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El léxico erótico griego. De Homero y Safo a Gœthe.

Su/ ei1 to/ fw=j tou= e)mou= pa/qou.


Tibi. Lumen mei itineris.
Du bist das Licht des meins Wegs.

“…Dios mío, de la doncella que escancia el vino,


dulce es el brebaje.
Como su brebaje, dulce es su vulva, dulce es su brebaje,
Como sus labios, dulce es su vulva, dulce es su brebaje,
Dulce es su brebaje mezclado, su brebaje.”1

Los vocablos griegos e1ramai, e1rwj, file/w.


Tanto el verbo como el sustantivo contienen una significación de deseo carnal, sexual
hasta la lujuria. Éstos están emparentados con el concepto latino; Amor, is, y con el
sánscrito; km,(k)am-a. No son vocablos que estén relacionados con la voluntad, tales como:
bou/lomai, qe/lw., querer, desear respectivamente; son palabras que expresan más que
un sentimiento; expresan un impulso muy grande que poseemos todos los seres sintientes
(Gœthe hablaba de pulsaciones en el ser humano), una parte primigenia que en cierta
medida da razón a nuestra existencia. La ciencia le llama el instinto de reproducción, en
fin es tema para otro debate.
Se pueden utilizar varios matices para estos términos:

 amar figuradamente.
 sentir deseo por
 estar enamorado
 enamorarse

El verbo file/w posee la misma significación de “amar”, salvo que añade el cariño, ña
amistad y el afecto por una persona, tal es el caso para referirse al amor hacia la madre, la
esposa; una entidad como la familia, la patria.
No obstante Homero lo utiliza con significación de trato sexual al igual que el verbo
mignh=nai. Tener relaciones sexuales, estar unido sexualmente, copular, “empiernarse”.
Curiosamente este verbo y otros más son totalmente directos; no existe en griego antiguo
la perífrasis que utiliza el español: “Hacer el amor, make love, faire l’ amour.”. Los
términos helenos son exactos.

1
Samuel Noah Kramer. La Historia Empieza En Sumer. P. 120.
9WMEROS. ILIAS, G, 441-446
a0ll 0 a1ge dh_ filoth/ti trapei/omen eu0nhqe/nte:
ou0 ga/r pw/ pote/ m 0w[de/ g 0 e1rwj fre/naj a0mfeka/luyen,
ou0d 0 o3te se prw=ton Lakedai/monoj e0c e0rateinh=j
e1pleon a(rpa/caj e0n pontopo/roisi ne/essi,
nh/sw? d 0 e0n Kranah=? e0mi/ghn filo/thti kai_ eu0nh=?,
w3j seo nu=n e1ramai kai/ me gluku_j i3meroj ai(rei=.

Meta/frasij:
¡Ea, pues, mi amada, yazcamos placenteramente!
Pues nunca el amor hubo envuelto mi pecho que late,
ni cuando la vez primera que nos amamos en Lacedemonia
ni cuando habiéndote raptado en el navío mientras navegábamos
ni cuando, mi amada, en la isla de Cránae nos fundimos y acostamos,
como ahora te deseo y un dulce ardor por ti me domina.

Safo del Lesbos.


Los textos líricos se caracterizan por presentar el punto de vista del autor, es decir, son
personales e íntimos, en contraposición con la épica. La esencia del poema lírico radica en
la brevedad que reune sentimiento, palabra y música en una sola creación.
Los recursos estilísticos de los que se vale la lírica son: las imágenes visuales y auditivas,
las comparaciones, la metáfora, las personificaciones y las invocaciones principalmente.
Los sucesos descritos se encuentran en la atemporalidad; y debido a su brevedad e
intensidad resulta imposible fijarle una estructura preestablecida.
La poetisa griega Safo de Lesbos (630–590 a. C) perteneció a una familia noble, presidía un
círculo amistoso de mujeres en donde fueron concebidas composiciones poéticas llenas de
fervor hacia sus discípulas y amigas; tales poemas tuvieron como consecuencia la
aseveración acerca del amor homoerótico que la poetisa les profesaba. Se sabe que estuvo
casada y tuvo una hija llamada Cleis. Reconocida en su tiempo por su talento, Platón la
llamó “la décima Musa”.

 Utilización de 1Erwja manera de personificación.


 Ultilización de fre/naj a manera del lugar donde se sitúan las emociones.
 Utilización del verbo mai/nomai, enloquecer. El amor como locura.
 El empleo de figuras visuales y auditivas: “cómo el viento irrumpe sobre el monte
y las encinas”.
Fragmentos de Safo.2 Poetarum Lesbiorum Fragmenta,

1Erwj d 0 e0ti/nace/ moi


fre/naj, w(j 1anemoj ka_t o1roj dru/sin e)mpe/twn
Eros sacudió mis entrañas,
cómo el viento irrumpe sobre el monte y las encinas

h]lqej, kai_ e)po/hsaj, e1gw de/ s )e)maino/man,


o2n d )e1yucaj e1man fre/na kaiome/nan po/qwi
Llegaste e hiciste que yo por ti enloqueciera,
Esto alentó mi corazón encendiendo mi deseo

2
La edición utilizada para este trabajo ha sido la recopilación de E. LOBEL y D. PAGE, Poetarum Lesbiorum
Fragmenta, Oxford, 1955.
La poesía goliarda profana se sirve de la Imitatio Homeri, imitatio veterum y la traslatio
studiorum.

Traducción:
“Tempus est iocundum”. El tiempo es alegre.

Tempus est iocundum o virgines, El tiempo es alegre, ¡Oh doncellas!


modo congaudete, vos iuvenes Regodéense de tal manera, ¡Oh donceles!

O, o totus floreo ¡Oh! ¡Oh!, yo florezco entero


iam amore virginali, totus ardeo ya por el amor de una virgen, ardo entero
novus novus amor, est quo pereo ¡Un nuevo, un nuevo amor es por el que perezco!

Canta el ruiseñor, así tan dulcemente


Cantat philomena, sic dulciter y se escucha su modular; por dentro estoy ardiente.
et modulans auditur: intus caleo
Es la flor de las núbiles, a la que me dirijo,
y la rosa de las rosas, a la que veo seguido.
Flos est puellarum, quam diligo
et rosa rosarum, quam sepe video Tu promesa me conforta,
tu negativa me destierra.
Tua me confortat promisio
tua me deportat negatio Tu virginidad de mí se divierte,
pues tu sencillez me enloquece.
Tua mecum ludit virginitas
tua me detrudit simplicitas ¡Calla ruiseñor, en favor del tiempo!
¡Surge, cantilena desde mi pecho!
Sile, philomena, pro tempore
surge cantilena de pectore El hombre paciente en el tiempo invernal,
lascivo en el ánimo primaveral.
Tempore brumali vir patiens
animo vernali lasciviens ¡Ven, damisela, con gozo!
¡Ven, ven, bella ya perezco!
Veni, domicella cum gaudio
veni, veni bella iam pereo.

La trascendencia de estos poetas en Gœthe.


Gilbert Highet3 dice al respecto de Gœthe: “Homero fue su autor predilecto. Fue Homero,
más que ningún otro autor clásico, el gran objeto de sus meditaciones; después de él
venían los tres trágicos atenienses. Hacia la edad de veintiún años trató de aprender por sí
solo a leer a Homero; y desde entonces siguió leyendo, más y más, las páginas de la mayor
parte de la literatura griega. La literatura griega significó para él muchísimo más que la
latina, y le dio la compañía de los inmortales a través de su larga vida.”
Con este argumento hablo de cómo se puede ver esto en la carta del 16 de junio de la obra
Las desventuras del joven Werther.

3
Gilbert Highet. La tradición clásica vol. II. México: FCE, 1954., p.134.
Cito: Carta del 16 de Junio. “…En una palabra, he conocido a una persona que afecta muy
de cerca mi corazón. Yo…Yo no sé. Contarte ordenadamente cómo ocurrió, que he
conocido a una de las criaturas más amables del mundo, va a ser tarea difícil. Me
encuentro contento y feliz, pero no soy buen narrador de historias.

¡Un ángel! ¡Bah! Todos dicen lo mismo de la suya, ¿no es cierto? Y sin embargo, no me
encuentro en condiciones de decirte lo perfecta que es, ni sé por qué es perfecta; basta,
ella se ha apoderado de todos mis sentidos.
Tanta sencillez y a la par tanta inteligencia, tanta bondad y tanta entereza, y esa paz del
alma en medio de esa vida real y esa actividad…”. (cátedra, 2013)

Sie hat allen meinen Sinn gefangengenommen.

(Ella ha tomado y capturado todos mis sentidos.)

“…te diré únicamente que me ha sorbido completamente el seso.” (Aguilar, 1991)

Sólo empleo un fragmento original en el que Gœthe utiliza dos verbos para referirse a lo
sentido al haber conocido a Charlotte, muy similar a la concepción de Homero en el verso
442: ou0 ga/r pw/ pote/ m 0w[de/ g 0 e1rwj fre/naj a0mfeka/luyen,
Pues nunca el amor hubo envuelto mi pecho que late,
w3j seo nu=n e1ramai kai/ me gluku_j i3meroj ai(rei=.
Como ahora te deseo y un dulce ardor por ti me domina.

A continuación viene una descripción de Charlotte en donde pone de manifiesto todo lo


que ve en ella, la perfección y la belleza, al igual que Safo da un punto de vista muy
particular sobre su amada; esta descripción está cargada de adjetivos pero ya con el toque
de la idealización tan característico del romanticismo.

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