Está en la página 1de 2

La organización mundial de propiedad intelectual fue pionera en la defensa de la propiedad intelectual

en sus variantes tanto la propiedad industrial con la convención de París y los derechos de autor o
copyright y proteger los trabajos literarios y artísticos con la convención de Berna de 1886. Estos
acuerdos necesitaron después de la existencia de leyes nacionales que desarrollaron para dar expresión
a los derechos morales y económicos de los creadores y a los derechos del público de acceder a sus
creaciones y promover la creatividad y la dimensión de aplicaciones.

En cuanto a el aspecto cinematográficos el convenio de Berna establece la base sobre los que se han
desarrollado las distintas leyes nacionales de protección del cine su artículos 14 y 14 B dice lo siguiente:
"los autores de obras literarias o artísticas tendrán el derecho exclusivo de autorizar la adaptación y
reproducción cinematográfica de estas obras y su posterior distribución En la presentación ejecución
pública o transmisión por hilo al público". De hecho estos derechos no entraron el tratados
internacionales hasta la actualización del convenio de Berna que supondría el acta de Roma de 1928
cuando se reconocería a los autores y que esto estuviera el control de los derechos patrimoniales el
derecho de paternidad y la integridad de sus obras. Entendemos que los derechos cinematográficos y los
del derecho de autor vienen entrelazados librando una gran batalla jurídica alrededor del tiempo para
que estos tengan lugar en cada una de las legislaciones mundiales. Sin embargo, hoy en día podemos ver
el gran colapso y competencia de intereses entre aquellos que les benefician a las grandes empresas
cinematográficas que soportan el manejo económico y de masas al igual que la interacción mediática.
Estando en un momento histórico donde la creación de contenido global y el acceso a él es tan amplio
parece cada vez más pequeña la ventana de control y aplicación legal para actos como el plagio
cinematográfico.

Es así como grandes interpretaciones y obras cinematográficas gozan de gran credibilidad a nivel
mundial y nunca son puestas en en el escarnio público como plagios cinematográficos la comunidad
muchas veces cree en su generalidad que estas son obras originales y que no tienen antecedentes a
ellas, pero como pudimos observar en nuestro trabajo obras como el Rey León al igual como videos muy
populares son parte de supuestos plagios, en esta área debemos considerar el trabajo como un aporte
para que todos aquellos que deseen conocer los antecedentes de los derechos cinematográficos al igual
que el derecho de autor y la situación actual que se expone en el cine puedan conocerlo y ser críticos al
momento de ser consumidores de un determinado medio artístico, a su vez también se aporta al
conocimiento de aquellos productores de diversas maneras de expresión especialmente la
cinematográfica para que conozcan que su trabajo está siendo protegido y estén alerta a las actuaciones
de grandes empresas que antes de generar una determinada obra estudian también el ámbito y
condiciones del autor original de dichas expresiónes y de esta manera disminuyendo las posibles
amenazas de demandas y acciones contra ellos, para finalizar es importante que la sociedad conozca de
los diferentes lineamientos que rigen esta de área siendo ellos los principales consumidores de la
cinematografía, nosotros como estudiantes de derecho es necesario conocer el aspecto jurídico y real
del plagio en el ámbito cinematográfico.

También podría gustarte