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El Área de Lengua Castellana y Literatura en La Educación Primaria
El Área de Lengua Castellana y Literatura en La Educación Primaria
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El Área de Lengua Castellana y Literatura en
la Educación Primaria
PRESENTACIÓN
Este curso ha tomado como referencia el contenido de nuestros libros, entre los
que destacamos: Cuerpo de Maestros. Temario Oposiciones. EDUCACIÓN
PRIMARIA.ISBN: 978-84-283-8099-7,publicado por Ediciones Paraninfo S.A.
Para ello hemos extraído los contenidos más relevantes y relacionados con el
título de este curso homologado, con el fin de facilitar al alumno la lectura y comprensión
de los mismos.
OBJETIVOS
• Profundizar en temas generales de la Lengua Castellana y Literatura en
Primaria.
• Conocer los diferentes contenidos a tratar de Lengua Castellana y Literatura en
Primaria.
• Reflexionar sobre diferentes actividades utilizadas en el área de Lengua
Castellana y Literatura en Primaria.
• Comprender las diferentes técnicas pedagógicas utilizadas en Primaria en el
trabajo del área de Lengua Castellana y Literatura.
• Conocer y valorar la educación literaria infantil en la Educación Primaria.
• Relacionar el área de Lengua Castellana y Literatura con otras áreas del
currículum.
• Conocer la contribución del área de Lengua Castellana y Literatura a las
competencias básicas.
• Valorar el área de Lengua Castellana y Literatura como un área imprescindible e
instrumental que sirve de base para alcanzar otros conocimientos.
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CONTENIDOS
• Introducción: Enfoque y características.
• Contribución del área al desarrollo de las competencias básicas.
• Objetivos, contenidos y criterios de evaluación.
• Relación con otras áreas del currículo.
• La adquisición de lectura y la escritura.
• La educación literaria en el contexto escolar. La biblioteca escolar y la biblioteca
de aula.
• La lectura: Planes de fomento y estrategias de intervención educativa.
• Desarrollo de la expresión escrita en la Educación Primaria. Utilización de las
tecnologías de la información.
• Propuestas de intervención educativa.
• Conclusiones.
MODALIDAD
Modalidad on-line
NÚMERO DE HORAS
110 horas de duración
BIBLIOGRAFÍA
• ALMENZAR, M. L., GERVILLA, M. Á. y MERINO, C. (1993). Proyecto curricular
de Educación Infantil. Madrid: Escuela Española.
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ÍNDICE
TÍTULO 1.INTRODUCCIÓN ______________________________________________ 1
3.1.1. Relación entre los objetivos de etapa de la Educación Primaria y los del área de
LENGUA CASTELLANA y Literatura. _________________________________________ 57
3.1.2. Objetivos generales del área __________________________________________ 57
3.2.1. Contenidos específicos del área de Lengua Castellana y Literatura ___________ 59
3.2.2. Elementos transversales _____________________________________________ 61
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3.3.2. Criterios de evaluación del área de Lengua Castellana y Literatura ____________ 63
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y al disfrute de los textos literarios, ese acuerdo desaparece y en su lugar aparecen todo
tipo de opiniones divergentes y una diversidad casi infinita de formas de entender (y de
hacer) la educación literaria (Lomas, 1999).
El descubrimiento del lenguaje por parte de cada individuo durante la infancia es
una tarea ardua a la par que maravillosa.
Aprender una lengua supone mucho esfuerzo y no sólo depende de las
características del niño, sino que comienzan a existir diferencias desde el momento en
que éste tiene unas u otras oportunidades. Frecuentemente, la manera en que lo aprende
es algo que depende de él mismo.
Las primeras palabras que emiten los niños van ligadas a gestos, los propios
actos de declaración y petición, que hacemos mediante el lenguaje; a éstos se les
considera precursores del mismo.
En este sentido, un aspecto a tener en cuenta dentro de este proceso de
adquisición del lenguaje es saber qué debemos hacer para que el niño no tenga
dificultades.
Para ello, los padres pueden intentar ayudarles, por ejemplo, diciendo el nombre
de cosas y reforzando las imitaciones que más se aproximan a los originales, abreviando
la longitud de las oraciones que suelen emplear al dirigirse a sus hijos pequeños... Lo
único que es necesario es que alguien esté dispuesto a practicar el juego del lenguaje
con el niño.
Éste será el inicio del trabajo que los docentes desarrollaremos posteriormente
con los alumnos y que con el trabajo diario, tanto en el aula como en clase, les permitirá
adquirir y desarrollar el lenguaje a través de la comprensión y expresión oral y los
elementos no lingüísticos que acompañan a la comunicación oral.
La sociedad actual se encuentra inmersa en continuos cambios que se suceden a
un ritmo vertiginoso y donde las nuevas tecnologías apartan a los alumnos del contacto
directo con los libros, lo que implica que dediquen muy poco tiempo al disfrute de la
lectura.
Como docentes tenemos que estimular entre nuestros alumnos el gusto por la
lectura proponiendo actividades y talleres lúdicos. Hemos de dedicar más tiempo a la
lectura en el aula, optimizando el funcionamiento de la biblioteca del centro junto con la
de clase e implicando de forma directa a las familias:
“Los centros, al organizar su práctica docente, deberán garantizar la incorporación
de un tiempo diario de lectura, no inferior a treinta minutos, a lo largo de todos los cursos
de la etapa”.
Tal y como ocurre con otros aprendizajes, en un primer momento existe una
etapa larga y fatigosa que tiende a olvidarse una vez dominada. En el caso que nos
ocupa, la etapa inicial del aprendizaje de la escritura corresponde a su organización
como comportamiento grafomotor de carácter estable, produciéndose una generalización
que incluye gran cantidad de actividades musculares no ligadas a la realización estricta
de ese comportamiento motor. Una vez que los patrones informativos han sido
almacenados en la memoria a largo plazo y se ha estabilizado el comportamiento
grafomotor, se llega a un nivel de destreza habitual (automatización) y su reconocimiento
o reproducción consigue trasformarse en una operación cada vez más automática.
Durante esta etapa del aprendizaje de la escritura, el alumno pone en evidencia
su relación con las otras expresiones paralingüísticas (con el escuchar, leer, hablar,
pensar), las que a su vez retroalimentan.
1.1. Enfoque
propias o ajenas del mundo, lo cual favorecerá la creación de una visión propia del
mismo:
“A lo largo de esta etapa, los niños deben empezar a adquirir un saber reflexivo
sobre las prácticas comunicativas necesarias para vivir en la sociedad del siglo XXI. El
área de lengua es el ámbito privilegiado para conseguir estas metas, aunque todas las
áreas, al emplear el lenguaje como medio de comunicación y de adquisición y
transmisión del conocimiento, son responsables del desarrollo de la comunicación
lingüística. Así pues, la enseñanza y el aprendizaje en esta área tiene como objeto el
desarrollo de las habilidades lingüísticas: hablar, escuchar, conversar, leer, escribir y
reflexionar sobre el propio lenguaje. También, y de manera específica, pretende acercar
a la lectura y comprensión de textos literarios.”
1.2. Características
Además de reconocer la propia lengua como elemento cultural de primer orden, en esta
área la lectura, comprensión y valoración de las obras literarias contribuyen al desarrollo
de la competencia artística y cultural.
Objetivos.
Contenidos:
- Reconocimiento del papel de las situaciones sociales como factor condicionante de los
intercambios comunicativos.
- Identificación de los contextos en los que la comunicación se produce mediante textos
escritos y valoración de la importancia de la escritura en determinados ámbitos.
- Identificación de los textos de uso frecuente en el aula a partir de elementos
paratextuales y textuales.
- Observación de las diferencias entre la lengua oral y escrita.
- Reconocimiento de la relación entre sonido y grafía en el sistema de la lengua.
- Identificación de la palabra como instrumento básico para la segmentación de la
escritura.
- Conocimiento de las normas ortográficas más sencillas.
- Sustitución, inserción, supresión, cambio de orden y segmentación de elementos
lingüísticos para observar el funcionamiento de los enunciados y adquirir nuevos
recursos.
- Inicio a la reflexión en actividades de identificación y uso de los siguientes términos en
la producción e interpretación: denominación de los textos trabajados; enunciado, palabra
y sílaba; nombre, nombre común y nombre propio; género y número.
Criterios de evaluación.
1. Participar en las situaciones de comunicación del aula, respetando las normas del
intercambio: guardar el turno de palabra, escuchar, mirar al interlocutor, mantener el
tema.
Con este criterio se trata de evaluar tanto la capacidad para intervenir en las diversas
situaciones de intercambio oral que se producen en el aula, como la actitud con la que se
participa en ellas. Conviene advertir que dichas competencias tienen una estrecha
relación con la capacidad para observar las situaciones comunicativas -finalidad,
participantes, lugar donde se produce el intercambio...- así como para determinar, de
forma todavía intuitiva, sus características y proceder de manera adecuada.
Contenidos:
- Reconocimiento de los elementos del contexto comunicativo como factores que inciden
en la selección de las formas orales o escritas del intercambio comunicativo.
- Identificación de estructuras narrativas, instructivas, descriptivas y explicativas sencillas
para la comprensión y composición.
- Reconocimiento de las diferencias más relevantes entre la lengua oral y escrita.
- Conocimiento de las normas ortográficas, apreciando su valor social y la necesidad de
ceñirse a ellas en los escritos.
- Conciencia positiva de la variedad lingüística existente en el contexto escolar y social.
- Conocimiento de la diversidad lingüística de España y valoración positiva de esta
riqueza.
- Comparación y transformación de enunciados, mediante inserción, supresión, cambio
de orden, segmentación y recomposición, para juzgar la gramaticalidad de los resultados
y facilitar el desarrollo de los conceptos lingüísticos y del metalenguaje.
- Reflexión, uso y definición intuitiva de la terminología siguiente en las actividades de
producción e interpretación: denominación de los textos trabajados; enunciado, palabra y
sílaba; género y número; determinantes; tiempo verbal (presente, futuro, pasado).
- Reconocimiento de las relaciones entre las palabras por la forma (flexión, composición y
derivación) y por el significado (sinónimos y antónimos), en relación con la comprensión y
composición de textos.
- Comparación de estructuras sintácticas elementales para observar su equivalencia
semántica o posibles alteraciones del significado.
- Inserción y coordinación de oraciones como instrumento en la mejora de la composición
escrita.
- Exploración y reflexión sobre las posibilidades del uso de diversos enlaces entre
oraciones (adición, causa, oposición, contradicción...) en relación con la composición de
textos.
- Reconocimiento de las modalidades oracionales declarativa, interrogativa y exhortativa.
- Identificación de los constituyentes fundamentales de la oración, sujeto y predicado y de
algunos papeles semánticos del sujeto (agente, paciente, etc.)
Criterios de evaluación.
1. Participar en las situaciones de comunicación del aula, respetando las normas del
intercambio: guardar el turno de palabra, escuchar, exponer con claridad, entonar
adecuadamente.
Con este criterio se trata de evaluar tanto la capacidad para intervenir en las diversas
situaciones de intercambio oral que se producen en el aula, como la actitud con la que se
participa en ellas. Conviene advertir que dichas competencias tienen una estrecha
relación con la capacidad para observar las situaciones comunicativas -finalidad, número
de participantes, lugar donde se produce el intercambio...- y para determinar sus
características de forma cada vez más consciente y proceder de manera adecuada a
cada contexto. En el mismo sentido se valorará si se es capaz de establecer relaciones
armónicas con los demás, incluyendo la habilidad para iniciar y sostener una
conversación.
2. Expresarse de forma oral mediante textos que presenten de manera sencilla y
coherente conocimientos, ideas, hechos y vivencias.
5. Interpretar e integrar las ideas propias con la información contenida en los textos de
uso escolar y social, y mostrar la comprensión a través de la lectura en voz alta.
Con este criterio se quiere comprobar si los niños y niñas utilizan sus experiencias y
conocimientos para establecer relaciones entre las ideas y la información del texto. Han
de ser capaces de utilizar estrategias de comprensión (ser consciente del propósito de la
lectura, utilizar indicadores textuales y contextuales para formular y probar conjeturas...) y
estrategias para resolver las dudas que se presenten (avanzar y retroceder, consultar un
diccionario o buscar información complementaria).
También se evalúa la comprensión a través de la lectura en voz alta que debe realizarse
ya con cierta seguridad, sin titubeos, repeticiones o saltos de palabras. Es importante
asegurar en este ciclo que la decodificación se realiza adecuadamente y de forma fluida.
6. Redactar, reescribir y resumir diferentes textos significativos en situaciones cotidianas
y escolares, de forma ordenada y adecuada, utilizando la planificación y revisión de los
textos, cuidando las normas gramaticales y ortográficas y los aspectos formales, tanto en
soporte papel como digital.
Se trata de evaluar la capacidad para redactar los textos propios de las relaciones
interpersonales en el aula -cartas, normas de convivencia, avisos, solicitudes-, así como
otros propios de los medios de comunicación social, referidos a hechos próximos a su
experiencia. De manera especial se debe evaluar la capacidad para elaborar textos que
permiten progresar en la autonomía para aprender -resúmenes, descripciones o
explicaciones-.
En el ámbito literario, se evaluará la capacidad para recrear, imitar poemas o relatos
utilizando determinados recursos como la rima o el ritmo, de manera intuitiva, en los
poemas. Este criterio ha de verificar que la producción de textos escritos se realiza de
acuerdo con los pasos propios de este proceso (planificación, escritura del texto, revisión)
y que valoran la utilidad de seguirlos para lograr un texto más completo y adecuado a la
intención comunicativa.
En todos los escritos, se evaluará el uso de las normas ortográficas básicas, así como la
presentación clara, limpia y ordenada. En estos procesos, conviene evaluar la habilidad
en el uso de los medios informáticos para la elaboración y la presentación de textos.
7. Conocer textos literarios de la tradición oral y de la literatura infantil adecuados al ciclo
así como las características básicas de la narración y la poesía, con la finalidad de
apoyar la lectura y la escritura de dichos textos.
Este criterio evalúa la capacidad de disfrutar de forma cada vez más autónoma con
textos literarios adecuados a la edad e intereses del ciclo, de comprender el sentido de
éstos gracias a la interpretación de algunas convenciones específicas, como los temas
recurrentes, los elementos del relato literario y la rima.
Hay que evaluar igualmente la actitud positiva hacia la lectura como actividad propia de la
vida cotidiana.
Se valorará la capacidad de explorar recursos expresivos y creativos simples, siguiendo
modelos, en tareas de dramatización, recreación
8. Usar la biblioteca del aula y del centro, conocer los mecanismos de su organización y
de su funcionamiento y las posibilidades que ofrece.
Este criterio debe evaluar la participación en las actividades de lectura en las bibliotecas,
la autonomía de uso, el conocimiento de los procedimientos básicos y mecanismos de
organización y selección de los diferentes materiales así como las posibilidades que le
ofrece cada uno de ellos. También se valorará la adquisición de hábitos de lectura por
placer, de respeto por las normas de uso y la actitud colaboradora en el buen
funcionamiento de la biblioteca.
9. Identificar algunos cambios que se producen en las palabras, los enunciados y los
textos al realizar segmentaciones, cambios en el orden, supresiones e inserciones que
hacen mejorar la comprensión y la expresión oral y escrita.
Se trata de evaluar la habilidad para observar y reconocer los efectos que inserción,
supresión, cambio de orden, segmentación, recomposición, producen en los enunciados
y en los textos, de modo que se identifiquen tanto los problemas en la escritura y en la
Contenidos:
- Identificación de las relaciones entre los elementos del contexto de situación y las
formas lingüísticas en que se manifiestan en los discursos orales y escritos.
- Reconocimiento de estructuras narrativas, instructivas, descriptivas y explicativas para
la comprensión y composición.
- Conocimiento de las normas ortográficas, apreciando su valor social y la necesidad de
ceñirse a ellas en los escritos.
- Utilización de procedimientos de derivación, comparación, contraste..., para juzgar
sobre la corrección de las palabras y generalizar las normas ortográficas.
- Localización de las lenguas de España y valoración positiva de esta riqueza lingüística,
evitando los prejuicios sobre las lenguas y sus hablantes.
- Comparación y transformación de enunciados mediante inserción, supresión, cambio de
orden, segmentación, y recomposición, para juzgar sobre la gramaticalidad de los
resultados y facilitar el desarrollo de los conceptos lingüísticos y del metalenguaje.
1. Participar en las situaciones de comunicación del aula, respetando las normas del
intercambio: guardar el turno de palabra, organizar el discurso, escuchar e incorporar las
intervenciones de los demás.
Con este criterio se trata de evaluar tanto la capacidad para intervenir en las diversas
situaciones de intercambio oral que se producen en el aula, como la actitud con la que se
participa en ellas. Conviene advertir que dichas competencias requieren capacidad para
observar las situaciones comunicativas - finalidad, número y características de los
participantes, lugar donde se produce el intercambio...- y para determinar sus
características, de forma consciente, y proceder de manera adecuada a cada contexto.
Debe ser también objeto de valoración la habilidad para iniciar, sostener y finalizar
conversaciones.
experiencia, noticias, entrevistas, reseña de libros o de música, carta al director, así como
los de uso habitual en otras áreas de aprendizaje. De manera especial, se debe evaluar
la capacidad para elaborar los textos que permiten progresar en la autonomía para
aprender -resúmenes, esquemas, informes, descripciones, explicaciones-.
En el ámbito literario, se evaluará la capacidad para recrear poemas o relatos utilizando
determinados recursos como la rima, o el ritmo en los poemas.
En todos los escritos, tanto en papel como en soporte digital, se evaluará la
automatización de las normas ortográficas de aparición frecuente y la resolución de
dudas ortográficas mediante la utilización de los apoyos pertinentes (diccionarios,
apuntes...)
7. Conocer textos literarios de la tradición oral y de la literatura infantil adecuados al ciclo
así como las características de la narración y la poesía, con la finalidad de apoyar la
lectura y la escritura de dichos textos.
Este criterio evalúa la capacidad de disfrutar de forma autónoma con los textos literarios
adecuados a la edad y al ciclo, de comprender el sentido de éstos gracias a la
interpretación de algunas convenciones específicas, como los temas recurrentes, los
elementos del relato literario, la rima, la medida, las comparaciones y la metáfora. Hay
que evaluar igualmente la iniciativa y la adquisición de una actitud positiva hacia la
lectura. Se valorará la capacidad de usar recursos expresivos y creativos, en tareas de
dramatización, recreación o memorización de poemas y otros textos.
8. Utilizar las bibliotecas, videotecas, etc. y comprender los mecanismos y
procedimientos de organización y selección de obras y otros materiales. Colaborar en el
cuidado y mejora de los materiales bibliográficos y otros documentos disponibles en el
aula y en el centro.
En este criterio se evalúa si son capaces de usar las bibliotecas a su alcance de forma
activa y autónoma, si han desarrollado el gusto por la lectura y las actitudes y
procedimientos necesarios para ser usuarios habituales de las mismas. Se debe valorar
también el conocimiento del funcionamiento y organización de las bibliotecas, así como la
capacidad de colaborar en su mantenimiento y cuidado.
9. Identificar cambios que se producen en las palabras, los enunciados y los textos al
realizar segmentaciones, cambios en el orden, supresiones e inserciones que hacen
mejorar la comprensión y la expresión oral y escrita.
Se trata de evaluar la habilidad para observar y reconocer los efectos que inserción,
supresión, cambio de orden, segmentación, recomposición, producen en los enunciados
y en los textos, de modo que se identifiquen tanto los problemas en la escritura y en la
expresión oral como el origen de determinadas dificultades en la comprensión y se utilice
esta reflexión en la mejora de dichas actividades.
Dichos procedimientos de análisis deben permitir considerar el texto de manera crítica;
reflexionar sobre el contenido del texto y evaluarlo; considerar y evaluar su estructura, el
uso del lenguaje, los recursos literarios, o el punto de vista y el oficio del autor.
http://www.mec.es/files/a43053-43102.pdf
1, Comunicación oral: escuchar y hablar, se busca que el alumnado vaya adquiriendo las
habilidades necesarias para comunicar con precisión sus propias ideas, realizar
discursos cada vez más elaborados de acuerdo a una situación comunicativa, escuchar
de forma activa e interpretar de manera correcta las ideas de los demás.
Las propuestas metodológicas de este bloque van dirigidas a mejorar la gestión de las
relaciones sociales a través del diálogo y a perfeccionar la planificación, exposición y
argumentación de los propios discursos orales. Se ha integrado la autoevaluación en este
proceso de enseñanza y aprendizaje, así como la evaluación de las prácticas orales de
los demás, con el objetivo de hacer explícitas las carencias y el progreso del alumnado y
de que este, a su vez, sea capaz de reconocer sus dificultades para mejorarlas; la
integración de las tecnologías en el aula debe favorecer el planteamiento integral de
estas estrategias, que van desde el análisis de discursos y debates audiovisuales hasta
la evaluación de discursos propios y ajenos grabados y proyectados.
Las prácticas orales, como exposiciones o debates, deben formar parte de la actividad
cotidiana del aula en todas las áreas del currículo.
La lectura y la escritura son los instrumentos a través de los cuales se ponen en marcha
los procesos cognitivos que elaboran el conocimiento del mundo, de los demás y de uno
mismo y, por tanto, desempeñan un papel fundamental como herramientas de
adquisición de nuevos aprendizajes a lo largo de la vida. Con los Bloques 2 y 3,
Comunicación escrita: leer y escribir, se persigue que el alumnado sea capaz de
entender textos de distinto grado de complejidad y de géneros diversos, y que
reconstruya las ideas explícitas e implícitas en el texto con el fin de elaborar su propio
pensamiento crítico y creativo. Comprender un texto implica poner en marcha una serie
de estrategias de lectura que deben practicarse en el aula y proyectarse en todas las
esferas de la vida y en todo tipo de lectura: leer para obtener información, leer para
aprender la propia lengua y leer por placer. Asimismo, la enseñanza de los procesos de
escritura pretende conseguir que el alumno tome conciencia de la misma como un
procedimiento estructurado en tres partes: planificación del escrito, redacción a partir de
borradores de escritura y revisión de borradores antes de redactar el texto definitivo. La
Criterios de evaluación:
1. Producir textos con diferentes intenciones comunicativas con coherencia, respetando
su estructura y aplicando las reglas ortográficas, cuidando la caligrafía, el orden y la
presentación.
2. Aplicar todas las fases del proceso de escritura en la producción de textos escritos de
distinta índole: planificación, textualización, revisión y reescritura, utilizando esquemas y
mapas conceptuales, aplicando estrategias de tratamiento de la información, redactando
sus textos con claridad, precisión y corrección, revisándolos para mejorarlos y evaluando,
con la ayuda de guías, las producciones propias y ajenas.
3. Utilizar el diccionario como recurso para resolver dudas sobre la lengua, el uso o la
ortografía de las palabras.
4. Elaborar proyectos individuales o colectivos sobre diferentes temas del área.
5. Buscar una mejora progresiva en el uso de la lengua, explorando cauces que desarro
llen la sensibilidad, la creatividad y la estética.
6. Favorecer a través del lenguaje la formación de un pensamiento crítico que impida di
scriminaciones y prejuicios.
7. Llevar a cabo el plan de escritura que dé respuesta a una planificación sistemática de
mejora de la eficacia escritora y fomente la creatividad.
8. Utilizar las TIC de modo eficiente y responsable para presentar sus producciones.
Criterios de evaluación:
1. Aplicar los conocimientos básicos sobre la estructura de la lengua, la gramática
(categorías gramaticales), el vocabulario (formación y significado de las palabras y
campos semánticos), así como las reglas de ortografía para favorecer una comunicación
más eficaz.
2. Desarrollar las destrezas y competencias lingüísticas a través del uso de la lengua.
3. Sistematizar la adquisición de vocabulario a través de los textos.
4. Desarrollar estrategias para mejorar la comprensión oral y escrita a través del
conocimiento de la lengua.
5. Utilizar programas educativos digitales para realizar tareas y avanzar en el aprendizaje
4.3. Aplica correctamente las normas de acentuación y clasifica las palabras de un texto.
4.4. Usa con corrección los signos de puntuación.
4.5. Aplica las reglas de uso de la tilde.
4.6. Utiliza una sintaxis adecuada en las producciones escritas propias.
5.1. Utiliza distintos programas educativos digítales como apoyo y refuerzo del
aprendizaje
6.1. Conoce y valora la variedad lingüística de España y el español de América.
6.2 Reconoce e identifica algunas de las características relevanes (históricas, socio-
culturales, geográficas y lingüísticas) de las lenguas oficiales en España.
Criterios de evaluación:
1. Apreciar el valor de los textosliterarios y utilizar la lectura como fuente de disfrute e
información y considerarla como un medio de aprendizaje y enriquecimiento personal de
máxima importancia.
2. Integrar la lectura expresiva y la comprensión e interpretación de textos literarios
narrativos, líricos y dramáticos en la práctica escolar, reconociendo einterpretando
algunos recursos del lenguaje literario (metáforas, personificaciones, hipérboles y juegos
de palabras) y diferenciando las principales convenciones formales de los géneros.
3. Conocer y valorar los recursos literarios de la tradición oral: poemas, canciones,
cuentos, refranes, adivinanzas.
4. Producir a partir de modelos dados textos literarios en prosa o en verso, con sentido es
tético y creatividad: cuentos, poemas, adivinanzas, canciones, y fragmentos teatrales.
5. Participar con interés en dramatizaciones de textos literarios adaptados a la edad y de
producciones propias o de los compañeros, utilizando adecuadamente los recursos
básicos de los intercambios orales y de la técnica teatral.
http://www.boe.es/boe/dias/2014/03/01/pdfs/BOE-A-2014-2222.pdf
Para adentrarnos en este segundo epígrafe del tema, resulta imprescindible comenzar
con una aclaración de qué son y en qué consisten las competencias básicas, para
posteriormente, analizar cómo se puede contribuir a desarrollarlas desde el área de
Lengua Castellana y Literatura.
Siguiendo las L.O.E. (2006), las competencias básicas son aquellos aprendizajes
imprescindibles que el alumno debe alcanzar al acabar la escolaridad obligatoria. Son
aprendizajes que le servirán para su vida cotidiana y que transcienden el ámbito
académico.
◙ Competencia matemática.
Definición: supone aplicar aquellas destrezas y actitudes que permiten razonar
matemáticamente, comprender una argumentación matemática y expresarse y
comunicarse en el lenguaje matemático, utilizando las herramientas de apoyo
adecuadas, e integrando el conocimiento matemático con otros tipos de conocimiento
para dar una mejor respuesta a las situaciones de la vida de distinto nivel de complejidad.
◙ Competencias social:
Definición: supone comprender la realidad social en que se vive, afrontar la convivencia y
los conflictos empleando el juicio ético basado en los valores y prácticas democráticas, y
ejercer la ciudadanía, actuando con criterio propio, contribuyendo a la construcción de la
paz y la democracia, y manteniendo una actitud constructiva, solidaria y responsable ante
el cumplimiento de los derechos y obligaciones cívicas.
◙ Cultural y artística:
Definición: se refiere tanto a la habilidad para apreciar y disfrutar con el arte y otras
manifestaciones culturales, como a aquellas relacionadas con el empleo de algunos
recursos de la expresión artística para realizar creaciones propias; implica un
conocimiento básico de las distintas manifestaciones culturales y artísticas, la apreciación
de habilidades de pensamiento divergente y de trabajo colaborativo, una actitud abierta,
respetuosa y crítica hacia la diversidad de expresiones artísticas y culturales, el deseo y
voluntad de cultivar la propia capacidad estética y creadora, y un interés por participar en
la vida cultural y por contribuir a la conservación del patrimonio cultural y artístico, tanto
de la propia comunidad como de otras.
◙ Competencia digital:
Definición: el tratamiento de la información y la competencia digital implican ser una
persona autónoma, eficaz, responsable, crítica y reflexiva al seleccionar, tratar y utilizar la
información y sus fuentes, así como las distintas herramientas tecnológicas; también
tener una actitud crítica y reflexiva en la valoración de la información disponible,
contrastándola cuando es necesario y respetar las normas de conducta acordadas
socialmente para regular el uso de la información y sus fuentes en los distintos soportes.
A efectos del real decreto 126/2014, las competencias del currículos serán las
siguientes:
1º- Comunicación lingüística.
2º- Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
3º- Competencia digital.
4º - Aprender a aprender.
5º- Competencias sociales y cívicas.
6º- Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
7º- Conciencia y expresiones culturales.
Para una adquisición eficaz eficaz de las competencias y su integración efectiva
en el currículo, deberán diseñarse actividades de aprendizaje integradas que
permitan al alumnado avanzar hacia los resultados de aprendizaje de más de una
competencia al mismo tiempo.
Se potenciará el desarrollo de las competencias Comunicación Lingüística,
Competencias matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
3.1. Objetivos
3.2. Contenidos
A lo largo de los diferentes ciclos estos contenidos se trabajan del siguiente modo:
- Primer ciclo: dramatización de situaciones y textos literarios.
- Segundo ciclo: lectura personal, silenciosa y en voz alta de diferentes tipos de obras
adecuadas a su edad y/o capacidad.
- Tercer ciclo: uso de la biblioteca del centro y participación en diferentes actividades
literarias.
Se puede observar como en los dos primeros bloques el acento se pone en el tratamiento
de contenidos de un marcado carácter procedimental, mientras que en el segundo bloque
de contenidos el peso recae sobre los contenidos del ámbito actitudinal, y ya en el cuarto
bloque los contenidos que se tratan presentan una mayor carga conceptual.
problemas específicos del lenguaje escrito, que se dan únicamente en sus vertientes de
lectura y escritura.
Si relacionamos la escritura y la lectura hemos de ser conscientes de que existe
una relación funcional entre ambas habilidades. Los sujetos comparten conocimientos
sobre la propia actividad (lengua escrita), sobre el mundo físico y social y sobre el
lenguaje en sí, aspectos todos ellos necesarios para que se dé la función comunicativa
de la lengua escrita. Numerosas investigaciones han demostrado que se trata de
actividades diferentes y que deben ser tratadas de forma específica. No obstante
mantienen una relación directa entre ellas. Así sabemos que mientras el objetivo de la
lectura es la comprensión del significado intentando llegar a lo que el autor ha querido
transmitir, el de la escritura por el contrario es transmitir ideas propias con una intención
comunicativa. Mientras en la lectura es necesario desvelar el plan del autor y ello puede
hacerse conforme avanza la interpretación del texto, en la escritura la planificación ocupa
un lugar preferente y debe preceder a la actividad en sí.
El proceso de adquisición de la lectoescritura es un proceso complejo en el que
intervienen diferentes mecanismos como son:
• Los mecanismos neurolingüísticos, que determinan los procesos perceptivos, la
recogida de información y el almacenamiento a corto plazo.
• Los mecanismos psicolingüísticos, relacionada con la capacidad de descifrar el
mundo, establecer grupos, categorías y conocer las relaciones semánticas y
sintácticas que se establecen.
• Mecanismos sociolingüísticos, que permite poner en contacto las creaciones
propias con las ajenas.
El documento marco del Ministerio de Educación y Ciencia define leer como: “Una
actividad funcional, intencional y compleja que implica la interacción de procesos
perceptivos, cognitivos y lingüísticos que, a su vez, interactúan con la experiencia y los
conocimientos previos del lector (vocabulario, integración gramatical); los objetivos que el
lector tiene al realizar la lectura (motivaciones y expectativas); y las propias
características del texto (tipo, estructura, temática y dificultad)”.
Para poder leer es preciso adquirir determinadas habilidades lingüísticas y
metalingüísticas que son fruto de una reflexión consciente acerca del habla, la cual está
formada por distintos elementos, cuya unidad mínima sería el fonema. De esta manera,
cuando los alumnos se enfrenten a la lectura, les será más fácil asociar el habla con la
escritura.
La capacidad de segmentación de la palabra es importante para el aprendizaje
lector, aunque no debemos confundir esta capacidad (una capacidad meta-lingüística)
con los clásicos prerrequisitos lecto-escritores (psicomotricidad, percepción...).
El proceso de adquisición de la lectura fue propuesto en 1985 por Utha Frith,
quien estableció un modelo compuesto por tres etapas o fases que ha sido ampliamente
aceptado:
• Etapa logográfica: esta etapa se manifiesta gracias al hecho de que los niños son
capaces de reconocer globalmente un pequeño grupo de palabras familiares
como son su propio nombre, el nombre de ciertas marcas o determinadas
palabras que les son familiares. Muchos de los niños adquieren esta estrategia
antes de comenzar la etapa educativa obligatoria.
• Etapa alfabética: a lo largo de ésta el alumno aprende el código alfabético y
desarrolla su conocimiento fonológico (ya iniciado previamente). Esta etapa
plantea la toma de conciencia de los fonemas a los que se les va a asignar una
grafía. Además de asignar una grafía a cada fonema, en esta etapa el alumno
aprende a acceder al significado de las palabras que ha leído.
• A lo largo de esta etapa se desarrolla la ruta fonológica y se van dominando los
procesos decodificadores que posteriormente se automatizarán y permitirán
mejorar la velocidad y comprensión lectora.
• Etapa ortográfica: tiene lugar cuando se han automatizado los procesos
decodificadores. En esta etapa se adquiere un léxico interno por el hecho de leer
una y otra vez los mismos vocablos. Las habilidades ortográficas en un primer
momento son escasas y con el paso de los años mejoran, dado que se afianzan
los procesos automáticos de decodificación y el léxico visual del alumno.
El conocimiento de las diferentes etapas de desarrollo de la lectura puede ser
muy útil para los alumnos, aunque no debemos olvidar que no todos los alumnos llegan a
adquirir la destreza óptima. Como docentes debemos respetar las diferencias individuales
entre los alumnos y proporcionar todas las ayudas necesarias para un adecuado acceso
a esa destreza.
posteriormente ser ejercitadas y automatizas. En este sentido, Jeanne Chall elaboró una
secuencia que describe cómo se adquieren a lo largo de la etapa educativa del alumno
las destrezas más básicas, para posteriormente acceder a los procesos superiores. Se
estructura en torno a seis fases que desarrollan las diferentes estrategias de aprendizaje
que deberían desplegarse a lo largo de la escolaridad obligatoria, y abarca todo el
período de la escolarización:
• Fase 0: preescritura o pseudoescritura (0-6 años). El niño adquiere la lengua oral;
aprende conocimiento sobre el mundo que le rodea; toma conciencia de la
finalidad de la lengua escrita; y desarrolla las habilidades visuales, visomotoras,
perceptivo-auditivas y lingüísticas necesarias para iniciar el aprendizaje formal de
la escritura.
La adecuación y solidez de estos conocimientos dependerán de la
riqueza del contexto familiar y escolar. Este periodo corresponde a la
etapa logográfica de Frith, en él no se suelen detectar dificultades salvo
en la conciencia fonológica.
• Fase 1: escritura inicial o codificación (6-7 años). Primer ciclo de Educación
Primaria. Consiste en la adquisición del código alfabético. Al finalizar esta fase el
niño puede escribir cualquier palabra traduciendo los sonidos que la componen
en sus grafemas correspondientes. Se desarrolla la estrategia alfabética de Frith
y pueden comenzar a manifestarse problemas en el uso de la vía indirecta.
• Fase 2: consolidación y fluidez de la codificación (7-8 años). Segundo y tercer
curso de Primaria. Los alumnos pasan de una utilización consciente y laboriosa
del código alfabético a su automatización a través de la práctica intensiva.
Corresponde al dominio de la estrategia alfabética de Frith. Un déficit en la
consolidación de las reglas conduce a trastornos específicos en la escritura de
palabras.
• Fase 3: inicio de la construcción de textos (9-13 años). Hasta segundo curso de
Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En esta fase la composición de textos
se convierte en uno de los principales instrumentos de expresión, precisando para
Se supone que existe una representación para cada palabra (o raíz de palabra)
cuyo umbral de activación depende de la frecuencia de su uso; es decir, cuanto más
familiar sea una palabra más fácilmente se recupera y, por consiguiente, menor será su
umbral de activación. La mayor ventaja de esta vía frente a la VI es que permite mayor
rapidez y precisión en la producción de palabras.
En la escritura existen dos vías: la VD, en la que el sujeto recupera la
representación ortográfica directamente del léxico mental, y la VI, que permite llegar a la
forma ortográfica de una palabra a través del análisis de sus componentes fonológicos
mínimos. Las dos deben desarrollarse durante el proceso de aprendizaje aunque puede
ocurrir que en la escritura de una palabra intervengan conjuntamente ambas rutas.
En el desarrollo de estas dos rutas se emplean tres métodos, que son los que se
describen a continuación:
A. Métodos de proceso sintético:
Van de la unidad más pequeña a la unidad más compleja, de lo abstracto a lo
concreto. Letras-fonemas-sílabas-palabras-frase... No están recomendados para niños
pequeños por su nivel de abstracción. Pueden ser:
• Alfabéticos: La unidad mínima de aprendizaje es la letra. Las aprenden por el
nombre, después hacen combinaciones con ellas. El peligro que supone este tipo
de métodos es el empleo del deletreo.
• Fónicos, fonéticos o fonémicos: aprenden las letras por el sonido. Requieren el
aprendizaje del código alfabético.
• Silábico: aprenden a partir de la sílaba. Su mayor peligro es el silabeo.
B. Métodos de proceso analítico o analítico-global:
Van de unidades mayores a unidades más pequeñas. Parten de unidades concretas:
palabras o frases para llegar a la letra. Se basan en que los niños perciben primero la
globalidad. En realidad es el mismo proceso que se sigue al enseñar a los niños a
hablar. Pueden ser:
• Léxicos: Parten de la palabra y con ellas forman frases.
• Fraseológicos: A partir de la conversación, se escoge una frase.
Se puede comprobar que los primeros libros destinados a los niños fueron, en su
mayoría, producidos por pedagogos encargados de la instrucción de los hijos de los
nobles y de las familias ricas. Predominaban en estos las cartillas y abecedarios para
enseñar a leer, los catecismos doctrinales, libros de historia, de fábulas, de aritmética, de
modales y buenas costumbres, etc. Estos libros didácticos se enfrentaban, en aquel
entonces, a las leyendas y cuentos folclóricos que, a pesar de su rudeza, capturaban la
imaginación del niño. Desde entonces, existe una diversidad de concepciones entre los
que piensan que el propósito esencial de la literatura para niños debe ser didáctico,
aquellos que creen que la función primordial de los cuentos y poemas es la de trasmitir
conocimientos e instruir, y los que entienden que la principal función de la literatura
infantil es ser disfrutada.
Históricamente, los niños han demostrado predilección por las obras que les
causan diversión. En este sentido, los niños son mucho más sabios que los adultos, pues
saben distinguir entre lo utilitario y lo bello, entre lo material y lo espiritual.
En la actualidad, la concepción que se tiene sobre esta materia difiere mucho de las
anteriormente vistas. Se subraya la literatura como conjunto de manifestaciones y
actividades que tienen como vehículo la palabra, pero con un toque artístico y creativo
(intencionalidad). La intención es lo que le da a la palabra el valor creativo. La educación
literaria pone el acento en el placer de la lectura y en la adquisición de las habilidades de
comprensión lectora, pero no se queda sólo aquí, sino que debe ir más allá y animar a los
alumnos a crear sus propios textos literarios, jugar con ellos, manipularlos... Permitiendo:
1. Implicar toda la vida psíquica, pues las actividades que exigen un esfuerzo
movilizan toda la capacidad psíquica.
2. Potenciar las facultades lógicas, el esfuerzo mental que va hermanado con la
lectura.
3. Enriquecer el patrimonio lingüístico (hablar, oír, leer y escribir).
4. Enriquecer el espíritu crítico: la lectura de diferentes formas de pensar sobre una
cosa.
es que los del primer grupo aprenden a descifrar y reconocer palabras en textos
sin contenido significativo que degradan la inteligencia del pequeño, mientras que
los del segundo grupo aprenden a leer con textos que les fascinan (Bettelheim,
1978).
7. La literatura infantil puede contribuir a devolverle a la palabra su poder de
convocatoria frente a la invasión de la imagen y ante la degradación de la propia
palabra provocada en gran medida por el abandono en los medios de
comunicación social y en algunas situaciones de relación interpersonal. La lectura
permite activar la mente, ya que al leer se tienen que evocar e imaginar
personajes, espacios, objetos o sentimientos, mientras que al visionar imágenes
todo este proceso no se produce, al ser una actividad más cómoda y pasiva.
En relación a la lectura hemos de tener en cuentas dos aspectos claros:
Utilizar la lectura como fuente de placer y enriquecimiento personal, y
aproximarse a obras relevantes de la tradición literaria para desarrollar hábitos de
lectura.
Comprender textos literarios de géneros diversos adecuados en cuanto a
temática y complejidad e iniciarse en los conocimientos de las convenciones
específicas del lenguaje literario.
Se concibe la educación literaria como una aproximación a la literatura desde sus
expresiones más sencillas. Se entiende que la literatura infantil ha de estar presente en el
aula como recurso educativo, no como recurso didáctico. Esto implica una presencia más
libre, sin concreción absoluta de objetivos, sin intención de estructurar contenidos
científicos y sin perspectivas de evaluación precisa. Las actividades en que se implica la
literatura infantil son difícilmente evaluables. Tal es el caso de la lectura individual, ya sea
en el aula, en familia o en la biblioteca. Algo parecido sucede con los juegos verbales,
dramáticos y de raíz literaria, a menudo provocados por la escuela, pero prolongados
espontáneamente por el niño fuera de ella.
Por todo lo expuesto hasta el momento y para comprender mejor los contenidos
referentes a la educación literaria, por ejemplo:
1. Primer ciclo.
• Conocimiento e identificación de textos de la literatura de tradición oral y de la
literatura infantil, apropiados a la edad evolutiva.
2. Segundo ciclo.
• Conocimiento, identificación y lectura guiada de textos narrativos de tradicional
oral (fábulas, cuentos, leyendas, patrañas...), de adaptaciones de obras clásicas y
de obras de literatura infantil adecuadas a la edad evolutiva, tanto en soporte
escrito como audiovisual.
3. Tercer ciclo.
• Conocimiento, identificación y lectura guiada de relatos costumbristas de autores
españoles, adaptaciones de obras clásicas de la literatura en lengua castellana y
de las literaturas europeas, textos narrativos de la literatura infantil en castellano y
traducciones de otras lenguas de España (narraciones fantásticas y realistas,
relatos psicológicos, novela de aventuras y policíaca, surrealismo, ciencia-ficción
y novela histórica), y textos dramáticos breves y sencillos ; tanto en soporte
escrito como audiovisual e informático.
En cuanto a los bloques de contenidos este tema se relaciona con el titulado: la
Educación Literaria.
La educación literaria contribuye directamente al desarrollo de la competencia
artística y cultural a través del trabajo de la lectura, la comprensión y la valoración de las
obras literarias.
El papel del docente en estos casos irá encaminado a que los niños conozcan los
textos literarios de tradición oral, narrativos y poéticos con la finalidad de apoyar la lectura
y la escritura de todos esos textos. Para ello es necesario que el docente potencie en los
alumnos la capacidad de disfrutar de modo autónomo de textos adecuados a su edad y
características personales. Debemos fomentar en los alumnos la iniciativa y la
adquisición de una actitud positiva hacia la lectura propiciando la capacidad de usar
recursos expresivos y creativos.
La biblioteca escolar debe ser algo más que un espacio del centro educativo
donde se reúnen libros y otros soportes informativos destinados al uso escolar.
“Además de ser un lugar necesariamente bien organizado donde la
documentación está al servicio de profesores y alumnos y cuya utilización adecuada
permite la construcción de un saber autónomo, puede ser también el ámbito ideal para
poner en práctica procesos que permitan a los alumnos un acercamiento a los distintos
tipos de textos narrativos, poéticos, y dramáticos para la adquisición de una cultura
literaria” (CNICE, 2006).
Se ha de considerar a la biblioteca escolar como es un lugar privilegiado para
desarrollar el gusto por la lectura porque:
“La biblioteca escolar reúne una gran variedad de textos (revistas, informes,
dossiers, ficción, poesía, teatro, cómics) en soportes muy diversos (libros, videos, CD-
ROM) que garantizan una amplia posibilidad de elección por parte de los potenciales
lectores. Éstos pueden elegir el documento que les interese en cada momento para
responder a sus necesidades de información y estudio o bien a sus gustos personales”
(CNICE, 2006).
El funcionamiento de la biblioteca permite numerosos intercambios entre el adulto
y los niños o jóvenes. Este intercambio sobre la lectura es necesario en cualquier tarea
de fomento de una afición, y la biblioteca escolar lo permite al ejercer este tipo de lectura
de libre elección, fuera y dentro del horario escolar, en vinculación con la familia y otras
instituciones como la biblioteca pública.
La biblioteca escolar se revela como el instrumento básico y central,para
desarrollar el aprendizaje de la educación literaria. Su presencia en el centro educativo
Pero no todos los elementos de una biblioteca de aula son gráficos. Caben en ella
otros elementos que pueden ser fuente de investigación (Fósiles, muestras recogidas,
álbumes de hojas, de moneda, etc.) (MCEP, 1986).
Bajo este nombre se cobija una serie de prácticas que se dan cita en una
actividad que intenta fomentar la lectura entre los niños. Como educadores y trasmisores
de cultura, desde todas las áreas debemos despertar en nuestros alumnos el interés por
los libros y por la lectura. Para ellos debemos proponer actividades que les resulten
interesantes y motivadoras. Son el propio Ministerio y las diferentes comunidades
autónomas las propulsoras de los diferentes planes, ya que consideran la lectura como
uno de los aspectos básicos a conseguir en nuestros alumnos. Además en las últimas
leyes educativas se le da una mayor importancia a la lectura, tanto con la incorporación
de la competencia lingüística, como por la aparición de un contenido de carácter
transversal a trabajar desde todas las áreas (ya que nos dice que la comprensión lectora
debe ser tratada desde todas las áreas), y la obligatoriedad de una hora de lectura diaria.
Además indican que la lectura como un contenido de carácter transversal que es,
constituye un valor fundamental par el desarrollo de las competencias básicas.
Algunas de las estrategias que podemos trabajar a lo largo de los diferentes ciclos
de la etapa son las que siguen:
En el primer ciclo:Al seleccionar las lecturas para los niños es importante tener en
consideración que hay algunos temas que son comunes a ellos, independientemente de
su edad. Algunas de estas áreas son las siguientes:
o Historias de animales, reales o fantásticas.
o Cuentos de hadas, príncipes y princesas, gigantes y enanos...
o Relatos hogareños.
o Juegos infantiles.
o Narraciones sobre niños de otras latitudes.
o Recetas de cocina.
o Historias sobre monstruos.
o Animales prehistóricos, etc...
Algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo son:
• Escuchar las conversaciones y observar los juegos de los niños para descubrir
sus intereses.
• Preguntarles que libro les gustaría escribir si fueran escritores.
• Trabajar con economía de fichas. El niño que más lea y cuente a sus compañeros
lo que ha leído en cada trimestre es premiado (marca páginas, cuentos,
pegatinas, etc.)
• Invitar a los niños a descubrir palabras que sean:
Redondas, como: luna llena, sol...
Blandas, como: algodón, osito de peluche...
Duras, como: piedra, cristal...
• Invitarles a formular preguntas sencillas.
• Hacer con los niños un pequeño folleto o librito del tema que escojan. Después
utilizar ese material para que ellos “jueguen a leer”.
• Dibujar un árbol sobre una cartulina. Recortar formas de frutas en papeles
autoadhesivos, y cada vez que el niño haya leído un libro se le anota el título y el
autor en las frutas.
En el segundo ciclo:Realización de actividades con un nivel de dificultad básico sobre:
• Crucigramas.
• Sopa de letras.
• Adivinanzas.
• Textos incompletos.
• Caligramas.
• Acrósticos.
En el tercer ciclo:Algunas de las actividades que se pueden hacer son:
• Hacer un pasaporte de la lectura. Esta actividad trata de:
Instaurar el hábito lector en las primeras etapa de la vida.
Fomentar el uso de las Bibliotecas.
Conocer personajes clásicos del mundo de la literatura infantil y juvenil.
Descubrir las posibilidades y el placer de leer.
• Adivinanzas.
• Sopas de letras.
• Crucigramas.
tanto a nivel representativo (ya que favorece el aprendizaje y el crecimiento del saber),
como a nivel comunicativo (porque permite el intercambio de información entre
interlocutores que no comparten el mismo espacio). Por lo cual, no puede negarse la
primacía y la importancia de la lengua oral. La lengua escrita no es más que una fijación
de la lengua oral a través de un código de signos (por eso tiene esa función
representativa). De ahí que uno de los principios de la Lingüística Estructural de F.
Saussure indique que la lengua escrita carece de elementos paralingüísticos tales como
la entonación o la gesticulación y que la variación del tono se ve mediante los diferentes
signos.
Las dimensiones están más elaboradas y son más complejas en el código escrito
que en el oral; razón por la cual, al no estar presente el receptor, exige un mayor
esfuerzo de planificación debido principalmente a que para generar un escrito no existe la
retroalimentación de un interlocutor. No debemos olvidar que la lengua oral se adquiere
espontáneamente en los primeros años de vida en un contexto natural, mientras que la
escrita necesita de un proceso de aprendizaje sistemático y en contextos no naturales.
Cuando se presentan dificultades en la adquisición del dominio escrito hay que
diferenciar si éstas son debidas a problemas más generales de lenguaje, presentes tanto
en la comprensión y producción del lenguaje oral como escrito, o si por el contrario, son
problemas específicos del lenguaje escrito que se dan únicamente en sus vertientes de
lectura y escritura.
En cambio, si relacionamos la escritura y la lectura hemos de ser conscientes de
que existe una relación funcional entre ambas habilidades. Los sujetos comparten
conocimientos sobre la propia actividad (lengua escrita), sobre el mundo físico y social y
sobre el lenguaje en sí, aspectos todos ellos necesarios para que se dé la función
comunicativa de la lengua escrita. Numerosas investigaciones han demostrado que se
trata de actividades diferentes y que deben ser tratadas de forma específica. No obstante
mantienen una relación directa entre ellas. Así tenemos que mientras que el objetivo de
la lectura es la comprensión del significado intentando llegar a lo que el autor ha querido
transmitir, el de la escritura, por el contrario, es transmitir ideas propias con una intención
comunicativa; mientras en la lectura es necesario desvelar el plan del autor, y ello puede
hacerse conforme avanza la interpretación del texto, en la escritura la planificación ocupa
un lugar preferente y debe preceder a la actividad en sí.
Siguiendo a Piaget (1980), se define el lenguaje escrito como “la representación
deuna representación”. El lenguaje escrito es una representación gráfica arbitraria del
lenguaje hablado, el cual, a su vez, no es otra que una representación igualmente
arbitraria, socialmente determinada. Habiendo sido abstraído dos veces de la realidad, el
lenguaje escrito es la forma más abstracta de representación. Estas configuraciones
arbitrarias son formas características y arreglos, llamadas palabras, que no tienen
relación natural con los objetos ni eventos que representan. Cada letra tiene un nombre,
una forma característica, y representa uno o más sonidos. Descifrar estas marcas en
sonidos no hace automáticamente que la palabra tenga significado.
En la ontogénesis del niño, la escritura surge después del habla. Al ser una
actividad convencional y codificada, la escritura constituye un logro que se adquiere. El
acceso a ella se produce una vez que se ha alcanzado cierto nivel de desarrollo
intelectual, motor y afectivo. Se le puede considerar como lenguaje, pero se ve limitado
por el contexto en el que tiene lugar, por su rigurosa configuración gráfica y las reglas
que rigen la trascripción del lenguaje.
Hoy en día nadie duda de que las aplicaciones educativas de las Tecnologías de
la Información y la Comunicación supongan una auténtica transformación del tradicional
concepto de contexto de aprendizaje. La información está en la red y son múltiples las
posibilidades que se le brindan al profesorado y al alumnado de intercambio, búsqueda y
comunicación dentro de las diferentes áreas curriculares. A destacar también que la
integración de los soportes multimedia hacen muy atractivo y seductor tanto el mensaje
como la comunicación a través de la red.
No cabe duda en señalar que existen una serie de ventajas indiscutibles
otorgadas por la utilización de los ordenadores en el proceso de enseñanza, y éstas son:
- La posibilidad de hacer el aprendizaje más práctico.
- Mejora la facilidad de acceso a una información actualizada, coherente y correcta.
- Posibilita una adaptación más ajustada a las necesidades de los alumnos con
propuestas de actividades que impliquen destrezas de nivel más alto o de nivel
más bajo.
- Aborda el conocimiento como algo más provisional.
3º Aprender a vivir juntos, para cooperar y relacionarse con los demás. En una sociedad
competitiva, conviene descubrir la dignidad y la importancia del otro y prepararse para
participar en proyectos comunes.
4º Aprender a ser, proceso fundamental que incluye los aprendizajes anteriores.
Enlace de interés:
http://www.cuadernosdepedagogia.com/content/Inicio.aspx
Teniendo en cuenta las características del área en que nos centramos y para que todo
docente pueda desempeñar su trabajo de modo adecuado, es necesario saber cuál es la
intervención educativa más idónea para el correcto proceso de enseñanza-aprendizaje
del área.
El proceso de aprendizaje de esta área estará en constante relación con premisas
básicas de la etapa en que nos encontramos, y éstas tienen que ver con llevar a cabo
tareas que estén en constante relación con actividades de tipo manipulativo, práctico y
concreto hasta lo esencialmente simbólico, abstracto y formal.
Es importante que los alumnos tengan dominio funcional de estrategias básicas
relacionadas con las habilidades de hablar, escuchar, conversar, leer, escribir y
reflexionar sobre la propia lengua. Además, debemos fomentar en nuestros alumnos una
actitud positiva hacia la Lengua, para que de este modo, sean capaces de valorar y
comprender su utilidad fomentando la satisfacción por su uso.
10. CONCLUSIONES
• Las obras literarias inicialmente no creadas para los niños, pero de las que éstos
se han ido apropiando.
• Las manifestaciones procedentes de la tradición oral y la lírica popular: cuentos,
rimas, adivinanzas, trabalenguas, fórmulas de juego, retahílas, canciones...
Para concluir, es de destacar la importancia de la biblioteca tanto escolar como de
aula, a la hora de cumplir fines como son:
1. Crear y fortalecer los hábitos de lectura en los niños desde una temprana edad.
2. Apoyar tanto a la educación individual (autoenseñanza) como a la formal en todos
sus niveles.
3. Proveer oportunidades para el desarrollo creativo personal.
4. Estimular la imaginación y la creatividad de niños y jóvenes. Promover la
vigilancia de la herencia cultural, la apreciación de las artes, y las mejoras e
innovaciones científicas.
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