escribiendo el versículo: "Jehová nuestro Dios uno es" (Deut. 6:4). Pero si continuamos con los números, la palabra "tzitzit" tiene un valor numérico de 600, y si adicionamos los ocho hilos que conforman los tzitziot y los 5 nudos que tiene cada uno, tenemos: 600 + 8 + 5 = 613, que representan las 613 leyes mosaicas, de las cuales 365 son maldiciones y 248 bendiciones. Dice la Biblia que la mujer tocó el borde del manto de Jesús (Lucas 8:44). La palabra en griego para "borde" es "kraspedon" que significa "fleco". Es decir, la mujer tocó estos flecos del manto. La mujer entendía a la perfección lo que significaba el borde del manto de Jesús y pensaba que con tocar solamente este borde o fleco bastaría. Esto fue un tremendo acto de fe, pues significaba que la mujer estaba aferrándose al nombre de Dios y estaba reclamando las bendiciones de Dios. La mujer estaba consiente que estaba tomando de las promesas de Dios en sus manos para ser sana. Pero es más, el profeta Malaquías profetizó: "nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación" (Mal. 4:2). Los judíos interpretaban al Sol de justicia con el Mesías, y sus alas con el borde (tzitzit) de su manto. Cuando la mujer tocó este borde estaba creyendo que Jesús era el Mesías que tanto esperaban y que el borde de su manto podría traer la sanidad que tanto anhelaba. En nuestra vida ocurre algo similar. Debemos aferrarnos al nombre de Dios y reclamar sus promesas para saciar cualquiera de nuestras necesidades. Cuando nos aferramos a Dios y a sus promesas entonces el poder de Dios será desatado en nuestras vidas. Solamente debemos extender nuestras manos a su manto, creer que Jesús es nuestro Salvador y esperar la sanidad que buscamos.