Fundación Regional

De Parkinson del Maule

PODOLOGÍA
Y EL PARKINSON
Guía clínica elaborada por profesionales especializados en
el tratamiento y rehabilitación de la Enfermedad de
Parkinson para el apoyo de la intervención podológica.
Curicó, año 2020.
INTRODUCCIÓN
A LA GUÍA CLÍNICA
Una rehabilitación integral de la Enfermedad de Parkinson debe considerar
a todas las disciplinas sanitarias y agruparlas en un equipo interdisciplinario

En la Fundación Regional de con un objetivo general en común de

Parkinson del Maule creemos en la
labor interdisciplinaria. Sabemos
que la Enfermedad de Parkinson es
una dolencia neurodegenerativa que
progresa con el tiempo, afectando no
solamente la integridad fisiológica
general del individuo, sino tambien
aspectos específicos que requieren la
articulación de diversas disciplinas,
intervención dentro de los centros de
rehabilitación. Es por eso que, como
parte de nuestra labor intelectual e
investigativa, hemos elaborado una
guía clínica para la plena inclusión
de una profesión cuya labor no está
siendo debidamente considerada
con la importancia estratégica que
merece, como es la podologia.
ÍNDICE DE CONTENIDOS

01 Portada 08 Manejo sensorial y Dolor del Pie en EP

02 Introducción a la Guía 09 Distonía del Pie en Parkinson

03 Índice de Contenidos 10 Ayudas Sensoriales y Plantillas

04 Podología en el Adulto Mayor 12 Revisando el Riesgo de Caídas

05 Potencial Interdisciplinario 14 La Anamnesis Podológica en Parkinson

06 Podología en Enfermedad de Parkinson 16 Conclusión y Referencias

07 Intervención en Pie Plano e Inflamación

Autores de la Guía

Flgo. Jorge Silva Flores Klga. Natalia Alvial Roa

Universidad de Talca/ Universidade Estadual Universidad de Concepción
de Campinas (Brasil) Docente clínica escuela de
Interdisciplinary Care and Parkinson Disease salud del Instituto AIEP (Curicó)
(Kioto, Japón) Coordinadora clínica Fundación Reg. de
Parkinson del Maule
04

LA PODOLOGÍA
EN ADULTO MAYOR
Una cantidad importante de personas adultas mayores
presenta riesgo de caídas (Tinetti et al., 1988), y en el
caso de la enfermedad de Parkinson, la mayoría de las
personas con esta enfermedad también pertenece a
este rango etário. Podríamos afirmar que, en este caso
específico, los riesgos son dobles tanto por el efecto
neurodegenerativo de la Enfermedad de Parkinson
como por los riesgos propios de la variabilidad de
la autonomía y fragilidad vistos en adultos mayores
(Albala, 2016).

La podología cuenta con una ventaja en este aspecto:

puede intervenir ambas situaciones y, en el caso más
general, cuenta con estudios que confirman su eficacia,
con un alto nivel de evidencia científica.

La Intervención en A.M.
La revisión sistemática y metaanálisis de Wylie et al
(2019) explica que las intervenciones podológicas
en el adulto mayor presentan un efecto protector
en la prevención de caídas, con un alcance
mayor en personas no institucionalizadas.
consideramos la cantidad de dinero que los
sistemas de salud desenvuelven en cubrir gastos
médicos relacionados con las caídas en adultos
mayores, una intervención basada en la evidencia
debiese ser siempre un objetivo a implementar.
La podiatría no se queda atrás en este aspecto.
Estudiar los contextos internos y externos
en adultos mayores es importante al respecto.
Si Por ejemplo, el uso inapropiado del calzado
en adultos mayores provoca dolor y lesiones
hiperqueratinosas que aumentan el riesgo
de caerse, y solo un 12% de ellos revisa todos
los días si estos se encuentran en buen estado
(Palomo-López en al., 2017).
 05

El (multi)factor Estadísticas
La revisión sistemática de Wylie et al Otros datos obtenidos en el estudio
encontró que las intervenciones solas de Palomo-López et al (2017) fueron:
(ej: solamente proveer plantillas) - Un 37% presentaba neuropatía del pie.
tenían un efecto minúsculo en la - Un 14% usaba calzado óptimo.
prevención de caídas, siendo mejores - Un 61% presentó lesiones de tipo
las combinadas (2019). hiperqueratinosas.

Ejemplos de una intervención multifactorial en podología incluyen:

promoción de cuidado podológico, revisión diaria, fabricación de plantillas
y órtesis a medida, revisión del estado del calzado y ejercicios de pie/tobillo

La Importancia de Atender Todos los Flancos

Existen estudios con una buena calidad de evidencia científica, como los citados anteriormente,
en intervención multifactorial: Hatton y Rome (2018) reportan un estudio aleatorio de Spink
et al (2011) con 305 participantes, donde se incluyó la intervención podológica multifactorial
reportó un 36% menos de caídas a los 12 meses siguientes. En el caso de adultos mayores
institucionalizados, Wylie et al (2017) demostró resultados promisorios, que apuntan a una
necesidad de implementar programas podológicos en estas personas
06

PODOLOGÍA EN LA
ENFERMEDAD DE PARKINSON
El Parkinson puede causar problemas a los pies y provocar dificultad para cuidarlos de manera autónoma si se presentan
síntomas continuamente, como el temblor. La revisión de Parkinson’s UK (2018) entrega información actualizada al respecto:

Existen problemas podológicos transversales a todas las
condiciones clínicas y etapas del ciclo vital, pero en el
Parkinson, existen problemas específicos relacionados
con esta condición. Varias de estas dificultades se deben
a la rigidez, bradicinesia (dificultad para iniciar los
movimientos) y la pérdida de reflejos posturales que
acontecen en la Enfermedad de Parkinson.
Uno de los problemas más característicos es la dificultad
para caminar, un signo temprano de la enfermedad.
Existe una mayor dificultad para balancear el cuerpo y
mantener la postura, provocando calambres y cambios
al caminar, volviéndose más cortos. Otro problema
característico es el “freezing” o congelamiento, donde se
afecta la dinámica del apoyo del pie (Shah et al., 2018).
 07

Marcha en Pie Plano Inflamación Órtesis Plantares

Se pueden muchos problemas Mantener activo al/la usuario/a Una plantilla removible de silicona,
podales adicionales a los de la ayuda a drenar el líquido acumulado hecha a medida, puede ayudar a
Enfermedad de Parkinson al en los tobillos y zona plantar (ej: usar parar las torceduras y calambres,
intervenir el pie plano en aquellas respaldos altos y mover activamente o evitar que empeoren y dar a
personas que lo presentan. las articulaciones). los pies mayor agarre al suelo.

La marcha en pie plano puede causar dolor en el pie
y dolor en las piernas, incluso dolor en las rodillas, lo
que puede también generar rigidez o contracciones
musculares involuntarias. Con esto se eleva la dificultad
para mover los pies y absorber el impacto de los mismos
al caminar, produciendo también un endurecimiento de la
piel de la planta del pie a largo plazo. De por sí, el pie plano
empeora el control postural (Saghazadeh et al., 2015).
la inflamación es un problema común de las personas
con Parkinson, particularmente para aquellos que tienen
dificultades en el movimiento. Ante la falta de ejercicio los
fluidos pueden acumularse en el pie, tobillos y piernas
provocando edema. Los tobillos hinchados son además
un efecto secundario de algunas medicaciones contra el
Parkinson, por lo que de nuevo tendríamos un problema
acumulativo.
La inflamación puede hacerse peor durante el día y
bajar durante la noche. Algunas veces esto se llama
edema postural debido a que la gravedad ocasiona
la acumulación de fluido alrededor de los tobillos al
pararse. Mientras la inflamación es usualmente leve,
algunas personas describen sus piernas como si las
sintieran pesadas, esto puede también dificultar ponerse
los zapatos debido a que sienten que son más duros que
lo usual. Aquí el/la médico puede recomendar una droga
diurética, que ayudan a remover el exceso de fluido del
cuerpo, al aumentar la cantidad de orina que se excreta.
Mantenerse activo puede ayudar a reducir la inflamación
cuando te sientes lleva tus pies elevados en un respaldo
y ejercita tus tobillos regularmente (por ejemplo,
flexionandolos arriba y abajo). También ayuda descansar
tus pies al dejarlos elevados por una almohada 3 o 4 veces
al día para reducir el exceso de fluidos acumulados.
08

MANEJO SENSORIAL Y DEL

DOLOR DEL PIE EN PARKINSON
La sensibilidad del pie en la Enfermedad de Parkinson
se encuentra afectada en varias formas. Existe una
sensación fuerte y constante de frío en los pies, incluso
en verano y que provoca dolor (Kataoka y Ueno, 2016).
Presentan peor estabilidad al girar el pie y la pelvis
(Conradsson et al., 2018) y de la posición del tobillo,
con una alta correlación de la gradiente de sensibilidad
disminuida con el riesgo de caídas (Gorst et al., 2019).
Sin embargo, la estimulación mecánica continua de
la planta del pie produce cambios beneficiosos en
la activación muscular e incluso en la conectividad
cerebral (Brognara y Cauli, 2020). El dolor plantar es
particularmente problemático respecto al riesgo de
caídas, porque empeora el balance y la habilidad
funcional (Menz y Lord, 2001). Esto se expresa en tareas
como sentarse y pararse, caminar continuamente y en
tareas de pasos alternados. El dolor plantar ha sido el
único factor independiente predictor de todos estos
resultados (Rosenblatt et al., 2020).
El miedo a caer también está relacionado. En un
estudio realizado por Muchna et al (2018), un 19% de los
participantes adultos mayores sin problemas podales
(salvo dolor severo) reportaron tener un miedo a caer
significativamente alto.
Otro resultado importante hallado fue que el dolor
podal aumentaba los índices de fragilidad y
debilidad, asociados también con el riesgo de caídas
(Albala, 2016).
Un cuadro clínico asociado a dolor severo y que tiene
que ver con los efectos de los medicamentos, y también
propios del Parkinson son las distonías. En el caso
del Parkinson, la mayoría de estas son de tipo focales
(Tolosa et al., 2015), parecidas a la distonía del escritor,
pero en el pie (se invierten los dedos). Incluso, puede
ocurrir la aparición de pie equinovaro.
26% de los/las usuarios/as con Enfermedad de
Parkinson que manifiesta problemas de balance, se
deben a problemas de pie (Bowen et al., 2016).

LA DISTONÍA ES OTRO
SÍNTOMA DONDE LA
PODOLOGÍA INTERVIENE

LAS DISTONÍAS EN EL
PARKINSON Y LA PODOLOGÍA
Las distonías son un síntoma frecuente en
la enfermedad de parkinson, así como en otros
parkinsonismos. La distonía es un trastorno del
movimiento que causa contracciones en varios
músculos, esto es, cuando los músculos se vuelven más
acortados de lo normal, lo que provoca deformaciones
o dificultades para estirarlos (Parkinson’s UK, 2018).
En el Parkinson, la distonía puede causar repetidos
movimientos de constricción muscular (espasmos),
lo que ocaciona posturas anormales en la parte
del cuerpo afectada, sintiendo dolor. En los piés
esto ocasiona la “deformidad estriatal”, donde los
ortejos (dedos de los pies) se contraen hacia arriba.
(Wijemanne y Jankovic, 2019).
Algunas veces la distonía puede causar que los dedos
de los pies se retuerzan y el tobillo puede además girar
opuestamente. Esto altera el balance de presiones sobre
el pie al caminar provocando hiperextensión plantar,
lo que obliga a la persona a caminar anormalmente
(con el consecuente riesgo de caídas).
Uno de los motivos más comunes de la distonía y
de la torcedura de los dedos es la medicación del
Parkinson. Una dosificación de la medicación por un
médico especialista puede ayudar a evitar las distonías.
09
Distonía
La distonía dolorosa del pie se presenta
tempranamente en la Enfermedad de Parkinson,
aunque también se ve en etapas tardías, cuando
se acaba el efecto de la levodopa (Walker et al.,
2012). Se ha sugerido que esto puede observarse
en cerca de la mitad de las personas con
Enfermedad de Parkinson (Jankovic y Tolosa,
2015).
Uso del
Gesto Antagonista
El uso del gesto antagonista (una pista sensorial
donde la persona toca otra parte del cuerpo para
aliviar la distonía) pueden mejorarla en hasta un
70% de los pacientes (Jankovic y Tolosa, 2015.
p.817). Un ejemplo aplicado a la podología
puede ser el uso de las plantillas de silicona
anteriormente mencionadas bajo la vigilancia
de un/una terapeuta ocupacional, quien puede
optimizar la pista sensorial. Sin embargo, la
evidencia al respecto es baja (nivel 4).
10

AYUDA
SENSORIAL
En otros contextos, se han creado nuevos dispositivos
que optimizan el uso de pistas al caminar, al calibrar su
funcionamiento con el calzado de las personas con Parkinson.
Al respecto, existen los llamados “zapatos laser”, cuya
emisión de un haz de luz en el suelo ofrece una pista visual
que disminuye el freezing y anticipa a la persona durante su
ciclo de marcha (Hatton y Rome, 2018).

Los zapatos laser evitan 2 aspectos del freezing: el número de veces en que la persona se “congela” y y el tiempo en que pasa
“congelado” (Barthel et al., 2018).

Otra aplicación podológica son las plantillas vibradoras, que se accionan con la presión al caminar. Esto potencia los
aspectos espacio-temporales de la marcha en personas con Enfermedad de Parkinson y mejora el patrón de marcha
(Ismailova et al., 2019). Aunque aún se necesita clarificar qué aspectos intervienen específicamente en la prevención de
caídas aquí (Hatton y Rome, 2018. p.6).

Sensibilidad Podal Sin Atención Estadísticas

El umbral de sensibilidad del pie se
encuentra alterado en Parkinson,
(el doble de lo normal) y empeoran
cuando peor es el desempeño
motor (Pratorius et al, 2003)
Una proporción grande (47%) de
personas con Parkinson que tienen
problemas podales no reciben
tratamiento podológico (Bowen et
al., 2016).
Más del 50% de las personas con
Parkinson presenta problemas al
pie y en ellas, el confort y agarre
fueron los principales factores para
elegir calzado (Bowen et al., 2016).
 11

Proveer una pista

sensorial al pie de la
persona con Parkinson
ayuda a mejorar su
marcha y mejorar su
calidad de vida”

El Uso de
Plantillas Texturizadas
Las plantillas texturizadas mejoran los déficits en
la marcha y el balance en personas con Parkinson, al
aumentar el tiempo de apoyo de cada miembro inferior
al caminar (Hatton y Rome, 2018. p.6; Robb y Perry, 2019).
Lirani-Silva et al (2017) observaron mayor distancia entre
pasos. Qiu et al (2013) encontraron una disminución del
desbalance mediolateral, importante predictor de caídas
en la literatura científica.

Mal Calzado
35% de las personas con Parkinson
utilizan pantuflas para deambular
en su casa preferentemente, lo que
aumenta más el riesgo de caídas
(Kelsey et al., 2010).
12

REVISANDO EL
RIESGO DE CAÍDAS
Desde hace no poco tiempo que la podología se ha propuesto como una disciplina conjunta para la prevención del riesgo
de caídas. En el primer estudio experimental sobre podología y riesgo de caídas (Spink et al., 2008), se explica que los
resultados de la intervención podológica multifactorial adicionarán la podología a las estrategias de prevención de caídas
ya existentes. Además del tratamiento del dolor, uso de plantillas y calzado corrector, los ejercicios musculares del pie
también pueden ayudar a mejorar el manejo apropiado del pie en distintas situaciones motoras (Hartmann et al., 2009):

Rango de Movimiento A Paso Seguro

Con Ejercicios Podales En Timed Up and Go

Quienes tomaron los ejercicios La prueba Expanded Timed Up and

de pie mejoraron notoriamente el Go reveló una mayor velocidad de
rango de movimento del tobillo. movimiento y pasos más largos.

Casi Tan Bueno El Desempeño Físico

Como el Entrenamiento Es Cosa Aparte

Comparado al ejercicio físico Los ejercicios podales no

(hasta 46%), quienes tomaron los entregaron mayores beneficios en
ejercicios de pie mejoraron fuerza esta área para los pacientes.
en hasta 34%.

BASADO EN EVIDENCIA
Aunque el estudio de Gillespie et al
no demostró que se previenen las
caídas en estricto rigor, el hecho de
que las intervenciones multifactoriales
disminuyan el número de caídas por
sí mismas es una prueba empírica
importante para justificar la podología,
al menos en los adultos mayores (que
también presenten Parkinson). Las
condiciones requeridas para que esto
ocurra deben incluir los ejercicios
podales. Otros aspectos como la
educación podológica no logran
beneficios por sí solos. Esto apoya la
idea de ocupar varios flancos a la vez.
13
ALTOS NIVELES DE EVIDENCIA
EN EL MANEJO DE CAÍDAS
Una Revisión Cochrane (que busca los mayores niveles de
evidencia científica en salud) comprobó que las intervenciones
multifactoriales (multimodales en la revisión) demostraron
prevenir la cantidad de caídas en adultos mayores con pié
doloroso (Gillespie et al., 2012)
La evidencia, por tanto, apunta
al uso multifactorial de técnicas
podológicas pero, si pensamos en un
entorno interdisciplinario, se podrá
complementar las áreas donde esto por
sí solo no signifique un progreso mayor.
Es por eso que es importante apoyarse
con otros actores relacionados como
la kinesiología y la terapia ocupacional
en el equipo de trabajo especializado
en Enfermedad de Parkinson y otros
parkinsonismos (Blain et al., 2019).
12

LA ANAMNESIS
PODOLÓGICA
Ya hemos corroborado diversos factores internos y externos relacionados con el manejo del pie en Enfermedad de Parkinson,
pero tan importante como esto es también realizar una buena entrevista clínica. Rosenblatt et al (2020) establece una guía
que organiza cada segmento que el/la podólogo/a debe realizar en su anamnesis:

Historial Médico Examinación Física

Referente al Parkinson Sensorial y Motora

La anamnesis comienza Se debe considerar revisar

indagando el historial médico en calzado, la biomecánica del pie,
profundidad del usuario/a. problemas y deformidades.

Intervención Sensibilidad
Multifactorial en las plantillas y pie

Combinación de cuidado del pie, Aspectos incluyen grosor, textura

análisis del calzado, distribución y suavidad de la plantilla y manejo
de plantillas a media y ejercicios. de cuadros dolorosos del pie

CUIDADOS GENERALES
Lava tus pies diariamente con agua
tibia junto con un jabón suave que no
irrite la piel. No hay que hacerlo más del
tiempo promedio de baño porque esto
puede destruir algunos de los aceites
naturales de la piel (Parkinson’s UK,
2018). Secar los pies cuidadosamente,
especialmente entre los dedos de los
pies. Se recomienda usar papel de
secado en vez de toallas cuando es la
persona con Parkinson quién lo hace. Se
puede utilizar crema o aceite 2 veces al
día en lo posible, cuidando de no dejar
residuos entre los dedos de los pies. Se
puede usar piedra pomes para los callos.
13
OTROS PROCEDIMIENTOS
RECOMENDADOS EN PARKINSON
Otras recomendaciones tienen que ver con el caracter funcional
del cuidado de los pies, al considerar diversos grados de
autonomía a la hora de lavar, cortar uñas o cuidar el desgaste
de los zapatos
Respecto a las uñas, se recomienda
no dejar demasiado cortas o bajo
las esquinas, para evitar la aparición
de uñas encarnadas. También se
recomienda no utilizar tijeras o
llamar al podólogo/a cuando ya no
sea capaz de hacerlo por sí misma.
La ejercitación es importante para
mejorar la circulación de los pies, así
como no exponerlos a temperaturas
extremas. Se puede extender la vida
útil de los zapatos utilizando una urna
y calces de silicona para mantener la
forma del zapato, así como no utilizar el
mismo calzado todo el tiempo.
14

CONCLUSIONES
Y REFERENCIAS
A partir de todas las revisiones e investigaciones mencionadas, la importancia de la inclusión de la
podología en el equipo interdisciplinario especializado en Enfermedad de Parkinson es demasiado
grande como para dejarlo pasar. Las mejores intervenciones podológicas demostraron ser las
multifactoriales, hechas en conjunto con los demás profesionales ligados a la prevención de caídas y
el manejo del dolor del pie. Futuras investigaciones son necesarias para la obtención de datos en otros
contextos como los institucionalizados, siendo esta obra un esfuerzo para estimular esta búsqueda.

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