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Semana 2 - de Juan A Jesús
Semana 2 - de Juan A Jesús
1,35-42 1,43-51
Recomendación
• Este movimiento popular alarma a las autoridades centrales, religioso-políticas, que envían una comisión para
investigar, con ánimo de detener a Juan si pretende atribuirse esa misión. Desconcertados por sus negaciones,
pues Juan no se identifica con ninguno de los personajes esperados, reciben, como respuesta a su insistencia,
un mensaje de denuncia. Son ellos los culpables de la situación, los que impiden la obra liberadora de Dios.
Juan les da, además, una noticia inquietante: el Mesías no es él, pero está ya presente y va a iniciar la época
nueva, respondiendo al anhelo del pueblo.
Recomendación
• La época que comienza es festiva (pascua), por tener la alegría de la libertad, y representa la verdadera alianza
de Dios con la humanidad. Para esta misión Jesús ha recibido su investidura, su unción de Mesías, que es la
plenitud del Espíritu, fuerza de vida-amor, comunicación personal de Dios. Así, la Palabra se hace hombre, se
realiza plenamente el proyecto divino. El es por eso el Hijo de Dios, Dios entre los hombres, el enviado del
Padre, el que ha bajado del cielo. Participando de la plenitud que él posee, los que se adhieran a él nacerán del
Espíritu, recibiendo la fuerza de vida-amor que los liberará de la opresión del pecado. La declaración de Juan es
una invitación a los hombres de toda época: les hace saber que en Jesús se encuentra la vida, que por él
pueden liberarse de la opresión.
Recomendación
• Los del primer tipo no sólo han roto con la situación, esperan al Mesías descrito por Juan: el que, por haber
recibido la plenitud del Espíritu, es el Hijo de Dios, el que con su muerte va a inaugurar la nueva alianza y,
comunicando el Espíritu, va a quitar el pecado del mundo, es decir, va a liberarlo de la esclavitud,
conduciéndolo con un nuevo éxodo a la alternativa de la vida. Los discípulos así preparados siguen
espontáneamente a Jesús. Su deseo queda completado por la iniciativa de éste, que los interpela, y
experimentan el lugar donde vive, es decir, conocen la alternativa que él propone: la de la cercanía e intimidad
con Jesús, y optan por ella. Estos discípulos representan un sector de las comunidades cristianas, los que de
veras comprenden a Jesús y su mensaje y han roto definitivamente con las estructuras caducas de la antigua
alianza.
• El segundo tipo está representado por Simón Pedro. Este, aunque discípulo ferviente de Juan Bautista, no
escucha su mensaje ni sigue a Jesús, se deja llevar pasivamente a su presencia. Ha roto con las instituciones,
pero no conoce la calidad ni la misión de Jesús como Mesías y no sabe la alternativa que propone. Así como
Andrés expresaba su propia experiencia personal de Jesús con el término «el Mesías», concebido a la manera
de Juan, Pedro no tiene comentario alguno sobre su encuentro.
Recomendación
• Se retrata aquí la comunidad judaizante. Jesús la llama y le anuncia su integración en la comunidad mesiánica,
pero le avisa y le promete que también ellos han de llegar al punto donde los otros han llegado, a vivir en su
alternativa, la esfera de la comunicación divina. El Mesías no es el que domina al pueblo, sino el que lleva el
hombre a su plenitud. Con la constitución de la comunidad de Jesús, compuesta por grupos de mentalidad muy
diversa, termina la sección introductoria. En ella se ha expuesto el verdadero concepto del Mesías (1,29-34) y
se han descrito las actitudes de los diferentes discípulos, que encarnan grupos cristianos. Empieza a
continuación la actividad del Mesías, la manifestación del amor leal.