TEMA: BAUTISMO EN EL CUERPO DE CRISTO.

INTRODUCCION: El verbo bautizar viene de la voz griega; “baptizo”, que

significa sumergir, cubrir o sepultar. Por lo cual el bautismo del que habla la
Sagrada Escritura es una inmersió n en agua; y esto representa:

a) Muerte. (Romanos 6:3; Gálatas 2:20)

b) Sepultura. (Romanos 6:4; 2 Corintios 5:17)
c) Resurrección. (Romanos 6:4; Efesios 2:1). Este simbolismo se hace
real al creer en Jesús, sin esto pierde todo su valor.

Ahora veremos qué es el Bautismo en el cuerpo de Cristo, qué funció n tiene y

quién lo efectú a.

I. APRENDEREMOS SOBRE TRES TIPOS DE BAUTISMOS. Hay varios tipos

de bautismos, pero por el momento, nos enfocaremos en tres: bautismo en agua,
en el Espíritu Santo y en el cuerpo de Cristo.
Bautismo en Agua: No es para salvació n; Es dar un paso de obediencia
porque ya somos salvos y es efectuado por los hombres (Marcos 16:15,
Romanos 6:4).
Bautismo en el Espíritu Santo: Es un regalo que él nos da para
investirnos de poder, y es efectuado por Jesú s (Lucas 11:13, 24:49, 4:1-18;
(Hechos 10:38) y (Marcos 11:24).
Bautismo en el Cuerpo de Cristo: Es para unirnos en un solo equipo y
funcionar como un solo cuerpo, lo realiza el Espíritu Santo. (1 Corintios 12.13)
y (Romanos 12.4-5)

II. EL CUERPO DE CRISTO SOMOS TODOS. Todos nosotros hemos sido

unidos por el Espíritu Santo para ser uno solo con él, y para trabajar con un
fin comú n, segú n las diferentes aptitudes y dones que él no ha dado
(Efesios 4:11,16).

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Existen dos tipos de crecimiento:
1- El individual como persona.
2- El del cuerpo de Cristo, que es su iglesia.
Debemos buscar que el cuerpo de Cristo crezca hasta que esté totalmente
formado, pues las Sagradas Escrituras nos enseñ an que debemos anunciar
el evangelio hasta que Jesú s vuelva. (Marcos 16:15) Dios no ha dado
dones diferentes a cada uno; sin embargo, debemos comprender que aunque
tengamos dones diferentes, somos un mismo cuerpo, realizamos una misma
funció n (anunciar el evangelio a toda criatura) y todos somos necesarios.
(2 Timoteo 4:5)

III. EL ESPIRITU SANTO NOS HACE UNO. Al ser salvos, el Espíritu Santo nos
toma y nos hace parte del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:14). Este capitulo
habla sobre la importancia que cada miembro del cuerpo tiene, y nos hace ver
cuatro puntos importantes:

1- No debe menospreciarse a sí mismo.

2- Debe estar contento con el privilegio que tiene y hacer todo con
excelencia.
3- No debe menospreciar a otros (Romanos 12:3,4.).
4- Preocú pese por alguien má s, y que alguien má s se preocupe por usted.

IV, EL AMOR DEBE EXISTIR ENTRE NOSOTROS ES LA EVIDENCIA.

La evidencia de que somos un mismo cuerpo no solo es la funció n que realizamos
en comú n, si no el amor que debe haber entre nosotros (1 Juan 3:14),
(1 Tesalonicenses 4:9) y (1 Juan 4:20).

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