REY CARLOMAGNO: Emperador de Francia, anciano sabio. Gobernante de cristiandad y francos. ROLDÁN: Sobrino de Carlomagno. Alocado e imprudente. OLIVIER: Mejor amigo de Roldán y hermano del prometido de este. TURPÍN EL ARZOBISPO: Arzobispo de Reims, da perdón a Olivier por pecados cometidos. GANELÓN: Padrastro de Roldán. Está casado con la hermana del rey Carlo Magno. Carlomagno está rodeado siempre por doce compañeros. Estos son Roldán, Olivier, Gerin, Gerier, Berenger, Oton, Sansón, Anseis, Ivoire e Ivon. BALIGÁN: Es un gobernante muy astuto y leal, donde también resalta la soberbia al gobernar. Carlomagno conquistó toda España excepto Zaragoza, donde gobierna el rey Marsil. Este le ofrece riquezas a Carlomagno, pero Roldán, su sobrino lo rechaza. Pero Ganelón dice que hay que aceptar y decide mandar un embajador a Zaragoza. Roldán propone mandar a Ganelón.
Ganelón es padrastro de Roldán y es nominado por este para ir al reino de Zaragoza y
hablar con el rey Marsil para cumplir los deseos de Carlomagno. Pero esta empresa lo hace enojar y pone angustioso, debido al peligro que representa, por lo que quiere vengarse de su hijastro después. Ante la inminencia de su misión, y resignado al peligro que esto significa, deja en herencia sus tierras y feudos a su hijo Balduino. Pidiendo además al rey, que viene a ser su cuñado, que lo proteja. Recibe de las manos del rey el guante y bastón. Ante esto, Ganelón sigue fastidiado y promete vengarse de Roldán, Oliveros y sus doce acompañantes. Al recibir el guante, este se le cae y los franceses que observan el acto vaticinan malos augurios. Finalmente pide bendición al rey, y este lo marca con la señal de la cruz, absuelve con mano derecha y entrega una misiva. Ya en su campamento, Ganelón se prepara, vistiendo con espuela de oro y ciñéndose su espada Murgles. Monta en su corcel Techebrún, ayudado por su tío Guinemer, mientras muchos caballeros lloraban y se lamentaban la elección de Roldán. Piden que los lleven con él, pero Ganelón se resiste. Y solo pide que cuiden de su hijo y esposa. Después cabalga hasta llegar con los mensajeros sarracenos, para conversar con Blancandrín, quien le expresa su admiración hacia el rey Carlos y a los francos. Pero critica la mala influencia que ejercen los duques y condes para con el rey. Ganalón afirma que Roldán es el único que merece esa crítica y que estaría dispuesto a gozar y celebrar con quien lo mate. Después los dos empiezan a despotricar de Roldán, hablando sobre su ambición de querer apoderarse de todas las tierras y que los franceses son quienes lo apoyan ya que Roldán les da dinero y armamento. Y así cabalgaron hasta hacerse la promesa de matar a Roldán. Finalmente llegan a Zaragoza y se acercan al rey, rodeado de 20 mil sarracenos. Blancandrín presenta a Ganelón y le dice que él es el elegido para dar la respuesta del rey Carlos antes la propuesta de si tendrán guerra o paz. El conde Ganelón dice que deben recibir la santa fe cristiana para que el rey les entregue la mitad de España. Y sino, se le tomará cautivo y se le dará una muerte vil y ultrajante. El rey Marsil monta en cólera y tiene ganas de herir. Ante esto, Ganelón hace el ademán de desenvainar su espada y lanza unas palabras de amenaza. Al ver esto, los sarracenos piden calma. Después, Ganelón avanza hacia el rey y repite el mensaje, añadiendo ahora a Roldán, y entrega la misiva que le fue conferida a las manos del rey Marsil. En la carta se le recuerda el dolor que sintió el rey Carlos cuando cortó la cabeza de Basan y su hermano Basilio, en montes de Altamira. Y agrega que si quiere su perdón, deberá enviar a su tío, el califa, para gozar de su favor. Ante esto toma palabra el hijo de Marsil y pide que se le entregue a Ganelón para ajusticiarlo. Ganelón al escuchar esto, blande su espada y corre hacia un pino. Después se retiran hacia el vergel, una especie de jardín, junto con Blancandrín, Jurfaret, hijo y heredero, y califa, el tío. Blancandrín propone llamar al francés, ya que ha jurado servirlos. Y, trayendo a Ganelón ante el rey, concertan la traición. El rey marsil ofrece en prenda una piel de marta de cebellina y ofrece una buena multa para el día siguiente. Además, el rey Marsil le pide que le hable del rey CarloMagno, con la intención de sacarle información. Ganelón alaba el valor y la importancia de Carlomagno y dice que no puede traicionar a su barones.