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El perdón que sana el cuerpo

y el alma
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Entrevista de Cristian Romano al padre Mateo Bautista, master
en Pastoral de la Salud y Licenciado en Teología Moral y
Espiritual, en la actualidad se desempeña como Delegado
Arquidiocesano para la Pastoral de la Salud del Arzobispado de
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Con anterioridad aplicó sus
conocimientos en Argentina, donde impulso la Pastoral de la
Salud, fue director de la revista Humanizar, dirigió el centro
de humanización y pastoral de la salud "San Camilo", promovió
Resurrección, el grupo de mutua ayuda para familiares en duelo
y fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal para la
Pastoral de la Salud. Lleva publicado más 60 libros, entre los
cuales se destacan: Nuestra Salud Mental, Vida sin distrés,
Cuentos para vivir en positivo, Renacer en el Duelo, Cuentos
para elaborar el duelo, entre otros.

CR: El perdón ¿puede sanar?


MB: No solo puede, sino que sana y debe sanar. Vamos a
comenzar haciendo una clarificación de términos. En castellano
diferenciamos bien dolor de sufrimiento. La palabra dolor
tiene sobre todo un cariz somático pero con repercusiones
psicológicas y espirituales. Pero cuando afecta a todas las
dimensiones de la persona: la afectiva, mental, a las
relaciones humanas, a los valores y a la espiritualidad lo
llamamos sufrimiento. Por eso dolor tenemos en alguna parte de
nuestro cuerpo. Pero sufrimiento no tenemos en ‘una parte’ de
nuestra persona sino en ‘toda’ nuestra persona incluso en
nuestra personalidad. Y cuando hay una crisis profunda del
sentido de la vida, cuando la persona se desconcierta, pierde
su cosmovisión y hasta el gusto por la vida, hasta el sentido
vital, hasta el deseo de vivir, hablamos de sufrimiento
existencial. Y ahí es donde entra el tema del PERDÓN, que es
esencial. Y no solo para el sufrimiento existencial y sino
también hasta para el dolor corporal.
Ciertamente que muchos dolores corporales pueden
ser aliviados con una medicación, pero es importante saber de
dónde surgen esos dolores. La mayoría son psico-
somatizaciones. Gran parte de los males corporales son
resultado de las torpes y deficientes e irregulares relaciones
humanas. Por eso el dolor físico no es solo una dis-función
orgánica. Es la causa que lo lleva adelante. Y si atajamos esa
causa seguramente el dolor desaparece. Si tomamos pastillas
pero no vamos a la raíz profunda, no vamos a tener sanación
No hace falta ser especialista para saber que
quien tiene un estilo de vida sano se enferma corporalmente
menos. El que es alegre, optimista, positivo, solidario se
enferma menos. El que es comunitario, abierto, se interesa por
los demás, se enferma menos. Hasta me atrevería a decir que
‘tiene menos tiempo para enfermarse’.
Somos una unidad integral e integrada en que se
relacionan todas las dimensiones: orgánica, afectiva, mental,
social, valórica y espiritual. Si trabajamos a la par y al
unísono todas estas dimensiones, tenemos una armonía. Vamos a
poner un ejemplo en los valores: la persona voluntaria se
enferma menos que la que nunca hace nada gratuito por los
demás. Esto está comprobado estadísticamente. Lo mismo pasa
con las personas que viven con optimismo vital. Las personas
aisladas se deterioran más en su psiquismo y en su
corporeidad.
Y luego está el fenómeno de la somatización. Las
personas que no manejan bien sus crisis afectivas, no piden
ayuda, no se interrelacionan, dicho de otra manera: ’se lo
tragan todo’, ¿qué pasa si uno ‘se traga’ los problemas
(afectivos, mentales, etc)? ¿dónde van a aparecer? Aparecen
las úlceras. Otro ejemplo: ¿cómo se sabe inmediatamente que
una persona está depresiva? Por la alteración del ritmo del
sueño. Se rompe el biorritmo ordinario de los tiempos, se
desmotiva. Y al depresivo en general le duele todo el cuerpo.
Cuando estamos agotados, estresados, expresamos corporalmente
la situación vital en que nos encontramos.
Otro ejemplo de somatización que se da mucho en
los niños. Supongamos que sus padres se llevan mal. En muchos
casos, el niño no tiene capacidad para hablarlo fuera de casa,
con sus maestras. ¿cuál es la manera que tiene para expresar
la rabia de que sus papás no se lleven bien? Corporalmente.
Tal vez lo expresa aislándose, poniéndose agresivo. Son
maneras de llamar la atención (que suele pasar también con los
ancianos)
Por eso hay que apuntar a una salud integral e
integrada.
La enfermedad es ‘un llamado de atención’ y nos apela a los
estilos de vida no solo corporal, porque la mayoría de los
problemas vienen de las relaciones humanas: las relaciones
torpes, las relaciones escasas o deficientes, son la mayor
fuente de sufrimiento. Los vínculos alargan la vida saludable.
Las personas que se aíslan se enferman más, porque no
arriesgan, no descubren nuevos mundos y nuevas posibilidades.
Y el que tiene el mejor amigo del mundo, Dios, imagino que eso
también le hará vivir mejor, más feliz. Tenemos que copiar de
esta “Persona” , de este Ser tan saludable que a pesar de los
problemas que le llevamos no tiene distrés ni se deprime. Por
eso la amistad con Dios, recibir su gracia, su perdón, es la
mejor fuente de salud. LA FE NO ES UNA TERAPIA, PERO ES LO MAS
TERAPÉUTICO. Dios no está para quitarnos los problemas. Es
mas: creo que Dios nos mete los problemas, pero tan
saludablemente que nos hace crecer. Todo en la vida depende de
la ACTITUD saludable con que se enfrentan los problemas. Las
actitudes positivas, optimistas, el deseo de aprender, el
darse gratuitamente, es lo que llena a las personas. No el que
da cosas sino el que se da tiene la clave de la salud, de la
armonía, del equilibrio, la satisfacción interior
CR: y esto de profundizar lo espiritual y trabajar lo
emocional hace que también en lo físico encontremos un orden.
MB: El perdón sirve para recuperar los biorritmos, y hasta el
sueño
CASI Soraya
Anoche me dormí abrazando las nubes con almohadas de sueños en
una cama de ilusiones
desde niña me imaginé esta vida cruzando retos para llegar a
mi cima
en un instante perdí toda la certeza, las dudas y el rencor se
marcaron en mi esencia
Será una pesadilla, no puede ser verdad, me despierta un
derrumbe,empiezo a deslizar
Casi se me acaba la fe. casi se me escapa el amor
casi se me quiebra la inocencia, se me agota toda la fuerza
para luchar un día más
casi me rendí hasta que pensé en Tí. casi me rendí… pero pensé
en ti.

Veo en mi reflejo un rostro traicionado frente al fantasma de


un cuerpo cansado
¿por qué hoy, por qué yo, por qué esto?
preguntas con respuestas que vendrán solo con el tiempo
Será una pesadilla no puede ser verdad, me despierta un
derrumbe, empiezo a deslizar

Cuando solo escuchas el latido de tu corazón, encontrarás


entre su ritmo y el silencio, la razón…

CR: Ese “casi” es el que muchas veces nos falta para encontrar
esta armonía. Hay situaciones de enojo, por ejemplo, que
provocan una des-armonía general. ¿qué lugar ocupa allí el
perdón?

MB: Esa es una buena expresión: una enfermedad es una des-


armonía general. La palabra “enfermedad” viene del latín “in-
firmitas”, esto es, una no-firmeza. La armonía de la persona,
su seguridad, su estabilidad, se perdió, se trastornó. Por eso
se ve la enfermedad también como trastorno, desequilibrio de
esta armonía. Cuando llega el perdón, viene una restauración.
El perdón es reconciliación. De ahí viene también la palabra
“conciliar”: reunir a todos en armonía. Por eso el perdón ,
que es amor, es el potentísimo factor de salud.
Cuando ‘nos tragamos’ los problemas ¿dónde los
metemos? En el estómago. Y el estómago grita de muchas
maneras. Los que renegamos ‘un poco’ (no mucho) cada día,
tenemos una salida, pero no tenemos que dejarlo adentro. Las
personas que expresan los sentimientos, también la bronca,
adecuadamente, se enferman menos.
El perdón, como es amor, saca peso de encima. La
persona abrumada es como que tiene un mundo encima. Y suele
decirlo: ‘me pesa la vida’. El perdón nos saca ese peso de
encima, restablece la armonía, la cordialidad, la unión,
devuelve la amistad. El que puede perdonar y dejarse perdonar,
se restaura, vuelve al equilibrio, a la armonía, a la salud.
CR: es un desafío al que muchas veces no estamos dispuestos, y
queremos con medicamentos u otras técnicas tratar de
solucionar. Y el problema permanece
MB: yo tengo un método de salud. Yo dono sangre cada 3 meses
¿sabe para qué? Para sacarme la ‘mala sangre’. El que dona
sangre, no solo dona ‘el tejido’: dona valores. Solidaridad,
cordialidad…El buen humor es un potentísimo factor de salud.
El perdón nos alivia corporalmente, afectivamente,
nos sanea mentalmente, restablece los vínculos, nos eleva en
valores y nos da crecimiento en espiritualidad. El mejor
médico del mundo es Jesús. Si inventó el sacramento de la
reconciliación, por algo lo habrá hecho. Ese es el remedio más
potente para sanar física, mental, afectiva, social, valórica
y socialmente. Como será de importante el perdón que los que
hacemos ayuda a los moribundos, lo que le aconsejamos tanto a
ellos como a los familiares es que si hay alguna ‘deuda
pendiente’ de cualquier tipo haya un diálogo, se digan las
cosas. Estar reconciliado hasta ayuda a morir en paz. Cuales
son los frutos del perdón? Serenidad, gozo. Cuando perdonamos
y nos dejamos perdonar, vuelve la alegría, el entusiasmo, la
motivación.
Tendríamos que aprovechar a ver si, detrás de los
que están en distrés –y tal vez en dis cuatro y en dis cinco-,
no hay una gran falta de perdón
CR: Es la pregunta que tal vez no nos haríamos, porque creo
que en el fondo muchas veces nos damos cuenta, pero queremos
mirar para otro lado
MB: También podríamos hacernos otra pregunta: ¿por qué nos
cuesta dejarnos perdonar? ¿por qué no nos perdonamos a
nosotros mismos?
El perdón nos reconcilia también con el pasado,
nos hace vivir con profundidad el presente y nos lanza al
futuro. Pero muchas personas tienen el lastre de una i-
reconciliación con el pasado. Cuando pedimos perdón a Dios,
ponemos todo el pasado en sus manos misericordiosas y volvemos
a nacer. Es importante ver al perdón como un nuevo nacimiento.
El pecado es muerte. Y el perdón mata la muerte. Y, hay que
decirlo: es una manera de ahorrar. El que sabe perdonar y
perdonarse visita poco las farmacias y vive saludablemente.
Cuando hacemos valores sanamos, y cuando perdonamos creamos
nuevos hermanos. Eso es lo maravilloso. El perdón sanea porque
libera, porque reconcilia, porque restaura nuestra autoestima.
Y es importante decir ue es una herramienta gratuita: para el
perdón no necesitamos pagar, ni necesitamos desplazarnos, ni
hay que hacer terapias extraordinarias. Y no está unido solo
al corazón, al afecto, sino a la volutad. Es necesario un
deseo voluntarioso. Es necesario decir “quiero perdonar”
“necesito perdonar” “puedo perdonar” y “puedo, quiero,
necesito recibir el perdón”.
Conviene destacar y recalcar que el perdón es una
decisión de vida. El deseo de perdonar no es solo un
sentimiento que me sale del corazón. Me tiene que salir de la
voluntad, de una inteligencia afectiva. Porque si yo sé que
perdono y me perdono, sano. Por tanto la motivación, lo dice
la palabra, tiene que ser el motor para la sanación holística
“RAZÓN DE VIVIR” Victor Heredia
Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra, este
corazón que va de su parte, sol y tinieblas
Para continuar caminando al sol por estos desiertos, para
recalcar que estoy vivo en medio de tantos muertos.
Para decidir, para continuar, para recalcar y considerar,
sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros
foogata de amor y guía, razón de vivir mi vida
Para aligerar este duro peso de nuestros días, esta soledad
que llevamos todos islas perdidas
Para descartar esta sensación de perderlo todo. Para analizar
por donde seguir y elegir el modo.
Para aligerar, para descartar, para analizar y considerar
sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros
fogata de amor y guía. Razón de vivir mi vida
Para combinar lo bello y la luz sin perder distancia, para
estar con vos sin perder el ángel de la nostalgia
Para descubrir que la vida va sin pedirnos nada y considerar
que todo es hermoso y no cuesta nada.
Para combinar, para estar con vos, para descubrir y
considerar sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos
claros
fogata de amor y guía. Razón de vivir mi vida
MB: Insisto: el perdón tiene que ver con la afectividad, pero
es cuestión de voluntad. Hay que trabajarlo. Muchas personas
dicen ‘emocionalmente no puedo’. Si usted lo maneja con una
armonía afectiva, mental, va a encontrar nuevas dimensiones.
También hay quienes dicen que perdonaron pero no
pueden olvidar. Recordar es una cosa y perdonar es otra. El
recuerdo no depende de nosotros. No es facultad de nuestra
inteligencia impedir que un recuerdo aparezca. Un recuerdo nos
puede venir mientras caminamos por la calle, o cuando vemos
determinada cosa, o cuando escuchamos algo, etc. Lo que
tenemos que manejar es que ese recuerdo sea sano. Si recuerdo
con agresividad, eso es problema. La clave está en recordar y
manejar ese recuerdo.
También frente a la muerte de un ser querido hay
personas que reniegan, se enfrentan, se sienten castigadas,
abandonadas por Dios. Por eso es importante elaborar los
duelos. Eso es también una reconciliación con la vida, con la
muerte, con la vida eterna, que nos devuelve la salud
“CUANDO” Jorge Fandermole

Cuando te despiertes cada día con el cuerpo de aire y ese olor

feliz del sueño manso de las lilas, sin miedo al movimiento ni


al dolor.

Cuando yo no tenga casi nada de sangre en la garganta de papel

ni un agrio pez nadando en la mirada, ni quiera más amparo que


la piel.

Van a ser los días esos barcos de luz que una vez pude
escribir

y la alegría que hemos olvidado volviendo por los huesos a


subir.

Yo me alimento con una quimera en que los ojos al sol verán


brillar

los brazos de mi padre en las banderas y una ceniza negra, y


una ceniza negra

y una ceniza negra que se va.

Cuando me convenza que la suerte me rige a la par que la


pasión

y no el temible arcángel de la muerte velando sobre el campo


del reloj.

Si lo consumado y lo posible tienen siempre la cara del horror

en esta patria de lo inaccesible en este tiempo olvidado de


Dios.

Yo digo que mis ávidos amores son fuertes y viven más que yo

son gigantes tenues como flores que alientan este turbio


corazón.

Los alimento con una quimera en que los ojos al sol verán
brillar

los brazos de mi padre en las banderas y una ceniza negra, y


una ceniza negra

y una ceniza negra que se va.

Participan los oyentes


– ¿qué pasa cuando tengo voluntad de perdonar a una
persona pero ésta se niega a hablar conmigo? ¿qué pasa cuando
yo doy el perdón pero no me perdonan?
MB: usted perdone. Me dirá ‘pero la persona no se siente
perdonada’. Usted perdone. ‘pero la persona no quiere recibir
mi perdón’. Usted perdónela. Usted ya ha hecho lo que tiene
que hacer. Usted no puede obligar a la otra persona a que se
deje querer o se deje perdonar. La sanación viene en el
momento que se perdona aunque la otra persona no quiera ser
perdonada.
– Desde que se suicidó mi hermana se me declaró
hipertensión. No la perdono ni me perdono no darme cuenta
MB: es necesario sanar los duelos por homicidio y por
suicidio. Son los más difíciles porque tienen muchas
connotaciones. Sin el factor de perdón de la misericordia de
Dios no hay ninguna técnica humana que pueda sanar estos
procesos. Necesitamos el perdón y la misericordia. Las
personas que no han resuelto duelos fuertes, somatizan mucho,
tienen graves cuadros de ansiedad, angustia, incluso muchos
casos hay de muertes por paros cardíacos en personas que ni
lloran ni comunican lo que tienen adentro.
También son duelos fuertes, a veces más duros que
la muerte de un ser querido, los casos de separación o de
abandono. A veces eso trae rabia, bronca. A la persona
abandonada le baja profundamente su autoestima: ¿en qué fallé?
¿qué no supe hacer?. Por tanto en esos casos hay que
trabajarlo, dejarse ayudar, pedir ayuda. Y difícilmente se
saneen estas situaciones si no está el factor de
reconciliación.
Incluso hay duelos por omisión. Por ejemplo, la persona que no
se sintió querida, que no pudo satisfacer sus deseos en la
vida
– Tengo problemas de salud, y mi madre con demencia
senil. Me han dicho que la ponga en un geriátrico y yo no
quiero. A veces me enojo con ella y me da bronca porque tengo
que ver a Jesús en ella. Pero soy humana. ¿qué puedo hacer?
MB: cuando se ve el deterioro de un ser querido, que si es
mental es mas sufriente aún, es importante no estar solo,
pedir ayuda, acudir a profesionales, crear una red de vínculos
y tener también con quien compartir momentos, desahogarse, y
también aceptar que los deterioros son parte de la vida, y que
pueden ser ocasión de crecimiento. El desafío en la vida es
cómo transformamos las realidades aparentemente negativas en
positivas, cómo podemos sacar del sufrimiento, crecimiento.
Hay personas que visitan enfermos terminales y están
contentas, buscan iniciativas; y hay otras que por el
contrario dicen ‘no puedo visitar un hospital’. Es una opción
de vida el buscar transformar la realidad en positividad.
CR: por todo esto que vamos conversando, veo que es como que a
cada momento tenemos que estar ejerciendo esta decisión del
perdón, estar como haciendo un duelo por muchas cosas que nos
van ocurriendo, por ejemplo lo que yo esperaba de mi hijo o de
mi esposa y no fue. Hacer el duelo de expectativas no
cumplidas tiene que llegar a ser como un estilo de vida para
poder mantener una vida sana
MB: esto es muy acertado. Conviene diferenciar sufrimiento de
duelo. Duelo es lo que hacemos con las crisis, con los
sufrimientos, con las omisiones, con las expectativas. En
realidad, la vida es una balanza entre pérdidas y
adquisiciones. Y ahí es donde tenemos que tomar una decisión
positiva. Hay personas que pierden, y pierden. Y después de
perder, siguen perdiendo. No hay una compensación con otros
valores, adquisiciones. Eso es una fuente de sufrimiento y por
tanto de i-reconciliación. Aceptar esas realidades
positivamente es la mejor fuente de salud.
CR; Hay algunas líneas de autoayuda que sostienen que solo con
pensar en positivo basta.
MB: eso no basta. Hay que pensar positivamente, hay que querer
emocionalmente positivamente, y sobre todo, hay que actuar. El
amor siempre es en acción. En los duelos de cualquier tipo
pasa lo mismo. No basta con desahogarse, tiene que tener
acciones. Un ejemplo concreto: hay personas que dicen no poder
ir al cementerio donde descansa un ser querido porque le
provoca sufrimiento. Hasta que no concrete la acción de ir y
reconocer que el sufrimiento está en ella y no en ese lugar,
no va a sanar. Por eso decimos que los duelos son acciones. La
persona se reconcilia cuando vuelve a una armonía corporal,
emocional, valórica, espiritual, en acción.
– Yo no puedo perdonarme de los abortos que me hice y
por los cuales me arrepiento profundamente ¿cómo puedo lograr
perdonarme?
MB: Existe lo que se llama el “perdón supra-natural”. Aquí
necesitamos el perdón de la persona a sí misma, y que la
persona recurra a pedir perdón a la fuente de la vida que es
Dios. El aborto es un crimen y por eso cuesta tanto. Se
necesita también pedir perdón a la criatura. Pero ¿cómo se
pide perdón a alguien a quien asesinamos? Solamente desde la
fe. Por eso de nuevo la fe va a ser lo más terapéutico. Esas
criaturas no están en el cementerio, no son inexistentes, no
están solo en la imaginación. Están en Dios, están en la
gloria, están en la resurrección. Y ellas, desde el amor de
Dios nos aman. La persona que ha abortado tiene que dejarse
amar por los hijos que abortó. Y por eso hasta tienen que
ponerle nombre a ese hijo, y pedirle perdón dentro del amor de
Dios. Y sentirse perdonadas por esas personas en el amor de
Dios. Es un ciclo muy natural que solo se puede hacer desde la
fe en Dios, y en la resurrección. Quien lo hace va a tener
realmente la paz. Y eso sirve también para los papás, los
médicos, etc.
Pero volvemos al principio: eso no quiere decir
que eso se olvide, pero va a haber un saneamiento del recuerdo
y una paz interior (no una justificación, porque el aborto es
un crimen por mas que haya una ley que lo avale, y eso toda
conciencia lo sabe)
– VIDA ETERNA – Ricardo Montaner
Sí: tu existes, yo te hice, te pensé antes de nacer.
Si tu vives a mi vera, no te faltará la bondad, ni a tus
padres, ni a tus hijos, ni nación.
Tengo siembra y cosecha, solo…
DEJA QUE TE GUIÉ MI PALABRA,
TENGO MI REINO DE REGALO Y SALVACIÓN DE HUMANIDAD.
YO TENGO MÁS: TENGO GRACIA Y GLORIA AL QUE ME SIGA , Y VIDA
ETERNA.
Si tu amas, si tu adoras, el amor Yo lo inventé. Si no llegas
a la hora de mi rapto esperaré.
Si te impones en hacer tu voluntad, si no encuentras a quien
dar tu carga.
DEJA QUE TE GUIÉ MI PALABRA,
TENGO MI REINO DE REGALO Y SALVACIÓN DE HUMANIDAD.
YO TENGO MÁS: TENGO GRACIA Y GLORIA AL QUE ME SIGA , Y VIDA
ETERNA.

CR: Qué lindo sería que a esta vida eterna podamos vivirla
desde hoy y con este sencillo pero no menos difícil acto
decisivo de voluntad de perdón

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