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Estimula la curiosidad natural de tu hijo

 Convierte los mandados en expediciones


 Aminora el paso y deshoja las rosas
 Observen las transformaciones
 Disfruten las estaciones del año
 Deja que el mundo sea pequeño
 Anímalo cuando algo le produzca fascinación
 Convierte las preguntas en investigaciones

por Beth Haiken 

Los niños pequeños son curiosos por naturaleza. Por supuesto, todo en el mundo es nuevo para ellos, ya
sea una hormiga cargando una miga de pan mucho más grande que ella o un caracol arrastrándose
lentamente por una acera mojada.

La curiosidad natural de tu hijo puede ponerte nerviosa si coincide con un momento en que tienes prisa,
como cuando has de llevarlo a la guardería a tiempo para poder llegar a tu autobús. 

Pero también puede recordarte cómo era vivir en un mundo en el que la jornada de un caracol era más
importante que la tuya. Estas son algunas formas de aprovechar la curiosidad de tu hijo y de que ambos
se diviertan. 

Convierte los mandados en expediciones


Para tu niño de entre 1 y 3 años, la lavandería no es una lata, es una estación de exploración subacuática
con ventanas redondas que le proporcionan acceso a un mundo mojado lleno de burbujas de jabón. 

Una parada para dejar cosas en la tienda local de ropa y artículos usados no es sólo algo que hay que
tachar de la lista de pendientes, sino una oportunidad maravillosa para explorar montañas de sedosas
bufandas y viejos guantes de béisbol. 

¿Está lloviendo? No te preocupes: vayan a la tienda caminando bajo la lluvia y pisando los charcos, agita
las ramas de los árboles para hacer caer las gotas de agua y enséñale a tu nene cómo atraparlas con la
lengua.

Busquen formas en las nubes juntos, ¡podría sorprenderte lo que ve! Luego vayan a casa, prepara
chocolate caliente con nubes de crema batida encima, e incluye nubes de puré de papas en su cena. 

Incrementa el sentido de la aventura de tu pequeño tratando las salidas como viajes repletos de
aventuras. Prepárense vistiéndose de manera adecuada para la exploración (tu hijo podría ponerse un
sombrero de bombero o llevar una linterna de mano) y haciendo algo de comer para llevar (un brazalete
hecho de cereal seco ensartado en estambre es el accesorio perfecto, mira aquí como hacerlo). 

Deja que elija un muñeco o un animalito de peluche para llevar consigo como compañero de viaje, y no
olvides llevar de regreso a casa objetos de recuerdo; una “caja de viajes” es una distracción perfecta que
podrás sacar en el futuro para que se entretenga en días lluviosos. 

Los padres que trabajan a menudo se sienten especialmente culpables por no tener más tiempo para
salidas y proyectos creativos. "Sólo veo a mi hija en las noches, ¡y lo único que hicimos anoche fue cenar
y tomar un baño!”

Pero con un poco de imaginación, una mamá o un papá, incluso estando cansados, pueden convertir la
cena en un banquete y la tina en un océano. Y eso es realmente lo único que necesita tu nene. 

Aminora el paso y deshoja las rosas


Como probablemente has notado, los niños de entre 1 y 3 años a veces son lentos como tortugas. Eso se
debe a que viven el momento y centran su atención solamente en lo que está frente a ellos. 

Claro que no siempre es posible que te adhieras al horario preferido de tu hijo, pero regálale un poco de
tiempo adicional cuando puedas. ¿Vieron una catarina (mariquita)? deja que camine en su brazo (o en el
tuyo, si es aprensivo). Cuenten sus puntitos. Hablen de lo que tal vez le guste comer, dónde vive y qué

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hace en las noches. Si estás plantando flores en el jardín y te encuentras una lombriz o una cochinilla,
enséñasela. 

Deja que juegue con ella (con cuidado, por supuesto) o métela en un frasco para que tu pequeño pueda
verla durante unos minutos. Luego ayúdale a dejarla libre. Si están dando un paseo por la ciudad y pasan
un mural o un cartel, deténganse un momento a mirarlo. Jueguen “Veo veo…” “¿Puedes encontrar al
hombre del sombrero raro? ¿el coche rojo? ¿el perro grande?” 

Lo que a veces fascina a tu pequeño podría ser contrario a tus propias inclinaciones. "¡Mira el camello!
¡Mira el elefante!" le dices en el zoológico. Pero su atención está enfocada en las palomas y las ardillas
que están buscando comida en los botes de basura. Deja que los vea; se acercan más a su tamaño, no
están tan lejos, y su interés en el reino animal se verá igualmente estimulado. 

Observen las transformaciones


A los niños pequeños les encantan las transformaciones, probablemente debido en parte a que ellos
mismos cambiando tan rápido. Empieza con las que suceden a su alrededor: esperen a que salga la
primera estrella y pidan un deseo, o miren la luna todas las noches durante una semana y hablen de
cómo está cambiando su forma. 

Pero también pueden crear fácilmente sus propias transformaciones. Planten un frijol (judía) o un rabano
en una maceta y cuenten los días hasta que surja la plantita. O pongan bulbos en una maceta
transparente para que tu hijo pueda ver surgir los tallos y ver las raíces crecer hacia abajo buscando
agua. Pon una rama de apio en una taza llena de agua y colorante rojo para alimentos y vean cuánto se
tarda el apio en ponerse rojo como un betabel. 

Mezclen almidón de maíz con agua para hacer una pasta que hace ruiditos, o vierte vinagre en
bicarbonato de soda y vean cómo hace burbujas (mejor aún, convierte la masa en un pastel, que es algo
que les encanta a los pequeños). Muchos papás y mamás, desesperados por terminar de hacer la cena,
han echado mano del viejo truco de la gelatina: disuelve uno o dos sobres de gelatina sin sabor en agua,
pídele a tu nene que la revuelva mientras se va solidificando y luego deja que la pique con su dedito. 

Si puedes mostrarle un pollito dando picotazos en el cascarón para salir del huevo o una mariposa
saliendo de su crisálida, serás una heroína; pero si no puedes, no temas. Un cubo de hielo derritiéndose
en una acera caliente es casi igual de emocionante. 

Disfruten las estaciones del año


Ayuda a tu hijo a comprender el cambio de las estaciones,enfocando su atención en lo que puede ver, oír,
tocar y oler en cada una de ellas. Barre las hojas de la acera cuando lleguen a casa, después de
recogerlo en la guardería, y cuenten cuántas hojas cayeron cuando salgan de casa en la mañana.

Soplen burbujas y vean en qué dirección sopla el viento. Pon una cubeta afuera y usa un palo o una regla
para medir la lluvia o la nieve que cayó. Ayúdale a escuchar a los primeros pajaritos en la primavera y a
buscar las primeras luciérnagas en verano. 

Las estaciones del año, por supuesto, son notables por cómo vamos marcándolas. Tu nene tal vez no
tenga suficiente edad para acordarse de qué hicieron el año anterior, pero a los niños les encantan las
tradiciones y muchos expertos afirman que la memoria empieza a muy temprana edad. 

Leer libros sobre las tradiciones típicas de tu tierra y cantar canciones tradicionales juntos ayudará a tu
hijo a aprender acerca de cómo tu familia celebra durante las diferentes estaciones y fiestas del año. Y los
alimentos relacionados con diferentes estaciones y festividades despertarán su curiosidad sobre nuevos
olores, texturas, colores y sabores. 

Deja que el mundo sea pequeño


A los niños de esta edad les gustan las cosas pequeñas: botones, cuentas, guijarros. ¿Quién sabe por
qué? Tal vez sea por vivir en un mundo en el que no puedes ver la parte superior de la mesa. Los objetos
demasiado pequeños, por supuesto, son peligrosos.

La Academia Estadounidense de Pediatría advierte que cualquier objeto menor al tamaño de la boca de
tu hijo presenta peligro de asfixia. Pero mientras no haya peligro, contar y separar por tamaños, formas o

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colores cuentas grandes de madera o botones de plástico en distintos recipientes, o, si están afuera,
piedras o conchitas de mar podría fascinar a tu hijo durante un buen rato. Sin embargo, no lo dejes solo
con objetos pequeños. 

Tal vez también hayas notado que a tu hijo le encantan los espacios pequeños y acogedores que le dan
un sentido de propiedad y de privacidad. Cuelga mantas de la litera superior para convertir la de abajo en
una cueva, cubre la mesa de la cocina con una sábana grande de manera que cuelgue a los lados para
hacer una tienda de campaña o, afuera, corta unas cuantas ramas bajas para crear un escondite bajo un
árbol o arbusto.

Luego deja que tu nene lleve a su casita o escondite algunos trastes y cucharas o herramientas
pequeños; a los nenes de esta edad les encantan las cosas de tamaño adecuado para que los niños
puedan manipularlas fácilmente, y esto puede llevar a toda clase de experimentos culinarios y proyectos
de construcción. 

Anímalo cuando algo le produzca fascinación


Nadie sabe realmente por qué se dan las obsesiones de los pequeños, pero son comunes y proporcionan
oportunidades perfectas para el aprendizaje. ¿Tu hijo no deja de hablar de los bomberos? Llévalo a visitar
una estación de bomberos local y dale un sombrero de bombero y una manguera para jugar en el verano. 

Si lo primero que hace tu hijita cada mañana es ponerse su tutú, aprovecha esa fascinación visitando un
estudio de ballet durante un ensayo o vayan a un recital local de baile para que tu nena pueda ver a niñas
mayores trabajando para lograr la meta con la que ella sueña. 

También hay excelentes libros ilustrados que muestran a los niños pequeños todo lo que querrían saber
sobre la vida de una bailarina, un bombero o cualquier otra profesión. Y si no se ha publicado un libro
adecuado para niños pequeños sobre la obsesión personal de tu hijo, no te preocupes; cualquier libro con
ilustraciones grandes a color le parecerá interesante. 

Si le encantan las ballenas, por ejemplo, busca un libro sobre criaturas marinas con fotos llamativas de
orcas saltando o con reproducciones de arte marino. O simplemente escuchen su canción favorita sobre
ballenas por vigésima vez. 

Convierte las preguntas en investigaciones


Desde por qué el cielo es azul hasta por qué sale vapor de la tetera cuando hierve el agua, los niños
pequeños hacen una cantidad de preguntas sorprendente que los padres no siempre pueden contestar. 

Si la pregunta de tu nene te deja perpleja, no te preocupes: dile que lo averiguarán juntos. Lleva una lista
de estas preguntas y deja que te vea anotándolas. Luego, lleven la lista juntos a la biblioteca o a la
librería. Los museos para niños a menudo están diseñados para contestar el tipo de preguntas que hacen
los niños, y es más probable que nunca que encuentres respuestas en Internet.

http://espanol.babycenter.com/a7900004/estimula-la-curiosidad-natural-de-tu-hijo#ixzz4NulKMQ4h

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