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NICHOLAS AUSTIN

LA TEOLOGÍA MORAL COMO SERVIDORA DE


DISCERNIMIENTO
Reflexiones acerca de la llamada de Amoris Laetitia

¿Qué implicaciones tiene Amoris Laetitia para la teología moral? Este


ensayo argumenta que la exhortación postsinodal dicta una llamada
a la teología moral para que tome una nueva forma como sierva del
discernimiento moral del pueblo peregrino de Dios. El discernimiento
es entendido como el ejercicio característico de la conciencia cristia-
na: el proceso armonización con la voluntad de Dios en situaciones
concretas. Se examinan las fuentes que el papa Francisco utiliza en
su aplicación del discernimiento a la moral, en su concepción de la
naturaleza de este, y en los criterios para un ejercicio propicio. Se
identifican también cuestiones que una investigación a fondo deberá
responder si la teología moral quiere sumarse fructíferamente a la in-
vitación del papa.

“Moral theology as a servant of discernment: Reflecting on the


Call of Amoris Laetitia” Gregorianum 99, 4 (2018) 739-758

Los teólogos morales se han in- no incluso cómo hacer mejor teo-
teresado, naturalmente, en lo que logía moral?
el Papa Francisco ha dicho en
Como argumentaré, el papa
Amoris Laetitia sobre el amor en
Francisco tiene un mensaje progra-
la familia (AL). (Aunque esta ex-
mático para la teología moral. AL
hortación postsinodal no se refiere
sugiere que el discernimiento, que
directamente a la moral teológica
podría ser caracterizado como el
fundamental, como sí lo hacía la
proceso de armonización con la
Veritatis Splendor (VS) de san
voluntad de Dios en las situaciones
Juan Pablo II, sí que contiene mo-
concretas de la vida, es la mejor
ral teológica aplicada, puesto que
descripción de la clase de sabidu-
su temática es la familia. De he-
ría moral que los cristianos preci-
cho, Francisco habla de que es ne-
san en un mundo moralmente com-
cesario no solo atender a asuntos
plejo. Una teología moral que
pastorales y espirituales, sino tam-
parte de AL sería aquella, por lo
bién a cuestiones doctrinales y mo-
tanto, que intenta ayudar a los fie-
rales (AL 2). ¿Pueden, por lo tan-
les a discernir bien.
to, los teólogos aprender de AL no
solo cuál es la mejor respuesta pas- Francisco se dirige a los teólo-
toral a la «crisis de la familia», si- gos morales en su análisis sobre la
  43
misericordia en el discernimiento lo que evitaría que «mi discerni-
pastoral: «La enseñanza de la teo- miento» llegue a tener una autori-
logía moral no debería dejar de in- dad incuestionada?
corporar estas consideraciones»
(311), llamando así a la teología Este ensayo se ocupa de estas
moral a conformarse como servi- cuestiones. Después de determinar
dora del discernimiento en con- la llamada de AL a la teología mo-
ciencia dentro de la Iglesia. Esta ral (I), se examinarán las condicio-
llamada del papa Francisco plan- nes de la aplicación del discerni-
tea preguntas importantes: ¿Qué miento en moral (II). Sigue una
justifica la aplicación en el ámbito reconstrucción del pensamiento de
moral de una práctica que ha sido Jorge Bergoglio sobre la naturale-
cultivada ante todo por las tradi- za del discernimiento (III) y sobre
ciones espirituales de la Iglesia? las condiciones para su práctica
¿Qué explicación se le dará al dis- acertada (IV). Por último, se iden-
cernimiento moral? Dada la con- tifican las cuestiones que la teolo-
fianza de Francisco en la capaci- gía moral fundamental debería tra-
dad de los fieles para hacer sus bajar por resolver si responde a la
propios discernimientos, ¿qué es llamada del papa Francisco.

LA LLAMADA A LA TEOLOGÍA MORAL

Como Benedicto XVI, Francis- se a las situaciones en las que la


co reconoce que cuando la ense- “la vida familiar no se realiza per-
ñanza moral es entendida como fectamente o no se desarrolla con
una lista de prohibiciones, se en- paz y gozo.” (AL 5). Pertenece a la
sombrece la Buena Noticia que la naturaleza de la enseñanza moral
Iglesia está llamada a proclamar. abrir una distancia entre dónde es-
Por eso subraya la necesidad de tamos y a dónde debemos llegar,
empezar con una proclamación po- pero es cierto que para muchos ca-
sitiva de la Buena Noticia cristiana tólicos esa brecha en asuntos como
antes de abordar los temas proble- la familia o el matrimonio se ha he-
máticos (Evangelii Gaudium [EG] cho tan desconcertantemente gran-
39). Francisco hace esto en AL de, que la Iglesia parece estar pro-
trasladando el acento de la ley a la clamando un ideal ininteligible e
virtud en la enseñanza sobre el ma- impracticable que hace que muchos
trimonio. Elegir hablar sobre la se sientan excluidos. En el capítu-
virtud reafirma el retorno de esta lo octavo, Francisco propone una
a la teología moral contemporánea. renovación del enfoque pastoral
Francisco reconoce, sin embar- que es expresado en tres imperati-
go, que no basta con proponer un vos dirigidos a los pastores: “acom-
ideal: también es necesario dirigir- pañar”, “discernir”, “integrar”.
44   Nicholas Austin
En un destacado ensayo sobre Iglesia es servir al discernimiento
teología moral escrito tras AL, Co- moral de los fieles: en la medida
nor M. Kelly sostiene que la incor- en que no cultive el discernimien-
poración del discernimiento repre- to moral de los fieles, fallaría en su
senta un desarrollo en la teología propio propósito.
de la conciencia que tiene impor-
Formulo la afirmación teoló-
tancia para la teología moral. Para
gico-moral fundamental en AL de
Francisco, a través del discerni-
la siguiente manera: la conciencia
miento la conciencia es capaz de
es la facultad, y el discernimien-
percibir lo que “Dios mismo está
to es su operación característica,
reclamando en medio de la com-
que consiste en percibir lo que
plejidad concreta de los límites”
Dios pide a la persona aquí y aho-
(303). La conciencia, pues, puede
ra. Según mi lectura, el discerni-
discernir. Kelly señala acertada-
miento es crucial al ofrecer un en-
mente que la base teológica que
foque constructivo en situaciones
conecta el discernimiento de la vo-
poco claras moralmente: “el dis-
luntad de Dios con la conciencia
cernimiento es la capacidad que
se encuentra en el Concilio Vati-
se enfrenta al desafío de la com-
cano II. Reconociendo el poder de
plejidad” (Vokey y Kerr). El dis-
la conciencia a la hora de discer-
cernimiento, por tanto, es quien
nir, Kelly afirma que Francisco
acarrea con la mayor carga teoló-
“avanza en la comprensión de la
gica en AL, especialmente en los
conciencia que hace el magisterio”.
momentos en que se abordan las
Sostiene también que una teología
cuestiones morales más discutidas.
moral que tome en serio a AL to-
El cambio de énfasis en la moral,
mará como rol propio “la creación
de la aplicación de normas al dis-
de una cultura de discernimiento
cernimiento de la conciencia, in-
en la Iglesia”.
troduce un conjunto de preocupa-
La importancia del discerni- ciones y de ideas teológicas que le
miento para la teología moral es son útiles a Francisco para tratar
confirmada por el trabajo reciente con la distancia abierta entre la vi-
de Liam Hayes. Para él, el propó- da de muchos fieles y el ideal que
sito de la enseñanza moral de la enseña el magisterio.

GARANTÍAS PARA EL DISCERNIMIENTO MORAL

¿Qué justifica el recurso al dis- 16) proporciona el fundamento


cernimiento en cuestiones de tipo teológico para evaluar a la concien-
moral? Por un lado, la concepción cia moral capaz de discernir la vo-
de la conciencia del Concilio Va- luntad de Dios. Además, hay dos
ticano II como “el núcleo más se- bases adicionales para relacionar
creto y el sagrario del hombre” (GS el discernimiento y la moral en el
La teología moral como servidora de discernimiento   45
pensamiento del papa Francisco. M. Frolich, en un análisis crí-
tico de VS, aprecia ambivalencias
La primera fuente adicional ra-
en el pensamiento sobre el discer-
dica en la enseñanza de Juan Pa-
nimiento de Juan Pablo II. Si bien
blo II. En la encíclica Veritatis
reconoce el discernimiento como
Splendor se usa el discernimiento
un don potencialmente ejercido
para referirse a un carisma propio
por todos los fieles, tiende a privi-
del oficio del Magisterio median-
legiar el discernimiento de aque-
te el cual se puede evaluar, por
llos que tienen un cargo jerárqui-
ejemplo, la validez de las diversas
co. Se queja diciendo que “este
corrientes en teología moral (VS
sentido de la presencia en potencia
27). No obstante, el discernimien-
del don y del arte del discernimien-
to también es visto como la capa-
to en la vida de cada cristiano se
cidad natural basada en el Evan-
agota tristemente en la teología del
gelio para distinguir el bien del
discernimiento de Juan Pablo”.
mal: “El hombre puede reconocer
Aunque Juan Pablo II muestra sig-
el bien y el mal gracias a aquel dis-
nos de reconocer el discernimien-
cernimiento del bien y del mal que
to como una forma interior de co-
él mismo realiza mediante su ra-
nocimiento, a menudo, en opinión
zón iluminada por la revelación
de Frolich, es reducido a la aplica-
divina y por la fe” (VS 44). Los
ción de las normas universales que
teólogos morales, en una cultura
son enseñadas por el Magisterio;
marcada por el relativismo moral,
por lo tanto, no reconoce plena-
obedientes al Magisterio, están en-
mente que el discernimiento mo-
cargados de formar a los fieles en
ral puede mostrar “una racionali-
esa práctica: ellos “tienen el grave
dad de un orden mucho más
deber de educar a los fieles en es-
profundo de aquel que puede do-
te discernimiento moral” (VS
minar el pensamiento discursivo”.
113). En Familiaris Consortio
A pesar de ello, al introducir el
(FC), encontramos el “discerni-
concepto teológico del discerni-
miento evangélico” ejercido a tra-
miento moral, Juan Pablo II planta
vés del sentido de la fe dada, no
la semilla para una comprensión
solo a los pastores, sino a todos los
renovada de la relación entre la en-
fieles (FC 5). En respuesta a la
señada moral del magisterio, la
cuestión de las nuevas nupcias,
teología moral y la conciencia de
Juan Pablo II también enuncia el
los fieles.
principio del “discernimiento cui-
dadoso de los casos particulares” Francisco quiere extraer los
a los que Francisco apela más tar- frutos de esta teología del discer-
de (FC 84, AL 79). El empleo del nimiento que comenzó Juan Pablo
discernimiento en cuestiones mo- II y pone un mayor acento en el
rales y pastorales goza, por tanto, discernimiento evangélico presen-
una justificación significativa en te en todos los cristianos: “Dios
la enseñanza papal previa. dota a la totalidad de los fieles de
46   Nicholas Austin
un instinto de la fe –el sensus fi- amor y que, por lo ello, conducen
dei– que los ayuda a discernir lo a una mayor unión con Dios, y
que viene realmente de Dios” (EG otros movimientos que conduzcan,
119, ver también 50). Esta pneu- por el contrario, al sentimiento de
matología bautismal refuerza su no sentirse amado, separado de
confianza en los fieles, los cuales Dios e incapaz de encontrar el pro-
“pueden desarrollar su propio dis- pio camino a seguir. La práctica
cernimiento ante situaciones don- del discernimiento de espíritus re-
de se rompen todos los esquemas” quiere, por tanto, una atención a
(AL 37). En consecuencia, AL ate- las diferentes dinámicas que se po-
núa el Magisterio como criterio nen en juego en la experiencia y
primario según el cual el discerni- una creciente capacidad para po-
miento moral y también la teolo- der distinguirlas. El discernimien-
gía deben proceder: “no todas las to alcanza su plenitud cuando los
discusiones doctrinales, morales o movimientos que dirigen a la per-
pastorales deben ser resueltas con sona hacia Dios son aceptados e
intervenciones magisteriales” (AL integrados en la propia vida y
3). En síntesis, Francisco expresa aquellos que lo alejan son recha-
un gran aprecio por la teología del zados (EE 313; EG 51).
discernimiento que hereda de Juan
En el ejercicio del discerni-
Pablo II.
miento, se crea el hábito para este
La segunda fuente complemen- ejercicio para ser llevado a cabo y
taria de la aplicación del discerni- desarrollado en la vida cotidiana.
miento concerniente a cuestiones Esto ocurre especialmente a través
éticas radica, para Francisco, en de la práctica del examen de con-
los Ejercicios Espirituales (EE) de ciencia o revisión del día, que san
san Ignacio de Loyola. Dirigién- Ignacio mandase a los jesuitas, y
dose a un grupo de jesuitas, se re- que ha sido descrito como “un ejer-
fería a “la sabiduría del discerni- cicio diario de discernimiento”
miento” como “aquello que habéis (G.A. Aschenbrenner). De la tra-
recibido de los Ejercicios”. Esto dición ignaciana heredada, Fran-
sugiere que Francisco entiende los cisco toma el discernimiento no
EE. como una escuela, no solo de solo como actividad profundamen-
oración, sino de discernimiento. Se te espiritual sino también como un
espera de aquel que hace Ejerci- ejercicio de la conciencia que no
cios que experimente “mociones” se queda encerrado en la capilla
interiores que se caracterizan por sino que se extiende al conjunto de
un aumento de fe, esperanza y la vida.

La teología moral como servidora de discernimiento   47


EL PAPA FRANCISCO
SOBRE LA NATURALEZA DEL DISCERNIMIENTO

¿Cómo entiende el mismo pa- de su significado, un “discerni-


pa Francisco el discernimiento? He miento” (griego: diákrisis, latín:
identificado siete temas ejes que se discretio) se refiere a un juicio pa-
interconectan y superponen. ra distinguir o separar lo que ini-
cialmente podría parecer ser lo
Un don del Espíritu Santo. La mismo. Para Francisco, se refiere
primera característica del discer- especialmente a la percepción del
nimiento se evidencia a partir de bien incluso en las situaciones más
su propio fundamento teológico y dificultosas. La ambigüedad es la
escritural (véase, por ejemplo, situación más normal; de ahí la ne-
1Cor 12,10): el Espíritu Santo es cesidad urgente de un profundo
quien da el discernimiento. Para discernimiento.
Francisco, el discernimiento es un
don que hay que pedir en la ora- Confiar, no controlar. Una ter-
ción; es más, se trata de una acti- cera cualidad del discernimiento
vidad orante hecha siempre en la es la confianza en la guía del Es-
presencia del Señor. El discerni- píritu Santo y la consiguiente re-
miento es posible gracias al sensus nuncia a un deseo desordenado de
fidei, el cual pertenece a todos los una certeza dada de antemano.
cristianos en virtud de su bautismo Francisco contrapone una menta-
(EG 119). El papa atribuye un cla- lidad de discernimiento con un de-
ro papel al Espíritu en la concien- seo de “ideas demasiado claras y
cia moral cristiana, ya que “la pre- distintas”. La necesidad de tener
sencia del Espíritu otorga a los todo bien atado desde el principio
cristianos una cierta connaturali- es una actitud que manifiesta una
dad con las realidades divinas y falta de confianza en el Espíritu
una sabiduría que los permite cap- Santo. Una mentalidad que discier-
tarlas intuitivamente” (EG 119). ne se siente cómoda con la incer-
tidumbre y la ambivalencia inicia-
Sabiduría en las zonas grises. les puesto que confía en que la
La segunda característica del dis- orientación y la claridad le serán
cernimiento es uno de los estímu- dadas.
los principales para su empleo en
AL, esto es, que se trata de una Un proceso abierto. En cuarto
sabiduría en medio de la ambiva- lugar, el discernimiento es un pro-
lencia y de la incertidumbre de los ceso dinámico y con un final abier-
inicios. “La sabiduría del discer- to (AL 303). Francisco no hubiera
nimiento rescata la necesaria am- convocado dos sínodos sobre un
bigüedad de la vida y nos ayuda mismo tema si no pensase que dis-
cernir bien no toma su tiempo.
a encontrar los medios más apro-
piados” (A. Spadaro). En el origen Sensibilidad hacia lo particu-
48   Nicholas Austin
lar. Quinto, es el discernimiento el trata con las normas. No abando-
que se adapta a la situación. Si bien na las normas de la tradición: con-
los sínodos son un importante lu- tinuamente alaba la actitud de fi-
gar de discernimiento, no todas las delidad y de a mor hacia el
decisiones pueden venir dadas des- magisterio moral de la Iglesia (AL
de arriba: “Cada cristiano y cada 32, 86, 199, 211, 300, 308). Las
comunidad discernirá cuál es el normas tienen una función teoló-
camino que el Señor le pide” (EG gica: “las normas generales pre-
20). No se trata de relativismo, si- sentan un bien que nunca se debe
no de respeto a lo que es dado ob- desatender ni descuidar, pero en su
jetivamente: la voluntad de Dios formulación no pueden abarcar ab-
solo se manifiesta atendiendo a la solutamente todas las situaciones
realidad, especialmente a la perso- particulares” (AL 304). Se refleja
nal. En consecuencia, en una Igle- aquí un esquema de la legalidad
sia sinodal que discierne, existe más romano que anglosajón: la ley
una subsidiariedad y una diversi- articula el ideal y no proporciona
dad de niveles, en todos los cuales una regulación inmediata de la
se debe dar una deliberación oran- práctica, la cual es una tarea deja-
te: el discernimiento contextual re- da a la discreción del juez, quien
quiere estar próximo al terreno. interpreta la ley según las circuns-
Mucho más que aplicar nor- tancias y las personas. Las reglas
mas. En sexto lugar, Francisco re- están para ser aplicadas, pero in-
chaza la idea de que el discerni- cluso su aplicación requiere inter-
miento moral consiste meramente pretación y discernimiento.
en la aplicación a cada situación de
una norma universal (AL 304). Un saber de tipo diferente. Por
Francisco recurre a Tomás de último, Francisco le atribuye al
Aquino para afirmar que “el cono- discernimiento un carácter episté-
cimiento particular del discerni- mico peculiar. Su modo de pensar
miento práctico” es más importan- es abierto, “nunca define sus extre-
te que “conocimiento general de la mos y no completa el pensamien-
norma” (AL 304 n.348). También to” (Spadaro). Es una sabiduría,
se refiere a lo observado por la Co- una intuición, un conocimiento por
misión Teológica Internacional: “connaturalidad” con lo propio de
“La ley natural no debería ser pre- Dios (EG 119). Posee una “dimen-
sentada como un conjunto ya cons- sión mística” que implica “sentir
tituido de reglas que se imponen a las cosas de Dios desde el mismo
priori al sujeto moral, sino que es corazón de Dios” (Bergoglio).
más bien una fuente de inspiración Habiendo obtenido un sentido
objetiva para su proceso, eminen- de cómo entiende Francisco el dis-
temente personal, de toma de de- cernimiento, vamos pues a ver có-
cisión” (AL 305). mo concibe su puesta en práctica
Francisco es comedido cuando en cuestiones morales y pastorales.
La teología moral como servidora de discernimiento   49
EJERCIENDO EL DISCERNIMIENTO

En AL, Francisco menciona vos hijos, con probada fidelidad,


dos modos distintos, aunque rela- entrega generosa, compromiso
cionados, de discernir, esto es, el cristiano, conocimiento de la irre-
pastoral y el personal (AL 298, gularidad de su situación y gran
300). Aun cuando el discernimien- dificultad para volver atrás sin sen-
to personal recibe frecuentemente tir en conciencia que se cae en nue-
la ayuda de la conversación pasto- vas culpas” (AL 298).
ral, el definitivo criterio de la con-
ciencia es inalienable: “según Francisco confía en este discer-
nuestra tradición de moral teológi- nimiento, reconociendo en ello a
ca, la conciencia es la norma sub- cristianos que van creciendo en
jetiva suprema de acción, y nadie gracia, más de lo que confía en el
puede ocupar su lugar (ni siquiera antiguo enfoque moral de manual,
el sacerdote en el sacramento de la que vería un estado habitual de pe-
penitencia” (B. Petrà). cado mortal. En dicho caso, la con-
secuencia es que es posible un ac-
Francisco apela al discerni- c e s o p r ove c h o s o t a n t o a l
miento pastoral en contextos diver- confesionario, visto no como “una
sos, como el bautismo para aque- cámara de tortura” sino como “un
llos en “una situación matrimonial encuentro con la misericordia del
compleja”, identificando y aco- Señor”, como a la eucaristía, “ge-
giendo los elementos positivos de neroso remedio y alimento para los
las relaciones no matrimoniales. débiles” (AL 305, n.351). Se han
La aplicación más llamativa y no- dado diferentes interpretaciones a
toria es el acceso a los sacramen- esta controvertida nota a pie de pá-
tos de la reconciliación y la euca- gina. Sin embargo, a partir de la
ristía para los vueltos a casar. respuesta del papa Francisco a los
Francisco insiste que, incluso en lo obispos argentinos, es evidente que
que podría ser considerado como AL, en ciertos casos cuidadosa-
“una situación objetiva de pecado”, mente discernidos, admite el acce-
“se pueda vivir en gracia de Dios, so a los sacramentos de la recon-
se pueda amar, y también se pue- ciliación y de la eucaristía para
da crecer en la vida de la gracia y aquellos que se han vuelto a casar.
la caridad, recibiendo para ello la
ayuda de la Iglesia” (AL 305). Es- Este enorme respeto de Fran-
te es su discernimiento, sin duda cisco por el discernimiento pasto-
informado por sus años de prácti- ral, incluso cuando se construye en
ca pastoral: que las personas vuel- conversación con el pastor, ¿no se
tas a casar pueden mostrar signos desliza con facilidad en un subje-
del Espíritu operando en sus vidas. tivismo tiránico que reclama la au-
Se refiere a “una segunda unión toridad para la propia opinión solo
consolidada en el tiempo, con nue- porque es propia? Se necesita, por
50   Nicholas Austin
tanto, identificar algunas condicio- moral del individuo: “este discer-
nes positivas del buen discerni- nimiento es dinámico y debe per-
miento tanto pastoral como perso- manecer siempre abierto a nuevas
nal, de alguna medida para juzgar etapas de crecimiento y a nuevas
si puede confiar en un llamado dis- decisiones que permitan realizar
cernimiento como tal. ¿Qué orien- el ideal de manera más plena” (AL
tación ofrece Francisco para sepa- 303). Por ejemplo, el pastor debe
rar el trigo de la paja? “poner de relieve los elementos de
su vida que puedan llevar a una
Un criterio clave ofrecido por
mayor apertura al Evangelio del
Francisco es el principio de gra-
matrimonio en su plenitud” (AL
dualidad enunciado por Juan Pablo
293).
II en FC (9, 34). Este principio se
basa en la idea de que el proceso ¿Qué otros criterios de buen
continuado de conversión en gra- discernimiento ofrece Francisco?
cia es característicamente gradual El papa se enfoca en las cualida-
y creciente. Si bien hubo una cier- des y disposiciones personales de
ta preocupación en los sínodos so- quien discierne. Francisco habla
bre el uso del principio de gradua- de la virtud de la magnanimidad,
lidad, está abiertamente presente a la que se refiere como la “la vir-
en AL. La gradualidad está estre- tud de lo grande y de lo pequeño”.
chamente relacionada con el dis- Hace sus reflexiones sobre esta vir-
cernimiento, ya que “el discerni- tud en torno al enigmático dicho
miento debe ayudar a encontrar los ignaciano, non coerceri a maximo,
posibles caminos de respuesta a sed contineri a minimo divinum
Dios y de crecimiento en medio de est (“cosa divina es no estar ceñi-
los límites” (AL 305) do por lo más grande y, sin embar-
go, estar contenido entero en lo
La objeción habitual al princi-
más pequeño”). “Esta sentencia”,
pio de gradualidad es que conduce
según Francisco, “ofrece paráme-
a una erosión gradual de la ley, a
tros para asumir una correcta po-
medida que se van haciendo más
sición para el discernimiento, a fin
y más excepciones a la regla. Fran-
de escuchar las cosas de Dios des-
cisco repite la observación de Juan
de el “punto de vista” de Dios.
Pablo II de que “la gradualidad no
está en la misma ley” y señala que En el ejercicio del discerni-
debería estar implicada una aper- miento pastoral de la Iglesia tam-
tura a una conformidad más plena bién es necesaria la virtud de la
con el “ideal objetivo” (AL 300). misericordia. Francisco describe
Pero insiste en que el discerni- el capítulo octavo de AL como
miento puede permitirnos ver lo “una invitación a la misericordia y
que “por ahora” Dios está pidien- al discernimiento pastoral ante si-
do. De este modo existe una afor- tuaciones que no responden plena-
tunada tensión que mantiene uni- mente a lo que el Señor nos propo-
do al ideal objetivo con la ubicación ne” (AL 6). El papa insiste en “un
La teología moral como servidora de discernimiento   51
discernimiento pastoral cargado deben garantizarse las condiciones
de amor misericordioso, que siem- necesarias de humildad, reserva,
pre se inclina a comprender, a per- amor a la Iglesia y a su enseñanza,
donar, a acompañar, a esperar, y en la búsqueda sincera de la volun-
sobre todo a integrar” (AL 312). tad de Dios y con el deseo de al-
La justificación de esta unión en- canzar una respuesta a ella más
tre del discernimiento con la mi- perfecta” (AL 300).
sericordia es clara. Si la misericor-
Francisco también ofrece otros
dia, como dice James Keenan, es
principios que mitigan el riesgo de
la disposición de entrar en el caos
relativismo. Por ejemplo, describe
de otros para responderles en sus
la Palabra de Dios como “un cri-
necesidades, un enfoque moral que
terio de juicio y una luz para el dis-
esté incómodo con la falta de cla-
cernimiento” (AL 227). Aunque
ridad y la ambigüedad tendrá, en-
ciertamente afirma la capacidad de
tonces, dificultades para acompa-
la conciencia de los fieles para dis-
ñar a los que más necesitan de la
cernir (AL 37), no se imagina que
misericordia y de la inclusión. Por
cada individuo simplemente pueda
el contrario, un enfoque moral de
construir su propio juicio. Más
discernimiento, debido a su aco-
bien su visión es la de una Iglesia
modo con la complejidad, es más
sinodal de miembros que siempre
capaz de encontrar un camino más
buscan juntos adecuarse a lo que
compasivo en el desorden de mu-
Dios pide. Ante todo, Francisco
chas vidas y relaciones. Cualquier
subraya la necesidad de formación
estrategia pastoral o postura teoló-
para el discernimiento maduro:
gica que ponga en duda la miseri-
“Estamos llamados a formar las
cordia de Dios “es la peor manera
conciencias, pero no a pretender
de licuar el Evangelio” (AL 311)
sustituirlas” (AL 37). Educar la
Fiel a su énfasis sobre las vir- conciencia para el discernimiento
tudes, AL llama la atención sobre supone mucho más que enseñar
las disposiciones adicionales nece- normas: es la formación de la mis-
sarias para un buen discernimien- ma persona, especialmente en vir-
to personal: “Para que esto suceda, tudes.

CUESTIONES CRÍTICAS

Gran parte de la controversia tradición sobre la indisolubilidad


acerca de AL se ha centrado en la del matrimonio, las acciones in-
comunión de los casados nueva- trínsecamente malas y la capaci-
mente y en la cuestión de las nor- dad de los justificados para guar-
mas morales absolutas. Los críti- dar la ley moral. La preocupación
cos afirman que la exhortación subyacente está en la claridad mo-
pone en peligro la enseñanza de la ral. Se puede argumentar que una
52   Nicholas Austin
ética del discernimiento moral ejemplo, baste considerar el trata-
puede derivar inadvertidamente miento de santo Tomás de la cues-
hacia la confusión moral sobre tión acerca de si es legítimo robar
asuntos de gran importancia, es- en caso de extrema necesidad. El
pecialmente en una cultura posmo- santo quiere mantener la prohibi-
derna que no logra establecer lími- ción contra el robo como un pre-
tes claros entre lo correcto y lo cepto negativo, vinculante en todos
incorrecto. Si bien muchas decisio- los contextos, un mandamiento del
nes requieren de una deliberación, Señor; pero al mismo tiempo, re-
algunas son claramente de tipo conoce que en casos de extrema
blanco o negro, y el hecho de no necesidad puede ser necesario to-
reconocer la línea divisoria puede mar la propiedad de otro. Su solu-
hablar más de una ceguera moral ción pasa por la apelación al des-
que de una supuesta sabiduría en tino universal de los bienes para
la zona de los grises. Las normas explicar que, en estas situaciones,
contra el aborto directo, la eutana- lo que pertenece en superabundan-
sia o el adulterio, por ejemplo, son cia a uno podría deberse a otro cu-
una salvaguarda contra la búsque- ya necesidad es mayor. No admite
da de justificación de lo injustifi- que esté bien robar. Más bien, dice
cable. ¿No añade confusión el pa- que tomar lo que (inicialmente) le
pa Francisco a la ley moral al pertenece no es, en ese caso, robo,
introducir el discernimiento allá sino apropiarse ahora con justicia
donde no hay discernimiento po- de aquello que a uno le pertenece.
sible, en la esfera de las acciones Del mismo modo, AL no abando-
intrínsecamente malas? Los jóve- na el magisterio de la Iglesia que
nes -se argumenta- merecerían al- admite que algunas acciones son
go más que la invitación a discer- incorrectas en todas las circuns-
nir: en un entorno de confusión en tancias, sino que identifica cuida-
la ética, necesitarían un marco mo- dosamente algunos casos urgentes
ral claro. necesitados de un discernimiento,
que la Iglesia detecta y la experien-
Son necesarios algunos comen- cia pastoral conoce y que aún no
tarios iniciales sobre la relación han encontrado una solución satis-
entre el discernimiento y las nor- factoria. No será nunca legítimo
mas absolutas. Al resaltar la nece- discernir si se puede cometer adul-
sidad de aplicar reglas generales terio: el adulterio es siempre malo
junto con un discernimiento sen- y debe evitarse. Sin embargo, ¿no
sible a las circunstancias particu- puede ser la ocasión para un dis-
lares, AL puede considerarse fiel cernimiento cuidadoso, tanto pas-
a la explicación del juicio moral de toral como personal, para ver si
Santo Tomás. Añadiría que inclu- continuar con una relación es adul-
so a veces se requiere de un dis- terio o si romper con ella es un ac-
cernimiento a la hora de aplicar las to correspondiente de fidelidad al
normas absolutas. Por tomar un cónyuge y a los niños?
La teología moral como servidora de discernimiento   53
Los críticos tienen razón en que la comunidad. El discernimiento
no todo lo que lleva el nombre de cristiano tiene su lugar caracterís-
“discernimiento” es digno de con- tico en la Iglesia. Francisco ha
fianza. A los jóvenes les debemos mostrado su deseo de una Iglesia
proporcionar un marco moral cla- que discierna más a través de su
ro, pero también, un acompaña- reforma de los sínodos: una Iglesia
miento, el cual necesitarán a me- sinodal es una Iglesia que discier-
dida que crezcan como agentes ne. ¿Cómo puede la moral teológi-
morales y en el hábito del discer- ca fundamental tener debidamente
nimiento. La tarea de la teología en cuenta las dimensiones indivi-
moral es investigar los medios por dual, comunitaria y eclesial del
los cuales se puede cultivar una discernimiento moral?
conciencia discerniente, para lo
cual la enseñanza de ciertos pre- Una última cuestión se refiere
ceptos negativos, como el adulte- a la aplicación del discernimiento
rio, el aborto directo o el suicidio moral en un sentido más amplio.
asistido, es necesaria pero no sufi- AL refleja el discernimiento en un
ciente. rango pequeño de problemas de la
vida en la Iglesia católica, especial-
También es necesario aclarar mente relacionados con el divorcio
la forma característica del conoci- y el matrimonio. Existe el conti-
miento moral propio del discerni- nuo peligro en teología moral de
miento. El discernimiento, ¿es ra- caer dentro de la fuerza de la gra-
cional o supra-racional? Sin duda, vedad que tienen las controversias
es imprescindible evitar una expli- de los temas sexuales y matrimo-
cación excesivamente racionalista niales, descuidando de este modo
del discernimiento moral. Pero la urgencia de otras cuestiones de
también, bajo mi punto de vista, tipo social o ecológico. ¿Qué pue-
aun teniendo en cuenta los aspec- den aportar al discernimiento el
tos interior, personal y contempla- pensamiento y la práctica social
tivo del discernimiento, es impor- católicas y qué le podría aportar a
tante evitar el romanticismo estos el discernimiento? Dado el
anti-intelectualista que es alérgico contexto plural de la vida cristiana
a la naturaleza racional de la deli- actual, es también importante acla-
beración racional. rar hasta qué punto un discerni-
También precisan de un análi- miento auténtico se puede llevar a
sis los respectivos papeles en el cabo con los que tienen otra fe o
discernimiento del individuo y de ninguna.

Tradujo y condensó: SERGIO GADEA

54   Nicholas Austin

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