Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GENERALIDADES
Las garantías constitucionales son enormemente importantes en cualquier
democracia porque permiten poner un límite a algunos abusos que podría
llevarse a cabo por parte del estado. Dada su importancia, estas garantías se
mantienen vigentes a lo largo de los años sin que sea posible eliminarlas por
medios convencionales. En el caso, no obstante, de que la Constitución quede
suspendida por algún motivo político, las mismas deberían ser preestablecidas
al momento de la normalización y seguramente acarrearían un duro tratamiento
a los responsables de esta circunstancia. No obstante, cabe mencionarse que
una situación como la descrita solo podría ocurrir en democracias inmaduras,
en donde existen enormes conflictos civiles de difícil resolución; en el caso de
un país con instituciones con una larga trayectoria, lo planteado es casi
imposible.
II CONCEPTO. –
En el Perú, esta institución fue elevada a rango constitucional por primera vez
en la Constitución de 1920, para proteger inicialmente tan sólo la libertad
individual o física de los ciudadanos. En la Constitución de 1979 se le reconoce
como una protección a la libertad y seguridad personal.
Procede contra las normas que tienen rango de ley, leyes, Decretos
Legislativos, Decretos de Urgencia, tratados, reglamentos del Congreso,
normas regionales, ordenanzas municipales que contradigan la Constitución en
el fondo, o cuando no haya sido aprobadas, promulgadas o publicadas en la
forma indicada por la Constitución.
El Presidente de la República
El Fiscal de la Nación El Defensor del Pueblo
El 25% del número legal de Congresistas.
Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el JNE.
Los Presidentes de Región con acuerdo del Consejo de Coordinación
Regional o Alcaldes Provinciales con acuerdo de su Consejo, en
materias de su competencia.
Los Colegios Profesionales en materia de su especialidad.
V. LA ACCION POPULAR
Este proceso tiene por objeto velar por el respeto de la distribución de las
competencias estatales previstas en la Constitución, de modo que garantiza la
vigencia del principio de supremacía constitucional e, indirectamente, la
continuidad del Estado Constitucional de Derecho.