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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

FACULTAD DE DERECHO
Curso Obligaciones
Profesora Carmen Domínguez Hidalgo

PRELACIÓN DE CRÉDITOS

I. Generalidades1

1. Concepto
El artículo 2465 consagra el derecho de prenda general de los acreedores. Puede suceder
que la masa de bienes del deudor afecta a responsabilidad, sea insuficiente para cubrir las
acreencias de uno o varios acreedores. Ante esta situación la ley ha establecido un conjunto
de normas que regulan las consecuencias y preferencias en el pago de unos créditos sobre
otros. El análisis de estas normas se traduce en el estudio de la prelación de créditos.
Alessandri define la prelación de créditos como “el conjunto de reglas legales que determinan
el orden y la forma en que deben pagarse los distintos acreedores de un deudor”.
Las normas del Código Civil, Título XLI del Libro IV, sobre prelación de créditos, son de
carácter general y se aplican siempre que haya concurrencia de acreedores y siempre que
aquellos que pretendan ser pagados con los bienes del deudor sean dos o más acreedores de
éste.
2. ¿Cómo concurren los distintos acreedores de un deudor a pagarse? Principio de
la igualdad entre los acreedores.
Consagran los Artículos 2465 y 2469 el principio de la igualdad de los acreedores. La
facultad de perseguir los bienes del deudor corresponde a todos los acreedores en idénticos

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Apunte complementado passim, con el de Eduardo Court, “La prelación de créditos”, apunte de clase, marzo
2015.

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términos, de modo que con el producto de la realización de los bienes del deudor se pagarán
todos íntegramente, si fueren suficientes, y en caso de no serlo, a prorrata de sus créditos.
No obstante lo señalado precedentemente, hay acreedores que no están obligados a someterse
a la regla de la igualdad y se pagan con antelación a los demás acreedores. Estos son los que
gozan de un derecho de preferencia. Las preferencias constituyen una excepción y son por lo
tanto de derecho estricto, Arts. 2488 y 2469.
II. De la preferencia

1. Causas de preferencia.
Son aquellas que determinan que un crédito se pague con prioridad o antelación a otros.
Constituyen una excepción a la regla general, que rompe el principio de igualdad de los
acreedores.
La ley señala las causas de preferencia en el Art. 2470. Las causas de preferencia son
solamente el privilegio y la hipoteca.
El Art. 2471 indica que gozan de privilegio los créditos de primera, segunda y cuarta clase.
De las dos disposiciones citadas y del Art. 2489 se deduce que los créditos pueden ser de
cinco clases. De ellos, gozan de preferencia los créditos de tercera clase y son privilegiados
los de primera, segunda y cuarta clase. Los créditos de quinta clase no son preferidos y
respecto de ellos rige el principio general de la igualdad de los acreedores.
2. Preferencia y privilegio.
El privilegio no es lo mismo que la preferencia. El privilegio es una especie de preferencia,
una de las causas que da derecho para pagarse de un crédito con prioridad a otros, que se
define como el favor concedido por la ley en atención a la calidad del crédito, que permite a
su titular pagarse antes que los demás acreedores.
3. Las causas de preferencia son inherentes a los créditos.
Las causas de preferencia constituyen uno de los elementos integrantes del crédito.
Consecuencia de ello es que pasan conjuntamente con el crédito a toda persona que los
adquiera por cesión, subrogación o de otra manera, Art. 2470 inc. 2°. Las preferencias no
están establecidas en consideración a la persona de los acreedores.
4. Extensión de la preferencia.
La causa de preferencia ampara al crédito y a los intereses que se devengan hasta su total
cancelación, Art. 2491.
5. Clasificación de las preferencias.
Las preferencias pueden clasificarse en generales y especiales:

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a) Preferencia general: es la que afecta todos los bienes del deudor, de cualquier
naturaleza que ellos sean, son tales las que corresponden a los créditos de primera y
cuarta clase.

b) Preferencias especiales: son las que afectan a determinados bienes del deudor, de
modo que sólo pueden invocarse respecto a esos bienes. Son tales los créditos de
segunda clase y de tercera clase. De ahí que si el producto de la realización de los
bienes empeñados o hipotecados son insuficientes para cobrar la totalidad del crédito
preferido, el déficit no goza de preferencia y pasa a ser un crédito no privilegiado
concurriendo con la quinta clase de créditos, Art. 2490.
Luego, las preferencias generales pueden hacerse efectivas sobre todo el patrimonio del
deudor y las preferencias especiales sólo se extienden a los bienes afectos a ella, de modo
que si estos bienes son insuficientes para cubrir la totalidad del crédito, la preferencia se
extingue y el saldo insoluto no goza de preferencia, pasando a la quinta clase de créditos para
ser pagada a prorrata con los otros créditos valistas.
III. Clases de créditos
Para los efectos de la prelación de créditos el Código Civil los divide en cinco clases. Gozan
de preferencia sólo las cuatro primeras, los de quinta clase son llamados comunes, valistas o
quirografarios.
1º PRIMERA CLASE DE CRÉDITOS
La primera clase de créditos comprende los que nacen de alguna de las causas que enumera
el Artículo 2472.
“Art. 2472. La primera clase de créditos comprende los que nacen de las causas que
en seguida se enumeran”:

1. Las costas judiciales que se causen en interés general de los acreedores:


El CC se refiere en términos generales a las costas, sin distinguir entre costas
procesales y personales.
Sólo gozan de preferencia las que se causan en interés general de los acreedores, es
decir, las que sirven y aprovechan a toda la masa.

2. Las expensas funerales necesarias del deudor difunto:


Esta preferencia obedece a razones de humanidad y salubridad pública, pues asegura
la pronta sepultura del difunto, ya que las personas que facilitan dinero o servicios para
este fin saben que van a ser reembolsadas con preferencia: Pero la extensión del privilegio
se limita a las expensas necesarias, o sea las indispensables para procurar la sepultura del
deudor. Se trata de expensas funerales necesarias, pero no excesivas.

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3. Los gastos de enfermedad del deudor. Si la enfermedad hubiere durado más de
seis meses, fijará el juez, según las circunstancias, la cantidad hasta la cual se
extienda la preferencia:
Esta preferencia también se justifica por razones humanitarias. Si la enfermedad
hubiese durado más de seis meses, el juez fijará la cantidad hasta la cual se extienda la
preferencia.

4. Los gastos en que se incurra para poner a disposición de la masa los bienes del
deudor, los gastos de administración del procedimiento concursal de liquidación,
de realización del activo y los préstamos contratados por el liquidador para los
efectos mencionados.

5. Las remuneraciones de los trabajadores, las asignaciones familiares, la


indemnización establecida en el número 2 del artículo 163 bis del Código del
Trabajo con un límite de noventa unidades de fomento al valor correspondiente
al último día del mes anterior a su pago, considerándose valista el exceso si lo
hubiere, y las cotizaciones adeudadas a las instituciones de seguridad social o
que se recauden por su intermedio, para ser destinadas a ese fin:
Se trata del gasto normalmente más importante y comprende:
(1) Las remuneraciones de los trabajadores;
(2) Las asignaciones familiares;
(3) La nueva indemnización establecida en el número 2 del artículo 163 bis del
Código del Trabajo: en el Nº 5 del art. 2472 del Código Civil se incluye
indemnización sustitutiva del aviso previo que corresponde al promedio de las tres
últimas remuneraciones mensuales; y
(4) Las cotizaciones adeudadas a las instituciones de seguridad social o que se
recauden por su intermedio, para ser destinadas a ese fin.

6. Los créditos del fisco en contra de las entidades administradoras de fondos de


pensiones por los aportes que aquél hubiere efectuado de acuerdo con el inciso
cuarto del artículo 42 del decreto ley Nº 3.500, de 1980:
Antes de la Ley 20.720, el número 6° incluía también las cotizaciones adeudadas
a organismos de Seguridad Social o que se recauden por su intermedio, para ser
destinadas a ese fin, que esta ley agregó en el actual número 5° del art. 2472, quedando
únicamente en el número 6° los créditos del fisco en contra de las entidades
administradoras de fondos de pensiones por los aportes que aquél hubiere efectuado
de acuerdo con el inciso tercero del artículo 42 del decreto ley N.º 3.500, de 1980.

7. Los artículos necesarios de subsistencia suministrados al deudor y su familia


durante los últimos tres meses.

8. Las indemnizaciones legales y convencionales de origen laboral que les


correspondan a los trabajadores, que estén devengadas a la fecha en que se
hagan valer y hasta un límite de tres ingresos mínimos mensuales

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remuneracionales por cada año de servicio y fracción superior a seis meses por
cada trabajador, con un límite de once años. Por el exceso, si lo hubiere, se
considerarán valistas.
Asimismo, la indemnización establecida en el párrafo segundo del número 4 del
artículo 163 bis del Código del Trabajo estará sujeta a los mismos límites
precedentemente señalados.
Para efectos del cálculo del pago de la preferencia establecida en este número,
los límites máximos indicados en los párrafos primero y segundo serán
determinados de forma independiente.
Respecto de estas indemnizaciones, la ley establece un límite, porque podrían ser
muy cuantiosas y perjudicar a los demás acreedores.
En el número 8°, inciso 1°, la Ley 20.720 amplió el plazo máximo para las
indemnizaciones laborales de diez a once años.
Además, incluyó la indemnización establecida en el párrafo segundo del número
4 del artículo 163 bis del Código del Trabajo, esto es, la que corresponde al trabajador
que estuviere gozando de fuero maternal, correspondiente a la última remuneración
mensual por todos los meses que resta de fuero.
En concordancia con estas modificaciones, la Ley de Reorganización y
Liquidación reformó también el Código del Trabajo para determinar que la resolución
que ordena la liquidación del empleador constituye una causal de terminación del
contrato de trabajo, agregando un art. 163 bis a dicho Código, que da derecho al
trabajador a varias indemnizaciones.
En definitiva, en materia de indemnizaciones laborales, la situación es la
siguiente:
a) En el Nº 5 del art. 2472 del Código Civil se incluye indemnización sustitutiva
del aviso previo que corresponde al promedio de las tres últimas remuneraciones
mensuales (art. 163 bis Nº 2);
b) En el Nº 8 se incluye la que corresponde al trabajador que estuviere gozando
de fuero maternal (última remuneración mensual por todos los meses que resta de
fuero) (art. 163 bis Nº 4 párrafo 2º); y
c) Se entiende que la indemnización por años de servicios del art. 163 bis Nº 3
queda incluida en la expresión general de indemnizaciones de origen laboral del Nº 8
del art. 2472 del Código Civil.

9. Los créditos del fisco por los impuestos de retención y de recargo:


Impuestos de retención son aquellos que el contribuyente debe descontar al
efectuar cualquier pago y enterar en arcas fiscales. Por ejemplo, el impuesto de 2ª
categoría (trabajadores independientes).
Los impuestos de recargo son aquellos que el contribuyente puede trasladar a
otras personas, como ocurre con el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Otros créditos de 1ª categoría


Fuera del art. 2472 CC, existen otros créditos de 1ª categoría que diversas leyes han ido
creando.

Estos créditos de primera clase presentan las siguientes características:

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a) Gozan de un privilegio general.
Es decir, afectan a todos los bienes del deudor sin distinción, incluso a los afectos a
privilegios de segunda clase y los hipotecarios. Como el heredero es representante del
causante las preferencias que afectan los bienes del deudor difunto afectan de la misma
manera a su heredero, con ciertas excepciones, Art. 2487.
b) El privilegio de estos créditos es personal, y no pasa en caso alguno en contra de
terceros poseedores, Art. 2473.

c) Se pagan con preferencia a todos los demás créditos del deudor.


Pero, puede suceder que los bienes del deudor no afectos a prenda o hipoteca sean
insuficientes para pagar los créditos de primera clase. En tal caso los créditos de primera
clase tienen preferencia para pagarse sobre los bienes afectos a prenda e hipoteca, así lo
señalan los Arts. 2476 y 2478. -
Los Arts. 2476 y 2478 presentan una contradicción. El primero permite que los créditos de
primera clase se paguen con los bienes afectos a los créditos de segunda clase cuando todos
los otros bienes del deudor, incluso los hipotecados sean insuficientes: pero, según el Art.
2478 no se pueden pagar estos créditos con las fincas hipotecadas, sino cuando todos los
demás bienes, incluso los afectos a créditos de segunda clase, sean insuficientes. Se estima
que la solución es la siguiente: los créditos de primera clase deben enterarse primero sobre
los bienes hipotecados y si ellos no son suficientes, en los bienes afectos a los créditos de
segunda clase, porque éstos están antes que los de tercera clase y por alguna razón se les ha
puesto en el segundo lugar.
Los Arts. 2476 y 2478 no resuelven los conflictos entre los créditos de segunda y tercera
clase, sino los que se presentan entre los créditos de segunda con los de primera y los de
tercera con los de primera. Así lo indica su redacción y el lugar de su ubicación.
d) Los créditos de primera clase prefieren en el orden de su enumeración, cualquiera que
sea su fecha, y los comprendidos en cada número concurrirán a prorrata, Art. 2473.
2º SEGUNDA CLASE DE CRÉDITOS.
Está formada por aquellos créditos que pueden hacerse valer sobre determinados bienes
muebles del deudor. Se compone de los créditos enumerados en el Artículo 2474 del Código
Civil y de los bienes retenidos judicialmente, Art. 546 del Código de Procedimiento Civil. -
El Art. 2474 del Código Civil contempla los siguientes casos:
1. El crédito de posadero sobre los efectos del deudor introducidos por éste en
la posada mientras permanezcan en ella y hasta concurrencia de lo que se le
debe por alojamiento, expensas o daños.

2. El del acreedor o empresario de transportes sobre los efectos acarreados que


tenga en su poder o en el de sus agentes o dependientes hasta concurrencia

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de lo que se le deba por acarrear, expensas y daños y con tal que dichos bienes
sean del deudor. -
Estos dos casos presentan características comunes:
a) Que los créditos provengan de gastos de alojamiento, acarreo, expensas y daños;
b) Que los efectos sobre los cuales puede invocarse están en poder del acarreador o
posadero;
c) Que los bienes sobre los cuales se hace efectivo sean de propiedad del deudor y el
Art. 2474 "presume que son de propiedad del deudor los efectos introducidos por él
en la posada o acarreados por su cuenta."

3. Crédito del acreedor prendario sobre la prenda.


El derecho del acreedor prendario es un derecho real. En el sistema del Código Civil es
inadmisible la pluralidad de prendas sobre una misma cosa, porque la prenda supone
necesariamente la entrega de la cosa al acreedor en razón de que es un contrato que se
perfecciona precisamente en esta forma.
La legislación especial ha creado una nueva especie de prenda - llamada "sin desplazamiento"
- en las cuales la cosa dada en prenda permanece en poder de quien constituye la caución,
pudiendo por lo tanto existir varias prendas sobre una misma cosa2.
¿Qué ocurre si hay pluralidad de prendas especiales? ¿Cómo prefieren los acreedores
prendarios?

Hay leyes que resuelven la materia y otras no. La derogada Ley de prenda industrial resolvía
el problema señalando que estas prendas preferían en el orden de sus inscripciones, o sea,
como en el caso de la hipoteca.

En cambio, la también derogada Ley de prenda agraria nada decía, presentándose el problema
de determinar en qué orden se pagaban los distintos acreedores prendarios.

Para estos casos se proponía como soluciones: (a) aplicar por analogía la solución que daba
la ley de prenda industrial; o (b) a falta de norma especial, se debería aplicar la regla general,
esto es, el principio de igualdad de los acreedores, y por lo tanto sus créditos deben
prorratearse.

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Leyes especiales han transformado la prenda en un contrato solemne donde el deudor prendario conserva la
tenencia y goce de la cosa, por lo que sí es posible la pluralidad de prendas. Es el caso, en la actualidad, de la
Ley 20.190, de 5 de junio de 2007, que unificó y simplifico las anteriores regulaciones sobre prendas especiales.
Esta ley derogó, entre otras, la Ley sobre prenda agraria, la Ley sobre compraventa de cosas muebles a plazo,
la Ley sobre prenda industrial y la Ley 18.112, de 1982, sobre prenda sin desplazamiento (art. 42 del art. 14 de
la Ley No 20.190). Dejó subsistentes la prenda con desplazamiento del Código Civil, la prenda con
desplazamiento del Código de Comercio, la Ley 4.287, sobre prenda de valores mobiliarios a favor de los
bancos del año 1928 y la prenda de mercaderías sujetas a la Ley 18.690, sobre almacenes generales de depósito.

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Los créditos de segunda clase presentan las siguientes características:
a) Gozan de un privilegio especial, sólo se otorga sobre determinados bienes. Si estos
son insuficientes el saldo insoluto pasa a la categoría de los créditos comunes y se
paga conjuntamente con ellos, Art. 2490.
b) Se pagan con preferencia a los demás créditos, a excepción de los de primera clase. -

3º TERCERA CLASE DE CRÉDITOS.


Está formada por los créditos hipotecarios, los censos debidamente inscritos y el derecho
legal de retención que recae sobre bienes raíces judicialmente declarado e inscrito en el
Registro de Hipotecas y Gravámenes correspondiente, Arts. 2477 y 2480 del Código Civil y
546 del de Procedimiento Civil.
Los créditos de tercera clase presentan las siguientes características:
a) Gozan de una preferencia especial: recae sobre la finca hipotecada, acensuada o a
cuyo respecto se declaró el derecho legal de retención. Si el valor de la finca es
insuficiente para cubrir los créditos, la preferencia desaparece, porque es inherente a
la hipoteca misma, respecto de los créditos hipotecarios no cubiertos con el valor del
inmueble hipotecado. La parte insoluta de estos créditos no goza de preferencia y
pasa a la categoría de los créditos comunes o valistas.
b) Los créditos hipotecarios se pagan con los bienes hipotecados con preferencia a todos
los demás créditos del deudor, a excepción de los de primera clase, los que prefieren
sobre los créditos hipotecarios en la parte que no han sido pagados con los demás
bienes del deudor, Art. 2478.
c) Los créditos hipotecarios y los censos debidamente inscritos, que se consideran como
créditos hipotecarios, prefieren en el orden de las fechas de la respectiva inscripción.
Si varias hipotecas se han inscrito en una misma fecha preferirán en el orden material
en que se encuentren inscritas en el Registro Conservatorio, Art. 2477.
d) Los acreedores hipotecarios pueden solicitar "un concurso particular de acreedores
hipotecarios", que no es más que la realización aislada de la finca hipotecada, para
proceder, con su producido, a la cancelación de los créditos hipotecarios, Art. 2477
inc. 2.
e) Además, los acreedores hipotecarios no están obligados a esperar las resultas del
concurso general (quiebra) para proceder a ejecutar sus acciones en contra de las
respectivas fincas, ya que el Art. 2479 los faculta para pagarse de sus créditos,
siempre que rindan caución o garantía por la responsabilidad que pueda caberles en
el caso de déficit en el pago de los créditos de primera clase y con la obligación de
restituir a la masa las cantidades que sobraron después de cubierta sus acciones.

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4º CUARTA CLASE DE CRÉDITOS.
Son aquellos que se tienen contra ciertos administradores de bienes ajenos. Los enumera el
Art. 2481, y son tales:
1. Créditos del fisco contra los recaudadores o administradores de bienes fiscales.
Comprende los créditos que el fisco tiene en contra de aquellos individuos que hayan
administrado su patrimonio, cualquiera que sea la denominación que se les otorgue.

2. Créditos de ciertas instituciones públicas contra los recaudadores y


administradores de sus bienes, Art. 2481 n° 2.
La disposición señalada es de derecho estricto, luego sólo gozan de este privilegio las
personas jurídicas que en ella se señalan.

3. Los créditos de la mujer casada por los bienes de su propiedad que administra
el marido, sobre los de éste, o, en su caso, los que tuvieren los cónyuges por
gananciales.
El privilegio en análisis origina tres problemas:
- Derechos o bienes de la mujer que quedan amparados por el privilegio de cuarta
clase: comprende no sólo los bienes que el marido está obligado a restituir en
especie a la mujer, sino también los créditos que la mujer tenga contra el marido
por los precios, saldos o recompensas de los bienes que ella aportó o adquirió a
título gratuito durante el matrimonio.
- Bienes sobre los cuales la mujer puede hacer efectiva la preferencia: el privilegio
se extiende a todos los bienes del marido, incluso los que le pertenecen por
concepto de recompensas o gananciales.
- Momento en que la mujer puede invocar la preferencia: sólo puede hacerla valer
una vez disuelta la sociedad conyugal y no estando ella pendiente, aunque el
marido sea declarado en quiebra. La mujer no puede exigir el pago de sus bienes
ni el de los saldos, precios o recompensas, sino disuelta la sociedad conyugal.

4. Créditos de los hijos de familia por los bienes de su propiedad que fueron
administrados por el padre o la madre, sobre los bienes de éstos.
La patria potestad confiere al padre o madre la administración de los bienes del hijo, los
créditos que resulten en favor del hijo de familia como consecuencia de esta administración
están amparados por el privilegio, el que se hace efectivo sobre los bienes del padre o madre
que ha ejercido la patria potestad.
5. Los de las personas que están bajo tutela o curaduría contra sus respectivos
tutores o curadores.

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6. Los del pupilo contra el que se casa con la madre o abuela, tutora o curadora,
en el caso del Art. 511. Este número, en cuanto se refiere al Art. 511, no tiene
aplicación como consecuencia de la nueva redacción que a dicho artículo dio la Ley
5.521.
El Art. 2.483 dispone, aunque no muy claramente que las preferencias de los números 3, 4 y
5 del Art. 2481 protegen todos los derechos que la mujer, hijo o pupilo tengan en poder del
marido o representante legal a fin de asegurar su devolución cuando se extinga la patria
potestad, etc.
Pruebas admisibles para invocar la preferencia del Art. 2481.
Respecto de los números 1 y 2 no hay problema, pues están sometidos a las reglas generales,
pero en lo que dice relación con los números 3, 4 y 5, se dan normas especiales que rechazan
o no admiten como prueba, por sí sola, la confesión del marido, padre o madre, tutor o
curador, Art. 2435. La razón de esta norma especial es que se teme la confabulación entre
estas personas, dados los vínculos que las ligan, para perjudicar a otros acreedores.
Además, conforme al Art. 2483 para invocar las preferencias de todos los números referidos
(3, 4 y 5) del Art. 2481 es menester acreditar el dominio de los bienes administrados por los
representantes legales por actos legales de partición. testamentos, escrituras públicas de
venta, permuta, etc. En suma, la preferencia debe acreditarse por instrumentos públicos.
Características de los créditos de cuarta clase.
a) Los privilegios de cuarta clase son de carácter general;
b) Corresponden a ciertas personas contra los administradores de sus bienes;
c) Los privilegios de cuarta clase son personales: no pasan en contra de terceros
poseedores de los bienes del deudor, Art. 2486.
d) Se pagan una vez que se han satisfecho los créditos de las tres primeras clases, Art.
2486. Para cumplir esta disposición es necesario recordar que los créditos de la
segunda y tercera clase confieren una preferencia especial y que, en caso de no ser
suficientes los respectivos bienes, el déficit no goza de preferencia y pasa a la quinta
clase de créditos por el saldo insoluto, Art. 2490. Es decir, los créditos de cuarta clase
de pagan después de los de primera, y también de los de los de segunda y tercera,
respecto de los bienes especialmente afectos a esos créditos.
e) Los créditos de la cuarta clase prefieren según la fecha de sus causas. Mientras los
créditos de primera clase prefieren en el orden de su enumeración, cualquiera que sea
su fecha, los de cuarta prefieren según la fecha de sus causas.
Si varias personas gozan de un privilegio de cuarta clase, cuya causa sea de la misma fecha,
la ley no señala normas sobre la concurrencia en este caso, pero se estima que se debe
proceder a prorratear dentro de cada categoría.
Los privilegios de cuarta clase y los de primera se hacen efectivos en las mismas condiciones
señaladas sobre los bienes del heredero del deudor difunto, a menos que dicho heredero
acepte la herencia con beneficio de inventario o los acreedores gocen del beneficio de

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separación, en cuyo caso el privilegio sólo puede hacerse efectivo sobre los bienes del deudor
fallecido, Art. 2487.
5º QUINTA CLASE DE CRÉDITOS.
Se denominan créditos comunes, valistas o quirografarios y son aquellos que no gozan de
preferencia. Está clase está formada por los créditos no preferidos que se pagan con el
sobrante de los bienes de la masa, a prorrata de sus valores y sin consideración alguna a su
fecha, Art. 2489. El principio dominante es el de la igualdad de los acreedores. Entran a la
quinta clase de créditos los déficits de la segunda y tercera clase no cubiertos con los bienes
afectos a ellos.
Cabe tener presente que la Ley 20.720 estableció una nueva especie de créditos que se pagan
después de los valistas: aquellos créditos en favor de personas relacionadas con el deudor
que no hayan sido debidamente documentados 90 días antes de la resolución de liquidación
(art. 241 inc. 3º).
Además, en materia de acciones revocatorias concursales, el art. 292 inciso 2° de esta ley
dispone que la parte condenada tiene derecho a la devolución de lo que hubiere pagado con
ocasión del acto o contrato revocado, pero su pago queda pospuesto hasta que se paguen
íntegramente los créditos de los acreedores valistas.

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