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Lotería de Navidad: ¿qué probabilidad hay de que te

toque el gordo? (Actualizado)


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^DiAmOnD^ December 17, 2010

Pues…vamos a ser claros desde el principio…la probabilidad de que te toque el


gordo de la Lotería de Navidad es bastante baja, eso no lo duda nadie. Aunque para
ser justos hay que reconocer que este sorteo no es ni mucho menos el peor en lo que a
probabilidad de acierto se refiere.

En el resto del artículo daremos algunos datos del sorteo de la Lotería de Navidad, con
los que calcularemos algunas probabilidades. Además, comentaremos qué es, a grandes
rasgos, la esperanza matemática.

¿Qué probabilidad tenemos de que nos toque el Gordo?

Como hemos dicho antes, vamos a


comenzar siendo claros y directos.
Teniendo en cuenta que en el sorteo de
Navidad de la Lotería Nacional entran en el
bombo 85000 números 100000 (desde
2011), la probabilidad de que nuestro
décimo (suponiendo que sólo tengamos
uno) sea el premiado es:

Esto es, bajísima. Y no podía ser de otra


manera. Si un sorteo de este tipo está bien
pensado y estudiado, la probabilidad de
llevarse el premio gordo debe ser muy baja.

Bien, vamos a ser un poco menos


ambiciosos. Partiendo de la base de que
hemos comprado un décimo, ¿cuál es la
probabilidad de obtener algún premio
(aunque sea el reintegro)? Pues vamos a
ver algunos datos sobre los distintos
premios que ofrece este sorteo.

La emisión de billetes del Sorteo de


Navidad consta de 195 series de 100000 billetes.
Cada uno de estos billetes consta de 10 décimos, por
lo que tenemos 1950 décimos de cada uno de los
números que entran en sorteo. Dado que se entregan 13334 premios entre el Gordo,
el segundo, el tercero, los cuartos, los quintos, las aproximaciones a algunos de ellos, las
«pedreas» y los reintegros, tenemos que en este sorteo habrá 26001300 décimos

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premiados (esto es, el producto de los 13334 premios por los 1950 décimos que tiene
cada número). Teniendo en cuenta que en total se venden 100000 · 10 · 195=195000000
décimos, se tiene que la probabilidad de que nuestro décimo obtenga algún premio es la
siguiente:

No es gran cosa (evidentemente), pero esto ya


está mejor. Un 15% de posibilidades de «pillar»
premio con nuestro décimo…

¿Cómo es este sorteo comparándolo con otros?


…¿cómo es de bueno ese tanto por ciento? Pues, comparándolo con otros sorteos que
se hacen en España la verdad es que no está mal. Por poner un par de ejemplos, en la
Quiniela hay 14348907 combinaciones de resultados distintas, por lo que la
probabilidad de acertar una de 15 aciertos con una apuesta simple es de:

Aunque bueno, como se pueden hacer


apuestas múltiples y los conocimientos
de la competición (y todo lo que la
rodea) también influyen, en realidad la
probabilidad podría ser más alta.

En la Lotería Primitiva tenemos un total de 13983816 combinaciones distintas, por lo


que la probabilidad de acertar una de 6 aciertos es:

También bastante más baja que la de la


Lotería de Navidad, aunque algo más alta
que la de la Quiniela.

Y posiblemente el Euromillón se lleve la palma, ya que entre los cinco números a elegir
entre el 1 y el 50 y las dos estrellas entre el 1 y el 9 tenemos la friolera de 76275360
combinaciones distintas, por lo que la probabilidad de acertar el premio mayor es
irrisoria:

Teniendo en cuenta todo esto creo que,


aunque nunca hay que perder la ilusión,
es bastante irracional basar nuestro
futuro económico en que nos toque el
Gordo, la Quiniela, la Primitiva o el Euromillón (lo que dice la frase anterior es más que
evidente, pero con todo y con eso todavía hay gente que confunde ilusión con
posibilidades reales y sigue pensando que en algún momento le tocará la lotería y podrá
dejar de trabajar).

De todas formas, si comparamos la Lotería de Navidad con los otros tres juegos de azar,
la primera tiene una ventaja sobre los demás: a alguien tiene que tocarle. Sería
tremendamente extraño que no se vendiera ningún décimo de alguno de los números
que entran en sorteo, por lo que el día 22 de diciembre justo antes del sorteo alguien (de
hecho bastante gente) tendrá un décimo correspondiente al Gordo de la Lotería de

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Navidad sin saberlo todavía. En los otros tres cabe la posibilidad de que el premio mayor
no le toque a nadie, ya que hay tantas combinaciones posibles que en principio no tienen
por qué haberse jugado todas en todos los sorteos. Pero de todas formas, si pensáramos
con mente de matemático, posiblemente no jugaríamos a ninguno de ellos, ya que es
prácticamente seguro que perderemos el dinero apostado.

¿Cómo medir qué esperamos ganar? La Esperanza Matemática

Pero en realidad jugamos, y mucha gente lo hace a todos (yo mismo echo un Euromillón
todas las semanas, Quiniela de vez en cuando y compro Lotería de Navidad). Y,
concretando en el Sorteo de Navidad, muchas veces jugamos por si acaso, por llamarlo
de alguna manera. Me explico. ¿Por qué compramos lotería en nuestro lugar de trabajo?
Porque como toque y yo no lleve…a ver quién aguanta a los compañeros. ¿Por qué
compramos en el bar dónde tomamos habitualmente el aperitivo? Porque como toque y
no lleve…después de ir al bar a diario…me matan por tonto. ¿Por qué, en general,
compramos prácticamente siempre que alguien nos ofrece? Porque como toque y no
lleve…después de que me la ofrecieron…me van a llamar de todo.

Bueno, en resumidas cuentas, todos compramos Lotería de Navidad. Partiendo de


eso, ¿cuánto esperamos ganar?

En Teoría de Probabilidades hay una medida que nos puede decir lo que podemos
esperar ganar en este tipo de juegos. Y, como no podía ser de otra forma, se denomina
Esperanza Matemática (o simplemente Esperanza). No me voy a meter a definir
formalmente esta medida (igual en otro artículo más adelante), pero voy a contar un poco
qué significa en este tipo de juegos. Para estos sorteos la esperanza se calcula de la
siguiente forma:

E={Premio}*{Probabilidad de acertar}-{Cantidad pagada}*{Probabilidad de no


acertar}

Por ello en estas situaciones la esperanza puede decirnos cuál es la cantidad que
esperamos ganar con nuestra apuesta, teniendo en cuenta la probabilidad de acertar y
la de no acertar, el gasto que tenemos que hacer y el premio que conseguimos si
acertamos.

Vamos a ver algunos ejemplos sencillos:

Supongamos que tenemos que pagar 1 € para jugar al siguiente juego: se tira una
moneda al aire, si sale cara nos dan 5 € y si sale cruz no nos dan nada. Tenemos
entonces una probabilidad 0,5 de ganar y lo mismo de perder. La esperanza de
este juego es la siguiente:

Esto es, por cada euro gastado se espera que


ganemos 2 €. Está bien el juego entonces (es un juego
favorable para el jugador).

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Supongamos ahora que tenemos que pagar 1 € por jugar al siguiente juego: se
lanza un dado al aire, si sale un 4 nos pagan 5 € y si sale cualquier otro perdemos
nuestro euro. Tenemos, por tanto, una probabilidad de ganar y una probabilidad
de perder. La esperanza en este caso es:

Esto significa que no esperamos ni ganar ni perder nada


(es lo que se denomina un juego justo).

Veamos qué ocurre ahora con este juego, por el que también pagamos 1 € por
jugar: se meten diez bolas en una urna numeradas del 1 al 10 y sacamos una de
las bolas. Si sale un 7 nos pagan 5 € y si sale cualquier otro no recibimos nada y
nos quedamos sin nuestro euro. Aquí tenemos una probabilidad 0,1 de ganar y una
probabilidad 0,9 de perder, por lo que la esperanza es:

Uhmmm…mal asunto, ya que cada vez que


juguemos se espera que perdamos 0,4 € (esto es
un juego desfavorable para el jugador).

Ya que más o menos hemos nos hemos debido quedar con la idea de esperanza
matemática, ¿qué esperáis que sea cualquiera de los sorteos comentados anteriormente
(en particular el Sorteo de Navidad)? Pues, claramente, un juego desfavorable para el
jugador (mal asunto para las arcas del Estado si la cosa no fuera así). Esto, como se ha
visto en el último ejemplo, significa que lo que podemos esperar participando en este
sorteo es que perdamos dinero. Por ello, como dijimos anteriormente, si pensamos
con mente matemática no deberíamos jugar…aunque a la postre todos, matemáticos
o no, terminaremos comprando Lotería de Navidad por si acaso.

4/4

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