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JUNIO 2021

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NID RA
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EN

Interconexión de territorios
en resistencia N°1
San Fernando 2021
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NIDOS
EN
GUERRA
Interconexión de territorios en resistencia
ÍNDICE
Presentación de Nidos en Guerra 6

Coordinadora defensa del agua Akunkawa 10

Poema de Gabriela Mistral 15

Fundación Tunquén Sustentable 16

Poema de Nicanor Parra 19

Organización Cauces de Lebu 20

Poemas de Elicura Chihuailaf 26

Movimiento autoconvocado de Santa Bárbara 28

Poemas de María Isabel Lara Mallipán 34


Presentación de Nidos en Guerra

Estamos muy felices de presentarles el primer número de


Nidos en Guerra, revista que busca habilitar un espacio
comunicacional para organizaciones que resisten territo-
rialmente al ecocidio capitalista. Desde la editorial, con-
sideramos el ecocidio como producto de la lógica instru-
mental del sistema político-económico imperante, donde
seres humanos, seres no-humanos, tierra agua, etc, son
herramientas para generar dinero. ¿Por qué mencionamos
esto? Porque defender la esfera de la vida implicaría tanto
la lucha contra la explotación laboral, por la recuperación
del agua, como la defensa de un humedal. Sin embargo,
6 por esta vez hemos decidido centrarnos en resistencias
“ecológicas” en su sentido tradicional.

Esta decisión proviene de la necesidad de elaborar un ma-


peo de las problemáticas ambientales que tienen lugar en
el territorio dominado por el Estado chileno. Por lo que el
objetivo es el conocimiento de los problemas ecológicos
que afectan a cada territorio; las empresas y e individuos
culpables; los mecanismos legales y estatales que los po-
sibilitan y las estrategias que utilizan las organizaciones
para enfrentarlos. Entrecruzar estos factores en formato
de mapa, podrá ayudar a tomar distancia del problema,
unir generalidades y valorar especificidades, con el fin de
sofisticar las reflexiones teórico/prácticas de la acción te-
rritorial.

En ese sentido, lo que nos gustaría lograr construir es un


espacio que funcione en muchos niveles. Primero como
mapeo global de las zonas de sacrificio y territorios daña-
dos por el extractivismo y contaminación, queremos co-
nocer el alcance del desastre que está quedando bajo el
gobierno del Estado y mercado.

El segundo tiene que ver con las prácticas de las organi-


zaciones, de saber los aprendizajes que han tenido que les
puedan servir a otros territorios, o aciertos y desaciertos
en la toma de decisiones. Esto tanto a niveles de cómo li-
diar con la burocracia del sistema judicial, con los límites
de la legalidad, con la defensa de la tierra o incluso con los
problemas propios de organizarse entre diferentes indivi-
dualidades.

El tercer objetivo tiene que ver con la importancia de que


quede todo escrito, de dejar archivado todos los nombres
de las empresas, empresarixs, políticxs y ciudadanxs, cu-
yas decisiones amenazan directamente la esfera de la vida.
Ninguna agresión olvidada ni sin respuesta. Además esta
memoria ayudará a la edificación de un continuum de la 7
lucha anti-capitalista y ecologista, dejando hechos, senti-
res y saberes a disposición del futuro. Es importante tener
en cuenta que el tejido social ha sido mutilado tanto por la
dictadura como por la atomización propia del neoliberalis-
mo: ir construyendo la historia e ir contándola a nosotrxs
mismos es parte de entregar cuerpo al nuevo tejido social
(1).

En este sentido, situamos a las organizaciones como prin-


cipales protagonistas de esta revista, porque creemos que
son el motor principal para construir soberanía mediante
la acción colectiva. Esto no quiere decir que veamos la co-
munidad solo como una herramienta para lograr objetivos
(que en este caso es la resistencia a la crisis ecológica),
creemos que hacer comunidad ya es un fin en sí mismo,
porque somos seres sociales. Consideramos que mirarnos
las caras, discutir y trabajar en conjunto para defendernos,
ya tiene un valor en sí mismo importantísimo. Podríamos
pensar que la libertad es, en parte, responsabilizarnos de
(1) No sabemos si lo lograremos en este proyecto, pero mencionamos esto para instar a
todas las personas que nos leen a considerar la importancia de la palabra escrita y de la
comunicación entre experiencias.
nuestros problemas organizándonos.

Es por esto que valoramos enormemente los testimonios de


la Coordinadora por la defensa del agua Valle Akonkawa,
Cauces (Lebu), Fundación Tunquén Sustentable y Movi-
miento Autoconvocado Santa Bárbara. En las siguientes
páginas serán partícipe del enorme trabajo que han hecho
estas organizaciones para luchar contra la destrucción de
la esfera de la vida. Agradecemos que nos hayan abierto
las puertas de su proceso y que se hayan dado el tiempo de
escribir y mostrarnos sus vivencias.

Finalmente, dejamos la invitación abierta a todas las or-


ganizaciones que estén activas, para que se contacten con
nosotros y nos envíen sus testimonios para el siguiente
número de la revista. La idea es que se vayan sumando
8 para presentar sus problemas y que en los siguientes nú-
meros vayan actualizando su situación, subiendo comu-
nicados, haciendo denuncias, etc. Nuestro espacio está a
libre disposición para las necesidades comunicacionales
de las organizaciones, les estamos esperando.

Nidos en Guerra
TESTIMONIOS

9
En la defensa del Akunkawa

El problema de la escasez de agua lleva ya varias décadas


y ha llegado para quedarse mientras se siga depredando
nuestro medio ambiente.

El río Aconcagua nace en la cordillera de los Andes y atra-


viesa serpenteando por varios territorios hasta desembo-
car en Concón. Ya no es lo que fue antaño, ahora es la
sombra de un río que va completamente seco por la sobre-
explotación, cuyos efectos no solo sufren sus habitantes,
sino que también la flora y fauna que existía en el lugar.
10

A unos cuantos kilómetros de su nacimiento, el Aconcagua


se transforma en el testimonio de un pasado mejor y de un
presente incierto; a lo lejos quedan los recuerdos de dece-
nas de niños bañándose en sus riberas. En la actualidad,
esa escena parece un imposible: polvo, basura, camiones
extrayendo material y tubos de los dueños de monoculti-
vos y de Esval -la empresa sanitaria- sacando el agua de
este. Esto es lo único que se puede encontrar.
Y a unos pocos metros, el río no
parece río, es una sombra de él.

Es apenas un hilo de agua de color


café que se puede cruzar de un sal-
to y que se abre paso a duras penas
entre las piedras y el musgo.

El río Aconcagua se divide en cua-


tro secciones, las cuales fueron
diseñadas para medir su caudal y
el riego: la primera, desde el naci-
miento del río hasta el puente ca-
minero de San Felipe; la segunda,
desde el puente de San Felipe has-
ta la puntilla de Romeral; la terce-
ra, de la puntilla del Romeral hasta 11
la bocatoma del canal Molino; y la
cuarta, desde la bocatoma del ca-
nal Molino hasta la desembocadu-
ra al mar, incluyendo la cuenca del
estero Limache.

En la primera sección de nuestro


antes majestuoso río, las mineras
y termoeléctricas Codelco y Col-
bún -entre otras- sacan y acaparan
su agua. Desde la cordillera el río
que alimentaba el caudal del Acon-
cagua se secó, muchos de los ani-
males de los crianceros murieron;
donde antes había agua, ahora solo
quedan piedras y flores.

En la segunda sección la caja del


río Aconcagua es intervenida; su
cauce ya no es el natural ya que los dueños de los mono-
cultivos, han hecho uso de sus derechos de agua “regala-
dos” para hacer pozos. Los cerros se han llenado de paltos,
“El oro verde”: donde antes había árboles nativos, aho-
ra vemos verdear un fruto tropical que consume enormes
cantidades de agua y que nuestras comunidades ni siquie-
ra pueden consumir, ya que se destina a la exportación,
alcanzando precios prohibitivos en los mercados locales.

También en la misma sección, en la comuna de Llay Llay,


los pozos de la DOH a la orilla del río florecen para entre-
gar agua a la sanitaria Esval, quien tiene previsto imple-
mentar más de estas instalaciones (11 en total) para ex-
traerla y así recargar el Embalse los Aromos por medio de
una tubería que pasaría por varias comunas de la región.

En la tercera sección las tuberías son las que reemplaza-


12 ron el río, ya que queda poco del caudal ecológico en Hi-
juelas, Romeral y otras localidades, al igual que en Llay
Llay. El pequeño agricultor es el que más sufre por la falta
de agua, al estar alejados de la cordillera reciben lo que va
dejando el resto, son ellos los más vulnerables y empobre-
cidos. En La Calera es común ver camiones extrayendo ári-
dos. En Quillota ya casi no corre agua y peligran humeda-
les y comunidades ribereñas a lo largo de todo su trayecto.

La cuarta sección ya no tiene agua…

Nuestra lucha como coordinadora es y será de largo alien-


to, ya que sabemos que nuestra región presenta la mayor
cantidad de acuíferos
sobre-otorgados en el
país, lo que nos lleva
inevitablemente a un
desequilibrio entre el
suministro y la deman-
da de agua. Esto signi-
fica que más temprano
que tarde, la cuenca del
río Aconcagua, que ac-
tualmente fue declara-
da en restricción y en
escasez hídrica, puede
agotarse irreversiblemente.

Un ejemplo claro de este desequilibrio es el proyecto de


Esval (Conducción Los Aromos – Concón), que realmente
no nace en Los Aromos, sino que en Llay Llay, intervinien- 13
do el río, las comunidades y el ecosistema. El proyecto fue
dividido intencionalmente en dos para que no fuese so-
metido a impacto ambiental, ofreciendo solo “medidas de
mitigación” como reforestar lo quemado, o conectar a las
APR (agua potable rural) a sus tuberías. Los APR han sido
por décadas un memorial de coexistencia con el medio
ambiente, respetando los afluentes naturales y tomando
lo estrictamente necesario de las napas para el consumo,
cumpliendo fielmente su objetivo, sin lucrar y sin perjudi-
car a las comunidades rurales. Por el contrario, Esval de-
preda, usurpa, arrasa y quiere eliminar estas, obteniendo
de paso el monopolio en el abastecimiento de agua en la
región.

La explotación de las grandes empresas, la sobreasigna-


ción de derechos de agua, la intervención de la caja de los
ríos y la poca o casi nula fiscalización, nos llevan a tomar
acciones en todo el territorio que busquen conservar y
proteger nuestro río: movilizaciones, marchas, interven-
ciones, recopilación de información, denuncias y otras han
sido parte de nuestra orgánica.

Nuestro río Akunkawa es un sistema continuo desde los


glaciares al gran humedal de Concón. En su recorrido lleva
la vida misma: los beneficios que produce al medio am-
biente, al ecosistema y a las comunidades son inconmen-
surables, aun estando maltrecho sigue clamando vivir, vi-
vir íntegramente…revivir

Después de atravesar 166 kilómetros el Aconcagua debe


seguir siendo lo que fue, un río lleno de vida antes de lle-
gar a su desembocadura en Concón. Las y los habitantes
del Valle no bajaremos los brazos. Invitamos a la pobla-
ción a informarse y ser parte en la defensa del territorio
y de esta Naturaleza que no nos pertenece, sino que nos
cobija y alimenta.
14
Raíces

Gabriela Mistral
Estoy metida en la noche
de estas raíces amargas,
ciegas, iguales y en pie
que como ciegas, son hermanas.

Sueñan, sueñan, hacen el sueño


y a la copa mandan la fábula.
Oyen los vientos, oyen los pinos
y no suben a saber nada.

Los pinos tienen su nombre


y sus siervas no descansan,
y por eso pasa mi mano
con piedad por sus espaldas. 15

Apretadas y revueltas,
las raíces alimañas
me miran con unos ojos
de peces que no se cansan;
preocupada estoy con ellas
que, silenciosas, me abrazan.

Abajo son los silencios.


En las copas son las fábulas.
Del sol fueron heridas
y bajaron a esta patria.
No sé quien las haya herido
que al rozarlas doy con llagas.

Quiero aprender lo que oyen


para estar tan arrobadas.
Paso entre ellas y mis mejillas
se manchan de tierra mojada.
Fundación Tunquén Sustentable

En el año 2000, un grupo de vecinos realizamos las prime-


ras reuniones para investigar y discutir sobre las figuras
de protección ambiental vigentes en la legislación chile-
na. Esto con el objetivo de saber cual nos serviría para
proteger desde el punto de vista ecológico el Humedal de
Tunquén, (que en ese tiempo era conocido como Laguna),
llegando a la conclusión de que intentaríamos llevarlo a la
categoría de Santuario de la Naturaleza. Las principales
razones fueron preservar la biodiversidad, proteger un lu-
gar único en la Región de Valparaíso por su baja interven-
16 ción antrópica y evitar posibles destrucciones por parte de
proyectos inmobiliarios u otros.

En el año 2002 comenzamos las actividades encamina-


das a juntar fondos para los primeros estudios de flora y
fauna, belleza escénica y los aspectos legales, además de
sostener las primeras reuniones con CONAMA (posterior
Ministerio de Medio Ambiente).

Fotografía por Dafi Kojchen (@dafikojchen)


Fotografía por Jose Sauvalle (@jose.sauvalle)
Durante el año 2004 presenta-
mos a tramitación el Estudio
de Línea Base del Humedal de
Tunquén estudio contratado
al equipo de Liliana Iturriaga
y Sebastián Teiller. Nuestra
presentación siguió el conduc-
to regular y fue rechazada por
el Consejo de Ministros de la
Sustentabilidad de la época.

Luego en el año 2005 logramos que la medida fuese recon-


siderada y nuevamente nuestra solicitud fue rechazada
por no contar con el respaldo unánime de los asistentes al
Consejo, requisito necesario para decretar un Santuario
de la Naturaleza.
17
Pese a los rechazos continuamos trabajando, desarrollan-
do nuevos estudios, conversando con las autoridades y con
la familia Romo propietaria del área donde se emplaza el
Humedal. Con el valioso apoyo de la familia, la presenta-
ción de nuevos antecedentes y un nuevo Estudio de Línea
Base, en Septiembre del año 2014 el Humedal de Tunquén
fue designado Santuario de la Naturaleza, siendo Ministro
de Medio Ambiente el Sr. Pablo Badenier y Presidenta de la
República la Sra. Michelle Bachelet.

Una vez logrado el objetivo de la declaratoria para 97 hec-


táreas, comenzaron las amenazas de las inmobiliarias que
querían construir. Han transcurrido 5 años, aún no hay
desarrollos inmobiliarios en la playa y hemos logrado sus-
pender la extracción de áridos, en una eterna disputa legal
y también contra la Municipalidad de Algarrobo.

En 2017 nuestra organización se transformó en Fundación


Tunquén Sustentable y estamos concentrados en lograr
Fotografía por Julián Muggli (@muggli_elton)

que se cumpla la voluntad política y social sobre los inte-


18
reses de los propietarios que tiene relación con la amplia-
ción de los actuales límites del Santuario a 323 hectáreas
abarcando la totalidad de la playa, borde costero, zona
dunaria y quebradas como lo han recomendado la totali-
dad de los estudios científicos realizados sobre el sector.
La negativa supuestamente está dada por algunos pocos
propietarios que no están de acuerdo con esta solicitud,
y la ministra nos dijo que si no es una decisión unánime,
es difícil tomar acciones de conservación. La constitución
actual (1980) prioriza la propiedad privada, pero la ley
permite la declaración de Áreas Silvestres Protegidas sin
que estén todos los actores de acuerdo, y debido a la crisis
climática, el cargo de ministra debe velar por la protec-
ción de la naturaleza.

Algunos piensan que como fundación queremos apropiar-


nos de los terrenos y ser dueños de todo, pero la verdad
solo esperamos que existan figuras legales que aseguren
la protección de todo el ecosistema frente a proyectos des-
tructivos
Actualmente estamos a la espera que el proyecto de amplia-
ción del Santuario de la Naturaleza del Humedal de Tunquén
sea presentado por la ministra del medio ambiente (Carolina
Schmidt) al Consejo de Ministros por la Sustentabilidad para
su declaratoria final. Necesitamos hacer presión para acele-
rar este proceso que ya es una decisión netamente política

Creemos que es necesario un desarrollo sostenible que no im-


plique la destrucción de la naturaleza. Los humedales nos en-
tregan variados servicios a los seres humanos y uno de ellos
es la provisión de agua. En un contexto de mega sequía y ca-
lentamiento global constante, los humedales son claves para
mitigar estos efectos y mejorar nuestra calidad de vida.

www.fundaciontunquensustentable.cl

19

Fotografía por Jose Sauvalle (@jose.sauvalle)


Nicanor Parra

Artefactos ecológicos

Francamente no sé qué decirles


estamos al borde de la III Guerra Mundial
y nadie parece darse cuenta de nada
si destruyen el mundo
¿creen que yo voy a volver a crearlo?

20 Recuerdos de infancia:
los árboles aún no tenían forma de muebles
y los pollos circulaban crudos x el paisaje

Buenas Noticias:
la tierra se recupera en un millón
de años
Somos nosotros los que desaparecemos
Estimados alumnos

adiós estimados alumnos


y ahora a defender los últimos cisnes de cuello negro
que van quedando en este país
a patadas
.............. a combos 21
.............................. a lo que venga:
la poesía nos dará las gracias
Cauces Lebu

En Chile la problemática ambiental ha


quedado casi por completo de lado, en-
focando los esfuerzos comunicacionales
en reportajes que muestran solo sus ma-
ravillas naturales. Sin embargo, la crisis
ambiental es evidente. Sus principales
aristas son las zonas de sacrificio, la cri-
sis hídrica, la desertificación y la gran su-
perficie destinada a monocultivos. Esto
ha traído consigo la fragmentación del
hábitat de muchas especies, aumentando
22 su riesgo de extinción y, de forma con-
comitante, la escasez de agua en lugares
donde hace pocas décadas era impensa-
do. A su vez, las problemáticas están in-
terconectadas y muchas veces actúan de
manera sinérgica. Por ejemplo, si pensa-
mos en las plantaciones exóticas foresta-
les, observamos que están directamente
relacionadas con la actividad económica
(producción de madera y sus derivados),
conflictos sociales (pérdida del territorio
e invasión a zonas habitadas por pueblos
originarios) y política (presupuesto na-
cional invertido en armamento de guerra
contra el pueblo mapuche para proteger
a la industria privada).

Dentro de este contexto conformamos la


organización ambiental Cauces, con la
motivación de generar un cambio desde
un trabajo enfocado en Lebu. Nuestra convicción es que
dar a conocer los procesos evolutivos y ecológicos que son
claves para entender las dinámicas naturales, es un modo
de generar alternativas holísticas a las políticas clásicas
centradas preponderantemente en parámetros económi-
cos. De esta forma, el generar conciencia de que somos
parte del ecosistema, siendo un eslabón más en un entre-
tejido inmenso que abarca al planeta entero, nos impulsa-
rá al cuidado del ambiente, ya que se comprenderá que es-
tas conexiones son reales y que no podemos ser partícipes
de nuestra propia destrucción. Así, una comunidad que
entiende que a su alrededor existen procesos complejos,
es capaz de anteponerse a los problemas antes de verse
acorralados por ellos, y tendrá la potencialidad de actuar
de forma autónoma y coordinada para enfrentarlos.

Nuestro método fundamental de funcionamiento ha sido


la consulta ciudadana. Esto nos permitió trazar rutas de 23
trabajo en torno a tres ejes identificados por las personas:
la problemática forestal, la desinformación y la poca par-
ticipación ciudadana, evaluando posteriormente posibles
soluciones en conjunto.
24

La industria forestal se ha identificado como uno de los


principales factores que deterioran el territorio. El bos-
que nativo se ha reducido y la relevancia cultural de su
biodiversidad es cada vez más escasa. Al mismo tiempo,
la ciudad presenta un grave problema habitacional que ha
llevado a una reciente explosión de tomas de terreno, los
cuales, debido a las políticas de desarrollo actuales, perte-
necen a empresas privadas. Y por supuesto, el consabido
deterioro de los suelos y el alto consumo de agua que con-
llevan las plantaciones de monocultivos.

Nuestro rol también implica recepcionar y canalizar de-


nuncias, ya que constantemente nos llegan mensajes con
problemáticas que los mismos habitantes de Lebu detec-
tan. Estas denuncias se relacionan en gran medida con el
gran problema que tiene Lebu con el manejo de residuos.
La comuna cuenta con un elevado número de microbasu-
rales que se han vuelto parte habitual del paisaje local en
playas, orillas del río y cerros. Esto es consecuencia de
políticas municipales deficientes que tienen como triste
antecedente el reciente cierre del botadero municipal de
Amalia, receptor durante largos años de los residuos de la
comuna, sin contar ahora con condiciones mínimas para
cumplir ese objetivo de forma segura y digna. Su clausura
viene dada por su colapso y no por contar ahora con me-
jores condiciones sanitarias, y ha llevado a la necesidad
de trasladarla, con el costo que aquello implica, a otras
comunas que cuentan con rellenos sanitarios adecuados.

Sin embargo, bajo este problema de gestión subyace otro


que es de carácter cultural. Buena parte de la comunidad
mantiene el hábito de deshacerse de desechos en lugares
no habilitados. Pueden haber múltiples explicaciones para
estos hábitos: la inacción de las autoridades para concien-
tizar a la población y proteger los espacios de la comuna, 25
la ignorancia de la ciudadanía que impide ver las conse-
cuencias de sus actos y, un triste desapego por un territo-
rio mancillado y descuidado durante décadas.

Al enfocarnos principalmente en velar por el patrimonio


natural local a través de su valorización, nuestros esfuer-
zos van principalmente dirigidos a actividades que for-
talezcan el vínculo entre los lebulenses, la biodiversidad
y geología que definen y han definido el lugar en el que
viven. La difusión regular por redes sociales de conteni-
do de carácter científico o de denuncia, que alerten sobre
temas contingentes, ha sido durante la pandemia una he-
rramienta fundamental. Por este medio
hemos abordado temas como geoformas,
micología, servicios ecosistémicos e in-
cendios forestales, siempre haciendo re-
ferencia a la realidad local. Sin embargo,
el rango de la población al cual llegan es
limitado, por lo tanto, pretendemos ex-
tender este tipo de contenido a activida-
des presenciales donde la gente pueda
estar en contacto con el paisaje y exista
una retroalimentación más rica evitando
que el flujo de información sea unidirec-
cional. Actividades como caminatas geo-
biológicas, continuación de los cabildos
ambientales e instancias de educación
popular son el desafío para los tiempos
en que amaine la pandemia.
26
Actualmente, con el objetivo de rescatar
algo de la memoria asociada a la rela-
ción entre el bosque nativo y la comu-
nidad, nos encontramos realizando un
documental que registre los relatos de
personas de distintas generaciones so-
bre los cambios que ha sufrido el terri-
torio, sus recuerdos de infancia, encuen-
tros con fauna nativa y sus perspectivas
del presente y futuro de Lebu.

El proyecto ha sido autogestionado y se


encuentra aún en proceso de filmación.
Pero en forma colateral, de uno de los
relatos recogidos se elaboró un cortome-
traje denominado “Sendero Las Lianas:
El Relato de su Hallazgo” (https://www.
youtube.com/watch?v=MlDYxJWW-
FLY&ab_channel=CaucesLebu). El cor-
tometraje fue recibido con entusiasmo por la comunidad,
revitalizando el interés por el lugar, y generando conver-
sación sobre las experiencias de cada uno con un bosque
que en gran medida ya no existe.

Estas han sido parte de nuestras experiencias durante el


tiempo que hemos existido como organización. Esperamos
que al compartirlas podamos generar espacios de cola-
boración y llevar muchas de las actividades mencionadas
a un ámbito más amplio, para que el cambio cultural in-
volucre ahora relaciones intercomunales o regionales, y
podamos generar lazos que puedan acelerar y hacer más
efectiva la conservación del patrimonio natural.

Redes sociales:

Instagram: cauces_org
Facebook: Cauces Organización Ambiental 27
Gmail: cauceslebu@gmail.com.
Elicura Chihuailaf

Ñi pewma mew vlkantunmu ti puel mapu witrunko

Choñv kachuwvn
gvnetulmekefiel ti mawvn
ka pvrvm wamfiñ ti pvlef
chi mawvn
witrulu lelfvn mew
Gvforechi mu ti mawvn!
allkvtuwvn, puru purugen
ti rayen mu
Nepeli fey ayiwkvlen witrañ
pvramuwan
nvwkvlean feyti kvme nvmvn
lafanza rayen mu.
28

Cuando en mis sueños cantan las aguas del este

Marchito pasto soy


haciendo señales
a la lluvia
mas luego siento
las primeras gotas
que caen sobre el campo
¡Que me moje esta agua!
me oigo decir, bailando
entre las flores
Al despertar me elevaré
emocionado
sosteniéndome en el aroma
de una lavanda.
En el país de la memoria

Retroceden ríos, piedras y los pájaros


remontan hacia abajo
Los canelos sagrados nos recuerdan oraciones
mientras las machis en los últimos bosques
se refugian
No hay serpientes que eleven adormilados cerros 29
No hay estrellas, sólo la pálida luna
nos alumbra y oculta en su otra cara los temores
La nutria del mar guarda silencio
pues sabe que el invisible barco es
más fuerte que el acero
En el país de la memoria
somos los hijos de los hijos de los hijos
La herida que duele, la herida que se abre
la herida que sangra hacia la Tierra.
Movimiento autoconvocado de Santa Bárbara

Las luchas contra los proyectos extractivistas en nuestro


territorio tienen una larga data: todos recordamos pro-
cesos emblemáticos como el que dieron las comunidades
pewenche en lo que hoy es Alto Bio Bio, quienes por años
resistieron a la construcción de la Central Hidroeléctrica
Ralco y cuyo proceso concluyó con un acuerdo amistoso
firmado por las familias afectadas, Enel (otrora ENDESA)
y el Estado chileno. En donde además de establecer mi-
tigaciones específicas a las familias directamente afecta-
das, establecía una serie de otros compromisos mayorita-
riamente incumplidos, entre los cuales se encuentra la no
30 construcción de proyectos hidroeléctricos en el territorio
ancestral.

La lectura que el Estado hace del territorio dista mucho


de lo que significa la tierra y la territorialidad para las
comunidades indígenas, visión por cierto, reconocida en
los tratados internacionales de derechos humanos para los
pueblos originarios y que están en núcleo del actual con-
flicto.
Hoy enfrentamos nuevas amenazas que agudizan los ya
profundos efectos de la explotación forestal, agrícola y
energética de la región.

La central hidroeléctrica Rucalhue

El proyecto Central Hidroeléctrica RUCALHUE nos vuelve


a golpear duro y revuelve la herida que por años sangra.
trayendo al territorio la gigante china International Water
and Electric Corporation, la mayor generadora eléctrica a
nivel mundial.

31

Un nuevo proyecto de muerte para nuestros ríos y ecosis-


temas, que además se emplaza nuevamente en la ya daña-
da y sufriente cuenca del Bio-Bío, e impacta otro curso de
agua que hasta la fecha no había sido tocado por el des-
pojo: el río Quilme ubicado entre las comunas de Santa
Bárbara y Quilaco.

La central Rucalhue inundará no sólo el tramo del río Bio-


Bío directamente aguas abajo de Angostura, sino también,
el Cañón del río Quilme, un ecosistema con una biodiver-
sidad única. Además de ser un paisaje extraordinario, es
uno de los tributarios que alberga a las pocas especies de
peces nativos que van quedando, una de éstas endémica
del río Biobío, el percilia irwini.

Al daño ambiental que se avizora también se suma la inun-


dación de un sector llamado La Junta en el Río Quilme, uti-
lizado actualmente por la población para la subsistencia,
el regadío y la recreación.

De esta manera entonces, el proyecto hidroeléctrico Ru-


calhue con resolución ambiental vigente ya hace algunos
años, viene nuevamente a generar altos impactos sociales
y ambientales en una zona fuertemente intervenida y gol-
peada.

La evaluación ambiental de proyectos hidroeléctricos en


Chile propicia procesos participativos y consultas ciuda-
danas limitados que no permiten recoger las afectaciones
reales generadas en los territorios. Además, adolece de
instrumentos de planificación robustos como la Gestión
Integrada de Cuencas Hidrográficas, es decir, la posibili-
dad de mirar los territorios como una unidad. Todo ello
32 sin duda está llevando a los ecosistemas fluviales del país
a colapsos ambientales y ecológicos inaceptables.

Intervenciónes ya instaladas en el río Bío-Bío

El río se encuentra interve-


nido hace décadas con pro-
yectos hidroeléctricos, entre
ellos Angostura, Pangue y
Ralco, siendo esta última la
represa más grande del país.
Además, actualmente está
siendo objeto de especula-
ción ambiental con la presen-
tación del proyecto de carre-
tera hídrica, el cual pretende
llevarse las aguas de nuestro
río Queuco hacia el norte del
país para enfrentar la grave
sequía que afecta a la indus-
tria agrícola.
Al respecto, un dato relevante es saber que en la cuenca
del Biobío actualmente están operando un total de 11 cen-
trales hidroeléctricas, que equivale a cerca del 38% de la
generación hidroeléctrica total del país.
33
De igual modo y de acuerdo a datos entregados por el Cen-
tro de Ciencias Ambientales EULA–Chile de la Universidad
de Concepción, la zona de ritrón del río Biobío ya tiene
embalsado aproximadamente 70 km lineales de este eco-
sistema fluvial, el que corresponde al tramo de mejor cali-
dad del agua y de una gran diversidad biológica.

Rucalhue y otros nuevos proyectos que se pretenden ins-


talar en la zona, vienen a impactar entonces un sistema
previamente alterado, lo que evidentemente resultará en
el desencadenamiento de importantes impactos no predi-
chos para un único proyecto. Además se suma el descono-
cimiento de los impactos generados ya por los otros pro-
yectos hidroeléctricos del territorio.

La falta de información, el desconocimiento ambiental, la


tranquilidad de su gente y la percepción de que estos pro-
yectos traen beneficios para enfrentar la pobreza de los
habitantes, han permitido que las empresas se asienten y
logren, con la complicidad y el silencio de las institucio-
nes públicas locales, provinciales, regionales y nacionales,
convencer a las comunidades con migajas. Esto sabiendo
que históricamente la fuerza social de la población rural
no ha constituido un contrapeso importante.

De esta manera, dicho contexto fue aprovechado por la


entonces empresa brasileña Energía Chile SPA ATIAIA y
logra sortear la resistencia articulada por unas pocas or-
ganizaciones ambientalistas. Además compromete com-
pensaciones económicas que son finalmente negociadas y
aceptadas por algunas comunidades.

Resistencia actual a la hidroeléctrica Rucalhue


Hoy el escenario es muy distinto, pese a que la empresa
34 Rucalhue ha iniciado el movimiento de maquinarias desde
el año 2020, la convicción absoluta sobre la necesidad de
defender nuestros ríos nos ha llevado a sostener una resis-
tencia inédita en esta zona.

Somos parte de colectivos y organizaciones sociales que


se encuentran actualmente realizando un campamento
comunitario de resistencia para impedir el avance de la
construcción. Optamos por la no violencia activa como
método de defensa.

Nuestro movimiento tiene una lucha consecuente y la bús-


queda profunda de un mundo mejor para todos y todas.
Tenemos la convicción clara de no permitir que se conti-
núe dañando nuestro medio ambiente.

Mantenernos unidos, firmes en el propósito, convencidos


que es posible resistir y sin miedo, ha permitido que ya se
cumplan más de 80 días de esta resistencia que ha logra-
do paralizar el avance de esta nueva amenaza ambiental.
Creemos que el proceso ha sido el resultado de una ar-
ticulación de acciones de resistencia que conjuga la co-
municación de quienes asumimos tareas y compromisos
concretos, la movilización, la visibilización y denuncia co-
munitaria, el apoyo solidario de otras organizaciones, mo-
vimientos y territorios, y por sobre todo saber que nuestro
movimiento es la única opción que nos queda en una co-
muna tan devastada.

Llamamos a las comunidades, a la ciudadanía, a todas y


todos los comprometidos con la defensa de los territorios
a oponerse a este proyecto. No creemos en el argumento
de la generación de electricidad para el país como necesi-
dad fundamental y sabemos que este planteamiento, sólo
busca justificar el daño ambiental que provoca.

Janny Figueroa Ayala


35
Aliwén
Lara Mallipán

Ilkaluwan pu aliwen mew


María Isabel

Fey nütramkayan trukur engo


Ñi pelom trekan
Yeniey tañi pu che ñi dungun.
Ilkaluwan rangintu mawida ñi rayen mew,
Katruan kuyfi pewma, liftuan ñi rakiduam
Külon tapule

36

Aliwén

Me refugiaré entre los árboles más antiguos


Y hablaré con la neblina,
Su paso visible e invisible
Tienen la imagen de lo sagrado de mi pueblo.
Me refugiaré entre las fl ores de la montaña,
Cortaré el lejano sueño y despejaré mi pensamiento con
hojas de maqui.
Pewküleayu

Amutuiñ nga lamgen kiñe antü


fey eltuiñ ngaiñ küme mawida
ka mapu ñi wurwur
rupachi mawun mew
ka püllay ko
chew ñi ilkauken kürüf üñüm.

Pifuy nga ñi piwke 37


tañi amual waiwen engo
inaafiel rüpü
elu temu ko püle.

Fewla fewla amutuy taiñ pu füchake che


fewla wenu mapu ngetuyngün
taiñ llellipun, taiñ rakiduam
fewla fewla lamgen
kidu taiñ dungu ngey.
Pewküleayu

Hubo que partir un día hermano


Y dejar el bosque perfumado
El vapor de la tierra
En una mañana de sol
Después de la lluvia
Y las lagunas donde suelen esconderse las aves del viento.
Cuanto habría dado mi corazón
Por cabalgar
38 Entre la brisa,
Y seguir las huellas
Que los frutos del temo
Van dejando en el camino hasta el estero.
Ahora ahora los ancianos de mi tierra se están yendo
Ahora van sus ojos al wenu mapu
Van sus ruegos, sus sentimientos,
Ahora ahora hermano
Los encargados somos de llevar estos sueños.
POR LA AUTODEFENSA FRENTE A TODO LO QUE
AMENAZA LA ESFERA DE LA VIDA

Si tu organización quiere compartir tu testimo-


nio, contáctanos. También estamos buscando
ilustraciones y poemas para el próximo número

nidosenguerra@gmail.com

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