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19 de Agosto del 2020

Materia: Introducción a la Biblia y Pentateuco

P. Abel Delgado
TEMA 10
LIBERACION DE EGIPTO Y ALIANZA DE SINAÍ
Un pueblo numeroso (Ex 1)
Estando en Egipto, los israelitas se multiplican. Tratándose de un
pueblo que se mantiene unido, con una clara conciencia de un
destino común, preocupan a los egipcios.
Estos sospechan que los hebreos (= extranjeros, que vienen del otro
lado del río Nilo) algún día podrán unirse a los enemigos salir del
país. Por eso los oprimen hasta decidir exterminarlos
completamente.
Es la historia de los imperios, que se sienten dueños de los demás
pueblos y con el derecho a defender sus intereses a costa de los
derechos de los más débiles, hasta eliminarlos completamente.
·
Pero no todos piensan de la misma manera. Siempre hay personas
honestas, como Sifrá y Púa (Ex 1,15-20), que no se dejan confundir
por la propaganda y la ideología de los opresores y luchan para
frustrar sus proyectos de muerte. Dios les da su recompensa (Ex
1,21).
Otra reflexión: ¿No existe un grande parecido entre los métodos
usados por el faraón para acabar con los israelitas y las practicas
anticonceptivas y abortivas que hoy en día se quieren imponer
incluso a pueblos enteros?

MOISÉS,
Solidario con su pueblo (Ex 2,1-22)
Una mujer hebrea desobedece a la orden del faraón y salva a su
hijo, poniéndolo en una canasta y dejándolo en el río. La misma hija
del faraón lo rescata y lo adopta como hijo Le pone el nombre de
Moisés (salvado de las aguas).

Este, al hacerse mayor, conoce su origen hebreo y no se olvida de


su pueblo. En una ocasión mata a un egipcio, por estar golpeando a
un hebreo. En otra ocasión trata de intervenir en favor de otro
hebreo, que está siendo golpeado por uno de su misma raza. Este
último lo amenaza con denunciarlo a las autoridades. Entonces
Moisés huye fuera de Egipto, donde no lo pueda alcanzar la mano
del faraón.
Allí se casa y piensa tener una vida normal, lejos de su raza y sus
problemas, puesto que sus primeros intentos de intervención en
favor de su pueblo resultaron ineficaces.
Es la actitud del desaliento, que sigue siempre al fracaso de
cualquier iniciativa, por la indiferencia de los interesados.

Intervención de Dios (Ex 2,23-25)


Pero Dios no duerme ni es olvidadizo. Recuerda muy bien las
promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob.
Por lo tanto, los lamentos de los hebreos no pueden dejarlo
indiferente. E interviene.
Esta actitud de Dios hacia el pueblo de Israel, humillado y oprimido
injustamente, es una constante que encontramos en toda la Biblia.
Así que... mucho cuidado, mis queridos amigos, con querer aplastar
a los pobres y al mismo tiempo sentirse muy bien con Dios, por
cumplir con ciertas prácticas de piedad.
A este respecto la manera de pensar de Dios es muy clara. Nada de
que «siento bonito», «me gusta mucho la Biblia»... y al mismo
tiempo humillar, explotar y golpear a los pobres. Si de veras amas a
Dios y buscas su voluntad, sepas que Dios está del lado de los más
pobres, débiles, enfermos, oprimidos y humillados. Aunque todo
esto no sea de tu agrado.

Misión de Moisés (Ex 3)


Dios se manifiesta a Moisés y le descubre su propósito:
Yahvéh dijo: «He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he
escuchado sus gritos cuando lo maltratan sus mayordomos. Yo
conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo del poder de los
egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una
tierra que mana leche y miel, al territorio de los cananeos, de los
heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los Jebuseos. El
clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí y he visto cómo los
egipcios los oprimen.
Ve, pues, yo te envío a Faraón para que saques de Egipto a mi
pueblo, los hijos de Israel» (Ex 3,7-10).

Moisés se siente incapaz frente a una misión tan grande. Pero la


respuesta de Dios es muy clara: «Yo estoy contigo» (Ex 3,12).
Moisés contestó a Dios: «Si voy a los hijos de Israel y les digo que el
Dios de sus padres me envía a ellos, si me preguntan: ¿Cuál es su
nombre?, yo ¿qué les voy a responder?»
Dios dijo a Moisés «Yo soy el que soy». «Así dirás al pueblo de
Israel: Yo soy me ha enviado a ustedes. Y también les dirás:
Yahvéh, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado. Este será mi nombre para
siempre, y con este nombre me invocarán sus hijos y sus
descendientes» (Ex 3,13-15).

¿Qué quiere decir: «Yo soy el que soy»? Mientras todos los seres
dependen de otros, Dios no depende de nadie. Él es la existencia
misma. Existe desde siempre y para siempre. Todo lo
Que existe, depende de él.

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