CUADRO COMPARATIVO: MATRIMONIO- UNIONES CONVIVENCIALES
CRITERIOS DE MATRIMONIO
DISTINCIÓN
REQUISITOS DE Acto jurídico en el cual los contrayentes expresan su consentimiento puro y
EXISTENCIA- simple de ante el oficial del registro Civil.
PRUEBA Basado en el principio de libertad, el consentimiento matrimonial —puro y
simple— es el requisito que se constituye en eje de la existencia del
matrimonio. Es la voluntad de cada uno de los contrayentes de unirse al otro
por la sujeción a las reglas legales a que está sometido el vínculo conyugal.
(arts. 406, 418 CCC).
A diferencia de las uniones convivenciales, no hay deber jurídico de
convivencia o cohabitación, ni para su existencia o para el reconocimiento
de sus efectos, ni como deber jurídico a posteriori del acto matrimonial.
Prueba: Acta matrimonial.
La posesión de estado, por sí sola, no es prueba suficiente para establecer el
estado de casados o para reclamar los efectos civiles del matrimonio.
Si existe acta de matrimonio y posesión de estado, la inobservancia de las
formalidades prescriptas en el acto de celebración no puede ser alegada
contra la existencia del matrimonio (Art. 423 CCC).
AUTONOMÍA DE Derechos y deberes matrimoniales. Son enunciados en forma acorde al
VOLUNTAD respeto de la autonomía de la voluntad. Parten de considerar que son los
cónyuges quienes deben determinar a qué quieren obligarse durante la
relación matrimonial. El incumplimiento de los estrictamente jurídicos
genera consecuencias legales.
El Código habilita las convenciones matrimoniales como acuerdo de partes
de los futuros contrayentes, por el que eligen el régimen patrimonial del
matrimonio, - además de la posibilidad de presentar denuncia y/o inventario
de los bienes y deudas-cuyos efectos se producirán una vez celebrado el
matrimonio.
Asimismo, esta autonomía de la voluntad, se encuentra limitada en lo que
respecta al régimen patrimonial porque las partes sólo pueden optar entre el
UNIONES CONVIVENCIALES
Unión basada en relaciones afectivas de carácter
singular, pública, notoria, estable y permanente entre
dos personas que conviven y comparten un proyecto de
vida en común, cualquiera sea su orientación
sexual.(art. 509 CCC).
A diferencia del matrimonio, para que se le reconozca
efectos jurídicos a la unión-además de los restantes del
art 510-, se establece un plazo mínimo de dos años de
convivencia.(art. 510 inc. e, CCC).
La registración- que debe ser solicitada por ambos
convivientes- no es un requisito para la existencia o
configuración de las convivencias, sino para facilitar su
prueba (art. 512 CCC) y, en algún caso, para
oponibilidad a los terceros.
Prueba:
Las convivencias que no se registran y que cumplen
todos los requisitos mencionados pueden ser
reconocidas como tales y generar los efectos jurídicos
pertinentes a pesar de su falta de registración, si prueban
todos los recaudos por otros medios.
Las uniones convivenciales que se registran se prueban
con la sola registración (art. 512 y conc. CCC), y
además gozan de la protección de la vivienda familiar
durante la convivencia conforme art. 522 del CCC.
En la tensión entre autonomía de la voluntad (la libertad
de optar entre casarse y no casarse, cualquiera que sea
la orientación sexual de la pareja) y orden público (el
respeto por valores mínimos de solidaridad
consustanciales a la vida familiar), se reconoce efectos
jurídicos a la convivencia de pareja, pero de manera
limitada y mientras cumplan determinados requisitos
(singularidad, publicidad, notoriedad, estabilidad y
permanencia).
Pactos de convivencia
régimen de separación de bienes y el de comunidad, que rige de manera
supletoria en caso de falta de elección del primero. Pero en caso de
modificar el régimen patrimonial después de celebrado el matrimonio, esta
convención puede ser otorgada después de un año de aplicación del régimen
patrimonial, convencional o legal, mediante escritura pública.
Para que el cambio de régimen produzca efectos respecto de terceros, debe
anotarse marginalmente en el acta de matrimonio. (449 CCC).
Pero además, cualquiera sea el régimen patrimonial matrimonial elegido,
los cónyuges no pueden abstraerse de las normas de orden público del
régimen patrimonial matrimonial primario o piso mínimo inderogable de
los arts. 454 a 462 CCC.
Se prioriza la autonomía de la voluntad expresada en
forma escrita, que debe ser inscripta si la unión
convivencial es registrada (art. 513 CCC).
La autonomía de la voluntad de los convivientes no
puede dejar sin efectos los deberes de asistencia (art.
519CCC), la obligación de contribuir a los gastos
domésticos (art. 520 CCC), la responsabilidad solidaria
por las deudas contraídas frente a terceros por el
sostenimiento del hogar y de los hijos comunes,
obligación que se extiende a otros según el art. 455 (art.
521 y conc. CCC) y la protección de la vivienda familiar
y de los muebles indispensables de ésta (art. 522 CCC),
lo que se ha dado en llamar "piso mínimo
obligatorio".*1
La autonomía de la libertad no es absoluta. Los pactos
no deben ser contrarios al orden público, ni conculcar el
principio de igualdad entre los miembros de la pareja,
ni afectar derechos fundamentales de cada uno de sus
integrantes (art. 515 CCC).
En protección a derechos e intereses de terceros, se
dispone que tanto el pacto, como su modificación o
cese, son oponibles a los terceros desde su inscripción
en el registro previsto en el articulado relativo a la
registración, y también en los registros
correspondientes a los bienes incluidos en el pacto.
Se permite que los pactos puedan ser modificados y
extinguidos en cualquier momento por ambos
convivientes, expresándose que el cese de la
convivencia trae consigo la extinción de pleno derecho
del pacto para el futuro (art. 516 CCC)
Respecto a los efectos extintivos del cese de la
convivencia, los mismos son oponibles a terceros desde
que se inscribió en esos registros cualquier instrumento
que constate la ruptura (art. 517 CCC).
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EFECTOS Deber de Asistencia: Los esposos se comprometen a desarrollar un proyecto
PERSONALES de vida en común basado en la cooperación, la convivencia y el deber moral
de fidelidad. Deben prestarse asistencia mutua (431 CCC).
Alimentos: Los cónyuges se deben alimentos entre sí durante la vida en
común y la separación de hecho. Con posterioridad al divorcio, sólo se debe
en los supuestos previstos en el Código, o por convención de las partes.
EFECTOS
PATRIMONIALES Régimen patrimonial matrimonial primario.
El régimen primario está contemplado en los arts. 454 a 462 CCC y
comprende el siguiente conjunto de deberes que surgen a partir del
nacimiento del vínculo conyugal: el deber de contribución (art. 455 CCC);
los actos que requieren asentimiento (arts. 456, 457, 458 y 462 CCC), el
mandato entre cónyuges (arts. 459 y 460 CCC); y la responsabilidad
solidaria (art. 461 CCC).
El deber de contribución atañe a la obligación de manutención de la familia,
la educación de los hijos comunes y no comunes, y la colaboración en los
gastos esenciales en el hogar, en proporción a los recursos de cada cónyuge,
debiéndose considerar que el trabajo en el hogar es computable como
contribución a las cargas.
La necesidad del asentimiento se direcciona a la protección y destino de la
vivienda familiar, de los muebles incorporados a la misma, y de los objetos
destinados al uso personal de uno de los cónyuges o al ejercicio de su trabajo
o profesión, cuya disponibilidad requiere del asentimiento del otro cónyuge
para no acarrear la nulidad del acto celebrado sin dicha previsión.
Asimismo, la vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas
posteriores a la celebración del matrimonio, salvo que lo hayan sido por
Tratándose de un derecho básico que se deriva del
principio de solidaridad familiar, se dispone que los
integrantes de la unión se deben mutuamente asistencia
durante la convivencia (art. 519 CCC).
Este deber de asistencia comprende tanto, la asistencia
moral —apoyo mutuo que se funda en el proyecto de
vida en común- y la asistencia material-alimentos-.
El pacto de convivencia*1puede ampliar la gama de
derechos y deberes entre los convivientes, incluso
fijando prestación alimentaria post convivencia.
De la convivencia no surge relación de parentesco.
A falta de pacto, y como régimen legal supletorio, cada
integrante de la unión administra y dispone libremente
los bienes de su titularidad, excepto las restricciones
expresamente previstas en materia de protección de la
vivienda y los muebles indispensables que se
encuentran allí (art. 518 CCC).
De la convivencia no surge vocación sucesoria.
Los convivientes gozan del beneficio de competencia
entre sí, como una limitación a su derecho de crédito.
(893 CCC).
Para finalizar, la relación entre los convivientes queda
incluida entre los casos especiales de suspensión de la
prescripción mientras dure la convivencia. (2534, ap. b,
CCC)
ambos conjuntamente o por uno de ellos, si cuenta con el asentimiento del
otro (art. 456, último párrafo, CCC).
Se permite el mandato entre cónyuges para representarse en el ejercicio de
las facultades que el régimen matrimonial atribuye, pero con la limitación
de que ese mandato no es viable para darse a sí mismo el mandatario el
asentimiento en los casos de disposición de los derechos de la vivienda
familiar ni de los muebles indispensables de la misma.
Responsabilidad solidaria por las deudas u obligaciones contraídas por uno
de los cónyuges para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el
sostenimiento o educación de los hijos.
Régimen de comunidad (Supletorio a falta de opción) 463 CCC.
El régimen de comunidad regulado en el CCC puede tipificarse como una
comunidad de ganancias relativa y diferida a la liquidación, al igual que en
el derogado Código Civil.
Gestión de los bienes en la comunidad
En lo relativo a la gestión de los bienes por parte de los cónyuges, el CCC
diferencia si se trata de bienes propios, bienes gananciales, o bienes
adquiridos conjuntamente.
En lo que se refiere a los bienes propios, el art. 469 CCC dispone que cada
uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus bienes
propios, con el límite relativo a la necesidad del asentimiento conyugal para
los actos de disposición de la vivienda familiar y de los muebles
indispensables de ella (art. 456 CCC).
Expresa el art. 470 CCC que la administración y disposición de los bienes
gananciales corresponde al cónyuge que los ha adquirido, siendo necesario
el asentimiento del otro para enajenar o gravar: a) los bienes registrables, b)
las acciones nominativas no endosables y las no caratulares excepto las
autorizadas parta la oferta pública, c) las participaciones en sociedades no
exceptuadas en el supuesto anterior, d) los establecimientos comerciales,
industriales o agropecuarios, y las promesas de los actos comprendidos en
todos esos supuestos.
Respecto de los bienes adquiridos conjuntamente por los cónyuges, la
administración y disposición corresponde en conjunto a ambos, cualquiera
sea la importancia de la parte correspondiente a cada uno (art. 471 CCC).

Prueba del carácter propio o ganancial: Se presume, excepto prueba en

contrario, que son gananciales todos los bienes existentes al momento de la
extinción de la comunidad. (art. 466 CCC)
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Este régimen de comunidad se extingue por: a) la muerte comprobada o

presunta de uno de los cónyuges; b) la anulación del matrimonio putativo;
c) el divorcio; d) la separación judicial de bienes; e) la modificación del
régimen matrimonial convenido.
La separación judicial de bienes (art. 477 CCC) puede ser solicitada por uno
de los cónyuges:
a) si la mala administración del otro le acarrea el peligro de perder su
eventual derecho sobre los bienes gananciales;
b) si se declara el concurso preventivo o la quiebra del otro cónyuge;
c) si los cónyuges están separados de hecho sin voluntad de unirse;
d) si por incapacidad o excusa de uno de los cónyuges, se designa curador
del otro a un tercero.
Indivisión Post. Comunitaria.
En primer término, el art. 481 CCC regla que, extinguido el régimen de
comunidad de ganancias por la muerte de uno de los cónyuges, y mientras
subsista la indivisión postcomunitaria, se aplican las reglas de la indivisión
hereditaria, lo cual nos remite a los arts. 2323 a 2334 CCC.
De otro costado, si la comunidad de ganancias se extingue en vida de ambos
cónyuges, surgen dos posibilidades (art. 481 CCC):
1. Si durante la indivisión postcomunitaria los ex cónyuges acuerdan las
reglas de administración y disposición de los bienes indivisos, rige ese
convenio.
2. Si durante la indivisión postcomunitaria los ex cónyuges no acuerdan las
reglas de administración y disposición de los bienes indivisos, subsisten las
relativas al régimen de comunidad (art. 482 CCC).
Liquidación de la comunidad Artículo 488.
Extinguida la comunidad, se procede a su liquidación. A tal fin, se establece
la cuenta de las recompensas que la comunidad debe a cada cónyuge y la
que cada uno debe a la comunidad, según las reglas de los artículos 489
(Cargas de la comunidad) y 490 (Obligaciones personales).
Partición de la comunidad
El art. 496 CCC consigna de modo expreso que, disuelta la comunidad, la
partición puede ser solicitada en todo tiempo, excepto disposición legal en
contrario (supuestos de indivisión forzosa), y en cuanto a su forma el art.
500 CCC dispone que el inventario y división de los bienes se hacen en la
forma prescrita para la partición de las herencias.
A su vez, el art. 498 CCC consagra la regla de la división por partes iguales
de la masa común, incorporando el art. 499 CCC la novedosa posibilidad de
requerir la atribución preferencial que implica que uno de los cónyuges
puede solicitarla en relación a bienes amparados por la propiedad intelectual
o artística, bienes de uso de su actividad profesional, del establecimiento
comercial, industrial o agropecuario por él adquirido o formado que
constituya una unidad económica, y de la vivienda por él ocupada al tiempo
de la extinción de la comunidad, aunque excedan su parte en la comunidad
y con cargo de pagar en dinero la diferencia al otro cónyuge o a sus
herederos.
Régimen de Separación de Bienes.
En lo referido a la gestión de los bienes, el art. 505 CCC dispone que cada
uno de los cónyuges conserva la libre administración y disposición de sus
bienes con el límite de los supuestos del 456 lo relativo a la disposición de
los derechos sobre la vivienda familiar y los muebles indispensables de ella.
Asimismo, cada cónyuge responde por sus deudas contraídas, con
excepción de lo dispuesto en el art. 461 CCC referente a la responsabilidad
solidaria de los cónyuges art. 505, último párrafo, CCC).
La propiedad exclusiva de los bienes, frente al otro cónyuge o a los terceros,
puede ser demostrada por cualquier medio de prueba, y si ello no pudiere
demostrarse se presume que pertenecen a ambos cónyuges por mitades (art.
506 CCC).
El régimen cesa por la disolución del matrimonio o la modificación del
régimen convenido por los cónyuges; y en el caso de disolución del
matrimonio, ante la falta de acuerdo entre los cónyuges o sus herederos, se
aplican para la partición de los bienes indivisos las normas que rigen la
partición de las herencias (arts. 507 y 508 CCC).

Por otra parte, el matrimonio hace surgir la vocación sucesoria entre los
cónyuges.
Los cónyuges gozan del beneficio de competencia entre sí, como una
limitación a su derecho de crédito. (893 CCC).
Para finalizar, la relación conyugal que incluida entre los casos especiales
de suspensión de la prescripción mientras dure el matrimonio. (2534 ap. a
CCC)
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DISOLUCIÓN. Artículo 435. Causas de disolución del matrimonio
EFECTOS El matrimonio se disuelve por:
a) muerte de uno de los cónyuges;
b) sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento;
c) divorcio declarado judicialmente.
Respecto del último supuesto, el art. 437 del CCyC establece que el divorcio
puede peticionarse por ambos cónyuges o por uno solo de los cónyuges,
siendo un requisito —además de las acreditaciones usuales— que toda
petición de divorcio debe ser acompañada de una propuesta que regule los
efectos post divorciales. La omisión de la propuesta impide dar trámite a la
petición de divorcio (art. 438 CCC).
Es decir que la propuesta podrá ser formulada por uno o por ambos
cónyuges, según los casos, y siempre que sea unilateral, el otro podrá debatir
o adherir o formular nueva o nuevas propuestas, como convenio regulador
de los efectos.
En cuanto al contenido del convenio regulador, el art. 439 del CCC dispone
que debe contener las cuestiones relativas a la atribución de la vivienda, la
distribución de los bienes, las eventuales compensaciones económicas, al
ejercicio de la responsabilidad parental, en especial, la prestación
alimentaria, todo siempre que se den los presupuestos fácticos contemplados
en el CCC. Nada impide que se propongan otras cuestiones de interés de los
cónyuges.
En caso de desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio
regulador fuera perjudicial para los intereses del grupo familiar, las
cuestiones pendientes serán resueltas por el Juez.
Otros efectos.
Compensación económica:
El cónyuge a quien el divorcio produce un desequilibrio manifiesto que
signifique un empeoramiento de su situación, tiene derecho a una
compensación económica, siempre que tenga por causa adecuada el vínculo
matrimonial y su ruptura.
Puede presentarse de dos maneras: que los cónyuges la acuerden en el
convenio regulador o que el juez la fije en el proceso y puede consistir en
una prestación única o en una renta; y la misma puede pagarse con dinero,
con el usufructo de determinados bienes, etc. (441 CCC).
Atribución de la vivienda:
Se enumeran diferentes causas de cese de la
convivencia: mutuo acuerdo, voluntad unilateral de uno
de ellos debidamente notificado al otro, y cese de la
convivencia mantenida, y matrimonio entre los
miembros de la unión (art. 523 CCC).
También se enumeran otras causales que no se fundan
en la autonomía de la voluntad: fallecimiento de alguno
de los integrantes de la pareja; sentencia de ausencia
con presunción de fallecimiento; matrimonio o unión
convivencial de uno de sus miembros con un tercero.
(art. 523 CCC)
Efectos:
La compensación económica para el caso de
desequilibrio económico y su fijación judicial a falta de
acuerdo (arts. 524 y 525 CCC);
La atribución del uso de la vivienda familiar en vida de
ambos o en caso de muerte de uno de los convivientes
(art. 526 y 527 CCC);
También se prevé que la atribución del uso de la
vivienda implica su indisponibilidad durante el plazo
que se fije, el que no puede exceder de 2 años a contarse
desde que se produjo el cese de la convivencia, y que
esta protección es oponible a terceros desde la
inscripción registral de la decisión judicial que la
establece.
La distribución de los bienes (art. 528 CCC). Ante la
inexistencia de pacto y a modo de régimen legal
supletorio, se establece que los bienes adquiridos
durante la convivencia se mantienen en el patrimonio al
que ingresaron, sin perjuicio de que por aplicación de
los principios generales del derecho civil-
enriquecimiento sin causa, interposición de personas,
etc-, uno de los convivientes pueda solicitar después del
cese de la unión, derechos sobre los bienes adquiridos
durante la convivencia.
se prevé que uno de los cónyuges puede pedir la atribución de la vivienda El pacto de convivencia puede ampliar la gama de
familiar, sea el inmueble propio de cualquiera de los cónyuges o ganancial, derechos y deberes entre los convivientes, incluso
y el juez debe determinar su procedencia, el plazo de duración y los efectos fijando prestación alimentaria post convivencia.
del derecho, tomando en consideración una serie de pautas, entre otras: a) la
persona a quien se atribuye la custodia de los hijos; b) la persona que está
en situación económica más desventajosa; c) el estado de salud y edad de
los cónyuges; d) los intereses de otras personas que integran el grupo
familiar (art. 443 CCyC).
A su vez, a petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta
compensatoria por el uso del inmueble a favor del cónyuge a quien no se
atribuye la vivienda; que el inmueble no sea enajenado sin el acuerdo
expreso de ambos; que el inmueble ganancial o propio en condominio de los
cónyuges no sea partido ni liquidado.
La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción
registral (art. 444 CCC).
El derecho de atribución del uso de la vivienda familiar cesa: a) por
cumplimiento del plazo fijado por el juez;b) por cambio de las
circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación; c) por las mismas
causas de indignidad previstas en materia sucesoria (art. 445 CCC).
Alimentos.
con posterioridad al divorcio, la prestación alimentaria sólo se debe en los
supuestos previstos en el CCC, o por convención de las partes. (432 CCC)
Seguidamente el art. 434 del CCC estipula los supuestos en los cuales la
prestación alimentaria puede fijarse.
1. A favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al
divorcio. (si el alimentante fallece, la obligación se transmite a sus
herederos).
2. A favor de quien no tiene recursos suficientes o posibilidad de
procurárselos. (La duración de la obligación alimentaria no puede
superar a la cantidad de años que duró el matrimonio)
Cesación de esta obligación alimentaria:
1. La desaparición de la causa que la motivó;
2. El nuevo matrimonio o unión convivencial del alimentado; o
3. La incursión por parte del alimentado en alguna de las causales de
indignidad.
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DERECHO REAL DE El cónyuge supérstite tiene derecho real de habitación vitalicio y gratuito de
HABITACIÓN pleno derecho sobre el inmueble de propiedad del causante, que constituyó
el último hogar conyugal, y que a la apertura de la sucesión no se encontraba
en condominio con otras personas. Este derecho es inoponible a los
acreedores del causante. (2383 CCC).
El cónyuge supérstite lo goza de pleno derecho, sin necesidad de petición
expresa.
Además, el Cónyuge supérstite no sólo puede oponerse a la partición de un
establecimiento comercial o industrial que constituyan una unidad
económica, o partes sociales, cuotas o acciones de una sociedad, el cónyuge
supérstite que ha adquirido o constituido en todo o en parte el
establecimiento o lo explota, o que es el principal socio o accionista de la
sociedad, puede oponerse a que se incluyan en la partición- por un plazo de
10 años renovable-, excepto que puedan serle adjudicados en su lote, sino
que también puede oponerse a que la vivienda que ha sido residencia
habitual de los cónyuges al tiempo de fallecer el causante y que ha sido
adquirida o construida total o parcialmente con fondos gananciales, con sus
muebles, sea incluida en la partición, mientras él sobreviva, excepto que
pueda serle adjudicada en su lote.
Los herederos sólo pueden pedir el cese de la indivisión si el cónyuge
supérstite tiene bienes que le permiten procurarse otra vivienda suficiente
para sus necesidades. (2332)
En el caso de fallecimiento de uno de los convivientes,
si el supérstite carece de vivienda propia habitable o de
bienes suficientes que le aseguren el acceso a una
vivienda, puede invocar el derecho real de habitación
gratuito por el plazo máximo de 2 años sobre el
inmueble de propiedad del causante que constituyó el
último hogar familiar y que a la apertura de la sucesión
no se encuentre en condominio con terceros.
EL conviviente supérstite debe peticionarlo dado que no
lo goza de pleno derecho.
Este derecho se extingue si el supérstite conforma una
nueva unión convivencial, contrae matrimonio o
adquiere una vivienda habitable o bienes suficientes
para acceder a una.

Adscripto: Ab. Federico Romero. Derecho Privado VI “A”.

Facultad de Derecho y Cs. Sociales, Universidad Nacional de Córdoba.