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Voluntad para confrontarse consigo mismo. Una de las principales tareas del
terapeuta consiste en promover la auto-exploración de los clientes.
¿Uso en alguna ocasión los grupos que dirijo para satisfacer mis
necesidades personales a expensa de las necesidades de los
miembros?
Sinceridad y autenticidad. Estas son de las cualidades más importantes de los
terapeutas, el ser sincero por el bienestar y crecimiento de los otros.
Sentido de identidad. Los terapeutas para poder ayudar a los miembros del
grupo a descubrir quiénes son, deberán disponer de un sentido claro de su
propia identidad.
Ansiedad Inicial
Antes de dirigir su primer grupo sin ninguna duda se sentirá ansioso por hacer
que empiece el grupo y por mantenerlo en marcha. En otras palabras, se
formulará cuestiones como estas con cierto grado de turbación:
Auto-Apertura
Independientemente de los años de experiencia, muchos terapeutas de grupo
se enfrentan al problema de la auto-apertura. Para los terapeutas principiantes
este factor tiene aún mayor relevancia.
Escasa auto-apertura
Excesiva auto-apertura
Al otro extremo del continuo están los problemas asociados al exceso de auto-
apertura. La mayoría de los terapeutas principiantes (y muchos
experimentados) sienten la necesidad de aprobación y aceptación de los
miembros del grupo.
Cuando los miembros del grupo muestran una conducta que usted considera
problemática, debe ser consciente de la tendencia a responder con
sentimientos fuertes.
La mayoría de los grupos que usted dirija se encontrarán bajo los auspicios de
algún tipo de institución - un sistema escolar, una organización comunitaria de
salud mental, un hospital psiquiátrico, una clínica o un centro de rehabilitación
local o estatal. Al dirigir grupos en un entorno institucional, uno descubre
rápidamente que el dominio de la teoría y práctica del liderazgo de grupos no
garantiza el éxito de los grupos.
Iniciación: Las destrezas de iniciación por parte del terapeuta evitan que el
grupo ondee sin rumbo ni dirección.
Protección: Sin asumir una actitud paternal hacia el grupo, los terapeutas
deben ser capaces de salvaguardar a los miembros de los riesgos físicos y
psíquicos innecesarios asociados a su pertenencia al grupo.
Bloqueo: El bloqueo hace referencia a la intervención del terapeuta para dar fin
a las conductas contraproducentes presentes en las sesiones del grupo.
Puede ser también útil que las personas tengan la posibilidad de expresar
cualquier idea o pensamiento sobre la sesión anterior o mencionar cualquier
aspecto no resuelto durante la misma.
Se puede pedir a los participantes que cuenten los logros y/o dificultades
encontrados durante la semana.
Antes de dar por terminada una sesión es conveniente disponer de tiempo para
integrar los sucesos acaecidos en el grupo, para reflexionar sobre lo
experimentado, para comentar las tareas de casa y para resumir. El terapeuta
puede encontrar útil advertir a los miembros cuando llegan al punto medio de la
sesión y decir algo como: "Todavía nos queda una hora antes de finalizar la
sesión de hoy.
Al finalizar cada sesión puede ser muy efectivo resumir. A veces es útil pedir a
los miembros que resuman tanto el proceso grupal como su propio proceso
individual en dirección a las metas. Se pueden comentar los temas comunes
que hayan surgido. El terapeuta puede añadir alguna síntesis complementaria
especialmente referida al proceso grupal pero incluso es mejor enseñar a los
miembros a integrar por su propia cuenta lo que han aprendido.
Los miembros pueden referirse a sus tareas de casa, en las cuales tratarán de
poner en práctica algunos de sus nuevos insights; pueden comentar
brevemente lo que aprenden sobre sí mismos a través de las relaciones en el
contexto grupal y pueden planificar la aplicación de lo aprendido a situaciones
problemáticas fuera del grupo.
Se puede preguntar a los participantes si hay algún tema o problema que les
gustaría incluir en la agenda del próximo día. Además de vincular las sesiones,
este procedimiento estimula a los participantes a pensar en formas de
examinar sus problemas en la siguiente sesión, es decir a trabajar entre las
sesiones.
Desarrollar una posición teórica implica más que aceptar meramente los
principios de cualquier teoría. Es un proceso continuo en el que los terapeutas
siguen preguntándose el "qué", "cómo" y "por qué" de su práctica.