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LA FILANTROPIA Y LA MASONERÍA

Filantropía

El término filantropía designa, en general, el amor por la especie humana y a todo lo que
a la humanidad respecta, expresada en la ayuda desinteresada a los demás.

La palabra deriva del griego φίλος (filos) y άνθρωπος (ánthropos), que se traducen como
“amor” (o “amante de”, “amigo de”) y “hombre”, respectivamente, por lo que filantropía
significa “amor a la humanidad”. Su antónimo es misantropía.

Los donativos a organizaciones humanitarias, personas, comunidades, o trabajando para


ayudar a los demás, directamente o a través de organizaciones no gubernamentales con
fines no lucrativos, así como lo es el trabajo de voluntario para apoyar instituciones que
tienen el propósito específico de ayudar a los seres humanos y mejorar sus vidas, son
considerados actos filantrópicos, siempre y cuando no estén movidos por intereses
económicos.

La filantropía comúnmente se superpone con la caridad, aunque no toda caridad es


filantropía, o viceversa. La diferencia comúnmente citada es que la caridad alivia los
problemas sociales, mientras que la filantropía intenta resolver esos problemas
definitivamente (la diferencia entre dar un pescado a un hombre hambriento y enseñarle a
pescar)

Parábola del buen samaritano: El samaritano ayuda al desahuciado sin motivo alguno,
un ejemplo de filantropía.

FILANTROPIA Y LA MASONERIA

La palabra filantropía, según se ha aceptado de forma generalizada, fue acuñada en el


siglo IV a. C. en la obra griega “Prometeo encadenado” probablemente escrita por
Esquilo. En el principio de la obra, el autor relata un mito, en el que describe criaturas
primitivas que habían sido creadas por Zeus para evolucionar en humanos, éstas
carecían de conocimiento, y de habilidad, de cualquier clase, en síntesis; no tenían rasgo
alguno de cultura, vivían en cuevas y en la oscuridad, eran ociosos y débiles, lo que les
ocasionaba un miedo constante y les impedía liberarse de la esclavitud y de las cadenas
imaginarias que sin querer, ellos mismos se habían impuesto.
Este hecho era una vergüenza para Zeus y le causaba enorme dolor, así que cansado de
esperar para que sus creaciones evolucionaran, decidió destruirlas. La decisión, llegó a
oídos de Prometeo, un titán cuyo nombre en griego antiguo significa “previsión”, inspirado
por la philanthropos tropos, o lo que es lo mismo, amor puro a la humanidad, salvó a esos
seres primitivos del exterminio de Zeus, dándoles dos regalos: uno, el fuego sagrado, que
había hurtado del Olimpo, y que representaba el conocimiento, las habilidades, la
tecnología, las artes y la ciencia; y el otro, la esperanza ciega, es decir, el optimismo que
tenemos todos cuando creemos que las cosas pueden estar mejor si nos esforzamos por
alcanzarlas.

Prometeo no resolvió los problemas de esos seres, tampoco les entregó paquetes de
ayuda humanitaria, sino que les dio los elementos necesarios para que pudieran salvarse
por sí mismos. En otras palabras, el Titán despertó las fuerzas que dormían escondidas
en cada uno de ellos y una vez que esos seres adquirieron conciencia de su potencial
humano, ejercieron su libre albedrío y gozaron de la dignidad personal.

Tal enfoque es compatible con la labor realizada por la masonería, ya que la institución no
transforma al hombre sino que le ofrece las herramientas para que el mismo trabaje su
piedra bruta.

Ya sabemos que la Escalera que debe subir el C:. M:. para lograr ascender al
conocimiento de sus ciencias, consta de cinco escalones; cada uno tiene su nombre, su
color, su simbolismo e interpretación.

La filantropía es el quinto escalón, el color de este Escalón es el verde, emblemático de


la Naturaleza, la realidad, la esperanza, la inmortalidad, la victoria, el nacimiento, etc. Es
el quinto peldaño que un Compañero Mason debe subir luego de pasar por los otros
cuatro que son: la Inteligencia, Color Negro; la Rectitud, Color Blanco; el Valor, Color
Rojo o Púrpura; la Prudencia, Color Azul

“La masonería es filantrópica, aun cuando no hace pública esta actividad. Esto no se
realiza como sociedad benéfica, sino como una actividad de conciencia en toda la
extensión de su significado”. Si es una actividad de conciencia es difícil que tenga unos
beneficiarios directos, por mucho que se tome en toda la extensión de su significado. Si
los tuviere, no es fácil imaginar, cómo no se hace pública la actividad. Quizás lo más
sencillo es decir que la masonería como tal no emprende obras asistenciales, sino que la
tarea que se propone es concienciar a sus miembros para que sean ellos quienes a título
personal ejerzan esa filantropía del modo que crean más conveniente. Y es que,
efectivamente, salvo en pocos países, y de forma más bien modesta, aunque la
propaganda se empeñe en lo contrario, no se conocen iniciativas institucionales de la
masonería que tengan como objeto la práctica directa de alguna modalidad de esta
especie de “caridad laica”. Si la responsabilidad de esta práctica se traslada a los
miembros, habrá que buscar en ellos ejemplos de filantropía en acción.

La Masonería practica la filantropía no como una sociedad benéfica, sino como una
actividad de conciencia en toda la extensión de su significado. Como si se tratase de
cumplir con el decreto bíblico de Mateo 6:10 “…que tu mano derecha no sepa lo que da tu
mano izquierda”, por esta razón la filantropía de la Masonería es ejemplo para sus
miembros, pero debe quedar en el anonimato.

La filantropía masónica, nacida en el llamado siglo de las luces, tiene por objeto encender
una luz interior que mueva a hacer bien a la humanidad. Aunque es difícil identificar los
actos de filantropía que ha realizado la masonería, tomemos como muestra lo que han
hecho algunos de nuestros hermanos, tales como Henry Dunant, creador de la Cruz
Roja, Paul Harris, quien fundó el Rotary Club Internacional, entre otros.

La filantropía es una cualidad que abarca muchas virtudes, entre éstas: la caridad, la
misericordia, la compasión, la generosidad, la tolerancia, el respeto a la vida, la libertad, el
respeto a la búsqueda de la felicidad y otras más, todas sustentadas en el amor a otros
seres humanos. Ser filántropo no consiste en dar mucho, sino en dar exactamente lo
necesario en el momento apropiado. Un filántropo, debe respetar el espacio de aquel ser
humano que tiene fe en sus ideales y voluntad para realizarlos.

Entonces, el concepto definitorio de la filantropía es el cumplimiento de los sentimientos


de Fraternidad hacia cada ser humano sin ninguna finalidad interesada, de intercambio o
ventaja compensatoria; la acción como rasgo esencial, obedece al propósito deliberado y
exclusivo de realizar el bien, la obra de utilidad.

Un masón o un taller que no mantienen constantemente acciones orientadas a ayudar de


manera importante a los necesitados se puede catalogar como inútil no solo a la
Masonería sino a la humanidad.

La filantropía, en Masonería es una de las perfecciones humanas, que se alcanzan por


medio de la abnegación; cualidad muy difícil de practicar en el sentido de la palabra.
Consiste en poseer el sentimiento de amor a la humanidad, la que nos obliga a tolerar,
ayudándola y auxiliándola durante las vicisitudes de las Plagas Sociales, conducirla por
buen camino, que es el más seguro de la existencia. Nos enseña a respetar las
opiniones sinceras de nuestros hermanos.

La fraternidad que llegamos a practicar con todos los Hermanos debe ser sincera, en
busca del bienestar entre todos, profesando los esfuerzos y recursos que tienen que estar
dedicados al progreso y felicidad de la especie humana; sin distinción de raza, sexo ni
religión, para poder alcanzar la elevación del espíritu y la tranquilidad de conciencia. Ya
que de esta forma podemos contribuir a la transformación de nuestro ser, y a la vez
realizamos un aporte para el bien de nuestro Universo; de esto se trata la Filantropía.

CONCLUSION.- La filantropía consiste en la comprensión profunda del sufrimiento y


necesidades de otros seres humanos y el deseo de aliviar ese sufrimiento o necesidades,
dándoles los medios o las herramientas necesarias. La ayuda que brindemos tiene que
dar resultados significativos, sin fomentar la holgazanería y la dejadez, a un costo
razonable. PONGAMOSLA EN PRACTICA.

M:.M:. Ricardo I. Benavidez H.

Bibliografia.

1.- Masonería una filosofía de vida M.·. M.·. J. M. Barredo Mandziuk

2.- LOS 21 TEMAS DEL COMPAÑERO MASÒN Adolfo Terrones Benítez - Alfonso León
García

3.- https://es.wikipedia.org/wiki/Filantrop%C3%ADa

4.- https://trabajosmasonicos.wordpress.com/2016/04/07/la-filantropia-masonica

5.-http://libroesoterico.com/biblioteca/masoneria/Las%205%20Gradas%20Del-
Companero-Mason__.pdf

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