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APRENDIZAJE ESPERADO
Reflexiona y descubre las estaciones del vía crucis en la Semana Santa.
Momento de oración.
Motivación
Conocimientos previos.
Ahora: lee con mucha responsabilidad el material que se te proporciona, subraya las ideas principales
sobre el tema, luego desarrolla las actividades propuestas.
INTRODUCCIÓN
En esta meditación trataremos de seguir las huellas del Señor en el camino que va desde el pretorio de
Pilatos hasta El lugar llamado «calavera», el Gólgota en hebreo (Jn 19, 17). El Vía Crucis de nuestro Señor
Jesucristo esta históricamente vinculado a los sitios que el hubo de recorrer. Pero hoy día ha sido
trasladado también a muchos otros lugares, donde los fieles del Divino Maestro quieren seguirle en espíritu
por las calles de Jerusalén. la devoción de los fieles a la pasión ha reconstruido el Vía Crucis con
estaciones muy alejadas entre sí. Habitualmente en nuestras Iglesias las estaciones son catorce, como en
Jerusalén entre el pretorio y la basílica del Santo sepulcro. Ahora nos detendremos espiritualmente en
estas estaciones, meditando en el misterio de Cristo cargando con la cruz.
ESTACION III
Jesús cae por primera vez.
A las veces la víctima ha de sufrir desmayos. Jesús quiso caer para que el alma no se desaliente cuando
el dolor la oprima y para que esté segura del auxilio que Jesús le mereció.
ESTACION IV
Jesús encuentra a su Santísima Madre.
¡Qué dulce es pensar que María estará a nuestro lado a la hora de la inmolación. La Santa Madre es
quien forma a las víctimas. En su seno, en su corazón, me formaré. Formar víctimas es formar a Jesús.
¿Se puedes ser víctima sin transformarse en EL?
ESTACION V
Simón, el cireneo, ayuda a Jesús.
Jesús quiere que le ayudemos a llevar la cruz, no tanto para aliviarle su carga, cuanto para participarnos
su gloria y su dicha. Siendo tan generoso, ¿Podía reservarse para El solo tan gran riqueza? ! Oh tesoro
divino de la Cruz, lo más rico y dulce que existe en la tierra! ¡La última palabra del amor!
ESTACION VI
Jesús graba su Divino Rostro en el velo de la Verónica.
Para ser víctima hay que transformarse en Jesús. La gran Víctima debe grabar en el alma su imagen, no
la manera superficial, sino profunda; pero su imagen dolorosa, ¡la que tiene sangre y polvo y la saliva!
¿Cuándo será la anhelada transformación?
ESTACION VII
Jesús cae por segunda vez.
Las caídas de Jesús enseñan al alma que para ser víctima, hay
que descender hasta lo profundo del dolor...
ESTACION VIII
Jesús consuela a las mujeres que lo acompañan.
La víctima perfecta, y sobre todo la Víctima sacerdotal, deber olvidarse de su dolor y de su inmolación para
atender y consolar a los demás, como Jesús se olvidó de sus dolores para enseñar a las piadosas
mujeres.
ESTACION IX
Jesús cae por tercera vez.
¡A qué profundidades debe llegar la víctima! Pero con El, que quiso
arrastrarse en la tierra para acompañarnos en nuestras inmolaciones.
ESTACION X
Los verdugos desnudan a Jesús.
La víctima debe estar espiritualmente desnuda: ¡ qué divina desnudez
es necesaria para llegar al dolor amoroso y fecundo!
ESTACION XI
Jesús es clavado en la Cruz.
Tenderse sobre la cruz, es ser colocada sobra el altar, es el glorioso destino del alma víctima, su anhelo
supremo, su dicha cumplida. Allí encuentra a Jesús como en ninguna otra parte; es tálamo sangriento y
feliz de Jesús y del alma.
ESTACION XII
Jesús muere en la Cruz.
Morir con Jesús, morir por Jesús, morir en Jesús, es el acto específico y sacerdotal del alma víctima. ¡Si
Jesús me concediera morir mártir! ¡Pero me concederá, sin duda, morir víctima!
ESTACION XIII
Jesús muerto en los brazos de su Madre.
¡Qué gozo saber que las manos inmaculadas de María nos ofrecen en el momento solemne del sacrificio y
que nos han de recibir al bajar de la cruz! ¡Manos inmaculadas de María! ¡Manos maternales! ¡Manos
sacerdotales!
ESTACION XIV
Jesús en el sepulcro.
La última etapa de la víctima es el olvido y la abyección del sepulcro
a donde descendió Jesús. ¡El sea bendito!
AUTOEVALUACIÓN. …….