Está en la página 1de 2

ABRAHÁN EL CREYENTE SEGÚN LA ESCRITURA Y EL MIDRASH

(José Pons.- Emiliano Jiménez)

2. NACIMIENTO DE ABRAHAM
Abraham aparece en la tiera como la respuesta de DIos a los hombres dispersos por toda la tierra a
causa de su pecado. Es Dios quien comienza su historia de salvación. Dios, para llevar a cabo esta
historia no pide nada a Abraham; es más bien Abraham, expresión de la impotencia de la
humanidad, quien pedirá a Dios. Lo que Dios busca en Abraham no es que haga nada, sino que sea
en el mundo de la idolatría, testimonio del único Dios. Abraham es, pues, en las manos de Dios, el
primer eslabón, el primer patriarca, de una cadena de generaciones, cuya vida Dios trenzará la
historia de salvación de los hombres. En Abraham se inicia el gran coloquio de Dios con los hombres.

"De Adán a Noé hubo diez generaciones para mostrarnos la inmensa bondad del Señor, pues todas
aquellas generaciones no hicieron más que provocar al Señor hasta que mandó sobre ellos el diluvio.
Diez generaciones hubo de Noé a Abraham, para mostrarnos, de nuevo, la inmensa bondad del
Señor, pues todas aquellas generaciones no hicieron más que provocar al Señor hasta que llegó
nuestro padre Abraham, cargó con el mal de todas ellas" (Gn 5,5-29; 11, 10-26).

Así eran realmente los tiempos, necesitados de salvación, en que apareció sobre la tierra "el amigo
de Dios" (Is 41,8). La depravación de los descendientes de Noé había ido empeorando de generación
en generación. Hasta a los niños se les enseñaba el arte de la guerra y la gente, en vez de
entristecerse, se divertía con las escenas de violencia y las estatuas de los ídolos, -de madera, de
piedra, plata y oro-, llenaban los templos, las plazas y las mismas casa. Reú, tatarabuelo de Abraham,
tuvo que dar a su hijo el nombre de Serug, porque no hizo otra cosa más que incitar al pecado en
todas las formas imaginables. Y cuando Serug engendró a Najor, le enseño el arte de la magia, para
multiplicar sus perversiones. hasta la tierra maltrataba, multiplicando los cuervos y animales
rapaces. najor llamó a su hijo Téraj, por lo flaco que estaba, ya que el país había sido reducido a
medio morirse de hambre.

"Josué dijo a todo el pueblo: Así habla el Señor, Dios de Israel: Al otro lado del gran río habitaron en
otro tiempo vuestros padres, Téraj padre de Abraham y padre de Najor, y ellos servían a otros
dioses. Yo tomé a vuestro padre Abraham de la otra orilla del río y lo conduje a través de todo el país
de Canaán y multipliqué su descendencia" (Jos 24,2-3)

Téraj, pues, engendró a Abraham en Ur de los caldeos y Dios comenzó con él su diálogo con la
humanidad. Hasta la tercera generación esperó Dios para ello. El caso es semejante al de un rey, que
iba de una parte a otra, en sus innumerables viajes. Un día se le cayó una perla de su corona. El rey
se detuvo con tod su séquito. Entonces mandó que se recogiera en montones toda la arena de los
alrededores; hizo llevar cedazos para pasar por ellos toda

También podría gustarte