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Jennyfer Bolaños López Desarrollo Sustentable 2FV3 21/Marzo/2020.

CAPITULO V

“El acceso a la justicia en materia ambiental en América Latina y el Caribe”.

Para tener acceso a la justicia ambiental implica la posibilidad de obtener de las autoridades una
solución expedita y completa, esto en ser el caso de una sede judicial, administrativa u otras.

En un conflicto jurídico ambiental lo que se trata es que todas las personas estén en condiciones de
igualdad para poder acceder a la justicia y así obtener resultados a favor. En este derecho no se
limita a la tutela de los derechos ambientales y de la naturaleza, sino es para que la mayoría se
comprometa y participen en ella obteniendo resultados al obtener la información.

Es así como entonces podemos decir que este es un elemento central para así poder garantizar la
realización del derecho de vivir en un medio ambiente sano, estable y poder realizar ejercicio pleno
para obtener derecho al acceso de la información y la participación en asuntos ambientales. En los
países de América Latina y el Caribe se han otorgado un promedio constitucional sobre las medidas
de ejercer el derecho sobre la justicia en los asuntos ambientales. Esta misma ha establecido
mecanismos para garantizar su estabilidad de las personas y así puedan recurrir a la justicia o alguna
institución independiente en caso de que sientan inestables en su derecho al medio ambiente.
Actualmente ciertos países siguen bajo esa normativa de apoya y contribuir con el derecho de
proteger su espacio, así mismo defensa de su interés, ya sea para un bien o reparar el daño
ocasionada por daño ambiental. Ya que dicho articulo menciona que toda persona tiene el derecho
al acceso de la justicia ambiental sin perjuicio de las medidas judiciales y administrativas para
garantizar el acceso a la información.

En México en el año 2011 se aprobaron ciertas reformas a diversas legislaciones, una de ellas como
el Código Federal de Procedimientos Civiles y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección
al Ambiente, con el fin de crear un ámbito de participación ciudadana y acceso a la justicia ambiental,
por medio de acciones colectivas que en 2010 se introdujeron en el artículo 17 de la Constitución.

Ya que, con dichas acciones colectivas, el Estado mexicano reconoce y afirma el derecho que tienen
limitados grupos sociales, cuando se sienten afectados por decisiones de los operadores
ambientales, a solicitar a las autoridades jurisdiccionales que resuelvan una controversia que afecte
sus derechos para que se les resarza económicamente por los daños ambientales o se remedien los
sitios afectados por una actividad antropocéntrica determinada y focalizada.

Por otro lado, también hay otra ley legislativa que incide directamente en los derechos de información
y participación en México. Es la ley relativa del amparo que radica en que cualquier persona o grupo
puede acceder a la justicia en dado casi si es que el Estado mexicano viola algún derecho
fundamental reconocido en un tratado internacional o es omiso al no garantizarlo con acciones
concretas, entre otros casos en materia de participación, acceso a la información o acceso a la
justicia, en la esfera ambiental.

Dado que los asuntos ambientales suelen ser complejos y llegan a requerir ciertos conocimientos
especializados, en muchos países se ha visto en la necesidad de que exista un tribunal especializado
en estos asuntos. Trinidad y Tobago, por ejemplo, ha establecido una corte especializada en asuntos
ambientales. Cabe señalar que 13 países de América Latina y el Caribe cuenta con tribunales
(judiciales o administrativos) especializados en asuntos ambientales.

Así mismo, la mayoría de los países de América Latina y el Caribe cuentan con fiscales/ fiscalías
ambientales adscritas al ministerio público. Esto con el fin de que el Ministerio Público Federal este
notificado de un daño real o de gran interés público, que tenga la obligación legal de actuar mediante
la investigación de la denuncia pública, ante la presentación de una queja o el descubrimiento de un
posible daño ambiental, los fiscales ambientales tienen la obligación de investigar, negociar y llegar
a un “acuerdo de ajuste de conducta” y si no fuera esa la forma llevar el caso ante un tribunal. En
México contamos con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dicha comisión tiene
potestad para recibir e investigar denuncias respecto a violaciones de los derechos humanos y dar
cuenta de sus hallazgos y recomendaciones al gobierno. El reconocimiento constitucional al derecho
a un medio ambiente sano legitima a la CNDH a aceptar y actuar frente a denuncias ambientales,
asignando así un mecanismo no judicial de acceso a la justicia.

El amicus curiae es un mecanismo procesal que nos permite a cualquier persona el acceso a un
tribunal para aportar razonamientos jurídicos o interdisciplinarios como beneficio de la tutela judicial
efectiva de intereses públicos, dichos como el ambiental. Es así como dicho mecanismo es una
herramienta útil para canalizar el derecho a la participación. Por otro lado, también se cuenta con las
clínicas jurídicas especializadas en asuntos ambientales se centran su atención en brindar apoyo a
comunidades que necesitan de sus conocimientos técnicos y legales, y no tienen fácil acceso a ello
para reclamar sus derechos, ya que ellas se especializan en los mecanismos legales para proteger
el ambiente y se dirigen en trabajar de acuerdo con las particularidades ambientales técnicas.
Aunado a esto América Latina y el Caribe cuenta con 18 países que tiene como obligación la
reparación y compensación de los daños ambientales en las leyes marco de medio ambiente.

La legitimación activa es la capacidad que tiene una persona para acceder a la justicia, ya sea en
sede judicial o administrativa, para solicitar el amparo o reconocimiento de un derecho. La inversión
de carga de la prueba se hace difícil analizar el daño al existir varios causantes y efectos
acumulativos o diferidos en espacio y el tiempo. Además, es el responsable del daño quien posee la
mayor parte de información técnica y científica sobre las actividades que lo causan, así como el
agregar el costo que tiene la víctima de la recopilación de la prueba. Ya que todo esto puede
contribuir como una barrera de factores para acceder a la justicia. Por esta razón, es que algunos
países contemplan la inversión de la carga de la prueba como el presunto responsable del daño o
no.

La eliminación o reducción de obstáculos con el fin de garantizar el acceso a la justicia en asuntos


ambientales que no sea prohibitivo, dado que los países han comenzado a establecer mecanismos
de asistencia para eliminar o reducir obstáculos financieros o de otro tipo. Un ejemplo de esto es
México que estipula que “salvo en los casos previstos en los artículos 23 y 28 de la presente Ley,
ninguna de las partes será condenada al pago de gastos y costas judiciales”.

Los Medios alternativos de solución de conflictos es otro de los avances positivos en la garantía del
acceso a la justicia ambiental es importante en los pasos previos o alternativos a los procesos
judiciales o administrativos para resolver controversias. Algunos de los ejemplos de estos son la
negociación, la mediación, la conciliación y el arbitraje. Entre sus múltiples beneficios da la
posibilidad de poder llegar a soluciones de amplia aceptación y, por tanto, potencialmente duraderas
para nuestro beneficio.

En México, contamos con la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental que nos permite ciertos
mecanismos alternativos de solución de controversias. Dado que en el artículo 47 nos indica que
toda persona tiene y tenemos el derecho de resolver las controversias dadas por un carácter jurídico
y social que se ocasionen por la producción de daños al ambiente, por medio de vias que son
colaborativas con las que se privilegie el diálogo y se nos faciliten las alternativas de solución que
resulten ambiental y socialmente más positivas para nosotros.

Como otro punto importante contamos con la cobertura geográfica, que es un factor importante en
países de grandes dimensiones o que cuenten con zonas de difícil acceso. Las grandes distancias
pueden hacer que el acceso a la justicia tenga un costo prohibitivo e insuma mucho tiempo.
También se cuenta con los principales desafíos en el acceso a la justicia ambiental dada que en la
región incluyen limitaciones en la capacidad para poder iniciar un proceso legal o administrativo,
limitación es un problema que afecta directamente a las personas o que tienen un interés relevante,
así como otros requisitos, como estar registradas o contar con una personalidad jurídica
determinada, puede suponer importantes barreras al acceso a la justicia ambiental. Por este motivo
es importante estar registrado tener una personalidad jurídica reconocida.

En su mayoría los países se muestran con gran información para poder acceder a la información
ambiental, pero algunos de ellos cuentan con cierto promedio de constitucional ya sea través por
el medio de reconocimiento explicito siendo por el reconocimiento de expresión, 22 países ya
cuentan con leyes específicas de acceso a la información pública y otros se encuentran en proceso
de aprobación o creación de una ley de este tipo. Por lo cual varios países como: Antigua y
Barbuda, la Argentina, Belice, Chile, Guyana, Haití, México, Panamá, el Perú, el Uruguay y
Venezuela, se han sumado para proteger y cuidar el medio ambiente, así estipulado leyes y
autoridades ante la información ambiental , con el fin de preservar y tener mayores beneficios
para nosotros, así como estos mismos han asumido en su legislación interna la obligación de que
alguna autoridad presente información sobre el estado del medio ambiente con una periodicidad
determinada.
Como otro punto importante, la expansión del acceso y el uso de tecnologías de la información y
las comunicaciones (TIC) han sido unos de los factores importantes en la disponibilidad de la
información ambiental, además de brindar oportunidades para la reducción de gases de efecto
invernadero, las TIC están contribuyendo y así ayudando al monitoreo ambiental y climático, así
como a facilitar las comunicaciones en casos de alertas tempranas o desastres.

El acceso a Internet se constituye así en una plataforma influyente del ejercicio de los derechos
humanos ya reconocidos, tales como el derecho de acceso a la información, a la educación y a la
participación, para ello la activa participación de los países de la región en la Alianza para el
Gobierno Abierto también es un reflejo importante de la creciente importancia asignada por los
Estados a las nuevas tecnologías y la utilización de Internet como herramienta para promover la
transparencia, empoderar a los ciudadanos y combatir contra la corrupción.

A pesar de los avances evidentes en materia de acceso a la información ambiental, en muchos de


los países de América Latina y el Caribe, la legislación para garantizar el ejercicio pleno del derecho
aún no está completamente desarrollada o encuentra dificultades de implementación. Siendo
estos países México y Chile como claro ejemplo de que se reconozcan y se garanticen el derecho al
acceso a la información pública, que sea precisa para crear y poder poner en marcha las
instituciones, con presupuesto propio y capacidad de fiscalización.

En otro contexto, en la región se debe prestar una especial atención al establecimiento de pasos
para acceder a la información ambiental, así como de las medidas afirmativas para brindar acceso
a las personas y los grupos en situación de vulnerabilidad y a aquellos que tradicionalmente tienen
una baja representación política, como las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas y las
personas afrodescendientes. En México, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la
Información y Protección de Datos Personales (INAI) y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas
(INALI) firmaron en 2011 un acuerdo de colaboración para asegurar el derecho de acceso a la
información a los 7 millones de personas que hablan lenguas indígenas en el país, muchas de ellas
como única lengua

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