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¿Qué es un documental?

Un documental es una obra audiovisual (corto o largometraje, unitario o serie, cine o televisión) que


representa un aspecto de la realidad mediante hechos, situaciones y personajes reales y cuya finalidad
es informativa, pedagógica o de entretenimiento.
Existen diferentes tipos de formatos documentales si analizamos la naturaleza de los materiales que
utilizan, es decir si son completamente reales, si hay recreaciones o imágenes infográficas, desde los
documentales puros hasta los de creación, pasando por los programas televisivos de reportajes y los
docudramas, donde los personajes se interpretan a sí mismos, y llegando hasta los falsos documentales
omockumentary, que tienen la forma de un documental aunque el contenido sea falso. Con frecuencia,
los programas de ficción adoptan una estructura y modo de narración muy cercanas al documental, y a
su vez, algunos documentales reproducen recursos propios de la creación de obras de ficción.
¿Cuál es la esencial del medio?
Un documental se caracteriza en oposición a la ficción, de hecho cada vez se les denomina más obras
de no-ficción. Y la ficción son las obras que asumimos como irreales, en el sentido que sabemos con
antelación que los sucesos que vemos en la pantalla aunque parezcan de verdad, han sido escritos,
preparados, montados y representados por actores.
Cuando nos situamos frente al documental asumimos como verdad todo aquello que nos resulta real en
los sucesos que nos narran. Como el documental utiliza situaciones tomadas de la vida real, personas
que no son actores y un sistema de grabación que se supone no interviene en los hechos, nos olvidamos
de que para narrar esos hechos ha sido necesario ficcionarlos. Pero las obras televisivas y
cinematográficas están obligadas a la recreación. Todo suceso, provenga del mundo real o de la
imaginación, tiene que ser analizado, meditado, planificado, registrado y editado para que constituya un
acto de creación. Todo acto creativo, y el documental lo es, requiere que se reprocese el hecho real, y
esto implica ficcionarlo.
Esto es algo de lo que se dio cuenta ya el propio Robert Flaherty a los inicios del cine. Para los que nos
hayáis oído hablar de él es uno de los padres del cine documental gracias a su película Nanuk el
esquimal(1921). Flaherty estuvo varios meses viviendo entre esquimales filmándoles en su día a día y
cuando estaba en el laboratorio revelando la película, un descuido con un cigarro hizo que se quemase
entera. Este accidente le abrió los ojos, y decidió no limitarse a registrar la realidad, para pasar a
intervenir en ella más activamente, creando, a partir de materiales reales, una narración más compleja.
Por ejemplo, en el final el protagonista y su familia están, supuestamente, en riesgo de muerte si no
encuentran o construyen un refugio lo antes posible. Pero el iglú que aparece en las imágenes ya había
sido construido, aunque solo por la mitad, para que Flaherty pudiera introducir la cámara en él y captar
una buena imagen sobre cómo es el interior de un iglú.
Flaherty sentaba así las bases del cine documental y sus posteriores películas ahondaron en esa forma
de trabajar y de concebir el cine documental, más como una visión personal del autor que como un
retrato objetivo de la realidad. De ahí la importancia del guion en el documental, donde el autor antes de
la grabación debe reflexionar sobre qué quiere filmar, qué estructura tiene su historia y cuál es su punto
de vista.
Etapas para la creación del guion en un documental
1. La idea.
Lo primero, como en todo, es la idea. Encontrar una idea para grabar un documental nos puede llevar un
minuto o varios años, pero tenemos que estar convencidos porque si nos embarcamos en un proyecto
nos va a llevar mucho tiempo terminarlo, por lo que esa idea tiene que motivarnos. También debemos
hallar en esa idea el potencial para poder contar después una historia. Esa idea debe ser una semilla
que germinará con el trabajo posterior.
Hay muchos tipos de ideas con las que filmar un documental. La idea puede ser elegir a un
personaje como en Searching for Sugar Man, la historia de los dos fans sudafricanos que buscan a un
misterioso cantante llamado Sixto Rodríguez; o elegir a un grupo de personas, familiares o que trabajen
juntos, ya sea para contar algo de su biografía o de su presente, como por ejemplo Capturing the
Friedmans, el documental que se centra en la investigación de Arnold y Jesse Friedman, acusados de
abuso de menores en los años 80, y que muestra la desestructuración de la familia Friedman.
También una idea puede centrarse en narrar un acontecimiento, pasado o presente, como
en Woodstock, el documental que trata del famoso festival de música. O la idea puede ser  narrar una
situación concreta que, aunque no parezca relevante históricamente, tenga algún tipo de interés humano
o social, como en Man on Wire, el documental sobre el paseo que Philippe Petit realizó en 1974 entre la
Torres gemelas de Nueva York caminando tan solo sobre un cable. Otra opción es narrar un viaje a lo
largo del documental, contando lo que se va viviendo en el trayecto, como la aventura que se narra
en 180° South, la historia de un californiano nómada que siguió los pasos del peligroso y legendario viaje
que dos intrépidos héroes hicieron a la Patagonia. Estos dos aventureros son Doug Tompkins e Yvon
Chouinard, los creadores de las marcas de ropa deportiva North Face y Patagonia respectivamente.
También se puede realizar con la película un hecho artístico, poético o una performance, como los que
realizan las vanguardias artísticas. Y por último, un director puede volver a alguno de los trabajos
anteriores y contar cómo evolucionaron sus protagonistas en este tiempo, comoVeinte años, la película
de la cineasta brasileña Alice de Andrade. Alice vuelve a Cuba donde veinte años antes había rodado un
documental sobre parejas que se casaban, Luna de Miel.  En la nueva historia relata cómo cambiaron las
vidas de tres de las parejas que se casaron entonces y cómo cambió Cuba en este tiempo. La idea sobre
qué hacer un documental de autor es algo muy personal, que tiene que ver mucho con el interés del
cineasta concreto. Pero también se pueden buscar temas de interés general o histórico que tengan ya un
público interesado en ellos.
2. La investigación.
La investigación sobre la idea es lo que va a darnos su verdadera dimensión. El guionista, que la
mayoría de las veces suele ser el propio director, debe llegar a convertirse en un verdadero especialista
amateur del tema que ha elegido. Tiene que bucear en internet, visitar bibliotecas, archivos y museos. Su
objetivo, leer todos los libros y artículos sobre el tema, visionar las imágenes de archivo, series o
películas relacionadas y, si puede, trasladarse a las localizaciones donde se desarrolla su historia y
hablar con los protagonistas.
Cuanto más profunda sea la investigación, mayores posibilidades tendrá para improvisar durante el
rodaje y por lo tanto disfrutará de una mayor libertad creativa cuando llegue el momento. Este proceso
puede durar meses o incluso años. Y todo el material de archivo encontrado es susceptible de usado
más adelante en la película.
3. Decidir qué queremos contar: tema, objetivo, premisa, punto de vista.
Después de la investigación es el momento de decidir si merece la pena continuar con esa idea y grabar
el documental, o desecharla, o incluso si merecería mejor la pena rodar con esa idea una película de
ficción. También hay que pensar qué es lo queremos contar, cuál es el objetivo y el tema de nuestro
documental, y cómo vamos a contarlo. Es muy útil que sepamos ya la premisa y el punto de vista que
vamos a tener como creadores ante la obra. Para tomar esa decisión hay que entender muy bien la
historia y ver de qué modo es el más adecuado para contarlo. Además de otras decisiones estilísticas
como por ejemplo el estilo que tiene un autor, que suele permanecer en todas sus obras.
Por ejemplo, los documentales de modo participativo donde el realizador es el protagonista, como en las
películas de Michael Moore. En este tipo de documentales el autor interacciona con los sujetos grabados
y vive con ellos el proceso de grabación de la película. Esa es su forma de abordar la historia.
4. Sinopsis y estructura narrativa.
El siguiente paso es decidir cuáles van a ser tus personajes protagonistas y qué estructura va a tener.  La
forma de estructurar una historia documental es muy parecida a la ficción. Hay que pensar en los actos
que va a tener, los puntos de giro, y sobre todo cuál es el principio y cómo va a terminar. En la etapa
anterior decidiste cuál es el objetivo o pregunta que te iba a guiar durante la historia, por lo que es
fundamental que sepas cómo vas a comenzar tu historia y cómo finalizará.
También debes realizar una escaleta en la que tengas claro cuáles son las diferentes secuencias que
quieres grabar para contar tu historia. Probablemente no sabrás muchas de las cosas que pasarán
cuando salgas a grabar, pero sí debes tener un orden de secuencias de lo que necesitas para contar tu
historia. Y realizar una sinopsis para que el productor pueda comenzar a buscar la financiación necesaria
para el proyecto.
5. Guion de intenciones.
Después debes desarrollar tu escaleta en un guion de intenciones. Este guion no tiene que ser muy
cerrado, porque anularía el factor sorpresa y los hallazgos espontáneos del rodaje, ni tampoco muy
abierto, porque se podría dispersar en la grabación. Debes pensar en las situaciones que vas a grabar y
qué puedes obtener en cada una de ellas. Todas las escenas tienen que ayudarte a contar tu historia de
la forma en la que lo piensas. Después la realidad seguro que te llevará por otro lado pero el guion está
para que sepas hacia dónde quieres que vaya tu historia. Con este guion de intención es con lo que el
productor realizará el presupuesto y organizará las grabaciones.
Obviamente, en ese guion no se escriben los diálogos como en ficción, pero sí la preguntas de las
entrevistas. Tienes que saber qué quieres que te cuente cada personaje al que entrevistes y estar
abierto a las sorpresas que pueda depararte. Es fundamental que hagas un buen casting antes la
grabación. Tus personajes son como los personajes de una obra de ficción solo que no van a decir lo
que tú escribas, sino lo que ellos quieran. Por lo que debes seleccionar bien a los que tengan algo que
decir y sepan decirlo bien. También deberás pensar en protagonistas y antagonistas para generar
conflicto y que la narración sea más rica e interesante.
6. Grabación.
Y llegado el momento de la producción es cuando muchos directores de documental se olvidan del guion
y se dejan llevar por lo que sucede en la grabación. Claro, esto lo hacen porque tienen muy claro qué
quieren obtener en cada escena o en cada entrevista gracias a que hicieron el guion. Además, l a esencia
de la creación documental te lleva a entender que los imprevistos son tan importantes como las ideas
preconcebidas.
Un director tiene que mantener el equilibrio entre lo nuevo y lo ya previsto. Y al ir adaptándose a las
necesidades va construyendo un nuevo guion. Las intenciones de la versión anterior van tomando forma
y se convierten en realidades. Algunas de las situaciones previstas no se podrán grabar o no darán
mucho juego, pero al tener un guion previo se podrán sustituir por otras similares que nos ayuden a
contar la historia. Por eso es tan importante el guion en el documental aunque luego no se le sea fiel.
Eso sí, hay que respetar el presupuesto que se hizo anteriormente, los cambios en las grabaciones no
pueden suponer una variación importante en el presupuesto a menos que así lo acepte el productor.
7. Paper edit o guion de edición.
Una vez terminada la grabación es el momento de visionar todo lo registrado y ordenarlo. Pueden ser
muchas horas de grabación, por lo que hay que ser muy cuidadoso con la etiquetación de los archivos y
apuntar bien los códigos de dónde se encuentra cada imagen o testimonio. Es el momento de adaptar el
guion de intención con lo que realmente se grabó y escribir un guion nuevo.  Este guion será una fusión
entre lo previsto antes de la grabación y lo improvisado que se integró a la historia durante el rodaje. El
guion de edición o paper editincluye los códigos de cada imagen para facilitar el proceso de montaje.
Este guion de edición tiene que ser analizado para ver si hacen falta nuevas grabaciones. Lo normal es
que algunos testimonios necesiten un apoyo visual de imágenes complementarias: fotos, dibujos,
ilustraciones e imágenes de archivo. Pero otros testimonios serán más eficientes si se recrean los
hechos narrados con grabaciones con dobles. El sentido de estas imágenes no es engañar al espectador
sino meramente estético y para provocar más emoción. Normalmente las imágenes recreadas están
tratadas con algún filtro que cambia el color y los personajes suelen estar de espaldas o en planos
generales en los que no se les puede reconocer.
8. Edición.
El guion de edición es la base del montaje de la película, pero no es el definitivo . Una vez que unimos
unas imágenes con otras vemos que hay testimonios que es mejor cambiar de sitio, que hay silencios
que dicen más que muchas palabras, que algunas imágenes no necesitan más explicación… o sí, y toca
pensar en escribir alguna voz en off. Por lo que hay que llegar con la mente abierta y aceptar que es
posible que toque reescribirlo de nuevo.
9. Guion de postproducción.
Como veíamos antes, una vez editado el material que hemos grabado, es posible que haya que escribir
una voz en off que sirva como narrador. ¿Pero de quién es esa voz? Lo más normal es que a estas
alturas de la producción ya tengamos clara la respuesta a esa pregunta y sepamos si será la voz del
autor, que está presente en el relato contándonos su experiencia y valoraciones, o la voz de uno de los
protagonistas que nos comparte sus vivencias en primera persona, o si necesitamos a un narrador
extradiegético que nos relata de forma más aséptica la historia. En el caso de que necesitemos la voz de
un narrador extradiegético y no la tengamos prevista deberemos reflexionar sobre nuestra historia e
incluso cambiar el punto de vista en beneficio de una mejor narración.
10. Grabar con solo la idea.
Es posible que alguien me diga, tengo una idea y quiero salir a grabar ya mismo. ¿Puedo? Sí, se puede
empezar a grabar después de tener la idea, pero entonces los pasos anteriores cambian de orden.
Mientras vas grabando la idea que has tenido, deberás investigar para ver cuáles son las posibilidades
que te ofrece, qué personajes son los que hay que filmar y, lo que es más importante, cuál es tu premisa
y objetivo con el documental. Es posible que no lo tengas claro y acabes con cientos de horas grabadas
que tengas que dar forma en la sala de montaje. Pensar la estructura y el guion de tu historia con todo ya
grabado es muy peligroso porque te pueden faltar cosas.
Además vas a tener que trabajar mucho más, puesto que al no saber bien hacia dónde vas, grabarás
muchas imágenes que después no te servirán de nada. Como proceso creativo disfrutarás de la libertad
de dejarte llevar día a día por lo que vas encontrando, pero definitivamente no es un proceso muy
productivo. Este sistema es el más utilizado en los documentales de modo observacional, donde los
autores buscan observar espontánea y directamente la realidad, o en los documentales poéticos y
artísticos, donde los autores quieren crear estados de ánimo y evocar con sus imágenes alejándose de
lo que sería una representación realista.

FUENTE: http://www.davidestebancubero.com/23-como-escribir-el-guion-de-un-documental/

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