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Señor

JUEZ CIVIL MUNICIPAL DE SANTA MARTA D.T.C.H. (Reparto)


E. S. D.

Referencia: ACCION DE TUTELA


Accionante:
Accionado:

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, mayor de edad y vecina de esta ciudad,


identificada civilmente como aparece al píe de mi firma, por medio del presente escrito me
permito solicitar ante Usted, mediante esta acción de tutela, la protección a mis derechos
fundamentales al Derecho de petición, a la Educación y al Trabajo vulnerados por la
UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE BARRANQUILLA, tal como lo narraré a
continuación:

HECHOS

1. En el año 2002 inicie mis estudios superiores en la Universidad Metropolitana de


Barranquilla, en el programa de Medicina, culminando en el año 2007.

2. Una vez terminado mi Internado rotatorio, obtuve el título de Médico y Cirujano,


otorgado por la Universidad Metropolitana de Barranquilla.

3. Para realizar la carrera de Medicina, me vi en la necesidad de solicitar un crédito


para estudios con el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios
Técnicos en el Exterior —ICETEX.

4. Dicho crédito en la actualidad no he podido cancelarlo en su totalidad, debido a la


situación económica por la que paso actualmente.

5. Buscando la posibilidad de un buen empleo en mi área de la salud, opte por


realizar un posgrado, pero dentro de los requisitos para llevarlo a cabo, se me
solicita aportar los siguientes documentos: certificado de notas en el que conste
sin solución de continuidad mis calificaciones desde el primer semestre hasta las
del internado, inclusive; copia del pensum académico durante toda mi carrera y
certificado de buena conducta.

6. A principios del presente año, me acerque a la entidad tutelada, solicitando los


documentos relacionados en el punto anterior, y en ventanilla se me informo de
manera verbal que los mismos no podían ser expedidos debido a que aún tengo
una deuda con ICETEX.

7. Seguí insistiendo de manera reiterada, acercándome a las instalaciones de la


Universidad accionada y la respuesta siempre fue negativa, repitiéndome una y
otra vez que debía primero cancelar la deuda que tenía con ICETEX para luego
expedir mi sabana de notas y los demás documentos que debía anexar para el
estudio de posgrado.

8. En el mes de marzo de 2017, interpuse derecho de petición ante la Universidad


Metropolitana de Barranquilla, solicitándole la expedición de certificado de notas
en el que conste sin solución de continuidad mis calificaciones desde el primer
semestre hasta las del internado, inclusive; copia del pensum académico durante
toda mi carrera cursada en esa entidad y certificado de buena conducta expedido
por la misma.
9. El día 15 de marzo de 2017, recibí respuesta por parte de la Universidad en
cuestión, diciéndome que podía acercarme a dichas instalaciones, cancelar un
valor de $24.000 pesos y así podía obtener los certificados solicitados.

10. Optimista me acerque a la caja de la Universidad Metropolitana de Barranquilla,


con el fin de pagar el valor de los certificados, pero con sorpresa recibo la repuesta
de que no me los podían entregar porque no había cancelado mi deuda con
ICETEX, a pesar que ya existía un escrito donde se me autorizo pagarlos y del
mismo modo reclamarlos.

11. Tras muchos meses de estar insistiendo de manera personal, y ante la necesidad
de los certificados solicitados para inscribirme y poder realizar mis estudios de
posgrados en el área de salud, acudo ante usted señor juez en aras de que se
garantice la tutela de mis derechos fundamentales.

12. Que el ente universitario y el ICETEX, cuentan con otros mecanismos judiciales
para solicitar el cobro de los montos adeudados y no coartar o vulnerarme mis
derechos fundamental a la información para obtener la acreencia.

13. Que en la actualidad mi domicilio y residencia la ostento en la ciudad de Santa


Marta.

ARGUMENTOS JURÍDICOS

Las razones por la que acudo a la Acción de Tutela, es porque la accionada me ha


vulnerado mis derechos fundamentales al Derecho de Petición, a la Educación y al
Trabajo, toda vez que al no quererme expedir los certificados de estudios que requiero en
estos momentos, se me está cuartando la posibilidad de seguir con mis estudios de
posgrado y de esta manera conseguir un trabajo estable y bien remunerado.

Así mismo señor Juez, resulta ilógico que la Universidad Metropolitana de Barranquilla,
me retenga unos documentos de estudio, argumentando que tengo una deuda con el
ICETEX y que debo estar paz y salvo con esa entidad para entregarme los certificados
que necesito, habiendo otros mecanismos coactivos para cobrar ese dinero que en
ultimas quien debe ejercer presión de pago seria la misma entidad afectada en este caso
concreto ICETEX.

Ahora bien, la entidad accionada me creo falsas expectativas al “responder mi petición”,


plasmando que debía cancelar un dinero por cada certificado y después de eso serían
entregados, pero al realizar dicho pago otra vez encuentro la negativa; por más de 9
meses he escuchado lo mismo, pero tampoco se me da una respuesta clara y de fondo
con respecto del porque no puedo tener en mi poder la documentación solicitada,
vulnerando sin duda alguna mi derecho de petición, pues lo que se resolvió anteriormente
claramente no se cumplió, pero tampoco se me explica de manera detallada porque la
Universidad Metropolitana persiste con la negativa de no entregar documentos de
estudios que están obligados hacerlos, vislumbrando claramente la violación inexplicable
al derecho a la Educación, pues los documentos requeridos son para seguir realizando
estudios superiores, en este caso posgrado, causando así un daño irreparable para mi
vida laboral, pues no podré acceder a un buen empleo debió a que no tengo la
experiencia que se requiere para ello, violentando mi derecho al trabajo.

El derecho de petición como todos aquellos denominados de primera generación, surgen


con la denominada época de la ilustración, que genera la revolución francesa, limitando
los poderes del monarca y por ende acabando con la arbitrariedad y el despotismo. Este
derecho es reflejo de esas situaciones de indefensión en que se encuentra el ciudadano
frente al poder omnímodo del Estado.
El DERECHO DE PETICION fue elevado a la condición de DERECHO FUNDAMENTAL
por la Constitución de 1991.

El Constitucionalista al consagrar el DERECHO DE PETICION para los Ciudadanos


apuntó no sólo a que el mismo se hiciera posible, sino a que fuera verdaderamente eficaz
como medio para lograr del Estado y de quienes ejerzan funciones públicas, una
interlocución con los administrados.

En este sentido se ha manifestado de diferentes maneras la jurisprudencia de la Corte


Constitucional al considerar que no es suficiente que al ciudadano se le permita elevar
peticiones ante las autoridades Públicas, sino que el derecho se hace real cuando se
consagra simultáneamente la obligatoriedad que atañe a estas de dar una respuesta
oportuna y que resuelva de plano y de manera real lo peticionado.

Como bien lo ha manifestado la Corte Constitucional al definir la razón de ser del derecho
aquí reclamado:

“El sentido del Derecho de Petición es el de asegurar una vía expedita para que el
gobernado sea oído por los gobernantes y para que sus solicitudes, en interés general o
particular, reciban curso adecuado y sean objeto de rápida y eficiente definición”.1

Igualmente manifiesta la Corte:

“La comunicación entre el peticionario y la administración resulta indispensable y ha de


encontrarse garantizada a plenitud. A quien se dirige a la Administración le asiste el
Derecho a estar informado sobre el trámite impartido a su solicitud y una vez producida la
respuesta la administración no tiene motivo alguno para reservar el sentido de lo decidido
y por ende, está en la obligación de enterar al peticionario”.2

Pero la respuesta a un Derecho de Petición no solo debe ser oportuna y clara, sino
también completa, de tal manera que apunte realmente a la satisfacción de lo peticionado.
También en este sentido se ha manifestado la Corte Constitucional cuando dice:

“…Para esta Sala, las respuestas evasivas o simplemente formales, aún producidas en el
tiempo, no satisfacen el Derecho de Petición, pues en realidad mediante ellas la
Administración elude el cumplimiento de su deber y desconoce el principio de eficacia que
inspira la función administrativa, de conformidad con el Artículo 209 de la Constitución. En
efecto la respuesta aparente pero que en realidad no niega ni concede lo pedido,
desorienta al peticionario y le impide una mínima certidumbre acerca de la conducta que
puede observar frente a la Administración y respecto de sus propias necesidades o
inquietudes: no puede hacer efectiva su pretensión, pero tampoco tiene la seguridad que
ella sea fallida...”.3

En ocasiones el Artículo 74 de la Constitución Nacional puede verse como una modalidad


del Derecho Fundamental de Petición. En efecto “el derecho a presentar peticiones
respetuosas a las autoridades, por motivos de interés general o particular y a obtener
pronta resolución” (C. N. Art. 23) incluye, por su misma naturaleza, el derecho de acceder
a los documentos públicos (C. N. Art. 74). En efecto, esta Corporación tuvo ya
oportunidad de pronunciarse al respecto, manifestando que el acceso a documentos
públicos hace parte del núcleo esencial del Derecho de Petición. Ahora bien, si es cierto
que el derecho a acceder a los documentos públicos, consagrado en el Artículo 74, puede
considerarse en buena medida como una modalidad del derecho fundamental de petición
y como instrumento necesario para el ejercicio del derecho a la información, y por lo tanto
comparte con estos su núcleo axiológico esencial, no lo es menos que tiene también un

1
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T –610, dic. 12 de 1995. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
2
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T – 392/95. M.P. Fabio Morón Díaz.
3
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T – 498/97. M.P. Hernando Herrera Vergara.
contenido y alcances particulares que le otorgan especificidad y autonomía dentro del
conjunto de los Derechos Fundamentales.

… Derecho que, por lo demás, es tutelable, en la medida en que posee una especificidad
y autonomía propias dentro del concepto de los Derechos Fundamentales y está
directamente conectado con el ejercicio de otros derechos, tales como el de Petición y el
de Información. 4

La acción de tutela es un mecanismo de control Constitucional o amparo previsto en el


artículo 86 de la Constitución Nacional, reiterado por el artículo 1º. del decreto 2591
derivado de un derecho sustancial de postulación, es decir es un acto jurídico para
intervenir en la actividad jurisdiccional, siempre y cuando reúna los presupuestos legales
para tal efecto, cuyo titular es cualquier persona, sea natural o jurídica, cuando considere
que las actuaciones de la administración o los particulares.

EL DERECHO A LA EDUCACIÓN: Sobre el derecho a la educación, la Constitución


Política de 1991 señala que la educación es un derecho de carácter fundamental, no solo
en lo referente a la educación de los niños, artículo 44 de la Carta, sino también en la
formación de adultos, puesto que la educación es inherente y esencial al ser humano,
dignificadora de la persona humana, a través de la cual se garantiza "el acceso al
conocimiento, a la ciencia, la técnica, y demás bienes y valores de la cultura":'. El articulo
67 de la carta 1 magna establece que "La educación formara al colombiano en el respeto
a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la
recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del
ambiente. Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de
la educación con el fin de velar Dar su calidad. Dar el cumplimiento de sus fines y por la
mejor formación moral intelectual y física de los educandos garantizar el adecuado
cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su
acceso y permanencia en el sistema educativo".

La Constitución Política de Colombia, dispone:

“ARTICULO 25. El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus


modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un
trabajo en condiciones dignas y justas.”

La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), estableció:

“Artículo 23. 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria,
que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y
que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección
social….”

Así las cosas, solicito a su señoría acceder a las pretensiones de la presente acción; toda
vez, que claramente la Universidad Metropolitana de Barranquilla, no me ha dado ninguna
respuesta de fondo, clara y detallada del porque no puedo tener mis certificados de
estudios, así mismo se ve proteja mi derecho a la educación y al trabajo.

PETICIÓN

De conformidad con las Situaciones Fácticas y argumentos jurídicos expuestos


solicito:

4
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia Julio 28 de 1992 T-473 M.P. Ciro Angarita Barón
1. Se ampare el derecho fundamental de petición, a la educación, debido proceso y
cualquier otro del mismo rango que se determine como violado.

2. Se ordene a la accionada, que dentro de las 48 horas siguientes a la notificación


de la Sentencia produzca la respuesta o acto pretermitido.

3. Se ordene a la Universidad Metropolitana de Barranquilla, que sin exigencias


adicionales expida mis certificados de notas en el que conste sin solución de
continuidad mis calificaciones desde el primer semestre hasta las del internado,
inclusive; copia del pensum académico durante toda mi carrera cursada en su
entidad y certificado de buena conducta expedido por su entidad.

PRUEBAS

Presento como tales, las siguientes:

1. Contestación de por parte de la entidad accionada.

2. Cedula de ciudadanía.

ANEXOS

Las mencionadas como pruebas y copia con anexos para las entidades accionadas y
copia simple para el archivo del Juzgado.

NOTIFICACIONES

1. Las mías, XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX.

2. A la accionada, UNIVERSIDAD METROPOLITANA BARRANQUILLA, en la calle


76 No. 42-78 de la ciudad de Barranquilla, Atlántico.

Agradeciendo la protección de mis derechos fundamentales.

Atentamente;

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
C.C No.XXXXXXXXX

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