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Historia de José Bonaparte, que disfrutó del apoyo de comerciantes y nobles, pero hubo

de enfrentarse a una resistencia conformada por campesinos, grupos urbanos y


Los orígenes de la ciudad se remontan al asentamiento de la entonces aldea de clérigos. La presión fiscal ejercida para mantener a las tropas francesas, y la
Gasteiz en una colina de virtudes estratégicas que Sancho VI de Navarra eligió defensa de los fueros, el modelo de vida anterior y las creencias religiosas,
como centro de apoyo a su expansión por la Llanada alavesa y defensa de las provocó movilizaciones que condujeron a la épica Batalla de Vitoria, el 21 de
fronteras frente al reino de Castilla. Pero aquella Nueva Victoria, fundada en junio de 1813. Este golpe de gracia al dominio napoleónico en España tuvo una
1181, no tardaría en caer en manos castellanas. El nuevo monarca, Alfonso VIII, gran repercusión en los movimientos culturales de la época, y llevó a Ludwig van
amplió la ciudad con tres nuevas calles, a las que más tarde se sumarían otras Beethoven a componer una sinfonía conmemorativa.
tantas, ya bajo el reinado de Alfonso X el Sabio.
Pero en 1814, con el regreso de Fernando VII a España, se produjo un retorno al
Más allá de sus bondades defensivas, la ciudad disfrutaba de una ubicación absolutismo. Posteriormente, con el pronunciamiento liberal de Riego en 1820,
privilegiada como cruce de caminos y parada de rutas comerciales de largo se restableció la Constitución de Cádiz durante el conocido como Trienio Liberal.
alcance, que se benefició de la intensa actividad de los mercaderes y artesanos En este periodo, se abren nuevos espacios urbanos en la ciudad, y se urbanizan
que dieron nombre a sus calles, con una extraordinaria variedad de oficios nuevas calles y paseos. Tras el paréntesis de la primera Guerra Carlista, Vitoria
especializados. Se asentaban en los ensanches amurallados de la ciudad, continúa con su ampliación hacia el sur, ya que la burguesía de la ciudad fue
mientras que el cerro estaba reservado a los clérigos y a los nobles, cuyas abandonando el núcleo fundacional para instalarse en el ensanche
luchas de bandos modificaron, en los siglos XIV y XV, el diseño urbano con decimonónico. Las clases medias burguesas insuflaron vida al movimiento
casas señoriales y edificios fortificados. cultural, y lograron que se conociera a la ciudad con el sobrenombre de la
Atenas del Norte.
La riqueza generada por el comercio, y la acumulada por los señores al servicio
de la monarquía, hicieron del s. XVI un periodo de prosperidad que se Una nueva Guerra Carlista, en 1872, convirtió Vitoria en una guarnición militar,
materializó en las nuevas construcciones renacentistas y en el con exigencias fiscales que complicaban seriamente la vida de la población civil.
acondicionamiento de las calles. El gobierno de la ciudad estaba en manos de Tras el fin de la contienda, las provincias vascas asumieron obligaciones fiscales
una oligarquía de acomodadas familias que se perpetuaban en los cargos y y militares de las que hasta la fecha carecían. Se estableció el primer Concierto
practicaban el viejo arte de los favores, el mecenazgo, las compensaciones o el Económico, que obligaba a contribuir con un cupo a los gastos del Estado; un
clientelismo. Pero las crisis agrícolas, las hambrunas y las epidemias que sistema que sigue vigente en la actualidad.
azotaron la provincia, acabarían convirtiendo el s. XVII en un periodo de
depresión. En los últimos años del s. XIX, la otrora Atenas del Norte perdió lustre. La
antigua actividad intelectual y política dejó paso a una sociedad conservadora,
La recuperación económica llegaría con la segunda mitad del s. XVIII, gracias con gran protagonismo de los militares y el clero en el devenir de la ciudad. El
entre otras cosas a la labor de los ilustrados alaveses, miembros de la Real comienzo del nuevo siglo proporcionó un protagonismo mayor a la masa social,
Sociedad Bascongada de Amigos del País, que procuraron elevar el nivel pero en 1923 el general Primo de Rivera dio un golpe militar e instauró la
cultural de las clases más populares e introducir mejoras en la industria Dictadura hasta 1930, disolviendo ayuntamientos y diputaciones, y colocando en
sirviéndose de la ciencia. Sus efectos se dejaron notar en los terrenos educativo, el poder a figuras conservadoras y afines locales. A pesar del triunfo republicano
asistencial, higiénico y urbanístico. Se amplió la ciudad hacia el sur, con un en las elecciones municipales de 1931, y de la participación del nuevo
relevante papel del genial arquitecto Justo Antonio de Olaguíbel, que la dotó de Ayuntamiento en la elaboración del Estatuto Vasco, la provincia mantuvo su
su primera plaza mayor –aún hoy centro fundamental de la vida de los carácter conservador y reaccionario. La resistencia al pronunciamiento militar de
vitorianos-, y logró salvar el gran desnivel entre la antigua y la nueva ciudad con 1936, que conduciría a la posterior dictadura franquista, fue escasa; Vitoria se
la alabada estructura de Los Arquillos. perpetuó durante la posguerra como una ciudad tradicional, que no ofrecería
señales de cambio hasta las décadas de 1950 y 1960, con el despegue
industrial, la expansión urbana y el incremento de la población, debido sobre
Entre 1789 y 1848, occidente fue sacudido por las revoluciones liberales que
todo a la llegada de inmigrantes. Entre 1950 y 1975, la ciudad triplicó su
exigían un nuevo modelo de sociedad, y que pusieron fin al llamado Antiguo
población, y surgieron los nuevos barrios.
Régimen; no sin dificultades en España, un país tradicional y regido por la
religión y la autoridad de las élites. En Álava, la presencia francesa supuso, entre
1808 y 1813, cambios muy importantes. Vitoria se convirtió en sede de la Corte
La vida social y las costumbres locales experimentaron un cambio importante ensanche gótico en la ladera oeste. Unos años más tarde, en 1256, Alfonso X la
con el nacimiento de las clases medias. Y también la conquista de libertades extendió hacia el este con nuevas calles gremiales. De esta época es importante
durante la Transición democrática, en la que se atribuye un importante papel al el legado que dejó la aljama judía antes de su expulsión ordenada por los Reyes
nuevo monarca, Juan Carlos I. Con todo, el 3 de marzo de 1976 quedaría Católicos. No fue hasta 1431 que Vitoria obtiene el título de ciudad de la mano
grabado a fuego en la historia del movimiento obrero de la ciudad, cuando la de Juan II. Con el paso del tiempo el nombre de la ciudad perdió la C al mismo
represión policial de una huelga arrojó un saldo de cinco fallecidos y centenares tiempo que Vitoria iba extendiéndose. El Casco Antiguo de la ciudad medieval se
de heridos. La reivindicación económica y laboral alcanzó el grado de social,
fue quedando pequeño, hasta el punto de que, a finales del siglo XVIII y durante
incluso más allá de las fronteras alavesas.
el siglo XIX, cuando comenzó el periodo de mayor esplendor de Vitoria, hubo
que salir del recinto amurallado y comenzar con las construcciones neo-clásicas
Con la Constitución de 1978, comienza una nueva etapa histórica en España. El
que todavía hoy en día disfrutamos como la Plaza España, Los Arquillos o el
País Vasco aprobó en 1979 el Estatuto de Guernica, y Vitoria se convirtió en
Palacio de la Provincia. De todos modos, no fue hasta los años 60 del pasado
1980 en la capital política y administrativa de la Comunidad Autónoma Vasca.
siglo XX cuando Gasteiz ha sufrido su mayor crecimiento urbano. Este
crecimiento tardío favoreció un desarrollo armónico de la ciudad con extensas
En octubre de 2011, la banda terrorista ETA anunció el cese definitivo de la
lucha armada, tras medio siglo de actividad, abriendo un anhelado proceso de zonas verdes,, amplias avenidas y muchas calles peatonales. Vitoria ha sido la
pacificación en Euskadi que presenta desafíos tan complicados como representante española en la II Conferencia de Naciones Unidas sobre Hábitats
esperanzadores. Humanos. Desde 1980, Vitoria es la capital de la Comunidad Autónoma del País
Vasco.
Un hecho que pone el broche perfecto al
proceso de apertura que ha experimentado la Volver arriba
ciudad en los últimos años, con la recuperación
de su casco antiguo, los frutos de sus históricas Fiestas
políticas medioambientales y la presentación
ante el mundo de la hasta la fecha “bella
desconocida”.

http://www.lonelyplanet.es/destino-europa-espana-vitoria-gasteiz-126-
San Prudencio.
historia.html

27 y 28 de abril. La víspera del patrón San Prudencio, en la plaza de La


1. Historia Provincia, comienza la fiesta al son de las retretas y tamborrada de cocineros.
2. Fiestas Ya el día 28, se realiza una romería a las Campas de Armentia donde esperan
3. Museos y Visitas de Interés cantidad de tenderetes y rosquillas en los alrededores de la basílica
4. Festivales
5. Gastronomía Santiago.

Historia 25 de julio. Este día se celebra el “Día del Blusa”


donde todos los mozos de la ciudad van vestidos
Fue un rey navarro, Sancho VI el Sabio, quien fundó con las tradicionales blusas de sus respectivas
Nueva Victoria sobre la colina de Gasteiz y quien le cuadrillas animando toda la ciudad. Al mismo
otorgó la carta de población en 1181. Aunque al tiempo, en la cuesta de San Francisco, se
celebra la Feria del Ajo.
principio fue concebida como fortaleza defensiva, en el
año 1200 pasó a pertenecer a la Corona de Castilla por
la conquista de Alfonso VIII, quien le dotó de su primer
Fiestas de la Virgen Blanca. Museo Fournier del Naipe.

Del 4 al 9 de agosto. Son las fiestas grandes de la ciudad. El día 4 a las 6 de la En el palacio de Bendaña. Con colecciones de barajas desde el siglo XV. C/
tarde se da inicio a estos 6 días de algarabía con el chupinazo y con la Cuchillería
tradicional bajada del Celedón desde la torre de San Miguel con su paraguas
sobre las cabezas y humo de los puros de la gente concentrada en la plaza de la Museo de Armería.
Virgen Blanca. A partir de ese día, los blusas vuelven a salir de la calle para
participar en cualquiera de las actividades programadas como las corridas de
Se nos muestra un completo compendio de armas, trajes y demás utensilios
toros, gigantes y cabezudos, teatro, conciertos, gargantúa, etc Dentro de todos
utilizados en las actividades bélicas en la historia de la ciudad. Pº Fray Francisco
los actos caben destacar la Procesión de las Farolas el día 4 y el Rosario de la
de Vitoria
Aurora el día 5, ambos de carácter religioso
Museo de Ciencias Naturales.
Romería a las Campas de Olarizu.

Dedicado íntegramente a acercar a la gente el mundo de la ciencia y a la


2º ó 3º lunes de septiembre. Subida al Monte de la Cruz de Olarizu para luego
investigación. Se encuentra ubicado en la Torre de Doña Otxanda, del siglo XV.
descender hasta sus campas en romería donde se celebra una comida y festejos
C/ Herrería
populares
Museo de Arqueología.
Belén Monumental.

Permite realizar un recorrido por cada uno de los periodos históricos de la


Desde principios de diciembre. Para celebrar la navidad se monta un Belén de
provincia desde los primeros restos humanos encontrados en Alava.C/ Correría.
tamaño natural con más de 300 piezas a lo largo y ancho del Parque de la
Florida
Casa del Cordón.
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Se trata de un bello ejemplo de la arquitectura civil gótica. Se construyó bajo el
Museos y Visitas de Interés reinado de los Reyes Católicos en el siglo XV y alberga una torre del XIII. C/
Cuchillería

Catedral de Sta María.

La antigua catedral de la ciudad.


C/ Sta María

Catedral Nueva Mª Inmaculada.

La nueva catedral de la ciudad. C/


Magdalena
Museo de Bellas Artes.
Plaza de España.

Alberga coleciones de arte sacro, pintura española


Antiguamente llamada plaza Nueva, data de 1781. Junto a la Virgen Blanca.
de los siglos XVII y XVIII, y esculturas de numerosos
artistas nacionales. Pº Fray Francisco de Vitoria
Vitoria-Gasteiz. Historia parecen confirmar la existencia de grupos humanos dedicados principalmente a
la caza y a la recolección durante
el Paleolítico Medio.

Tras un largo paréntesis sin que


Antigüedad tengamos constancia de esa
presencia humana, los siguientes
Vitoria es una ciudad que apenas aparece mencionada en las fuentes antiguas indicios de ocupaciones nos
en fechas precedentes a la concesión del fuero en 1181, por parte de Sancho VI remontan a épocas
el Sabio de Navarra. A partir de ese momento la villa de Nueva Victoria adquirirá postpaleolíticas. Posiblemente, al
gran importancia. Pese a su ubicación en un punto dominante en el centro de la Calcolítico-Bronce correspondan
Llanada Occidental, en la colina de Villasuso, donde se asentaba el núcleo una serie de núcleos poblacionales
original, no se han encontrado restos que avalen la existencia de población con caracterizados por unos medios de vida ya más influidos por el sedentarismo,
anterioridad a la constancia documental de la aldea de Gasteiz ya en el siglo X, con una incipiente agricultura que se emplazan en zonas bajas y que conocemos
aunque sí se han recogido en los alrededores. Los estudios arqueológicos que com "asentamientos o talleres al aire libre". En ellos se han recuperado
desde el siglo pasado se vienen desarrollando en nuestro entorno, han permitido industrias líticas talladas, otras pulimentadas y a veces manufacturas cerámicas
conocer datos que indican que el ser humano, desde tiempos remotos, habitó en denunciantes de las actividades cotidianas de aquellos individuos; se han
este territorio. La expansión de la ciudad a través de los siglos en torno a esa localizado en ese mismo contexto de los Montes de Vitoria (Puerto de Vitoria-
colina, especialmente en los últimos años, por efecto de las remociones del Castillo II ...) y en el más inmediato a la ciudad (Mendibiarte y Puente Alto).
terreno, ha motivado el hallazgo de yacimientos prehistóricos, así como la
destrucción de otros. La topografía de la zona va a marcar la elección de los Desde el punto de vista historiográfico, la Dehesa de San Bartolomé
asentamientos; en una primera fase será en los terrenos llanos, en los que (Berrostegieta) es uno de los hallazgos más antiguos en nuestra provincia ya
existen numerosas graveras del Cuaternario fruto de aportes fluviales -antiguas que fue descubierto en 1867 y publicado en 1880 por Ladislao de Velasco que
terrrazas de la cuenca del Zadorra-, donde se va a localizar la mayoría de los nos permitió conocer las circunstancias de su hallazgo, aunque no de forma muy
restos prehistóricos conocidos, para ir instalándose en pequeñas colinas a precisa, pues se mezclan piezas históricas, prehistóricas y restos antropológicos.
medida que nos acercamos al cambio de era. En el último milenio a. de C. los Estos últimos se deben relacionar con la existencia de la Ermita de San
poblados se instalan en zonas más elevadas como es el caso del poblado de Bartolomé, que se ubicaba en ese lugar. Entre las piezas líticas aquí recogidas
Kutzemendi-Olarizu y el de Atxa en una colina a orillas del Zadorra, que le sirve destacamos: raederas, láminas, cuchillos, puntas de flecha y hachas
de foso. pulimentadas.

Al mismo momento cultural hay que asociar los monumentos funerarios de tipo
megalítico, algunos de ellos descubiertos en las cercanías del término municipal,
Arqueología como el de Eskalmendi en el año 1850 y el de
Kapelamendi,
A través de un recorrido historiográfico por los yacimientos que rodeaban la ambos en la
antigua aldea, algunos de ellos dentro del actual casco urbano, vamos a intentar actualidad
reconstruir las vicisitudes del poblamiento de Vitoria y de su entorno inmediato destruidos. A los
hasta la concesión del fuero. Entre los años 1934-36 D. José Miguel de yacimientos
Barandiarán recogió en unas graveras sitas en el término de Aitzabal, en las antes señalados
cercanías del monte de Mendizabala, un bifaz de características acheloides. tendríamos que
Actualmente esta pieza se halla en paradero desconocido, conservándose añadir una serie
únicamente un dibujo. Los caracteres tecnotipológicos del ejemplar sugieren una de asentamientos de
antigüedad superior a los 100.000 años. El hallazgo en diferentes puntos de los habitat disperso
cercanos Montes de Vitoria (El Gritadero y Dehesa de San Bartolomé) -aunque con fondos de
en contextos de época postpaleolítica- de piezas de apariencia musteroide, cabaña,
descubiertos en
zonas hasta hace poco tiempo dedicadas a la agricultura pero que en la "sepulturas de incineración", definición que, como sucede en los casos similares
actualidad, por causa de la expansión de la ciudad, se hallan urbanizadas, como de Landatxo, El Batán..., está sin aclarar. Un segundo nivel -poco conocido- se
es el caso de Mendizabala y Arriaga. atribuye a la Edad del Hierro y en él se sitúan restos de habitaciones de planta
rectangular, con hoyos excavados y abundante material cerámico. El nivel
Ya en una fase más avanzada, cercana al paso del II al I milenio a. de C. que Romano parece relacionarse con una "mansio o villa" al borde de la calzada
conocemos como Bronce Final - Edad del Hierro, y que se extenderá hasta las romana que discurría por sus cercanías. De esta época son muchos de los
inmediaciones del cambio de era, las gentes que habitaban en el término actual materiales recogidos, especialmente cerámicas de buena calidad, destacando
de Vitoria, van a introducir modificaciones en sus hábitos de vida influenciados los numerosos grafitos que aparecen en ellas: objetos metálicos -fíbulas en
por relaciones comerciales con otros pueblos más avanzados con grandes omega-, un interesante conjunto de agujas de hueso; monedas, etc. Quizás a
conocimientos sobre metalurgia, una agricultura más desarrollada, con ajuares esa fase cultural haya que atribuir también los restos humanos que aparecían en
cerámicos manufacturados y torneados más perfeccionados, y conocedores de la capa superior y que, según el P. Barandiarán, conservaban a su lado ajuar, lo
nuevos sistemas de locomoción, como el carro, que facilitarán las relaciones que nos hace sospechar se tratara de una necrópolis en la que se ha vuelto al
entre unos pueblos y otros potenciando esa metamorfosis. En el aspecto rito de la inhumación.
religioso espiritual también se introducen transformaciones, siendo la más
significativa la del rito funerario caracterizado ahora por la incineración de los Uno de los yacimientos importantes en el marco de las culturas de la Edad del
cuerpos frente a las inhumaciones colectivas anteriores. Estos cambios Hierro del término municipal es el de Kutzemendi-Olarizu, ubicado en una colina
igualmente se verán reflejados en el habitat, eligiéndose lugares elevados y al Sur de Vitoria y conocido también por la tradicional romería que se festeja en
marcándose ya un incipiente urbanismo que en los últimos siglos del milenio su cumbre en el mes de setiembre. Su emplazamiento responde al esquema
desembocaran en verdaderas ciudades que evolucionarán en torno al cambio de típico de la mayoría de los poblados de esta fase cultural -Bronce Final-Hierro-
era, de acuerdo con la influencia de la cultura romana. Nuestro territorio no ha en colina amesetada dominando la zona del entorno. Fue C. Saralegui quien en
sido ajeno a estas transformaciones y contamos, al respecto, con interesantes 1927 publicó la primera noticia sobre su carácter arqueológico; en 1950 se llevó
exponentes: el poblado de Kutzemendi-Olarizu; el de Atxa y los conjuntos a cabo una breve campaña de excavaciones -memoria inédita- que puso de
conocidos como depósitos en hoyos, que en algunos casos parecen manifiesto la existencia de un núcleo de población de la Edad del Hierro,
corresponder a necrópolis de incineración como: Salbatierrabide, Landatxo, El caracterizado por una economía más avanzada con explotación de la metalurgia
Batán y Mendizorroza. Los materiales que se han recogido en estos lugares nos del hierro, dedicados a la agricultura y ganadería y con un incipiente urbanismo
han permitido conocer su evolución en todos los aspectos antes citados. que nos permite hablar ya de una "ciudad" con viviendas angulosas revestidas
de barro rojizo e industrias cerámicas -destacando las excisas- y metálicas, entre
Por su relevancia, o mejor conocimiento, vamos a efectuar una descripción más otras, de gran interés. Los comienzos del poblado se situarían en el Bronce Final
pormenorizada de los tres primeros que por orden cronológico son evolucionando hasta el Hierro II definido por una aculturación celtibérica. En
Salbatierrabide, Kutzemendi-Olarizu y Atxa. torno a la Romanizacion no existen indicios de su ocupacion, pese a que en una
zona cercana, en la ladera sur, en el término de Los Balcones sí se han
localizado restos de esa época. Aunque se puede hablar de núcleos
habitacionales, en cambio las referencias a los
ritos de muerte de
El yacimiento de Salbatierrabide, descubierto en 1918 por el P. Barandiarán está esta fase cultural
considerado el primer hallazgo vasco atribuido al Bronce Final. Se localizaba en son escasas, pero
las cercanías del actual Pabellón de Deportes de Mendizorroza, habiendo sido relacionados con
destruido por la urbanización de la zona en 1977, razón por la cual quizás pase este momento y en
un poco desapercibido en los estudios actuales, máxime cuando también el marco de la
desaparecieron durante la guerra buena parte de sus materiales. A través de las actual ciudad y su
excavaciones realizadas por el descubridor y los HH. Marianistas de Vitoria en la entorno; se han
década de los años 20, se han definido tres niveles de ocupación: Romano, localizado varios
Hierro y Edad del Bronce. El más antiguo de estos horizontes culturales lo parajes, en su
atribuyen a la Edad del Bronce y se caracteriza por una serie de "hoyos de mayoría en
incineración" con restos cerámicos y abundantes cenizas, objetos líticos tallados graveras del
y pulimentados y restos de animales, que los excavadores calificaron como Cuaternario, en los que aparecen unos hoyos
formando conjuntos con interesantes materiales cerámicos y metálicos de esta entre otros, por los lugares de Arkaia y Zuazo de Vitoria, rodeando la actual
época (Bronce-Hierro). Son conocidos como "hoyos de incineración" por ciudad. Al margen de que ya las fuentes literarias clásicas hacen referencia a
recogerse también en ellos restos incinerados. Destacan los de Landatxo ella, el hallazgo de un miliario del Emperador Póstumo en las cercanías de
(Gardelegi) en las cercanías de Kutzemendi-Olarizu que por sus características Errekaleor(barrio de Vitoria) y otros restos epigráficos en Armentia y Astegieta
pudieran corresponder a su necrópolis; El Batán, Mendizorrotza y los ya citados prueban este aserto.
en Salbatierrabide.

A caballo entre la cultura del Hierro y la época romana destaca el asentamiento


de Atxa, situado al norte de la ciudad en una pequeña colina junto al Zadorra,
que le sirve de foso. Descubierto en 1934 por J. M. de Barandiarán, las Los nuevos sistemas económicos que se imponen con la Romanización,
campañas de excavaciones dirigidas por E. Gil, han puesto de manifiesto la predominio de la agricultura y desarrollo del comercio a través de importantes
importancia de este establecimiento en el que se suceden dos fases culturales rutas, van a favorecer la aparición de asentamientos en llano, algunos de gran
claramente diferenciadas; la más antigua se sitúa cronológicamente en un Hierro importancia como el mencionado de Arkaia, otros de tipo militar como parece ser
II típico de aculturación celtibérica con estructuras de habitación en las que el caso de Atxa y núcleos de poblaciones de menor entidad "villas rústicas"
destaca el trabajo de la roca de base con la finalidad de preparar el espacio situadas principalmente en torno a esa calzada o en sus cercanías, como es el
interior así como el encaje de los muros y los postes de sustentación de los caso de Mendibiarte y Maniturri en Armentia, y quizás Salbatierrabide, pero su
elementos emergentes -paredes, etc.- que se realizan a base de maderas y destrucción nos ha privado de confirmarlo. En uno de los Itinerarios de las vías
adobe. Este habitat, de tipo disperso, difiere del urbanismo de islas de casas en de comunicación que cruzaban el Imperio Romano, el conocido como de
torno a calles, que ya se da en otros poblados contemporáneos de similares Antonino redactado entre los años 280 y 290 d. C. sobre la citada Iter 34, en el
características culturales. Entre el ajuar recuperado sobresalen las cerámicas tramo correspondiente a nuestra provincia se cita la mansión de Suessatio entre
torneadas pintadas, aunque siguen predominando las manufacturadas sin ayuda otras. Las investigaciones realizadas al respecto permiten situarla en los
del torno de tradición antigua, así como útiles de hierro, tanto de carácter bélico alrededores de Vitoria, inclinándose buena parte de los historiadores por el
-armas- como de adorno. Un aspecto relevante de este poblado es el hallazgo término de Arkaia donde se localiza uno de los yacimientos más importantes de
de numerosos enterramientos infantiles -un total de 49- en el interior de las la provincia. De esta "mansión o ciudad" a través de campañas de excavaciones
casas, costumbre ya detectada en otros establecimientos de la provincia y que llevadas a cabo entre 1976-1981 y en 1995, se ha puesto al descubierto parte de
ha perdurado en el País Vasco hasta nuestro siglo. Tras un período de su urbanismo destacando un conjunto termal y una serie de habitaciones en
abandono de varios siglos, en plena Epoca Romana, sobre esas estructuras se torno a una calle; todo ello fechado entre los siglos I y III d. de C., y que
superpone un establecimiento campamental romano sin solución de continuidad demuestran que se trata de un importante centro urbano que alcanza una
con la población anterior. Este campamento se mantuvo en el lugar un corto extensión de 18 Has. y que permite situarlo entre las ciudades romanas de
período de tiempo -último tercio del siglo I d. C. comienzo del II-. Pese a su breve importancia del Norte de la Península. ¿Cuándo desaparecen estos pueblos
vida se han recuperado estructuras angulosas a base de muretes de piedra con romanizados para dar paso a las aldeas que surgen junto a ellos o en sus
diferentes funciones: barracones, almacenes, etc. en un marco urbanístico cercanías -como Arkaia, Gobeo, Gasteiz, Adurza, Olarizu...- de cuya existencia
bastante bien definido. Del ajuar recuperado sobresalen por su cantidad las ya tenemos noticias en el siglo X? Nuestra hipótesis es que en unos casos
cerámicas -tanto en terra sigillata como común propias de la cultura romana-, y mantienen su asentamiento, como es el caso de Arkaia, aunque perdiendo la
los objetos metálicos relacionados con el carácter militar del poblado -armas e gran calidad de vida que habían tenido en los primeros siglos; y en otros son
indumentaria-, como con diferentes actividades artesanales, principalmente la abandonados (Atxa) pasando sus gentes a habitar las aldeas cercanas que van
carpintería y el adorno. a surgir en ese momento.

Como hemos visto al revisar el yacimiento de Salbatierrabide, Atxa no es el FSU


único caso de esa época de clara influencia romana que se da en el término de
la ciudad, y a ellos habría que añadir otro importante foco en sus cercanías,
concretamente en el pueblo de Arcaia -del mismo municipio- y que al igual que Edad media
Salbatierrabide y otros asentamientos de menor entidad como Maniturri, (junto a
Armentia) debemos relacionar con una de las principales vías de comunicación
que en esta época cruzaba la provincia. Se trata de la calzada conocida como
Iter 34, que enlazaba Burdeos con Astorga y que en nuestrra provincia discurría,
Antecedentes de Vitoria A comienzos del siglo X, tras la conquista de la Rioja alta por la labor conjunta de
leoneses y navarros, Álava quedó definitivamente en la retaguardia de la frontera
En 1181 nació Vitoria como villa pero es evidente que cuando Sancho VI el cristiano-musulmana, a salvo tanto de los ataques de los cordobeses como de
Sabio de Navarra le concedió fuero en dicho año no partió de cero. La escasez y los poderosos Banu Kasi, instalados en Tudela y la Rioja. Paralelamente, hay
sobriedad de las fuentes documentales altomedievales conservadas hacen que destacar que a partir del primer tercio del siglo IX se irá produciendo una
sumamente problemática la reconstrucción de sus antecedentes, a pesar de los intensificación de la colonización del espacio alavés, tanto por los naturales
esfuerzos realizados por algunos autores, como G. Martínez Díez o J. García de como por las aportaciones de gentes venidas de fuera, que se traduce en un
Cortázar. No sabemos exactamente cuál fue el grado de dominio que los aumento del espacio cultivado, un incremento y diversificación de la producción
visigodos ejercieron en el espacio alavés a partir del siglo V. Hay referencias agraria, pues a los cereales se añaden huertos, frutales, linares y viñedos, así
reiteradas a las campañas que los monarcas visigodos realizaron contra los como una intensificación de la explotación ganadera. A ese paisaje productivo
insumisos vascones. De entre todas ellas la que más nos llama la atención es la habría que sumar la sal de Añana y la producción de hierro. Si desde el punto de
que nos brinda la Chronica de Juan de Bíclara cuando se refiere a la campaña vista político Álava se configura como un condado, es necesario no olvidar los
de Leovigildo del 581. En el transcurso de la misma procedió a la fundación de la progresos de la cristianización en el territorio que se traducen en la temprana
plaza fuerte de Victoriaco, que serviría para vigilar el territorio vascón. Pero de organización de un obispado, cuya sede terminará por fijarse en Armentia. En
ninguna manera, a pesar de las evidentes similitudes fonéticas, se puede cuanto al poblamiento, la imagen más completa nos la ofrece el documento
identificar dicho lugar con Vitoria, como acredita la ausencia total de restos conocido como Reja de San Millán, fechado en 1025, que nos brinda para la
visigodos en las excavaciones arqueológicas realizadas en el núcleo más Llanada alavesa un paisaje poblado por una muchedumbre de pequeños núcleos
antiguo de Vitoria durante los años 1967 y 1968. de población, entre los que destaca Gasteiz, uno de los más importantes, a tenor
de lo que pagaba al monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, tres rejas de
hierro. Un documento del siglo XII nos indica que cada diez casas pagaba una
Hasta mediados del siglo VIII el silencio de las fuentes es absoluto. Es para
reja, por lo que Gasteiz tendría unas treinta casas lo que podría traducirse en un
entonces cuando aparece la primera mención del topónimo Álava, según se
centenar y medio de habitantes, aproximadamente.
recoge en la Crónica de Alfonso III, escrita a fines del siglo IX. En la misma, tras
aludir a las campañas de Alfonso I de Asturias, se hace referencia a su política
repobladora en los siguientes términos: Fundación de Vitoria y Fuero de población (1181)

"Eo tempore populantur Asturias, Primorias, Liuana, Transmera, Subporta, En el proceso de urbanización de Álava, que comprende el arco temporal de
Carrantia, Bardulies qui nunc uocitatur Castella...Alabanque, Bizcai, Alaone et 1140 a 1338, la fundación de Vitoria en 1181 constituyen un hecho de singular
Urdunia, a suis reperitur semper esse possesas" importancia por el relevante papel que la misma va a tener en el proceso de
vertebración de todo el territorio alavés. En septiembre de 1181, Sancho VI El
Sabio de Navarra otorgó fuero en Estella a la aldea de Gasteiz, situada sobre un
[En aquel tiempo fueron pobladas las Asturias, las Primorias, Liébana,
pequeño cerro que dominaba la Llanada alavesa, al tiempo que la rebautizaba
Transmiera, Sopuerta, Carranza, Bardulias, que ahora es llamada Castilla...;
con el nuevo nombre de Vitoria: "populare uso in prefata uilla cui nouum nomen
Álava, Bizkaia, Alaón y Orduña fueron siempre poseídas por los suyos].
imposut scilicet Victoria que antea uocabatur Gasteiz..."
Álava aparece en este texto como un territorio individualizado y que no fue
Sancho VI El Sabio de Pamplona (1150-1194) otorgó fueros fundacionales a San
repoblado por Alfonso I. Por otro lado, de la crónica asturiana parece
Sebastián (1180), Vitoria (1181) y Durango (1182), entre otros. A Vitoria le
desprenderse que el territorio alavés no habría sido dominado por los
concedió, con pequeñas variaciones, el de Logroño de 1095, uno de los más
musulmanes, permaneciendo siempre bajo control de la población indígena, lo
prolíficos del medievo. El original, obrante en el Archivo Municipal de la ciudad,
que no fue obstáculo para que durante los siglos VIII y IX el mismo fuera
fue publicado en edición facsímil, por la Caja de Ahorros de Vitoria en 1970.
escenario de numerosas razzias enviadas por los emires de Córdoba: nada
Entre las variantes introducidas en el caso vitoriano están la libre elección y
menos que un total de veintiuna expediciones de castigo registran las crónicas
destitución de alcalde, la división igualitaria del término municipal entre viejos y
árabes entre los años 767 y 886. Para el 882 las fuentes cronísticas nos hablan
nuevos pobladores y la obligación de consignar per cartam, con testigo y fiador,
de un primer conde de Álava, Vela Ximénez, que nos está insinuando un
las compras de tierras.
proceso de maduración política de un territorio.
No era la primera villa que el gran monarca navarro fundaba en Álava. Con levantar por el propio Sancho VI de Navarra, dado el valor estratégico que tuvo
anterioridad había fundado ya Treviño, en 1161, y Laguardia, en 1164, situadas Vitoria desde su fundación.
sobre emplazamientos de indiscutible valor estratégico. Después seguirán las
fundaciones de Antoñana y Bernedo, en 1182, y La Puebla de Arganzón, en Respecto a la antigüedad de la cerca alta que rodea Villa Suso, Ricardo de
1191. La defensa del territorio y la seguridad de la frontera navarra con Castilla Apraiz, en La muralla del primitivo Vitoria (Real Sociedad Vascongada de
justificarían la fundación de todas estas villas por parte de Sancho VI. En el caso Amigos del País, 1953, págs. 169-190), nos dice lo siguiente:
concreto de Vitoria, además, es necesario valorar otras motivaciones. La
transformación de la aldea de Gasteiz en una villa se debió de forma muy clara a "Al propio señor Mendieta y a mi buen amigo, el arquitecto Ramón Azpiazu, debo
la voluntad de Sancho VI de fortalecer el poder real frente a los señores la atención de haberme requerido para ver un descubrimiento casual hecho al
alaveses, que integran la famosa Cofradía de Arriaga, por lo que fundó la villa realizarse unas obras en la propiedad del primero de ambos señores. Esta
realenga en medio de los territorios por ellos dominados. propiedad tiene uno de sus accesos por el cantón de San Francisco Javier, entre
las calles Cuchillería y de las Escuelas, de forma que participa de los niveles de
Desde el punto de vista urbanístico, todas estas villas de fundación navarra ambas calles entre las que corre la muralla. Al realizarse un derribo por
obedecen a criterios planificados. J. I. Linazasoro ha puesto de relieve como el necesidades de la finca, el señor Mendieta descubrió algunas hiladas de la
plano de las mismas está inspirado en el de Puente la Reina, a la que otorgó muralla que se hallan muy por debajo del nivel existente en la actualidad al pie
fuero Alfonso el Batallador en 1122. El esquema general del plano lo explica así de ésta. Hombre experto en asuntos de la construcción, el señor Madinabeitia,
J. Caro Baroja: comprendió en seguida que se trataba de un aparejo nada corriente lo que
corroboró el culto arquitecto.
"Vamos a pensar que se traza una línea recta que constituye el eje de la
población; uno de los puntos extremos será una iglesia, el otro punto será otra Se trata, a nuestro parecer, de un opus spicatum, es decir, un aparejo en el que
iglesia; de una iglesia a otra se traza una calle, después se trazan a los dos las piedras se colocan respecto a un eje en forma análoga a las espinas de
lados otras dos líneas paralelas que constituyen otras dos calles, de suerte que pescado. Estas piedras se hallan recibidas en un hormigón "sui generis", muy
se forma una población que más o menos irregularmente a causa de algunas característico de lo romano tardío y tal vez de algunos monumentos visigodos,
torceduras, por algunos sinuosidades, está constituida por un eje central que es según me manifestó en consulta verbal que hice a mi excelente amigo Antonio
la calle mayor, o la calle principal, la calle dedicada a Santa María, que es en García Bellido, Catedrático de Arqueología en la Universidad Central. Conste
todos estos casos la protectora fundamentalmente, la que tiene la iglesia con aquí en honor de la verdad que la opinión del señor Bellido fue dada con las
una prioridad, y después otra advocación; a los lados quedan dos calles, y naturales reservas y sin más elementos de juicio que mis explicaciones.
después, atravesándolas en forma de cantones, unas calles que comunicaban
un punto con otro en un sentido de perpendicularidad". Este aparejo en opus spicatuni no aparece visible en la muralla que nos ocupa
más que en este sitio, que se halla bajo el nivel actual y en unas hiladas, las más
Este esquema se ajusta a la perfección al caso de Vitoria. El eje principal está bajas, del cubo que antes hemos descrito situado junto al cantón de Anorbin.
constituido por la calle de Santa María, que va desde la iglesia-catedral de su
nombre hasta un punto intermedio entre las iglesias de San Miguel y de San Hay pues motivos suficientes para sospechar la existencia de estratos más
Vicente. A ambos lados están trazadas dos calles, la de Zacarías Martínez, por antiguos por debajo de la parte visible de la muralla del Vitoria fundado por el rey
el oeste, y la de las Escuelas, por el este. Las tres calles son sensiblemente navarro a fines del siglo XII."
paralelas, aunque las laterales tenían una ligera curvatura en sus extremos para
ajustarse mejor al terreno y converger hacia los templos que las culminaban, y
están cortadas por dos cantones o callejas más estrechas, que reciben los La conquista de Vitoria según los cronistas
nombres de Gasteiz y de Arrieta. Este primitivo núcleo de Vitoria, conocido como
Villa Suso, ocupaba una superficie cuyas dimensiones máximas eran 360 metros Según refiere el Arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada (siglo XIII), molesto el Rey
de norte a sur y 150 metros de este a oeste, aproximadamente. Como era castellano Alfonso VIII por los ataques del Rey navarro Sancho El Fuerte contra
natural, todo el conjunto estuvo rodeado de una sólida muralla, de la que todavía los lugares de Soria y Almazán a raíz de sus apreturas tras la derrota de Alarcos,
se conservan algunos restos. En el plano de Vitoria de la Colección Coello y al tiempo que el Rey navarro se dedicaba a correr por tierras de los moros, se
(1848) se distingue perfectamente la muralla con sus dieciseis cubos o torres y adentró el año 1199 por los confines del Reino navarro y empezó a saquear
seis puertas de acceso, aunque el número primitivo de estas últimas debió de Ibida y Álava, sometiendo a Vitoria a un asedio duradero. Viéndose en aprietos
ser sólo de dos. Es muy probable que esta primera muralla fuera ordenada los moradores de la ciudad, tanto por el vigor de los ataques como porque
empezaban a faltar alimentos, destinaron a un caballero que, juntamente con las del lado occidental, del que eran simétricas, estaban cortadas también por
García, el venerable Obispo de Pamplona, se pasase a tierra de moros, a donde tres cantones, denominados de Urbina, San Ildefonso y del Hospicio. El conjunto
el Rey Sancho, para exponerle lo crítico de la situación. Según el Arzobispo también fue rodeado por una muralla, que se abría por dos puertas, la de Francia
Rodrigo, el Obispo García habría conseguido de Sancho, tras la entrevista que y la del Rey o de Navarra. Para atender las necesidades espirituales de sus
en razón del peligro de hambruna, pudiesen los moradores entregar la ciudad a vecinos cristianos Alfonso X mandó edificar la iglesia de San Ildefonso, que en
Alfonso VIII, quien así se habría visto dueño de la ciudad. A tenor de la Crónica 1257 se integrará en la hermandad que ya formaban las otras iglesias vitorianas
de San Juan de la Peña, se saca la conclusión de que fue empresa común de de Santa María, San Miguel, San Pedro y San Vicente. A partir de este momento
los Reyes de Aragón y de Castilla esta invasión de las Vascongadas 1199-1200, las rentas conjuntas de las mismas se repartirán entre todos los clérigos del
si bien cada cual atacara por un flanco distinto. El referido cronista atribuye cabildo vitoriano, cuyo número aumentó sin cesar en los años siguientes. Entre
explícitamente a Alfonso la conquista de Vitoria, así como la de Gipuzkoa y las mejoras urbanísticas que dispuso Alfonso X en Vitoria, para que la villa
Álava. "ualiesse más e fuesse más fuerte e más abonada", destaca la traída de aguas
desde Olárizu y Mendiola hasta el foso o cava que mandó hacer para proteger el
Cfr. R. Ximénez de Rada: De Rebus Hispaniae, Lib. VII, cap. XXXII (ed. 1793); nuevo ensanche. De la ejecución de las obras se encargó Romero Martínez de
Crónica de San Juan de la Peña, versión latina e índices por A. Ubieto Arteta, Vitoria, vasallo del rey, que recibió como compensación la posibilidad de
Valencia, 1961, p. 137 construir en el cauce cuantas ruedas y molinos quisiera, lo que supuso la
construcción de dos molinos, en las proximidades del monasterio de Santo
Domingo y de la iglesia de San Ildefonso, respectivamente. Al mismo tiempo irán
Los ensanches medievales
surgiendo nuevos barrios o arrabales exteriores a las murallas, como Adurza,
San Ildefonso, Santa Clara, la Magdalena, Aldabe y San Martín. Con
En los primeros días de enero de 1200 Vitoria fue conquistada por Alfonso VIII posterioridad fueron creadas la calle Chiquita de Dentro y la de Santo Domingo,
de Castilla e incorporada al señorío castellano. Dos años más tarde toda la villa con las que quedaba cerrado el plano de Vitoria en dirección norte.
fue pasto de las llamas. El Chronicon burgense dice a este respecto:
igo
"En la era de 1240 (año 1202) fue abrasada Vitoria y muchos hombres y
mujeres, en el día de Pascua y durante la noche precedente".

Este primer incendio pudo estar provocado por los deudos del linaje Abendaño, El espacio urbano
en venganza por la quema que los vitorianos hicieron de la cercana aldea de
San Martín en la que residían. Se ha encontrado la constatación arqueológica El doble circuito amurallado de Vitoria responde a las perentorias necesidades
del mismo en varias excavaciones realizadas en la parte alta de la población, de defensa militar inherentes a la práctica totalidad de las ciudades medievales.
donde han aparecido restos de maderas carbonizadas, armas, herrajes, Pero no sólo se defiende de las posibles agresiones militares, la ciudad se
cerámica, monedas, etc. Pese a las destrucciones provocadas por el incendio el protege también, cerrando las puertas de sus murallas, de todos aquéllos que
lugar no fue abandonado, buena prueba de la estratégica elección que en su día son considerados indeseables: mendigos, alborotadores, apestados, etc. A
hiciera el monarca navarro. Alfonso VIII mandó reconstruir todo lo quemado y, través de las puertas se controlaba también el acceso de mercancías al interior
además, dispuso la ampliación del núcleo urbano en dirección oeste, con las del recinto urbano, cobrando diversos portazgos y aranceles que nutrían en
calles gremiales de la Correría, Zapatería y Herrería, ajustadas a la ladera del buena medida los recursos económicos de la hacienda municipal. Por otra parte,
cerro que sirvió de emplazamiento a la vieja Gasteiz. Las tres calles están la muralla delimita un espacio protegido pero también privilegiado, regido por un
cortadas por los cantones de San Roque, San Pedro, Aldave y Portal Oscuro. derecho propio contenido en su fuero, garantía de las libertades urbanas y de
Una nueva muralla, las Cercas Altas, paralela en uno de sus tramos al río una determinada forma de organización de la convivencia, y, en consecuencia,
Zapardiel, que hacía de auténtico foso natural, protegió el ensanche de 1202. claramente diferenciado del ámbito rural circundante. La importancia que tiene la
muralla justifica el que una parte sustancial del presupuesto concejil se destinara
A partir de este momento el crecimiento de Vitoria fue muy rápido. En 1256, al mantenimiento en buen estado de la misma, evitando a toda costa su
durante su primera estancia en Vitoria, Alfonso X ordenó el segundo ensanche degradación arquitectónica, lo que redundaría en detrimento de su potencialidad
de la villa, en dirección este, creando tres nuevas calles, Cuchillería, Pintorería y defensiva y en perjuicio de la imagen de poder que la ciudad debía irradiar sobre
Judería. Esta última no cerraba por completo la curvatura del cerro y tras la el entorno.
expulsión de los judíos en 1492 cambió su nombre por el de calle Nueva. Como
El espacio urbano intramuros es heterogéneo: hay espacios eclesiásticos, una parte por la plaza de la Virgen Blanca. Este típico plano radioconcéntrico
asistenciales, concejiles, económicos, residenciales, etc. Incluso espacios elipsoidal de la Vitoria medieval, con una superficie aproximada de 20,7
vacíos, en los que es posible realizar algunos cultivos hortícolas. Para la acogida hectáreas, lo que le hacía el más extenso de todas las villas medievales vascas,
de peregrinos, enfermos y pobres Vitoria dispuso, al menos en el siglo XV, de apenas experimentó ya variaciones hasta finales del siglo XVIII. Las calles
cuatro hospitales: El Hospital de San Lázaro, extramuros de la ciudad, existía ya constituyen un instrumento de comunicación y tránsito, auténticas vertebradoras
en 1291, primero atendió a leprosos y, posteriormente, se ocupó de los pobres; del espacio urbano. Las calles principales son largas y estrechas, con algunos
el de Santa María, situado junto a la iglesia de su nombre; el de Santiago o de desniveles, y se ajustan perfectamente, como si se tratara de curvas de nivel, al
Santa María del Cabello, fundado en 1419 por Ferrán Pérez de Ayala en la plaza cerro que sirve de asiento a la ciudad. Tales calles están cortadas
del mercado y, por último, el de la calle Zapatería, mandado edificar por el linaje transversalmente por otras aún más estrechas y pendientes pero rectas, los
de los Estella. cantones. Tanto unas como otras comunican los edificios, permiten el tránsito de
las personas y son el escenario de innumerables actos individuales y colectivos.

Las autoridades concejiles procuraban por todos los medios que las calles fueran
espacios seguros y de convivencia pacífica, aunque no siempre podían evitarse
las alteraciones del orden público motivadas por los enfrentamientos entre
En el camino de Santiago
vecinos o entre estos últimos y otros recién llegados. Al igual que en otras
ciudades, a través de diversas ordenanzas y de un completo sistema de
Fue el paso obligado de los peregrinos del Camino de Santiago en la ruta vigilancia interior, se trataba de evitar por todos los medios, tanto de día como de
compostelana de Bayona-Burdeos. Después de recorrer la llanada alavesa noche, daños personales, homicidios, robos, etc. Especialmente conflictiva podía
desde el puerto de San Adrián, entraban por el portal de San Ildefonso y salían resultar la noche, por lo que se procuró siempre que las personas anduviesen lo
por la Plaza Vieja y calle de Cadena y Eleta, teniendo a la derecha el hospital de menos posible por las calles a partir de la puesta del sol. Si lo hacían deberían ir
la Magdalena y a la izquierda el actual Parque de la Florida. Hubo también otros con luz para poder ser reconocibles y no deberían ir armadas. A fines de la Edad
hospitales relacionados con los peregrinos. Uno era el hospital de Santiago que Media, como ha estudiado Iñaki Bazán, el Alcalde ordinario, máximo responsable
en 1492 se quemó y tardó varios años en reconstruirse. En 1535, su poseedor, judicial, y el Merino mayor o Alguacil, eran los dos oficiales del concejo vitoriano
Atanasio de Ayala, decidió venderlo a la ciudad para que lo reedificara, para lo que se encargaban de castigar a aquellos individuos que habían quebrantado de
que obtuvieron el permiso de los soberanos D. Carlos y su madre Dª Juana, alguna forma las normas generales de convivencia. A su vez, disponían de otros
quienes decían que: agentes municipales auxiliares, nombrados por la Cámara del concejo, que se
encargaban de ejecutar la justicia, tales como los tenientes de merino, el
"por estar como está la dicha ciudad en camino pasajero de los que vienen en carcelero, el verdugo y los veladores. Estos últimos constituían un cuerpo de
romería a Santiago parte de nuestros reinos... " "Era este el Hospital General de seguridad nocturno, cuya actividad se complementaba con la de los mayorales
la ciudad, en el que se asistía a los enfermos de la localidad e inmediaciones y de las vecindades, que eran un cargo vecinal no municipal, y que ejercían
se acogía por la noche a los peregrinos que iban de tránsito, y si caían enfermos también funciones de vigilancia y castigo.
se les curaba como a los demás" (Landázuri, Hist., 1929, 309 y ss).
También fueron las calles escenario de acontecimientos jubilosos, con
Otro hospital se hallaba en las afueras de la ciudad y era conocido con el frecuencia relacionados con la vida de los monarcas. Era corriente que se
nombre de la Magdalena o de San Lázaro. Ref. José María Lacarra: celebraran con diversas fiestas y espectáculos los nacimientos, bodas y
Peregrinaciones a Santiago, Madrid, 1949, II, 449-450). coronaciones reales, a las que se sumaba la población convocada por las
autoridades municipales. Igualmente solían tener gran esplendor los funerales
Desde un punto de vista jurídico, podríamos distinguir entre espacios públicos, por el fallecimiento del monarca o de algún familiar allegado, organizados por la
por lo general abiertos, bajo el control de las autoridades públicas, como pueden Iglesia y el Ayuntamiento. Todos estos actos, a los que las gentes acudían con
ser las calles y plazas, principales escenarios de la vida cotidiana, y espacios agrado, contribuían a afirmar el poder real, por lo que eran promovidos por la
privados o cerrados, bajo el control de sus propietarios aunque sujetos a las propia monarquía. También eran escenario de procesiones y rogativas para
ordenanzas concejiles, como son las viviendas, obradores y talleres. En la solicitar el apoyo divino contra pestes, enfermedades y otras adversidades,
segunda mitad del siglo XIII quedó urbanizado por completo el cerro que sirvió amen de las que acompañaban habitualmente a ciertas festividades litúrgicas.
de emplazamiento a Vitoria, a excepción de su lado sur, que se abría a la Las calles, en ciertas ocasiones, servían para ejecutar la justicia por parte del
explanada donde se hacía el mercado y que en la actualidad está ocupada en verdugo, espectáculo que no repugnaba a la sensibilidad de la época. La
compacta y regular distribución de calles y cantones hacía prácticamente "Et ut plenius singula de consuetudine et foro uobis dato in memoriam retineantur
imposible la existencia en el interior de espacios más abiertos o plazas. Durante dono uobis ipsam uillam que dicitur noua Victoria cum omnibus terminis suis
muchos siglos careció Vitoria de una Plaza Mayor propiamente dicha, aunque el populatis et heremis quos in presenti possidet uel aliquando possedit et cum
amplio espacio extramuros situado por delante de las puertas que daban acceso omnibus pertinenciis suis que ei pertinet uel pertinere debent"
a las calles gremiales, actualmente ocupado en buena parte por la plaza de la
Virgen Blanca y por la plaza Nueva y que estaba dominado por las iglesias de que en cualquier caso debía ser de muy modestas dimensiones, por cuanto el
San Miguel y de San Vicente, reunía perfectas condiciones para que fuera propio fuero determinaba que a los nuevos vitorianos jurídicamente sólo les
escenario de muchos acontecimientos populares y especialmente que en el pertenecía la mitad de los territorios de los pobladores de la vieja Gasteiz:
mismo tuvieran lugar las ferias y mercados, que tanta fama llegaron a alcanzar.
"Antiqui tamen laboratores qui antea ibi fuerant et qui in loco eis assignato ibi
Vitoria sufrió varios incendios a lo largo de la Edad Media. Además del ya manere uoluerint habeant separatim medietatem hereditatum; uos uero qui noui
mencionado de 1202, están documentados otros en 1208, 1240, 1390, 1423, estis habeatis aliam medietatem et diuidatis inter uso".
1436 y 1443. De este último sabemos que llegaron a arder más de doscientas
cincuenta casas, aproximadamente algo más de la cuarta parte del total de las Esta limitación, por otra parte, contrasta con una amplia concesión que
mismas, con la particularidad de que fueron: posibilitaba a los vitorianos la utilización de la madera, de la leña y de los pastos
de los campos circundantes, e incluso les permitía la posibilidad de comprar
"las mejores e mayores e más honrradas que avía en la dicha çibdat, que eran la tierras por las que no pagarían tributación alguna. Semejante situación será una
flor della, e a muchas se quemaron en ellas muchos bienes que non podieron permanente fuente de conflictos con el inmediato mundo rural sobre el que los
sacar". cofrades alaveses ejercen su señorío colectivo, pero que fueron incapaces de
resistir el empuje expansivo de Vitoria, bien cimentado en su rápido desarrollo
Los incendios tienen una inevitable secuela de pérdidas materiales, y en el peor económico y en el apoyo constante que le prestan los monarcas castellanos.
de los casos también de vidas humanas, aunque las urgentes reconstrucciones
posteriores servirían para renovar y mejorar el caserío de Vitoria. En el proceso de ampliación del término concejil se pueden destacar tres años
claves: 1258, 1286 y 1332. En el primero de ellos Alfonso X entregó a Vitoria
Descripción de las defensas de cada calle de Vitoria, recogida por Rafael nueve aldeas que habían sido de la Cofradía, las llamadas "Aldeas Viejas", es
Floranes en 1775 de una obra de fines del siglo XVI que a su vez habla de decir, Arriaga, Betoño, Adurza, Aretxabaleta, Gardelegi, Olarizu, Mendiola, Ali y
tiempos anteriores: Castillo, que habían sido previamente compradas por los vitorianos y en las que
ya habían empezado a adquirir propiedades con anterioridad a 1226. En la
segunda de las fechas Sancho IV concedió a Vitoria la aldea de Lasarte, que él
"Tenia esta Ciudad todas sus calles con fosos por medio, y levantados sus
mismo había recibido de la Cofradía de Álava, o de Arriaga, unos años antes,
andenes arto pegados á las casas, de modo que no podian andar por ellas sino
siendo infante. La capacidad expansiva de Vitoria no se detuvo en el primer
en hilera, uno a uno, y no avia paso de la una acera á la otra, sino es por alguna
tercio del siglo XIV y en 1332 llegamos al punto final en el proceso de ampliación
estrecha entrada y escalones por la canal ó foso de medio, por donde andavan
de su alfoz al incorporar definitivamente al mismo 41 de las 45 aldeas por las
las gentes de á caballos. Todas las puertas de las casas tenian fuertes con
que disputaba con la Cofradía de Álava, según sentencia dictada por Juan
gruesas cadenas y puertas levadizas en las vocas de las calles. La Muralla que
Martínez de Leiva, Camarero mayor de Alfonso XI. Los cofrades, incapaces de
da á la plaza es muy gruesa y alta, de que se infiere que esta Ciudad sin duda
contener el empuje de Vitoria, y no hay que olvidar que Salvatierra vivió un
en aquellos tiempos era fortísima y muy dificil para poderse expugnar"
proceso similar, y ante la posibilidad de que todo el territorio de la Cofradía fuera
absorbido por las dos villas y de que perdieran todos sus privilegios y
La formación del alfoz propiedades, decidieron entregar al realengo castellano la tierra que señoreaban
al tiempo que disolvían la Cofradía de Arriaga. A cambio de estas dos
El fuero de Vitoria de 1181, cuyo texto normativo está inspirado en el de Logroño concesiones, los infanzones e hidalgos alaveses se aseguraron para el futuro
y en el de Laguardia, no precisaba sin embargo la extensión de su término sus propiedades y sus privilegios fiscales pues Alfonso XI les reconoció que
municipal o alfoz: fueran:
"libres e quitos de todo pecho ellos e los sus bienes que an o ouieren daquí "En Vitoria se padecía con los bandos de Ayala, gamboíno, y el de Calleja,
adelante en Alaua". oñacino, favoreciéndose cada uno de los comarcanos bandoleros, tiranizándose
la república y sus vecinos, robándoles con derramas, imposiciones, matándose y
haciéndose todo el mal posible, usurpando los oficioss de justicia, eligiendo cada
bando alcalde, regidores, procurador, allende de la de los reyes, haciendo los
Ayalas sus juntas en San Miguel y los Callejas en San Pedro. Lo cual fue causa
que Vitoria se despoblase y sus vecinos se fuesen huyendo a otras partes".
Demografía y sociedad
Aunque excluida por completo del gobierno municipal, es necesario mencionar a
Aunque resulta imposible hacer aproximaciones estadísticas, algunos datos la población judía de Vitoria. La aljama vitoriana es la más antigua del País
indirectos permiten constatar el rápido crecimiento de la población de Vitoria a lo Vasco, está documentada desde 1256, y la más importante en los siglos XIV y
largo del siglo XIII. Los dos ensanches de 1202 y 1256 multiplicaron por siete XV. La comunidad judía vivía en la actual calle Nueva Dentro y disponía de sus
aproximadamente el primitivo plano de Gasteiz, lo que permite pensar en un propios órganos de gobierno. Sus relaciones con el resto de la población fueron
crecimiento correlativo de la población. Dicho crecimiento queda igualmente cada vez más restringidas. A partir de las ordenanzas de 1428, como ha
atestiguado por otros testimonios, así la erección de nuevas parroquias, como la destacado E. Cantera Montenegro, se pone en marcha una legislación municipal
de San Ildefonso, la instalación de sendos conventos de franciscanos y totalmente discriminatoria contra los judíos, que alcanza su mayor intensidad con
dominicos a comienzos del siglo XIII, el surgimiento de nuevos barrios o las ordenanzas municipales de 1487, hasta culminar con su definitiva expulsión
arrabales fuera del recinto amurallado o la roturación de nuevas tierras, ya a en 1492. Su actividad como prestamistas y recaudadores de impuestos levantó
comienzos del siglo XIV. La segunda mitad de este siglo y la primera del siempre hacia ellos una cierta animadversión popular, que en ocasiones
siguiente son de contracción y estancamiento demográfico, que no llegan a ser desembocó en graves violencias. El 28 de abril de 1332, Alfonso XI tuvo que
contrarrestados por los aportes procedentes de las aldeas. Estos nuevos intervenir en favor de los vecinos de Vitoria, ordenando que los judíos de su
pobladores son principalmente miembros de la pequeña nobleza rural que aljama no hiciesen cartas de deudas sobre los cristianos vecinos de la villa, pues
abandonan el campo para vivir en la villa realenga, buscando un nuevo horizonte les ocasionaban graves daños y favorecería el despoblamiento del lugar. Entre
de vida y nuevas rentas, ya sea en el comercio o en la administración concejil. Si los judíos vitorianos sobresalió el linaje de los Gaones, uno de cuyos miembros,
bien numéricamente esta aportación no fue muy importante, sí lo fue, y mucho, Jacob Gaón, fue arrendador de las rentas reales en tiempos de Enrique IV, hasta
desde el punto de vista cualitativo. En Vitoria se instalaron desde entonces una que murió violentamente en 1463 a manos de los tolosanos cuando trataba de
serie de linajes rurales, como los Maturanas, Iruñas, Ayalas, Healis, Hurtados, recaudar el "pedido" en su ciudad. En el siglo XV destacaron también algunos
Esquíveles, Adurzas, Vergaras, Salvatierras, Maestus, Alavas, etc., cuyas casas médicos o físicos, como David, maestre Abraham o el licenciado Antonio de
y palacios adornan con escudos blasonados. De estas familias saldrán Tornay. El comercio, la actividad mercantil, el oficio textil y la costura deberieron
inmediatamente regidores, alcaldes, escribanos y mercaderes, convirtiéndose en ser, no obstante, las ocupaciones más frecuentes de los judíos vitorianos.
protagonistas indiscutibles de la vida vitoriana.
El siglo XIV termina para Vitoria con la concesión en 1399 por parte de Enrique
Hasta este momento el tono había venido dado principalmente por la población III de dos ferias francas anuales, una de 16 días por la fiesta de la Ascensión y
artesana, de la que conocemos los nombres de algunos de sus miembros desde otra de doce durante el mes de setiembre. Resulta, no obstante, difícil de evaluar
el siglo XIII, como Angevín, el carnicero; Pero Ortiz de Garayo, el zapatero; don el impulso, a largo plazo positivo sin duda, que tal concesión tendría para la
Guillén Brun, tendero; don Jerónimo Díaz de Ochoa, carnicero; Paricio, el actividad económica y la evolución demográfica de la ciudad. Desde luego,
ballestero; maestre Juan de Manerayn, ferrero; Domingo Martínez Celemín, algunos testimonios apuntan claramente a que durante la mayor parte de la
carpentero; Martín Estausa, lancero; don Esteuan, cuchillero; Pero Vicia, primera mitad del siglo XV la demografía vitoriana experimentó un
aluardero, etc. Con el asentamiento en Vitoria de los nuevos contingentes de estancamiento. Un documento de 1405 señala cómo la "villa se despoblaua por
hidalgos rurales se transformó radicalmente la sosegada imagen que hasta las mortandades que avía acaescido e eso mesmo por la pobresa que auía en
entonces había ofrecido la población, que se torna conflictiva y, en ocasiones, ella". El constante incremento de la fiscalidad real, la propia conflictividad social
violenta, en relación con la banderización de la misma y con las luchas de protagonizada por los enfrentamientos entre Ayalas y Callejas, serían también
bandos que se generan entre los Ayalas y Callejas por el control del gobierno elementos que propiciarían la evolución negativa de la población de Vitoria y de
municipal. Esta situación es así descrita con viveza por un autor del siglo XVI: las aldeas de su término. Se comprende por ello que las autoridades del concejo,
para paliar esta situación, trataran de retener a los vecinos concediendo
préstamos a los que tenían dificultades económicas, o bien dando ventajas de
tipo fiscal a quienes pretendían instalarse en la villa. Incluso llegaron a Armas y títulos contribuyeron así a ennoblecer a Vitoria como comunidad o
concederse ayudas a quienes iniciaron la edificación de nuevas casas. Las entidad colectiva con su propia personalidad moral y jurídica, aunque, por
consecuencias positivas de todas esas medidas comenzarían a notarse algo supuesto, no fueran nobles todos sus moradores. Y el paisaje urbano, en su
antes de mediar el siglo XV, en que la población vitoriana iniciaría un claro conjunto, debía tener una notable calidad estética, por cuanto en 1499 el viajero
proceso de recuperación. Así lo acreditan algunos testimonios, como la Arnald von Harff no duda en calificar a Vitoria como "una bella ciudad". En 1423,
roturación de nuevas tierras en el alfoz vitoriano. Este recurso se utilizaba para Pedro Manrique, Adelantado Mayor del reino de León, tratando de poner fin a las
atender las necesidades de alimentación de una población en aumento y se negativas consecuencias de las endémicas luchas banderizas dio a Vitoria unas
documenta en la cuarta década del siglo XV, aunque tiene su apogeo en los ordenanzas por las que se dividían los cargos del concejo en dos mitades. Luego
años sesenta y se prolonga con menor ritmo hasta finales del siglo. cada uno de los bandos nombraba treinta personas, entre las que se designaban
los oficiales cada año. Pero los conflictos y las crisis de gobierno no concluyeron,
En 1457, Enrique IV concedió a Vitoria una feria franca, que empezaría el lunes pues las ordenanzas eran incumplidas con frecuencia, y de hecho la solución
siguiente al Corpus y duraría quince días y posteriormente, en 1466, le concedió definitiva aún tardaría en llegar más de medio siglo.
un mercado franco que se reuniría todos los jueves del año. Ambas concesiones
ponen de relieve un incremento de la demanda, lógica derivación del aumento de El 22 de octubre de 1476 Fernando el Católico aprobó un Capitulado elaborado
la población. En el siglo XV Vitoria alcanzó también algunos títulos de nobleza por representantes del concejo vitoriano y dos oidores reales, "concerniente a la
que contribuyeron a forjar un "imaginario urbano" propio, que sintoniza paz y sosiego de esa ciudad e buena gobernación" de la misma, con el que se
perfectamente con los ideales aristocratizantes de la sociedad castellana de daba por zanjado, al menos de una forma oficial, el enfrentamiento entre Ayalas
fines de la Edad Media. En efecto, el 20 de noviembre de 1431, Juan II otorgó a y Callejas y se configuraba una nueva organización municipal. El Capitulado de
Vitoria el título de ciudad: 1476, que estaría vigente hasta 1747, año en que Fernando VI confirmó un
nuevo ordenamiento municipal para Vitoria, establecía que en lo sucesivo:
"es mi merçet de faser e por la presente fago çibdat a la dicha villa de Vitoria e
quiero que de aquí adelante sea çibdat e sea llamada la çibdat de Vitoria e aya e "no se nombre ni haya en esa dicha ciudad de Vitoria apellidos ni vandos de
gose en quanto çibdat de todas las preheminençias e prerrogatiuas e preuillejos Calleja ni de Ayala, ni otros apellidos, ni quadrillas, ni voz de otras parentelas, ni
que cada una de las otras çibdades de los mis reynos e sennoríos por ser cofradías algunas que a esto correspondan ni se junten, ni vos juntedes a ellas,
çibdades e en quanto çibdades han e gosan e deuen auer e gosar". salvo que todos juntamente se llamen y vos los Vitorianos, ni fagades otros
apellidos, ni los prosigades, ni favorezcades directe ni indirecte, en público ni en
Venía así Vitoria a sumarse al elenco de las ciudades de la Corona castellana secreto, ni dedes favor, ni ayuda a ello, ni acudáis a voz de apellido, ni de vando,
que tenían reconocido dicho título, en cuya nómina estaban ya Burgos, León, a ruído, ni a bodas, ni a mortuorios, ni a otros actos algunos que vayades a voz
Toledo, Sevilla, Córdoba, Zamora, Salamanca, Cuenca, Segovia, Ciudad Real, de bando ni de linage, o a sonadas de otros cavalleros y escuderos de la
etc. Posteriormente, el 20 de Febrero de 1466, Enrique IV otorgó a Vitoria el comarca, ni acudáis por ello a sus llamamientos, ni tengades confradías ni
título de leal: hospitales ni iglesias por nombre de los dichos linages, ni de alguno de ellos, ni
vayades apartadamente los unos de los otros en hueste, ni repartades gente
para ello por respeto de los dichos linages".
"quiero e me plase que de aquí adelante para syempre jamás se llame e yntitule
la leal çibdad de Bitoria".
En adelante la estructura del gobierno municipal de Vitoria consistiría en:
Vitoria tenía también sus propias armas, que con la leyenda de su origen nos
son descritas en unos versos de Pedro Gracia Dei, un cronista del siglo XIV que "un alcalde y no más, pues el privilegio de nuestra población no nos da más de
fue heraldo de armas del rey Pedro I de Castilla y autor de un Libro yntitulado uno, y que haya dos regidores, y un procurador de concejo, y un merino, y dos
Graçia Dey yntérprete de las Españas en el qual se declaran las armas y alcaldes de hermandad, y un escribano de concejo y no más, y que éstos se
blasones de los linajes de España, donde reza: pongan para el día de San Miguel de setiembre de cada año, y que duren sus
oficios por un año contínuo".
"Las armas de mi Vitoria / son leones esforçados / y un castillo por memoria /
donde se vee la honrra / de los mis antepasados / y dos cuerpos a los lados / en Para el nombramiento de dichos cargos, cuyo conjunto constituye un órgano de
señal de fortaleça / con que siempre yo a su alteça / e seruido con firmeça / y a gobierno restringido o Ayuntamiento, se utilizaba un sistema electivo por
los reyes coronados". insaculación, en el que las listas de los candidatos a los oficios eran previamente
elaboradas por una comisión de cuatro miembros nombrada por un elector Landa en la calle Nueva, la de los Larrínzar en el portal de San Ildefonso, la torre
elegido entre los oficiales del año anterior. El procedimiento consolidó durante del interior del palacio de Bendaña, las casas fuertes de los Mendoza, la de los
siglos el control del gobierno municipal por parte de la pequeña nobleza urbana. Nanclares en el portal de la Correría, la de los Salazar, la torre de los Sánchez
Sin duda, el ambiente pacificador propiciado por los Reyes Católicos estimularía de Bilbao en la casa del Cordón o las casas fuertes de los Soto en las calles
la recuperación demográfica de Vitoria, aunque resulte difícil hacer una Zapatería y Cuchillería.
evaluación numérica de la misma. El dato más fiable nos lo proporciona una bula
del papa Alejandro VI de 1496, en la que dice que la ciudad, que él conocía Desde el punto de vista económico y comercial, Vitoria jugó un papel destacado
personalmente, tendría algo más del millar de casas, lo que puede traducirse en en las relaciones entre la Castilla del interior y los puertos vascos del Cantábrico
una población cercana a los cinco mil habitantes. oriental, por un lado, y con los reinos de Navarra y Aragón, por otro. Expresión
del impulso comercial de Vitoria a fines de la Edad Media son algunas
construcciones típicas o casas de comercio, de las que constituye el ejemplar
mejor conservado El Portalón.
La casa vitoriana
Vitoria y la Hermandad Provincial de Álava
Dentro del doble circuito amurallado que rodea Villa Suso y los ensanches de
1202 y 1256, que da al conjunto el aire de una verdadera fortaleza, encontramos
Entre 1282 y 1325 Vitoria participará intensamente en la formación de
una variada tipología de construcciones, desde las sencillas casas populares a
hermandades o asociaciones de concejos, surgidas en momentos de grave
los soberbios palacios y casas señoriales, pasando por iglesias y conventos.
debilitamiento de la autoridad real, como fueron las guerras civiles que
Apenas tenemos información del caserío de la primitiva Gasteiz. Las viviendas,
inauguraron los respectivos reinados de Sancho IV, Fernando IV y Alfonso XI. A
de planta alargada, serían sencillas y de reducidas dimensiones. En los
través de ellas los concejos trataron de participar de forma destacada en la
ensanches de 1202 y de 1256, según J.I. Linazasoro:
estructura de poder de la Corona de Castilla.

"predomina un tipo de casas de parcela muy estrecha, que a menudo sólo


Un significado distinto tiene la participación de Vitoria en la "Hermandad de las
permite sacar un hueco con fachada, por lo que los edificios tienden a
villas de la marina de Castilla", fundada en 1296 y de carácter exclusivamente
desarrollarse en altura (3 e incluso 4 plantas). Es característico el acceso a la
económico. Para entonces los mercaderes vitorianos tenían ya establecidas
vivienda separado del de la tienda o primitivo taller, muy alargado, estrecho y
relaciones comerciales con los puertos y ciudades más importantes del
terminado por una escalera de la que a su vez arranca otra, generalmente de
Occidente europeo y Vitoria jugaban un papel destacado en el gran eje mercantil
tres tramos".
castellano que a fines de la Edad Media unía por el interior de la Península los
puertos del Cantábrico oriental con los de la Andalucía atlántica.
Se trata, en consecuencia, de la típica casa de alforja, cuyo caballete del tejado
es paralelo a la fachada, en la que se abren pocos vanos y distribuidos de forma
En el siglo XV Vitoria participó de forma destacada en la constitución de varias
irregular. Los materiales constructivos son pobres: mampostería menuda en la
hermandades de alcance provincial, como las de 1417, 1458 y 1463, cuyos
planta baja, mientras las superiores estaban hechas con entramado de adobe y
objetivos esenciales fueron el mantenimiento del orden público, la defensa de la
madera. El cuerpo superior de la vivienda se consdatruía en voladizo y se
justicia y la lucha contra los abusos señoriales. Las ordenanzas de la última de
apoyaba sobre el inferior por medio de tornapuntas de madera, estando
ellas, aprobadas en Rivabellosa, constituyen el Cuaderno de Leyes y
rematado por un amplio alero. Este tipo constructivo permaneció, en lo
Ordenanzas con que se gobierna la M. N. y M. L. Provincia de Álava, que
fundamental, durante bastantes siglos, si bien progresivamente se irá mejorando
durante cuatro siglos ha sido el cuerpo fundamental de las leyes de la Provincia.
la calidad de las edificaciones. Desde mediados del siglo XIV, en consonancia
Tales ordenanzas suponen un paso muy importante en la vertebración
con el ambiente conflictivo que vivió la sociedad vitoriana, muchas casas
institucional de Álava, pero al mismo tiempo hay que recordar que de la
modificaron su porte convirtiéndose en auténticas fortalezas, que en algunos
hermandad de 1463 arranca el definitivo movimiento de integración territorial que
casos se han conservado hasta nuestros días. Todas ellas han sido
dará lugar a la configuración del perfil actual de la provincia de Álava. No
soberbiamente estudias por Micaela Portilla, pudiéndose citar como ejemplos
obstante, lo que importa resaltar ahora es el protagonismo que Vitoria alcanzó en
típicos la torre de los Abendaño en la cerca de la Herrería, la de los Anda, la
el seno de la hermandad y en el conjunto provincial. En efecto, son los miembros
casa fuerte de los Ayala, las que tenían los Guevara en las puertas de la
de la oligarquía vitoriana los que monopolizan el cargo de Diputado General, la
Cuchillería, las de los Hurtado de Mendoza en la Pintorería, la torre de los Iruña,
más alta magistratura de la Provincia; en Vitoria se reunía una de las dos Juntas
conocida popularmente como torre de doña Ochanda, las casas fuertes de los
Generales anuales de la hermandad, que constituían el supremo órgano de atraviesan permaneciera- mientras se multiplicaban los corredores que
gobierno y jurisdicción de la misma; la Diputación de la hermandad, que comunicaban muros y casas, dando a la ciudad una imagen de abigarramiento
ostentaba el poder ejecutivo, estaba integrada por dos comisarios y cuatro que hacía palpable la necesidad de invadir el espacio situado al otro lado de las
diputados, elegidos por la Junta General, pero uno de los comisarios tenía que murallas
ser de Vitoria; y en esta ciudad tenían siempre lugar las reuniones de la
Diputación o Junta Particular. Sin hipérbole alguna, puede decirse que desde Demografía en Vitoria en los siglos XVI-XVII
finales del siglo XV Vitoria ejerce de verdadera capital de toda Álava.
Desde su fundación en 1181 Vitoria no había dejado de crecer. Su papel como
centro de inmigración de los excedentes de las aldeas de su entorno se
consolidó durante el siglo XIV. En la segunda mitad del siglo XV los síntomas de
Edad Moderna recuperación fueron evidentes: ocupación del suelo, política municipal de
atracción de nuevos vecinos y retención de los ya existentes, pacificación de la
lucha de bandos, crecimiento del arrabal situado "en el fondo del mercado" etc.
Sólo las pestes de 1504-5 y 1518-19 enturbiaron aquellos comienzos de siglo
El plano vitoriano en los siglos XVI y XVII que, sin embargo, presentaron como balance general un crecimiento de la
población aunque ralentizado respecto a la etapa inmediatamente anterior.
Desde un punto de vista formal, Vitoria conservó el casco medieval hasta el siglo
XVIII con escasas modificaciones. De ahí su definitivo y característico plano de La trayectoria ascendente continuaría hasta la crisis de los años 60 de aquel
forma elíptica de 20,7 ha. de extensión, rodeado de una muralla jalonada por siglo que se extendió a toda la provincia. La peste de 1564-68 afectó muy
numerosos vanos y puertas situados en los extremos de los cantones que seriamente a Álava pero para Vitoria la peor fue la de 1596 y 1602, conocida
permitían el acceso al exterior desde la villa. Fuera de sus muros fueron como "La Peste Atlántica" porque se extendió desde el Mar del Norte hasta
desarrollándose pequeños núcleos de población, como el arrabal del mercado y Marruecos, causando tan sólo en la península ibérica más de medio millón de
las redovas, o los barrios el de San Ildefonso al este, Arriaga o Santa Lucía al muertos. Aunque las primeras noticias llegaron a Vitoria en julio de 1596
norte, Aldabe al oeste y Santa Clara o la Magdalena al suroeste. -procedentes de Castro Urdiales- la enfermedad no alcanzó los alrededores de
Vitoria hasta agosto de 1598. El día 30 de mayo de 1599 aparecía el primer caso
La construcción de nuevos edificios a lo largo de los siglos XVI y XVII transformó de peste dentro de la ciudad. Se trataba de un arriero de la Vecindad de la Calle
parcialmente su aspecto interno asentándose una tipología propia en la Nueva que había estado en la villa de Treviño, donde había cobrado la
arquitectura doméstica vitoriana. Las viejas casas populares desaparecieron (en enfermedad. La pestilencia remite hacia el mes de noviembre de 1599 con un
Villasuso) para dejar espacio a los palacios renacentistas y a las casas balance de víctimas que resulta imposible de evaluar. El cura de Lanciego, fiel
señoriales. Entre los primeros, que siguieron además el estilo modernista de testigo de la época, establece sin embargo una cifra de 2.000 muertos entre
primer Renacimiento o Plateresco, se cuentan los palacios de Escoriaza- Vitoria y las aldeas, -Vitoria no alcanzaba por entonces los 5.000 habitantes-.
Esquivel, el de Aguirre o Montehermoso, el de Salinas (Palacio de Villasuso), el Las ermitas de Santa Marina, San Juan y Santa Lucía, así como la Casa de
de Arrieta-Maestu o de Bendaña y el de los Álava. Las casas señoriales -la Olarizu, fueron habilitadas como hospitales. Para hacer frente a los gastos, el
mayor parte de ellas del siglo XVII como la Casa de los Gobeo-Caicedo Ayuntamiento incrementó las sisas y alcabalas sobre la carne, tomó dinero de
(Pintorería nº 68) levantada en 1670, o la de los Álava Arista (Zapatería nº 101), obras pías, cofradías y vecindades -de las que se sacan hasta 2.000 ducados- y
o la de los Landázuri (Herrería nº 23) remodelada hacia 1665 por los abuelos del solicitó al Rey la suspensión del pago de los impuestos que la ciudad le debía.
ilustre historiador- irán transformándose con el tiempo, aumentando el número Además, se recurrió a los préstamos y a la confiscación de bienes de gentes que
de sus plantas, adquiriendo mayor anchura en sus fachadas y abriéndose a dos habían huido de la ciudad.
calles.
Las pestes finiseculares, agravadas con las pésimas cosechas de 1575-77, y
Las casas burguesas y populares conservaron en el exterior las dimensiones después por los estériles agostos del primer 600, determinaron el inicio del
medievales -en alforja-, aunque con una tendencia a ganar en altura lo que les desastroso -en términos económicos y demográficos- siglo XVII que impidió a la
negaba la falta de espacio. Por ello las casas fueron invadiendo los muros de la ciudad recobrar sus niveles poblacionales de la centuria anterior hasta bien
ciudad -cuya importancia defensiva parecía ir retrocediendo, aunque su función entrado el siglo XVIII. Por lo que se refiere a los datos globales, tenía Vitoria
económica medida en la cobranza de derechos por las mercancías que la cerca de 8.000 habitantes (pero contando las aldeas de su jurisdicción) según el
acopiamiento de 1537; en 1560 eran apenas 5.500, mientras que en 1578 se interior o bien hacia los puertos de la costa con destino al exterior.
habían reducido a 4.400. Un documento de 1592 habla ya de alrededor de 3.600 Particularmente importante era Vitoria en el mercado del cereal, ya que por estar
habitantes, mientras que casi cien años después (1683) ni siquiera lograron situada dentro de la Llanada, gran centro productor de trigo, venían a sus
alcanzarse los 4.000. mercados las gentes de Vizcaya y Guipúzcoa tradicionalmente deficitarias.

Las características económicas de la ciudad

Vitoria y la monarquía de los Austrias


Según indica un Padrón Calle Hita de 1578, Vitoria era por entonces una ciudad
con un alto porcentaje de población inactiva (28,46 % del total), cuyos
componentes se situaban en los dos extremos opuestos de la escala social: los A partir de 1516 una nueva dinastía iba a sentarse en el trono español. Durante
pobres (el 85,30 % del total de inactivos) y los vecinos que "viven de sus rentas" la minoría de edad de Carlos, su madre la reina Juana confirmó a Vitoria sus
(el 14,69 % restante), localizados estos últimos en Villasuso, Zapatería y privilegios, fueros, buenos usos y costumbres mediante una carta plomada de 18
Herrería. El neto predominio de los sectores secundario y terciario, definía a de julio de 1509. Apenas unos años después, en 1524, Carlos juraría sus
Vitoria como una ciudad decididamente encarrilada a ser un centro de privilegios en su primera entrada en la ciudad por "la puerta del puente del Rey".
producción e intercambios comerciales. Agradecía con ello, la fidelidad -en ciertos momentos titubeante- que los
vitorianos le demostraron durante la Guerra de las Comunidades, que en Álava
se manifestó como una pugna entre Diego Martínez de Álava, diputado general
El sector primario se dedicaba exclusivamente a la agricultura. En ella trabajaban
desde 1498, representante de la clase de los funcionarios fieles a la Corona, y
54 individuos (la mayoría de la Pintorería y Santo Domingo). Pero era el sector
don Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra, representante de la gran
secundario el predominante, cuya distribución por subsectores era la siguiente:
nobleza, que se sentía postergado por esa clase funcionarial. Nombrado capitán
Textil (199 vecinos, es decir, el 39,8 % del sector) dedicado a la transformación
general de los comuneros en la zona situada entre el norte de Burgos y el mar, el
más que a la fabricación directa de paños y lienzos; Cuero (126 vecinos 25,2 %);
de Salvatierra obtuvo algunos triunfos militares llegando a poner sitio a Vitoria.
Metalurgia (90 vecinos 18 %); Construcción (32 vecinos (6,4 %); otros (53
Su capitán, Gonzalo de Baraona llegó incluso a entrar en ella con 1.000 peones
vecinos). Los oficios dominantes dentro de este sector eran: zapateros (18,4 %
con banderas desplegadas al grito de ¡Ayala, Ayala! Sería un triunfo pasajero.
del sector), calceteros (10 %), sastres (7,8 %), marragueros (5,4 %) y cerrajeros
Las tropas realistas recuperaron Vitoria, se apoderaron de Salvatierra y asolaron
(4,4 %). Se trataba de una industria artesanal pequeña, de corta producción y
el valle de Cuartango, feudo del conde. La lucha definitiva se dio en abril de 1521
reducido consumo, limitada a un ámbito geográfico provincial y sólo destinada a
en el puente de Durana, que se convirtió en el Villalar de los comuneros
satisfacer pequeñas necesidades. El tipo de taller normal era la casa del maestro
alaveses. En represalia, los señoríos del Conde fueron incorporados a la Corona,
que, en su parte baja, disponía de un local para el trabajo y la venta de
y su palacio, construido al lado de la iglesia de San Vicente, devorado por las
productos. La ubicación de los talleres no se correspondía a estas alturas
llamas; mientras el Conde fue degollado un 13 de abril de 1521 en la Plaza de la
exactamente con la que sugieren los nombres de las calles. En realidad, los
leña, frente al convento de Santo Domingo.
talleres se hallaban completamente mezclados: el gremio textil se ocupaba sobre
todo en la Correría, seguida de la Zapatería; los gremios del cuero preferían
también la Correría y la Zapatería; los del metal concuerdan muy bien con los Entretanto, los franceses, aliados a los destronados Reyes de Navarra, habían
nombres pues se localizaban en Herrería y Cuchillería; los de la construcción invadido Navarra y se apoderaron también de Fuenterrabía. Por esta causa llegó
vivían sobre todo en la Pintorería y Santo Domingo. a Vitoria el Cardenal regente, Adriano de Utrecht con el fin de preparar las tropas
para repeler la agresión. En febrero de 1522, alojado en la llamada Casa del
Cordón perteneciente a Juan de Bilbao y sita en la Cuchillería, recibió la noticia
El sector terciario lo conformaban 316 vecinos, entre los cuales los dedicados
de su exaltación al Pontificado. Era el primer Papa que había pisado suelo
genéricamente al comercio suponían algo así como el 58 %. La situación
español durante su pontificado y antes de marchar prometió erigir la Iglesia
estratégica de Vitoria la había vinculado desde antiguo al comercio nacional e
Colegial de Santa María en Sede Episcopal. Sin embargo, su rápida muerte,
internacional. El carácter franco de los mercados de los jueves atraía a multitud
(septiembre de 1523), y el olvido hicieron que la promesa no se viera
de vendedores y compradores de la comarca y de regiones limítrofes. A ellos
cumplimentada hasta tres siglos después.
llegaban el hierro vasco, y los paños y alimentos importados desde el exterior
que, una vez aquí, eran distribuidos hacia la meseta castellana. Del mismo
modo, confluían los productos de Castilla -lana, trigo, vino,- que tras llegar a En adelante, las relaciones de Vitoria con la monarquía de los Austrias estarían
Vitoria partían hacia las distintas zonas del País Vasco con destino al consumo presididas, bien por la recepción de personas reales en la ciudad, bien mediante
las contribuciones económicas o en hombres -a través de las efectuadas por la
provincia o por medio de las suyas propias-. Vitoria defendía a ultranza su En adelante la relación de Vitoria con la Corona se manifestó más a través de la
independencia tributaria. No conocía los Servicios Reales (Ordinario y recepción de personas reales que en contribuciones militares. En 1615 se recibió
Extraordinario), ni los Millones, ni los derechos de Sacas, etc. En cambio con grandes honores tanto a la princesa Ana de Austria, desposada con Luis
contribuía con la Alcabala. Donativos voluntarios y servicios de hombres XIII, como a Isabel de Borbón, esposa del futuro Felipe IV. Ambas se alojaron
armados completaban, como en la provincia, el ciclo de su contribución a la como era de rigor en el Palacio de los Aguirre o de Montehermoso. Durante el
hacienda estatal. No sabemos desde cuando contribuía con la Alcabala aunque reinado de Felipe V (1621-1665) se abandonó el pacifismo anterior y Vitoria,
tal vez haya que remontarla al segundo tercio del siglo XIV como ocurrre con la como toda Álava, tuvo que hacer frente a las desorbitadas exigencias del
alavesa. Su encabezamiento se hacía por separado; además, mientras la monarca. En 1625 se pidieron soldados para Fuenterrabía, por temor a las
alavesa se veía libre de tercias y cientos, la vitoriana conoció ambos recargos. incursiones inglesas. Pero a partir de 1635 en que se reinició la guerra con
Además ambas se hallaban insertas en distritos fiscales diferentes: la alavesa en Francia, las demandas se multiplicaron. Los 400 hombres de los servicios de
la Merindad de Allende Ebro -circunscripción que incluía las tierras riojanas 1635 y 1636, se convirtieron en 1.000 en 1637, y en 1638, año del ataque
situadas en la vertiente septentrional del Ebro y a Guipúzcoa-, y la vitoriana a la francés a la frontera con el sitio de Fuenterrabía, las demandas alcanzaron los
de Aquende Ebro, por lo cual solía arrendarse por periodos de cuatro años junto 1.500 hombres y 11.000 fanegas de trigo aparte de alojamientos y transportes.
a las alcabalas de la ciudad de Burgos y su partido. Tras este agotador esfuerzo la demanda no disminuyó. En 1639 el rey pidió 600
hombres para la armada de Oquendo, cuyo fin era el de abrir de nuevo el camino
Entre 1573 y 1578 la alcabala vitoriana estuvo encabezada en 219.925 mrs. y del Canal de la Mancha para la comunicación con Flandes. Tras la sublevación
507 fanegas de trigo anuales. Entre 1611 y 1625 alcanzaba ya el 1.250.000 mrs. de Cataluña y Portugal en 1649, Álava y Vitoria estaban ya exhaustas e
Finalmente, por un Real Privilegio de 19 de agosto de 1687 la alcabala vitoriana incapacitadas para sostener tan frenético ritmo. Desde entonces las
quedará encabezada a perpetuidad en 1.430.682 mrs. y 507 fanegas de trigo. contribuciones en hombres se rebajaron a 100 pero se incrementaron las
financieras. En 1659, con motivo de la firma de la Paz de los Pirineos entre
España y Francia y el posterior pacto de la boda de la infanta María Teresa de
Sin embargo, el verdadero peso de la fiscalidad estatal en Vitoria eran los
Austria con Luis XIV de Francia, aquella y Felipe IV visitaron Vitoria con motivo
donativos y los servicios armados. Hasta el siglo XVIII Vitoria contribuyó
de su entrega en la frontera. Entraron en la ciudad el día 3 de mayo donde se les
especialmente por medio de sus propios donativos, si bien a partir de entonces
recibió con luminarias y hogueras y grandes celebraciones, con la consabida
prefirió contribuir con la provincia. En 1629-30 Vitoria abonó 32.000 ducados a
corrida de toros, en esta ocasión deslucida por la lluvia. El festejo tuvo 18 toros
cambio de la propiedad de los oficios públicos,y en 1687, 18.000 escudos de a
que costaron 11.000 reales a las arcas municipales. Por Vitoria pasó también la
diez reales de vellón a cambio del encabezamiento perpetuo de sus alcabalas.
primera esposa de Carlos II, Maria Luisa de Orleans. Corría el año 1679 y, tras
También participó en los servicios efectuados por la provincia a la Corona (en los
hacer su entrada por la puerta de Arriaga, se le hizo entrega de las llaves de la
años 1524, 1537, 1542, 1544, 1550 y 1552), ordinariamente en relación con la
ciudad en la iglesia de Santa María. Salió de Vitoria el 14 de noviembre camino
defensa de la frontera de Francia, convertida ya en el enemigo tradicional de los
de Burgos donde la esperaba su esposo Carlos II.
Austrias. Durante el reinado de Felipe II, los vitorianos participaron en la defensa
de las fronteras frente a Francia. Así lo hicieron en 1557 en Fuenterrabía, en
1558 y 1559, tropas alavesas vigilaban, al servicio del virrey de Navarra, duque La sociedad vitoriana antes de 1700
de Alburquerque, la frontera de Guipúzcoa y Navarra, con lo que fracasaron los
reiterados proyectos franceses de atacar directamente a España, contribuyendo Como en otros ámbitos geográficos, la sociedad vitoriana se asentaba sobre las
al éxito español que quedaría más tarde sancionado mediante la Paz de Cateau- bases de la llamada sociedad jerárquica o estamental. Sin embargo, como en la
Cambresis (1559). La intervención de Felipe II en las Guerras de Religión mayoría de las ciudades de la época, por encima de las clasificaciones
francesas en apoyo de la Liga Católica determinó nuevamente la intervención de estamentales existía una élite que durante todos los siglos de la Edad Moderna
alaveses y vitorianos en la defensa de fronteras. Consta que se concedieron ejerció el poder político, económico social y cultural. Asentados en la ciudad
auxilios en 1562, 1568, 1569, 1571, 1573, 1579, 1582 y 1588. Finalmente, en la prácticamente desde la disolución de la Cofradía de Arriaga en 1332, muchos
guerra abierta entre Felipe II y Enrique IV de Francia cuyo escenario miembros de la pequeña nobleza alavesa -Álavas, Maturanas, Ealis, Esquivel
fundamental fue la frontera con los Paises Bajos, los alaveses contribuyeron con cuyos solares se hallaban en las aldeas de la jurisdicción-, así como los
sendos servicios de 400 hombres en 1596-1598. Tras el desastre de la miembros de algunas familias foráneas como los Salvatierra, Paternina,
Invencible y ante la amenaza de las expediciones inglesas a los puertos Nanclares, Cucho se acomodaron en Vitoria, llegando a fundirse con el
españoles los vitorianos y alaveses acudieron a la defensa de Santander. patriciado urbano de los mercaderes más notables que ya desde los siglos XII y
XIII habían empezado a asumir el control del poder municipal. Incluso
significados caballeros y ricos hombres habían optado por la nueva residencia:
los Iruña, los Hurtado de Mendoza, señores de Martioda y los Ayala, entre otros. una relación de las 200 personas más pudientes establecidas en 1808 con
De la mezcla de todos ellos se irá formando a partir de entonces la élite que, a lo motivo de un préstamo obligatorio al rey, los comerciantes José Salazar y Julián
largo de los siglos de la Edad Moderna, irá aristocratizándose sobre los de Buruaga se codeaban con los miembros de la nobleza de mayor envergadura
principios más clásicos de la nobleza tradicional castellana. -el duque del Infantado o el Marqués de Montehermoso-, entre quienes se
hacían acreedores de rentas por valor de más de 60.000 reales. Los Castillo,
Con la llegada del siglo XVI, la minoría dirigente de Vitoria, enriquecida sobre la Berrosteguieta, Borica, Altuna, Del Burgo, Zabala, Ullibarri, figuraban entre los de
base de su actividad comercial, el ejercicio de algunos oficios en la Corte o de más de 35.000 y tras ellos una larga lista entre quienes alcanzaban los 20 y los
Hermandad, las rentas de sus bienes rurales y urbanos, y el ejercicio de la 15.000 reales. En 1738 fueron protagonistas de un "golpe de mano" contra las
administración municipal tiende a decantarse con fuerza hacia la tierra como autoridades municipales, que les permitió encumbrarse al poder durante diez
base fundamental de riqueza. Muchos de ellos configuraron por entonces sus años (hasta 1748). En ese tiempo elaboraron y publicaron, no sin problemas, las
mayorazgos, que a veces escondían operaciones de compraventa de tierras y Ordenanzas de 1747 y un Nuevo Reglamento que, en adelante, iban a regir la
bienes urbanos u operaciones usurarias. En la centuria siguiente, la vida comercial y fiscal de la ciudad.
concentración de la propiedad de la tierra -junto a los bienes urbanos, los
censos, los juros situados sobre las alcabalas vitorianas- se acentuaría sobre la De menor peso específico dentro de la ciudad, hay que englobar en el sector
base de enlaces matrimoniales sucesivos y de quiebras económicas que comercial a quienes ejercían el comercio al por menor. Se trataba de un grupo
favorecieron tal hecho-. De esta forma la oligarquía vitoriana, a lo largo de estos numeroso, activo y económicamente sólido, formado por tenderos, negociantes,
siglos de la Edad Moderna impulsó sobre sí misma un proceso de quincalleros, y una pléyade de individuos que intervenían en el abastecimiento
aristocratización en el que los hábitos de las órdenes Militares (que pretendían diario de alimentos a la ciudad; un abastecimiento eso si, marcadamente
ser un aval de limpieza y nobleza de sangre -particularmente la de Santiago-) y controlado por el ayuntamiento que, además de velar por la seguridad y
los títulos nobiliarios no tardarían en llegar para salvar una imagen de oscuro regularidad en el abastecimiento, lo hacía por la salubridad, legalidad de pesos y
linaje, un ennoblecimiento tardío adquirido sobre sus fortunas amasadas al calor medidas, etc... así como por la recaudación de los impuestos que desde muy
de una carrera administrativa, militar o comercial brillante. No obstante, el antiguo gravaban los artículos de primera necesidad.
comercio nunca dejará de formar parte consustancial de la oligarquía misma.
Quizá no tanto en su práctica como en el control de aquellas instituciones al uso El mundo artesanal lo componían en 1578 unos 500 individuos que
que formaban parte de la administración central, como era el caso del entramado representaban el 40 % de los vecinos de aquel tiempo; un número y porcentaje
aduanero al servicio de la Corona. Así no es extraño comprobar, por ejemplo, el que, a buen seguro, se mantuvieron hasta bien entrado el siglo XVIII (en 1732
predominio de los Esquivel en los más altos cargos de la administración en las eran 451). Por entonces los cereros y confiteros solían acaparar las mayores
aduanas de Vitoria, o el de los Velasco en las de Orduña. fortunas dentro del promedio de los artesanos, en contraposición a zapateros y
remendones o a engarradores. Sometidos al amparo y sujección del gremio,
En la organización social de Vitoria seguían a la élite las llamadas "Gentes del maestros con importantes talleres y tiendas abiertas ocupaban los lugares
Comercio", esto es, quienes practicaban el comercio al por mayor de "fierro y principales en cuanto a fortunas, frente a oficiales y aprendices que, en
herrajes, balaustres, etc",coloniales, grano y otros alimentos, lana, etc. De origen ocasiones, llegaban a caer en la pobreza
vitoriano, ejercían en muchos casos como comisionistas de los comerciantes
bilbaínos, bayoneses -en el tráfico lanar- y donostiarras (a partir del siglo XVIII Con ellos, los desheredados, esto es, vagos, mendigos, pobres, viudas, lisiados,
con la Compañía Guipuzcoana de Caracas en el transporte de cacao y azúcar etc. vivían sin ninguna seguridad económica, aceptando cualquier encargo que
de Indias). Su actividad comercial se abría también a los grandes centros pudiese reportarles algún ingreso momentáneo, cometiendo pequeños hurtos,
comerciales del momento como Cádiz y Sevilla, lo mismo que a los Cinco viviendo de las limosnas en los dias de feria, comiendo la sopa boba de los
Gremios Mayores de Madrid o instituciones tales como el Colegio de San Ignacio conventos, durmiendo en casas miserables o abandonadas, o subsistiendo
de Madrid. Se trataba además de hombres vinculados a la oligarquía, ya que gracias al amplio servicio de beneficencia regido desde el Ayuntamiento y la
algunos de ellos pudieron actuar como agentes de comercio al servicio de ciertos caridad pública. En el censo de 1578 eran 296 los vecinos verdaderamente
oligarcas vinculados a la tierra indudablemente pero también al trato. Esos pobres (el 23,6 % del total de vecinos), un porcentaje grande pero similar al de
vínculos se definían tanto en una vertiente puramente personal -como "rentistas otras ciudades de la época. En 1732 el número de pobres censados era menos
del comercio"- cuanto profesional, en el desempeño de importantes cargos elevado (143) equivalente al 14 % de la población, aunque los pobres
dentro del entramado aduanero del Distrito de Cantabria, uno de cuyos centros "profesionales", no aparecen censados.
fundamentales era, sin duda, la aduana de Vitoria. El desempeño de su actividad
profesional en ocasiones hizo de ellos hombres extraordinariamente ricos. En
Gobierno y administración de Vitoria hasta el siglo XVIII juramento en la plaza situada a espaldas de la propia iglesia, llamada del
Machete o de las Covachas, ante el machete vitoriano con el cual se le
 El Ayuntamiento. amenazaba que se le cortaría la cabeza de no cumplir fielmente su cometido de
defender los derechos y privilegios de la ciudad.
En la Edad Moderna, el alfoz vitoriano no sufrió cambios importantes. Algunas de
sus aldeas fueron desapareciendo, dando lugar a mortuorios y despoblados: El Ayuntamiento vitoriano tenía también jurisdicción sobre las villas de Alegría,
Olarizu, Adurza, Meana, San Román, Doypa, Betriquiz y Sarrícuri. Pero lo más Elburgo y Bernedo y sobre todo el valle de Zuya, que componían el llamado
importante fueron las disputas entre Vitoria y sus aldeas. La Junta de Nobles e "Señorío Vitoriano". Ello implicaba que los oficiales designados en aquellos
Hijosdalgo de Elorriaga, -reunida en la iglesia de esa localidad hasta 1814- lugares en las mismas fechas debían acudir a la ciudad para que el
presionará de forma constante al poder municipal de Vitoria. Mientras tanto, la Ayuntamiento les confirmase en sus cargos y les tomase juramento. En cuanto al
Junta de los Hombres Buenos de Lasarte -reunida en la iglesia de Lasarte- valle de Zuya, las autoridades de Vitoria acudían unos días antes de San Miguel
defendía los derechos de los pecheros. Los motivos de desacuerdo fueron para residenciar a las autoridades salientes y nombrar a las nuevas, en una
siempre los mismos: el ejercicio de la justicia en las aldeas, la competencia ceremonia que se celebraba en la iglesia de San Miguel de Murguía.
sobre disfrute de pastos, aprovechamiento de bosques, etc.
Durante toda la Edad Moderna, el ayuntamiento estuvo dominado por una
Desde el siglo XV la autoridad de Vitoria sobre las aldeas se incrementó. Prueba oligarquía urbana en la que posiblemente ya desde entonces pudieron confluir el
de ello será el amojonamiento del "Campanil" como término propio de la ciudad, viejo patriciado urbano y los representantes más preclaros de la pequeña
para beneficio común de los vecinos de Vitoria (pasto para sus rebaños, leña nobleza rural alavesa que, apenas un siglo antes, se había incorporado a la
para sus hogares, etc). Este espacio acotado por mojones -que eran y son ciudad en busca de recursos económicos y un espacio de mayor sociabilidad.
revisados todos los años por la corporación municipal (la conocida Visita de Los instrumentos de poder al servicio de las élites urbanas a lo largo de toda la
Mojones en la romería de Olarizu)-, incluía todos los términos donde era posible Edad Moderna fueron diferentes a los de otras ciudades, pues no hubo en ella la
escuchar las campanas de Vitoria, de ahí su denominación. Así, a lo largo de costumbre tan arraigada en los municipios castellanos del siglos XVI y XVII de la
toda la Edad Moderna, ambas entidades -ciudad y aldeas- permanecieron venta de oficios municipales. Por el contrario, una cédula real de 17 de abril de
formando un solo ayuntamiento, ubicado en la villa, con jurisdicción civil y 1630, obtenida a petición de los gobernantes vitorianos, prohibía la venta de los
criminal sobre el distrito, aunque sin excluirse la de los otros órganos de oficios de gobierno de la ciudad y otorgaba a ésta la propiedad de los mismos.
representación paralelos, esto es, las Juntas de Elorriaga y Lasarte. Este hecho supuso una especie de patrimonialización colectiva de los oficios y,
por tanto, su enajenación respecto a la corona. De hecho, cuando en los
primeros años del siglo XVIII Felipe V quiso reincorporar tales oficios a la
Desde un punto de vista político, la ciudad en la época moderna se regirá por el monarquía, los vitorianos hicieron uso de este documento como uno de los
Capitulado de 1476, aprobado por el rey Católico y que, con muy pequeñas pilares básicos de sus privilegios. No obstante, este monopolio que la oligarquía
modificaciones, se mantendrá en vigor hasta 1747. Este documento marcará la mantuvo durante siglos, fue roto en algunas ocasiones con mayor o menor
desaparición del sistema de concejo abierto y el origen del Ayuntamiento. A fortuna. Así ocurrió en 1598, en 1690, años en los que hubo elecciones, y en
partir de entonces, este nuevo órgano lo compondrán 21 oficiales distribuidos 1738 -sin duda la ocasión más difícil- en la que veinte de las 21 vecindades que
entre los llamados Oficios Mayores (1 alcalde ordinario, 2 regidores y 1 articulaban la ciudad, interpusieron pleito ante el Consejo de Castilla, contra las
procurador general), y los Oficios Menores, entre los que caben destacar los diez familias que durante siglos habían venido ocupando los oficios públicos,
(más tarde once) diputados -que asumirán la representación popular en el acusándolas entre otras cosas de malversación de fondos y fraude electoral.
cabildo-, un mayordomo bolsero, un alguacil o montero mayor y dos alcaldes de
hermandad, así como un escribano. La renovación del Ayuntamiento tendrá
lugar todos los años el día de San Miguel, 29 de Setiembre (así se hará hasta Las reuniones del Ayuntamiento tuvieron lugar en el siglo XVI a falta de una
bien entrado el siglo XVIII en el que se adoptará el año natural), en la iglesia que Casa Consistorial, en el hospital de Santa María frente a la Colegial del mismo
lleva su nombre. La elección se regía por el sistema de la Insaculación. Primero nombre. Más tarde se pasó al Convento de San Francisco y, a partir de
se elegía un elector de electores entre los cuatro oficios mayores salientes. El comienzos del siglo XVII, a la Casa del Peso o Alhóndiga -que presidía la actual
elector designaba a cuatro electores que, a su vez, designaban a los cargos plaza de la Virgen Blanca- donde se habilitó una sala para este menester. A
entrantes. El Procurador General era sometido a un doble juramento. Al día finales del siglo XVIII se construiría la Casa Consistorial actual presidiendo la
siguente de la elección, y después de haber jurado su cargo como los demás Plaza Nueva.
electos en la iglesia de San Miguel, el Procurador procedía a un segundo
 Vecindades, Gremios y Cofradías. los gremios vitorianos adquieren mayor protagonismo. Sin embargo, en contraste
con otras ciudades, llama la atención la aparente debilidad organizativa de los
Vecindades. Desde la Edad Media, Vitoria se hallaba dividida en vecindades, gremios o corporaciones de oficios en Vitoria.
que alcanzaron el número de 22 a lo largo de la Edad Moderna. La vecindad la
componían agrupaciones de vecinos que intentaban suplir las deficiencias Cofradías. Sí existieron en Vitoria cofradías gremiales, si bien no todos los
asistenciales del Ayuntamiento. Sus funciones consistían en facilitar la ayuda oficios las tuvieron. Eran las Cofradías asociaciones que tenían un marcado
mutua y la asistencia a los más necesitados, mantener la moral y la convivencia carácter religioso, en torno a un santo patrón y a unas devociones particulares,
entre los vecinos, fomentar las conciliaciones con el fin de evitar, en la medida así como ciertas prácticas de convivencia y de asistencia mutua. Unas eran
de lo posible el que se llegara a instancia judicial; administrar las posesiones de cofradías gremiales reservadas a los miembros de un determinado oficio,
estas asociaciones, revisar las chimeneas y prever posibles incendios; mientras que otras eran cofradías piadosas abiertas a una participación más
acompañar en los funerales de los vecinos que han muerto; acudir a las general. Incluso algunas poseían una posición particular dentro de la ciudad,
procesiones de cada vecindad, etc. Tenían una organización específica, con como ocurría con la cofradía de la Vera Cruz que en el siglo XVIII era gobernada
instituciones y funciones propias, pero estaban supeditadas a la autoridad y por el propio Ayuntamiento que elegía como mayordomos de la misma a sus dos
control del gobierno municipal. Hasta finales de la Edad Media cada vecindad se regidores. A finales del siglo XVI había en Vitoria 31 cofradías: Santísimo
organizó con sus propias ordenanzas pero a partir de 1483 quedaron todas ellas Sacramento, San Cristóbal, San Juan de Arriaga, San Antón, San Luis, San
organizadas bajo unas ordenanzas unificadas, dando lugar a las "Ordenanzas de Llorente (del gremio de las tenerías), Santa Águeda (de los zapateros y
las Vecindades". Cada vecindad celebraba su fiesta patronal, honrando las curtidores), San José (que agrupaba a carpinteros, tallistas y trabajadores de la
glorias de sus santos protectores. Aún hoy quedan hornacinas e imágenes de madera), San Lucas (de los escribanos de Vitoria), Vera Cruz, el Rosario, la
estas vecindades en las calles más antiguas de Vitoria. Así eran cuatro las Misericordia en el de San Francisco, etc). Todas ellas tuvieron a su vez sus
vecindades de las Calle Herrería, otras cuatro las de la Zapatería, tres las de ordenanzas: San José (1581, ampliadas en 1622); Nuestra Señora la Blanca,
Correría, tres las de Cuchilleria, dos las de Pintorería, a las que se añadían, la de que agrupaba al gremio de cereros (comienzos del s. XVII); las de trajineros y
Villasuso, Calle Nueva, Arrabal, Santo Domingo de Adentro y Santo Domingo de marchanteros (1625); las de los labradores de San Isidro y Santa María de la
Afuera. Se regían por el mayoral y el sobremayoral, siendo éste la máxima Cabeza (1650, reformadas en 1677); San Rafael, pertenenciente a maestros
autoridad, siempre a las órdenes y vigilancia del Procurador General del boticarios y médicos (siglo XVII); además, en 1607 se aumentarían las de los
Ayuntamiento. Solían tener sus propios fondos con los que atendían sus cordeleros y en 1650 se redactarían unas nuevas ordenanzas de cereros. En el
funciones o realizaban obras pías. El sobremayoral era el que se relacionaba siglo XVIII, a pesar de los intentos reformistas de la administración que pretende
con el Procurador General del Ayuntamiento, como puente entre la comunidad poner fin a la organización gremial, y a pesar de la oposición de ciertos grupos
de vecinos y el poder del municipio. sociales como ilustrados y comerciantes que van a tratar de restringir la
autoridad gremial, se seguirán aprobando ordenanzas: las de Latoneros y
Gremios. Se situaban dentro de los ámbitos vecinales por tanto formaron partes Vidrieros (1742); una nueva edición de las de Sastrería y Calcetería (1749);
integrantes de la Vecindad pero el objetivo gremial era otro y sus miembros nuevas ordenanzas de la Hermandad de las cofradías de San Crispín, San
aceptaban diferente compromiso como personas integradas en un gremio o Lorenzo y Santa Agueda, de zapateros y curtidores (1750). Tres años después
como habitantes ubicados en una vecindad determinada. Los trabajadores se constituiría la hermandad del Apostol Santiago a la que se acogían los
manuales vivían agrupados, con arreglo a un escalafón muy definido. El maestros confiteros de la ciudad.
maestro, sus oficiales y aprendices se aplicaban en crear el producto: el gremio
vigilaba precios, horas de trabajo, sistemas de producciòn, formas asistenciales
y llegaba a dirigir la organización de las fiestas patronales y otros modos de
obligatoria piedad gremial. La estructura gremial, definida a travès de las La vida religiosa en Vitoria en los siglos XVI y XVII
ordenanzas, constituye el marco jurídico y legal que define y limita el desarrollo
de la vida social y profesional del artesano. Aunque las más antiguas se A los cinco templos medievales -San Ildefonso, San Pedro y Santa María
remontan al siglo XIII (como lo puede atestiguar el propio plano urbanístico de la (finalizados en el siglo XIV), San Miguel y San Vicente (siglo XV)- se añadieron
ciudad, cuyas calles recuerdan en su toponimia la costumbre de los artesanos de en la Edad Moderna otros destinados a velar por la salud de las almas vitorianas.
vivir agrupados), sólo se conservan las ordenanzas gremiales redactadas a partir Del siglo XVII datan la Capilla del Colegio de San Prudencio y la del convento de
del siglo XVI. Las Ordenanzas de la Hermandad de Sastres y Calceteros (1539), la Concepción -luego San Antonio-, construida a expensas de la Condesa de
erigidas bajo el patrocinio del Apóstol Santiago, en la Iglesia Colegial, que son Triviana extramuros de la ciudad dentro del más puro estilo herreriano. Además,
las más antiguas. El último tercio del s. XVI y el s. XVII es el período en el que a los conventos de mayor tradición -Santo Domingo y San Francisco (ambos del
siglo XIII)-, se fueron añadiendo el de Santa Cruz (siglo XVI), y los de Santa clandestinamente las monjas de su convento secundadas por sus amigos los
Clara y la Magdalena. De menor entidad artística eran las ocho ermitas situadas frailes. Alcanzadas por el Diputado General en la Puebla de Arganzón a 15 Kms.
en los alrededores de la villa: San Martín de Avendaño, San Juan de Arriaga, la de Vitoria, retornaron al convento donde dejaron de tocar las campanas y de
Visitación de Santa Isabel, Santa Marina, Santa Lucía, Nuestra señora de cuidar el Sacramento. En 1651, tras encarnizado pleito, el Tribunal del Nuncio
Olarizu y San Cristóbal. Algunos de ellos nacieron o se completaron gracias al falló autorizando a la comunidad a trasladarse a Logroño, al lado de sus
mecenazgo de familias y hombres ilustres: Juan Martínez de Adurza, argentier compañeros de Orden. Vacante el edifico, el Ayuntamiento acordó que lo
de Carlos V financió con 200.000 ducados la construcción del convento de Santa ocuparan las monjas de la Orden del Salvador, llamadas Brígidas, cinco de las
Clara, como Fortún Ibañez de Aguirre, albacea de Isabel la Católica y Consejero cuales llegaron desde Valladolid en 1653 permanenciendo en esta ciudad hasta
de doña Juana y su hijo Carlos, hizo lo propio con el de Convento de Santa Cruz, nuestros días. Otro episodio, aunque de más trascendencia y duración, fue el
así como la Capilla de la Milagrosa y el coro de la iglesia de San Vicente; Diego provocado por la pretensión de los jesuítas de fundar un colegio en Vitoria.
Martínez de Salvatierra, impulsor de la Capilla de los Reyes en la iglesia de San
Pedro, como don Pedro de Oreitia y Vergara, fallecido en 1694, actuó como Sanidad y Beneficencia
bienhechor del Convento de Santo Domingo al que donó tres cuadros de Ribera
(el Cristo, San Pedro y San Pablo).
Era seguramente con el apartado del abastecimiento, el capítulo al que más
atención dedicaban las autoridades municipales en aquella época. Así, era
Patrona vitoriana desde 1921, Ángel de Apraiz demostró que la devoción a la costumbre que todos los años por Navidad se entregasen 1.500 rs. en limosnas
Virgen Blanca en Vitoria se debe a Sancho el Sabio de Navarra y a su mujer, a los pobres y que el día de San José fuesen los mismos capitulares municipales
venerándose en la entonces iglesia románica de San Miguel. Su imagen, sin los que pidiesen limosna en las iglesias para entregarla a los pobres. El
embargo parece proceder del siglo XIV y es independiente del pórtico al que Ayuntamiento ayudaba asimismo con donativos -en dinero o en especie- al
precede. Hospital de Santiago y a los conventos relacionados con la caridad.

E igualmente esta tierra será el origen de muchos y grandes misioneros como Pero la labor más importante y continua era la que se realizaba a través de
Jacinto de Esquibel, misionero en Filipinas y profesor de la Universidad de médicos y hospitales. Los médicos estaban al servicio de la ciudad, atendían al
Manila, que murió mártir. O el beato Tomás de Zumárraga, que difundió su hospital y eran pagados por el Ayuntamiento, según sus obligaciones. Lo normal
doctrina en Filipinas y Japón, siendo martirizado en 1623. Diego de Montoya y era que hubiese dos o tres, aunque hay años en los que sólo se contaba con uno
Mendoza, que rigió las diócesis de Popayán y Trujillo; Juan de Gaona, misionero y otros en los que ascendían hasta a cuatro. Normalmente los médicos percibían
en México, Jerónimo de Ortigosa, que lo fue en Nueva España, Pascual de los 4/5 del sueldo del Ayuntamiento y el quinto restante del hospital. Contaba
Vitoria, Juan Ramirez que llegó a ser obispo de Guatemala, Domingo López de Vitoria con cuatro casas de carácter asistencial, todas ellas bajo el nombre de
Salazar, obispo de Filipinas, etc. hospitales: el hospital de Santa María de la Anunciación, o de Santa Ana según
Landázuri, situado frente a la Colegiata del mismo nombre, el Hospital de San
Por lo que se refiere al clero, el padrón de 1578 habla de 58 personas Lázaro o casa de Santa María Magdalena, y el de San Pedro, fundado en 1396
pertenencientes al clero secular, pero nada dice respecto al clero regular. por García Martínez de Estella y reedificado con posterioridad en 1502, -situado
Landázuri, a finales del siglo XVIII, cifra este último en 120 frailes y 80 monjas. frente a la iglesia de su misma advocación en la calle Herrería, no fue desde su
Sea como fuere, en nuestra ciudad, como en el resto del País Vasco, el número origen otra cosa que un albergue de pobres-. A ellos se añadirán el Hospital de
de clérigos era más alto que en el resto de la Monarquía. Algunas comunidades San José erigido en los albores del siglo XVI en la tercera Vecindad de la
religiosas protagonizaron en Vitoria varios acontecimientos. El más famoso, el Herrería por Pedro Ochoa de Lepazarán "Belcha" y cuyo patronato correspondía
conocido como "la fuga de las monjas carmelitas descalzas en 1650". también a un particular, don Diego Martínez de Esquivel y Verástegui, quien
Procedentes de Burgos, estas religiosas se asentaron en Vitoria en 1575 en el gozaba del mayorazgo de Gaona y el que, sin duda, era el único que funcionaba
convento de Santa María Magdalena o de San Lázaro -antes leprosería-. Pasado como hospital -el de Santiago-, situado en la plaza de la ciudad junto al convento
algún tiempo, sus homónimos masculinos pretendieron instalarse en el recién de San Francisco. Erigido inicialmente por Ferrant Pérez de Ayala allá por 1419
construido convento de San Antonio, en disputa con los recoletos de San con el nombre de Santa María del Cabello, hubo de ser reconstruido en 1551
Francisco que, por sentencia de 1648, se acabaron implantando en él. Ante la después del voraz incendio acaecido en 1492 y posteriormente remozado en
negativa del Ayuntamiento, y despechados los carmelitas, que ya habían numerosas ocasiones, la última de las cuales tendría lugar en 1735 y 1736
fundado en Logroño, indujeron a sus hermanas de orden a trasladarse a la Rioja. gracias al dinero aportado por el concejo procedentes de la sisa nueva.
El rechazo municipal y del Nuncio de su Santidad, propiciaron que la noche del 3 Sometido al patronato del Ayuntamiento por cesión de don Atanasio de Ayala,
de diciembre de 1650, en medio de una borrasca de viento y de nieve, huyeran confirmada por Cédula Real de 17 de abril de 1535, elegía aquel entre sus
capitulares dos personas que con el nombre de mayordomos velaran por la Gramática localizados en los hospitales de Santa María y Santiago. En 1605 el
buena organización y administración de este hospital. Señalaba igualmente el preceptor de Gramática era Martín Sevilla, que cobraba del municipio el sueldo
concejo un administrador de las rentas y efectos del hospital quien, a cambio de de 200 ducados. A este estudio por lo general no asistían ya más que los hijos
un salario, se encargaba de la administración y la gestión de las finanzas de esta de la oligarquía. En relación con estos estudios hay que mencionar la fundación
institución. Las rentas anuales ascendían a unos 9.220 reales y 341 fanegas de por un preclaro vitoriano, Martín de Salvatierra -quien llegara a ser obispo de
trigo que entre préstamos, juros y otras circunstancias, se veían notablemente Segorbe y Ciudad Rodrigo y muerto en 1604-, del Seminario de San Prudencio.
reducidos de forma que necesitaban la limosnas de los vecinos para poder Este centro inició su andadura en pleno reinado de Felipe IV, hacia 1653. El
sobrevivir. Su situación financiera fue en algunos momentos tan apurada que estudio de Gramática fue entonces trasladado al seminario, donde ya parece que
llegó a pensarse en cerrar sus puertas. En él se acogía a enfermos, pobres, el número de profesores fue mayor. Allí cursaron los jóvenes de Vitoria los seis
asilados y peregrinos, a los cuales se daba cama, luz y lumbre, además de un años de estudios antes de partir hacia universidades foráneas.
pequeño estipendio de tres maravedis diarios y limosnas extraordinarias en las
tres pascuas anuales. Solía acoger una media de 15 o 16 enfermos, si bien no lo En 1622 el Ayuntamiento quiso dotar a la ciudad de un teatro con el que
hacía en épocas de pestilencia, en las que los enfermos eran sacados del recinto favorecer la representación de comedias a las que era muy aficionado el público
amurallado aunque el hospital se hacía entonces cargo de muchos de los vitoriano. Hasta entonces las representaciones tenían lugar en el hospital de
gastos. Santiago. Sin embargo, ciertos grupos se opusieron alegando, "...que en la dicha
ciudad son muy ocupados y trabajadores la mayor parte de los vecinos y no es
bien hazer teatro de proposito ni introduzir comedias porque se haran oziosos y
faltaran a sus travaxos...".
El mundo de la cultura anterior a la Ilustración
Otras empresas relacionadas con la cultura fueron las sucesivas tentativas que,
Aunque en lo cultural no fuera Vitoria una ciudad con instituciones equiparables a lo largo de la Edad Moderna, se dieron en esta ciudad de cara a la instalación
a las de Salamanca o Alcalá, en sus modestas proporciones sí aparece una de un colegio de la Compañía de Jesús. Martín de Salvatierra lo intentó a finales
honda preocupación del Ayuntamiento por la formación de sus niños y jóvenes del siglo XVI, en 1583 don Diego de Álava, en 1592 doña Magdalena de
en las primeras letras y en las Humanidades. Los conventos de San Francisco y Centurión, en 1692 don Balthasar de Arechavaleta, -vitoriano muerto en Perú
Santo Domingo tenían a su cuidado la instrucción religiosa -unida a la de las que legó a la ciudad 40.000 escudos de a diez reales de plata para la fundación-
primeras letras-, además de formar a los novicios que entraban en las y en 1736 don Juan Francisco Manrique y Arana, Gobernador y Capitán General
respectivas órdenes de franciscanos y dominicos. de la plaza de Orán. Asentados finalmente desde la década de los 30, sufrieron
la expulsión general decretada en tiempos de Carlos III (27 de febrero de 1767).
La cultura rara vez llegaba a las masas pobres que por lo común eran totalmente
ignorantes. Sin embargo, para las élites sociales, la cultura tenía, además de un En otro orden de cosas, y limitándonos exclusivamente a los personajes nacidos
valor intelectual, un enorme valor social, equiparable a sus fortunas, sus linajes, en Vitoria, la lista de intelectuales en estos siglos es densa: desde literatos de
sus palacetes, o sus hábitos de las órdenes militares. Las grandes universidades renombre como Jerónimo de Mendieta, autor de una Historia eclesiástica indiana
-Oñate, Salamanca y Valladolid- y los más afamados Colegios Mayores de la fallecido en 1604; Martín Alonso de Sarría, a cuya pluma se debe el Teatro
época -Santa Cruz de Valladolid, los cuatro colegios de Salamanca, el del San Cantábrico, fallecido en 1642; o Diego Martínez de Salvatierra que escribio
Ildefonso de Alcalá de Henares o el de San Clemente de Bolonia en Italia-, Gobierno y República de Vitoria, o Gaspar de Añastro, comerciante vinculado al
acogieron entre sus muros a los hijos de las más poderosas familias vitorianas tráfico con Flandes y que tradujo a Bodin. Escultores como Beltrán de Otazu,
de la época. Desde ellos solían proyectarse después hacia los altos cargos de la nacido en Vitoria en 1535 y autor de numerosas obras repartidas por Palencia,
iglesia, el estado y la administración. Murcia y Alcalá de Henares, localidad en la que se halla el retablo de los
Doctrinos, sin duda su mejor obra.
En Vitoria, el Ayuntamiento mantenía a través de sus Propios al menos dos
maestros "de leer y escribir". Existía después un estudio de Gramática, cuya
primera sede fue la sinagoga judía que, trás su expulsión pasó a manos
municipales las cuales, por una decisión de 1493, la destinaron a ser el primer
estudio de Letras humanas, cuyo profesor fue el bachiller Pedro Díaz de
Uriondo. Por sendos decretos municipales de 1581 y 1582, dicho estudio pasó al
hospital de Santa María. A principios del siglo XVII se habla de los estudios de
El advenimiento de los Borbones que sin embargo Landázuri sitúa en 1711), y 1743 (4.000 doblones). El mismo
autor menciona además otros servicios: uno de 2.500 doblones de a dos
Muerto Carlos II sin descendencia, fue entronizado Felipe V. Vitoria acogió escudos de oro (1701), efectuado por Álava con motivo del primer matrimonio de
favorablemente el cambio de dinastía, proclamando al nuevo rey en una Felipe V; en 1710 el donativo lo compondrían mil fusiles y, desde 1719 en
ceremonia que tuvo lugar el día 9 de diciembre de 1700 en la plazuela del alto adelante, 18.000 pies de árboles distribuidos en varios lotes destinados a la
del Campillo, frente al palacio de Montehermoso. El monarca visitó la ciudad en construcción de navíos de guerra; en 1725 y 1727, sendos servicios consistentes
medio de una tempestad de nieve y lluvia el día 1 de febrero de 1701, en "... haber tenido dentro de su territorio... seis regimientos de infantería y
prolongándose su estancia durante dos días. Con este motivo se organizaron caballería que ocasionaron grandes desazones à los naturales, y muchos gastos
algunos festejos, entre los que se incluyó una fiesta de toros. Su primer acto fue y molestias à la provincia y Diputado General...".
jurar los fueros, acción que se repetiría posteriormente en 1722. Tras el estallido
de la Guerra de Sucesión (1701-1714), Álava y Vitoria mostraron su fidelidad a Sin embargo, los fueros alaveses preveían un régimen especial en esta materia.
los Borbones, ya participando en los gastos de guerra con fondos y En Álava no se aplicaba el servicio de quintos que tantos problemas causaba en
especialmente con hombres, ya acogiendo a la reina María Luisa de Saboya en otros lugares. Además, las tropas reales no podían cruzar suelo alavés sin el
su huida del escenario de la guerra. Acudió la soberana a Vitoria en 1710 con su consentimiento del Diputado General y, en caso de necesitarlo, las fuerzas
hijo Luis y con varios consejeros y cortesanos, alojándose en el palacio de los reales eran acompañadas por los comisarios de tránsito, que junto con alcaldes
Aguirre durante tres semanas. El 20 de diciembre de 1710, cuando las victorias y jefes militares disponían el lugar de acantonamiento. En caso de guerra se
de Brihuega y Villaviciosa abrieron a Felipe V las posibilidades de su definitivo elegía un general jefe, así como una diputación de guerra que tomaba las
triunfo, la reina se despidió de los vitorianos "que tan lealmente le habian medidas oportunas. En la primera mitad del siglo XVIII el único servicio militar
atendido...". Como prueba de su agradecimiento, concedió a su anfitriona, doña que como tal realizará la ciudad a través de la provincia data de 1709, cuando
Purificación de Ezpeleta Álvarez de Toledo, el título de Marquesa de ésta decidió enviar al rey 500 infantes para guarnecer las fortalezas y plazas de
Montehermoso. Este hecho quedó fuertemente grabado, como lo demuestra el San Sebastián y Fuenterrabía. Sin embargo, otros intentos posteriores
Barón de Pollnitz que, a su paso por Vitoria en 1725, recuerda que a esta ciudad fracasaron precisamente porque Vitoria apeló a los derechos forales de la
se retiró la reina. provincia. En adelante los servicios de hombres fueron "permutados" por
aportaciones pecuniarias. Por el sistema de reparto interior correspondieron a
Las visitas reales se sucedieron en los años siguientes. A principios de 1723 Vitoria 44,5 soldados, cuyos gastos de alimentación y conducción a Pamplona
llegó Felipa Isabel de Borbón, princesa de Orleans, hija del regente de Francia, ascendieron a 12.563 reales a repartir entre sus fogueras, lo que daba lugar a
llegada a España por causa de su compromiso matrimonial con el futuro Carlos unos 7 reales por cada pagador. A ello se añadió otro repartimiento general para
III, que más tarde quedaría roto. El 2 de enero de 1745, será Maria Teresa de armar a los 500 hombres, lo que supuso otros 4 reales por cada pagador. En
Borbón, hija de Felipe V e Isabel de Farnesio, la que pase por Vitoria en vísperas 1717 las Juntas rechazaban, a instancia de las autoridades de Vitoria, la petición
de su boda con el delfín Luis, hijo de Luis XV de Francia. Tenía la delfina 18 cursada por el Capitán General de Guipúzcoa de "... poner vandera en que se
años y la infortunada moriría al año siguiente. Durante el reinado de este primer alistasen soldados para el reximiento de Andalucia..." y en 1719 lo hacían
Borbón, Vitoria contribuyó a las arcas reales en numerosas ocasiones. Por lo nuevamente ante la petición de gente y víveres generada por la invasión de
general, a diferencia de lo que había hecho en los reinados anteriores, optó más Gipuzkoa por el ejército francés. En esta última ocasión Álava había decidido
por colaborar en las contribuciones globales de la provincia que por efectuar las que los alaveses se armasen, pero Vitoria se opuso a ello por temer que en tales
propias. Sin embargo, en dos ocasiones concedió Vitoria un servicio propio al circunstancias el rey pudiese exigir gente armada y "quedara aniquilada y
rey. En 1706 le entregaba 2.000 doblones de a dos escudos de oro, mientras desierta la provincia...".
que, en 1710, eran 1.000 doblones los que se facilitaban a la reina en su paso
por la ciudad. En aquella primera ocasión, Vitoria solicitó a cambio la prórroga de Claro que, por aquellas fechas, Vitoria, lo mismo que la provincia, dudaba acerca
sus arbitrios de sisa para tomar los 2.000 doblones a censo sobre ellas. Este de cual era el bando que debía contar con su fidelidad cuando, a la caida de
donativo trajo disputas con la Jurisdicción, más partidaria de dar al rey solamente Pasajes y Fuenterrabía, la provincia de Gipuzkoa quedó sometida a los
1.000 doblones financiados por vía de reparto vecinal sobre las haciendas. franceses. Finalmente en agosto de 1719 Álava y Vitoria aceptaron con
resignación su propia subordinación al ejército francés. No obstante, la ciudad
Además, Vitoria, a través de su Hermandad, participó muy activamente en los solía obtener a cambio importantes contrapartidas. En 1708 se beneficiaba del
servicios, tanto pecuniarios como militares que Álava efectuó en los primeros 50 privilegio concedido a la Provincia de "... ejecutar sentencias que se dieren por el
años del siglo a la Corona: 1703 (2.500 doblones de oro), 1708 (1.000 doblones), Diputado General Alcaldes de Hermandad y ordinarios sin embargo de
1709 (500 hombres), 1713 (sendos donativos de 80.000 reales y 1.000 doblones,
Apelazion...", y en 1710 Felipe V reconocía la propiedad de los oficios públicos a Estallada la Revolución Francesa en 1789, Vitoria se convirtió en refugio de
los vitorianos, tal y como habían hecho sus antepasados. muchos nobles que huían de la misma. Así, el Marqués de Montehermoso puso
su casa a disposición de los duques de Stignac y otros refugiados franceses.
El rasgo más visible de la foralidad lo constituían las fronteras aduaneras y la Algunos que se impregnaron de las ideas revolucionarias, como Valentín de
colocación de los puestos de aduanas en Orduña, Balmaseda y Vitoria, que Foronda, vieron en la Revolución francesa un ejemplo a seguir y, mientras
formaban parte del llamado Distrito de Cantabria. Gracias a este régimen las algunos declaraban abiertamente su apoyo, otros, como Ortuño de Aguirre, lo
Provincias Exentas tenían una administración propia en la que las hacían más solapadamente a través de las tertulias de sus salones, en las que
contribuciones, derechos de aduanas y otros impuestos, servían para cubrir se reunían gentes de variada condición, especialmente jóvenes de ideas
gastos internos. La Real Orden de 31 de agosto de 1717 pretendió someter a las avanzadas. El siglo terminó sumido en la guerra contra la Convención Francesa
Provincias Exentas al mismo régimen aduanero que al resto de la Monarquía a partir de 1793. Tras apoderarse de Fuenterrabía, San Sebastián y Tolosa en
para lo cual mandaba trasladar la frontera de Castilla al río Bidasoa, y los agosto de 1794, los franceses recorrieron la llanada alavesa en julio de 1795
puertos interiores o secos -Vitoria, Balmaseda, Orduña- al litoral marítimo. Esto causando numerosos destrozos. El día 16 de julio de ese mismo año los
haría tambalear la estructura comercial de Vitoria. Tras cinco años de forcejeo franceses entraron victoriosos en Vitoria provocando la huida de las autoridades.
con el poder central, el real decreto de 16 de diciembre de 1722 dispuso el Ante la imposibilidad de resisitir, España firmará la Paz de Basilea el 22 de julio,
traslado de las aduanas a su asentamiento inicial. Pero no acabaron ahí los poniendo fin a este enfrentamiento con el país vecino que, no obstante, no
problemas. En 1731 el ministro Patiño intentó impulsar la carretera directa tardaría en repetirse ante la actitud conquistadora de Napoleón, cuyas
Burgos-Santander para regular la comunicación entre la meseta castellana y los consecuencias se dejarían sentir nítidamente en nuestra ciudad.
puertos del Cantábrico. La burguesía de Bilbao se sintió amenazada y buscó una
ruta alternativa. De las tres vías propuestas, dos -la de Balmaseda y la de Vitoria Neoclásica: una ciudad en expansión
Orduña- dejaban de lado a Vitoria como punto de paso obligado, lo cual suponía
la ruina de la principal actividad de la ciudad. La burguesía vitoriana protagonizó Si hasta el siglo XVII la vida de la ciudad se contuvo dentro de las murallas, en el
entonces uno de los altercados más graves de toda la Edad Moderna, intentanto siglo XVIII éstas se derribaron, iniciándose una importante transformación
hacerse con el control del poder municipal a fin de aplicar una política fiscal y urbanística que tendría su pleno desarrollo en el siglo siguiente. El ensanche,
económica que hiciera de Vitoria un núcleo comercial competitivo. Muerto Felipe cuyo promotor fue el Marqués de la Alameda, Ramón de Urbina Gaytán de
V el 9 de julio de 1746, fue sucedido por su hijo Fernando VI. Su reinado trajo a Ayala, tuvo como elemento fundamental la construcción de la Plaza Nueva que,
Vitoria de nuevo la paz, al intervenir en el conflicto del lado de la oligarquía junto con la traida de aguas desde Berrostegieta, constituye la principal obra del
nobiliaria que siempre había controlado el Ayuntamiento, imponiendo el orden siglo. El espacio elegido para su ubicación fue el "Fondón del Mercado",
anterior. Sin embargo, dio su aprobación a las Ordenanzas de 1747 elaboradas salvándose así el desnivel que separaba esta zona con el casco medieval
por las Gentes del Comercio durante su estancia en el poder, así como a un situado en la colina. La plaza comenzó a construirse el 17 de octubre de 1781 y
Nuevo Reglamento Arancelario que, en adelante, regirán la vida política y el coste de la obra ascendió a 1.154.860 reales. Su valor arquitectónico lo
económica de la ciudad recogiendo las aspiraciones de la burguesía. Desde corrobora el hecho de haber sido declarada Monumento-Histórico-Artístico de
entonces,Vitoria disfrutó de una paz duradera, apenas perturbada por algunas carácter nacional, por decreto de 17 de julio de 1984. Se denominó en origen
levas de soldados necesarios para las guerras emprendidas por la Corte en 1763 Plaza Nueva y así aparecía en los proyectos de Olaguibel. En el siglo XIX fue
o 1770, aunque la lucha no llegó a ensangrentar su suelo hasta la Guerra de la conocida como Plaza de la Constitución y, entre 1927 a 1931, Plaza de Alfonso
Convención. Vitoria aprovechará esta etapa para alcanzar una mayor XIII. Entre 1931 y 1936 adquirió el nombre de Plaza de la República y desde el
prosperidad, posibilitada por la actuación reformista de los Borbones. 26 de agosto de 1936 su nombre oficial es Plaza de España. Sin embargo, el
nombre popular por el que ha sido conocida durante años es el de Plaza de los
En 1759 alcanza el trono Carlos III; Vitoria conocerá en esta etapa un gran Arcos. Dentro de ella se encuentra la Casa Consistorial, cuyos planos fueron
impulso cultural y urbanístico, gracias a la labor de la Real Sociedad presentados por Olaguibel en octubre de 1782. El 24 de diciembre de 1791 tiene
Bascongada. Nuevamente el tema de las aduanas se vería agravado en la lugar la primera reunión del Ayuntamiento en la nueva sede. También data de
Ordenanza del 8 de marzo de 1783, que confirmó la lesiva situación de los esta etapa la construcción de los Arquillos, atribuidos al mismo autor y
fueros y privilegios de Álava al disponer que el Diputado General fuera considerada como la obra perfecta para salvar el desnivel de la vieja colina. Los
asesorado en esta materia por un Alcalde Mayor nombrado por el rey. El Arquillos orientales, también llamados "del Juicio" (desde la Plaza de España
esfuerzo de Félix María de Samaniego nombrado Comisonado en Corte serviría hacia la Cuchillería), se finalizarían en 1792. El resto se construyó según
de muy poco. proyecto aprobado del Arquitecto Güemes el 15 de junio de 1801.
Todas estas edificaciones se llevaron a cabo dentro del más puro estilo alta natalidad -entre un 41,31 por mil y un 37,78 por mil a mediados de siglo-,
Neoclásico, como lo será también la fachada del convento de la Magdalena, de una alta mortalidad -situada en torno a un 34 o 40 por mil- y un determinado ciclo
1783. La imagen y el gobierno de la ciudad mejoran extraordinariamente en la vital anual con claras conexiones agrícolas. En definitiva, "...una población poco
segunda mitad de siglo. En 1779 el Ayuntamiento comienza a proyectar una urbana en el sentido postindustrial del término...".
serie de normas de policía destinadas a mejorar la vida dentro de la ciudad,
buscando el orden, la tranquilidad y la seguridad. En 1784 se constituye una La población no activa representa en torno al 11 % del total. Como en la Edad
Junta de Policía cuyos efectos pronto se dejan sentir en el vecindario: mejora la Media, seguían siendo predominantes en Vitoria los sectores secundario y
iluminación nocturna de las calles, retirada de los estorbos que impedían el libre terciario. Sin embargo, entre 1578 y 1747 conoce la ciudad un incremento del
tránsito y establecimiento de unas reglas para la limpieza permanente, un rasgo peso específico del sector primario en el conjunto de la población (en torno al
que llamaría poderosamente la atención a cuantos extranjeros visitaban la 310,71 %) al pasar de 57 a 174 el número del agricultores, a pesar de contar con
ciudad. niveles de población similares, lo que parece significar una cierta "ruralización".
Los datos no ofrecen dudas al respecto. Si en 1578 el sector primario
representaba el 6,85 % de la población, el secundario el 59,48 % y el terciario el
33,65 %, en 1747 alcanzaban el 21,82 %, el 41,77 % y el 36,40 %
Demografía y actividades económicas en el siglo XVIII respectivamente. Era Vitoria, por tanto, una ciudad de fuertes connotaciones
agrícolas.
El desarrollo urbano estuvo vinculado al crecimiento de la población, como se
pone de manifiesto en los censos locales de 1732 y 1747, y los censos de Sin embargo, el sector secundario seguirá siendo el dominante al ocupar a 355
Aranda de 1768 y de Floridablanca en 1786, en los que Vitoria cuenta individuos, aunque dentro de él se habían producido cambios cualitativos
respectivamente con 4.400, 4.585, 5.028 y 6.302 habitantes. Sobre estas cifras, importantes. Ahora, las actividades más fuertes serán las relacionadas con el
la población vitoriana venía a representar a mediados del XVIII en torno al 7,09 textil y la confección, seguidas de la construcción -que duplica sus efectivos
% del total de la de Álava, que contaba por entonces con unos 64.600 respecto a 1578-, y las del cuero o piel. Sin embargo en el siglo XV el grupo de
habitantes. Entre 1768 y 1786 los efectivos demográficos se incrementan en un actividad dominante era el metal y en 1578 el textil y confección pero seguido del
15,82 % (861 habitantes en cifras absolutas) lo que supone un crecimiento cuero. En el XVIII es el sector de la construcción el que conoce un incremento
superior al de los últimos tres siglos. Además, mientras entre ambos censos el más espectacular, mientras que el del metal y el cuero, tradicionales en la
aumento de la población española general supone un 12,09 %, el porcentaje en ciudad, llevan un camino descendente hasta representar un menor peso
Vitoria es superior ya que alcanza el 15,82 %, produciéndose además un fuerte específico que en el XVI. Así pues, en lo esencial, la estructura artesanal
rejuvenecimiento de la población debida más a la disminución de la mortalidad vitoriana quedaría escasamente alterada, pero se había transformado la
infantil que al aumento de la natalidad. distribución por subsectores. Frente a los 56 tejedores de 1578, Vitoria cuenta en
1747 con apenas 36, sobre niveles de población similares. No era un verdadero
La distribución del número de vecinos en el interior del recinto de la ciudad nos núcleo textil, pero a decir verdad nunca lo había sido. La situación interior de las
habla del escaso peso específico -cada vez menor además- de la población de aduanas que confería al País Vasco el carácter de zona de libre comercio, había
Villasuso (22 vecinos en 1747) y de la concentración poblacional en las calles de venido impidiendo desde tiempo atrás el arraigo de industrias de bienes
mayor tradición artesanal y comercial (Arrabal 98, Aldave 42, Cuchillería 123, semiperecederos -entre ellos los tejidos- en su territorio. Sin embargo, el sector
Correría 166, Zapatería 198, Pintorería 139, Herrería 134). Habían sido esas textil vitoriano comenzó a resurgir de sus cenizas en el siglo XVIII, vinculándose
calles además las que más habían sufrido los rigores de la crisis del siglo XVII, ahora a la fabricación de tejidos de lino fino y cáñamo: los lienzos, destinados a
mientras que las calles periféricas ganan población. Tal vez el ejemplo más la fabricación de mantelerías. Desaparecen los marragueros -apenas quedan
representativo sea la calle o tramo de Santo Domingo-Calle Nueva, que entre dos- y la fabricación de tejidos baratos queda limitada a la producción de
1578 y 1747 duplicó el número de sus vecinos (los 137 vecinos de 1578 se costales. Por lo demás, la actividad dominante sigue relacionándose con la
transforman en 233 en 1747). Por el contrario, en los primeros años del siglo manipulación de tejidos: sastres, calceteros, sombrereros, etc. Mientras tanto, el
XVIII las calles artesanales y comerciales distan todavía -a pesar del crecimiento incremento del sector de la construcción, que duplica sus efectivos humanos con
experimentado- de las poblaciones que ellas mismas alcanzaban en el último niveles similares de población entre ambas fechas, se muestra como el preludio
cuarto del siglo XVI. de lo que habrá de ser una de las grandes etapas de la construcción en Vitoria,
en la segunda mitad del siglo, que daría vida a una gran parte de la obra de
Dentro del contexto de la demografía cualitativa, Vitoria se hallaba plenamente Olaguibel y de otros arquitectos que contribuyeron a completar el plano medieval
integrada en un modelo demográfico de Antiguo Régimen, caracterizado por una de la ciudad. El trabajo de la piel, de fuerte tradición en Vitoria, se sostenía en
1747 en dos adoberías; las viejas, bajo la advocación de Santa Agueda y las configuraban una oligarquía urbana, marcadamente endogámica, definida por su
nuevas bajo el patrocinio de San Lorenzo. Las 80 personas que en 1578 se status, su riqueza y sus orígenes. Sus redes familiares se extendían también
dedicaban al metal, habían quedado reducidas tan sólo a 44 en 1747. El hacia las oligarquías de las provincias vecinas, como los Idiaquez, los Corral, los
mantenimiento de las fraguas que salpicaban el contorno de la ciudad parece Arriola, etc. Además, su poder se vió reforzado por la monarquía. El Real
tener relación con el ímpetu de la construcción -fabricación de cerrajas, clavos, Despacho de 9 de agosto de 1710, confirmaba a Vitoria la propiedad de sus
llaves y herramientas-, así como con el comercio. Nueve herreros y 24 oficios públicos y de diferentes rentas y derechos. Con ello, la pretendida
herradores componían el sector, estos últimos alojados principalmente en la reincorporación de los oficios enajenados a la Corona se hizo inviable, a
Herrería y el Arrabal. diferencia de lo acontecido en otras ciudades donde tal enajenación se había
producido por compraventa de oficios.
El terciario, segundo en orden de importancia si nos atenemos a los datos,
contaba en 1747 con unos 292 individuos englobando actividades muy diversas Pero hubo problemas internos muy serios. Entre 1738 y 1748 tiene lugar un
(profesiones liberales, comercio y transporte, alimentación, administración, etc). conflicto planteado por la burguesía vitoriana frente el control municipal que
De todos ellos, sin duda los del comercio y transporte (140 personas) son los ejercían las minorías de notables, que les permitía, entre otras cosas, orientar la
que cuentan con el mayor peso específico dentro del sector al ocupar a un 48 % carga fiscal hacia las transacciones comerciales, perjudicando así los intereses
de la población activa. Se trata además de una de las actividades predominantes de la burguesía ya amenazados seriamente por la política estatal. Los
en Vitoria al ocupar al 12,12 % de la población total. La actividad del comerciante comerciantes, apoyados por el pueblo, litigaron ante el Consejo de Castilla
vitoriano sigue vinculada a la recepción del hierro, herrajes y otras manufacturas, contra la oligarquía nobiliaria -en la que en el fondo se querían integrar pues se
ya fuera a lomo de las caballerías o en carros desde las fraguas y ferrerías de consideraban a sí mismo nobles,- a la que acusaron de fraude electoral y de
Bizkaia y Gipuzkoa, o el de mercaderías de tejidos y seda, cacao azúcar, etc. mala gestión de los caudales públicos, mientras en la calle se registraban serios
procedentes del norte. Era ese el comercio a gran escala o "por mayor". A él se tumultos. Durante un breve periodo de tiempo (1742-48) los burgueses
añadía el comercio por menudo de todo tipo de especiería, ropas y comestibles, sustituyeron a los nobles en el poder. En ese corto período de tiempo, tiene lugar
a través de mostradores tendidos en la calle. Comparativamente hablando, este la redacción y aprobación de las Ordenanzas de 1747. En ellas se endurecen las
subsector es el que ha conocido un mayor impulso entre ambas fechas (un 18,64 condiciones para ser cargohabiente, en particular a través del requisito de la
%). Su localización dentro de los muros de la ciudad, los hace predominar en la nobleza. Un Privilegio Real de 13 de noviembre de 1710 confería a la provincia
calle Herrería y en segundo lugar en Zapatería, mientras que no existe ni uno de Álava y dentro de ella a Vitoria, la capacidad de exigir a cuantos forasteros
solo en Villasuso, Pintorería, calle Nueva y Aldave. Así pues, la segunda mitad quisieren instalarse en su recinto: "... filiaciones de naturaleza, legitimidad y
del siglo XVII y la primera parte del siglo XVIII, se mostraron decisivas en la limpieza de sangre, a fin de conservar la pureza que han tenido, y deben tener,
configuración y consolidación del comercio vitoriano, lo mismo que del vasco en todos los que han sido, son y fueren Vezinos, Moradores y Habitantes de esta
general. A finales de la centuria (censo de 1786), la población se dividía en: 316 Provincia...". La nobleza de sangre representaba un importante signo de
servidores de la iglesia (11,41 % de la población), 24 profesionales liberales distinción, en el contexto de unos territorios donde la hidalguía de solar se
(0,86 %), 523 labradores y jornaleros (18,89 %), 72 comerciantes (2,60 %), 873 hallaba muy generalizada. Y si en las mismas Bizkaia y Gipuzkoa, cuyos
fabricantes y artesanos (31,53 %), 890 criados (32,15 %) y 70 funcionarios (2,52 habitantes por gozar de la universal hidalguía podían demostrar fácilmente su
%). Es decir, una ciudad centro de una comarca agrícola, la Llanada, y una nobleza con sólo mencionar su origen, debían presentar en cambio una
sociedad típica del Antiguo Régimen en la que criados y sirvientes del culto eran ejecutoria de la Chancillería de Valladolid para ser incluidos entre los
muy numerosos. concejantes, cuanto más en Álava, donde aquella nunca existió. Así, señalan
Marichalar y Manrique, que para ser hidalgo en Álava era preciso serlo según
Sociedad y poder municipal en el Setecientos fuero de Castilla, de ahí que la oligarquía vitoriana se obsesionase por obtener
hábitos de las órdenes militares, particularmente la de Santiago, muy exigentes
en materia de nobleza.
A comienzos del siglo XVIII, el proceso de oligarquización al frente del poder
municipal se había completado. Entonces apenas el 1,15 % de los vitorianos
podía participar en las decisiones municipales y, de ellos, sólo la mitad tenía La reforma municipal de Carlos III pretendía unificar y centralizar la organización
verdadera capacidad de acceso a los oficios concejiles dotados de un mayor de los entes locales, mediante la intervención de las haciendas concejiles con el
poder ejecutivo. La minoría nobiliar monopolizaba los oficios mayores y más del fin de reducir sus facultades económicas y fiscalizar la inversión de los fondos
50 % de las diputaciones, cargos dotados del derecho de voto en las sesiones recaudados. Con este propósito se creó en 1760 la Contaduría General de
del Ayuntamiento. A mediados del siglo XVIII, los Álava, Esquivel, Hurtado de Propios y Arbitrios, dependiente del Consejo de Castilla. Seis años después el
Mendoza, Rivas, Sarría, Zumalave, Verástegui, De las Cuevas, y algunos otros, monarca ordenó también el nombramiento de Síndicos y Diputados del Común
por elección popular para contrarrestar la prepotencia de los poderes locales. expresión de las oligarquías locales "... en quienes se halla el amor a la patria, la
Pues bien, la reforma supuso para Vitoria el fin del llamado "Methodo Antiguo" sobriedad, el candor, desinterés, providad espíritu, poder y la gravosidad para
para la organización de las finanzas municipales, muy maltrechas para entonces, costear los experimentos..." según señalaba N. Martínez de la Torre hacia 1789.
y la imposición del Nuevo Reglamento que, entre otras cosas, supuso la
unificación en una sola, de las cuatro bolsas de propios, sisas, alcabala del La Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, creada a iniciativa de Javier
viento y alcabala de los bienes raíces, con el único fin de mejorar la gestión de María Munibe Conde de Peñaflorida a partir de 1765, tuvo una pronta acogida en
las finanzas e intensificar el control sobre las mismas. Sin embargo, el poder de Vitoria a través de su sede alavesa en el Palacio de Montehermoso y más tarde
las oligarquías, lejos de quedar frenado, sufrió un nuevo impulso acompañado de en el Palacio de los Escoriaza-Esquivel en el Campillo vitoriano. En su labor
su reforzamiento como grupo social. como motor del progreso en la segunda mitad del siglo XVIII dió prioridad a la
educación. Algunas muestras de la actividad de la Real Sociedad Bascongada
El mundo de la cultura en el siglo de las Luces de Amigos del País en Vitoria serían: la creación de la Escuela gratuita de
Dibujo, que se transformaría después en Escuela de Artes y Oficios; la
En este siglo, el mundo de la cultura dió pasos gigantescos. En la segunda mitad promoción de una Escuela Agraria; el montaje de una imprenta bajo la dirección
la influencia de las ideas francesas será enorme. La enseñanza siguió bajo la de Manteli; la construcción del Hospicio, que se alojó en el viejo Colegio
responsabilidad del Ayuntamiento aunque en numerosas ocasiones se llegó a Seminario de San Prudencio; el impulso de industrias como la del mueble, que
conceder licencias a varios particulares que solicitaron aun sin salario la creación tanta importancia tuvo en Vitoria; la promoción de obras arquitectónicas como la
de escuelas particulares. Así aconteció en 1704 cuando Cristóbal Ortiz de Plaza Nueva y los Arquillos; la formación de un monetario y recopilación de
Cadalso obtuvo autorización para abrir en Vitoria una escuela donde enseñar a lápidas e inscripciones romanas de la provincia, cuyo impulsor fundamental fue
leer, escribir y contar, así como la doctrina cristiana a cuantos quisiesen asistir a Lorenzo Prestamero; la renovación de carreteras y caminos que confluían en
ella. El Colegio de San Prudencio continuaba teniendo una "Cátedra en Vitoria; la defensa de las instituciones vitorianas y alavesas.
Humanidad", en la que se llegaron a formar alaveses ilustres como Lorenzo
Prestamero. Incluso cuando la falta de rentas obligó a dar un uso distinto al En esta primera etapa la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País trabajó
edificio (en 1778 se destinó a Casa de Misericordia), allí permaneció el afanosamente, ya mediante juntas semanales en las tres provincias, ya en las
catedrático de letras humanas que enseñaba a mayores y medianos, mientras Juntas Generales anuales que se celebraban por orden de rotación en Vitoria,
un repetidor se dedicaba a los más jóvenes. Los conventos de San Francisco y Bilbao y Bergara, hasta que la entrada de los franceses en Gipuzkoa en 1794
Santo Domingo siguieron encargándose de la teología escolástica, la dogmática, desparramó sus miembros. Había llegado a contar la sede alavesa con 37 socios
la lógica y la filosofía aristotélica. Para que la Teología moral llegase al -la mayor parte vitorianos o residentes en la ciudad-, pero de una importancia
entendimiento del pueblo, existía el cargo de lectoral de la insigne Colegial de social enorme, pues se contaban entre ellos Prudencio María de Berástegui,
Santa María con la obligación de enseñar todas las mañanas a quien quisiera Pedro Jacinto de Álava, Juan Bautista de Porcel... y otros muchos que regían por
escucharle. En 1751, una Real Provisión de 18 de abril, daba luz a la fundación entonces la ciudad y la provincia. Otros se distinguieron por su laboriosidad en
de un colegio de la Compañía de Jesús en la ciudad. Sin embargo, fue todavía diferentes campos del saber, como los historiadores José Joaquín de Landázuri
frecuente que los hijos de las clases más acomodadas recibieran en Francia una y Lorenzo Prestamero, investigadores del pasado alavés -cuyo precedente fue
enseñanza más humanística y científica -al margen de la eclesiástica que podían Floranes autor de las Memorias y privilegios de la Muy Noble y Muy Leal ciudad
recibir en Vitoria-, fundamentalmente en el Colegio Municipal que la Compañía de Vitoria-; o como críticos teatrales tales como Ignacio Luis de Aguirre y Félix
de Jesús tenía en Bayona, donde entre otros insignes alaveses, recibió María Samaniego, que fueron además autores, el primero de una comedia en
formación Félix María de Samaniego entre 1758 y 1764. 1765 de título Casilda -que, según se decía, no era sino una adaptación del
Tartufo de Molière- y de otra el segundo El peludo y el embustero, cuyo texto se
ha perdido. No así sus conocidas fábulas destinadas a los alumnos del real
Seminario Patriótico de Bergara: La lechera, La cigarra y la hormiga, La zorra y
La Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País el busto, Las moscas, etc.; o baluartes del pensamiento político y económico
más avanzados como Valentín de Foronda, que ingresó en la Sociedad en 1776
Con el discurrir del siglo XVIII y el desarrollo de las ideas ilustradas, se pusieron pero se salió por desavenencias personales para regresar a ella de nuevo a
al alcance de las élites, en esta y otras ciudades, nuevos ámbitos de acción en el partir de 1792 mientras residía en Bergara; o José de Azpitarte, con su labor en
campo de la cultura. En este sentido, deben destacarse las Sociedades de los pro del euskera y la preparación de un Diccionario Vasco-Castellano que no
Amigos del País, entre las que la Real Sociedad Bascongada fue pionera al llegó a ver la luz pero que sirvió después para otras publicaciones.
aprobarse en 1765. Corporaciones netamente elitistas, fueron marco de
Pero no fueron sólo las Letras. Frente a la visión metafísica aristotélica que se provincia. Frente a un entorno agrícola, estancado económica y
basaba más en sistemas apriorísticos que en observaciones o experiencias, la demográficamente, y escasamente articulado en términos políticos y sociales, se
segunda mitad del siglo XVIII inicia el descubrimiento del conjunto de leyes alza una ciudad que concentra la casi totalidad de la actividad comercial y
naturales que rigen el funcionamiento de la naturaleza. Lorenzo Prestamero manufacturera, el conjunto de las instituciones políticas, económicas, financieras,
comienza una descripción botánica y mineralógica de Álava; sabemos también, sociales, culturales y religiosas, y que se manifiesta como el único espacio
por palabras del mismísimo Jovellanos, que visitó la ciudad en agosto de 1791 y alavés donde se perciben ciertas tendencias evolutivas de cambio.
setiembre de 1797, que el Marqués de Montehermoso poseía un gabinete de Demográficamente, si Vitoria agrupaba a comienzos del siglo XIX a poco más
Historia Natural con bellísimos pájaros; finalmente conocemos la labor de sus del 17% de la población provincial, al finalizar esa centuria ya alcanzaba un 30%,
socios en campos de la química, la mineralogía y la metalurgia. Juan Bautista cifras que no hacen sino incrementarse durante el siglo XX: 40% en 1930, 66%
Porcel trató de establecer en Vitoria un laboratorio de divulgación de la química en 1970 y 75% a comienzos de la década de los noventa. Semejante
que no llegó a abrir sus puertas. Sin embargo, un acontecimiento marcará la vida desproporción se manifiesta en términos económicos. Pero no sólo ahí: así, las
cultural en Vitoria: la implantación de la Imprenta. En efecto, con cierto retraso 252 publicaciones periódicas editadas en Álava en estos dos últimos siglos están
respecto a otras provincias limítrofes como Gipuzkoa, Bizkaia, Logroño o registradas en Vitoria, situación que no se da en ninguna otra provincia. En
Navarra, en el siglo XVIII empezaron a imprimirse libros en Vitoria. Bartolomé de definitiva, que la macrocefalia vitoriana en el marco provincial acentuó las
Riesgo y Montero de Espinosa, procedente de Logroño, da origen a partir de tendencias endógenas de la ciudad, dando lugar a un difuso "vitorianismo" que
1722 a una larga saga familiar dedicada a la impresión en nuestra provincia. En se expresó con claridad en multitud de situaciones, reclamando más poder en
aquel año veía la luz la primera obra alavesa Quaderno de Leyes y Ordenanzas las instituciones comunes, en la Diputación, pero que, sobre todo, profundizó en
con que se govierna esta muy Noble y muy Leal Provincia de Álava. No una autopercepción que hacía de los vitorianos y de Vitoria algo diferente, que
obstante, el impresor por excelencia fue su yerno, Tomás de Robles y Navarro, no contrario, a Álava y al resto de los alaveses
entre 1738 y 1781. El editó en 1764 la ópera cómica del Conde de Peñaflorida El
borracho burlado, con la que inició un servicio continuado para la Real Sociedad Por otra parte, y a diferencia de lo que por ejemplo ocurre entre Pamplona y
Bascongada de Amigos del País: en 1768 se imprimió el Ensayo y, Navarra, la inexistencia de núcleos semiurbanos o urbanos de una cierta entidad
posteriormente, año tras año hasta 1787, se van publicando en sus talleres los devaluó la capitalidad alavesa y su capacidad para articular un único hinterland
Extractos de las Juntas Generales de la Sociedad. Esta familia monopolizó la provincial. Además, o expresión de esto mismo, importantes áreas de la
impresión en Vitoria hasta 1786, fecha en que Baltasar de Manteli iniciaría sus provincia se movieron en espacios ajenos -la Rioja alavesa en torno a Logroño y
actividades dando origen a una empresa que continuarían sus hijos y nietos. La el valle del Ebro; el valle de Ayala en torno a Bilbao y la Ría-, sin que la capital
Real Sociedad Bascongada de Amigos del País le encargó sus publicaciones pudiera aglutinar alrededor suyo esos territorios.
hasta prácticamente la desaparición de la Sociedad en 1794; entre las obras
más conocidas de cuantas publicó don Baltasar cabe mencionarse la de Con todo, y esta es su segunda característica, Vitoria fue hasta llegar al último
Landázuri en las postrimerías del siglo. cuarto del siglo XX una ciudad provinciana, un pueblo grande, no demasiado
distinta de otras urbes típicas de la "España del interior". Económicamente,
aunque concentrase la casi totalidad de la manufactura y del comercio alaveses,
su apuesta fue por una singular terciarización, reforzada a medida que
Época contemporánea fracasaban iniciativas de modernización. Terciarización que la vincula al
"negocio" de una importante presencia del elemento militar y religioso. Su
El proceso histórico de los dos últimos siglos viene marcado en Vitoria por tres manufactura y su comercio, de limitadas dimensiones, se dirigen
grandes realidades: por la relación de la capital con su provincia; por su tradicionalmente a abastecer su entorno rural. Finalmente, el incremento de la
caracterización como "ciudad del interior", "levítica", escasamente modernizada, presencia del Estado y la ampliación progresiva de sus servicios la conforman
conservadora y, muchas veces, transformada "a pesar suyo"; y por la radical como el núcleo administrativo y burocrático de la provincia. Expresión de todo
alteración que vive a partir de los años 60 del siglo XX, y que la convierte en lo ello es el hecho de que fuera una mesocracia, una ancha clase media, la que la
que hasta entonces no había sido: una ciudad moderna e industrial. gobernara. Por encima y por debajo de ella nada parecía existir. La escasa
aristocracia existente a principios del siglo XIX se trasladó casi por completo a
Madrid, sin que esta clase jugara en el futuro un papel de importancia. Por otro
Las dificultades, tensiones y divergencias entre Vitoria y Álava arrancan de la
lado, la clase obrera empleada en talleres y pequeñas fábricas no cobró tampoco
propia fundación de la ciudad, y se prolongan a lo largo de los siglos. La lógica
grandes dimensiones -unas 2.500 personas al comenzar el siglo XX-, ni
de la contemporaneidad fortalece la posición de la capital en perjuicio de la
constituyó hasta muy tarde un grupo claramente diferenciado. En
correspondencia con este escenario, Vitoria fue siempre una ciudad cohesionada deuda soportada, constituyendo este hecho el punto de partida para una
internamente, poco afectada por desestructuraciones provenientes de grandes y operación importante: la sustitución de la élite política de los hacendados por una
súbitos cambios, como los que producía la industrialización en otros lugares. ascendente burguesía urbana de comerciantes. El hecho se vincula al proceso
desamortizador, que se agudiza durante la guerra. Esos capitalistas vitorianos,
Políticamente, el tradicionalismo carlista, junto con un muy moderado sobre los que recayó la carga del préstamo a la Provincia para sostener gastos
republicanismo de base popular y un liberalismo de clases medias fue su mejor de guerra -según Mutiloa Poza, de los 7,8 millones de reales enajenados sólo en
expresión. Otras realidades políticas, desarrolladas en espacios cercanos, como bienes de propios, 2,7 pertenecían al municipio vitoriano-, se cobraron su
el socialismo o el nacionalismo vasco, tuvieron que esperar a la Segunda contribución de dos maneras: tomando la propiedad efectiva de esos bienes de
República para consolidarse. propios y comunales puestos como garantía del préstamo, y desplazando del
poder local a la oligarquía que lo había detentado desde hacía dos siglos. Este
cambio en la dirección política del municipio cobró forma legal cuando Thouvenot
Culturalmente, y a pesar del momento de esplendor de los años 60-70 del siglo
instituyó los Consejos Municipales, que eliminaban las Juntas estamentales
XIX, que la identificaron con una llamada "Atenas del Norte", al finalizar esa
tradicionales, y cuando pudo aplicarse la Constitución gaditana y formarse, el 23
centuria volvió a instalarse un pensamiento conservador, incluso reaccionario,
de junio de 1813, el primer Ayuntamiento Constitucional. En cualquier caso, la
nada dado a dar cauce en el lugar a innovaciones procedentes del exterior. En
tensión surgida entre estos dos grupos está en la base de futuros conflictos que
todos los ámbitos, la ciudad fue evolucionando muy lentamente, sin grandes
se desarrollarán a lo largo de la centuria.
rupturas. Evolución que se percibe no a partir de sus fuerzas propias, sino por el
inevitable influjo de lo externo, de lo ajeno a ella.
El total de gastos de guerra en la provincia ha sido evaluado por Ortiz de Orruño
en algo más de 143 millones de reales, lo que supone un costo per cápita de
Los factores externos, pero no sólo ellos, están detrás del gran cambio que se
2.100 reales. Aparte de las ventas, la ineficacia del sistema fiscal tradicional, el
produce a partir de los años sesenta del siglo XX. Una industrialización
de derramas o de reparto individual al margen de la renta, dio lugar a su
acelerada trajo consigo un gran contingente de población inmigrante, joven, con
sustitución por uno nuevo, la contribución única catastral aplicada desde
posibilidades de futuro y proclive a intervenir en el crecimiento natural de la
inventarios de riqueza personal, lo que constituía una auténtica revolución en el
demografía. La ciudad creció extraordinariamente, sobrepasando la frontera que
modelo recaudador. Con todo, y a pesar de lo que tiene de anticipo de futuro, su
durante casi un siglo había constituido el Ensanche del XIX. La evolución
realidad no fue mayor que el deseo que marcaron las Cortes de Cádiz de llegar a
pausada que caracterizó a Vitoria durante siglo y medio se vio súbitamente
una fiscalidad única, general y proporcional a la riqueza. Por último, las
trastocada, definiendo un espacio que poco o nada tiene que ver con lo anterior,
tensiones entre la ciudad y sus aldeas, en el marco del debate sobre la
pero que, curiosamente, ha producido una nueva ciudad a partir de la
legalización de las ventas de bienes, desembocó en una secesión de las
persistencia de tendencias de otro tiempo que no se corresponden tanto con el
mismas, amparada en la Constitución de Cádiz, con la creación de tres
presente: la quietud, una cierta red social que amortigua las tensiones, la
ayuntamientos: Armentia, Elorriaga y Gamarra Mayor. Pero como ocurriera con
integración en la ciudad de todos sus individuos y una prudente toma de
otro tipo de modificaciones, la vuelta de Fernando VII, en 1814, supuso la puesta
distancia ante los grandes fenómenos que le llegan de fuera.
en suspenso de toda esta obra liberal: la que afectaba a la fiscalidad, a la
relación entre Vitoria y sus aldeas, la de las plantas institucionales de
Ayuntamiento y Provincia, y la de las ventas de bienes desamortizados, que
todavía en 1828 estaban sometidas a discusión legal.
La crisis del Antiguo Régimen en el marco de los conflictos bélicos
La presencia militar francesa fue también la de la mentalidad "racionalista"
La ciudad de Vitoria jugó un papel relevante en la confrontación militar contra aplicada a la administración, en contraposición con la tradición foral. Thouvenot,
Francia de 1808 a 1812. Aparte de la importante batalla que lleva su nombre, o Gobernador General del Gobierno de Bizcaya desde febrero de 1810, con sede
del hecho de que el rey José I Bonaparte instalara en esta ciudad su corte entre durante un tiempo en Vitoria, reorganizó las plantas locales y provinciales,
el 19 de julio y el 8 de noviembre de 1808, o de que el propio Napoleón pasara estableciendo un Consejo de Gobierno con un representante alavés, el marqués
allí algunos días, la guerra tuvo sobre todo consecuencias internas de gran de la Alameda, un Consejo Provincial, con Valentín María de Echávarri al frente,
calado. En principio, Vitoria quedó ocupada por una nutrida guarnición francesa y diversos Consejos Municipales (el de Vitoria estuvo presidido por personajes
-unos 7.000 hombres; en algunos momentos hasta 12.000-, equivalente al como Diego Manuel de Arriola, en 1811 y 1813, o Trifón María de Echevarría, en
número de habitantes de la ciudad. Pero, sobre todo, la técnica militar francesa 1812). La foralidad, obviamente, quedó abolida, y las aduanas fueron
de "abastecerse sobre el terreno" a costa de los ocupados, disparó el nivel de la trasladadas a la costa. La Constitución de Bayona, por su parte, fue respaldada
por dos delegados alaveses, el marqués de Montehermoso, uno de los más La Sociedad Patriótica
notables afrancesados locales, y el general Miguel Ricardo de Álava, en
representación de la Armada. Este mismo general sería elegido presidente de la Durante el Trienio Liberal se instaló en la capital alavesa una Sociedad Patriótica
Diputación cuando los junteros de la provincia no ocupada se reunieron a tal que, fundada hacia abril de 1820, fue una de las primeras instaladas en
efecto, el 25 de noviembre de 1812, y aprobaron la Constitución de Cádiz. La Vasconia. No gozaba de predicamento popular, participando sólo en ella jóvenes
representación de esta Diputación paralela en las Cortes gaditanas la ostentó el ilustrados. Al igual que la "Tertulia Constitucional" de Donostia, la vitoriana se
diputado Manuel Aróstegui. encargó de dar cumplimiento a la Real Orden del 24-04-1820 sobre enseñanza
de la Constitución por los párrocos.
El desarrollo de la guerra enfrentó en la ciudad varios problemas. Uno de ellos
fue el de la dificultad de abastecimiento al vecindario y las penurias cada vez Pero en este momento se inicia una constante secular: mientras la ciudad
más agudas. 1812 se recuerda como el "año del hambre" en un ciudad ocupada quedaba en manos de los liberales, el espacio rural era el escenario de la
y expoliada por los invasores, rodeada y hostigada por los guerrilleros, inundada llamada "insurrección alavesa" de 1821, protagonizada por partidas rebeldes de
de población errante y afectados los negocios por las exacciones y el fisco. carácter absolutista, encabezadas por realistas como Uranga, Guergué o
Buena muestra de la alteración que soportaba Vitoria en esos años es la cifra de Quesada. En sentido contrario, estos años vieron el reinicio de la labor de
nacimientos ilegítimos entre 1808 y 1812: 300, un 17% sobre el total de nacidos, ampliación y mejora de la ciudad, de la mano de una rehabilitada Junta de Obras
y un 15% sobre el total de hijos naturales habidos entre 1680 y 1830. de marcado tono racionalista. Así, el límite establecido por las construcciones de
finales del siglo XVIII -las debidas al genio de Olaguíbel: los Arquillos y la Plaza
El 21 de junio de 1813 la Llanada alavesa era el escenario de la batalla de Nueva o de España- se vio desbordado hacia el sur, abriéndose la calle del
Vitoria, en la que cobraron fama tanto Wellington como el general Álava, y que Prado -con las casas de Echevarría-, completándose la apertura de Postas o de
constituiría uno de los últimos grandes enfrentamientos en el proceso de retirada la calle de la Constitución, o iniciándose las obras del parque de La Florida. La
de las fuerzas francesas. Casi un año después, en la primavera de 1814 (mayo), construcción del nuevo Hospital de Santiago se terminó por esas fechas, las
Fernando VII regresaba a España y declaraba "nulos y de ningún valor y efecto mismas en que comenzaba el levantamiento del Teatro, el río Zapardiel fue
(...), como si no hubiesen pasado jamás tales actos", los hechos jurídicos y embocinado en parte, se trajeron aguas desde Berrostegieta y se demolieron los
políticos acontecidos en el país durante aquellos seis años. Víctima de la vuelos de las casas, con la intención, todo ello, de mejorar la higiene y la
reacción absolutista fue el Correo de Vitoria, uno de los primeros periódicos salubridad. Hasta los años 60 no se vivió un momento tan decidido de impulso al
habidos en la ciudad -si no el primero-, clausurado al derogarse la Constitución. urbanismo y de expansión hacia lo que sería la nueva ciudad, el Ensanche del
XIX.
La pugna entre liberalismo y tradicionalismo
El segundo período de gobierno de Fernando VII (la "ominosa década"),
El primer período de gobierno absolutista de Fernando VII, hasta 1820, se vivió repuesto en la plenitud de su poder por la fuerza de la Santa Alianza (Cien Mil
en Vitoria en el marco de una misma y confusa confrontación entre reaccionarios Hijos de San Luis), se corresponde en Vitoria y Álava con la llamada "era
y liberales, y/o entre "patriotas" y sospechosos de afrancesamiento. En realidad, Verástegui". Se trata de una vuelta a la política posterior a 1814, pero con la
buena parte de los numerosos motines habidos en esta época parecen tener que particularidad de que sus protagonistas y procesos ya anticipan lo que será la
ver con la propia desarticulación sufrida por la ciudad durante la guerra, lo que primera confrontación carlista. La represión contra los liberales volvió, y lo hizo
otorgó protagonismo a sectores tan manejables como radicalizados y de la mano de Valentín de Verástegui, el hombre fuerte de la Provincia hasta
desarraigados. En general, los tenidos por liberales o afrancesados sufrieron las 1829 y director de los Naturales Realistas Armados, una fuerza paramilitar, -y
iras de las nuevas autoridades -con Nicasio José de Velasco al frente, como esbozo de lo que luego serían las milicias carlistas. La incertidumbre política
Diputado General-, alcanzando éstas incluso al mismo Miguel Ricardo de Álava. vivida en el país en torno a los años de la enfermedad de Fernando VII se
Durante el Trienio Liberal el pulso cambió de tono, y fueron los reaccionarios tradujo en la ciudad en la sustitución de Verástegui por un nuevo Diputado
quienes ahora sufrieron persecución (Nicasio de Velasco, entre ellos). General más moderado, Diego de Arriola. En Vitoria, el nombramiento como
alcalde del versátil y ambiguo Iñigo Ortés de Velasco, marqués viudo de la
Alameda, puso fin a una serie de ediles ultrarreaccionarios entre los que se
igo
destacó Lorenzo Vicuña.
La insatisfacción del sector realista local alentó el llamamiento a la guerra tras la "hablar con petulancia o fanfarronería" y dice que esta voz "más bien que
muerte del monarca. La contienda civil, carlista, reprodujo anteriores y futuros arcaísmo, quizá sea remedo irónico del modo de hablar de los soldados
repartos de fuerzas en la provincia: Vitoria quedó bajo control gubernamental, portugueses que, durante la primera guerra civil carlista, permanecieron algún
liberal, una vez liberada por las tropas de Sarsfield, y la provincia pasó a manos tiempo en Vitoria."
de los sublevados por Verástegui, numerosos y bien pertrechados al
aprovecharse la estructura anterior de los Naturales Armados. Se abatía sobre la En sentido contrario, la Universidad de Oñate, huyendo de la guerra, se
ciudad un crudo debate surgido en el ámbito general español. Pero, a la vez, se estableció por unos años en Vitoria. Por su parte, los avatares de la contienda en
manifestaba en ese reparto de fuerzas el posicionamiento de cada uno de los el campo liberal se vivieron con crudeza en el verano de 1837. A la radicalización
grupos locales: la burguesía urbana, ascendente, decantada del lado del proceso político operado en todo el país, respondió Vitoria con una
gubernamental; los viejos grupos nobiliarios, desplazados de su anterior poder, sublevación contra los "liberales tibios", el 17 de agosto. Soldados y populares
junto con la hidalguía de origen rural, el campesinado, el clero y buena parte del amotinados persiguieron a las autoridades y dieron muerte, entre otros, al
artesanado urbano, afectados negativamente por los cambios de sentido liberal, gobernador militar y al diputado foral -en funciones de Diputado General- Diego
tanto económicos como políticos, en favor del carlismo. Verástegui controló la López Cano, antiguo voluntario realista. Del mismo modo, la trama foral se veía
ciudad entre el 7 de octubre y el 21 de noviembre de 1833. En ese momento duramente afectada por el establecimiento de nuevas autoridades de otro origen:
publica su famoso Manifiesto en favor de la rebelión, el primero de los carlistas el jefe político, al mando de la provincia, o incluso la provisional Junta de
donde se hace mención expresa del argumento foral. A partir de entonces, Salvación, con pretensiones de Diputación Provincial.
Vitoria quedó expuesta a los acosos carlistas, destacando entre ellos el sitio
iniciado por Zumalacárregui el 15 de marzo de 1834, que llevó los combates El final de la guerra, tras el "abrazo de Vergara" y la ley confirmatoria de fueros
hasta el mismo centro de la urbe. Consecuencia de la guerra fue de nuevo la de 25 de octubre de 1839, permitió alterar a partir de 1840 la tendencia a la
penuria por la dificultad en el tráfico de abastecimientos, la enfermedad -se homogeneización de los procesos políticos que se vivía en el país, aunque no
extendió en ese año una epidemia de cólera morbo- y la desarticulación social, sin merma de las tradicionales atribuciones forales (el pase foral, por ejemplo).
de notables repercusiones inmediatas. Incluso una de las grandes En ese año, en noviembre y enero de 1840, respectivamente, se eligieron
construcciones religiosas, la iglesia de San Ildefonso, fue demolida para conforme a fuero las Juntas Generales, la Diputación y el Ayuntamiento. Sin
fortalecer la muralla con sus materiale embargo, el 4 de octubre de 1841, la ciudad volvió a ser protagonista de un
suceso de repercusión nacional. El ex-ministro de Marina y Comercio, Mariano
Primera guerra carlista Montes de Oca, sublevó la guarnición vitoriana en conexión con otras revueltas
habidas en Pamplona, Zaragoza o Bilbao. Una alianza de moderados cristinos y
Eduardo Velasco López Cano recoge en su Crónicas y biografías alavesas de fueristas se alzó contra el regente Espartero, tratando de ganar incluso el
(1910): favor de los derrotados carlistas. El movimiento de Montes de Oca fue
rápidamente controlado y su máximo instigador fusilado en el vitoriano parque de
"Durante el período de la guerra habíase visto nuestra ciudad animada de ese La Florida. Como consecuencia, las aduanas serían trasladadas definitivamente
movimiento y actividad que traen consigo las operaciones militares, el paso de a la costa y otros elementos forales resultaron abolidos hasta el regreso de los
regimientos y de divisiones, la inmigración de gentes que huían de las moderados al gobierno (Ley de 4 de julio de 1844, que devolvió la situación al
poblaciones abiertas, la concurrencia de bagajeros y abastecedores, el ruido y momento anterior a 1841): leyes electorales y organización jurídica uniforme
confusión de bandas de música, tambores y cornetas, escuadrones y baterías; para el conjunto del país, cambio de Diputación Foral a Provincial,
todo ese bullicio propio de una vida agitada y febril, que al disiparse luego, deja fortalecimiento de la figura del Jefe Político y supresión definitiva del pase foral.
el cuerpo social débil y anémico, bien así como el del individuo queda postrado
después de un prolongado acceso de calentura. Veíanse en las calles de la Al morir Fernando VII, cobraron nuevos alientos los partidarios del rey absoluto.
población soldados ingleses y portugueses haciendo vida de campamento, El 4 de Octubre de 1833. el teniente coronel D. Juan Felipe Ibarrola, proclamó en
caballos sueltos buscándose el sustento en una brizna de yerba, mujeres y Orduña rey absoluto a Carlos V; al tenerse en Vitoria noticia de este acto,
criaturas extrañas que acompañaban en su bélica expedición a los hijos de la salieron enseguida 100 infantes del regimiento de San Fernando, 80 carabineros
Gran Bretaña." y 12 jinetes al mando de D. Jaime Burgués, a los que hizo Ibarrola frente en
Orduña, siendo derrotado. Con este hecho de armas comenzó la guera civil en el
Los voluntarios portugueses dejaron en Vitoria recuerdo de su paso. Baraibar en país vascongado. Ibarrola, que estaba de acuerdo con D. Valentín Verástegui, se
su Vocabulario de palabras usadas en Álava (p. 117) anota la palabra falar: creyó traicionado al ver que en Vitoria no se secundaba el movimiento. Era
Verástegui hombre de gran prestigio en la provincia, se lo daban sus austeras
costumbres, el lustre de su casa y el comportamiento que tuvo como militar Más de mes y medio fueron los carlistas dueños de la capital de la provincia
durante la guerra de la Independencia, y había sido diputado general desde 1826 hasta que entró en ella, el 21 de Septiembre, el general Sarsfield. El 15 de Marzo
a 1830; á él se debió la creación y organización en 1823 de los voluntarios de 1834, el general carlista Zumalacárregui, al frente de 3.500 hombres, entre
realistas, cuyo mando tuvo en toda la cuadrilla de Vitoria y con ellos combatió a los que estaban los alaveses mandados por Villarreal y Uranga, se aproximó á
Lansagarreta al secundar éste el grito dado por los catalanes malcontents. Vitoria con objeto de tomarla por sorpresa. Al amanecer del día 16 estaban los
Comprendiendo la Diputación que en aquellas circunstancias solamente carlista en Otazu; Zumalacárregui dividió sus fuerzas en tres columnas; una
Verástegui podía mantener la paz pública, recurriendo él, logrando prometiese mandada por Iturrralde debía atacar la ciudad por los portales de Betoño; otra
hacer todo lo posible por mantener el orden; pero no fué así, y cuando se supo guiada por Villarreal, la puerta de Castilla; y la tercera, al mando de
conspiraba, nada se pudo hacer en su contra por no haber en Vitoria tropas Zumalacárregui, acometería por el centro., A poco de moverse las columnas
suficientes para ahogar la rebelión. En la noche del 6 de Octubre, dos días supo el caudillo carlista por un paisano que salió de Vitoria, que en Gamarra
después del pronunciamiento de Orduña, corrió por Vitoria el rumor de que á las Mayor se hallaban 200 tiradores de Álava y contra ellos mandó al comandante D.
diez se tocaría generala; las autoridades preguntaron á Verástegui que había de Antero Damansa con dos compañías y un escuadrón; los tiradores, después de
cierto sobre el rumor y les respondió que nada; entre tanto, los batallones de una resistencia desesperada, fueron vencidos, quedando muertos en el campo
Badajoz, Bernedo, Valdegovia y La Guardia, llamados por él, se hallaban en las unos 50 y prisioneros 116; los restantes lograron escaparse. A la vez, mandadas
inmediaciones de la capital. Verástegui aquella misma noche salió de Vitoria por Villarreal, pudieron los carlistas penetrar en Vitoria, en donde fueron
para el inmediato pueblo de Gardélegui y desde allí escribió a la Diputación rechazados por las pocas fuerzas que había de guarnición y los milicianos
invitándola á secundar el pronunciamiento, que en realidad se había hecho sin urbanos, haciéndoles además algunos prisioneros. Zumalacárregui se retiró de
alterar el orden, pues nadie cometió el menor desmán. La poca tropa que había las inmediaciones de Vitoria y en Heredia hizo fusilar a los 116 prisioneros.
en Vitoria pudo retirarse gracias a la protección del alcalde, marqués de
Caravaca. Volvió á insistir Verástegui enviando el día 8 un oficio á la Diputación Semejante acto fué motivado por haber el general Osma, comandante general
para que cinco de sus individuos le ayudasen en el despacho de los asuntos; los de la provincia mandado fusilar al teniente de caballería carlista D. Domingo
diputados se opusieron a ello por ser esta resolución contraria al fuero. Retana, hijo de Vitoria, en unión de dos oficiales más hechos prisioneros durante
la lucha en las calles de la ciudad. Zumalacárregui que al retirarse de Vitoria
Los diputados se habían reunido en secreto y tomado los acuerdos siguientes: había pernoctado con los navarros en Narbaja y los batallones alaveses con los
1.º Huir en todo lo posible del contacto con la revolución. 2.º Manifestar en sus prisioneros en Heredia, supo enseguida lo hecho por Osma. Acto seguido dió la
actos, operaciones y palabras, que ni la provincia, ni su representación legal, ni orden para que los prisioneros que tenía fuesen puestos en capilla y fusilados al
los pueblos, habían tomado parte activa en ella. 3.º Debilitar la fuerza subyugada siguiente día. Villarreal quiso salvarles la vida y corrió a Narbaja en busca de
á la revolución por los medios más prudentes, en cuanto fuese posible y las Zumalacárregui, á quien acompañaban los generales Uranga, Eraso é Iturralde,
circunstancias recomendasen. 4.º Rectificar la opinión pública, amortiguando el pero todos sus esfuerzos fueron inútiles y por no presenciar tan espantosa
espíritu revolucionario y aprovechando el roce en que su situación y buen carnicería no regresó a Heredia. La orden la cumplimentó el jefe de brigada D.
sentido pudiera colocarla con los naturales. 5.º Resistir con escusas prudentes; y Juan Aretio. Villarrreal aun pudo salvar la vida á dos de los prisioneros; fué uno
en caso necesario á todo trance, todo acto formal de juramento ó reconocimiento el oficial D. Esteban Garrido, que había servido con él en el regimiento de
que se exigiere en favor del gobierno que la revolución trataba de erigir en el Saboya y el otro un joven de diez y siete años, dando al comandante que les
reino. 6.º Escasear en lo posible los auxilios que la revolución reclamase. 7.º custodiaba orden de esconderles sin que nadie lo supiera.
Salvar por todo medio la tranquilidad y orden interior de la ciudad y demás
poblaciones, haciendo frente á todo asomo de desorden, á toda clase de El 18 de Agosto de 1835, la soldadesca, impulsada por algunos que se titulaban
perturbación, manifestando sobre este importante objeto una decisión franca é patriotas y no tenían otro objeto que el satisfacer ruínes pasiones de venganza,
imperturbable, y poniendo cualquiera ocurrencia desorganizadora que cometió incalificables actos de bandolerismo; los soldados del regimiento de
sobreviniese, en tal grado de claridad, que la quitase todo pretexto honesto, y Almansa y los de los batallones de Zurbano, recorrieron las calles de la
nadie pudiese fomentar los horrores anárquicos, sino pasando por la vil bajeza población dando gritos de viva Zurbano, Alaix, Isabel II y la Constitución y
de decir explícitamente lo que quería. 8.º Proceder en todos estos puntos con la mueran los traidores, y como á tales, consideraban á todas las personas que no
prudencia que en cada caso se juzgase más conveniente, para sacar ventaja eran de su agrado; el jefe de P. M. López, que para salvar la vida se disfrazó de
posible, sabiendo disimular Y serfuerte en cada ocasión, según las soldado, fué muerto á puñaladas en la guardia del principal en donde se refugió;
circunstancias y el honor y dignidad de la corporación lo exigiera. el diputado Cano, honrado anciano y de antecedentes liberales, fueron á
buscarle á su casa y como huyera por los tejados, descubierto por la luz de la
luna, le dieron alcance, y después de herirle, estando aun vivo, le arrojaron a la
calle y para quitarle un anillo le cortaron un dedo; el fiscal Hernández y el burguesía urbana tener un representante directo en la junta particular y nombrar
periodista Aldama fueron también asesinados; Arandia, presidente de la personas de su confianza para la revisión anual de las cuentas provinciales.
Diputación, fué llamado para presidir una junta y al salir de su casa fué fusilado; Semejante pulso tuvo su continuidad a finales del siglo XIX y a comienzos del
otras varias personas de posición murieron a manos de la insubordinada tropa. XX, cuando Vitoria exigió, sin éxito, que se procediera a modificar un mecanismo
Al día siguiente los sediciosos impusieron á la ciudad una multa de 40.000 duros, de elección de los poderes de la Provincia que primaba el ruralismo y que
que se recaudaron en menos de una hora, cantidad que cuatro meses después obviaba los evidentes cambios producidos en la entidad numérica, productiva y
devolvió el Ayuntamiento á los que la entregaron, abonándoles además el 6% de contributiva de la capital y de los otros dos distritos provinciales.
interés. Si se exceptúa el vivir la ciudad en constante estado de guerra, nada
importante ocurría en ella durante el resto de la primera guerra carlista. Estos tranquilos años de mediados de siglo propiciaron una vuelta de la ciudad
sobre sí misma, y una consideración de sus posibilidades de futuro. De partida,
Ref. Vicente Vera, Provincia de Álava, en Geografía General del País Vasco- el traslado de las aduanas en 1841 afectó negativamente a la economía local.
Navarro. Vitoria había jugado tradicionalmente un papel muy marcado en su función de
plataforma comercial dentro del conjunto perfectamente articulado que suponía
El período de entreguerras la economía vasca de la foralidad. En realidad, su inmediato futuro fue el inverso
del de sus provincias hermanas, ya que si éstas prosperaron al recuperarse de la
alteración de 1841, las economías vitoriana y alavesa se resintieron gravemente.
Los años que van de 1844 al Sexenio Democrático vienen marcados por el
Ello no es contradictorio con la sensación general de desarrollo que tuvieron los
denominado "arreglo foral", que en la práctica supuso una adaptación de las
contemporáneos. Vitoria se convirtió en un foco de captación de emigrantes
élites fueristas y moderadas vascas al proceso político español. El siempre
alaveses que huían de una agricultura necesitada de transformación. A partir de
postergado "arreglo foral" permitió a éstas y, en su nombre, a las diputaciones,
los años cincuenta, la manufactura local cobró cierto impulso, movida por unos
combinar una reducción de sus competencias políticas, más emblemáticas que
cuarenta talleres donde se empleaban entre 300 y 400 obreros. La corporación
reales, con un notable incremento de su autonomía provincial administrativa y
municipal de 1850, con Luis de Ajuria a la cabeza, fundó una de las primeras
económica. Es lo que con tino ha definido Portillo como "foralidad insultante", y
cajas de ahorros del país, con una importante implicación en el crecimiento
que Ortiz de Orruño ha sintetizado con estos términos:
urbanístico de la capital. Del mismo modo, la demolición de los desamortizados
conventos de Santa Clara y San Francisco permitió la construcción de un
"El régimen foral constituía la prueba más evidente de que el ideal político Instituto de Segunda Enseñanza, y la ampliación de La Florida y de la zona
moderado [de los gobernantes españoles del momento] era realizable: los fueros urbanizada al sur de la ciudad. Sin embargo, el impulso definitivo comenzó con
hacían posible la armonización de la igualdad teórica con una acusada la llegada del ferrocarril.
oligarquización, sin que esta aparente antinomia entre los principios políticos y
su plasmación cuarteara su legitimación social".
La pintoresca Vitoria romántica
Cierto es que diversos foralistas de mediados de siglo -con especial
En su L'Espagne-Lettres familières ilustrado por Pérez Villaamil (1864), el
protagonismo en este punto del Consultor de la Diputación alavesa Blas López,
escritor francés Emile Guimet recoge:
y, por encima de cualquier otro, de Pedro Egaña, foralista transigente, moderado
y bien vinculado con este partido a nivel nacional, diputado General, diputado en
Cortes, Ministro de la Reina y continuamente comisionado por la Provincia ante "Llegamos a Vitoria... No intento describirte lo pintoresco de los trajes y las
el Gobierno- formularon propuestas de solución, pero todas se estrellaron contra fisonomías; cada individuo es un tipo aparte, con un carácter completamente
una estrategia planteada en términos de o "todo o nada", que interesadamente original y del que no puede uno hacerse idea sino viéndolos. Los colores de los
nada resolvía. Pero no sólo se suscitaron tensiones entre las Provincias y la trajes son un poco escandalosos; las capas y mantas, de todas las formas y
Corona. En el marco alavés, el final de la guerra sirvió de escenario para un todos los colores, juegan un gran papel; las hay extravagantes, con
nuevo pulso entre la capital y la provincia, entre la burguesía urbana y los perendengues. Las hay negras, brunas, rojas, grandes, cortas; la mayoría muy
notables rurales. Así, si a partir de 1784 estos últimos consiguieron reducir la sucias, y un gran número de ellas tan remendadas que no se encuentra la estofa
ventajosa posición de Vitoria en los mecanismos de elección del Diputado primitiva; otras de tal manera agujereadas, que recuerdan las redes de pescar.
General, situación que venía de las Leyes y Ordenanzas de 1463, en 1840 las Los curas abundan con sus enormes sombreros en forma de teja, y sobresalen
élites vitorianas aprovecharon el momento y reequilibraron en su favor el las señoras con sus mantillas negras".
procedimiento. Vitoria fue elevada al rango de cuadrilla, lo que permitió a la
Ese año llegaba el tren a Gasteiz. Este nuevo método de transporte, que tan mal La definitiva abolición foral
efecto inmediato tuvo en la economía agraria alavesa al conectar su mercado
particular con la oferta de productos de otros lugares, mucho más competitivos, Como sucediera en otros lugares, el destronamiento de Isabel II y el inicio del
sirvió, sin embargo, para que Vitoria se renovara totalmente. A partir de 1864 Sexenio Democrático fueron sinónimos en Vitoria de agitación institucional,
surgió la nueva ciudad del Ensanche, lo que supuso una alteración radical de la pronto trasladada y aumentada al terreno de la opinión pública y de las masas.
trama urbana y funcional anterior, así como un próspero negocio para la No hay excepción en estos años de ayuntamientos que no colisionaran con la
burguesía de intereses inmobiliarios. Personaje destacado en estos autoridad del Gobierno en la provincia, ya fuera por recelos de apariencia
ayuntamientos de mediados de los sesenta fue Ladislao de Velasco, sin perder fuerista, por inclinaciones evidentes hacia el carlismo o por su distancia con un
de vista a Vidal Arrieta, uno de los mayores y mejores negociantes de suelo del proceso político de corte democrático que no tenía demasiados partidarios en el
lugar. lugar. La tensión latente derivó en conflicto armado. Primero fue Esteban
Aguirre, comandante retirado, con el canónigo Manterola como inductor
La calma del escenario vitoriano sirvió de marco para la revitalización cultural intelectual, quien el 27 de agosto de 1870 sublevó sin resultado a los carlistas de
vivida en estos años centrales del siglo. Es el momento de Vitoria concebida la provincia. Más tarde, el movimiento iniciado en abril y mayo de 1872 no
como "Atenas del Norte", término que tiene que ver con la presencia activa de encontró respuesta en la ciudad. Vitoria se limitaba a ser el punto de partida de
una brillante generación -Mateo de Moraza, Ramón Ortiz de Zárate, Ladislao de las tropas gubernamentales en sus operaciones contra los alzados, a sufrir el
Velasco, Francisco Juan de Ayala, Becerro de Bengoa, los Herrán, los Arrese, estado de guerra declarado o a ver cómo era dimitido su ayuntamiento, de
Sotero Manteli, Jerónimo Roure, Federico Baraibar, los Apraiz, el canónigo simpatías carlistas. La República fue proclamada en febrero del siguiente año sin
Manterola, Manuel Iradier, Velasco, Manuel Rodríguez Ferrer, Eulogio Serdán o mayores entusiasmos en la ciudad, aunque sí sirvió para reanimar el debate
el músico Iradier-, de diversas instituciones -el Ateneo de 1866, uno de los ideológico a través de periódicos como El Federal Alavés, El Cantón Vasco o El
primeros del país, la Universidad Libre de 1869, la Exploradora, el Instituto, el Porvenir Alavés.
Seminario y las Academias e incluso tertulias de cierto fuste intelectual- y de
diversas realizaciones -el boletín del Ateneo, el de la Exploradora, El Porvenir Conforme avanzaba 1873, la guerra se hizo más presente en Vitoria, aunque
Alavés, El Fuerista, el Semanario Católico Vasco-Navarro, la Revista de las siguieran sin vivirse hechos de armas. El control carlista de la línea que une
Provincias Euskaras o El Anunciador Vitoriano. No se trataba únicamente de una Miranda con la capital alavesa dejó a ésta bloqueada y sometida a graves
realidad elitista -que algo lo era-, sino que la cultura alcanzaba a otro nivel al problemas de desabastecimiento. Finalmente, cuando uno y otro bando
conjunto de la población, presentando la provincia tradicionalmente una de las decidieron trasladar la guerra al escenario alavés, en 1875, el conflicto se
más bajas tasas españolas de analfabetismo. Al terminar el siglo XIX y comenzar resolvió en beneficio de los gubernamentales en la batalla de Treviño o de
el XX, esta generación desapareció, siendo sustituida por otra de muchísimo Zumelzu, que deshizo el bloqueo sobre Vitoria y que señaló el principio del fin
menor nivel intelectual y, sobre todo, de un claro tono conservador y hasta del poder militar carlista. Entre medio había tenido lugar un intento, encabezado
reaccionario, aburrido, localista y negativamente marcado y absorbido por un por Ladislao de Velasco, de poner punto final a la guerra sobre la base de "paz
debate político ramplón, que contrastaba con el que había caracterizado aquella con fueros". El rechazo de los carlistas no lo hizo posible. Sucedió a
brillante etapa. continuación el debate sobre la supresión definitiva de los fueros, en el que se
significaron notablemente los sectores liberales de la ciudad (con la Junta
La masonería en Vitoria Fuerista Liberal, del otoño de 1875, al frente): Herrán, Manteli, Montoya y, sobre
todo, el diputado a Cortes, Mateo Benigno de Moraza. A pesar de los
La primera logia -"Les amis de Saint-Joseph Réunis"- fue abierta apasionados debates, la abolición foral se consumó con la ley de 21 de julio de
clandestinamente en 1809 por miembros del ejército francés. Fue oficial desde 1876, quedando únicamente para el futuro -y de no poca importancia- la
1811 hasta 1813. Destacan en la historia masónica de Vitoria tres agrupaciones. autonomía y particularidad fiscal que supondrían los Conciertos Económicos,
La logia "Luz de Vitoria", erigida en noviembre de 1872-1877; la logia "Vitoria", suscritos a partir de 1878. En todo caso, la uniformidad política que conllevaba el
fundada en diciembre de 1879 por su primer Venerable Fermín Herrán, con el fin de los fueros no encontró inmediatamente una posición receptiva entre las
nombre simbólico de "Emilio Castelar", que en 1881 tenía gran número de autoridades vascas, y tampoco entre las alavesas y vitorianas. Tanto desde la
"hermanos" y estaba en plena expansión (uno de sus miembros fue el explorador Diputación como desde el Ayuntamiento se resistió durante aproximadamente un
Iradier), y el triángulo "Ciencia", organizado por Salinas Jaca, Castresana y año el proceso de incorporación a las pautas de actuación señaladas para el
Ramón López de Andueza "Sócrates", industrial vitoriano, nacido en 1882 e conjunto del país, así como el de la eliminación de los privilegios asociados al
iniciado en 1926. La última referencia a este triángulo lo tenemos en 1923, fuero.
desapareciendo al año siguiente todos los documentos sobre "Ciencia".
La corriente intransigente encontró en Álava un valedor de gran altura: el liberal antiguo liberal pasado al tradicionalismo hacia 1868. Su portavoz fue El Gorbea,
Domingo Martínez de Aragón, último diputado general de la etapa foral. Pero tras y su dirigente máximo Calixto García Gómez, "el Magistral", enfrentado a la
diversas tensiones, pulsos, coacciones y nombramientos gubernativos, la oficialidad carlista. Estos no se organizaron hasta las vísperas de la escisión
corriente transigente fue abriéndose paso, de manera que hacia 1877 las integrista, en 1888. Un año antes editaron El Alavés, y a partir de entonces
diversas fuerzas políticas vitorianas procedieron a incorporarse a los nuevos desarrollarían una estructura política que convirtió al carlismo alavés de los
rumbos de la vida pública. Otra cuestión es la economía. La contienda noventa en uno de los más fuertes del país.
empobreció extraordinariamente a la provincia, extremo que se observa en el
hecho de que entre el fin de ésta y el censo de 1887 la población incluso El factor que define la vida política local hasta 1936 es la división y el equilibrio
descendiera, lo que contradice la pauta de los incrementos demográficos de fuerzas que mantienen los dos grandes grupos liberal y carlista que, como
posteriores a todas las guerras. La castigada y, de por sí, poco productiva ocurre en otros lugares, a partir de comienzos del siglo XX se redefine en
agricultura alavesa siguió expulsando población, que en alguna medida términos de izquierda-derecha. Su equilibrio es tal que la victoria de uno o de
terminaba en Vitoria. La economía provincial no repuntó hasta los primeros años otro bloque viene determinada por el hecho de que en uno o en otro se
del siglo XX, y siempre teniendo a la capital como exponente máximo de su mantenga o no la unidad de fuerzas. A su vez, esa bipolarización diluye rasgos
esfuerzo modernizador. específicos de cada facción, y obliga, por ejemplo, a los republicanos a ir del
brazo de los liberales dinásticos, o a los católicos independientes a hacerlo con
Fuertemente impactadas por la abolición foral y por el cambio radical que los carlistas. Otro rasgo que caracteriza el último cuarto del siglo XIX es la
suponía la integración en los mecanismos políticos de la Monarquía, las diversas preponderancia del factor religioso, que fuerza a todas las opciones políticas a
fuerzas políticas vitorianas se aprestaron a participar en esa nueva realidad. definirse respetuosas, en diverso grado, con la religión católica, igual que lo
hacían con la defensa de la tradición foral. Lógicamente, esas identificaciones
generales -las de la religión y las del fuero- fueron perdiendo importancia al
devaluarse por repetición e intrascendencia.
En principio se trata de pequeños grupos de notables, en ocasiones vinculados a
Característica de la política local es también la incapacidad de las élites sociales
opciones políticas generales, dotados de algún medio de prensa local o de
y económicas vitorianas para trasladar su peso al terreno político.
algunas tertulias en torno a los cuales desarrollaban y expresaban su actividad.
Conservadores y liberales manifestaron una enorme incapacidad política en casi
Los republicanos se dividieron pronto en radicales y posibilistas. En octubre de
todas las épocas, lo que contrasta con la operatividad e influencia de los grupos
1881 se constituyó el Comité republicano-progresista de Vitoria, de carácter
de base popular: republicanos y carlistas. Expresión de la insuficiencia política
zorrillista y encabezado por el catedrático Becerro de Bengoa, director a su vez
del último cuarto del XIX es la persistencia de opciones tituladas neutras o
de El Demócrata Alavés. Los posibilistas o históricos se organizaron en abril de
administrativistas, que reaparecerían a comienzos de los años veinte, aunque en
1881, bajo la dirección de Fermín Herrán y con el apoyo coyuntural de El
este último momento la causa fuera la propia descomposición del sistema
Anunciador Vitoriano. Los dinásticos estaban divididos en conservadores,
restauracionista.
dirigidos por Sebastián Abreu, y liberales, que en 1882 organizaron el Partido
Liberal-Dinástico, con el fusionista Odón Apraiz al frente. Tanto uno como otro
grupo manifestaron desde el principio su debilidad y su incapacidad para En definitiva, como ocurriera en buena parte de los espacios urbanos españoles,
trasladar al terreno de la política el papel hegemónico que sus integrantes en Vitoria tampoco funcionó la alternancia diseñada por Cánovas, y liberales y
jugaban en el ámbito social o económico. conservadores, dinásticos en general, tuvieron que asumir el papel protagonista
de los grupos situados fuera del sistema. Esto se observa en términos
estadísticos. Hasta llegar el sufragio universal masculino, en 1890, casi el 60%
Los conservadores quedaron marcados negativamente por la responsabilidad de
de los concejales vitorianos perteneció al bloque liberal, un 30,8% al
su líder máximo en la abolición foral ("... la sombra de Cánovas, autor de la ley
tradicionalista y un 9,5% al indefinido sector de independientes. Los porcentajes
de 21 de julio, se interponía entre ellos y los ideales del País", dice Alfaro); los
son más expresivos a partir de 1890. Hasta 1923, el 44% de los ediles fueron
partidarios de Sagasta sufrirían a su vez un fuerte impacto al producirse en
carlistas, seguidos de un 23% de republicanos. Liberales y conservadores se
marzo de 1893, y bajo su mandato, el traslado de la Capitanía Militar de Vitoria a
repartieron casi a partes iguales un 26% de representación global. Los datos que
Burgos. Por su parte, los carlistas no se reorganizaron y volvieron a la vida
presenta el distrito vitoriano -no la ciudad- en elecciones de diputados a Cortes o
pública hasta 1887. Hasta entonces, fueron los sectores ligados al integrismo
a la Diputación alavesa no reflejan tan bien la realidad local por el propio carácter
católico-fuerista, más que al dinastismo propiamente carlista, los que
de esa elección.
monopolizaron este espacio. Su máximo valedor fue Ramón Ortiz de Zárate,
En lo que hace a diputados a Cortes destaca el extraordinario peso de los La economía fabril vitoriana vivió su oportunidad en el primer lustro del siglo XX,
conservadores, 43,7%, que en buena parte se explica por la elección continuada cuando coincidiendo con un proceso paralelo en toda España se produjo una
de Eduardo Dato desde 1914 a 1921. Los republicanos alcanzan un 31%, y los extraordinaria inversión en sociedades anónimas, manifestada en la apertura de
carlistas sólo un 12,5%. Pero con esos guarismos, lo cierto es que estos grupos diversas empresas de mediano tamaño. Así, en 1900 se crearon el Banco de
extraturnistas controlaron hasta 1914 dos de cada tres actas de diputados por Vitoria, la Azucarera Alavesa y La Metalúrgica. Un año después, La Industrial
Vitoria. La elección de diputados a la Diputación alavesa se sitúa en un término Alavesa y El Porvenir Industrial. En 1903, las grandes panificadoras, El Ancora
medio entre unos y otros datos. Destaca aquí la supremacía tradicionalista en el de Abechuco y La Vitoriana. Luego, la factoría de Pedro Hueto, La Maquinista, la
distrito, con un 31 y 25%, respectivamente, para carlistas e integristas, seguidos Cooperativa de Electricidad, Aranzábal y Ajuria y otras. Sólo en 1900 se
a distancia de los conservadores, con un 21%, y de republicanos y liberales, con invirtieron más de diez millones de pesetas en sociedades anónimas, una cifra
un 9% cada grupo. La política vitoriana durante la Restauración no se vio que no se alcanzaría hasta llegar a los años 30. La oportunidad, sin embargo,
demasiado alterada hasta 1914. A partir de ese año, los sectores que quedó en buena medida frustrada al fracasar algunas de las más importantes
hegemonizaban la sociedad y la economía, básicamente dinásticos, iniciativas empresariales (El Porvenir, La Metalúrgica -luego reflotada por
consiguieron trenzar una operación pretendidamente anticarlista, de claros Aranzábal y Ajuria-, La Industrial y La Maquinista). Con todo, otras siguieron
contenidos "vitorianistas" y clientelares, con la que rompieron la dinámica activas y consiguieron impulsar el tejido industrial y económico de la ciudad.
anterior. A través de la llamada Alianza Patriótica Alavesa, dirigida por el Pero el relativo fracaso recondujo la economía vitoriana hacia posiciones
conservador Guillermo Elío y por el liberal Gabriel Martínez de Aragón, los conservadoras, de manera que la ciudad se incorporó a una terciarización
dinásticos incorporaron a su bloque a republicanos y hasta socialistas, diluyendo extraña, consistente en una especialización que explotaba la presencia
la personalidad específica de estas fuerzas -sobre todo de los primeros- y sobredimensionada de clero y ejército, que monopolizaba la creciente burocracia
acelerando el proceso de descomposición de la política local, paralela a la crisis y administración, así como diversos servicios públicos, o que manifestaba mayor
restauracionista española. Durante ésta, los días 15 y 16 de julio de 1917 tiene atención a los negocios de la Deuda o de la explotación inmobiliaria que a la
lugar la reunión de las tres Diputaciones vascongadas para elaborar el célebre inversión en industrias y negocios. El conservadurismo de la economía iría
mensaje. parejo al expresado por la política, la cultura o la sociedad. Vitoria era una
"ciudad levítica".
El poder de la Alianza Patriótica comenzó a declinar, tanto en el Ayuntamiento
como, particularmente, en la Diputación, a partir de 1918. Como resultado de esa La Dictadura de Primo de Rivera
crisis, se impuso por fin la hasta ahora ocultada nueva dualidad en sentido
izquierda-derecha, con manifiesto peso del segundo de estos dos bloques. La Poco tiene de extraordinario o de peculiar la vida vitoriana durante esos años. En
descomposición de la política local se expresó en la reaparición de candidaturas general, puede decirse que su pulso es el mismo que el del resto del país. La
de apariencia neutra (en realidad, tradicionalistas, también en crisis), y sobre tensión social se relajó, bien por la fuerza (puesta fuera de la ley de las
todo en el surgimiento con fuerza del nacionalismo vasco, opción que entre 1920 organizaciones más reivindicativas), bien por el buen momento económico. La
y 1923 representó en Vitoria un atisbo de recuperación de una vida política ya economía se reactivó. La política perdió interés y el hueco lo llenó un
muy deteriorada y apática. protagonismo de lo privado y de lo cotidiano francamente interesante. El deporte
cobró una importancia extraordinaria. La mujer comenzó a aparecer en las
El tiempo de la Restauración es también el de la eclosión del movimiento obrero páginas de la prensa. Los dinámicos bares empezaron a sustituir a los estáticos
local, que en Vitoria no cobró altos vuelos por no constituir el proletariado propio cafés. La cultura vasca cobró cierta singularidad, sustituyendo de nuevo al vacío
un sector ni demasiado numeroso ni demasiado identificado interna y dejado por la reivindicación nacional. Cuestiones hasta ahora dejadas en un
externamente. A los socialistas se debe la primera organización obrera moderna, segundo plano, como el problema de la vivienda popular y de clases medias -se
a partir de 1897. Estos hegemonizaron este campo hasta 1920, a pesar de que construye la Ciudad Jardín- o la institucionalización de las relaciones laborales,
en 1905 se produjo una ruptura dentro de la Federación Obrera que propició la pasaron a ocupar un papel de primer orden. La Unión Patriótica, el partido del
aparición de unos tan numerosos como inoperantes sindicatos católicos. En dictador, tampoco prosperó en Vitoria, y fue incapaz de constituirse como
1920 los socialistas se vieron desplazados por los sindicalistas de la CNT, que formación eficaz y duradera en el tiempo. Tanto la Diputación como el
se hicieron con el control de una mayoría de la Federación Obrera, y que Ayuntamiento fueron ocupados, por designación gubernamental o por
desarrollaron durante ese trienio, hasta 1923, una política sindical demasiado representación corporativa, por elementos que luego constituirían buena parte
radicalizada para las posibilidades objetivas de la ciudad. del personal político durante los primeros años del franquismo. De alguna
manera, la Dictadura de Primo de Rivera supuso su bautismo en el terreno de la
actividad pública. A falta de otras emociones, la demografía vitoriana creció
como no lo había hecho en los últimos cuarenta años, pasando de 34.000 a dura, aunque todavía en los espacios de la legalidad, a pesar de la implicación
40.000 habitantes en ese decenio censal. La política permaneció fosilizada, pero colateral de alguno de sus miembros en la "sanjurjada" de 1932. A partir de 1935
la sociedad procedió a fijar y a hacer reales los cambios que se venían se haría manifiesta su práctica violenta y su impugnación radical del proceso
manifestando y acumulando en años anteriores. La sociedad se "masificó" y, en republicano.
ese sentido, contradictoriamente, se "democratizó" en sus comportamientos,
aunque no lo hiciera en el terreno más formal de la política. En paralelo, la ciudad fue escenario del debate estatutista y de otros momentos
de tensión como la expulsión del obispo Múgica (19 de mayo de 1931). El debate
La II República sobre el Estatuto se encontró en Vitoria con la oposición del gobierno municipal y
provincial al proyecto de Estella. El de las Gestoras fue aprobado en Pamplona
La inviabilidad del régimen dictatorial dio paso al interregno incierto de 1930. (19 de junio de 1932) también por el ayuntamiento vitoriano, con el único voto
Este es un año de una gran importancia por los cambios que en él se producen. contrario de un concejal radical. Otro tanto sucedió en el verano de 1933, a
En principio, la tensión acumulada a partir de 1927 estalló en la medida en que pesar de la oposición de los tradicionalistas. Por último, el plebiscito del 5 de
se relajó el control gubernamental, se generalizó su crisis y se suscitaron noviembre de 1933 se saldó en la capital con un 62% de votos favorables, un
expectativas reales de transformación. En los seis últimos meses de 1930 se 10,7% de negativos y un 26,7% de abstenciones (casi la mitad de la media
produjeron trece huelgas en Vitoria, lo que colocó a la ciudad en un inédito provincial).
puesto en el ranking de conflictividad social en España. Los sindicalistas de la
CNT reaparecieron con mucha fuerza, protegidos a veces por sectores La derecha llegó al poder también en Vitoria y Álava tras las elecciones de
republicanos. También recuperaron efectivos la UGT y los católicos, y noviembre de 1933. Estas depararon el triunfo de Oriol, seguido de Landáburu,
Solidaridad de Obreros Vascos surgía en 1931 y se convertía en sólo dos años candidato del PNV. Los resultados en Vitoria son expresivos de la crisis y
en la primera fuerza sindical alavesa en cuanto a número de socios, no tanto por desunión de los partidos republicanos: 7.137 votos para Hermandad Alavesa,
su presencia real en el escenario social. Las huelgas de ese año se resolvieron 3.767 para el PNV, 2.627 para los republicano-socialistas y 1.036 para los
con importantes éxitos para la CNT, lo que explica en parte la radicalización a radicales de Lerroux. El 2 de febrero de 1934 el gobernador civil nombró una
que se sometió esta organización hasta 1933, un factor básico para explicar nueva Gestora Provincial con cinco radicales y dos radical-socialistas, con el
parte de la tensión vivida en la ciudad en esos años. En otro terreno, periodista Luis Dorao, director de La Libertad, al frente de la misma. Cuatro
fundamental, en 1930 se produjo un desplazamiento de la hegemonía social de meses más tarde se nombraría otra de composición similar o incluso más
la fuerzas conservadoras hacia el republicanismo. Destacados prohombres del escorada hacia la derecha. El conflicto suscitado por los ayuntamientos vascos,
dinastismo, como Martínez de Aragón o el antiguo alcalde José Otálora, en el verano de 1934, debido al llamado Estatuto del vino, propició la destitución
abandonaron las filas del monarca, como lo hacían otros personajes como Alcalá o la dimisión de los concejales de Izquierda Republicana, del PSOE y del PNV.
Zamora. Ello permitió que a las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 El 3 de setiembre el gobernador civil nombró una gestora municipal a base de
los republicanos llegasen muy fortalecidos, en detrimento de la derecha local, radicales lerrouxistas, de monárquicos e incluso de miembros de la CEDA.
tradicionalmente más potente, pero ahora absolutamente desorientada y Cuatro de estos nuevos concejales ya lo habían sido de nombramiento
desorganizada al no haber sido capaz de retener la estructura de la anterior gubernativo durante la Dictadura de Primo de Rivera. El radical Ginés Ostolaza
Unión Patriótica o de su sustituta, la Unión Monárquica Nacional. Fruto de esa fue designado alcalde, siendo sustituido a partir de diciembre por su
situación fue la mayoría obtenida por la coalición republicano-socialista en el correligionario Manuel Díaz de Jungitu. Acontecimientos como la sublevación
Ayuntamiento vitoriano de 1931 (corta y tras la repetición parcial de las anarquista de diciembre de 1933 o el movimiento básicamente socialista de
elecciones), lo que le permitió gobernar esta institución, así como la Gestora octubre de 1934, a pesar de ser importantes en localidades cercanas (Labastida
Provincial republicana (la Diputación). Al frente de uno y otra se colocaron y Mondragón o Bilbao, respectivamente) no tuvieron casi repercusión en Vitoria.
Teodoro González de Zárate y Teodoro Olarte, respectivamente, dos medianos Con todo, entre esas dos fechas se enmarca la crisis definitiva del obrerismo de
industriales de vieja trayectoria republicana. izquierda también en la ciudad. A partir de 1935 se recompuso lentamente la
unidad del bloque republicano. Mientras, en la derecha, la CEDA incrementó
El primer bienio republicano se caracterizó en Vitoria por la fuerte tensión social notablemente su presencia en la opinión pública -sobre todo en la urbana, en
que imprimió la CNT, lo que le llevaría a padecer la represión y el aislamiento Vitoria-, como bien se demostró en las elecciones de febrero de 1936. En éstas,
político y social, y a la crisis vivida a partir de 1933. A la vez, las relaciones entre la victoria correspondió de nuevo a Oriol y al candidato del Frente Popular,
los republicanos se fueron complicando, hasta llegar a la división de fuerzas que Ramón Viguri. En Vitoria ganó el republicano en la primera vuelta, seguido de
en noviembre de 1933 explica la fuerte derrota de este bloque en las elecciones Oriol y de Luis Pérez Flórez-Estrada, candidato de la CEDA. El nacionalista
legislativas. La derecha de Oriol mantuvo hasta finales de 1935 una oposición Landáburu se quedó en minoría.
había 4.000 prisioneros. La Comisión Provincial de Incautación de Bienes
encausó a 749 personas en la provincia (curiosamente, donde menos, en la
Ya en pleno Frente Popular, durante la primavera de 1936 conoció Vitoria la capital). El funcionariado fue depurado: 55 sanciones en la Diputación y otras
huelga general obrera más importante de las producidas hasta entonces. Pero tantas en el Ayuntamiento. Los maestros sancionados fueron 25, de los cuales 8
se trató de un conflicto pacífico, controlado por los sindicatos -básicamente por la perdieron su empleo.
CNT y por los católicos- y desprovisto del dramatismo que había caracterizado la
conflictividad social entre 1931 y 1933. La tensión social habida en la ciudad no La provincia de Álava, después de Navarra, fue la que más voluntariado
explica, ni mucho menos justifica, lo ocurrido a partir del 18 de julio. Como proporcionó al ejército sublevado. Se ha hablado de hasta 3.000 voluntarios. Por
sucediera en otras ocasiones, Vitoria se movía por influjo externo. lo menos hay 2.051 documentados: un 78% requetés tradicionalistas, un 19%
falangistas y un 2,6% de Acción Popular (CEDA). De ellos, 465 eran vitorianos
La guerra civil (1936-1939) (el porcentaje más bajo de toda la provincia): en este caso, un 57% carlistas, un
33% de Falange y un 10% de AP. Aparte de esta milicia que acudía al frente,
existió otra encargada de velar por la seguridad de la retaguardia: la Milicia
El 19 de julio, en Vitoria, a las 7 de la mañana, el teniente coronel de infantería Ciudadana. En cuanto a los nuevos poderes locales, el rápido control de la
(Batallón "Flandes 6"), Camilo Alonso Vega, proclamó el estado de guerra y situación por parte de los sublevados permitió una pronta sustitución del
asumió los poderes civil y militar. La provincia, en su casi totalidad, y la capital personal militar por el civil. La derecha provincial ocupó las instituciones
cayeron inmediatamente en poder y bajo control de los militares sublevados. La depuradas y disueltas. Carlistas, católicos, algunos falangistas y, en menor
reacción de los sindicatos fue convocar una huelga general a partir del lunes 20, medida, viejos conservadores de Renovación Española o de la CEDA se hicieron
que duró hasta el día 23. con el Ayuntamiento y con la Diputación. A destacar la presencia de los
independientes, derechistas sin adscripción precisa que ya habían ocupado
La guerra no tuvo en Vitoria el dramatismo de otros lugares. Como punto puestos similares durante la Dictadura de Primo de Rivera. Del mismo modo, se
estratégico en la ruta Navarra-Madrid -la que sostenía Mola-, trató de ser hacen notar también los intereses de la empresa y de la propiedad, como Serafín
recuperada desde Bilbao por fuerzas leales a la República. La primera colisión Ajuria o como el nuevo alcalde, Rafael Santaolalla<, presidente y fundador de la
de tropas se produjo en Legutiano-Villarreal, en la segunda quincena de julio. patronal. Con todo, y a pesar del fácil control de la zona, la retaguardia vivió
Después, desde el último día de noviembre, y hasta enero de 1937 (sobre todo fuertes tensiones entre carlistas, falangistas, militares y franquistas de primera
hasta el 24 de diciembre de 1936), se desarrolló definitivamente la batalla de hora. El Decreto de Unificación y la creación del partido único (FET y de las
Villarreal, el único hecho de armas que afectó a la ciudad. Esta fue bombardeada JONS) no mitigó esta pugna por el poder que, tras diversas fases, se resolvería
por el ejército vasco, sin producir importantes daños. A partir de ahí, la guerra se en beneficio de ese ambiguo sector al que ya en la época se le denomina
limitó en Vitoria a lo que se había conocido en anteriores contiendas civiles: "franquista": una mezcla de vieja derecha de los tiempos de la monarquía y
privación y desabastecimiento, fractura del orden social, radicalización de neutros oportunistas. Los carlistas locales estuvieron más en la línea pragmática
minorías, persecución de los vencidos e invasión de elementos militares de todo de Rodezno -bien representada por Oriol- que en la ortodoxa de Fal Conde. Por
signo. eso, expurgados los radicalismos del momento de la guerra, al final de ésta se
adaptaron en su mayoría a la nueva situación. Por último, los pocos y jóvenes
La represión en Álava fue escasa, en términos comparativos con otros lugares. falangistas vitorianos y alaveses, también rebajados de estridencias, se
Ello se explica por la reducida tensión social que se vivía en la provincia. Hay conformaron con el control de determinadas parcelas del partido y del sindicato
certificadas por lo menos 163 ejecuciones. La morbosa media de Álava está en únicos.
casi la mitad de la general española. Más que por el número, la represión en la
provincia impactó por su "carácter cualitativo": en diferentes "paseos" fueron El franquismo
asesinados el alcalde de Vitoria, Teodoro González de Zárate, el presidente de
la Diputación, Teodoro Olarte, varios concejales y destacados personajes de las
La larga Dictadura de Franco no encontró en Vitoria una oposición estable hasta
fuerzas de oposición. La ideología y la vecindad de los represaliados responden
los primeros años setenta. A pesar de que un informe oficial de 1947 calificara a
al mapa de influencia provincial de republicanos, izquierdistas y nacionalistas: se
la provincia, junto con Navarra, como territorio "dudoso", la disidencia política al
asesina a republicanos de izquierda, anarquistas de la CNT, socialistas y
primer franquismo no alcanzaría mucho más que al descontento de ciertos
nacionalistas vascos, vecinos a su vez de Vitoria, Rioja alavesa, Arraya-Maestu,
sectores carlistas.
Zambrana, Araya, Nanclares, Asparrena y la zona que en principio no
controlaron los sublevados (valle de Ayala). A mediados de 1937, sólo en Vitoria,
De otro carácter sería la oposición política al régimen. Hasta mediados de los La industrialización
cincuenta hay que hablar de una débil resistencia interna, aunque jalonada por
dos sucesos de cierta entidad. El 19 de junio de 1946, la acción de un pequeño Pero lo realmente sustancial de la historia vitoriana en la segunda mitad del siglo
grupo de nacionalistas vascos contra los actos oficiales de homenaje a Francisco XX es la radical transformación que se vive, a partir de finales de los años
de Vitoria, sirvió para hacer patente la disidencia, trasladarla a determinados cincuenta, como consecuencia de su industrialización. Esta comenzó de una
ámbitos a través de los profesores extranjeros asistentes a la celebración, y manera bastante espontánea, ocupando espacios en la periferia de la ciudad
extenderla a la opinión pública local por medio de los procesamientos junto a las vías de comunicación. Se trata en principio de empresas procedentes
subsiguientes. En esas mismas fechas, el 27 de mayo de ese año, se localiza la del valle del Deba, que ya comienzan a escapar de la saturación de aquellas
primera huelga habida tras la guerra: en la factoría metalúrgica Aránguiz. Un zonas. En el decenio de los 50 se instalaron en la ciudad 247 nuevas empresas.
lustro después tuvo lugar la huelga de 1951, contra la carestía de la vida y con Pero en el siguiente, éstas alcanzaron la cifra de 874, que se convirtieron en 833
ciertos contenidos de oposición al régimen. En su punto más álgido, el 5 de en el tiempo que va de 1970 a 1977. Las razones que explican este espectacular
mayo, cerca de 4.000 obreros vitorianos se sumaron al paro, manifestando proceso son algunas como éstas: la saturación del suelo industrial en zonas
importantes dosis de espontaneidad que superaron los preparativos de una colindantes de Gipuzkoa y Bizkaia; la existencia de una oferta de suelo,
precaria organización nacionalista. La represión, la reacción oficial y los disponible, barato -entre 10 y 15 veces menos que en la cuenca del Deba-,
encausamientos posteriores sirvieron para dar aún más eco a este conflicto. preparado para las necesidades industriales y bien comunicado; las ventajas
Pero a la vez, también propiciaron la desarticulación de esta oposición, así como fiscales del Concierto Económico; la actuación de las instituciones públicas
la manifestación de su "envejecimiento". Se trataba de activistas que todavía locales cara a estimular la llegada de las empresas; la existencia de una mano
procedían de la República, y que en el futuro serían sustituídos por generaciones de obra cualificada; y la relativamente fácil integración de la población emigrante.
muy diferentes de opositores. En lo que hace a familias políticas, se puede decir Los efectos inmediatos de esta industrialización fueron por lo menos dos: el
que fue la nacionalista la que ya desde el fusilamiento de Luis Álava Sautu en desequilibrio entre la capital y la provincia se acentuó todavía más (tres cuartas
mayo de 1943 vivificó su presencia -con todo, escasa- en la ciudad. Otras partes de la población y de la industria están concentradas en Vitoria); y la
fuerzas fueron poco menos que inexistentes o se limitaron a actos simbólicos. A llegada masiva de población inmigrante que transformó por completo la ciudad,
partir de los primeros cincuenta, y tras su vuelta de la cárcel y del destierro, sometida a su vez a un desbordante y ordenado proceso de urbanización. Así,
despunta la figura de Antonio Amat, el hombre fuerte del socialismo en el interior, se pasa de 53.571 habitantes en 1950 a 74.936 en 1960, y a 173.137 en 1975.
que confiere a la ciudad cierto protagonismo casual en esta crónica de la En ese año, el 34,2% de los vitorianos tenía menos de 18 años, dos de cada tres
resistencia (casual en tanto que su particular función y activismo no conllevaron ocupados eran trabajadores industriales, y sólo el 41,8% había nacido en la
directamente la creación de un sector socialista vitoriano de cierta entidad). capital.

La postguerra impactó en Vitoria de una manera no muy distinta que en el resto


del país. La renta nacional retrocedió veinte años. También en la capital alavesa,
privación, escasez y racionamiento fueron la tónica. La Dictadura sirvió también 1976: crisis y cambio
para anular la transformación que vivía a partir de los años veinte y treinta el
lugar. En 1950, Vitoria vuelve a ser una ciudad anodina, inánime, habitada por Los sangrientos sucesos que acabaron con la vida de cinco trabajadores a
50.000 pobladores que siguen dedicados a abastecer de servicios y de manos de la policía el 3 de marzo de 1976 marcan el momento en el que las
productos a su entorno rural más inmediato. En 1949 la economía local sufrió un transformaciones socioeconómicas que se habían venido produciendo en la
fuerte impacto al perder la capitalidad de la Diócesis, tras desgajarse de ella las ciudad se traducen en efectos sociales y políticos. La huelga, iniciada el 9 de
de Bizkaia y Gipuzkoa. Con todo, para entonces la mano de obra industrial ya enero por parte de la plantilla de Forjas Alavesas, se transformó en una
superaba a la ocupada en el sector servicios (44,3 frente al 43,9%: 9.564 concatenación de demandas y conflictos empresa a empresa que un movimiento
trabajadores industriales, mayoritariamente metalúrgicos). En cuanto al gobierno obrero recién creado transformó en un proceso de gran radicalidad tanto en sus
institucional de la urbe, es muy poco lo que se sabe aún, más allá del listado de demandas como en sus mecanismos de organización, presión y decisión. Como
autoridades y del hecho constatado de que su nombramiento no respondía al se ha escrito, marzo de 1976 marca el instante en que esa nueva clase obrera
deseo popular sino al equilibrio de poderes de las fuerzas que sostenían la se hace visible en la ciudad. A la vez, el proceso de toma de conciencia social
Dictadura, tanto a nivel local como general. coincide con una paralela toma de conciencia política en el marco de la crisis
postfranquista. La singular transición política vivida en el País Vasco cobró en
Vitoria, a partir de aquellos acontecimientos, una deriva muy particular que
todavía hoy, aunque de forma minoritaria, se percibe. 1976 y, sobre todo, el año
siguiente, marcan también el inicio de la crisis económica, que frenó la constante
inmigratoria y de crecimiento industrial. La ciudad, a partir de aquellos cambios
de los años sesenta y setenta, dejó de ser la levítica urbe que había sido durante
siglo y medio.

El proceso político posterior trajo consigo la capitalidad de la Comunidad


Autónoma Vasca (23-03-1980), con el consiguiente repunte del sector terciario y
el regreso a una anterior terciarización económica, aunque de signo bien
diferente de la que se había conocido. En términos políticos, la ciudad se ha
venido manifestando a partir de un equilibrio móvil entre tres fuerzas básicas: un
centro derecha español, agrupado tras las siglas de la UCD y, finalmente, del
PP; una izquierda obrerista en cuanto a su base social, articulada en torno al
Partido Socialista; y un nacionalismo vasco, representado mayoritariamente por
el PNV/EA, capaz de aglutinar a personajes relevantes de la vida local y de
consolidarse con una fuerza inédita hasta ese momento.

Institucionalmente, ha sido el PNV quien más beneficio ha cobrado de la


situación, manteniendo ininterrumpidamente en la alcaldía a un personaje
singular, carismático y heterodoxo como José Ángel Cuerda.

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