RIO BOGOTA

El rio Bogotá que en sus inicios antes del 1530 fue llamado como rio Funza, que
significa varón poderoso o gran señor en lengua Muisca, inicia en zonas veredales
de Villa pinzón según las leyendas; está envuelto en hechizos de protección
ancestral bajo el silencio casi perpetuo.

En la época prehispánica, fue sitio de rituales, pagamentos y ofrendas doradas de

los muiscas para agradecerle al agua, ya que lo consideraban un cuerpo hídrico
vital puesto que les proporcionaba alimentos, tranquilidad e inspiración; cuenta la
leyenda que está envuelta bajo un hechizo ancestral que impide saquear sus
tesoros.

Era tanta la devoción que las mujeres iban a sus orillas para dar a luz a sus hijos, y
según la leyenda se encuentran muchos sitios sagrados donde los muiscas
depositaron sus tesoros dorados como lo son Siecha, Suesca, Guatavita, Iguaque,
Fuquene, El salto del Tequendama y Tota.

Luego de serpentear por entre las montañas y caer por las cascadas, el Funza coge
hacia el casco urbano de Villa pinzón. Son cerca de 11 kilómetros de aguas limpias
utilizadas para regar cultivos de papa y pastizales.

La época dorada del río Bogotá se vivió a comienzo del siglo XIX. Fueron los
tiempos de las grandes haciendas y los cultivos más fértiles de la sabana.

A pesar de la extensa contaminación que padece debido a las descargas de cerca

de 12 millones de personas que habitan en su cuenca este rio es un reservorio de
biodiversidad increíble; tiene únicamente 11 kilómetros de aguas cristalinas.

“La verdad yo conocí a este rio muy caudaloso, muy lleno de fauna por lo menos en
el caso de la trucha, capitán, cangrejo.” Vidal González

Se considera el cuerpo de agua más importante de la sabana y fue testigo de los

muiscas, de la conquista española y sus primeros habitantes, etc.
Como más importante fue participe de los primeros estudios de la biodiversidad por
parte de la ciencia.

Este es el cuerpo de agua más importante para los capitalinos y los municipios
aledaños Alrededor de él hay un gran movimiento económico. Por otro lado, aún no
se ha logrado su apropiación por parte de la sociedad, debido a sus niveles de
contaminación.

Esto lo ha llevado a una situación crítica por la contaminación ambiental, las

basuras, deforestación, entre otros.

Lamentablemente, esta importancia y magnitud económicas no son correspondidas

con su cuidado y protección a nivel ambiental.

De hecho, aunque en la cuenca alta encontramos aguas cristalinas y una flora y

fauna importantes, desde sus inicios se contamina con las conocidas curtiembres
ubicadas entre Villapinzón y Chocontá (Grupo Río Bogotá, s. f.).