Está en la página 1de 5

Ética en Función Pública

Actividad calificada
Análisis de un caso
“Las mascarillas”

Resumen
En el contexto de emergencia sanitaria, un servidor público gestiona la compra de
mascarillas para su entidad. El único proveedor que ofrecía el producto en el plazo
esperado no cumple con diversas condiciones acordadas. El jefe del servidor público le
pide información.

Las Mascarillas

El 2020 será recordado por mucho tiempo. El día 11 de marzo la Organización Mundial
de la Salud calificó el brote del Coronavirus (COVID-19) como una pandemia. En el
Perú, algunos días después, se declaró la emergencia sanitaria y el estado de
emergencia a nivel nacional. Esta situación crítica de múltiples y dramáticas
consecuencias ha llevado al Estado, en general, a adaptarse a la situación y buscar las
mejores maneras de enfrentar esta pandemia. La finalidad última: cuidar la vida, salud
y las condiciones de existencia de los peruanos y peruanas.

En medio de este contexto de emergencia, las entidades públicas, tanto las que
atienden directamente la crisis sanitaria en la llamada “primera línea” como aquellas
que continuaron parcialmente con sus labores, se vieron en la necesidad de
implementar protocolos de bioseguridad a partir de los parámetros dictados por el
Ministerio de Salud. Esto incluye la necesidad de comprar productos de bioseguridad y
limpieza. Por tratarse de una situación de emergencia, a través de diversas normas
legales se ha autorizado que las entidades públicas puedan realizar contrataciones
directas y la compra inmediata de ciertos productos referidos a la seguridad sanitaria,
es decir, contratar de manera directa a un determinado postor sin necesidad de
Ética en la Función Pública
competencia entre distintos proveedores. Más aún, las normas emitidas durante la
emergencia amplían los días de plazo para que las entidades presenten los
documentos del proceso de contratación.

Fernando Caycho trabaja en la Oficina de Abastecimiento y Suministros de una oficina


desconcentrada del Ministerio de la Seguridad y Vigilancia y ha recibido el encargo de
gestionar la compra de un primer lote de 3000 mascarillas quirúrgicas descartables de
tres pliegues para el personal de su institución. Él es un servidor público con más de 10
años de trabajo en varias entidades del Estado y su desempeño profesional como
administrador nunca se ha visto empañado por conductas indebidas o ilegales. Es de
los pocos trabajadores de la entidad que ha estado asistiendo a la oficina.

Ante la situación de rápida expansión del COVID 19, la compra de esas mascarillas no
puede demorar. Fernando tiene cinco días para hacer efectiva esta compra. A través
de una colega y amiga suya de la universidad que trabaja en otra entidad, Fernando ha
recibido el dato de dos posibles proveedores. Él mismo ha buscado por internet y ha
identificado a dos proveedores más. No tiene mucho tiempo y el único proveedor que
puede entregar esas mascarillas, en el plazo que se requiere, es uno de los contactos
de su amiga, de la empresa “BASIC - Suministros Comerciales S.R.L.”. El precio
estaba un poco alto pero no había posibilidad de escoger.

Fernando decide gestionar la compra de las mascarillas con dicho proveedor. Ha


coordinado los detalles técnicos y administrativos, todo parece conforme. Cuando falta
un día para la entrega de las mascarillas, Fernando recibe una llamada:

Fernando: ¿Aló?
Sr. Morales: Ingeniero, le habla Segundo Morales de la empresa BASIC.
Fernando: Sr. Morales, estaba por llamarlo. ¿Cómo va todo? Mañana tenemos la
entrega del material. ¿Todo bien?
Sr. Morales: Mire, ingeniero, hemos tenido algunos problemas y solo vamos a poder
llevarle 1000 mascarillas el día de mañana. Con dos días más podré
tener el resto. Usted sabe que hay dificultades con el transporte,
tenemos uno de nuestros choferes que se ha contagiado, solo nos
queda uno y estamos con varias demoras.
Fernando: Qué mala noticia. Pero Sr. Morales, tenemos un requerimiento que debe
atender, usted debe resolver ese problema. La situación actual está
difícil, pero usted debe cumplirnos.
Sr. Morales: Le prometo que tendremos el material completo en dos días más,
comprenda que no son condiciones normales.

Fernando no tiene otra opción y acepta. Llegó el día de entrega de las mascarillas y,
efectivamente, pudieron llegar solo las primeras mil. Al verificar esta entrega para su
conformidad, se da cuenta que estas mascarillas no son las quirúrgicas solicitadas,
sino que eran mascarillas de dos pliegues. Llama inmediatamente al Sr.Morales pero
este no contesta. Llama a su amiga, le cuenta la situación de incertidumbre y esta le
contesta “qué raro, el señor suele ser cumplido, es un amigo de mi papá y no nos ha
fallado antes”.

Perplejo, Fernando cuelga porque entraba otra llamada. Era su jefa. Le está
preguntando por las mascarillas y cómo concluyó el proceso de compra.
Ética en la Función Pública

Principios éticos para la función


pública en el Perú

Adaptado de Merino, Francisco (2013) El reconocimiento como fundamento de una ética de la función pública.
Un marco para su aplicación en organizaciones públicas (tesis doctoral) Valencia: Universidad de Valencia

La Escuela Nacional de Administración Pública propone y prioriza un conjunto de


principios que constituyen el fundamento y horizonte normativo de la función
pública en su conjunto, y por tanto del ejercicio de todo funcionario público.
En primer lugar, hemos de considerar un principio general que constituye la
finalidad última o meta por la que se orienta y cobra sentido el ejercicio de la
función pública.
Se trata del principio del servicio a los ciudadanos. Este principio general significa
que toda persona que realice funciones públicas deberá orientar sus acciones
hacia la protección, promoción y garantía de los derechos fundamentales, como
corresponde a todo Estado democrático.
Tras este principio general, se pueden identificar unos principios específicos
orientados a alcanzar el principio general. Se trata de los siguientes:

1. Principio de imparcialidad y probidad en el uso de recursos públicos


Se trata de una imparcialidad fundada en criterios de equidad: los servidores
civiles deben actuar con independencia frente a intereses particulares para así
asegurar que los ciudadanos gocen de iguales oportunidades al acceder a los
servicios del Estado.

2. Principio de rendición de cuentas


Este principio implica, por un lado, que los servidores civiles puedan hacerse
responsables de sus acciones ante los ciudadanos. Por otro lado, implica que
los ciudadanos encuentren los medios necesarios para participar en el diseño,
gestión y evaluación de las normas y políticas que les afecten. Una herramienta
principal en esta doble tarea es la transparencia, relacionada tanto al acceso a
la información pública como a formas efectivas de comunicación del Estado
hacia los ciudadanos.
3. Principio de eficacia y eficiencia
Considerando que el Estado es una institución de recursos limitados, se trata
de fomentar una función pública que consiga alcanzar resultados en su gestión
(eficacia) utilizando adecuadamente los recursos al menor costo posible
(eficiencia).

4. Principio de buen trato al ciudadano


Se refiere, por un lado, a la promoción de actitudes de no discriminación a los
ciudadanos, sobre todo a quienes forman parte de grupos sociales y culturales
históricamente marginados o excluidos. Por otro lado, se refiere a un trato
cálido y sensible a las necesidades del ciudadano, sobre todo de aquellos
grupos de ciudadanos que requieren una atención preferente.

También podría gustarte