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CIUDADANO

JUEZ DISTRIBUIDOR DE PROTECCIÓN DE NINOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTES DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL
ESTADO MIRANDA EXTENSIÓN BARLOVENTO CON SEDE EN
GUATIRE
SU DESPACHO.-

Nosotros, HERMES ANTONIO CHARLES QUINTANA Y DANERIS


ROSAS PIMENTEL, venezolanos, mayores de edad, casados,
civilmente hábiles, de este domicilio y titular de las Cédulas de
Identidad números: V-18.092.270 y V-18.404.074, respectivamente;
debidamente asistidos en este acto por el profesional del Derecho:
JOSE LUIS RAMIREZ ., venezolano, mayor de edad, con domicilio
procesal en: Avenida Intercomunal Guatire – Guarenas, Centro
Comercial Oasis Center, Nivel 3, Oficina: M-78, Guatire Municipio
Zamora, del Estado Bolivariano de Miranda, y titular de la Cédula de
Identidad número: V-7959154, Abogado en ejercicio e inscrito en el
Instituto de Previsión Social de Abogados bajo el número: 197.895,
ante usted con el debido respeto ocurrimos para exponer y solicitar lo
siguiente:
En fecha, diez (10) de Diciembre de 2004, contrajimos Matrimonio
Civil, por ante Registro civil del Municipio autónomo Zamora del
Estado Bolivariano de Miranda salón de Registro civil Araira , como se
evidencia en el Acta de Matrimonio N° 75, de la cual acompaño copia
Certificada marcada con la letra: “A”.
Fijamos nuestro domicilio conyugal, en la ciudad de Guatire, Municipio
Zamora del Estado Bolivariano de Miranda, específicamente en el
barrio Sojo
De nuestra unión matrimonial procreamos Un (01) hija de nombre:
JULIANNY ABIGAIL, que para el momento de esta solicitud cuenta
con la edad de: ocho (9) años, quien nació en: El instituto
venezolano de los seguros sociales de Guarenas, municipio
Autónomo plaza , El 21 del mes de noviembre de 2005 , tal y como
se evidencia en la partida de nacimiento número: 422, la cual anexo
marcada con la letra: “B”, Emanada del Registro Civil del Municipio
Autónomo Zamora ,Parroquia Bolívar del Estado Miranda.
Es el caso ciudadana Jueza, que durante los primeros años de nuestra
unión matrimonial, todo transcurrió de manera estable, armoniosa y
felizmente, como toda pareja que contrae matrimonio y deseábamos
ofrecerle una familia a nuestro hijo, profesándonos uno al otro
confianza, respeto mutuo y consideración, lógicamente con los
altibajos propios de la vida cotidiana.
Debido a diferencia irreconciliables, nosotros interrumpimos nuestra
vida conyugal, específicamente en el mes de Agosto de 2.007, lo
cual se ha tornado de manera permanente y hasta la presente fecha,
no la hemos reanudado, realmente la vida en común ya no era, ni es
posible, habiéndose tornado una ruptura prolongada y definitiva de la
misma; en consecuencia, los hechos descritos se enmarcan dentro de
las previsiones que contemplan los artículos: 185-A del Código Civil
Venezolano, en virtud de haberse producido una ruptura prolongada y
permanente de nuestra vida conyugal que alcanza desde el mes
agosto de 2.007, hasta la presente fecha un lapso de: seis (06)
años y Tres (03) meses.
Por todas las razones expuestas, anteriormente, y con fundamento en
las facultades que nos confiere el primer párrafo del artículo: 185-A y
demás preceptos legales del mismo artículo, es por lo que ocurrimos
ante su competente autoridad, para solicitar como en efecto lo
hacemos en este acto, que declare el divorcio y en consecuencia
disuelto el vínculo matrimonial que nos une.
De conformidad con las el artículo 351, Parágrafo Primero de la Ley
Orgánica de Niños, Niñas y Adolescentes, y hasta tanto nuestro hija:
JULIANNY ABIGAIL, llegue a la mayoría de edad, ambos
progenitores continuaremos ejerciendo de manera conjunta la Patria
Potestad, pero la Guarda y Custodia, será ejercida por la madre:
DANERIS ROSAS , como lo ha venido haciendo en estos últimos
Cinco (06) años de separación hasta la presente fecha, teniendo las
más amplias facultades que la Ley le otorga para la conducción,
cuidado y vigilancia cotidiana del niño, lo anterior sin menoscabo del
derecho que tiene el padre del menor, a que se le consulte y notifique
respecto de las decisiones que hayan de tomarse, en relación a la
educación y demás actividades a realizar por el niño, así como
aquellas que involucren la salud de este.
Ambos padres declaramos expresamente, que somos y estamos
conscientes que debido a la edad de nuestro hijo, para lograr un
desarrollo armónico de su personalidad, este debe mantener un
domicilio fijo y estable, que no le cree confusiones, que le permita
llegar a un normal desarrollo biológico, psíquico, moral, emocional y
social, todo lo cual se traduce única y exclusivamente en beneficio de
nuestro hijo, lo cual constituye nuestro norte y principal interés; así
mismo, estamos plenamente concientes que para el cabal y mejor
desarrollo integral de él, además del amor, afecto y cuidados que solo
ambos padres podemos brindar; éste debe mantener una relación
coherente, habitual y permanente con sus dos (2) progenitores, a los
fines de que crezca y se desarrolle con confianza en sí mismo, por
cuanto y a pesar de que ambos progenitores nos encontremos
separados o se haya disuelto el vínculo matrimonial, crecerá con la
presencia permanente de ambos, con la convicción y principios de que
la familia, es de extraordinaria importancia y para siempre.
En virtud de lo anteriormente expuso; tomando en cuenta el derecho
que tiene el padre de ver y visitar a su menor hija, es que por mutuo y
amistoso acuerdo hemos establecido y fijado el siguiente Régimen de
Convivencia Familiar de conformidad con el artículo 365, de la Ley
Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, para nuestro
hija:, JULIANNY ABIGAIL a favor del padre, HERMES ANTONIO
CHARLES QUINTANA , en los términos que se venía haciendo en
estos seis (06) años de separación, que son siguientes:
El padre: HERMES ANTONIO CHARLES QUINTANA, podrá disfrutar
junto con su hijo, dos (2) fines de semanas mensuales. En
consecuencia, el niño compartirá con su padre y su madre el día de
sus cumpleaños; el padre podrá visitarlo y compartir con él en el lugar,
que tenga establecido la madre previamente acordado como domicilio.
Con relación a las vacaciones escolares y feriados del año, se
conviene que las mismas corresponderán en forma alterna a cada
progenitor, en los años venideros, siempre en armonía y bienestar del
menor; pudiendo pernoctar con su padre en el hogar de este.
En caso que por causas no imputables al padre o a la madre del
menor, estos se vieran imposibilitados de compartir con su menor hija
la semana que corresponda, así se lo harán saber uno respecto al
otro, con por lo menos un (1) días de anticipación, y podrán de común
acuerdo, compartir con su menor hija la semana siguiente. Ambos
padres se comprometen a vigilar y asegurar el cumplimiento de los
deberes escolares de su hija.
El día del padre la menor lo pasará y compartirá con su padre,
independientemente que dicha fecha, coincida con la semana que le
corresponda a la madre tener a su hija, así mismo el día de las madres
la menor, la pasara y compartirá con su madre con las mismas
condiciones del padre, en su día.
El día del cumpleaños del padre, la menor lo pasara y compartirá con
su padre y el día del cumpleaños de la madre la menor lo pasara con
su madre. Iguales normas serán establecidas para los cumpleaños de
los abuelos, paternos y maternos del niño. Así mismo queda entendido
que durante la semana que la menor, disfruten en compañía de uno de
sus progenitores, pernoctando en la residencia de éste, el otro
progenitor podrá comunicarse telefónicamente con el menor.
Respecto a los asuetos de carnaval, se compartirán en forma alterna
durante los años subsiguientes a la fecha de la presentación de esta
solicitud.
En cuanto al asueto de semana santa, le corresponderá de manera
alterna, comenzando las del presente año correspondiéndole a la
madre, y así sucesivamente. El mismo régimen se aplicará a los
asuetos o feriados nacionales.
En cuanto al día de Navidad, y día de Fin de Año, a partir del presente
año, de común acuerdo ambos padres decidirán, que día pasara la
menor con la madre y cual día con el padre.
Para las vacaciones de fin de año escolar, corresponderá de manera
alterna, de por mitad para cada ambos progenitores.
Ambos padres se comprometen de manera expresa, a fomentar en su
hija menor, el afecto, amor, respeto y comunicación de esta hacia el
otro progenitor deberá inculcar en el la importancia de la familia, y de
todos sus miembros, así como los valores morales, espirituales,
religiosos, y académicos que le permitirán su desarrollo integral pleno,
y se comprometen de manera expresa a no expresarse de manera
ofensiva del otro progenitor delante del niño.
Ambos padres de manera expresa e inequívoca, se comprometen a
respetar el Régimen de Convivencia Familiar aquí establecido y
evitar actitudes que pudieran perjudicar emocionalmente al niño,
evitando igualmente y en todo momento la práctica de actitudes
tendentes a impedir u obstaculizar, de manera directa o indirecta, lo
aquí previsto.
El padre aportara para la Obligación de Manutención del menor de
conformidad con el artículo 365, de la Ley Orgánica de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, la cantidad de: Novecientos Bolívares
(900 Bs.), equivalente a: Once con Once Centésimas de Unidades
Tributarias (11,11 U.T.) mensuales, como lo venía haciendo en estos
seis (06) años de separación; dentro de los Cinco (05) primeros días
de cada mes. En los meses de Diciembre venideros, luego de la firma
de esta solicitud, el padre cancelara un monto igual al de un mes
adicional a la suma por la Obligación de Manutención. La suma
referida quedará sujeta a aumentos periódicos, los cuales serán
determinados por el incremento del índice inflacionario que ocurra en
el país, pero tomando siempre en consideración las posibilidades y
capacidad económica del obligado. Igualmente será por cuenta del
conyugue: HERMES ANTONIO CHARLES QUINTANA, el Cincuenta
por ciento (50 %) de los gastos de vestimenta del menor y el
Cincuenta por Ciento (50%) de los gastos concernientes a mantenerlo
en el mismo nivel socio cultural en el cual ha sido mantenido hasta
ahora. A la par el padre: HERMES ANTONIO CHARLES QUINTANA,
se obliga a suministrar en el mes de Julio la cantidad dineraria
equivalente al Cincuenta por Ciento (50%) de los gastos referentes a
uniformes escolares y materiales de educación de cualquier género,
especie o cantidad (libro, cuadernos, lápices, instrumentos y otros), e
igualmente el Cincuenta por Ciento (50%) de los costos concernientes
a inscripción, matrícula y mensualidades del colegio donde estudie su
menor hijo, si fuese el caso que estudie en un colegio privado. Ambos
declaramos que adquirimos bienes durante nuestra relación
matrimonial.
Pedimos que la presente solicitud sea admitida, sustanciada conforme
a derecho y declarada con lugar en la definitiva con todos los
pronunciamientos legales.
Es justicia que esperamos en Guatire, a la fecha de su presentación.
LOS SOLICITANTES, EL ABOGADO
ASISTENTE.

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