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Literatura Primero Semana 14
Literatura Primero Semana 14
CALIXTO GARMENDIA
Yo nací arriba, en un pueblito de los Andes. Mi padre era carpintero y me mandó a la escuela.
Hasta segundo año de primaria era todo lo que había. Y eso que tuve suerte de nacer en el pueblo,
porque los niños del campo se quedaban sin escuela. Fuera de su carpintería, mi padre cultivaba con
la ayuda de algunos indios a los que pagaba en plata o en obritas de carpintería; que el cabo de una
lampa o de hacha, que una mesita, en fin. Desde unos extremos del corredor de mi casa, veíamos
amarillear el trigo, verdear el maíz, azulear las habas en nuestra pequeña tierra. Daba gusto. Con la
comida y la carpintería, teníamos bastante, considerando nuestra pobreza.
A causa de tener algo y también por su carácter, mi padre no agachaba la cabeza ante nadie. Su
banco de carpintero estaba en el corredor de la casa, dando a la calle. Pasaba el alcalde. “Buenos
días, Señor”, decía mi padre, y se acabó. Pasaba el Subprefecto. “Buenos días, Señor”, y asunto
concluido. Pasaba el Alférez de gendarmes. “Buenos días, Alférez”, y nada más, Pasaba el juez y los
mismo. Así era mi padre con los mandones. Ellos hubieran querido que les tuviera miedo o les
pidiese o les debiera algo. Se acostumbran a todo eso los que mandan. Mi padre les disgustaba. Y
no acaba ahí la cosa. De repente venía gente del pueblo, ya sea indios, cholos o blancos pobres. De
a diez, de a veinte, o también poblada llegaba. “Don Calixto, encabécenos para hacer este reclamo”.
Mi padre se llamaba Calixto, oía de lo que se trataba, si le parecía bien aceptaba y salía a la cabeza
de la gente, que daba vivas y metía harta bulla, para hacer el reclamo. Hablaba con buena palabra. A
veces hacía ganar a los reclamadores y otros perdía, pero el pueblo siempre le tenía confianza.
Abuso que se cometía, ahí estaba mi padre para reclamar al frente de los perjudicados.
Las autoridades y los ricos del pueblo, dueños de haciendas y fundos, le tenían echado el ojo para
partirlo en la primera ocasión. Él ni se daba cuenta y vivía como si nada le pudiera pasar. Había
hecho un sillón grande, que ponía en el corredor. Ahí solía sentarse, por las tardes, a conversar con
los amigos. “Lo que necesitamos es justicia”, decía. “El día que el Perú tenga justicia, será grande”:
“No debemos consentir abusos”.
Sucedió que vino una epidemia de tifo, y el panteón del pueblo se llenó con los muertos del propio
pueblo y los que traían del campo. Entonces las autoridades tomaron mano de nuestro terrenito para
panteón. Mi padre protestó diciendo que tomaran tierra de los ricos, cuyas haciendas llegaban hasta
la propia salida del pueblo. Dieron de pretexto que el terreno de mi padre estaba ya cercado,
pusieron gendarmes y comenzó el entierro de los muertos. Quedaron a darle una indemnización de
setecientos soles, que era algo en esos años, pero que autorización, que requisitos, que papeleo,
que no hay plata en este momento... Se la estaban cobrando a mi padre, para ejemplo de
reclamadores.
Un día, después de discutir con el alcalde, mi viejo se puso a afilar una cuchilla y, para ir a lo
seguro, también un formón. Mi madre algo le vería en la cara y se le prendió del cogote y le lloró
diciéndole que nada sacaba con ir a la cárcel y dejarnos a nosotros desamparados. Mi padre se
contuvo como quebrándose. Yo era niño entonces y me acuerdo de todo eso como si hubiera pasado
esta tarde.
Ciro Alegría
(peruano)
ACTIVIDADES
A. ¿Quiénes son los personajes principales? ¿Y los secundarios?
B. ¿Qué oficio tenía el padre y cómo era su comportamiento con las autoridades?
C. ¿Por qué y para qué la gente del pueblo recurría a él?
D. ¿Qué solía decir o predicar Calixto a sus amigos?
E. ¿En qué lugar o ambiente se realizan los hechos narrados?
F. ¿Tú estás de acuerdo con las ideas de Calixto? Explica por qué.
Identifica las partes de la narración: Vuelve a leer el texto e indica qué sucede en cada parte:
a. Introducción
b. Nudo
c. Desenlace
LA NARRACIÓN
1. Concepto:
La narración es el relato de lo sucedido. Narrar es contar, referir en forma amena e interesante,
hechos o verosímiles acaecidos en un tiempo y lugar determinados.
2. Elementos de la Narración:
Hechos Narrador Personajes
Lo que ocurre. Pueden Es quien nos relata Son a quienes les
ser: Reales o los hechos. ocurren los hechos.
fantásticos
Lugar Tiempo
Donde ocurren los Es el momento en que
hechos. ocurren los hechos.
3. Partes de la Narración:
c) El desenlace suele ser breve. Es importante tener pensando desde el principio el final de la historia
para que éste cierre bien el relato.
El tiempo en la narración: Los hechos de una historia pueden marcarse en presente o en pasado.
PRESENTE PASADO
Se emplea el presente para narrar hechos que están sucediendo. Así la hace por ejemplo, un locutor
cuando transmite en directo un acontecimiento.
A veces se narra en presente hechos pasados con el fin de dar viveza al relato, como por ejemplo,
Alfredo Bryce en “El camino es así”.
Se emplea generalmente el pasado para narrar hechos que ya sucedieron. Así lo hace, por ejemplo, un
periodista cuando narra un acontecimiento que ha presenciado.
Se deben narrar los hechos en presente o en pasado, manteniendo el tiempo elegido hasta el final del
relato.
5. El narrador:
Al escribir una historia, los autores inventan hechos, personajes, lugares, etc. y también inventan una
figura muy importante en los relatos: el narrador.
El narrador es la persona que cuenta la historia y puede participar en ella como uno de los personajes.
También puede mantenerse fuera del relato sin que se sepa exactamente quién es ni cómo se llama.
En el siguiente texto el narrador es, a la vez, un personaje de la historia.
MAMA ALBA
Todos sabemos que los hombres tienen una sola madre. Puesto que mis hermanos Christian, Sebastián y
yo podemos ser la excepción, tuvimos una sola madre, como todo el mundo. Pero desde mi adolescencia
hasta ahora, en mi casa siempre hemos sentido que tenemos dos madres.
“Mamá” es simplemente nuestra madre; la otra es “Mamá Alba”, un nombre que ha crecido y cambiado
conforme los tres hermanos crecíamos y cambiábamos de rostro, tamaño, color y peso (...) Hasta imagino que
nuestra madre real se siente también bajo la protección de Alba, quien quizá sea, por así decirlo, la
progenitora de todos los que pueblan mi casa, así se trate de hombres, mujeres, niños, perros, cuyes,
gallinas... Cada uno de nosotros habla o emite ruidos, según su condición humana o animal, pero todos
llamamos a Alba. A ratos yo me he visto compitiendo en chillidos con los hambrientos cuyes de la cocina, y me
he sentido feliz.
Carlos E. Zavaleta
En primera persona:
Como protagonista de los hechos. el narrador es el personaje principal. Él realiza las acciones que relata.
Nosotros la encontramos al fondo del barranco, en los viejos baños de Magdalena. Veníamos huyendo de
la ciudad como bandidos porque los escribanos y los policías nos habían echado de quinta en quinta y de
corralón en corralón.
(Julio Ramón Ribeyro)
Como testigo de los hechos. Otros personajes realizan las acciones, pero el narrador las conoce:
...sin que el muchacho lo notase, observé cómo se encendían en sus ojos, al mirar de soslayo a su
enemigo, esos resplandores felinos (...) y se dibujaba entonces, en sus labios, una leve y fría sonrisa (...)
Todos estábamos ansiosos por ver cuál sería el desenlace de semejante pugna.
(E. Rivera Martínez)
En tercera persona, como un observador que no participa en la historia, pero conoce los pensamientos y
las acciones de los personajes:
Siguió avanzando, cada vez más extraviado, incapaz de orientarse en esas calles empedradas,
internándose en la ciudad tan alargada, tan distinta a la que recordaban sus ojos (...) Despacio, sin ruido,
sin darse cuenta, se echó a llorar.
(Mario Vargas Llosa)