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La fiesta de

PENTECOSTÉS
DEL ESPÍRITU SANTO

¡Jesús nos invita a recibir al Espíritu Santo ¡


SALUDO
Queridos niños: Jesús nos regala su paz que produce siempre alegría y nos
promete su ayuda con la presencia del Espíritu Santo. Verdaderamente, el
amor de Jesús no tiene comparación.
REFLEXIÓN DEL CATEQUISTA
Dios nuestro Padre, quiere que todos nos salvemos y lleguemos a cielo. Por eso nos envía
al Espíritu Santo que nos ayuda a vivir como auténticos testigos de Cristo y nos da el gran
regalo de la gracia, que nosotros debemos cuidar y enriquecer.
¿Quién es el Espíritu Santo?

Como recordaran en temas pasados


vimos que El Espíritu Santo es Dios,
es la Tercera Persona de la
Santísima Trinidad. La Iglesia nos
enseña que el Espíritu Santo es el
amor que existe entre el Padre y el
Hijo. Este amor es tan grande y tan
perfecto que forma una tercera
persona. El Espíritu Santo llena
nuestras almas en el Bautismo y
después, de manera perfecta, en la
Confirmación.

Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo.
El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.

Desde que éramos niños, en el


catecismo hemos aprendimos que
«el Espíritu Santo es la Tercera
Persona de la Santísima Trinidad».
Es esta la más profunda de las
verdades de fe: habiendo un solo
Dios, existen en Él tres personas
distintas, Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Verdad que Jesús nos ha
revelado en su Evangelio.

Que es la Gracia Santificante es la presencia de Dios en nuestra alma y una ayuda para vivir como hijos
de Dios la recibimos en nuestro bautismo, para poder vivir como hijos de Dios y así llegar al cielo, sus
beneficios son que me santifica y me protege del pecado y me hace miembro de la familia de Dios.
Los siete dones del Espíritu Santo:
Don= dadiva regalo o presente cualidad que
alguien posee

Cuando el Espíritu Santo llega a


nosotros viene con muchos regalos o
dones que realizan algo específico en
nosotros, unos nos iluminan otros nos
fortalecen y otros nos santifican Para
luchar y vencer las tentaciones, el
Espíritu Santo le regala sus siete
dones debemos ponerlos a trabajar
en favor de nosotros y de los demás
para dar frutos
• SABIDURÍA: o ð Sabiduría: nos
comunica el gusto por las cosas de Dios.
Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder juzgarlas
rectamente.
• ENTENDIMIENTO: o ð Entendimiento: nos da un conocimiento más profundo de las
verdades de la fe. Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las
verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a
entender el porqué de las cosas que nos manda Dios.
• CIENCIA: o ð Ciencia: nos enseña a darle a las cosas terrenas su verdadero valor. Hace
capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo con su fin
sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.
• CONSEJO: o ð Consejo: nos ayuda a resolver con criterios cristianos los conflictos de la
vida. Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia
determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino
del bien.
• FORTALEZA: o ð Fortaleza: despierta en nosotros la audacia que nos impulsa al
apostolado y nos ayuda a superar el miedo de defender los derechos de Dios y de los
demás. Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible
confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no
caer en las tentaciones que nos ponga el demonio.
• PIEDAD: o ð Piedad: nos enseña a relacionarnos con Dios como nuestro Padre y con
nuestros hermanos. Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como
Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.
• TEMOR DE DIOS: o ð Temor de Dios: nos impulsa a apartarnos de cualquier cosa que
pueda ofender a Dios. Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a
disgustar a Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como
la persona más importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él.
Los frutos del espíritu santo
1/ AMOR Es el primero de los frutos del Espíritu
Santo, fundamento y raíz de todos los demás.
Siendo, el Amor y caridad Infinito, este
comunica al alma su llama, haciéndonos amar
a Dios con todo el corazón, con todas las
fuerzas y con toda la mente y al prójimo por
amor a Dios.
2/ ALEGRÍA Fruto que emana
espontáneamente de la caridad da al alma
un gozo profundo, producto de la satisfacción
que se tiene de la victoria lograda sobre sí
mismo, y del haber hecho el bien.
3/ P A Z La verdadera alegría lleva en sí la paz
que es su perfección, porque supone y
garantiza el tranquilo goce del objeto amado.
4/ PACIENCIA Siendo la vida una permanente
lucha contra enemigos, visibles e invisibles y
contra las fuerzas del mundo y del infierno, se
necesita mucha paciencia para superar las
turbaciones que estas luchas producen en
nosotros, y para encontrarnos en armonía con
las criaturas con que tratamos, de diferente
carácter, educación, aspiraciones y a
menudo dominadas por ideas fijas de todo
tipo.
5/LONGAMINIDAD Este fruto del Espíritu Santo,
confiere al alma una amplitud de vista y de
generosidad, por las cuales, ésta saber esperar
la hora de la Divina Providencia, cuando ve que se retrasa el cumplimiento de sus designios y sabe tener bondad
y paciencia con el prójimo.
6/ BENIGNIDAD Es disposición constante a la indulgencia y a
la facilidad en el hablar, en el responder y en el actuar.
7/ BONDAD Es el afecto que se tiene en beneficiar al
prójimo. Es como el fruto de la benignidad para quien sufre
y necesita ayuda.
8/ MANSEDUMBRE La mansedumbre se opone a la ira y al
rencor, se opone a la ira que quiere imponerse a los demás;
se opone al rencor que quiere vengarse por las ofensas
recibidas.
9/ FIDELIDAD Mantener la palabra dada, ser puntuales en los
compromisos y horarios, es virtud que glorifica a Dios que es
verdad.

10/MODESTIA La modestia, como lo dice su nombre, pone el


modo, es decir, regula la manera apropiada y conveniente,
en el vestir, en el hablar, en el caminar, en el reír, en el jugar.

11/ CONTINENCIA La continencia mantiene el orden en el


interior del hombre, y como indica su nombre, contiene en
los justos límites la concupiscencia, no sólo en lo que atañe
a los placeres sensuales, sino también en lo que concierne
al comer, al beber, al dormir, al divertirse y en los otros placeres de la vida material.

12/ CASTIDAD La castidad es la victoria conseguida sobre la carne y que hace del cristiano templo vivo del
Espíritu Santo.
Al Espíritu Santo se le representa de diferentes formas:
• El Agua: El simboliza la acción del
Espíritu Santo en el Bautismo, el agua
se convierte en el signo sacramental
del nuevo nacimiento.
• La Unción: Simboliza la fuerza. La
unción con el óleo es sinónima del
Espíritu Santo. En el sacramento de la
Confirmación se unge al confirmado
para prepararlo a ser testigo de
Cristo.
• El Fuego: Simboliza la energía
transformadora de los actos del
Espíritu.
• La Nube y la Luz: Símbolos
inseparables en las manifestaciones
del Espíritu Santo. Así desciende sobre
la Virgen María para «cubrirla con su
sombra». En el Monte Tabor, en la
Transfiguración, el día de la
Ascensión; aparece una sombra y
una nube.

• El Sello: Es un símbolo
cercano al de la unción.
Indica el carácter
indeleble de la unción del
Espíritu en los sacramentos
y hablan de la
consagración del cristiano.
• La Mano: Mediante la
imposición de manos los
Apóstoles y ahora los
Obispos, trasmiten el «don
del Espíritu».
• La Paloma: En el
Bautismo de Jesús, el
Espíritu Santo aparece en
forma de paloma y se posa
sobre él.
Formas de llamar al Espíritu Santo
Nombres del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo ha recibido varios


nombres a lo largo del nuevo
Testamento: el Espíritu de verdad, el
Abogado, el Paráclito, el Consolador, el
Santificador.

«Espíritu Santo» es el nombre propio de


la Tercera Persona de la Santísima
Trinidad, a quien también adoramos y
glorificamos, junto con el Padre y el Hijo.

Pero Jesús lo nombra de diferentes


maneras:
EL PARÁCLITO: Palabra del griego
«parakletos», significa «aquel que es
invocado», es el abogado, el mediador,
el defensor, el consolador. El abogado
defensor es aquel que, poniéndose de
parte de los que son culpables debido a
sus pecados, los defiende del castigo merecido, los salva del peligro de perder la vida y la
salvación eterna.
EL ESPÍRITU DE LA VERDAD: Jesús afirma de sí mismo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida»
(Jn 14,6). Y al prometer al Espíritu Santo en aquel «discurso de despedida» con sus apóstoles
en la Última Cena, dice que será quien después de su partida, mantendrá entre los discípulos
la misma verdad que Él ha anunciado y revelado. El Paráclito, es la verdad, como lo es Cristo.
Señales del Espíritu Santo:
Nos revelan los poderes que el
Espíritu Santo nos da: El viento, el
fuego, la paloma.
El viento es una fuerza invisible pero real. Así
es el Espíritu Santo.
El fuego es un elemento que limpia. Por
ejemplo, se prende fuego al terreno para
quitarle las malas hierbas y poder sembrar
buenas semillas. En los laboratorios
médicos para purificar a los instrumentos se
les prende fuego.
El Espíritu Santo es una fuerza invisible y
poderosa que habita en nosotros y nos
purifica de nuestro egoísmo para dejar
paso al amor.
Pentecostés
Palabra griega que significa el
quincuagésimo día es decir 50 días
después de la pascua marca el Inicio de
la Iglesia Católica, fiesta que se
celebra 50 días después de la
resurrección de Jesús es decir la
Pascua,

Origen de la fiesta
Al principio los cristianos no celebraban
esta fiesta se festejaba el último día de
la cincuentena pascual; los judíos
celebraban la fiesta de las siete semanas
para dar gracias por las cosechas (Ex
34,22), esta fiesta en un principio fue
agrícola.

Pero se convirtió después, en una


celebración para dar gracias a Dios en
recuerdo de la Alianza en el antiguo
testamento del día que Moisés
subió al Monte Sinaí y recibió
las tablas de la ley y le enseñó
al pueblo de Israel lo que Dios
quería de.
.En el marco de esta fiesta judía
es donde surge nuestra fiesta
cristiana de Pentecostés.
La Promesa del Espíritu Santo
Durante la Última Cena,
Jesús les promete a sus
apóstoles: “Mi Padre os
dará otro Abogado, que
estará con vosotros para
siempre: el espíritu de
Verdad” (San Juan 14,
16-17).

Más adelante les dice:


“Les he dicho estas
cosas mientras estoy
con ustedes; pero el
Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará
todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).

Al terminar la cena, les


vuelve a hacer la misma
promesa: “Les conviene
que yo me vaya, pues al
irme vendrá el
Abogado,... muchas cosas
tengo todavía que
decirles, pero no se las
diré ahora. Cuando venga
Aquél, el Espíritu de
Verdad, os guiará hasta
la verdad completa,... y
os comunicará las cosas
que están por venir” (San
Juan 16, 7-14).

En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de la
Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.
Explicación de la fiesta:
Con el tiempo se le dio mayor
importancia a este día, teniendo
presente el acontecimiento histórico
de la venida del Espíritu Santo sobre
María y los Apóstoles (Cf. Hch 2).
Gradualmente. Se utiliza el color rojo para
el altar y las vestiduras del sacerdote;
simboliza el fuego del Espíritu Santo.

Pentecostés es fiesta pascual y fiesta


del Espíritu Santo.
La Iglesia sabe que nace en
la Resurrección de Cristo, pero se confirma con la venida del
Espíritu Santo o pentecostés.

Es hasta entonces, que los


Apóstoles acaban de
comprender para qué fueron
convocados por Jesús; para qué
fueron preparados durante esos
tres años de convivencia íntima
con Él.
La Fiesta de Pentecostés
es como el «aniversario»
de la Iglesia.

Como Jesús lo había prometido (Jn


14.15); para disponerlos a ser sus
testigos; para ir, bautizar y enseñar a todas las naciones.

Es el mismo Espíritu Santo que, desde hace 2000 años hasta ahora, sigue
descendiendo sobre quienes creemos que Cristo vino, murió y resucitó por nosotros;
sobre quienes sabemos que somos responsables de seguir extendiendo su Reino de
Amor, Justicia, Verdad y Paz entre los hombres.
Después de la Ascensión de Jesús;
fíjense no más lo que sucedió…
Jesús estando a punto de
partir al padre recomendó a
sus apóstoles “no se alejen de
Jerusalén; aguarden a que se
cumpla la promesa de mi Padre,
de la que yo les he hablado.
Juan bautizo con agua, dentro
de pocos días ustedes serán
bautizados con el Espíritu Santo”(Hech. 1.4-5)
Se encontraban reunidos los
apóstoles con la Madre de Jesús.
Era el día de la fiesta de
Pentecostés. Tenían miedo de salir a
predicar. Repentinamente, se
escuchó un ruido tan fuerte del
viento que lleno toda la casa en la que
se encontraban y grandes lenguas de
fuego se posaron sobre la cabeza de
cada uno de ellos.
Quedaron llenos del Espíritu Santo
y empezaron a hablar en lenguas e idiomas desconocidas. ¡Qué había pasado?Se
cumplía la promesa de Jesús el Espíritu Santo estaba presente
En esos días, había muchos
extranjeros y visitantes en
Jerusalén, que venían de todas
partes del mundo a celebrar la
fiesta de Pentecostés judía. Cada
uno oía hablar a los apóstoles en
su propio idioma y entendían a la
perfección lo que ellos hablaban.
Todos ellos, desde ese día, ya no
tuvieron miedo y salieron a
predicar a todo el mundo las
enseñanzas de Jesús. De hecho San Pedro hablo a multitud y con la predicación se
convirtieron y bautizaron como 3000 personas ese día!
El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar
la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es este día cuando comenzó a existir la
Iglesia como tal.

Misión del Espíritu Santo:


• El Espíritu Santo es santificador: Para
que el Espíritu Santo logre cumplir con
su función, necesitamos entregarnos
totalmente a Él y dejarnos conducir
dócilmente por sus inspiraciones para
que pueda perfeccionarnos y crecer
todos los días en la santidad.

• El Espíritu Santo mora en nosotros:


También, en I Corintios 3. 16 dice: “¿No
saben que son templo de Dios y que el
Espíritu Santo habita en ustedes?”. Es
por esta razón que debemos respetar
nuestro cuerpo y nuestra alma. Está
en nosotros para obrar porque es “dador de vida” y es el amor.
Si nos entregamos a su acción amorosa y santificadora, hará maravillas en nosotros.

• El Espíritu Santo ora en nosotros:


Necesitamos de un gran silencio interior
y de una profunda pobreza espiritual para
pedir que ore en nosotros el Espíritu
Santo. Dejar que Dios ore en nosotros
siendo dóciles al Espíritu. Dios interviene
para bien de los que le aman.

• El Espíritu Santo nos lleva a la verdad


plena, nos fortalece para que podamos ser
testigos del Señor, nos muestra la
maravillosa riqueza del mensaje cristiano,
nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe
y de creciente esperanza.
El Espíritu Santo y la vida cristiana
Fíjense como A partir del sacramento del
Bautismo, el Espíritu divino habita en el cristiano
como en su templo (Cf. Rom 8,9.11; 1Cor 3,16;
Rom 8,9). Gracias a la fuerza del Espíritu que
habita en nosotros, el Padre y el Hijo vienen
también a habitar en cada uno de nosotros.
El don del Espíritu Santo es el que:
• Nos eleva y asimila a Dios en nuestro ser y en
nuestro obrar;
• Nos permite conocerlo y amarlo;
• hace que nos abramos a las divinas personas
y que se queden en nosotros.
(Cf. Gal 5,13-18; Rom 8,5-17).

El Espíritu Santo y la Iglesia:


Desde la fundación de la Iglesia el día de
Pentecostés, el Espíritu Santo es quien la construye, anima y santifica, le da vida y
unidad y la enriquece con sus dones.

• El Espíritu Santo sigue trabajando


en la Iglesia de muchas maneras
distintas, inspirando, motivando e
impulsando a los cristianos, en
forma individual o como Iglesia
entera, al proclamar la Buena
Nueva de Jesús.
• El Espíritu Santo asiste
especialmente al representante de
Cristo en la Tierra, el Papa • El
Espíritu Santo construye, santifica y da
vida y unidad a la Iglesia.
• El Espíritu Santo tiene el poder de
animarnos y santificarnos y lograr en
nosotros actos que, por nosotros, no
realizaríamos.
La misión del espíritu santo en la iglesia
Es construirla, santificarla y conducirla
a la unión definitiva con cristo
Adivina adivinador… es paloma
viento y fuego, su aliento nos hace vivir, transmite
al cristiano sus dones para a la santa iglesia unir
R= _________________________

Resuelve el mensaje:

Con la ayuda del evangelio de tu biblia de San Juan 20.19-23 marca


en un círculo (V) verdadero o (F)falso según convenga
"19.Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde,
con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y
les dijo: «¡La paz esté con ustedes!» 20. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los
discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. 21. Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con
ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» 22. Dicho esto, sopló sobre ellos
y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: 23.a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados,
y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»"

Era el último día de la semana V F


Jesús les dio el poder para perdonar los pecados V F
Jesús les mostro su sagrado corazón V F
Los discípulos tenían miedo pero estaban con las puertas abiertas V F
Jesús los envía como el padre lo envió a el V F
Jesús les dijo he deseado mucho celebrar esta cena con ustedes V F
Jesús se apareció y les dijo “la paz este con ustedes” V F
Los discípulos a la ver a Jesús se llenaron de miedo V F
Jesús soplo, sobre ellos y les dijo reciban el espíritu santo V F
Escribe dentro de la flecha de cada lengua de fuego el nombre de los 7 dones
del Espíritu Santo

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