceo y 1994, pág. 5 1 8 .
huatl, op. cit., pág. 4 6 1 .

incongruencia argumental de esta danza no se transcrita por Adrián F. León,


fue compuesta íntegramente en 62 65
debe a la ingenuidad del supuesto autor, como lengua indígena por un autor Abordado en el mismo siglo
Ibidem, pág. 465.

propone Ariza60, sino al origen colonial de la con suficientes conocimientos I por Josefo en su De bello
66
de doctrina cristiana (probable- ludaico, este asunto tuvo una
representación: como ha señalado Weckmann, mente un sacerdote o alguien amplia difusión en la literatura Recordemos que esta identifica-
muy cercano al entorno religio- medieval europea: del siglo XIII ción se d a desde las primeras
so} que aprovechó la represen- es el poema anónimo la Des- décadas de la evangelización,
Desde un principio, en la Nueva España el apóstol tación teatral para transmitir a truction de Jéwsalem, escrito tal como se muestra en la puesta
Santiago encabeza siempre a los cristianos, y Poncio los fieles determinados concep- en lemosín, sobre el cual se en escena de una deseada Con-
tos doctrinales (véase Beatriz hizo una versión inglesa y una quista de Jerusalén (Tlaxcala,
Pilato frecuentemente a los indios. Esta interesante Aracil, «Pastorelas tradiciona- 1539), en la que, según fray
francesa en prosa impresa en
circunstancia revela la antigua relación de la danza les indígenas en el siglo XIX», el siglo XV al menos siete veces Toribio Motolinía, los españo-
en ibldem, págs. 23-36, en les y mexicanos se enfrentarían
de moros y cristianos con los temas tradicionales de y traducida al español a fina-
a «Moros y Judíos con mucha
especial págs. 25-30). les de ese mismo siglo (véase
los cantares de gesta, especialmente los relativos a la María Rosa Lida de Malkiel, munición y bastimentos» (fray
Toribio de Benavente Motolinía,
conquista de Jerusalén o a su destrucción a manos de 59 Jerusalén: el tema literario de
Historia de los indios de la Nue-
Tito y Vespasiano61. Ariza Acevedo, op. cíf., pág.
347.
su cerco y destrucción por los
romanos, Buenos Aires, Univer- va España, ed. de G. Baudot,
sidad de Buenos Aires, 1973). M a d r i d , Castalia, 1985, pág.
Por lo que respecta en concreto 206).
60
En efecto, desde fechas muy tempranas del al ámbito teatral, Rouanet des-
Quien olvida además que
período virreinal, debió operarse una confluen- Santiago no es sólo un mito tacó ya la importancia, entre
cia entre el tema español de la Reconquista, sino también, y ante todo, un otras obras sobre el tema, de La Reflexiones para una historia
personaje histórico, uno de los vengeance de Notre-Seigneur, de la teatralidad religiosa popular
con la figura central del patrón Santiago, muy apóstoles de Cristo, contempo- obra impresa siete veces entre en México
presente en la cultura de los vencedores (que ráneo de Poncio Pilatos. 1491 y 1539 (Leo Rouanet, BEATRIZ ARACIL VARÓN
así como con el hecho de que no por un lado, a que la indagación sobre la
sólo la estructura sino también el propia identidad surgida con los movimientos
tema central de todas estas piezas independentistas del siglo XIX llevó a una re-
sea el mismo: la conversión al vitalización de manifestaciones propias de la
cristianismo (con sus implicacio- tradición popular por parte de autores cultos
nes políticas e ideológicas) des- (como hemos visto en el caso de la pastorela
de distintas perspectivas (en Los en manos de dramaturgos como Lizardi) y,
Moros Santiagos, la conversión por otro, a la propia situación de decadencia
del gobernante, en la figura de de la Iglesia católica en la segunda mitad del
Vespasiano, la del infiel derrotado XIX. Como ha explicado Annick Lempé-
por «España», que acepta a Cristo riére, desde los inicios del nuevo gobierno, la
y recibe el bautismo, e incluso la religión católica, como «motivo de expresio-
negación de ésta, la ausencia de nes particularistas de identidad» vinculadas a
arrepentimiento). santuarios o parroquias de santos patronos,
Creo que el ejemplo citado sir- se enfrentó a los deseos liberales de homoge-
ve para demostrar cómo el cotejo neización de una identidad nacional70. Tras la
de fuentes coloniales y contem- Independencia, estas identidades particulares
poráneas es necesario para una pervivieron porque
correcta comprensión de ambas,
como lo es también la utilización Cada ciudad, villa o pueblo conservaba su identidad
Mahoma de una danza de moros cristianos en de los documentos externos o in- propia no sólo gracias a su gobierno sino también
Oaxaca. Foto de Darina Robles.
directos sobre el contexto cultural mediante el culto a sus santos patronos y demás de-
de dichas fuentes. Pero, al mismo tiempo, vociones particulares que llevaban a cabo cofradías y
las preguntas que genera sobre las formas de conventos, ayudados por el ayuntamiento71.
popularización y de fusión de las variantes
67
Cf. a este respecto las «Tareas arguméntales de una tradición muy diversa De hecho, esta situación fue apoyada en
para una investigación futura» ponen de manifiesto lo lejos que estamos de un principio por el poder: las constituciones
que propone Gisela Beutler en su
artículo «Algunas observaciones
una indagación sistemática y global en este mexicanas hasta 1847 incluyeron la religión
sobre los textos de 'Moros y Cris- sentido67; una indagación que, para cualquiera católica como única del Estado y el calen-
tianos' en México y Centroamé-
de las formas tradicionales, deberá tener en dario oficial mantuvo las «fiestas religiosas
rica», en A . David Kossoff et al.
(eds.), Actas del VIII Congreso cuenta la premisa ya señalada por Warman de nacionales» (Semana Santa, Corpus Christi,
de la Asociación Internacional que la evolución social y cultural no tiende a Virgen de Guadalupe) junto a las nuevas
de Hispanistas, M a d r i d , Istmo,
1986, pág. 233. la homogeneidad, sino «a la diversificación, al fiestas «cívicas»72. Hubo que esperar a las
pluralismo», y que esa diversidad en México Leyes de Reforma, y especialmente a la Ley
68
Véase W a r m a n , op. cit., págs.
ha sido resultado sobre todo del contacto Lerdo de 1856, con la desamortización de
14-16. entre dos culturas, de un proceso de acultura- los bienes corporativos, y en concreto los
ción en el que los grupos indígenas, en su re- eclesiásticos, para ver el triunfo de una re-
09
Id. lación con la cultura dominante, han generado pública liberal que impuso una nueva forma
productos culturales influenciados por ésta, de sociedad dominada definitivamente por
70
Annick Lempériére, «De la re-
pero también voluntariamente divergentes, el poder civil y no por el religioso73. Frente a
pública corporativa a la na- reafirmadores de la propia identidad68. un progreso urbano marcado por la festivi-
ción moderna, México ( 1 8 2 1 -
1869)», en Antonio Annino y
En el estudio de ese proceso evolutivo ha- dad cívica, las comunidades rurales mantu-
Francois-Xavier Guerra, Inven- brá que considerar además otra idea destacada vieron desde entonces sus fiestas religiosas
tando la nación, México, FCE, como señas de identidad de una cultura
2 0 0 3 , pág. 3 3 4 .
por Warman: «las transformaciones básicas,
las que cambian la orientación en la evolución marginal, sufriendo además un importante
71 de la culturas, no son el resultado de un pro- cambio al quedar libres de la autoridad del
Id.
ceso lento sino que por el contrario suceden clero. El resultado fue una continuidad de
72 en lapsos cortos y de gran intensidad»69. La las manifestaciones tradicionales respecto
Ibidem, pág. 3 3 0 .
tradición teatral religiosa se ha visto marcada al período anterior, ya que, como explica
73 en México, como el resto de elementos de la Luis de Tavira, los laicos piadosos que se
Véase ibidem, págs. 330-346.
cultura, por momentos de transformación y hicieron cargo de las ceremonias religiosas
74 ruptura como la Independencia o la Revolu- volvieron «a las tradiciones paralitúrgicas
Tavira, op. cit, pág. 2 1 . ción. Apuntando sólo este tema (que deberá del pasado colonial»74, pero también una
ser estudiado a fondo), parece que, al menos mayor libertad de las formas y, sobre todo,
Reflexiones para una historia en el caso de la Independencia, este proceso de los contenidos, que ya no debían ajustar-
de la teatralidad religiosa popular
implicó una quiebra pero también una recu- se a la ortodoxia de la estructura eclesiástica
en México
BEATRIZ ARACII. VARÓN peración de la tradición, y ello fue debido, (circunstancia muy reveladora para el estu-
dio de algunas representaciones de la época, el epígrafe anterior (y corrobora el trabajo de 76
Base de La Pasión de Iztapalapa,
en especial de moros y cristianos, como ha Cáceres), algunos conceptos planteados por pero también de otras muchas
demostrado Warman75). los estudiosos del Romancero han resultado representaciones actuales como
las Judeas nicaragüenses (véa-
Al estudio de estos contextos socio-polí- de gran funcionalidad para el estudio de am- se el trabajo de Roberto Sán-
ticos tan significativos habrá que añadir ne- bas manifestaciones culturales tradicionales; chez Ramírez para el diario La
Prensa, 21-3-2005, en h t t p : / /
cesariamente el de los contextos propiamente en segundo lugar, porque los trabajos de www-ni. Iaprensa.com. n¡/archi-
culturales. En este sentido, se hace necesario conjunto realizados en este ámbito (entre los v o / 2 0 0 5 / m a r z o / 2 1 /nacio-
profundizar en algunos aspectos poco traba- que destaca el de Mercedes Díaz Roig sobre el nales/nacionales-20050321 -
01 .html).
jados como el de las influencias en el teatro Romancero tradicional de América*0) pueden
religioso tradicional de otros géneros, tanto servir de modelo para un necesario estudio 77
Véase Gisela Beutler, La his-
cultos como populares: así, por ejemplo, re- comparativo con otras zonas geográficas del toria de Fernando y Alamar.
sulta imposible comprender el desarrollo de continente en las tres líneas temáticas pro- Contribución al estudio de las
las representaciones de la Pasión a partir del puestas (representaciones de la Pasión, pasto- danzas de moros y cristianos
en Puebla ¡México), Stuttgart,
último tercio del siglo XIX sin atender al éxi- relas y danzas de moros y cristianos); en tercer Franz Steiner Verlag W i e s b a -
to de la novela El Mártir del Gólgota (1863- lugar, porque los investigadores de la poesía den, 1984.

1864), del escritor español Enrique Pérez tradicional han incorporado ya el teatro a sus 78
Escrich76, o trazar la evolución de las danzas perspectivas de análisis (como demuestran los Milena Cáceres Valderrama,
títulos sobre este género que se incluyen en la La fiesta de moros y cristianos,
de moros y cristianos desde sus orígenes sin
Lima, Pontificia Universidad Ca-
analizar sus conexiones con el Romancero. Y Bibliografía descriptiva de la poesía tradicio- tólica del Perú, 2005.
es precisamente el vínculo con esa manifesta- nal y popular de México coordinada por Au-
79
ción folklórica tan difundida en Hispanoamé- relio González81); y, por último, porque los Conceptos que son consecuen-
rica, destacado ya por investigadores como estudios romancísticos cuentan incluso con cia, a su vez, del de tradicional!'

Beutler77, el que me lleva a plantear una última algún proyecto de aplicación de las nuevas dad ya planteado (véase ibidem,
págs. 53-65).
reflexión metodológica. Aludo para ello a un tecnologías (como el Proyecto del Romancero
trabajo reciente de Milena Cáceres publicado Pan-hispánico incorporado a la WEB por 80
Mercedes Díaz Roig, Romancero
en Lima, La fiesta de moros y cristianos en el Suzanne Petersen82) que puede favorecer la tradicional de América, México,
Perú, en el que se estudia la Relación de la sistematicidad a la hora de enfrentarnos a un El Colegio de México, 1990.

historia del Ave María del Rosario o Garcila- objeto de estudio caracterizado precisamente 81
zo que todavía se representa periódicamente por la multiplicidad de variantes. Aurelio González (coord.), Biblio-
grafía descriptiva de la poesía
en Huamantanga (departamento de Lima). La utilización de bases de datos informáti- tradicional y popular de México,
El trabajo de Cáceres analiza esta danza de cas, el manejo no sólo de las variantes teatrales México, El Colegio de México,
moros y cristianos cotejando su texto con sino también de la bibliografía crítica que 1993.

distintas fuentes españolas de los siglos XVI sobre ellas se ha desarrollado en el resto de 82
y XVII sobre este episodio de la conquista América Latina o los estudios comparativos Como explica la propia Peter-
sen en su página ( h t t p : / / d e p t s .
de Granada, entre ellas, el romance «Cercado entre géneros tradicionales pueden, junto al washington.edu/hisp rom/es-
está Santa Fe», que para la autora constituye resto de los aspectos señalados a lo largo del p a n o l / ) , este proyecto a largo
plazo pretende poner en línea
«el armazón sobre el que reposa» la pieza presente epígrafe, ser base para futuras líneas «a) una bibliografía crítica del
peruana78. El libro puede servir de modelo de trabajo en el estudio histórico de las for- género, b) una muestra re-
para observar las posibilidades de estudios mas tradicionales de teatralidad religiosa en presentativa de todos los ro-
mances documentados por el
comparativos concretos en la dilucidación de México. Advertía Menéndez Pidal en la nota mundo desde el siglo XV, c)
estas vinculaciones entre la tradición teatral preliminar a su Romancero hispánico: representación cartográfica de
datos romancísticos primarios
y la romancística, pero si lo cito además a y secundarios y d) reproduc-
este propósito es porque la autora maneja, en Es verdad que el romancero de tan dilatada vida apa- ciones musicales de recitacio-
nes originales y su notación
su análisis de la obra en cuestión, conceptos rece dividido en dos porciones muy separadas: una musical»; cf. Suzanne Petersen,
propuestos por Menéndez Pidal y Diego antigua, perteneciente a los siglos XV y XVI, y otra «El encuentro del Romancero
Catalán para el estudio del Romancero (con- moderna, correspondiente a los siglos XIX y XX. A
en América con el proyecto
romancístico en la WEB: asig-
cretamente los de «versión» y «motivo»79), primera vista parecerá incongruente establecer una natura pendiente», Anales de
esto es, traslada a la investigación teatral una relación efectiva entre ambas porciones (...). Y, sin Literatura Hispanoamericana,
2 0 0 1 , núm. 3 0 , págs. 135-
metodología que ha resultado válida en el 155.
ámbito de la poesía tradicional.
A pesar de las evidentes diferencias entre
ambos géneros, seguir los pasos de los estu-
75 contemporáneas como la de
dios realizados durante más de un siglo sobre Véase W a r m a n , op. cit, Los Moros Chinos de Chilapa,
el Romancero en España y América puede pág. 133. Las reflexiones de que no incluye la conversión,
Warman podrían servir asi- pero sí el lamento de los moros
abrir un vasto campo en las investigaciones mismo para comprender los
Reflexiones para una historia
derrotados por Santiago (cf. de la teatralidad religiosa popular
sobre el teatro religioso tradicional. En pri- heterodoxos finales de algunas ed. de Ariza Acevedo, op. cit., en México
mer lugar, porque, como hemos visto desde danzas de moros y cristianos pág. 419). BEATRIZ ARACIL VARÓN
embargo, cuando examinemos el modo como ha ido Beutler, Gisela, La historia de Fernando y
descubriéndose el romancero actual, nos convence- Alamar. Contribución al estudio de las
remos de que él existió durante varios siglos antes, danzas de moros y cristianos en Puebla
aunque ignorado o negado, y cuando penetremos el (México), Stuttgart, Franz Steiner Verlag
carácter y el valor de la producción antigua y de la Wiesbaden, 1984.
moderna en su conjunto, veremos que no hay abismo — , «Algunas observaciones sobre los tex-
ninguno ni solución de continuidad entre los roman- tos de 'Moros y Cristianos' en México y
ces de antes y los de dos siglos después83. Centroamérica», en A. David Kossoff et
al. (eds.), Actas del VIH Congreso de la
Sin duda un estudio sistemático, global y Asociación Internacional de Hispanistas,
contextualizado, al que están contribuyen- Madrid, Istmo, 1986, págs. 221-233.
do ya los investigadores actuales, permitirá Boal, Augusto, Técnicas latinoamericanas de
a la historiografía teatral en México (y en teatro popular: una revolución coperni-
otras zonas de América) establecer no sólo, cana al revés, Buenos Aires, Corregidor,
de manera semejante a la propuesta por Me- 1975.
néndez Pidal respecto a la poesía tradicional Cáceres Valderrama, Milena, La fiesta de
española e hispanoamericana, una «relación moros y cristianos, Lima, Pontificia Uni-
efectiva» entre el teatro evangelizador del versidad Católica del Perú, 2005.
siglo XVI y determinadas formas de tea- Carvalho-Neto, Paulo de, «Concepto y rea-
tralidad actuales sino también las claves de lidad del teatro folklórico latinoamerica-
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Domingo Adame Hernández

Doctor en Letras Modernas espe-


cializado en Teatro. Ha sido pro-
fesor en la Universidad Nacional
Autónoma de México y en va-
rias universidades mexicanas, fue
director del Centro Nacional de
Investigación Teatral del Instituto
Nacional de Bellas Artes, actual-
mente es director de la Facultad
de Teatro de la Universidad Vera-
cruzana. Es autor de los libros El
director teatral intérprete-creador,
Teatros y Teatralidades en México.
TEATRALIDAD INDIA Y COMUNITARIA
Siglo XX y Elogio del Oxímoron.
Introducción a las teorías de la
teatralidad. Es miembro del Sis-
EN MÉXICO. UN ACERCAMIENTO
tema Nacional de Investigadores
de México. DESDE LA COMPLEJIDAD
DOMINGO ADAME HERNÁNDEZ

RESUMEN

La teoría y la práctica del teatro indio y comunitario contemporáneo de México se ha deba-


tido entre la preservación y la transformación de los elementos culturales propios de los pueblos
en los que esta actividad se realiza.
La orientación ha estado en función del origen del realizador/investigador y los resultados
han sido generalmente parciales. Es por ello que, desde mi experiencia como creador/investiga-
dor de este teatro, propongo una estrategia dialógica basada en el Pensamiento Complejo que
incluya y problematice todos los elementos culturales que esta teatralidad pone en juego.

INDIAN A N D COMMUNITY HISTRIONICS IN MÉXICO:


A N APPROACH FROM COMPLEXITY

ABSTRACT

The theory andpractice of contemporary Iridian and community theatre in México has stru-
ggled with the preservation and transformation of traditional village cultural elements where
the performance is held.
The origins of the producer/researcher have dictated the orientation chosen with results
generally turning out to be hiased. It isfor this reason that, in my experience as producer/resear-
cher of this type of theatre, a dialogic strategy based on Complex Thought which includes and
problematises all cultural elements this drama brings into play is proposed.

INTRODUCCIÓN temporáneo se debaten entre la preservación


y la transformación de los elementos cultu-
El conflicto que se ha vivido y aún persiste rales propios de los pueblos en los que esta
en México en el ámbito cultural y, específica- actividad se realiza. La alternativa, a partir de
mente en el teatral, es el enfrentamiento de mi experiencia como creador/investigador del
concepciones muy diferentes entre el pensa- teatro indio y comunitario, no es la aniquila-
miento indígena y el pensamiento occidental. ción de uno u otro componente; propongo,
Teatralidad india y comunitaria en
México. Un acercamiento desde la El mito y la magia opuestos a la historia y a en cambio, una estrategia dialógica basada en
complejidad el Pensamiento Complejo que incluya y cues-
la ciencia. En el mismo sentido, la teoría y la
DOMINGO
ADAME HERNÁNDEZ práctica del teatro indio y comunitario con- tione todos los elementos culturales que esta
teatralidad pone en juego, a saber: su sentido, y polémicas entre
formas de producción, intención, técnicas y opiniones, ideas y
conocimientos. concepciones; y c)
Considero que el teatro se debe estudiar con la existencia de
como movimiento cultural vivo, porque verlo desviantes potencia-
solamente como disciplina artística es seguir les, para lo cual, dice,
manteniendo el concepto reduccionista occi- se requiere un rico
dental, pues el teatro, y sobre todo la teatra- pluralismo cultural y
lidad, están presente en distintas actividades cierta autonomía del Cartel anunciador de la Pasión de Cristo. Iztapalapa 2006.
que el ser humano realiza en comunidad y, estatus de los artis-
a su vez, éstas se relacionan con otras mani- tas, autores y pensadores.
festaciones en la vida del individuo y de la Aplicando este aparato conceptual a
sociedad. Por eso creo necesario identificar nuestro tema de estudio, observamos que el
en cualquier investigación de carácter cultu- discurso del teatro indio y comunitario en
ral los niveles deterministas del imprinting México ha estado marcado por el imprinting
cognitivo y su normalización, así como sus y la normalización de la Conquista, pero Edgar Morin, «El pensamien-
posibilidades de debilitamiento. también ha sido confrontado por quienes bus- to subyacente» en El Método
IV, Las ideas, M a d r i d , Cátedra,
Los individuos conocemos, pensamos y can preservar los principios del pensamiento 1992, pág. 29.
actuamos de conformidad con paradigmas mesoamericano.
culturalmente grabados que definen nuestras Ibidem, pág. 30.
visiones del mundo, los mitos y las ideas, FORMAS TRADICIONALES Y C O N -
las actividades y las conductas. Además, un TEMPORÁNEAS DE TEATRO INDIO Y Manuel Jiménez Castillo, «Inves-
gran paradigma está profundamente inscrito COMUNITARIO tigación sobre teatro indígena
en la organización de una sociedad a la cual y campesino. Un punto de vista
antropológico», en Memoria del
determina, tanto como ella lo hace con él. La El teatro indio y comunitario tradicional III Encuentro Nacional de Inves-
doctrina, sabemos, es dogmática por natura- corresponde a aquel que, con un sentido de tigación Teatral, México, CITRU-
INBA, 1992, págs. 4 4 - 4 5 .
leza, se erige como poseedora de la verdad, preservación cultural, practican grupos ét-
a diferencia de la teoría que está abierta a la nicos y campesinos marginados, oprimidos
crítica. Bajo el «conformismo cognitivo», y dominados, localizados en rancherías, po-
nos aclara Edgar Morin, hay mucho más que blaciones rurales, barrios y colonias urbanas
eso, hay un «imprinting cultural» que marca o sectores subalternos. Entre sus formas se
irreversiblemente el espíritu individual en su incluyen: ceremonias, danzas-drama, danzas,
modo de conocer y actuar1. La normalización, comedias, farsas, sainetes, loas, églogas, autos,
al controlar cualquier desviación de forma entremeses, pastorelas, etcétera.
represiva o intimidatoria, se convierte en cus- Dentro de sus características están las
todia del imprinting. Este y la normalización siguientes: 1) Poseen un contenido y esencia
operan recursivamente, así los modos de co- de identidad, 2) tienen como función princi-
nocimiento de los individuos son elaborados pal la legitimación de la cohesión grupal y 3)
por una cultura que produce dichos modos2. conservan series de complejos sociocultura-
Precisamente por eso se pueden reconocer les, estructurados en especie de «esquemas»
cambios, de tal manera que es necesario con- o «sistemas» que tienen estrecha relación
siderar, por una parte, los constreñimientos tanto con la memoria histórica como con la
sociales, culturales e históricos que inmovili- cosmogonía y la cosmovisión; cuyas partes
zan y aprisionan al conocimiento y, por otra, esenciales permanecen ocultas en la memoria
las condiciones sociales, culturales e históricas colectiva y sólo reaparecen cíclicamente en las
que lo movilizan o liberan posibilitando su representaciones colectivas de tipo mágico-
innovación y evolución. religioso y, siempre, en actitud solemne3.
Para debilitar o atenuar el imprinting y la Como resulta evidente, el motivo religioso
normalización, Morin visualiza tres caminos: es predominante, efectuándose ceremonias
a) una vida cultural e intelectual dialógica acordes al calendario de la iglesia católica en
que admita pluralidad/diversidad de puntos poblaciones indígenas y mestizas, rurales y
de vista, intercambios múltiples de informa- urbanas. La conmemoración de la «Semana
ción, conflicto entre concepciones y visiones Mayor» constituye el principal acontecimien-
del mundo, así como la existencia de una ley to dentro de la iglesia católica. Las repre- Teatralidad india y comunitaria en
del diálogo y un comportamiento individual sentaciones de la Pasión de Cristo tienen un México. Un acercamiento desde la
complejidad
dialógico; b) con el «calor cultural» que carácter ritual que abarcan a la población en
DOMINGO
estimule los intercambios, enfrentamientos, su totalidad con sus componentes humanos ADAME HERNÁNDEZ
y físicos. En las poblaciones indígenas se da niles, drogadicción, destrucción ecológica
una yuxtaposición entre el simbolismo propio y emigración hacia Estados Unidos. Otra
y el occidental, predominando el primero en línea temática son los mitos y cuentos tra-
el uso del espacio, danzas, batallas, música, dicionales. Algunos espectáculos incluyen o
máscaras, vestuario, lenguaje y objetos que son exclusivamente de guiñol o marionetas.
forman parte de la ceremonia. Es un teatro que va mas allá del sociodrama
Entre las culturas indias destacan las cele- o del simple espectáculo de consumo para
braciones que efectúan los Yaquis y Mayos de convertirse en un acontecimiento basado en
Sonora y Sinaloa, así como los Coras de Na- la necesidad de representación de la comu-
yarit y Jalisco. Ambas son expresiones de un nidad; es un teatro hecho en los espacios y
teatro total que engloba lo social, lo natural y en los tiempos que la comunidad considera
lo sobrenatural. necesarios. N o es un teatro en búsqueda de
La pastorela nació en nuestra tradición público, sino que su público es la propia co-
cultural decembrina como una forma de dise- munidad que lo crea6.
minación de la doctrina cristiana que, rápida- Un ejemplo del teatro maya contemporá-
mente, se convirtió en una auténtica manifes- neo es el Grupo multigeneracional Sac Nicté
Máscara de un danzante yaqui.
tación de teatro popular. («Flor Blanca») que existe desde 1977 en la
El Teatro maya tradicional tiene diversas región Puuc de Yucatán y está integrado por
manifestaciones; entre otras se encuentra el maestros, estudiantes, amas de casa y campe-
Okosta Pol o «Baile de la Cabeza del Co- sinos bajo la dirección de Carlos Armando
chino», representación ritual de los mayas Dzul Ek. Presentan sus obras en las fiestas
yucatecos; la fiesta de U k'in u k'a'ba' chan de los pueblos de toda la península. Uno
Gabriel Weisz, «La piel mágica k'u -«El Cumpleaños del Niño Dios»-, de de sus trabajos más conocidos es el Auto de
de los dioses», Anemona del En- la parte oriental de la Península; y otras re- fe o choque de dos culturas. Según Donald
cuentro de Teatro Rural, México,
Dirección General de Culturas presentaciones rituales tzotziles y tzeltales de Frischmann, los acontecimientos de este dra-
Populares/SEP, 1985 [copia m¡- Zinacantán, San Juan Chamula y Tenejapa. ma situado en 1562 siguen influyendo sobre el
meográfica, sin paginación].
Además de estas prácticas religiosas, exis- status actual de los mayas yucatecos. El tema
ten en las poblaciones indias de México se refiere a la imposición de la cultura espa-
Francés Toor, A treasury ofMexi-
can Folklore, New York, Crown,
diversas manifestaciones de carácter mágico, ñola, específicamente al juicio en contra de
] 9 4 7 , págs. 2 2 5 - 2 2 9 . se trata de «un fenómeno multirepresentativo los «idólatras y transgresores» de la religión
donde todo se gobierna por sucesivas trans- católica orquestado por el provincial francis-
Francisco Acosta Báez, «Teatro formaciones»4. Es un teatro terapéutico rela- cano Diego de Landa7.
comunidad», La escena latinoa- cionado con las formas rituales más antiguas Otro grupo es Lo'il Maxil («La Risa de los
mericana, nueva época, 5/6,
págs. 52-57.
de todas las culturas. Monos»), parte integral de Sna Jtz'ibajom, A.
De igual manera, en el centro del país y C. («La Casa del Escritor») de San Cristóbal
Donald Frischmann, «Etnicidad
en los estados de México, Guerrero, Morelos de las Casas, integrado por trece hombres y
activa: nativismo, otredad y tea- y Puebla se hacen representaciones comuni- mujeres tzotziles y tzeltales. Fue fundado en
tro indio en México», Memoria tarias con tema histórico. Es conocida sobre 1988 y entre las obras que ha realizado se en-
del III Encuentro Nacional de
Investigación Teatral, México, Cl- todo la representación que se efectúa en el Pe- cuentran: El burro y la mariposa (1988), Entre
TRU-INBA, 1992, págs. 25-34. ñón de los Baños en el Distrito Federal sobre menos burros, más olotes (1989), El haragán
La batalla del 5 de mayo5. y el zopilote (1989), s A poco hay cimarrones?
Donald Frischmann, «El teatro en Los carnavales constituyen otra forma de (1990), Herencia fatal (1991) Dinastía de
las comunidades zapatistas de
teatralidad cuyas características difieren según jaguares (1992), ¡Vamonos al paraíso! (1993),
Chiapas», Investigación teatral,
núm. 3, págs. 1 3 - 2 1 . el contexto cultural donde se realice: indígena De todos para todos (1994): «Dedicada a to-
como en San Juan Chamula o mestizo como dos los mártires Mayas y Zoques caídos en
en Huejotzingo, Puebla. las guerras de Chiapas». El drama explora
Las representaciones contemporáneas, algunas de las causas detrás del levantamiento
por otra parte, comparten en esencia las armado de enero del mismo año, así como las
características de las tradicionales y se distin- preocupaciones ecológicas y mágicas en torno
guen de ellas por la incorporación de nuevos al último refugio del indígena despojado y
contenidos, especialmente políticos, y de marginado de la tierra propia: la selva lacan-
técnicas modernas que, en ocasiones, llegan a dona. Otra obra es Antorchas para amanecer
producir nuevas formas. Los temas tratados (1995).
reiteradamente son aquellos que repercuten En su apasionada y fecunda tarea de inves-
Teatralidad india y comunitaria en
México. Un acercamiento desde la en la vida de la comunidad: alcoholismo, tigador del teatro maya, Donald Frischmann
complejidad
machismo, violencia, pérdida de valores tra- ha registrado también sus manifestaciones
DOMINGO
ADAME HERNÁNDEZ dicionales, cambio cultural, pandillas juve- más recientes, las del movimiento zapatista8.
1
Desde las «señas», pequeñas obras en un acto, la Asociación Nacional Teatro Co-
hasta los «Consejos de ancianos», que es una munidad (TECOM). Uno de sus es-
rVÍ-^M .
Ulir,i>:> : % - • B < ' ^ | - 4
'*3
resignificación de un teatro ancestral, pasando pectáculos más significativos fue La
por las obras históricas. La existencia de este llorona que representó a México en el ' ' t fifs^
:
teatro se remonta a la época prehispánica y, en
la época actual, a las primeras brigadas cam-
Festival de Teatro Latinoamericano
de Córdoba, Argentina, en 1994. :f <M^
pesinas del Teatro Conasupo de Orientación
Campesina que a fines de los setenta integró
tres brigadas: una tzotzil, otra tzeltal, y otra
Los grupos que formaron parte
de TECOM, fundada en 1987, y
aquellos que aún participan en el
V' p "
^ ^
luí''
tojolabal. movimiento de teatro comunitario,
En cuanto al teatro en lengua náhuatl, el intentaban convertirse en monitores
grupo Nimayana («tengo hambre») de San de su propia cultura. Su modo de
' ¡I 1 R ^
Miguel Tzinacapan, Cuetzalan, Puebla es producción tomó como base la «me- r^
un claro representante del teatro como me- todología de investigación-acción Lr m
dio de reedificación, pues nació, según uno
de sus integrantes «como una necesidad de
participativa», fundamentada en la
interacción del grupo de teatro y su « i ^SL 3
abrir aquellas bocas que estaban cerradas» comunidad. Los mismos miembros Danzante dleí Carnaval de Huejotzingo.
en la escuela secundaria abierta, a fines de de la comunidad participaban en el espectá-
los setenta. Hicieron representaciones de las culo, ya fuera como actores, aportando en
obras: El hombre nuevo y In Yankuit Tit (El el proceso de producción aspectos referidos
fuego nuevo). En su comunidad y luego fuera al material dramático (temática, conflicto)
de ella, descubrieron el sentido del teatro al o bien colaborando con la realización de Moisés Castro Payno, Eulalia
Chávez Tomás, Blas Soto Islas,
platicar con el público; para ellos «el teatro escenografía, utilería o vestuario. De tal
ef a/., «El teatro de San Miguel
fue muy valioso, porque nos hizo avanzar a manera que la apropiación de la experien- Tzinacapan no ha muerto, vive
todos los que siempre estamos situados en un cia fortalecía el desarrollo de las comu- en las organizaciones», Memo-
ria del Encuentro en torno al
rincón»9. También como manifestación del nidades indígenas, campesinas o urbanas teatro rural. México,Teatro Ru-
teatro náhuatl actual está la que promueve populares. ral/Dirección General de Cultu-
ras Populares/SEP, 1985 [copia
en la Huasteca hidalguense Ildefonso Maya. Otra experiencia contemporánea es la que mimeográfica, sin paginación].
Para él dio inicio en 1983 en Oxolotán, Tabasco. Se
10
trata de un proyecto de formación, creación Ildefonso Maya, «El teatro ma-
No es la fe ni los ritos cristianos los que hacen y difusión que, por diversos motivos, llamó sivo indígena, base del teatro
mover a las masas para esas representaciones, sino la la atención de propios y extraños, entre otras mexicano» en Memoria del III
Encuentro de investigación Tea-
creencia y la fe tradicional de México que vive con cosas por los altos presupuestos que manejó y tral, México, CITRU-INBA, 1992,
sus dioses, aunque desde hace más de quinientos por el dispendio en viajes y auto-promoción págs. 15-24.

años hayan cambiado de nombre por la fuerza de la a Europa y los Estados Unidos. En 1985 el 1 1 Macario Matus, «Teatro en
imposición10. Laboratorio de teatro campesino e indígena lengua zapoteca», Memoria
del Encuentro en torno al tea-
trabajaba en siete comunidades con 1,700 tro rural. Méxicojeatro Rural/
Del teatro en lengua zapoteca menciona- alumnos y 32 maestros, o sea la escuela de Dirección General de Culturas
Populares/SEP, 1 985 [copia mi-
remos que en 1981 se integró un grupo en Ju- teatro más grande del mundo. El proyecto, meográfica, sin paginación].
chitán a instancias del departamento de teatro según una integrante del equipo directivo, se
indígena de la UABJO. Sus integrantes nunca decidió mediante «consulta popular» en 20 12
Lourdes Arriaga y Santos Pisté
habían actuado ni visto obras del teatro urba- comunidades del estado: Canche en Memoria del En-
no «profesional». Por lo tanto se utilizaron cuentro en torno al teatro rural,
M é x i c o j e a t r o Rural/Dirección
máscaras para que el público no reconociera Fuimos a preguntarles ¿qué querían hacer en su General de Culturas Populares/
a los actores y éstos pudieran actuar con liber- tiempo libre? Si querían bailar, cantar, tocar la SEP, 1 985 [copia mimeográfica,
tad. Representaron obras como Tierra y fuego sin paginación].
guitarra...lo que ellos quisieran nosotros íbamos a
sobre problemas ocurridos en 1717, fecha en llevarles. Entonces, de estas 20 comunidades destacó
la que unos religiosos arrebataron tierras a Oxolotán que con una investigación de, digamos el
los zapotecas de Juchitán, otra sobre el «che» 80% de su población, el 75 contestó que quería hacer
Gómez (líder juchiteco en 1911) y Juchitán en teatro (sic)12.
el tiempo (historia de la vida social zapoteca
de 1660al983) u . Un reportaje de 1991 consignaba:
El grupo Tehuantepec nació en 1987 en el
istmo del mismo nombre como una necesidad Con el apoyo irrestricto de la escritora Julieta Cam- Teatralidad india y comunitaria en
comunitaria de expresar a través del teatro pos, entonces presidenta del DIF (Desarrollo Inte- México. Un acercamiento desde la
complejidad
elementos y valores propios de su tradición, gral de la Familia) de la entidad nació el Laboratorio
DOMINGO
cultura y problemática social. Formó parte de de Teatro Campesino e Indígena de Tabasco [...]. ADAME HERNÁNDEZ
Seis años después, en 1989 el LTCI últimos años donde se establece un
contaba ya con una primera gene- tipo de intercambio entre grupos; el
ración de ciento veintitrés maestros público, aunque distinto, tiene rasgos
de teatro y tres mil alumnos forma- comunes, la agrupación no resulta del
dos con la técnica Stanislawski, la todo ajena.
biomecánica -enseñanza simultánea 3. Teatro hecho por miembros de una o
de ritmos diferentes para liberar la varias comunidades, fuera de la comu-
expresión corporal-, y un programa nidad y para distintas comunidades.
de 31 materias más. En este lapso se Es el caso del teatro patrocinado por
conformó un repertorio de 43 obras instituciones de gobierno, religiosas o
Cartel anunciador grupo Lo'il Maxil.
teatrales, que incluyó una creación políticas que capacitan a personas de
colectiva de los integrantes del laboratorio: La trage- comunidades indígenas y campesinas
dia del jaguar, así como obras de autores nacionales para hacer un teatro de carácter didác-
contemporáneos, y piezas universales como Bodas de tico.
13 sangre de Federico García Lorca13. 4. Teatro hecho por personas ajenas a las
Magdalena M o l i n a , «Teatro comunidades, en la comunidad y para
campesino e indígena. El des-
pertar del ¡aguar», Memoria de Frente a esto, es legítima la pregunta so- presentarse en varias comunidades. Se
Popel, n ú m . l , CNCA, México, bre el carácter campesino y/o indígena del trata de grupos formados por jóvenes
pág. 103.
proyecto, pues lo que predomina es el teatro provenientes de centros urbanos que
occidental. Para lo que sin duda sirvió fue llegan a comunidades indígenas con el
para difundir -una vez más- en el extranjero propósito de integrarse a ellas, de vivir
y ante los propios connacionales la imagen de acuerdo a sus costumbres las cuales
folklórica de México, es decir, fortaleció la «recrean artísticamente» para resaltar
normalización del imprinting cultural autori- sus tradiciones.
tario, manipulador y populista de los gobier- 5. Teatro hecho por personas de la comu-
nos emanados de la Revolución. Es evidente nidad, en la comunidad y para distintas
que los llamados «Laboratorios de Teatro comunidades, pero con intereses dis-
Campesino e Indígena» siguieron pautas de tintos a los de la comunidad. Es el caso
creación y producción ajenas al contexto del teatro patrocinado por institucio-
propio y que constituyeron iniciativas gu- nes de gobierno, religiosas o políticas
bernamentales para manipular y postergar el que realizan trabajos o se presentan en
genuino avance comunitario. comunidades indígenas o campesinas
sin reflejar el proyecto o las condicio-
VARIABLES DEL TEATRO INDIO Y nes de las propias comunidades. Por
COMUNITARIO EN MÉXICO ejemplo, el Teatro Campesino e Indí-
gena de Tabasco.
En un afán por sintetizar las distintas for-
mas de esta teatralidad, enumero las siguientes SENTIDO DEL TEATRO INDIO Y CO-
variables: MUNITARIO

Teatro hecho por miembros de una Considero que cualquier intento por
comunidad, en la comunidad y para acercarse al teatro indio y comunitario debe
la propia comunidad. Se trata, sobre tener en cuenta el sentido que para las pro-
todo, del teatro ritual en el cual no hay pias comunidades tienen las representacio-
distinción entre actores y espectado- nes. Menciono, en seguida, dos señalamien-
res. tos producto de la práctica y la investigación
Teatro hecho por miembros de una directa.
comunidad, en la comunidad y para Germán Meyer, investigador, creador y
distintas comunidades, por ejemplo participante activo del movimiento del Nue-
el teatro religioso como La pasión vo Teatro Popular en México entre 1976 y
de Cristo que en los últimos años ha 1986, considera que más que un espectáculo
adquirido carácter comercial. Esto ge- en sí, en el cual se abre [un] «espacio vacío»
nera en el público el interés de hacer su que un autor, un director y unos actores van
propia «Pasión» y, en consecuencia, se a tratar de llenar para un espectador que vie-
Teatralidad india y comunitaria en
México. Un acercamiento desde la establece un espíritu de competencia. ne a «mirarse». Podemos vislumbrar desde
complejidad
En el lado opuesto están los grupos un principio el teatro indio como un campo
DOMINGO
ADAME HERNÁNDEZ de Teatro-Comunidad surgidos en los «lleno» de fuerza, que recibe su energía de
muchos polos y la redistribuye a muchos EL CONCEPTO «COMUNIDAD»
otros. N a d a más extraño a una concepción DESDE U N A PERSPECTIVA
del teatro indígena, dice COMPLEJA

...que la noción de un teatro en la que se encierra uno Entiendo por comunidad la agru-
para enterarse de lo que a alguien se le ha ocurrido pación de individuos que comparten
manifestarnos. Aquí todo está arreglado: los polos aspectos culturales fundamentales de
que producen la energía pueden ser tanto el calen- tipo social, religioso y estético. En
dario como la tradición, el mayordomo, la manda, cuanto a lo social podemos mencionar
el placer del juego o de la necesidad; algunos de los comunidades lingüísticas, geo-políti- Brigada tzeltal de San Cristóbal.
polos que se benefician con esta energía podrían cas, económicas, políticas, profesiona-
ser la cohesión social, las buenas relaciones con los les, sexuales, educativas, etcétera. Al respecto
dioses, la integración de una personalidad y de una de lo religioso habría que considerar a las
identidad. Más que un «espacio vacío», se entiende diversas religiones y a todas las sociedades
entonces que este teatro necesita de un «espacio lle- culturales; por último, en lo que se refiere a lo Germán Meyer, «El teatro en las
no» de simbología, de valores sociales, de tradiciones estético, habría que incluir a las comunidades fiestas indígenas», Memoria del
Encuentro Nacional en torno al
artísticas. Y este [espacio] lo ofrecen no solamente artísticas, de intelectuales y de artesanos, por Teatro Indígena y Campesino,
los actores que son del mismo pueblo o de la misma citar algunas. Si bien en todos los casos existe Teatro rural/Dirección Gene-
ral de Culturas Populares/SEP,
cultura, no solamente las obras que son las mismas un elemento común que les otorga el carácter México, 1985 [copia mimeográ-
año tras año, no solamente la puesta en escena o la de «comunidad», el resto de los elementos fica, sin paginación].
coreografía que se transmite por tradición y no se in- «culturales» de los individuos que la forman
15
venta en cada función, sino también, y sobre todo un son, casi siempre, diferentes. Unidad y diver- Donald Frischmann, «El teatro
«espacio lleno» de la seguridad de un sentimiento o sidad es el binomio que identifica a la comuni- de comunidad en México: teoría
y praxis», en Entorno, nueva
de la confirmación de una visión del mundo. El teatro dad. Habría que preguntar cuál es el elemento época, núms. 56-57, págs. 36-
deja de ser entonces un producto que se consume o que permite la cohesión, pues, sin duda, el 43.
no: es el espejo de un rostro inalterable14. mayor problema es cómo hacer que exista
verdadera unidad más allá de las diferencias. La definición del compromiso
Por su parte, Donald Frischmann indica: Este elemento indispensable es la ética que ético de Bach y Darder cierran
perfectamente el círculo de lo
consiste en la valoración del ethos, del ser, aquí expresado: «saber que lo
En el teatro comunidad actores rituales emplean de los derechos de la persona a una vida con que hago y cómo lo hago tendrá
una repercusión sobre mí mismo,
coreografía, música y cantos, máscaras, vestuarios y dignidad. La ética, además de ser un elemento sobre el otro y sobre el entorno
objetos rituales. Todo movimiento, palabra, motivo cohesionador de cada comunidad, permite la y por tanto lo tengo en cuenta,
convivencia entre las distintas comunidades. lo pienso y actúo procurando
y color ha sido cuidadosamente seleccionado y ela- que esta repercusión sea lo más
borado para elaborar .es fines mágicos deseados. El De este modo podemos decir que una comu- positiva posible...no disfrazo la

objetivo primordial de los participantes es entrar en nidad es aquella cuyos miembros comparten realidad a mi conveniencia, ni
me instalo en el inmovilismo».
comunicación con las fuerzas del cosmos, asumiendo una ética. O dicho de otra manera, la ética co- Eva Bach y Pere Darder, Dese-
así el papel de mensajero y abogado de la comunidad munitaria es la que permite la interacción de dúcate. Una propuesta para vivir
y convivir mejor, Paidos, México,
ante las fuerzas mayores. Cuando la comunidad entera los individuos al interior de su comunidad y 2 0 0 5 , pág. 76.
asiste a tales representaciones es en calidad de coad- fuera de ella -en otras comunidades- es decir
jutor y no como espectador, ya que los destinatarios en el mundo16.
intencionados son las deidades mismas. Por lo tanto, No tener sentido de comunidad es vivir
la estética que se persigue en las representaciones defendiendo sólo una visión de la realidad y
ritualísticas responde a motivaciones cosmogónicas y rechazando otras diferentes; es propiciar los
es traducida por los ejecutantes en aquellos elementos nacionalismos, los fascismos, las intolerancias,
visuales y sonoros que mejor puedan complacer al los racismos y las discriminaciones. Por el
destinatario sobrenatural y así lograr los fines desea- contrario, tener un sentido de comunidad es
dos. Tales manifestaciones culturales, rituales y esté- reconocer la multiculturalidad, ser tolerante y
ticas surgen del «México profundo» que para Bonfil respetuoso de las diferencias sin anteponer y,
Batalla está constituido por una gran diversidad de menos aún, querer imponer el punto de vista
pueblos cuya manera de entender el mundo y organi- propio a otras comunidades. Lo primero es
zar la vida tiene su origen en la civilización mesoame- ignorancia, lo segundo exige conocimiento y
ricana prehispánica. En este contexto se inserta el amor hacia lo humano y a todo lo que existe.
teatro comunidad que es una experiencia escénica y Podría decirse que estamos hablando de una
de promoción comunitaria en la que se crea o recrea comunidad ideal y, por lo tanto, inexistente.
Teatralidad india y comunitaria en
manifestaciones dramáticas y representacionales, por N o es así, en todo caso lo que señalamos son México. Un acercamiento desde la
complejidad
y/o para los miembros de comunidades indígenas, las metas a las que toda comunidad puede
DOMINGO
campesinas o urbano-populares15. aspirar. Reconocemos, pues, que existen di- ADAME HERNÁNDEZ
versas etapas para llegar a ner satisfacciones inmediatas ha empobrecido
alcanzarlas, pero lo que no considerablemente a nuestra sociedad. ¿En
puede perder de vista cada dónde puede encontrarse entonces una fuente
miembro de la comunidad que alimente al teatro de nuestro tiempo y
es la actitud ética. Sin ella del porvenir? La respuesta surge de manera
sería imposible impulsar inmediata: en la tradición y en las preguntas
un movimiento de teatro fundamentales que el hombre puede hacerse
comunitario, pues para sobre su existencia. Intentaremos enseguida
que éste exista debe surgir explicar estas dos ideas.
de las convicciones más Considerar a la tradición como fuente del
auténticas de las mujeres nuevo teatro no significa remontarse al pasa-
Brigada Xicotencatl (Tlaxcala y los hombres que buscan do con un sentimiento de nostalgia y querer
expresar, creativa y sensi- revivir en el presente lo que ya fue. Significa
blemente, su pertenencia a una comunidad y reconocernos como parte de un proceso cul-
su deseo de convivir y compartir experiencias tural que no comenzó con nuestra propia
con otras diferentes a ella. persona, sino que se ha conformado con las
Es necesario, por lo tanto: a) Contar con aportaciones de múltiples generaciones y del
una concepción amplia del concepto «comu- cual, queramos o no, somos continuadores. El
nidad» que dé cabida a todos aquellos grupos reto, entonces, es actualizar permanentemente
e individuos que, sin importar sus condiciones la tradición, ser conscientes de ella para no
geográficas, étnicas, políticas, sexuales, etcéte- repetirla de modo inútil, o romperla o can-
ra, deseen expresar un sentir comunitario; b) celarla sin darnos cuenta, pues cualquiera de
Aspirar a la formación de la persona comuni- estas actitudes significaría reducir una parte
taria: tolerante y respetuosa de las diferencias fundamental de nuestra condición humana.
y, sobre todo, respetuosa de la vida humana y Referirse a la «tradición» requiere de otra
de la naturaleza; c) Estimular la pluralidad en precisión: es más conveniente hablar de «tra-
la creación sin imponer a ninguna comunidad diciones». Es evidente que si bien la condi-
el teatro que se considere que es el más con- ción humana es una sola, el hombre forma
veniente para ella. parte de muy diversas prácticas entre ellas las
El teatro comunitario fortalece al indivi- teatrales. En México, hemos dicho, las tradi-
duo en una nueva relación consigo mismo, ciones culturales y teatrales distan mucho de
con su comunidad y con los otros. Un teatro ser homogéneas y su relación está claramente
que logre integrar a su público en una uni- diferenciada desde una perspectiva ideológi-
dad derivada de sus orígenes será el teatro ca. Entonces, surge otro problema. ¿A qué
imprescindible para lograr los ideales de la tradición se debe o se puede uno ligar? En
democracia incluyente. términos generales, a aquella que sea capaz de
superar las diferencias superficiales entre los
EL CONCEPTO «TEATRO» EN UNA hombres para ir a las coincidencias más pro-
PERSPECTIVA COMPLEJA fundas. Esta especie de depuración ideológica
y teatral requiere ante todo del conocimiento.
Todos los grandes momentos del teatro En nuestros días, una mujer o un hombre que
universal en oriente y occidente han surgido se dedique al teatro no pueden permanecer
de un vínculo estrecho entre las dimensiones ajenos al mundo que lo rodea. La falta de
ética, estética y religiosa de lo humano. El tea- información y de reflexión limita el campo
tro ha sido siempre un medio para confrontar de la visión y conduce a otorgar validez sólo
la realidad del hombre, para lo cual se requie- a lo que tenemos frente a nosotros. El acceso
re disposición para enfrentar las coacciones a la información que genere la reflexión y la
que lo oprimen. Lo que resulta de ello es creación requiere, sin embargo, de un primer
una mejor comprensión de la realidad y una paso fundamental: la decisión de comprome-
redimensión de la complejidad del hombre. terse vitalmente con el teatro, y esto no quiere
Por ello el teatro es, ante todo, una forma de decir ni hacer del teatro un medio de subsis-
conocimiento. Conocimiento de las fuerzas tencia como cualquier otro, ni entregarse a él
que mueven al mundo y de las relaciones del románticamente sin esperar recompensa algu-
hombre consigo mismo y con los demás. na. Comprometerse vitalmente con el teatro
Teatralidad india y comunitaria en
México. Un acercamiento desde la La sociedad contemporánea parecería no significa -desde mi punto de vista- que puedo
complejidad
estar muy interesada en este tipo de expe- entender la difícil y amplia tarea que entraña
DOMINGO
AVÍAME HERNÁNDEZ riencias a través del teatro. El afán por obte- la creación teatral; que puedo comprender su
enorme significación social; que sé que puedo poreizar y emocionear el conocimiento (in-
serle útil asumiendo, con generosidad y entu- corporar el cuerpo y las emociones al acto de
siasmo alguna de las tantas funciones de que saber: entrar en un conocimiento somático).
se compone; que puedo contribuir para que Para ello nos parece indispensable acercarnos
otros como yo encuentren en el teatro algunas nuevamente al mito y al rito, no desde una
respuestas a sus interrogantes y también, por nueva racionalización, lo cual constituiría
supuesto, para que logren una experiencia una necedad reiterativa de regreso a nuestros
placentera que, por serlo, permanecerá y será viejos vicios, sino desde el Ser-Cuerpo que es
siempre productiva. Se trata, como puede ver- el espacio privilegiado, el hogar de la mito-
se, de una cuestión ética y estética que exige poiesis. La crianza de habilidades cognos-
un mayor compromiso con lo humano. citivas-emocionales mediante un elaborado
escenario de rituales y mitos permite el cruce
PROPUESTA ECOPOIÉTICA de sensaciones, donde los olores, el tacto, los
sonidos, la vista y el gusto son contrastados
Para concretizar las reflexiones anteriores dentro de una compleja cosmogonía. El acto
es necesario considerar aspectos teórico-me- ritual es concebido como el espacio donde el
todológicos provenientes de la epistemología mito integra compleja y holográficamente la
de la complejidad, a fin de establecer relacio- infinita trama de las relaciones personales-
nes pertinentes entre diversos conocimientos comunitarias-planetarias.
que den cuenta del fenómeno en su conjun- Mi propuesta se encamina precisamente
to. Propongo, por lo tanto, una estrategia en este sentido: coadyuvar a la creación de
transdisciplinaria y «ecopoiética» apta para espacios de transformación y de empode-
integrar dinámicamente la multiplicidad de ramiento personal, de recomunalización o
expresiones representacionales de una socie- comarcación, a través de la puesta en práctica
dad pluricultural como la mexicana y, a éstas, de procesos eco-poiético-rituales, los cuales
con otras del mundo. se articulan con procesos de creatividad co-
Uno de los mayores obstáculos al que munitaria orientados a la transformación so-
nos enfrentamos los investigadores es el de la cial. Esta opción se construye retomando y
atomización de los saberes, por eso la trans- recreando particularmente la cosmogonía de
disciplinariedad es una alternativa pertinente, nuestros antiguos pueblos mesoamericanos
ya que hace emerger de la confrontación de y estableciendo un diálogo entre las diversas
las disciplinas nuevos datos que las articulan sabidurías de los pueblos milenarios, los
y nos ofrecen una nueva visión de la natu- saberes locales tradicionales y la ciencia eco-
raleza y de la sociedad. Además, dentro del logizada y sacralizada. Afirmo desde mi ex-
conocimiento académico, es común que se periencia de comarcación y co-construcción
subestimen las implicaciones corporales y de alternativas al desarrollo, que estos espa-
cognoscitivas de lo que implica este cambio cios y praxis eco-poiético-rituales permiten
epistémico y cosmogónico hacia el pensa- abordar de forma creativa y exitosa proble-
miento complejo y la transdisciplina. Distin- mas centrales de la convivencia social, tales
tas formas de sabiduría perenne y tradicional como el poder, la feminidad-masculinidad,
han practicado desde hace milenios un desa- la generación de saberes locales, los conflic-
rrollo de saberes locales y universales sobre la tos, los procesos de cambio, la creatividad,
base de la ruptura de la dualidad sujeto-obje- la violencia, etcétera. El reencuentro con la
to. La investigación tradicional practicada por experiencia de lo sagrado -lo cual se vive en
los pueblos aborígenes ha generado saberes de los rituales no secularizados- es central en la
infinita complejidad. Dicha investigación tra- generación de los procesos de transforma-
dicional se forja desde una corporeización de ción y de comarcación. El contacto con lo
la experiencia cognoscitiva, desde un cuerpo sagrado nos permite trascender el sentido de
que siente, que vibra y ama. Se trata de una separatividad y acceder a lo «numinoso», es
articulación de vivencias y saberes, donde se decir a la profundidad de la experiencia vital,
gesta el conocimiento complejo, trascendente de la relación con la naturaleza, con nosotros
y planetarizado; un saber holográfico sagra- mismos y con nuestro entorno. Es lo que
do. Así, la ruptura de la dualidad es posible a permite reintegrar la dimensión espiritual
través de la corporeización de la experiencia del ser humano, al mismo tiempo que lleva
Teatralidad india y comunitaria en
cognoscitiva. a reajustarnos a los patrones de la naturaleza México. Un acercamiento desde la
complejidad
La ecologización del pensamiento nos y a restituir el ritmo hacia nosotros mismos,
DOMINGO
lanza hacia la inaplazable necesidad de cor- hacia el entorno y hacia el cosmos y, de esta ADAME HERNÁNDEZ
manera, re-crear un pulso y un ritmo comu- — , «Etnicidad activa: nativismo, otredad y
nitario hacia un mundo posible: la utopía teatro indio en México», Memoria del III
holográfica y sagrada de una Transformación Encuentro Nacional de Investigación Tea-
Social Espiritual. tral, México, CITRU-INBA, 1992, págs.
Confío que al establecer un diálogo com- 25-34.
plejo, transdisciplinario y ecopoietico entre Jiménez Castillo, Manuel, «Investigación so-
teatralidades tradicionales y contemporáneas, bre teatro indígena y campesino. Un punto
sagradas y profanas, prosaicas y poéticas, dog- de vista antropológico», en Memoria del
máticas y liberadoras será posible reconocer III Encuentro Nacional de Investigación
las matrices culturales que son fuente inagota- Teatral, México, CITRU-INBA, 1992,
ble de creación, desde donde puede emerger la págs. 42-52.
autonomía espiritual de cada persona. Matus, Macario «Teatro en lengua zapo-
teca», Memoria del Encuentro en torno
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Elizabeth Araiza Hernández
Investigadora docente en el Depar-
tamento de Sociología de la Uni-
versidad de Perpignan (Francia).
Miembro del laboratorio de Inves-
tigaciones en Etnoescenologia de la
Maison des Sciences de i'Homme,
Paris-Nord. Recibió una formación
disciplinaria en Etnología en la Es-
cuela Nacional de Antropología e
Historia de México, donde impartió

LA FIESTA VERDADERA: ¿UNA REALI- además cursos de 1991 a 1993. Su


trabajo se sitúa en la intersección
de varias disciplinas: antropología
del arte, antropología del ritual,
ZACIÓN FELIZ EN EL TEATRO? LUCES antropología performativa (perfor-
mance studies), estudios teatrales,
socio-antropología del cuerpo y
Y SOMBRAS DE LOS ENCUENTROS DE etnoescenología. Se ha dedicado
al estudio del teatro indígena con-
temporáneo a partir del vínculo
TEATRO COMUNITARIO EN MÉXICO que éste establece con otras formas
de representación, principalmente
el ritual, el juego, el trabajo y los
ELIZABETH ARAIZA HERNÁNDEZ mitos. Doctorada en la Universidad
de París 8, su tesis Sous le signe
de l'entre deux: anthropologie du
théátre amérindien au Mexique
está en vías de publicación (Pres-
ses Universitaires de Bordeaux);
ha publicado, además, numerosos
artículos sobre este tema y sobre
RESUMEN los problemas metodológicos de la
antropología del teatro.
A partir de la restitución al teatro en su función primordial de religar a los seres humanos y
proveerles de una experiencia ritual y festiva, se lleva a cabo la descripción y análisis de diversos
encuentros convocados por la asociación de Teatro Comunitario en México diferenciándolo del
conjunto del teatro popular, universitario, rural, indígena y campesino.
La interpretación que aquí se presenta se apoya en un trabajo de observación directa llevado
a cabo durante varios años (1992-2000), en diversos poblados, en varias situaciones de repre-
sentación y en numerosas conversaciones con las personas que participan en estos eventos:
organizadores, actores, espectadores y habitantes de las comunidades donde se ha realizado.

THE REAL FEAST: A HAPPY DRAMA PRODUCTION?


LIGHTS A N D SHADOWS IN COMMUNITY THEATRE EVENTS IN MÉXICO

ABSTRACT

Using the return to the primordial function oftheatre as a way to bring people together and
provide them with a ritualistic andfestive experience as a basis, a description and analysis ofdi-
fferent events held by the Community Theatre Association in México are given, differentiating
it from popular, academic, rural, indigenous andpeasant theatre.
The interpretation given here is based on direct observation work carried out over many
years (1992-2000) in different locations, with varied representational situations and numerous
conversations with those taking part in the events: organisers, actors, spectators and inhabitants
of the communities where the performance was held.

La noción de fiesta ha guiado numerosas ducido a mistificar una cierta concepción


experiencias teatrales, sobre todo aquellas de fiesta, la de la «fiesta verdadera», la fiesta La fiesta verdadera: ¿una reali-
zación feliz en el teatro? Luces y
que se proclaman populares o alternativas, patronal. El primer imperativo, de algún sombras de los encuentros de teatro
experimentales o no-oficiales. Dos de los modo presente en toda experiencia teatral, comunitario en México
ELIZABETH
imperativos de este tipo de teatro han con- es el de abarcar un público amplio y diverso. ARAIZA HERNÁNDEZ
El segundo es el de un regreso a los orígenes festivas, al mismo título que por ejemplo, la
rituales y festivos del teatro. Un regreso a los procesión, la misa, la quema del castillo y de
orígenes implica, desde esta óptica, restituir los toritos, la danza tradicional, el «jaripeo» o
al teatro su función primordial que es la de la corrida de toros.
religar a las personas, proporcionarles una Hasta donde he logrado indagar, son es-
experiencia ritual y festiva. Para conjurar casos en México los grupos teatrales que han
el vacío, el no-ser que amenaza a cada mo- logrado una incorporación orgánica, esto es,
mento toda representación teatral, se acude sistemática y permanente, de sus produccio-
con insistencia a la fiesta. Es así porque «la nes artísticas en la fiesta patronal. El caso
representación dirigida a una sola persona del Grupo Cultural Mascarones parece más
constituye una aberración, [porque] el vacío representativo de una excepción que de una
Cartel anunciador de Las cala-
veras de Posada. Grupo Mas-
introduce en el teatro un principio de no-ser regla. La fiesta dedicada a la Virgen de los Re-
carones. que compromete su operación decisiva»1. medios, tutelar de Cuernavaca, incluye desde
Vistas así las cosas, resulta que la participa- los años 1970 un programa cultural con obras
ción masiva, unánime y entusiasta que genera teatrales2. Si un proyecto de esta naturaleza
la fiesta suscita al mismo tiempo una comu- se hizo posible, es gracias a la regularidad
nión entre actores y espectadores, quedando con que se presentan las obras teatrales y a
1 la frontera que los separa, en condiciones no- la presencia constante del Grupo Cultural
Henri Gouhier, Uessence du théá- festivas, por completo abolida. Todo sucede Mascarones en el barrio. Así, una de las ex-
tre, París, Aubier-Montaigne,
«Présence et pensée», núm. 1 1 , como sí la convergencia de los cuerpos fuera pectativas de los feligreses, de los visitantes y
1968, pág. 259. La traducción equivalente a una convergencia de las creen- del público en general al asistir a la fiesta es
de todas las citas que aparecen
en este texto y que originalmente
cias y de las emociones, como si estar juntos presenciar las obras de teatro de este grupo.
fueron publicadas en francés, fuera lo mismo que estar unidos. Esta iniciativa resulta tanto más sorprendente
es mía.
cuanto el contenido de las obras teatrales
LAS ESTRATEGIAS DEL TEATRO CO- no sólo no corresponde con los contenidos
Para obtener más detalles sobre MUNITARIO PARA REPRODUCIR LA generales de la fiesta sino que incluso parece
la fiesta de Tlaltenango en Cuer-
navaca, ver Héctor Rosales Aya- FIESTA contradecirlos. Se trata, en efecto, de obras
la, Tlaltenango: las transforma- explícitamente contestatarias de crítica social
ciones del sentido de una fiesta
popular, México, UNAM-CRIM,
Si se ponen en perspectiva los encuentros y política. Los contenidos deliberadamente
1988; sobre el grupo Cultural que cada año convoca la asociación civil u subversivos del teatro no son impedimento
Mascarones y el teatro del grupo para su integración en el marco de la fiesta,
Zero, ver Donald Frischman, El
otras agrupaciones de teatro comunitario en
nuevo teatro popular en México, México, se podrá constatar la existencia de cuyos contenidos, en apariencia, reafirman y
México, CITRU-INBA, 1990; y, tres estrategias principales tendientes a repro- preservan un orden social y religioso. En el
sobre el teatro relacionado con
la Teología de la Liberación, ducir la fiesta. La primera consiste en integrar fondo, los contenidos mismos de la fiesta tra-
ver Adam Versényi, El teatro obras de teatro en la fiesta, o bien introducir dicional religiosa fueron trastocados, en esta
en América Latina, Nueva York,
Cambridge University Press,
un festival teatral en el marco general de la misma época en que inicia el teatro, gracias
1996. fiesta. La segunda consiste en utilizar los a la presencia en Tlaltenango de militantes o
sistemas de organización social que rigen la simpatizantes de la Teología de la Liberación.
fiesta (gremios, sistema de cargos) para cons- No sólo el teatro obtiene un beneficio de esta
tituir y dinamizar el proceso teatral: confor- situación, logrando atraer para sí un público
mación del grupo, regularidad en la creación, multitudinario y entusiasta, sino que también
la difusión, la recepción. La tercera estrategia la fiesta sale ganando con el carácter peculiar
consiste en investir el encuentro teatral o el que éste le imprime.
festival de teatro con los signos característicos La segunda estrategia no se centra tanto en
de la fiesta (objetos simbólicos, acciones cor- la estructura de la fiesta como en los sistemas
porales, discursos). Desde esta perspectiva se de organización social que la hacen posible,
evidencia que, en el Teatro Comunitario, las esto es, los gremios, el sistema de cargos, las
dos primeras estrategias continúan en estado asociaciones religiosas. La atención se enfoca
de proyecto ya que no han logrado desple- más precisamente en el sistema de cargos, que
garse como prácticas sistemáticas y perma- rige la mayoría de las fiestas patronales y los
nentes. Desde su emergencia como conjunto sistemas rituales en el medio indígena. Resulta
asociativo, el teatro comunitario ha buscado bastante revelador el hecho de que, después
con insistencia una integración permanente de varias tentativas, se lograra que en 1998
La fiesta verdadera: ¿una reali- del teatro en el marco de las fiestas locales, la VII Fiesta Estatal de Teatro Comunitario,
zación feliz, en el teatro? Luces y
sombras de los encuentros de teatro privilegiadamente en la fiesta patronal, de celebrada en San Juan Tabáa, fuera organi-
comunitario en México
tal manera que la obra teatral se convierta en zada por el sistema de cargos de este pueblo
ELIZABETH
ARAIZA HERNÁNDEZ un elemento constitutivo de las actividades zapoteco situado en la sierra de Oaxaca. Se
trata, sin embargo, de una experiencia que Lo anotado hasta ahora exige una serie
Véase Elizabeth Araiza Hernán-
se produjo una sola vez en la historia de esta de precisiones. En primer lugar, resulta claro dez, Sous le signe de « l'entre
asociación. Desde esta lógica de razonamiento que, si se comparte la noción vaga e imprecisa deux » Anthropologie éu théatre
améríndien au Mexique, Tesis de
resulta que, si cada una de las etapas del pro- de teatro comunitario con los miembros de Doctorado, Universidad de París
ceso teatral es regida por el sistema de cargos, la asociación que lleva este apelativo, se afir- 8, 2 0 0 3 .
se puede garantizar con ello una integración mará que en éste sí hay una realización feliz
4
permanente en la fiesta y, al mismo tiempo, de la fiesta. Los casos que acabo de comentar Una fiesta feliz es lo que Isam-
una continuidad del grupo teatral. (Grupo Cultural Mascarones y Teatro de San bert llama una «fiesta lograda
(une fete réussie), una institución
A pesar de la influencia tan grande que Miguel Cajonos) vendrían a corroborar tal generadora de espontaneidad»
ejercen este tipo de experiencias, en que la afirmación, pues inevitablemente se les con- (Francois-André Isambert, Le
sens su sacre. Fete et religión
organización de la actividad teatral queda sideraría como parte del teatro comunitario, populaire, París, Editions du M i -
regida por el sistema de cargos, éstas resultan es decir, dentro de una gama enormemente nuit, 1982, pág. 157). Si se
amplia y diversa de grupos cuyo único sig- adopta el concepto «eficacia
ser más bien escasas. Un caso relevante a este
simbólica» de Lévi-Strauss po-
respecto es el de San Miguel Cajonos, pueblo no distintivo es el de ser un teatro popular, dría decirse que una fiesta feliz
zapoteco situado en las montañas del estado universitario, campesino o indígena. Pero si es aquella que cumple esta fun-
ción de «inducir una transforma-
de Oaxaca. Si el teatro es parte constitutiva se delimita el teatro comunitario a aquellas ción», a través de una atribución
del sistema festivo de este pueblo, se debe a experiencias que deliberadamente se inscriben de sentido, de una estructura (la
narración mítica) hacia otra (la
un largo proceso cuyo inicio remonta a los en esta asociación civil o que se autodefinen cura chamánica) (Claude Lévi-
años 1920. La actividad teatral no sólo ocupa como tal, se concederá que en éstas impera en Strauss, Anthropologie structu-
general una realización no feliz de la fiesta. Si ra/e, París, Plon-Pocket, 1974,
un lugar importante en la fiesta principal sino
pág. 231). El problema es que,
que además cumple una función ritual, es se parte del principio que cualquier experien- en la perspectiva levistrausiana,
iniciación al sistema de cargos3. Cabe precisar cia teatral puede ser considerada como teatro esta atribución de sentido opera
a nivel de la expresión verbal,
que uno de los requisitos para ocupar el pri- comunitario, no se llega demasiado lejos por- pues se funda necesariamente
mero de los cargos de este sistema (el de topil) que entonces ninguna lo es verdaderamente. en un mito o un tema conocido
por todos. Para otros autores en
es que los jóvenes aspirantes se ejerciten como La descripción y la interpretación que a con- cambio, ésta opera a nivel de
actores en, al menos, una de las obras teatrales tinuación expongo concierne los encuentros la acción misma. Las acciones
que convoca la asociación de teatro comu- significan por el hecho de y
que se presentan durante la fiesta. El sentido
en el momento mismo de ser
ritual aquí no apela tanto a una creencia o a un nitario y no el conjunto del teatro popular, realizadas. En ciertos contextos
estado de espiritualidad o de emoción como a universitario, rural, indígena o campesino. rituales y festivos, incluso las
palabras ejercen esta función
una dimensión performativa, pragmática. Es En segundo lugar, cabe precisar el cuadro performativa o realizativa (sig-
la práctica ritual y festiva y no la creencia lo interpretativo. Cuando se trata de interrogar nifican algo por el hecho de ser
proferidas). La felicidad proviene
que marca la pertenencia del individuo a este la realización feliz o no feliz de la fiesta se de la evaluación que se hace al
pueblo y a este grupo étnico. Para ser conside- corre el riesgo de proyectar la fiesta anhelada desempeño de la fiesta. Pero
esta «evaluación no se hace en
rado miembro de esta comunidad zapoteca, el sobre la fiesta vivida, la noción que se tiene función de su validez, sino en
individuo tiene que ocupar un cargo en dicho de antemano sobre lo observado. La dificul- términos de su adecuación y
sistema y, para acceder a éste, se necesita haber tad se hace mas grande todavía al no poder relevancia institucional o cul-
tural; la evaluación descansa
atravesado el umbral marcado por la práctica recurrir a una definición que pueda aplicarse en la «felicidad» o «infelicidad»
teatral. Con su desempeño en el teatro, con a todos los casos. N o disponemos en efecto de su realización, en el sentido
propuesto por Austin» (Rodrigo
su interpretación de un personaje, los jóvenes de una teoría unificada o una concepción con Díaz Cruz, Archipiélagos de
sanmigueleños están mostrando ser capaces validez general. Ante esta dificultad, las inter- rituales, teorías antropológicas
del ritual, Barcelona, Anthropos,
de ocupar un cargo y estar listos para hacerlo. pretaciones antropológicas y sociológicas de 1998, pág. 226).
Se trata sin duda de un caso que los miembros la fiesta buscan salir ya sea por la puerta del
de la asociación de teatro comunitario han universalismo o bien por la del relativismo.
Roger, Caillois, L'homme et le
erigido en modelo, sin que logren hasta ahora La primera encuentra en la obra de Callois5 sacre, París, Gallimard, 1976.
desplegarlo de modo regular. los fundamentos para postular una univer-
La tercera, en cambio, es la estrategia salidad de la fiesta, independientemente de
que se aplica con mayor regularidad en los los aspectos que pueda adquirir en contextos
encuentros de Teatro Comunitario. En las locales. La concepción de Caillois, de algún
páginas que siguen, presento una descripción modo dominante en los estudios de la fiesta,
del modo concreto en que se lleva a cabo. En enfatiza los aspectos de exuberancia, exceso,
un segundo momento intentaré identificar las dilapidación, alegría suprema, desorden y
razones por las cuales el ideal de fiesta que subversión que se supone están presentes en
esta asociación transmite no se materializa en toda fiesta. Según esta concepción, habría que
la práctica. Esto es, me propongo aportar ele- restringir este término a aquellas acciones La fiesta verdadera: ¿una reali-
zación feliz en el teatro? Luces y
mentos de reflexión para comprender por qué «que comprometen a la sociedad entera, y que sombras de los encuentros de teatro
comunitario en México
en estos encuentros no hay una realización implican una efervescencia, una exaltación
ELIZABETH
feliz de la fiesta4. que se consume en gritos y gestos, que incitan ARAIZA HERNÁNDEZ
a un abandono sin control hacia los impulsos LAS FIESTAS DE TEATRO COMUNI-
mas irreflexivos, a la dilapidación y a la des- TARIO
trucción de las riquezas acumuladas gracias
al trabajo cotidiano, al exceso de comida, de La convergencia principal de los grupos
bebidas, de ruidos, de sexualidad y de violen- que integran la asociación de teatro comuni-
cia»6. Si la prohibición, alimenticia, sexual, so- tario sucede una vez por año. Los primeros
cial o política, que pesa en lo cotidiano queda nueve encuentros fueron convocados bajo el
suspendida en la fiesta, es con objeto de que título sugestivo de Fiesta Regional o bien Fies-
se cumpla la función primordial de ésta, que ta Nacional, según el caso. Más recientemen-
es la de restaurar el desorden original, de tal te, las convocatorias a nivel regional adoptan
modo que la naturaleza y la sociedad puedan el apelativo de «festival», o simplemente de
así ser regeneradas. Se puede apreciar cómo «Encuentro de Teatro Comunitario». Aun-
esta concepción conduce hacia el precipicio que tienda a abandonarse el término, estos
Muchacha en un Baile de rubios
de Juxtlahuaca.
del universalismo, desde el momento en que encuentros reproducen el mismo esquema
erige como modelo un tipo de fiesta. general de las primeras Fiestas. Las primeras
La crítica que algunos autores han hecho Fiestas Regionales estaban regidas por un
a esta visión universalista reveló la existencia principio según el cual la Fiesta Nacional de-
de acciones que, aunque comprometan a la bería constituir algo así como un crisol repre-
sociedad entera, no ostentan estos aspectos, sentativo de las obras teatrales mejor logradas
sino más bien un carácter solemne, recatado, a nivel regional. A partir de un proceso de
Citado por Marlene Albert-Llorca, no-excesivo, y ordenado. Es decir, que hay selección, se determinaba cual de los grupos
«Regards anthropologiques sur
la féte», Parcours, /es cahiers otros modelos posibles de fiesta y que no hay que nacen y trabajan en la región concernida
du CREP-MP, 2001 -2002, núm. razón de erigir uno de ellos como el bastón de merecía acudir a la fiesta nacional como digno
25/26 (www.grep-mp.org),
pág. 2.
medida. Esta postura sin embargo condujo a representante de la misma. Sin embargo, con
otro precipicio: el del relativismo. Ahora bien, el paso del tiempo este principio se ha ido mo-
el inconveniente de éste es que impide deter- dificando. La lógica que rige la participación
Isambert, op. cit., págs. 125-
163. minar qué es una fiesta ante la imposibilidad de los grupos, tanto a nivel regional como
de comparar una con otra. Al final de cuentas nacional, suele ser menos clara hoy en día. El
todas son igualmente válidas, resulta imposi- criterio más evidente es la integración de los
ble construir un juicio crítico. grupos y de las personas invitadas a la fiesta
A este respecto, parto del principio que o el encuentro en una red de relaciones in-
se puede hacer una interpretación de los en- terpersonales e interinstitucionales. Con más
cuentros de Teatro Comunitario en términos frecuencia, estos encuentros se asemejan a una
de fiesta, sin que se tenga que recurrir a este confluencia fortuita, circunstancial, de perso-
concepto dominante inspirado por Caillois nas con motivaciones diversas, con proyectos
y sin que se tenga que incurrir en una pos- variados, tanto profesionales como de vida.
tura relativista. Para evitar una proyección A las fiestas de teatro comunitario asisten
de la fiesta anhelada sobre la vivida, de la artistas proveniente de diferentes sectores de
fiesta primitiva sobre la real, para no caer en la sociedad mexicana: indígenas, campesinos,
la posición según la cual resulta imposible estudiantes, obreros, amas de casa. Tanto
juzgar el carácter feliz o no feliz de la fiesta, miembros de las clases populares y medias co-
se tiene que partir de un criterio mínimo de mo altas, ya sea rurales o urbanas. Asisten ac-
identificación. Según mi modo de ver, la clave tores de distintas edades (niños, adolescentes,
para superar esta dificultad de proyección se jóvenes, adultos y ancianos) y sexos (masculi-
encuentra en la lectura sociológica que hace no y femenino), cuya actividad se despliega en
Isambert, expuesta en los capítulos 1 y 2 de la una asombrosa diversidad de medios: teatro
segunda parte intitulada, «La fiesta»7. profesional, teatro universitario, casa de la
Por último, es necesario precisar que la cultura, iglesia, barrios, calle (como el teatro
interpretación que aquí presento se apoya de los niños de la calle o los «chavos ban-
en un trabajo de observación directa llevado da»). En las fiestas del teatro comunitario se
a cabo durante varios años (1992-2000), en presentan tanto obras teatrales del repertorio
diversos poblados, en varias situaciones de universal como creaciones originales; obras
representación y en numerosas conversacio- interpretadas por artistas profesionales o por
La fiesta verdadera: ¿una reali- nes con las personas que participan en estos «amateurs». Se presentan también danzas y
zación feliz en el teatro? Luces y
sombras de los encuentros de teatro eventos: organizadores, actores, espectadores rituales indígenas, «performances» posmo-
comunitario en México
y habitantes de las comunidades en donde se dernos y teatro de marionetas o de guiñol al
ELIZABETH
ARAIZA HERNÁNDEZ lleva a cabo. lado de «las obras de la iglesia», y prácticas de
curación al lado de representaciones relativas Son estas dos últimas las que marcarían una
a la vida cotidiana en el medio rural o en el diferencia respecto de cualquier festival de
urbano, tanto indígena como mestizo. teatro.
Ante esta gama asombrosamente amplia La fase teatral se realiza al modo de los fes-
y diversa de grupos y producciones teatrales, tivales: se presentan entre tres y cinco obras
siempre surge la sospecha de qué es lo que teatrales, precediendo cada una un discurso
los puede unificar. Se impone por sí misma de presentación por parte de un maestro de
la pregunta de en qué medida hay una cohe- ceremonias. Incluso la construcción del espa-
rencia en todo esto. Por ejemplo, en qué me- cio teatral reproduce la lógica de delimitación
dida no se trata simplemente de un festival y de separación de los teatros de sala. Aunque
de teatro, que se distingue apenas en algún se realice al aire libre, los límites entre el es-
aspecto de aquellos que no son del teatro pacio del público y el espacio de los actores,
comunitario. Una serie de acciones y sobre así como entre un adentro y un afuera del
todo un discurso enfático del sentido que evento teatral, quedan bien delimitados. Con Muchacho en u Baile de rubios
debe atribuirse a esas acciones van a estable- frecuencia se hace uso de límites materiales de Juxtlahuaca.

cer la diferencia respecto a un festival teatral pero también de una línea imaginaria.
cualquiera. Como podrá apreciarse, estas La segunda fase queda marcada por la rea-
acciones y estos discursos defienden implí- lización de talleres en los que, por lo general,
citamente una concepción de fiesta, similar a se hacen ejercicios de expresión teatral o de
la de Caillois. En el fondo, la fiesta anhelada improvisación, aunque también se hacen tra-
por los miembros de la asociación de teatro bajos de pintura, escultura, decoración, cons-
comunitario corresponde con la vivida en el trucción y manipulación de marionetas. Más
medio indígena. Esta a su vez es asimilada de que responder a un proyecto o a un programa
facto con la idea de «fiesta primitiva» según preconcebidos, estas actividades suelen orga-
la fórmula de Callois. nizarse en el momento mismo aprovechando
Aunque suelan llevarse a cabo durante el los recursos humanos y materiales con los
período de vacaciones de verano (entre junio que se cuenta en cada fiesta, de tal modo que
y septiembre), estas fiestas no disponen de los contenidos de esta fase resultan ser siem-
una fecha fija. Por regla general, no disponen pre singulares. En esta fase suelen realizarse
tampoco de un lugar fijo, pues el pueblo o la reuniones o asambleas, seminarios o colo-
ciudad en que se celebran cambia cada vez. La quios (con la participación de investigadores
Fiesta regional dura en promedio tres días, en universitarios), en donde se redefinen las ins-
tanto que la nacional suele abarcar entre cinco tancias organizativas del próximo encuentro,
y seis días. La regional suele llevarse a cabo en se eligen o reeligen los representantes de la
pueblos pequeños, en tanto que la nacional asociación, se incluyen nuevos miembros, se
se realiza en la capital del estado o bien en la establecen compromisos, se elaboran nuevos
cabecera municipal o en la ciudad más impor- proyectos y se discuten los métodos de tra-
tante de la región concernida. El grupo teatral bajo teatral. Es el momento en que se evalúan
que habita y trabaja en ese lugar se propone y, las acciones anteriores y se proyecta el futuro
de ser aceptado, asume las tareas organizativas del teatro comunitario. Para los representan-
de la Fiesta. Si bien el programa de actividades tes de la asociación este momento constituye
es singular en cada encuentro, se puede iden- una suerte de hito, un lugar propicio para
tificar algo como una trama general presente hacer visible el rol social y el estatuto que
en todos ellos. cada quien ocupa en la estructura del teatro
comunitario.
LAS TRES FASES CONSTITUTIVAS Las acciones que marcan el inicio y la
DEL ENCUENTRO DE TEATRO CO- clausura del encuentro teatral pueden ser
MUNITARIO consideradas como la tercera fase. Aunque
se realicen en tiempos diferentes presentan
Estos encuentros presentan por lo gene- prácticamente las mismas características, lo
ral tres fases: una fase propiamente teatral, cual autoriza a considerarlas como una sola
que se realiza cada día por la tarde durante fase. La clausura se distingue, sin embargo,
el tiempo que dura la fiesta; una festiva, que por la entrega solemne de constancias de asis-
marca el inicio y la clausura del evento, y una tencia a los actores y de agradecimiento a las La fiesta verdadera: ¿una reali-
zación feliz en el teatro? Luces y
última que puede ser caracterizada como de personas que ocupan un rango institucional. sombras de los encuentros de teatro
comunitario en México
organización, de redefinición y de promoción El primer día por la tarde, suele realizarse ELIZABETH
que se lleva a cabo cada día por las mañanas. un desfile que parte de las afueras del pueblo ARAIZA HERNÁNDEZ
y culmina en el espacio teatral, situado éste Es como si los objetos que se encuentran ahí
por lo regular en la plaza central, el zócalo o estuvieran en sí mismos cargados de una ri-
centro. Se invita a las autoridades del pueblo tualidad, de una sacralidad y de una festividad
o de la ciudad para abrir el cortejo, la banda esenciales, como si fuera suficiente estar ahí
de música local imprime bullicio y alegría a para lograr un acceso inmediato.
los contingentes que le siguen, conformados Con todo, ha habido fiestas de teatro
éstos por todos los actores que avanzan ale- comunitario que, aunque se lleven a cabo en
gremente llevando sus respectivos vestuarios. el medio indígena, se desenvuelven en un am-
En ocasiones, se suman al cortejo grupos de biente no sólo solemne sino incluso triste, no
danzantes locales, ejecutando con brío danzas sólo sobrio sino monótono. Un ambiente más
tradicionales. El bullicio y la alegría se hacen cercano a la indiferencia y a la apatía que ema-
aún más patentes con los fuegos artificiales na por igual de los actores, de los espectadores
Danzante de Zitlala. que aporta en ocasiones la comunidad, así y de los lugareños. Pero también ha habido
como los objetos vistosos que simbolizan la fiestas que aunque se realicen en poblados
fiesta local. Por ejemplo, en Oaxaca, grandes mestizos o urbanos vieron materializar este
y vistosas marmotas suntuosamente ador- ideal de fiesta verdadera, «la fiesta primitiva».
nadas acompañaron el desfile de la fiesta Éstas se caracterizaron por una cierta exube-
nacional de teatro comunitario. Numerosos rancia, una alegría desbordada, un despilfarro
grupos de danzantes con su vestuario multi- de energía expresada en gestos y movimien-
color ejecutaron impresionantes pasos con lo tos, una ostentación de símbolos auditivos,
que lograron imprimir a la fiesta regional de sensoriales, gustativos. Lo cual indica que en
Juxtlahuaca un tono y una forma singulares. los encuentros de teatro comunitario la fiesta
En Yucatán, estos encuentros suelen inaugu- no siempre se logra bien. O si se quiere, no
rarse con la ejecución de la jarana, incluyendo siempre hay un logro feliz y eficaz de la con-
tanto el suntuoso vestuario de los danzantes cepción de fiesta en tanto que exuberancia,
como los estandartes y demás símbolos de exceso de toda suerte, subversión del orden
esta tradición maya-yucateca. Suele integrarse establecido, desorden exacerbado, alegría y
igualmente alguno de los rituales caracterís- bullicio estridentes. Porque se puede argu-
ticos del lugar donde se realiza la fiesta. En mentar, en favor de éstos, que existen otros
Zitlala, Guerrero, el programa teatral fue pre- modelos de fiesta.
cedido por una ceremonia de limpia a los par- Si se apela al concepto de fiesta en su
ticipantes, realizada por un curandero local. sentido solemne, de orden y de control, se
En San Juan Tabáa, el conjunto de visitantes concluirá sin duda que sí hay aquí una reali-
(actores, miembros asociados, representantes zación feliz de la misma. Podría decirse que
de instituciones de gobierno) llevaron a cabo estos encuentros pueden suscitar tanto este
acciones muy solemnes para ritualizar la peti- modelo como aquel de exuberancia, desorden
ción ante el consejo de ancianos de realizar el y exceso. Incluso se pueden traer a colación
encuentro teatral en ese pueblo. datos etnográficos que ponen de manifiesto
Para envolver este encuentro teatral con la existencia de fiestas indígenas que no pre-
un manto de fiesta, se incurre, sobre todo du- sentan las características de la fiesta primitiva.
rante la tercera fase, en una apropiación de los Baste evocar, como prueba, la discreción, la
signos locales. Pero no se trata de incluir cual- solemnidad, la lentitud que suelen adquirir
quier signo por el hecho de ser festivo, sino los bailes (expresión espontánea de la alegría
que se eligen aquellos que simbolizan la fiesta en pareja siguiendo el ritmo de la música) e
«verdadera», la fiesta bien lograda, es decir la incluso la danza (grupos organizados expresa-
fiesta patronal, que por ende es la indígena. mente). A menudo, éstos dan la impresión de
Si estos encuentros se realizan en regiones que no «pasa de ser un digno frotar de los pies
caracterizadas por un alto índice de población en el suelo, [una ausencia de] pasos brillan-
indígena, no es tanto porque los indígenas tes». Esta perturbadora impresión se disipa
constituyan una mayoría en la asociación o tan pronto como se repara en la preocupación
en los encuentros, sino porque aparecen, en esencial que motiva tanto al danzante como a
la óptica de los promotores teatrales, como la los espectadores miembros de la comunidad
norma de la festividad. Todo sucede como si indígena: las obligaciones sagradas de los
La fiesta verdadera: ¿una reali- el medio indígena comportara por sí mismo ejecutantes. Comprendemos entonces que:
zación feliz en el teatro? Luces y
sombras de los encuentros de teatro esta esencia festiva, y que bastara con realizar «la falta de pasos brillantes sólo sirve para
comunitario en México subrayar que es el simple acto de la ejecución
ahí las actividades teatrales para que ellas
ELIZABETH
ARAIZA HERNÁNDEZ adquirieran este halo de festividad verdadera. lo que designa a alguien como poseedor de
una posición poderosa, junto con el atavío con población reducida serían, tal vez, más
del danzante y los objetos que éste empuña propicias a la convivencia y a la reciprocidad
durante la danza»s. entre visitantes y lugareños. En consecuencia,
Lo anterior autorizaría a afirmar que los podría decirse que la Fiesta regional es más
encuentros que se desenvuelven según el propicia para la festividad que la nacional.
modelo ordenado no contradicen, sino que Puede ser que se trate simplemente del grado
reafirman, ese ideal de fiesta indígena del tea- de elaboración de las obras teatrales y de los
tro comunitario. También podría subrayarse espectáculos que se presentan a lo largo de la
la función de algunas fiestas de instaurar un fiesta. A mayor calidad de las producciones
estatuto social, de comunicar el lugar que teatrales correspondería una respuesta más
cada quién ocupa en la jerarquía social, es entusiasta y más participativa de parte de
decir, de preservar un orden social. Así se los espectadores. Se puede atribuir al tem-
enfatiza al mismo tiempo la existencia de este peramento diferenciado de los lugareños: los
tipo de fiestas en el medio indígena. El riesgo mestizos o los campesinos serían, quizá, más Danza de la pluma. Oaxaca.

de este razonamiento es que conduce a un dados a la espontaneidad y a la participación


relativismo conformista incapaz de ejercer activa y directa, mientras que los indígenas
una reflexión crítica. En consecuencia, habría serían más reservados, discretos y reacios al
que reparar en un aspecto importante de la contacto con los visitantes. Se trata tal vez, de
fiesta, independientemente del modelo bajo el un proceso involutivo según en cual las fiestas
cual se desenvuelva, el que atañe a la sociedad más recientes serían menos festivas que las
entera. Estos encuentros, en cambio, siguen primeras. O bien, al contrario, de un proceso
concerniendo a un grupo reducido de perso- evolutivo, hacia una festividad cada vez mejor David Freidel et al., El cosmos
mayo. Tres mil años por la senda
nas, a lo sumo el conjunto de los visitantes, lograda. de los chamanes, México, FCE,
más comúnmente a los representantes de esta Según mi modo de ver, la definición que 1999, pág. 267.

asociación teatral. Si de instaurar un orden se sugiere Isambert resulta suficientemente res-


trata, es el de la asociación, mas no el de todos tringida como para no sucumbir a la tenta- Isambert, op. cif., págs. 160-
161.
los participantes. Ahora bien, no se trata aquí ción relativista, pero también suficientemente
tanto de determinar qué tipo de fiesta realiza abierta como para no erigirla en modelo, ce-
el teatro comunitario como de averiguar por diendo al universalismo. Se presenta entonces
qué el concepto de fiesta que éste transmite no como un argumento convincente para res-
siempre se realiza felizmente. ¿A qué se debe ponder a las interrogantes arriba planteadas.
que, a pesar de los esfuerzos de los organiza- Para Isambert una fiesta es:
dores de tejer un ropaje de fiesta con el cual
envolver estos encuentros, los espectadores ...primero que nada un acto colectivo. La fiesta se
locales se queden seguido con la impresión de rodea de representaciones, de imágenes materiales o
ser simples testigos, de asistir a una especie de mentales, pero éstas no figuran sino como acompa-
acto obligado, ajeno, impuesto desde afuera y ñantes del elemento activo. Se diría lo mismo de los
desde arriba? La expresión que usan a veces diversos objetos materiales, decoración, alimentos,
los zapotecos de Oaxaca para referirse a la etc. que sirven para la acción de la fiesta. En segundo
fiesta de teatro comunitario, resulta bastante lugar, la fiesta es total o por lo menos completa, pues
reveladora a este respecto: «la fiesta del go- pone en juego varios registros de la vida social. En
bierno», a la cual oponen la «costumbre», es esto, la noción de fiesta, desborda, la noción de rito
decir, la fiesta patronal, la indígena. e incluso la de ceremonia, secuencia de ritos. Por
¿En qué medida dicha variación pue- último, esta acción es simbólica, en el sentido de que
de atribuirse exclusivamente a uno o a un evoca un ser, una colectividad...La acción propia de la
conjunto de factores? Se pueden dar varios fiesta es la simbolización [...]; para que el símbolo sea
tipos de situaciones determinantes, como reconocible tiene que ser relativamente fijo9.
la capacidad de construir una amplia red
de relaciones interpersonales e interinstitu- Lo anterior me conduce a sostener que es
cionales por parte de los miembros de esta justamente la ausencia de una fecha fija y de
asociación teatral, o bien el arraigo de la un lugar fijo lo que produce una variabilidad
actividad teatral en el pueblo donde se lleva en los encuentros de teatro comunitario. De
a cabo la fiesta de teatro; incluso el grado de alguna manera, el mayor éxito de estas fiestas
simpatía y de reconocimiento de que gozan es al mismo tiempo su mayor fracaso, a saber, La fiesta verdadera: ¿una reali-
zación feliz en el teatro? Luces y
el grupo teatral y los actores en la población la movilidad espacial y temporal. La ausencia sombras de los encuentros de teatro
comunitario en México
que acoge el encuentro. El tamaño del pue- de una fecha fija y de un lugar fijo impide que
EL1ZABETH
blo puede asimismo incidir: las comunidades se cumpla esta condición de simbolización ARA1ZA HERNÁNDEZ
10 que es constitutiva de toda fiesta. Subrayar La participación más o menos asidua
Maurice, Gruau, L'homme rítuel,
París, Mérailié, 1999, pág. 36. la necesidad de una relativa estabilidad de los permite a un grupo reducido de gente de
símbolos para que puedan simbolizar no im- teatro y de promotores teatrales atribuir un
11
Ibid., pág. 35.
plica prejuzgar la validez de sus contenidos, sentido a cada una de las acciones, a cada uno
de su carácter ordenado o desordenado, sub- de los objetos, a cada uno de los discursos
12 versivo o preservador del orden establecido, constitutivos de la fiesta. De tal modo, estos
Goffman citado por Clifford
Geertz en La interpretación de alocado o sosegado, exuberante o sobrio. encuentros establecen, sin proponérselo tal
las culturas, Barcelona, Gedisa, Las estrategias de la asociación de teatro vez, una distinción entre un grupo reducido
1989, pág. 348.
comunitario para hacer de los encuentros una que logra alcanzar una visión de continuidad
fiesta verdadera, consistentes por ejemplo en la y otro mucho más numeroso para quien esta
adopción de un rebozo, o en la recreación de la visión no puede ser sino discontinua. Esta
calenda, pueden cobrar un sentido de ritualidad visión de discontinuidad les impide compar-
y de festividad en un pueblo de la sierra, pero tir el mismo sentido de fiesta, de celebración.
no en uno de la costa. El rebozo no se usa en la La mayoría de los asistentes se queda con la
costa y la calenda no es tradición ahí. Este tipo impresión de asistir como testigos o invi-
de estrategias apuntan a la imposición de un tados a lo que ese grupo reducido celebra,
modelo que se supone tendría que funcionar instaura, ordena, sacraliza o bien desordena,
de igual manera en cada pueblo. Ahora bien, el subvierte, despilfarra y critica. Para que la
comportamiento festivo no se decreta. No hay fiesta de teatro comunitario deje de ser per-
cosa, persona, lugar que sea por esencia sagra- cibida por la mayoría de asistentes como un
do, festivo o ritual, pero cualquier elemento proceso discontinuo, un acto particular que
de la naturaleza, lugar, persona o cosa pueden sólo se vive una sola vez, algo que viene de
devenir sagrados. Para que esto suceda, se ne- fuera, que es externo a la comunidad e in-
cesita una practica habitual, una continuidad, cluso ajeno, se necesita no sólo la capacidad
una relativa estabilidad de los símbolos. Es a organizativa de los promotores, la calidad
través del uso que un signo adquiere un conte- estética de la propuesta teatral o la cantidad
nido sagrado. La ritualidad en la fiesta «no es de grupos, se requiere un arraigo, una cierta
una cosa, sino una relación de los hombres con estabilidad de los símbolos.
las cosas y con las personas»10. Ningún grupo Si los encuentros de teatro comunitario
social posee la capacidad exclusiva de suscitar logran en ocasiones realizar una fiesta feliz,
un comportamiento festivo. a pesar de la ausencia de una fijeza de los
La actividad teatral puede suscitar un am- símbolos, se debe precisamente a su carácter
biente festivo tanto en una comunidad indíge- situacional. Esto se hace posible cuando la
na como en un pueblo mestizo, en un barrio actividad teatral adopta la dinámica social y
pobre de la ciudad como en una colonia clase cultural del lugar en donde se realiza. Cuando
media. Para que esto suceda, para que la fiesta el conjunto de las personas que se encuen-
de teatro se vuelva una celebración colectiva, tran están en disposición de entregarse por
que concierna a todos por igual, tanto a los completo a esta misma actividad, sin tener
habitantes de la comunidad donde se realiza otra razón, sin querer imponer un modelo de
como a los organizadores y a los actores, se fiesta, sino dejarse llevar por ese flujo común
necesita una práctica habitual, se requiere que que emerge de la situación. Para abreviar, es
los símbolos que ésta intenta instituir gocen cuando esos encuentros son simplemente una
de una relativa fijación. Como nos hace ver «reunión focalizada», es decir,
Gruau a partir de un comentario de Paul
Claudel: «Rien n'est sacre que ce que nous ...un conjunto de personas entregadas a un flujo
consacrons, que ce que nous sacralisons»11. común de actividad y relacionadas entre sí en razón
Se podría decir que los encuentros de teatro de ese flujo [...] Esas reuniones se forman y se dis-
comunitario andan en busca de un lenguaje; persan; sus participantes fluctúan; la actividad que
en esto reside su ineficacia relativa, porque la los concentra es un proceso singular, particular, que
estabilidad de tal lenguaje implica compartir se repite de cuando en cuando en lugar de ser un
un modo de vida, en este caso la de los ha- proceso continuo. Dichas reuniones toman su forma
bitantes de las comunidades en donde éstos de la situación que las suscita, del suelo en que están
se llevan a cabo. Pero, dado que la sede de situadas12.
La fiesta verdadera: ¿una reali- la fiesta cambia todo el tiempo, que no hay
zación feliz en el teatro? Luces y
sombras de los encuentros de teatro una fecha precisa y que los símbolos no son Se puede apreciar la dificultad que en-
comunitario en México
compartidos por todos, no se cumple esta frentan los grupos teatrales en su lucha por
ELIZABETH
ARAIZA HERNÁNDEZ condición. cautivar la atención de un público masivo y
diverso. La dificultad es mayor todavía para hiers du GREP-MP, 2001-2002, N° 25/26,
aquellos que decidieron abandonar el lugar, (www.grep-mp.org).
de alguna manera, confortable de la sala con Caillois, Roger, L'komme et le sacre, París,
su público cautivo y fiel aunque reducido en Gallimard, 1976.
cantidad. Es esta la luz a que refiere el título Díaz Cruz, Rodrigo, Archipiélagos de ritua-
del presente artículo. Salir a la calle, pre- les, teorías antropológicas del ritual, Bar-
sentarse al aire libre, adentrarse en pueblos celona, Anthropos, 1998.
poco habituados al teatro, exige un trabajo Freidel, David, Schele, Linda, y Parker, Joy,
de experimentación constante con tal de El cosmos maya. Tres mil años por la senda
encontrar los modos de organzación social, de los chamanes, México, Fondo de Cultu-
de creación y de difusión acordes a cada uno ra Económica, 1999.
de los grupos sociales que se pasean por las Frischman, Donald, El nuevo teatro popular
calles o al aire libre y que habitan en los pue- en México, México, CITRU-INBA, 1990.
blos. Veamos ahora las sombras. El dilema Geertz, Clifford, La interpretación de las cul-
del teatro comuntario parece ser el siguiente : turas, Barcelona, Gedisa, 1989.
asumir que los encuentros a los que convoca Grimes, Ronald L., Símbolo y conquista. Ri-
son una reunión focalizada, esto es, una cuya tuales y teatro en Santa Fé, Nuevo México,
realización es fortuita y circunstancial, pero México, Fondo de Cultura Económica,
feliz, o bien seguir insistiendo en imponer 1981.
el modelo de la fiesta indígena, aunque su Gouhier, Henri, L'essence du tbéatre, París,
realización resulte casi siempre poco feliz. Aubier-Montaigne, «Présence et pensée»,
Podemos admitir que el teatro es una prácti- núm. 11, 1968.
ca universal, pero hay que reconocer que los Gruau, Maurice, L'homme rituel, París, Mé-
modos en que se ésta instituye, varían de una tailié, 1999.
sociedad a otra, de un pueblo a otro, de una Isambert, Francois-André, Le sens su sacre.
cultura a otra. Fete et religión populaire, París, Editions
du Minuit, 1982.
BIBLIOGRAFÍA Lévi-Strauss, Claude, Anthropologie structu-
rale, París, Plon-Pocket, 1974.
Araiza Hernández, Elizabeth, Sous le signe de Rosales Ayala, Héctor, Tlaltenango: las trans-
«l'entre deux» Anthropologie du théatre formaciones del sentido de una fiesta popu-
amérindien au Mexique, tesis de doctora- lar, México, UNAM-CRIM, 1988.
do, Universidad de París 8, 2003. Versényi, Adam, El teatro en América Latina,
Albert-Llorca, Marlene, «Regards anthro- Nueva York, Cambridge University Press,
pologiques sur la fete», Parcours, les ca- 1996.
Ménica Ruiz Bañuls
Licenciada en Filología Hispánica
por la Universidad de Alicante y
Diplomada en Ciencias Religio-
sas por la Facultad de Teología
San Vicente Ferrer de Valencia es
investigadora del Departamento
de Filología Española de la Uni-
versidad de Alicante, donde en la
actualidad realiza su tesis doctoral.
Está integrada en la unidad de
investigación «Recuperaciones del
mundo precolombino y colonial en
el siglo XX hispanoamericano». Ha
LA DEVOCIÓN POPULAR
publicado diversos artículos sobre
el teatro mexicano del siglo XIX,
la utilización de discursos preco-
GLADALUPANA EN LA TEATRALIDAD
lombinos en el teatro evangelizador
y acerca de la labor de los evange-
lizadores franciscanos en Nueva
MEXICANA
España. Su línea de investigación
actual está centrada en la utiliza-
MÓNICA RUIZ BAÑULS
ción de diversos discursos de la
literatura prehispánica (los huehue-
tlatolli) por parte de los misioneros
franciscanos que llevaron a cabo el
proceso evangelizador de México
durante el siglo XVI.
RESUMEN

La irrupción del hecho guadalupano en diversas manifestaciones dramáticas a lo largo del


acontecer histórico de México responde sin duda al hecho de que la teatralidad popular ha ex-
presado siempre las luchas, tribulaciones y preocupaciones que han ido marcando el ritmo de
las vivencias cotidianas e históricas de un pueblo.
En este sentido, la devoción a la Virgen de Guadalupe, patrona de México y símbolo de
mexicanidad, se convierte en una manifestación de la identidad colectiva del pueblo, que no
se limitará sólo a lo religioso sino que, como veremos en este trabajo, abarcará una dimensión
social, ideológica y cultural que ha motivado durante siglos y, lo sigue haciendo en la actualidad,
su notable presencia en las representaciones teatrales populares.

POPULAR GUADALUPE DEVOTION IN MEXICAN HISTRIONICS

ABSTRACT

The appearance of the Guadalupe event in many dramatic representations throughout


historie oceurrence in México undoubtedly responds to the fact that popular drama has always
expressed the struggles, trihulations and preoecupations which have set the rhythm of everyday
and historical events within a village.
In this sense, the devotion to the Virgin of Guadalupe, patrón saint of México and symbol of
what it means to he Mexican, hecomes a show ofpeople's collective identity. This work demóns-
trales that this is not limited to the merely religious but also, includes a social, ideological and
cultural dimensión which for centuries has made and continúes to make its notable presence felt
in popular dramatic representations.

El teatro como objetivización sensible de vo. En este sentido, las manifestaciones teatra-
unas creencias ancestrales, como encarnación les que surgen en torno a la Virgen de Guada-
del misterio de las cosas y la trascendencia de lupe, patrona de México y, sobre todo, símbolo
las conductas ha funcionado desde sus orígenes de mexicanidad, encarnan perfectamente dicha
como un conjunto escénico en el que la historia simbiosis en la que estas representaciones se
La devoción popular guadalupana humana y percepción de lo divino se han unido convierten en modos de expresión definidores
en la teatralidad mexicana como expresión eficaz de un intercambio festi- de la identidad del pueblo mexicano.
MÓNICA RUIZ BAÑULS
Desde este planteamiento, quiero acercar- ponderían a un proyecto
me en el presente trabajo al teatro guadalupa- político y religioso muy

I
no no desde la exhaustividad de análisis de un concreto:
cuerpo documental1, sino desde la necesaria
vinculación de estas manifestaciones a un El objetivo de la corona es-
^1
marco de referencia más amplio relativamente pañola al enviar al teólogo
poco estudiado: el de la religiosidad popular. dominico para ocupar la
Considero que la arraigada devoción a la Vir- sede vacante de la diócesis
gen de Guadalupe en México representa uno de México era asentar con
los puntos clave de dicha teatralidad: aquel firmeza la autoridad episco-
que revelan las manifestaciones dramáticas pal y regalista de la Iglesia
Informaciones de l ó ó ó . Cuadro José María Ibarrán. Pintado
guadalupanas como una forma de entender española que propugnaba por en 1 873 para ía Colegiata de Guadalupe.
el mundo dentro de los contextos sociales y la estricta observancia de la
políticos en los que se han visto inmersas. legislación canónica; el mantenimiento del aparato
ceremonial y ritual y el respeto a las tradiciones y
DEL TEATRO EVANGELIZADOR AL costumbres de la devoción popular. Tal, pues, en tér-
TEATRO GUADALUPANO minos muy generales es el programa con el que debía Juan José Arrom, El teatro de
Hispanoamérica en la época
cumplir el señor Montúfar: el favor que le dispensó a colonial, La Habana, Anuario
A finales del siglo XVI y, sin duda, estre- la imagen de Tepeyac se explicaría en función de esa Bibliográfico Cubano, 1 9 5 6 ,

chamente vinculadas a la institucionalización suprema finalidad8. pág. 5 0 .

del culto guadalupano entre la población in-


Fernando Horcasitas recoge la
dígena, surgen una serie de piezas dramáticas Todo este proceso es abordado por existencia de esta representa-
relacionadas con la Virgen de Guadalupe2 que O'Gorman a través del estudio de la Infor- ción en sus apuntes bibliográ-
pueden ser consideradas como la evolución mación que el Señor Arzobispo de México D. ficos publicados recientemente
por María Sten y Germán Vive-
de un teatro evangelizador que, tras su ma- Fray Alonso de Montúfar mandó practicar so- ros, Teatro náhuatl II. Selección y
nifiesto declive en esta época3, continuó de- bre un sermón que el 8 de septiembre de 1556 estudio crítico de los materiales
inéditos de Fernando Horcasitas
sarrollándose en el ámbito popular indígena. predicó fray Francisco de Bustamante acerca (México, U N A M , 2 0 0 4 ) . Se
En dicho contexto, este teatro fue absorbido del culto de nuestra señora de Guadalupe9, pueden leer en sus anotaciones:
«Las cuatro apariciones de la
y transformado para «terminar disolviéndo- donde se recoge la temprana polémica en Virgen, autor anónimo. Repre-
se en sustancia folklórica, forma en que ha torno a la validez del culto guadalupano. Fue sentación que se hace en el
sobrevivido hasta nuestros días»4, de manera con motivo de la celebración de la Natividad barrio de Tecujapa el 10 de
diciembre de cada año. Orga-
que estas manifestaciones aún hoy se pueden de María de 1556 cuando el reconocido pre- nizada y dirigida por la srta.
encontrar en muchas partes de México donde dicador franciscano Francisco de Bustamante Guadalupe Loyo Sánchez, que
vive en la calle de Francisco
el ciclo navideño se inicia con alguna drama- puso de manifiesto durante el sermón lo da- Zarco, en San Juan Coscomate-
tización, más o menos extensa, de la aparición ñino del culto a la Virgen de Guadalupe, ar- pee. Ver recolección efectuada
el 10 y 11 de 1951» (pág.
de la Virgen, con brevísimas pantomimas de gumentando que «había sido inventada ayer» 4 2 4 ; también recogida en Ma-
Guadalupe revelándose al humilde indio Juan y que la imagen «había sido pintada por un ría y Campos, op.cit, págs.
Diego o con representaciones completas de 5 4 y ss.).

obras clásicas del teatro popular como Las ó


Cuatro Apariciones de Nuestra Señora de Edmundo O ' G o r m a n , Destierro
de sombras. Luz en el origen de
Guadalupe^. la imagen y culto de Nuestra Se-
Ahora bien, considero que se hace necesa- ñora de Guadalupe del Tepeyac,
México, U N A M , 1 9 8 6 .
rio plantear brevemente el proceso histórico
1 Fernando Horcasitas en «Las
que da origen al guadalupanismo mexicano Existen diversas investigacio- piezas teatrales en lengua
y que contribuirá sin duda a la mayor com- nes que abordan este tema náhuatl. Bibliografía descrip- :biéi<em, pag 139.
con detalle pero, sin duda, el tiva», Boletín Bibliográfico de
prensión de la vigencia de esta temática en trabajo de lectura casi obliga- Antropología (México), 1 9 4 8 ,
la teatralidad popular. Parto para ello de la da en este sentido sigue sien- núm. XI, págs. 155-163 y Ibidem, p á g . 127.

reflexión de Edmundo O'Gorman 6 , quien d o el de Armando de María


y Campos, La Virgen frente a
M a r í a y Campos, op. cit.,
págs. 12-13).
plantea que la devoción guadalupana nace las candilejas o El teatro gua- Puede ser consultada de forma
dalupano, México, Ediciones íntegra, versión paleográfica de
como fruto de los intereses personales de fray fray Fidel de Jesús Chauvet,
Populares, 1 9 5 4 , Para más información sobre
Alonso de Montúfar y del vigoroso empeño el declive del teatro evangeli- en (www.proyectoguadalupe.
de este arzobispo por «remozar con aquella zador véase el capítulo «Cau- com).
Estoy pensando por ejemplo sas de la decadencia del
nueva imagen el viejo culto de substitución en textos como El coloquio teatro misionero» en Beatriz
de la diosa Tonatzin»7. Para este investigador, de la Aparición, La conquista Aracil Varón, El Teatro evan-
espiritual de la América por gelizador: sociedad, cultura
la extraña intervención de Montúfar en el María Santísima de Guada- ideología en la Nueva España
La devoción popular guadalupana
hecho guadalupano y el apoyo incondicional lupe o El Portento Mexicano del siglo XVI, Roma, Bulzoni, en la teatralidad mexicana
(cf. los datos aportados por 1 9 9 9 , págs. 5 2 1 - 5 5 7 .
del prelado hacia la imagen del Tepeyac res- MÜNICA RUiZ BAÑULS
10 indio llamado Marcos»10. Bustamante juzga más amplio como es el de la institucionaliza-
Leo Loa"
en dicho sermón como idolátrico el culto gua- ción del culto mariano entre los naturales y el

um
I las

1v" 1
liste dalupano pidiendo la inmediata intervención
de las autoridades para erradicarlo; asimismo,
acusa a Montúfar de ser divulgador de mi-
del teatro evangelizador. Las representaciones
teatrales llevadas a cabo por los francisca-
nos en Nueva España durante el siglo XVI
lagros obrados por la imagen colocada en la obedecieron a objetivos muy concretos de
ermita de Tepeyac, sin previa comprobación adaptación del cristianismo a un entorno del
de la autenticidad de esos prodigios. Para todo nuevo y, por tanto, quedaron determi-
^k- O'Gorman, se revela a partir de estas infor- nadas por los planteamientos y problemas
fÉú maciones que «toda esa devoción no podía te- propios de dicho proceso. En este sentido, las
$$&&&£$/
ner más antigüedad que la del señor Montúfar implicaciones no sólo religiosas sino también
• ¿4¡JÍf*iM*ss en el gobierno de la mitra de México»11. culturales e ideológicas de esta dramaturgia se
Sin pretender abordar con exhaustividad presentan como un elemento destacado en el
Celebraciones de Oaxaca de
la Virgen de Guadalupe. Juan
esta polémica planteada por O'Gorman, lo complejo proceso de aculturación que supuso
Diego llevando la tilma de la que me interesa recuperar es la idea central todo el proyecto evangelizador.
Virgen. 1992.
que subyace a lo largo de toda su reflexión A la conquista territorial del Nuevo Mun-
al plantear el origen de la advocación gua- do le sucedió otra, la espiritual, en la que el
dalupana como una respuesta concreta del teatro, como medio de difusión ideológica,
episcopado y la corona española en su deseo desempeñó una labor determinante. Como ha
de cohesionar a la población novohispana a explicado la investigadora María Sten,
partir de la religiosidad. Considero que es
necesario advertir cómo dicho objetivo, que ...la conquista española difiere de otras empresas
10
Información que el Señor Arzo-
funcionó con relativa eficacia durante el pro- similares de su época y de épocas posteriores en la
bispo de México D. Fray Alonso ceso evangelizador, vuelve a ser recuperado medida en que se usa, al lado de las armas tradiciona-
ed Montúfar mandó practicar
durante la época de la Independencia y, como les, un arma poco común: el teatro. Y se puede decir,
sobre un sermón que el 8 de
septiembre de 1556 predicó hay veremos a continuación, es rescatado de nue- sin exageración, que el teatro fue en la conquista
Francisco de Bustamante acerca vo con fuerza en la actualidad con fines muy espiritual de México, lo que los caballos y la pólvora
del culto de nuestra señora de
Guadalupe, versión paleográfí- similares. fueron en la conquista militar14.
ca de fray Fidel de Jesús Chau- Ahora bien, volviendo a nuestra perspecti-
veí, ibidem, folio 2 b .
va de lectura, cabría preguntarse cuál es el hilo Dentro de ese teatro evangelizador, son
conductor del proceso de las representaciones diversas las obras en las que la figura de María
O ' G o r m a n , op.cit., p á g . 8 4 .
navideñas que se inicia con la milagrosa apa- queda ensalzada junto a la de su Hijo, siendo
12 rición mariana en el Tepeyac y pervive hasta la alabanza a la Virgen uno de los intereses
Josefina Muriel de la Torre, nuestros días. Como ha señalado Josefina temáticos más recurrentes. Durante el siglo
La tradición de las pastorelas
mexicanas, México, Ediciones Muriel, es necesario advertir que XVI, como ha señalado Beatriz Aracil, el as-
O l i v o , 1 9 9 6 , pág. 13. pecto que más se destacó de la Madre de Dios
13
... la vía que conduce a explicar este proceso es la en muchas de las manifestaciones dramáticas
Término acuñado en la inves- presencia de la madre de Jesús. Esta figura impregnó fue «su papel como intercesora de la Huma-
tigación hispanoamericanista nidad, aspecto fácilmente observable en re-
actual por Robert Ricard en La
gran parte del teatro y la poesía en el virreinato de
conquista espiritual de América, la Nueva España. Al llegar a tierras de indios, los presentaciones como la Comedia de los Reyes
México, FCE, 1 9 8 6 . religiosos mendicantes que deseaban llevar a cabo Magos, La educación de los hijos o Las ánimas
14 la evangelización de inmediato, pensaron en influir y las albaceas»[i. En cualquier caso, como se-
María Sten, Vida y muerte del en las mentalidades de los indígenas mediante los ñala esta investigadora, según los datos apor-
teatro náhuatl; el Olimpo sin
Prometeo, México, Secretaría
sentidos y, así, pusieron todos sus esfuerzos en tal tados por las crónicas de Motolinía y Ponce,
de Educación Pública, 1 9 7 4 , intento: pintura, mural y arquitectura. El teatro fue los franciscanos dedicaron también piezas
p á g . 13. específicas a otros momentos fundamentales
entonces una forma didáctica y accesible de mostrar
15 a los indios lo que había sido el cristianismo y los de la vida de la Virgen como la Anunciación y
Aracíl, op.cit, pág. 3 4 9 . misterios que predicaban. Obviamente la figura de la Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel
María era central12. (Tlaxcala, 1538) y las dos representaciones
conocidas de la Asunción de Nuestra Señora
Así pues, no se puede obviar el hecho de (Tlaxcala, 1538 y Zapotlán, 1587).
que el evento guadalupano tuviese lugar en A partir del siglo XVII, la temática teatral
medio del proceso de evangelización novo- mariana de intercesión maternal da paso a las
hispano, característico del tiempo y de las apariciones milagrosas y, muy especialmente,
circunstancias de la llamada «conquista espiri- a las intervenciones prodigiosas de la Vir-
La devoción popular guadalupana
en la teatralidad mexicana tual»13. Por todo ello, sus representaciones se gen de Guadalupe. Dichas representaciones
MÓNICA RU1Z BAÑULS han de vincular necesariamente con un marco vendrán a enriquecer la temática del teatro
I 1
religioso en lengua indígena y se llevarán a Así pues', en los inicios del México inde-
cabo para enseñar, difundir y ganar adeptos pendiente, la Virgen de Guadalupe se convier-
a la idea de la aparición de la Virgen a un te en la bandera de insurrección para la pobla- f # K%
sencillo indígena mexicano. Pieza modélica ción criolla, en el emblema movilizador de una
en este sentido vendría a ser la de El Portento conciencia extendida por todo el territorio de
Mexicano, representada por primera vez du- la nación. Y si bien es cierto que todas estas 5r ? ' - / Mí 1

rante la época virreinal y cuya primera versión representaciones pretenden reafirmar el culto rWC^sj
Y
castellana completa se ha publicado reciente-
mente16. Como ha señalado Germán Viveros:

Se conocen textos equiparables a El Portento Mexicano


que han ido transitando de generación en generación,
pero que cada vez que son representados padecen la
mano de un adaptador que, en afán de adecuarlo a
guadalupano, más por motivos de conciencia
nacionalista que por fervores religiosos, en mi
opinión es evidente que no podemos dejar de
vincularlas al marco de la devoción popular,
ya que se hace necesario recordar que estamos
en una situación extrema en la que
j
1m ^^ ^ ^ |
Manuel Rodríguez. Grabado en
metal de la Virgen de Guadalu-
pe con las armas mexicanas, sf.
su circunstancia, lo modifica sin el respeto debido al ...se alentó una religiosidad primitiva casi siempre
original que ha legado la tradición. No obstante, el manifestada en celebraciones paralitúrgicas, con fre-
texto de El Portento Mexicano, en el estado en que se cuencia heterodoxas, siempre sincréticas (...). La 18
Cit. enjacques Lafaye, Quetzal-
encuentra, debió satisfacer ampliamente la finalidad instrucción religiosa quedó circunscrita a la educa- cóatl y Guadalupe. La formación
educativo-religiosa para la que fue escrito17. ción familiar y pertenecía al dominio y deber de las de la conciencia nacional de
México, México, FCE, 1 9 7 7 ,
madres con los hijos durante la infancia. Así se creó pág. 4 1 7 .
Así pues, la Virgen de Guadalupe aparece una verdadera tradición oral que heredaba de padres
19
en el teatro mexicano prácticamente desde que a hijos las más remotas manifestaciones del fasto Armando de María y Campos
éste nace: en primer lugar, como fruto de ese litúrgico barroco: pastorelas, vía crucis, pasiones, recoge en su estudio dedicado
danzas de moros y cristianos, autos de milagros, al teatro guadalupano una lar-
encuentro entre la tradición medieval europea y ga lista de piezas dramáticas
la indígena prehispánica que da lugar al drama apariciones y múltiples procesiones22. marianas y estrenos de esta
misionero y, a continuación, como expresión época con dicha temática, tí-
tulos entre los que destacan
esencial de un pueblo que intenta comprenderse Por tanto, estamos ante unas manifes- representaciones como la Loa
y ponerse en relación con una nueva sociedad taciones teatrales en las que juega un papel para celebrar a Nuestra Santísi-
ma Madre y Señora Santa María
virreinal en la que las representaciones guada- esencial la religiosidad popular de una época de Guadalupe (1794) y too para
lupanas tendrán una presencia notable. tan específica para la historia mexicana como celebrar la maravillosa aparición
de Nuestra Santísima Madre
Para completar esta perspectiva de lectura de ésta, aunque evidentemente difuminada por un María de Guadalupe (1804) de
la guadalupana en la teatralidad mexicana, será complejo contexto social y político en el que la Manuel Quiroz y Campa. Para
necesario abordar brevemente cómo hacia fina- devoción mariana se transformó en un guada- más información véase María y
Campos, op.cit, págs. 39-73.
les del siglo XVIII se pasa de lo que se puede lupanismo nacionalista y utópico que luchaba
llamar una «mariofanía mexicana» a una «epi- por un México independiente y moderno. 20

fanía patriótica»18, es decir, cómo se produce Considero un ejemplo paradig-


mático de esta perspectiva de
una lenta evolución que convierte a la Virgen de DEVOCIÓN POPULAR MARIANA: lectura que presento el Auto ma-
ñano. Para recordar la milagrosa
Guadalupe en estandarte de la Independencia y MARCO DE REFERENCIA DE LA TEA- aparición de Nuestra Madre y
símbolo por excelencia de la mexicanidad. TRALIDAD GUADALUPANA Señora de Guadalupe de José Joa-
No se puede obviar que el teatro guadalu- quín Lizardi cuyo texto completo
queda recogido en Luis de Tavira,
pano es una de las tradiciones dramáticas más Al hablar de la piedad popular mariana, di- (ed.), Autos, pastorelas y dramas
profundas del espíritu religioso nacionalista; versa en expresiones y profunda en sus causas, religiosos ¡1817-1862) . Teatro
mexicano. Historia y dramaturgia,
son diversas las representaciones que surgen en estamos haciendo referencia sin duda a uno Volumen XI, México, Consejo Na-
19
esta época en torno a la Virgen de Guadalupe , de los hechos eclesiales más relevantes y uni- cional para la Cultura y las Artes,
1994, págs. 47-59.
manifestaciones en las que se busca siempre el versales. Como explica Rodríguez Becerra, la
mismo efecto social: reafirmar una identidad devoción mariana se sustenta en la idea popular 21
20
diferente y promover su expresión . Además de que «la Virgen no es sólo la Madre del Señor Ibidem, p á g . 2 4 .

de la importancia del mito guadalupano en la y del Salvador, sino también, en el plano de la 22


23
fundación del pueblo mexicano y su trascen- gracia, la madre de todos los hombres» . Ibidem, p á g . 2 0 .

dencia hasta nuestros días, conviene señalar, Considerando la teatralidad guadalupana 23


como ha explicado Luis de Tavira, la impor- como expresión esencial de la trayectoria Álvarez Santaló, M . Buxó Rey y
S. Rodríguez Becerra (coords.), La
tancia de esta tradición teatral religiosa que «si
religiosidad popular, Barcelona,
bien proviene de las corrientes medievales del Anthropos, 2 0 0 3 , vol. I, pág. 27.
teatro litúrgico, las renacentistas de la evange-
lización y las alegóricas del barroco, constituye 16 17 La devoción popular guadalupana
una expresión privilegiada y estricta de lo na- Horcasitas, Teatro náhuatl II, Ibidem, p á g . 2 6 0 . en la teatralidad mexicana
21
cional mexicano, propio, otro y exclusivo» . op.ót., págs. 2 5 7 - 3 2 3 . MÓNICA RUIZ BAÑULS
-"-*"-•'. ' • ; - - -y Asimismo, cabe advertir que, si partimos
del pueblo mexicano desde la época
colonial, como forma de cohesión y del hecho que el teatro nació en México como
definición de su identidad, estamos un discurso sincrético, fusión de la tradición
adentrándonos necesariamente en el medieval europea y la indígena prehispánica,
ámbito de la religiosidad popular que, la Virgen de Guadalupe como temática de
como todo ritual de carácter religioso, la mencionada teatralidad se convierte en
es un «complejo fenómeno polisémi- un eslabón esencial en la evolución de di-
co que no sólo comunica un mensaje cho mestizaje, ya que bajo esta advocación
relacionado con lo sobrenatural sino mariana no podemos ver un mero símbolo
también con lo económico, lo social, configurante de la identidad de un colectivo,
lo lúdico, lo étnico y con todo el sis- sino la transformación de uno de los símbolos
tema cultural de un pueblo»24. Desde y expresiones esenciales de la identidad grupal
esta perspectiva, considero necesario del pueblo mexicano. Ello justifica la incur-
insertar las representaciones en torno sión de la piedad guadalupana en el marco de
a la Virgen de Guadalupe en el marco la devoción popular pues, como ha señalado
de la veneración y culto de esta ad- de la Vega, podemos hablar de religiosidad
Guadalupe posada sobre las armas mexica- vocación mariana, pues sólo desde la popular en
nas y guarnecida por San Juan y Juan Diego
Miguel de Villavicencio. Siglo XVIII. comprensión completa de esta devo-
ción se puede comprender la vigencia ...aquellas manifestaciones culturales, de carácter
actual de diversas manifestaciones tea- privado o comunitario, que en el ámbito de la fe
trales en las que la Guadalupana sigue cristiana, se expresan principalmente, no con los
24 siendo símbolo cultural y religioso de modos de la Sagrada Liturgia, sino con las formas
Ibídem, pág. 30.
todos los mexicanos. peculiares derivadas del genio de un pueblo o de una
25 Desde el momento en que la devoción etnia y de su cultura27.
Las fuentes de la tradición gua- guadalupana se convierte en una manifes-
dalupana se encuentran en lo
que Francisco de la M a z a llama tación de la identidad colectiva, que no se De este modo, si bien es cierto que la
«los cuatro evangelistas guada- limita a lo religioso, sino que, como hemos irrupción de la devoción mariana en el ám-
lupanos»: Imagen de la Virgen
María de Dios de Guadalupe
visto, abarca una dimensión social, ideológica bito de la religiosidad popular surge de la fe
(1Ó48) de Miguel Sánchez, el y cultural, se hace conveniente señalar las di- cristiana, no hay duda de que ésta ha toma-
Nican Mopohua (¿ 1646?) de
Antonio Valeriano, Felicidad de
versas implicaciones que motivan su vigente do en México una fisonomía particular que
México en el principio y mila- presencia en las representaciones dramáticas implica una reinterpretación muy concreta
grosos origen del santuario de populares. En este sentido hemos de tener en
la Virgen de Guadalupe (1675)
del hecho mariano: la fisonomía mestiza de
de Luis de Becerra y la Estre- cuenta el hecho de que las primeras narracio- María de Guadalupe. Esta reelaboración fue
lla del norte de México (1681) nes en torno al hallazgo y apariciones de la la que permitió aunar los rasgos identificado-
de Francisco de Florencia (cfr.
Francisco de la M a z a , El gua-
Virgen de Guadalupe25 fueran, a la vez que la res de la comunidad indígena y la española,
dalupanismo mexicano, México, justificación del cerro de Tepeyac como lugar nuevas formas y antiguos significados vigen-
FCE, 1 9 8 4 , págs. 54-94). Co-
mo ha explicado Luis de Tavira,
de culto mañano, una creencia que la comu- tes en las diversas manifestaciones teatrales
«en estos cuatro libros, articula- nidad asumió como suplemento al dogma populares guadalupanas que todavía hoy
dos en un ritmo progresivo, se católico. Como explica Jesús de la Vega, el
va conformando la narración
nos hablan de la riqueza cultural del pueblo
ponderada que viene y va de valor de verdad de tales relatos no podría ser mexicano.
la tradición oral y encuentra cuestionado «sin cuestionar a la vez la credibi- Finalmente, para comprender con nitidez
sus derivaciones y correspon-
dencias en las Informaciones
lidad de la comunidad como tal. Es el mismo el fenómeno de la devoción guadalupana y
de l ó ó ó , en los sermones (...), pueblo el que da forma a esas justificaciones su vigencia actual en la teatralidad popular,
en la poesía guadalupana del
barroco novohispano y, desde
y rescata la figura de la Virgen en sus diversas cabe plantearse si esta presencia puede ser
luego, del teatro guadalupano advocaciones volcando en ella toda su sensi- explicada por la creencia de la comunidad
desde el siglo XVI hasta el XX» bilidad religiosa»26. en dicha advocación mariana. Como hemos
(Tavira, op.cit., p á g . 2 7 ) .
Teniendo esto presente y el hecho de que visto, es el mismo pueblo mexicano el que le
26 el catolicismo popular sigue siendo el sector ha ido dando forma y justificación a la figura
Jesús de la Vega, Devoción
popular guadalupana en Méxi- más grande e importante de la religiosidad de la Virgen de Guadalupe volcando en ella
co, Roma, Universitat Pontificia en el México de hoy, cuyo centro continúa toda su sensibilidad religiosa. Cuestionarla
Salesiana, 2 0 0 1 , p á g . 7 3 .
situándose en la devoción guadalupana, no es sería cuestionar a la propia comunidad y su
27 de extrañar que estas informaciones recogidas identidad. La interiorización del culto maria-
Ibidem, p á g . 7 8 .
a lo largo de los siglos hayan quedado ab- no viene por tradición familiar, es algo que
sorbidas como material folklórico que sigue «envuelve y sobrecoge a los miembros de la
manifestándose en un tipo de teatralidad que familia, pero además es anclaje de naciona-
La devoción popular guadalupana
en la teatralidad mexicana
refleja una forma de entender el mundo muy lidad: unión parental, comunión patriótica,
MÓNICARU1Z BAÑUI.S concreta y que todavía hoy perdura. identidad comunitaria y recogimiento espiri-
tual»28. Por todo ello, considero que estamos ...sea invención o no, eso
ante una cuestión a la que no es posible dar es lo que menos importa,
una respuesta inequívocamente afirmativa o lo destacable es el consen-
negativa. Como han señalado Torre Villar y so en este sentido, donde
Navarro de Anda: las dudas se desvanecen
y la claridad deja atrás a
Si la aparición de la Virgen al indio Juan Diego es las sombras, y ése si que
negada por quienes buscan explicaciones puramente existe como símbolo de
científicas y materiales, la fuerza espiritual que ha México por encima de
ejercido a lo largo del tiempo no ha podido soslayarse todo y de todos. Es pro-
y, aun cuando se interprete al tenor de explicaciones longación de la identidad:
psicológicas y sociológicas, económicas y políticas como pertenencia e iden-
de muy diverso signo, su existencia, la fuerza de su tificación con y a la vez Pintura mural popular (arte chicano). Siglo XX.
acción y sus manifestaciones, aun las materiales, son diferenciación de31.
tan vivas que resulta imposible negarlas2'.
En definitiva, como hemos podido ob-
Por tanto, instrumentalización política o servar, aproximarse al hecho guadalupano
cobijo espiritual comunitario, de lo que no supone enfrentarse a un fenómeno cultural de
hay duda es de que la figura de la guadalu- gran complejidad: símbolo de la fe cristiana
pana se presenta como «una de las primeras de los españoles durante la evangelización y
28
referencias en la endoculturación primaria absorbido después como sustancia folklórica Anna Fernández Poncela, «Se-
del pueblo, estrechamente relacionada con en el ámbito popular indígena, acabará con- mantización política y personal
la transmisión generacional, ámbito desde virtiéndose en estandarte de la Independencia de una imagen: la Virgen de
Guadalupe», Cuicuilco, Méxi-
el cual se adquiere la sociabilidad y la iden- para llegar a nuestros días no como una for- co, I N A H , 2 0 0 0 , vol. Vil, núm.
tidad»30. Su presencia en diversas manifes- mulación teológica o ideológica, sino como 20, pág. 141.

taciones dramáticas a lo largo del acontecer una imagen colectiva profundamente urdida 29
histórico de México responde sin duda al a través de las fiestas religiosas, los avatares Ernesto de la Torre Villar y
Ramiro Navarra de A n d a , Testi-
hecho de que la teatralidad popular haya históricos, las costumbres y, por supuesto, la monios históricos guadalupanos,
expresado siempre las luchas, tribulaciones teatralidad popular. México, FCE, 1 9 8 2 , p á g . 8.
y preocupaciones que han ido marcando el
30
ritmo de las vivencias cotidianas e históricas BIBLIOGRAFÍA Fernández Poncela, op. cit.,
de un pueblo. pág. 142.

Resulta evidente que la devoción a María Álvarez Santaló, C , Buxó Rey, M., y Rodrí- 31
de Guadalupe, enmarcada en el ámbito de la guez Becerra, S. (coords.), La religiosidad Ibidem, p á g . 147.

religiosidad popular, polariza muchos valores popular, Barcelona, Anthropos, 2003, 3


y actitudes de la vida diaria de una comuni- vols.
dad, no sólo en su dimensión creyente, sino Aracil Varón, María Beatriz, El Teatro evan-
también en su dimensión cultural y social. gelizados sociedad, cultura ideología en
Como hemos visto, el evento guadalupano ha la Nueva España del siglo XVI, Roma,
formado parte de aquellos momentos impor- Bulzoni, 1999.
tantes y de gran significación para la forma- Arrom, Juan José, El teatro de Hispanoaméri-
ción de la identidad mexicana: desde el papel ca en la época colonial, La Habana, Anua-
relevante de la aparición de la imagen en la rio Bibliográfico Cubano, 1956.
primera evangelización, acontecimiento que Congregación para el Culto Divino, Direc-
polarizó en gran medida el mensaje cristiano torio sobre la piedad popular y la liturgia.
y que selló toda la pedagogía misionera, hasta Principios y orientaciones, Madrid, BAC,
la contribución indudable en la formación 2002.
de la conciencia nacional y el sentimiento Fernández Poncela, Anna, «Semantización
patriótico. política y personal de una imagen: la Vir-
De este modo, el pueblo mexicano acabó gen de Guadalupe», Cuicuilco, México,
haciendo suyo el mensaje de la Virgen de INAH, 2000, vol. VII, núm. 20, págs.
Guadalupe, no sólo como elemento vital de su 137-143.
fe sino como signo de unidad nacional y sím- Horcasitas, Fernando, «Las piezas teatrales
bolo por excelencia de la mexicamdad. Más en lengua náhuatl. Bibliografía descripti-
allá del fenómeno y del sentimiento religioso, va», Boletín Bibliográfico de Antropología
La devoción popular guadalupana
hay una realidad como emblema nacional in- (México), 1948, núm. XI, págs. 154-164. en la teatralidad mexicana
soslayable; como explica Fernández Poncela, MÓN1CA RUIZ BAÑULS
Horcasitas, Fernando, Teatro náhuatl II, co- Noguez, Xavier, Documentos guadalupanos,
ord. por María Sten y Germán Viveros, México, FCE, 1995.
México, UNAM, 2004. O'Gorman, Edmundo, Destierro de sombras.
Lafaye, Jacques, Quetzalcóatl y Guadalupe. Luz en el origen de la imagen y culto de
La formación de la conciencia nacional de Nuestra Señora de Guadalupe del Tepeyac,
México, México, FCE, 1977. México, UNAM, 1986.
León-Portilla, Miguel, Tonatzin-Guadalupe. Ricard, Robert, La conquista espiritual de
Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en América, México, FCE, 1986.
el «Nican Mopohua», México, FCE, 2002. Tavira, Luis de (ed.), Autos, pastorelas y dra-
Lucas Anaya, José, La milagrosa aparición de mas religiosos (1817-1862). Volumen XI.
la Nuestra Señora María de Guadalupe de Teatro mexicano. Historia y dramaturgia,
México, México, UNAM, 1995. México, Consejo Nacional para la Cultura
María y Campos, Armando de, La Virgen fren- y las Artes, 1994.
te a las candilejas o El teatro guadalupano, Torre Villar, Ernesto de la y Navarro de An-
México, Ediciones Populares, 1954. da, Ramiro, Testimonios históricos guada-
Maza, Francisco de la, El guadalupanismo lupanos, México, FCE, 1982.
mexicano, México, FCE, 1984. Vega, Jesús Héctor de la, Devoción popular
Muriel de la Torre, Josefina, La tradición de guadalupana en México, Roma, Universi-
las pastorelas mexicanas, México, Edicio- tat Pontificia Salesiana, 2001.
nes Olivo, 1996.
Óscar Armando Garcia
Gutiérrez
Licenciado en Literatura Dramática
y Teatro por la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México. Maes-
tro en Historia por la Universidad
Católica de Lovaina (Bélgica).
Doctor en Historia del Arte por la
UNAM. Sus líneas fundamentales
de investigación giran en torno al
espacio teatral, en especial en el

ABRAHAM E ISAAC, PERSONAJES período novohispano; a este tema


ha dedicado numerosos trabajos
en publicaciones mexicanas e in-

DE UNA EPIFANÍA EN UNA COMUNIDAD ternacionales. Como especialista


en teatro mexicano, participa ade-
más en los consejos editoriales de

INDÍGENA DE YUCATÁN las revistas Escénica, Extensión y


Espacio Escénico. Ha impartido
docencia en la Escuela Nacional de
ÓSCAR ARMANDO GARCÍA GUTIÉRREZ Arte Teatral del INBA, la Univer-
sidad Iberoamericana, el Institut
del Teatre de Barcelona y Univer-
sidad de Perpignan (Francia). Ha
sido Director fundador del Centro
de Investigaciones Escénicas de
Yucatán (CINEY) del Instituto de
Cultura de Yucatán. Actualmente
RESUMEN es Profesor a Tiempo Completo en
la Facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM, investigador en el Sis-
En el poblado de Dzitnup, en el oriente de Yucatán, se asienta una comunidad campesina tema Nacional de Investigadores
de México y Presidente de la Aso-
maya parlante que ha preservado una tradición centenaria: la celebración anual, desde la Navi- ciación Mexicana de Investigación
dad hasta la Epifanía, de una danza dialogada de Abraham e Isaac. Teatral (AMIT).
Esta danza se lleva a cabo en el atrio y en el interior de la pequeña iglesia parroquial del lugar.
El propósito de esta danza es mostrar la manera en que Abraham e Isaac protegen al Niño Dios
(que se encuentra en un pesebre en el interior de la iglesia) del posible rapto del Diablo o del
Mal. Participan tres ejecutantes en la representación y constantemente interactúan con el público
asistente, principalmente con los niños.
La pregunta es: ¿qué relación pueden tener Abraham e Isaac con las celebraciones navideñas?
¿Se trata de una espontánea adaptación de los indígenas mayas a la liturgia cristiana o podríamos
estar ante un festejo con posibles antecedentes medievales? Trataremos de hacer un recorrido
histórico de los procedimientos de evangelización en Yucatán en los siglos XVI y XVII para po-
der rastrear una comunicación entre esos acontecimientos y las fiestas que actualmente celebran
los indígenas mayas. El artículo explicará la estructura de la celebración y tratará de plantear las
diversas fuentes de esta peculiar fiesta yucateca.

ABRAHAM A N D ISAAC: CHARACTERS IN AN EPIPHANY IN A YUCATÁN


INDIGENOUS COMMUNITY

ABSTRACT

In the village ofDzitnup, in the eastern Yucatán, Uves a Mayan-speakingpeasant community


which has kept a centenary tradition: the annual dialogued dance celebration from Christmas to
the Epiphany between Abraham and Isaac.
This dance, performed in the atrium and interior ofthe smallparish church, aims to show how
Abraham and Isaacprotect Baby Jesús (in a crib inside the church) from apossible kidnapping by
the Devil and from Evil. Three performers takepart in the representation and constantly interact
with the attending public, principally with children.
The question is: What relationship could Abraham and Isaac have with the Christmas festivities?
Is it a spontaneous adaptation of Mayan Indians to Christian liturgy or might we be witness to a
festival with possible mediaeval antecedentsf An historical trace of evangelist procedures in Yucatán
in the 16tb and 17tb Centuries will be attempted in order to track a link between those events and the Abraham e Isaac, personajes
de una Epifanía en una comunidad
festivalspresently celebrated by the Mayan Indians. The article will lay out the celebration s structure indígena de Yucatán
and attempt to suggest the diverse sources behind this particular Yucatán feast. ÓSCAR ARMANDO
GARCÍA GUTIÉRREZ
En Dzitnup, pequeño po- que nos confirman que los mayas tuvieron
blado del oriente de Yucatán (a entre sus fiestas algo que pudo haber teni-
unos cuantos kilómetros de la do un formato análogo al teatro occidental.
ciudad de Valladolid), se asienta Estos vestigios son, principalmente, algunas
una comunidad campesina ma- representaciones de disfraces en registros ico-
ya-parlante que ha preservado nográficos (estatuillas de Jaina o los murales
una tradición centenaria: la ce- de Bonampak), o bien el uso de explanadas
lebración anual (en la Navidad que fueron utilizadas como espacios de re-
y la Epifanía) de una danza dia- presentación ritual colectiva, con graderías
La Adoración de los Magos. Anónimo siglo XV. logada, denominada Abraham para espectadores y un área de actividad, tal
e Isaac. fue el caso de los Complejos Gemelos y la
La fiesta ha sido motivo de múltiples Arena en Tikal, o bien ciertas plazas de otras
1 análisis por parte de algunos investigadores ciudades del área como Copan, Chichén Itzá2
Luis Pérez Sabido [Bailes y dan- quienes, en su momento, han planteado di- y Dzibilchaltún3.
zas tradicionales de Yucatán, Mé-
rida, DIF-Yucatán, 1983) hizo versas hipótesis sobre los orígenes, influencias Antes de continuar con esta revisión, es
uno de los primeros trabajos de y formato de esta celebración1; sin embargo necesario apuntar que, cuando mencionamos
análisis y recopilación de esta
fiesta; Fernando Muñoz [Tea-
el objetivo particular del presente artículo es el concepto de teatralidad maya, nos estamos
tro maya peninsular, Mérida, desentrañar otra faceta de la fiesta: sus posi- refiriendo a una continuidad festiva que tiene
Ayuntamiento de Mérida, 2000)
considera en su trabajo la hipó-
bles vínculos con celebraciones medievales vigencia en la región. Los mayas que hoy
tesis de que este evento podría europeas. Ante esta representación, el espec- habitan la península de Yucatán y parte de
tener un enlace con la pieza de tador actual podría preguntarse qué relación Centroamérica (varios de ellos descendientes
teatro evangelizador El sacrificio
de Isaac y Donald Fríschmann pueden tener los personajes de Abraham e directos de los mayas prehispánicos), tienen
(«Transformaciones y trascen- Isaac con las celebraciones navideñas y si como particularidad el desarrollo de una
dencia en el arte ritual y escéni-
co de los mayas peninsulares»,
se trata de una espontánea adaptación de compleja ritualidad, producto de su principal
Investigación Teatral, núm. 5, los indígenas mayas a la liturgia cristiana o oficio: el cultivo de la tierra. Estamos ante una
enero-junio 2 0 0 4 , págs. 9-20)
postula que las fuentes de esta
podríamos estar ante un festejo con posibles cultura de la tierra que sigue celebrando pun-
celebración son sustancialmente antecedentes medievales. Este trabajo tratará tualmente (como toda comunidad agrícola)
de origen indígena. de proponer puentes explicativos diferentes los ritmos propios del proceso cíclico de la la-
para poder dilucidar el sentido de esta singu- branza. Alrededor de este ciclo, el pueblo ma-
Cf. A r m a n d o García Gutié- lar celebración. ya ha desarrollado una serie de fiestas (acorde
rrez, «Los espacios escénicos
en Tikal» en Cuadernos de
con los principales onomásticos cristianos)
Arquitectura Mesoamericana, ALGUNAS EXPRESIONES DE TEA- que nos ofrecen su peculiar concepción de un
(División de Estudios de Posgra- mundo mítico.
do. Facultad de Arquitectura.
TRALIDAD INDÍGENA MAYA
U N A M ) , núm. ó , noviembre
1 9 8 5 , págs. 69-86.
La cultura maya es, sin duda, una de las BREVE SEMBLANZA DE LA CON-
más esplendorosas de la historia. A medida QUISTA Y EVANGELIZACIÓN EN YU-
Cf. Óscar Armando García, que avanzan los descubrimientos arqueoló- CATÁN 4
«La capilla abierta: espacio,
representación y poder institu- gicos y se analiza la compleja estructura de
cional en la Nueva España» su civilización, vamos comprendiendo los Para una mejor comprensión de la fiesta
en Daniel M e y r a n , Alejandro
Ortiz y Francis Sureda (eds.),
impresionantes avances que los mayas tuvie- que analizaremos posteriormente, nos parece
Teatro y poder, Perpignan, Pres- ron dentro del conocimiento en general (ma- pertinente hacer un breve repaso sobre los
ses Uníversitaires de Perpignan,
temáticas, astronomía, escritura, arquitectura, principales acontecimientos de los procesos
Coliection Etudes, 2 0 0 2 , págs.
285-296. escultura, pintura, etcétera). Su complejidad de evangelización en el área de Yucatán. La
cultural fue correspondiente a su compleji- especificidad de estos procesos podría ofre-
Nos basaremos principalmente
dad religiosa, paralela al resto de las culturas cernos algunas pistas significativas sobre las
en la investigación de Peter mesoamericanas, dentro del denominado pe- maneras en que la ritualidad popular maya se
G e r h a r d La frontera sureste
de la Nueva España, México,
riodo clásico (siglos IX al XIII de nuestra era). fue configurando a través de diferentes fac-
U N A M , 1 9 9 1 , y en el trabajo Esta religiosidad era el centro de sus activida- tores, entre ellos la incursión de la ritualidad
historiográfico de Stella M a . des, lo que llevó a los mayas a consolidar una
González Cicero, Perspectiva
religiosa europea en la región.
re! ¡giosa en Yucatán, 1517- compleja red de celebraciones rituales, bajo Desde las primeras incursiones españo-
1571, México, El Colegio de un severo cumplimiento calendárico. las por territorio mesoamericano hechas por
México, 1 9 7 8 .
Dentro de la región mesoamericana, fue de Hernández de Córdoba, Juan Grijalva y
los mayas de quienes contamos con el único Hernán Cortés (entre 1517 y 1519), esta zona
Abraham e Isaac, personajes
vestigio de un diálogo que pudo haber tenido fue considerada solamente un buen punto
de una Epifanía en una comunidad cercanía formal con aquello que nosotros estratégico para los trayectos de las expedicio-
indígena de Yucatán
denominamos drama: el Rabinal Achí. No nes hispanas provenientes de la isla de Cuba.
ÓSCAR ARMANDO
GARCÍA GUTIÉRREZ obstante, también tenemos otros vestigios Esto explica que la colonización de Yucatán
se iniciara de manera tardía, a comparación de 1561 será un año decisivo para los
otras regiones, como el Altiplano, Occidente procesos de evangelización en Yucatán,
y Guatemala. pues se elige a Diego de Landa como
Podemos dar como fecha del inicio de la Provincial de San José de Yucatán y, a
colonización de Yucatán el 8 de diciembre la vez, es el momento de la llegada del
de 1528, cuando la expedición de Francisco obispo Francisco del Toral, iniciándose
de Montejo hizo posible la capitulación del con ello la secularización de la región.
poblado indígena de T'Ho (actual Mérida), Un año después, Landa realiza el pro-
pero no será sino hasta el 6 de enero de 1542 ceso de Maní6. Este polémico incidente
cuando oficialmente se funde Mérida como lo lleva de retorno a España, para volver
ciudad hispana. Este hecho confirma la poca en 1572 como obispo de Yucatán. Para
importancia que había tenido la región, tanto 1571 llega el último grupo de francisca-
para conquistadores como para los gobiernos nos peninsulares, entre ellos fray Blas
virreinales, pues Yucatán no se encontraba en- Cotello. La adoración de los Reyes Magos. El Bosco
(detalle). 1510. Museo del Prado.
tre las zonas prioritarias para la explotación de La historia de la misión franciscana
recursos naturales, tan vitales para la corona en Yucatán debe revisarse junto con la his-
española. Los religiosos habían acompañado a toria de la secularización, fenómeno común
los capitanes y soldados en estas incursiones; en diversas regiones durante el siglo XVI en
sin embargo, la primera visita a la zona hecha la Nueva España7. N o será sino hasta 1560
por un franciscano será la de fray Jacobo de que se designa al fraile franciscano Francisco
Nombre indígena de fray To-
Tastera en 1537, quien preparará el camino de de Toral como encargado del Obispado de ribio de Benavente, el célebre
los primeros procesos de evangelización de la Yucatán. Cuando Toral llegó a Yucatán, con- franciscano autor de la Histo-
región. Para 1544, Mérida estuvo compren- denó principalmente que los franciscanos se ria de los indios de lo Nueva
España, relato que recopila su
dida dentro del territorio de la Provincia del hubiesen atribuido funciones de inquisidores experiencia principalmente en
Santo Evangelio. en el proceso contra idolatría de Maní. Los la ciudad de Tlaxcala en años
anteriores.
En 1545 llegan a la Península de Yucatán franciscanos yucatecos tenían como defensa
los frailes franciscanos Luis de Villalpando, el haber sido nombrados procuradores, lo
Fray Diego de Landa manda
Melchor de Benavente y Juan de Herrera, que les permitía articular juicios contra la a los caciques mayas que trai-
enviados por fray Toribio Motolinía5 desde idolatría. Toral, quien había tenido expe- gan a Maní todos los códices
riencias evangelizadoras con los nahuas del e ídolos que tuvieran escon-
Chiapas. Un cuarto fraile, Lorenzo de Bien- didos para prenderles fuego
venida, llegaría ese año a territorio yucateco Altiplano, criticó los métodos utilizados por en una enorme hoguera. Con
desde Guatemala, vía Bacalar, lugar donde los franciscanos de la Provincia de Yucatán; ello se perdieron documentos
valiosos de la historia de los
estableció una incipiente misión. Los tres pri- por lo tanto, estableció el fortalecimiento mayas pero, paradójicamente,
meros se encargarán de preparar la fundación de instrucciones como el bautismo, la pila Landa también tuvo el impulso
de conservar esa historia en su
del convento de San Francisco de Campeche bautismal oculta, la doctrina, la ejecución de obra Reloción de las cosas de
(1545), la misión de Mérida (1546) y la mi- bailes durante el día y la construcción de una Yucatán a través de diversos
cerca alrededor de los atrios conventuales pa- informadores indígenas. Esta
sión de Maní (1547), junto con las primeras crónica recoge algunos signos
tareas de adoctrinamiento entre la población ra impedir el paso de las bestias. La etapa más de la compleja escritura maya,
indígena, conformándose de esta manera la intensa de su trabajo episcopal se dio entre el a partir de lo cual se han podi-
do hacer los mejores trabajos
primera ruta misionera de Yucatán. En 1548, 1561 y el 1569. de desciframiento de los jero-
los franciscanos yucatecos son nombrados En resumen, la evangelización de Yucatán glíficos mayas.

Procuradores por la misma orden, aconte- en el siglo XVI, aunque tardía con respecto al
cimiento que sienta un precedente especial resto de las provincias, tuvo también la par- Ya desde el 1 5 1 8 se comien-
zan las primeras negociaciones
para los futuros procesos de secularización en ticipación activa de religiosos que ya habían para proveer a Yucatán de un
décadas posteriores. tenido experiencias evangelizadoras en otras obispo, pero por una confu-
sión cartográfica se deshecha
En 1549 se realiza el primer capítulo cus- regiones, y que consolidaron paulatinamente la ¡dea. La primera presencia
todial de Mérida. Para entonces, existen ya la occidentalización de la zona a través de su secular en la región será un
tanto casual, cuando en 1545
establecidos cinco conventos (construidos labor de conversión religiosa.
pasa Bartolomé de las Casas
aún de palma, madera y adobe): Mérida, por la región, camino a Ciudad
Campeche, Maní, Izamal y Conkal. La región Real (Chiapas).
DZITNUP, PRIMER REGISTRO POR
se separa de la Provincia del Santo Evangelio PARTE DEL PADRE PONCE
y se convierte en la Custodia de San José. Ese
año también llega a tierras yucatecas fray Die- Uno de los registros hispanos más tem-
go de Landa, quien comienza la construcción pranos de la población de Dzitnup que Abraham e Isaac, personajes
de conventos en piedra. En Izamal, Landa en- conservamos es la noticia que el padre Pon- de una Epifanía en una comunidad
indígena de Yucatán
cuentra el sitio adecuado para la construcción ce registrará en su relación de la siguiente
ÓSCAR ARMANDO
de un convento y un seminario. manera: GARCÍA GUTIÉRREZ
Jueves veintiocho de julio [1588] salió [el padre Pon- centenaria desde tiempos remotos o bien que
ce] de Zaquí [actual Valladolid] a las dos de la ma- se trate de una conmemoración de unos ciento
ñana, y andada una legua de razonable camino llegó cincuenta años aproximadamente. Lo cierto
a un pueblo de aquella guardianía llamado Citmop, es que estos cálculos requieren de una mayor
donde aunque era muy de noche, le estaban los indios documentación e indagación. A manera de
aguardando con muchas ramadas y dos danzas, una recorrido general, las partes principales de la
de mochachos y otra de indios grandes. Pasó adelante fiesta son:
después de haberles agradecido su devoción...8.
Novenario
El pasaje es interesante por varios moti- Al ocultarse el sol, un grupo de mujeres se
vos. El primero es que, desde finales del siglo reúne en el interior de la parroquia para ini-
Adoración de los Reyes. Alberto
Durero. Grabado. 1 5 1 1 . XVI, la población tenía una conexión impor- ciar el rezo y canto de villancicos, alternados
tante con Zaquí, actual ciudad de Valladolid. en maya y en español. El novenario es el que
El siguiente es que Ponce haya sido recibido se dedica tradicionalmente a los Reyes Magos
justamente con «ramadas» y «danzas» por de Tizimín9 por parte de los «Pastores» o
parte de muchachos y adultos mayas, como rezanderos10.
Antonio de Ciudad Real, Tra- si esta manera de festejo tuviera una suerte de
tado curioso y docto de las
grandezas de lo Nueva España,
continuidad hasta nuestros días. Sin embar- Sacristía
México, U N A M , 1 9 9 3 , tomo II, go, este posible nexo se pierde por la falta de En la sacristía se han dado cita los dan-
pág. 327. otros registros en siglos posteriores. N o será zantes de la fiesta (a manera de camerino), en
sino hasta fines del siglo XIX cuando se recu- donde se visten y se preparan. Los personajes
Ciudad yucateca cercana al peran los referentes más remotos de la fiesta son Abraham, Isaac y el Mal o Diablo. Gene-
norte de Valladolid, en donde
la iglesia tiene como advo- que nos ocupa. ralmente se mantiene en secreto la identidad
cación principal a los Reyes de los danzantes. De la puerta que da acceso
Magos. Las imágenes son am-
pliamente veneradas por los
DESCRIPCIÓN DE LA FIESTA DEL al interior del templo surgen los personajes
habitantes de la región. ABRAHAM E ISAAC DE DZITNUP de Abraham e Isaac con velas e inician la pro-
10
cesión de fieles por el pasillo central, desde el
Principalmente el canto de vi- La fiesta de Abraham e Isaac se lleva a altar hasta la puerta principal de la parroquia.
llancicos es interpretado por cabo en el atrio y en el interior de la pequeña El Mal sale por la puerta que da al exterior
mujeres, por lo tanto en sentido
estricto estaríamos ante «Pasto- iglesia parroquial de Dzitnup, hoy una peque- para realizar paralelamente sus rutinas en el
ras». Esto sucede en otras pas- ña comunidad maya dedicada a las labores del atrio.
torelas indígenas, como la que
se desarrolla en Santa Fe de la
campo. Si quisiéramos hablar de un argumen-
Laguna, en la zona lacustre de to en concreto de esta representación sería la Juegos en el atrio
Michoacán.
manera en que Abraham e Isaac protegen al De manera simultánea, en el atrio de
Niño Dios (que se encuentra en un pesebre en la parroquia el Diablo/el Mal comienza a
el interior de la iglesia) del posible rapto del interactuar con los niños, quienes en un jue-
Diablo o del Mal. Participan tres ejecutantes go han desmembrado al Mal; las partes han
en la representación que constantemente in- sido repartidas entre la población de manera
teractúan con el público asistente, principal- simbólica y lúdica. El proceso lúdico del
mente con los niños. En sí, Abraham e Isaac desmembramiento inicia con una rutina del
es una representación compleja en donde se Mal quien, con su bastón, gira en su eje du-
manifiestan y funden expresiones reconoci- rante unas trescientas veces. Cuando termina,
bles de danza, procesión, juegos, música y exhausto, algún integrante de la comunidad
diálogos durante la celebración. realiza el mercadeo de las partes del Mal, lo
La representación se lleva a cabo en la que permite una interrelación con los niños
noche del 24 de diciembre y del 5 de enero, cuando las partes son subastadas por medio
para amanecer al siguiente día. El festejo es de diálogos picarescos.
organizado por un selecto grupo de ancianos
de la comunidad que se proclaman como Puerta del templo
mayordomos de la parroquia dedicada a san Cuando Abraham e Isaac llegan a la puer-
Andrés. Como dato revelador, el párroco ta, cruzan el umbral, se voltean hacia el altar
no oficia durante estos días ni está presente y se sitúan unos pasos fuera del templo. Los
como espectador. No se tiene un cálculo cer- fieles, dentro del templo, permanecen viendo
tero desde cuándo se lleva a cabo este evento, todo esto hacia el exterior, en el límite que
Abraham e Isaac, personajes
de una Epifanía en una comunidad pero, como mencionamos con anterioridad, marca la puerta principal.
indígena de Yucatán
los investigadores que han trabajado el tema Los fieles inician un canto de villancicos
ÓSCAR ARMANDO
GARCÍA GUTIÉRREZ plantean dos posibilidades: su celebración con exaltación a la Sagrada Familia, mientras
Abraham e Isaac ejecutan una danza, emulan- Recolta del aguinaldo
do el trote de un caballo. Este ritmo es acom- A la mañana siguiente, los jóvenes que han
pañado por el tunkul (tambor de madera) que interpretado a Abraham, Isaac y el Mal (aún
se encuentra en el atrio exterior (pero cercano disfrazados) recorren las calles del pueblo
a la escena). Participan también las campanas para iniciar la recolta del aguinaldo, en una
de la parroquia, las cuales contrapuntean pequeña procesión en donde se integran: el
rítmicamente con el tunkul y el trote de los mayordomo de la fiesta portando a la imagen
personajes, en un espectacular y complejo del Niño Dios, músicos y sobre todo niños de
diálogo de sonidos, textos, ritmos y formas. la comunidad. El procedimiento de esta etapa
En este momento, cumbre tal vez, de la es el siguiente:
danza, los participantes (fieles y danzantes) Abraham e Isaac se presentan ante la
marcan espacialmente dos áreas de repre- puerta de la casa de alguno de los vecinos para
sentación de manera dialógica: el interior del recibir una medida (1/2 kilogramo aproxima-
templo y el atrio exterior. En el interior se damente) de granos de maíz o frijol, la cual es
cantan villancicos y se localiza, resguardada, depositada en una carretilla. Mientras tanto,
la imagen del Niño Dios; en el exterior se en- el Mal incursiona en el huerto de la casa para
cuentran los danzantes que defienden al Niño robarse los frutos, principalmente naranjas, 11
(Abraham e Isaac), el danzante que amenaza las que acumula en una manta. Los niños que Según varios testimonios, la
fiesta generalmente tiene una
(el Mal), los niños y el tambor indígena. acompañan la procesión juegan a descubrir duración aproximada de do-
Posteriormente, Abraham e Isaac simulan la fechoría del Mal, quien huye por la calle, ce horas; sin embargo, cuan-
do tuvimos la oportunidad de
con bastones una batalla contra el Mal con mientras lanza naranjas a los niños que corren presenciar este evento (enero
bailes grotescos en el atrio. Los niños rodean tras él. 2 0 0 3 ) , culminó alrededor de
el baile/juego. El 24 de diciembre este juego la una de la madrugada, por-
Los personajes de Abraham e Isaac inter-
que al día siguiente los niños
escénico lo ejecutan los Doce Apóstoles (doce pretan una pequeña danza (con ritmo de jota) y jóvenes tenían cursos en las
adolescentes), quienes, a través de una ronda, en el portal de cada casa, en agradecimiento escuelas. Existen algunos re-
gistros videográficos de esta
impiden al Mal atacar a Abraham e Isaac y, a la contribución hecha por el vecino. Con fiesta que han sido filmados en
por consecuencia, al Niño Dios que se en- este baile inicia el desplazamiento a otra casa diversas ocasiones durante las
dos últimas décadas del siglo
cuentra «resguardado» en un pesebre dentro de la comunidad para repetir el acto antes XX y principios del XXI, entre
del templo. El Mal ha sido eliminado y des- descrito. ios que destacan: La danza de
membrado por la comunidad a través de los Abraham e Isaac (Dzitnup), 2 4
Al finalizar la jornada se reúne todo el gra- de diciembre 1 9 9 8 , Instituto de
juegos anteriormente mencionados. Al finali- no recabado para ser vendido en el mercado. Cultura de Yucatán y El protector
zar esta batalla, todos los fieles, acompañados La ganancia de lo que fue vendido se guarda de la luz, realización de Osear
Urrutia, Dirección de Comuni-
por Abraham e Isaac, se dirigen al altar. para los gastos de la fiesta del siguiente año. caciones / Dirección de Artes
Escénicas / CINEY / Instituto
de Cultura d e Yucatán (2003).
Ofrecimiento PERSONAJES DE LA FIESTA Estos materiales se encuentran
El Mayordomo de la fiesta se dirige al en el acervo videográfico del
Centro de Investigaciones Es-
altar y toma la imagen del Niño Dios. Esta Abraham cénicas de Yucatán (CINEY)
imagen es transportada en un capelo de tela También denominado Suku'n (hermano en Mérida.
blanca y es ofrecida a los fieles en alto, de mayor)12. Utiliza una máscara de madera con
12
manera análoga al ofrecimiento del Santísimo marcas de arrugas en el rostro, para enfatizar Frischmann, op. c/'í., p á g . 15.
Sacramento en la liturgia. La diferencia es el la edad del personaje. Las máscaras de Abra-
"3
espacio, pues este ofrecimiento no se hace en ham e Isaac son elementales en su confección Ibidem.
el altar, sino en el arranque del pasillo central y sus formas, sin embargo son excepcionales
del templo. en la región, debido a que en todo Yucatán no
existen otras manifestaciones escénico-dan-
Procesión císticas donde se utilicen máscaras.
Después del ofrecimiento del Niño Dios,
un grupo selecto de fieles (o rezanderos) se Isaac
dirige al altar y toman las imágenes de José, Su denominación en maya es Its'in (her-
la Virgen María, los tres Reyes Magos y la mano menor)13. Según Frischmann es posible
Cruz, que toma la delantera para iniciar una que el parecido fonético del nombre en maya
procesión al interior del templo. La procesión del personaje haya generado la tradición de
consta de seis vueltas en el pasillo central representarlo e identificarlo como «Isaac».
desde el altar hasta la puerta de la iglesia. Al Pero existe un dato aún más revelador: en su
Abraham e Isaac, personajes
finalizar la procesión, los integrantes deposi- máscara encontramos labrada una estrella en de una Epifanía en una comunidad
indígena de Yucatán
tan de nuevo las figuras en el altar. Con esto la frente, la cual representa la estrella de Belén,
ÓSCAR ARMANDO
finaliza el evento nocturno 11 . según información directa de don Eustaquio GARCÍA GUTIÉRREZ
14 Poot14. Tanto Isaac como Abraham visten una e Isaac en una Epifanía), podría comenzar
Don Eustaquio Poot es el actual
responsable de la mayordomía túnica corta azul y pantalones de mezclilla. a tener una lógica sustancial dentro del pa-
de la fiesta y también es el talla- Los dos personajes portan sendas varas a ma- norama ritual-religioso de una comunidad
dor de las máscaras en madera
de Isaac y A b r a h a m .
nera de bastones. indígena. De todas maneras, es posible que
esta adaptación de historias testamentarias
El Mal para la celebración del nacimiento del Niño
Frischmann, op. cit., p á g . 15.
Este personaje es identificado por la co- Dios y de la Epifanía tenga aún más entrecru-
ló munidad como K'akas ba'al (cosa maligna ces de diferentes fuentes religiosas, rituales y
Este trabajo exegético fue rea-
lizado en colaboración con y fea/Diablo)15. A diferencia de los dos an- temáticas.
Diana Torres. teriores, este personaje lleva una máscara de
17
animal, sin definición entre una figura equina INTERPRETACIÓN DESDE LA PERS-
Relación que aparece en las in- o porcina, confeccionada en piel. Porta una PECTIVA DE LA TEATRALIDAD ME-
terpretaciones de la Biblia des- DIEVAL
especie de overol que permite ubicarlo dentro
de los Santos Padres y también
en la tradición teatral medieval, de un ámbito menos extraordinario que los
aspecto sobre el que intenta- otros dos personajes bíblicos. ¿Cuáles podrían ser posibles referentes
remos profundizar en futuros
trabajos. medievales de esta fiesta realizada en Yucatán?
RELACIÓN TEMÁTICA ENTRE LOS Podríamos de principio proponer algunos
18
Cf. Luis Astey, Dramas litúrgicos
PERSONAJES BÍBLICOS DE ABRA- elementos formales que están presentes en el
del occidente medieval. México, HAM, ISAAC Y CRISTO Ordo Stellae o en el Ordo Prophetarum,s. En
México, El Colegio de México, estas piezas encontramos la presencia de la
1992.
Nos parece oportuno, para el análisis de estrella como elemento de guía para los reyes
19 esta fiesta, destacar la relación existente entre de Oriente que visitan al Niño Jesús o bien la
N o sería aventurado pensar
que la situación fronteriza de Abraham e Isaac y la figura de Jesús; es de- presentación del linaje de la familia de David.
esta fiesta portuguesa con Es- cir, la conexión entre pasajes del Antiguo y Como comentamos anteriormente, en la fiesta
paña haya podido facilitar su
comunicación a tierras ameri-
Nuevo Testamento que permiten ofrecer una maya se identifica a Isaac como portador de la
canas. La noticia de este evento identificación entre los personajes16: estrella de Belén.
fue transmitida al autor por
La Nueva Alianza entre Abraham y Yahvé Otro posible referente podría ser las fes-
el doctor Francesc Massíp en
noviembre de 2 0 0 4 en Bar- se encuentra presente en Génesis 15 y el naci- tividades que aún hoy en día se llevan a cabo
celona. miento de Isaac en Génesis 21. En los Evan- en varios puntos de la península ibérica (con
20 gelios se hallan aquellos pasajes que describen evidencias de formatos medievales), como es
También denominada popular- los principales acontecimientos de la vida de el caso de la fiesta de los Rapaces, celebrada en
mente en México como «Na-
cimiento».
Cristo. el recóndito poblado de Barge, en la región de
Si analizamos los pasajes, Isaac es un Tras os montes, Braganza, en Portugal. Esta
equivalente de Cristo porque los dos fueron región es limítrofe a Zamora, (España), donde
«corderos» ofrecidos en sacrificio por sus también se celebra la fiesta del Zangarrón19.
respectivos padres. Sin embargo, existe una Esta fiesta portuguesa es una celebración
primera diferencia: Abraham no concluye el campesina, hecha también en Navidades; en
sacrificio porque Yahvé (por medio del ángel) ella también los jóvenes de la localidad juegan
lo detiene; por su parte Cristo es sacrificado a defenderse en batallas de naranjas, disfraza-
sin la oposición de Yahvé, y no existirá quien dos algunos de ellos como representaciones
detenga este acontecimiento. del mal.
Los dos hijos (Isaac y Cristo) son pastores La fiesta yucateca nos ofrece, como uno de
de ovejas. Incluso podríamos encontrar una sus más importantes símbolos, el manejo del
curiosa semejanza: el sacrificio de Isaac iba a Niño Dios como imagen incorporada dentro
llevarse a cabo con una herida en el costado, del contexto de la representación de pesebre
mientras que la última herida de Cristo es he- al interior del templo. Es posible, por lo tan-
cha por un soldado, con la punta de la lanza, to, que podamos indagar, como otra pauta
en un costado. De esa herida no sale sangre de referente medieval, la arraigada tradición
sino agua. franciscana del Pesebre20.
Finalmente, los dos son varones, son hijos Cabe destacar la manera en que la fiesta
únicos, son inocentes, libres de pecado y obe- en Dzitnup tiene como resolución ritual una
decen a sus padres por amor a ellos. procesión final en el interior del templo.
¿Sería posible entonces estar en Dzitnup Este es un formato poco frecuente en ce-
Abraham e Isaac, personajes
ante una fiesta en donde se interpretó ade- lebraciones religiosas actuales en México y
de una Epifanía en una comunidad cuadamente esta relación17? No tenemos una nos remite a la manera en que, en la Europa
indígena de Yucatán
respuesta sólida; sin embargo, lo que podría medieval, se llevaban a cabo procesiones de
ÓSCAR ARMANDO
GARCÍA GUTIÉRREZ parecer un desatino interpretativo (Abraham esta naturaleza.
Por último, nos parece oportuno tratar este evento en particular, la batalla
de explicar hipotéticamente la integración no la libran personajes históricos
de personajes veterotestamentarios en una del contexto americano, sino de la
fiesta navideña: es posible también que algún historia religiosa cristiana y con
párroco, versado en aspectos teológicos, hu- la presencia de un elemento más
biera hecho esta adecuación para fortalecer la abstracto, el Mal, que puede re-
Historia Sacra dentro de una comunidad que, presentar lo antagónico desde las
probablemente, tenía arraigada esta festividad perspectivas tanto nativas como
(con personajes similares) como parte de un europeas.
cosmos netamente indígena. Al no contar con las trazas
A pesar de que no contamos con ningún suficientes, resulta complejo dar Representación de Abraham
Foto de Raquel Araujo.
e isaac en Tzinup.

antecedente temático de otra fiesta en México seguimiento, a través de la his-


o en Europa, no se descarta la posibilidad toria colonial de la región, del impacto que
de que, en algún momento dado, podamos las primeras propuestas de cristianización
encontrar documentación de alguna pieza de tuvieron entre los indígenas mayas. Sin em-
teatro religioso en donde se consigne la con- bargo el Abraham e Isaac de Dzitnup nos
vivencia «a-histórica» entre Abraham, Isaac y puede ejemplificar de manera clara cómo
la figura infante de Cristo. una comunidad se apropia, con elementos
indistintos, de sus particulares necesidades
CONSIDERACIONES FINALES de conmemoración. Este evento nos presenta
un escenario (como toda fiesta del estío del
La fiesta de Abraham e Isaac en Dzitnup hemisferio norte) en donde durante la noche
es un evento vivo de múltiples lecturas. Es más larga (o vieja) surge la deidad de la nueva
muy probable que estemos ante un fenóme- luz. El orden nuevo ante el orden viejo. Si lo
no de adaptación ritual indígena de un mito observamos así, esta fiesta podrá tener, para
cristiano, en donde se conmemora, a través nuestra mirada, más sentido, más explicacio-
de los personajes de Abraham e Isaac, lo nue- nes, que si se tratara de un simple, espontá-
vo y lo viejo, el mundo pagano y el mundo neo y «folklórico» desatino interpretativo
sacro. La representación evidencia, a través de una comunidad. ¿Hasta dónde podríamos
de los personajes, la manera en que una co- encontrar vestigios de una cultura y la otra?
munidad ofrece testimonio de adoración y ¿Hasta dónde determinar la presencia de
protección a la figura inocente e indefensa algún elemento de origen medieval en una
del Niño Dios. Los defensores de la amenaza expresión cultural americana? Ofrecemos
son dos personajes que proceden del mundo una exposición general de los elementos de
del Antiguo testamento, pero que pertenecen este evento para poder profundizar en un
en linaje a la cristiandad. Abraham e Isaac trabajo posterior. Por lo pronto, nos parece
son finalmente intermediarios y defensores oportuno insistir que en el estudio de festi-
en esta historia de convivencia entre dos ór- vidades de esta naturaleza pueden convivir
denes en contraposición. El Mal es la fuerza elementos de ritualidades populares autóc-
que amenaza con la posibilidad de un rapto tonas y elementos supervivientes del mundo
o de una trasgresión al espacio sacro (el inte- medieval.
rior de la parroquia), pero esta amenaza no Indudablemente el Abraham e Isaac de
es una figura temible, sino lúdica y jocosa. Dzitnup es una de las fiestas más complejas
El Mal transita solamente en el atrio, en el de las que hemos tenido noticia en el amplio
exterior, en el espacio donde puede convivir panorama de la ritualidad indígena de nuestro
con lo «viejo», con el orden viejo donde se país, y merece, por tanto, incorporarla al estu-
encuentran los instrumentos musicales y rít- dio de nuestra teatralidad.
micos indígenas. El Mal, a través de juegos,
será dominado por los jóvenes y por los per- BIBLIOGRAFÍA
sonajes protectores del Niño, el cual reposa
en el espacio nuevo, como representación Astey, Luis, Dramas litúrgicos del occidente
de la nueva deidad, del orden nuevo, de la medieval, México, El Colegio de México
nueva religiosidad triunfante. Como sucede / CONACYT / ITAM, 1992.
con algunas danzas de la Conquista guate- Ciudad Real, Antonio de, Tratado curioso y Abraham e Isaac, personajes
maltecas, la comunidad podría también estar docto de las grandezas de la Nueva Espa- de una Epifanía en una comunidad
conmemorando la transición de la religiosi- ña, México, UNAM, Instituto de Investi- indígena de Yucatán
ÓSCAR ARMANDO
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Mariza Mendoza Zaragoza
Licenciada en Literatura Dramá-
tica y Teatro por la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Diplomada en Análisis del Mito
por la misma institución. Dedicada
a la conservación y difusión del
Patrimonio Cultural de México, y
especialmente de su tierra natal,
Xochimilco, ha publicado ya otros
trabajos sobre este mismo tema de
la «Fiesta del Niñopan» (Crónicas
EN BUSCA DE LA BIENAVENTURANZA: de la Ciudad de México, 1997). Ac-
tualmente labora en la organización
del Centro de Información sobre el
FIESTA DEL NIÑOPAN, Patrimonio Cultural y su Manejo,
de la Dirección de Operación de
Sitios, INAH.
FIESTA REPRESENTACIONAL
MARIZA MENDOZA ZARAGOZA

RESUMEN

Xochimilco, lugar de tradiciones, es el espacio donde se desarrolla la Fiesta del Niñopan,


verbena en honor a la figura del Niño Jesús la cual es una escultura perteneciente al siglo XVI.
La fiesta inicia cada 2 de febrero con la presentación del niño al templo después de 40 días de
nacido y termina el 6 de enero con la adoración de los Reyes Magos como se describe en las
Sagradas Escrituras; todo esto se lleva acabo por los fieles de la imagen en un tiempo y espacio
ajeno al cotidiano.
Con base en la teoría representacional así como las estructuras representacionales propuestas
por Schechner y Weisz respectivamente, se abordará la fiesta del Niñopan como fiesta repre-
sentacional, actividad paralela al quehacer escénico por ser un ritual en función de la identidad
social en México.

IN SEARCH O F ETERNAL BLISS:


THE FEAST O F THE NIÑOPAN REPRESENTATIONAL FEAST

ABSTRACT

Xochimilco, a place rich in traditions, is where the Feast of the Niñopan takes place a cele-
bration in honour of the baby Jesús figure which is a sculpture from the 16th Century. The feast
starts every 2nd February with the presentation ofthe child to the church 40 days after birth and
ends on the 6th January with the Three Wise Men's offering as described in the Holy Scriptures.
All this is carried out by the faithful ofthe image in a time and space far from the everyday.
With a representational theoretical base as well as the representation scriptures respectively
put forward by Schechner and Weisz, the feast of the Niñopan as a representation celebration
will be discussed, a parallel activity to the scenic business, due to its position as a ritual of social
identity in México.

PRESENTACIÓN dividida políticamente en 18 barrios que se


encuentran en el centro, 14 pueblos a las En busca de la bienaventuranza:
Al sureste del Distrito Federal, capital de orillas de la demarcación y varias colonias en fiesta del Niñopan, fiesta
representacional
México, se encuentra Xochimilco, delegación distintos rincones. Este espacio declarado por MARIZA
MENDOZA ZARAGOZA
la UNESCO en 1987 como Patrimonio de la Las fechas a recordar dentro de la verbena
Humanidad cuenta con una rica historia, pai- del Niñopan son las siguientes: la fiesta co-
sajes lacustres y unas fiestas de larga tradición mienza el 2 de febrero, día de la Candelaria,
realizadas durante el año, entre las que se en- fecha en que se conmemora la presentación
cuentra la del culto al Niñopan, que llama la del niño Jesús al templo a sus cuarenta días
atención tanto de nativos como de visitantes. de nacido. Continuamos el 5 de febrero, día
El Niñopan 1 es una escultura de madera en que se realiza el traslado de la imagen
del siglo XVI, representa a Jesús niño y ha junto con sus pertenencias: ropa -la figura
peregrinado durante décadas por distintos estrena un ajuar completo casi todos los días
hogares, es decir, no permanece bajo custodia del año-, objetos personales, juguetes y otros
del clero sino de la comunidad xochimilca. elementos se cambian a la casa del nuevo
Entre su posible origen, se conoce que el mayordomo. El 30 de abril, día del Niño, se
último gobernante prehispánico converso de organiza una kermes entre los vecinos para
Figura del Niñopan de Xochi- Xochimilco, Don Martín Cerón de Alvarado, festejarlo y éste pueda convivir con los peque-
mllco. Tallada en madera, siglo
XVI. dio en herencia a su esposa una escultura del ños. El Jueves de Corpus Christi la imagen es
Niño Dios para venderlo y, con el dinero presentada en el templo vestida con camisa y
obtenido, oficiarle sus misas de difunto. El calzón blanco de manta, a la usanza indígena,
testamento2 de este personaje, junto con la recordando los tiempos de evangelización en
documentación obtenida de la investigación la Nueva España. Los domingos siguientes el
I
Para referirnos al Niñopan, tam- realizada en la Coordinación de Restauración Niño permanece en casa del custodio para la
bién emplearemos los siguientes y Conservación del Instituto Nacional de visita de los fieles. A las 6:00 p.m. lo llevan a
términos: escultura, imagen, fi-
gura o Niño. Antropología e Historia en 1985, hacen pre- misa a la Catedral de Xochimilco, más tarde
sumir que el Niño pertenece al citado siglo o regresa para el rezo cotidiano. Durante el
Archivo General de la Nación,
principios del siguiente. ciclo navideño, del 16 de diciembre al 2 de fe-
Vínculos y mayorazgos, f. 8f-8v, La palabra Niñopan, está compuesta de brero, los festejos cobran mayor importancia
9f, 15f-15v, vol. 279, exp. 1 los vocablos Niño en castellano y pan en ná- entre los devotos.
huatl, que significa «del lugar», dando como
Para referirnos a la fiesta, tam- resultado «Niño del lugar». La escultura no DESARROLLO DE LA FIESTA
bién utilizaremos los siguientes
sinónimos: verbena, ritual y ce- permanece dentro de un templo sino bajo
lebración. custodia de una familia xochimilca, que se Entre cohetes, música y flores, la verbena
encarga de construir una casa especial para su inicia a las 8:00 de la mañana. Los hospederos
comodidad. recogen a la escultura, ataviada con su ropón
Para el desarrollo de la fiesta3 en el trans- nuevo, en casa del mayordomo. El Niño es
curso del año se distinguen tres roles: los trasladado al hogar de los primeros en pro-
mayordomos o custodios, los posaderos y cesión. Una banda de viento entona melodías
los hospederos. Los primeros son la familia para el baile de los chínelos -danza nativa del
encargada del cuidado físico de la imagen (así estado de Morelos-, algunos devotos llevan
como de sus pertenencias) y de preservar, arreglos florales, velas y globos. Al llegar
sobre todo, el rito. La labor del mayordomo el Niñopan a casa del hospedero, se reparte
inicia el día 2 de febrero y culmina el siguiente entre los invitados el típico desayuno de atole
año en la misma fecha. La familia del posade- y tamales bendecidos por la escultura. Al me-
ro es la que organiza la celebración durante un diodía, se lleva al Niño al templo para la ce-
día correspondiente al novenario de posadas, lebración de la liturgia. Terminada la misa, ya
del 16 al 24 de diciembre. Por último, los de retorno en casa del hospedero, se comparte
hospederos son la familia que festeja al Niño entre los cientos de asistentes -invitados o no
cualquier día entre el 3 de febrero y el 15 de invitados- la comida a base de típicos plati-
diciembre. llos mexicanos como el mole o las carnitas de
Cabe mencionar que la imagen tiene una cerdo. El tiempo del festejo transcurre entre
lista de mayordomos anotados hasta el año música de banda o mariachi, rezos, peticiones
2040; en caso de fallecimiento, el compromi- y agradecimientos de los fieles. A las 7:00 de
so se hereda a los hijos o parientes cercanos. la noche, la imagen regresa a casa del mayor-
Los posaderos son buscados con 10 años de domo. Durante el recorrido efectuado del
anticipación por los custodios y, para la cele- hogar del hospedero al del mayordomo, los
bración diaria, el mayordomo registra en una convidados se encargan de iluminar el camino
En busca de la bienaventuranza:
fiesta del Niñopan, fiesta agenda a los hospederos a partir del mes de con velas, luces de bengala y la quema de todo
representacional
diciembre. Su labor inicia dos meses antes de tipo de fuegos artificiales. Arreglos florales,
MARIZA
MENDOZA ZARAGOZA ocupar su cargo. globos de colores, la música junto con la
danza de los chínelos entre otros elementos con su Niño Dios, el cual se encuentra
le dan un aspecto particular a la procesión. desnudo o con camisón, se le envuelve en
Ya dispuesto el Niño en el altar fabricado en una sabanita y se le comienzan a entonar
el hogar del mayordomo, comienza el rezo a canciones de cuna para dormirlo. Al llegar
las 8:00 p.m. al atrio de la Catedral, se queman los fue-
La fiesta tiene el mismo desenvolvimiento gos artificiales con motivos a la celebra-
casi todos los días; sin embargo, la verbe- ción de la Natividad de Jesús.
na aviva las emociones durante el período Instalado en el pesebre, elaborado an-
decembrino, ciclo importante entre los cató- tes por la familia del custodio, inicia la
licos. El ciclo navideño tiene como objetivo liturgia. Este pesebre, nacimiento o belén,
recordar el pasaje bíblico del nacimiento como se le denomina, es la recreación, con
de Jesús, hijo del Dios creador del Mundo. esculturas de yeso, del pasaje bíblico sobre
Las posadas, realizadas del día 16 al 24 de el natalicio del Niño Dios. Es así como
diciembre, se efectúan de la misma manera podemos encontrar a la Sagrada Familia,
antes descrita pero con una variante: niños en ocasiones de tamaño natural, a los Re-
disfrazados de pastores, la Virgen María, San yes Magos, los pastores y los animales.
José y hasta el burrito se suman durante este A partir del día 25 de diciembre -día
periodo. La ornamentación de la casa del i i •NT<-"'JJ u » 1 J- T J r i Presentación del Niñopan en el templo.
v v
mayordomo, así como la del posadero, es de la Natividad- hasta el día 2 de lebrero
conforme a la temporada: árboles navideños, -día de la Candelaria-, la imagen permanecerá
plantas de Nochebuena, guirnaldas de color recostada en el belén dentro de las horas la-
verde, el musgo y el heno sirven para decorar borales del templo, es decir, la fiesta se guarda
los hogares. Los juegos pirotécnicos se que- durante 40 días.
man al por mayor, el olor a pólvora invade el Para concluir con el ciclo navideño, el día
espacio, se respira y se siente un ambiente di- 6 de enero se recuerda la Epifanía de Jesús ni-
ferente al de todos los días y es precisamente ño. El Niñopan, recorre nuevamente en pro-
por la remembranza de la llegada del Mesías cesión las calles principales de la delegación.
al Mundo. En las calles cercanas a la casa del A las 4:00 p.m., de casa del mayordomo a la
mayordomo se cuelgan los adornos de tem- Catedral, los chicos disfrazados de San José,
porada (piñatas, faroles de papel, arreglos con la Virgen María, Melchor, Gaspar, Baltasar y
flores de la época...) y en la puerta del hogar los pastores, acompañan a los fieles a rendir
del custodio se coloca un arco decorado con culto a la imagen tan venerada. También se
motivos navideños o florales. Por su parte, pueden ver algunos regalos que ofrecerán los
las autoridades delegacionales colaboran con creyentes a la imagen en el templo.
mejoras en la pavimentación, el alumbrado, Dentro de la Catedral, el Niño en brazos
el drenaje o la seguridad entre otras tareas, de la mayordoma, su madre, junto con los
buscando la armonía del festejo. personajes disfrazados, observan el baile pre-
parado por los pequeños pastores y los fieles
La pirotecnia, como ya hemos apuntado,
le entregan sus obsequios. Más tarde, se oficia
tiene un papel importante en la celebración.
la misa y se regresa al hogar del custodio en
Desde muy de madrugada y, a lo largo de to-
procesión. Para cerrar el ciclo navideño, se
do el día, salvas de cohetes se escuchan. En el
comparte entre los feligreses el pan de la gran-
recorrido nocturno, las luces de bengala junto
dísima Rosca de Reyes.
con las bombas (cartuchos con una gran can-
Una vez más, el día 2 de febrero, al escu-
tidad de pólvora que se revienta en el cielo)
char las campanadas en la Catedral de Xochi-
iluminan y dan calor a la negra y fría noche.
milco, las señoras corren por las calles con sus
Los fuegos artificiales (como las ruedas con
canastas llenas de semillas de maíz, candelas
sus múltiples colores y figuras) y los castillos
y sus esculturas de Jesús niño. Durante la
(estructuras con formas religiosas, de anima-
celebración de la misa, el nuevo mayordomo
les o simplemente con motivos navideños)
espera con ansia tener entre sus brazos la
originan un sentimiento de alegría.
figura del Niñopan y así dar comienzo a su
Durante la media noche del 24 de diciem-
enmienda, dar continuidad al rito.
bre, los mayordomos en procesión junto
con los feligreses se encargan de arrullar al FIESTA REPRESENTACIONAL
Niñopan hasta la Catedral de Xochimilco. El En busca de la bienaventuranza:
pueblo ha conservado la tradición de acunar Gabriel Weisz denomina «estructuras re- fiesta del Niñopan, fiesta
representacional
en conjunto a sus imágenes. A lo largo de la presentacionales» a las actividades miméticas
MARIZA
calle, se alistan las parejas de personas en fila innatas que poseen el ser humano y los ani- MENDOZA ZARAGOZA
males dentro del área del juego un valor subjetivo que traspasa los límites de
y del rito4. La mimesis, arte de la celebración. Respecto al juguete sacro, éste
imitar o remedar, es parte sus- captura el motivo cosmogónico del festejo,
tancial de la naturaleza humana. está rodeado de símbolos que manifiestan
A través de ella, nos conver- el pensamiento mágico de la congregación.
timos en personajes animales Dicho elemento mantiene la relación senso-
o de alta jerarquía, roles que rial con el partícipe del ritual, lo atrae y lo
cambian nuestra conducta. A atemoriza al mismo tiempo, permitiendo de
esta modificación del compor- esta forma la prolongación.
tamiento el autor la denomina Las «estructuras representacionales» pro-
«estado de posesión»; durante puestas por Weisz sugieren una analogía con
la acción, el integrante ritual se el quehacer escénico. El «estado de posesión»,
asimila con un período, área y estructura donde los partícipes modifican
un proceder diferente al cotidia- su conducta durante la fiesta, es similar a la
no. Para Weisz el nexo entre el interpretación de un personaje hecha por el
teatro y lo representacional no actor en el teatro.
Eí Niñopan en el Belén son los recursos de la narración,
del espacio o del tiempo, sino EL TIEMPO Y EL ESPACIO REPRE-
el ejercicio lúdico, «el juego de posesión» de SENTACIONAL EN LA FIESTA DEL
distintos personajes en la celebración: «en el NIÑOPAN
eje de la actividad lúdica-sacra encontramos
características cíclicas y ritmos biológicos La verbena del Niñopan ocasiona cambios
aunados al movimiento y la alteración de la espaciales en toda la delegación de Xochimil-
conducta»5. co. Se comienza con la casa del nuevo mayor-
La búsqueda del equilibrio entre la deidad domo, la cual se vuelve un recinto sagrado del
Gabriel Weisz, «El hombre dis-
frazado», en El juego vivien- y sus feligreses impregna a la celebración del que emanan fuerzas benéficas para los creyen-
te, México, Siglo XXI editores, Niñopan de estructuras representacionales tes; esto es debido a la presencia divina de la
1993, págs. 21-43.
que llevan al partícipe a procesos subjetivos, escultura. De acuerdo con Mircea Eliade:
lo internan en el campo de la reflexión que
Ibidem, pág. 42.
tal vez lo guíe hasta un estado de renovación. La noción de espacio sagrado implica la idea de
Por su parte, la música, la danza, así como la repetición de la hierofanía6 primordial que consagró
Algo que manifiesta lo sagrado,
mezcla de olores y sabores, alteran los senti- ese espacio transfigurándolo, singularizándolo, én
en este caso es la imagen del
Niñopan. dos del partícipe para hacerlo penetrar en el una palabra, aislándolo del espacio profano que lo
área sagrada. Estos elementos le propician un rodea [...]. Un espacio sagrado toma su validez de
Mircea Eliade, Tratado de his- ambiente de negación a la vida ordinaria y le la permanencia de la hierofanía que lo consagró una
toria de las Religiones, México, permiten explorar las fuerzas internas que lo vez [...]. La hierofanía no tuvo pues como único
Ediciones Era, S.A., 198ó, pág.
329.
conforman como ser humano dentro de un efecto el de santificar una fracción dada del espacio
lapso festivo. profano homogéneo; además asegura para el porvenir
A través del ritual, la creatividad se de- la perseverancia de esta sacralidad [...]. El lugar se
sarrolla en busca del restablecimiento de lo transforma de esta suerte en una fuente inagotable
sagrado. En el espacio sacro se desarrollan de fuerza y sacralidad que permite al hombre, con la
los cantos, los bailes y juega un papel impor- única condición para él de penetrar allí, tomar parte
tante la ornamentación dedicada a la deidad. en esa fuerza y comunicarse con esa sacralidad7.
La incursión al terreno implica un proceder
peculiar, existe el involucramiento de la sub- El lugar sagrado donde permanece el Ni-
jetividad humana. El tiempo extraordinario, ñopan traspasa las cuatro paredes del hogar, es
separación de la vida rutinaria, es el momento decir, el área ritual trasciende por la fe de los
preciso para que el ser humano se asimile creyentes a todo Xochimilco.
como parte fundamental dentro de la comu- Durante el ciclo Navideño, la comunidad
nidad. El plan maestro es el plano general cristiana se traslada a una etapa simbólica. Los
donde concurren mitos, ritos y juegos. El cambios elaborados para la bienvenida del
juego sagrado se determina por el manejo del Niño fabrican el tiempo y espacio revelados
espacio y del tiempo junto con el lenguaje. en el mito. Los habitantes buscan instaurar
Es el patrón de conducta que nos ubica en la el mítico peregrinaje de la Virgen María y
En busca de la bienaventuranza:
fiesta del Niñopan, fiesta realización de la ceremonia. San José por Belén al principio de nuestra
representacional
Los objetos rituales son preñados de seña- era. El intento de revivir el nacimiento de
MARIZA
MENDOZA ZARAGOZA les significativas para los participantes, poseen Jesús, invierno tras invierno, cada año mejor
organizado, es muestra del deseo colectivo de nes humanas y divinas;
reproducir el período sagrado. los pesares se olvidan al
El área sagrada y el tiempo mítico recrea- tener por unas cuantas
do se unen para que la representación efec- horas una escultura tan
tuada noche a noche sea un verdadero acto fantástica, una imagen
de fe, donde el mito vuelve a resurgir para la que para los fieles es
reconciliación entre Dios y el ser humano. El un niño de verdad, da-
lugar cotidiano se transforma; en él ocurren dor de vida y bienestar
las maniobras para llevar a cabo nuevamente espiritual, una criatura
el Nacimiento del Mesías, nos ubica una vez capaz de conocer el go-
más en una coyuntura mágica a través de la zo y el sufrimiento del
participación en la verbena popular del Ni- alma humana. Arrullo del Niñopan en Nochebuena.
ñopan. Pero además, el espacio y el período
sagrados originan los demás elementos re- EL ESTADO DE POSESIÓN EN LOS
presentacionales, como el juguete sacro o los MAYORDOMOS
objetos rituales.
Durante el año de mayordomía, la vida
EL JUGUETE SACRO, LA IMAGEN DEL rutinaria del custodio se ve transformada por
NIÑOPAN un sinfín de situaciones hasta ese momento
ajenas a él, situaciones «mágico-religiosas»
El ser humano ha manifestado el sen- que cambian su forma de ver, sentir y oler el
timiento de lo sagrado que habita en él de mundo; así lo explicaba uno de los mayor-
distintas formas, ya sea mediante objetos, domos:
personas o rituales, atribuyéndoles un poder
James Frazer, Lo rama dora-
divino capaz de transmitir amor y terror al Fue algo muy bonito y muy agradable, sobre todo da, México, FCE, 1 9 8 2 , págs.
mismo tiempo. son experiencias que vas teniendo con la gente que 34-35.

Con base en la teoría del pensamiento viene a visitarlo, gente que viene muy enferma a
mágico religioso desarrollada por Frazer8, en pedirle con fe por su salud, pero te das cuenta que a Recogido en Edgar Tavares Ló-
veces como humanos somos muy intransigentes y no pez, «Religión y magia en los
la escultura del Niñopan se funden la magia
barrios de Xochimilco», Cróni-
homeopática -lo semejante produce lo seme- nos damos cuenta que lo más importante de un ser cas de lo Ciudad de México, año
jante- y la magia contaminante -las cosas que humano es vivir tranquilamente en armonía, en paz, 2, núm. 7, octubre-diciembre
1997, págs. 5-6.
una vez estuvieron en contacto actúan recí- tener buena salud física [...]. El Niño te trae muchas
procamente a distancia, aún después de haber cosas que no puedes explicarlas, simplemente te trae
Gabriel Weisz, op.cit, pág. 10.
perdido todo contacto físico-. El primer tipo armonía y felicidad en tu hogar. ¡Se siente!, es algo
de magia se da porque el Niño Dios, «el Salva- subjetivo, lo entiendes pero no puedes explicarlo, lo 11
dor», se hace presente en la figura de madera llegas a vivir, a sentir9. Ibidem, pág. 30.

recreando la ternura, la esperanza, la pureza,


el amor que un niño vivo despierta en un co- Los mayordomos experimentan, gracias al
razón sensible, de tal manera que el Niñopan Niñopan, nuevas alegrías y tal vez penas que
ya no sólo es una imagen inanimada sino que los conmueven como integrantes de un rito
es el mismo Jesucristo que se nos presenta en religioso. La alegría se ve en el rostro de los
una de sus múltiples formas, según los cre- albaceas al participar en el ritual, «sus propios
yentes. La magia contaminante, por su parte, ritmos internos [...] los llevan al dominio
se da por medio del pensamiento mágico: el de la representación empleando técnicas de
poseer alguna de sus prendas u objetos ya despliegue y simulacro que muchas veces
usados provocará un bienestar en la persona cambian su percepción del mundo»10, es una
que los conserve. emoción inexplicable que acontece en los de-
Los milagros o sucesos «mágico-religio- votos de la verbena.
sos» en torno a la figura han hecho que la Al interpretar simbólicamente el rol de
devoción de las personas cada día sea más la Virgen María y San José, los mayordomos
grande, convirtiendo las oraciones y rezos «se entregan -diríamos a partir de la teoría
en insuficientes muestras de cariño y fe de- de Weisz- a un acto de comunión orgánica.
positadas en él. Por tal motivo, la fiesta es Su cuerpo se dispone a sentir la presencia del
el medio ideal para estar en contacto con el dios; el cuerpo es el escenario sensorial donde En busca de la bienaventuranza:
«Creador del Universo». El Niñopan, como el dios-modelo puede activarse»11. El «estado fiesta del Niñopan, fiesta
representacional
juguete sacro, es parte esencial en la vida de de posesión», al ser asumido por el matrimo-
MAR1ZA
muchos creyentes. Es el nexo entre resolucio- nio se da de manera lúdica. El mismo acto MENDOZA ZARAGOZA
ceremonial los introduce al plano representa- mujeres y niños disfrazados con vestidos
cional, juego donde el tiempo, el espacio, los «femeninos» y máscaras masculinas, ocultan
olores junto con los sonidos y las actividades su identidad pero, sobre todo, su sexualidad
son la causa del cambio de comportamiento a lo largo del baile. El trasvestismo recurre
de los custodios, así como de los demás in- a este ejercicio. Que el hombre se disfrace
tegrantes del ritual que están en busca de un con atuendos de doncellas y la mujer utilice
beneficio común. máscaras varoniles. A fin de cuentas es un ele-
Gracias a la entrega afectiva en la celebra- mento más de la fascinación de vivir la fiesta
ción, el estado de posesión funciona como la representacional.
encarnación del personaje mítico en el creyen- El baile y la música desde siempre han
te. Durante la fiesta del Niñopan, los custo- acentuado la espectacularidad de los festejos.
dios personifican a los padres del niño Jesús La danza de los chinelos se ha convertido en
y los demás integrantes sienten la presencia parte esencial para el divertimento de la fiesta;
divina recreada en la escultura de madera; por los danzantes acompañan al Niño en sus reco-
lo tanto, se entregan a la veneración de una rridos, le abren paso y alegran su camino con
figura viva. el anonimato de su personaje. Los danzantes
Para conformar el ritual diario, los mayor- le bailan a la figura para liberarse de una car-
domos necesitan de más elementos. Bajo su ga emocional llena de culpas y alegrías que
supervisión, se encuentra un conjunto huma- el Niño habrá de aliviar o de perpetuar. La
no que los ayudarán a ornamentar la verbena, devoción es el motivo que mueve al chínelo
haciéndola más placentera para la escultura en Xochimilco. Los movimientos ejecutados
y para sus invitados, sobre todo durante las por el danzante modifican el estado anímico,
fiestas navideñas. de un comportamiento tranquilo cambia a
un porte enérgico, de mayor vivacidad, de
LA DANZA DE LOS CHÍNELOS, LA presencia, de asimilación en su presente. El
MÚSICA Y LA PIROTECNIA chínelo trasmite alegría.
Los bailes han servido como vía de comu-
Dentro del espacio representacional del nicación para aquellos que han encontrado
festejo del Niñopan se encuentran inmersos en su fe la respuesta a diversos problemas
varios objetos rituales como la danza, la humanos, es por ello que el bailoteo es una
música y la pirotecnia, sólo por mencionar muestra de súplica o agradecimiento a sus
algunos. peticiones. Así, la danza es un elemento
Personajes disfrazados abundan en la fies- visual-sonoro de gran importancia dentro
ta, lo mismo que los danzantes enmascarados. del comportamiento representacional. «El
La danza de los chínelos, se integró hace estado de posesión» que impera durante la
años como parte importante de la verbena. fiesta entre los disfrazados, los danzantes, los
Su singular baile aprisionó la atención de los custodios y los participantes en general, es el
habitantes de Xochimilco, las agrupaciones o resultado de la fe que se le profesa a la figura
comparsas de estos danzantes a lo largo del del Niñopan.
tiempo han proliferado en la entidad. Por su parte, la tradicional música de ma-
La creación de la comparsa de chinelos es riachi o de banda para amenizar es sin duda
un requerimiento más que los mayordomos un elemento representativo en la celebración.
han integrado dentro de sus obligaciones Desde los cascabeles y panderos de los pasto-
para acompañar al Niño en sus procesiones res hasta los sonidos de los platillos del con-
diarias. Gracias a la magia de la máscara y el junto musical, sin pasar por alto el ruido de
disfraz, jóvenes y adultos, hombres y mujeres las campanas y las canciones que acompañan
se confunden en el baile. La fascinación por el al Niñopan, el espacio se ve modificado en
trasvestismo que acontece en el danzante no una representación religiosa sonante, visual e
sólo es superficial: la música lo envuelve y lo itinerante que altera el estado emotivo de los
transforma, penetra en la subjetividad del in- participantes.
dividuo para hacerlo cumplir su manda, para La música, al igual que la danza, ha servido
introducirlo al área representacional. como un medio de comunicación entre el ser
El trasvestismo es una estructura represen- humano y sus dioses. Es por eso que sonidos
En busca de la bienaventuranza:
tacional más que se desarrolla en el ritual del religiosos o cantos dedicados a las divinida-
fiesta del Niñopan, fiesta Niñopan. El disfraz permite al ser humano des son plegarias en busca de la ayuda para
representacional
modificar su apariencia y su conducta por el bienestar individual o de una comunidad
MAREA
MENDOZA ZARAGOZA unos momentos. «Los chinelos», hombres, entera.
Y por último, es difícil concebir una cele- Agradezco infinitamente a todas las perso-
bración mexicana sin comida y juegos pirotéc- nas que me abrieron las puertas de su hogar, y
nicos, mucho menos la efectuada para Dios. de su corazón, para la realización del reporte
Desde la madrugada del día de la fiesta del de esta fiesta.
Niñopan hasta el anochecer, durante los nueve
días de las posadas, el silbido de los cohetes se FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
escucha por toda la demarcación como llama-
das de atención al magno acontecimiento. Eliade, Mircea, Tratado de historia de las
religiones, México, Ediciones Era, S.A.,
CONCLUSIONES 1986.
Frazer, James, La rama dorada, México, FCE,
Preservar las fiestas y tradiciones de co- 1982.
munidades como Xochimilco en la Ciudad de Weisz, Gabriel, El juego viviente, México, S.
México, donde la tecnología amenaza con el XXI editores, 1993.
olvido de estas actividades, resulta importante
para recuperar el valor simbólico y emotivo FUENTES HEMEROGRÁFICAS
del ritual dentro de una comunidad religiosa.
La organización en la verbena conlleva que Cordero, Rodolfo, «El niño padre de Xo-
las acciones humanas repercutan en el destino chimilco», Artes de México, núm. 20,
de la comunidad, es decir, si la celebración México, verano 1993.
resulta agradable a la divinidad, ésta habrá de Tavares López, Edgar, «Religión y magia en
otorgar bienaventuranzas a la humanidad y los barrios de Xochimilco», Crónicas de la
así lograr un buen destino para todos. Es por ciudad de México, año 2, núm. 7, México,
ello que la teoría representacional desarro- octubre/diciembre 1997.
llada por Gabriel Weisz resulta significativa
para la comprensión de la actividad mimética ARCHIVO
efectuada dentro de los juegos y rituales.
Acercarse a la fiesta del Niñopan permite Archivo General de la Nación, Vínculos y
comprender que el teatro es parte de nuestra mayorazgos, ff. 8f-8v, 9f, 15f-15v, vol. 279,
vida y el ritual nuestra esencia. exp. 1.
I lea na Azor

Investigadora Titular por la Acade-


mia de Ciencias de Cuba y Doctora
en Ciencias sobre Arte. Ha sido
profesora en el Instituto Superior
de Arte de la Habana y ha dictado
conferencias en universidades e
instituciones culturales de Estados
Unidos, España, Rusia, Argentina,
Alemania, Venezuela, Puerto Rico
y México. Pertenece al Sistema
Nacional de Investigadores de
México. Ha publicado tres libros
de ensayos (entre los que se en-
LOS CARNAVALES EN MÉXICO.
cuentra Teatralidades y carnaval.
Danzantes y color en Puebla de
los Angeles, Gestos, 2004) y seis
TEATRALIDADES DE LA FIESTA POPULAR
antologías críticas y de obras tea-
trales relacionadas con el teatro ILEANA AZOR
latinoamericano. Numerosos ensa-
yos suyos han aparecido en revistas
especializadas de Europa, Estados
Unidos y América Latina. Actual-
mente es profesora de Tiempo
Completo y dirige la Licenciatura
en Teatro de la Universidad de las
Américas-Puebla (México).
RESUMEN

Desde mucho antes de la «era posmoderna», los que nos autodenominamos o dejamos que
nos ubiquen como occidentales arribamos a la convicción de que las verdades absolutas y las
respuestas totalizadoras no existen. Las manifestaciones artísticas, por su parte, han sido siempre
un buen antídoto para la mirada única y definitiva. Por lo tanto, fiel a esta historia, propongo un
acercamiento metodológico a las fiestas populares mexicanas y específicamente a los carnavales
desde perspectivas provenientes de la antropología, la etnoesecenología y la teatralidad.
Partiremos de un vasto y rico corpus que se estimaba hace cerca de 10 años en más de 5000
fiestas. Por ello haré una caracterización central del problema teórico-metodológico y esto
me permitirá aplicarlo a algunos carnavales de varios estados de la república, entre los que se
encuentran los rurales y urbanos de Puebla de los Angeles. Santiago Xalitzintla, Huejotzingo
y San Nicolás de los Ranchos son las comunidades rurales en las que se centrará el análisis y
los barrios antiguos de la ciudad de Puebla serán las otras fuentes. En ellos veremos los rasgos
generales, así como las similitudes y las divergencias en la concepción misma de una teatralidad
que se define desde su origen histórico y se ha ido modificando a partir de su función social y
religiosa, las condiciones topográficas y las de incorporación comunitaria a la festividad.

CARNIVALS IN MÉXICO:
POPULAR CELEBRATION DRAMA

ABSTRACT

Much before the 'postmodern era', tbose of us who cali ourselves or let ourselves be callea
western carne to the conclusión that absolute truths and totalising responses do not exist. For
tbeir part, artistic performances have always been a good antidote to the unique and defining
gaze. Thus, so as to be truthful to this history a methodological approach to popular Mexican
celebrations isproposed with specific emphasis on carnivals via anthropological, ethnoscenological
and dramatic perspectives.
The vast and rich corpus estimated at over 5,000 celebrations some 10 years ago shall be used
as a basis. A central characterisation of the theoretical-methodological problem will be carried
out so as to be applied to carnivals from various states around the country including both rural
and urban ones in Puebla de los Angeles. Santiago Xalitzintla, Huejotzingo and San Nicolás de
los Ranchos are the rural communities upon which the analysis isfocused, with the oíd quarters
ofthe city of Puebla also serving as source material. The general features will be observed as well
as the similarities and differenees in the very conception of drama, as considered from its histo-
rical origins and having undergone changes based on social and religious function, topographic
Los carnavales en México.
Teatralidades de la fiesta popular conditions, and circumstances concerning community involvement in the celebration.
ILEANA AZOR
La comunicación ritual es la que tienen los partici- ciones, que involucran
pantes con ellos mismos a través de un texto que da factores religiosos, po-
forma y fijeza, sí, a las acciones rituales, pero que es líticos, sociales, étnicos,
plural y ambiguo, situacional y abierto al cambio, económicos, espectacu-
a diversas interpretaciones en competencia y a la lares y antropológicos.
crítica1. Verificamos que para
Por lo menos en México, las danzas religiosas siguen todos ellos lo festivo
vivas porque persisten las condiciones que justifican formaba parte de la ri-
su existencia, esto es, la función de significar y expli- queza cultural de la co-
car por medio de los códigos que le son propios la munidad, evidenciando
relación entre el hombre y la realidad que necesita su capacidad para pro-
ser comprendida2. piciar espacios de comu-
nicación, consumo no
La «ambigüedad fronteriza»3 que subyace productivo y de ruptura Danzantes del Carnaval en la región de Puebla.
en la esencia de muchas de las celebraciones con la obligación, don-
populares mexicanas es un reto epistemoló- de el despliegue de la energía grupal estaba
gico para cualquier investigador interesado encaminado a buscar un tiempo de libertad, Rodrigo Díaz Cruz, Archipiélago
de rituales. Teorías antropológi-
en lograr un acercamiento no ortodoxo al celebración y autorreconocimiento. cas del ritual, Barcelona, Anthro-
tema. Objeto casi siempre de estudios antro- Las posturas más extendidas han sido pos, 1998, págs. 293-294.

pológicos, la presencia representacional y sus las que relacionaban las fiestas con actos de
nexos con la vida cotidiana, que involucran un transgresión (Freud, Bajtin, Girard, Bataille, Cario Bonfiglioli, Fariseos y ma-
tachines en la Sierra Tarahuma-
sinnúmero de fenómenos -rituales, lúdicos, Paz), ruptura de la vida común, trastorno y ra: entre la Pasión de Cristo, la
teatrales-, se han convertido, al menos en los desborde de la cotidianeidad (Bajtin, Duvig- transgresión cómico-sexual y las
danzas de Conquista, México,
últimos veinte años, en el centro de atención naud, Callois, Durkheim), exceso y derroche INI, 1995, pág. 3 1 .
de especialistas de diversos campos de la teo- (Bajtin, Mauss) o indiferenciación e indeter-
ría o de la ensayística artística y teatral4. minación (Duvignaud, Michelet, Durkheim,
Ileana Azor, Teatralidades y car-
Desde fines de los noventa, comenzamos Callois). Mijail Bajtin, por ejemplo, afirma en naval. Danzantes y color en Pue-
a explorar algunas manifestaciones de la fiesta su estudio sobre la cultura en la Edad Media: bla de los Ángeles, California,
Gestos, 2 0 0 4 , pág. 19.
popular mexicana -la Semana Santa en San Mi- «...las fiestas, en todas sus fases históricas, han
guel de Allende y San Pedro Cholula, el Día estado ligadas a periodos de crisis, de trastor-
Algunos son representantes del
de Muertos en Huaquechula-, como continui- no, en la vida de la naturaleza, la sociedad y
8 posestructuralismo como Jacques
dad de una inquietud anterior por estudiar la del hombre» ; y de esta forma confluye en Derridá, del poscolonialismo co-
vinculación entre rito y teatro en expresiones una gran línea de estudios que tienden a ver mo Homi Bhabha, de la estética
como Nicolás Bourriaud o más
de la escena cubana contemporánea. en la fiesta una ruptura total con el mundo cercanos al teatro como Patrice
El recorrido nos llevó a visitar distintas cotidiano. La inversión sígnica es fuente de Pavis, Josette Feral, Juan Villegas,
Erika Fischer-Lichte, Helga Finter
comunidades del estado de Puebla, donde la liberación de las fuerzas reprimidas, las reglas, y Jorge Dubatti, entre otros.
realización de unos asombrosos carnavales los estatutos y las normas. Así, observamos
tenían lugar cada año entre los meses de fe- la fiesta como una suerte de mareaje que
El Dr. Timothy Knab.
brero y abril. Observar una y otra vez estos nos permite sentir que se concluye algo, y se
fascinantes fenómenos, buscar información comienza de nuevo; porque de igual manera
La Dra. Alma Yolanda Castillo y
sobre componentes, formas organizativas y ésta es una cadena que volverá a repetirse una el Dr. Joel Dávila.
maneras de participación en conversaciones y otra vez.
con sus protagonistras e intercamnbiar con En este sentido, coincidimos con Veláz- El Maestro Rolf Seúl.
colegas de otras especialidades como un an- quez Mejía cuando nos presenta la fiesta
tropólogo 5 , dos investigadores6 y un fotógra- como una forma metafórica de vivir la coti- Mijail Bajtin, La cultura popular
fo7 especializado en expresiones de la cultura dianeidad, la cual ve tensionados y dirigidos en la Edad Media y el Renaci-
popular mexicana, fue parte de un intenso hacia un nuevo sentido sus mismos elemen- miento, M a d r i d , Alianza Edito-
rial, 2 0 0 3 , pág. 14.
proceso de búsqueda que conllevó, al mismo tos. Por eso, es congruente cuando plantea
tiempo, la exploración teórico-metodológica que la fiesta es una celebración que nos habla
Arturo Velázquez Mejía, La
más apropiada para tal corpus. de una historia con una fuerte división socio- fiesta: espacio, manifestación y
En este camino, dos definiciones se nos cultural, lo cual se observa en la morfología de comunicación de cotidianeidad
histórica, Estado de México,
hicieron imprescindibles: los conceptos fiesta los distintos momentos festivos, que muchas UAEM, 1984.
y teatralidad. veces muestran la diferenciación de oficios y
Más allá de las interferencias con otros co- labores dentro de una zona9.
mo juego y rito, la fiesta, presente sobre todo Nacida con el siglo XX, la teatralidad,
Los carnavales en México.
en la bilbiografía antropológica, nos resultaba como concepto, para varios teóricos resume Teatralidades de la fiesta popular
más cercana a la naturaleza de estas celebra- una relación específica con la realidad: a la vez ILEANA AZOR
diferente y similar. «Thus, for theatricality to La propuesta del concepto teatralidad, o
exist, the world cannot become mere theater, quizás el de teatralidades, consigna una vo-
just as the theater can never become mere luntad teórica abierta frente a las numerosas
reality But as long as we have both spaces circunstancias a las cuales debe responder, y
-the 'real' space and the fictional space- thea- pretende lograr una interpretación que, sin
tricality may occur»10. Marvin Carlson enfoca desdeñar la importante fase descriptiva del
su opinión de esta manera: hecho festivo, le aporte una base modular
incluyente común que permita crear un marco
«Judío» negro en el Carnaval de
Theatricality, viewed from this perspective, can ad- referencial teórico de características adapta-
San Nicolás de los Ranchos. mit to all those qualities that have historically been bles a su vez a cada variante.
cited against it -that it is artificial, removed from Por teatralidades entendemos, pues, no
everyday life, exaggerated, extreme, flamboyant, simplemente actividades humanas expresivas
distracting. Yet despite-indeed because of- these que descubren su parentesco con lo especta-
qualities, it can still be recognized as an essential cular, aunque una y otra vez los participantes
element in the continued vitality and enjoyment of en la mayoría de las fiestas expresan que en
both theater and performance and beyond that, as ellas «ensayan o ensayaban escenas del tea-
10 a positive, indeed celebrative expression of human tro», es decir, las relacionan con una repre-
Ragnhild Tronstad, «Theatricality
and Metaphorical Structures»,
potential". sentación. En particular, queremos designar
Sufosfance, 2 0 0 2 , vol. 3 1 , núm. con ellas a la creación de una espacialidad
2 & 3 , pág. 223.
La definición más cercana, sin embargo, es ficcional, cuya composición está tensionada y
11 aquella en la que Josete Feral, considera: dinamizada por la mirada del otro que a fin
Marvin Carlson, «The Resistan- de cuentas en estos casos es una prolongación
ce of Theatricality», Substance,
2 0 0 2 , vol. 3 1 , núm. 2 & 3 , pág. Par le regard qu'il porte, le spectateur cree alors face a de ellos mismos. La conciencia dual de ser una
249. ce qu'il voit un espace autre dont les lois et les regles entidad diferente e igual a sí misma los hace
12
ne son plus celles du quotidien et ou il inscrit ce qu'il ser conscientes de que forman parte de un cos-
Citado por Janelle Reinelt, «Per- regarde, le percevant alors d'un oeil différent, avec mos que «se mueve» (y esto es importante), en
formativity meets Theatricality»,
distance, comme relevant d'une alterité óu il n'a de esos días y paulatinamente con el transcurrir
Substance, 2 0 0 2 , vol. 3 1 , núm. 12
2 & 3 , pág. 358. place que comme regard exterieur . de los ciclos, de manera distinta a los demás
días del año. Es otro espacio o el mismo, pero
13
Claude Gaignebet y Marie- Las teatralidades asociadas a las fiestas po- pautado y asumido de otra manera, es otro
Claude Florentin, El Carnaval. pulares mexicanas podrían rastrearse en estu- tiempo (dilatado, casi interminable, fuera de
Ensayos de mitología popular,
Barcelona, Editorial Alta Fulla, dios como los de Gaignebet y Florentin, Ro- la concepción vertiginosa y cambiante de lo
1984, pág. 106. ma Riu y Van Gennep, cuando observan «la rutinario) y es otro rol (distinguido, enmas-
dramatización» como un fenómeno inherente carado, orgulloso de su nueva identidad). Es-
13
Arnold Van Gennep, íe folklore a todo rito , porque tiene tres partes que lo tos elementos construyen una secuencialidad
franjáis, Paris, Robert Laffont, conforman: una introducción o presentación, aparentemente caótica que el visitante ajeno a
1999.
un desarrollo que tiene puntos climáticos y los acontecimientos percibe distanciado, pero
14
15 una solución o parte final ; y cuando ven conmovido, como si una cápsula trascendente
Josefina Roma Riu, Aragón y
en específico al carnaval como un escenario envolviera esta metarrealidad.
el carnaval, Zaragoza, Guara
Editorial, 1980, pág. 90. que personifica «la lucha del invierno y la Pero, además, muchas de las fiestas po-
primavera, del bien y el mal, en definitiva de pulares mexicanas están asociadas a la danza,
16
Bonfiglioli, op. cit, pág. 2 5 . la muerte y la vida»15. expresión abstracta, actividad simbólica de
De tal manera pensamos que el concepto nuestro cerebro que permite la exterioriza-
teatralidad aplicable, por ejemplo, a las fiestas ción de la memoria individual, pero al mis-
mexicanas, más que conformar un módulo mo tiempo la comunicación colectiva con
único y universal, es un instrumento flexible, el cosmos, la naturaleza, los seres míticos y
inclusivo, que podemos conceptualizar como actuales16.
la concreción de estrategias compartidas por El carnaval mexicano es un mosaico dan-
productores y receptores, en la elaboración de zario, de manera que, si intentáramos cata-
proyectos de carácter discursivo en constante logarlo, podríamos constatar no menos de
cambio. Estas construcciones son simbólicas veinte expresiones en las veintiocho entidades
y están históricamente determinadas por gru- de la república donde sabemos que se celebra.
pos culturales, en un espacio dinámico, donde Así, se ejecutan desde los clásicos y poco
la acción que tiene lugar en ellas, integra esa codificados bailes de disfraces, en los que
difuminada y mágica frontera entre lo real y pueden incorporarse danzas europeas de sa-
Los carnavales en México.
Teatralidades de la fiesta popular lo soñado que se pone en práctica de manera lón, o los desfiles de comparsas, hasta algunos
ILEANA AZOR consciente. bailes más acotados como el de Los huehuen-
ches, Los Casquetes, El Torito, Los Catrines, En definitiva es un conjunto
Las Cihuames, La Culebra, El Tlaxcalteco, de ceremonias cuyo simbolismo
Las Cintas, Las Chirrioneras, El Jarabe, Los se conjugará para obtener su fin
Chinelos (o Danza de los Aztecas), El Salto, primordial, esto es, asegurarse
Los Tejorones, el Baile de la Harina, El Tu- la continuidad de la vida en una
tuguri-Yúmari, la Danza de los Arcos, el de época cósmica peligrosa, la más
la Jarana o Vaquería, Las Ahkot (danza entre peligrosa del año. El carnaval
mujeres jóvenes de Bachajón), el del Tigre y trata así
el Mono, el del Corte de Gallo, El Pocho y
Los Blanquitos. Aunque muchas de ellas se ...de ritualizar el momento más
ejecutan en varios estados del país, coincido importante del año (...). Su im-
con Bonfiglioli en que portancia está en la batalla entre Cuadrilla de «judíos»
de los Ranchos.
en el Carnaval de San Nicolás

la muerte y la vida. La necesidad


...no hay danza que se repita dos veces de la misma de asegurar la fertilidad del mundo y el tránsito de
manera...Todas son portadoras de una pequeñísima los difuntos sobre la tierra que deben ser enviados al
innovación estética, un paso o un gesto determi- mundo superior, desde donde se asociarán a la tarea
17
nado, una prenda del vestuario que, voluntaria o fertilizante de campos, animales y personas. Lograr
Ibidem, pág. 26.
accidentalmente, aparece y desaparece del escenario este tránsito de seres malévolos a seres fertilizantes,
dancístico17. lograr que la muerte se convierta en resurrección, 18
Roma Riu, op. cit., pág. 7 5 .
requiere la totalidad de fuerzas humanas y sobrehu-
Por ello, no es sorprendente que aparez- manas y la concentración de los rituales mayores de 19
Ibidem, pág. 9 1 .
can, por ejemplo, variantes de las Danzas de
Conquista en muchas de las localidades y a lo 20
BajHn, op. cit. Julio Caro Baroja,
largo del calendario ritual, y no pocas estén Ritos de fertilidad en la vida vida griega
El carnaval {Análisis historie cul-
asociadas al carnaval, donde en varias pobla- y romana antigua están en el sustrato ori- tural), M a d r i d , Taurus, 1965.
ciones se producen bailes en los que dos ban- ginario del carnaval, que siguió su curso a
21
dos se enfrentan, provocando una alteración través de la Edad Media, ya contaminado Higinio Vázquez Santana e Ig-
del «orden» para después recuperarlo. con la religiosidad cristiana. Bien conoci- nacio Santana Garibi, El carna-
val, México, Talleres gráficos de
En las bases del carnaval europeo ya esta- dos son los estudios de Mijail Bajtín y Julio la Nación, 1 9 3 1 .
ban estos trazos de cambio, inversión y bata- Caro Baroja sobre el tema20 y poco precisas
las informaciones de la llegada de estas ce- 22
lla a nivel cosmogónico. Josefina Roma Riu
Centro Estatal de Información y
enumera cuatro características fundamentales lebraciones a México, aunque se estima que Documentación de los Pueblos
que se ponen de manifiesto en el carnaval: se produjo a partir del siglo XVI. La fusión, Indígenas del Estado de Puebla,
Puebla, Kaltamatiloyan, 2 0 0 0 .
intercambio y diálogo con las festividades
I o ) La celebración del final del invierno prehispánicas de aztecas, toltecas y mayas 23
Trece danzadramas recoge Ri-
y recomienzo del ciclo productor de ha sido fuente de estudios desde principios cardo Pérez Quitt en «Teatro
la naturaleza y del hombre. Lo cual del siglo XX 2 '. prehispánico en Puebla (Cuetza-
lan y Atlixco)», Máscara, 1993,
requiere un conocimiento cósmico y
A ñ o 3, núm. 13-14, pág. 126.
del entorno que consiga interpretar los ROSTROS DEL CARNAVAL EN PUE- También se ejecutan más de nue-
menores signos de cambio como inicio BLA DE LOS ÁNGELES ve danzas en la Sierra Norte
y ritos a los volcanes, el Santo
de la nueva estación. Patrono de cada localidad y las
2o) Una interacción entre el mundo tan- Ubicada en el centro de la república mexi- del ciclo católico, entre otras.

gible y el mundo del Más Allá. Los cana, Puebla de los Ángeles está escoltada
muertos y antepasados tienen también por cuatro volcanes, once cerros, tiene quince
su intervención en la marcha del mun- distintos tipos de clima y está dividida en once
do de los vivos. regiones etnográficas. Con más de cinco mi-
3°) Este paso importante requiere una pu- llones de habitantes en doscientos diecisiete
rificación individual y colectiva. municipios, en ella se hablan cincuenta y siete
4°) La fiesta es en sí misma la inversión del lenguas, incluyendo el español22.
tiempo cotidiano. Su materialización De una riqueza festiva ritual notable23,
se dará en el disfraz, en el cambio de en nuestra opinión, tiene en sus carnavales
papeles, en la crítica no castigada del una de las celebraciones de mayor relevancia.
poder, en una liberación de la represión Por sus características, los hemos dividido en
sexual. En una comida abundante y en rurales y urbanos, no tanto por tener lugar
un ensalzamiento reversible de los sec- en poblaciones de menor o mayor grado de
Los carnavales en México.
tores menos favorecidos de la sociedad, desarrollo industrial, sino por la manera de Teatralidades de la fiesta popular
la mujer, los niños, los pobres...»18. enfrentar la fiesta. ILEANA AZOR
Huejotzingo, San Nicolás de los guel de Huejotzingo, conjunto monumental
Ranchos y Santiago Xalitzintla son las formado por el atrio, las capillas posas, el
poblaciones donde la fiesta va a tener templo y el convento, cuya fundación data
connotaciones más complejas, mien- de 1524-152524. Entre las manifestaciones de
tras que en los barrios antiguos de la teatralidad, relacionadas con éste último cen-
ciudad como Xonaca, El Alto, Lomas tro religioso, aparecen los casamientos y otras
5 de Mayo, San Felipe Hueyotlipan y actividades de la liturgia católica, entre las que
San Baltasar Campeche se representan se encuentran las tempranas procesiones de
con un enfoque más profano. penitentes en Semana Santa, organizadas por
Desde la concepción misma de la las confraternidades de la Vera Cruz desde el
fiesta y su desarrollo en torno a un es- siglo XVI y San Diego en el siglo XVII y las
pacio central que se convierte en círcu- representaciones de la Pasión -Lavatorio o
«Huehues» que evocan el 5 de
1862.
mayo de
lo de convocatoria comunitaria, hasta Mandato, Descendimiento y Encuentro-25.
el hecho de estar vinculado en muchos Otro hecho que se involucra en el carnaval
casos con una celebración de tipo agrícola, el es una leyenda que cuenta la historia del rapto
diseño de la fiesta carnavalesca rural en Puebla de la hija de un alto jefe indígena de Huejo-
va a descansar sobre soportes rituales mucho tzingo por parte de un bandido de la zona.
más precisos e intensos que los urbanos que También a veces el mito se ubica en la etapa
24
Ignacio Cabral, San Miguel de
priorizan el despliegue de colores y formas en de la colonia, con lo cual pasa a ser la hija del
Huejoitzingo, Puebla, Universi- el vestuario y la precisión de las coreografías corregidor la que es raptada. Esta leyenda se
dad de las Américas, Puebla, danzarías. une a la de un héroe que al parecer vivió a
1990, pág. 4.
El Carnaval de Huejotzingo es uno de mediados del siglo XIX -Agustín Lorenzo- y
25 los más conocidos o al menos mencionados es recordado en corridos, danzas, leyendas y
Susan Verdi Webster, «Art,
Ritual, and Confraternities in
dentro de las festividades que, previas a la obras teatrales de los estados de Guerrero,
Sixteenth-Century New Spain», Cuaresma y la Semana Santa, México celebra. Puebla y Morelos. Amigo de los pobres y
Anales del Instituto de Investiga-
ciones Estéticas, 1997, núm. 7 0 ,
Si bien Puebla no se puede decir que es un enemigo de los ricos ha sido canonizado en
págs. 12-25. estado carnavalero, como si lo es, por ejem- pueblos como Xalitla, donde se le conoce
plo, Tlaxcala -el investigador Joel Dávila en como San Agustín Lorenzo26.
26
Haydée Quiroz Malea, El car- el 2001 ya tenía registrados setenta- el peso También se hace referencia de manera muy
naval en México abanico de específico de esta festividad dentro de la geo- central a los sucesos históricos de la Guerra
culturas, México, CONACULTA,
2 0 0 2 , págs. 5 1 - 5 2 .
grafía local y nacional es de mucho prestigio de Intervención francesa, especialmente a la
y al mismo tiempo generadora en el visitante batalla del Cinco de Mayo de 1862 y del sitio
27
de cierta inquietud por lo ruidoso y guerrero de Puebla un año después:
Joe! Dávila Gutiérrez, Francisco
Serrano y Alma Yolanda Casti- de la celebración. Junto a los muy diferentes
llo Rojas, Guerra al pie de los de Mérida y Veracruz, o los más cercanos de Actividades consideradas como típicamente militares
volcanes. El carnaval de Hue-
jotzingo, Puebla, BUAP, 1996, distintos pueblos de Tlaxcala y algunos más se carnavalizaron, apareciendo así las retretas, las
pág. 18. en Morelos y Oaxaca, el de Huejotzingo se tomas de cuartel, los robos de bandera, las honras
ha ganado la admiración de cada vez más fúnebres y, sobre todo, los simulacros: juegos de
seguidores que no por ser extraños al lugar guerra en donde se disparan grandes cantidades de
-pues está demás decir que en él participan pólvora27.
de una u otra forma todos los habitantes del
pueblo-, entorpecen el delirio jocoso, travie- Estas son referencias fundamentales para
so y ennoblecedor de la entrega de energía y entender la construcción de una teatralidad
pasión que los «huejos» derrochan unos días que se añade a la tradición propia del carnaval
antes del Miércoles de Ceniza. europeo, de por sí complicada por su doble
En el caso del citado carnaval se reúne propuesta de celebrar el fin de un ciclo agrario
un pasado guerrero prehispánico que invo- y el principio de otro (la vida y la muerte jun-
lucraba la tradición de las guerras floridas tas de nuevo) y dar inicio a los preparativos
(propiciatorias de sacrificios), y rituales que para la Semana Santa, dando aquella rienda
celebraban festividades, como las del año suelta a los excesos de la carne -palabra que
agrícola de Tláloc, coincidentes en fechas está en el origen del término carnaval que
con las del carnaval europeo. Por otra par- designa la fiesta misma- y a todo lo permisivo
te, existían otras expresiones de teatralidad que se produce durante estos días.
como las celebraciones religiosas cristianas La forma en que los pobladores van di-
durante la Colonia, relacionadas con uno de señando su carnaval van creando una especie
Los carnavales en México.
Teatralidades de la fiesta popular
los primeros establecimientos franciscanos en de ritual repetitivo que comienza los domin-
1LEANA AZOR la Nueva España: el monasterio de San Mi- gos de enero, en los cuales se producen los
primeros bailes callejeros y otras actividades En Santiago Xalitzintla
en los barrios, según ellos para ir avisando también hay una tradición que
que el Carnaval está cerca y que hay que se remonta a la etapa prehis-
ir preparándose. Así, se van produciendo pánica y a los ritos vincula-
variables de sucesos expansivos que abarcan dos con la «autorización» de
toda la ciudad y ocupan un tiempo aleatorio, la siembra por los enviados del
disperso y breve. Otro momento tiene lugar inframundo náhuatl. Recuérde-
cuando poco a poco comienzan a estrechar se que estos dieron lugar en el
el cerco hasta reducir la espacialidad a muy centro de México a las conoci-
pocas calles, que forman un cuadrángulo con das «guerras floridas,» cuyo fin
una ligera extensión a dos lugares significati- era el de obtener cautivos para
vos: la Villita y Cerro Gordo, y se concentran sacrificar y alimentar a esos es-
en una densificación del tiempo festivo que píritus que representaban y si- Desarrollo del Carnaval de San Nicolás de los Ranchos

dramatiza el tiempo real y lo convierte en guen representando la fertilidad. Esas fuerzas


trascendente. del inframundo simbolizadas por guerreros
En San Nicolás de los Ranchos, más cer- prehispánicos de Atlixco, Tlaxcala, Cholula
cano al volcán Popocatépetl, organizadores y y Huejotzingo, hoy se traducen en los car-
participantes activos del carnaval nos infor- navales de la región en personajes que «mo-
man de sus raíces prehispánicas, relacionadas lestan» a la población al tratar de mancharles
con los sacrificios humanos. Se pintaban el la piel o la ropa con la pintura industrial de
cuerpo como penitencia para favorecer la aceite que cubre su cuerpo y que les permite
buena siembra del maíz y el frijol y bailaban difuminar su identidad cotidiana junto a las
para darse gusto. El color negro, que se apli- máscaras que conforman parte del vestuario
caban en el cuerpo casi desnudo, provenía del y maquillaje de la representación. Hasta que
tizne del comal y el rojo, del jugo del nopal; estos enviados del inframundo encarnados en
ambas sustancias se adherían a la piel con los pobladores de la comunidad, no bailan
grasa animal. hasta el cansancio en las fiestas carnavaleras la
En la época de la colonia estas festividades siembra no se puede efectuar a riesgo de que
se sincretizaron con las celebraciones del car- se malogre.
naval europeo. Más tarde, con los sucesos del En San Pedro Cholula, especie de territo-
5 de mayo de 1862 se incorporan las cuadrillas rio carnavalero intermedio entre lo rural y lo
de huehues. Algunos son guerreros como los urbano, el despliegue guerrero es el protago-
zacapoaxtlas y franceses, pero también hay nista de la fiesta, pero también incluye como
charros. Los «judíos» herederos de aque- componentes algunas figuras que sobre todo
llos danzantes prehispánicos, llevan, como están vivas en los carnavales de los antiguos
aquellos, el cuerpo casi desnudo y pueden ir barrios de Puebla: el diablo y la calavera, hoy
pintados de cinco diferentes colores: negro, casi en extinción en Cholula.
amarillo, rojo, blanco y plateado, ahora de
pintura industrial de aceite. Cada uno simbo- LA CIUDAD Y SUS HECHIZOS
liza el cultivo que desea proteger. El negro,
el frijol ayocote; el amarillo, el frijol de ese Como el espacio del carnaval urbano de
color y el maíz; el blanco y el plateado, el Puebla radica y tiene lugar en los barrios más
maíz blanco y el rojo, el maíz rojo. Llevan antiguos, es necesario caracterizarlos. La vida
armas como atributo de su poder que van compartida en comunidad, soporte de varias
desde cadenas y palos, hasta la combinación prácticas culturales, hace del barrio un territo-
de ambos y chicotes. rio con una cierta organización temporal y de
Ambos grupos -las cuadrillas de huehues ocupaciones y es, al mismo tiempo, un lugar
y los «judíos,» llamados así por la acepción donde el grupo se plantea existir con algún
que este término tenía, significando «diablo» sentido humano. El barrio va a desempeñar
en el siglo XVI- desfilan el lunes y el martes un factor primordial en la gestación de la fies-
de carnaval, alrededor de la plaza, intercam- ta y es por él que aún se mantiene.
biándose y sin observar una organización por El carnaval urbano en Puebla tiene carac-
secciones. Otra línea que atraviesa la fiesta terísticas comunes a los que se celebran en el
es la existencia de un rey, una princesa y dos resto del mundo, especialmente en cuanto a
pretendientes: el rico, que ella desprecia, y el fechas y funciones. Se dice que estos festejos
Los carnavales en México.
pobre, Agustín Lorenzo, de quién está ena- tuvieron su origen en la época colonial. Nació Teatralidades de la fiesta popular
morada. en el barrio de El Alto, gracias a un grupo iLEANA AZOR
de tlaxcaltecas vendedores de carbón que lo Los recorridos van diseñando un des-
trajeron de su tierra. Se afirma que al princi- plazamiento por el entorno urbano que no
pio sólo bailaban los inmigrantes y después busca, sin embargo, la concentración espacial
se integraron el resto de los vecinos. Por lo observada en los rurales. El centro es la cua-
tanto, sus vestimentas, música y bailes vienen drilla misma que quiere que la vayan siguien-
del fronterizo Estado de Tlaxcala. do los observadores y el trazado propone una
Tienen lugar desde el domingo anterior al dinámica de danzas diferentes que buscan
Miércoles de Ceniza y se prolongan durante la separación y la unión de los danzantes a
lunes y martes. Culminan el domingo siguien- través de giros, listones y enlaces humanos.
te en lo que se conoce como el «remate» o la Es un carnaval mucho más itinerante que los
«octava,» rutina similar a la que se cumple en vistos anteriormente, que «arrastra» a obser-
los otros analizados, pero acá también recibe vadores y participantes activos o que van a su
el nombre de «ahorcada del diablo,» pues éste encuentro, siempre cambiante, pues en cada
es uno de los rituales que tiene lugar el martes sitio barrial la coreografía no será la misma,
de carnaval y que se repite como cierre el últi- aunque la programación consecutiva se repita
mo día en estas festividades urbanas. cada día, como en todo auténtico ritual, así sea
Cada comparsa ha sido conformada por éste básicamente profano como es el caso.
los «encabezados,» cinco o seis responsables Se inicia el baile con la marcha o entrada,
máximos de organizaría con un mes o más a la que le sigue el jarabe inglés o tlaxcalteca,
tiempo de antelación, así como de estable- donde se verifica, según el informante, la
cer los ensayos, velar porque se cumpla el «dominación» del huehue a la Maringuilla
recorrido acordado semanas antes, cuidar con el chicote, o la «dominación» de un hue-
que se desarrollen los pasos y bailes estable- hue a otro. Le sigue el puente o baile de los
cidos y guiarles durante el carnaval. Entre listones, que plantea una serie de evoluciones
los integrantes están los huehues. Éstas son en las que los danzantes juegan, unidos por
las figuras más prominentes y representan a cintas, dejando pasar por debajo a las parejas
los hacendados de la etapa colonial, que en- que componen la cuadrilla. Esto simbolizaría,
carnan el poder, la fama y la riqueza y hacia según algunos testimonios, el movimiento
quienes se proyecta entre respeto y mofa. de las aguas, el anuncio de la primavera, el
Las Maringuillas o Marías que recuerdan a nacimiento de la vida. Los danzantes de San
la Malinche, son admiradas por su belleza Jerónimo Caleras lo relacionan con un rito de
e inteligencia y hacia ellas se profesan sen- fertilidad, donde a través de la coreografía se
timientos encontrados de desprecio y reve- forma una especie de «serpiente humana» que
rencia, pero al mismo tiempo son el corazón simboliza la fecundación.
de los bailables, convirtiéndose muchas veces La estrella es una de las danzas más com-
en el personaje que juega el papel central plicadas, pues los ejecutantes logran formar
de los mismos. Los diablos, representantes esta figura con el tejido de los listones con
del mal, convertidos hoy más en personajes cascabeles amarrados a la cintura de los dan-
divertidos que hacen travesuras a grandes zantes y no todos los barrios lo tienen en su
y a chicos, aparecen entre uno y cuatro en repertorio. La garrocha consiste en un tejido
cada comparsa, son a veces interpretados por de cintas alrededor de ese elemento central,
niños y tienen el último día el papel protagó- danza que se puede encontrar en muchos
nico, al constituir unos de los eventos prin- otros sitios donde se celebra la llegada de
cipales de los ritos de clausura, cuando se les la primavera. Otra danza que no todas las
«castiga» de diferentes formas, que pueden cuadrillas incluyen, aunque es una de las más
ir desde amarrarlos y golpearlos o hacer pa- antiguas, es la de la muñeca que tiene tres
recer que se les golpea y ataca, hasta quemar evoluciones principales: primero, los danzan-
figuras que los representan. Otros personajes tes se toman de la mano y forman un círculo,
que se han añadido son: la china poblana que bailando hacia la derecha y después hacia la
lleva antifaz y sombrero y la mujer urbana, izquierda, mientras la Maringuillla, situada
que siempre es un hombre transvestido por- al centro, tiene en sus brazos a una muñeca
tando una minifalda, con piernas, espalda envuelta en cobijas y baila con un huehue.
y brazos velludos al descubierto. También En un segundo tiempo del círculo salen otros
aparece el charro, una variante del huehue, y cuatro huehues y toman una capa, formando
una serie de figuras que van desapareciendo una especie de sostén, donde la pareja ante-
entre los que están las calaveras, los brujos y rior mantiene a la muñeca protegiéndola de
los monstruos. un diablo que se pondrá a bailar debajo de la
capa, tratando de alcanzarla, pero no lo logra. dades es precisamente la de ser muy diversas. 28
Patrice Pavis, Teatro contemporá-
Para finalizar, el diablo se retira frustrado por Nos planteamos un prisma cruzado por varias neo: imágenes y voces, Santiago
su fracaso y la Maringuilla levanta en alto a la disciplinas. Al analizar estos carnavales parti- de Chile, LOM Ediciones/Uni-
versidad ARCIS, 1998, págs.
muñeca en señal de triunfo. La Danza de la mos del modelo etnoescenológico propuesto 208-218.
muñeca, como hemos dicho, es la presencia por Patrice Pavis28, donde se plantea una
divina en el carnaval, y es bastante solemne perspectiva que va a buscar en estas prácticas 29
Alexis Juárez Cao Romero, Ca-
su desarrollo, pues apenas se mueven los una serie de reequilibrios: Series paralelas en tolicismo popular y fiesta. Sis-
danzantes. Lo más destacado es la canción lugar de unidades mínimas. Energía más que tema festivo y vida religiosa de
un pueblo indígena del estado
-originariamente en náhuatl- que consiste en significación. Concreto más que abstracto. Au- de Puebla, Puebla, BUAP, 1999,
alabanzas de la anunciación, nacimiento, vida, tonomía más que jerarquía de los elementos. págs. 56-70.
pasión, muerte y resurrección de Cristo. Perspectivas parciales más que centralización.
También bailan la «jota aragonesa» que Densidad diferencial más que homogeneidad.
representa el juego amoroso entre la Malinche Sincretismo más que pureza.
(o Maringuilla) y Hernán Cortés, y por eso Al mismo tiempo, verificamos si se cum-
sólo interviene una pareja; y el «vals inglés» plía una estructuración por etapas propuesta
que simboliza la guerra entre ingleses y espa- por Alexis Juárez Cao Romero29, a partir de
ñoles, bailado esta vez por cuatro danzantes los «rituales de paso» de Van Gennep.
unidos por pares, uno frente al otro en el que Aplicar entonces los parámetros meto-
se teatraliza una pelea. dológicos que se propusieron requirió de
Otra variante de los carnavales urbanos de una dosis de flexibilidad, en dependencia del
Puebla se produce en San Baltazar Campeche material analizado. Pudimos comprobar có-
y especialmente en una de sus unidades habi- mo «los ritos de paso» casi se cumplieron en
tacionales -Granjas de San Isidro-, barrio que cada uno de los carnavales, pero en muchos
tiene una dimensión bastante grande al incluir casos estos se vieron fundidos en uno o dos
21 localidades y 27 colonias. Más que un re- momentos y en otros, por ejemplo, no era
pertorio de coreografías fijas o desplazamien- posible a veces distinguir cuándo terminaba
tos establecidos, se trata de bailar y disparar la «despedida» y comenzaba la «clausura»
desde la mañana a la noche, haciendo gala de sobre todo en aquellos como los de los barrios
un vestuario peculiar y distinto cada año, para antiguos de Puebla, donde la etapa final de la
hacer quedar bien a su sección barrial. fiesta se extiende casi por veinticuatro horas,
Si observamos mediante un recorrido glo- alcanzando hasta la madrugada del lunes pos-
bal estos carnavales, podemos percibir en pri- terior a la octava. En aquellos donde el ritual
mer lugar que algo que los une es una celebra- se ajusta más a observaciones de tipo calendá-
ción en fechas establecidas por el calendario rico agrario es posible distinguir el paralelis-
previo a la Semana Santa, donde lo importante mo entre aquellos y sus distintas fases.
es el cambio de identidad de los danzantes y Las propuestas etnoescenológicas, rela-
su relación con el barrio. Lejos de producirse cionadas con las prácticas espectaculares, se
en torno a líneas «arguméntales» específicas, aplicaron con total libertad, ya que su punto
lo más importante residirá, en la mayoría de de gestación se relaciona, en su diseño origi-
ellas, en el desfile mismo y el conocimiento nal, sobre todo con expresiones sincréticas y
de las coreografías fijas que no deben ser ritualizadas, pero con vocación deliberada-
transformadas o adulteradas, constituyendo mente escénica, mientras nuestro objeto de
una pauta, repetida con maestría a lo largo de estudio se produce a partir de otros paráme-
los días y núcleo del orgullo de muchas de las tros conceptuales y vivenciales, gestados en
comunidades involucradas. comunidades de una gran tradición mestiza
Una vez más se pone de manifiesto la crea- «espectacular», donde la construcción de una
ción de un espacio imaginario, donde el proce- teatralidad deliberadamente desjerarquizada,
so de transformación ha sido la base para cons- paralela, fuertemente energetizada, parcial,
truir un lapso de libertad, juego, comunicación concreta, sincrética y densamente heterogénea
y disfrute, compartiendo nuevas identidades en está dada en las bases de su origen mismo. Es
espacios expansivos de ficción. un hallazgo, pues, haberlas relacionado con
una metodología que se plantea ya perspec-
¿EXISTE U N A PROPUESTA METODO- tivas tan amplias y que sin forzarla pudiera
LÓGICA? dialogar con los carnavales estudiados.
La categoría que con mayor sistematici-
Los carnavales en México.
Es difícil definir cómo construir un méto- dad se pudo apreciar fue la de teatralidad, Teatralidades de la fiesta popular
do cuando las características de estas festivi- que definitivamente acompaña a cada una de 1LEANA AZOR
estas celebraciones año con año. Elaborada — , «Entrevista a Rodolfo Guzmán.», San
en forma diferente en las distintas localidades Pedro Cholula, 9 de marzo 2003.
analizadas, en los espacios rurales de por sí — , «Entrevista a Tim Knab», UDLA-P, 28
diseñados con una proyección central, la de septiembre 2001.
teatralidad se produce a partir de concentrar Bajtin, Mijail, La cultura popular en la Edad
y condensar la ejecución (tanto temporal co- Media y el Renacimiento, Madrid, Alianza
mo espacial) y la mirada que descubren en la Editorial, 2003.
alteridad ficcional una liberación de fuentes Barbosa Cano, Manlio, Atlas lingüístico del
para retroalimentar el curso de la vida misma, Estado de Puebla. México: Instituto Na-
aunque cuando estas fiestas (en Xalitzintla y cional de Antropología e Historia, 1980.
San Nicolás) se hacen cada vez más alejadas Bonfiglioli, Cario, Fariseos y matachines en
-en tiempo, por su desfase con respecto a los la Sierra Tarahumara: entre la Pasión de
demás carnavales, y en distancia de los cen- Cristo, la transgresión cómico-sexual y las
tros de poblaciones más concurridas-, estas danzas de Conquista, México, INI, 1995.
festividades podríamos pensar se resistirían Cabral, Ignacio, San Miguel de Huejoitzingo,
un tanto a su posible aplicación. Si embargo, Puebla, Universidad de las Américas, Pue-
no es así, pues nunca se produce la ausencia de bla, 1990.
«público» que viene en viaje de estudio, para Caro Baroja, Julio, El carnaval (Análisis
«echar porra» a algún amigo o como visitante historie cultural), Madrid, Taurus, 1965.
de comunidades cercanas. Castillo Rojas, Alma Yolanda y Luna Reyes,
En las zonas urbanas se construye, en Ambrosio Javier, El carnaval en los bar-
cambio, una teatralidad itinerante y expansiva rios de Puebla. «El carnaval de Xonaca»,
que se comparte entre los desplazamientos Puebla, Secretaría de Cultura, 1991.
virtuosos y la construcción de una nueva Centro Estatal de Información y Document-
identidad que se disfruta y exhibe. El ánimo ación de los Pueblos Indígenas del Estado
de fraternidad y lazo comunal se alterna con de Puebla, Puebla, Kaltamatiloyan, 2000.
la competencia de la premiación por el me- Dávila Gutiérrez, Joel; Serrano, Francisco;
jor vestuario y el orgullo de dejar la mejor Castillo Rojas, Alma Yolanda; Guerra al
impresión de su barrio, dentro y fuera de él. pie de los volcanes. El carnaval de Hue-
Más que la inversión del mundo -aunque ése jotzingo, Puebla, BUAP, 1996.
es el concepto que se ha designado por la gran Díaz Cruz, Rodrigo, Archipiélago de rituales.
mayoría de los investigadores para acentuar el Teorías antropológicas del ritual, Barce-
disloque o alejamiento de la cotidianidad-, es lona, Anthropos, 1998.
la vida la que tiene lugar ante nosotros, pero Feral, Jossette, Acerca de la teatralidad, Buenos
desarrollada con otra mirada y transformada Aires, Editorial Nueva Generación/Fac-
por eventos que nos recuerdan la fusión de ultad de Filosofía y Letras (UBA), 2003.
contrarios, la conversión de un espacio y un Fernández Ledesma, Gabriel, Carnaval en
tiempo rutinario en un hecho excepcional, Huejotzingo, México, Eosa, 1986.
que se repite por voluntad de los participan- Florescano, Enrique, Memoria indígena,
tes y de los observadores, en una práctica México, Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara,
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Armando Partida Tayzán
Licenciado en Filología Rusa en
Moscú y Doctor en Literatura
Mexicana por la Universidad Na-
cional Autónoma de México, im-
parte actualmente asignaturas en el
Colegio de Literatura Dramática y
Teatro de la UNAM en las áreas de
Dramaturgia Mexicana, Latinoa-
mericana, Rusa y Europea, Teoría
Dramática y Teorías Escénicas.
Entre sus trabajos de crítica e in-
vestigación teatral destacan títulos
como Teatro adentro al descubier-
LA TEATRALIDAD ACTUAL
to (1997), Se buscan dramaturgos
(2002) o Escena mexicana de los
noventa (2003), así como su co-
DE LA PASIÓN EN IZTAPALAPA
laboración en la colección Teatro
mexicano. Historia y dramaturgia ARMANDO PARTIDA TAYZAN
(1992).

RESUMEN

Desde el puesto privilegiado que la Semana Santa tiene en el imaginario nacional trataremos
Véase Fernando Horcasitas, de hacer un recorrido descriptivo de los episodios más relevantes de la representación actual de
El teatro náhuatl: épocas no-
vohispana y moderna, México, la Pasión en Iztapalapa. La epidemia de cólera ocurrida en 1833 hizo resurgir esta escenificación
U N A M , 1974. que, por otra parte, tuvo inicialmente un sentido ritual, para poder estabilizar al mundo. Así
se hizo necesaria la occisión ritual del propio Salvador, quien con su muerte venía a salvar a la
humanidad; al igual que lo hicieran los ancestros de los moradores actuales de Iztapalapa en la
ceremonia del Quinto Sol y del Fuego Nuevo.
Estamos sin duda ante una de las escenificaciones religiosas más populares y arraigadas de
entre las que se llevan a cabo a lo largo del año en diversas poblaciones del país.

PRESENT DAY HISTRIONICS OF THE PASSION IN IZTAPALAPA

ABSTRACT

With the privileged position Holy Week enjoys in the national consciousness, an attempt to
describe the most relevant episodes in the present representaron of the Passion in Iztapalapa will
he made. The cholera epidemic in 1833 inspired the reappearance of this re-enactment, whose
origins lie in the ritualistic, so as to be able to stahilise the world andput a stop to the destruction
caused by cholera. In this way, the ritual occisión of the Saviour himself was essential, his death
saving humanity. The ancestors of Iztapalapa's present-day inhabitants did it the same way in
the Fifth Sun and New Tire ceremony.
This is without doubt one of the most popular and deep-rooted religious re-enactments
amongst those taking place in different locations around the country throughout the year.

La Semana Santa en México ocupa un lugar No obstante haber sido prohibidas mu-
dominante en el imaginario nacional, por ser chas de las representaciones teatrales con tema
ésta una de las representaciones etnodramáti- religioso, en la segunda mitad del siglo XVIII,
cas que más encontramos en diversas regiones algunas pudieron pasar la censura. Entre éstas
del país, tanto en Guerrero, como entre los co- encontramos la escenificación de la Pasión,
ras, los yaquis y mayos, o en el centro del país, que a lo largo del período novohispano al-
pero la más conocida es, sin duda alguna, la canzó una gran difusión1; misma, que debido
La teatralidad actual de la Pasión representación de la Pasión en Iztapalapa, que a esa prohibición poco a poco fue extinguién-
en Iztapalapa
ARMANDO PARTIDA TAYZÁN anualmente se celebra en el Distrito Federal. dose a fines de ese siglo. La Independencia,
paradójicamente, vino a restaurar muchas de iglesia local efectúa dentro de su
las costumbres populares, en particular las ámbito -la nave de la iglesia y el
relacionadas con las representaciones religio- atrio-jardín bardado- su propio
sas que se efectuaban en los días de los santos festejo de Semana Santa, del todo
patronos de los pueblos indios y mestizos. religioso-cristiano, independien-
En algunos casos, como en el relacionado temente del gran espectáculo que
con el reinicio de la representación de la Pa- tiene lugar en el exterior, a su
sión en Iztapalapa, éste se debió a un hecho alrededor.
fortuito: en 1833 la cólera morbus azotó y Dicha elocución del Jueves
diezmó a la población de este poblado y, en Santo -previa a la procesión-,
agradecimiento de que hubiese terminado, en la actualidad tiene lugar en el
los lugareños reiniciaron la tradición de la Jardín Cuitláhuac, donde luego
celebración de la Semana Santa. En la actua- se representa asimismo la Última Domingo de Ramos. Iztapalapa 2 0 0 6 .
lidad, tal representación es considerada como Cena, la Ceremonia del Lavato-
un hecho que ha tenido lugar «en medio de rio, la Oración del Huerto, la Aprehensión y
un paganismo que pretendía invocar y revivir el Juicio de Jesús; esta última escena, segura-
uno de los capítulos más trascendentes de la mente es la más teatral por las vestimentas y
fe cristiana, pero que se estructuró en textos los participantes.
ajenos a los bíblicos y hasta en publicaciones La representación, inicialmente de carácter
profanas»2, de allí que ésta se haya convertido religioso, se ha tornado, con el correr de los
hoy en la escenificación religiosa más popular años, en un verdadero espectáculo teatral de
y más grande de entre las que tienen lugar a lo masas, presenciado por los creyentes locales
largo del año en diversas regiones del país. y por cientos de miles de turistas locales, ex-
tranjeros que observan «con atención y respe-
Marcela Rubín, «Cinco millones
I. Su inicio es el Domingo de Ramos, to esta nueva versión del Drama del salvador; costará representar la pasión
cuando de la calle Aztecas de este antiguo contenidos por una valla de uniformados», en Iztapalapa», Excelshr, 26 de
marzo de 1986.
poblado de Iztapalapa, sito en el sudeste de la y que conmovidos por la condena insultan
ciudad de México, y hoy integrado al Distrito a Judas Iscariote y ríen por «la indumentaria 3
3 ,c.
Federal, parten cientos de actores: nazarenos; de los centuriones, flacos como quijotes» ;
penitentes; viejos, jóvenes y niños, vestidos a perdiendo así su naturaleza inicial. t

la usanza del redentor, y cargando una cruz, «Un cuarteto de centuriones muy sui ge- tí.
al igual que éste -para expiar alguna culpa o neris, da inicio al drama, y desde lo alto del
pagar una «manda» por un favor recibido-, y Gran Sanderín tocan la marcha dragona», en
vecinos del lugar, quienes en un tiempo se di- tanto que «En la explanada, unos quinientos
rigían a la parroquia local, donde un cura ofi- penitentes -con túnicas moradas y un cirio
ciaba la misa y bendecía las palmas traídas en en la mano- forman un cuadro para dar paso
procesión al compás del monótono ritmo del a Jesús y sus doce discípulos»4. Luego tiene
tamborín y del flautín. Palmas procedentes lugar la escena de la Ultima Cena, los Doce
de los estados de Oaxaca y Puebla, y propor- Apóstoles ocupan sus asientos en la mesa, co-
cionadas por los mayordomos, encargados de locada sobre una de las plataformas, construi-
ello. Luego todos se dirigían al santuario de la das ex profeso, para luego pasar al Lavatorio
Cuevita, donde tiene lugar la entrada triunfal y después a la Oración en el Huerto de los
de Jesús a Jerusalén. Olivos, donde el Nazareno es aprehendido.
La representación de los sucesos bíblicos En la escenificación del Primer Concilio
del Jueves Santo se iniciaba en el Santuario participan Caifas, Anas, Herodes y Judas,
de la Cuevita pues, aunque la Iglesia no par- quien ofrece en venta a Jesús, escuchándose
ticipaba oficialmente en la celebración, por a través de los altoparlantes la tonada local
ser ésta organizada por los vecinos y las au- del barrio, del habla de los habitantes de este
toridades locales, el «señor cura» oficiaba las poblado. Los parlamentos que intercambian
misas, bendecía los ramos y confesaba a los los protagonistas del drama provienen de
participantes, en tanto el Obispo pronunciaba manuscritos que han pasado de mano en ma-
la elocución por motivo de Semana Santa; es no, de generación en generación, por lo que
decir: dejaban hacer a los vecinos lo que por no coinciden con las escrituras sagradas, al
más de 153 años habían escenificando. Más haberse transformado -según el gusto de los
recientemente, debido al carácter mundano participantes-, con el correr de las décadas.
La teatralidad actual de la Pasión
que ha tomado la representación, además Por otra parte, los cambios que sufre el texto en Iztapalapa
del cambio de curas que ha tenido lugar, la en el momento de su interpretación, ya sea por ARMANDO PARTIDA TAY'ZÁN
habérseles olvidado, por repetirlos muerde displicentemente un racimo de uvas
sin saber a ciencia cierta lo que artificiales, de plástico, tendido en un sofá,
están diciendo, o por modificarlos dispuesto en uno de los templetes. Y Pilato
en el último momento, constituyen -llamado «presidente de la República»- des-
realizaciones diferentes cada vez. de otro observa con gravedad sentado en su
Lo mismo ha ocurrido con los epi- trono. Jesús es de nuevo llevado de la casa de
sodios. La trama se ha visto fuerte- Herodes a la de Caifas. La mayoría, de los
mente contaminada por elementos más de dos y medio millones de espectadores
ajenos contemporáneos o por agre- se agitan tratando de seguir la procesión, en
garle otras escenas, como la que va tanto otros se conforman con verla al paso, a
de la Loma del Cerro de la Estrella través de periscopios caseros, manufacturados
a la casa de Anas. Así, de un lado con envases de cartón que antes contenían
a otro, transcurre la Presentación leche, jugos y otros productos.
Soldado romano. Pasión de Iztapalapa 2004. y Juicio de Jesús, seguidos por los En esta Pasión no hay resurrección. La
miles de espectadores durante todo representación concluye con la muerte de
el día y parte de la noche. Judas, quien se cuelga de inmediato -después
Los actores-organizadores consideran que de la crucifixión-, a un lado del Calvario, en la
esta representación tiene lugar en el «teatro cúspide del Cerro de la Estrella. El actor que
más grande del mundo» y, efectivamente, interpreta este rol, que ya lo ha representado
así lo es: los desplazamientos de cuatro ki- varias veces, como los otros participantes los
lómetros, el paisaje urbano combinado con demás papeles, ya está inquieto por mostrar-
el natural, cada día más exiguo, junto con las nos su arte, perfeccionado a lo largo de años
enormes estructuras levantadas, constituyen para recrear este personaje, para poder exhibir
un grandioso ámbito escénico, con un gran la larga lengua morada de cerdo que le saldrá
despliegue de escenografía, vestuario y utile- de la boca por entre los dientes, cuando final-
ría, además de los cientos de actores, quienes mente penda de la soga.
se desplazan en medio de ese paisaje urbano, Todos los actores han sido rigurosamente
que gracias a la teatralidad que está teniendo seleccionados, pues deben dar el «tipo». De
lugar y la muchedumbre que rodea al espectá- apóstol: jóvenes de aspecto agradable. De
culo, ha perdido tanto su temporalidad como Judas: ¡chaparro, corpulento, y de fácil pa-
su espacialidad originales. labra y mímica! La mujer de Pilato: guapa,
El Viernes Santo es cuando tiene lugar el atractiva, un poco generosa en sus atributos
tercer Concilio, efectuándose un recorrido físicos, para poder mostrarse pecaminosa y,
por los ocho barrios del pueblo de Iztapalapa en ese día, debe estar particularmente «bella».
con los tres mil actores que regularmente Barrabás: fortachón, grande, tosco, etc. Al
participan: los penitentes y los nazarenos que mismo tiempo, todos deben contar con «voz
colman las calles. Sin duda alguna, en este día clara, potente y sonora, además de capacidad
es cuando la representación llega a su máxima histriónica», no obstante la utilización de la
espectacularidad. Se inicia la procesión del electrónica, pues sus parlamentos son emiti-
Vía Crucis, que culmina en el Gólgota -el dos por medio del micrófono.
Cerro de la Estrella-, regularmente cubierto La elección anual de quien representará a
con los cientos de cruces llevadas, literalmente Jesús es la parte más importante de la prepara-
a cuestas, por los nazarenos participantes, y ción previa de la organización de la represen-
clavadas por éstos. Construidas de acuerdo a tación. Este debe contar con atributos físicos
su gusto personal, y según su penitencia, cada para poder resistir los kilómetros de recorrido
una es de diverso tamaño y peso; además, los cargando una cruz de 80 kilos, más las caídas,
nazarenos van coronados con flores amarillas ya que no son actuadas, al igual que los golpes
entrelazadas, cubriendo las espinas con las de los soldados «romanos». Sin embargo, los
que también se castigan. Sólo la corona del requisitos más importantes son los de haber
Nazareno lleva al descubierto las largas espi- nacido en el lugar y ser hijo de padres también
nas de cinco centímetros de largo, que hacen oriundos del barrio. Por otra parte, debe pro-
sangrar la frente y cabeza de éste. bar su calidad moral, no tener ningún vicio,
Pero antes ha tenido lugar el Juicio, y a las pero sí reputación intachable, ser puro y nun-
12:35h los clarines han anunciado que Jesús ca haber tenido novia, para poder representar
ha sido condenado y va a decidirse qué castigo dignamente al Salvador.
La teatralidad actual de la Pasión
en Iztapalapa darle. Mientras tanto, Herodes bebe de una Éste es elegido con seis meses de antici-
ARMANDO PARTIDA TAYZÁN copa de metal de las artesanías nacionales y pación, mismo tiempo que toma su entrena-
miento físico con largas caminatas. Desde el paña, una vez concluida
mes de enero se inicia su «retiro espiritual» y la Conquista armada. El
comienza a dejarse crecer la melena, que mu- caso es que esta escenifi-
chas veces es teñida -esa semana- de castaño cación se reinició después
claro (o rubio), para tener un parecido exter- de la Independencia, al
no al Jesús de las estampas religiosas. término del primer ter-
Un lugar muy especial ocupa la confección cio del siglo XIX. Es por
o la renovación del vestuario de todos los ello que dicha teoría del
participantes, con telas brillantes y de colores sincretismo no podemos
chillones, junto con terciopelos y galones do- aceptarla del todo.
rados y plateados; a lo que se agregan pelucas ¿Qué es lo que en el
y un grueso y burdo maquillaje, que a pleno fondo podemos encon-
sol se escurre de inmediato. De esta manera trar en relación a esto?
Crucifixión. Pasión de Iztapalapa 2004.
salen travestidos los cientos de romanos, Para podernos explicar el
apóstoles, judíos y samaritanos en esta gigan- contenido y la razón de ser de esta representa-
tesca manifestación espectacular de la popular ción teatral, para poder determinar su esencia,
Pasión y muerte del hijo del Hombre. frente a las otras celebraciones del mundo
De hecho nos encontramos con una re- católico, tenemos que recurrir a algunas de las
presentación teatral que en la actualidad ha descripciones de los rituales prehispánicos.
perdido tanto su origen como su significado Fray Bartolomé de las Casas nos dice, en Fray Bartolomé de las Casas,
Apologética Historia Sumaria,
religioso-cristiano, pues casi ninguno de los su Apologética Historia Sumaria, que edición de Edmundo O'Gorman,
espectadores es capaz de explicar la razón de México UNAM, 1976, vol. 2.
tal acontecimiento; por ello, no es nada raro Cuando los españoles entraron en la Nueva España,
6
escuchar en los labios de algún joven, res- que fue año de 1518, por hebreo, comenzaron el año Ibid.
ponder, al preguntársele sobre el motivo de la las gentes déla en primero de marzo, porque por no
crucifixión: «Por defendernos de los judíos, alcanzar bisiesto no podía comenzar de allí a otro
según dicen en la televisión. ¿No?». año, y así había de ir cada año variando. Acabados los
Alrededor de los escenarios se encuentran diez y ocho meses, los dichos cinco días irregulares
miles de puestos con toda suerte de barati- eran muy gran solemnidad cada uno dellos, donde
jas, mercancías y fritangas. Los gritos de los se celebraban muy regocijadas fiestas con grandes
anuncios, de las cumbias y «quebraditas», sacrificios y ceremonias hasta que entraba el año si-
vomitados estruendosamente por los altopar- guiente. El postrero día de cada mes era fiesta general
lantes de comercios y ferias con juegos mecá- en toda la tierra, y de gran solemnidad en cierto día
nicos, compiten con el recitado torpe de los que era postrero de cierta hebdómada de años que
diálogos de Pilato, Herodes y Jesús, también tenían, y este día era el postrero día de cincuenta y
trasmitidos por potentes aparatos de sonido; dos años, que era la hebdómada5.
sumándose a éstos los clarines de los heraldos
y la música de viento de la banda municipal en C o m o podemos percatarnos, el fin del
las pausas dramáticas. siglo mexica coincidía con la celebración de la
Pascua, época en la que se efectuaban ceremo-
II. La escenificación de la Pasión y la nias de carácter propiciatorio y ritual:
celebración de la Semana Santa tienen lugar
en muchas otras partes del mundo católico, e En la ciudad de México y en todas sus provincias
incluso algunas tienen una tradición de siglos, hacían esta ceremonia, conviene a saber, que por
por lo que se han convertido, además de ser mandamientos de los pontífices y sacerdotes mataban
una manifestación de dolor y expiación para todos los fuegos de los templos y de todas las casas,
los creyentes, en una atracción turística por para esto salían ciertos ministros del gran templo de
sus valores estéticos y escénicos. ¿Pero qué es México e iban dos leguas de allí por la calzada, a una
lo que atrae y tiene de particular la Pasión en villa o ciudad llamada Iztapalápan, y subíanse en un
Iztapalapa? collado y mogotes o serrejón que llamaban vixachtla,
Mecánicamente se la ha explicado como donde había un templo con quien tenía el gran rey
una celebración religiosa de carácter sincréti- Moctezuma muy arraigada devoción6.
co: cristiano-pagano, en la que han sido subs-
tituidas las deidades del Panteón Azteca por La referencia a que hace de las Casas es
las figuras de las Santas Escrituras; a partir sobre la ceremonia del Fuego N u e v o , en la
La teatralidad actual de la Pasión
de lo que se ha dicho del teatro evangeliza- que el pueblo de Iztapalapa y el Cerro de la en Iztapalapa
dor del siglo XVI, surgido en la Nueva Es- Estrella jugaban u n papel m u y importante. ARMANDO PARTIDA TAYZÁN
A su vez, Joseph de Acosta, al describir las tión, ocupando su lugar y las vestimentas que
celebraciones a Tezcatlipoca, nos proporciona los simbolizaban. Lo mismo ocurría en la
información sobre la ritualidad mexica, tam- celebración consagrada al dios Tezcatlipoca,
bién estrechamente relacionada con la esceni- como explicaba fray Diego de Duran.
ficación de la Pasión en Iztapalapa: Si por una parte nos encontramos con un
proceso de selección de quien representará
...comenzaban su celebración a nueve de mayo, y a Jesús, con un período preparatorio con la
acabábase a diez y nueve. En la mañana del último misma duración de cuarenta días, por otra, el
Cristo yacente. Pasión de Iztapa-
día, sacaban sus sacerdotes unas andas aderezadas, proceso de travestismo, de apropiación de la
lapa 2 0 0 4 . con cortinas y cendales, de diversas maneras. Tenían persona del dios, resulta muy semejante, ade-
estas andas tantos asideros cuantos eran los ministros más de que en principio se persigue el mismo
que las habían de llevar, todos los cuales salían em- objetivo.
bijados de negro con unas cabelleras largas trenzadas Otras coincidencias muy cercanas, adver-
por mitad de ellas con unas cintas blancas, y con unas tidas ya por el padre Acosta, guardan estrecha
vestimentas de librea del ídolo. Encima de aquellas relación con algunos de los momentos de
andas ponían el personaje del ídolo señalado para la escenificación de Iztapalapa, ya descritos
este oficio, que ellos llamaban semejanza del dios anteriormente:
Tezcatlipoca, y tomándolo en los hombros lo sacaban
en público, al pie de las gradas7. Después de puesto el ídolo en sus andas, tenían
Joseph de Acosta, Historia natu-
por todo aquel lugar gran cantidad de pencas
ral y moral de las Indias, edición Por otra parte, en la festividad consagrada de maguey, cuyas hojas son anchas y espinosas.
de Edmundo O'Gorman. Méxi-
co, FCE, 1962.
a Quetzalcóalt, celebrada en una fecha ante- Puestas las andas por dentro del circuito del patio,
rior, encontramos una descripción más deta- llevándose adelante de sí dos sacerdotes con dos
llada del mismo tipo de rito propiciatorio: braceros o incenciarios, inciensando muy a menudo
Fray Diego Duran, Historia de
las Indias de Nueva España, el ídolo (...) Toda la demás gente que estaba en el
apud. Miguel León Portilla, An- La fiesta de este ídolo celebraban los naturales a tres patio, volviéndose en rueda hacia la parte donde iba
tología de Teotihuacan a los
aztecas, fuentes e interpretacio- de febrero, un día después de nuestra Señora de la el ídolo, llevaban todos en las manos unas sogas de
nes históricas, México, U N A M , Purificación, según nuestro ordinario. La cual solem- hilo de maguey, nuevas, de una braza con un ñudo
1983.
nidad se solemnizaba de esta manera: cuarenta días al cabo, y con aquellas se disciplinaban dándose
antes de este día los mercaderes compraban un indio, grandes golpes en las espaldas de la manera que acá
Acosta, op. cit., págs. 271 -275. se disciplinan el Jueves Santo. Toda la cerca del patio
sano de pies y manos, sin mácula ni señal alguna,
que ni fuera tuerto, ni con nube en los ojos; ni cojo, y las almenas estaban llenas de ramos y flores, tam-
ni manco, ni contrahecho; no lagañoso, ni baboso, ni bién adornadas y con tanta frescura, que causaban
desdentado; no había de tener señal ninguna de que gran contento5.
hubiese sido descalabrado, ni señal de divieso, ni de
bubas, ni de lamparones. En fin, que fuese limpio de De las descripciones anteriores, efectiva-
toda mácula. mente se desprende que en las celebraciones
A este esclavo compraban para que vestido como a Quetzalcóatl, pero en particular del Fuego
el ídolo, le representase aquellos cuarenta días. Y Nuevo y del Quinto Sol pueden encontrarse
antes que le vistiesen, le purificaban, lavándolo dos elementos escénico-rituales muy cercanos a
veces en el agua de los dioses. Después de lavado y los de la escenificación teatral de la Semana
purificado, le vestían a la mesma manera que el ídolo Santa en Iztapalapa:
estaba vestido, según y como queda referido de él, El Año Nuevo, celebrado en marzo con
poniéndole la corona, el pico de pájaro, la manta, el sacrificios y ceremonias propiciatorias. El
joyel, las calcetas y zarcillos de oro, el braguero, la recorrido de dos leguas, del templo Mayor
rodela, la hoz. Este hombre representaba vivo a este al pueblo de Iztapalapa, hasta el Cerro de
ídolo aquellos cuarenta días. El cual era servido y re- la Estrella. La inclusión de la topografía. La
verenciado como a tal; traía su guardia y otra mucha selección de un joven que representará al dios
gente que le acompañaba todos los días8. Tezcatlipoca, al cual debería asemejársele me-
diante el uso de su indumentaria ritual, que
Como podemos darnos cuenta, para tal contenía los diversos símbolos distintivos.
efecto se compraba un esclavo en el mer- Como explicaba Acosta,
cado, que debería estar limpio de cualquier
irregularidad en la piel, para luego ser purifi- ...la fiesta del ídolo Tezcatlipuca era muy solemni-
cado y vestido con la indumentaria del dios. zada. Venía esta fiesta por mayo, y en su calendario
La teatralidad actual de la Pasión
en Iztapalapa Mediante la propiciación y el travestismo, el tenía nombre toxcatl. Pero la misma cada cuatro años
ARMANDO PARTIDA TAYZÁN hombre se transformaba en el dios en cues- concurría con la fiesta de la penitencia, en que había
indulgencia plenaria y perdón de pecados. Sacrifica- externos y los mecanismos internos de su
ban este día un cautivo, que tenía la semejanza del propio drama, que igualmente tenían «un sen-
ídolo Tezcatlipuca10; tido y un fin en sí mismo»; como en este caso
concreto de la Pasión, donde el Salvador moría
mismo que además debía ser puro, seleccio- sacrificado como uno más de sus dioses; desde
nándose entre muchos otros candidatos, para su perspectiva religiosa-cultural, por haber
luego ser recluido en penitencia y así poder llegado a término su ciclo, por lo cual se hacía
ser digno de representar al dios. necesaria su muerte, es decir: su sacrificio; al
Luego venía la procesión y la participación igual que en esta escenificación popular.
de quienes a su vez realizaban sacrificios con En la representación actual de la Pasión
las espinas de maguey; como forma ritual pro- en Iztapalapa, nos encontramos conque la
piciatoria, practicada para sangrarse con esas epidemia de cólera, que ocurriera en 1833,
espinas; rito, que por otra parte, se practicaba hizo resurgir esta escenificación que, por otra
cotidianamente, a diversas horas del día o de parte, tuviera inicialmente un sentido ritual,
la noche. Actos propiciatorios muy cercanos a para poder estabilizar al mundo y no siguiera
los que tienen lugar en la Pasión en Iztapalapa: destruyéndose por la cólera. Así se hizo ne-
la presencia de los penitentes en la celebración cesaria la occisión ritual del propio Salvador,
del Domingo de Ramos; además del ofreci- quien con su muerte venía a salvar a la huma-
miento de las palmas, que luego son consagra- nidad; al igual que lo hicieran los ancestros
das durante la misa, y que vienen a ocupar el de los moradores actuales de Iztapalapa en la
lugar de las ofrendas florales, tan generalizadas ceremonia del Quinto Sol y del Fuego Nuevo.
para agradar a los dioses; además de las peni- Por otra parte, no hay que olvidar, que con es-
tencias de los nazarenos el Viernes Santo. tas ceremonias llegaba a término el ciclo vital
Por todo lo anteriormente expuesto, no de los dioses, por lo que había que sacrificar-
es raro el que, cuando los cronistas actuales los, travestidos en los cautivos seleccionados
se refieran a esta escenificación, efectúen una para ello, para así dar comienzo a un nuevo
transposición mecánica entre los ritos cris- ciclo y no a una resurrección, como en el ca-
tianos y los indígenas. Esto no tiene nada de so original de la Pasión bíblica, que no tiene
raro, pues los propios cronistas misioneros lugar en la teatralización de Iztapalapa.
del XVI al hacer el relato, al interpretar los Es evidente que con el correr de los siglos
ritos de los mexicas, tomaron como modelo su se perdió el significado ritual original prehis-
propio imaginario cultural y religioso (como pánico al imponerse la ideología cristiana; sin
podemos percatarnos en las extensas citas aquí embargo, su imaginario resurgió con el rei-
incluidas), ya que, si efectuamos un análisis nicio de la escenificación de la Pasión en este
somero de su imaginario, a partir de su visión poblado. Con el dominio del catolicismo, la
del mundo y su ideología, nos encontraremos memoria colectiva trasladó a un segundo lu-
que los frailes, al igual que los demás cronis- gar el antecedente ritual de las ceremonias que
tas, repitieron su propio modelo ideológico al se celebraban en ese lugar; en tanto, la anécdo-
interpretar al mundo prehispánico. De allí que ta y el relato de la Pasión de Jesús se arraigó
surja la pregunta, cuando se habla del sincre- aquí; resemantizando con ello el significado
tismo pagano-cristiano: ¿a qué dios o dioses se sagrado del lugar de la representación.
están substituyendo a través del personaje de Lo paradójico de todo esto es que, en la
Jesús? Partiendo de esa explicación mecanicis- época actual, ambos contenidos: pagano-reli-
ta es difícil encontrar respuesta. giosos, se han ido borrando, al predominar el
Como podemos ver, nos encontramos ante espectáculo teatral, por la monumentabilidad
el hecho de que, durante la evangelización de que ha ido tomando la escenificación del
los indios de la Nueva España, en el siglo XVI, pasaje bíblico. Aunque siguen prevaleciendo
no podemos hablar sólo de que haya tenido en esencia los mismos motivos religiosos,
lugar un proceso de sincretismo cristiano- durante la realización de la dramatización do-
pagano, sino también de la identificación de minan los aspectos de la escenificación, de la
una mística religiosa propia del poblador del teatralidad, sobre los estrictamente religiosos.
altiplano mexicano. De manera que los indios De hecho aquí tenemos uno de los ejemplos
pudieron fácilmente manifestarse a través de más puros del «teatro tosco» de Peter Brook,
las escenificaciones cristianas, sin que tuviera mismo que seduce al «público», compuesto
lugar una substitución de sus rituales, habien- por los miles de espectadores que año con
do encontrado en las manifestaciones teatrales año son convocados por esta representación
de los misioneros los mismos componentes en Iztapalapa.
BIBLIOGRAFÍA CITADA León-Portilla, Miguel, Antología de Teo-
tihuacan a los aztecas, fuentes e inter-
Acosta, Joseph de, Historia natural y mo- pretaciones históricas, México, UNAM,
ral de las Indias, edición de Edmundo 1983.
O'Gorman. México, FCE, 1962. Horcasitas, Fernando, El teatro náhuatl:
Casas, fray Bartolomé de las, Apologética épocas novohispana y moderna, México,
Historia Sumaria, edición preparada por UNAM, 1974.
Edmundo O'Gorman. 2 vols., México Rubín, Marcela, «Cinco millones costará re-
UNAM, 1976. presentar la pasión en Iztapalapa», Excel-
«Con estrecheces, la Pasión en Iztapalapa», sior, 26.03.1986.
Excelsior, 28.03.1986.

La teatralidad actual de la Pasió


en Iztapalapa
ARMANDO PARTIDA TAYZÁN
Octavio Rivera Krakowska

Doctor en Literatura Hispánica por


el Colegio de México, actualmente
es profesor en la Facultad de Artes
de la Universidad de las Amé-
ricas-Puebla (Cholula, México).
Especialista en teatro novohispano,
ha publicado en revistas especiali-
zadas europeas y americanas más
de una treintena de trabajos sobre
este tema, dedicados sobre todo a
las condiciones de representación
NOTAS SOBRE LA FIESTA en los Siglos de Oro y a figuras
destacadas de este período como
González de Eslava y Sor Juana
Y LA REPRESENTACIÓN TEATRAL Inés de la Cruz. Sus estudios se
han orientado asimismo hacia tea-
tro mexicano contemporáneo. Ha
EN LA SEMANA SANTA DE SANTA sido Presidente de la Asociación
Mexicana de Investigación Teatral
y ahora es editor de su revista,

MARÍA DE TONANTZINTLA Investigación Teatral.

OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA

RESUMEN

Santa María Tonantzintla es una población que se localiza a cuatro kilómetros al sur de Cho-
lula y a doce kilómetros al oeste del centro de la ciudad de Puebla. Tonantzintla debe su fama a
su templo principal dedicado a la Purísima Concepción de María, «Santa María Tonantzintla»,
cuyo interior, de pequeñas dimensiones, es dueño de una de las muestras barrocas mas exquisi-
tas y extraordinarias en México de lo que se puede denominar, según algunos especialistas, arte
mestizo.
En Tonantzintla, como en muchas otras poblaciones en el país, la celebración de la Semana
Santa es una de las mas importantes del calendario festivo. Parte fundamental de la fiesta re-
ligiosa-popular es la representación de la «Judea» que se lleva a cabo desde el Jueves Santo y
hasta el Sábado de Gloria. Durante estos tres días, las distintas secciones en que esta dividida la
representación teatral, y que van desde la Oración del Huerto hasta la Crucifixión, se intercalan
con los actos litúrgicos, los oficios, las devociones y las procesiones, actividades, todas ellas, no
exentas de teatralidad, y cuyo desarrollo busca integrar a toda la comunidad en las distintas ta-
reas de la organización, la distribución espacial - y los actos que en ellas se realizan-, su empleo,
y, por supuesto, la actitud espiritual.
El propósito de mi trabajo será el de revisar algunas de las características de la fiesta y re-
presentaciones teatrales de Semana Santa en Tonantzintla, así como atender a sus relaciones con
otras celebraciones de este tipo en México.

FEASTS AND DRAMATIC REPRESENTATION IN HOLY


WEEK IN SANTA MARÍA TONANTZINTLA

ABSTRACT

Santa María Tonantzintla is a village located four kilometres south of Cholula and twelve to
the west of Puebla city centre. Tonantzintla owes its renown to the main church dedicated to the
Most Holy Conception of Mary, 'Santa María Tonantzintla'. The church's small interior houses
one ofthe most exquisite and extraordinary baroque examples in México ofwhat could be callea,
according to come experts, Mestizo art.
Notas sobre la fiesta y la
As in many other villages around the country, in Tonantzintla the celebration of Holy Week representación teatral en la
Semana Santa de Santa María de
is one ofthe most important in the festive calendar. A fundamental element of the popular re- Tonantzintla
ligious festival is the representation of Judea that takes place from Maundy Thursday to Easter OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA
Saturday. During these three days, the different sections dividing the tkeatrical representation
from Christ's Prayer in the Garden to the Crucifixión merge with liturgical acts, offices, devo-
tions andprocessions. All these activities include some form of histrionics and their performance
seeks to involve the whole community in different organisational tasks, settings - including the
acts carried out therein - work and, of course, spiritual sentiment.
The aim ofthis work is to look at some celebratory characteristics and theatrical representa-
tions from Holy Week in Tonantzintla and study their relation to other celehrations ofthis type
in México.

Retablo de la Pasión de Cristo.


Santa María Tonantzintla.
UNO arte mestizo. Su decoración y simbología, de
acuerdo con los estudiosos, es una de las más
Santa María Tonantzintla es una población ricas y complejas en el país y ha dado lugar a
;
Santa María Tonantzintla es una que se localiza a cuatro kilómetros al sur de diversas interpretaciones2.
¡unta auxiliar del municipio de la ciudad de San Andrés Cholula y a alrede- En Tonantzintla la celebración de la Se-
San Andrés Cholula, que es la
cabecera municipal. El municipio
dor de diez kilómetros al oeste del centro de mana Santa es quizá la más importante de su
está ubicado en la región cen- la ciudad de Puebla en el Estado de Puebla, calendario festivo-religioso3. Esta fiesta inclu-
tro-oeste del Estado de Puebla.
México1. El pueblo de «Tonantzintla», como so posee quizá mayor poder de convocatoria,
Tonantzintla cuenta actualmen-
te con una población de entre se le conoce comúnmente, debe su fama den- que la fiesta patronal en honor a Santa María
3500 y 4 0 0 0 habitantes. Según tro y fuera de México, a su templo principal (24 de diciembre) y la de la Natividad de la
Rubial García, la fundación de
Santa María Tonantzintla se pue- dedicado a- la Purísima Concepción de María, Virgen (8 de septiembre)4. En la celebración
de situar hacia 1587 (Antonio «Santa María Tonantzintla», cuyo interior, intervienen los tres barrios en que se encuen-
Rubial García, Santa María To-
nantzintla, un pueblo, un templo,
de pequeñas dimensiones, es dueño de una tra dividida la población: San Miguel, San
México, Universidad Iberoame- de las muestras barrocas más exquisitas y Diego y San Pedro5. Parte fundamental de la
ricana, 1 9 9 1 , pág. 23) y en
extraordinarias en México de lo que se pue- fiesta religiosa es la representación de la pieza
«el siglo XVIII [...] Tonantzintla,
como todos los llamados pueblos de denominar, según algunos especialistas, llamada Pasión y muerte del Redentor sobre
de indios de la región, era ya
un poblado mestizo totalmente
penetrado por la cultura espa-
ñola, aunque su gente seguía
hablando náhuatl y llamándose
taría de Cultura del Gobierno diversas y originales maneras). feria, procesiones, alabanzas, pues se le celebraba con el mis-
con nombres indígenas» [Ibi-
del Estado de Puebla, 1995, y El día más importante es el alfombras de flores o serrín, mo boato que a la Asunción de
dem, pág. 27). Actualmente, la
el de Luisa Ruiz Moreno, Santa Viernes Santo cuando se reza bebida ceremonial, danzas de María, a Nuestra Señora de la
población, como ocurre en otras
María Tonantzintla. El relato el Viacrucis y en algunos luga- moros, tecuanes, Doce Pares Candelaria, a Nuestra Señora
muchas comunidades de Puebla,
en imagen, México, Consejo res se hace la representación de Francia, vaqueros, palo de la Encarnación, a Nuestra
posee apellidos de origen ná-
Nacional para la Cultura y las de la Pasión de Cristo. Aquí volador, santiagos, negros y Señora de los Dolores y a
huatl. En Tonantzintla, el español
Artes, 1993. se ven las imágenes ricamente quetzales; y en el listado de las vírgenes de los Remedios
es la lengua dominante, al grado
ataviadas, mujeres con incen- «Localidad con representa- y de Guadalupe. Al parecer
que es posible decir que se ha
sarios, flores y se oyen cantos ciones» aparecen: Cuapan, todas estas fiestas marianas
perdido el náhuatl como lengua
El Catálogo de ferias y fies- entonados por los fieles. En Ahuazote, Ahuehuetítla, Chifla tenían la misma importancia
hablada. La calidad de «pobla-
tas. Estado de Puebla, en lo los pueblos indígenas muchas de Tapia, O r t a l , San Miguel [...]», y añade que a fines
d o mestizo» que atribuye Rubial
que corresponde al listado de veces es una singular mezcla Xoxtla y Xicotepec de Juárez. del siglo XVIII, «[...] después
a Tonantzintla desde el siglo
festividades en San Andrés de las creencias prehispánicas N o hay mención, por lo tanto, de doscientos años de vida,
XVIII, es visible en la representa-
Cholula, no incluye ninguna y la religión católica ya que ni a Santa María Tonantzintla Tonantzintla seguía siendo un
ción de la Judea, es decir, es una
celebración durante Semana durante la Conquista los frailes ni, en todo caso, a San A n - pueblo fuertemente cohesio-
representación mestiza.
Santa [Catálogo de ferias y evangelizadores, permitieron drés Cholula (Sonia Iglesias y nado y profundamente unido
fiestas. Estado de Puebla, Pue- que los indígenas conservaran Cabrera, Leticia Solazar Cár- bajo su cuerpo de república,
Ibidem, pág. 11 9. Además del bla, Secretaría de Turismo del algunos de sus ritos y hoy en denas y Julio César Martínez con sus tierras comunales y al-
libro de Rubial sobre Tonantzin- Estado de Puebla [ 1 9 9 8 ] , pág. día se llevan a cabo en estas Gómez, La Semana Santa en rededor de una organización
tla y su templo pueden verse, 53). En el caso de Tonantzintla fechas ceremonias que datan México. Con la muerte en la religiosa centrada en el culto a
entre otros, Pedro Rojas, 7b- sólo menciona la fiesta patro- de la época prehispánica y cruz, México, Consejo Nacio- la virgen María. De ella el pue-
nantzintla, México, Universidad nal (24 de diciembre), aunque que no tienen relación con la nal para la Cultura y las Artes, blo esperaba la fertilidad de
Nacional Autónoma de México, Tonantzintla celebra también Semana Santa» [Ibidem, pág. 2 0 0 2 , pág. 102). sus tierras y de sus mujeres y
1 9 5 6 ; la antología de textos de la natividad de la Virgen. Sin A). El documento indica que a ella ofrendaba las primicias
Julio Glockner (comp.) Mirando embargo, en la sección in- esta información se recoge de de sus cosechas. En su honor
el paraíso. Textos sobre Tonan- troductoria, «Información ge- «Calendario de Fiestas Popula- De acuerdo con Rubial, un fue que construyeron uno de
tzintla. Antología, Puebla, Secre- neral», sobre las fiestas en el res. SEP. 1988» [Ibidem, pág. documento de 1790 señala los templos más hermosos que
estado, señala: «La Semana 5). El libro La Semana Santa «[...] que los 144 tributarios posee nuestro país» (Rubial
Santa es una fecha muy im- en México. Con la muerte en la que poseía Tonantzintla cola- García, op. cit, pág. 35).
portante para los fieles que cruz incluye el cuadro «Rasgos boraban en la celebración de
la guardan con devoción. En culturales de la Semana Santa casi todas las fiestas dedicadas
todos los municipios hay cele- en los estados de la República a la virgen María. Aunque la Cada barrio posee una capilla
Notas sobre la fiesta y la
braciones religiosas. Empieza Mexicana». En el caso del advocación del patronazgo de dedicada a su santo patrono
representación teatral en la
Semana Santa de Santa María de el Domingo de Ramos con estado de Puebla registra las la iglesia era la Inmaculada y se edificaron posiblemente
Tonantzintla la bendición de las palmas siguientes actividades: baile, Concepción, esta festividad no entre 1750 y 1775 [Ibidem,
OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA (Las [sic] hojas trenzadas de juegos pirotécnicos, música, tenía una relevancia especial, pág. 41).
la Pasión de Cristo a cargo de la «Corpora- (Tesorero). Cada uno de ellos debe proceder
ción de la Judea». La representación se inicia de cada uno de los barrios y estar presentes en
el Jueves Santo y concluye el Viernes Santo. todos los actos litúrgicos que forman el cuerpo
Durante estos dos días, las distintas secciones principal de la celebración piadosa.
que componen la representación teatral van Esta «Directiva» acuerda comisiones con
desde la Oración del Huerto hasta la Cruci- la presidencia auxiliar y los vecinos. Entre
fixión, y se intercalan con los actos litúrgicos, ellas, y en relación con la representación tea-
los oficios, las devociones y las procesiones, tral, la presidencia auxiliar debe encargarse de
actividades, todas ellas, no exentas de tea- la instalación de tres «templetes» (tarimas),
tralidad, y cuyo desarrollo busca integrar a Detalle del Retablo de la Pasión
una enorme lona que, a manera de techo, cu- de Cristo (figura empleada en
toda la comunidad en las distintas tareas de la bre el espacio frente a la capilla de San Pedro la representación la Pasión y
organización, la distribución espacial y, por en donde se levantan los «templetes» para las muerte del Redentor).

supuesto, la actitud espiritual6. escenas del juicio; así como de la iluminación


De acuerdo con la tradición popular, las de esta zona, ya que gran parte de la represen-
fiestas probablemente se iniciaron entre 1840 tación tiene lugar la noche del Jueves Santo.
y 1860 con el propósito de solicitar la ayuda En cuanto a los vecinos, una de las comisiones
divina para detener las epidemias que mer- más importantes es la que se compromete en
maban a la población7 y, en el periodo que la construcción y decoración del «Huerto» en
corre entre 1908 y 1912, hubo un año en que donde tienen lugar los episodios teatrales de la
se suspendieron. Los lugareños atribuyeron a «Oración» y el «Prendimiento».
laron el sur del estado y esta-
este hecho una gran sequía y la pérdida de la La «Corporación de la Judea» es la res- blecieron un gobierno alterno al
cosecha. Desde de entonces, la fiesta se lleva a ponsable de la representación teatral. Realiza oficial. «Este gobierno zapatista
cabo año con año8. su tarea de manera paralela con la «Directiva», adquirió tanta fuerza en la enti-
dad que pudo mantener sitiada
acuerdan entre sí la realización de la misma, a la ciudad de Puebla desde
DOS la fecha de inicio de los ensayos, y los días marzo hasta diciembre de 1912
y en algunas ocasiones estuvo a
y el horario en que pueden tener lugar, pero punto de tomarla. / La situación
Las fiestas de la Semana Santa en Tonan- no depende de ella para la toma de decisiones que prevaleció de hecho en todo
el estado a lo largo de 1912
tzintla están concebidas de modo que, como he en relación con los distintos aspectos de la afectó severamente su economía.
dicho, participe toda la comunidad, al mismo representación. La «Corporación de la Judea» Se redujo la producción agro-
recibe de la «Directiva General» el apoyo eco- pecuaria en virtud de que una
tiempo que se tratan de ocupar todas las calles
cantidad importante de tierras se
y los recintos sagrados propios de sus tres nómico para el alquiler del equipo de sonido, dejó de cultivar y de que varias
barrios. La participación de los tres barrios la alimentación de los actores durante el tiem- haciendas y ranchos ganaderos
fueron saqueados; disminuyó la
es de enorme importancia. El número tres es po que dura la representación y la compra o producción industrial, sobre to-
constante en muchas de las actividades que se alquiler de algunos otros implementos que do la textil, por las condiciones
irregulares que prevalecieron en
desarrollan, así como en las formas de organi- puedan ser necesarios. La «Dirección» de la el abasto de insumos y en la
zación. Para estas tareas, así como la coordi- «Corporación» se encuentra formada por tres operación misma de las fábricas,
personas: Presidente, Secretario y Tesorero, en las que los conflictos que se
nación y ejecución general de las festividades
iniciaron en diciembre de 1911
de Semana Santa, se nombra anualmente, el representantes de cada uno de los barrios. tuvieron importantes secuelas. El
primer día de enero, una «Directiva General» Cada uno los miembros de la «Dirección» de comercio quedó dislocado por-
que el gobierno del estado no
conformada por el Fiscal Mayor (Presidente), la «Corporación» tiene un suplente, que toma podía garantizar la seguridad
el Teniente (Secretario) y el Cera Mayordomo su lugar en caso necesario. en los principales caminos. Las
vías del ferrocarril y las líneas te-
legráficas sufrieron varios aten-
tados y los servicios no pudieron
restablecerse al instante por la
situación que prevalecía. La ge-
neración de energía eléctrica
ó te estas líneas, a la difusión de gas, Breve historia de Puebla, ciones de 1910. En la ciudad disminuyó y se experimentó una
Agradezco profundamente al la representación teatral de México, El Colegio de México de Puebla, los movimientos en fuerte escasez de mano de obra
Lie. Rogelio Tecuanhuey Cruz, la Judea, al conocimiento de - Fondo de Cultura Económica, contra de la reelección, y de en la agricultura, la industria y
presidente de la «Corporación nuestra cultura teatral tradicio- 2 0 0 1 , pág. 167). Díaz, fueron intensos. El éxito las actividades extractivas. La
de la Judea» por el periodo de nal y a la de la riqueza cultural popular de la visita de Madero fuga de capitales se acentuó a
2 0 0 5 a 2 0 0 7 y miembro de la de Tonantzintla. 8 a Puebla en 1910 se revirtió medida que pasaban los meses
misma desde 1995, la valiosa Es posible que la suspensión en contra de sus partidarios sin que el gobernador pudiera
información que me ha pro- 7 en aquel año se debiera a la en severas y violentas repre- controlar la situación» [foidem,
porcionado para la realiza- Lomelí Vanegas apunta: «Ade- situación política por la que siones que vivieron momentos págs. 302-303).
ción de este texto que hubiera más de las fiebres que azota- pasaba el país, y el Estado de álgidos con los asesinatos de
sido imposible sin el esfuerzo y ron a la ciudad [de Puebla] Puebla, en aquellos momentos. los hermanos Serdán el mis-
el entusiasmo en su propio tra- entre 1812 y 1 8 1 3 , hubo A partir de 1908 se organiza- mo año. Los levantamientos
bajo y el cariño por su comu- severas epidemias de cólera ron los primeros círculos políti- populares se multiplicaron y,
Notas sobre la fiesta y la
nidad. Deseo que las noticias morbo en 1833 y 1850, epi- cos de la entidad producto de con la llegada de Madero a la
representación teatral en la
que me ha comunicado y la demias de sarampión y escar- la apertura del presidente Díaz presidencia de la república en Semana Santa de Santa María de
cordialidad de su ayuda con- latina en 1825 y de viruela en a este tipo de agrupaciones 1 9 1 1 , las fuerzas zapatistas, Tonantzintla
tribuyan en lo posible, median- 1 8 3 0 . (Leonardo Lomelí Vane- en vista de las futuras elec- en contra de Madero, contro-
OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA
El Presidente ejerce su cargo du- vacantes. La respuesta de la comunidad es
rante tres años, debe formar parte de entusiasta y, en caso necesario, se abre un pe-
la «Corporación» y es elegido por riodo para la selección de los actores12.
sus miembros: los actores y el per- Las tres personas que forman la «Direc-
sonal técnico. La responsabilidad de ción» deben estar presentes en todas las fases
la «Dirección» de la «Corporación» de la representación, al cuidado de que todo
es la de proceder a la realización de se desarrolle con normalidad dentro de lo
la representación y coordinar todos establecido y atentos a las necesidades de los
sus aspectos estéticos y técnicos. actores. Darles agua, por ejemplo, si tenemos
El «Presidente» tiene la facultad de en cuenta que hay secciones que pueden llegar
hacer las modificaciones en la repre- a durar alrededor de tres horas y que los ac-
sentación que considere pertinentes, tores están todo el tiempo sobre el escenario.
particularmente las que atañen a En relación con esta tarea, es normal ver a
mejoras en el espectáculo: revisión los miembros de la «Dirección», entrar, salir
del texto que se interpreta9, cuidado o dialogar en escena con los actores, durante
del vestuario de los actores10, y de la representación. Las «vistas» de los «tem-
las «vistas» (los decorados de los pletes» deben ser retiradas por los miembros
Detalle del Retablo de la Pasión de Cristo. «templetes»)11. de la «Corporación» inmediatamente después
De cinco años a la fecha, el Do- de que terminan las últimas escenas que los
mingo de Pascua, una vez que las actividades ocupan, a lo que les sucede el desmontaje de
han concluido, los miembros de la «Corpora- los «templetes», tarea de la junta auxiliar del
ción» se reúnen y se hace un informe. En esa ayuntamiento. El objetivo es dejar de nuevo
Según Tecuanhuey, el texto dia-
logado de la representación ocasión se abre la convocatoria para la susti- libre la calle en donde todo esto ha sido insta-
es producto de (a recopilación tución de los actores que han cumplido con lado, y seguir a la procesión que ha salido de
de textos dramáticos sobre la
Pasión provenientes particular-
su tarea, de acuerdo con la norma, durante los la iglesia de San Pedro y terminará frente a la
mente de Malacatepec (Junta tres años para los que se comprometen para explanada de la iglesia de Santa María. En el
Auxiliar del municipio de Santa trayecto hasta este último sitio, la procesión
Clara Ocoyucan, vecino de San
representar a un personaje. En caso de que
Andrés Cholula), Pueblo Nuevo alguna persona decida suspender su partici- se detiene en dos ocasiones: una en el templo
(Colonia del Municipio de Pue- pación, aun cuando no haya cumplido con el de San José y otra en el de San Diego. En cada
bla), y fragmentos de la Biblia.
En Santa Clara Ocoyucan se tiempo reglamentario, se ofrecen los papeles una de ellas tienen lugar una de las «caídas»
registra la representación de la
Pasión de Cristo [Catálogo de
ferias y fiestas..., op. cit., pág.
46). Por su forma literaria el
texto, al cual sólo he tenido ac-
ceso mediante la representación, pág. 227), fecha alrededor de el momento en que se decía
podría ser una elaboración de la cual se supone comenzaron (en la madrugada) no retenía
n de atraer a más espectadores.
Cuando una persona interpreta
Las «vistas» son el único objeto
fines del siglo XIX o de princi- las fiestas de Semana Santa en la atención del público quien un papel por primera vez, la
que forma parte del acervo
pios del XX, con correcciones Tonantzintla-, los textos pro- prefería retirarse. Tecuanhuey memorización debe empezar
material de la «Corporación».
y adiciones resultado de sus vienen de adaptaciones de la considera que el año entrante en octubre del año anterior.
formas de transmisión y de las novela de Enrique Pérez Escri- se recortaran otros textos, pues 12 Los ensayos generales de la
adaptaciones a que ha estado ch (1829-1897) El mártir del la gente quiere ver «acción» y Cuando hay más de una per- representación se inician el
sujeto a través del tiempo. El Gólgota y de Los cuatro conci- que cuando algo se recorta o sona que desea representar un Miércoles de Ceniza de cada
título remite al nombre de uno lios para la celebración de las elimina hay que incluir otras papel se hace una selección año. En los ensayos se cuida
de los tres misterios del Rosario, tres caídas de Semana Santa, acciones y personajes que en- para elegir al mejor. Para la particularmente lo referente a
los «misterios del dolor». No editado por Antonio Vanegas riquezcan la obra. selección, los aspirantes reci- «encajonar», que consiste en
es claro si desde las primeras Arroyo, entre fines del siglo ben los textos para que los que cada actor sepa cuan-
representaciones en Tonantzintla XIX y principios del XX (Iglesias 10 memoricen y los representen do es su turno para intervenir
ya se decía un texto y si, en todo y Cabrera, op. cit., págs. 187- Cada actor es dueño de su en una especie de «audición». en la obra. Se supone que
caso, era el mismo que se dice 188). La representación en Iz- propio vestuario, el cual man- Sobre ello se hace la selec- los actores deben llegar a los
hoy. En la representación de la tapalapa introdujo estos textos da a hacer y paga. El traje ción. La edad promedio de ensayos con su papel apren-
Pasión en Iztapalapa - u n a de hacia fines del siglo XIX. Algo se hace de acuerdo con las los actores en la actualidad es dido pues desde octubre se
las más difundidas y estudiadas similar podría haber ocurrido instrucciones que recibe de la de entre 25 y 3 0 años. Antes han comprometido para la
en México, y que se iniciaron en el caso de Tonantzintla. De «Corporación» y, en principio, los papeles eran representados representación. En principio,
hacia 1833 (Adriana Luna Parra acuerdo con [os informes sobre debe corresponder al tipo de por personas de más de 35 el reparto es básicamente el
(coordinación general), Semana Tonantzintla, como he dicho, personaje, su rango social y años. Tecuanhuey opina que la mismo, durante tres años,
Santa en Iztapalapa, México, las fiestas de Semana Santa se la comunidad cultural a la negativa de personas mayores aunque por supuesto, como
Departamento del Distrito Fede- iniciaron en la primera mitad que pertenece de acuerdo con para participar se debe a cier- he dicho, puede haber cam-
ral - Delegación Iztapalapa, Uni- del siglo XIX, lo cual no implica la historia representada. Hay ta «timidez». Anteriormente los bios anuales. Los cambios de
versidad Autónoma Metropolita- que desde un principio hubiera una intención de reproducción papeles eran representados por acuerdo al nuevo reglamento
na-lztapalapa - El Juglar, 1992, habido representación teatral. histórica del traje, aunque es la misma persona durante más se hicieron también para que
El «Presidente» de la «Cor- posible observar la inventi- de tres años. La presidencia más miembros de la comuni-
poración» puede incluir tex- va personal en la recreación de la «Corporación» decidió, dad tengan la oportunidad de
tos, eliminarlos, reducirlos. En de los modelos. Cada año se hace aproximadamente seis participar de forma activa en
Notas sobre la fiesta y la años, que los actores represen-
2 0 0 5 , por ejemplo, el texto de intenta que el personaje enri- las representaciones; por otra
representación teatra! en la
Nicodemus, que anteriormente quezca su vestuario, mediante taran un papel por un máximo parte, son ellos, quienes tienen
Semana Santa de Santa María de
Tonantzintla duraba cerca de una hora, se mejores telas y adornos según de tres años. Este cambio se preeminencia en la representa-
redujo. La longitud del texto y corresponda. implemento con la intención ción de los papeles.
OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA
que señala el Vía Crucis. La última caída, la venerada por los doce apóstoles repre-
tercera, y la crucifixión se representan en la sentados por jóvenes de Tonantzintla.
explanada frente a Santa María. La expresión de la imagen es dolorosa
y sus brazos están extendidos hacia el
TRES frente. Sobre ellos durante esta fase de
la celebración se deposita una rosa de
Las fiestas de Semana Santa en Tonantzint- color rojo. La imagen viste de morado
la se inician el Domingo de Ramos y terminan y lleva una gran capa de brocado de
en las primeras horas del Domingo de Pascua. color hueso con dibujos abstractos en
La representación teatral tiene lugar el Jueves morado y oro. Para la tradición piado-
y el Viernes Santos13. sa de Tonantzintla la imagen es mila-
Jueves Santo. A las siete de la mañana se grosa y forma parte del tesoro artístico
empieza a rezar el Rosario, se hacen plegarias de la iglesia. Durante todo el año, está
y cantos. La imagen del Sagrado Corazón de colocada en el «Retablo de la Pasión».
Jesús, talla de madera colocada sobre andas, es Esta imagen es extremadamente im- Ermita de San Diego, Tonantzintla.

13 que soporta las ramas frescas «ramilletes» más cercanos a la micas y sociales y su impor- do por otras cuatro pequeñas
Antes, a partir del Miércoles del mismo árbol, se tienen de capilla mayor del templo, dos tancia en la evolución histórica figuras de Jesús en distintos mo-
de Ceniza, los vecinos, frente tiempo atrás. Las «sombras» se de cada uno de los lados de la de la ciudad. Por tradición, la mentos de la Pasión. Esta capilla,
a sus casas, suelen adornar el componen, además, de hojas nave la de la pequeña iglesia, preeminencia la tiene el barrio en Semana Santa, se adorna
piso de la banqueta, todos los de palma. Contar con estas úl- le corresponden al barrio de de San Miguel. Este orden de ricamente con un altar efímero
viernes hasta el último antes timas es responsabilidad de los San Miguel, le siguen, los cua- cercanía respecto de la capilla de tres pisos dedicado a Cristo
del Viernes Santo, con hileras «Mandones» quienes las llevan tro del barrio de San Diego y mayor también se sigue en el en el Huerto de los Olivos. A los
de pequeños manojos de flores a Tonantzinta desde Acatlán ¡unto a la puerta de entrada que ocupan quienes represen- lados de una reproducción lito-
como ofrenda devota. Es co- o Atencingo, localidades al de la iglesia se instalan los del tan a los apóstoles cuando se gráfica de una pintura de Cristo
mún que se empleen «pensa- sur del estado de Puebla. Las barrio de San Pedro. La iglesia encuentran fuera o dentro de en oración en el Huerto, que es
mientos», pequeñas flores del hojas de palma, a diferencia de Santa María Tonantzintla la iglesia. De la «sombra», el objeto principal de este altar,
litúrgico color morado de los de las ramas de «ocote», se está en el barrio de San Diego, en el atrio, cuelgan frutas na- se encuentran doce candelabros
ornamentos de cuaresma y las trasladan envueltas en papel aunque por ser la iglesia ma- turales: pinas, mameyes, las de una sola y larga vela blanca
celebraciones de la Semana por ser más delicadas y, qui- yor de la comunidad no perte- «pinas» del pino. De acuerdo que también han sido ornados
Mayor. El Domingo de Ramos, zá, por tener una función más nece a ningún barrio y, por lo con la tradición, las frutas de- con rosetones de palma tejida
los mayordomos de cada uno cercana a los actos litúrgicos. tanto, todos los habitantes de ben ser naturales, aunque este y pequeñas banderas de papel
de los tres barrios salen muy Además de ser usadas en la la población se encargan de año hubo algunos adornos de picado de colores oro y plata.
temprano por la mañana ha- decoración de las «sombras», cuidar la iglesia y sus alrede- papel de china imitando frutas: El papel picado, tanto el que
cia las tres localidades más una parte de las palmas es dores. La comisión encargada pinas, racimos de uvas, man- se encuentra en los altares late-
importantes del municipio de bendecida durante la fiesta de levantar los «ramilletes» zanas. Los escalones de ac- rales como el de las banderas,
San Nicolás de los Ranchos (a del Domingo de Ramos - d í a debe ofrecer una comida a ceso al atrio, cuyo pórtico de presenta imágenes del cáliz con
2 8 km de la Ciudad de Puebla) en que se hace una procesión todos quienes participan en el entrada está formado por un la hostia o el rostro de Jesús.
que se encuentran en las faldas con la imagen de San Rami- trabajo. Al centro de la nave muro con dos arcos, se cubren A los lados de los candelabros
de los volcanes Popocatépetl e tos-, y forman parte de las de la iglesia cuelga horizon- de pétalos de flores. Así, el se encuentran enormes jarrones
Iztaccíhuatl: San Nicolás de los insignias que caracterizan a talmente el «cielo»: un enorme aspecto plástico, odorífero (el cuajados de azucenas. Sobre el
Ranchos, Santiago Xalitzintla los jóvenes que representan a marco de madera adornado «ocote») y sonoro (el canto de piso hay gran cantidad de ve-
y San Pedro Yancuitlalpan, en los doce apóstoles, quienes las por una cortina elaborada con las palomas y el Viernes Santo ladoras en recipientes de vidrio
donde una buena parte de su usan en algunos de los actos hojas de papel de china de el de un gallo), sobre todo el incoloro llenos de aceite. Estas
territorio está formado por ex- litúrgicos, así como en parte de color morado. De él, penden del interior del templo, impre- veladoras se prenden el Jueves
tensos bosques de pinos. Gran la representación. Las palmas frutas naturales: pinas, san- siona y conmueve al visitante. Santo y se retiran el Viernes
cantidad de ramas de una se dejan en la iglesia después dias, mameyes, melones chi- El espacio recargado de la Santo. Las veladoras se regresan
de sus variedades, conocida de la procesión del domingo. nos, racimos de plátanos, el decoración vegetal cubre una a sus propietarios. Los miembros
en México como «ocote», son El Martes Santo, la hoja de la fruto del coco, grandes obleas parte de la riqueza decorativa de su familia, especialmente los
las que se cortan y sirven pa- palma es tejida personalmente de colores: violeta, amarillo, de los muros del templo, de niños, beben el aceite que aún
ra elaborar las «enramadas» por su dueño. Este mismo día rosa, blanco, y enormes «pi- manera que parece que se ha quede. Se considera aceite ben-
(«sombras»], techos que se se adornan e instalan, junto nas» del pino. El Miércoles entrado a un bosque. El Jueves dito por haber acompañado a
colocan en el atrio de los tem- a los muros del templo, los Santo, en el atrio, se levantan y Santo un lienzo enorme de Jesús en el altar. En este mismo
plos en Tonantzintla entre la doce «ramilletes», fuertes y adornan los doce «ramilletes» color morado, el «luto», oculta altar se coloca una urna con las
entrada principal de la iglesia altos troncos de «ocote», en el que soportan la «sombra». La a la vista la capilla mayor. hostias que serán repartidas en
y la puerta de acceso al atrio interior de la iglesia de Santa «sombra» se pone el Viernes Sobre los muros laterales de la misa del Viernes Santo.
de modo que comunican una María, entre el frente de la de Dolores en todas las iglesias la nave se encuentran visibles
puerta con la otra; y para ar- capilla mayor y la entrada a la de la población a excepción de sus cuatro retablos permanen-
mar los «ramilletes». La visita iglesia. Los «ramilletes» están la de Santa María. Su orden es tes. Cada uno de estos altares
por parte de las autoridades de cubiertos de ramas de «ocote» el mismo que se ha seguido está decorado de manera sen-
Tonantzintla, y su propósito, se y hojas de palma. A los que dentro de la iglesia: ¡unto a cilla con carpetas de papel
comunica al municipio de San están ¡unto a la capilla mayor la entrada al templo están los picado, rosetones de palma
Nicolás de los Ranchos desde se les cuelgan jaulas con pa- de San Miguel, después los de tejida, pequeñas macetas de
octubre del año anterior al de lomas, cuyo canto anuncia el San Diego y a la entrada al latas cubiertas por papel de
la fiesta y el dia de la visita se tiempo de la muerte de Jesús. atrio los de San Pedro. El sitio china de color morado con
les llevan regalos. La visita en A cada barrio le corresponde que ocupan los cuatro «rami- chía germinada. La capilla del
el Domingo de Ramos a estas la colocación y adorno de lletes» de cada barrio, dentro crucero, a mano izquierda de
comunidades termina alrede- ocho de los 2 4 «ramilletes»: y fuera de la iglesia, parece la capilla mayor, tiene un re- Notas sobre la fiesta y !a
representación teatral en la
dor de las cuatro de la tarde. cuatro por cada barrio den- obedecer a viejas discordias tablo dedicado a la Pasión de
Semana Santa de Santa María de
Los troncos de «ocote», con tro y fuera de la iglesia. Por entre los barrios en relación Cristo. La figura principal es Tonantzintla
los que se levanta la estructura tradición, los primeros cuatro con las preeminencias econó- un Cristo crucificado, rodea-
OCTAVIO RIVERA KRAKOWSRA
"' portante, tanto en la liturgia de las fiestas una representación de la última cena. Para ello
como en la representación teatral de la cual se coloca una mesa en donde los apóstoles
* jrf es de hecho el «actor principal». Desde ocupan sus lugares: seis de cada uno de los
sus orígenes, la representación teatral de lados de la mesa. El sacerdote, todavía como
Tonantzintla nunca ha considerado a una parte del acto litúrgico, representa a Jesús. Ca-
^¿fc:—r^jÉ persona para que represente a Jesús, aspec- da apóstol recibe un plato, un pan y una copa
to común en otras representaciones de la en donde se le sirve sidra. El acto se celebra
Pasión en el país, y elemento que también en silencio. Los apóstoles cortan una parte del
Mm distingue a la de Tonantzintla. El empleo
de esta imagen de bulto, utilizada desde las
pan y el resto lo comparten con los feligreses.
Al terminar la misa, el sacerdote anuncia la re-
H 1 *" primeras representaciones, desea mantener presentación de la «Corporación de la Judea».
el carácter sagrado, la fe, el respeto y la Durante la misa se han escuchado flautas y
solemnidad de la representación. tambores cuyo sonido viene del exterior del
Ermita de San Miguel, Tonantzintla.
La imagen se encuentra escoltada, co- atrio. El sacerdote se retira. Se inicia, enton-
mo he dicho, por doce varones -de prefe- ces, la «Búsqueda del Redentor», se escucha la
rencia solteros- de entre quince y veintiocho voz de Jesús, a través de un altavoz, con ello
14 años que representan a los apóstoles. Los se da principio a la representación teatral. El
Así fue en 2 0 0 5 . Esta carac-
apóstoles van descalzos y visten alba blanca, actor que hace la voz de Jesús está oculto, de
terística, sin embargo, no es
obligatoria y los jóvenes pueden capa de color, y una especie de «mantel» blan- manera que nunca pueda ser visto.
llevar, cada uno, la capa del co doblado en forma triangular y bordado En tres ocasiones, una por cada barrio,
color que deseen.
con símbolos de la eucaristía cubre sus hom- aproximadamente cincuenta jóvenes de eda-
15 bros. Sobre sus cabezas llevan una corona de des de entre 10 y 20 años, aproximadamente,
Este año (2005) la misa, por
primera vez, a petición de la
espinas entretejida con flores cuyos colores de que representan al ejército romano, entran al
«Directiva» de las celebraciones, preferencia podrán ser el morado y el blanco. atrio. La idea de las entradas es intimidar a
se llevó a cabo en el atrio, bajo
la enramada, frente a la puerta
Estos jóvenes provienen de los tres barrios los apóstoles y a Jesús. La llegada al atrio está
principal de la iglesia, ya que el de la población, cuatro por cada barrio, y su precedida por tres o cuatro jóvenes a caballo.
aumento de los fieles en los actos participación, en principio, está sujeta a turno El ejército entra al atrio y forma una valla
litúrgicos y la representación ha
hecho difícil darles cabida en el según una larga lista. Los apóstoles pueden para apartar y resguardar a los fieles. La valla
interior del templo. En el atrio distinguirse por llevar capas de tres colores está formada por una categoría de soldados
se colocó un altar improvisado:
una mesa cubierta con un mantel
distintos, cuatro por cada color y barrio: azul, cuyo traje «a la romana» se distingue por sus
blanco, un cirio a mano izquier- morado y rojo, por ejemplo14. colores blanco y negro quienes delimitan un
d a , un sillón de madera labrada
con el respaldo y el asiento de
La imagen de Jesús (dentro o fuera de la pasillo con sus lanzas de madera. Por el centro
brocado rojo. iglesia)15 recibe de frente al feligrés. Entre la del pasillo entra el resto del ejército haciendo
imagen de Jesús y los apóstoles y la entrada al sonar flautas de pico y tambores, estos solda-
16
El farol tiene una luminaria de atrio hay dos columnas formadas, cada una de dos visten de blanco y rojo. Este enorme con-
aceite, está coronado de cristales ellas, por seis mujeres jóvenes, que visten una tingente está precedido por dos soldados de
y en la punta lleva una esfera de
vidrio de color plateado. El color
blusa de color azul marino y pantalón de co- blanco y negro quienes llevan faroles y cade-
de esta esfera cambia por el azul lor hueso. Ellas son las «faroleras» quienes se nas las cuales golpean contra el piso de piedra
marino y al farol se le coloca un
encargan de llevar un farol cada una de ellas, del atrio. Llegan hasta donde se encuentra la
listón de color negro una vez que
Jesús ha sido condenado. de las oraciones y los cantos en cada una de imagen de Jesús a la cual los apóstoles ocultan
las fases de la celebración16. con las hojas de palma tejidas y adornadas con
17
M e he permitido nombrar las Lavatorio y Ultima Cena17. La misa de la flores. Los soldados buscan a Jesús pero no lo
secciones de la representación «Institución de la Eucaristía» o «De Lavato- encuentran. Al finalizar la tercera entrada, Je-
de acuerdo con los distintos
asuntos del Ciclo de la Pasión
rios» se inicia a las tres de la tarde. La conclu- sús es descubierto. Acto seguido da principio
de Cristo. Estos nombres no son sión de la misa se enlaza inmediatamente con la procesión hacia el «Huerto»18.
empleados en la representación
de Tonantzintla.

18
La procesión está encabezada de la cantidad de gente que ristía, imágenes de Cristo, la eucaristía). En algunos tramos, de manera más sencilla: una
por la imagen en andas de Jesús acompaña la procesión, mar- Virgen de los Dolores o flores. aquellos en donde el camino es enramada con hojas de pino y
y es transportada por los doce chan las faroleras. El camino Sobre las paredes de las casas de tierra, los vecinos riegan el frutas frente a la puerta princi-
apóstoles, tras ellos o los lados, de la procesión se encuentra o establecimientos se cuelgan piso para evitar que se levante pal y el marco con frutas que
dependiendo del ancho de las decorado por los habitantes adornos también de papel, el polvo. En el camino de la pende al centro de la nave.
calles por donde se circula, y de las casas que dan a estas palmas, rosetones tejidos de procesión se visitan las tres Las iglesias son pequeñas y no
calles. El camino se adorna hojas de palma. El piso del iglesias de los tres barrios: 1. incluyen los «ramilletes» que se
y señala con techos de hi- camino de la procesión está San Diego; 2. San Miguel y ponen en el interior de Santa
los de pequeños lienzos de marcado por flores, pétalos 3. San Pedro. Se hace una pe- María. Durante la procesión
Notas sobre la fiesta y la
papel o plástico picado de de flores, hierbas aromáticas o queña parada en cada una de se alternan las oraciones y
representación teatral en la
Semana Santa de Santa María de colores blanco y morado. Los aserrín pintado de distintos co- ellas. Las iglesias también han cantos de las faroleras - a quie-
Tonantzintla papeles presentan imágenes lores formando distintas figuras sido adornadas, a la manera nes responden quienes acom-
OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA de los símbolos de la euca- (nuevamente las propias de la de la de Santa María, aunque pañan la procesión-, con la
Oración del Huerto. El «Huerto» se cons- Juicio en el Sanhedrín. La pro-
truye al nivel del piso y en esta ocasión tenía cesión llega al frente de San Pedro.
la forma de una «L». Se delimita con grandes Un gran tramo de la calle frente a
macetas, muchas de ellas con pequeños ci- la iglesia (aproximadamente 50 mts.)
preses, y está techado con una enramada de está cubierto por un enorme toldo a
«ocote». La calle se cierra con este «Huerto» cuyos extremos se han levantado so-
y con un enorme lienzo con una pintura que bre el piso dos tarimas («templetes»)
representa a Jesús en oración y a un ángel que de aproximadamente seis metros cua-
arroja luz sobre él. El ángel que lo consuela, drados cada una de ellas. En este mo-
según la versión de San Lucas19. La procesión mento los «templetes» representan el
llega al sitio, entra por la parte más larga del Sanhedrín y, el viernes por la mañana,
pasillo y la imagen de Jesús es colocada como los Pretorios. El acceso a la superficie
en oración frente a una capilla doméstica y es- de las tarimas se hace por el frente, por
tá acompañada de los apóstoles y las faroleras escaleras de aproximadamente seis es- Capilla de San Pedro, Tonantzintla.

quienes ocupan el espacio frente al lienzo. La calones, que ocupan casi todo el ancho
imagen no debe darle la espalda a la capilla de del escenario, pero que dejan un espacio libre
San Pedro. En el sitio tienen lugar nuevamen- de aproximadamente dos metros y medio.
te oraciones y cantos. La cara frontal de ambos escenarios está una
Traición de Judas y Prendimiento. Cuatro frente a la otra. Las tres paredes del escenario
de los apóstoles se separan de la imagen en de la derecha están cubiertas por cortinas de
andas y se sientan en el suelo en el pasillo de la terciopelo color vino, cuyo borde superior
19
entrada. Forman dos grupos que fingen dormir lleva una galera con borlas de color verde
La decoración del «Huerto» es
recargando su espalda sobre la del compañero. olivo. Los cortinajes recuerdan el gusto del tradicional aunque trata de ser
Al lugar llegan los soldados romanos y los siglo XIX. Sobre el escenario hay alrededor enriquecida cada año. Desde
hace tres años se pone el gran
pretores buscando a Jesús. La imagen en andas de doce asientos entre sillas y sillones, con el lienzo con !a imagen de Jesús
es removida del sitio en que estaba y se coloca respaldo hacia las paredes. El sillón principal, y el ángel en el huerto. La co-
locación de ese lienzo ha sido
en la boca del pasillo. Los soldados preguntan el del centro, está tapizado de terciopelo rojo. acordada por los presidentes de
quién de ellos es Jesús. El actor que representa a A los lados del escenario, al frente y sobre el las distintas comisiones que se
piso hay dos grandes figuras de águilas de ce- encargan de la fiesta. La forma
Judas, quien acompaña a los soldados, se acerca del huerto en «L» la decidió la
a la imagen y la besa. Los soldados deciden rámica. El segundo escenario está decorado en familia que aceptó la comisión
acercarse a la imagen pero su paso es impedido un estilo similar al del primero, con cortinas de realizarlo. Esta comisión pue-
de cambiar cada dos años.
por los apóstoles que estaban sentados sobre el sillas y sillones, pero en este caso los cortina-
piso. Hay forcejeo. Los soldados se acercan a jes son de color azul claro y, en lugar de águi-
la imagen y se interpone Pedro quien le corta las, hay dos grandes cobras de cerámica.
la oreja a Maleo. A Judas se le entregan las mo- La imagen de Jesús es transportada hasta el
nedas. En 2005, en toda esta escena se usaron frente del Sanhedrín de cortinas color vino y
como música de fondo pasajes de la música de el juicio da principio. A partir de este momen-
la película La pasión de Cristo (2004) dirigida to, y hasta el final de esta primera parte del
por Mel Gibson. Los soldados se llevan preso juicio, que dura aproximadamente tres horas,
a Jesús. Le sujetan en las manos largas cadenas los apóstoles sostienen en las andas la imagen
doradas de plástico y le cubren los ojos con de Jesús que queda junto al escenario, y a su
un lienzo fino. La procesión se inicia de nuevo altura, ocupando el espacio libre de escaleras
y regresa a la explanada frente de la iglesia de de la parte frontal. El juicio, pues, se inicia
San Pedro. El camino se acompaña de cantos, en el escenario de la izquierda. Una segunda
oraciones y música. escena tiene lugar frente al escenario de la
derecha, la de las declaraciones de los cinco
«testigos» y termina nuevamente en el escena-
rio de la izquierda. Durante la representación
música solemne que interpreta hasta el «Huerto» la proce-
una banda de doce integrantes sión dura aproximadamente
del juicio, los actores emplean micrófonos
compuesta por instrumentos de dos horas. Diez años atrás, inalámbricos y las breves intervenciones ora-
viento: una tuba, dos saxofo- la «Oración en el Huerto» y les de Jesús, aquí como en todas las escenas
nes, trombones y trompetas; el «Prendimiento de Cristo»
y percusiones: dos tambores y tenían lugar veinte metros atrás en que participa, como antes he dicho, las
unos platillos. La última iglesia de la capilla de San Pedro. ejecuta un actor oculto a la vista del público
que se visita es la de San Como estaba demasiado cerca
Pedro. De ahí la procesión de los «Pretorios» la gente pre-
del cual sólo se escucha su voz a través de los
Notas sobre la fiesta y la
avanza hacia el «Huerto» ins- fería quedarse en esta zona. altavoces. representación teatral en la
talado aproximadamente a un Hoy está a la salida del barrio Semana Santa de Santa María de
kilómetro de la última iglesia de San Pedro rumbo al pueblo De acuerdo con cada uno de los «tem- Tonantzintla
visitada. Desde Santa María de Chipilo. pletes» que se emplean en esta parte de la re- OCTAVIO RIVERA KRAKOWSK.A
es, sin duda, la sección más demandante para
v\ Tonantzintla \ los actores, entre otras razones, por la longi-
i *3t*
'• .1 T^ÉA
*(*• '•• í"? " ^ W p f c í
5ía.Cuna
Ma. de Raíces y Tradiciones
LA CORPORÍlCiÓn f)E LA J(WEA
tud de los textos.
Entre el inicio de la Misa de Institución
+|: de la Eucaristía y el fin de esta parte de la
A Á £ •: • ' < ^ v - S A v - • X X m n n n Snr
&rv» 4 A Ri;n.i;¡;ieriARj:n ES+A !
'.' ^ -t??' * V' ^ ' l t n COn LA REPRESEfltflCiÓn í>E LA OBRA representación, transcurren alrededor de do-
m ce horas de actividad constante por parte de
)X\y.l | .L .1 ¡ . 1 * • .1—<.1>X .L . u
quienes participan del festejo. Una vez que
*• '£3
1
Programa ^* RgdEritOK 1 termina la primera parte del juicio, la proce-
sión camina hacia la capilla de San Miguel que
Jueves Sanio (24 de Marzo 2005) Viernes Santo 25 de M a r z o 2005)
13:00 Hrs. Lavatorio. 01:30 Hrs. Arrepentimiento de ludas Iscariote.
funge como la cárcel de los hebreos. La proce-
]7:,MH!rs. Inicia laBúsqucdadcl
Predicador.
12:00 Hrs. [nido de Procesión
sión avanza tres pasos y regresa dos. El lento
al Paludo de Pilato») ¿ ,
18:00Hrs. Precisión con lesüsal
Monte de los Olivos.
^ ^
Festín de Maqucronta \ trjTp W'-L retorno busca retrasar el encarcelamiento y
luido ante Pondo l'il.iios v l-k-rodes. \ \ \ ¿¡J (
21:30Hrs.
22:00 1 ¡rs.
La Traición de ludas Iscariote.
Aprehensión del Redentor en
.L..
£ " ""'
Flagelación del Redentor. M ™ |/ coincidir con el amanecer del Viernes Santo.
Ahorcamiento de ludas. \ . '' La llegada a San Miguel ocurre alrededor de
2v.«)llrs. Entrega del Nazareno al ¡onnu"'
Sentencia y Crucifixión ' aiiii» IMC^O nsunu
Pontfficeaifcsdandoitúcio ¡ ^
Te Invitamos a Reflexionar /
") /"\ f\ /~ las cinco de la mañana.
Escuchando las 7 Palabras. ¿ \ j \ j U
Viernes Santo. Las actividades del Viernes
Programa de la Semana Santa de Santa María Tonantzintla 2 0 0 5 . Santo se inician alrededor de mediodía. La
imagen de Jesús en andas regresa frente a los
«templetes» frente a la iglesia de San Pedro,
20 presentación, el cuerpo de soldados romanos para continuar con el juicio20.
Mientras tanto en el interior de
de blanco y negro, delimita con las lanzas un Cristo ante Pilatos. Frente a la iglesia de
la iglesia de Santa María se han
colocado nuevos objetos. Frente espacio rectangular frente al escenario, en cu- San Pedro el juicio continúa. Jesús, en las
al arco de donde pende el «luto»
yo interior aguardan los soldados que hacen andas, escucha los discursos y veredicto de
se ha desplegado otra enorme
cortina de color negro que sólo sonar tambores y flautas cuando se desplazan Pilato. En esta secuencia del juicio del Viernes
cubre la mitad de arriba a abajo de uno a otro «templete». El público ocupa Santo, además de los dos escenarios descritos
del espacio abierto. Esta cortina
está adornada con un enorme de pie el espacio libre que rodea a la valla de anteriormente, se ha levantado otra plata-
crucifijo que descansa sobre un soldados. En este espacio abarrotado de gen- forma, sin decorado, de menor tamaño. Esta
cuadrado formado también con
te están quienes atienden la representación, superficie se encuentra a la mitad del camino
pasamanos dorados. Al entrar al
templo, se puede ver, entonces, al puestos de comida, vendedores ambulantes y entre las dos anteriores, y a un lado, de mo-
fondo un paisaje de dos colores:
la gente que asiste a la especie de feria que se do que no obstruya el pasillo que se forma
el negro de la primera cortina y
el morado de la segunda. Frente ha formado frente al templo. De este modo, es entre los escenarios que están frente a frente.
a esta última se ha levantado un evidente que no hay silencio para escuchar lo La plataforma está ocupada por los judíos
altar con dos superficies, la de
arriba de menor tamaño que la que dicen los actores, quienes compiten con Onkelos, Caifas y Anas. Los tres escenarios se
de abajo. Ambas están cubiertas la algazara de feriantes y vendedores. Para la emplean de modo simultáneo. El de la dere-
de tela negra y sobre la superior,
«Dirección» de la «Corporación» esta es una cha es ocupado por Pilato y su corte. Para este
un enorme crucifijo de madera
labrada sostiene la figura de de las secciones más complejas. Se trata de lar- día el «templete» de Pilato ha sido enmarcado
un Cristo de expresión sufriente
gas escenas en donde un alto porcentaje está con dos columnas y un tímpano simulando un
y piel oscura y manchada, el
perizoma de mandil es de bro- formado por monólogos de quienes declaran palacio romano. El de la izquierda representa
cado color blanco y plata. Al a favor o en contra de Jesús. A nivel textual, el palacio de Herodes. Durante el juicio se
lado izquierdo del crucifijo está
una figura de la Virgen de los
produce una aparente alteración del orden.
Dolores y, a la izquierda, una de Los ladrones que acompañaran al Cristo cru-
San Juan Evangelista vestido de
cificado roban comida de uno de uno de los
blanco con el atributo del cáliz
envenenado. En los extremos puestos efímeros de la pequeña feria y corren
de esta superficie dos pequeñas circulares que representan a la en oración y en silencio. Mien- a resguardarse en una casa. Los ladrones ape-
y hermosas esculturas de los luna, a la izquierda, de gris y tras, las once restantes rezan nas visten un burdo calzón hecho por un lar-
ladrones, Dimas y Gestas, en con los ojos mirando hacia el en voz alta. En la capilla de
sus cruces, completan el cuadro. cielo y, a la derecha, el sol, en la izquierda las veladoras de go lienzo de algodón, su cabello está revuelto
En los extremos de la superficie
inferior dos enormes candeleras
rojo, cuya mirada ve al frente. aceite han sido prendidas. Tras y sobre la cara y el cuerpo les han maquillado
El dibujo de ambos rostros re- el «luto», escondido a la vista
sostienen largas velas negras. cuerda el del rostro central de y en una ¡aula, está un gallo
suciedad y heridas.
En la parte superior del «luto» la piedra del sol o calendario
se han puesto dos imágenes
que descubrimos cuando deja El vestuario de los jueces romanos y judíos
azteca. A lo largo del día y escapar su canto: «En el Nue-
hasta el momento en que la vo Testamento, el Señor predijo parece inspirado por los trajes de las imágenes
procesión regresa al templo, que Pedro lo negaría antes que en los templos. Terciopelos, telas de reflejos
un grupo de doce mujeres el gallo cantara tres veces, lo
adolescentes, las «Magdale- que ocurrió después de que Je-
de oro y plata, capas, cordones con borlas
nas» vestidas de túnicas y ca- sús fué (sic) preso y llevado al doradas, mantos, túnicas. En esta secuencia
Notas sobre la fiesta y !a pas moradas y con el cabello Sanhedrín [...]» («Diccionario
representación teatral en la
largo y suelto, suben, una a
del juicio intervienen mujeres, aunque no
Semana Santa de Santa María de católico», en Sagrada Biblia,
Tonantzintla una, hasta el pie del crucifijo, Chicago, La Prensa Católica, hablan. Sus trajes son más simples, de colores
al cual se abrazan estáticas, 1958, pág. 122). pálidos, con velos o piezas de tela colgando
OCTAVIO RIVERA RRAKOWSKA
de los hombros que den la impresión de trajes madre24. La procesión avanza con las figuras países, se refiere a Ahasvero,
zapatero judío, sobre el cual
romanos femeninos. Casi todas llevan tiaras hasta llegar a la calle frente a Santa María. La gravita el peso de la maldición
de pedrería de las que se usan, en México, cantidad de gente que se ha reunido hasta de Cristo durante el drama del
calvario. Ahasvero tomó parte
para coronar a las reinas de las festividades este momento ha crecido de manera signifi- en el tumulto de la chusma que
populares o a las quinceañeras. cativa. Frente a la iglesia se encuentran tres pidió la liberación de Barrabás
en lugar de Jesús; luego lo re-
Ecce Homo. Al terminar el juicio, a la figu- cruces sobre un puente que antiguamente
chazó brutalmente cuando se
ra de Jesús se le pone una capa de terciopelo cruzaba un arroyo que hoy ha sido entu- apoyó en el muro de su casa al
rojo guarnecida de galones dorados. Lleva bado. Sobre las cruces de los costados son ser conducido al suplicio; en fin,
presenció la Crucifixión. Desde
también una corona de espinas con rayos de colgados los dos ladrones. La cruz central entonces el judío errante vaga
plata y la cruz. Se inicia, así, la secuencia del de Cristo permanece vacía. Un gran espacio por el mundo sin detenerse, y
así seguirá, según la leyenda,
camino al calvario y las caídas. frente a la puerta del atrio sobre la calle es hasta el día del juicio universal»
Camino del Calvario y Caídas. La co- delimitado por los soldados romanos. En («Diccionario católico», op. cit.,
pág. 165).
lumna de la procesión se organiza de manera este lugar aparecen dos soldados romanos
que al frente de la imagen marchen todos los a caballo. Ambos se desplazan de un lado a 25
personajes que han tomado parte en el juicio, otro del largo pasillo, mientras uno de ellos La Misa puede decirse en cual-
quier día del año, excepto el
van con ellos los ladrones. Frente a la imagen comunica al pueblo reunido la sentencia que Viernes Santo.
marcha el sacerdote del pueblo y tras ella la se le dictado a Cristo. Con esto termina la re-
26
comunidad21. La procesión en esta ocasión presentación de la «Judea» y la procesión. El El Sábado Santo, para la Misa
está acompañada por un hombre con un pe- sacerdote invita a la comunidad a participar de la Vigilia de Pascua, del in-
queño clarín que hace sonar el instrumento en los «Oficios» del Viernes Santo25. Al tér- terior del templo se han quitado
los doce «ramilletes» y los ador-
cuando la procesión debe continuar. Cada una mino de los «Oficios» se procede a desmon- nos de la capilla de la izquierda.
de las tres caídas se representa simbólicamente tar el altar efímero levantado frente al «luto». La misa se inicia alrededor de las
once de la noche. Las luces del
con tres paradas: la primera en la iglesia de San Se retiran las imágenes de la Dolorosa, San atrio y del interior de la iglesia
José, la segunda en la de San Diego y la tercera Juan, los dos ladrones, los candeleros. se apagan. En la oscuridad,
en una gran tina de aluminio
en la de Santa María. Al llegar a cada una de Descendimiento de la Cruz. Una vez que se depositan leños de «ocote»
las iglesias, la procesión se detiene y el sacer- se despeja el espacio de los altares, los apósto- a los que el sacerdote prende
dote sube a un pulpito movible que se pone fuego. De ese fuego toma la
les vestidos sólo con el alba, proceden a bajar llama para prender un enorme
junto a la entrada principal de la iglesia o, en al Cristo de la cruz. Ayudados por paños cirio de color rojo y de la lama
el caso de Santa María, a la entrada del atrio. blancos que impidan el contacto directo de del cirio los fieles prenden sus
propias velas. El sacerdote entra
Desde allí dirige un sermón a los feligreses22. las manos con el cuerpo de la escultura, le qui- al templo seguido de la comuni-
Cuando la procesión está a punto de avanzar tan los clavos que la sostienen sobre la cruz. dad. Aproximadamente la mitad
de la misa se lleva a cabo dentro
desde San José a San Diego, en un antiguo y Esta figura de Cristo parece ser de piel o tela de la oscuridad del templo sólo
alto árbol que se encuentra a pocos metros de modo que los brazos están articulados y iluminado por las velas de los
de la capilla en el camino de la procesión, fieles. Una segunda parte se
cuelgan de los hombros cuando se retiran los inicia cuando después del Credo
tiene lugar el ahorcamiento de Judas, quien clavos que los detienen sobre el madero trans- y como inicio del Ofertorio se
de pronto aparece suspendido de una de sus versal de la cruz. La escultura, del tamaño de abre la «gloria». Las cortinas
frente al altar mayor se dejan
ramas. Una vez que ha concluido la caída en un hombre, es bajada con sumo cuidado y de- caer lentamente, se prenden to-
San Diego, a la imagen de Jesús en andas se positada en una urna de paredes de cristal. Un das las luces, se hacen sonar las
campanas y los carillones de
le suman otras dos a sus costados: una de la grupo de fieles encabezados por un individuo la iglesia, se prenden cohetes.
Verónica y otra de la Virgen de los Dolores. que lleva lo que llaman la «umita», pequeña Mientras las cortinas descienden
Se trata de andas más pequeñas. En los cuatro de la cúpula, caen pétalos de
caja de vidrio con monedas dentro, inicia una flores y aproximadamente veinte
extremos de las andas de cada figura se levan- breve procesión con la urna donde reposa la personas con enormes jarrones
tan largos «ramilletes» de flores23. figura de Cristo que ha sido desclavada. Salen colmados de azucenas entran
al templo y los colocan en todos
Antes de que continúe la procesión, entre de la iglesia y rodean la manzana. Cantos, los altares. La capilla mayor con
San Diego y Santa María, se hace espacio en oraciones, flores y música acompañan la pro- la imagen de la dedicación de
la iglesia: la Inmaculada Con-
la calle para la representación de una escena cesión con la que se cierran las celebraciones cepción de M a r í a , resplandece
sobre el judío errante amonestado por su del Viernes Santo26. de luz, oro y flores. El resto de
la misa se celebra en el regocijo
de la resurrección de Cristo. Es
la madrugada del Domingo de
Pascua.
21 22 23 no curó a su madre. La madre
El suelo por donde camina En 2005 los sermones trataron La Dolorosa y la Verónica son aparece caminando y le dice a
la procesión, como en los el primero, sobre la responsa- imágenes pertenecientes a la su hijo que pudo curarse gra-
casos anteriores, se encuentra bilidad y la fidelidad en el ma- iglesia de Santa María. Se su- cias a Jesús y le dice que por
cubierto por pétalos de flores trimonio; el segundo sobre el pone que ambas encuentran a haber blasfemado contra él su
o aserrín de colores. Hilos de respeto a la mujer y el tercero Jesús en el camino al Calvario. castigo es caminar sin parar
Notas sobre la fiesta y la
papel picado hacen techos sobre el simbolismo de la caí- hasta el fin de los tiempos.
representación teatral en la
sobre las calles y se compone da: sobreponerse y levantarse 24 «Una antigua leyenda popu- Semana Santa de Santa María de
el adorno de las fachadas de para continuar el camino y En Tonantzintla, el «judío lar, sucesivamente elaborada Tonantzintla
las casas. enfrentar las adversidades. errante» ofende a Jesús pues en obras literarias de diversos OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA
27 CUATRO labrada -a diferencia de las otras-, y porque
Al margen del uso de figuras
de bulto en las procesiones re- es un objeto de la liturgia que se usa en la misa
ligiosas, en México, uno de los La representación de Tonantzintla, como del Sábado Santo, de manera similar al Cristo
primeros registros de empleo de
imágenes en ceremonias no litúr- otras muchas en México, no incluye a un que se emplea en la representación.
gicas con motivo de la Semana actor que interprete el papel de Jesús, el cual, Otro aspecto sobre el cual conviene hacer
Santa data de 1582 (Fray Agus-
tín Dávila Padilla, O.P., Historia
como hemos visto, es representado por una algunas observaciones es el que se refiere al
de la fundación y discurso de la figura de bulto del Sagrado Corazón de Jesús espacio escénico. Como antes se ha señalado,
provincia de Santiago de México
de la Orden de Predicadores,
que forma parte de las imágenes sagradas per- las distintas secciones de la representación
pról. de Agustín Miliares Car- manentes del culto en la iglesia de Santa María disponen escenas en los tres barrios de la po-
io, México, Academia Literaria,
1955, págs. 561-5Ó5).
y que ocupa la parte central del Retablo de blación. Esta especie de «escenario múltiple»
la Pasión27. El empleo de esta imagen, tradi- no es privativo de Tonantzintla y se suma a
cional desde las primeras representaciones de un sistema de raíces medievales empleado en
Semana Santa en Tonantzintla, intenta subra- otras poblaciones del país. En el caso que nos
yar el carácter religioso de la representación, ocupa, sin embargo, es conveniente insistir en
el significado solemne de la muerte de Cristo, que la representación teatral parece obedecer
y hace imposible intentar «ser» Jesús en la a una manera de hacer participe a toda la co-
representación teatral. Al eliminar, en general, munidad en el acto teatral y su sentido religio-
las figuras vivas de miembros de la comunidad so. Metafóricamente Tonantzintla, mediante
para representar figuras sagradas (a excepción la representación teatral, se transforma en una
de los apóstoles), se evitan también los as- Jerusalén efímera, en donde cada escena se
pectos truculentos y la devoción popular se desarrolla en un sitio específico del pueblo y
orienta hacia la reflexión interior y la concen- distinto de los demás: la última cena en el atrio
tración en una imagen siempre presente y, a su de Santa María, el largo camino por las calles
manera, siempre viva en el templo. Se evita, es de la ciudad hacia el Huerto de los Olivos;
evidente, llamar la atención, mediante efectos el Huerto en los límites de la población; el
espectaculares de dolor y de sangre. Sanherdín y los pretorios frente a San Pedro;
En este sentido es útil observar que la la cárcel en San Miguel; la vía dolorosa de
compasión del público por el sufrimiento nuevo en sus calles; las caídas en San Miguel y
de los actores en escena se podría dirigir, en San Diego; el monte Calvario en la explanada
todo caso, hacia los apóstoles quienes cargan frente a Santa María. De esta manera, todos
por horas las andas con la imagen de Jesús, los habitantes del pequeño pueblo, y los sitios
descalzos y con coronas de espinas y quienes comunes de su vida cotidiana, quedan inclui-
no dicen un solo parlamento. Recordemos dos en las solemnidades de la Semana Santa,
además que poder interpretar a uno de los por las tareas que les corresponde realizar, y
apóstoles implica, de entre todos los papeles, porque muchas de ellas se llevan a cabo en
apuntarse en una lista y esperar un turno que las capillas que son el centro espiritual de sus
puede tardar años en llegar a cumplirse. A di- barrios, además de que empiezan y culminan
ferencia de otros actores que tienen la oportu- en el corazón espiritual de su ciudad: la iglesia
nidad de mantener un personaje hasta por tres dedicada a Santa María.
años, para quienes interpretan a los apóstoles, Los requisitos para ocupar el cargo de
la ocasión se presenta una sola y única vez, «Presidente» de la «Corporación», sus fa-
un solo año. De entre las distintas secuencias cultades, las maneras de la organización, la
de esta representación, aquellas que podrían preparación de los participantes, así como la
prestarse a la compasión de los espectadores forma y el sentido de la representación son
por el «hecho vivo» serían las del ahorcamien- signos, entre otros, de una tradición de repre-
to de Judas y la crucifixión de Dimas y Ges- sentación teatral cuya conformación actual
tas. Sin embargo, ambos actos se descubren es, efectivamente, por su rigor, el producto
ante el público sólo como imágenes: Judas de largo tiempo. El «Presidente» y la «Cor-
colgado de la rama de un árbol, los ladrones poración» responden a esta tradición y, al
sobre sus cruces, no hay acciones previas que margen de sus derechos, tienen, sobre todo,
desarrollen el acto y despierten el morbo la responsabilidad de mantener un propósito
del espectador, simplemente aparecen. En la y ciertas formas que dependen de un apren-
concepción del mundo de la representación dizaje obtenido mediante su pertenencia a la
no se presenta a la vista, entonces, tampoco comunidad y la observación de sus fórmulas.
Notas sobre la fiesta y la
representación teatral en la la crucifixión de Jesús, cuya cruz frente al Creo que no estaría fuera de lugar decir que el
Semana Santa de Santa María de
Tonantzintla
templo, entre las de los dos ladrones, destaca «Presidente» de la «Corporación» funge co-
OCTAVIO RIVERA KRAKOWSKA
por estar vacía, por su color verde, por estar mo un «Maestro de Ceremonias» que conoce
perfectamente los modos de llevar a cabo la Predicadores, 3a. ed., pról. de Agustín Mi-
representación teatral, que cumple con ellas llares Cario, México, Academia Literaria,
de la mejor manera posible y que sus «con- 1955.
tribuciones» mediante las modificaciones que «Diccionario católico» en Sagrada Biblia,
se introduzcan están comprendidas dentro Chicago, La Prensa Católica, 1958, págs.
de las normas de una tradición en donde no 1-314. (La obra tiene varias numeraciones
hay rupturas, simplemente porque este es un de páginas. El «Diccionario...» aparece al
aspecto que no se considera en Tonantzintla. final del libro con numeración indepen-
La representación de la Pasión en Tonan- diente de páginas).
tzintla parece responder pues a un esquema Glockner, Julio (comp.), Mirando el paraíso.
fijo, con las variantes propias, cuando se in- Textos sobre Tonantzintla. Antología, Pue-
troducen, de una celebración viva que siempre bla, Secretaría de Cultura del Gobierno
será un proceso y que las admite, en tanto del Estado de Puebla, 1995.
no sugieran modificaciones que alteren su Iglesias y Cabrera, Sonia; Salazar Cárdenas,
significación y su propósito y que sean, so- Leticia; Martínez Gómez, Julio César, La
bre todo, capaces de intensificar la devoción Semana Santa en México. Con la muerte
espiritual, el respeto y la solemnidad del acto en la cruz, México, Consejo Nacional para
representado. Las festividades de la Semana la Cultura y las Artes, 2002.
Santa en Tonantzintla, incluida la represen- Lomelí Vanegas, Leonardo, Breve historia de
tación teatral, contribuyen al esplendor de Puebla, México, El Colegio de México -
la pequeña comunidad -cuyo máximo repre- Fondo de Cultura Económica, 2001.
sentante es el templo principal- y confirman Luna Parra, Adriana (coordinación gene-
su identidad, no obstante su cercanía a las ral), Semana Santa en Iztapalapa, México,
populosas comunidades de San Andrés y San Departamento del Distrito Federal - De-
Pedro Cholula y de la ciudad de Puebla, más legación Iztapalapa, Universidad Autóno-
expuestas a los movimientos de la población ma Metropolitana-Iztapalapa - El Juglar,
flotante y, por lo mismo, a la posibilidad de 1992.
mayores influjos culturales. Rojas, Pedro, Tonantzintla, México, Uni-
versidad Nacional Autónoma de México,
BIBLIOGRAFÍA 1956.
Rubial García, Antonio, Santa María Tonan-
Catálogo de ferias y fiestas. Estado de Puebla, tzintla, un pueblo, un templo, México,
Puebla, Secretaría de Turismo del Estado Universidad Iberoamericana, 1991.
de Puebla [1998]. Ruiz Moreno, Luisa, Santa María Tonantzin-
Dávila Padilla, Fray Agustín (O.P.), Historia tla. El relato en imagen, México, Consejo
de la fundación y discurso de la provincia Nacional para la Cultura y las Artes,
de Santiago de México de la Orden de 1993.
Karina Castro Santana

Licenciada en Literatura Dramá-


tica y Teatro por la UNAM. Ac-
tualmente estudia la licenciatura
en Etnohistoria en la Escuela Na-
cional de Antropología e Historia
(ENAH) y la maestría en Estudios
Mesoamericanos. Se ha dedicado
a la docencia de la Literatura en
nivel medio-superior, impartiendo
asimismo talleres para profesores
de arte. En la práctica teatral, reali-
za montajes como actriz desde hace
doce años y como productora desde
EL JUEGO DE LA CONQUISTA
hace cuatro años. Ha presentado
diversas ponencias sobre teatro y
etnohistoria en México y Brasil.
DE SAN AGUSTÍN TLACOTEPEC
(OAXACA. MÉXICO)
KARINA CASTRO SANTANA

RESUMEN

Desde que llegaron las danzas de conquista a territorios mexicanos, éstas se han constituido
en más que una tradición: se trata de un medio de expresión para las comunidades indígenas que
aún desean mostrar su cultura y su punto de vista respecto a un hecho que fue trascendental en
la historia de México, así como asegurar y preservar una identidad colectiva.
Trataremos de llevar a cabo en este trabajo la descripción y análisis de la celebración de
una de estas danzas que se realiza cada 28 de agosto, en la Mixteca Alta del estado de Oaxaca
(México), concretamente en la comunidad indígena de San Agustín Tlacotepec. Dicha festividad
integra elementos ceremoniales y dancísticos junto a la conmemoración propia de la onomástica
del doctor y obispo de Hipona.

THE GAME OF CONQUEST IN SAN AGUSTÍN TLACOTEPEC


(OAXACA, MÉXICO)

ABSTRACT

Since the conquest dances arrived on Mexican soil they have become much more than a
just a tradition. They are a form of expression for indigenous communities who still wish to
demónstrate their culture andpoint ofview with regards to a transcendental event in the history
of México, not to mention ensuring and preserving a collective identity.
This work will provide a description and analysis of one of these dance celebrations which
takes place in the indigenous community of San Augustín Tlacotepec every 28th August in Mix-
teca Alta in the state of Oaxaca (México). This festivity integrates ceremonial and dance elements
alongside the saint's day commemoration of the doctor and bishop of Hipona.

Actualmente en México se realizan nume- debido a que las comunidades adquirieron,


rosas fiestas patronales en las que se pueden durante el virreinato novohispano, el nombre
observar diversos elementos teatrales que de algún patrono católico, acompañado de su
El juego de la conquista contribuyen a la efectividad de estos festejos. segundo nombre autóctono. Sin embargo, se
de San Agustín Tlacotepec Dichas celebraciones se llevan a cabo cada
(Oaxaca. México) respeta el calendario católico para solemnizar
KARINA CASTRO SANTANA año, principalmente en las provincias del país; sus ceremonias.
En este artículo se presenta la descripción tudiantes de informática
y análisis de una celebración que se practica hasta conductores de ca-
en la Mixteca Alta del estado de Oaxaca, en miones escolares o cerra-
el sur de México. En la comunidad indígena jeros. Cuando el equipo
de San Agustín Tlacotepec, se lleva a cabo de trabajo está integrado,
anualmente, el 28 de agosto, una festividad en el tiempo de ensayos os-
la que se conmemora el aniversario luctuoso cila entre treinta y sesenta
de San Agustín doctor y obispo. Este festejo días, en los que se reúnen
integra entre sus elementos ceremoniales, de en la casa del director
culto al santo, un juego de conquista. o los mayordomos pa-
El término «juego» es aplicado sobre to- ra asignar personajes y
do a las danzas-drama, debido a que estas aprender los diálogos. Capilla para los festejos de San Agustín Tlacotepec.
representaciones tienen como connotación El primer día de la
la de romper con la vida cotidiana de la co- representación, los ejecutantes se preparan a
munidad en la que se lleva a cabo. «Durante partir de las 9 de la mañana; se trasladan al
las fiestas [...] el tiempo normal se detiene lugar que funge como camerino, ahí comien-
y da paso al tiempo sagrado» explica Lilian zan a cambiarse de ropa; en esos momentos el
Scheffler, quien a su vez recuerda las palabras nerviosismo se amalgama con una atmósfera 1
Lilian Scheffler, Juegos tradicio-
de Huizinga: de burlas y risas al verse por primera vez con nales del Estado de Tlaxcala,
el vestuario y accesorios que portarán durante México, SEP, 1976, pág. 89.

Esta cancelación temporal del mundo cotidiano se el día. Mientras esto sucede, en el escenario
presenta ya de plano en la vida infantil; pero también en que se llevará a cabo la danza el director Cario Bonfiglioli y Jesús Jáure-
la vemos claramente en los grandes juegos arraigados supervisa que todo se encuentre en orden y en gui, Las danzas de conquista I.
México contemporáneo, México,
en el culto de los pueblos primitivos... Esta suspen- su lugar. El juego se realiza a un costado del FCE, 199Ó, pág. 22.
sión temporal de la vida social ordinaria en gracia a kiosco en el centro del pueblo; en el lugar se
un tiempo sagrado de juego, la podemos encontrar observa una explanada en la que se encuentra José Luis González explica sobre
también en culturas avanzadas1. una plataforma hecha de madera, la cual funge los mayordomos: «La otra gran
como el único elemento escenográfico de la institución popular ligada al de-
sarrollo del culto católico y de
El juego de San Agustín Tlacotepec con- Danza, ya que como ha explicado Arango, las fiestas ha sido el sistema de
siste en la ejecución bailada y dialogada de mayordomías. Esta institución,
aunque tiene variantes de un
varios pasajes de la conquista de México en ...en México, el culto sagrado se verifica al aire libre. contexto a otro, en todas par-
1521. Estos episodios son presentados en or- [...] Las representaciones cristianas permanecen al tes conserva como característica
principal el ser una estructura
den cronológico a lo largo de dos días en los aire libre, siguen siendo culto indígena en forma jerarquizada de cargos en orden
que se narra desde la llegada de los españoles, cristiana como todo lo que pertenece a él, respecto de asegurar las celebraciones
festivas de la comunidad» («El
hasta la derrota del pueblo azteca. A pesar de a procesiones, arcos de flores y enramadas, altares, catolicismo popular y su aporte
que el primer registro de una teatralización música y bailes»4. a la configuración de la cultura
de la conquista en México data del año 15662, mexicana», en Guillermo Bon-
fil Batalla, comp., Simbiosis de
esta representación tiene su origen en el año A las 11 horas, da inicio el juego de la culturas, México, F.C.E., 1993,
de 1932, cuando el señor Isidro Sánchez, conquista con un baile en el que se presenta pág. 552).

habitante de Tlacotepec, adquirió el libreto el bando de los aztecas; luego de 20 minu- 4


de la danza en las costas del estado vecino de tos aproximadamente hacen su aparición los Manuel Antonio A r a n g o , El
teatro religioso en la América
Guerrero. españoles, quienes llegan en una camioneta
Hispana, Barcelona, Puvill Libros
La organización del juego comienza unos que simboliza un barco. A partir de ese mo- S.A., pág. 154.
meses antes, cuando los mayordomos de la mento se narran los episodios más relevantes
fiesta eligen al encargado de dirigirlo3. La de la conquista de México-Tencochtitlan.
conformación del elenco se lleva a cabo por El segundo día culmina con el tormento a
decisión del director: él debe ir a solicitar a Cuauhtémoc y la muerte de Moctezuma, he-
cada uno de los participantes que se incorpore chos que enmarcan el fin del mundo azteca.
a la danza; tal solicitud se hace en una comida Posteriormente se efectúa un baile popular en
preparada por la familia del «actor-bailarín». el que participa la mayoría de los habitantes
La mayoría de los «actores» son jóvenes entre del pueblo.
los 15 y 25 años, aunque también participan Durante estos dos días de juego, en el
señores de hasta 41 años, como es el caso del pueblo de San Agustín se vive un ambiente de
señor Virgilio López Aguilar quien lleva diez fiesta en el que se involucra toda la comuni-
años participando en pastorelas y dos o tres en dad. Por un lado, los danzantes, quienes eje- El juego de la conquista
de San Agustín Tlacotepec
el Juego de la Conquista. Las ocupaciones de cutan las acciones del drama con una devoción (Oaxaca. México)
cada uno de los integrantes varían, desde es- extrema, llegando incluso hasta lesionarse de KAR1NA CASTRO SANTANA
gravedad con que el resto del año cada quien se dedique a
los machetes ocupaciones diversas, porque la oportunidad
que portan pa- de regresar al pueblo natal en la fiesta anual
ra la ejecución. no se puede perder, debido a que también es
Por otro lado, la ocasión para reencontrarse con amigos y
el resto de los familiares que regularmente no se frecuentan.
habitantes de Como explica José Luis González,
la comunidad,
que participan La fiesta anual ha venido siendo, hasta nuestros días,
como especta- hasta el gran ritual colectivo en el que no sólo las
Soldados españoles en el Juego de la Conquista de San Agustín Tlacotepec. dores, quienes estancias y los ranchos circundantes, sino también
paulatinamente los que han emigrado más lejos, se encuentran en
a lo largo de la representación abandonan su el pueblo para participar en una fiesta en la que se
postura pasiva y terminan por integrarse al reconocen como miembros de una colectividad8.
juego con comentarios, risas e interviniendo
también en los diálogos y los bailables, ya Las danzas de conquista encuentran tam-
que, como dice Guiraud en relación con la bién su origen en el carácter ritual con el que
o
Pierre Guiraud, La semiología, Danza y el juego: «Los espectáculos (y la los naturales abordaban los hechos trascen-
México, Siglo XXI, 1972, citado danza puede ser considerada como tal) son, dentales en una comunidad, es decir, la reper-
por Scheffler en op cíf., pág. 9 1 .
a la vez juegos y artes: juegos desde el punto cusión idiosincrásica, religiosa y política que
de vista de los actores, artes desde el punto de regulaba su vida cotidiana.
Martha Toríz, La fiesta prehis-
pánica: un espectáculo teatral, vista de los espectadores»5. Cuando los españoles llegaron a tierras
México, 1NBA,1993, pág. 15. Organizar y participar en la fiesta es to- americanas buscaron la forma de convertir
mar conciencia y compartir el orgullo de ser a los naturales al catolicismo; sin embargo
Jaime Martínez Luna, «¿Es la co- tlacotepense. Se participa, quizás como ya los obstáculos como la diferencia de lenguas,
munidad nuestra identidad?» en
ocurría antes de la llegada de los europeos, comportamientos y costumbres, obstruyeron
Arturo Warman y Arturo Argue-
ta (coordinadores), Movimientos en una ceremonia que permite expresar el la comunicación para iniciar una evangeli-
indígenas contemporáneos en sentido de colectividad y trabajo grupal de zación efectiva9. Los recursos visuales resul-
México, México, CIIH, 1993,
pág. 162. una comunidad: taron ser convenientes para garantizar una
explicación de la doctrina católica:
González, op. cit., pág. 5 5 2 .
Los ritos nahuas poseen una multitud de elementos
teatrales. Es fácil echar a volar la imaginación y tratar ... el primer grupo de misioneros tomó el teatro
Karina Castro, El juego de la
de visualizar la escenografía, las danzas, el vestuario, como elemento didáctico para la enseñanza evange-
conquista de San Agustín Tlaco- el maquillaje, la utilería, la acción, e imaginar la músi- lizadora. Se representaron obras en lengua náhuatl,
tepec, reporte de una fiesta ca y los cantos. En el papel de actores y espectadores donde los indios eran actores, cantantes y al mismo
comunitaria, Tesis de licencia-
tura en Literatura dramática y participan todos los estratos de la sociedad náhuatl, tiempo bailaban en los escenarios. Los misioneros
teatro, México, U N A M , 2 0 0 3 , por lo que se debe también conocer cómo estaba dirigían las obras [e] iban induciendo rápidamente
pág. 1 1 .
estructurada y qué funciones se ejercían dentro de al cristianismo10.
10 la misma6.
Arango, op. cit, pág. 159.
De esta manera el teatro y las represen-
Actualmente se sigue considerando ca- taciones dancísticas-teatrales resultaron ser
racterístico de los pueblos, el trabajo comu- los procedimientos más recurridos por los
nitario: frailes y catequizadores europeos, incluyendo
elementos de parafernalia muy vistosos que
La comunalidad es la gran lección que podemos se utilizaban desde antiguo en los rituales
ofrecer a la sociedad, de ahí que la veamos con gusto prehispánicos. En la siguiente cita, se observa
reproducirse en la ciudad (Oaxaca), en las colonias, la descripción detallada de una celebración
en los barrios pobres, incluso en las grandes ciudades narrada por fray Bernardino de Sahagún, en
como el D.E o Los Angeles, California, en donde la cual se distingue, sobre todo, la paraferna-
encontramos representantes auténticos de esta resis- lia y el vestuario colorido que utilizaban los
tencia heroica, actual y legítima, que dibuja la ima- antiguos mexicanos en sus ceremonias rituales
gen contemporánea de nuestros pueblos autóctonos de sacrificios:
oaxaqueños7.
Al séptimo mes llamaban tecuilhuitontli. En este mes
El juego de la conquista En San Agustín Tlacotepec, se observa hacían fiesta y sacrificio a la diosa de la sal que se lla-
de San Agustín Tlacotepec
(Oaxaca. México) el sentido de colectividad durante toda la maba Uixtocíhuatl [...] Los atavíos de esta diosa eran
KARINA CASTRO SANTANA celebración, ya que no importa el hecho de de color amarillo, y una mitra con muchos plumajes
verdes que salían de ella, como penachos altos [...] la identidad co-
tenía en las gargantas de los pies atados cascabeles de munitaria:
oro, o caracolitos blancos, estaban ingeridos en una
tira de cuero de tigre; cuando andaba hacían gran so- Hablar de «fies-
nido [...] llevaba en la mano un bastón rollizo y en lo ta» es, antes que
alto como un palmo o dos ancho, como paleta, ador- nada, referirnos
nado con papeles goteado de ulli, tres flores hechas a una comuni-
de papel, una en cada tercio; las flores de papel iban dad que se reco-
llenas de incienso, junto a las flores iban unas plumas noce, hacia den-
de quetzalli cruzadas, o aspadas; cuando bailaba en tro y hacia fuera,
el areito íbase arrimando al bastón y alzándole al compartiendo
compás del baile". un sentido que
en primera ins-
A propósito de estas manifestaciones pre- tancia, ha tenido Indígenas en el Juego de la Conquista San Agustín Tlacotepec.
hispánicas que se consideran como un posible una referencia
teatro, María Sten expone lo siguiente: religiosa. Navidad, Miércoles de ceniza, Cuaresma,
Semana Santa, Corpus Christi, el Día de muertos,
...se desprende claramente la existencia de los espec- la Virgen de Guadalupe, los santuarios, las fiestas
táculos palaciegos y populares, religiosos y profanos, patronales de cada pueblo, etc., son otros tantos
la existencia de lugares especiales para las represen- ejes jerarquizados para la organización del tiempo 11
taciones, escuelas para los cantores y danzantes, familiar, comunal, regional y nacional [...]; son la Bernardino de Sahagún, Histo-
ria Genero! de las cosas de la
ensayos previos al espectáculo, el uso de máscaras sistematización de la memoria colectiva popular Nueva España, México, Porrúa,
pelucas, pinturas faciales, elementos de escenografía, tejida de mitos, ritos y «costumbres»'4. 1997, pág. 119.

el diversificado carácter de las danzas y de los cantos,


elementos cirqueros y burlescos [...]. Pero este teatro Debido entre otros factores al arraigo de María Sten, Vida y muerte del
rudimentario que cuenta ya con todos los elementos sus tradiciones, el pueblo mexicano sigue teatro náhuatl; el Olimpo sin
Prometeo, México, SEP, 1974,
de la representación tradicional, tiene algo más que ejecutando actualmente gran parte de sus págs. 3 0 - 3 1 .
lo distingue de modo especial; es un [...] teatro-espejo danzas, como una forma de asegurar y recrear
13
del hombre y de su mundo; espectáculo religioso que su identidad cultural. En el caso específico Arango, op. cit., pág. 157.
al mismo tiempo es una fuente inapreciable para los de San Agustín Tlacotepec, la importancia y
estudios antropológicos, que permite descubrir la 14
repercusión de su danza de conquista radica
Ibidem, pág. 547.
filosofía de aquella sociedad, sus mitos, el Olimpo en un alto grado de identificación con los mo-
de sus dioses, su cosmología, su astrología, su magia tivos de lucha de la parte indígena y en que la
y sus ritos12. victoria asegurada por el bando de los españo-
les no es vivida como algo negativo, sino co-
De esta manera se observa que el sincre- mo lo que justifica o antecede a la aceptación
tismo que se produjo a partir de la conquista de la liturgia católica, elemento fundamental
de México prevalece hasta nuestros días en actual para explicar y entender el sentido de
las manifestaciones culturales mexicanas; so- las acciones, festejos y determinaciones que
bre todo las que se generan en comunidades sustentan igualmente la estructura social co-
indígenas: munitaria. Un dato curioso, que es digno de
mencionarse, es una ocasión en la que uno de
El teatro del Nuevo Mundo tiene un marcado influjo los directores asignados llamado Fulgencio
indígena en el estilo, en el colorido y quizá en algunas Guzmán tuvo la ocurrencia de incluir un
formas del indio. La decoración de los escenarios estandarte de la Virgen de Guadalupe en el
en la Nueva España y Perú, corresponde al ritual bando de los aztecas con la intención de alen-
mágico, indígena. El disfraz, en su mayor parte es tar la fe católica en sus paisanos; sin embargo
indígena. El elemento musical y baile tienen raíces tal decisión generó diversas opiniones al res-
rituales del mundo indio13. pecto entre los tlacotepenses, argumentando
algunos que era una arbitrariedad utilizar la
En la actualidad, las danzas de conquista imagen de la Guadalupana en un contexto
obtienen un significado en el que los habitan- en el que cronológicamente es imposible
tes de cada comunidad viven el conflicto de di- situar, mientras que otros apoyaban la idea,
versas maneras. Más que cumplir una función por considerar que era un recurso efectivo
de evangelizar o educar a los pueblos, las dan- para continuar fomentando la religiosidad en El ¡uego de la conquista
de San Agustín Tlacotepec
zas se ejecutan con diversas intenciones entre la comunidad. De hecho, así ocurre en otras (Oaxaca. México)
las que destacan la recreación y búsqueda de representaciones de la conquista como la que KAMNA CASTRO SANTANA
tiene lugar dentro de las do él mismo como destinatario, es decir, la creación
celebraciones guadalupa- colectiva a partir de las ideas del pueblo, quienes
nas del 12 de diciembre, pretenden plantear alguna solución ante una circuns-
la cual ofrecen los habi- tancia para mejorar su comunidad o simplemente
tantes de Amecameca, un para cumplir un ciclo, como es el ejemplo de la danza
pueblo que se ubica en el de conquista de San Agustín Tlacotepec, la cual se
Estado de México: ellos celebra cada año en el marco de la fiesta en honor al
se trasladan en peregri- santo patrono para fomentar la unión entre los habi-
nación hasta la ciudad de tantes de esta comunidad. Esta categoría de teatro del
Desarrollo del Juego de la Conquista. México para ejecutar la pueblo y para el pueblo se divide en tres formas del
danza frente al atrio de teatro las cuales tienen diversos objetivos.
la Basílica de Guadalupe, para la cual, como a) De propaganda: Con un tinte político, este
explica Juventino Castro, «hasta la fecha tipo de teatro funciona como un medio de denuncia
los indígenas se visten con sus plumas y sus ante ciertas situaciones que enfrentan las clases bajas
atuendos [...] el día que se celebra a la virgen ante las altas.
15
Juventino Castro, Diálogo de de Guadalupe, o cualquier otra fecha católico- b) Didáctico: Esta forma de teatro tiene como
mestizos, antiensayo sobre pagana, y danzan como lo hacían sus ances- objetivo proponer una enseñanza para el pueblo, se
lo mexicano, México, ABISA,
1997, pág. 32. tros, en el Tepeyac u otros lugares sagrados tratan temas comunes allegados a su vida cotidiana
desde antiguo»15. para comprender mejor su entorno.

Augusto Boal, Técnicas latinoa-
Retomando la representación en San Agus- c) Cultural: El teatro cultural, busca la diversión
mericanos de Teatro Popular, tín, el hecho de integrar la danza dentro de la y el hecho de rescatar tradiciones como danzas, car-
México, 1982, pág. 2 1 .
fiesta patronal constituye un acto de regulación navales, etcétera17.
17 de las relaciones sociales en la comunidad, es
Cit. en Castro, op. cit, págs. decir, la preparación y participación en la fiesta De acuerdo a la clasificación empleada por
33 y 34.
funcionan de manera semejante a los rituales Boal, se identifica que la representación ana-
católicos actualmente practicados (bautizos, lizada contiene las características del «Teatro
Boal, op. cit., pág. 7 0 .
confirmaciones, primera comunión, etc.). del pueblo y para el pueblo» en la categoría
19 Reconociendo en la danza-drama de «cultural», ya que, como se ha mencionado,
Llamado así por su presentación
Tlacotepec una participación colectiva, se el juego tiene por objetivo principal divertir
«informal» en cuanto a carencia
de un edificio teatral se refiere, puede discurrir que se trata de teatro popular. y reunir una vez al año a los habitantes de la
así como por el estilo tan pecu- En primer lugar, cabe aclarar que el término comunidad. En palabras de Boal,
liar de vincularse los participan-
tes de la manifestación artística popular se aplica a los espectáculos que se
con los habitantes que fungen llevan a cabo por el pueblo. A continuación se Esta es una de las formas teatrales más simples, en
como público.
expone la propuesta de Augusto Boal, quien las que el pueblo manifiesta libremente sus ideas y
20 define el teatro popular, a partir de dos con- emociones. Es, de todas las formas teatrales, la más
Peter Brook, El espacio vacío,
arte y técnicas del teatro, Barce-
ceptos: población y pueblo. 'colectiva' la que más inspira y estimula el trabajo
lona, 1972, pág. 85. conjunto18.
Población es la totalidad de habitantes de un país o
región. Más restringido es el concepto de «pueblo»: Para complementar la definición de teatro
incluye sólo a quienes alquilan su fuerza de trabajo. popular, cabe citar a Peter Brook, quien habla
Pueblo es una designación genérica que engloba a de un «teatro tosco»19, el cual define como:
obreros, campesinos y a todos los que están tempora- «el teatro que no está en el teatro, el teatro
ria u ocasionalmente asociados a los primeros, como en carretas, en carromatos, en tablados, con
ocurre con los estudiantes y otros sectores en algunos el público que permanece en pie, bebiendo,
países. Quienes constituyen la población pero no el sentado alrededor de las mesas de la taberna,
pueblo -o sea los anti-pueblo- son los propietarios, incorporado a la representación, respondien-
los latifundistas, la burguesía y sus asociados (eje- do a los actores»20.
cutivos, mayordomos) y, en general, todos los que Es evidente que el teatro popular tiene su
piensan como ellos16. origen en el planteamiento de una necesidad
de una comunidad que mantiene vivas sus
Boal ofrece además una categorización del tradiciones como una forma de confirmación
teatro popular en la que se ubica la represen- y divulgación de su identidad.
tación de San Agustín Tlacotepec, atendiendo Considerando que la Danza, como cere-
sus particularidades: monia de culto a San Agustín, muestra una
El juego de la conquista forma ritual, es pertinente citar los llamados
de San Agustín Tlacotepec
(Oaxaca. México) Teatro del pueblo y para el pueblo: en esta categoría «ritos de paso», de los que se ofrece una bre-
KARINA CASTRO SANTANA se habla de un trabajo realizado por el pueblo estan- ve descripción, para después ubicar la danza
celebrada en San Agustín Tlacotepec, según lo miento que hayan hecho a cambio de algún
estipulado en los diferentes ritos expuestos: «milagro» solicitado a San Agustín. Incluso,
algunos habitantes de Tlacotepec deben tras-
A diferencia de los ritos del ciclo de vida, tienen co- ladarse desde diversos lugares para participar
mo principal función marcar el paso del tiempo para en la fiesta, debido a que la mayoría han emi-
los grupos sociales y el paso de dichos grupos por el grado a la ciudad de México o a los Estados
tiempo. [...] En general se trata de grandes celebra- Unidos de Norteamérica.
ciones comunales que indican cambios estacionales o En conclusión, la danza de conquista es
anuales y señalan para determinado grupo su tránsito una tradición en Tlacotepec, dado que la
de un estado de normalidad previo relativamente comunidad se niega a romper con un ritual
estable y fijo, a otro posterior. [...] Como todas las que los mantiene unidos, por lo menos dos
secuencias ceremoniales que señalan el tránsito de o tres meses al año. Más que venerar por
una situación social a otra, constan de tres momentos medio de su fraternidad y unión a su Santo
principales. Se inician con los rituales de separación Patrono San Agustín, la fiesta constituye una
de la condición social normal que conducen a los oportunidad de recrear una serie de acciones
ritos liminales y constituyen el estado de margina- que conforman su identidad. De hecho, como
ción o de intemporalidad social, para concluir con explica Elio Masferrer, ya «en el siglo XIX
los ritos de agregación por los cuales se retorna a la los historiadores están trabajando los movi-
situación normal, pero en un nuevo estado21. mientos indígenas desde una perspectiva que
incluye un papel de la religión como elemento
La estructura de la fiesta indica el carácter movilizador»22.
ritual de la danza, planteando fases específicas Cabe destacar que desde que llegaron las
por las que transcurre la representación como danzas de conquista a territorios mexicanos,
rito. Se habla de tres períodos: uno preliminal, éstas se han constituido en más que una
un período liminal y otro postliminal. Todos tradición. Se trata de un medio de expresión 21
ellos constituyen los ritos de separación e in- para las comunidades indígenas que aún de- Bonfiglioli y Jáuregui, op. cit.,
pág. 22.
corporación, es decir, la vuelta a la armonía o sean mostrar su cultura y su punto de vista
flujo de vida cotidiana en la comunidad antes respecto a un hecho que fue trascendental 22
Elio Masferrer Kan, «Movimien-
y después de los días de fiesta. en la historia de México, así como asegurar tos indios y cuestión religiosa.
En términos más descriptivos, el período y preservar una identidad colectiva. En cual- Encuentros y desencuentros con
la antropología en México», en
preliminal consiste en las acciones preparato- quier caso, es evidente que la religión católica
W a r m a n , op. cit., pág. 279.
rias de vestir los trajes apropiados, el traslado continúa siendo un factor fundamental en la
al área donde se ejecutará la danza y un inter- vida de las comunidades indígenas y mestizas
medio para comer el primer día. El período de nuestro país, en el que las prácticas rituales
liminal se caracteriza por el desarrollo del cuentan con una vigencia, gracias al respeto y
conflicto ritual en el tiempo extracotidiano devoción con que prevalecen las tradiciones
por medio de la danza teatro. Finalmente, el mexicanas que se han fortalecido a través de
último período marca una nueva situación de todos estos siglos.
vuelta a la armonía en el tiempo real.
A continuación se clasifican en los pe- BIBLIOGRAFÍA
riodos descritos anteriormente, la estructura
de la Danza y la transición de la comunidad Azor, Ileana, Teatralidades y carnaval. Dan-
durante la representación: zantes y color en Puebla de los Angeles,
(DANZA) P Preliminal: Mundo azteca, México, Gestos, Universidad de las Amé-
unidad armónica. P. Liminal: Confrontación ricas, 2004.
entre españoles y aztecas. P. Posliminal: Fun- Arango, Manuel Antonio, El teatro religioso
dación de la Nueva España, nueva unidad colonial en la América hispanoamericana,
armónica. (COMUNIDAD) P Preliminar: Barcelona, Puvill Libros, S.A.
Preparativos, Ensayos, Organización, Vestua- Boal, Augusto, Técnicas latinoamericanas de
rio. P. Liminal: Representación durante dos teatro popular, México, Nueva Imagen,
días. P. Posliminal: Incorporación a la vida 1982.
cotidiana y confirmación de su identidad. Bonfiglioli, Cario, Fariseos y matachines en
Se debe hacer hincapié en que la represen- la Sierra Tarahumara: entre la pasión de
tación se lleva a cabo sin ninguna condición Cristo, \a transgresión cómico-sexual y las
económica, es decir, todas las personas que danzas de conquista, México, Instituto El juego de la conquista
de San Agustín Tlacotepec
participan en el juego lo hacen por una cues- Nacional Indigenista, 1993. (Oaxaca. México)
tión religiosa, por pagar una manda u ofreci- KARINA CASTRO SANTANA
— y Jesús Jáuregui, Las danzas de conquista Fossier, Robert, La Edad Media, vol. 2: El des-
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Díaz del Castillo, Bernal, Historia verdadera tro de Investigaciones Interdisciplinarias
de la conquista de la Nueva España, Méxi- en Humanidades), Universidad Nacional
co, Porrúa, 1996. Autónoma de México, 1993.

El juego de la conquista
de San Agustín Tlacotepec
(Oaxaca. México)
KARINA CASTRO SANTANA
Alejandro Ortiz Bullé-Goyri

Licenciado en Literatura Dramática


y Teatro por la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México y Doc-
tor en Estudios Ibéricos e Ibero-
Amerieanos por la Universidad de
Perpignan (Francia). Dramaturgo,
director e investigador teatral, ha
impartido cursos sobre historia del
teatro, literatura hispanoamericana
e historia deí arte en universidades
de México, España y Francia. Ac-
tualmente es profesor titular en el
Departamento de Humanidades de
APROXIMACIONES A LOS TECUANES, la Universidad Autónoma Metro-
politana. Entre sus publicaciones
destacan Teatro y vanguardia en el
DANZA-DRAMA DE ORIGEN NÁHUATL México posrevolucionario (UAM,
2005), las coediciones de El teatro
franciscano en la Nueva España
DEL ESTADO DE GUERRERO (UNAM, 2000) y Teatro y Poder
(Universidad de Perpignan, 2002)
y su participación en la edición
ALEJANDRO ORTIZ BULLÉ-GOYRI de Fernando Horcasitas, El teatro
náhuatl v. II (UNAM, 2004), así
como numerosos artículos en revis-
tas y publicaciones especializadas
en teatro tanto americanas como
europeas.

RESUMEN

La danza de Tecuanes, de Tigres o de Tlacololeros es una de las expresiones escénicas


con mayores elementos mesoamericanos que conocemos y que se mantiene viva. Posee pe-
culiaridades sorprendentes, como su sentido teatral, el humor y el sentido festivo con el que
se desarrolla la trama, bastante sencilla, por cierto: es la representación de los esfuerzos de
unos cazadores por conseguir atrapar a un tigre. Así también cabe mencionar los elementos
mágico-religiosos vinculados con ritos de fertilidad ancestrales que se manifiestan en la danza
de Tecuanes.
¿Está vinculada esta danza con la tradición de evangelización, como las otras danzas-drama
y representaciones de Guerrero que Maclovio Ariza analiza? Existe además un texto que Fer-
nando Horcasitas debía haber utilizado en el capítulo de su libro El teatro náhuatl II «Farsas
de los pueblos» y que quedó inconcluso.
En este trabajo trataremos de describir y reconocer sus elementos más importantes, para
permitir más adelante estudios más amplios y clarificadores de esta expresión escénica vinculada
en algunos casos con las fiestas de carnaval.

APPROXIMATIONS TO LOS TECUANES:


NÁHUATL ORIGIN DANCE-DRAMA IN THE STATE OF GUERRERO

ABSTRACT

The Tecuanes, Tigres or Tlacololeros dance is one ofthe scenic expressions with the greatest
number of Mesoamerican elements known to us and that remains active. It has surprising
peculiarities such as its theatricality, humour and festive sensibility which develop the fairly
simpleplot: a representation ofhunters' efforts to catch a tiger. The magical-religious element
linked to ancestral fertility rights should also be mentioned which is seen in the Tecuanes
dance.
Is this dance linked to the evangelist tradition as the other dance-dramas and representations
in Guerrero analysed by Maclovio Ariza? Furthermore, there is a text that Fernando Horcasitas
must have used in the chapter 'Farsas de los pueblos' in his book El teatro náhuatl II which
remained incomplete.
Aproximaciones a Los Tecuanes,
This work will describe and recognise the most important elements so as to allow later, Danza-Drama de origen Náhuatl
del Estado de Guerrero
wider studies which clarify this scenic representation linked in some cases with carnival
ALEJANDRO ORTIZ
celebrations. BULLÉ-GOYRI
«De las bestias fieras»

El tigre anda y bulle en las sierras, y entre las peñas y riscos, y también en el agua,
y dicen es príncipe y señor de los otros animales; y es avisado y recatado y regálase como el gato,
y no siente trabajo ninguno, y tiene asco de beber cosas sucias y hediondas,
y tiénese en mucho; es bajo y corpulento y tiene la cola larga, las manos son gruesas,
las manos son gruesas y anchas y tiene el pescuezo grueso;
tiene la cabeza grande, las orejas son pequeñas, el hocico grueso y carnoso y corto,
y de color prieto, y la nariz tiene grasienta, y tiene la cara ancha
Caza del tigre en Oaxaca. Detalle foto de Darina Robles.
y los ojos relucientes como brasa.

Fray Bernardino de Sahagún,


«De las propiedades de los animales», Historia general de las cosas de Nueva España.

NOTA PREVIA o atemorizante que encontramos en la mayor


Fernando Horcasitas (1924-
1980) fue un importante inves-
parte de los casos de dramas y danzas-drama
tigador, antropólogo y filólogo, La danza de Tigres, de Tecuanes, de Tlaco- de herencia medieval que, desde el siglo XVI,
que dedicó sus investigaciones a
la recopilación de textos escritos
loleros, o cualquiera de sus variantes, es una se representan dentro de los ciclos religiosos
en lengua náhuatl y al estudio de de las expresiones escénicas con mayores cristianos año con año, desde Adviento hasta
esta lengua y sus hablantes. Una elementos mesoamericanos que conocemos Pentecostés.
parte de esas labores se orientó
a reflexionar sobre las manifes- y que se mantiene viva. Posee peculiaridades Nuestro objetivo será el de describir y
taciones escénicas y teatrales en sorprendentes, como su sentido teatral, el reconocer los elementos más importantes de
náhuatl, especialmente las del
llamado teatro de evangelizador
humor y el sentido festivo con el que se desa- estas manifestaciones escénicas, para permitir
del siglo XVI y del teatro tradicio- rrolla la trama: bastante sencilla en apariencia, más adelante estudios más amplios y clarifica-
nal indígena del siglo XX. Parte
de ese segundo volumen que
se trata de la representación de los esfuerzos dores de esta expresión escénica vinculada en
proyectaba publicar ha sido edi- de unos cazadores por conseguir atrapar a un algunos casos con las fiestas de carnaval. Hay
tado por María Sten y Germán tigre. Asimismo cabe mencionar los elemen- una cuestión sobre estas danzas que quedará
Viveros en Fernando Horcasi-
tas, Teatro náhuatl 11, México, tos mágico-religiosos vinculados con ritos de sin resolver: si su origen es mesoamericano
UNAM, 2004. fertilidad ancestrales que se manifiestan en la ¿cómo es que no fueron reconfiguradas por
danza de Tecuanes en forma de un enfrenta- los misioneros en su obra evangelizadora,
Fernando Horcasitas, «La danza miento a golpes «real» entre los intérpretes. convirtiéndolas en expresiones danzarías o
de Tecuanes», Estudios de Cultu-
ra Náhuatl, 1980, vol. 14, págs.
Existe un texto que Fernando Horcasitas1 teatrales de carácter piadoso, o al menos con
238-286. pensaba incluir en el capítulo titulado «Farsas algunas referencias cristianas edificantes? En
de los pueblos» de su libro El teatro náhuatl cualquier forma, es claro que danzas en donde
v. II. El capítulo referido quedó inconcluso y participan o aparecen ejecutantes personifi-
la versión de Horcasitas del texto de la Danza cando a tigres, pueden encontrarse en dis-
de Tecuanes permanece en archivos esperando tintas regiones de México y Centroamérica,
salir a la luz. Sí se encuentra publicado, en y muy probablemente sus orígenes daten de
cambio, un texto de la danza que editó y pu- tiempos remotos. En este breve acercamiento
blicó acompañando a su ensayo «La Danza de nos centraremos las se ejecutan en las regio-
Tecuanes» publicado en Estudios de Cultura nes que mantienen elementos propios de las
Náhuatl2. culturas nahuas en el Estado de Guerrero al
En este trabajo haremos principalmente sur de México.
aproximaciones a aspectos que nos parece rele-
vante tomar en consideración para un estudio ALGUNOS ESTUDIOS A PROPÓSITO
más amplio y profundo de esta manifestación DE LA DANZA DE TIGRES O TECUA-
escénica de origen nahua y de peculiaridades NES
poco exploradas, no sólo dentro del universo
de las fiestas y danzas populares mexicanas, No puede decirse en modo alguno que
sino de manera más específica en el campo de los trabajos en forma de artículos o ensayos,
los estudios del teatro en México. Dos son las sobre Tecuanes sean exiguos. Hoy podemos
Aproximaciones a Los Tecuanes,
Danza-Drama de origen Náhuatl
que consideramos que vale la pena resaltar: encontrar referencias bibliográficas de estu-
del Estado de Guerrero su herencia ritual precortesiana y, sobre todo, dios o acercamientos a la danza que datan
ALEJANDRO ORTIZ
BULLÉ-GOYRI
su carácter festivo, ajeno al espíritu solemne de 1910, como el de Elfego Adán sobre las
danzas de Coatetelco publicado en Anales cual recomendamos como guía fundamental
Elfego A d á n , «Las danzas de
del Museo Nacional de Arqueología, Historia para estudios sobre danzas y fiestas populares Coatetelco», Anales del Museo
y Etnología3. Pero sí puede afirmarse que la en México 6 . En este libro aparece también un Nacional de Arqueología, His-
toria y Etnología, 1910, núm. 2,
mayoría se acercan a ésta desde la perspec- texto titulado «Notas para una lectura sobre pág. 177.
tiva del análisis antropológico o sociológico, danzas mexicanas» donde, de manera sintéti-
presentando aspectos sociales y culturales ca, hace observaciones sobre las características
Horcasitas, «La danza de Tecua-
alrededor de la danza. Otros trabajos en cam- y el texto de esta danza de tecuanes a la que él nes», op. cit., págs. 238-286.
bio se orientan a testimoniar y a comentar los llama «de Coatetelco».
aspectos musicales y danzarios que aparecen Rosalía Díaz Vázquez, El ritual
en ella, con el fin de sistematizar su estudio en CONSIDERACIONES GENERALES de la lluvia en la tierra de los
hombres tigre. Cambio socio-
esos menesteres. cultural en una comunidad ná-
El estudio que más datos y reflexiones La Danza de Tecuanes se escenifica de ma- huatl (Acatlán, Guerrero, í 998-
1999), México, C N C A (Culturas
aporta sobre esta manifestación escénica lo nera tradicional en las poblaciones de Zitlala,
populares e indígenas), 2 0 0 3 .
hace Fernando Horcasitas en 1980 y aparece y Acatlán, en la región de la Montaña, en el
publicado en la revista Estudios de Cultura Estado de Guerrero, hacia el 3 de mayo, día
Fernando Horcasitas, «Notas
Náhuatl*. Se trata de un texto amplio; un de la Santa Cruz, pero podemos encontrar para una lectura sobre danzas
estudio monográfico que podría haberse pu- variantes que se representan en otras regio- mexicanas» en El teatro náhuatl,
v. II, op. cit, págs. 369-380.
blicado de manera independiente de la revista nes del Estado, así como en Oaxaca, Puebla,
que lo acoge y que revisa, reflexiona y aporta Chiapas y probablemente en Centroamérica,
multitud de datos y elementos para ubicar la en distintas fiestas patronales y religiosas, Horcasitas da esa definición de
tecuán, siguiendo la ¡dea de que
danza. El estudio de Horcasitas va acompaña- como es el caso de las fiestas de Carnaval, en el verbo comer es cua y el prefijo
do de una trascripción de una versión paleo- Juxtlahuaca (Oaxaca). te, refiere a gente. En su libro
Náhuatl práctico y ejercicios
grafiada, procedente del Estado de Morelos, El vocablo Tecuán significa literalmente para el principiante, México,
cuyo manuscrito fue adquirido hacia los años «que come gente»7. Es decir que el tigre, por UNAM-Instituto de Investigacio-
nes Antropológicas, 1998, de-
30-40 por el etnólogo y folklorista norteame- su fiereza y por situarse en Mesoamérica fine la palabra TITECUAH como
ricano Donald Cordry. como el animal más poderoso en la cadena «Comemos gente»; de manera
que el Tecuán o Tekwan, es el
Hay un trabajo reciente (2003) de Ro- alimenticia, adquiere una supremacía tal que animal salvaje que devora a los
salba Díaz Vázquez, titulado El ritual de incluso es superior al humano, al cual bien hombres. Es decir, el tigre ame-
la lluvia en la tierra de los hombres tigre. puede devorar. Esa, creo, es la causa por la ricano no domesticado, como el
jaguar o el puma.
Cambio sociocultural en una comunidad ná- que la danza no se titula en náhuatl como
huatl (Acatlán, Guerrero, 1998-1999)5, que danza de tigres, que sería en todo caso de
resulta un estudio antropológico muy útil Ocelotl; es decir, «del tigre»8. En todo caso, El término «tigre» suena un tanto
ajeno a las culturas indoameri-
para conocer los aspectos étnicos, sociales y el término ocelotl, debe referir de manera canas, toda vez que los tigres co-
culturales de las comunidades en donde se genérica a todos los felinos y en el caso parti- mo tales no existían en América,
sino una amplia variedad de feli-
realiza la danza. cular del Tekwan o Tecuán, se trataría de una nos, tales como pumas, ¡aguares
Pero no encontramos estudios específicos suerte de jaguar que por su fiereza (y por la o gatos monteces. Ninguno con
la fiereza o la majestuosidad del
en cuanto a los aspectos teatrales y especta- consiguiente imposibilidad de su domestica- llamado tigre de bengala.
culares de la danza de Tecuanes, o tigres, lo ción) adquiere el nombre o el mote de «come
cual nos hace ver la necesidad de orientar un gente». Véase Miguel León Portilla (ed.),
proyecto de investigación hacia el futuro en Hay un aspecto interesante que cabe re- De Teotihuacán a los Aztecas,
(fuentes e interpretaciones histó-
donde, al analizar la danza, se equipare su saltar en relación con las manchas que lleva el
ricas), México, U N A M (Lecturas
presencia mesoamericana con la de la Danza tigre (o los tigres) de la danza: remiten no sólo Universitarias, 11), 1983.
del Guegüence de Nicaragua o se realice una a sus rasgos felinos sino al tigre mítico que se
comparación con el Cautivo en Rabinal, o lanzó al fuego después de que Nanahuatzin
Rabinal Achí de Guatemala, sobre todo en lo y Tecuciztécatl se arrojaran asimismo a las
que se refiere a los intrincados vínculos entre llamas en Teotihuacán para crear el nuevo sol
fiesta ritual, representación dramática y danza y darle movimiento al universo9. Las manchas
ceremonial. que lleva son los restos del tizne o cenizas del
Por lo pronto, al final de estas aproxima- fuego primordial al que se arrojó también el
ciones ofrecemos una bibliografía específica animal para convertirse así, en el plano mítico,
sobre esta danza, que parte de la utilizada en el símbolo de una fuerza cósmica relacio-
por Fernando Horcasitas para realizar sus nada con las fuerzas oscuras y nocturnas.
investigaciones sobre esta expresión escénica, N o olvidemos tampoco que muchos felinos,
y que aparece tanto en su estudio de 1980 especialmente los que habitan las selvas del
Aproximaciones a Los Tecuanes,
como en la amplia bibliografía expuesta en su territorio mexicano poseen, precisamente, Danza-Drama de origen Náhuatl
del Estado de Guerrero
fichero personal y que aparece publicada en hábitos nocturnos, como el de la cacería y el
ALEJANDRO ORT1Z
el volumen II de su Teatro Náhuatl (2004), la apareamiento. BULLÉ-GOYRI
En muchas culturas Llama la atención que, en el calendario
mesoamericanas como festivo del México actual, esta danza sea eje-
los olmecas, los mayas, cutada especialmente durante los festejos de
la cultura teotihuacana y, la Santa Cruz del tres de mayo, así como en
en general, en el vasto las fiestas de Carnaval y en algunos casos en
horizonte de las culturas fiestas de Santos Patronos, así como en honor
nahuas, el tigre se vincu- a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.
ló con la estirpe de los Entre las variantes más conocidas de las
gobernantes, y se piensa danzas de tigres, están la del modelo, digamos,
que esa asociación pueda «clásico», que es la que denomina Horcasitas
deberse tanto al sentido como «Tecuanes de Coatetelco», en la que se
mítico religioso del felino baila y se interpreta un texto dramático que
como a la propia fuerza y más o menos sigue una historia, pero están
majestuosidad inherente también las de los llamados «Tlacololeros»,
al animal, cualquiera que que Horcasitas distingue muy bien como
sea la especie10. Asimis- diferentes a los Tecuanes tipo Coatetelco,
mo, el tigre mesoameri- como él mismo los clasifica, porque tienen
Cazador en una Danza del tigre en Oaxaca. Detalle foto de cano puede considerarse un carácter más danzario y chocarrero, como
Darina Robles.
como una fuerza totémica demonios alocados que agitan sus látigos y
a la que, en determinados ritos, podría habér- recorren las calles asustando a los asistentes
sele presentado como una figura patriarcal y espectadores.
que había que vencer para que el mundo Estas son las características que describe
siguiera su cauce y continuaran los ciclos de Rosalba Díaz Vázquez en su estudio y que
vida respectivos. Horcasitas no describe con esta precisión:
10
Interesante por ello resulta la
Mercedes de la Garza nos recuerda en su
suerte de procesión de tigres que libro El hombre en el pensamiento religioso Los tlacololeros
aparece en la llamada pirámide
de Quetzalcóatl en Tula, ¡unto
náhutl y maya que precisamente «el primer Esta danza representa aspectos cotidianos de la siem-
con coyotes y águilas (véase Sol o Sol de Tierra, fue destruido por ocelotes. bra del tlacolol13. Los doce o catorce participantes
ibidem., págs. 94-95). En él predominó Tezcatlipoca. Los hombres se forman en dos hileras, dirigidos por el danzante
11 se alimentaron de piñones y fueron comidos principal que se distingue por traer un tejón dise-
Mercedes de la Garza, El hom- por los ocelotes»11. cado colgado al frente. En general, la indumentaria
bre en el pensamiento religio-
so náhuatl y maya, México,
El océlotl se asocia con lo nocturno y de tlacololero consiste en un sombrero de palma
U N A M , 1978, págs. 20-31 véa- con lo femenino, y de ahí probablemente la tejida de ala ancha con un listón alrededor, además
se también Roberto Moreno de
los Arcos, «Los cinco soles cos-
relación que se establece en la danza con la de costales que les cubren el frente, la espalda y
mogónicos», Estudios de Cultura propiciación de lluvias y en general con la los brazos. Portan una máscara con rasgos fijos sin
Náhuatl, México, U N A M , 1967, fertilidad12. Y de ahí quizás la necesidad de pintar y emplean un chirrión o chicote de plástico o
vol. Vil, págs. 183-210.
que, en una de las variantes de Tecuanes, corra de ixtle con el que, al terminar una pieza, se golpean
12 la sangre para que el ritual propiciatorio cobre con fuerza unos a otros. Según algunos entrevistados,
En su Diccionario de mitología
y religión de Mesoamérica, Yó-
sentido. A esa celebración ritual relacionada estos golpes significan la imitación de los truenos y
lotl González Torres nos ofrece con la petición de lluvias se le conoce todavía relámpagos que auguran buenas lluvias14.
consideraciones sobre el tigre
como Atzatziliztli y probablemente haya te-
mesoamericano, en particular
sobre el ¡aguar: «Es uno de los nido relación con la fiesta de Atlcahualo entre O t r o tipo de danzas de tigres es aquella
animales más frecuentemente los mexicas, que era la festividad dedicada a en la que la atención se centra en el aspecto
representado, sobre todo en
las primeras fases de la cultura las deidades de la lluvia, como Tláloc. propiciatorio del ritual: el encuentro entre
mesoamericana. Se le ha aso-
ciado al poder político, a los
poderes ocultos de los magos y
de los hechiceros, así como al
mundo nocturno y subterráneo,
a las cuevas, a las fuentes, a la
oscuridad y a la noche. Era un
motivo favorito entre los olme- cas. / / N A H U A S . océlotl. Era gónicas, Quetzalcóatl le da (Yólotl González Torres, los siguientes elementos: tlaco-
el segundo signo del ciclo de un puntapié a Tezcatlipoca Diccionario de mitología y lotl «vara» y ololi: «en forma
2 6 0 días o tonalpohualli. En quien se convirtió en ¡aguar, religión de Mesoamérica, de montocitos», se cree que
el mito de la creación del Sol mismo que es la Constela- México, Ediciones Larousse, se refiere al tipo de montículos
se dice que después de que ción de la Osa Mayor. Tam- 1 9 9 1 , p á g . 99). que se hacen al desmontar el
salieron el Sol y la Luna de bién se dice que los ¡aguares terreno de las laderas o en las
la hoguera, se arrojaron un se comieron a los gigantes 13 faldas de un cerro.
Aproximaciones a Los Tecuanes,
águila y un ¡aguar; éste se que habitaron en la primera El término tlacolol o tlacolole,
Danza-Drama de origen Náhuatl
«chamuscó» y quedó man- edad cosmogónica. Entre los como es denominado en algu- 14
del Estado de Guerrero
chado de negro y blanco. En mexicas había una orden de nas de las regiones del estado Díaz Vázquez, op. cit., pág.
ALEJANDRO ORTIZ
una de las edades cosmo- guerreros, llamados océ/of» de Guerrero, se compone de 87.
BULLÉ-GOYRI
tigres que combaten entre ellos en una suerte o mesoamericanos de la danza de Tecuanes y
de sacrificio gladiatorio, donde debe manar y sus respectivas variantes. Horcasitas, incluso,
correr la sangre para fertilizar la tierra. Esto es cita a cronistas como fray Toribio Benavente
lo que Díaz Vázquez observa al respecto: Motolinía para comentar cómo en el teatro
evangelizador del siglo XVI aparecían actores
La pelea de tigres o tecuams indígenas disfrazados de tigre17.
Mención aparte merece la pelea de tigres, un cere- No obstante, da la impresión de que, en
monial que no pertenece a la categoría de las danzas ambos casos, parecen haberse quedado cortos
ya que no cuenta con música ni coreografía, es decir, en el análisis de los antecedentes mesoameri-
tiene una sucesión de posiciones o pasos, ejecutados canos y en los aspectos rituales de las danzas
a un ritmo musical determinado. Su presentación es de Tecuanes. Creo, por ello, que vale la pena
exclusiva de esta fiesta y tiene gran importancia en detenerse en ese aspecto, especialmente en lo
todo el ceremonial. tocante a los antecedentes festivos mexicas, de
En primer lugar es una de las fases centrales de la los que tenemos abundantes referencias gra-
Petición de lluvias, formando parte de la secuencia cias a la labor etnográfica de fray Bernardino
simbólica del rito propiciatorio: ceremonia de ofren- de Sahagún expuesta en su Historia General Danzante-tigre de una Danza de
Tecuanes de Guerrero.
das y a los vientos para atraer las nubes (ehecame), pre-de las Cosas de la Nueva España.
paración de la tierra para la siembra y, finalmente, la
petición de agua de los tecuanis. Pero ellos no claman ALGUNOS ANTECEDENTES Y ASPEC-
e imploran, su exigencia no es verbal, es acción, pelea, TOS RITUALES DE LA DANZA
dinamismo que se manifiesta en cada golpe de un
tecuani sobre otro, también es equilibrio, compatibili- En la fiesta de Tlacaxipehualixtli, dedica-
dad y control al entregar el tomoxóchitl ¡flor de colorda a Xipe Totee, el señor de los desollados, 15
El comentario es nuestro.
rojo, tal vez del árbol del colorín, que en el Altiplano la deidad tutelar del manto terrestre, la piel
se conocía como huanacaxtle, con la que por tradición de la madre tierra, Sahagún hace mención a
Op. át, págs. 8 9 - 9 1 .
se solicita a una novia como esposa, o al menos combates en no- entre jóvenes guerreros como parte
viazgo15], el hombre-tigre entonces pide buena lluvia de la festividad, y, aunque en otras festivida- 17
y buena fertilidad para la tierra y buena semilla para des se realizan combates entre participantes, Véase para mayor referencia
documental María Sten (coord),
la reproducción, fruto de la unión entre el tecuani y en la fiesta de Tlacaxipehualiztli, la segunda Óscar Armando García Gutié-
la mujer. Es por eso que su lugar en esta ceremonia es en el calendario mexica, algunos de quienes rrez y Alejandro Ortiz Bullé-
Goyri (eds.) El teatro franciscano
complejo y responde a una lógica rigurosa. combaten van ataviados como tigres, en una en la Nueva España (Fuentes y
En segundo lugar constituye, por tradición, un rito suerte de sacrificio gladiatorio. Menciona ensayos para el estudio del tea-
de paso que los jóvenes desean realizar para mostrar tro de evangelización del siglo
Sahagún al respecto: XVI¡, México, U N A M - C O N A -
a sus familias y a la comunidad su fortaleza física y CULTA/FONCA, 2 0 0 0 .
su compromiso con la «costumbre» y reforzar las Poníanse todos sentados sobre unos lechos de heno,
características más sobresalientes de los acatecos, «ser o de tízatl o greda; y estando ahí sentados, otros Fray Bernardino de Sahagún,
buenos peleadores»16. mancebos provocábanlos a pelear, y los otros huían, y Historia General de las Cosas
de la Nueva España, México,
alcanzándolos comenzaban a luchar o pelear los unos Porrúa, 1999, pág. 1 0 1 . El su-
Extraña que Horcasitas no mencione esta con otros, y se prendían los unos a los otros (...). brayado es nuestro.

variante en su estudio que en sí mismo es am- En acabando esta pelea luego comenzaban a acuchi-
plio y complejo. La razón estriba, quizás, en llar a los que habían de morir acuchillados sobre la
que no forma parte de expresiones populares muela.
nahuas en donde aparezca un sistema textual Peleaban contra ellos cuatro, los dos vestidos como
específico, es decir, que no hay un texto pre- tigres y los otros como águilas; y antes que comen-
vio en lengua náhuatl (no hay que olvidar zasen a pelear uno contra uno; y si era valiente el
que Horcasitas, antes que etnólogo, era un que estaba atado y se defendía bien acometiéndole
experto en filología náhuatl y que su interés todos cuatro; en esta pelea iban bailando y haciendo
primordial siempre fue el estudio de la lengua muchos meneos los cuatro18.
náhuatl). Pero también extraña que en el es-
tudio antropológico de Díaz Vázquez no se Podríamos afirmar, pues, que las danzas de
haga mención a las Danzas de Tecuanes «tipo tigres, o al menos los combates gladiatorios
Coatetelco», ni a la parte de los diálogos, es de tecuanes, poseen un claro antecedente en
decir, a los aspectos propiamente dramático- la vida festiva de las culturas mesoamericanas.
literarios de la danza. Pero, por otra parte, no creo que sea fácil aven-
Aproximaciones a Los Tecuanes,
En ambos casos textos, en el de Horcasitas turarse a aseverar que la danza y sus diversas Danza-Drama de origen Náhuatl
del Estado de Guerrero
y en el de Díaz Vázquez, se hace referencia a variantes, tal como las conocemos, sean pre-
ALEJANDRO ORTIZ
los incuestionables antecedentes prehispánicos cortesianas de origen. Se trata de expresiones BULLÉ-GOYRI
sincréticas que se fueron amalgamando duran- la Santa Cruz, con el fin de participar en la
te los procesos de aculturación en los distintos fiesta y formar parte de los contingentes de
pueblos mesoamericanos evangelizados por púgiles que se enfrascarán en el duelo gladia-
franciscanos, agustinos o dominicos que apro- torio de tigres propiciatorio de lluvias y de la
vecharon la rica tradición escénica y festiva de fecundidad de las tierras, como se manifiesta
los pueblos indígenas durante la conquista y en la crónica de la fiesta de 2005 en Zitlala,
colonia para cristianizarlos19. En cualquier for- a cargo de Arturo Jiménez, publicada en el
ma, no es de nuestro interés demostrar en estas diario La Jornada22.
líneas la autenticidad o pureza prehispánica de N o son pocos los trabajos, estudios, en-
la Danza de Tecuanes o sus variantes. sayos o artículos donde se hace referencia
Hay también en la Historia General de a esta danza tan emblemática del Estado de
las Cosas de la Nueva España de Sahagún Guerrero, debido en particular a sus aspectos
una mención por demás interesante sobre propiamente folklóricos que atraen año con
una práctica que tenían, entre los mexicas, los año a turistas de distintas latitudes y no sólo
cazadores de tigres: de México. El hecho de que sea una danza
en la que se plantea un combate escénico con
Danzante-venablo de una Dan- Una gente que eran como asesinos, los cuales se lla- unos vistosos y coloridos trajes y máscaras
za de Tecuanes de Guerrero.
maban nonotzaleque20, era gente osada y atrevida para de tigres la hace de suyo atractiva, pero, en
matar, traían consigo del pellejo del tigre un pedazo de cambio, no abundan los estudios en los que se
la frente y otro pedazo del pecho, y el cabo de la cola aborde la danza no sólo desde sus aspectos de
19 y las uñas y el corazón, y el colmillo y los hocicos; de- costumbre y tradiciones populares sino desde
Beatriz Aracil Varón nos hace cían que con esto eran fuertes y osados, y espantables los aspectos rituales y sus correspondientes
ver que Carlos Navarrete encon-
tró un documento inquisitorial
a todos, y todos les temían, y a ninguno habían miedo reminiscencias mesoamericanas.
novohispano interesante sobre por razón de tener consigo estas cosas del tigre21. Dos han sido las ocasiones en que he tenido
la presencia de las danzas de
tigres en la Colonia: Carlos Na-
la oportunidad de presenciar este espectáculo
varrete, «Prohibición de la dan- Esta observación de Sahagún, si bien no festivo ritual que considero que es la Danza de
za del tigre en Tamulte, Tabasco
refiere propiamente a un antecedente direc- Tecuanes: una durante las fiestas de carnaval
en 1 6 3 1 » , T/o/ocan Vl:4 (1971]
págs. 3 7 4 - 3 7 6 . to de la Danza de Tecuanes, nos hace ver la de Juxtlahuaca, Oaxaca, y otra en una suer-
relación mágica que se solía establecer con te de exhibición en Zitlala, Guerrero, como
20
«Que tiene conjura, secreto,
los atributos del tigre a través del acto de parte de las actividades de una fiesta de teatro
ciencia transmitida por tradi- enfundarse con partes y piel del tigre recién comunitario23. En ambos casos la danza me
ción» (fray Bernardino de Saha-
gún, «Vocabulario», en op. cit.,
cazado. La utilización de disfraces y máscaras pareció fascinante, pero por razones diferentes.
pág. 939). con formas de tigres en las diversas variantes La primera destacó por su carácter festivo, su
de tigres podría ser una derivación de ello, espectacularidad y por la interacción que los
21
Ibidem., págs. 6 2 1 - 6 2 2 . como ocurre específicamente en las peleas de danzantes enmascarados de tigres lograban
hombres tigres en Zitlala el tres de mayo. con los espectadores participantes de la fiesta
22
Arturo Jiménez, «En Zitlala, la
de carnaval; la segunda por la violencia «real»
lluvia llega convocada por la CONSIDERACIONES PARTICULARES que se desata entre los tigres y el reguero de
violencia», La Jornada, secc.
Cultura, domingo 8 de mayo,
sangre que salpica a los propios combatientes,
2 0 0 5 , págs. 3-4. Con el fin A pesar de los embates de la cultura urbana a la tierra y a los asistentes a la fiesta24.
de constatar esa presencia de
las danzas de tigres en otras
y de la «norteamericanización», por factores Ambos aspectos, el carácter festivo y el
comunidades y en otras fechas, migratorios, de muchas de las poblaciones del carácter de ritual propiciatorio, unidos a los
acudí en el mes de agosto a la Estado de Guerrero, en donde de manera tra- elementos mágico-religiosos y simbólicos al-
población de Tecpan de Galea-
na en el Estado de Guerrero. dicional se celebra esta danza ritual, es claro rededor de la figura del felino, le dan a Los
Si bien sólo encontré en dicha que ésta aún se mantiene viva y sabemos que Tecuanes un sentido mesoamericano que con
fiesta ciertas formas de combates
escénicos, como los que suelen
muchos migrantes indígenas que ya radican mucho se diferencia de la mayoría de formas
darse en la llamada «topa del en el norte suelen volver a sus comunidades, escénicas dramáticas o danzarías relacionadas
toro», la presencia del tigre y
de las danzas de Tecuanes y sus
como Zitlala o Acatlán, durante las fiestas de con la tradición escénica de origen misionero
respectivos encuentros gladiato-
rios permanecía latente con la
presencia en la procesión de una
Danza de Mapaches, cercana a
la de Tecuanes, que incluye a un tigre que supuestamente será de danzas de tigres más cono- a pensar y sentir que la riña de Zitlala, en el Estado de
cazado (como se plantea en el cidas: la de Tlacololeros y la iba en serio, por el número Guerrero, se hubiera rega-
modelo que Horcasitas llama otra de Atzatziliztli con su res- de combatientes y que podría d o con mi propia sangre y
danzas tipo Coatetelco). pectivo combate gladiatorio. ser y o también alcanzado hubiera a y u d a d o a fertilizar
Aproximaciones a Los Tecuanes,
Danza-Drama de origen Náhuatl por los golpes, lo que no los terrenos agrícolas y a
del Estado de Guerrero 23 24 ocurrió, desde luego; aunque atraer las lluvias generosas
ALEJANDRO ORTIZ Es claro que lo que presencié Esta última situación me tomó quizá hubiera sido un alto y dadoras de la vida en la
BULLÉ-GOYRI se trató de dos de las variantes tan desprevenido que llegué honor para mí, pues la tierra región.
y de herencia medieval en México. En este Horcasitas, Fernando, «La danza de
sentido, el tigre americano y su simbología Tecuanes», Estudios de Cultura
bien podían considerarse como manifesta- Náhuatl, 1980, vol. 14, págs. 238-
ciones del mal, como ocurría con la célebre 286.
tarasca de las procesiones del Corpus Christi — , «Los Tecuanes de 1907» (steno-
en todo el mundo hispánico25. No lo podría graphic versión), Horcasitas Pa-
afirmar de manera categórica, pero me parece pers, box 15/fl2, Latin Amercan
una buena hipótesis. Library, University of Tulane,
En definitiva, la Danza de Tecuanes ofrece USA.
todavía múltiples aspectos de interés al in- — , «Notas para una lectura sobre
vestigador teatral; esperamos por ello poder danzas mexicanas» en El Teatro
ofrecer en un futuro un estudio más completo Náhuatl v. II, México, UNAM,
y esclarecedor en torno de esta expresión de la 2004, págs. 369-380.
cultura escénica tradicional mexicana. — , El teatro náhuatl, v. II (Selec-
ción y Estudio Crítico de los
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Ediciones Larousse, 1991. BULLÉ-GOYRI
Blanca Cárdenas Fernández
Doctora en Estudios Hispánicos y
Latinoamericanos por la Univer-
sidad de Perpignan, Francia. Es
profesora-investigadora de tiempo
completo en la Escuela de Len-
gua y Literaturas Hispánicas de la
Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo de Morelia, Mi-
choacán. Autora de los libros Los
cuentos en lengua p 'urhépecha. Un
punto de de vista sociocrítico e In-
fluencias e ideología en la obra de
Rubén Romero, 'Apocalipsis'. Es
CH'AISIANTSKVA
además editora y coautora de una
docena de libros y autora de varios
artículos en publicaciones nacio- (JUEGO DE LA MADUREZ)
nales e internacionales. Miembro
fundador del Seminario interuni- BLANCA CÁRDENAS FERNÁNDEZ
versitario de Estudios Sociocríticos
y Semióticos. Pertenece al Siste-
ma Nacional de Investigadores de
México con nivel II.

RESUMEN

La Ch'anantskua (juego de la madurez), propia del pueblo de Carapan, Michoacán, es una


representación ancestral de iniciación de los jóvenes al matrimonio. Esta representación consiste
en la demostración que hacen los muchachos (actores), de ambos sexos, ante la población adulta
(jueces y público a la vez) de que ya son aptos para el matrimonio; para ello realizan pública-
mente labores propias de su sexo. Sin embargo, a partir de los años sesenta, esta representación
fue incorporando elementos religiosos cristianos, así como profanos referentes al carnaval, de tal
suerte que hoy se ha transformado en una amalgama de signos, símbolos e iconos de las culturas
p'urhépecha prehispánica, negra y española, que se expresan en una rica polisemia cultural, que
pretendemos mostrar en este artículo.

CH'ANANTSKUA (THE GAME OF MATURITY)

ABSTRACT

Ch 'anantskua (the game of maturity), from the village of Carapan in Michoacán is an ances-
tral representation ofyoungpeople's journey into marriage. This representation demonstrates to
the adult population (judges andpublic alike) that the youths (actors) from hoth sexes are ready
for marriage. So as to do this, they publicly carry out work considered inherent to their gender.
However, from the sixties, this representation began to include Christian religious elements
as well as secular referents from carnivals. In this way, it has today been transformed into an
amalgam ofsigns, symbols and icons ofthepre-Hispanicp'urhépecha, black and Spanish cultures,
expressed via a rich cultural polysemy that this article aims to demónstrate.

Agradecimientos a Saira Arias Pablo por el material proporcionado

Ch 'anantskua o «juego de la madurez» es maduras; así, muchachos y muchachas de-


una fiesta de la comunidad p'urhépecha de muestran ante el pueblo que ya son aptos para
Carapan, ubicada en la Cañada de los Once el matrimonio. Ellos realizan labores del cam-
Pueblos. Se trata de una representación que po (principalmente cortar leña) pero también
hacen los jóvenes del rol socio-económico hacen patente su «hombría» tomando bebidas
Ch 'anantskua
(Juego de la madurez) de los adultos: «juegan» a ser «grandes» embriagantes y jugando a pelear entre ellos.
BLANCA CÁRDENAS realizando el trabajo propio de las personas Ellas, por su parte, evidencian su saber en
FERNÁNDEZ
bordar un mantel o servilleta y en preparar los mente, también una botella de
alimentos: chapatas1, curundas2 y churipo3. vino para que la comparta con
«Si las muchachas ya saben hacer chapatas ya los demás jóvenes. En el trans-
pueden casarse, ya están preparadas para el curso del recorrido que se hace
matrimonio»4. por los cuatro barrios se van
En la representación teatral de este «jue- sumando a él las muchachas
go» existe una interacción entre el actor y el que han dado la servilleta, los
público, entre el joven y el adulto; cuando el adultos y espectadores visi-
primero tiene alguna dificultad para realizar tantes; todos siguen el camino
un trabajo, éste interviene para enseñarle la rumbo al árbol que ha sido
manera de hacerlo, lo que le da a la repre- derribado y cortado en trozos. Fiesta de la madurez, Muchacha que ha bordado sus
sentación un carácter de «rito de iniciación» Al llegar a él, los jóvenes co- manteles.
del joven a la vida adulta. «En el juego piden mienzan a bailar y a repartir brazadas de leña
ayuda a los adultos cuando algo se les com- y banderitas de colores a las chicas para que
plica»5. ellas lleven luego la leña al atrio del templo. El
La celebración dura cuatro días, y el esce- cuarto día se hace una procesión con el Señor
nario donde se desarrolla es el área geográfica del Rescate acompañado de otras imágenes
del pueblo, el cual se encuentra dividido, para religiosas como la Virgen María y San Isidro
cualquier tipo de actividad, en cuatro partes Labrador. Al finalizar, los jóvenes y demás Tamales grandes rellenos de fri-
joles molidos con piloncillo.
llamadas cuarteles. «Los jóvenes de los cuatro espectadores despiden a las cuatro bandas de
cuarteles hacen los preparativos dos o tres me- música y las muchachas le regalan una chapata
ses antes, poniéndose de acuerdo con su novia a cada uno de los músicos. Otro tipo de tamal que puede
estar relleno de carne con chile.
o amiga (...) para que prepare una servilleta, Ch'anantskua se encuentra estrechamen-
que luego (él) lucirá en la fiesta»6. Además, te vinculada a la organización de las fiestas
Carne de res cocida con col y
como ellos mismos son los «comisionados», prehispánicas, principalmente a tres de ellas: guisada con chile rojo, se come
adquieren el compromiso de organizarse para a la de Sicuindiro, que es una representación con las curundas.

repartirse actividades como la contratación de cósmica del número cuatro en la que se venera
bandas de música, velar por el buen desarrollo a los dioses de las cuatro partes del mundo, a Comentarista del vídeo
de la fiesta, buscar el árbol del cual se harán Ch'anantskua. El juego de la
otras festividades ligadas a los rituales de la madurez, realización y guión
los trozos de leña, hacer banderitas de papel fertilidad y a la correspondiente a las bodas. de Dante Cerano Bautista,
de china de diferentes colores que reparti- En la Relación de Michoacdn se describen Videoteca Iberoamericana I,
México, 1999.
rán a sus novias y a los espectadores. Estas varias celebraciones que ponen en evidencia
banderitas tienen en su centro dibujadas (o el número cuatro; otras de ellas se refieren al 5
Ibidem.
caladas) las figuras de un hombre y una mujer rol de la producción agrícola, que va desde la
como significado de este juego. Sin embargo, petición de las lluvias a las cosechas, como ya
la bandera más importante que los jóvenes habíamos comentado. La fiesta religiosa de J. Guadalupe Aguilar Ortiz, Ca-
rapan: ir escribiendo, Zamora,
portan en la fiesta es la servilleta bordada por Sicuindiro es una de ellas y estaba dedicada a editora del Semanario Guía,
su novia. Este mantel o servilleta lo amarran los dioses de las cuatro partes del mundo para 1997, pág. 18.

con listones de muchos colores a un carrizo, obtener lluvias abundantes que redundaran en
el cual sirve de asta. En los últimos cuarenta buenas cosechas. Locutor de Radio Cheran y de la
Z M de Zamora, en J. Gudalupe
años esta servilleta tiene bordadas, en punto
Ortiz, op.cit, págs. 18-20.
de cruz, las figuras de una mujer vestida de ... éstos (los señores principales) representaban las
china poblana, un torero y un toro. nubes blanca y amarilla, colorada y negra, disfrazán- Jerónimo de Alcalá, Relación de
El ritual de la fiesta, según Carlos Marcelo dose para representar cada nube de éstas. Habiendo Michoacán, México, SEP, 1988,
Valentín7, comienza con la entrada al pueblo de representar la nube negra, vestíanse de negro y así pág. 4 9 .

de las bandas de música; delante de ellas van las otras. Y bailaban estos allí con los otros y otros
los jóvenes recorriendo los cuatro cuarteles cuatro sacerdotes que representaban otros dioses que
del pueblo. Un día después se organiza una estaban con la dicha Cuerauaperi8.
comida tradicional para actores y espectado-
res, en ella se ofrece churipo y curundas, y se El escenario de la fiesta simboliza las cua-
les obsequia una chapata a cada uno de los tro partes del universo, cada una de las cuales
asistentes. está representada por un dios, y una nube de
El tercer día los jóvenes visitan las casas de color de acuerdo al punto cardinal del que se
los cuatro cuarteles. Cuando sale una mucha- trate. En esta cultura el cuadrado derivado de
cha con su servilleta y se la da al joven corres- la divinidad de la constelación de la Cruz del Ch 'anantskua
(Juego de la madurez)
pondiente, éste baila hasta dos abajeños, ella Sur es una alegoría del espacio cósmico celes-
BLANCA CÁRDENAS
por su parte le regala una chapata y, reciente- te; sin embargo, este modelo es reproducido FERNÁNDEZ
también en la tierra y en el in- [Ella] llevaba mantas para su esposo y camisetas y
framundo. Tal figura dominante hachas para la leña de los cues, con las esteras que
en los tres lugares cósmicos se se ponían a las espaldas, y estaba él aparejado y tenía
hace presente aún hoy en día allí su pan de bodas, que eran unos tamales muy
en los rituales religiosos y en la grandes llenos de frijoles molidos y jicales y mantas
vida social de este pueblo. y cántaros y ollas y maíz y ají y semillas de bledos y
En Ch'anantskua queremos frijoles en sus trojes; y tenía allí un rimero enaguas y
señalar algunos aspectos de la atavíos de mujeres12.
subsistencia de la representa-
ción del cuadrado: el escena- La novia (esposa) provee al esposo de ca-
rio se divide en cuatro partes, misetas y de las herramientas de trabajo para
la fiesta tiene una duración de cortar leña; sin embargo, la leña que él corta
cuatro días (de lunes a jueves), no está destinada al hogar, sino a los dioses.
se contratan cuatro bandas de También él proporciona a la esposa ropa y
Joven portando el mantel de su novia en la fiesta
música, los jóvenes se organi- utensilios de cocina, pero también la comida
zan en cuatro grupos, entre otros. Aquí se suficiente que almacena en sus trojes.
muestra cómo aún subsiste la visión del cos- Estos aspectos de la boda prehispánica se
mos sagrado en las fiestas actuales, puesto que encuentran claramente presentes en la fiesta
el número cuatro se reproduce a nivel cultural de Ch'anantskua o juego de la madurez,
no sólo en el espacio geográfico y en aspectos que bien puede identificarse con un ritual de
divinos como templos, deidades y rituales, iniciación al matrimonio; por esto se le llama
sino también a nivel social en costumbres y fiesta de los jóvenes o fiesta de las chapatas.
José Carmelo López, El día que leyes que rigen al pueblo p'urhépecha. Las chapatas o «pan de boda», como se le
murió un imperio, Uruapan, CO-
NACULTA, Gobierno del Estado, Los ritos de fertilidad los encontramos en llama en la Relación de Michoacán, tienen un
Secretaría de Cultura, 2005, la coincidencia en fechas de la representación papel relevante tanto en el ritual antiguo co-
pág. 31. mo en el presente, ya que caracteriza a ambos.
de la fiesta actual con las de las celebraciones
10 antiguas; por ejemplo en la de Euanscunícua- Cuando Jerónimo de Alcalá menciona el «pan
Ibidem, pág. 32. ro, de euáscuni (sembrar): de boda», lo hace para referirse al momento
11 en que llega la novia a la casa del novio para
Mircea Eliade, Tratado de his- ...era el mes de la siembra, del 9 al 28 de abril. recibir los consejos del sacerdote y efectuar la
toria de las religiones, México,
Era, 2004, págs. 320-321. Desfile de doncellas con sus canacuas (coronas de fiesta: «...y así llegaban a la casa del esposo,
flores) y mancebos con sus tarecuas, (coas para la donde ya estaba él aparejado y tenía allí su pan
12 de boda, que eran unos tamales muy grandes
Jerónimo de Alcalá, op.cit., pág.
siembra). Era de cantos, de alegría, de tierra abierta,
262. de bebidas frescas (...) de chapata, pan de bledos, llenos de frijoles molidos13. En la fiesta actual
de chía o de amaranto. Todo lo regía la mano de los se dice que las chapatas son tamales grandes
13
Ibidem. dioses, pero también el ciclo del maíz, vida y carne «hechos de harina, frijol molido, endulzado
del hombre»9. con piloncillo, envueltas con hojas de matas
14
J. Guadalupe Aguilar Ortíz,op.
de maíz (...); se preparan desde tres días an-
cit., pág. 17. Sin embargo, Ch'anantskua parece haber tes y se reparten primero entre los cuñados
tomado también algunos elementos, prin- y abuelos»14. Repartir las chapatas primero
15
Jerónimo de Alcalá, op.cit, pág. cipalmente, de la fiesta celebrada en el mes entre los cuñados y abuelos es un hecho que
265. de charapuzapi («Charapu, rojo, bermejo. Y remite también a las bodas prehispánicas, en
sapi, niño adolescente o joven»10). Era la fiesta las que se priorizan los parientes políticos de
de los niños, de los jóvenes, que se celebraba los novios y a los ancianos.
del 16 de septiembre al 5 de octubre. Esto La leña es otro elemento de relevancia
coincide con lo que comenta Mircea Eliade también en ambos tiempos: en el antiguo el
de que la sexualidad en los ritos agrarios es novio la lleva a los cues o altares de los dioses
propia de varias culturas, en muchas de las en abstinencia sexual; en las bodas prehispá-
cuales se dan bodas o uniones de jóvenes en nicas, antes de tener relaciones sexuales, el
los surcos". novio
En lo que respecta a las bodas antiguas, los
elementos de la fiesta actual que se encuen- ...iba cuatro días por leña (...) para los cues y la
tran íntimamente relacionados con el ritual mujer barría su casa y un gran trecho del camino
del matrimonio prehispánico son: los cuatro por donde entraban a su casa. Y esto era oración que
Ch 'anantskua días, la leña, la servilleta y las chapatas, prin- hacían por ser buenos casados y por durar en su casa-
(Juego de la madurez)
cipalmente. En las bodas de los p'urhépecha miento muchos días en significación de lo cual barría
BLANCA CÁRDENAS
FERNÁNDEZ prehispánicos había intercambio de ajuares: el camino (...) y después se juntaban en uno15.
En este ritual prehispánico aparece el sim- fiesta híbrida rica en simbo-
bolismo sagrado del cuatro: ir por leña cuatro lismos e iconos de diferentes
días, barrer la casa y el camino cuatro días en culturas.
abstinencia sexual para agradar a los dioses y Los elementos que en los
poder ofrecer a éstos su matrimonio. En el últimos años ha incorporado
Michoacán antiguo la leña es una ofrenda pro- Ch'anantskua o «juego de
pia de los dioses, como puede comprobarse a la madurez», son los rela-
lo largo de la Relación de Michoacán, donde cionados con el cristianismo
encontramos personajes importantes cortan- y con la cultura africana;
do leña para hacer fuego en los cues en honor de esta última encontramos
a sus deidades. En la fiesta actual los jóvenes principalmente aquellos de-
deben demostrar ante el pueblo que ya saben rivados del Carnaval, espe- El Señor del Rescate. Capilla de Carapan.
cortar leña y tumban un árbol para hacer pilas cíficamente de la celebración
pequeñas de ésta, las cuales reparten entre las del «Torito de petate». Como explica Jorge
muchachas; ellas la cargan y se van bailando Amos, el toro de petate es «una tradición de
hasta el atrio de templo, donde la obsequian origen africano traída (...) en el siglo XVII»17;
al sacerdote. Antes, dice Raymundo Madrigal las danzas de esta fiesta imitan al 'toro', y «se
Baltasar oriundo de Carapan, encuentran generalmente entre los grupos
bantú del sur de África»18. Creemos que esta
...la leña era depositada en la iglesia, por eso se jun- adopción por los p'urhépecha se debe a la
taba muchísima entre los cuatro cuarteles. Esta leña coincidencia de las fechas de celebración del
era utilizada por el sacerdote durante todo el año torito y de Ch'anantskua, independientemen- Don Raymundo Madrigal Balta-
(...), la leña tenía un simbolismo muy especial como te de que ambas tengan un propósito ritual de sar, oriundo de Carapan.

símbolo de la fuerza de los jóvenes, como muestra de fertilidad, puesto que «es un 'toro negro' el 17
cumplimiento16. que se sacrifica entre los bantú de África del Jorge Amos Martínez, Los «toros

Sur para pedir lluvia»19. de petate». Una tradición de


origen africano traída por los
En la observación que hace don Raymun- Respecto a la influencia católica, la gente esclavos negros en el siglo XVII,
tesis, Facultad de Historia, UMS-
do Madrigal encontramos la conjugación de de Carapan afirma que la fiesta comienza a NH, 1999, pág. VI.
los tiempos pasado y presente, de lo pagano y cristianizarse cuando el padre Ernesto Buitrón
lo sagrado, en tanto en la actualidad lo sagra- llega al pueblo como párroco. Él incorpora a
/o/c/ern, pág. 132.
do p'urhépecha o pagano ha tomado un sim- esta tradición la celebración del Señor del
bolismo cristiano: la leña propia de los dioses Rescate, que «es un santo muy milagroso, por 19
Ibidem, pág. 1 3 1 .
prehispánicos es ahora traspasada al sacerdote lo que las personas del pueblo y sus alrededo-
católico, pero como ritual sagrado antiguo res colocan sobre su imagen diferentes tipos 20

toma un cariz profano cuando se transforma de ofrenda como dinero, entre otras cosas»20. Doña Elvira Erape Baltasar, 68
años, oriunda de Carapan.
en símbolo de la potencia juvenil. El párroco del lugar, José Guadalupe Aguilar
Las servilleta, o pedazo de tela bordado Ortiz, explica que «la imagen del señor del res- 21
Don José Guadalupe Aguilar
que se utiliza para envolver las tortillas de cate se incrementó para que hubiera también Ortiz, párroco de Carapan.
maíz, es algo indispensable para la mujer un motivo religioso y no fuera únicamente el
indígena, es un objeto de cocina que no debe día de Ch'anantskua o fiesta. Fue como en el
faltar en el hogar, por esto puede ser asociada año de 1958 con el padre Buitrón, con el fin
con los objetos de cocina que, en el ritual pre- de que no fuera únicamente la fiesta profana
hispánico, regala el novio a la novia: «jicales y o comercial, sino que aparte hubiera también
mantas y cántaros y ollas». un motivo religioso, la imagen se venera en
Esta fiesta de los jóvenes, tan relacionada Tzintzuntzant» se «importa» de este pueblo21,
con el ritual del matrimonio prehispánico, pero con esta imagen se incorpora también la
ha ido cambiando con el tiempo; incluso los Virgen María porque ella «siempre acompaña
objetos anteriores, que aún subsisten, han a todos los santos en las procesiones», como
sufrido transformaciones debidas a la incor- afirma doña Elvira Erape.
poración de elementos de otras culturas que Al mismo tiempo que se añaden los ele-
celebran festividades por la misma fecha que mentos cristianos, se da la importación de
Ch'anantskua, como son la Semana Santa y elementos carnavelescos, de tal forma que el
el Carnaval, de tal suerte que el ritual reli- recorrido que en un principio hacían los mu-
gioso prehispánico toma matices paganos del chachos por los cuatro cuarteles del pueblo
Carnaval, pero al mismo tiempo se cristianiza ahora se ha convertido en una procesión que Ch'anantskua
(Juego de la madurez)
con el recuerdo de la crucifixión de Cristo. De semeja más a un desfile de Carnaval que a un BLANCA CÁRDENAS
esta forma, Ch'anantskua es hoy en día una evento religioso; en este desfile-procesión se FERNÁNDEZ
exhiben tanto imágenes religiosas El espacio del ritual cerrado del matrimo-
cristianas como toritos y mojigan- nio prehispánico se convierte en Ch'anantskua
gas, de tal forma que la concepción en un lugar abierto: el lugar cerrado que con-
que se tiene hoy en día acerca de cierne a dos familias (la del novio y la de la
Ch'anantskua es, como dice doña novia), que guarda misterios, objetos y ritos
Elvira, «la fiesta de las chapatas, o sagrados, en el abierto da cabida a todos los
lo equivalente a un carnaval, es la ojos del pueblo, hay participación entre actor
fiesta de la juventud. En la iglesia, se (joven iniciado) y público (adultos).
venera la imagen del Señor del Re- En cuanto al ritual de la fertilidad en
cate, pintura original de los señores Ch 'anantskua, salta a la vista en primer lugar
Isidro Alejo y Francisco Pablo de el mismo matrimonio; sin embargo, vale la
Carapan»22. Vale la pena señalar la pena hacer notar el carácter social que lo ca-
separación que hace la señora de lo racteriza desde los tiempos prehispánicos, así
Mojiganga en la procesión de Ch'anantskua.
profano y lo sagrado en su discurso como la marcada hibridación de que ha sido
al delimitar, por un lado, las fiesta de objeto hasta nuestros días. Ya hemos mencio-
las chapatas, de carnaval, de la juventud y, por nado anteriormente las fiestas prehispánicas
otro, la celebración del templo cristiano como de Sicuindiro, Charapusapi y Enanscuicuaro,
algo aparte y reciente; esto se expone en la de- entre otras relacionadas con la fertilidad. Tales
nuncia de que la imagen del Cristo fue hecha fiestas se realizaban en la época que va desde
por la misma gente del pueblo: Isidro Alejo y la petición de la lluvia hasta las cosechas,
Francisco Pablo. aproximadamente de abril a octubre. Las
22 Podemos decir entonces que Ch'anantskua fechas del calendario p'urh'pecha que marcan
Doña Elvira Erape. actual es una simbiosis de los rituales de ini- estas fiestas coinciden con las celebraciones
23 ciación, de la fertilidad y del matrimonio cristianas del 15 de mayo y 24 de junio, día
Mircea Eliade, Lo sagrado y prehispánicos, pero también esta amalgama de de san Isidro Labrador y de san Juan respec-
lo profano, Barcelona, Paidós,
1999, págs. 137-138.
símbolos mezcla directamente al cristianismo tivamente. Ambos santos, aunque tienen las
y de manera indirecta a la cultura bantú del fechas propias de celebración, también van
24
sur de África. en la procesión de Ch'anantskua. La fiesta
Ibidem, pág. 138.
Decimos que hay signos del ritual de ini- religiosa del primero corresponde al mes de
25 ciación en esta fiesta-representación porque Parandatzícuaro, «paranini, llevar algo en la
José Carmelo López, op. cit,
pág. 30. se inicia a los jóvenes al matrimonio. La apti- cabeza y tzikua, maíz (...) recién nacido»25,
tud para realizar los trabajos que correspon- por lo que corresponde a la fertilidad. En lo
26 que respecta a la fiesta de san Juan, ésta se ubi-
Ibidem, pág. 3 1 .
den al adulto los induce a la sexualidad, pero
también los incorpora en el campo laboral, los ca en el mes p'urhépecha de Huáscata-Cóns-
hace apto para asumir la responsabilidad de cuaro «mes del poder, simbolizado en las
estar casados. La iniciación que según Mircea flechas, pero también era el mes de la escarda.
Eliade «equivale a la madurez espiritual»23 en Uashakani, sentarse, estar en el poder y kúns-
Ch'anantskua corresponde a la madurez so- cani, escardar. Mientras la gente escardaba, los
cial y biológica, a la destreza demostrada para poderosos (...) bebían, celebraban, comían y
unirse al trabajo y a la vida sexual instituida. cantaban a orillas de los ecuaros»26.
El ritual de iniciación también se deja ver El calendario p'urhépecha se encuentra
en que «los jóvenes candidatos soportan parte organizado en torno al ciclo de la producción
de sus pruebas y se les instruye en las tradi- del maíz. Este ciclo comienza con la festi-
ciones secretas de la tribu» 24 , lo que podemos vidad de petición de las lluvias a los dioses
observar tanto en la Relación de Michoacán de las cuatro partes del mundo; siguen a ésta
como en Ch'anantskua, sólo que no en las celebraciones en torno a la preparación de la
tradiciones 'secretas', sino en los rituales de tierra, la plantación, etapas de crecimiento, y
tradiciones públicas: lo cerrado del ritual se cosecha de este grano; de aquí que podamos
transforma en abierto, más en esta última, ya decir que se trata de un ritual que va pasando
que agrega no sólo a los familiares de los no- por etapas, y que, en la celebración de éstas,
vios sino a la comunidad entera. Sin embargo, tienen participación prioritaria personas de
en la fiesta de Carapan se da una desacrali- edades y clases sociales determinadas, de
zación del ritual prehispánico al convertirse acuerdo al periodo de desarrollo del maíz de
sólo en un juego de la madurez, juego que, que se trate.
Ch 'anantskua contrariamente al concepto que representa, En relación a las fechas de la fiesta del
(Juego de la madurez) posee tal connotación de seriedad, que al final toro de petate, podemos observar que co-
BLANCA CÁRDENAS
FERNÁNDEZ de él surgen varias parejas de casados. incide también tanto con la celebraciones
p'urhépecha como con la cristianas, ya que africana se basa en que
la danza de este toro «se realiza en los días las tres aluden a la fertili-
de carnaval (...) o durante el ciclo del na- dad de la tierra de alguna
cimiento-muerte de Cristo: Corpus, día de forma. Sin embargo, no
la Candelaria (2 de febrero) San Juan, Do- es nada fácil deslindar en
mingo de Ramos»27. La coincidencia con los Ch'anantskua una cultura
antiguos michoacanos se encuentra en las de otra, un tiempo de otro
festividades del desarrollo cíclico del maíz, y tiempo, mucho menos un
con las fiestas religiosas de la Iglesia católica, símbolo de otro símbo-
sin duda en la de San Isidro Labrador y la de lo; de aquí que nuestra
San Juan. intención, en este artícu-
En cuanto a los toritos, algunas personas lo, no sea la de resolver
de Carapan, como el señor Santos Alejo, pre- este problema, sino la de
tenden darle a la fiesta un origen propio de la mostrar elementos y fe-
región arguyendo que por eso se borda en la chas que contribuyen al
servilleta la imagen del toro; sin embargo, hace abigarramiento cultural de
El «torito de petate»
más de seis décadas, a decir de la señora María esta fiesta-representación
del Refugio Alejo Rodríguez, «las servilletas del pueblo de Carapan.
eran blancas y se llevaban a las bodas, esto
entre los años 40 y 42 (...), la imagen del toro BIBLIOGRAFÍA CITADA
bordado comenzó, tal vez, como en los años
50»28, lo que quiere decir que anteriormente Alcalá, Jerónimo de, Relación de Michoacán,
27
servilleta y toro fueron parte de celebraciones México, SEP, 1988. Jorge Amos Martínez Ayala, op.
distintas y que la unión de ambos se da en Aguilar Ortiz, José Guadalupe, Carapan: ir cit., pág. VI.
el momento en que Ch'anantskua adopta al escribiendo, Zamora, Editora del Semana-
28
Torito de petate. rio Guía, 1997. Doña María del Refugio Alejo
Tal parece que, con la incorporación del Aguirre Beltrán, Gonzalo, La población negra Rodríguez, vecina de Carapan.

Torito de petate a Ch'anantskua, también se de México, México, FCE, 1989. 29


agregan las banderillas de colores que portan Álvarez de Miranda, Ángel, Ritos y juegos del Mariano de Jesús Torres, «Los
toritos de petate», en Juan Her-
las muchachas cuando llevan la leña al atrio toro, Taurus, Madrid, 1962. nández Luna y Alvaro Ochoa
del templo, puesto que es propio del torito ir Amos Martínez, Jorge, Los toros de petate. Serrano, Fiestas y costumbres
morelianas del pasado inmedia-
«adornado con enormes banderillas de papel Una tradición de origen africano traída
to, Morelia, UMSNH, El Cole-
de estraza o de china»29. por los esclavos negros en el siglo XVII, gio de Michoacán, 1 9 9 1 , pág.
Pero no sólo el torito mencionado se suma tesis, Facultad de Historia de la UMSNH, 156.

a Ch'anantskua, también ésta le imprime un 1999. 30


rasgo propio a aquél, puesto que en los pue- Ch 'anantskua. El juego de la madurez (ví- Ibidem, pág. 1 6 1 .

blos p'urhépecha, en la fiesta del Torito de deo), realización y guión de Dante Cerano 31
petate, reparten «gratis muchos tamales (...) Bautista, Videoteca Iberoamericana, Méxi- Ibidem, pág. 159.
comenzando por el señor cura»30. co, 1999.
A la fiesta de los toritos que celebran en Deschamps, Hubert, Las religiones del África
la ciudad acuden «los rancheros de ambos negra, EUDEBA, Buenos Aires, 1962.
sexos (...); vienen esos días a pasar el carna- Eliade, Mircea, Mito y realidad, Barcelona,
val a la ciudad; y así es de ver a los vecinos Labor, 1992.
de las haciendas o rancherías cercanas ir — , Lo sagrado y lo profano, Barcelona, Pai-
comiendo públicamente cañas de castilla, dós,1999.
naranjas, etc., y seguir a los toritos de petate — , Tratado de historia de las religiones,
por todas partes»31; esto explica también México, Era, 2004.
por qué actualmente, en la celebración de — , Historia de las creencias y de las ideas
Ch'anantskua, se intercambian chapatas por religiosas, Barcelona, Herder, 1999.
cañas de azúcar. López, José Carmelo, El día que murió un im-
Después de exponer las coincidencias de perio, Uruapan, CONACULTA, Gobierno
Ch'anantskua con símbolos y elementos de del Estado, Secretaría de Cultura, 2005.
otras culturas, podemos concluir afirmando Torres, Mariano de Jesús, «Los toritos de pe-
que tales concurrencias tienen como pun- tate», en Juan Hernández Luna y Alvaro
to de contacto las fechas de celebración, Ochoa Serrano, Fiestas y costumbres mo- Ch 'anantskua
(Juego de la madurez)
y que la concordancia cultural que posee relianas del pasado inmediato, UMSNH,
BLANCA CÁRDENAS
nuestra fiesta con las culturas cristiana y El Colegio de Michoacán, 1991. FERNÁNDEZ
REVISTA AMÉRICA Slll NOMBRE

Relaciones entre la

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REVISIONES
DÉLA
literatum española e
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Y LA .RECONQUISTA DE LA CRÓNICA
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í !.i¡rc>l •;,)
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EN LA NARRATIVA
COLOMBIANA

Cuadernos
de América
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Apartado de Correos 99 - E03080, Alicante (España).
Procesión de Santa
Catarina. Santa Catarina
Mechoacán (Oaxaca).
Autora: Darina Robles

PRÓXIMOS NÚMEROS (2007 y 2008):

— En torno al personaje histórico: las grandes figuras precolombinas y coloniales en la literatura


hispanoamericana desde la Independencia a nuestros días.
— La narrativa de Elena Poniatowska.

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