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Clase 7

Flor: Estructura y morfología, inflorescencias, placentación y


mecanismos de reproducción.
La reproducción asexual se produce mediante mitosis y da lugar a
descendientes genéticamente idénticos entre sí a su progenitor
La reproducción asexual, también conocida como reproducción vegetativa,
implica la presencia de un solo progenitor, y la descendencia que resulta es
genéticamente idéntica a dicho parental. Los miembros de esta
descendencia suelen ser referidos como clones del progenitor. Mediante la
reproducción asexual, un vegetal bien adaptado a un medio estable puede
producir descendencia rápidamente, la cual gozará de un éxito igual en
dicho medio.
En la reproducción asexual se produce división celular mediante mitosis,
también se pueden reproducir por vástagos, hojas, estacas o cultivo de
células.
https://www.youtube.com/watch?v=sntKaQXwev8
La reproducción sexual provoca variación genética
La reproducción sexual implica la presencia de un progenitor de cada sexo y da
lugar a descendientes genéticamente diferentes entre sí a los padres, que
presentan una mezcla de genes de cada padre. En este sentido, la
reproducción sexual da como resultado nuevas combinaciones genéticas.
Aunque la reproducción sexual se da en todos los medios, es especialmente
importante para aquellas plantas que viven en ambientes cambiantes, o para
los que crecen en diversos ambientes. Como la descendencia originada por
reproducción sexual es genéticamente diferente a la progenie, uno o más hijos
pueden adaptarse mejor a un medio determinado, dotando así a la especie de
una ventaja competitiva. En las Gimnospermas y Angiospermas, el embrión
está contenido en una semilla, una estructura que incluye el embrión y una
reserva de alimentos, todo agrupado dentro de una testa protectora.
El ciclo sexual de una planta presenta fases pluricelulares tanto
haploides como diploides
Los ciclos vitales sexuales de las plantas difieren sobremanera de los de los
animales de mayor tamaño, como los humanos. En los humanos y otros
animales grandes, la fase pluricelular es diploide, y las únicas células haploides
son espermatozoides u ovocélulas.
Los ciclos vitales sexuales de las plantas son más complejos, pues existen dos
fases o formas pluricelulares de cada planta. Una fase es la llamada esporófito
(del griego, «planta productora de esporas») y está constituido por células
diploides. La otra fase es la llamada gametófito (del griego, «planta que
produce gametos») y consiste en células haploides.
Los ciclos sexuales vitales de las plantas implican una alternancia de
generaciones, en la que estas dos fases adultas se alternan en la producción o
generación de la otra. Un ciclo vital sexual típico de una planta comprende cinco
pasos:
1. Algunas células de un esporófito pluricelular diploide experimentan una
meiosis, para producir esporas haploides.
2. La espora experimenta una mitosis, para producir un gametófito pluricelular
haploide.
3. Una o más células del gametófito experimentan una mitosis para producir
espermatozoides u ovocélulas haploides.
4. El espermatozoide y la ovocélula se combinan mediante fecundación, para
producir un zigoto diploide.
5. El zigoto experimenta una mitosis para producir un esporófito pluricelular
diploide.
En las plantas, la meiosis sólo produce esporas haploides, mientras que en los
animales sólo produce gametos.
En las Angiospermas, algunos meristemos apicales producen flores
Las Angiospermas son conocidas por sus flores características, que contienen semillas
encerradas. Los meristemos apicales que se convierten en reproductores, producen
flores masculinas, femeninas o bisexuales, dependiendo de la especie. El viento, los
insectos, los pájaros y algunos mamíferos, como los murciélagos, transfieren los
granos de polen hacia las partes femeninas de las flores. Los polinizadores son
atraídos hacia las flores por los colores, el néctar azucarado y otros elementos
atrayentes, y transportan involuntariamente polen de una planta a otra.
Como ya sabemos, las flores aparecieron en el desarrollo evolutivo de los vegetales
hace relativamente poco tiempo, originándose a partir de modificaciones de los
meristemos apicales y de las hojas que éstos producen.
Las señales producidas en las hojas y transmitidas al meristemo apical inician la
formación de una flor. Los cambios estacionales, particularmente la duración de las
noches, controlan la producción de estas señales desde las hojas. Se desconoce cuál
es la identidad de dichas señales.
Cuando la señal inducidora llega desde las hojas, el meristemo apical comienza a
alargarse y acaba produciendo partes de la flor a partir de primordios que, de otra
manera, se habrían convertido en hojas. Todas las partes de la flor son hojas
modificadas. Como veremos, algunas de estas hojas modificadas son esporofilos
Una flor puede comprender hasta cuatro tipos de hojas modificadas
Puesto que las Angiospermas incluyen cerca de 258.000 especies, y han
existido desde hace más de 140 millones de años, existe gran variabilidad
en la estructura floral de las especies vivas. Antes de estudiar las múltiples
variaciones de la estructura floral, examinaremos los componentes típicos
de una flor. Una flor común se asienta sobre un tallo conocido como
pedúnculo. En la parte superior de éste aparece una punta hinchada
denominada receptáculo, que sostiene las partes de la flor. Un receptáculo
puede llevar hasta cuatro tipos de hojas modificadas: sépalos, pétalos,
estambres y carpelos. Los sépalos y los pétalos son estériles, mientras que
los estambres y los carpelos son los esporofilos, es decir, las hojas
modificadas fértiles y reproductoras.
Los sépalos (del latín sepalum, «cobertura») protege el capullo de la flor antes
de que se abra. Suelen ser de color verde y es la parte que primero se forma
en el receptáculo, además de la más inferior. El conjunto de sépalos recibe el
nombre de cáliz, y puede aparecer soldado.
Los pétalos (de latín petalum, «extenderse») son las coloridas hojas
modificadas que se encargan de atraer a los polinizadores. Los pétalos se
forman después que el cáliz, por dentro o por encima de éste, en el
receptáculo. El conjunto de pétalos se denomina corola y también puede
aparecer soldado. El cáliz y la corola, que comprenden los dos tipos de hojas
modificadas estériles, reciben el nombre de perianto, que significa «alrededor
de la flor».
Los estambres son las partes productoras de polen, o «masculinas», de una flor.
El conjunto de estambres se denomina androceo (del griego, «la casa del
hombre»). Los estambres son los terceros en formarse, y lo hacen en el interior
o por encima del perianto. Cada estambre posee un filamento largo con una
antera, compuesta por dos lóbulos y cuatro sacos polínicos. Los granos de
polen (los gametófitos masculinos) se forman en el interior de estos sacos.
Los carpelos (del griego karpos, «fruto») son la parte portadora de óvulos, o
«femenina», de la flor, conocidos en conjunto con el nombre de gineceo (del
griego, «la casa de la mujer»). Los carpelos son los últimos en formarse, y lo
hacen en el interior o por encima del androceo. El gineceo puede consistir en
uno o más carpelos, y éstos pueden estar separados o soldados. En ocasiones,
se utiliza el término pistilo para referirse a un sólo carpelo, que es conocido
con el nombre de pistilo simple o carpelo simple, o a un grupo de carpelos
soldados, conocidos como carpelo compuesto o pistilo compuesto. Cada
carpelo o grupo de carpelos soldados (pistilo) comprende un estigma, un estilo
y un ovario. El estigma, localizado en la parte superior del carpelo, presta una
superficie adherente para el polen.
https://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-v/o-imagenes-grandes/flor5.php#n
La posición del ovario en una flor
puede variar
La localización del ovario con
respecto a las otras partes de la flor
puede ser útil para la clasificación de
la misma.
• Si los estambres, sépalos y pétalos
soldados se unen al receptáculo por
debajo del ovario, se dice que el
perianto o androceo es hipógino
(del griego hipo, «debajo»), y el
ovario se denomina ovario súpero.
Si los estambres, sépalos y
pétalos soldados se unen
por encima del ovario, se
dice que el perianto o
androceo es epígino (del
griego epi, «encima»).
Como el ovario se sitúa por
debajo de estas partes, se
denomina ovario ínfero.
El perianto o androceo es
perígino (del griego peri,
«alrededor »), cuando las
partes se unen a medio camino
del ovario, éste se denomina
entonces ovario semi-ínfero.
El estilo es la sección media que conecta el
estigma al ovario y puede ser largo o corto. El
ovario contiene uno o más óvulos, y termina por
hincharse para convertirse en parte o en la
totalidad del fruto.
Granos de Polen (palinología)
En el citoplasma de la célula vegetativa del polen
hay abundantes orgánulos y reservas: RE (retículo
endoplasmático), dictiosomas, plástidos con
almidón que se gasta en la formación del tubo
polínico, lípidos, proteínas, vitaminas.
Los granos de polen de especies que deben
formar tubos polínicos muy largos generalmente
tienen lípidos como sustancia de reserva; los que
son polinizados por animales tienen azúcares o
aceites; los que son llevados por el viento tienen
frecuentemente almidón.
En las plantas con flores ocurre un proceso único de doble fecundación
Un grano de polen depositado en el estigma germina para producir un tubo
polínico que crece en sentido descendente a través del estilo hasta el ovario.
Al penetrar en el gametófito femenino, la célula espermática fertiliza la
ovocélula que luego se convierte en el zigoto. Tras la fecundación, el óvulo se
convierte en una semilla. Una segunda célula espermática del grano de polen
se combina con dos o más núcleos de los producidos por el gametófito
femenino para formar un núcleo endospérmico poliploide, que se divide para
producir alimentos para el embrión en desarrollo. Esta doble fecundación es
una de las características que definen a las plantas con flores. En dichas
plantas, la mayoría de los núcleos endospérmicos son de tipo 3n y sólo
pueden dividirse por mitosis.
Reproducción sexual en las plantas con flores
Como en todas las plantas, el ciclo vital sexual de las plantas con flores implica
la alternancia de generaciones entre esporófitos y gametófitos. Como sucede
con todos los ciclos vitales, las etapas clave de la reproducción son la
meiosis y la fecundación, y el crecimiento se da por mitosis.
Comenzando por la parte superior derecha, podemos ver cómo un
estambre produce unos granos de polen, o microgametófitos. Cada
estambre posee una antera, la cual suele contener cuatro
microsporangios, también conocidos como sacos polínicos.
Dentro de cada microsporangio, cada microsporocito (célula madre de
las micrósporas) experimenta meiosis y produce cuatro micrósporas
haploides. Cada micróspora crece entonces hasta convertirse en un
grano de polen inmaduro, que consta de una célula del tubo, que
producirá el tubo polínico, y una célula generativa, que producirá dos
células espermáticas.
Antes de ser liberado de la antera, cada grano de polen desarrolla una pared
externa protectora, denominada exina, y una pared interna, denominada
intina.
La pared externa está hecha de un polímero resistente conocido como
esporopolenina, que se encuentra en todas las esporas de plantas. En cada
especie Angiosperma, la pared externa del grano de polen presenta un
modelo característico; razón por la que los científicos pueden analizar los
granos de polen para identificar una especie vegetal causante de una alergia
particular o para determinar si una especie concreta está asociada a ciertos
restos arqueológicos.
El desarrollo final del grano de polen maduro lleva consigo el crecimiento del
tubo polínico, que se produce después de que el grano de polen sea
depositado en el estigma receptivo de una flor.
Ahora nos centraremos en el desarrollo del megagametófito.
En una planta con flores, los megasporangios forman parte de los óvulos y se
encuentran en el interior del ovario, que contiene uno o múltiples óvulos. Cada
óvulo está formado por un megasporangio, también denominado nucela, que
se encuentra rodeado por uno o dos tegumentos. Los tegumentos se juntan en
el micrópilo, la abertura por la que penetrará el tubo polínico. Dentro de cada
megasporangio, un megasporocito (célula madre de las megásporas)
experimenta meiosis y forma cuatro megásporas haploides. Tres de las
megásporas suelen desintegrarse, y la más lejana al micrópilo es la que
sobrevive para convertirse en el megagametófito. En aproximadamente dos
tercios de las especies de Angiospermas, el megagametófito en desarrollo
produce ocho núcleos. Cuatro núcleos se agrupan en cada extremo, y a
continuación un núcleo de cada extremo migra hacia el centro. Los dos
núcleos que se mueven hacia el centro se conocen como núcleos polares. Los
tres núcleos restantes en cada extremo forman células, mientras que una gran
célula central contiene los núcleos polares.
En cada extremo cerca del micrópilo, la célula del centro es la ovocélula,
flanqueada por dos células de corta vida, denominadas sinérgidas, que tomarán
parte en el proceso de fecundación. Las tres células del extremo opuesto,
conocidas como antípodas, carecen de función conocida. El megagametófito
maduro, que está formado por 8 núcleos en 7 células, también se conoce como
saco embrionario, pues el embrión se desarrollará dentro de él tras la
fecundación. En la mayoría de las especies de Angiospermas, el megagametófito
se ha desarrollado completamente antes de la polinización.
El estigma de una flor común puede recibir polen de diversos individuos e
incluso de diversas especies. Con todo, varias proteínas y otras moléculas
aseguran que sólo germine el polen de las plantas «adecuadas ».
La superficie del estigma contiene iones de calcio, necesarios para la
germinación del polen, así como hormonas que estimulan el crecimiento del
tubo polínico. Después de que el grano de polen entra en contacto con el
estigma, el tubo celular se alarga y produce un tubo polínico, que suele crecer
durante un período que dura desde unas horas hasta unos pocos días. En
contrapartida, en la mayoría de las Gimnospermas, como los pinos, el proceso
tarda más de un año en completarse. El tubo crece a través del llamado tejido
de transmisión del estilo y hacia el interior de una de las sinérgidas, que puede
producir sustancias que atraen al tubo polínico en crecimiento.
Las dos células espermáticas pasan a través del tubo polínico hacia el interior
de la sinérgida. A continuación, tiene lugar una singular doble fecundación.
Una célula espermática se mueve desde la sinérgida y fecunda a la ovocélula
adyacente, dando lugar a un zigoto que se convertirá en el embrión. La segunda
célula espermática se combina con los dos núcleos polares situados en el
centro del saco embrionario, formando el núcleo triploide del endosperma.
Este núcleo triploide se divide mediante mitosis, lo que da origen al
endosperma que alimentará al embrión en desarrollo.
En el desarrollo del endosperma de algunas especies, tiene lugar un período de
división nuclear antes de la citocinesis. En otras especies, las divisiones
nucleares y celulares se producen al mismo tiempo. En unas pocas
Angiospermas, las células del megasporangio se dividen y producen un tejido
nutritivo diploide, conocido como perispermo. En cualquier caso, en las
Dicotiledóneas, el tejido resultante es digerido y absorbido por el embrión a
medida que aumenta de tamaño dentro del saco embrionario.
En las Monocotiledóneas, el endosperma no se utiliza durante la formación
del embrión, sino que sirve de suministro de alimento a la plántula
germinante. Los granos de cereales son importantes como alimento debido a
su endosperma rico en almidón.
Sólo las Angiospermas presentan una forma de doble fecundación que
produce un embrión y endosperma. Otro tipo de doble fecundación tiene
lugar en los dos géneros de Gimnospermas más parecidos a las Angiospermas,
Ephedra y Gnetum. En estas Gimnospermas, la segunda fecundación produce
embriones adicionales en lugar de endosperma.

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