LA EXTINCION DEL DOMINIO, CONSECUENCIA DEL DECOMISO
La figura de extinción de dominio, igual que los Bienes de Administración
compleja, u otras formas o modalidades de apropiarse de Bienes inmuebles como consecuencia de los delitos referidos a Crimen Organizado, en sus múltiples manifestaciones o tipologías no están contempladas en la Legislación Nicaragüense.
Esta figura de extinción de dominio ha causado revuelo en muchos países dado
que se puede observar como una acción procesal autónoma a la acción penal del ilícito de actividad organizada.
Partiendo de los estudios a las legislaciones de Centroamérica y Colombia,
podemos conocer que la extinción de dominio es una consecuencia patrimonial de actividades ilícitas o que deterioran gravemente la moral social, consistente en la declaración de titularidad a favor del Estado de los bienes.
La Dirección General de la Unidad Administradora de Bienes Incautados,
Decomisados o Abandonados, como entidad rectora de la Administración, control, registro u custodia de los Bienes provenientes de las actividades del Crimen Organizado, ha estado interesada en conocer más acerca de esta novedosa y controversial figura legal de jurisdicción civil, y que cada legislación de los Países ponen en práctica, unos como acción legal jurisdiccional autónoma del delito penal, y otros lo incorporan o vinculan a la acción penal como consecuencia del ilícito en sí.
Ciertamente la acción penal por los delitos establecidos en la legislación
nicaragüense, particularmente en el artículo 3 de la Ley 735, pretende sancionar al sujeto o grupo organizado, imponiendo las penas privativas de libertad por la gravedad de sus hechos. Sin embargo, consideramos que tanto el decomiso como la extinción del dominio, persiguen ir más allá de la pena privativa de libertad al sujeto, e impone sanciones adicionales como consecuencias del ilícito, y que esta recae sobre el patrimonio de los involucrados.
Ley de prevención, investigación y persecución del crimen organizado y de la
administración de los bienes incautados, decomisados y abandonados, establece en el Artículo 1 (Objeto de la Ley), que la misma tiene por objeto regular las funciones del Estado para prevenir, detectar, investigar, perseguir y procesar los delitos relacionados con el crimen organizado y la administración y disposición de los bienes, objetos, productos, equipos u otros instrumentos utilizados o destinados a ser utilizados en la comisión de los delitos comprendidos en esta Ley. De igual forma esta ley coordina las políticas, planes y acciones de lucha en contra de estas actividades ilícitas por medio de los órganos competentes del Estado, encargados de preservar el orden interno, la seguridad ciudadana y la soberanía nacional.
En estos últimos párrafos podemos observar la plena intención del Estado de
velar por la seguridad nacional, económica y social del País, pero todavía carece de poner en práctica figuras jurídicas de carácter internacional y que bien podrán fortalecer el marco jurídico nacional en materia de Crimen Organizado.
El concepto de Bienes es muy amplio, y en ese sentido debe procurarse
establecer métodos, procesos o procedimientos administrativos o jurisdiccionales con aquellos que por su naturaleza requieren de mayor protección u obtenerse con mayor inmediatez para evitar que los mismos sean utilizados por el Crimen Organizado, por tanto todos los activos o derechos de cualquier tipo, corporales o incorporales, muebles o inmuebles tangibles o intangibles y los documentos o instrumentos legales que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos activos. Integran el concepto, los objetos o valores utilizados, obtenidos o derivados directa o indirectamente de la comisión de los delitos regulados por la Ley 735 y demás códigos sustantivos o adjetivos que regulan la actuación del Estado frente a la criminalidad.
Articulo 2 ley 735, Crimen organizado: Grupo delictivo organizado o banda
nacional o internacional estructurada, de dos o más personas, que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con la finalidad de obtener directa o indirectamente, un beneficio económico o de cualquier índole, con el propósito de cometer uno o más delitos graves establecidos en la Ley.
Decomiso: La privación con carácter definitivo de dinero, bienes o activos por
decisión de autoridad judicial competente.
Leyendo el concepto de Decomiso, vemos claramente que el propósito del mismo
es extinguir el derecho patrimonial que tiene una persona con respecto de su activo, bien o patrimonio, no obstante, podemos señalar que, en las legislaciones estudiadas, a parte del concepto, está el procedimiento y la competencia para ejercer la acción jurisdiccional de forma autónoma, por ejemplo.
La Constitución Política de la Republica de Nicaragua. Establece los principios
fundamentales, en el Artículo 1. [Derechos fundamentales de la Nación] y los define como: “La independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional, son derechos irrenunciables del pueblo y fundamentos de la nación nicaragüense. Toda injerencia extranjera en los asuntos internos de Nicaragua o cualquier intento de menoscabar esos derechos, atenta contra la vida del pueblo. Es deber de todos los nicaragüenses preservar y defender estos derechos.”
Partiendo de esos principios, el Estado frente a cualquier amenaza y procurando
la estabilidad, el bien común y la paz a toda la nación, debe promulgar todas aquellas normas jurídicas que brinden esa seguridad y que imponga las sanciones correspondientes para con aquellos que atenten o cometa hechos delictivos, sin violentar las Garantías Constitucionales establecidas en los artículos 33 y 34 Cn.
En conclusión, debo de expresar 4 observaciones a lo planteado.
Primero: Nuestra legislación carece de la regulación de la figura en cuestión, y
debe de analizar por los actores competentes, por legisladores, jueces y no menos importante, por los órganos de investigación policial o fiscal, quienes darán garantía de que el bien material es plena prueba del delito, y que además que si la extinción del dominio es una figura jurídica del interés y beneficio social. Ciertamente en la región Centroamericana está siendo implementada, pero habrá que analizar el procedimiento a utilizar para hacerla efectiva sin lesionar derechos de terceros, dado el afectado pierde el derecho de la propiedad.
Segundo: Queda claro que la extinción del dominio, es de carácter definitivo,
no es cautelar, ni es contraprestación o compensación alguna, sino una consecuencia material del delito en sí, y que debe de someterse a un procedimiento distinto.
Tercero: El Estado Nicaragüense, frente a cualquier amenaza y procurando la
estabilidad, el bien común y la paz a toda la nación, debe promulgar todas aquellas normas jurídicas que brinden esa seguridad y que imponga las sanciones personales y reales correspondientes para con aquellos que atenten o cometa hechos delictivos, sin violentar las Garantías Constitucionales establecidas en los artículos 33 y 34 Cn.
Cuarto: NO es de carácter CONFISCATORIO, es una figura de derecho Civil y
Registral para transparentar el tracto sucesivo en los Registros Públicos donde tenga registrados los Bienes los sujetos sancionados por la Ley Penal con el DECOMISO. Es decir, es resultado de la sanción penal, de la acción punitiva impuesta a los delincuentes, por tanto, debe verse como una consecuencia de la criminalidad probada. Es por eso que JAMAS debe considerarse confiscatoria.