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HONORABLE
TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA LIBRE COMPETENCIA
Es por eso que, si bien debe hacerse la distinción entre los aspectos relativos a
ilegalidades y a las discriminaciones de origen legal, los primeros no deben ser
sacados de contexto ni olvidados al momento de analizar el mercado relevante.
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En lo que respecta a las normas legales y administrativas chilenas, existe una
clara diferencia en las condiciones, exigencias y beneficios aplicables a las
naves de bandera extranjera y las nacionales. Ellos son infracciones a las
normas de cabotaje, operación de casinos abordo, ventas de bienes abordo sin
pago de derechos de aduana ni Impuesto al Valor Agregado, ventas de vinos y
licores a bordo sin pago de Impuesto Adicional a las Bebidas Alcohólicas y
Analcohólicas, Ventas de pasajes sin tributación a la renta y de tours sin
tributación a la renta y al IVA, y el desembarco (Landing) en lugares no
autorizados como puntos de ingreso al país.
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extranjera que navegan por aguas de jurisdicción chilena con fines absolutamente
turísticos. Sus operadores publicitan como destino, entre otros, los fiordos chilenos y Cabo
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de Hornos. La mayoría corresponde a naves con bandera de conveniencia. Embarcan y
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desembarcan sus pasajeros en puertos chilenos y gestionan a través de sus Agentes
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autorizaciones para rutas de navegación y puntos de desembarco. En su operación en
aguas de jurisdicción chilena se han visto, en la práctica, liberadas del cumplimiento de
restricciones y/u obligaciones generales establecidas en la legislación chilena aplicables a
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naves de bandera nacional.
2. Con fecha 12 de junio de 2003, mediante Ord. N° 2984 y con motivo de la presentación de
la Asociación de Armadores del Sur A.G. (ARMASUR) al Ministerio de Economía y Energía
por la cual la Subsecretaría de Hacienda solicita su análisis e informe, el Servicio de
Impuestos Internos (SII) informa al tenor de tres conclusiones que habría expuesto
ARMASUR, esto es, que los pasajes estarían exentos de IVA, tanto para el armador
nacional como extranjero, que el casino a bordo estaría autorizado para el armador
extranjero pero no para el nacional y que ambos recuperarían el IVA por las compras y
tendrían derecho a operar un Duty Free (almacén libre de impuestos). Sobre la actividad
en sí, el SII sostiene que su criterio no ha variado y que si el transporte de pasajeros es
eminentemente turístico la actividad se encuentra gravada con IVA. Agrega, sin
pronunciarse sobre los otros dos puntos que, “en cuanto al trato diferente que tienen los
armadores incluso en aspectos no tributarios, éste tiene su origen principalmente en las
normas jurisdiccionales de cada país, las cuales generalmente se rigen por el lugar en
donde se celebren los contratos, los que se afectarán con impuestos según las reglas del
sistema territorial.”
3. Con fecha 2 de septiembre de 2005, mediante Oficio Ord. N° 8847 y con motivo de la
solicitud de informe requerida por la Comisión de Zonas Extremas de la Cámara de
Diputados, en cuanto a que las naves de bandera extranjera en su recorrido dentro del mar
territorial chileno tienen sus tiendas y casino abierto al público, el Director Nacional de
Aduanas responde que el artículo 42, inciso 2°, de la Ordenanza General de Aduanas
dispone que “las mercancías que los vehículos transporten y que hayan sido manifestadas
como destinadas a ser vendidas a sus pasajeros, deberán pagar los derechos de
importación que la ley señale, a no ser que sean reexportadas y colocadas bajo sello
mientras permanezcan dentro de la zona primaria de la Aduana, si el jefe de ella lo
considera necesario.” Agrega que, consultado el Director Regional de Aduanas de la XII
Región, mientras dura la estadía de las naves de turismo extranjeras en el puerto de Punta
Arenas, ya sea que la nave se encuentre atracada al muelle o a la gira, las tiendas
permanecen cerradas al igual que sus casinos. Concluye informando que no se ha recibido
ninguna denuncia, sobre incumplimiento de la normativa aduanera de estas naves.
4. Con fecha 7 de septiembre de 2005, mediante Res. N° 180/968 y con motivo de la solicitud
de informe requerida por la Comisión de Zonas Extremas de la Cámara de Diputados
señalada en el número anterior, el Director del Servicio de Impuestos Internos responde
que la venta de bienes corporales muebles dentro del mar territorial, tiene una sola
regulación tributaria, con independencia de la nacionalidad del barco donde se celebre la
venta, debiendo cumplir los vendedores con las obligaciones generales establecidas en
nuestro ordenamiento para el ejercicio de la actividad, tales como iniciar actividades,
obtener rol único tributario, timbrar boletas y facturas afectas a IVA, retener, declarar y
pagar el impuesto respectivo dentro de los plazos legales, etc.
5. Con fecha 2 de noviembre de 2005, mediante Ord. N° 301 y con motivo de la presentación
de la Asociación de Armadores del Sur (ARMASUR), la Superintendencia de Casinos de
Juego informa al Director General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante sobre la
situación de cruceros de bandera extranjera que navegan o permanecen en territorio
marítimo nacional, instruyéndolo para que adopte las medidas que estime pertinentes para
evitar que se desarrollen juegos ilícitos en el territorio marítimo nacional.
6. Con fecha 15 de noviembre de 2005, mediante Oficios N°s 339, 340 y 341, dirigidos a las
noruega.
4 Ver N°s 18, 20 y 21 de los Antecedentes de Hecho.
5 Como se señala en los Antecedentes de Hecho.
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Agencias Navieras SAAM, ULTRAMAR y AGUNSA, respectivamente, la Superintendencia
de Casinos de Juego requirió a dichas Agencias de Naves información respecto a la
efectividad de que los cruceros extranjeros por ellas representados, funcionan casinos de
juego y si así fuera, si tales casinos operan mientras permanecen detenidos en puertos
chilenos o durante su navegación en aguas territoriales nacionales.
10. Con fecha 2 de diciembre de 2005, mediante Ord. N° 12.600/505, y con motivo del Ord. N°
301 de la Superintendencia de Casinos de Juego, el Director General del Territorio
Marítimo y de Marina Mercante expresa haber dispuesto que se informe a los capitanes de
buques de bandera extranjera que recalen al país, de la ilegalidad del funcionamiento de
casinos y juegos de azar en aguas interiores, mar territorial y puertos nacionales, por lo
que no podrán desarrollar esa actividad cuando se encuentren en dichos espacios
marítimos.
12. Con fecha 17 de enero de 2006, ARMASUR interpuso ante la Iltma. Corte de Apelaciones
de Punta Arenas, Recurso de Amparo Económico en contra de DGTM y MM, Dirección
Regional de Aduanas, Servicio de Impuestos Internos, Superintendencia de Casinos de
Juego y todos aquellos responsables de las infracciones a los derechos garantizados en el
artículo 19, N° 21, de la Constitución Política. Co n fecha 10 de mayo de 2006, el Recurso
fue rechazado por extemporáneo, sin entrar a analizar el fondo del asunto, fallo judicial
confirmado por la Excma. Corte Suprema el 29 de mayo de 2006.
14. El SII, en su informe a la Iltma. Corte de Apelaciones de Punta Arenas expresa, haciendo
alusión a la Res. N° 180/968 de 7 de septiembre de 2005, que el SII jamás ha señalado
que la actividad desarrollada por los cruceros turísticos de bandera extranjera que
naveguen por aguas territoriales chilenas tengan un tratamiento tributario especial, distinto
a aquel a que se encuentran afectos los recurrentes. Asimismo, señala desconocimiento
por parte del denunciante ya que el SII, mediante Oficio 2837 de 2001, expresó que
cuando las convenciones que se celebran recaigan sobre bienes que en dicho momento se
encuentren en el extranjero o situadas en Chile y no nacionalizadas, no se afectarán con
IVA por no cumplir con el requisito de territorialidad exigido por la ley, de manera tal que,
para que la operación referida sea un hecho gravado con IVA, las mercancías, además de
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estar situadas en territorio nacional, deben haber sido nacionalizadas. Continúa,
expresando que en cuanto a los bienes adquiridos para el aprovisionamiento de naves, en
tanto ellos, por definición, no tienen por objeto ser comercializados o revendidos a los
pasajeros, sino que están destinados al abastecimiento de la nave y sus tripulantes, no
cabe siquiera analizar operaciones de compra y venta a su respecto que pudieran
producirse al interior de esta. Se trataría de compras efectuadas en territorio nacional cuyo
impuesto debe ser recargado por el vendedor, materia que excedería del ámbito que,
según se entiende se pretendería denunciar con el recurso. Por último, en cuanto al
impuesto a los alcoholes, señala que no es aplicable a las transacciones al interior de las
naves, pues conforme dispone el artículo 43 del DL 825, dicho tributo sólo es aplicable a
operaciones de compra y venta celebradas entre comerciantes, sin que resulte aplicable
respecto de ventas efectuadas a consumidores finales.
15. La DGTM y MM, en su informe a la Iltma. Corte de Apelaciones de Punta Arenas, señala
hasta la fecha nunca, ninguna nave extranjera mientras se ha encontrado surta en aguas
territoriales ha mantenido abiertos sus casinos de juegos sino que, por el contrario,
siempre han permanecido cerrados, situación que consta a esta autoridad por cuanto
sobre estas, se ejercen debidamente nuestras funciones de fiscalización. Además, que no
es la autoridad marítima quien autoriza a una nave de pabellón extranjero para que
navegue por las aguas del mar territorial en determinadas circunstancias, sino que, por el
contrario es la Convención de Derecho del Mar la que consagra el derecho de paso
inocente y que el Estado ribereño no puede impedir o restringir el ejercicio de tal paso y
que, por ende, no corresponde a la Autoridad Marítima otorgar autorización alguna para el
ejercicio del paso inocente de naves extranjeras.
16. Con fecha 15 de junio de 2006, mediante Ord. N° 624, dirigido a la Coordinadora
Legislativa del Ministerio de Hacienda, la Superintendencia de Casinos de Juego responde
la Prov. N° 200, de 1 de junio de 2006, informando al tenor de lo requerido, esto es, sobre
la legislación aplicable para la fiscalización de los casinos de juego que funcionan a bordo
de los cruceros de bandera extranjera que transitan por territorio chileno así como la
efectividad en su aplicación, de ser procedente. En ella, el Superintendente concluye que
la operación de casinos en los cruceros de bandera extranjera no sólo contraviene la
legislación chilena si se efectúa dentro de las 12 millas marinas medidas desde las
respectivas líneas de bases sino que, además, en el caso de que se desarrolle mientras
las naves permanezcan en la Zona Contigua, es decir, hasta las 24 millas marinas.
17. Con fecha 19 de junio de 2006, mediante Oficio N° 10980 dirigido a la Coordinadora
Legislativa del Ministerio de Hacienda, el Director Nacional de Aduanas responde la Prov.
N° 199, de 1 de junio de 2006, informando al tenor de lo requerido, esto es, la operación de
naves de pasajeros extranjeras, en términos de absoluta desigualdad, lo que constituiría
una competencia desleal. El Director Nacional señala que en lo referente a las salas de
juego o almacenes de venta libre instaladas en las naves extranjeras, la Aduana no
permite su funcionamiento, y por lo tanto deben permanecer cerradas, cuando la nave
recala (atracada a un muelle o a la gira) en los puertos nacionales. También, expresa que
desde la perspectiva de la normativa aduanera, la liberación de los derechos de aduana
favorece al rancho tanto de naves nacionales como extranjeras que realicen transporte
internacional por lo que no existiría la desigualdad planteada. Asimismo, que las naves que
solamente realizan transporte al interior del país, deben abastecerse empleando el
procedimiento denominado aprovisionamiento, el que constituye una venta interna por lo
que debe ajustarse a la legislación general.
18. Con fecha 1 de septiembre de 2006, el Servicio Nacional de Aduanas, resuelve la solicitud
de la empresa Antartic Shipping, dictando la Resolución N° 4537 por la que habilita, entre
el 16 de septiembre de 2006 y 10 de abril de 2007, para el desembarco y embarque de
turistas, pasajeros de la nave de bandera panameña Antartic Dream, 10 puntos ubicados
entre los 54°24’ y 55°57’ Latitud Sur.
20. Con fecha 10 de noviembre de 2006, el Servicio Nacional de Aduanas, resuelve la solicitud
de la Agencia Naviera ULTRAMAR, dictando la Resolución N° 5764 por la que habilita,
entre el 10 de noviembre de 2006 y 31 de mayo de 2007, la Isla Magdalena para el
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desembarco y embarque de turistas.
21. Con fecha 13 de noviembre de 2006, el Servicio Nacional de Aduanas, resuelve la solicitud
de la Agencia Marítima AGUNSA, dictando la Resolución N° 5815 por la que habilita el
sector Punta Gruesa, Seno Martinelli, entre el 13 de noviembre de 2006 y 28 de febrero de
2007, para el desembarco y embarque de turistas.
22. Con fecha 11 de diciembre de 2006, el Servicio Nacional de Aduanas dicta la Resolución
N° 6414 que dejó sin efecto la Resolución 5438 de 2 4.10.2006 y las Resoluciones Nº 4537,
de 01.09.2006, 5764 de 10.11.2006 y 5815 de 13.11.2006.
2.1.- CONSTITUCIONAL.
Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución Política de la República de
Chile y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República.
Los preceptos de la Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como
a toda persona, institución o grupo. La infracción de esta norma generará las responsabilidades y
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sanciones que determine la ley.
Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro
de su competencia y en la forma que prescriba la ley. Ninguna magistratura, ninguna persona ni
grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra
autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución
o las leyes. Todo acto en contravención a ello es nulo y originará las responsabilidades y
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sanciones que la ley señale.
La Constitución asegura a todas las personas la igualdad ante la ley -en Chile no hay persona ni
grupo privilegiados-, ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias.
Asimismo, ella garantiza la igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la
progresión o forma que fije la ley, el derecho a desarrollar cualquier actividad económica que no
sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales
que la regulen, y la no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus
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organismos en materia económica.
2.2.- ADMINISTRATIVO.
Los órganos de la Administración del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las
leyes. Deberán actuar dentro de su competencia y no tienen más atribuciones que las que
expresamente les haya conferido el ordenamiento jurídico. Todo abuso o exceso en el ejercicio de
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sus potestades dará lugar a las acciones y recursos correspondientes.
El Estado será responsable por los daños que causen los órganos de la Administración en el
ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de las responsabilidades que pudieren afectar al
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funcionario que los hubiere ocasionado.
Los órganos de la Administración del Estado deberán cumplir sus cometidos coordinadamente y
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propender a la unidad de acción, evitando la duplicación o interferencia de funciones.
Los órganos de la Administración del Estado actuarán por propia iniciativa en el cumplimiento de
sus funciones, o a petición de parte cuando la ley lo exija expresamente o se haga uso del derecho
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de petición o reclamo, procurando la simplificación y rapidez de los trámites.
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2.3.- MARITIMO.
La soberanía del Estado ribereño se extiende más allá de su territorio y de sus aguas interiores, a
la franja de mar adyacente designada con el nombre de mar territorial. Esta soberanía se extiende
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al espacio aéreo sobre el mar territorial, así como al lecho y al subsuelo de ese mar.
Los Estados tienen derecho a establecer el límite de su mar territorial hasta las 12 millas marinas
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medidas a partir de Líneas de Base. En general, la Línea de Base es la línea de bajamar a lo
largo de la costa, tal como aparece marcada mediante el signo apropiado en cartas a gran escala
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reconocidas oficialmente por el Estado ribereño.
Las aguas situadas en el interior de la línea de base del mar territorial forman parte de las aguas
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interiores del Estado.
Los buques de todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, gozan del derecho de paso inocente
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a través del mar territorial.
Se entiende por paso el hecho de navegar por el mar territorial con el fin de: a) Atravesar dicho mar
sin penetrar en las aguas interiores ni hacer escala en una rada o una instalación portuaria fuera
de las aguas interiores, o b) Dirigirse hacia las aguas interiores o salir de ellas, o hacer escala en
una de esas radas o instalaciones portuarias o salir de ella. El paso será rápido e ininterrumpido.
No obstante, el paso comprende la detención y el fondeo, pero sólo en la medida en que
constituyan incidentes normales de la navegación o sean impuestos al buque por fuerza mayor o
dificultad grave o se realicen con el fin de prestar auxilio a personas, buques o aeronaves en
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peligro o en dificultad grave.
El paso es inocente mientras no sea perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del
Estado ribereño. Se considerará que el paso de un buque extranjero es perjudicial para la paz, el
buen orden o la seguridad del Estado ribereño si ese buque realiza en el mar territorial, entre otras,
alguna de las siguientes actividades: El embarco o desembarco de cualquier producto, moneda o
persona, en contravención de las leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o
sanitarios del Estado ribereño; Cualesquiera otras actividades que no estén directamente
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relacionadas con el paso.
El Estado ribereño podrá dictar leyes y reglamentos relativos al paso inocente por el mar territorial,
entre otras, sobre la prevención de las infracciones de sus leyes y reglamentos aduaneros fiscales,
de inmigración y sanitarios. El Estado ribereño dará la debida publicidad a todas esas leyes y
reglamentos. Los buques extranjeros que ejerzan el derecho de paso inocente por el mar territorial
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deberán observar tales leyes y reglamentos.
El Estado ribereño podrá tomar en su mar territorial las medidas necesarias para impedir todo paso
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que no sea inocente.
No podrá imponerse gravamen alguno a los buques extranjeros por el solo hecho de su paso por el
mar territorial. Sólo podrán imponerse gravámenes a un buque extranjero que pase por el mar
territorial como remuneración de servicios determinados prestados a dicho buque. Estos
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gravámenes se impondrán sin discriminación.
El Estado ribereño no podrá tomar contra buques extranjeros medidas de ejecución ni medidas
cautelares en materia civil, salvo como consecuencia de obligaciones contraídas por dichos
buques o de responsabilidades en que éstos hayan incurrido durante su paso por las aguas del
13 Artículo 2° de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Firmada por Chile el 10 de diciembre
de 1982, y ratificada el 25 de agosto de 1997.
14 Artículo 3°, Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convención sobre el Derecho del Mar).
15 Artículo 5°, Convención sobre el Derecho del Mar.
16 Artículo 8°, Convención sobre el Derecho del Mar.
17 Artículo 17, Convención sobre el Derecho del Mar.
18 Artículo 18, Convención sobre el Derecho del Mar.
19 Artículo 19, Convención sobre el Derecho del Mar.
20 Artículo 21, Convención sobre el Derecho del Mar.
21 Artículo 25, Convención sobre el Derecho del Mar.
22 Artículo 26, Convención sobre el Derecho del Mar.
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Estado ribereño o con motivo de ese paso. Lo anterior no menoscabará el derecho del Estado
ribereño a tomar, de conformidad con sus leyes, medidas de ejecución y medidas cautelares en
materia civil en relación con un buque extranjero que se detenga en su mar territorial o pase por él
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procedente de sus aguas interiores.
En una zona contigua a su mar territorial, designada con el nombre de Zona Contigua, el Estado
ribereño podrá tomar las medidas de fiscalización necesarias para: a) Prevenir las infracciones de
sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios que se cometan en su
territorio o en su mar territorial, b) Sancionar las infracciones de esas leyes y reglamentos
cometidas en su territorio o en su mar territorial. La zona contigua no podrá extenderse más allá de
24 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del
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mar territorial.
El mar adyacente, hasta la distancia de doce millas marinas medidas desde las respectivas líneas
de base, es mar territorial y de dominio nacional. Pero, para objetos concernientes a la prevención
y sanción de las infracciones de sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o
sanitarios, el Estado ejerce jurisdicción sobre un espacio marítimo denominado zona contigua, que
se extiende hasta la distancia de veinticuatro millas marinas, medidas de la misma manera. Las
aguas situadas en el interior de las líneas de base del mar territorial, forman parte de las aguas
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interiores del Estado.
El mar adyacente que se extiende hasta las doscientas millas marinas contadas desde las líneas
de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, y más allá de este último, se
denomina zona económica exclusiva. En ella el Estado ejerce derechos de soberanía para
explorar, explotar, conservar y administrar los recursos naturales vivos y no vivos de las aguas
suprayacentes al lecho, del lecho y el subsuelo del mar, y para desarrollar cualesquiera otras
actividades con miras a la exploración y explotación económica de esa zona. El Estado ejerce
derechos de soberanía exclusivos sobre la plataforma continental para los fines de la
conservación, exploración y explotación de sus recursos naturales. Además, al Estado le
corresponde toda otra jurisdicción y derechos previstos en el Derecho Internacional respecto de la
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zona económica exclusiva y de la plataforma continental.
El uso y goce que para el tránsito, riego, navegación y cualesquiera otros objetos lícitos,
corresponden a los particulares en el mar y sus playas, en ríos y lagos y generalmente en todos los
bienes nacionales de uso público, están sujetos a las disposiciones del Código Civil, y a las
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ordenanzas generales o locales que sobre la materia se promulguen.
El cabotaje está reservado a las naves chilenas. Se entiende por tal el transporte marítimo, fluvial o
lacustre de pasajeros y de carga entre puntos del territorio nacional, y entre éstos y artefactos
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navales instalados en el mar territorial o en la zona económica exclusiva.
Las naves mercantes extranjeras podrán participar en el cabotaje cuando se trate de volúmenes de
carga superiores a 900 toneladas, previa licitación pública efectuada por el usuario, convocada con
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la debida anticipación.
Respecto del transporte de carga por vía marítima desde o hacia Chile, se aplica el principio de
reciprocidad, de tal forma que la proporción del acceso que tendrán las naves mercantes
extranjeras a las cargas marítimas, desde o hacia el país, se regulará según la proporción del
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acceso que, en sus tráficos correspondientes, se permita a las naves chilenas por el país
respectivo. Con tal objeto, se reserva para las naves chilenas el 50% de las carga desde o hacia
Chile sólo en aquellos tráficos bilaterales desde o hacia el otro país del intercambio que tenga
reservada toda o parte de su carga desde o hacia Chile a su Marina Mercante. La aplicación de
esta norma corresponde a la Comisión presidida por el Ministro de Transportes y
Telecomunicaciones, e integrada por el Director General del Territorio Marítimo y de Marina
Mercante, el Director General de Relaciones Económicas Internacionales, del Ministerio de
Relaciones Exteriores, el Subsecretario de Marina, un representante del Ministerio de Economía,
Fomento y Reconstrucción, un representante del Ministerio de Hacienda y un representante de la
Oficina de Planificación Nacional, estos tres últimos nombrados por decreto supremo. La Comisión
deberá escuchar siempre a los armadores o usuarios que sean partes interesadas, los cuales
podrán hacerse acompañar por la entidad gremial a la cual estén afiliados y solicitará los informes
técnicos que sean necesarios, antes de resolver. La Comisión ejercerá sus facultades cuando se
estime necesaria y útil para obtener el acceso de naves chilenas a cierto tráfico. Sus resoluciones
deberán ser siempre fundadas, se les dará publicidad y serán ejecutadas a través del
Departamento de Transporte Marítimo, Fluvial y Lacustre del Ministerio de Transportes y
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Telecomunicaciones.
Todas las empresas navieras chilenas tendrán derecho a participar en los tráficos, tanto de
cabotaje como servicio exterior. El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y la Comisión
señalada en el párrafo anterior, velarán porque a ninguna empresa naviera chilena se le impida el
acceso a las líneas regulares que se establezcan, entendiéndose por tales las que respondiendo a
una necesidad de mercado, ofrezcan regularidad, eficiencia y seguridad en el transporte marítimo
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exterior o de cabotaje. Además, a dicha Comisión le corresponde resolver los reclamos
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interpuestos por los navieros chilenos que participen en la Licitación Pública antes mencionada
La Dirección podrá prohibir el tránsito por aguas sometidas a la jurisdicción nacional, si su paso no
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es inocente o es peligroso.
Toda nave deberá tener un agente o consignatario en los puertos nacionales a que arribe, salvo en
los puertos en que el armador tenga oficina establecida, donde podrá actuar directamente. Los
deberes, atribuciones y responsabilidades de los agentes de naves, en su relación con la Autoridad
Marítima y otras autoridades administrativas, serán determinados por reglamento. Sin perjuicio de
la representación del agente de naves, el capitán es representante legal del propietario, armador u
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operador de la nave ante las autoridades marítimas y portuarias.
La DGTM y MM, por intermedio de las Autoridades Marítimas y del personal de su dependencia,
ejercerá la policía marítima en las aguas sometidas a la jurisdicción nacional y en los demás
lugares que su ley orgánica señala. La Autoridad Marítima y su personal, en el desempeño de sus
funciones de policía marítima, tendrán el carácter de fuerza pública, serán ministros de fe respecto
de los hechos que certifiquen y de las denuncias que formulen. Corresponde a la Autoridad
Marítima supervigilar el cumplimiento de todas las normas legales y reglamentarias y de las
resoluciones administrativas que rijan o deban llevarse a efecto en aguas sometidas a la
jurisdicción nacional. La Autoridad Marítima velará también por el cumplimiento de las resoluciones
judiciales que deban ejecutarse en su zona jurisdiccional. Las resoluciones o actuaciones
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administrativas que deban cumplirse o llevarse a efecto en aguas sometidas a la jurisdicción
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nacional se ejecutarán por intermedio o con asistencia de la Autoridad Marítima.
Corresponde a la DGTM y MM, entre otras funciones: Multar a los infractores de las leyes y
reglamentos vigentes y de los que se dicten concernientes a los servicios de la Marina Mercante
Nacional; y ejercer la Policía Marítima, Fluvial y Lacustre. El Director y las Autoridades Marítimas y
los demás funcionarios en quienes el Director o las Autoridades Marítimas deleguen tales
facultades podrán, dentro de sus funciones de Policía Marítima, dar cumplimiento a las
instrucciones que impartan los fiscales del Ministerio Público respecto de personas que pudieren
encontrarse en naves o artefactos navales; respecto de dichas naves o artefactos, o de los recintos
portuarios, y b) Realizar en los recintos portuarios y en las naves o artefactos navales las
actuaciones que el Código Procesal Penal permite que la policía efectúe sin recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales, informando sobre ellas de inmediato al Ministerio Público.
Lo anterior, se aplica también a las naves que enarbolen el pabellón nacional y que hacen uso de
la libertad de navegación, con arreglo al derecho internacional. Tratándose de naves extranjeras,
se estará en todo a lo dispuesto en los convenios y acuerdos internacionales sobre la materia.
Corresponderán a la Dirección, además, todas las funciones que le encomienden otras leyes o
reglamentos de la República. La jurisdicción de la Dirección se extiende sobre las aguas interiores
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y el mar territorial hasta las 12 millas medidas desde la línea de la más baja marea.
2.4.- ADUANERO.
Todo empleado de Aduana, dentro de las Zonas Primarias de Jurisdicción y en los perímetros de
vigilancia especial en el ejercicio de sus funciones podrá examinar y registrar las naves, aeronaves,
trenes, vehículos, personas, animales, bultos, cajas, embalajes o cualquier envase en que pueda
suponer que haya mercancías introducidas al territorio nacional o que se intente introducir o extraer
de él con infracción de la legislación aduanera. Con este objeto, podrá dar alarma a la nave,
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aeronave, vehículo o persona que vaya en camino y retenerla.
La vigilancia del mar, espacio aéreo y tierra, a fin de prevenir, impedir y perseguir delitos de
contrabando y fraude aduanero, estará a cargo de la Dirección del Litoral y Marina Mercante,
Dirección de Aeronáutica y Carabineros, en su respectivo ámbito de competencia. Lo anterior, sin
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perjuicio de las atribuciones que puedan corresponder a otros organismos.
El paso de las mercancías y personas por las fronteras, puertos y aeropuertos sólo podrá
efectuarse legalmente por los puntos habilitados, a título permanente, temporal u ocasional, que al
efecto determine el Presidente de la República, mediante decreto supremo expedido a través del
Ministerio de Hacienda. El Director Nacional de Aduanas fijará las épocas o períodos de
funcionamiento de los puntos habilitados en forma temporal u ocasional. Sin perjuicio de lo
anterior, el Director Nacional de Aduanas, en casos de fuerza mayor, podrá autorizar el paso de
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mercancías y personas por puntos no habilitados.
Las normas de la Ordenanza de Aduanas se aplicarán a las mercancías y a las personas que
lleguen o salgan del país en cualquier medio de transporte de carga o pasajeros o que se movilicen
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por sus propios medios. Para los efectos de la Ordenanza, se entenderá por Provisiones y
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Rancho mercancías destinadas al consumo de pasajeros y tripulantes o al servicio de la nave.
Todas las mercancías que ingresen al país desde el extranjero o de zona de tratamiento
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aduanero especial, quedarán sometidas a la potestad de la Aduana. Las mercancías
introducidas al territorio nacional deberán ser presentadas a la Aduana. Todo vehículo al momento
de su llegada o salida del territorio deberá presentar, a través del conductor o de su representante,
a la Aduana correspondiente al lugar de su ingreso o salida, los siguientes documentos: 1)
Manifiesto de carga general incluyendo las provisiones y rancho, 2) Lista de pasajeros y
tripulantes, y 3) Guía de Correos. Además, en cada lugar de escala: 1) Manifiesto de carga de la
mercancía consignada hacia o desde dicho lugar, 2) Lista de pasajeros y tripulantes que hayan de
desembarcar, embarcar o permanecer en tránsito en dichos lugares, y 3) Guía de Correos con los
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efectos postales que hayan de ser entregados o recibidos por el Servicio de Correos.
Por la sola presentación de los documentos señalados a la Aduana respectiva, se entenderá que el
vehículo ha sido recibido por el Servicio y las mercancías presentadas a él. Si la presentación de
los documentos se hace por vía electrónica, se estará a la recepción efectiva del vehículo y en esa
misma oportunidad se entenderán presentadas las mercancías. Las naves que solamente viajen
entre los puertos de la República, sin tocar puertos extranjeros, deben entregar en cada puerto el
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manifiesto particular de la carga extranjera que transportan.
Las mercancías procedentes del extranjero destinadas al rancho de los vehículos que excedan por
su cantidad, a juicio del Director Nacional de Aduanas, a las necesidades de ellos, deberán pagar
los derechos aunque no se descarguen, a no ser que se reexporten o se entreguen a la Aduana y
se coloquen bajo sello de ésta, mientras permanezcan en el país, si la Dirección Nacional lo
considera necesario y sin perjuicio de otras cauciones. Las mercancías que los vehículos
transporten y que hayan sido manifestadas como destinadas a ser vendidas a sus
pasajeros, deberán pagar los derechos de importación que la ley señale, a no ser que sean
reexportadas y colocadas bajo sello mientras permanezcan dentro de la zona primaria de la
51
Aduana, si el Jefe de ella lo considera necesario.
Se consideran Rancho, el cual está liberado de derechos aduaneros, los combustibles, lubricantes,
aparejos y demás mercancías, incluyendo las provisiones destinadas al consumo de pasajeros y
tripulantes que requieran las naves o aeronaves destinadas al transporte internacional y en estado
de viajar, para su propio mantenimiento, conservación y perfeccionamiento. El Rancho de
Importación, por su naturaleza deberá estar destinado a ser consumido en el sentido que su uso
implique un agotamiento de su utilidad y la consecuente necesidad de reposición y consignarse a
una nave o aeronave determinada. La autoridad encargada de acordar la franquicia es el Director
Regional o Administrador de Aduana. El Rancho de Exportación corresponde a las mercancías
señaladas, nacionales o nacionalizadas, siempre que estas últimas no hayan sido internadas como
52
rancho y se destinen a una nave de transporte internacional.
Las mercancías introducidas al territorio nacional deberán ser trasladadas y entregadas en un lugar
habilitado, con excepción de las que se encuentren a bordo de naves o aeronaves que hagan
54
escala en el territorio nacional.
11
capitanes de buques se hará por intermedio de la autoridad marítima; y en la misma forma se
procederá en todos los casos en que, de acuerdo con esta Ordenanza y los reglamentos, se
apliquen multas por hechos, actos y omisiones sometidos a la jurisdicción de la autoridad
56
marítima.
2.5.- TRIBUTARIO.
a) Sobre la Renta.
Salvo disposición en contrario, toda persona domiciliada o residente en Chile pagará impuestos
sobre sus rentas de cualquier origen, sea que la fuente de las entradas esté situada dentro del país
o fuera de él, y las personas no residentes en Chile estarán sujetas a impuesto sobre sus rentas
59
cuya fuente esté dentro del país.
Se consideran rentas de fuente chilena, las que provengan de bienes situados en el país o de
60
actividades desarrolladas en él cualquiera que sea el domicilio o residencia del contribuyente.
Para todos los efectos de la Ley sobre Impuesto a la Renta establecida en el decreto ley Nº 824, de
1974, y sus modificaciones, el cabotaje realizado en Chile por personas sin domicilio ni residencia
en el país se considerará actividad desarrollada en él y, en consecuencia, las rentas que se
61
devenguen por dicho concepto se estimarán que son de fuente chilena.
El concepto de renta está definido como los ingresos que constituyan utilidades o beneficios que
rinda una cosa o actividad y todos los beneficios, utilidades e incrementos de patrimonio que se
62
perciban o devenguen, cualquiera que sea su naturaleza, origen o denominación.
Se aplicará, cobrará y pagará un impuesto adicional a la renta, con tasa del 35%, a las personas
naturales extranjeras que no tengan residencia ni domicilio en Chile y las sociedades o personas
jurídicas constituidas fuera del país, incluso las que se constituyan con arreglo a la leyes chilenas y
fijen su domicilio en Chile, que tengan en Chile cualquiera clase de establecimientos permanentes,
tales como sucursales, oficinas, agentes o representantes. Pagarán este impuesto por el total de las
rentas de fuente chilena que remesen al exterior o sean retiradas, con excepción de los intereses a
que se refiere el Nº 1 del artículo 59 de la Ley sobre Impuesto a la Renta. Para estos efectos, el
impuesto contemplado en este número se considerará formando parte de la base imponible
63
representada por los retiros o remesas brutos.
Las personas naturales extranjeras que no tengan residencia ni domicilio en Chile y las sociedades o
personas jurídicas constituidas fuera del país, incluso las que se constituyan con arreglo a las leyes
chilenas, que perciban o devenguen rentas de fuentes chilenas que no se encuentren afectas a
impuesto de acuerdo con las normas de los artículos 58º y 59º de la Ley de la Renta, pagarán
64
respecto de ellas un impuesto adicional de 35%.
Están obligados a presentar anualmente una declaración jurada de sus rentas en cada año tributario
los contribuyentes gravados en el número 1º del artículo 58º, por las rentas devengadas o percibidas
en el año calendario o comercial anterior, y los contribuyentes a que se refiere el artículo 60º inciso
65
primero por las rentas percibidas, devengadas o retiradas en el año anterior.
12
Si las corporaciones, sociedades, empresas o cualquiera persona jurídica extranjera obligada a la
declaración señalada en los párrafos anteriores no tuvieren sucursal u oficina en Chile, sino un agente
66
o representante, éste deberá presentar la declaración jurada.
El Impuesto al Valor Agregado grava las ventas y servicios de acuerdo a las normas establecidas en la
ley del ramo. Para estos efectos, son contribuyentes, las personas naturales o jurídicas, incluyendo las
comunidades y las sociedades de hecho, que realicen ventas, que presten servicios o efectúen
67
cualquier otra operación gravada con los impuestos establecidos en ella.
Para los efectos de la ley sobre IVA, salvo que la naturaleza del texto implique otro significado, se
entenderá por “servicio”, la acción o prestación que una persona realiza para otra y por la cual percibe
un interés, prima, comisión o cualquiera otra forma de remuneración, siempre que provenga del
ejercicio de las actividades comprendidas en los Nº 3 y 4, del artículo 20, de la Ley de la Renta. El N° 4
del referido artículo contempla, entre ellas, a las empresas de diversión y esparcimiento. Asimismo,
por “prestador de servicios” se entiende a cualquier persona natural o jurídica, incluyendo las
68
comunidades y las sociedades de hecho, que preste servicios en forma habitual o esporádica.
El IVA grava los servicios prestados o utilizados en el territorio nacional, sea que la remuneración
correspondiente se pague o perciba en Chile o en el extranjero. Se entiende que el servicio es
prestado en el territorio nacional cuando la actividad que genera el servicio es desarrollada en Chile,
69
independientemente del lugar donde éste se utilice.
Se encuentran exentos de IVA los fletes marítimos, fluviales, lacustres, aéreos y terrestres del exterior
70
a Chile, y viceversa y los pasajes internacionales. Asimismo, se encuentran liberadas del IVA las
71
empresas navieras, sólo respecto de los ingresos provenientes del transporte de pasajeros.
Para los efectos de la ley sobre IVA, salvo que la naturaleza del texto implique otro significado, se
entenderá por “venta”, toda convención independiente de la designación que le den las partes, que
sirva para transferir a título oneroso el dominio de bienes corporales muebles como, asimismo, todo
acto o contrato que conduzca al mismo fin o que la Ley de IVA equipare a venta. Asimismo, se
entenderá por “vendedor” cualquiera persona natural o jurídica, incluyendo las comunidades y las
sociedades de hecho, que se dedique en forma habitual a la venta de bienes corporales muebles,
sean ellos de su propia producción o adquiridos de terceros. Corresponderá al SII calificar, a su juicio
72
exclusivo, la habitualidad.
Para estos efectos se consideran como ventas las importaciones, sea que tengan o no el carácter de
73
habituales.
Sin perjuicio del IVA, las ventas o importaciones, sean estas últimas habituales o no, de bebidas
alcohólicas y analcohólicas, pagarán un impuesto adicional, que se aplica sobre la misma base
74
imponible que la del Impuesto al Valor Agregado.
13
Estarán afectos al referido impuesto, por las ventas o importaciones que realicen de las especies
señaladas, los importadores por las importaciones habituales o no y por sus ventas y cualquier otro
75
vendedor por las operaciones que efectúe con otro vendedor.
Los exportadores tienen derecho a recuperar el IVA soportado al adquirir bienes o utilizar servicios
destinados a su actividad de exportación. Igual derecho tendrán respecto del impuesto pagado al
importar bienes para el mismo objeto, ya sea por la vía de imputación del crédito fiscal o la devolución
76
conforme a lo establecido en el DS 348 de 1975.
Se consideran exportadores las empresas navieras, o sus representantes en Chile, que efectúen
transporte de pasajeros o de carga en tránsito por el país y que, por consiguiente, no tomen o dejen
pasajeros en Chile ni carguen o descarguen bienes o mercancías en el país, respecto de la
77
adquisición de bienes para el aprovisionamiento denominado rancho de sus naves.
También gozan de este beneficio, las empresas que no estén constituidas en Chile, que exploten
naves pesqueras y buques factorías que operen fuera de la zona económica exclusiva, y que recalen
en los puertos de las regiones I, XI o XII, respecto de las mercancías que adquieran para su
aprovisionamiento o rancho, o por los servicios de reparación y mantención de las naves y de sus
equipos de pesca, por los servicios de muellaje, estiba, desestiba y demás servicios portuarios y por el
almacenamiento de las mercancías que autorice el Servicio Nacional de Aduanas. Igual beneficio
tendrán las referidas empresas que efectúen transporte de pasajeros o de carga en tránsito por el país
y que, por consiguiente, no tomen o dejen pasajeros ni carguen o descarguen bienes o mercancías en
78
Chile, que recalen en las citadas Regiones por los servicios portuarios que en ellas les presten.
Las empresas navieras chilenas o extranjeras comprendidas entre éstas las de lanchaje, muellaje y
de remolcadores, que efectúen transporte de carga y pasajeros desde el exterior hacia Chile y
viceversa, gozarán respecto de estas operaciones del mismo tratamiento indicado en el artículo 36
79
del decreto ley Nº 825, de 1974.
Hay objeto ilícito en las deudas contraídas en juego de azar, y generalmente en todo contrato
80
prohibido por las leyes.
Corresponde al Estado determinar, en los términos previstos en la Ley de Casinos, los requisitos y
condiciones bajo los cuales los juegos de azar y sus apuestas asociadas pueden ser autorizados,
la reglamentación general de los mismos, como también la autorización y fiscalización de las
entidades facultadas para desarrollarlos, todo lo anterior, atendido el carácter excepcional de su
explotación comercial, en razón de las consideraciones de orden público y seguridad nacional que
su autorización implica. Es atribución exclusiva de la instancia administrativa dispuesta en la Ley
de Casinos, la de autorizar o denegar en cada caso la explotación de casinos de juego en el
81
territorio nacional.
14
cumplimiento. Requerir de los demás organismos del Estado los informes que estime necesarios
para el cumplimiento de sus funciones. Imponer las sanciones y multas que establecen la presente
ley y las demás disposiciones legales que regulen la actividad de los casinos de juego. Accionar
ante los tribunales de justicia, de oficio o a petición de parte, respecto de la explotación o práctica
de juegos de azar desarrollados al margen de la presente ley por personas o entidades no
autorizadas; como asimismo por los delitos e infracciones de que tome conocimiento con motivo
83
del ejercicio de sus funciones fiscalizadoras.
No se podrán desarrollar y explotar los juegos de azar que la Ley de Casinos establece sino en la
forma y condiciones que ella regula, y sólo por las entidades que en ella se contemplan. Las
infracciones a esta ley que no tengan señalada una sanción especial serán penadas con multa a
beneficio fiscal de tres a noventa unidades tributarias mensuales. En caso de reincidencia, dentro
84
de un período no superior a un año, estas multas se duplicarán.
II.- CONSIDERACIONES.
Así, las autoridades y jefaturas, dentro del ámbito de su competencia y en los niveles que
corresponda, ejercerán un control jerárquico permanente del funcionamiento de los organismos y
de la actuación del personal de su dependencia, el que se extenderá tanto a la eficiencia y eficacia
87
en el cumplimiento de los fines y objetivos, como a la legalidad y oportunidad de las actuaciones.
15
Dada la supremacía constitucional, tanto la actuación como el control de sus subordinados por
parte de los superiores jerárquicos, debe sujetarse a los principios y normas que consagra.
La garantía de igualdad se fortalece al estar inhibidos a los órganos del Estado a establecer
diferencias arbitrarias en la aplicación de las normas en materia económica. Sólo en virtud de una
ley que no signifique tal discriminación, se podrán autorizar determinados beneficios directos o
indirectos en favor de algún sector, actividad o zona geográfica, o establecer gravámenes
especiales que afecten a uno u otras.
Por su parte, la autoridad administrativa debe actuar coordinadamente con las restantes
autoridades, esto es, ajustando sus actuaciones al fin común a todas ellas, evitando generar o
facilitar las condiciones que permitan la ocurrencia de ilícitos, ya sea por agravar deficiencias en el
ejercicio de sus labores de fiscalización o por causa de mera tolerancia en la ocurrencia de hechos
en infracción de la normativa legal.
2.- MARÍTIMAS.
Por regla general, el cabotaje está reservado a las naves chilenas. Se entiende por tal el transporte
marítimo, fluvial o lacustre de pasajeros y de carga entre puntos del territorio nacional, y entre
éstos y artefactos navales instalados en el mar territorial o en la zona económica exclusiva.
Se entiende por Transportador, toda persona que, en virtud de un contrato de pasaje, se obliga a
transportar pasajeros, sea por cuenta propia o a nombre de otro. El transporte de los pasajeros
puede ser ejecutado también por un transportador efectivo, que es toda persona distinta del
transportador, que efectúa de hecho la totalidad o parte del transporte. El Pasajero es toda persona
transportada por una nave, sea en virtud de un contrato de pasaje, o que con el consentimiento del
transportador, viaja acompañando a un vehículo o a animales vivos, amparados por un contrato de
88
transporte marítimo de mercancías.
En este sentido, cabe tener presente que en nuestra legislación, mediante la celebración de un
contrato de pasaje, el transportador se obliga a conducir a una persona por mar en un trayecto
determinado, a cambio del pago de una remuneración denominada pasaje. Siendo sólo aplicable a
los contratos de pasaje por vía marítima, se excepciona de la aplicación de las normas de dicho
contrato al transporte de personas dentro de un mismo puerto, rada o bahía, con fines recreativos
Conforme a lo anterior, se deduce que el contrato de pasaje es independiente del motivo del
pasajero a celebrarlo, de manera tal que el transporte con fines esencial o meramente turísticos
representa un contrato de pasaje.
Así, respecto al concepto de Paso Inocente, importa el análisis a la luz de lo que ha señalado la
Autoridad Marítima. La DGTM y MM, en su informe a la Iltma. Corte de Apelaciones de Punta
Arenas, señala que le consta que ninguna nave extranjera mientras se ha encontrado surta, es
decir, tranquila o detenida en aguas territoriales, ha mantenido abiertos sus casinos de juegos. Con
dicha afirmación, la Autoridad Marítima omite referirse a qué es lo que pasa en la navegación.
Además, el argumento del derecho de paso inocente, con lo cual se excusa de ejercer su
autoridad, omite analizar que el paso de los cruceros extranjeros deja de ser inocente desde el
minuto que su navegación no cumple con lo contemplado en la Convención de Derecho del Mar, a
decir:
2. La navegación tiene por objeto el desarrollo de una actividad comercial turística, es decir,
es el tránsito en sí el objeto de la navegación y no el paso en los términos que permiten
calificarlo de inocente. El Landing deja en evidencia que no se está frente a un paso
inocente.
Es un hecho que la navegación de los cruceros extranjeros de turismo, desde que navegan en
aguas de jurisdicción chilena con fines comerciales, explotando el recurso natural paisajístico del
país, solicitando la autorización de desvío de las rutas normales de navegación o el desembarco
de sus pasajeros con fines turísticos, no cumplen con los requisitos para que su paso sea
calificado de inocente. Lo mismo ocurriría, si es que se configuraran eventuales infracciones
aduanero-tributarias en su abastecimiento en puertos chilenos.
Estando el cabotaje entre puntos del territorio nacional, y entre éstos y artefactos navales
instalados en el mar territorial o en la zona económica exclusiva, reservado a las naves chilenas,
cabe analizar los casos en que, por excepción, está permitido participar de dicha actividad a naves
extranjeras.
En el segundo, está establecido que la Autoridad Marítima deberá dar la autorización cuando se
trate del transporte exclusivo de pasajeros. En este sentido, si bien esta norma se encuentra dentro
del mismo inciso 6° del artículo 3° de la Ley de Fo mento a la Marina Mercante que se refiere al
transporte de carga, los términos se ocupan en forma específica y excluyente, es decir, el
transporte exclusivo de pasajeros por parte de naves de bandera extranjera sólo requiere que la
Autoridad Marítima la autorice. Confirma este criterio lo contemplado en el Reglamento de dicha
ley, donde la interpretación que se dio a la norma es que se entrega a la Autoridad Marítima la
facultad de decidir al respecto.
Ahora bien, corresponde determinar si esa autorización debe o puede ser entregada a discreción
de la Autoridad Marítima. Al respecto, debemos tener presente que la misma norma que establece
la reserva de cabotaje dispone que la Autoridad Marítima local correspondiente podrá excluir a una
o más naves mercantes extranjeras del cabotaje cuando, a su juicio, existieren razones suficientes
para así disponerlo. En todo caso, el armador u operador de la nave podrá solicitar la
reconsideración de esta medida, aun por la vía telegráfica, al Director General del Territorio
90
Marítimo y de Marina Mercante. Esta norma se repite en el Reglamento de la Ley, a decir, la
Autoridad Marítima local que corresponda podrá excluir a una o más naves mercantes extranjeras
del comercio de cabotaje, cuando a su juicio existieren razones suficientes para así disponerlo. En
Conforme a lo anterior, la Autoridad Marítima no está obligada a dar la autorización a una nave
extranjera para realizar transporte de pasajeros entre puntos del territorio nacional, y entre éstos y
artefactos navales instalados en el mar territorial o en la zona económica exclusiva. Tanto el
otorgamiento de la autorización, su negativa y la exclusión de una nave extranjera de participar del
transporte de pasajeros es facultad de la Autoridad Marítima.
No obstante, ello no significa que la Autoridad Marítima quede a su solo arbitrio para decidirlo. En
ese sentido, la misma ley nos ilustra al requerir que, si bien es a su juicio, existan razones
suficientes para así disponerlo. Esas razones, entre otras, deben considerar los principios
constitucionales antes analizados así como las disposiciones legales para la administración del
Estado que exigen a la Autoridad Marítima respecto del resto de las autoridades cumplir sus
cometidos coordinadamente y propender a la unidad de acción, evitando la duplicación o
interferencia de funciones, es decir, por ejemplo, que la DGTM y MM debe otorgar las
autorizaciones habiéndose, previamente, asegurado que dicha autorización no provocará un
problema a los restantes órganos llamados a fiscalizar una actividad comercial en Chile ni a facilitar
la comisión de ilícitos.
Por otro lado, dichas autorizaciones deben darse por cada nave y ruta a transitar, es decir, no
pueden ser genéricas. De lo contrario, se estaría por la vía administrativa, derogando la reserva de
cabotaje establecido en la Ley de Fomento de la Marina Mercante Nacional.
En cuanto a la sanción por infracción, y sin perjuicio de las medidas para impedir la navegación de
la nave infractora, la Autoridad Marítima podrá imponer una multa de uno a cincuenta pesos oro
por tonelada de registro grueso.
92
Asimismo, en su calidad de Policía Marítima , cumplirá con las instrucciones de la Fiscalía
Pública y recibirá las denuncias del público.
3.- ADUANERAS.
Respecto a las actuaciones del Servicio Nacional de Aduanas, esto es, las resoluciones que
autorizaban el desembarco de turistas, pasajeros de naves de bandera extranjera, es importante
delimitar su competencia en ese punto. Sobre ello, debe tenerse en consideración que el paso de
las personas por las fronteras, puertos y aeropuertos sólo podrá efectuarse legalmente por los
puntos habilitados, a título permanente, temporal u ocasional, que al efecto determine el Presidente
de la República, mediante decreto supremo expedido a través del Ministerio de Hacienda. El
Es decir, aun en el caso de que se hubiese considerado al Servicio de Aduanas competente para
habilitar puntos de desembarco, sólo podría ser sobre aquellos puntos fijados por decreto supremo
o, sin existir dicho decreto, sólo en casos de fuerza mayor el Servicio de Aduanas podría autorizar
el paso de mercancías y personas por puntos no habilitados.
Por otro lado, es dable concluir que los pasajeros de naves extranjeras, desde el momento en que
han ingresado formalmente al país en un puerto, no necesitarían que el Servicio de Aduanas
habilitara un eventual punto de desembarco mientras se encuentren en el país.
En cuanto a las funciones del Servicio Nacional de Aduanas, en lo que dice relación con la
fiscalización de los tributos y derechos por las importaciones, control de exportaciones y, en
general, el ingreso y salida de bienes del país, debe tenerse presente que la Importación está
definida como la introducción legal de mercancía extranjera para su uso o consumo en el país,
siendo responsabilidad de dicho Servicio la fiscalización del hecho de que las mercaderías se
importen al país.
Así, se exceptúan de ser importadas las mercancías destinadas al rancho de las naves. Dicho
rancho corresponde a los combustibles, lubricantes, aparejos y demás mercancías, incluyendo las
provisiones destinadas al consumo de pasajeros y tripulantes que requieran las naves destinadas
al transporte internacional y en estado de viajar, para su propio mantenimiento, conservación y
perfeccionamiento.
Conforme a lo anterior, las mercancías destinadas a ser vendidas a sus pasajeros deben
importarse y ser pagados los derechos e impuestos aplicables a la importación. Asimismo, sólo
podrá considerarse rancho las mercancías que serán consumidas por una nave que realice
transporte internacional en estado de viajar, por lo tanto, en y desde el puerto desde el cual
zarpará al exterior.
En este sentido, la legislación es clara en disponer incluso que, si a juicio del Director Nacional de
Aduanas, mercancías procedentes del extranjero destinadas al rancho de una nave excedan por
su cantidad a sus necesidades, deberán pagarse los derechos aunque no se descarguen, a no ser
que se reexporten o se entreguen a la Aduana y se coloquen bajo sello de ésta, mientras
permanezcan en el país, si la Dirección Nacional lo considera necesario y sin perjuicio de otras
cauciones. Respecto de aquellas destinadas a ser vendidas a sus pasajeros, deberán pagar los
derechos de importación que la ley señale, a no ser que sean reexportadas y colocadas bajo sello
mientras permanezcan dentro de la zona primaria de la Aduana, si el Jefe de ella lo considera
necesario
El Servicio Nacional de Aduanas, mediante Oficio N° 10980 de fecha 19 de junio de 2006, incurre
en las siguientes omisiones que lo llevan a conclusiones erradas:
19
2. Al reducir el tema a la utilización de mercancías a la calidad de rancho, se omite considerar
si se configura o no la actividad de transporte internacional, así como la eventual venta de
dichas mercancías a los pasajeros.
El Servicio Nacional de Aduanas, podrá instruir a la Policía Marítima para realizar visitas de fondeo
o registro de naves, las operaciones de fiscalización generales del Servicio, esto es, entrar,
registrar e incautar en lugares cerrados donde se presuma fundadamente la existencia de las
mercancías a fiscalizar y, en particular, las que corresponden a todo empleado de Aduanas para
realizar dentro de las zonas primarias, el examen y registro de naves, entre otros vehículos, en las
que pueda suponerse que haya mercancías introducidas al territorio nacional o que se intente
introducir o extraer con infracción de la legislación aduanera, en lo que a él compete legalmente
93
fiscalizar.
4.- TRIBUTARIAS.
a) Sobre la Renta.
La Ley de la Renta contempla un principio dual de jurisdicción para la aplicación de sus normas ya
que, por un lado, sustenta el principio de la residencia o renta mundial, respecto de las personas
residentes en Chile, y por otro, el principio de la fuente, respecto de los no residentes en el país.
La generación de renta por concepto de la operación de los cruceros en aguas territoriales chilenas
corresponde, desde el punto de vista tributario, a ingresos de fuente chilena. En efecto, el
transporte de pasajeros se hace con un propósito turístico, aprovechando las condiciones naturales
del mar y costa chilenos, ofreciéndose la navegación en los fiordos chilenos como tal.
También, en la Circular N° 36 de 1980, Capítulo II, N° 2, se señala: “.- Rentas de fuente chilena. a)
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 13 del citado decreto ley, debe entenderse para la
aplicación de la Ley de la Renta que el cabotaje realizado en Chile por personas sin domicilio ni
residencia en el país se considera actividad desarrollada en el país y, por lo tanto, la renta que
genera esta actividad será de fuente chilena. b) La disposición legal citada es concordante con lo
enumerado en el artículo 10 de la Ley de la Renta, que considera rentas de fuente chilena las que
provengan de bienes situados en el país o de actividades desarrolladas en él, cualquiera que sea
el domicilio o residencia del contribuyente. Evidentemente el cabotaje es una actividad que se lleva
a cabo en el territorio nacional y, en consecuencia, el artículo 13 del D.L. N° 3.059 viene a ratifica r
lo ya expresado en la Ley de la Renta.
El Servicio de Impuestos Internos ha sostenido que no obstante la exención del IVA que favorece a
las empresas navieras sólo respecto de los ingresos provenientes del transporte de pasajeros, si el
transporte es efectuado con fines meramente turísticos, esto es que el objetivo del viaje sea
conocer lugares de interés turístico permitiendo con ello el disfrute y distracción de los pasajeros, lo
que se podrá establecer si concurren en la prestación elementos tales como, por ejemplo: contar
con guías de turismo, comodidades especiales, ofrecer algún tipo de servicio a bordo o
93 Ver OF. FN N° 042, de 22 de enero de 2003, del Fiscal Nacional del Ministerio Público.
20
simplemente promocionar como objetivo principal del viaje el mostrar las bellezas naturales de la
zona, dicha actividad se encontraría gravada con impuesto al valor agregado por quedar
clasificada como empresa de diversión y esparcimiento, comprendida en el artículo 20º, Nº 4, de la
94
Ley de la Renta.
También, el SII ha sostenido que si el conjunto de actividades desarrolladas y que como un todo
constituye un servicio integral prestado por una empresa de diversión o esparcimiento, la totalidad
96
de los servicios se encuentran gravados con IVA.
Asimismo, la exención de IVA beneficia a las empresas navieras sólo respecto de los ingresos
provenientes del transporte de pasajeros, por lo que, en la medida que no sea éste el servicio
esencial que se presta para cumplir un objetivo –que podría ser el turismo- procedería la
97
recuperación del impuesto al petróleo diesel, por encontrarse esta actividad afecta al IVA.
Por otro lado, en el caso de los servicios prestados a turistas extranjeros en hoteles, que sean de
98
aquellos que no digan relación con el alojamiento se encuentran gravados con IVA La Excma.
Corte Suprema ha confirmado el criterio de que los servicios del tipo diversión y esparcimiento
adicionales a los de hotelería prestados se encuentran gravados con IVA, esto es, aquéllos que
ordinariamente se suministran en un hotel, término que el Diccionario de la Real Academia
Española define como establecimiento de hostelería capaz de alojar con comodidad a huéspedes o
viajeros. A su turno, de acuerdo con el mismo Diccionario, se entiende por hostelería el conjunto de
servicios que proporcionan alojamiento y comida a los huéspedes y viajeros mediante
99
compensación económica.
Conforme a lo anteriormente expuesto, existe un concepto básico que es que el servicio con fines
meramente turísticos y que no esté expresamente exento es un hecho gravado con IVA por
corresponder al tipo de diversión y esparcimiento. En principio, el SII sostiene que la finalidad es la
que determina la característica del servicio. Sin embargo también se ha aceptado separar los
servicios en el caso de los hoteles.
De acuerdo a lo anterior, para el SII el transporte marítimo de pasajeros con fines turísticos se
encuentra gravado con IVA, si no en un 100%, en el monto que sea posible distinguir entre el
transporte propiamente tal y el resto de los servicios prestados a bordo.
Por el contrario, una aplicación correcta de las normas tributarias significa que, siendo la
motivación del pasajero para celebrar el contrato de pasaje independiente del pasaje mismo, el
transporte de pasajeros aunque sea con fines esencial o meramente turísticos siempre va a
representar un contrato de pasaje, al cual le son aplicables las disposiciones establecidas en los
artículos 12, letra E, N° 2, y 13, N° 3, de la Ley sobre IVA que eximen de dicho impuesto a los
pasajes internacionales y liberan del mismo a las empresas navieras, sólo respecto de los ingresos
provenientes del transporte de pasajeros, respectivamente.
21
c) Sobre la venta de tours y excursiones para ser desarrollados en los puertos o puntos de
desembarco.
En este sentido, son plenamente aplicables las disposiciones de la Ley sobre el IVA que gravan con
dicho impuesto a las empresas de diversión y esparcimiento, entendiéndose como tales a aquellas
que prestan servicios turísticos como tours y excusiones. De esta forma, los tours y excursiones en
puertos u otros puntos de desembarco, que se venden a los pasajeros por parte de las empresas
navieras extranjeras se encuentran afectos a IVA.
1. Al señalar que para que la venta de productos a bordo de las naves esté afecta a IVA, ellas
deben haber sido nacionalizadas (importadas) y que, como no lo son, no les afecta el IVA,
no considera lo señalado en la Ordenanza de Aduanas que dispone que las mercancías
que los vehículos transporten y que hayan sido manifestadas como destinadas a ser
vendidas a sus pasajeros, deberán pagar los derechos de importación que la ley señale, a
no ser que sean reexportadas y colocadas bajo sello mientras permanezcan dentro de la
zona primaria de la Aduana, si el Jefe de ella lo considera necesario. De esta forma, queda
claro que dichas mercancías sí deben importarse. No obstante, el que no se hayan
declarado e importado no exime al SII de su obligación de fiscalizar el cumplimiento del
pago del IVA respectivo. Además, el fundamento que da, esto es, que el SII se habría
pronunciado en ese sentido en el Oficio 2837, de 2001, y las Resoluciones 5007 y 5137,
ambas de 2000, es improcedente porque solo se refieren a operaciones realizadas por
personas con domicilio o residencia en Chile y sobre mercaderías situadas en el extranjero
o situadas en Chile y no nacionalizadas, éstas últimas correspondiendo a aquellas que,
antes de ser entregadas al cliente de quien realiza dicha venta, son traídas a Chile, pero no
se nacionalizan en el país, por cuanto permanecen en los recintos de depósito aduanero o
ingresan al amparo de un régimen suspensivo de derechos aduaneros bajo el que son
mantenidas, hasta el momento de su salida hacia el país de destino.
2. Al señalar que como los bienes adquiridos como aprovisionamiento de naves, que por
definición no tienen por objeto ser comercializados o revendidos a los pasajeros, sino que
están destinados al abastecimiento de la nave y sus tripulantes, y que no cabría siquiera
analizar operaciones de compra y venta a su respecto que pudieran producirse al interior
de esta, y que por tratarse de compras efectuadas en territorio nacional cuyo impuesto
debe ser recargado por el vendedor, dicha materia excedería el ámbito que pretende
denunciar el recurso, el SII, si bien reconoce que es una operación gravada con IVA, no
aborda la conclusión lógica, esto es, la ilicitud de la compra de mercancías como rancho,
con devolución de IVA exportador, para ser vendidas a los pasajeros.
22
100
El SII, respecto a las normas establecidas en el año 1987 , y que están contempladas en el inciso
5° del artículo 36 de la Ley de IVA, ha señalado qu e la norma se refiere exclusivamente a las
empresas cuyas naves efectúen transporte de pasajeros, entendiéndose por tales a quienes según
101
contrato se obligan por cierto precio a conducir de un lugar a otro pasajeros.
102
Sobre las normas establecidas en el año 1999 , y que están contempladas en el inciso 9° del
artículo 36 de la Ley de IVA, el SII ha señalado que la expresión “no tomen o dejen pasajeros”
está referida al hecho que las naves en tránsito por el país no tomen pasaje nuevo en el territorio
nacional ni dejen ningún pasajero que tenga como destino final Chile, y por ende no se pierde el
beneficio en el caso que la nave en tránsito recale temporalmente en algún puerto de las regiones
I, XI o XII. Y también que la franquicia de recuperar el IVA soportado al utilizar los servicios
portuarios en su recalada en puertos de las Regiones I, XI o XII, a las empresas navieras que
efectúen transporte de pasajeros o carga en tránsito por el país, en donde no tomen o dejen
pasajeros, ni carguen o descarguen mercancías ya existía de acuerdo al inciso quinto del referido
103
artículo 36, desde 1987.”
2. Por el artículo 36 de la Ley sobre IVA, las navieras extranjeras que efectúen transporte de
pasajeros en tránsito por el país. Las que recalen en cualquier parte del país, en general
tendrán derecho por el rancho de las naves. Aquellas que recalen en las regiones I, XI y
XII, además, lo tendrán por los servicios portuarios.
Conforme a las disposiciones legales antes citadas, los juegos de azar son ilícitos salvo que estén
expresamente autorizados por ley al efecto. En el caso de los casinos autorizados, sólo podrán
llevarse a cabo en ellos los juegos de azar autorizados por la Ley de Casinos y sus reglamentos.
Esto, porque se tuvo en consideración las normas contenidas en el Código Civil que disponen que,
para objetos concernientes a la prevención y sanción de las infracciones de sus leyes y
reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios, el Estado ejerce jurisdicción sobre la
Zona Contigua, o sea, hasta las 24 millas marinas.
a) La Convención sobre el Derecho del Mar señala que el paso es inocente mientras no sea
perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño.
b) La Ley de Casinos califica esta materia como de carácter excepcional, en razón de orden
público y seguridad nacional. Es decir, la prohibición de operación de casinos no
autorizados es un asunto de seguridad nacional y su actividad no autorizada constituye un
atentado a la seguridad nacional.
23
c) La norma que regula la autorización de funcionamiento de casinos en naves dispone que
para ser autorizadas, ellas deben efectuar navegación marítima en aguas sometidas a la
jurisdicción nacional y tener por función principal el transporte nacional o internacional de
pasajeros con fines turísticos. Siendo una norma de excepción, es dable concluir, en
primer lugar, que si las operaciones señaladas no están debidamente autorizadas, ellas se
encuentran prohibidas; en segundo lugar, que la navegación no necesariamente tiene que
ser por completo dentro de aguas sometidas a la jurisdicción nacional, ya que simplemente
se señala que se efectúe navegación en dichas aguas, sin determinar qué distancia o
porcentaje del viaje debe representar el tránsito en ellas dentro del total de la navegación.
Confirma esto último, que se contemple que la función principal del viaje es el transporte
nacional o internacional de pasajeros, de manera tal que el tránsito más allá de las 24
millas marinas no implica que se exima de la aplicación de la Ley de Casinos a la nave si
ésta se encuentra en una ruta que ha de transitar por aguas de jurisdicción chilena. De lo
contrario, a una nave, incluso de bandera chilena, y con el objeto de evitar someterse a la
Ley de Casinos, le bastaría con zarpar desde un puerto chileno, luego traspasar el límite
de las 24 millas para, a partir de ese momento, comenzar a operar un casino a bordo, el
cual cerraría sólo antes de reingresar a la Zona Contigua en su navegación de vuelta al
mismo puerto nacional.
Ahora bien, en lo que respecta a las facultades de la Superintendencia de casinos para fiscalizar,
de la manera que señala la Ley de Casinos, esto es, haciendo uso de las facultades legales que se
le otorgan, el Superintendente del ramo, en el Ord. N° 624 dirigido a la Coordinadora Legislativa
del Ministerio de Hacienda, sostiene que carece de competencias para intervenir directamente en
la fiscalización y funcionamiento de los casinos de juego de los cruceros que llegan a territorio
chileno ya que el rol fiscalizador sólo se podría ejercer sobre aquellos casinos y juegos de azar que
cumplen los requisitos legales para operar y ejecutarse como tales.
Sin perjuicio de lo anterior, sostiene que tiene el deber jurídico de accionar judicialmente toda vez
que se trataría de la explotación o práctica de juegos de azar desarrollados sin sujeción a la
normativa vigente por personas o entidades no autorizadas para ello. A tales efectos, señala que
es la Autoridad Marítima, en su calidad de policía marítima quien tiene competencia en la materia.
La Ley de Casinos establece que no se podrán desarrollar y explotar los juegos de azar que la
presente ley establece sino en la forma y condiciones que ella regula, y sólo por las entidades que
en ella se contemplan y que las infracciones a esta ley que no tengan señalada una sanción
especial serán penadas con multa a beneficio fiscal de tres a noventa unidades tributarias
mensuales, teniendo facultad para la aplicación de dicha sanción el Superintendente del ramo, no
se explica sino porque puede fiscalizar a quienes actúen al margen de la ley. No pueden
entenderse limitadas las facultades de la Superintendencia de Casinos sólo a la denuncia y/o
104
acción judicial en contra de los infractores.
En otro aspecto, el Superintendente de Casinos, en el mismo Ord. N° 624 informa sobre las
medidas adoptadas, entre ellas, se cita las actuaciones señaladas en los puntos 6 a 11 de los
Antecedentes de Hecho de el presente informe. Al respecto, cabe resaltar lo insuficiente de ellas a
la luz de la misma interpretación que hace en el Ord. N° 624 por la cual se agrega la Zona
Contigua como área donde tampoco pueden operar los casinos de naves extranjeras. Cabe
agregar que el Superintendente de Casinos reitera esta interpretación al momento de informar a la
Iltma. Corte de Apelaciones de Punta Arenas al tenor del Recurso de Amparo Económico que
interpuso ARMASUR.
104 En este sentido, resulta ilustrativo señalar que en lo que respecta a la Ley de Mercado de Valores, en la Circular
Conjunta del 14 de agosto de 1990 de las Superintendencias de Valores y Seguros y de Bancos e Instituciones
Financieras, se señaló que la Ley Nº 18.045, sobre Mercado de Valores, se refiere, en su Título VI, a la intermediación
de valores, autorizando al efecto sólo a los agentes de valores y a los corredores de bolsa para ejercer dichas funciones.
En la Circular se sostiene que de lo anterior resulta que las personas naturales o jurídicas que no sean agentes de
valores o corredores de bolsa, no pueden dedicarse a los giros propios de estas entidades, esto es, al giro de
intermediación de valores con o sin toma de posición, sin infringir las disposiciones de la Ley de Mercado de Valores.
Asimismo, en dicha Circular se señala que el objeto de esta advertencia es evitar que las personas naturales o jurídicas
no autorizadas por ley para ello, puedan ejercer el giro de intermediación de valores, exponiéndose a las sanciones que
establece la Ley Nº 18.045. Por lo tanto, agrega la referida Circular, que pueden incurrir en las sanciones expuestas no
sólo las entidades fiscalizadas sino también personas naturales o jurídicas que no se encuentran sujetas directamente a
la fiscalización de estos organismos de control.
24
Los Tribunales superiores de justicia han considerado que la explotación de casinos es un servicio
105
gravado con IVA, por ser, precisamente una empresa de diversión y esparcimiento.
El SII ha señalado que la actividad desarrollada en los casinos de juego siempre se ha encontrado
afecta al Impuesto a la Renta y al IVA. Esta tributación se confirma en el artículo 57 de la Ley N°
19.995, al señalar que, sin perjuicio de los impuestos establecidos en dichos cuerpos legales y
otras leyes especiales, los contribuyentes que administren casinos de juego en la forma prescrita
106
en esta nueva ley, deben pagar los impuestos especiales que en ella se crean.
2. Los cruceros de bandera extranjera desarrollan una actividad comercial en Chile. Así se ha
reconocido expresamente en las resoluciones y declaraciones de la autoridad
administrativa.
4. Los funcionarios públicos deben ser responsables al momento de tomar decisiones y velar
porque se de cumplimiento a la legislación nacional y se resguarde el interés fiscal. Por lo
mismo, no pueden tomar decisiones que entorpezcan, debiliten o, simplemente, porque
órgano del Estado no tenga capacidad práctica de fiscalización, faciliten la comisión de
ilícitos. Es obligación de la autoridad administrativa garantizar la correcta aplicación y
cumplimiento de la normativa legal y constitucional aplicable. Por su parte, las personas y
la comunidad en general tienen el derecho a exigirlo.
105 Corte de Apelaciones de Punta Arenas 05/11/99, Recurso de Apelación, Rol N° 9.216. Corte Suprema 26.05.1999,
Recurso de Casación en el Fondo, Rol 1872-97.
106 SII, Circular 28, de 2005.
107 Excma. Corte Suprema - 02.09.1997. Recurso de Casación en la Forma - Rol No. 3.983-96
25
8. El Servicio Nacional de Aduanas no es competente para autorizar el desembarco de
pasajeros. Su competencia es sobre el paso de personas por fronteras, puertos y
aeropuertos en los puntos habilitados. La habilitación de ellos se debe efectuar por decreto
supremo de la Presidencia a través del Ministerio de Hacienda. Aduanas sólo podrá fijar
las épocas o períodos de funcionamiento de los puntos habilitados en forma temporal u
ocasional. Aduanas sólo podría autorizar el paso de mercancías y personas por puntos no
habilitados en casos de fuerza mayor.
9. Para efectos aduaneros sólo podrá considerarse rancho las mercancías que serán
consumidas por una nave que realice transporte internacional en estado de viajar, por lo
tanto, en y desde el puerto desde el cual zarpará al exterior.
11. Las mercancías traídas desde el exterior y destinadas a ser vendidas a los pasajeros
durante la navegación en aguas bajo la jurisdicción chilena, deben ser importadas y
pagados los derechos e impuestos aplicables a la ella. De esta forma, deben ser
declaradas y pagados los respectivos derechos aduaneros e impuestos de la Ley sobre
IVA.
12. Todos los ingresos obtenidos por los cruceros extranjeros por concepto de sus actividades
en Chile son rentas de fuente chilena y deben tributar en el país con los impuestos
establecidos en la Ley de la Renta.
13. Según la errada interpretación del SII, el transporte marítimo de pasajeros con fines
turísticos se encuentra gravado con IVA, si no en un 100%, en el monto que sea posible
distinguir entre el transporte propiamente tal y el resto de los servicios prestados a bordo.
14. Los tours y excursiones en puertos u otros puntos de desembarco, que se venden a los
pasajeros se encuentran afectas a IVA.
15. La venta de mercancías en general a bordo de las naves extranjeras está afecta a IVA. La
compra de bebidas y alcoholes en puertos chilenos para su posterior venta a los pasajeros
está afecta al Impuesto Adicional a las Bebidas Alcohólicas y Analcohólicas.
16. Tienen derecho a recuperar el IVA soportado al adquirir o importar bienes para su
aprovisionamiento las navieras chilenas o extranjeras que tomen o dejen pasajeros en
Chile, así como también las navieras extranjeras que efectúen transporte de pasajeros en
tránsito por el país. En el segundo caso, en general tendrán dicho derecho por el rancho
de las naves cuando recalen en cualquier parte del país y, además lo tendrán por los
servicios portuarios cuando recalen en las regiones I, XI y XII.
18. Todas las actividades que se desarrollen en los casinos de juego, aún en forma ilícita, se
encuentra afectas al Impuesto a la Renta y al Impuesto al Valor Agregado.
26
FILMACION EJEMPLIFICADORA DE LO QUE CONSISTE UN VIAJES EN
UNA NAVE EXTRANJERA
27
LO SOLICITADO Y EXPUESTO EN LA CONSULTA RESPECTO DE LA PARTE
CONSIDERATIVA Y RESOLUTIVA DE LA RESOLUCION N°28/2008 Y POR
QUE LA CONSULTA DE ARMASUR ESTA BIEN PLANTEADA EN LOS
TERMINOS EFECTUADOS.
I. ASPECTOS GENERALES.
28
los restantes órganos llamados a fiscalizar una actividad comercial en Chile ni a
facilitar la comisión de ilícitos.
Se expresa una Nota de contexto, que señala: “Se excluyen las naves que
operan servicios normales de ferry, aun cuando algunos pasajeros consideren
el servicio como un crucero. Además, también se excluyen los buques de carga
capaces de llevar un número muy limitado de pasajeros en sus propias
cabinas. Asimismo, se excluyen las naves destinadas exclusivamente para
excursiones por el día.”
32
A) Cuando en los países donde las naves extranjeras estén
matriculadas, no exista un impuesto similar o se concedan iguales o
análogas exenciones a las empresas navieras chilenas. Cuando la nave
opere o pertenezca a una empresa naviera domiciliada en un país distinto de
aquél en que se encuentra matriculada aquella, el requisito de la reciprocidad
se exigirá respecto de cada país; o
Además, para tener bandera de Estados Unidos, la nave debe haber sido
construida en el país.
Este H. tribunal que “Así, resulta claro que, a contrario de lo sostenido por
ARMASUR, la norma aduanera no distingue entre naves nacionales o
extranjeras para efectos de eximir del pago de derechos de aduana por el
denominado “rancho”, sino que concede tal exención a cualquier empresa que
realice transporte internacional, independiente de si la nave que preste dicho
servicio es chilena o extranjera.”
Aquí lo que debe preguntarse este H. Tribunal para analizar y llegar a una
conclusión adecuada es ¿realiza la nave extranjera realmente un transporte de
pasajeros internacional puro y simple o es un transporte cuyo principal motivo
es el turismo en gran parte en aguas jurisdiccionales chilenas?
35
“Respecto del citado artículo, este Tribunal estima que no existe discriminación
arbitraria alguna, ya que considerar como exportadores a los proveedores de
servicios de transporte internacional –que no toman ni dejan pasajeros ni carga en
Chile– es plenamente consistente con la lógica tributaria del IVA, ya que estos
servicios efectivamente son asimilables a una exportación. Por otro lado, y
aplicando la misma lógica, no tendría sentido eximir de este impuesto a los bienes
utilizados para proveer servicios dentro del país, como es el caso del transporte
nacional de pasajeros. Por ello, este Tribunal no absolverá favorablemente la
consulta de ARMASUR en esta materia.”
“Respecto del contenido de esta norma, este Tribunal estima que, tal como lo
reconoció el Servicio de Impuestos Internos, en adelante el SII, en su presentación
de fojas 347, efectivamente existe un trato discriminatorio en favor de
empresas extranjeras y en perjuicio de las empresas nacionales, en lo que
respecta al recupero del IVA pagado por las primeras, cuando no tomen ni
dejen pasajeros ni carga en Chile, recalen en alguna de las regiones
especificadas en la norma y reciban servicios portuarios en ellas.
36
en perjuicio de las empresas nacionales. SI HA DE HABER UN TRATO
DISCRIMINATORIO EN LA NORMA, ES UNA DISCRIMINACIÓN ENTRE
PUERTOS CHILENOS, ESTO ES, EN BENEFICIO DE LOS PUERTOS
UBICADOS EN LAS REGIONES I, XI Y XII.
Por otro lado, dichas autorizaciones deben darse por cada nave y ruta a
transitar, es decir, no pueden ser genéricas. De lo contrario, se estaría por
la vía administrativa, derogando la reserva de cabotaje establecido en
la Ley de Fomento de la Marina Mercante Nacional.
5.- Landing.
“Tal como lo señalaron tanto la EPPM y la EPA (fojas 365) como la FNE (fojas
410), la posibilidad de que los cruceros internacionales efectúen landing se
encuentra directamente relacionada con la forma como estos últimos han hecho
uso de lo que en derecho marítimo se conoce como “derecho de paso inocente”,
definido en los artículos 17, 18 y 19 de la Convención. En este sentido, se debe
tener presente que la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina
Mercante, en adelante la DIRECTEMAR, es la autoridad competente para
determinar la forma como debe hacerse uso de tal derecho, en su calidad de
organismo dedicado especialmente a controlar y fiscalizar las actividades
que se desarrollan dentro del territorio marítimo nacional.”
38
El problema aquí, no es si la Directemar autoriza o no el Landing. Eso no ha
sido sostenido por Armasur, y es la misma Directemar la que ha señalado que
no le cabe dicha facultad, entendido como el Landing de pasajeros desde naves
extranjeras.
Ahora bien, si, como señala este H. Tribunal, los pasajeros de naves
extranjeras debieran poder efectuar Landings, con mayor razón (además del
factor del origen de sus rentas antes analizado) debieran sujetarse a las
normas generales chilenas.
111 Artículo 3°, inciso 1°, del Decreto Ley N° 3.059 de 1979, Ley de Fomento a la Marina Mercante.
112 Artículo 11, inciso 4°, del Reglamento de la Ley de Fomento a la Marina Mercante.
39
autorización no provocará un problema a los restantes órganos llamados a
fiscalizar una actividad comercial en Chile ni a facilitar la comisión de ilícitos.
Concluye este H. Tribunal que, “Por lo anterior, este Tribunal estima que debe
haber condiciones de igualdad en la fiscalización de la actividad de landing por
parte de la DIRECTEMAR, tanto para naves nacionales como internacionales,
de forma de asegurar condiciones equitativas de competencia.”
6.- Casinos.
“En todo caso, este Tribunal considera que es dable esperar que el costo que
puede significar para los cruceros de pabellón extranjero la contratación de
Prácticos de Canales, sea del todo marginal con relación a los costos del total de
sus operaciones.”
Esa es una norma que existe en todos los países del mundo. Si la EPA y
EPPM están interesadas en velar por los costos de los cruceros
extranjeros se darán cuenta que el “elevado” costo que pagan es
precisamente porque necesitan práctico durante más tiempo del
necesario para ingresar y salir de un país en uso del derecho de paso
inocente como corresponde.
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2.- EN CHILE YA EXISTE UN TRATAMIENTO ESPECIAL EN EL CASO DE
LOS HOTELES. SI BIEN AYUDARIA SOLO PARCIALMENTE EN EL TEMA
DEL IVA EN CASO DE ESTABLECER EL CONCEPTO DE “HOTEL
FLOTANTE”, NO SOLUCIONA EL TEMA DE LOS DERECHOS ADUANEROS.
Los beneficios de que gozan las naves extranjeras les permiten bajar sus
costos y aumentar sus ingresos de una forma imposible de competir por parte
de una nave nacional, pues le permite prestar los mismos servicios a costos
muy inferiores, no por su propia capacidad sino que por elementos externos a
ellas.
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